TRIGESIMOSEGUNDO IMPULSO CRÍSTICO PARA LA CUARESMA, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

40 días con Jesús a través del camino cuaresmal

"Viéndote en el desierto, despojado de ti mismo, camina descalzo en la soledad espiritual que te da la Gracia de unirte en consciencia al Todo, para que seas parte de las legiones de servidores y bienaventurados en la Tierra.

Por eso, desata las sandalias de tus pies y camina libre de ti mismo, libre de todo odio, manipulación, rechazo, indiferencia y desobediencia.

Entrégate al sagrado vacío interior y tus propias resistencias ya no serán motivo de tantas lamentaciones.

El Cáliz del ofrecimiento está delante de ti. El Ángel Custodio lo sostiene no solo para que lo contemples, sino para que decidido lo bebas sin saber el significado de lo que verdaderamente representa.

¡Ríndete! Ríndete, así como el Señor se rindió por todos, durante la noche oscura del Huerto Getsemaní".

Cristo Jesús

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Hijo Mío e hija Mía: 

En este tiempo final, construye tu fortaleza y tu fe en Mi Inmaculado Corazón.

Yo seré tu refugio, seré quién te llevará a Dios. Y, aunque la Madre de Dios se esté recogiendo, la oración perpetua será el puente que nos unirá entre el Cielo y la Tierra.

La vida te mostrará todo lo que aún hay que transformar. Las miserias y los desiertos están dentro de ti para que, etapa tras etapa, vayas trascendiendo y redimiendo tu consciencia.

Este es un tiempo final anormal, porque todo lo que siempre estuvo oculto y fuera de la Ley, se mostrará. 

Tú sigue orando por la Paz en el mundo, para que la humanidad pueda estar interiormente preparada para todo lo que ya está llegando.

Confía, la Madre de Dios nunca abandonará a un alma orante. 

Ofrécete en sacrificio y reparación del Corazón ofendido de Dios; así, los pecados del mundo, que son muchos, serán aplacados.

Recuerda a tu Ángel de la Guarda.

Mi Amor puede estar en ti. ¡Adelante!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

En tiempos de epidemias que reine la oración, para que la propia oración sea el escudo espiritual y material que los proteja junto a sus ángeles de la guarda.

Que, en este tiempo, sus corazones reconfirmen su compromiso con la oración, porque la humanidad y el planeta lo necesitan.

Para que esta epidemia sea disuelta de la consciencia del planeta es necesario, hijos Míos, que solos, en familia y en sus hogares se construyan altares de oración, a fin de que la situación actual vuelva a su normalidad.

Por eso, concéntrense y no se distraigan, vayan a la fuente correcta y les aseguro que comenzarán a conocer los poderes sublimes de la oración.

Refuercen el importante compromiso con el Santo Rosario y hagan del Rosario el arma de defensa contra toda oscuridad y tribulación, porque de esa forma sus familias también serán amparadas y no les faltará la paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Reina, Madre y Abogada vuestra

En las altas Esferas Celestiales, muy próximo a la Fuente del Padre Celestial, se encuentra un estado de Consciencia Divina en donde su Reina, Madre y Abogada vuestra, intercede por las causas imposibles.

A ese estado de consciencia, que es un Plano Espiritual y Divino en donde se encuentran las diferentes Jerarquías Angélicas que acompañan a su Madre Celeste en el proceso espiritual de la intercesión, también llegan los Ángeles de la Guarda de todas las almas del mundo. Ellos pueden presentarle al Padre Eterno los méritos alcanzados por las almas buenas a través del servicio, de la donación de sí, de la oración, de la transformación y de la redención de la consciencia. Pero también pueden presentar, silenciosamente, todo lo que no alcanzaron las almas que están perdidas y que aún no despertaron a la poderosa Luz de Dios.

Ante ese escenario, la Reina, Madre y Abogada vuestra, apela ante el Padre Eterno por una Gracia no merecida para alguna situación o causa que está fuera de la Ley. En ese momento, el Padre Celestial le concede a la Reina, Madre y Abogada vuestra, que exponga las razones de Su pedido e intención.

Es así que el Universo Celestial recibe de la Madre Divina la intención que fue manifestada y se procede a entregar un estado de Gracia no merecida, a través de la acción de la Misericordia Divina.

En esa hora, los ángeles reciben la orden del Único de liberar a una consciencia o situación del estado inferior de consciencia y, así, por intermedio de los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, el alma o la situación recibe la ayuda espiritual que necesita con urgencia.

Ese poderoso y desconocido estado de Gracia Divina permanece latente en el centro de luz de la esencia del alma que clamaba por ayuda, y así se establece la acción de la Ley de la Misericordia, del Perdón y de la Redención.

Ese estado de Gracia permanecerá en la consciencia el tiempo que la misma lo valore y lo reconozca, dentro de sí, por medio de una vida correcta, límpida, pura y simple conforme a lo enseñado en el Evangelio de Cristo.

Mientras tanto, en el Universo Celestial, la Madre Santísima recoge todas las oraciones, ofertas e intenciones que son elevadas por los propios ángeles hasta el Cielo. Y reuniendo todas las peticiones, la misma Virgen Santa las coloca, en una acción de pura humildad, a los Pies del Creador.

En ese momento intercede el Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, para que el alma por la cual se interviene o la causa por la cual se apela reciba la unción espiritual de la Tercera y Divina Persona.

Así, en esa bendición que se concede, el alma o la situación por la cual se interviene es impulsada por la renovación y el perdón; y el Sacramento de la Reconciliación sucede entre el alma y el Universo Divino.

Su Reina, Madre y Abogada, al ver que se restablece la alianza con el Padre Eterno, procede a atender otras necesidades y urgencias, buscando que, más allá de todo, Sus hijos de la Tierra recuperen y vivan en el Amor de Dios.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, 

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Vengo del Cielo para cumplir una promesa del Padre Creador, una promesa que pertenece a Mis hijos de la Tierra y que en este último tiempo deberá cumplir y concretar.

Vengo con la promesa, hijos Míos, de que descubran en su interior lo que Dios colocó desde sus orígenes, antes del principio se esta Creación para este Universo Material.

Eso que existe dentro de ustedes es muy valioso para Dios y ha venido con ustedes en esta vida, encarnó en ustedes, para que pudiera cumplir su propósito y su manifestación.

Hoy les hablo de aquello que está en lo interno de lo más interno y que deberá algún día retornar a Dios, con toda la experiencia vivida del Amor, del Perdón y de la Reconciliación.

Hijos Míos, en este tiempo la humanidad no pone atención a esto. La vida está muy exteriorizada y las almas están muy hipnotizadas por todo lo que les ofrece el mundo.

Pero existe algo en lo profundo de sus seres, que es eterno, invencible e intransferible.

Es eso que necesito, hijos Míos, que en este tiempo ustedes puedan buscar. Porque descubriendo dentro de ustedes lo que Dios dejó, la humanidad podrá reconstruirse espiritual y físicamente.

Los Reinos de la Naturaleza ya no padecerán las consecuencias del ser humano, todos podrán vivir en armonía y en paz, así como Dios lo desea.

Pero como ustedes están dentro de un tiempo de transición que nunca vivieron en ningún otro tiempo, buscando eso que existe y que Dios colocó dentro de ustedes, podrán atravesar estos tiempos con mayor madurez y adultez; podrán percibir la clara realidad de estos tiempos, y así, estarán unidos a la Jerarquía.

Hijos Míos, reencuentren en ustedes la esencia interior, aquella esfera de Luz que los Padres Creadores diseñaron para sus consciencias, que surgió de una Fuente, que nació de un gran estanque de luz para poder peregrinar por el Universo y por la Tierra, para aprender amar, crecer y vivir.

Hijos Míos, muchas de esas esencias en el mundo están contaminadas; pero Yo vengo con la Luz de Mis Espejos para poder purificarlas y sublimarlas y Me sirvo de los grandes océanos de esta región para poder espejar sobre ellos los atributos de Dios, aquellos que a cada uno de ustedes  algún día los tornará libres  y podrán estar en comunión con la Creación y con la Vida.

Por medio de la oración, del servicio, de la entrega y de la donación de sí y una vida de interiorización y de meditación interior, con todo lo que existe en este vasto Universo, ustedes podrán regenerar sus vidas, hijos Míos, y las corrientes poderosas del Universo vendrán en su auxilio para seguir impulsando sus consciencias al gran cambio, el gran cambio que la humanidad deberá vivir en estos tiempos definitivos.

Por eso su preparación básica es el camino de la oración y no otro.

Ustedes deben aprender a comunicarse con Dios interiormente a través del verbo orante.

Y a través de la oración que ustedes hoy Me han ofrecido amorosamente, hijos Míos, es permitido que Yo les pueda decir todas esas cosas, porque como Madre de ustedes y Madre de la Humanidad, deseo el bien para cada uno de Mis hijos.

Tengo la intención amorosa y espiritual de retirarlos de la ilusión. Por eso, hijos Míos, anímense a sumergirse dentro de ustedes, para que puedan sentir y percibir cómo está su esencia interior.

Los ángeles de la guarda esperan por poder ayudarlos y servirlos incondicionalmente. Eso ayudará ampliamente al ángel de esta nación, al Ángel del Brasil, que espera que cada uno de ustedes se una a Él, para poder aprender a atravesar estos tiempos difíciles en un mayor grado de neutralidad, amor y sintonía.

Por medio del descubrimiento de sus orígenes, hijos Míos, sus espíritus posarán sobre sus cuerpos y crearán esa perfecta unidad con el Padre Celestial.

Y no solo serán merecedores de las Gracias del Universo, sino de las Gracias del Conocimiento sideral, que está guardado en cada una de las estrellas de este Universo, despertando la consciencia de sus seres.

Estableciendo la unidad con sus esencias purísimas, podrán ser merecedores de mayor misericordia y perdón. Podrán percibir, hijos Míos, que muchos hábitos en sus vidas ya no son necesarios.

El alimento de la oración y la fuerza interior del servicio por los demás, es lo que hará transformar el mundo y traerá el amor a todos los corazones.

Con este ejercicio simple, que Yo les entrego, de aprender a buscar su esencia interior, también ayudarán a sus almas a encontrar el camino de la cura. Ellas suplican al Universo por ayuda, una y otra vez.

Aprendan, hijos Míos, a corregir sus caminos y a seguir el camino crístico que les ofrece Mi Hijo, Nuestro Señor, y estarán dentro de la senda de la Jerarquía y seguirán recibiendo sus impulsos espirituales, que los llevarán a comprender la vida tal cual es y a estar en contacto interior con todas las esferas sublimes del Universo.

Necesito, hijos Míos, que en este tiempo sus esencias sean curadas, porque siendo curadas serán purificadas, podrán recibir los atributos de Dios, que son urgentes y necesarios para estos tiempos difíciles.

Los atributos los transformarán, elevarán la consciencia y podrán estar delante de la realidad planetaria con otros ojos, encontrando en cada lugar y en cada rincón una necesidad para ser suplida.

Necesito, hijos Míos, que sigan desarrollando dentro de ustedes el camino del amor, para que en sus vidas se fortalezca el camino de la fe, pilares importantes para estos tiempos críticos, en donde se verán cosas increíbles e inconcebibles por parte de la acción de los seres humanos y de las naciones.

Pero Yo no los invito estar en el conflicto, ni en la desesperación. Los invito, hijos Míos, a estar en la divina armonía de Dios. Por eso deben descubrir dentro de ustedes el valor de sus esencias, para que pueda volver a resplandecer el sentido de su existencia y el motivo superior que los trajo a esta vida y a este mundo.

Tomando conocimiento de todas esas cosas, hijos Míos, podrán vivir la Voluntad de Dios.

Mis Manos y Mi Corazón están llenas de Gracias para ser derramadas sobre el mundo y espero que sus esencias se puedan purificar y sublimar para ser merecedores de esa Gracia Divina, y tendrán todos los sentidos internos abiertos. Sus sentidos externos se aquietarán y se calmarán para poder percibir la realidad divina y el verdadero sentido que trae el Universo para estos tiempos y para la humanidad.

Deseo que siempre puedan hacer el bien en cada lugar y en todo momento, porque así, hijos Míos, permitirán que otras almas se curen y el sentido de muchas almas más cambiará sus vidas, y la vida de sus hermanos volverá a tener un sentido y un propósito para este tiempo.

Yo no les pido, hijos Míos, nada imposible. Pido lo que en verdad puedan alcanzar en este ciclo, pero es urgente que la humanidad tenga consciencia de lo que está haciendo, que todos los seres se puedan unir en el amor y en la verdad para que Dios no derrame Su Justicia sino su Infinita Misericordia, porque el Padre Celestial les ha dado todo y sigue dando todo a Sus hijos.

Necesitan responder a eso que reciben; por eso Yo les vengo a advertir en el nombre del amor para que sus caminos estén en el camino de Cristo, siempre velando por la Verdad, por la realidad superior y la consciencia que cada uno de ustedes debe descubrir en este tiempo.

No sientan temor por lo que hay más allá de este Universo material, porque hacia el Infinito, algún día sus consciencias deberán volar para poder fundirse con el Padre, con Su Fuente máxima de Gracia y de Amor, y así podrán vivir una síntesis de todo lo vivido y experimentado en este planeta.

Pero en este tiempo es necesario, hijos Míos, que sus dones puedan despertar, para que sus talentos estén al servicio de Dios.

Mediante el camino de la oración perseverante y constante. Irán transformando sus vidas, poco a poco y podrán algún día, mediante la Gracia de Dios, espejar hacia el mundo lo que verdaderamente son, desde donde surgieron para vivir esta experiencia de Redención y de Perdón.

Les invito, hijos Míos, a ingresar en la Escuela de la Verdad, ya que muchos de Mis hijos, los que antes estaban Conmigo, decidieron salir de esta Escuela. Pero como Madre paciente, amorosa y perseverante espero por todos Mis hijos, para que cada uno de ellos pueda ingresar en esa Escuela de la Verdad y así recibir el conocimiento que necesita para ennoblecer sus espíritus y cumplir la Misión que Dios les ha pedido en este planeta.

Eso es, principalmente, para la juventud, a la cual tengo mucho en cuenta para estos tiempos críticos. Porque la juventud trae ese puente hacia la renovación que permitirá traer la cura del Universo para todas las consciencias.

Yo le extiendo Mi Mano a toda la juventud del planeta para que se anime a conocerme y a sentirme, a descubrir quién es en verdad la Madre de Dios, la Madre que siempre los acompaña y los guía desde antes que ustedes tuvieran consciencia sobre su existencia.

Por eso en esta noche, hijos Míos, espejo el Gran Amor de Mi Corazón para todos los que necesitan de ayuda, de intercesión y de Gracia para estos tiempos.

Desde ahora agradezco a todos los que han acompañado esta peregrinación, sabiendo que no es solo una peregrinación material sino especialmente espiritual, que abraza a muchas consciencias, naciones y situaciones planetarias que se van desactivando, reconstruyendo y transformando para que todas esas situaciones estén todas dentro del Propósito de Dios y no del propósito de los hombres.

Depende de la humanidad la oportunidad de recibir una gran intervención divina. La respuesta de parte de los seres humanos será muy necesaria, para que esa ayuda universal pueda llegar a la Tierra y todo, absolutamente todo, se mantenga en el equilibrio.

Reciban cada una de Mis palabras como si fueran las últimas, porque sé como Madre que las necesitarán, para poder seguir caminando en esa trayectoria de la Tierra, rumbo al sagrado encuentro con el Redentor.

Por esa razón, también vengo aquí por los que hoy se consagrarán, por los que ya se consagraron una vez a Mi Inmaculado Corazón.

Este será el momento, hijos Míos, especialmente para los Hijos de María de todo el Brasil, de poder responder y corresponder al llamado de Dios en todo lo que es presentado y manifestado como Voluntad Divina. Eso evitará muchos acontecimientos en su país y las puertas de la Divina Misericordia se mantendrán abiertas sobre un pueblo y una nación, que fielmente es devota a la Madre de Dios.

Que se aproximen los que hoy se consagrarán como Hijos de María.

Preparándonos mediante el cántico de la consagración, haremos la renovación de nuestros votos a la Madre de Dios, asumiendo nuestro compromiso interior y espiritual con la Obra de los Mensajeros Divinos y el Padre Celestial.

Almas queridas de Dios, seres congregados en el nombre del Amor ante el Altar Sagrado de la Madre de Dios: Que sus almas hoy reciban esta bendición maternal que Yo les traigo.

Que sus corazones sientan el impulso de la paz, del amor y del bien, que hoy emite Mi Corazón Inmaculado, para que su compromiso ante Dios sea verdadero y persistente, para que aprendan a proteger sus vidas mediante el camino de la oración, del servicio por los demás y por los Reinos de la Naturaleza, para que en sus familias y hogares pueda despertar el principio de la Sagrada Familia, mediante actos de bondad, de caridad, de amor y de bien para con sus semejantes.

Hoy, su compromiso Conmigo será por todas las familias del Brasil y del mundo, para que en sus familias exista el oratorio dedicado a Mi Materno e Inmaculado Corazón, donde Mi Presencia pueda estar allí entre ustedes y en todos los hogares del mundo, especialmente en las familias que están divididas y separadas por el desamor.

El Brasil, como pueblo devoto a la Madre de Dios, tiene la posibilidad de realizar muchas obras. Por eso no Me canso de volver aquí una y otra vez, para poder bendecir a Mi pueblo querido, que siempre suplica a Dios por Su Amor y por Su Gracia, por Su Misericordia y por Su Compasión.

Hijos, Yo los amo y solo deseo que hagan el bien, para que el Bien de Dios esté en sus corazones y en el corazón de todos sus hermanos, a fin de que la maldad sea disuelta, los infiernos sean cerrados, para que las almas se liberen y reencuentren el camino hacia Dios.

Oremos. Y hoy oraré con ustedes, hijos Míos. al Padre Celestial. para que esta ofrenda que nace de sus corazones, sea recibida en Su Reino y Él les devuelva Su bálsamo de Paz, de Cura, de Amor y de Perdón, para que sus vidas a partir de ahora sean otras. Crean que eso es posible.

¡Recemos!

Padre Celestial ... ( x 3 veces)

Brasil siempre será el Edén, donde Dios colocará Sus Ojos para contemplar la transformación de Sus hijos y el cuidado de todos los Reinos, a fin de que siempre esté presente la paz, el amor y la unidad entre los seres.

Yo los bendigo y los consagro a todos como Mis hijos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que una lluvia de Amor y una Gracia espiritual descienda en este momento, no solo para bendecir al Brasil sino también a todos los Reinos, a todos los continentes y los océanos que están unidos a la Creación de Dios en perfecta unidad.

Hoy Me alegro por haberlos tenido aquí, porque hayan traído su ofrenda para Mi Corazón.

Hagan lo que les pido, oren todos los días y todo se transformará y se curará. Es algo muy simple, así algún día serán como Yo, bellos en el Amor y agradecidos en la Confianza.

¡Yo les agradezco!

Sigan adelante en el Camino del Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Alemania necesita reconsagrarse a Mi Inmaculado Corazón, para que pueda recibir más Gracias de las que hoy Yo les traigo. Pero hoy llevaré al Cielo y en Mi Corazón, el soplo de Amor de Mis hijos, que es lo que Me hace volver al mundo, una y otra vez.

Por eso Yo estoy aquí, hijos Míos, para que el soplo del amor de sus corazones llegue no solamente a Alemania, sino también a los lugares que más necesitan del Amor de Dios.

Es este Amor tan profundo y verdadero el que redimirá sus corazones y vidas, que los llevará a comprender los Misterios de Dios, para que algún día aprendan a cumplir Su Voluntad.

Hoy he sentido ese amor de sus corazones, de cada corazón presente, que Me ha confesado su amor por  Mi Corazón Inmaculado.

Deseo, hijos Míos, que siempre recuerden esto, porque es lo que disolverá aún más los errores que Alemania cometió en el pasado. Es este amor el que los llevará a amar aún más al Universo, para que algún día sean partícipes de todo lo que se guarda en la esencia de la vida universal.

Es este amor el que los llevará a amarlo todo de forma incondicional, el que los despertará al servicio por los más necesitados; porque la mayor razón del servicio aquí, en Alemania,  es por los que sufren espiritualmente, a pesar de tenerlo todo y  de nunca faltarles nada.

El sufrimiento espiritual aunque no les parezca, hijos Míos, es más fuerte que el sufrimiento material y humano, porque no hay nada que lo pueda disolver, sino el Amor de Dios, que una y otra vez debe surgir desde sus esencias para que este Amor colme sus vidas y espíritus, y así, colme al planeta, que tanto necesita del Amor de Dios para poder seguir adelante en estos tiempos definitivos.

Hoy, las leyes de la transmutación han actuado de forma diferente, porque primero donaron el amor de sus corazones y se entregaron a una voluntad desconocida e invencible.

Es esta Voluntad Divina e Infinita que está basada en el Amor de Dios, la que Me ha traído aquí, a Alemania, para traer a sus corazones lo renovador y lo nuevo, para que desde sus familias y pueblos aprendan los nuevos valores de la espiritualidad, basados en los atributos que Mi Corazón Inmaculado les ofrece para estos tiempos.

Por medio del camino del servicio y de la oración, hijos Míos, por medio de la comunión con Cristo y de la confesión diaria de sus corazones al Supremo Creador, es en donde encontrarán las llaves para poder transformarlo todo, porque aprenderán a vivir, hijos Míos, la espiritualidad que Dios había pensado desde el principio para Alemania y Europa.

Por eso hoy, hijos Míos, comienza un nuevo ciclo y sus corazones son partícipes de esa Gracia que hoy les traigo; Gracia que los intentará llevar aún más al despertar y a tomar consciencia de todo lo que Dios necesita para este tiempo y su humanidad.

Hijos Míos, la tarea aquí en Alemania recién ha comenzado; la tierra ha sido preparada; el Pastor la ha sembrado y la Madre Naturaleza la ha regado para que broten aquí nuevos principios de hermandad y de luz que ayudarán a disolver el pasado y a curar a los corazones de todo sufrimiento.

Por eso, hijos Míos, primero deben creer en el amor que hay en ustedes y dentro de ustedes. Ábranse a descubrir dentro de ustedes el Universo del Amor de Dios y la oración será el pilar fundamental en sus vidas para poder encontrarlo. Porque con esa comunicación diaria con el Cielo, sus Ángeles de la Guarda los ayudarán a encontrar el camino del amor, para finalmente encontrar el camino de la verdad que tanto necesitan saber y comprender a través de lo que sucede en sus vidas, día a día.

Por eso, hoy no solo Yo les extiendo Mi Mano para que se tomen fuerte, hijos Míos, para que no solo podamos unir el Cielo y la Tierra, el Universo de Dios y las almas, sino que también Yo les ofrezco Mi Corazón maternal para que por medio del fuego de Mi Espíritu, nuevos Dones puedan ingresar en ustedes en este momento y esto se expanda más allá de sus vidas y de su nación. Porque quien viva el llamado de la Madre Celestial, aprenderá a vivir la Voluntad de Dios en estos tiempos difíciles.

Por eso los invito a gestar entre ustedes, hijos de Alemania, esa unidad inquebrantable que ayudará a promover la Paz en los mundos internos y que traerá renovación a sus vidas y a todo su pueblo.

Hoy estoy aquí, ante ustedes, como la Señora del Santísimo Rosario para invitarlos a que por medio de su consagración en este día, la oración grupal sea la tónica para sus vidas; oración que puede curar niveles profundos de las almas de Alemania que aún están sufriendo las consecuencias del pasado y del presente.

Hoy Me ofrezco a ustedes como la Madre de la oración, para que ingresen a Mi escuela eterna, para que junto a los Ángeles del Cielo formen esta nueva escuela de oración, que en niveles tan silenciosos y profundos no solo podrá transformar Alemania, sino también a Europa, que tanto lo necesita.

Con esta respuesta que Me han dado su corazones para vivir la consagración de hoy, y también por aquellos que han venido de otras naciones para consagrarse, deseo, hijos Míos, que puedan percibir el fuego de su fe, que a pesar de ser desconocido, debe siempre llevarlos a concretar la Voluntad de Dios en sus vidas y en las naciones a las cuales pertenecen.

Este es Mi Mensaje para ustedes, hijos Míos. Deseo que sean embajadores de la paz y que promuevan la paz con acciones buenas, con acciones fraternas, con acciones pacíficas, que puedan renovar sus consciencias y a todos los que reciban ese servicio por parte de ustedes.

El mayor servicio espiritual de los grupos de oración de Alemania, será la ayuda, por medio de la oración y de la invocación a la Divina Misericordia de Mi Hijo, para todos aquellos hijos Míos que necesitan recibir una oportunidad en este tiempo final.

Hoy Me iré de aquí, hijos Míos, finalizando y cumpliendo una Misión, la que han vivido junto Conmigo en estos dos últimos meses y en la que todos fueron llevados a colaborar por amor y hermandad, para que Europa recibiera las Gracias que tanto necesitaba

Aún hay mucho trabajo por hacer, hijos Míos. Bélgica y Dinamarca también esperan por Mi ayuda algún día, así como Rusia, que necesita de mucha Misericordia.

Pero si los pilares de los grupos de oración se funden primero en Europa Oriental y Occidental, crearán las condiciones necesarias, hijos Míos, para que la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos llegue a aquellos lugares del mundo que también necesitan de Misericordia.

Desde ahora hijos Míos, nos estamos preparando para ese momento, así como también para llevar la paz y el amor que ustedes han recibido, hacia Asia y Oceanía. 

En este momento, ante la Iglesia Celestial de Cristo, que se abre desde el Universo Espiritual, la Madre del Cielo y de la Tierra, la Virgen de Schoenstatt, la Señora del Santísimo Rosario, invita a Sus hijos que hoy se consagrarán, a que se aproximen a este altar bendecido por Cristo para vivir este momento importante de consagración de sus almas a Mi Inmaculado Corazón.

Que a partir de este momento comience a escucharse el himno de su consagración.

Ustedes, hijos Míos, han definido ante Mi Corazón Inmaculado, formar parte de este primer ejército para Alemania, que también unirá a Austria y a Suiza, en esa triangulación divina y especial, por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y San José, los que a partir de este momento, en nombre de Dios y de Su Divino e Invencible Proyecto, se han ofrecido a esas tres naciones para llevar adelante un momento importante de conversión y de redención de esta parte de la humanidad, formando alegres y jubilosos grupos de oración que puedan llevar en sus corazones el amor que hoy les entregaré, para siempre.

Los hijos que hoy se consagrarán coloquen sus manos en señal de recepción.

Como Virgen de Schoenstatt y Señora del Santísimo Rosario, reciban de Mi Corazón Maternal esta Gracia que tanto han esperado en sus vidas, a fin de que esta Gracia se multiplique y llegue a los corazones que más sufren, por medio de su compromiso en esta vida de consagración al servicio de la oración por la humanidad.

Que el Señor derrame sobre ustedes Sus Dones y que los haga partícipes de Su Misericordia.

Que el Señor siempre les haga sentir Su confianza y plenitud, a fin de que miles de almas en Alemania reciban el impulso de despertar, por medio de su devoción y dedicación a la vida de la oración, a fin de que el Santo Rosario, poderosa arma contra el mal, se infunda en sus corazones y en el mundo, y renueve los tiempos en este planeta.

Pueden colocar sus manos sobre el corazón y agradecer a Dios por este día de consagración al Materno e Inmaculado Corazón de María.

Recuerden que siempre los escucharé; que siempre como Madre y Sierva de Dios escucharé sus oraciones, las que especialmente surgirán en este tiempo desde Alemania, Austria y Suiza.

Hoy los consagro como familia espiritual para que los Tres Sagrados Corazones estén presentes en ustedes y sus naciones.

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy llevarán estas rosas que estoy consagrando, como el testimonio de Mi Amor por ustedes, de un Amor eterno e invencible, de un Amor que comprende y acepta, de un Amor que no cuestiona, que no juzga. De un Amor de Mi Corazón que abraza, que cura y que redime, porque es Dios a través de Mi Corazón en sus vidas, para siempre.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Que la Paz siempre se encuentre aquí, en Alemania.

Que así sea.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN VIENA, AUSTRIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

No tengan miedo.

Soy la Reina de la Paz, la Virgen de Schoenstatt, Madre de todos los pueblos, Virgen de todas las culturas, Madre de todas las lenguas y Reina del Amor.

Vengo al mundo como la Madre del Universo, para retirar de sus corazones todo lo que los aparta del amor, todo lo que los aleja de Dios, todo lo que no es parte de Su Divino Plan.

Por eso he venido a Viena, para concluir la misión que Mi Hijo ha comenzado, para poner fin al sufrimiento de los seres humanos; especialmente aquellos sufrimientos que han marcado la historia de la humanidad y que nadie, nadie ha conseguido borrar.

Por eso vengo del Cielo, para anunciarles que Yo Soy su Madre, la Madre que ama a Sus hijos, Madre que comprende a la humanidad y a sus errores, Madre que ha venido al mundo muchas veces, para dar advertencias a la humanidad, para corregir a la humanidad, para llevarlos por el camino del amor.

Están a tiempo, hijos Míos, de vivir todo lo que Yo les prometo y les traigo, de transformar sus vidas según Mis designios, de formar parte de Mis comandos celestiales y de hacer de este planeta un planeta en redención, junto a todos los Reinos de la Naturaleza.

Recuerden entonces, hijos Míos, el incondicional servicio de su Ángel de la Guarda, que está allí, presente cerca de ustedes, para llevarlos de la mano al Designio de Dios, para retirarlos del camino del constante sufrimiento y de la agonía que muchas almas viven en muchos grados de la consciencia.

Por eso vengo, por medio de Mi Gracia, para concederles la Gracia de Dios, la que necesitarán para despertar la consciencia, la que precisarán para vivir en la vida los Principios de Dios conforme a Su Voluntad.

Quiero que abran sus consciencias al Universo y a todo lo que existe más allá de este planeta y de esta humanidad.

Los invito, hijos Míos, a mirar hacia lo Alto, a encontrar en el Infinito su historia y su origen, a reencontrar su camino según la Voluntad de Dios y hacer de este camino un camino sagrado, para que en ustedes y a tiempo despierten las virtudes de la Divinidad y estas sean parte del proyecto de la redención de la humanidad.

Vengo a abrir los ojos de sus consciencias superiores, buscando en todo este camino la unidad, la que los llevará a estar en la sabiduría, en la alegría de servir a Dios y sobre todo, en el camino de la fe.

Austria, como toda Europa Oriental, aún necesita cicatrizar sus heridas más profundas de la guerra.

Vengo a concederles Mi Gracia maternal a ustedes y a sus últimas generaciones para retirar el dolor de sus corazones, el odio o el rencor por haberse sentido aparentemente abandonados por Dios.

Pero Dios estuvo en ese momento contemplando a Sus hijos y Me envió al mundo en aquellos tiempos, para anunciar Mi Mensaje en Fátima, a fin de rescatar a muchas almas, a muchas familias que escaparon del sufrimiento y de los horrores de aquellos tiempos.

No quiero, hijos, hacerles recordar el pasado, sino sumergirlos por medio de Mi Corazón en el eterno presente, en donde encontrarán el Designio de Dios para cada una de sus vidas y consciencias.

Vengo a animarlos a renovar los tiempos y a hacer de estos tiempos grandes momentos de perdón y redención.

Los invito a seguir viviendo la Escuela de la Oración, porque con la oración en sus vidas y especialmente en sus corazones, podrán percibir, hijos Míos, cuál es el nuevo camino que deberán recorrer en este tiempo.

Por eso estoy aquí, con todos los ángeles del Universo, los que cantan el Gloria a Dios, para ofrecerles la consagración a Mi Inmaculado Corazón.

De esta forma, hijos Míos, en esta consagración tan simple, pero verdadera, que sus vidas Me pueden ofrecer en este momento, no solo podrán ayudar a sus familias, que también necesitan del perdón y del Amor de Dios, sino también ayudarán a toda Austria y más allá de ella, irradiando por medio de su consagración la renovación del tiempo y de la humanidad, de la que forma parte  Europa Oriental.

En este momento, ante la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, es concedido un nuevo paso a sus consciencias, que quieren ser llevadas por el camino del despertar, para que algún día bajo la aspiración de Mi Corazón se sientan motivados a servir al mundo y a su humanidad, extendiendo junto a su Madre Celeste esta red de Luz, de oración y de perdón.

Aún Europa necesita de mucha misericordia por todo lo que le debe a África y a América.
Los invito a convertir los errores de todos los tiempos en amor, así podrán ser corazones sinceros, que escuchen el Llamado de Dios y se animan a dar un paso en nombre del Amor.

Por eso les traigo la Paz, para que la Paz se conciba en sus vidas y para que la Paz triunfe en la humanidad.

Llegamos ahora al momento de su consagración.

Que suene la música de los Hijos de María, para que Yo pueda bendecir a los que hoy se consagrarán.

Y hoy llamo a Austria a la renovación y a la esperanza, a fin de que se alcance en este lugar el perdón y el amor en los corazones que más lo necesitan.

Ahora, hijos, que están a Mis Pies y que conocerán Mis misterios, háganme en el silencio de sus corazones una petición sincera, a fin de que Yo la pueda llevar a Dios para que se pueda cumplir según la Voluntad Divina.

Que esta petición no sea solo algo para sus vidas, que hoy se renuevan en el Espíritu Santo, sino también sea una petición por la humanidad, que clama por amor y alivio al sufrimiento. Que así sea.

Bendigo en el nombre de Mi Hijo esta agua, para que sean bautizados y bendecidos por el fuego del Espíritu Santo de la Madre de Dios y los talentos de sus corazones despierten en honra al Triunfo del Sagrado Corazón de Jesús. Amén.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Que la Paz y el Bien desciendan sobre Austria y todas las almas que aquí se congregan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE QUITO, ECUADOR, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

No tengan miedo. Yo, que estoy aquí, Soy su Madre, la Madre de la humanidad y de todos los pueblos de la Tierra.

Soy la Madre y Señora de la Sagrada Espada, aquella que lucha con el poder de la oración para destituir el mal sobre la superficie de este planeta.

Soy la Madre de todos los escudos y con ellos protejo a Mis hijos para que pronto ingresen al Reino de Dios.

Soy la Madre del Soberano Cetro de Dios y con Él hago descender a la Tierra la Voluntad del Altísimo, a fin de que las almas vivan la Sagrada Voluntad de Dios.

Soy la Madre de la Divina Corona de Luz y con ella ilumino los caminos de Mis hijos, atraigo hacia Mi Corazón a los espíritus perdidos, redimo a las consciencias caídas para que alcancen la redención y la paz.

Soy el Inmaculado Corazón de la Paz y, a través de Mi Corazón, le traigo al mundo la Misericordia de Dios, la que hará revivir en las almas su camino espiritual y su transformación interior, en estos tiempos críticos.

Con la dulzura de sus corazones, hoy puedo estar aquí y traer más Gracias para el mundo, no solo para sus vidas sino también para el planeta, el que sufre en varios lugares del mundo sin que nadie lo sepa.

Yo vengo aquí para traerles el designio de Dios, el que nunca antes habían conocido, así como Su Voluntad Sagrada, la que deben vivir en estos tiempos para agradar al Corazón de Dios y para llevar adelante Su Proyecto en esta Tierra; Proyecto Redentor y Liberador que pondrá fin al cautiverio humano y a la pérdida espiritual de muchas almas.

Aún las puertas a la Misericordia de Mi Hijo están abiertas, por eso hoy traigo entre Mis Manos el Santísimo Celestial que guarda el Sagrado Eucarístico Cuerpo de Cristo, para que sea venerado en el mundo, mucho más de lo que es venerado y adorado hasta ahora; para que sea considerado como el intermediario entre Dios y los hombres, como la última tabla de salvación para los que quieran salvarse y así, ingresar en el paraíso.

Yo vengo a traerles, a través de Mis Palabras, el ejemplo amoroso de la vida de Cristo, lo que Él testimonió para ustedes mientras estuvo aquí, en la Tierra, cerca de esta humanidad y de este pueblo, que se estaba perdiendo del Propósito de Dios y que por Su Presencia y Su Sacrificio, por Su Dolorosa Pasión y por Su Sangre, pudo salvar al mundo en aquellos tiempos. Ahora que Él ascendió a los Cielos, ustedes deben cumplir su promesa. Primero tienen que testimoniar a Cristo en sus corazones, para que Él pueda ser testimoniado por ustedes al mundo.

Es necesario, queridos hijos, vivir una vida correcta y digna en el Señor, tener ejemplos saludables y correctos para vivir una verdadera espiritualidad.

Es necesario, queridos hijos, retirarse de lo que es superfluo, de todo aquello que les quita la atención del Corazón de Mi Hijo, de la verdadera filiación con Dios y con Su Reino.

Es necesario, queridos hijos, vivir una vida de pacificación, primero dentro de sus familias y seres queridos, para que luego esta paz pueda ser irradiada al mundo, a los corazones que más necesitan de la Misericordia de Dios.

No solo busquen a Jesús en la Eucaristía sino también en la confesión diaria, en el ayuno, en la oración y sobre todo en el servicio a los más pobres de entre los pobres, porque si ustedes en este tiempo no los sirven, ¿quien los servirá y los ayudará a salir de la marginación y del sufrimiento?

Con esta misma Gracia que hoy les entrego a sus corazones, deseo ardientemente, queridos hijos, que Ecuador sea un pueblo de alto servicio, que pueda retransmitir por medio del servicio sus sagradas raíces de fraternidad y de amor entre los pueblos.

El primer paso para ustedes, queridos hijos, será la escuela de la oración.

El segundo paso será la escuela del servicio.

El tercer paso, queridos hijos, será su entrega y su consagración a Dios, a fin de que muchas almas más puedan consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús y a Mi Inmaculado Corazón.

Para poder decir hoy todas estas cosas tan simples pero verdaderas, Yo debo retirar el mal de la superficie de este planeta con la ayuda imperiosa y amorosa de los Ángeles de Dios, bajo el Comando Celestial de San Miguel Arcángel.

Crean que es posible, queridos hijos, el fin del cautiverio. Cada uno de ustedes, en algún grado, ha vivido un cautiverio espiritual o material. Como Madre de la Misericordia, como Madre de la Gracia y de la Luz, vengo a poner fin a esas cosas, mediante su ejercicio diario de oración y su consagración diaria a Mi Corazón Inmaculado.

Quisiera que abrieran las puertas de sus hogares para fundar nuevos grupos de oración, porque en los tiempos que llegarán, queridos hijos, el único refugio y salvación serán sus hogares, los que deberán convertirse en verdaderos templos de oración, para que Dios esté presente en todo momento y ante todo acontecimiento que llegará al mundo inesperadamente. Cerrarán las puertas de sus casas, cerrarán las ventanas de sus hogares, encenderán una vela para Mi Inmaculado Corazón, y se colocarán en círculo frente a Mi Altar para orar e implorar por este mundo, delante de todo lo que sucederá.

Y así pasarán los tres días de oscuridad, pero no deberán poner la atención en lo que sucederá en el mundo, sino en lo que debe estar vivo y resplandeciente dentro de ustedes, por medio de la oración y de la comunión con Mi Hijo, y así estarán protegidos.

Enseguida, llamarán a sus ángeles de la Guarda, por más que no sepan su nombre. Si fuera una gracia necesaria, sabrán cómo se llama su ángel de la guarda y así lo invocarán para que esté cerca de ustedes, como lo está hasta ahora, en servicio incondicional y silencioso, a fin de proteger a sus esencias de los asedios de Mi enemigo.

Así, con sus grupos de oración firmes y establecidos no solo en Ecuador, sino en el mundo, uniéndose como naciones en la oración, formarán parte de Mi ejército sobre la Tierra e ingresarán como miembros de la Luz, de los Sagrados Ejércitos Celestiales.

Formarán parte de los Comandos Divinos, aunque no sepan cómo funciona esto; pero por medio de su imploración y devoción a Mi Inmaculado Corazón, harán de esta tierra una Tierra Prometida., y por más que la Tierra pueda temblar, que los abismos se puedan abrir y que cosas espantosas aparezcan sobre la superficie de la Tierra, aunque la luna esté de color de sangre y el sol no los ilumine por tres días, no perecerán.

Sean valientes, queridos hijos, aférrense a Mi Manto, únanse a Mi Rosario de Luz porque Yo los protegeré. Esa es Mi Sagrada Tarea para el fin de los tiempos. Este fue el Sagrado Pedido de Cristo, a los pies de Su Sagrada Cruz, antes de que Él expirara.

No teman por lo que les digo. Es hora de abrir sus ojos, los ojos de la consciencia, para que puedan ver más allá de la ilusión material.

Digan esto a los sacerdotes y crean que todo lo que les digo es definitivo y determinante. Es momento de asumir la vida de oración de verdad y no solo orar una vez a la semana en la Sagrada Iglesia. Su oración debe ser diaria, en cada movimiento, en cada respiración, en cada nuevo acto, tanto en su trabajo como en su familia, mientras limpian, mientras cocinan y también en cuanto duermen.

Ofrezcan cada momento como una Sagrada Oración porque millones de almas en el mundo se están perdiendo diariamente, sobretodo aquellas madres que condenan a los no nacidos con el aborto. Que se arrepientan los que aún no se arrepintieron. La Fuente de la Divina Misericordia aún está abierta para todos. Deseo el bien para toda la humanidad, pero sé que hay un pueblo injusto mundialmente, un pueblo que hiere a los Reinos de la Naturaleza de una forma incontrolable.

Quisiera, queridos hijos, que aprendieran a cuidar de su casa, que es este sagrado planeta; que vivieran una educación sana, bajo el principio de la espiritualidad; que leyeran cosas buenas y no cosas que los contaminan todo el tiempo. Cuiden de sus pequeños hijos, ellos deben ser parte de una Nueva Humanidad y no de un modelo de perdición mundial. Motiven a sus familias a vivir la caridad, porque siempre estarán dentro del bien y de la paz. Imiten al ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, que es un ejemplo próximo y no lejano para todos .

Si viven todo lo que les pido, estarán dentro del Reino de Dios, y Mis Palabras no pasarán, sino que quedarán en sus corazones como pequeñas semillas de luz que los protegerán en el fin de estos tiempos.

Por eso vengo aquí, a Ecuador, con el motivo sagrado de consagrar nuevos hijos que se entregan a Mi Inmaculado Corazón.

Hoy vengo aquí a darles esta bendición especial por todo su pueblo, por toda su cultura, por sus principios primitivos que fueron tan positivos y buenos, por sus orígenes y por sus raíces, que deben seguir penetrando en lo profundo de la consciencia humana, para que el espíritu sagrado de la devoción y de la reverencia esté siempre en ustedes, como lo ha estado hasta ahora.

Los hijos de María se pueden poner de pie en donde están.

Agua para bendecir.

Y así como consagro a los que hoy dan el paso y que no me defraudarán, hoy consagro también a Ecuador para que mantenga su filiación interna con Cristo.

Con el mismo agua que bautizó a Jesús en el río Jordán, hoy bautizo espiritualmente a las almas que se consagran a Mi Inmaculado Corazón con el motivo principal de establecer el bien en el mundo y de revertir el mal sobre la Tierra, a fin de que se establezca la unidad entre los corazones y los pueblos; a fin de que como ustedes, puedan surgir nuevas almas consagradas que ayuden a tejer junto a la Madre de Dios ese Gran Manto de protección planetaria, el que hoy llevan sobre sus cuerpos como un acto de unión y de reparación por todos los cometidos que han herido el Corazón del Padre.

Que Ecuador reciba nuevamente esta consagración y que aquí se establezca el Propósito de Dios.

Y ahora, canten el himno de su consagración para que muchos más se consagren .

Que hoy esta agua que ha sido bendecida especialmente por Mi Corazón Maternal, sea una Fuente de Gracia derramada no solo sobre los que hoy se consagrarán, sino en todos los que aquí están presentes; los que, algún día, cuando estén más fortalecidos en la oración y en el servicio, se consagrarán a Mi Corazón. Recuerden que todos son Mis hijos y que Yo los amo como Mis hijos.

Hoy también bendigo, queridos hijos, estas rosas, que son el símbolo precioso de su oración interior, de su ofrenda verdadera a la Sagrada Madre de Dios, a la Señora de Guadalupe, a la Mujer vestida de Sol, la que une en este tiempo todo lo que está separado entre ustedes para que la cura universal se establezca en todos los que la necesitan.

Yo les agradezco por responder a Mi Llamado y los espero amorosamente el próximo día 28 para que Mi Obra se expanda aún más en el mundo y más Gracias sean derramadas en Ecuador.

Les agradezco.

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo Soy la Madre y Misionera Confederada. Soy la Señora de los Treinta y Tres.

Hoy vengo a su encuentro para anunciar a este pueblo Mi más especial petición, de que algún día se cumpla la Voluntad de Dios en toda esta nación y en todos los que la representen en el mundo, los que algún día espero que sean embajadores de la paz.

Uruguay tiene una misión importante que no puede omitir y es responsabilidad de todos Mis hijos, sobre todo de los dirigentes de esta nación, que ese propósito se cumpla.

Como sabemos hijos Míos, ese propósito fue alterado por la mano del hombre, pero no descansaré, porque de a poco y silenciosamente, su Madre Celeste y Señora de los Treinta y tres, hará consagrar esta nación a Su Propósito espiritual y divino.

El Cono Sur fue escogido para una gran misión y a Uruguay le corresponde una gran parte.

No es por acaso, queridos hijos, que Aurora se guarda aquí y desde aquí revela sus misterios.

Necesito que comprendan, hijos míos, cuán importante es ese propósito para Dios en este tiempo.

Por eso Soy su Madre Misionera y Confederada, porque en el Uruguay se debe alcanzar la confraternidad y esa confraternidad les hará libres de todos sus errores cometidos, de todos los débitos ocasionados, en este país y en este pueblo.

Vengo aquí para traerles un mensaje renovador, un nuevo Principio que debe ser gestado en la consciencia humana de los uruguayos. Eso les permitirá comprender con profundidad la Voluntad de Dios y a medida que sus pasos sean dados en dirección al Propósito, el país será más consciente de lo que debe curar, de lo que debe redimir, en lo que debe hacer penitencia y sobre todo, reparar ante nuestro Creador.

Ya que el propósito de Uruguay fue alterado, aún hay tiempo, querido hijos, por medio de su consagración a la Señora de los Treinta y tres; existe una chance definitiva que lleve a todo su pueblo a un gran despertar y a una gran redención.

Deseo, como Señora de este pueblo, retirar a este pueblo de su profunda somnolencia, de su profunda ilusión e indiferencia. En verdad les digo, queridos hijos, dependerá del esfuerzo de muy pocos, para que la gran misión se cumpla en este país.

No dejen de gestar en este pueblo los grupos de oración, los verdaderos grupos de oración que su Madre Celeste necesita para este tiempo. Que su compromiso no sea tibio sino verdadero, determinado y firme, para que Yo les pueda encomendar nuevos designios que el Padre Me ha dictado en Mi Corazón. Eso hará de Uruguay un país verdadero y consciente de sus responsabilidades y cometidos, buscando por encima de todo la igualdad espiritual y la comprensión entre las religiones .

Cuando digo que los grupos de oración deben ser verdaderos, es porque el compromiso debe ser más firme y verdadero y no casual. Eso hará del Uruguay un verdadero espejo de luz, que pueda reflejar lo que tanto Dios espera derramar sobre este país.

Este mismo Principio del cual hoy les hablo, queridos hijos, es el mismo diseño y es el mismo Propósito para otras naciones del mundo, que también deben redimir sus errores y abrir las puertas para el Sagrado Conocimiento Divino, que no vendrá de la mente de los hombres sino de los corazones puros, que por medio de la oración y de la comunión con Cristo, recibirán del Cielo los impulsos de luz que harán de esta tierra libre, finalmente libre.

Quiero retirar de la consciencia de los uruguayos la esclavitud espiritual permanente, un estado de consciencia en la cual se encuentra que es casi imperceptible, que la hipnotiza, que la hace inerte y que no le permite dar los pasos verdaderos hacia la Luz .

Hasta que la Aurora de Mi Corazón no sea reconocida, el pueblo permanecerá en sus errores y será el sacrificio de muy pocos, la transmutación de los mismos.

Necesito, hijos Míos, que con la apertura de nuevos grupos de oración en el Uruguay, una nueva consciencia se geste en el corazón de Mis hijos, para que más consciencias de este país reconozcan definitivamente la Voluntad de Dios; que hagan de este pueblo, el verdadero pueblo que fue en sus orígenes, desde la consciencia indígena hasta los primeros pobladores que vivían la Voluntad de Dios y la advocación a la Señora de los Treinta y Tres.

Si Yo fui la Patrona que independizó a su pueblo. ¿Qué podría hacer ahora, queridos hijos, si los corazones de los uruguayos Me recibieran en sus hogares y en sus familias y vivieran con devoción, con mucha fe, la consagración a la Señora de los Treinta yTres, la Santa Faz que los llevará a comprender Mi presencia en Aurora?

Aquí hay muchos misioneros que están dormidos. Por eso, Soy la Misionera Confederada  que viene a despertar a los que están en la somnolencia, a los que aún no han encontrado el camino de la Luz y de la Verdad.

Dios ha entregado esa Faz de la Señora de los Treinta y Tres para este pueblo, por Su gran e importante misión para el fin de estos tiempos, así como también el Padre ha revelado otras faces de Mi Corazón para otros pueblos, que es lo que necesitan para vivir su misión espiritual como nación y como pueblo. En verdad les digo que todo tiene un sentido espiritual.

La Señora de los Treinta y Tres desea que cumplan las promesas que una vez les dicté, hace algunos años, y que también cumplan los pedidos que Yo les he dictado, también hace algún tiempo. Aún estoy esperando por ello.

Cuando esos pedidos se cumplan, con todo el esfuerzo del corazón y de la vida, Uruguay tendrá nuevas oportunidades de poder despertar a todo lo que ha hecho, a los cometidos realizados, que han interferido en la evolución de esta parte de la humanidad .

Mientras eso no suceda, el sueño aún será muy profundo y difícil será el despertar y la inercia de este pueblo. Por eso entre los pocos que he llamado realizaré las grandes obras, así como Jesús llamó a los apóstoles para dar a conocer Su Evangelio al mundo entero, con muy pocos.

Necesito, queridos hijos, que no se aflijan por todo lo que hoy les digo. Soy la Señora de los Treinta y Tres y si hoy estoy aquí, es por una misión y un objetivo.

Vivan los tiempos de madurez como así Dios lo necesita y podrán apartarse definitivamente de la tibieza. Sus corazones estarán firmes y podrán cruzar las puertas que la Señora de los Treinta yTres abrirá, como última instancia para el Uruguay.

Por eso, Mi Obra primero se fortalecerá en el mundo entero antes que en el Uruguay, porque en verdad les digo, queridos hijos, que gran parte de los uruguayos se darán cuenta tarde de todo lo que han perdido.

Necesito que sean Mis embajadores de la paz por todos los rincones de este país y que se unan en un mismo propósito, en una misma sintonía, haciendo los esfuerzos necesarios para hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón en el Uruguay.

Aún espero seguir siendo la Patrona de su país, porque Yo no espero, queridos hijos, aunque muchos lo piensen, ser sustituida por otros ídolos que el propio país ha concebido como verdaderos, como parte de su irreal libertad.

Con ojos de misericordia miro este país, porque Dios Me ha enviado desde el Universo para descender sobre estas tierras, en este lugar lejano, en donde aparentemente nada sucede y nadie escucha Mi Voz. Pero en verdad es todo lo contrario. La Señora de los Treinta y Tres, la Madre y Señora Confederada, trabaja silenciosamente para que los corazones de este país sean arrebatados por el Amor de Mi Corazón, por la Gracia de Mi Espíritu, por la Santidad de Mi Alma.

El Uruguay deberá ser reconstruido muchas veces, hasta que las consciencias definan su camino.

Nadie estará libre del Juicio universal. Sabemos que ese tiempo se aproxima y que esa hora se acerca. Hagan oración y penitencia por los que no lo hacen en el Uruguay, por aquellos que transgreden la vida con los abortos y no saben lo que están haciendo, cuánto están hiriendo a la Creación con esa actitud y perversión humana.

Oren y hagan penitencia por los que aceptaron los ídolos de este mundo y de los que fragilizan a las almas y que hacen perder a los corazones el camino de la Luz.

Pero al fin de todo Mi Inmaculado Corazón triunfará y los que no pueden estar en la Nueva Tierra, estarán en otro lugar, viviendo desde el principio todos estos códigos que Yo les derramo, encuentro tras encuentro. Esas almas deberán aprender a ser merecedoras de la Misericordia de Dios, pero no descansaré. Su Madre y Misionera Confederada irá hasta el final para poder salvar la mayor cantidad de almas del Uruguay, antes de que todo se sumerja.

Pero si en verdad existiera un cambio radical, aceptando la Voluntad de Dios y viviendo un verdadero arrepentimiento, la mayoría no sufrirá las propias consecuencias de sus acciones y así, Mi Inmaculado Corazón intercederá, como intercedió una vez en Fátima por toda Europa, para que ella alcanzara un tiempo inexplicable de paz, aunque no la mereciera.

Cuando Yo ya no esté aquí entre ustedes, hijos Míos, deberán tener todas estas cosas presentes y claras, para que Mis Palabras no se las lleve el viento, sino que se siembren en sus corazones como códigos de vida, mostrando a Dios verdaderas acciones que quieran reconstruir su pueblo y su nación.

No teman decir al mundo que Yo estoy aquí. Imiten a los santos en ese camino de apostolado y de evangelización.

También estoy rezando, hijos Míos, por los obispos y los sacerdotes de su pueblo, para que algún día también alcancen el arrepentimiento y tomen consciencia de que aquí no he venido en vano.

Para testimoniar al mundo esta Obra de Misericordia, hoy consagraré nuevos Hijos de María, que representan a muchas naciones más en el mundo, que también serán precursores de la Obra de la Misericordia de Dios, por medio de su fidelidad, oración y fe.

Que vengan aquí.

Mientras los instrumentos tocan la melodía de su consagración, su Madre Celeste los bendecirá en esta noche y bendiciéndolos a todos ustedes, también bendecirá a este pueblo, para que viva el arquetipo de Dios; el Propósito Divino que algún día debe vivirse en los corazones de todos los uruguayos.

Hoy, la Madre y Señora de esta nación, la Señora de los Treinta y Tres, la Madre y Misionera Confederada, bendice sus espíritus, los espíritus de todos sus hermanos que alcancen el Propósito de Dios de forma verdadera y simple, viviendo acciones de caridad y de misericordia para con el mundo, actos de reconciliación y de paz entre todos los seres de la Tierra.

Hoy sus ángeles de la Guarda celebran este momento, y sus ángeles de la Guarda reciben en sus manos sus sagrados y verdaderos nombres para que su misión espiritual, hijos míos, se pueda concretar y realizar dentro de esta confraternidad, que Mi Corazón gesta entre todos los misioneros del mundo.

Que el espíritu de la hermandad los compenetre, los colme y les traiga a sus corazones el símbolo de la Unidad, para que la reconciliación en sus mundos internos se establezca, las faltas sean perdonadas, las heridas sean cicatrizadas y en sus corazones se encienda la Estrella de la Hermandad, aquella Estrella que repoblará la Tierra de seres de bondad y de luz, viviendo en unión con todo el Universo.

Los bendigo y los consagro como hijos y siervos de Mi Inmaculado Corazón. Que este paso que hoy dan sus vidas, sea el impulso para dar muchos pasos más en esta caminata al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo, Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Me elevo al Cielo implorando por el Uruguay, para que despierte a la Verdad.

Maratón de la Divina Misericordia
Aparición de Cristo Jesús durante la 54ª Maratón de la Divina Misericordia, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy, sus corazones serán perdonados y sus vidas serán renovadas, porque el Todopoderoso está llegando después de Su Hijo, para liberar al mundo de las tinieblas y la perdición.

Él viene a congregar a los espíritus que lo han amado y lo han honrado, que le han dado alabanzas a Su Nombre y a toda Su Creación.

Hoy estoy ante sus miserias más profundas, pero vengo a buscar su más grande amor, aquel amor que hoy Me entregaron y Me donaron, incondicionalmente, para que Yo pudiera estar aquí, entre los Míos y darles a comulgar de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, de Mi Espíritu y de Mi Divinidad.

Hoy, el Padre llega con Su Reino, Sus ángeles y arcángeles, con Sus coros celestiales, a bendecir la primera Cruz Azul. Y el soplo del Espíritu llegará a las almas y encenderá los corazones de un desconocido gozo que nunca vivieron.

Así como los Dones de Dios descendieron en el Cenáculo sobre los apóstoles y María, hoy los siete Dones del Espíritu Santo se congregan aquí para descender en sus corazones y esencias.

Entonces, compañeros, es un gran momento de renovación y de júbilo, en donde el pasado deberá borrarse de su consciencias y mentes, porque ahora sí podré caminar con los que están firmes, con los que han aprendido a salir de la tibieza y del desamor .

Ahora sí, podré caminar con los que han de ser justos, con los que aprenden a llevar adelante Mi Obra, con los que han dicho sí, a Mi Sagrado Corazón. En ellos no recostaré la cruz de las amarguras y del sufrimiento, sino la Cruz de Emmanuel, que es la Cruz de la victoria y de la elevación de la consciencia humana hacia el Reino de Dios.

Así, sus espíritus se elevarán y deberán creer, compañeros Míos, que sus penas se disolverán completamente, siempre y cuando den el permiso para ello.

Por eso, con esta dulzura que ahora brota de Mi Corazón, hoy no vengo a ver a los pecadores sino a los que se redimen y a los que caminan en el sendero de la transformación interior todos los días.

No crean, compañeros, que ganarán el Cielo mientras estén en la Tierra.

Han venido aquí, como la humanidad, para aprender a amar y perdonar, para aprender a vivir la compasión y la justicia en cada detalle.

Cuando eso se alcance, toda la humanidad estará libre de la adversidad y del pecado, y las puertas de los infiernos se cerrarán tantas veces como las ha cerrado Dios a través de Su Hijo y de Su Sierva Fiel, así como de San José.

Beban de este momento como un único momento que no se repetirá nunca más. Unir el Cielo y la Tierra, el Universo y la humanidad es algo grandioso que no sucede todos lo días.

El Padre no desciende al mundo desde que Yo ascendí a los Cielos. Imaginen, compañeros, cuánto tiempo ha pasado para que llegara este momento en donde los méritos de Mi Pasión y de Mi Cruz estarán grabados en el resplandor de la Cruz Azul.

Por eso, hoy he detenido a la tinieblas y a Mi adversario. Aquí está presente ante sus ojos la manifestación de la Voluntad de Dios y de Su divino Propósito. Y ustedes, en este momento, compañeros, están siendo llevados a ingresar en el espíritu de Emmanuel, en donde se encuentra la paz, la armonía, la cura y el perdón de todas sus faltas.

A esto se acrecienta la Luz de Aurora y su divino Rayo de Liberación, que hoy trabaja silencioso sin mover tantas leyes ni energías, sino en el interior de las consciencias y de los corazones que se abren para poder encontrarla.

Vean entonces, compañeros, como en este momento, el tiempo de la ilusión se detiene en una parte de este planeta e ingresa el Real Tiempo de Dios, para hacerles sentir en Su silencio, la unidad con todo el Cosmos y con toda la Vida universal.

Para eso los Resplandecientes, los Elohim, son los que abren las puertas entre los planos, para que el Padre descienda aquí con Su Espíritu.

El viento viene a limpiar el mal pensamiento de los ingratos, para que no los afecte, sino que prevalezca el Soplo del Espíritu de Dios sobre sus consciencias, en este momento.

En recogimiento y oración, vayamos al encuentro del Padre y de la bendición de la Cruz Azul.

Síganme.

Escucha Señor la voz de Tu pueblo. Escucha la voz de toda esta raza, que hoy se postra a Tus Pies para alabarte y glorificarte.

Escucha Emmanuel la voz de Tus hijos y llega a este mundo con todo Tu Poder y Esplendor, para que las tinieblas más impenetrables sean disipadas, para que los corazones se liberen de las cadenas de la perdición y de la ilusión y se establezcan los Cristos del Nuevo Tiempo; aquellos que vendrán de diferentes partes del mundo y se colocarán a los pies de Tu Cruz para esperar la llegada de Tu Hijo.

Escuchemos la Voz del Padre, que hoy no solo esta en los Cielos, sino también está aquí sobre Aurora, como el Sabio Creador de todo lo que existe, como el Padre de la Misericordia y de la Bondad, que en Su aspecto divino de Emmanuel llega a Sus hijos, para bendecirlos con Su Luz redentora y cósmica.

Mientras los Cielos se abren ante Ti Amado Señor, desciende con Tus Rayos el poder de la Creación y de toda la manifestación divina, para que se cumpla sobre este planeta Tu divino Pensamiento y las almas encuentren, finalmente, el camino del amor y de la reconciliación.


La Voz del Padre Eterno:

Amados hijos, escuchen a Su Padre.

Yo Soy el principio y Soy el fin.

Yo Soy el que Soy y vengo del Universo espiritual para congregarlos en Mi Amor y en Mi Justicia.

Los siete Ángeles Regentes que fueron convocados, que ahora desciendan y que se encienda la Cruz .

Hoy, el Padre del Amor bendice este símbolo, que unirá a los pueblos y a las naciones; que traerá la esperanza a los no redimidos y que dará la redención a todo el mal, para que triunfe el Amor de la Fuente; para que reine la Verdad y la Justicia.

Amados hijos, Yo los amo y los espero con Mis Brazos abiertos para que Mi Amado Hijo los lleve hacia Mí y puedan estar sentados a los pies de Mi Trono junto a los ángeles, para que cantemos Gloria y Aleluya.

Mientras sus ángeles de la guarda se postran al suelo, las penas más profundas son perdonadas y por medio de esta Cruz Azul se cumple un Propósito más de Dios sobre la superficie de este planeta.


La Voz de Cristo:

Hijos y compañeros Míos, para que la Luz de Emmanuel se haga visible entre las consciencias, entonemos Su Nombre sagrado, para que los ángeles derramen los códigos y los méritos alcanzados durante Mi Pasión y así se abran las puertas a las oportunidades y a las Gracias para todas las almas que buscan la unidad con el Padre y la Creación.

Hoy cantaré junto a ustedes el Nombre santo de Emmanuel.


Todos entonan Emmanuel.


Sientan sus corazones liberados del pasado, de las amarras y de las perversiones de la vida.

Sientan sus corazones llenos de la Luz de Emmanuel y comulguen del Padre, que hoy está aquí con Su Consciencia divina para traer la Paz a este mundo y también la Fuente de Su Compasión.

Y ahora, llamemos a los Nombres de Dios, para que los Ángeles Regentes, que fueron designados por el Universo, llenen esta Cruz con los códigos de la Divinidad de Su Amado Hijo.


Todos entonan los Nombres santos de Dios: Adonai, Emmanuel, Abba, Elí Elí, Yahvé, Shekinah, Elohim, El Shaddai, Iod He Vaud He.


Que esta renovación traiga para las consciencias la ampliación de sus caminos, en la consagración y en la fe, el ingreso por las puertas de la Misericordia al Reino de Emmanuel para que siempre aprendan a vivir y a cumplir Su Voluntad por más pequeña que sea.

Yo los bendigo, bajo la Luz Poderosa de Emmanuel abriendo en este Centro Sagrado el descenso de Su divino Espíritu para que las almas lo encuentren en su interior.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si el Padre, que está en los Cielos, se recoge en Su Silencio, también Su Hija y Sierva lo acompañará, así como todos los ángeles de la guarda.

Ese silencio es el único ejercicio de premeditación ante los acontecimientos que se avecinan.

Ese silencio habla en lo profundo de las consciencias, especialmente de aquellos que defraudaron el Plan de Dios y fueron muy injustos.

Ese silencio hará descender una justicia desconocida sobre el mundo y sobre aquellas almas que, con desprecio, tentaron a la ira de Dios.

El motivo de ese silencio hablará en el corazón de los humildes y fortalecerá el espíritu de los pacificadores.

Nada de lo que ha sucedido quedará sin Justicia, por el contrario, ahora, en este momento, los ángeles del Juicio serán los que actuarán según lo indicado por el Padre Eterno, al haber un gran desequilibrio por el fraude de aquellos a los que antes se les había confiado el Reino.

El Padre sabe que el ser humano es débil, pero también sabe que puede ser sincero y justo, a pesar de los pecados, y cuando ambas situaciones se contraponen debido a la voluntad del ser humano, se debe aplicar la Ley de la Justicia Divina y solo nos restará rezar para que sea suave y justa.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Yo Soy la Reina de los ángeles y, bajo Mi cuidado, tengo varias legiones y coros angélicos que protegen Conmigo la evolución del Plan de Dios.

Adonde Yo los envíe, ellos van y sirven silenciosamente a las almas, para guiarlas y que no pierdan el camino de regreso a la Casa del Padre.

Yo Soy la Reina de los ángeles y con Mi Presencia cuido a diversas legiones de ángeles que expresan linajes y virtudes que agradan a Dios, dones divinos que ayudan en la transmutación del planeta y de su humanidad.

Cada ángel de la guarda, que está unido a Mí por la oración del alma devota, Me anuncia cómo está el camino espiritual del ser al que acompaña desde hace bastante tiempo. Y esto es lo que el ángel de la guarda necesita para cumplir su misión en esta humanidad.

Los ángeles son altamente obedientes y solo viven un propósito.

Ellos no pueden escoger, son naturalmente serviciales y cumplen amorosamente los Designios de Dios.

Ellos trabajan día y noche por la redención del planeta y tienen la potestad de advertir y guiar a las almas que conscientemente se unen a ellos.

Ellos aman lo que hacen y buscan todo el tiempo poder llevar el bien a toda la raza, no importándoles el resultado o el precio de esto.

Los ángeles son capaces de proteger el mundo esencial de las almas si por alguna razón estuviera en peligro. Ellos pueden advertirles de cierto peligro a través tres llamadas internas, de las cuales la tercera define si el alma continuará encarnada o partirá de este mundo hacia una escuela mejor.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo del Cielo como la Señora del Apocalipsis, para decretar a través de Mis Palabras que el tiempo final se está aproximando y, nuevamente, el fin de un ciclo en el que la humanidad deberá estar aún más despierta para poder percibir los cambios, que no solo llegarán a la consciencia, sino también a la vida planetaria.

Soy la Señora del Apocalipsis, soy la que antecede al final del Omega, porque a partir de allí todo sucederá y nada más estará oculto.

Por eso, deben estar preparados para ese momento, con otra actitud a partir de la consciencia, porque así, esa actitud se reflejará en la vida material, y sabrán actuar con discernimiento y cautela en el momento de tomar decisiones y de llevar adelante el Plan de Mi Hijo.

No teman si ven a su alrededor a las fuerzas del caos moviéndose, actuando o interviniendo; es señal de que el fin está llegando y de que su neutralidad será importante para que, sin indiferencia, puedan hacer lo que deben hacer.

Este momento marca un tiempo inesperado para todos. La humanidad nunca pasó por esta transición y tampoco conoce de qué se trata.

Por eso, vengo a anunciar, como Señora del Apocalipsis, que todos Mis hijos deben estar despiertos en esta hora crucial para que, junto con sus Ángeles de la Guarda, puedan atravesar estos desiertos que se aproximan a la consciencia planetaria, en donde será muy necesaria la Misericordia de Dios.

Ya no teman por lo que se mueve dentro o fuera de ustedes, por lo que es impuro, imperfecto o infiel.

Aférrense a Mi Manto Solar, Yo los levantaré del suelo para que caminen junto con su Madre del Apocalipsis hacia la finalización de una etapa que recién ha comenzado.

Mientras tanto, mantengan un espíritu de esperanza y proyecten hacia el futuro todo lo bueno que podrá suceder cuando muchas más almas se rediman en Cristo y encuentren el sentido de sus vidas, para dejar de estar ciegas espiritualmente y encarceladas álmicamente.

Necesito que sustenten este Cetro que Yo les estoy entregando hoy, el Cetro de Dios, que moverá en este planeta todas las cosas antes de que retorne Mi amado Hijo, el Cristo.

Por eso, los apóstoles no pueden estar dispersos, perturbados ni tampoco alarmados por lo que sucede a su alrededor. 

En estos tiempos, deben mantener un espíritu de fe, de confianza y de amor para superar las pruebas que llegarán.

Sé que se han preguntado interiormente: ¿por qué Dios permite ciertas cosas, al punto de que las almas deban sufrir y pasar por duras pruebas?

Dios no es Quien causa el caos, sino la humanidad que es indiferente y está apartada del amor.

Ustedes, que ya han conocido cómo llegar a la Fuente, deben llegar a esa Fuente todos los días, porque si no sus espíritus se secarán y no estarán nutridos por el agua de vida que representa Mi Hijo en Su Divinidad.

Necesito que sean valientes y que aún sustenten con una mano el estandarte de Mi Paz y con la otra mano la espada redentora de Cristo; porque aún habrá que seguir luchando por un Plan que, en muchas mentes, no tiene más sentido.

Si Mi Hijo no hubiera permitido que lo derrotaran, aunque aparentemente haya sido así, Su Amor no hubiera triunfado.

Su entrega, Su incondicionalidad y Su Amor derrotaron a los enemigos; y venció el Plan, triunfando la Luz por encima de todas las tinieblas.

Abran sus ojos internos y sientan en sus corazones, profundamente, que están atravesando el momento más crucial de la pasión que vive la consciencia del planeta, que está agonizando al sentir que sus criaturas aún no viven el cambio.

Por eso, las corrientes del universo están actuando, y algunas llegan físicamente a ciertos lugares, para movilizar el estado de resistencia y del no cambio que viven algunas almas.

No piensen que están siendo castigados o que el Juicio de la Divinidad ya llegó, porque aún no se ha aproximado al mundo.

El propio caos lucha contra el propio caos; el mal se traga a sí mismo, luchando, batallando y debatiendo para saber quién tiene el primer puesto.

No permitan que los tiempos los atormenten, no dejen de mirar al sol que verdaderamente son, porque será necesario que él brille en estos tiempos de purificación y de pruebas.

Yo vengo a preparar el camino para la llegada de Mi Hijo, para el momento en el que todo estará permitido.

Realmente serán dichosos aquellos que, con suma confianza, se coloquen debajo de Mi Manto, para que su Madre Universal los pueda proteger.

Y ahora, vean a través de lo que viven en estos tiempos, que es necesario realizar un cambio interior.

No se sorprendan por lo que ven dentro de ustedes y a su alrededor. Es hora de que todo se expurgue hacia afuera a fin de que se cumpla el Proyecto de Cristo en la humanidad, y los nuevos rebaños se congreguen en la nueva Cena que celebrará el Señor.

Yo soy la Señora del Apocalipsis; y hoy vengo como Madre y Sacerdotisa de las almas que espejan, con sus oraciones, el Amor de Dios y que, tomadas de las manos junto a Mí, en un sagrado oratorio, proclaman la victoria de Cristo y Su Retorno al mundo en estos tiempos que llegarán.

Que sus labios nunca se cansen de proclamar la fe, que su camino sea pleno de Gracias y que abran sus sentidos internos para poder percibir la realidad que acongoja al mundo y lo sumerge en un profundo dolor.

No teman, ya no teman. Yo estoy aquí y soy su Madre. Es momento de que confirmen su confianza en Mi Corazón Inmaculado.

Cuando las aguas de los mares están turbulentas es señal de que todos deben estar unidos bajo el mismo propósito. Y es ese propósito y ese fin que los protegerá, porque el propósito siempre debe ser amor, servicio y entrega para que muchos más se beneficien con esto. 

Hoy tengo entre Mis manos el Libro del Apocalipsis, y su Madre Celeste lee las revelaciones que en él se encuentran y que aún la humanidad no ha conocido, que son las revelaciones escritas con las palabras de Juan.

Son las señales que él ha visto hace tanto tiempo y que se están manifestando en la humanidad, en esta era para que, finalmente, surja el cambio y todos puedan llegar a la Fuente y comulgar de Dios.

Sientan que estas escrituras se están proyectando en la humanidad y que el dragón de fuego está saliendo de su abismo. Esto indica que Cristo está retornando, aunque no lo parezca.

En seguida verán a San Gabriel Arcángel abriendo el último sello, de los siete que existen, para mostrarle al mundo que la última etapa de la redención se aproxima y que todo lo que está en el abismo será colocado en juicio ante el Creador. Mientras tanto, mantengan su neutralidad permanente e invoquen el poder del Amor para que sepan socorrer a sus semejantes.

Mientras el último sello se abre no dejen de orar ni siquiera por un momento. Llegó la hora de que su pensamiento esté elevado de forma continua y constante. Llegó la hora de que sus sentimientos, pensamientos y acciones sean pura oración, porque así estarán siempre protegidos por el Manto de su Madre Celeste.

Si algunas cosas hoy suceden a su alrededor, recuerden que por detrás de todo existe un Propósito.

Abracen el cambio y esas cosas terminarán; el sufrimiento se disolverá de la nada; florecerá la fortaleza, la sabiduría y la esperanza que muchos necesitan; y podrán caminar libres de sus amarras y cadenas. Sus pies llegarán hacia lo más alto de la montaña, donde Cristo posará Sus Pies como Luz Solar, para declarar al mundo que Él ya ha llegado a poner fin a todo lo que se ha destruido. 

Y Sus Arcángeles elevarán los Cálices a Dios, ofreciendo este nuevo sacrificio por la humanidad.

Los que han sido mártires, corderos, los que han sido desterrados de su patria o de su misión serán reconocidos.

Cristo Jesús, a través de Su Corazón, entregará Su gran Estrella al mundo para sembrar en la Tierra los nuevos principios de Luz, los cristales de la redención que sustentarán a la nueva raza en el surgimiento de una Nueva Humanidad. Para que todo eso se cumpla, deben pasar por este ciclo, queridos hijos.

Cuando el lobo esté queriendo cazar a las ovejas del Pastor será señal de que el Redentor estará llegando con pasos firmes y silentes al mundo para derrotar a su enemigo y disolverlo en la Fuente del Amor.

Que sus ojos no dejen de mirar al cielo e implorar con oraciones.

Que sus actos sean verdaderos y no mezquinos.

Que su sentimiento sea, cada vez más, amar, amar y amar hasta que sus seres se rindan en la energía crística.

Y así, los que han venido del universo, enviados por los Señores de la Ley, finalmente, se redimirán. Entregarán sus cascos, espadas y estrellas a los Pies de Cristo; y ya no será necesario batallar para conquistar la Verdad y el Amor de la Fuente; porque su Señor, el Maestro entre los maestros, los liberará del pasado y sus esencias se encenderán cuando reconozcan la Presencia de Cristo.

Esto es todo lo que está en el Libro del Apocalipsis, algo que Juan no ha escrito, por más que lo haya visto, porque no era momento de que la humanidad lo conociera.

Pero ahora, Yo que soy su Profetisa y Sacerdotisa, al servicio eterno de Mi amado Hijo, vengo a anunciar los nuevos tiempos, las nuevas metas y los nuevos principios, para que las almas se aferren a ellos y no se dejen llevar por la tribulación, porque San Miguel retornará.

San Miguel Arcángel retornará en su estado de resplandecencia para que, con su espada de Justicia y de Luz, extirpe lo que ha ocasionado el dolor y el sufrimiento en la humanidad; y las ilusiones del mundo se disolverán, las almas sentirán un amor crístico desconocido y, finalmente, los soles en la Tierra brillarán para formar parte, junto con este mundo, de la Confraternidad Universal.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Todo lo que les revelo, en este día, es parte de una Voluntad Celestial, Divina, de Aquel que Me envió al mundo.

Llego con el Libro del Apocalipsis, hijos Míos, para fortalecer la fe y la esperanza en sus corazones; porque el mundo se purifica y aún se purificará más intensamente, y todos Mis hijos habrán de vivir esa purificación.

Sin embargo, en su interior Mis palabras resonarán como una fortaleza y una esperanza que estarán en el horizonte de sus vidas, como algo que se cumplirá, una Verdad que se manifestará después de que el caos y el mal emerjan en este mundo con todo su falso poder.

Hoy, vengo a enseñarles a no observar los acontecimientos del mundo solo con ojos humanos, sino que los ojos de sus espíritus y de sus corazones estén abiertos para comprender los acontecimientos y para hacer que otros comprendan que la Justicia de Dios no es un castigo, que la purificación del planeta no es el fin de la humanidad, sino el fin de la degeneración humana.

Es el comienzo de un nuevo ciclo, de una nueva era, en donde la indiferencia y la falta de amor ya no podrán existir en las consciencias. Y aquellos que no puedan vivir la Ley, manifestarla y expresarla en sus vidas, serán conducidos a otros mundos, a otros espacios, en donde podrán aprender según su consciencia y sus elecciones en esta Tierra.

Todo será encaminado hacia donde deberá estar. Nada quedará fuera de lugar, porque la Ley de Dios vendrá a enderezar los caminos de los hombres, para que ellos encuentren la senda para retornar.

Cuando el caos y el mal emerjan delante de sus ojos, recuerden Mis palabras, recuerden su misión y su propósito en esta Tierra. Porque lo que construí dentro de ustedes se transformará en herramientas para que puedan actuar en estos tiempos. Herramientas que se expresan a través de la paz, de la neutralidad, de la compasión y de la Misericordia para los que están perdidos y distantes de Dios.

Fortalezcan, hijos Míos, todo lo que les entregué. Descubran, dentro de ustedes, estas herramientas de Luz que se expresan a través de las virtudes para que, en el momento correcto, sepan encontrarlas en su interior.

Hoy, pensarán que su transformación es rigurosa y que los cambios son intensos para que la consciencia acompañe al ciclo del planeta. Pero pronto comprenderán que todo lo que Dios les pide tiene un principio y una finalidad superior, que verán manifestarse cuando llegue la hora de que Mi Hijo los encuentre prontos, dispuestos a unirse a Él, para que tenga compañeros con los cuales contar cuando llegue al mundo.

Su resplandecencia será absoluta y Su brillo será visible para todos los ojos humanos.

Sin embargo, muchos hijos Míos temerán mirarlo, seguirlo y recibirlo en este mundo; porque no se sentirán dignos de recibir Su perdón, porque verán emerger sus errores y las consecuencias de su indiferencia.

Por eso, hoy les pido que, comprometidos con el Plan Superior, preparen sus corazones y los fortalezcan, no solo para cruzar los tiempos de mayor tribulación, sino para que tengan el valor y la humildad de mirar a los Ojos de Cristo, cuando Sus Pies pisen la Tierra.

Que tengan la humildad de recibir Su perdón y de ser colmados por Su Misericordia, para que Él los transforme definitivamente y les muestre su verdadera faz, aquello que ustedes son como parte de una Voluntad Divina y que, de esa forma, hijos Míos, una molécula de la Consciencia de Cristo ingrese en su interior y los haga partícipes de un nuevo tiempo, de una nueva raza que se construirá con esfuerzo, con renuncia y con un profundo amor que no proviene de esta Tierra, sino de lo más íntimo del Corazón de Dios.

Quiero hoy, renovar a todos Mis hijos, a todos los Hijos de María, para que jamás teman vestir Mi Manto, para que den testimonio de Mi Presencia; que jamás nieguen que son consagrados a Mi Inmaculado Corazón, que venzan el miedo con la potencia del amor y que den testimonio de la transformación que la oración hizo en sus vidas.

Con esto, hijos, les dejo una advertencia, pero también una Gracia para que perseveren y sean dignos de ver cumplirse cada una de Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Súplica de la Sagrada Madre y Señora del Apocalipsis al Padre Celestial

Escucha, Señor, la voz de Tu Sierva y Esclava,
que quiere amorosamente interceder por Tus hijos más perdidos.

Escucha la voz de los que claman por una oportunidad
 y que, en estos tiempos, nada reciben en su mundo interior.

Vengo a ofrecerme como un Sol para iluminar los abismos
y elevar a Tus estrellas caídas hacia el Universo Celestial.

Derramo Mis Rayos de Gracia sobre el mundo,
para que las almas capten Mis sentimientos más profundos
de amor y maternidad.

Hoy, coloco en Mis brazos, Señor, a los que más necesitan de Ti.

Hoy, contemplo a través de Mis ojos
las heridas internas de todos Mis hijos,
y con la caricia que Yo les doy a través de Mis manos,
calmo y sereno a todo lo que perturba y trae tribulación.

A través de Mi abrazo, los coloco cerca de Mi pecho
para que sientan el calor de una buena y humilde Madre,
para que sientan Su Corazón Inmaculado palpitar infinitamente,
así como vibra todo el universo, en su creación y existencia.

Hoy, disuelvo las amarguras de los corazones y establezco Mi Paz
en aquellos que la han pedido con tanto fervor y oración.

Construyo las bases de una nueva vida,
traigo a esta civilización la oportunidad de amar
 hasta que todos se sientan uno,
y Cristo los encuentre en comunión eterna.

Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN LA CIUDAD DE LISBOA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy, Mi Corazón pulsa de amor, el amor recibido de Sus hijos. Por eso Él pulsa intensamente para traer al mundo la Paz.

Es este Corazón humilde que refugia a todas las almas, el que trae, para estos tiempos, el camino, el puente hacia la salvación, en Cristo Redentor.

Este Corazón siempre les trae lo nuevo, porque es un Corazón que vive el Plan de Dios y que invita a los corazones de todo el mundo a unirse a esta propuesta de luz y de hermandad.

Hoy traigo la Luz que sus corazones concibieron en el Mío. Para ustedes, esto les parecerá un misterio, pero en verdad es posible cuando sus voces se unen a la Mía en oración. Así se cumple este misterio que aún puede ser más profundo, cuando la oración es hecha con amor y de corazón.

Con esto les muestro, queridos hijos, cómo en estos tiempos de crisis planetaria, sus almas y espíritus se pueden expandir en la Consciencia de Dios a través de Mi Corazón, que hoy pulsa por el mundo. Y habiendo sentido la respuesta de sus corazones a la súplica de la Madre de Dios, es este Corazón humilde y pacífico el que les abre las puertas hacia realidades sutiles, en donde pueden vivir las consciencias, que sólo buscan estar en Dios todo el tiempo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, que la Madre de Dios hoy les concede la aproximación hacia Universos Mayores, en donde la Vida divina, el Amor supremo y la Unidad fraterna habitan, y son como una fuente inagotable que renueva a las almas y consciencias que allí existen para solo servir a Dios y aspirar cumplir con Su Voluntad.

Hoy a través de Mi Consciencia Maternal, elevo sus almas hacia las estrellas, en donde habitan millones de soles y muchas consciencias, que viven esa confraternidad con el Padre, con el Hijo y el Espíritu Santo.

Ingresen a través de Mi Corazón hacia esa realidad y vean delante de ustedes, en los planos internos, un luminoso camino guiado por los ángeles, que los conduce hacia esas realidades sutiles, en donde están la Unidad y el Amor, como atributos principales de la Creación.

Sigan ese camino, queridos hijos, con sus mentes y corazones. Coloquen la atención en Mi Inmaculado Corazón y vean como Él abre las puertas entre las dimensiones e ingresa a sus espíritus en el Tiempo Real. Sientan cómo todo es Uno; cómo sus almas y consciencias pueden estar unidos a Dios en una perfecta armonía y silencio.

Ahora, teniendo como referencia la Luz de Mi Inmaculado Corazón que ilumina ese camino hacia los mundos sutiles, sigan a su Madre Celeste por esa senda, en compañía de sus ángeles de la guarda.

Sientan en sus pechos una gran estrella de luz, dorada y brillante, de seis puntas. Dentro de esa estrella sientan ahora, su esencia interior, su verdadero origen y existencia, lo que siempre han querido saber de ustedes mismos, en este planeta y dentro de esta humanidad.

Siéntanse limpios y puros, conducidos por la mano de su Madre Celestial, camino hacia la Fuente Primordial. Sientan cómo se elevan sus seres; cómo todo queda liviano, porque existe la vibración de la Paz, lo que siempre han buscado y tanto les ha costado encontrar.

Pero ahora que están a Mi lado, como Mis hijos, Mis orantes y Mis siervos, tómense fuerte de Mi mano maternal. Tómense de Mi manto; colóquense debajo de él, así Yo los abrazaré y los conduciré sin miedo hacia su verdadera consciencia, hacia su verdadera realidad, que habita en lo profundo de cada alma.

Sigan caminando en confianza. Vean al lado de ese camino, las rosas de luz, que se abren y despuntan a los rayos del sol. Vean cómo esas rosas son las oraciones de todos Mis hijos que crean ese puente y ese camino hacia la Fuente Primordial, en donde existe el verdadero origen y la sublime alianza entre las consciencias y Dios.

Sigan a su Madre Celeste y vean en el final de ese camino, un gran portal que se abre en su universo interior. Véanlo como un gran horizonte, como un precioso atardecer que los ilumina y los nutre completamente. Vean cómo los ángeles abren ese portal para que las almas y espíritus ingresen en la morada de los simples, de los humildes, de los que pueden ser puros en Dios.

Crucen con su Madre Celeste ese gran portal para encontrar la vivencia del amor y de la fraternidad. Háganlo, queridos hijos, por todos los que niegan a Dios, por los que están olvidados y los que están perdidos de su camino espiritual y de su origen.

Vean, a través de este portal, una gran escalera de luz al Cielo. Vean, en lo más alto de esa Escalera, en su infinito y en su horizonte, la Consciencia de Dios, nuestro amado Adonai, irradiando Su Luz y Sus códigos a toda la Creación. Elevémonos a través de esa escalera de luz.

Sigamos en confianza adelante, porque sólo los quiero llevar a la Paz, al encuentro con su verdadero ser, con su verdadera existencia, que espera emerger en estos tiempos para gobernar sus vidas y sus esencias.

Siéntanse libres, a través de Mi intercesión, de todas las energías capitales, de todos los estímulos externos, de toda la vida superficial y material. Ahora son sus almas que están a las puertas de la Casa de Dios. No teman subir esa escalera. Den los pasos porque Yo los ayudaré. Soy su Madre Celestial y sólo quiero el bien para Mis hijos, que todos puedan vivir a Dios como Yo lo vivo.

Ya estamos en lo alto de esa escalera, próximos al horizonte de Dios. Veamos delante nuestro, un gran lago de luz, en profunda quietud y silencio. Veamos ese lago de color dorado, que brilla e irradia las leyes creadoras de Dios para todas las esencias que existen más allá de este Universo.

Ahora, miren a su Madre Celestial, frente a ese lago dorado de luz y permanezcan delante de él, así como permanece su Madre Celeste, en una perfecta sintonía y unión.

Vean ahora, emerger de ese lago una gran Esfera de Luz, más brillante que el Sol. Vean cómo esa Esfera de Luz se eleva por encima de ese lago de luz y cómo los ángeles a su alrededor, entonan alabanzas y cánticos de alegría al Todopoderoso:
 

¡Elohim, Elohim, Elah!, ¡Padre, Padre, aquí estoy!
 

Y ahora, ante esa Esfera de Luz y para que Ella se aproxime a sus consciencias, alabaremos al Todopoderoso, junto a Sus ángeles y arcángeles, decretando Su Nombre a través del Kodoish melódico. Nos mantenemos en quietud.

Y vamos a recibir ahora, queridos hijos, en nuestras manos, esa parte de Dios que cada alma necesita en este planeta y en esta humanidad, para poder vivirlo, para poder sentirlo y para poder cumplir con Su divina Voluntad.

Y ahora, queridos hijos, lleven sus manos hacia el corazón. Repitamos:
 

Sagrada unidad de Dios,
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unificanos en profunda fraternidad.
Amén.

 

Veamos cómo esta gran Esfera de Luz, la Consciencia de Adonai, se recoge dentro de ese lago. Los ángeles se postran con sus cabezas al suelo para reverenciarlo, para adorarlo, para glorificarlo, al igual que su Madre Celeste, que se postra al suelo para agradecerle infinitamente.

Reverenciemos a Dios.

Y ahora queridos hijos, así como hemos llegado hacia ese lugar, así retornaremos, hacia este lugar, en donde Yo Me encuentro con ustedes, para entregarles y donarles la instrucción de la Luz.

Bajemos por esa Escalera; veamos a su derecha y a su izquierda a los ángeles del amor; sintamos su presencia mientras Yo los conduzco, en dirección hacia ese portal, por donde hemos ingresado con el alma, a través del corazón, del espíritu de cada ser.

Veamos ese portal cerca de nosotros, así como la estrella de Luz en sus pechos, más brillante que el sol, en confraternidad y devoción.

Crucemos ese portal y veamos el camino que nos conducirá hacia este lugar, en la perfecta Unidad de Dios. Sintamos a nuestro lado al ángel de la guarda, tomándolos de la mano para conducirlos hasta aquí. Veamos cómo sus almas ingresan de nuevo a sus consciencias materiales. Sientan la vibración del Creador. Ya no pueden ser los mismos, al haberlo recibido en su universo interior.

Hoy les dejo este mensaje, esta experiencia de amor por todos los que no la tienen y que no la pueden vivir en estos tiempos. Sean bienvenidos ahora, al Universo de la confraternidad.

Me he tomado este tiempo hoy, con ustedes, por todas las almas del mundo. Deseo ardientemente que sigan acompañando a su Madre Celeste, en esta Sagrada Misión de Amor y de Liberación de la humanidad.

Con la autoridad celestial del Universo y del Todopoderoso, Yo los bendigo, y consagro también a los nuevos Hijos de María, por todos los hijos que vendrán. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Damos gracias a Dios por haber permitido a su Madre Celestial visitar nuevamente Portugal para derramar Sus Gracias, el Amor y la Cura en este lugar y para todo el planeta.

Cantemos “Maravillas”, porque esto es una maravilla de Dios, en todas las almas, para estos tiempos de transición; esto es obra de la Gracia y de la Misericordia de Dios, a través de los Sagrados Corazones.

Les agradezco infinitamente. Amén.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Después de que Jesús curó la ceguera de una pobre y simple mujer, acordó con las doce santas mujeres que acompañaban a Mi Divina Consciencia, que se encontrarían el domingo de noche en la casa de una de ellas, para terminar de preparar la gran tarea que Él realizaría por la humanidad: Su Divina Pasión.

Las doce santas mujeres, después de haberse desposado con Jesús en Betania, salieron en peregrinación por otro camino que las conducía hasta Jerusalén. Con oraciones, ayunos y sacrificios, las santas mujeres, junto con María y durante el camino a Jerusalén, comenzaron a vivir éxtasis inexplicables, lo que las hacía más conscientes de la Pasión que viviría su Santo Esposo Espiritual.

Mi Divina Consciencia fue relatando a lo largo de la peregrinación, las visiones que el Padre Eterno, a través del Arcángel Gabriel, Me enviaba sobre el duro momento y sobre la agonía que viviría Cristo.

Sin saberlo, las doce santas mujeres, que caminaban rezando y ayunando hacia Jerusalén, comenzaron a vivir de una forma anticipada la Pasión de Jesús.

El día domingo por la noche, ellas recibieron del propio Jesús, y a través del legado que dejaría Mi Divina Consciencia, todos los detalles sobre la preparación de la Última Cena. Percibieron las indicaciones para esa ceremonia por intermedio de sueños y por directa orientación de sus ángeles de la guarda.

Eso permitió que estuvieran en comunión perpetua con el Sagrado Corazón de Jesús, hecho que, en el final de los tiempos, repercutiría en todo el género femenino.

Antes de llegar a Jerusalén, las santas mujeres le declararon a María la unión interna con Su Corazón de Madre y le confirmaron que compartirían, con Ella y por Ella, todos los martirios y dolores que la Santa Madre viviría con el fin de aliviar a Su Amadísimo Hijo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los unifica,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Hoy estoy aquí en representación de Mi amado esposo San José. Y esto significa para Mí y para todo el universo que, finalmente San José, como Consciencia divina y universal, está trabajando en todo el planeta y con toda Su Consciencia en este mismo momento.

Ustedes, a través de estos pasos que han dado, siguiendo Su Santa Instrucción de amor permitieron que San José, Mi amado esposo, en este aniversario no solo acogiera a sus corazones, sino también acogiera al sufrimiento del planeta, que es muy grande, inmenso.

Mediten sobre lo que hoy les digo, porque la Jerarquía espiritual necesita encontrarlos en este punto todos los días.

En nombre de Mi Hijo y de Mi amado esposo San José, unida al amor que brota desde Aurora, consagraré estos elementos, que los ángeles que hoy Me acompañan transubstanciarán por la potestad que les ha dado Cristo.

Por eso les pido que, en este momento, llamen en su interior al Ángel de la Guarda para que él participe de este Sacramento y sus almas nuevamente se vean beneficiadas por esta Gracia.

Todo esto es posible. La Obra de los Mensajeros Divinos es posible, no solamente por su adhesión inmediata, consecuente y firme, sino también por la Gracia de Dios, por obra de Su Santo Espíritu.

Adonai está observándolos. Contemplen Su inmenso Amor e ingresen en Su océano de Gracia, porque allí todo se reparará y las almas serán restauradas por la Presencia de los Sagrados Corazones.

Que en el próximo diecinueve de marzo de dos mil dieciocho, San José, como Padre de la instrucción y de las almas, nuevamente esté libre para poder trabajar con la consciencia humana, a las puertas de esta gran transición.

Si sus almas son misioneras, San José podrá trabajar con muchas más almas, llegar a aquellos rincones de la Tierra en donde no existe la luz ni el amor.

Ustedes, en este día, sean fuente de prodigios, para que San José expanda Su Consciencia en el mundo y la humanidad, y los Reinos de la Naturaleza también se puedan salvar.

Estaré, a través de este acto, muy agradecida por su consideración.

Consagraremos.

Hoy Mi Corazón Inmaculado llamará a dos almas peregrinas que han viajado desde muy lejos para encontrarme aquí, y que han sido trabajadas por esta Obra divina desde hace algunos años.

Vean así, queridos hijos, cuán importante es su responsabilidad delante del Plan, porque muchas almas esperan despertar a estos mismos impulsos divinos que les trae San José.

 

Canción: "Adonai, Espíritu Santo".

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Escuchemos la oración que está haciendo María por nosotros y el mundo.

 

“Santo Padre del Amor, no veas los errores que existen en la Tierra, sino las virtudes que nacen de los corazones simples, de las almas que se abren para reconocer Tu Presencia.

Repara cada rincón, en las consciencias, que haya sido infiltrado por el mal. Te pido, Padre Santo, que Te apiades de aquellos que están Contigo todo el tiempo. No mires sus faltas ni cometidos, sino la grandeza infinita de Tu Amor que se enciende en los corazones que vivifican Tu Espíritu.

Que esta Comunión represente la experiencia de la Pasión de Nuestro Señor en cada ser; de Aquel que Tú has enviado a gestar en Mi vientre, para que pudiera nacer la Misericordia en la humanidad.

Imploro, amado Padre, por la autoridad divina que Me has dado, unida al Sagrado Corazón de Jesús y al venerable Corazón de San José, Mi amado esposo, para que esta Sagrada Unidad instituya Tu Plan en la Tierra y las almas se liberen del pecado, de la arrogancia y del orgullo que los separa de Tu Amor.

Invade, Padre Mío, cada consciencia con Tus Dones y en la Tierra se reflejen los espejos que existen en todas las almas.

Que así sea”.

Les agradezco por responder a Mi llamado y al llamado de San José.

¡Gracias, Adonai, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Y ahora, desde aquí, a los pies del altar de San José, vamos a escuchar Sus sagradas Palabras, en el Mensaje entregado a la Hermana Lucía de Jesús.

Vamos a seguir bebiendo de ese Amor infinito de los Sagrados Corazones.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Los Elohim: Ángeles Dorados

En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.

Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.

Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.

Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.

Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.

Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.

Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.

Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.

Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.

Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.

En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.

El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.

Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.

Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.

A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.

En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.

A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.

Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.

Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.

Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.

Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.

El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.

Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.

El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.

Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.

Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En unión a cada ángel de la guarda,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA SAGRADA CASA DE MARÍA, MADRE PAULISTA, NÚCLEO LUZ DE FIGUEIRA EN SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Adoradores sean los que comprenden a través del Santísimo el misterio infinito del Amor de Mi Hijo.

Adoradores sean los que con su mirada fija en el Santísimo atraen la paz para el planeta.

Adoradores sean los que se unen de corazón al gran portal de la Misericordia de Mi Hijo a través de la Eucaristía venerada.

Adoradores sean los que atraen en cada nuevo ejercicio el Plan de Dios a la Tierra.

Adoradores sean los que junto a sus ángeles de la guarda depositan el sagrado ofertorio de la adoración en el Corazón de Dios.

Adoradores sean los que reciben la Gracia a través de la adoración, no para sí, sino para el mundo.

Adoradores sean los que establecen la unidad espiritual entre el Cielo y la Tierra.

Adoradores sean los que reparan en cada adoración el Sagrado Corazón del Señor.

Adoradores sean los que junto a María Santísima claman por Misericordia.

Adoradores sean los que cruzan con su mirada los portales del Santísimo e ingresan en la cumbre de los altares celestiales, atrayendo la Piedad y la Compasión de Dios para el mundo.

Adoradores sean los que desarman con amor, silencio y contemplación los planes del adversario y, solo por su adoración a Cristo, ayudan a salvar a las almas de los abismos de la consciencia.

Adoradores sean los que reciben en humildad y simplicidad la sagrada llama del Amor de Cristo, para que esta se multiplique en los que más la necesitan.

Adoradores sean los que reparan en cada adoración los ultrajes a los Reinos menores y los que imploran por Misericordia sin descanso.

Que todos sean adoradores de la Misericordia de Cristo en esta sagrada casa que Yo he fundado para el Reino Celestial, y en todos los lugares del mundo en donde exista un alma en adoración, que sepa que atraerá el Reino de Dios para que se establezca la santa paz.

¡Les agradezco por adorar al preciosísimo Cuerpo de Cristo en el Santísimo!

Los acompaña siempre,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de la Adoración

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANT ESTEVE, BARCELONA, ESPAÑA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Declaración de un Ángel de la Guarda ante la Consciencia Santísima de María

 

Madre de Dios,
por Tu Misericordia lo salvaste y por Tu Gracia lo rescataste;
por Tu bondad plenísima lo acogiste
y en Tus brazos maternales lo colocaste.

Sálvalo, Madre, de toda adversidad y protégelo,
resguárdalo y ampáralo bajo Tu Manto de Luz,
para que lo hagas invisible ante toda maldad, tentación y engaño.

Por Tu caridad, le diste de comer del Cuerpo Santo de Tu Hijo
y por Tu piedad, le limpiaste las miserias más profundas.

Señora del Universo y de la Tierra,
Madre de todos los ángeles y hombres,
hoy Te entrego, en Tus brazos, su alma,
porque en Tu santo resguardo, sabemos que dará los pasos
hacia Tu amado Hijo, el Cristo.

Cuídalo y enséñame a cuidarlo, Divina Reina,
ampáralo y ampárame de todas las fuerzas del caos,
porque el mayor regalo para el Altísimo
será tenerlo en el regazo de Tu Divina Misericordia.

Elévalo, en alma y en espíritu, hacia el Reino Celestial,
vierte sobre su espíritu el agua que todo cura,
el Agua que proviene de Tu Santo Hijo,
purifícalo según Tu Voluntad, en la Voluntad Suprema del Padre,
para que limpio de toda mancha despierte a su pureza original.

Hoy, Madre de la fe y de la paciencia,
Te traigo hasta Tu Reino esta pequeña alma,
chispa del soplo del Espíritu Divino,
para que comience desde ahora,
la caminata eterna a la santidad y al bien.

Sagrada Madre,
con Tus purísimos gestos de Gracia,
enséñale a amar toda imperfección y error,
hazlo semejante a la santidad de Tu Hijo Jesús
y que siempre pueda sentir, Madre amable,
el cariño de Tu Inmaculado Corazón.

Así, por Tu Presencia infinita, nada ni nadie se perderá,
sino que ganará el amor y el triunfo honorable de Tu Reino,
que es el Reino de la Santísima Trinidad,
porque unidos a Ti, en obediencia y en silencio,
nosotros, los ángeles de Dios, lucharemos día y noche
por el triunfo del Proyecto Divino de Tu Hijo.

En Mis oraciones, decreto la paz interior,
en Mi servicio incondicional, entrego al mundo los Dones de Dios
enseñados por el Divino Hijo.

¡Oh, Santa Madre Universal!,
guía a cada alma, así como Tú nos guías en el Reino de los Cielos,
ese será el motivo perfecto
para que Tus hijos aprendan a amar y a servir.

Que, en Tu eternidad y servicio al universo,
las almas vean la realización de los Planes de Dios.

Hoy, Te entrego a cada alma de la Tierra
y con Mis alas protejo la esencia de cada ser,
en el nombre de todos los ángeles y arcángeles,
Padres de toda la Creación.

Gracias por atenderme, Reina adorable.
Gracias por Tu bondad celestial.

 

Declaración de un santo Ángel de la Guarda, rogándole a la Virgen Santa por Sus hijos de la humanidad.

 

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los restaura,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

¡Alabado sea el Dios del Universo! Honrado sea Su Nombre santo, porque Su Presencia y Su Misericordia los salvarán.

Mientras el Padre Me envía todos los días para retirarlos de la ilusión y enseñarles pacientemente a aceptar la transformación y vivirla, por otro lado, Mi adversario intenta destruir los núcleos de luz que Yo he construido en las consciencias que ya definieron seguir de por vida Mi llamado y Mi camino hacia Jesús.

Es así, queridos hijos, que la perversión, la obstinación y el descontrol de los deseos humanos golpearán la puerta de todos los discípulos, pero no les abran y solo reconozcan que llegó el tiempo de la purificación intensiva.

Mientras los corazones definen su vida espiritual y su evolución, pidan al Universo los poderes de la Gracia, de la Misericordia y los dones benditos que hicieron de la Sagrada Familia un proyecto único para la humanidad.

Mientras los valores de la espiritualidad y de la familia se pierden al ser sustituidos por acciones y decisiones impulsivas, el adversario aprovecha el momento para debilitar en las consciencias la importancia de vivir la santidad y así cambiarla por una vida liberal.

En ese estado se encuentra la humanidad y la mayoría de las almas que todavía deben definir sus pasos hacia Cristo. Por eso, una primera y gran batalla se dará dentro de cada ser, para confirmarse o para perder la posibilidad de seguir el Proyecto de Dios antes del Apocalipsis.

Queridos hijos, con todas las legiones de Miguel Arcángel estamos en oración, pidiendo que las almas perciban que todo el planeta está en una dura y constante batalla.

Para salvaguardar sus caminos, y para que estén más protegidos de toda adversidad y tentación, les pido que Me invoquen y que llamen a sus ángeles de la guarda con determinación para que las corrientes contrarias sean disueltas con el ingreso de la Luz de Dios.

Rezo continuamente para que todos Mis soldados luchen Conmigo en la liberación y la redención de todo el mal planetario; esta batalla es el preámbulo del triunfo de Mi Corazón Inmaculado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Ora con ustedes y por ustedes,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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