Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN MONTSERRAT, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 115.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

He aquí el planeta a Mis Pies, siendo irradiado por los Rayos de Mi Corazón Misericordioso.

He aquí las almas en este planeta azul, en la escuela de la redención y del perdón.

Yo Soy parte de este sagrado planeta, Soy parte de la humanidad porque nací entre ustedes, viví entre ustedes, prediqué para ustedes y sufrí por ustedes, por una sola causa, por causa del Amor de Dios.

Por eso, quiero que, en esta nueva Maratón de la Divina Misericordia, contemplen ante ustedes al planeta y todo su sufrimiento; para que los Rayos de Mi Insondable y Divina Misericordia, que brotan de Mi Corazón, puedan abrazar aún más al mundo y a las almas, especialmente a las condenadas al fuego del infierno.

Por eso, hoy les hablo y Me presento a todos Mis compañeros, a todos Mis discípulos y discípulas, desde el Sagrado Montserrat, desde donde hace eco la Voz de Dios, a través de los planos internos de los que tienen el corazón abierto para poder escuchar y reconocer la Presencia del Señor.

Hoy, estoy una vez más aquí con ustedes, por todo el planeta, por sus océanos y Reinos, por sus florestas, sierras y montañas, por toda la vida y por toda la Creación, gravemente ultrajada en este tiempo por la mano del hombre, por la inconsciencia de los que ambicionan el poder.

Pero, He aquí Mi Corazón Insondable que no deja de derramar Sus Gracias sobre el mundo y sobre todo el universo.

He aquí el Corazón silencioso de Cristo, que padece los martirios y los pecados de la humanidad. El Corazón de Cristo que se ofrece una vez más por las almas; el Corazón que se abre como una gran puerta para que todos la puedan cruzar, sin excepción.

Mis Rayos, los Rayos de Mi Corazón, necesitan llegar aún más al planeta, a toda la esfera terrestre. Graves son los errores que se cometen en este tiempo y ustedes ya lo saben. Pero aún el cambio de la consciencia no está sucediendo; no en la mayoría, sino en una minoría.

Es necesario seguir orando de verdad y comprometerse con la fuerza y el poder de la oración, porque mientras esto no suceda, mayores serán los ultrajes del mundo, mayor será el peso de la Ley y sus consecuencias.

Es momento de que puedan ser irradiados por la Luz de Mi Corazón, como muchas veces lo hice por Amor y Misericordia.

No permitan que las puertas de Mi Gracia se cierren. Abran esas puertas de par en par a través de su consagración y de su servicio no solo al Reino Humano, sino también a todos los Reinos de la Naturaleza, para que el dolor de los más inofensivos Reinos de este mundo sea aplacado y aliviado, aunque sea un acto pequeño o anónimo. Esto ya aliviará mucho el sufrimiento del mundo y de los Reinos.

Para que nazca una Nueva Humanidad, para que surja un nuevo planeta, es necesario que invoquen, a través de la oración, la Ley de la Cura; porque muchas heridas aún deben ser sanadas, muchos acontecimientos dolorosos deben ser disueltos para que triunfe el Amor de Dios en todas Sus Criaturas.

En esta Maratón y antes del importante mes de agosto, en el que la Jerarquía Espiritual tomará nuevas decisiones sobre este Proyecto Humano, vean aquí a Mi Corazón Misericordioso, derramando la Sangre y el Agua, a través de Sus Rayos, sobre este planeta herido y ultrajado.

Que se levanten de los abismos.

Que se levante de los abismos el pueblo de Israel, caminante incesante del desierto en la búsqueda de la Tierra Prometida, que ya no es una promesa, sino una realidad.

Esta es la Tierra, este es el planeta prometido por Dios a Sus Hijos y Criaturas. Den valor, reverencien y respeten sus riquezas naturales y espirituales; porque muchos son los tesoros que se guardan en los mundos internos, son las llaves de la redención para toda la humanidad, son los nuevos atributos que emergerán de los Reinos Internos hacia la superficie, a fin de reconstruir, en Mi Retorno, todo este planeta.

Que venga a Mí el antiguo pueblo de Israel y que camine en confianza, sin perder la esperanza ni la fe. Aunque vean en este mundo cosas increíbles o hasta inexplicables, no se detengan.

Que la luz de la oración guíe sus pasos y que este sendero, que les manifiesta la luz de la oración, los lleve a encontrar el Propósito en lo más profundo de su ser. Allí, estarán en comunión Conmigo y con el Padre, porque en lo más profundo está el Templo de Dios, Su Casa, en las esencias de Sus Hijos de toda la vida.

Que nadie más tenga la intención de abortar la vida.

Que nadie más tenga la intención de levantar un arma para herir y lastimar.

Que ya no se escuchen las bombas y las armas entre hermanos de un mismo pueblo y una misma raza, porque vendré a detener todas estas cosas, así como lo hice en el tiempo pasado.

Pero Mis señales no serán simbólicas, sino contundentes. Marcaré en el suelo una línea entre el pasado y el futuro, entre el viejo tiempo y el Nuevo Tiempo, y todo comenzará de cero. Por eso, sigan caminando a través de Mi Luz en este tiempo crucial de desafíos y de nuevas experiencias.

Aunque Mi tiempo con ustedes ya está terminando, que Mis Palabras resuenen por siempre, para que puedan reconocer la Voz del Retorno del Señor que será escuchada en todo el universo, así como la tormenta es escuchada en el cielo.

Así, los preparo para el último y gran tiempo. Y, a través de la Presencia de Mi Padre, los renuevo, y les vuelvo a dar y a entregar Mi Paz.

Que esta Maratón no sea vivida bajo un sentimiento de obligación, sino de responsabilidad espiritual, de quien está despierto y consciente de que estamos en la última hora y en el último tiempo, y de que una cuenta de la oración podría detener una guerra y la destrucción de pueblos enteros, de vidas enteras.

Que todos los que se consagraron a Mí sean responsables. Han de representarme en el fin de estos tiempos, así como Mis apóstoles del pasado Me representaron cuando Yo ya no estuve más físicamente con ellos.

El Espíritu de Dios no faltará, vendrá como en Pentecostés, como una flameante llama sobre sus cabezas para darles el Discernimiento y la Sabiduría de Dios, para que ayuden a otras almas y se donen por ellas.

Así el gran cambio será una realidad y no una promesa. Así todo será transfigurado, como el Señor fue transfigurado en el Monte Tabor.

Sean valientes y persistan. Mi Corazón está cerca de los consecuentes.

Les agradezco por escucharme y por reconocer al Señor en lo más íntimo del corazón, en donde existe la vida divina para todas las almas.

Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS EN LA CIUDAD DE BUDAPEST, HUNGRÍA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 71.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA EN EL MES DE JULIO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo vengo como el sol del atardecer para traerles la Luz de Dios, porque no existe nada que no pueda ser resuelto a través del amor. El amor es salvífico, el amor es vivo, el amor es resplandeciente.

Cuando los hijos de Dios están en torno del amor nada sucede, todo se transforma y se eleva. Por eso no tengan miedo, sientan el Amor de Dios que los vivifica, que los transforma y que los hace cambiar, de tiempo en tiempo.

Mi Corazón es una fuente de ese Amor, de la que ustedes pueden participar día a día. Por eso necesito que sean como Mi Amor, como el Amor que los salvó, como el Amor que los rescató y que los redimió en la Cruz.

Ese Amor de Dios es el que se entregó y dio todo lo que tenía por cada uno de ustedes. Ese Amor es el que se dejó flagelar, se dejó humillar, se dejó sacrificar por los hombres para que aprendieran la verdad sobre el Amor.

En ese Amor Yo los quiero ver todo el tiempo. Un Amor que regenera, que trae vida, que pacifica, que neutraliza las formas y todos los embates.

Espero ver al mundo en ese Amor, una y otra vez, porque sé que no lo está y muchos no lo están porque no conocen los milagros que puede hacer el Amor cuando uno se entrega a él, verdaderamente y sin miedos. Porque el Amor de Dios es algo que penetra en la consciencia, es un Amor que trae confianza y que fortalece ante las situaciones de la vida y de los acontecimientos.

Hoy quiero entregar este amor para todos los que están aquí. Eso espero, porque sé que necesitan de este Amor que Yo les traigo para este tiempo final, en el que la consciencia humana debe enfrentarse a sí misma para aprender a trascenderse y a liberarse de sí.

Pero todo es posible en el Amor, en el Amor que Yo les enseñé, en el Amor que Yo profesé por Mis apóstoles y por todos Mis seguidores.

Es ese mismo Amor que hoy les traigo y del cual los hago partícipes, una y otra vez, para que sepan que el mundo necesita de seres de amor que puedan espejar, como instrumentos, la Fuente del Amor de Dios transformando su amor propio en un Amor mayor, un Amor que viene en auxilio del mundo y de los acontecimientos críticos de la Tierra.

Es ese Amor que Yo les ofrezco, el que les permitirá vivir la transición. Sin amor nada será posible, todo será un vacío, un desierto y una soledad.

Mi corazón es una puerta hacia ese Amor que puede transformarlos y permitirles trascenderse cuando no lo consiguen por sí mismos, cuando no saben por dónde ir ni a quién recurrir.

No solo les hablo del amor inmaterial, sino también del amor que Yo viví como ser humano, como hombre y como consciencia.

Ese Amor, que también es de Dios, actuó en todo, participó en todo y se entregó por ustedes como hoy ustedes se entregan por Mí.

El Amor los hará vivir la fraternidad que el mundo necesita aplicar urgentemente, una fraternidad que vea la necesidad del prójimo, una fraternidad que vea la necesidad que hay en el semejante.

Yo los invito a encontrar, dentro de ustedes, ese Amor que les hace ver a Dios en cada momento, en cada circunstancia. Será necesario atravesar estos tiempos bajo esa Ley para aprender a superarse y ayudar a superarse a los demás, a sus hermanos, a sus compañeros.

Pero sin Amor nada se puede hacer, es como no tener dirección, es como no tener camino. Por eso, les traigo esa Fuente del Amor para este tiempo final porque la humanidad lo necesita, urgentemente, para dejar de cometer errores y fallas, para no apartarse más de Dios y perder el rumbo de su camino.

Hoy me ofrezco como ese Amor que los renueva, que los cura, que los sana, como ese Amor que pone fin a muchas cosas y que abre puertas a nuevas experiencias, a nuevos aprendizajes, a nuevas escuelas.

No dejo de pensar cuánto aún deben vivir en ese Amor, un amor que no es palpable, un amor que mueve la energía Divina y que la hace fluir en todo el Universo y en todos los espacios de la Creación.

Así como los ángeles viven de la fuente de ese amor y se nutren de ella, ustedes también deben nutrirse de ese Amor de Dios que se ofrece de tiempo en tiempo, incondicionalmente, para que las almas cumplan su propósito y, sobre todo, la Voluntad de Dios. Cuando eso no sucede y el amor no está presente, todo se vuelve oscuro, frágil y débil.

El amor los hace elevar todo el tiempo, los hace ver la realidad y encontrar un camino de paz que los lleva a un entendimiento maduro y sabio. Solo deseo que encuentren ese amor algún día, porque es un Amor vivo y Divino que los consagrará, que los hará buenos servidores y colaboradores de Mi Obra.

Y aquellos que viven hoy ese amor y lo practican verdaderamente, que lo sigan haciendo porque el planeta lo necesita como consciencia, la humanidad lo necesita como raza así como todos los Reinos de Naturaleza necesitan el amor de los hombres para poder evolucionar y despertar, para poder crecer como ustedes crecen y viven, a pesar de cómo se encuentra el mundo y la humanidad.

La Fuente del Amor de Dios está abierta para descender, espiritualmente, a la Tierra. Debe encontrar instrumentos para poder descender y expresarse. Debe hallar corazones abiertos para poder depositarse y así, multiplicar las Gracias de Dios en todos los sentidos y en toda la vida.

Este es el tiempo de que vivan el milagro del Amor, pero primero deben creer en él para que lo puedan sentir y vivir. Eso los unificará, los hará más hermanos y más compañeros los unos con los otros.

Sientan a Mi Corazón que emana ese Amor de Dios y pacifíquense. Todo es una transición y una experiencia.

El Amor es eterno. El Amor de Dios nunca acabará, las miserias sí terminarán y la Luz vencerá cuando entren en la corriente del Amor de Dios y lo hagan parte de sí, porque el Amor de Dios les concederá el perdón y la reconciliación.

Esto es todo lo que espero para este tiempo, ver reflejada Mi Obra como una corriente viva de Amor en los corazones y en las almas que dicen “sí” al Creador y confían plenamente en Él, en Su Voluntad.

Yo los hago partícipes de la Verdad que proviene del Amor de Dios para que lo encuentren algún día, sabiendo que todo es pasajero, pero que la experiencia del Amor en sus consciencias es imborrable e intransferible.

Dios necesita que el amor pueda reinar en el mundo y en los corazones para que la paz se establezca y se viva la unidad entre hermanos, más allá de todo.

Les dejo Mi Amor como un camino de salida, como una Luz en el horizonte, como el sol que los alumbra en esta tarde de Gracia.

Hoy no vengo a juzgar sus actos ni sus hechos cometidos. Vengo a invitarlos para que entren en el Universo de Mi Amor en donde encontrarán la Verdad y la podrán vivir de una forma simple.

Así los haré representantes de Mi Obra en la Tierra y habrá seres sobre la superficie de este planeta que serán puentes de comunicación entre la Tierra y el Cielo, que es lo que necesita Dios no solo de la vida sacerdotal, sino también de todos los que oran y proclaman su fe al Creador. Así el mundo se mantendrá estabilizado y en equilibrio y todo sucederá de una forma más armoniosa.

Cuando las almas no viven el amor, los corazones sufren y no entienden por qué. El amor humano debe ser transformado en Amor Divino y solo una Gracia puede conceder esto, en este tiempo, para que la humanidad entienda que se equivocó y que deberá recapacitar para que la Misericordia la colme y la pueda salvar.

Es el Amor de Mi Corazón el que hoy les trae paz. La Paz de Dios los bendice y los colma para que sigan adelante por Mí, para que se cumpla el Proyecto y venza el Amor como él venció en la Cruz.

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN RESERVADA DE CRISTO JESÚS EN LA CIUDAD DE BUDAPEST, HUNGRÍA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 71.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiero que en este día contemplen Mi Universo más allá de todo y que a través de Mi Universo puedan encontrar la Verdad, esa Verdad que viene de Dios y que los elevará, la Verdad de la transparencia y de la sabiduría, una Verdad Divina que los unirá, que los fortalecerá como consciencias y como grupo.

Vengo desde un lugar muy lejano del Universo para traerles y depositarles Mi Paz, no solo como almas, sino también como consciencia planetaria, como raza y como civilización. Porque es un momento culminante que enfrentan en este tiempo y en este ciclo, en el que deben colocar, por encima de todo, Mi Amor consolador y misericordioso. Así como Yo se los enseñé a los apóstoles en el pasado, hoy se los enseño a ustedes, compañeros Míos.

Deben seguir siendo Mis pacificadores, Mis portadores de la paz, Mis servidores del bien y de la luz que escuchan la Palabra de lo Alto y la hacen resonar dentro de sí para que Mis impulsos divinos los transformen, los eleven y los conduzcan hacia el Propósito de Dios.

Sé que es un momento para todos de superación y de pruebas, de extrema confianza y de una infinita fortaleza que es alcanzada a través de la oración del corazón, oración que siempre los conducirá hacia Mi Portal para que, a través de Mi Universo, encuentren Mi Sabiduría, Mi Entendimiento y Mi Paz; atributos que vengo a depositar en un mundo que está enfermo y herido, que ha perdido el sentido de la vida espiritual completamente. 

Por eso, en esta era, en este ciclo, en este tiempo, Yo vengo a su encuentro y al encuentro de sus hermanos para recordarles el compromiso Conmigo, para hacerles ver la realidad, una realidad que surge del Corazón de Dios como una Fuente infinita y que permea todos los espacios, todos los universos, todas las galaxias y todas las estrellas.

Ustedes son parte de un macrocosmos, no pueden quedarse solamente en lo que es superficial y material o en lo que es mental o intelectual. Deben traspasar los umbrales de la consciencia para poder alcanzar la Luz Crística que impulsa a todos los espíritus al momento del gran despertar, no solo bajo el Don del amor y de la sabiduría, sino también a través del Don de la humildad y de la resignación.

Eso permitirá equilibrar el mundo y todos los errores cometidos por todos los pueblos y por todas las naciones que, una y otra vez, se apartan del Propósito de Dios, estableciendo principios y modos de vida que no son evolutivos ni tampoco transparentes, que no traen salud espiritual ni mental.

Por eso Dios encontrará en espacios como este, en donde Su propia Vida se manifiesta a través de los Reinos y de las criaturas, a través de los elementos, de todo lo que Él creó y pensó con detenimiento por amor a ustedes para que pudieran vivir y reconocer la felicidad de Dios de tener criaturas en este planeta y en otros que lo amen, que lo reconozcan, que lo veneren y que lo acepten como Su Padre Celestial.

Por eso hoy vengo desde un horizonte infinito llamado "Universo de la Consciencia de Dios", en donde todas Sus Fuentes de Luz y Sus Fuentes Cósmicas están presentes para interrelacionarse con este universo material y también con el universo mental en el que los ángeles están presentes y también participan de este Propósito Divino desde eones de tiempo, desde un tiempo aún no conocido ni identificado por el ser humano de superficie.

Lo que Yo les traigo desde el Universo es algo más que abstracto, es algo más que inmaterial, es algo más que espiritual. Por medio de Mi Corazón les traigo aquel principio que originó la vida y la existencia, que trajo para todos el sentido y el por qué estar viviendo aquí y estar aprendiendo aquí, junto a sus hermanos de camino y a la humanidad.

Para encontrar ese sentido y ese camino, Dios se espeja y se refleja una y otra vez en la Creación por medio de la naturaleza, de los océanos, de las montañas, de cada Reino menor que aporta a la Tierra un principio espiritual y un principio de elevación que hasta ahora la humanidad no ha conocido y que recién en este tiempo está despertando para conocer esa sabiduría que se expresa y se guarda en los Reinos de la Naturaleza.

Por eso Dios envía a sus Mensajeros, a los Sagrados Corazones, a peregrinar por el mundo para que todas las razas y todos los pueblos puedan despertar y reconocer a Dios en todo lo creado y puedan estar en comunión con Él sin agredirlo ni lastimarlo, sin ofenderlo ni maltratarlo, a través de los Reinos de la Naturaleza.

Dios manifiesta Sus Atributos también en los Reinos menores. Dios espeja Su Voluntad también a través de los Reinos menores que traen en su esencia grupal el Universo de Dios, que es el Universo del Amor y de la Sabiduría que permite mantener un contacto interior con la Fuente y con todos Sus Dones.

Con esto quiero decirles, compañeros, que su misión intelectual y espiritual debe ir más allá de las apariencias, de los aspectos humanos o de las resistencias. Deben aplicar en sus vidas la Ley del Amor que Yo les enseñé por medio de Mi sacrificio, no solo en la vida pública, sino también en la Cruz y en cada gota de Sangre derramada por la liberación y redención del mundo y de sus criaturas.

Ahora es el tiempo de que todo el mal se revierta y sea transmutado en Luz, en la poderosa Luz que viene del Universo espiritual y cósmico, para que las consciencias de la Tierra, los seres humanos, tengan una piadosa oportunidad de despertar y de volver encontrar el sentido de estar aquí, más allá de lo material o de lo intelectual.

Hoy los coloco ante una de las Voluntades de Dios, aún no revelada al mundo, pero que se hace presente a través del Hijo, el Hijo Amado por el Padre, por el Padre que ama a todos Sus hijos.

Coloquen en su corazón este mensaje e intenten descubrir su sentido y su esencia para que, más allá de todo, puedan percibir la realidad de todo lo que les quiero decir en este momento.

Después de todas las oraciones que hoy son ofrecidas amorosamente por ustedes, haciendo expandir el Amor Crístico de Mi Corazón por las almas y el planeta, Me aproximo a ustedes para hacerlos portadores de Mi Paz y de Mi Amor, para que Me sientan cerca y para que escuchen Mi Corazón.

Hoy les dejo Mi bendición y Mi paz, Mi renovación y Mi confianza, a fin de que todo esto pueda tocar a las almas del mundo y sus esencias.

Les doy Mi Paz y bajo Mi Luz los bendigo universalmente.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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