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El mundo no comprende aún qué es vivir sin el Amor de Dios, Amor que cura, libera y renueva todas las cosas.
Este Amor pleno es rechazado por algunas almas del mundo que solo han colocado sus ojos en la propia realización, en la conquista de pueblos y de regiones enteras de la Tierra.
Eso ha traído como consecuencia la separación del espíritu del ser terrestre, rompiendo la verdadera fusión que promueve el Amor de Dios.
Por ese motivo, Mis ojos no paran de llorar y de implorar al Padre Celestial por Su Divina Misericordia, porque será a través de los que responden a Mi llamado que la Obra de Paz se concretará al menos en una parte del mundo.
Mi deseo espiritual es que todos los días existan almas en oración que sean capaces de ayudar a modificar los acontecimientos que la propia humanidad genera a través de la ambición de tener más y más cada día. De esa forma, Mis queridos hijos, Mi dolor no es por las pruebas que son difíciles de superar, Mi angustia maternal es por el grave destino que los hombres están creando sorpresivamente en muchas naciones.
La Gracia de Dios purificará sus deudas y pronto se liberarán de todo. Solo que ahora, los llamados por Cristo para el fin de los tiempos deberán estar dispuestos y decididos a realizar misiones inesperadas y ritmos de oración cada vez más amplios; de esa manera la bestia no colocará sus garras sobre algunas naciones, las que deben estar resguardadas por la Luz de Mi Materno Corazón.
Así, Mis amados hijos, aspiren a no ser nada, aspiren a estar en Dios y a seguir Sus designios. Muchos religiosos y laicos están rodeados por las influencias de este mundo actual, lo que les quita la atención en Dios.
Una de las razones por la cual he pedido los misterios del Santo Rosario, es para retirar de la ilusión y del hipnotismo a cuantos se envuelven en todas esas cosas. Espero que delante de la gravedad de los tiempos de Armagedón Mis hijos orantes, después de los treinta y tres días de oración, no pierdan el impulso interior de agradar y de aliviar Mi Corazón lastimado.
Por la sincera ayuda de ustedes, aunque sea una pequeñísima respuesta, Mi Inmaculado Corazón triunfará en las almas pecadoras. Aún la copa no fue quebrada por el rayo del Ángel de la Justicia de Dios; ustedes y Yo lo estamos impidiendo.
¡Les agradezco por corresponder a Mis urgentes pedidos!
Los anima a caminar en la fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quiero servirme del corazón misericordioso de Mis hijos, para aplacar la Justicia que se precipita en el mundo. Les pido que oren con fervor, para que el rayo de Mi Redención penetre al mundo y traspase el corazón de aquellos de Mis pequeños que, por ignorancia y vanidad fueron tomados por la astucia de Mi adversario.
Quiero disipar el mal con el surgimiento de la Absoluta Luz de Dios. Quiero disipar el dolor, por la vivencia de la Soberana Paz de Mi Inmaculado Corazón. Quiero expulsar el odio de los corazones, por medio del reinado del amor en aquellos, que valientes de espíritu, se dejan transformar para cumplir el Proyecto Perfecto de Dios para este mundo.
Si quieren ver que en el mundo se establezca la paz, sean pacíficos en sus vidas. Si quieren que la fe no se pierda de los corazones de los hombres, no pierdan ustedes la oportunidad de orar y fortalecer la propia fe, para llevarla en esencia a los que más la necesitan.
Hijos Míos, el mundo agoniza y la humanidad hiere con sus acciones el Cuerpo Sagrado de Dios, que se expresa en toda la Creación. Para reparar ese sufrimiento que causan al Padre, vengo a entregarles conocimientos sublimes del cosmos y del infinito, y así ennoblecer la consciencia humana y sacarla de la oscuridad en la que vive. Pero la mayoría de la humanidad se encierra en la comodidad de la vida de este mundo y no acepta reconocer la vida en otros universos. Prefieren desacreditar Mi presencia que transformarse para ingresar, en esencia y en espíritu, en el bálsamo de la verdad celestial.
No se acomoden en la ignorancia, porque no vengo a entregarles estos conocimientos universales solo para transformar su forma de pensar ni tampoco para difundir un pensamiento esotérico en el mundo. No confundan las palabras celestiales con los conceptos humanos, Mis amados, porque cuando el caos se expanda por el mundo y la Justicia Divina descienda para detenerlo, será solo la certeza de la existencia de realidades más allá de esta vida y la certeza de que todo lo que viven tiene un propósito superior, lo que fortalecerá sus corazones y les permitirá transitar con fe y ayudar a aquellos que están dejando apagar la llama del corazón.
Todo en el Cielo como en la Tierra tiene su tiempo. A lo largo de los siglos Me di a conocer a la humanidad, para que pudieran confiar en Mi amor y en Mi guía; y ahora, Mis queridos quiero revelarles la verdadera existencia del universo y anunciarles que hay vida más allá de esta, que existen civilizaciones enteras en el universo que aguardan el crecimiento de sus espíritus y, con esperanza, esperan que alcancen la semejanza con Aquel que vino para ser ejemplo de toda la humanidad y que ahora reina en el cosmos, como Principio Perfecto de Dios, ejemplo para toda la Creación.
Hijos Míos, quiero anunciar a este planeta que existen muchos otros mundos, creados por los ángeles y arcángeles de Dios, los llamados Padres Creadores, que tienen un poder infinito de creación y crean y recrean toda la vida, posibilitando que el Señor se exprese de muchas formas.
El orgullo y la vanidad fueron los que encerraron al hombre en el pensamiento de que la vida universal no existe y que, más allá de esta Tierra, como mucho, podría existir el Cielo y el inferno. Hoy les digo que existen más de siete Cielos, donde los santos y los ángeles siguen su camino de evolución. Existen más de siete infiernos, donde las consciencias que no siguieron los principios divinos y se dejaron absorber por la oscuridad, aguardan que la misericordia los permee y los rescate. Uno de esos infiernos es una realidad en la superficie de este mundo y se distribuye en muchos grados, según el reinado del caos y de sumisión que causa en las almas.
Por la redención de esa oscuridad es que Yo vengo al mundo todos los días. Quiero que sepan que el despertar de unos pocos, que son ustedes, los que Me escuchan, es lo que posibilitará la salvación de esta raza que no es la única en el universo y tan contaminada está que incluso habiendo sido la cuna del Rey de la Creación hoy corre el riesgo de desaparecer de este cosmos infinito, por la autodestrucción no solo física sino también espiritual.
Mis amados, si la humanidad no responde al Llamado de Dios, Su Creación continuará su evolución en el universo, pero un aprendizaje perfecto de amor dejará de ser llevado a todas las criaturas que esperan poder encontrar al Padre.
Escuchen Mi voz y, más allá de comprenderme o no, permitan que un rayo de Mi Corazón impreso en este verbo traspase sus almas y las despierte del sueño que viven en las ilusiones de la materia.
Redención, salvación y misericordia para el planeta.
Despertar y reconciliación con Dios y con Su Plan de Amor para los que Me escuchan.
Yo los bendigo, por el poder que Dios Me concedió.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el mundo duerme un sueño profundo de ilusión, Yo los llamo al verdadero despertar.
Mientras muchos ven que se abren los infiernos y arden en el fuego del eterno sufrimiento, Yo vengo a mostrarles el Reino de los Cielos y les entrego llaves simples que los conducen a la Eternidad de Dios.
Mientras el mundo demanda esfuerzos de los seres humanos para vencer en la competencia con el prójimo, Yo les pido que luchen para vencerse a sí mismos y para ser derrotados por el Poder de Mi Hijo.
Mientras el mundo les pide que sufran para adquirir bienes materiales y que entreguen hasta la última gota de sudor de vuestros rostros para construir el propio reinado material, Yo vengo del Cielo para decirles que nada de lo que acumulen en este mundo ingresará en Mi Reino y aquel que quiera seguir Mis pasos deberá despojarse de todo y dejar para la vida de ilusión lo que de ella proviene y solamente a ella pertenece.
Yo vengo al mundo para cambiar las leyes y reformar los conceptos humanos. Vengo como Reina del Cielo, como Madre y Señora de la Creación, para colocarlos otra vez en el camino que los lleva a la Consciencia de Dios.
Estoy aquí para hacer que desaprendan, que mueran para el mundo y renazcan para la vida del espíritu. Pero muchos prefieren seguir aferrados a la propia voluntad y a sus tendencias que seguir la Voz de Dios, manifestada en la Tierra por medio de Sus Mensajeros.
Muchos creen que están siguiendo el camino dictado por Dios por el simple hecho de escuchar Mi voz y Yo vengo para decirles que mientras no vivan Mis palabras, no estarán recorriendo ningún camino y se estarán engañando a sí mismos al estar ante Mi presencia, creyendo que es suficiente con venir a Mi encuentro.
Hijos, hoy les digo que, a lo largo de la historia de la humanidad, muchos estuvieron delante Mío, pero la imperiosa necesidad de seguir las propias aspiraciones fue mayor que la voluntad de seguir Mis pasos. E incluso hoy, después de tantos siglos de existencia, la humanidad sigue corriendo el riesgo de no cumplir con los Planes de Dios y la mayoría de los hombres no teme perder su evolución, porque ni siquiera reconoce la existencia de este camino evolutivo.
Con todo esto, les quiero decir que no solo espero verlos delante Mío, porque eso no es suficiente. ¿De qué sirve venir a Mi encuentro si después de algunos minutos nuevamente están sumergidos en las energías de este mundo y no son capaces de elegir la fraternidad antes que la competencia, la comprensión antes que la ira, el amor y el perdón antes que la indignación?
Vivir Mis palabras, Mis amados, no es realizar grandes obras heroicas de sacrificio y conversión.
Quiero verlos eligiendo el camino de Dios, cuando el adversario intente convencerlos para que sigan sus pasos de disociación. Quiero verlos diciendo "no" a las ilusiones de este mundo y "sí" al cumplimiento de los Planes de Dios. Quiero encontrarlos buscando con todas sus fuerzas el camino de la Luz, siendo un faro para los que habitan en la oscuridad y no cayéndose en los mismos abismos que sus semejantes.
Mi voz no resonará en el mundo por mucho tiempo. Dios Me pide que anuncie a los seres la llegada de los tiempos de transición, momento en que la humanidad deberá elegir, por si sola, seguir los Planes de Dios y no los propios. Solo será en ese momento, cuando el poder del amor por el Creador sea más grande que las fuerzas del caos en el propio interior, que Su Hijo cruzará los Cielos y descenderá de las nubes, anunciando Su victoria definitiva.
Mis amados, no jueguen más con el camino de la evolución, porque no hay más tiempo. Es tiempo de que se definan.
Yo los amo, los guio y los despierto a la manifestación de los Planes del Altísimo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Verbo Divino
Queridos hijos,
Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las lenguas, de todos los seres. Toda la Creación de Dios proviene de Mi sagrado vientre materno. En Mí se gestan todas las criaturas; a través de Mí nacen y renacen los seres, los mundos, los universos. En Mi Corazón amparo y guardo mucho más que todas las almas; en Mi Corazón Inmaculado recibo y acojo a todas las criaturas de todos los reinos de este universo bendito y sagrado.
Mis amados, podrán preguntarse por qué tantas veces Me presento a ustedes y en Mis palabras digo quien soy. Digo estas cosas porque Dios Me pidió que la humanidad reconozca, en el final de los tiempos, la Fuente Creadora Femenina, el Materno Corazón de Dios que cuida todo lo que Él creó.
Tantas veces les dije “Yo soy”, porque la humanidad no Me conoce y por no conocerme verdaderamente, no Me busca y no procura Mi auxilio, ante todas las dificultades de la vida.
Mis queridos, Me presento a ustedes como la Madre de Cristo Jesús, porque así es. Mi Hijo es Omnipresente y está en todo. Su Consciencia Sacratísima hoy reina en toda la creación y, así como soy Su Madre, soy la Madre de todo lo que existe.
Les pido que reciban Mis palabras en vuestros corazones, porque solo allí podrán comprender lo que les digo. Aquel que no abra el corazón jamás podrá descubrir los misterios celestiales y aquel que no penetre esos misterios no podrá jamás encontrar la verdadera Fuente Universal que es la Consciencia de Dios Padre.
Mis palabras intentan conducirlos a la verdad, pero la humanidad está muy separada de la realidad superior y pocos se abren para profundizar en algo que no comprenden y que no aceptan, por estar tan distante de lo que viven en este mundo.
Mis amados, Mi presencia los invita a una total transformación de la vida y del corazón. Muchos no Me aceptan porque tienen miedo de perderse en la profundidad de Mis palabras y, hoy les digo, aquel que profundiza en la presencia de los Mensajeros Divinos y busca incansablemente comprender, sentir y vivir Nuestras palabras, no se reconocerá en poco tiempo y puede ser que no se encuentre como hoy es, porque dejará de vivir y de ser una ilusión, para expresar lo que es en esencia y en verdad.
Mis amados, les digo todo esto, porque a lo largo de toda la historia de la humanidad, Dios Me envió a la Tierra para conducir a los hombres, pero ahora, los campanarios celestiales están sonando y anunciando que el tiempo de vivir en la ilusión y en la ignorancia está terminando y Yo, como la Madre de todas las almas y de todos los seres que soy, decidí lanzarme a los abismos del planeta y entregar el Oro de la Verdad para aquellos que siempre se encontraron en la oscuridad de la ignorancia.
Y aunque sepa que muchos podrán cerrarme las puertas de su corazón para siempre, por no creer en lo que les digo o por no querer vivir la transformación para la cual los llamo, jamás desistiré, porque también sé que muchos Me entregarán la vida y harán de esta entrega el motivo de conversión y de despertar de muchas otras almas.
Quiero decirles en este día, Mis queridos, que no mediré esfuerzos para sacarlos del sueño en el que viven, que todo haré para verlos despiertos, conocedores de la Verdad y de la manifestación viva de la Voluntad de Dios.
Que Mis palabras hoy lleguen a lo profundo de vuestros corazones y los impulsen para dar un paso definitivo. Las almas esperan la definición de vuestros corazones para encontrar un ejemplo palpable que seguir.
Yo los amo y los espero atentos, vigilantes e incansables en esta larga trayectoria.
Paz para la humanidad.
Yo los bendigo.
Vuestra madre, María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, cuando el Universo de Dios toca la Tierra y derrama Su Misericordia sobre todo el planeta, vuestra Madre del Santísimo Rosario, desde América unida al corazón del Reino de Fátima, proclamará la palabra de vida, la que Su Amado Hijo Jesús le pidió que pronunciara en este día sacro.
Por esta razón vuestra Madre Celestial hoy estará unida a todas las esencias del mundo, las que en este 13 de mayo declaren a Dios y a Jesucristo que el mundo acepta y reconoce a la Madre de Dios como la Madre de todos y como la Reina de la Paz.
De esa forma el Universo Angelical estará irradiando desde Fátima, corazón de la pureza esencial, un mar de Gracias, principalmente sobre los corazones y almas que han quedado presos de la ilusión y de las garras del adversario.
Hoy desde el corazón del Reino de Fátima será declarada la Paz para el mundo y esta llegará especialmente a los corazones que comulguen en este día y recen al menos un misterio del Santo Rosario.
Así, queridos hijos, la Iglesia de Cristo, aquella que mora en eternidad dentro de los corazones simples, volverá a despertar. Y el Santo Padre recibirá una ayuda interior con la que será capaz de mantener al mundo espiritual en equilibrio un tiempo más.
Por eso hijos, la Reina del Santo Rosario hoy descenderá en América del Sur, en espíritu de paz y de renovación, para que todas las almas del mundo recojan los últimos frutos que la Madre del Cielo entregará en las manos de los simples y verdaderos.
Hoy desde Fátima, los sacerdotes del mundo entero y todos los predilectos hijos de Nuestra Señora, los consagrados a la vida sacerdotal, entregarán al pueblo de Dios una llave que abrirá la puerta para la liberación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María. Desde esa puerta las almas más pecadoras podrán dirigirse hacia el camino de la rehabilitación interior y espiritual.
Doce ángeles celestiales en el Universo estarán celebrando junto a Nuestra Señora esta comunión de reparación y de expiación del mundo entero, evento que sucederá al mismo tiempo en todos los sagrarios de la Tierra.
Pero si existiera un mayor espíritu de fe y de devoción a Nuestra Señora del Santísimo Rosario, la Madre de Dios, San Miguel Arcángel y San Gabriel Arcángel prometerán a las almas buenas socorro durante la hora de la muerte y, principalmente, la conversión espiritual de la familia. Esto será así si hoy rezan el Rosario de corazón, sin pedir nada a cambio, solo que el Plan de Dios se cumpla en las almas ingratas.
Desde el Reino de Fátima, las esferas angelicales brillarán y encomendarán a todos los ángeles de la guarda del mundo que celebren junto a Nuestra Señora la comunión universal por la Paz. Por eso hoy, vuestra Madre Celeste viene para pedir a todos Sus hijos que comulguen del Cuerpo y la Sangre de Cristo; esta expiación que será concedida por la Virgen María durará hasta el 14 de mayo de 2015, momento en el que se cerrará la última puerta de la conversión.
Queridos hijos, hoy los invito a adorar a Jesús y a que todos se sientan unidos al Santuario de Fátima, Portugal, para que esta sagrada tarea de vuestra Madre se cumpla como está previsto.
¡Agradezco a los grupos de oración de América, de Estados Unidos y de Europa por ya estar respondiendo a Mi llamado!
La Obra se cumplirá, pues estas ya son las últimas misiones de la Virgen Santísima antes del retorno de Cristo.
Les agradece y los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras Jesús nuevamente se prepara para resucitar en espíritu dentro de la consciencia de cada ser que se abra para vivir la redención, vuestra Madre Celeste ya se encuentra al lado del sepulcro esperando, en oración y vigilia, que el Redentor y Rey de reyes libere a las almas presas de la condenación y del martirio.
Por eso, hijos, como las santas mujeres de Jerusalén, aquellas que fueron absoluta e incondicionalmente fieles al Maestro, Yo los invito hoy a imitarlas, para que en los momentos en los que la humanidad viva su peor infierno siempre exista, dentro y fuera de ustedes, una chispa de luz y de esperanza, esencia que reforzará el espíritu de los autoconvocados.
El Maestro reposa en Su lecho, rodeado por el incienso y las flores violetas y ungido por los aceites de luz que restauran Su Cuerpo martirizado. Su Espíritu, en estos tiempos, trabaja ampliamente y combate, junto a los ejércitos angelicales, todas las expresiones del mal.
Hijos, prepárense, vigilen y sigan orando para que el Redentor de almas, fuera del sepulcro, los encuentre bien despiertos y entonces ponga fin al cautiverio humano.
Queridos hijos, como las santas mujeres, esperen la resurrección de vuestro cristo interior, el que a lo largo de los años fue oprimido, negado, juzgado y sometido a las fuerzas de la distracción, del descontrol, del deseo y de la superflua vida materialista, impidiendo que él despertara. Actúen inteligentemente y abandonen la prisión en la cual se colocaron. Vuestros cristos internos resucitarán por segunda vez, después de haber soportado todos los horrores de una vida de ilusión, vacía de espíritu y de amor.
Por eso, hijos, prepárense antes que llegue el gran momento de la purificación de sí mismos, cuando vuestros espíritus internos ya deberán estar fortalecidos por el fuego de la oración, del servicio y por la confirmación permanente al Plan de Dios.
Ya no hay más nada para hacer, solo esperar la resurrección de Cristo dentro del sepulcro de vuestros seres.
Atentos a Su llegada, cantarán aleluya dando gracias a Dios por haber tomado consciencia de cuánto tiempo perdieron en la vida material. Y por aquellos que aún están presos entre las cadenas de la tentación y de la lujuria desenfrenada, recen, porque por vuestro acto y oferta de amor, Cristo también intentará ir al encuentro de los perdidos.
Hoy es Sábado de Aleluya, los ángeles ya cantan: ¡el Salvador resucitó!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los espera fuera del sepulcro para la resurrección del Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi adversario está decidido a destruir los planes de paz que Yo deposito como luz en los corazones de los seres. Pero él, que le tiene miedo al poder del Amor que a todo vence, viene en búsqueda de las buenas almas para hacer de todas ellas el polvo de sus pies.
La bestia nunca podrá parecerse a ningún ángel del Cielo. Su postura, aridez y robustez son las formas que maneja para engañar a las almas a través de la mentira, de la competencia y de la desunión.
Su aliento es de fuego y azufre y fue manifestado por haberse alimentado del dolor y del sufrimiento ajeno. Con sus garras mantiene a muchos corazones presos, que están embriagados por la inercia, el placer y por todos los tipos y formas de apetitos. Además de estos corazones, otros más están presos inocentemente, porque la bestia sabe que no puede perder a sus prisioneros.
Ella es muy astuta, pero pierde la fuerza de acción en todo espacio en donde la verdadera unidad, el fuerte amor y la invencible oración se manifiestan; allí se siente débil. La bestia encuentra espacios profundos en los abismos del inconsciente, de la falsedad y del orgullo; por esta causa, muchos de los que están en el cautiverio de ese abismo es porque abrieron la puerta, desde la que espiritualmente llegaron hasta allí.
Sus diez cuernos atraen todas a las acciones del mundo, aquellas que la humanidad realiza injustamente y de las cuales nunca se ha arrepentido ante Dios. Cada cuerno de la bestia es la degeneración terrenal de un principio capital, que fueron activados por los pecados y las deudas descontroladas de las almas presas.
Sus patas delanteras son robustas, ellas son los pilares del falso poder y de la conquista de los hombres a través de las modernidades. Sus patas traseras son los pilares de la negación y de los constantes ultrajes a la vida de la Tierra, que son promovidos por sus aliados del mundo.
La bestia lleva sobre su lomo una capa que seimpuso para crear su falso reinado sobre las mentes de los que se creen maduros e inteligentes. La ceguera de muchos seres es provocada por la bestia y ella manipula el juego de las gratificaciones, para así poder ganar más terreno.
Su mirada refleja la desesperación y la soledad de todos los que fueron sumergidos en los abismos de su reino, a través de la ejecución, de la muerte y de las prisiones humanas.
Este es el falso reino y esta es la bestia que hace sucumbir, día a día, a la humanidad. Pero ella le teme a la Luz del Reino de Dios y no puede aproximarse ni siquiera a la Mujer coronada por las doce Estrellas de las tribus y apoyada sobre la gran Luna del renacimiento interior y de la esperanza.
La Santa Mujer del Sol ya está en el desierto, llevando a todos aquellos que lo permiten hacia las cuevas intraterrenas. Allí, una especie de pequeño paraíso fue creado y el propio Manto dorado de la Santa Mujer del Cielo protege y ampara todo ese lugar, que es impenetrable y desconocido por la bestia. En ese pequeño paraíso, que existe en el interior de muchos seres, se proclama el Verbo Divino de la oración, que hace fuerte y victoriosa a la fortaleza de ese lugar interior.
En ese recinto se vive el amor y todas las criaturas son colmadas por la esencia de la Misericordia de Dios. Todos conocen a la bestia, pero ninguno de ellos le teme, porque la fuerza de todas esas almas es la unidad y el amor donado al Creador.
La Mujer se prepara para enfrentar a Su adversario y el Arcángel Gabriel se unirá a la Santa Mujer. Ella se hará fuerte y mucho más invisible, penetrará los abismos oscuros como un gran Lucero universal. En esa hora, el dragón rojo ya habrá soltado su ira y muchos la sentirán; pero los ejércitos de la Luz estarán preparados para dar la respuesta a los comandos de la Santa Mujer, para poder actuar en la hora correcta.
Cuando la Mujer haya ingresado en el infierno terrestre, los Arcángeles descenderán a través de Sus más poderosas emanaciones de Luz y de Amor; y la bestia será retirada de la esfera de la Tierra. Ese será el momento de la gran liberación y así el mundo entero se iluminará por mil años seguidos.
Verán surgir en el horizonte la Luz solar del Rey y muchos se liberarán de los eternos naufragios. Se establecerá un nuevo principio de vida y muchas almas, que se mantuvieron en la fe, portarán los códigos de la victoria crística. Todo se desterrará de este mundo para que tenga espacio nuevamente el Reino de Dios.
Los ancianos tendrán sueños de esperanza, los jóvenes verán los mundos celestiales como parte de sus propias moradas y los niños enseñarán, a través del amor y de la alegría, lo que guarda el universo.
La Santa Mujer volverá a erguir el trono para el Hijo amado y los ángeles traerán entre sus manos la oferta de los puros de corazón. Al final, la humanidad recibirá su última Gracia si las almas responden al llamado del Cielo a tiempo; y los Sagrados Corazones triunfarán, al menos, en los más simples y verdaderos, porque en ellos estará el paraíso.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los instruye en la Sabiduría Celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Profeta del Salvador
Hijos:
Llegaron los tiempos de madurar la consciencia; ya nada quedará oculto para ustedes.
Por eso, la hora les indica el momento de la reflexión, porque siendo entrenados por Mi Divino Espíritu ustedes enfrentarán los desafíos de crecer y de aprender.
En este camino de transformación en el cual son colocados, aprenderán a reconocer lo que está bien dentro de ustedes, es decir, las virtudes más profundas; también podrán reconocer, siempre que lo permitan, todo lo que ya no forma parte del Gran Reino de Dios.
Para que ustedes, hijos, divinicen vuestras vidas, el ciclo de la purificación marcará notoriamente el momento de liberarse de los obstáculos inconscientes. La oración hecha con el corazón les mostrará el punto de partida para comenzar a trabajar internamente los aspectos referentes a los principios capitales de este mundo.
Amando vuestra purificación, vuestras consciencias ya no reclamarán, y vuestras almas, unidas a Dios, ayudarán, con vuestro íntimo permiso, a que los tiempos primero cambien dentro de ustedes antes de que el tiempo cambie en el mundo entero.
Son invitados a la búsqueda del desprendimiento de sí y de la renuncia a los placeres humanos que llevaron y llevan a millones de almas hacia el abismo de la tentación y del caos.
Pero ustedes, hijos Míos, con la consciencia espiritual que recibieron a través de la sagrada instrucción, serán capaces de purificarse y de desterrar las costumbres que forman parte de la degeneración de la humanidad no espiritualizada.
Mis rayos de luz hoy se derraman sobre ustedes y un gran espejo de consciencia refleja para todos lo que deberá cambiar a tiempo, antes del momento de la transición.
Son llamados a conocerse y a identificar las situaciones que despiertan y generan los obstáculos que, como consecuencia, impiden que puedan dar más pasos.
Hijos, la raíz de toda dificultad se encuentra en la falta de control y en la imposibilidad de expandirse que tiene el espíritu de cada ser como estaba previsto que lo lograra en este mundo.
La humanidad entera se tornó el resultado de un acto espiritual y mental fallido y nacido de la falta de obediencia y de amor que Adán y Eva expresaron en el principio de esta Tierra. Por eso, el Padre Eterno ha sido justo con todos y también muy misericordioso.
Para aquellos que son más conscientes y están comprometidos con el Retorno de Cristo, el Universo de Dios y Su Infinita Voluntad Divina plantearán el tiempo de dar el gran paso. Para ello el Cielo derrama sus bendiciones y envía a sus Mensajeros.
No permitan, Mis hijos, que las raíces del mal se regeneren en vuestros suelos internos; con voluntad, amor y determinación corten las alianzas con todo lo que deja al planeta en un constante estancamiento.
Mi Corazón ayudará a todo aquel que, sinceramente, ante el Plan, decida trabajarse a sí mismo y salir de la ilusión en donde la consciencia inferior lo colocó. Estén atentos a Mis instrucciones, porque muchos podrán creer estar realizando el camino, pero estarán presos de sus propias cosas.
Con amor interno y universal les reflejo el espejo de la Única Verdad para que sepan transformarse y ya no demoren dando más rodeos a lo que se resiste a la transmutación en vuestros seres.
De esta forma, más conscientes, podrán ser soldados en todos los espacios de la consciencia y así ayudarán a los que son más inconscientes de la Verdad Universal.
Mediten sobre el lugar interno en donde hoy ustedes se encuentran; reflexionando en lo que Yo les digo sabrán percibir, a través de la oración profunda, dónde está lo que debe ser transformado a tiempo.
Después ya no habrá posibilidades de atender la propia consciencia, sino de ayudar a la emergencia que tendrá el mundo.
Hoy los invito a la contemplación y a la meditación de la sagrada palabra de vuestra Madre Celeste.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ayuda a crecer en consciencia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Santa Virgen Desatanudos, que llega a vuestras vidas para liberarlas de todo mal.
Yo Soy su Santa Madre Universal, la que os acoge bajo Su manto universal de Paz, para que los asedios del enemigo no los saque del camino en el que Dios los colocó.
Hijos Míos, miro al mundo y veo que muchos aún duermen en la ilusión de la vida material, otros piensan que están despiertos, pero aún están atrapados por los engaños del enemigo y en lo profundo cultivan el deseo de realizarse en la vida material. Muy pocos son los que están verdaderamente despiertos y que ya disolvieron todas las expectativas relacionadas con la vida en la materia, para entregarse por completo a la vida del espíritu.
Mis amados, Yo les pido que oren, porque dentro de la oración encontrarán todas las llaves que necesitan como humanidad. No es solo a la oración a donde Yo los quiero conducir, sino que es necesario que comprendan que la oración es la llave maestra que abre todas las puertas del universo celestial.
La oración les traerá el despertar, les traerá la protección que necesitarán, sobre todo para vuestras almas. La oración les traerá la comprensión de todas las dudas, les traerá discernimiento en las decisiones más definitivas. La oración disolverá las influencias del enemigo sobre vuestras mentes y sobre vuestros corazones. La oración les traerá cura, les traerá Paz.
Mis amados, Yo tengo potestad para mover los universos y a pesar de eso, la única herramienta con la que cuento es la oración verdadera y pura, que puede transformar cualquier obstáculo, disolver cualquier tipo de oscuridad y activar en el universo los Espejos de Luz que irradian al mundo.
Descubran en este tiempo el poder de la oración. Arriésguense a traspasar los límites de la materia y de la ilusión de la vida material, para descubrir el poder del verbo emitido desde el corazón.
Mis amados, si creen en Mi presencia y confían en Mis palabras, jamás dejen de orar. Jamás permitan que el enemigo coloque en sus vidas prioridades superiores a la oración diaria, porque más allá de lo que necesitan construir en este mundo, deben construir la fortaleza interior a través de la oración.
Los frutos generados por los esfuerzos materiales se disolverán al final de esta vida en la materia, pero los frutos entregados a través de la oración definirán no sólo lo que vivirán en este mundo, sino todo lo que podrán experimentar en los próximos, por toda la eternidad.
Mis queridos, sumérjanse en el universo de la oración. Oren, oren todo el tiempo, así darán espacio para que sea Dios quien actúe en sus vidas.
Yo Soy la Desatanudos, la que sostiene en las manos las dificultades de aquellos que se entregan a Mi camino de Paz y por medio de la oración disuelve todos los nudos de esta cuerda que los debe llevar a la vida superior. Aférrense firmemente a esta cuerda que lanzo al mundo y permítanse elevarse al Reino Celestial.
Yo los amo y les pido incansablemente: oren, oren y oren, pues aún no descubrieron el verdadero poder de la oración.
Yo los bendigo siempre.
Santa María Desatanudos
Mis pequeños amados:
Hoy, traigo, desde el Cielo, Gracias para todos Mis hijos, Gracias que Dios Padre ha permitido derramar sobre los espíritus que están sedientos y que aspiran a encontrar en Mi Corazón un lugar de refugio y de renovación.
Por eso, hoy, de una forma simple, ruego en oración que todos Mis hijos, presentes aquí y en sus hogares, abran nuevamente el corazón a la Madre del Cielo que viene a auxiliarlos y a traerles la Buena Nueva del Retorno del Redentor.
Amados Míos, que han estado alejados de Dios sin percibirlo, inmersos en las modernidades del mundo y dormidos espiritualmente, Yo vengo hoy para ofrecerles Mis brazos de Madre corredentora, aquella que quiere darles Su Corazón para que el Amor de Dios sea un hecho en sus vidas.
He venido hasta aquí para rescatar a Mis hijos del sueño en el que están inmersos, sueño que no les permite ver la Luz de Dios en sus mundos internos.
Para aquellos que quieren salir del letargo en el que se encuentran, Yo tengo una Gracia para sus vidas y la de sus familias. La Gracia que lo convertirá en un servidor del Plan de Dios para esta humanidad; la Gracia de convertirse en un soldado mariano, un alma que ore junto a Mí y junto a sus hermanos por la redención de esta Tierra y de toda su raza, para que aquel acto de Justicia Divina, que está escrito para la humanidad, se pueda aliviar.
Hijos queridos, Mis lágrimas expresan Mi dolor por ver cómo Mis queridos hijos se pierden todos los días sin siquiera percibirlo, en la ignorancia y el sufrimiento, y la maldad poco a poco se va apropiando de sus vidas.
Pero mientras Yo esté con ustedes, nada deberán temer, solo deberán estar unidos a Mí en confianza, que Yo colocaré Mi Manto maternal de amor y protección sobre ustedes.
Quiero que comprendan, hijos queridos, que este planeta está naufragando en el mar de la ilusión y que necesita de un gran despertar que disuelva esa ilusión y devuelva al corazón de Mis hijos esa unión sagrada con el Padre Creador, esa unión que se ha perdido.
¿Quién de ustedes responderá al llamado de Mi Corazón?
¿Quién de ustedes Me abrirá la puerta de su ser, para que Yo pueda amarlo y protegerlo, instruirlo y convertirlo en un soldado de Mi ejercito mariano?
¿Quién de ustedes permitirá que lo lleve de la mano hacia el Corazón bendito de Cristo, el Redentor y Salvador, que llegando está?
¿Quién de ustedes se animará a comenzar una nueva vida, llena de desafíos espirituales y de una gran esperanza, la de que en Dios todo puede cambiar?
¿Quién de ustedes querrá trabajar arduamente para que los que vienen detrás puedan vivir en una Nueva Humanidad, donde la fraternidad verdadera, el amor a Dios y a toda Su Creación, sea la premisa de la evolución para esta raza?
¿Quién, hijos Míos, quién Me dará un sí pleno de confianza para que Mi poder liberador toque su alma y le de una vida nueva?
Acércate a Mi Corazón, querido hijo, querida hija, que aquí está tu Madrecita del Cielo que viene a recordarte que eres un hijo de Dios al servicio de Su Plan de Paz y de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado de Madre y por estar hoy Conmigo!
Los amo y los bendigo siempre,
María, Madre de Dios y Reina de la Paz
Yo Soy la Sagrada Estrella del Mar, Mi Amor es el lucero que ilumina el camino de los navegantes. Mi Estrella del Mar enciende de devoción a los corazones que estaban heridos y eleva nuevamente hacia el Reino de la Paz a los caminantes perdidos.
En Mi océano de Gracias existe un lugar en donde todas las almas se pueden encontrar, para beber de la Fuente de Misericordia y de Cura.
Yo Soy la Estrella del Mar y Mis caminos están en vuestros caminos para ayudarlos a reencontrar el compromiso mayor que tenían con Dios. Aquel que viene a Mí, no se perderá, nunca se sentirá solo y, más aún, podrá unir su espíritu al Espíritu de Dios.
El mundo entero se olvidó de que los mares son parte de la Creación de Dios y que en ellos Él depositó Su Espíritu de Paz y de Serenidad. Desde el principio el Señor ordenó a los mares que fueran espejos que reflejaran el Reino de la Paz, pero muchos de los océanos ahora son espacios de destrucción y de contaminación.
Quiero y deseo despertar en ustedes una mayor consciencia y amor por los elementos y por los Reinos de la naturaleza, ellos también forman parte del Espíritu de Mi Maternidad. Y ustedes, Mis queridos hijos, a través de la oración permitirán que vuestro planeta permanezca puro y vivo por un tiempo más, aunque los daños ocasionados a lo largo de los siglos a la Creación de Dios son innumerables.
Yo les pido que coloquen en vuestros corazones la necesidad de orar más y de ayudar a que este amado planeta azul, del cual Yo provengo, sea una futura morada para los hijos que poblarán la Nueva Tierra.
Mi Divina Misericordia y Mi Piedad siempre intentaron cambiar el rumbo de los acontecimientos planetarios.
Como Reina de la Paz no solo les entrego la Paz que necesitan vuestros corazones, sino que también les entrego la realidad que están viviendo en este mundo, mundo que fue donado por amor a ustedes y del cual deberán testimoniar ante el Dios Altísimo.
Por eso, queridos hijos, que vuestros ojos se abran para poder desvanecer la ilusión que muchos viven. Yo vengo para anunciar la Paz, pero también vengo para anunciar la Verdad, eso es lo que Mi Hijo me ha pedido, y juntos, Madre e hijos, podremos interceder por este amado planeta.
¡Agradezco a todos por despertar a la Consciencia Suprema, a Vuestro Padre Eterno y Creador!
Los bendice siempre,
María, Reina y Señora de la Estrella del Mar
Queridos hijos:
En este tiempo se debe tener un corazón puro y, para vivir con un corazón puro, se debe orar con todo el amor puro; y, para orar con todo el amor puro, se debe estar día a día en el Corazón de Mi Hijo.
En el final de estos tiempos, las almas se debilitan por las influencias que reciben de parte del enemigo y de los diferentes estados de la humanidad. Esto genera consecuencias, a veces irreparables, en muchos corazones que, dentro de la vida de ilusión, creen estar en el camino correcto.
Como Madre Protectora, los invito día a día a la oración para que, en este tiempo definitivo, vuestros corazones perciban y sientan qué es lo verdadero, sano y bueno para la vida. Si caen en la normalidad de este tiempo rápido, no se desanimen, más aún, despierten en vuestros labios el poder de la oración. Y cuando sientan que no pueden caminar, llamen por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
Si las almas leyeran Mis mensajes, Mis palabras las fortalecerían y, a través de la oración, ellas podrían caminar en el amor y en la valentía. Las almas que en este tiempo habitan sobre este mundo no son las mismas almas del ayer. Este tiempo de cambios y de transformaciones deberá ser apoyado por vuestra amorosa y fervorosa oración del corazón.
Queridos hijos, de esa manera se ayudarán a ustedes mismos y auxiliarán a muchos corazones que claman por alivio y por perdón. Dios los espera para caminar a Su lado en este final de los tiempos y llegar hasta las profundidades de los abismos para que alas de este mundo se vuelvan a erguir y a reconciliarse con el Altísimo.
Ustedes, Mis queridos hijos, están en el tiempo de la definición del camino espiritual de millones de consciencias. Por eso, la oración será el perfecto amparo en este momento, y Mi Corazón Materno los socorrerá siempre que Me llamen.
Queridos hijos, hoy les doy Mi Perdón y Mi Luz Celestial porque los amo y sé qué es lo mejor para cada uno de ustedes.
Los espero siempre en oración.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Guarden Mis Palabras Maternales en sus corazones para que nunca olviden que ellas vienen del Señor. Despierten en ustedes el Sagrado Espíritu de Dios, y que vuestras vidas sean una gran paloma de Luz que transmite paz a los que no la tienen y fe a los que la han perdido.
Queridos hijos, ustedes son Mis Misioneros de la Paz. Esto deben recordarlo bien, esta es una misión de paz y de redención que Mi Inmaculado Corazón los invita a vivir día a día.
Sepan que Yo estoy aquí porque los amo, y Mi Hijo Jesús Me envía al mundo como mediadora entre las almas y Dios Padre. Yo soy la Llama Maternal del Amor y del Auxilio y quiero enseñarles a no perder tiempo en los actos normales. Cada nuevo día, vuestro espíritu debe colocarse delante de la Voluntad de Dios para que sus corazones reconozcan que son llamados a vivir en el eterno Reino de Dios.
Queridos hijos, con suprema compasión por Mis hijos, a quienes contemplo entre Mis manos, hoy los invito a reconocer la importancia de una oración sincera que pueda socorrer con su Luz al mundo entero. Ustedes, Mis pequeños, son llamados a ser nuevos discípulos de Mi Hijo, son llamados a unir el Cielo y la Tierra a través de una honesta oración del corazón.
¡Es momento, Mis pequeños!, ¡ya es momento de que abran vuestros brazos y reciban la Gracia Maternal que Mi Corazón de Paz está derramando! Muchos de Mis niños que forman parte de la humanidad pierden el tiempo precioso de sus vidas inmersos en la ilusión. Yo los llamo con la Voz de lo Alto a la reflexión para que sus corazones puedan resplandecer en el Trono de la Eternidad de Dios.
Sépanlo bien, Mis queridos hijos, que los necesito a pesar de todo, porque Mi Hijo está llegando y Él tocará cada corazón antes de ser llamados en consciencia. Los invito a la sincera preparación de vuestras vidas mediante la oración.
¡Despierten, Mis pequeños!
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Con la Cruz Redentora y Salvadora de Mi Hijo entre Mis manos, hoy les digo: ¡conviértanse en el nombre del amor! ¿Qué esperan ustedes de este camino?
Pequeños corazones, llegó el momento de alzar al Cielo el corazón y de abandonar por entero las ilusiones del mundo. Ustedes y todos Mis hijos son llamados al tiempo de la conversión, camino que los lleva a la Redención para encontrar el perdón absoluto de Dios.
Por eso, queridos hijos, vigilen, vigilen y vigilen con la Luz del corazón para que nada en vuestras vidas se pierda. Yo los invito a vivir de la oración para encontrar en ella el poder divino del Espíritu Santo. Recuerden que el mundo está cambiando, y que ustedes necesitan fortalecer la vida del espíritu para poder vislumbrar el Reino amoroso de Dios.
Hijos Míos, busquen la quietud y la paz delante de cada situación. Persistan en el Propósito de Dios y, en esperanza interior, reciban el Amor de Mi Hijo en vuestros corazones.
¡Levántense Mis pequeños! ¡Es hora de la conversión del corazón! Es hora de abrir la Puerta del Cielo a través de la oración. Cada vez que sus corazones oran, el Señor Me permite derramar los dones sobre todos Mis hijos.
Ustedes pueden ser fieles servidores de Mis Planes de Paz. Sepan, queridos hijos, que los quiero llevar a la eternidad, al descubrimiento del Amor de Dios en sus corazones.
Los necesito en Mí, los acompaño, los comprendo, los acojo. Es momento de cambiar, de aceptar y de crecer como una bondadosa alma en los brazos de Dios.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
La soledad y la falta del Verdadero Amor a Dios en algunos corazones pueden despertar el miedo. Por eso, queridos hijos, ustedes, como instrumentos de la oración, deben amar a Dios Padre por sobre toda situación, sentimiento y pensamiento, para que así sus consciencias sean guiadas hacia el camino de la perfecta Luz de Dios.
Amados hijos, muchas almas necesitan de paz en la vida y en el corazón. Estas almas, que son Mis hijos, viven confusos, con poca sabiduría para dar sus pasos. Por eso, hijos Míos, los llamo con urgencia a la oración del corazón. Así Mi Hijo los podrá inundar con Su Misericordia y Sus Gracias en este final de los tiempos.
Queridos hijos, el mundo continúa ciego delante del Amor de Dios. Por eso Yo les pido que despierten en sus hermanos la compasión y el perdón tan necesarios para que la humanidad se redima. Todas las almas en estos tiempos están en su ciclo de definición y de juicio. Oren, queridos hijos, con mucho amor para que Dios los escuche y derrame Su Misericordia sobre el mundo.
La humanidad aún vive en la ilusión de que todo continuará igual. Yo les digo, hijos Míos: ¡despierten! Despierten porque Mi Hijo está retornando al mundo y el mundo debe pedir mucho perdón a Dios.
Vivan a diario el amor por el prójimo. Así, la Luz que tantas almas aguardan podrá ser la llama que Mi Hijo entregará a cada uno de sus corazones.
¡Recen! ¡Recen! No se cansen de rezar porque es necesario en esta hora de Juicio.
Gracias por responder a Mi llamado.
Luz para el camino de las almas.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Con amor les pido, en este día, una perpetua oración hecha con el corazón. Yo los espero todos los días para que sus almas se fundan en Cristo y así los Planes de Paz, que son urgentes para el mundo, se puedan cumplir.
Eliminen de sus vidas la ignorancia y la ilusión para que Mi Inmaculado Corazón sea el Propósito seguro para llegar a Mi Hijo. En este día de oración, ayuno y retiro, ofrezcan sus intenciones verdaderas para que los Cielos las reciban y les envíen una sincera respuesta a sus pedidos según la Voluntad del Padre.
Queridos hijos, ustedes saben que Mi Corazón desborda de alegría cuando las almas se colocan bajo Mi Manto de Madre, pero Mi Inmaculado Corazón también sufre por ver a muchos hijos aún lejos del Amor del Padre, Amor que Yo estoy derramando sobre el mundo tanto en Medjugorje como en Carmo da Cachoeira.
Quiero decirles, amados hijos, que Mi Propósito Maternal, Inmaculado y Universal es el mismo para todo el mundo.
¿Por qué Mi Corazón está en dos lugares al mismo tiempo y con horas anunciadas? Porque aún el mundo no aprendió a vivir del Amor real y puro que Dios expresa en la Creación por todas las criaturas. Por eso Dios Me envió al Brasil, porque gran parte de esta nación se ha consagrado a Mi Inmaculado Corazón.
Yo soy la Señora Aparecida que trae para América un nuevo llamado y pedido de atención a todos los corazones. La Voluntad del Padre es que Yo acompañe a América del Sur por un tiempo más a través de la renovación del culto de consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Bajo el poder del Espíritu Santo que Yo traigo para todos, los invito a buscar esta Luz Mayor como un último recurso de paz para el mundo. Por ello, queridos hijos, Mi Corazón, Mi voz y Mi Presencia Maternal se presentan en esta parte de América porque Mi Corazón deberá abrazar más al mundo y, en especial, a muchas almas que no están siendo conducidas por buenos caminos.
Por eso, no sólo llamo a la comunidad cristiana, sino que Mi Corazón clama más aún por todos los que están solos y distantes de Dios. Mi único llamado y misión es para que todos puedan preparar sus corazones en la paz antes que el mundo cambie rápidamente. Con esta finalidad Mi Inmaculada Faz está apareciendo en Brasil y en Uruguay.
Queridos hijos, solo les digo que ya estamos en la hora de vivir el ecumenismo del corazón a través de la fraternidad. Yo los invito a orar profundamente con el corazón para que los planes que Dios Me encomendó para el Brasil se cumplan por amor y por la salvación de más almas que están sin Mi Hijo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Sea la paz la vertiente de esperanza para sus corazones.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy los invito a vivir en Mi Luz Eterna. Que Mi llamado resuene en lo profundo de sus pequeños corazones. Que la humanidad pueda renacer en las Manos de Dios para que sea perdonada y convertida a Mi Inmaculado Corazón.
Para eso, Mis pequeños, el Señor los quiere ver verdaderamente compenetrados con la oración esencial, una oración que transfigure sus consciencias y los convierta en dignos instrumentos de Dios.
Quiero pedirles, Mis pequeños, que hoy permanezcan delante de Mi Faz Misericordiosa y que dejen abiertos sus corazones para que Yo pueda entrar y para que en ellos haya vida. A todos los adoro profundamente, pero acuérdense, Mis queridos, de todos aquellos corazones que solo buscan la buena vida en la vida material.
Para disolver de los corazones estas grandes ilusiones que hacen decaer a la humanidad, Yo los llamo a profundizar en el sentido constructivo de una oración que pueda elevar a todos los corazones distantes de Dios. En esta misión, Mi Inmaculado Corazón los acompañará.
Acompaño a todos los corazones en esa meta interna de responder a Mi llamado.
Por la perseverancia y por la fe en Mi presencia en vuestras vidas, gracias por responder a Mi llamado.
Que los Cielos Divinos sean la nueva morada de los corazones puros.
Los adora perpetuamente,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Yo conozco las ofensas que pueden emitir sus corazones; pero, Mis queridos, detengan el tiempo y la mirada en Mi Inmaculado Corazón para que Mi Amor Divino los pueda ayudar a revertir y convertir lo que aún no se ha transformado.
Caminen sin detenerse por la vía de la oración; el Señor, en Su Gloria, acompaña los pasos y los aprendizajes de la vida. No teman por ustedes mismos, teman por el dolor del mundo que ofende a Dios y que no ora sinceramente para recibir el perdón por todas las faltas cometidas.
Por eso, Mis pequeños, Yo estoy formando ángeles de la oración en la Tierra para que, junto a Mi Corazón Inmaculado, Me ayuden en la conversión de las almas que están presas de sí mismas y de la ilusión del mundo. Escuchen Mi llamado con los oídos del corazón, así comprenderán que ya estamos en la hora de la batalla y en la hora del rescate de las almas.
Yo los amo a todos, Mis pequeños, y el tiempo de crecer está llegando; eso será día a día en la oración. Cuando sientan haber ofendido a Dios, no se envuelvan en sus imperfecciones, elévenlas hacia Mi Corazón para que Mi Luz los ayude.
Alegren sus corazones porque Mi Amor viene en auxilio de todos los corazones que claman.
Los ama eternamente,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más