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El agua de la lluvia viene a purificar la Tierra. La tormenta y sus rayos vienen a desmagnetizar el planeta de corrientes no luminosas.
Todos los elementos se preparan para limpiar el Brasil de lo que él ha construido, como pueblo, a través de su libre albedrío.
Los avisos fueron dados, pero pocos, en verdad, escucharon.
Los elementos de la Naturaleza están a punto de dar a luz a sus poderosas corrientes de purificación; eso ayudará a desintoxicar la consciencia humana y también ayudará a aliviar a los demás Reinos de la Naturaleza.
Llegó el tiempo de la corrección. Llegó la hora de poner todo en su correcto equilibrio.
El hombre de superficie poco ha valorado lo que Dios le entregó.
Las transgresiones fueron muchas y ahora el propio planeta, como un gran elemento de fuego y de agua, se purificará a sí mismo para que, algún día, libre de las influencias, pueda volver a florecer, a traer desde el Universo lo que le pertenece a la vida de todos los seres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Camina y sigue adelante, nadie impedirá la concreción del Plan de Cristo.
Camina y sigue adelante confiando en los Designios Mayores.
Camina y sigue adelante llevando en tu corazón el Fuego, Amor de Cristo.
Camina y sigue adelante teniendo la total seguridad de que el Plan triunfará más allá de todo.
Camina y sigue adelante, sigue al Maestro del Amor y a todas Sus huestes angélicas hacia la meta de la realización del Plan.
Camina y sigue adelante sabiendo que, por encima de todo, se cumplirá la Divina Voluntad.
Camina y sigue adelante teniendo presente en tu corazón todas las promesas de Cristo.
Camina y sigue adelante llevando sobre tus hombros la cruz de la redención.
Camina y sigue adelante mirando hacia el Infinito, buscando y sintiendo dentro de ti el retorno al Origen.
Camina y sigue adelante porque con muy pocos se hará mucho.
Camina y sigue adelante haciendo triunfar en ti el Plan de Amor del Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el viento del Espíritu de Dios sopla sobre el mundo, remueve las capas que ocultan los abismos, las miserias, las mentiras y los egoísmos de los hombres. Todo parece estar en caos y en desasosiego, pero la Presencia Divina viene para renovar y limpiar a la Tierra.
Cuando el Espíritu de Dios sopla dentro de los seres, expulsa de su interior lo que no corresponde a la Voluntad Divina. Todo se mueve, todo parece estar en inquietud y desasosiego, pero Yo les digo, hijos, que es el Espíritu de Dios removiendo de sus mundos internos las impurezas y las miserias que estaban ocultas, incluso para sus propios ojos.
Cuando el Espíritu de Dios sopla sobre el mundo y dentro de los seres, no vean solo al viento y no se lamenten por lo que él remueve de lugar. Permitan que sople, mueva y transforme; abran las puertas y las ventanas de la casa de este mundo y dejen que el Espíritu de Dios los limpie por dentro y por fuera.
Este es el tiempo de que el Espíritu de Dios llegue al mundo con fuego, con viento, con lluvias de gracias y de purificaciones. No miren el lodo, sino la perla que se revela cuando él es retirado de la consciencia humana.
Vean el Propósito, ténganlo siempre por encima de los acontecimientos de este mundo y no confundirán con un castigo lo que Dios les envía para transformarlos y retirarlos del estancamiento y de la inercia humana.
El Espíritu de Dios vendrá con el fuego, con el viento para limpiar y renovar, para incendiar y retirar de la oscuridad y de la ignorancia a los tibios que solo apuntan a los errores ajenos y a los errores del mundo, pero que no perciben el propio adormecimiento.
Hijos Míos, todos ustedes son partes vivas del Corazón de Dios, principios de perfección nacidos de la Fuente más sublime del Universo. Pero, como las perlas perdidas en los pantanos de la Tierra, la perfección se escondió dentro de ustedes, y en estos tiempos, la purificación del planeta no es más que la venida del Espíritu de Dios para rescatar esas perlas perdidas del Collar Celestial.
Por eso, no miren el lodo y no teman al viento, al fuego o a la lluvia que lava el mundo. Miren hacia la fortaleza que nace de la superación de las dificultades. Miren hacia la humildad que nace en el corazón que ve su orgullo derrotado y sus ilusiones puestas en el suelo por la Gracia del despertar.
Miren hacia la fe que nace en el corazón de los que confían sin comprender y caminan sin ver adónde van a llegar. Dirijan sus ojos hacia el Triunfo de Dios que se diseña en lo desconocido y en lo imprevisible de sus corazones.
El Espíritu de Dios viene para devolver lo sagrado de sus espíritus, para que en el Retorno de Mi Hijo, sus esencias sean la mayor oferta de amor que pueden hacer al Redentor de sus almas.
Y, derrotados, rendidos y humillados por la Presencia Divina, vean surgir en sus pechos lo que los eleva, lo que hace renacer y resucitar a sus pequeños espíritus, de la muerte a la vida.
Déjense soplar, quemar y lavar. Permitan que el Espíritu de Dios, que llega al mundo, transforme sus vidas y las renueve para una nueva y pura etapa de la evolución, de verdadero retorno al Corazón de Dios.
Cuando se desilusionen de las alegrías del mundo, conocerán el júbilo celestial de unirse al Padre.
Yo los bendigo y los renuevo bajo la Presencia del Espíritu de Dios, que viene para transformarlos.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
Yo soy esa Luz universal de Aurora que ilumina los espacios heridos de la consciencia, trayendo cura y sanación a todo el ser.
Soy ese Rayo de Aurora que purifica las partículas corruptas de la humanidad y las transforma en códigos de redención.
Soy ese Manantial de cura de Aurora que renueva todo lo que toca e irradia principios de redención.
Soy esa Llama verde de Aurora que eleva en devoción a los que claman por liberación.
Soy ese precioso y verde Cristal de Aurora que esparce luces victoriosas en las almas que confirman su unión con ese estado de redención.
Soy la Estrella verde de Aurora que convoca a los soldados al camino del profundo despertar.
Soy esa Luz brillante del Reino de Aurora que llama a los discípulos a la instrucción interior, así formo a las legiones redimidas de Cristo en este tiempo final.
Yo soy ese Fuego verde de Aurora que ilumina como antorcha el camino de los seguidores del Plan.
Yo soy ese invisible Espejo de Aurora que atrae los principios de la hermandad y de la unidad.
Ustedes, hijos, pueden ser Aurora cada vez que se unan a ella y afirmen su unión con la Jerarquía.
Que la Nueva Aurora despierte en la vida de cada ser. Que los soles, que aún no están brillando, reconozcan la gran convocatoria del Plan.
Aurora los llama a formar las primeras filas de los ejércitos del Plan. Aurora invoca su Centro Sagrado para que los autoconvocados despierten al Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Luz curadora de Aurora,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Así como Mi Hijo Yo renuevo todas las cosas.
Así como el amanecer renueva el día, los ciclos de la vida y la propia vida de todos los seres, Yo los renuevo en cada nuevo encuentro, en cada nueva súplica de verdadera oración.
Así como el fuego reaviva la brasa y da nuevo sentido a aquello que estaba muerto, transformando en ceniza fecunda la materia degradada, así los Mensajeros Divinos llegan a este mundo para transformarlo.
Muchos están muertos en vida y no lo percibieron, pero, si se dejan quemar por el fuego divino que desciende a la Tierra, primero se volverán brasa incandescente, después ceniza y polvo y parecerá que no sirven para nada; pero Aquel que conoce la ceniza y conoce el polvo, como un gran agricultor celestial, utilizará ese polvo para fertilizar nuevos árboles, nuevas flores, nueva vida. Y verán ante sus ojos cómo renacen de la nada en la que se convirtieron y, cómo desde ese momento, conocerán verdaderamente lo que es la vida, porque es solo después de ser materia fecunda en las Manos de Dios, hijos, que conocerán la existencia humana.
Cuando la brasa que los quemaba se apague, no se preocupen y no teman; dejen que el corazón, como espíritu, se torne humilde ceniza y polvo, entregados a los Pies de Dios para que Él los recoja y los haga renacer a su tiempo.
Con todos los caminos desviados de la humanidad, Mis amados, llegará para todos el momento de ser nada, para después estar en todo y ser todo.
Si están en Mi Corazón y permiten que cada ciclo se cumpla según las Leyes celestiales, vivirán en paz cada uno de esos pasos y, aun cuando parezca que mueren, sabrán que así es, para que un día renazcan en el vergel celestial, dando vida a muchos árboles que darán frutos y nuevas semillas. Es de esa manera que el Reino de Dios se establece en este mundo.
Cuando ustedes, Mis amados, se entreguen a Dios, muchos otros podrán comer de los frutos de su entrega y también dejarán semillas de la nueva vida para los que vendrán después y que no necesitarán vivir lo que ustedes vivieron, porque el suelo ya estará fértil y fecundo.
Mis queridos hijos del Brasil y del mundo entero, con simplicidad y amor los llamo a que confíen en Vuestra Madre Celestial y, de esa forma humilde y sin muchos secretos, los acerco al Corazón de Dios, para que reconozcan la propia misión y se sientan participantes del Plan del Creador en este mundo.
Abandonen desde ahora, hijos, la vieja vida, el viejo hombre y permitan que Mi fuego de amor los queme y los transforme para siempre.
En la simplicidad de Mi Inmaculado Corazón, los bendigo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Sol
Mi Corazón es un fuego divino por conocer. Aquellos que se aproximan a la Madre de Dios son transformados por este fuego redentor que renueva e intercambia viejas formas por nuevas formas de Luz.
Es este fuego de devoción y de pureza que permite atraer hacia la Tierra nuevas oportunidades para aquellos que no las merecerían.
Es el fuego de Mi Gracia que cambia de estado a toda una consciencia y más aún este fuego divino alcanzado por su Madre Celeste se derrama como Luz redentora en todos los buscadores de la paz.
Si ustedes se unen al fuego divino, podrán estar en las puertas de la Aurora de Mi Corazón, para que las amarras sean liberadas y así resurja el espíritu redimido por el fuego divino del Corazón materno.
Es este fuego el promovedor de las conversiones y de los rescates imposibles en consciencias comprometidas con los errores de la humanidad.
Este fuego transforma y modifica, del principio al fin, todo lo que ha estado fuera de la Ley, porque el fuego divino de Mi Corazón es una Ley no comprendida que actúa más allá de la consciencia espiritual de cada ser.
Este fuego congrega a las almas que necesitan de salvación y de rescate.
Es a través de este fuego divino que su Madre Celeste puede ayudarlos a iluminar los caminos y a no perder de vista el Propósito que los ha traído hasta aquí.
Quien vive en Mi fuego lo hace a través de la oración que reenciende el sentido interno de hacer la experiencia de esta vida.
Ahora, que conocen una parte del fuego divino de Mi Corazón, únanse al Alma de su Madre Celeste para que la Obra sea completada.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los enciende en el fuego divino del amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Por la Gracia que Dios Me concedió y en nombre del Amor de Mi Hijo, con alegría hoy vengo a esta casa para bendecirla a través del Espíritu Santo de Dios.
Después de la importante misión a África, uno de Mis siete dolores fue aliviado, porque como Madre encuentro corazones como los vuestros dispuestos a servirme en la caridad y el bien.
Así, Yo encuentro ejércitos verdaderamente formados por el Corazón de Cristo. Quisiera ver más ejércitos de luz como el vuestro, atentos al pedido del Cielo y abiertos a responder ante cualquier necesidad mayor.
Fue así que uno de Mis siete profundos dolores fue aliviado espiritualmente por la acción inmediata de vuestra donación al Plan de Mi Hijo. Desde Kibeho, Yo acogí a cada uno de los misioneros y los llevé hasta el Universo de Mi Corazón para que sintieran la fe de Mi Espíritu Inmaculado.
Fue a través de la sagrada misión a África que nuevas puertas se abrieron a la redención espiritual para la conversión de las almas del mundo. Fue a través de esta misión que se abrieron los caminos internos para comenzar con nuevas misiones, las que los llevarán hacia otras naciones distantes del África.
Por eso, hijos Míos, que vuestro fuego interior nunca se apague, a pesar de las adversidades que muchos enfrentarán en los próximos tiempos. Que Mi ardiente fuego sea vuestro fuego de oración, de devoción y de fe, así siempre vencerán, nada perderán y recibirán todo lo que siempre necesiten, porque en la obediencia al Corazón de Cristo, ustedes estarán respondiendo a la Voluntad de Dios.
En este día bendito, en el cual vuestra Madre se encuentra con Sus hijos en la casa de la donación abnegada e inmediata, deseo consagrar la casa misionera femenina con la imposición de Mis manos sobre ustedes, dándole el nombre de Casa de María, Rosa de la Paz para que, junto a San José, siempre vuestros pasos sean guiados en el amor y la unidad.
Hoy vine para agradecerles y para bendecirlos. Me agradó profundamente que ustedes hayan preparado la casa para recibirme.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón Universal de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como una Estrella-Sol desciendo al mundo para iluminar los abismos de los corazones heridos y, así, rescatar a las almas de la perdición. A cada una de ellas le entrego la fuerza para poder proseguir, para que luego encuentren el nuevo camino que las llevará hasta Cristo.
Yo Soy la Estrella Universal que desciende sobre la humanidad para salvarla y volverla a colocar en el Propósito de Dios. Indico el camino a recorrer, así ninguna esencia de Dios pierde la Gracia de volver a reencontrarse con su cristo interior.
Yo Soy la Estrella del Mundo, la que señala el advenimiento de Cristo a los corazones, la que se suspende en el cosmos para irradiar el Amor de Dios y la que enciende el fuego de la nueva devoción.
Yo Soy la Estrella Guía de los navegantes, de las almas buscadoras de la redención, de los que esperan con paciencia la llegada de la Gracia y el gran día del perdón.
Yo Soy la Estrella del Cosmos, soy la Luz que proviene de Dios, soy el Espíritu de la Pureza, soy la Divinidad Espiritual del Creador, porque Mi Corazón brota de Su Amor Castísimo y Su Omnipotencia se expresa a través de la unidad perfecta de la Creación.
Yo Soy la Estrella de la Esperanza, soy la Madre que trae el espíritu de la redención, soy la que obra en nombre de Cristo y la que construye el nuevo templo interior.
Yo Soy la Estrella de las esferas celestes, soy aquella Ave que busca Su nido en la morada de los corazones humildes, soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad.
Yo Soy lo Puro, lo Invencible, soy lo Simple y lo Humilde, soy la Madre Curadora que cicatriza con Su Amor todo dolor. Soy la que guía a los perdidos, soy la que purifica el corazón, soy la Madre que limpia las manchas, soy la Reina del Amor.
Vengo a este mundo para buscar a Mis hijos. Desciendo en Gloria para llamarlos porque ya es la hora de despertar del sueño ilusorio. Vengo para establecer la paz en cada mundo interior. Vengo para que descubran la vida que se vive en las estrellas. Vengo por última vez para socorrerlos y para que emprendan vuelo hacia el Cielo. Vengo a buscar lo mejor de cada uno y a despertar las sagradas virtudes que Cristo les dejó.
En este tiempo vengo para que se preparen en consciencia y corazón para recibir a Cristo, vuestro Pastor. No dejaré sola a ningún alma, pero les pido que siempre recen Conmigo, para que todos sean merecedores de la paz y despierte en vuestra consciencia el arrepentimiento, así estarán libres del peligro y de los asechos del adversario. Sean inteligentes y buenos, sean mansos, humildes y verdaderos en este tiempo.
El mundo es una mentira, pero las almas son la plena verdad de Dios. Busquen los caminos correctos para tener resultados correctos. No se permitan ser engañados, el único consolador es Jesucristo. No busquen esperanza en nadie, sino solamente en Dios, el Padre Celestial. De Él recibirán la fuerza y el poder, de Él podrán tener esperanza para caminar. Solo sean verdaderos y nada les pasará. Pues el tiempo de la mentira mundial sucumbirá y vuestros corazones deberán estar prontos para orar con fervor y perseverar.
Únanse a Mi Hijo y adórenlo. En Él está la salida, en Él está el camino al Paraíso.
Agradezco a Brasilia, al Centro Mariano de Figueira y al Centro Mariano de Aurora por haber preparado este especial encuentro.
¡Bendiciones de Paz en este día para Mi hija María Shimani!
Les agradece,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridísimos hijos en Cristo:
Me alegra ver, en este día, a los peregrinos simples y dispuestos a seguirme por el camino de la oración y de la paz. Hoy quiero agradecer por el encuentro divino que cada uno de ellos tendrá Conmigo en sus corazones, porque un peregrino es la luz que circunda los espacios para llevar la paz.
Un peregrino es como una estrella incandescente que irradia el amor inmaculado de la Madre Celestial. Un peregrino es como un sol ante la oscuridad, porque su principal instrumento es el rosario. Un peregrino es como un discípulo que acompaña las instrucciones con amor.
Todos los peregrinos tienen diversos fuegos. El fuego de cada peregrino se enciende con la oración y este se complementa con los otros fuegos. Así cada peregrino manifiesta como orante una parte del Plan de Dios. Todos los peregrinos son un solo espíritu crístico que fortalece el caminar y los pasos de sus semejantes.
Por eso, aquel que quiera consagrarse como peregrino, solo deberá orar y afirmar que es un discípulo de Cristo en el mundo; porque peregrino no es solo aquel que vive el Mensaje Divino, sino que también es un puente al servicio abnegado y a la caridad por los más necesitados.
Existen muchos peregrinos en el mundo que, en este tiempo, pasarán a consagrarse internamente a Mi Inmaculado Corazón como nuevos apóstoles de Cristo, como apóstoles de Dios. Así nacerán los nuevos soldados de María que estarán dispuestos a seguir las enseñanzas del nuevo Evangelio de Cristo, Evangelio que preparará la venida de Mi Hijo Jesús.
Hoy quiero irradiar Mi Amor materno y único a todos los peregrinos, porque es a través de todos ellos que Mi Plan mariano se llevará adelante, cuando de corazón y de verdad colaboren para que esta Obra de salvación y de Misericordia sea posible.
Queridos hijos, estoy en oración por ustedes, para proteger a los peregrinos que estarán dispuestos a seguir el camino hacia Mi Hijo Jesús.
Hijos Míos, en este día de alegría y de regocijo para ustedes en Mi materno Corazón, Yo los animo nuevamente a vivir el ecumenismo de Cristo. Esto significa ver que todos los peregrinos son portadores del Amor de Mi Hijo, un Amor que une, un Amor que alivia, un Amor que cura, un Amor que libera, un Amor que no condena, un Amor transfigurador y redentor.
Queridos hijos, la Madre del Cielo los llama a fraternizar a través de la oración por la paz en el mundo y por la unión espiritual entre todos los seres de la Tierra. Aquellos que se dispongan a ser ecuménicos, ayudarán a que los acontecimientos también cambien y a que la paz reine entre los hombres y Dios.
Amados hijos, Mi Espíritu infinito de Amor, hoy ayudará a los más necesitados de alma, de corazón y de cuerpo, ayudará a los que esperan desde hace tiempo un alivio interior.
Oremos para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo se presenten y para que la obra mariana se cumpla en el mundo entero, principalmente en las queridas familias de América.
Ayunen, adoren y comulguen de Mi Hijo. Él siempre será vuestro único y fiel sustento para este tiempo.
Ahora, después de cada decena del Santo Rosario y al término de la Oración del Ángel de la Paz, ustedes deberán repetir con devoción:
“Es todo por Ti Jesús, por Tu insondable Misericordia. Amén”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en el eterno Amor,
María, Vuestra Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos:
Con los Rayos de la Misericordia de Dios sobre el mundo, Yo los invito a sentir en ustedes el Amor de Dios. Porque la humanidad, en el final de este tiempo, debe curarse y redimirse para que se cumpla el Plan Divino sobre la Tierra.
Hoy necesito que ustedes tengan una total confianza en Dios, confianza absoluta porque Él los conoce bien, los conoce desde vuestro nacimiento y conoce también los pasos que dieron en vuestras vidas. El Señor los está invitando a vivir en la Redención, un principio fundamental para el fin de estos tiempos.
Queridos hijos, hoy estoy aquí entre ustedes para demostrarles el Amor de Dios y también para decirles que muchas almas necesitan en este tiempo de vuestra devoción y de vuestro fervor.
Queridos Míos, hoy los estoy llamando a tomar consciencia del tiempo que llegará. Sepan, que Mi Hijo necesita de apóstoles y discípulos fuertes en la oración. Quiero que comprendan cuán importante es la salvación de las almas; sepan que ustedes, junto a Mi Hijo, tienen esta tarea en este mundo, en esta humanidad.
Pequeños hijos de Mi Padre, que en este día vuestros corazones estén en lo Alto, y que prevalezca Jesús en vuestras esencias para que encuentren la fe que los fortalezca y les permita dar los pasos seguros hacia el Señor.
Para eso, Hijos Míos, ustedes tienen la llave de la oración, y esa oración del corazón debe expandirse por el mundo así como el amor de vuestros corazones.
Como Reina de la Paz, los invito a ingresar en Mi Reino todos los días porque es necesario que las almas se conviertan, que alcancen la eternidad, y en ustedes existe un potencial precioso de reconversión a través de vuestro amor a Dios.
Queridos hijos, estoy derramando Mi Luz sobre el mundo nuevamente.
Les pido que peregrinen Conmigo orando desde el corazón durante todas las horas de este día, porque no solo Me estarán acompañando en Mi Tarea Maternal, sino que también vuestros corazones estarán unidos a Dios abriendo las Puertas del Cielo a la Tierra a través de vuestra amorosa respuesta a Mis pedidos.
Queridos hijos, que en ustedes se encienda el Fuego del Espíritu Santo para que, unidos al Redentor, alaben a Dios eternamente mientras vuestros corazones están sobre la Tierra.
Queridos Míos, les agradezco, en este día, por estar contestando a este importante llamado a la Redención de la humanidad.
¡Les agradezco!
Mi Espíritu estará en vuestros corazones siempre que lo permitan.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos y amados hijos del Padre:
Todas las ofensas que se generan en el mundo son perdonadas día a día a través de la Insondable y Poderosa Divina Misericordia que brota como manantial desde el Sagrado Corazón de Jesús.
Por eso hoy, Mis pequeños, ustedes deben entregarse en la fe a ese infinito misterio de perdón y de reparación para los corazones que han caído en faltas que ofenden a Dios.
Para que el mundo y las almas alcancen la paz y la armonía universal, necesarias en este final de tiempo, Mi Hijo precisa de humildes y espontáneos soldados de la Misericordia.
Queridos hijos, el Rey Universal del Amor de Dios, Jesús Cristo, aguarda diariamente que nuevos soldados, a través de la oración, el servicio y la fraternidad puedan ser Sus instrumentos para que Su Misericordia se difunda por el mundo. Los corazones aún no han comprendido el verdadero misterio de los Rayos misericordiosos de Jesús; por eso, hoy los invito a difundir esta importante Gracia que Mi Hijo está derramando sobre el mundo entero.
Mis niños, en Su Dolorosa Pasión se irradiaron los más altos Estados de Amor que brotaron desde el Corazón herido de Jesús. Ahora, resucitado, Él los llama a la conversión de vuestras vidas y a beber de la propia Fuente de Cristo, la cual todo lo sana y todo lo cura.
Queridos hijos, es hora de despertar ante esa magnífica y esplendorosa Gracia de Redención y de Perdón a la que Mi Hijo los está llamando a ser partícipes.
Que vuestras vidas solo sean Misericordia. Que vuestros actos sean misericordiosos. Que vuestras palabras y pensamientos sean impregnados por la Divina Misericordia. Que el Fuego del Amor de Jesús los convierta en instrumentos de Su Insondable Misericordia.
Queridos hijos, ¡aún están a tiempo!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En Mi Corazón Espiritual e Inmaculado hallarán la protección y el auxilio que Mi Amor Maternal quiere derramar para cada una de las ovejas de Cristo.
Queridos hijos:
Con vuestros corazones hacia lo Alto, Yo los invito a estar en la paz y a buscar esa Eterna Paz en lo profundo de vuestras almas. Es tiempo y es momento de preparar el corazón para la llegada de la Buena Nueva que Mi Hijo pronunciará para cada una de vuestras vidas.
Hijos Míos, mirando con compasión hacia este mundo, les pido: ¡oren con el corazón!, porque si no oran con el corazón, el precioso instrumento que Dios les ha dado perderá su fuerza espiritual. Al mundo le falta una profunda y amorosa vida de oración; a través de esa oración, todos Mis hijos pueden ser guiados como el Espíritu Santo guió Mi Inmaculado Corazón.
Mi Corazón Materno cuenta con los corazones abiertos para responder a Mi llamado, un llamado que Mi voz pronuncia desde el Cielo para toda esta humanidad que está sorda al llamado divino de la conversión del corazón.
Por eso, queridos hijos, los invito a convertir todo lo que aún necesita ser convertido por el fuego misericordioso de Mi Hijo. Les hablo con amor para que sus consciencias despierten y no se duerman cuando amorosamente Mi voz se manifiesta para ustedes.
Les pido que sigan el camino de la consagración a Mi Corazón porque, de esa manera, ustedes Me darán el permiso para guiarlos hacia el estado de paz que es momento de vivir como premisa para sus vidas.
Queridos hijos, no se cansen de orar. Eleven constantemente la oración hacia lo Alto. Dios, atento a las súplicas de Mis hijos, les responderá. Confíen en ello para que de esa manera amen la Voluntad Celestial.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
Por el gran e inmenso Amor de Dios Padre, hoy celebremos la memoria y el aniversario de Mis Apariciones en Fátima. Que la paz sea el principio para cada una de sus vidas, y que a través de la presencia de Mi Amor Inmaculado sus corazones se enciendan nuevamente.
Queridos hijos, hoy les traigo el recuerdo de Fátima porque allí fue donde Mi Corazón Maternal triunfó en toda Europa. Con esto quiero decirles que allí Mi Corazón fundó para el mundo la escuela de la oración, un ejercicio que hace tiempo los invito a contemplar y a recorrer con el corazón.
Hijos Míos, a través de Fátima podrán encontrar el Amor Misericordioso de Mi Corazón porque hoy les recuerdo cuán importante es vivir en la oración del corazón. Por este camino que ahora ustedes están recorriendo, Mi Luz universal puede auxiliar a muchos de Mis hijos que deben alcanzar el estado de la paz.
En la respuesta orante de cada uno de ustedes, Dios Padre puede derramar Sus prodigios y Sus dones sobre aquellos hijos que no viven al Dios Único. En este ejercicio de oración ustedes irán fortaleciendo sus vidas para la consagración total a Mi Inmaculado Corazón pero también las oraciones llegarán a todos aquellos que, en emergencia, necesitan de la salvación a través de Mi intercesión.
Queridos hijos, el camino a Fátima es un camino hacia lo profundo del corazón, es donde, a través del ejercicio de oración, podrán encontrar la pureza y la devoción, instrumentos necesarios para la redención de la humanidad.
En Mi Hijo hallarán el fuego que los podrá alumbrar y amparar delante de todo. Recojan vuestros corazones hacia dentro de Mi Corazón y vivan Conmigo y en alegría este recuerdo victorioso de Mi Corazón en Fátima para el mundo entero.
¡Oremos! ¡Oremos! ¡Solo oremos!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más