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Mientras sus voces le cantan a Mi Corazón, faltas graves hoy son perdonadas por el afluente de Mi Misericordia.
En este día de celebración especial, su Maestro extiende Sus Brazos hacia el mundo para poder bendecirlo y absolverlo de sus más recalcitrantes pecados mortales.
De esa forma, por la fuerza de la oración de los orantes del mundo, su Maestro y Señor los hace participar a todos de la comunión expiatoria para estos tiempos en los que las almas deberán alcanzar el mayor grado del Perdón de Dios.
Es así que, en este día, en el que Mi Insondable Misericordia concede a los pecadores el perdón de sus errores y de sus faltas cometidas, Mi Corazón Paternal recoge de los corazones nobles y simples, las plegarias que los ayudarán, a ellos y a sus hermanos, a seguir librándose de las cadenas de la ilusión y de la perdición.
Quien hoy haya concebido en su interior la Gracia de conocer Mi Divina Misericordia, sepa que la conocerá, no solo por el poder que ella adquiere, sino también por el alivio espiritual que ella concede a quien confía en Mi Corazón.
Es así que hoy, vuestro Maestro y Señor les concede la paz y el honor de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando las almas en los días de Maratón de Oración invocan Mi Divina Misericordia, ellas se parecen a las espigas doradas en los campos y Mi Reino brilla en esplendor de oración.
Eso permite que el Jardinero Fiel riegue los jardines, valles y campos del alma con el Agua renovadora de la Divina Misericordia.
De esa forma, las faltas más graves cometidas por la humanidad son perdonadas, porque la oración de esa alma que llama por la Divina Misericordia concede una expiación espiritual e inmaterial, mudando completamente el curso de los acontecimientos planetarios.
De la misma manera, las almas que rezan el Rosario a la Madre de Dios, no solo se tornan rosas en los Jardines del Cielo, sino que también las oraciones por la paz en las naciones del mundo revierten cíclicamente errores gravísimos del pasado, del presente, y modifican, por el mismo poder del Rosario, los acontecimientos futuros, concediendo así una reparación espiritual para las almas por las cuales se ora, como también para las naciones por las cuales se reza.
Deténganse por un momento, con desapego y humildad, lejos de resultados concretos y visibles, e imaginen cuánto puede ayudar la oración sincera de un orante y, más aún, cuánto puede interceder espiritualmente la oración de cientos de almas en el mundo.
Si en verdad las almas confiaran plenamente en el poder superior de la oración del corazón, pronto conocerían los misterios inviolables que ella guarda como tesoro divino y espiritual.
Los animo, compañeros, a valorar cada momento de oración y, en primer lugar, a agradecerle al Padre Eterno por poder estar rezando cada nuevo día, a fin de que el auxilio mayor venga del Universo Celestial e intervenga en todas las causas imposibles.
Quien desea conocer el poder de la oración se sumerge en ella diariamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice ahora y siempre,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que reine la paz en los corazones que oran.
Que esta paz se expanda más allá del mundo interior.
Que la paz alcance grandes regiones del planeta y que todo sea redimido.
Que todos los creyentes celebren la victoria del Redentor, porque este es el día del Júbilo de Dios, ya que Su Plan se ha cumplido a través de Su Amado Hijo.
Que hoy nadie dé un paso hacia atrás.
Que los valientes sigan caminando por el Sendero de Mi Hijo, para que algún día lo puedan encontrar cara a cara.
Que este día represente, para todos, el momento de Su Ascensión.
Que los apóstoles de Cristo ya puedan plasmar su compromiso con el Maestro y Señor, ya que la Tierra necesita seres redimidos, almas abnegadas que carguen con amor su propia cruz.
Que toda esencia hoy pueda ser colmada del espíritu de la Resurrección del Señor, porque ya es tiempo de que los caminantes en Cristo vivan y lleven adelante la preparación de Su esperado y segundo Retorno.
Que todos sean llamados a vivir la eterna Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ruego por el mundo, para que algún día la consciencia del planeta pueda ser escuchada en el mundo interno de las almas como un gran estruendo de luz, y así los seres humanos se den cuenta de que la Tierra los necesita.
Ruego por la humanidad, para que algún día las almas reconozcan en su interior la divina Riqueza de Dios, sobre todo que aquellas almas más alejadas de Dios puedan reconocer lo precioso que existe en la esencia de cada uno.
Ruego por los Reinos de la Naturaleza, a fin de que los seres sobre la superficie de la Tierra puedan percibir cuánta ayuda y cuidado necesitan los Reinos Menores para poder sobrevivir en estos tiempos, en los que padecen con la explotación, el abandono y la falta de amor.
Ruego al Padre por todos Mis ejércitos orantes, para que ellos se fortalezcan cada día más, y hagan de cada encuentro de oración una oportunidad de redención y un acto compasivo de misericordia.
Ruego todos los días a Dios por las intenciones de todos Mis hijos, especialmente por el planeta, que en su silencio le habla al Universo del sufrimiento que padece en varias partes del mundo.
Ruego al Padre para que más criaturas puedan tener una consciencia despierta sobre la Creación y sobre la necesidad de una inmediata asistencia amorosa por parte de todos los seres humanos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Eleva tu corazón a Dios y no te canses de hacerlo, porque en este tiempo el corazón debe ser el receptáculo seguro para que Dios viva dentro de ti y lleve adelante Su gran Voluntad.
Eleva tu corazón a lo Alto y no te canses de hacerlo, por todos los que en este tiempo no elevan su corazón a Dios y no piden ayuda, humildemente.
Eleva tu corazón al Cielo y haz de cada etapa de la vida un momento de oración capaz de reparar la consciencia humana, capaz de atraer desde el Universo toda la Gracia que este mundo necesita.
Eleva tu corazón al Universo y forma parte de las estrellas.
Anímate a trascender las diferencias y todo lo que separa a los hombres de Dios.
Sé parte del Corazón Crístico de Mi Hijo para que, en esta hora aguda del planeta, las almas encuentren a Dios en su interior y tengan a qué poder aferrarse.
Eleva tu corazón a Dios y haz de cada momento una oportunidad de consagración interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Quien ora de corazón fortalece su fe.
Quien ora de corazón eleva su pequeña alma al Cielo.
Quien ora de corazón no conoce fronteras, sino cruza puentes de amor y de unidad.
Quien ora de corazón se pacifica.
Quien ora de corazón pierde todos los miedos.
Quien ora de corazón se entrega a Dios y a Su infinito Amor.
Quien ora de corazón trasciende el error.
Quien ora de corazón encuentra la reconciliación.
Quien ora de corazón se une a los ángeles del Cielo.
Quien ora de corazón no pierde la esperanza.
Quien ora de corazón se encuentra, en algún momento, con Cristo.
Quien ora de corazón consigue ver a Cristo en el prójimo.
Quien ora de corazón nada pierde.
Quien ora de corazón es conducido por el Espíritu de Dios.
Quien ora de corazón todo comprende.
Si la oración te despierta tantas virtudes, continúa haciéndolo, porque algún día el mundo entero orará de corazón, pedirá perdón y se unirá verdaderamente a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Bajo Mi protección Maternal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Madre de las Américas, así como del mundo entero.
Soy Aquella que ampara en Sus Brazos a los hijos de Dios, porque desde que gesté en Mi Vientre al Redentor, el Creador Me concedió la potestad de ser Madre y Guardiana de todas las almas que provienen de Su Sagrado y Glorioso Corazón, de Su Fuente Creadora de Paz.
Hijos, Mi Maternidad es silenciosa y oculta para muchos, pero Mi Corazón siempre está atento a las necesidades de este mundo.
Mi Misión espiritual es cumplir, tanto en la Tierra como en el Cielo, la Voluntad de Dios; y así como sostuve y amparé a Mi Hijo desde Su Nacimiento hasta la Cruz, también debo amparar y sostener a todos los seres, a todas las naciones, a toda la humanidad, desde su surgimiento hasta el cumplimiento de su misión espiritual.
Como las almas, las naciones también tienen un propósito espiritual que cumplir; algo que construye el camino para el descenso del Reino de Dios sobre la Tierra, para que la nueva y esperada Jerusalén Espiritual pueda instituirse en la vida del planeta, como parte de la Promesa Divina para este mundo. Y para que las naciones despierten y este propósito esté resguardado, es que Yo estoy aquí y los guío.
Hijos amados, desde que estuve con Mi Hijo Jesús y Mi Casto Esposo José, entre los hombres, Dios Me entregó la misión de resguardar a los compañeros de Cristo, de mantener viva la promesa de Su Retorno, de preparar Su Camino y no permitir que se pierda de la consciencia humana todo el legado de Amor que Él dejó sobre la Tierra desde Su Nacimiento en Belén.
Por eso, hijos, Yo Soy la Guardiana del Amor, del Amor que nació en el Corazón de Cristo y también del Amor que debe despertar y crecer en los corazones de todos Mis hijos. Porque hoy les digo que este Amor que despertará en ustedes, es él que sonará como un diapasón celestial y hará despertar todos los códigos que Mi Hijo dejó en lo profundo de este planeta.
Es con el despertar del Amor en sus corazones que harán emerger todo el tesoro espiritual que Dios guardó en la Tierra, ese que necesitarán para cruzar los tiempos y las pruebas que vendrán.
Es el despertar del Amor en sus corazones, lo que abrirá las puertas al legado espiritual y divino, hasta hoy oculto y desconocido para la humanidad.
Es por este motivo que voy de nación en nación, con el simple propósito de enseñarles a Amar.
El Plan de Dios se guarda en la simplicidad y allí radica su misterio: por ser tan simple, los hombres no lo buscan y no lo encuentran.
Hoy vengo para despertar en sus corazones la nota del Amor y para que sus voces suenen como un gran diapasón universal y divino, para que este Amor se expanda y encuentre a los corazones de aquellos que más necesitan aprender a amar. De esa forma curarán el planeta, como un secreto, como un misterio que se oculta en el poder de la oración.
Que las naciones eleven sus voces en una oración verdadera y que este clamor encienda la llama de sus espíritus y disipe la oscuridad. Para eso estoy aquí con ustedes.
Hijos Míos, cuando oran de corazón, nunca están solos. Mi Rosario pasa junto con los suyos. Mi Verbo eleva sus voces a los Altares Celestiales y cuando piensan que nadie los escucha, Yo los hago llegar a Dios.
Para que el Propósito y la Voluntad del Padre se cumplan, solo confíen en Mis palabras, oren y amen desde lo profundo del corazón.
Yo los bendigo y bendigo a todas las naciones que hoy Me abren las puertas, para que las Gracias que traigo del Cielo se extiendan más allá de la Argentina y lleguen al mundo entero.
Que el Amor convierta el miedo, el rencor y el dolor de los corazones humanos. Que las fronteras den lugar a la Unidad y la Nueva Jerusalén Espiritual encuentre su espacio entre los hombres.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que abunde la paz y el espíritu de la templanza, porque así podrás reconocer a Dios en tu corazón y en tu vida.
Que esa paz que proviene del Universo se expanda como un haz de luz y toque a los corazones heridos. Eso será posible por la constancia de tu oración y de tu súplica.
Así, recibe en esta hora el espíritu de la paz, el que te hará invencible, inamovible y neutro. Deja que esa paz se exprese en tu forma de mirar, de actuar, de caminar y de respirar.
Que esa paz interior pueda ser reconocida, para que las almas mediante la oración del corazón aprendan a vivirla y a adoptarla como algo fundamental, precioso y digno.
Que la paz fortalezca la consciencia y el espíritu para que pronto puedan nacer los Nuevos Cristos en esta humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios es misericordioso. Dios es compasivo. Dios es justo y bondadoso. El ama todo lo que existe y vive, se expresa e interrelaciona con todo lo que vibra en el Universo de Su grandioso Amor.
Del Padre surge la Fuente, que nace de Su Corazón Divino. De la Fuente surge la manifestación de los Dones y la realización de Sus Obras de misericordia por medio de los impulsos que son emanados de Su Eterno Pensamiento.
El Señor es justo y bondadoso al mismo tiempo, porque Él nos revela el sentido de estar con Él a través de las Leyes y de estar en justicia, practicando cada una de ellas.
Si la humanidad respetara, viviera y adoptara las Leyes, muchas cosas no sucederían. Y si le sumara la oración hecha con el corazón, el rumbo de los acontecimientos mudaría.
Por eso, la atención en los Designios de Dios, los hará estar siempre en Su Propósito y no apartarse de Él.
La oración construye esa consciencia permanente de estar cerca del Padre y de buscar todo el tiempo Su Reino, lugar en donde la consciencia espiritual de cada ser estará protegida en estos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy recibo en Mi alma y en Mi corazón una bella flor, creada e inspirada por el amor de Mis hijos orantes, especialmente de aquellos hijos que recién despiertan al conocimiento de Mi amor universal.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que siempre estoy con los que despiertan a una vida mayor, y que Mi Obra se apoya, como columnas de Luz, en los que ya despertaron y forman parte de Mis ejércitos de Luz en la Tierra.
De esa forma, su Madre Celeste, por medio del ejemplo del despertar de los corazones hacia un Amor Mayor les demuestra, como Jardinera Cósmica, cómo es que Yo siembro semillas inmateriales en todos los corazones del mundo y cómo ese amor, que ellos van descubriendo por primera vez, los trae de nuevo hacia Mí, hacia Mi jardín maternal de Amor.
Después, encomiendo las almas que despiertan, a los cuidados preciosos y amorosos de Cristo para que, en algún momento de sus vidas, descubran que existe algo mayor, infinito y desconocido en su interior, a través del descubrimiento que les proporciona la oración del corazón.
En este día, recibo en Mi Corazón el amor de Mis hijos, de los que Me esperaron en este mediodía para sentir Mi Amor maternal, que los conforta y los impulsa a seguir adelante.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cada vez que oran de corazón, una espina de dolor es retirada del Corazón de Dios y una flor de luz se abre en Su Reino.
Por eso, sigan orando el Rosario todos los días para que se establezca la paz y el fin de las guerras.
Sigan orando todos los días con la fe que sus corazones pueden expresar porque, de esa forma, estarán ayudando en la liberación de todos los males del mundo.
Sigan orando con la pureza de sus corazones, para que las situaciones del planeta se reviertan y así más almas alcancen la Misericordia de Dios.
Cada oración, que es pronunciada con amor, abre las puertas para que las almas se puedan sumergir en el océano del perdón y recibir así la reconciliación con el universo.
En esta tarde, la oración del corazón alcanzó amplias esferas celestiales y la ayuda vino en auxilio de los más simples.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El camino de la oración del corazón siempre los llevará a vivir un gran cambio en la consciencia y en la vida. La oración les permitirá sentir la verdadera existencia y así encontrarán el sentido de estar aquí, en este tiempo definitivo.
Todo lo que puede hacer la oración del corazón en la vida de un alma, sinceramente devota, es indescriptible. Es así que, en estos tiempos, la oración del corazón puede abrir las puertas al universo de la Gracia, de la Misericordia y de la Cura a los corazones del mundo.
La oración es capaz de evitar la catástrofe planetaria y puede conducir, hacia el camino de protección, a las almas que en peligro necesitan ingresar en él.
Por eso, la oración es un misterio grande a develar, ya que en su esencia se encuentra el camino para poder vivir simplemente nuevas cosas.
La oración representa el diálogo que las almas deben tener con Dios, en el momento de entrar en comunión con Su Divino Espíritu.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre en este camino de oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Ley existe para poder cumplirla, sin embargo las almas prefieren no cumplirla y sufren. Así, todas ellas ingresan en el círculo interminable del sufrimiento y de la desesperación.
Por otro lado, la oración, rezada con el corazón, aproxima a las consciencias a la vivencia de la Ley que los ampara siempre y los conduce por el buen camino.
Pero la humanidad se ha apartado de la verdadera Ley; por eso, está en decadencia y en algunos lugares al punto de la autodestrucción. Por eso, en esta batalla espiritual de conquistar al Reino en este mundo, la Jerarquía espiritual se sirve de todos los instrumentos para generar la esperada victoria del universo en la humanidad.
Las Leyes Universales aplacan los posibles errores humanos; porque ellas evitan que las almas desemboquen en un mar de conflictos y de sufrimientos.
La Ley viene a liberar al mundo de las deudas impagables; y la vivencia de estas Leyes les está siendo ofrecida a todos, sin excepción, para que ninguna criatura se quede sin la oportunidad de revertir su proceso individual o colectivo.
Como Madre de la Ley, llamo a Mis Hijos para que Me sigan, con el fin de generar en la humanidad un puente de paz y de reconciliación con todo el universo y la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy visito un lugar que Yo he concebido como muy especial para Mi Corazón. Hoy desciendo en Gloria sobre Mi casa y la casa de todos los Hijos de María del mundo entero.
Desde aquí surgirán las bases para poder vivir una oración verdadera, colmada por el más absoluto amor. Desde aquí nacerán las flores redimidas de Mi jardín celestial.
Es por eso, queridos hijos, que para poder establecer una parte de Mi Reino y así consagrar maternalmente esta casa, Yo tuve que abrir las puertas para la liberación de todo lo que le impedía a esta ciudad volver a recibir Mi Gracia Maternal.
Es así, queridos hijos, que hoy consagro esta casa como la antigua y sagrada Casa de su Madre María de Nazareth. Quisiera que esta sea la casa de las almas pobres, donde ellas pudieran encontrar el alimento de la oración para sus espíritus y, al mismo tiempo, el reencuentro con el amor.
Por eso, hoy universalmente bendigo esta casa con el nombre de “Nuestra Señora de los Pobres”, para que el mismo espíritu de Mi simplicidad y humildad se espeje en este lugar con el fin de que, en la simplicidad y en la humildad, las almas pobres se sientan amadas y aceptadas por sus semejantes.
Es así que la casa de los Hijos de María, de Nuestra Señora de los Pobres, tendrá la misión de crear para esta ciudad, para la nación y para el mundo un potentísimo canal planetario de oración, para que todas las heridas espirituales de las almas pobres sean curadas y sanadas por la misión que los Hijos de María cumplirán aquí.
Para eso, queridos hijos, su Madre Celeste hoy coloca en esta casa a los siete Ángeles de la Guarda de Mi Reino, los que protegerán y acompañarán cada oración que será recitada y construida desde sus corazones.
La casa de la Señora de los Pobres deberá ser conocida en el mundo entero, para que las almas sepan que tendrán un lugar a dónde recurrir y ser amparadas. Hoy Me uno a los hijos que concibieron con amor, dedicación, armonía, devoción y gratitud este sagrado espacio.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice y los consagra en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todos los días, queridos hijos, intento que el mundo tome consciencia de lo que en este tiempo está atravesando y de la fórmula perfecta de la oración, como un medio para poder liberar y destrabar los procesos planetarios.
Por medio de la oración del corazón que es trabajada todos los días, las almas acceden a códigos lumínicos y divinos que las ayudan a dar sus pasos y a ir venciendo los obstáculos que se van presentando en el camino espiritual y en la propia purificación.
Es así que, de tiempo en tiempo, cuando desciendo al planeta le recuerdo a la humanidad que la salida para ciertas situaciones y problemas mundiales se encuentra en la oración por más que no lo parezca.
La oración verdadera colocará a cualquier alma, bajo cualquier condición, en los Brazos de Dios y así podrá estar cumpliendo la Voluntad Divina.
Quisiera que todos Mis hijos reconocieran, en este tiempo, la transformación interior que han vivido desde el momento que asumieron el camino de la oración como un medio de redención y de trascendencia.
Dejo para todos este recuerdo, porque el poder de la oración en el fin de los tiempos será imprescindible y necesario.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los contempla con amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Todos los días cuando oran de corazón, el Padre a través de las súplicas puede hacer muchos milagros, movimientos espirituales inexplicables que repercuten positivamente sobre la consciencia planetaria.
Cuando la oración brota del corazón y del alma, Dios escucha atento la voz de todas las súplicas y así muchas situaciones se pueden resolver. De esa forma, todos los días los invito, hijos Míos, a profundizar en la vida y en el arte de la oración, que los llevará a reencontrar un camino que antes perdieron, el camino sublime e interno de la comunión con el Creador.
En esta hora, en la que el mal se desencadena con su furia en la mente del hombre de superficie, Yo los invito, queridos hijos, a intensificar su oración interior para que todas las almas sean posibles portadoras de la Gracia y de la Misericordia de Dios.
Hoy, y a través de este simple pero interno ejercicio de oración, se abrió una oportunidad inexplicable para el mundo, en especial para América, algo que tocó el Corazón de Mi Hijo y por lo cual he venido a anunciarlo. Y aunque no sepan directamente de qué se trata, confíen y esperen, porque en poco tiempo lo verán manifestado.
Esta es la divina razón por la cual su Madre Celeste los invita a seguir orando de corazón para que otros efectos positivos como este puedan repercutir en la consciencia humana y más allá de ella.
Les dejo esta reflexión para que mediten sobre el momento importante de oración que hoy son llamados a vivir. Que esto no se borre de sus consciencias. Que sus corazones vivan esta divina propuesta de seguir implorando por una humanidad dormida.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mi intención es traer la paz y la luz al mundo, directamente desde el Reino Celestial a través de sus simples y profundas oraciones. Cada vez que pronuncian la oración del Avemaría ustedes permiten que Mis Rayos, los Rayos de Mi Consciencia Divina, puedan penetrar la Tierra dolorida y así despertar la cura profunda en los corazones.
Por eso, queridos hijos, Yo les pido que nunca se cansen de orar con fervor y de corazón, porque una importante química espiritual se establece entre sus oraciones sinceras y Mi intercesión por el mundo. Es como si nunca se cerrara la puerta al Reino de Dios, por donde todos los días puedo enviar el Cielo a las almas perdidas para que reciban una oportunidad.
Queridos hijos, Me agrada escucharlos, sentirlos y oírlos a través del verbo de la oración. Es como un clamor, una súplica de los corazones que se escucha permanentemente desde la Tierra y por toda la necesitada humanidad.
Es así que de ciclo en ciclo, con fe y esperanza, Yo los invito a renovarse y a ir perdiendo los miedos, el sentimiento de poder fracasar y de retroceder. Hijos amados, ya no piensen más en su cautiverio. Recuerden que Yo saqué a cada uno de ustedes de ese estado de consciencia, Yo los coloqué en Mis brazos para que pudieran sentir hasta el fin de los días Mi Inmaculado Amor.
Yo los invito a mantener la fe. Las pruebas podrán ser grandes, pero el amor siempre será infinito e invencible.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los acompaña siempre sin demora,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Madre de la Iglesia Interior de cada ser
Queridos hijos:
Yo soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser, soy la Madre y Guardiana del templo espiritual que reside en la esencia de cada alma.
Por eso estoy aquí, para que recuerden el valor de lo sagrado y de lo eterno, de lo que es puro y de lo que siempre los llevará a encontrar la paz en esa unión perfecta con Jesucristo, su Pastor.
Yo soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y por ella vigilo, oro y adoro para poder ver a Mi Amado Hijo en lo más profundo de cada alma.
Esa Iglesia Interior es inexplicable y al mismo tiempo misteriosa, porque cada alma que la considera y la aprecia en su vida, tarde o temprano sabrá que existen preciosos tesoros que son internos y no materiales.
Yo soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y guío a las consciencias a través de la oración del corazón, para que ellas siempre encuentren dentro de sí esa comunión espiritual con la Consciencia Divina de Mi Amado Hijo.
Soy esa Madre que los conducirá de la mano hasta Jesús y soy la que les traerá fuerza interior para superar los obstáculos.
Soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y con Mis ejércitos celestiales protejo de toda perdición y destrucción a las almas que se unen a Mí.
Como Madre de la Iglesia Interior de cada ser, vengo en este día para pedirles amorosamente que miren hacia dentro de sí y vean cómo está su Iglesia Interior, su Iglesia Espiritual.
Invito a todos en este tiempo a reforzar día y noche, de ciclo en ciclo, ese compromiso vital de mantener sus mundos internos ordenados y alineados con el Propósito.
Les he enseñado a todos la gran llave que abre todas las puertas, la llave del Santo Rosario; a través de ella la Iglesia Interior fortalece su existencia y puede guardar en sí los mayores tesoros que motivarán al alma a dar sus pasos hacia la Luz del Reino de Dios.
En este tiempo, hijos, millones de Iglesias Internas están en riesgo por la superficialidad que domina la vida y las relaciones humanas.
Sus familias deben ser el ejemplo sagrado de la unidad y del bien, para así poder proteger los valores del amor, del servicio y de la fraternidad.
Queridos hijos, soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y vengo en este día para advertirle a la humanidad que está muy lejos de su verdadera espiritualidad y que solo está centrada en sí, en sus beneficios, en sus comodidades, en sus modernidades y en su egocentrismo.
Pido a todos Mis queridos orantes que vivan definitivamente en la llama sagrada de Mi Corazón Inmaculado para que sus consciencias, en nombre de todos, estén más cerca de la Bondad del Padre, del Amor del Hijo y de la Sabiduría del Espíritu Santo.
Los llamo a todos para que sean menos indiferentes y más fraternos con la realidad mundial.
Deseo, hijos Míos, una perfecta comunión de sus Iglesias Internas con el Padre Celestial, a fin de recuperar ciertos principios de luz, que la humanidad día a día pierde por su soberbia y por su arrogancia.
Recuperando el sentido de la armonía y de la paz en la Iglesia Interior, queridos hijos, ustedes ayudarán a que la Madre Iglesia, la que está expandida y presente en toda la Tierra sea fortalecida por sus hijos y no por sus gobernantes.
Así los invito a no tener poder sobre nada y a permanecer desprendidos de todo, para que los tesoros del Cielo, que son los Dones del Espíritu Santo puedan penetrar más allá de la consciencia humana.
Recuerden que como la Madre de la Iglesia Interior de cada ser, espero que Mis hijos crean en el bendito mensaje redentor que Mi Amado Hijo les trae en este tiempo.
En este ciclo, su Madre Celeste aparece fuera de la Iglesia institucional porque los sacerdotes aún no consiguieron llegar más allá del alma de las personas.
Es así, que Yo vengo para enseñarles que todos son esencias creadas por Dios y que todos sin excepción tienen una misión que cumplir ante el Padre Celestial, una misión que permitirá colocar al planeta en una escala mayor de rescate.
Mis amados hijos, Me anuncio fuera de la institución de la Iglesia de Mi Hijo porque Él Me pidió que fuera en búsqueda de todos los corazones que destruyen, por sí mismos, su unión con el Padre Celestial.
Así Yo estoy formando a través de esta obra a nuevos cristianos, similares a los primeros que en el pasado testimoniaron la presencia de Cristo en su interior.
Por eso ahora Yo vengo por todos, sin dejar atrás a ningún hijo Mío.
Recuerden que soy la Madre de la Iglesia Interior de cada ser y que soy la Madre de todos, no solo de la Iglesia, soy más que eso y llegó el momento de que ustedes conozcan a la Madre del Sol.
Guarden en su interior Mis palabras y que, en este día de consagración, sus corazones y vidas reencuentren el camino hacia la Iglesia Interior.
Les agradezco a por recibirme.
Los acompaña siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Con toda la dulzura de Mi Corazón, llego a su encuentro para traerles nuevamente la paz, la paz que es perpetua en el Corazón de Dios y de todo Su Reino universal.
Abriendo las puertas hacia ese Reino, hoy los coloco a todos en Mis brazos, así como coloqué al Niño Jesús y a cada uno de los apóstoles cuando ellos dudaron de la verdadera existencia de Cristo en la Tierra.
Queridos hijos, así Yo fortalezco su apostolado, su misión personal y grupal en el fin de los tiempos, ante el Corazón del Padre Celestial. De esta forma, Yo les traigo Mis códigos de Luz, para que sus corazones los puedan recibir, los puedan guardar en su interior, y ellos sean llamas que puedan perpetuarse en el mundo, en este tiempo de transición.
Con la alegría de sus corazones Yo puedo realizar Mis obras en el mundo y traer a Mis hijos el Espíritu Santo de Dios que los motivará a la transformación y a la redención de sus vidas.
Es por eso, queridos hijos, que hoy he venido aquí no solo para bendecirlos, para consagrarlos, sino también para agradecerles a todos ustedes y a todos sus hermanos, por estar cumpliendo esta segunda etapa de la sagrada Misión con los Mensajeros Divinos.
Ustedes no saben, queridos hijos, lo que significa para el Corazón del Padre guardar en Su interior el sentimiento de amor de todas Sus criaturas, sobre todo la perfecta adhesión a este propósito de traer la paz y el amor al mundo, para que estos atributos no se borren de los corazones inocentes y simples.
Es a través de vuestra respuesta interior, queridos hijos, que Yo puedo concretar Mi Obra en Centroamérica y México y, en el futuro, en otros lugares en donde la necesidad planetaria es muy grave y muchas, muchísimas almas, así como los Reinos de la Naturaleza, necesitan de Mi intercesión celestial para estar preparados y prontos para el fin de los tiempos.
Es así que hoy uno Mi Rosario de Luz con sus rosarios, creando este puente de Luz hacia el Reino Celestial, haciéndoles vivificar los Códigos de Dios en lo profundo de sus almas para que, en este tiempo final, queridos hijos, ustedes puedan realizar su propósito que es el Santo Propósito de Dios en sus vidas, Su magnífica Voluntad de traer al planeta la infinita Fuente de Su Misericordia y hacerlos seres redimidos ante los Ojos de Mi amado Hijo Jesús.
Esto confirma aquí, en Nicaragua, queridos hijos, que esta tarea no es una emoción, sino una profunda devoción Conmigo, estableciendo así la comunión con Mi Corazón Inmaculado.
Así es que Yo les pido, queridos hijos, que sigan adelante; que profundicen en sus vidas el ejercicio de la oración del corazón para que muchas más almas puedan ser beneficiadas por esta Gracia que hoy les traigo para todos, una Gracia reparadora, curadora y redentora, en cada parte de sus seres y de sus moléculas. Es así que Yo enciendo en ustedes las células de Luz, las mismas células que Yo encendí en los apóstoles, preparándolos para predicar y vivir la Palabra de Dios.
Ustedes, Mis amados hijos de Nicaragua y del mundo, son los apóstoles del fin de los tiempos, los apóstoles de Cristo, el Redentor, que deben dar el ejemplo de la paz y del bien a todas las criaturas. Sírvanse del servicio que sus hermanos están realizando por Venezuela. Encuentren a través de ellos, el verdadero testimonio de la caridad.
Por eso quiero decir, queridos hijos, que hoy también estoy con todos ellos en esa sagrada misión. Y a través de sus corazones misioneros, Yo estoy aliviando a los corazones más sufridos, cerrando las heridas más grandes de la consciencia de la humanidad.
Esta obra del servicio por la paz, especialmente por Mi amada Venezuela, está abriendo las puertas para una inexplicable reconciliación. Esto significa, queridos hijos, que el santo Trono de Dios y todo Su poder celestial reabre las puertas a Venezuela, trayendo a través de Sus ángeles, de todos Sus santos y bienaventurados, la oportunidad única de la rehabilitación, liberando a las prisiones del caos y del sufrimiento, simplemente, queridos hijos, por servir, amar y dar caridad a los que más lo necesitan.
Es así que Yo los invito, hijos Míos, a abrazar este misterio de la caridad y del bien. Ustedes no saben, queridos hijos, cómo los Reinos de la Naturaleza también se benefician con estas cosas. Es así que hoy también los invito a ser guardianes y protectores de los Reinos de la Naturaleza, a cuidar de sus mares, florestas, de todo Reino vivo en cada nación, en cada pueblo y en cada ciudad.
Quiero que le den valor a estas cosas que son parte, desde el principio, de la Creación de Dios. Es de esa forma, queridos hijos, que hoy ustedes estando aquí, de corazón, Conmigo y con un profundo amor a Mi Corazón Inmaculado, que Yo puedo derramar Mis Gracias, que serán frutos en el futuro de las almas, en las naciones que más las necesitan.
Centroamérica, a través de esta peregrinación y de la adhesión de todos Mis hijos en el mundo, especialmente por todas sus oraciones y súplicas, está recibiendo una inexplicable expiación que se produce, que se genera y que se realiza a través de Mi Inmaculado Corazón, trayéndoles a todos, la llama de la fe y de la esperanza.
Quiero, queridos hijos, estar más cerca de ustedes todos los días y que, desde Nicaragua, surjan fortalecidos grupos de oración, así como les pedí a los hermanos de Costa Rica que formaran grupos de oración, inspirados por Mis Mensajes de paz, por las Palabras redentoras de Cristo y de San José.
Quiero que vivan definitivamente en Nuestros Sagrados Corazones, que den el paso por toda la consciencia planetaria, que no se cansen de ser misioneros de la paz y de propagar esa paz hacia el mundo entero.
Es a través de esta obra y especialmente, a través de las misiones, que la balanza del desequilibrio de la humanidad, milagrosamente se está equilibrando. ¿Ustedes saben lo que eso significa, Mis amados?
Muchas oraciones debieron ser escuchadas por el Propio Dios, para que Él pudiera permitir esta Gracia inexplicable para el mundo y para Centroamérica.
Es que hoy, queridos hijos, por esta Gracia y este amor que nos reúne en Cristo, invito a que los Hijos de María que se consagrarán, se aproximen para que Yo pueda seguir compartiendo con ustedes Mi Amor y Mi Luz, a través de las palabras del Verbo Divino que hoy proclamo.
Yo le traigo al mundo, queridos hijos, la oportunidad de volver a amar, de perdonar, de reconciliarse con Dios y de formar parte definitivamente de Su Plan de Amor y de Redención.
Y antes de seguir hablando con ustedes, Mis amados hijos de Nicaragua, quisiera que le ofrecieran a Mi Corazón un cántico que une a todo lo que está separado. Que honraran, en devoción y en amor, a la Virgen de Guadalupe.
Los escucho.
Canción: “Madre y Reina de Guadalupe”.
Es así, queridos hijos, que Yo establezco en la Tierra el sagrado Universo de Dios, abriendo las puertas a la reconciliación entre los pueblos y entre las naciones del mundo; confiando absolutamente en que, en cada uno de ustedes, Mi Plan es el Plan de Mi Hijo, el Plan de Dios, vuestro Eterno Padre, que se podrá realizar en los más simples y puros, en los inocentes y libres de corazón.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
De esa forma les enseño a cómo liberar el pasado con la alegría del corazón, cómo liberar el dolor que permea la consciencia, de cada pueblo y de cada nación, con el simple amor de sus corazones.
Hoy, los congregué aquí no solo para trasformar sus vidas, no solo para redimir sus corazones, sino para que ustedes, hijos Míos, representando a toda la humanidad, representando a la consciencia de este planeta, puedan cambiar el destino incierto que esta Tierra viviría al no haber paz ni amor en el mundo.
Pedí que elevaran sus voces, para que elevaran también sus corazones, porque de esta forma abro los abismos, libero a las almas, inclusive a las más pecadoras que, al encontrar la Luz de Mi Inmaculado Corazón, se arrepienten del pasado. Y que, por la potestad de Dios, que Él concedió a Su Santa Sierva, Yo los redimo y los libero de la perdición para que, prestando un servicio Conmigo, equilibren sus deudas y vivan la redención.
De esa forma, hijos, hoy les pido que se confiesen Conmigo y, a través de Mí, que se confiesen con Dios; porque hoy les abro los portales hacia el Reino de los Cielos, les muestro los Altares celestiales para que coloquen allí sus faltas y pecados.
Arrepiéntanse, porque Yo los perdonaré. Arrepiéntanse, porque Yo los renovaré y los liberaré, para que puedan construir, en este país como en este planeta, una tierra redimida que viva la paz y la unión con Dios.
Les pido a todos los que Me escuchan que, con sus corazones rendidos ante el Padre Celestial, le pidan perdón en nombre de la humanidad, con la alegría de este pueblo tan simple.
Hijos Míos, vine a realizar esta redención de América, esta liberación que hace tanto tiempo este pueblo espera y que, por la apertura de sus corazones, hoy Yo comenzaré a concretar. Hoy, verán, en los ojos y en los corazones de Mis hijos, la concreción de sus esfuerzos, los méritos que generaron por cada ayuda que Me dieron para que Yo pudiera llegar aquí.
Hoy, vean Mi Luz, la Gracia y la Redención que hago descender de los Cielos; y agradezcan a Dios, hijos Míos, por ser participantes de Su Plan.
La redención de este planeta es posible, la redención de sus almas ya está en acción. Multipliquen esta redención en los que no Me escuchan, vayan en auxilio de los que no Me siguen, oren por los que les cerrarán las puertas en sus rostros, oren por los que escupirán en el piso delante de ustedes por no creer en Dios, oren por los que los maldicen, clamen con la cabeza en el piso por sus enemigos, clamen por la redención de este planeta; porque de esta forma, hijos amados, Mi Plan triunfará.
Liberen de sus vidas el rencor, liberen de sus vidas el odio y la ira, vivan y establezcan la paz, reconcíliense en sus familias, reconcíliense con sus amigos, pidan perdón y perdonen a sus hermanos.
Y, de esta forma, hijos amados, anunciarán al mundo que es posible vivir el arquetipo divino expresado hace tanto tiempo por Mi amado Hijo Jesús.
Es hora de que despierten los Cristos del nuevo tiempo. Es hora de que sus almas despierten al compromiso que vinieron a cumplir con Dios. Por eso, están aquí; porque fueron llamados por Mí para que puedan decir sí al Corazón de Dios.
Por eso, Yo los consagro y los bendigo no solo para transformarlos completamente, sino para que ustedes, hijos Míos, transformen a este mundo, transformen a esta nación, transformen a cada hogar de los que hoy Me escuchan; porque hoy Mi Gracia y Mi Divina Presencia llegan a todos sus hogares. Ábranme la puerta de sus casas, de sus corazones, porque Yo entraré todos los días a orar con ustedes por los Reinos y por las almas para que, un día, Mis amados, este planeta se pueda tornar sagrado, a lo que el Creador siempre aspiró.
Y que, en el universo como en la Tierra, sus almas den testimonio de que el sacrificio de Cristo no fue en vano; y de que el sacrificio que cada uno de ustedes vivirá tampoco será en vano; porque de ellos, hijos Míos, nacerá la trascendencia de todo dolor, la liberación del cansancio de sus cuerpos, la transformación del sufrimiento en regocijo espiritual, la transformación de la tristeza y del padecimiento en la eterna alegría de ver triunfar el Plan Divino.
Vean hoy, Mis amados, en el Amor de Mis Palabras, en Mi Corazón expuesto ante sus corazones, que la Gracia de Dios es infinita y Su Amor es inconmensurable. Y que, con este mismo Amor, deben colmar sus espíritus para que, cada uno que se aproxima a ustedes, sienta la Presencia Divina y crea que es posible transformar la decadencia de este mundo y tornarlo sagrado frente a los Ojos de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, Yo los consagro, los bendigo y los amo, como la Paloma Blanca de la Paz.
Quiero, antes de irme de aquí, que Me canten como hicieron al principio, para que Yo pueda recoger el amor de sus corazones y derramarlo en donde más lo necesiten.
Es así, queridos hijos, que, por medio de su consagración a Mi Inmaculado Corazón, vuelvo a consagrar a Nicaragua a la Madre de Dios, la Reina de la Paz, a la Paloma Blanca que les trae el Mensaje de reconciliación y de redención.
Coloquen su mano izquierda sobre el corazón para confirmar esta consagración ante Mi Presencia, y alzando sus voces a través del canto, Yo los bendigo, queridos hijos, y les agradezco a todos por haber respondido una vez más a Mi llamado.
Ustedes no saben, queridos hijos, cuánto hoy los océanos se han aliviado y todo lo que está dentro de ellos.
Les agradezco en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Ahora, canten para que Me eleve al Cielo, con la alegría de sus corazones por Centroamérica.
Queridos hijos:
Los siento dignos hijos de Dios cuando oran de corazón a Mi Hijo, así como lo hicieron hoy. Esto representa para el Padre la evidencia de que aún no está todo perdido.
Es por eso que todos los días les enseño a orar a Dios y a conversar con Él para que, cuando lleguen estos momentos de oración y de compartir la tarea espiritual, avancen dando pasos significativos.
Yo estoy a su lado para impulsarlos a vivir el Plan de Dios y para que lo cumplan de corazón y por toda la humanidad.
Cuando todos los días se unen a este Propósito, permitirán que la Divina Gracia llegue a muchas consciencias, Gracia que no merecerían.
Es de esa forma, queridos hijos, que el grave destino de la humanidad se modifica un poco, cada vez que una consciencia da un nuevo paso y asume vivir la oración del corazón.
Y es en esta Maratón de la Divina Misericordia, y especialmente en Centroamérica, que esta sagrada oportunidad es entregada a todos.
Con un espíritu de fe y plenos de gratitud, continúen trabajando en esta meta, para que la santa expiación llegue más allá de Centroamérica y sean tocados más corazones dormidos.
Les agradezco por traer al mundo la sana alegría.
En reverencia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más