- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Que hoy vengan a Mí los que se sienten cansados.
Que hoy vengan a Mí los que se sienten agobiados.
Que hoy vengan a Mí los que están sin consuelo.
Que hoy vengan a Mí los simples de corazón.
Que hoy recuesten el rostro sobre Mi pecho los que han errado.
Que hoy sientan el latir de Mi Corazón los que han pecado.
Que hoy vengan todos Mis amados hacia Mí. Yo Soy el que Soy, Yo vengo del Gran Sol y del Sol Universal proviene la Fuente de Vida y de Reparación.
Que vuestros seres no se preocupen, sino que vuestros corazones se alegren, porque el Rey de la Humildad hoy los ha colocado bien cerca de Su pobre trono de Luz, para que sientan Mi Infinita y Perpetua Misericordia.
Abran los brazos para recibir Mi Consuelo; de manera especial a este grupo de almas Yo lo he acompañado amorosamente como Buen Guardián de los corazones.
Querido siervo Mío: Deja tus perturbaciones en Mi Corazón, tú sabes que Yo lo puedo todo ahora y siempre, camina a Mi lado, aunque Me hayas fallado. Yo vengo en este tiempo para resucitar el espíritu de tu corazón y la unión predilecta que debes tener Conmigo.
En Mis Pasos sencillos se encuentra tu senda; en Mi Caminar, se encuentra tu liberación; en Mi Sencilla Mirada se encuentra tu unión con Dios. No temas nunca mirarme a los ojos, Yo Soy el que Soy, Soy el que proviene del Sagrado Templo Creador, Soy la Estrella Guía que desciende del universo mayor para guiar tus pasos.
Aún aguardo que te abandones a Mi Corazón; aún espero abrazar tu pequeña alma y llevarte en espíritu al corazón de Mi Reino; aún aguardo que Me abras las puertas de tu corazón para que Yo pueda entrar.
En esta semana medita respecto del tiempo que hace que estás unido a Mí; quiero ser Vida en tus células, quiero ser el Fuego de la devoción para tu corazón. No Me abandones, Yo Soy todo tuyo, recuérdalo bien.
Yo Soy el que Soy, Yo Soy el Amor de Dios manifestado, quiero estar en tu camino para siempre.
¿Me aceptas como Tu Maestro y Rey? Te espero en el Sagrario para que conversemos. Te espero en el silencio del corazón.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
¡Agradezco a las almas presentes por haber confiado en Mi convocación!
Los bendice,
Cristo Jesús de la Misericordia
Hoy vengo a bendecirte, sígueme con confianza. Yo te mostraré la desolación de las almas que en este tiempo final se entregan en los brazos de la perdición y del pecado. Esto hiere Mi Corazón Sacratísimo; desde lo profundo de Mi Ser siento una desolación que nunca se acaba, por la opresión que las almas viven entre la vida terrenal y la vida del espíritu.
Ven hoy y consuela a tu Maestro, acaricia Mi Corazón con tus reverberantes y simples oraciones; deseo día y noche salvar a todos los que pierden el sentido del camino que Dios escogió que vivieran desde el principio.
Necesito, queridos Míos, de consolación permanente. Las almas en estos tiempos son engañadas fácilmente por todo lo que el enemigo les coloca por delante y, como si nada, se olvidan de que Yo estoy aquí en este mundo, en Espíritu de Misericordia para ayudar a todos. Me respaldo en los corazones que buscan Mi Camino y persisten en querer vivir Conmigo un camino semejante al Calvario.
Amigos Míos, recen por las almas que Me provocan una gran desolación interior; son almas que aún no aprendieron a amar a Dios, ni siquiera a vivir el verdadero perdón. Los llamo a que por amor y devoción Me dediquen la atención que necesito, de esta manera Yo podré interceder a través de Mi Infinita Misericordia por los que no merecerían la plenitud de Mi Eterna Gracia.
Pero como Mi Amor es insondable y poderoso, vengo al mundo para derramar sobre los Míos los códigos de la conversión y de la redención.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por consolar a Mi Corazón.
Cristo Jesús
En la Serenidad de Mi Corazón Misericordioso encuentran el consuelo.
En la Misericordia de Mi Espíritu encuentran el aliento y la fe para proseguir.
En el camino del apostolado podrán encontrar puentes rotos para cruzar o piedras duras en sus senderos. Ante todos eso obstáculos, Yo les pido que sostengan el fuego ardiente de su fe unido a lo Alto; desde el Cielo recibirán la Gracia para poder superar, sin dificultades, todas las pruebas.
Recuerden, que todos Mis discípulos vienen de diferentes escuelas, así como fue con los apóstoles; en algunos de Mis aprendices podrán encontrar prontitud, en otros lentitud; y también podrán encontrar madurez espiritual en formación y carencias en el espíritu.
Pero a pesar de todas las imperfecciones, Yo los llamo para que ingresen en Mi Misericordia; pues a quien se esfuerce de verdad y trabaje por su transformación, dicho esfuerzo se le reconocerá como un mérito en los Cielos.
No pierdan la esperanza de liberarse de ustedes mismos, Mi Corazón acompañará los pasos de aquellos que solo se dispongan a seguir las simples instrucciones que Yo les traigo en estos tiempos. Aprovechen con sabiduría el manantial que hoy les entrego, sean dignos de estar Conmigo.
Bajo el Amor Poderoso de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras y madurarlas en el corazón.
Cristo Jesús
En los momentos más difíciles, Mi Corazón Misericordioso irradia a las consciencias que sufren. En la Hora de Mi Misericordia, el manantial de vida y de reparación lava profundamente las heridas espirituales de los corazones frágiles y solitarios. Y cuando se sienten solos, Mi Sabiduría ingresa en sus pequeños espíritus y consuela al alma que necesita fuerzas para continuar en Mi Camino.
En los Planes del Padre, Sus Obras se cumplen sin obstáculos según la disponibilidad y la entrega de Sus servidores; o ellas se detienen, cuando el alma necesita reposo interior.
Aquellos que en verdad Me sirven y Me entregan todo son pocos, y en ellos Yo afirmo Mi Voluntad para que Mi Proyecto Salvador se cumpla.
Hoy guarden la faz curadora de Mi Ser; sepan que el Sagrado Corazón de Jesús también ayuda y acompaña a Sus discípulos cuando están enfermos o tristes.
Mi Luz viene al mundo para volver a encender el compromiso; que nada los incomode por más grave que parezca, confíen en el momento de purificación y de redención que sus almas y cuerpos están viviendo.
Sean Uno Conmigo, así Yo los ayudaré a sostenerse a pesar de las agresiones del enemigo; sepan que Mi Luz siempre triunfará en la Tierra y en el Cielo.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje de alma y de corazón.
Cristo Jesús
Mi Corazón es el centro de la Eucaristía y, por la Eucaristía, sus seres serán redimidos del pecado y del error.
Quien comulga Conmigo limpia todos los días las manchas de su corazón y afirma, en cada nuevo encuentro, que Mi Sagrado Espíritu es parte de él.
Por la Comunión Eucarística, los males del alma son liberados y los pasos son seguros para quien se disponga a caminar por la senda de la transformación.
Es por Mi Corazón Eucarístico que los seres ingresan en el acto sublime de la verdadera reverencia, y es en ese momento cuando la consciencia encuentra el consuelo y la fortaleza que tanto busca. Mi Cuerpo Eucarístico es el elemento solar capaz de liberar y de transmutar las secuelas profundas que el mal pudo haber dejado en la consciencia por los asedios recibidos.
Desde el primer momento en que Mi Vida instituyó la Comunión Eucarística como ministerio, Yo estaba dejando para el mundo el poder de Mi Esencia Solar y Divina, porque era y es solo a través de la Eucaristía como la humanidad podrá liberarse de los errores que ella misma comete.
Por eso, en cada nuevo acto de comunión de un alma Conmigo se establece una relación espiritual y divina capaz de unir el Cielo y la Tierra, universalmente, por algunos momentos.
Quien comulga de Mí no solo abre su consciencia para nuevas Revelaciones Celestiales, sino que también, en un acto de pacificación, se remueven del mundo las graves y pesadas ofensas que hieren al Padre Dios.
Es necesario que la humanidad, antes de Mi Regreso, entienda, comprenda y conozca qué es lo que sucede cuando un ser de la Tierra comulga de Mi Espíritu Santo Eucarístico: las Leyes cambian y se revierte el mal existente en el corazón de todas las almas del mundo.
La propia consciencia que comulga Conmigo es perdonada y cada vez que participa de esta Sagrada Ceremonia, su vida queda en blanco como las hojas de un libro sagrado donde aún nada fue escrito.
Las almas más pecadoras reciben la oportunidad de encontrarme en algún momento de la vida y, especialmente, la Comunión Eucarística de todos los seres Conmigo repara y restablece los planes de vida y de evolución, tanto para las consciencias como para sus espíritus.
Es hora de abrir el cofre que existe en el corazón de cada ser para que la Luz Infinita vierta y expanda los Códigos Crísticos en cada consciencia.
La Eucaristía, en estos tiempos, prevé un rápido proceso de redención, expulsando las indiferencias y las arrogancias que las almas generan día a día.
Mi Cuerpo Eucarístico, adorado y venerado por las almas, establecerá los mil años de paz para la Tierra futura. Es momento de construir esa paz en un tiempo donde no existe la paz, para que así, todos la alcancen.
Bajo la Paz del Señor, sean bienaventurados.
Gracias por comulgar de corazón con Mi Espíritu.
Cristo Jesús, Espíritu Eucarístico
Todo el tiempo intenta estar en Mí, porque Mi Fe te fortalecerá en los grandes momentos de pruebas.
Aquel que se abandona en Mí recibirá cuanto necesita, dejará de estar todo el tiempo en sí mismo y será transfigurado por Mi Presencia.
Muchos creen que el despojamiento interior es renunciar solo algunas veces y, en verdad, el vacío de sí es un ejercicio eterno para quienes recién se inician en Mi Camino Crístico.
Es tiempo de volverse victoriosos y humildes mediante la oración misericordiosa. Yo llamo victoria a la transformación total de sí y a la renuncia a quien se era segundos atrás; porque así, en verdad, la consciencia se renovará y encontrará el consuelo solamente en Mi Corazón de Amor.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir la transformación a través del amor a Mi Sagrado Corazón.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Siente Mis Palabras en tu corazón y regocíjate en Mí, porque Yo siempre seré tu eterno y misericordioso consuelo interior.
Busca todo el tiempo permanecer bajo Mi Presencia Celestial para que tu vida cambie y se transforme según Mi Voluntad Divina.
Sé siempre honesto y noble, puro y alegre para que estos principios de fraternidad se puedan irradiar por los espacios que tu ser recorrerá.
Aguarda Mi Cálida Presencia de amor.
Déjate llenar por Mi Espíritu, porque así podré diseñar en ti Mi Proyecto.
Construye el Manantial de Mi Misericordia por medio de las oraciones diarias y espera, con alegría, que Mi Fuente de Gracias se derrame sobre cada situación de la vida.
Yo Soy la llave que está en tus manos y que abre una puerta hacia el paraíso interior en cada ser.
Elévate a través de tu amor por Mí, así comprenderás que es en el espíritu donde se guardan los tesoros del Cielo.
Procura saciar tu sed día a día por Mi intermedio, porque así se fortalecerá tu confianza en Mi Padre y en Su Suprema Voluntad.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Aquel que se anime a abrir las alas de su corazón podrá llegar rápidamente a Mi Reino de Paz y Redención; el alma que cada día se entrega a Mí por medio de la oración misericordiosa recibirá los dones preciosos de Mi Sagrado Corazón.
En este tiempo los rebaños serán uno solo, porque en ellos siempre intentaré repartir de forma prodigiosa Mis Gracias de amor y misericordia. A aquel corazón que a las tres de la tarde Me abre su puerta, Mi Espíritu, que proviene del Universo como presencia inmaterial y divina, lo socorrerá. Así borrará de la memoria de su alma todos los sufrimientos ocasionados a Mi Corazón Misericordioso.
Mi Gracia, que proviene del Cielo y del Reino de Dios, desciende todos los días a las tres de la tarde para multiplicarse en amor, verdad y fraternidad. Mi Corazón busca almas sedientas y almas que aún no conozcan la grandeza de Mi Amor Universal.
En estos tiempos, Yo reúno a las ovejas para que se alimenten de nuevas Leyes, bien cerca de Mí, a Mi lado, sin perder de vista el camino de redención que cada una deberá recorrer en este mundo.
Por eso, Mi Espíritu Sacerdotal viene una vez más desde el Universo para librar del pecado a todos aquellos que se dispongan a reconocer que el Hijo de Dios está próximo y llegará a cada una de sus vidas para volverlas a unir en la paz y en el amor.
Algo que le falta a este mundo hoy, mundo que Dios contempla perpetuamente, es vivir en el Amor de Mi Corazón, algo importante que la humanidad olvida. Si viven en ese Amor, podrá concretarse la alianza que debe existir entre Mis discípulos, la misma que Yo fundé entre los apóstoles.
Queridos Míos, hoy los reúno y vengo a su Encuentro de Oración para abrir las puertas de sus corazones, porque esa será la forma en este fin de tiempo. Abran las puertas del corazón, así sus espíritus se redimirán y encontrarán el camino seguro hacia la victoria de Mi Luz.
Únanse sin cansancio a la imprescindible hora de Mi Misericordia, porque una vez más, a través de la Coronilla a la Divina Misericordia, Yo podré también liberar del Infierno a cuantos viven allí perpetuamente por no haber conocido el amor y por no haber aceptado Mi Redención.
Yo les pertenezco de Corazón, Alma y Divinidad y les entrego, para el inicio de esas jornadas de oración, Mi Paz y Mi Misericordia con la esperanza de que brote pronto en ustedes el fruto que les he dejado, fruto que florecerá en la primavera de Mi próxima venida al mundo.
Que la paz sea el escudo para ustedes y que la fe los transforme pronto.
¡Adelante Mis compañeros!
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por compartir Mis Enseñanzas desde el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
Y cuando sientan falta de consuelo o sientan perturbación, confusión, desasosiego, repitan con suma confianza y amor hacia Mí:
Jesús, guárdame en Tu Corazón
Señor Jesús,
Hijo Único y Predilecto,
Cristo Redentor,
guárdame en Tu Corazón
por toda la Eternidad
y libera de mi corazón todo mal,
en Gloria al Padre Universal.
Amén.
Queridos Hijos:
Yo a ninguno de los Míos dejaré solo ni por un momento. Solo cuiden todos los días de sus vidas que la puerta se mantenga abierta para que Yo entre, que esté abierta porque siempre Mi Espíritu de Amor querrá entrar.
Queridos Míos, que el vacío que puedan estar sintiendo sus corazones no sea más grande que la inmensidad del Amor que Yo tengo por cada uno de ustedes. Sean firmes delante de las pruebas que el Universo de Mi Padre les envía, porque después de cruzar los abismos de la vida Mi Corazón Sagrado los recibirá en el Paraíso.
Por eso hagan méritos de caridad y de amor en la vida, no se separen ni por un momento de Mí, porque en los momentos más duros de la vida es cuando Yo confirmaré la presencia de ustedes en Mi Tarea Redentora.
Queridos, no teman que los velos de la vanidad y del orgullo se desvanezcan de sus vidas porque siempre los ayudaré a atravesar la noche oscura del corazón. Después de una noche oscura vendrá el día para aquellos que, en alegría y regocijo, lo puedan reconocer. Abran día a día el manantial de sus corazones para que Mis Palabras puedan brotar como una bella flor de amor en cada esencia.
Solo les pido que vivan el día a día impulsados por Mis mensajes porque así sus consciencias estarán correspondiendo a Mi Llamado Salvador.
Queridos hijos de Mi Padre, ingresen en Mi Manantial de Misericordia para que el Agua de Vida los purifique y los prepa re para que Me reciban en la Santa Comunión. Estoy con ustedes todas las veces que Me lo permitan.
Les agradezco por su plena confianza en Mi Corazón.
Bajo el Amor y la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Consolador de los corazones
Aquel que Me quite la sed estará Conmigo en el Reino de los Cielos.
Aquel que trate de consolar y glorificar Mi Corazón, herido por la humanidad, será llamado Bienaventurado.
Aquel que Me considere lo primero en su vida será una venerable oveja de Mi santo rebaño.
Aquel que Me confiese profundamente sus pecados y perturbaciones será perdonado todos los días por Mí.
Aquel que confíe en la plenitud, en el amor y en la inmensidad de Mi Sagrado Corazón será llamado Hijo de Dios.
Aquel que obre por amor al Bien y que pacifique los conflictos será un pequeño pastor de Mi Sagrado Corazón.
Aquel que ame la Justicia Divina sin comprenderla y que la viva como la Única Voluntad de Dios, será llamado Siervo de Dios.
En aquellos que Me vivan, Me sientan y Me abran la puerta del corazón, Mi Corazón podrá tener morada y los podrá guiar por los caminos de la paz y del bien.
No teman por nada, mas traten de ser verdaderos a la hora de vivir la Ley Misericordiosa de Dios, porque así sus almas serán transparentes como el agua y puras como las flores. Busquen la Verdad de Mi Padre por sobre todas las cosas de la vida, porque así ustedes podrán comprender Sus Bienaventurados Misterios de la Creación, el Bienaventurado Misterio de Su Magnífica Voluntad.
Día a día estoy con ustedes, recibiendo de sus almas todos los impulsos verdaderos de su ser; sean fuertes en la oración y valientes en el amor al Todo. Sean siempre pacificadores mediante la palabra del Evangelio, sean humildes ante los eventos inesperados de la vida.
La llave para trascenderse es la Ley Venerable del Silencio, porque en el silencio se aprende a vivir y a ser como Dios quiere a Sus hijos en estos tiempos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por responder al Llamado de Mi Sagrado Corazón.
Cristo Jesús, el Salvador de la Humanidad
Serénense en Mi Corazón porque dentro de Mi Alma hallarán el alivio y el verdadero consuelo que nadie podrá entregarles. Como Yo provengo de la Fuente del Amor, derramo ese Amor sobre las almas y sobre sus errores. En este tiempo, queridos Míos, quien se debilite por no confiar en Mi Misericordia, mucho deberá aprender.
Mi Constancia es para sostenerlos en todos los momentos de la vida, incluso en aquellos momentos en los que ustedes por sí solos, como personas, no pueden superar. Cuando Yo les hablo de la Fuente de los Prodigios, les hablo sobre el momento de Gracia que podrán vivir Conmigo.
Que hoy sus corazones no se cierren por las pruebas e indiferencias que existen entre las almas; deberán recordar que mientras estén en la Tierra habrá mucho que perdonar y purificar. Para entrar en el Reino de los Cielos deberán consagrarse como el pequeño corazón de un niño, donde no haya tristeza, falta de amor ni rivalidades entre las consciencias.
Podrán ver cómo es el corazón de un niño: puro, transparente, cristalino, simple, alegre y libre; eso es lo que ustedes a veces pierden en sus corazones por la interferencia de sus ideas, comprensiones y aspiraciones. Por eso el mundo está como está; es un mundo para redimir nuevamente y liberarlo de todas las indiferencias que no permiten manifestar el Amor de Dios entre las almas.
Intenten tener en estos momentos un corazón de niño y perciban desde ahí cómo están sus sentimientos más profundos, sobre todo aquellos que están guardados en la consciencia.
Me encuentro hoy con el desierto que muchos de Mis hijos están cruzando. Yo Soy el Manantial que los saciará por completo y que les dará la Vida para que a través de Mí se puedan renovar.
Ahora deberán aprender a vivir Mi Mensaje para que Mis Palabras no se tornen una teoría, sino un camino de transformación para sus corazones.
Bajo el Amor de Dios, sean humildes y hermanos.
Gracias por guardar y vivir Mis Palabras desde el corazón.
Cristo Jesús
Hijos Míos:
Recen, recen mucho para que en cada momento de vuestro día Dios los escuche y, así, Su magnífico Espíritu de Amor pueda obrar a través de todas las criaturas.
Queridos hijos, recen, recen mucho para que vuestras almas y las almas en todo el mundo reciban el consuelo y la Misericordia que ellas aguardan.
Recen y no se cansen de rezar porque en la oración se encuentra la fortaleza y el diálogo amoroso de vuestros corazones con Dios.
Recen, recen por el tiempo de cambios que llegará para que cada corazón en este mundo escuche con humildad los amorosos pedidos de Mi Inmaculado Corazón.
Recen para abrir las Puertas de los Cielos y para que los ángeles estén presentes con su amor y servicio sobre la Tierra y eso permita cambiar el corazón de muchas consciencias. Cuando alcancen una oración armoniosa y amorosa, ustedes estarán recorriendo el camino hacia la contemplación del Altísimo y vuestros seres serán como chispas de Luz en el universo.
Recen por los que no rezan. Recen por los que no aman. Recen por toda la humanidad porque la oración del corazón los guiará como una madre guía a su pequeño hijo.
Por eso, queridos hijos, Mi Corazón Maternal y Devocional está entre ustedes para enseñarles a andar por el camino de la oración y de la conversión.
A lo largo de estos últimos meses ustedes han conocido la Faz de la Reina de la Paz, de la Madre de Dios, pero aún hijos Míos, deben amar la oración diaria hasta que vuestros corazones reconozcan que la oración de todos los grupos cambiará al mundo.
Cuando en Lourdes hice el llamado a la penitencia, Yo estaba llamando al mundo a la reflexión, al despertar de la consciencia ante las acciones.
En Fátima, llamé al mundo a la oración diaria para que las almas tejieran, mediante el rosario, una nueva red de paz y redención que pudiera auxiliar al mundo.
En Medjugorje los llamé al ayuno y a la oración al igual que en Aurora donde, desde hace ya cinco años, Yo estoy pidiendo a la humanidad un poco más de sacrificio y de esfuerzo para que ella pueda equilibrarse delante de los acontecimientos que están fuera de la Ley de Dios.
En Salta, Argentina, los llamé a curar el corazón mediante la adoración al Corazón Eucarístico de Mi Hijo. Yo los estaba llamando a todos para que consideraran la importancia de la unión diaria con Mi Hijo, el Redentor, a través de la comunión con Su Santo Cuerpo y Su Sagrada Sangre.
Hoy, queridos hijos, los llamo al despertar del nuevo tiempo en ustedes, a la preparación de vuestros corazones a través de la oración, de la adoración, de la confesión, del ayuno y de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Hijos Míos, después de tantos llamados y advertencias a la humanidad, hoy los llamo para que vivan vuestra conversión y vuestra redención mediante la oración y la paz.
Queridísimos hijos, ustedes son parte del hermoso Proyecto de Dios, ustedes pueden ser una expresión de Mi Paz y de la Divina Paz de Mi Hijo.
Niños de Mi Padre, ahora, reconociendo el poder de Mis Pedidos Maternales, nuevamente los llamo a la oración del corazón porque la oración socorrerá al mundo entero.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Llevando a toda la humanidad en Mis brazos, hoy dirijo Mis palabras celestiales a todos Mis hijos de los Estados Unidos y de Venezuela solicitándoles oración para que la Bienaventurada Gracia pueda descender sobre ambas naciones.
A pedido de Mi Hijo Jesús, hoy les doy Mi Bendición Maternal y los llamo a seguir caminando por la paz en vuestros corazones y en el mundo entero. Por este motivo, hoy envío Mi Amor eterno a cada uno de los grupos de oración de los Estados Unidos y de Venezuela. Les envío Mi Consuelo Maternal y les anuncio que Mi prometida llegada a ambas naciones, según los planes del Altísimo, tendrá lugar en el Centro Mariano de Figueira, en el Brasil.
Cuando les digo que llevo a la humanidad en Mis brazos, es porque ella necesita de la guía y de la protección de Mi Maternidad. Cuando les digo que Yo apareceré en gloria y en espíritu durante los meses de octubre y noviembre en el Centro Mariano de Figueira, es para que vuestros corazones sientan que no los abandonaré porque los amo más allá de vuestros pensamientos y razonamientos.
Hoy quiero recordarles una parábola que Cristo ha dejado para toda la humanidad. Es un mensaje que les permitirá comprender por qué Dios quiere y pide que vuestras consciencias crezcan en este último tiempo definitorio.
Hijos Míos, recuerden que Jesús una vez dijo que en un tiempo pasado hubo una mujer muy pobre que donó todo lo que le quedaba para que el templo pudiera proseguir con la tarea. Pero como fue tan poco lo que ella había dejado, su acción no fue considerada por los hombres. Jesús, Mi Hijo, los invita a reconocer que es más importante la acción de lo que cada hijo del Padre dona, que el valor en sí de lo que cada uno de ustedes tiene.
¿Cuál es el misterio de esta parábola?
Queridos hijos, el misterio es que en el Reino de los Cielos se guardan los verdaderos y sinceros valores espirituales que enriquecen el corazón de todas las almas, y no los bienes que Mis hijos guardan y acumulan en la Tierra.
Hoy, hijos Míos, quiero que aprendan a amar lo que no se tiene. Les digo, amar el verdadero espíritu de la Providencia de Dios. Jesús ha dicho a Sus discípulos: “Deja todo lo que tienes y sígueme”. Mi Hijo les quería decir que cada uno de ustedes debe donarse por entero a la Voluntad de Dios y confiar que Él les dará los mayores bienes que existen en los Cielos.
Queridos hijos, el motivo de Mi ausencia en Venezuela significa que ha faltado, de parte de Mis hijos, un correcto equilibrio en la colaboración y en el sustento para con Mi tarea universal con ustedes.
Dios no los abandonará y Mi Materno Corazón estará transmitiendo el mensaje mensual para octubre y noviembre de 2012. Pero hoy, quiero que mediten sobre cuánto vuestros corazones apoyan con sinceridad Mi tarea universal para que ella así se cumpla en cada nación.
Dios no Me ha dado el permiso de hacer grandes milagros, por eso, para que Mi Mensaje y Mi Luz se derramen en cada nación a la que Dios Me pide ir, debe existir de parte de ustedes una total colaboración para que los videntes cumplan con la tarea que Mi Corazón les encomienda en cada nación.
Queridos hijos, están siendo invitados a vivir en la fe y en la entrega a Dios. Por eso, Yo estoy ahora con ustedes. No teman por nada, pero ya es hora de crecer desde el corazón.
Ustedes, Mis pequeños, ¿Acompañarán la voz de Mi llamado?
Bendigo el esfuerzo que he visto por parte de los grupos de los Estados Unidos y de Venezuela. ¡Recemos mucho, porque los tiempos están cambiando!
¡Les agradezco!
Gracias por escuchar Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Soy la Señora vestida y rodeada por la Luz del Gran Sol.
Soy el Espíritu Inmaculado guiado por la sabiduría del Espíritu Santo.
Soy la Madre del Universo, soy la Reina de la Paz.
Soy la emanación del Amor, de la Unidad y de la Fe para todos Mis hijos.
Soy el refugio para los que están solos, soy el mañana que despierta en cada una de las vidas.
Soy la Estrella de la Mañana, soy la Aurora que reúne a los rebaños de Cristo.
Soy la Inmaculada Concepción que trae el Consuelo para el desesperado, el Amor para el desposeído, la Fe para el solitario y la Redención para quien se haya negado.
Soy el puente hacia lo Alto, soy la Madre de la Perpetua Oración de Dios.
Soy parte del Verbo Divino, soy el testimonio del Creador.
Soy Su Sierva, soy Su Servidora, soy parte de Su Luz para el mundo.
Queridos hijos, Yo soy la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad, Yo soy para ustedes la Nueva Flor, soy el Aroma Sutil de la Fuente de Dios.
Yo soy la Madre del Redentor, soy la Servidora de Cristo.
Soy, para Mis hijos, el manantial que sana las heridas, Yo soy el Bienaventurado e Inmaculado Corazón.
Yo soy la Rosa Mística, soy el Espíritu de la Paz.
Pero Yo seré aún más, sobre este mundo y en el universo, a través de vuestro amor, de vuestra compasión y de vuestra humildad.
Hijos Míos, hoy los invito a ser parte del Gran Espíritu de Dios.
Yo los invito a vivir en el Corazón del Altísimo para que la humildad, la sagrada devoción y la reverencia puedan nacer desde vuestras pequeñísimas almas.
Yo seré en ustedes la Madre de las Gracias. Unidos a Mi Maternidad estarán unidos al Eterno Padre que conduce a cada alma, a cada uno de Mis pequeños hijos.
Queridos hijos, que desde vuestras esencias brote la sabiduría para comprender con el corazón a quien, por Amor y Gracia, los visita mes a mes.
Así como Yo quiero estar con ustedes, Mi Hijo quiere ser parte de vuestros seres.
¿Qué Amor más grande existe sino aquel que nace perpetuamente de Dios?
Queridos hijos, hoy los estoy llamando a contemplar la inmensidad y la magnitud, la grandeza y la expansión universal del Amor de Dios sobre todos los universos.
Queridos hijos, hoy les digo y les recuerdo que cada uno de ustedes es parte de la divina expresión del Amor de Dios porque mediante la oración permitirán, en este tiempo definitorio, que nazca y despierte en ustedes el Amor del Creador.
Hoy solo sean Amor, Amor Divino y Amor Inmaculado.
Hoy, solo sean paz, almas en la Paz de Dios y sirvan a Dios con alegría.
Bienaventurados los humildes y los perseverantes en Mi Hijo, porque ellos encontrarán el Reino de Dios en el corazón.
Yo soy la Madre del Santísimo Corazón del Creador; como parte del Amor Yo los amo y los bendigo en la unidad del Espíritu Santo.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijos Míos:
En este tiempo importante recuerden la única Estrella Guía que los ilumina, que los rige, que los ama, que los conduce hacia el Universo Infinito de Dios. Recuerden al Maestro de los maestros. Recuerden en vuestras vidas al Instructor, al Pastor, a la Esencia del Amor de Dios.
¡Hijos Míos, amen a Jesús Cristo, vivan en Jesús Cristo y por Jesús Cristo!
Queridos hijos, hoy los llamo a orar por la paz, paz que es urgente en las esencias y en las almas de todos Mis hijos. Hoy los invito a servir al Creador con el corazón, a donarse a Dios con el corazón y a permanecer en los brazos de Dios, vuestro Omnipresente y Eterno Padre.
Queridos hijos, pequeños hijos, ¡no teman!, ¡por nada teman! Abracen a Jesús. Sientan Su Insondable y Magnificente Corazón de Misericordia. Sostengan vuestra vida bajo Sus Rayos y vigilen en oración por la existencia cada hermano.
Hijos Míos, si ustedes aceptan dar la vida, el alma y la existencia a Cristo, ¿qué perderán?, ¿qué encontrarán en vuestros corazones? Hoy Yo les diré. Queridos hijos, vuestras vidas en Cristo, en Mi Hijo, hallarán el consuelo, el alivio, el amor, la confianza en Dios, la eternidad.
Queridos hijos, como Madre de la Divina Eternidad les pido: ¡confíen!, ¡confíen en Mi Llamado Maternal y Universal! Porque Dios solo Me pide que vuestros corazones estén resplandecientes y consagrados a los pies del Creador.
Mi alma materna busca almas que aspiren a encontrar la paz, el perdón y la redención. Hijos Míos, Mi voz reverbera silenciosamente en vuestros corazones por un solo motivo: vivir en Cristo aguardando Su llegada celestial.
En unión a todos Mis hijos les agradezco por vuestra respuesta a lo largo de este último año.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Hijitos Míos:
Almas ardientes en el Creador, con alegría por Su Misericordia, alabado sea Jesús en todos los corazones de Mis hijos de Paraguay.
Queridos hijos, por la Gracia de Dios Altísimo, hoy los visito con mucho amor para invitarlos de nuevo a proclamar la oración del corazón. Hijos Míos, envío Mis Bendiciones Maternales a toda la Nación Guaraní, y hoy, como Madre de las Américas y como Sierva del Señor les traigo Mi Paz Maternal y consuelo para los afligidos.
Pequeños hijos, al igual que en Guadalupe con Juan Diego sobre el Tepeyac1 hoy, nuevamente, coloco Mi corona de estrellas sobre cada uno de Mis hijos guaraníes. Queridos hijos, Mi llamado, en estos tiempos, es un llamado a la oración, a la reparación de la vida de los pueblos, de cada una de las culturas americanas y de toda la humanidad,y eso acontecerá a través de vuestra sincera oración.
Como Madre del Único y como Reina del Cielo, hijos Míos, hoy los llamo a reafirmar, mediante la oración, vuestra conversión a Dios, al Todopoderoso; esto permitirá que vuestras almas comulguen de la presencia de Cristo, el Redentor.
Queridos hijos, hoy llego a Paraguay para darles Mi Bendición Maternal y Mi Paz.
Como Madre de todas las almas, les suplico que oren por la salvación de todos los pueblos americanos, para que, al igual que Juan Diego, recuperen la humildad, la simplicidad y el amor a Dios.
Hijos Míos, hoy, desde aquí, desde el Universo Celestial junto a Juan Diego, les damos las gracias por responder a Mis pedidos. Guardo especial predilección por todos Mis hijos de Paraguay, pues la siempre Bienaventurada Virgen María conoce de vuestro amor a Su Inmaculado Corazón.
Queridos hijos, recen, recen mucho para que Dios los escuche desde la voz de vuestros corazones. Recen por las comunidades guaraníes, recen para que la educación y la vida digna puedan expresarse en cada uno de estos hijos Mios.
Los adoro con Mi Corazón a todos. Oremos por la presencia de la paz en todo el Paraguay.
¡Les agradezco!
A todos los grupos de oración de Paraguay, gracias por escuchar Mi llamado.
En Cristo Vivo,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
1 Colina próxima a la actual Ciudad de Méjico, donde en el año 1531 la Virgen se manifestó al indígena Juan Diego.
Vengo hacia ustedes a entregar Mi mensaje de paz a los que sufren y tienen falta de Jesús Consolador. Mi Hijo es eterna consolación porque Su Espíritu cura a las almas para redimirlas y liberarlas de toda falta delante de Dios.
Por eso, queridos hijos, hoy busquen a Jesús Consolador en la oración para que sus almas sean partícipes de la Divina Misericordia. Reconozcan, hijos Míos, que sin Jesús nada serán; Él es el poder que los vitaliza y que los conduce a encontrar el manantial del amor, fuente del perdón insondable que muchos de Mis hijos necesitan.
En esa aspiración, eleven al Cielo todas las plegarias para que Mi Corazón Maternal las pueda recoger y guardar como un presente en el Eterno Corazón de Dios.
Muchos de Mis hijos esperan buenos tiempos para la vida. Ellos son los que aún no cambian desde el corazón. Por eso, Yo los invito a la oración para elevar el pensamiento hacia Dios y, así, permitir que Su Ley Única, la Ley del Amor, actúe sobre la realidad de sus vidas.
Hijos Míos, para que el nuevo Espíritu Santo de la Paz colme sus corazones, primeramente debe borrarse de ellos todo el dolor o la separación que existe entre las criaturas. Ustedes, como orantes, ya saben que la humanidad está muy dividida delante de Dios por la falta de verdadera caridad hacia el prójimo, caridad que comienza con la emanación del amor del corazón.
Nunca olviden, Mis pequeños niños, que el Amor de Mi Hijo, el cual debe residir en sus corazones, es el Amor que les permitirá curar todo el pasado. Sigan los pasos de Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Con los corazones que decaen, con todos ellos Yo estoy. La fuerza de la oración les dará valor para la transformación de cada alma. La oración sembrará la paciencia delante de los cambios de la vida y el amor unirá lo que en los corazones pueda estar separado. Para poder convertirse, cada corazón deberá reconocer sus faltas. Reconociéndolas podrá, por medio de la oración, disolver y elevar poco a poco lo que pesa en los corazones.
Yo los quiero ayudar; por eso vengo desde el Cielo para que encuentren consuelo en Mi Corazón. Mi espíritu inmaculado desbordará de alegría cuando Mis hijos recuerden a Dios. Si la vida fuera oración, la vida sería transformada. El amor cultiva la paciencia delante de las pruebas y la paciencia los llevará a la redención del pasado.
Queridos hijos, hoy los llamo para que ustedes amen lo que aún no han superado. En Mi Corazón encontrarán refugio.
Los adora,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más