- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Haz sagrado tu corazón en cada acto, en cada desafío, así como en cada prueba.
Haz sagrado tu espíritu en cada servicio, en cada obstáculo, así como en todo lo desconocido.
Haz sagrada tu alma en cada oración, en cada camino recorrido, así como en cada nuevo aprendizaje.
Haz sagrada tu consciencia en cada nuevo amanecer, entre las tinieblas, así como en cada nuevo puente que deberás cruzar.
Dios está dentro de ti, en tu universo interno, en lo que es más profundo, en tu alma, en cada parte de tu consciencia divina.
Sírvete de Su majestuosa Presencia, de Su inextinguible Amor y de Su poderosa Misericordia.
En todo momento, encuéntrate con tu Creador, en todo lo que fue manifestado por medio de los Reinos de la Naturaleza, por medio de los océanos, así como de los grandes continentes.
Ve y contempla a Dios en cada uno de Sus humildes Aspectos y encontrarás lo sagrado, lo que es eterno y siempre infinito.
Dios está allí, al alcance de todos y está aquí por todos, hasta que se cumpla Su gran Proyecto de Amor en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice con la Luz del Santo Espíritu,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo aquí por un mundo herido, y traigo entre Mis manos la mayor causa de Dios que es el cumplimiento de Su Plan de Amor y de Redención en la superficie.
Oro por ese preciado Proyecto y revivo todos los días las Palabras del Creador, Quien Me ha dicho en Su Reino:
“Querida Madre Universal, supremo y humilde Espejo del Amor, Tu Padre y Señor del Universo te pide que vayas incansablemente al encuentro de las almas y de los más simples; porque por intermedio de ellos, podré curar al planeta y a su humanidad, repoblaré el mundo con cientos de soles, muchos más de los que Yo he creado en los universos.
Haré de cada sol una emanación prodigiosa de Mi Fuente y, a través de ellos, derramaré los Códigos Divinos de Mi Corazón paternal.
Ve, dulcísima Señora de la Luz, Gobernanta de todas las estrellas caídas y no caídas. Ve, aparece y anuncia a la raza que los amo profundamente y que Me están ofendiendo al apartarse del universo de Mi Amor.
Haz todo lo que esté a Tu alcance, no tienes fronteras, sino miles de ángeles y devas para revertir en este planeta la falta de amor y para transmutar la indiferencia.
Tú siempre tendrás en el Corazón la sabiduría inextinguible de Mis Palabras, porque a través de Tu Gracia, haré de los corazones trofeos luminosos de redención para colocarlos a los pies del altar celestial”.
Escucho hijos, en Mi silencio, todos los días esta proclamación. Y podré ser la Madre de la humanidad y de toda la Tierra siempre que Me lo permitan. Así triunfará Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He aquí, hijos Míos, que la noche oscura de este mundo comenzará en el interior de los hombres que, separados de Dios, se ofrecen para ser instrumentos del enemigo del Creador.
He aquí, que esa noche será larga y parecerá eterna para los que no tengan su fortaleza afirmada en la fe del corazón.
He aquí, que el mundo temblará y vivirá las consecuencias de una vida vacía de espíritu y de sentido espiritual.
La Madre Celestial observará desde el Cielo a Sus hijos, que como puedan, intentarán difundir Sus palabras que, en ese momento, tendrán como eco el verbo de Sus pequeños.
He aquí, que este tiempo ya se inicia porque las almas, cada vez más, se distancian de Dios y caen en los abismos de este mundo.
La fortaleza de los hijos de María radicará en la obediencia a todo lo que Dios les pida a través de Sus Mensajeros; y aprendiendo hoy a obedecer a Dios, es que sabrán cómo obedecerlo mañana, cuando Su Voz sea como un susurro dentro de sus corazones.
Dios siempre le hablará a los hombres, aunque sea por medio de un sentimiento o de una intuición; pero para eso, deben construir hoy el camino de la unidad con el Padre; para que ni el caos ni el mal, en batalla en los tiempos venideros, puedan perturbar y destruir esa unión que les permitirá escuchar a Dios.
He aquí, hijos Míos, que el mundo enfrentará su purificación, muchos no querrán ver que lo que viven son las consecuencias de sus propias acciones y desvíos, y atribuirán a Dios la culpa de sus sufrimientos.
Hoy les digo, afirmen sus espíritus en la fe y únanse al Corazón del Padre. Construyan en la consciencia un espacio seguro, en el cual podrán oír la Voz de Dios, que los inspirará.
La paz deberá ser un estado de consciencia, fruto del espíritu de la neutralidad que nace en los corazones maduros por la oración y por el conocimiento divino. Y es allí, en ese estado de paz, donde podrán comprender los hechos venideros de una forma diferente y verdadera, sabiendo cómo superar los obstáculos sin perderse y, lo más importante, siendo capaces de guiar a otros para que no se pierdan.
He aquí, que en la noche oscura del mundo los llamaré para que sean las antorchas que guiarán a la humanidad. Y no les hablo solo de un símbolo, hijos Míos, les hablo de una realidad espiritual; pues si hoy la humanidad ya se encuentra tan fría y perdida, ¿qué será de todos, en los momentos más agudos de la purificación planetaria?
La fe que construyo en ustedes guiará al mundo y será el verdadero testimonio de la veracidad de Mi presencia entre los hombres. Yo estaré viva en los corazones de Mis hijos, y Mis palabras, que son eternas, encontrarán la forma de perpetuarse, haciendo eco en el verbo que saldrá de sus bocas cuando las almas necesiten aliento y amparo.
Mi Hijo los llamó para ser la Luz del mundo y para que estén sobre la mesa, visibles para iluminar este hogar que es la Tierra. Hagan viva esta profecía y esta intención divina, y hoy, déjense moldear en lo que Dios espera de ustedes, para que mañana vean Mis palabras manifestadas en sus vidas.
Comprendan, hijos amados, que todo lo que construyo hoy en ustedes, es en pro de la salvación de todos Mis hijos que, el día de mañana, necesitarán encontrar aliento a través de cada uno de ustedes. Porque Dios estará en silencio y Sus Mensajeros se silenciarán con Él, emitiendo solo la eterna esperanza y el infinito Amor de Sus Corazones, para sustentar los corazones de aquellos que estén unidos a Ellos desde el principio.
Todo lo que les digo y todo lo que los llamo a vivir, es para que construyan el nuevo tiempo y la nueva vida. Déjense moldear y si hoy no comprenden Mis palabras, mañana las comprenderán.
Aquella que los ama, los bendice y los guía,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Dios destruirá los castillos de arena que han construido los hombres para llevar a la humanidad a la perdición. Así, Dios erguirá, desde los mundos internos, los templos de amor que las almas han fecundado interiormente a través de su fe en el Señor. En ese momento, el Juicio comenzará para toda la humanidad.
Los simples de corazón recibirán en sus manos el Legado de otrora y los que se decían poderosos perderán todas sus riquezas, porque los pobres de corazón conocerán todos los misterios que están escritos en la gran bóveda de este universo.
Ya no será necesario interpretar las estrellas, porque la nueva raza sabrá de dónde proviene y cuál es su verdadero origen.Nadie quedará sin saber cuál es la misión que ha venido a desempeñar por amor al Proyecto Universal.
En esa hora, los poderosos ya no tendrán más poder y los puros de corazón serán coronados por las Manos de Cristo.
Las doce huestes angélicas descenderán y una estrella semejante a las del universo anunciará la señal de una nueva etapa.
Finalmente, la humanidad despertará y ya no estará más en el mal, porque habrá abandonado la ilusión y habrá ingresado en los misterios del universo.
Más tarde, los obstáculos no existirán ni tampoco lo que conocemos como ego. Las almas y las consciencias de este mundo finalmente se tornarán libres y serán felices durante los mil años de paz. Así, el Padre Eterno, en Su resplandor, descenderá y hará de esta Tierra Su luminoso hogar en el universo.
Oración para realizar al término de la Comunión
para reconciliarse con Cristo Jesús
Por Su Sacrificio, fuimos liberados.
Por Sus Llagas, fuimos curados.
Por Sus Flagelaciones, fuimos perdonados.
Por Sus Caídas, fuimos elevados.
Por Su Cruz, fuimos redimidos.
Y ahora, por Su Misericordia, somos transfigurados
y Su Luz Espiritual recibimos,
para que libres de toda adversidad,
caminemos con la aspiración
de algún día volver a encontrarlo
en Su Gloria Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, ahora y siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El mundo se preguntará: ¿por qué tendría Yo que venir a un lugar en el cual ya estuve, en donde la fe está viva y las almas buscan Mi Inmaculado Corazón?
Aquí estoy, hijos Míos, para renovar los corazones de los hombres y reorientar sus metas, volver a encender su fe y traerles una cura que va más allá del cuerpo.
Mi Inmaculado Corazón llega para instituir una cura universal, celestial y divina, que llega a lo profundo de los seres y se refleja en sus almas y corazones como un despertar a la vida superior.
La humanidad aún está muy presa de sí misma, hijos; y las cosas de Dios solo le interesan a los hombres si les traen algún beneficio.
Vengo porque Francia necesita despertar. El agua que hice brotar aquí, proviene de Dios, para lavar sus espíritus y sus corazones, no solo sus cuerpos.
La mayor cura que aquí hice nacer, es la cura de la consciencia de una humanidad que estaba ciega a la Presencia Divina. Y retorno aquí porque nuevamente los hombres pusieron vendas en sus ojos y le cerraron las puertas a Dios.
Contemplen a un Dios que está más allá de las acciones humanas, y que se encuentra dentro de sus propios corazones. Un Dios que se muestra a los ojos de Sus hijos en la fortaleza de las montañas, en la pureza de las aguas, en el Espejo del corazón.
Contemplen a un Dios que les habla al espíritu y que despierta en sus interiores el potencial del verdadero amor. Un Dios que está más allá de las instituciones y creencias, y que las une a todas, si se abren a la Verdad y a la Unidad divina.
Contemplen a un Dios que está más allá de este mundo y también más allá de las estrellas. Un Dios que está, al mismo tiempo, en lo Alto y dentro de Sus criaturas. Él muestra, de esta forma, que lo Infinito que Él es, se guarda dentro de Sus hijos.
Contemplen al Dios de la Verdad, que no se limita a la mente humana y a su comprensión. Un Dios que está en los Libros Sagrados, pero que no se encierra en ellos, pues abarca a toda la vida y a lo que desconocen de ella.
Contemplen a un Dios infinito, Único y poderoso, que por Su bondad se hizo pequeño para habitar en el interior de las criaturas. Un Dios que se alegra con poco y que guarda silencio ante los grandes errores de Sus hijos, sin perder la esperanza de que ellos un día puedan retornar a Su Corazón.
Hijos Míos, contemplen con el alma a un Dios verdadero, su Padre Celestial, del cual provienen todas las cosas, y no solo este mundo.
Vean en el horizonte, el firmamento por donde Él espera que un día puedan caminar con sus espíritus redimidos y despiertos a la vida universal.
Contemplen a un Dios tan lleno de misterios como la consciencia humana. Lo que conocen de Él es tan poco como lo que conocen sobre sí mismos. Develen la presencia divina y encuentren en ella la verdad sobre su propio ser. Dejen que el corazón se eleve más allá de las fronteras espirituales y que en una oración verdadera, sienta y sepa aquello que no consigue explicar, pero que puede vivir. Esa verdad es la cura para el mundo. Este despertar a la unión con Dios, es lo que los llevará a conocer la paz.
Mis hijos están enfermos en el espíritu, en la mente y en el cuerpo, porque no conocen a Dios, y así tampoco se conocen a sí mismos ni su propio destino, ni al verdadero potencial que se oculta en su interior.
Aquí estoy, hijos amados, para revelarles que la verdad se encuentra en las cosas simples y sinceras del corazón. Vine para pedirles que aprendan a perdonar y a comprender al prójimo, para que no aparten al Creador de sus vidas, por estar vacías de amor y de sentido.
Vengo por los más jóvenes, que no consiguen encontrar a Dios, porque vinieron al mundo para traer lo nuevo y no consiguen expresarse cuando la fe no se renueva y no les muestra la puerta hacia un camino verdadero. Vengo para mostrarles ese camino, que no es una nueva religión, sino la renovación de la fe en el corazón humano, para que encuentren la Verdad y la vida universal.
Hijos Míos, más allá de todo, estoy aquí por sus esencias, porque una nación sin Dios es una nación sin vida y sin sentido espiritual. Abran los ojos, porque el Creador no se retiró de sus vidas, son los hombres los que cierran los ojos para no verlo.
Abran sus corazones y descubran en lo profundo de estas montañas la presencia divina y, en la pureza de sus aguas, escuchen a Dios que los llama para que retornen a Su Corazón.
Si escuchan Mi llamado, habrá un tiempo de paz para que los corazones se fortalezcan ante la Justicia.
Yo los amo y los bendigo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz e Inmaculada Concepción
Vengo como un nuevo Sol, para iluminar el mundo y retirarlo de las tinieblas.
Vengo como parte del Santo Corazón de Dios, para que Su Nombre sea conocido y amado por todas las criaturas.
Vengo para que la humanidad conozca la paz, la proclame y la viva todos los días de su existencia.
Vengo en un tiempo de guerras y de conflictos, en donde las naciones comienzan a colapsar, una a una, como consecuencia de sus acciones y de sus equivocaciones, por el engaño y por la ceguera mundial, en la cual los hombres se mienten unos a otros y a sí mismos; pero nunca engañarán a Dios.
Vengo a un mundo sin fraternidad y sin amor, en el cual las naciones estimulan guerras y conflictos unas contra las otras, para sobresalir y usufructuar del sufrimiento y de la carencia de los que padecen esa ilusión.
Vengo por los inocentes que se están perdiendo en este juego de fuerzas humanas, sin comprender por qué sufren tanto, y que se preguntan en dónde está Dios para ampararlos.
Dios, hijos, contempla a cada corazón y a la humanidad como un todo. Si los hombres no le abren las puertas, no claman, no oran y no buscan la paz, ¿Cómo podrá llegar a los que más necesitan y que se sienten olvidados no solo por la humanidad, sino también por su Padre?
Vengo por una humanidad ignorante, que necesita comprender que el tiempo de los juegos y de la infantilidad espiritual ya terminó, porque las consecuencias de sus ilusiones se muestran en la decadencia de las naciones, de las culturas, de las religiones, de las almas y de los Reinos de la Naturaleza.
Vengo por los reinos que no pueden elevar su verbo orante ante los hombres, para pedirles misericordia y paz, para pedir el fin de la sangre derramada, tanto en la tierra como en los océanos; el fin del martirio de los árboles, del desequilibrio generado en los minerales, para que los hombres adornen sus cuerpos y fortalezcan sus ilusiones.
Vengo por la consciencia de un planeta que está vivo, que sufre y que padece junto con todos los inocentes, de la naturaleza como de la humanidad; y que no es escuchado sino por Dios y por el Universo, cuando clama por la vida y por la evolución.
Vengo hoy, para apelar junto con Mis Hijos, por un mundo con más paz, para que cada uno que Me escuche, construya esa paz en su propia vida y de testimonio de su transformación con el ejemplo y con la oración.
Vengo para pedir que difundan Mi llamado más allá de las fronteras, de las creencias y de las religiones, porque solo pido que los corazones fortalezcan su fe y que, siendo ella verdadera y pura, si los lleva a amar al prójimo y a Dios por sobre todas las cosas, la vivan con plenitud y sin engaños.
Vengo para pedirles la unidad interior entre las culturas, el respeto entre las religiones, la comprensión de los caminos que Dios inspiró a Sus hijos para que vivieran, no para competir entre sí, sino para que, en la diversidad de Sus criaturas, cada una encontrara la forma de llegar a Su Corazón, ya sea a través de Buda, Mahoma o Cristo. Si son sinceros y buscan la expresión del Amor, todos llegarán a Dios y allí comprenderán la esencia de la unidad, que hoy sus mentes no pueden concebir, por estar tan llenas de conceptos y de ideas humanas.
Estoy aquí como una simple Mediadora, como la Corredentora de este Plan de Amor, como una Madre Celestial y Divina, enviada por Dios, para guiar a la humanidad hacia el retorno al Origen en el Corazón del Padre Celestial.
No les pido que Me adoren, sino que Me escuchen y que se unan al propósito que Yo les traigo, reconociéndolo verdadero ante la necesidad del mundo.
No soy Yo, Hijos Míos, quien necesita de sus oraciones. Son ustedes, como humanidad, que deben aprender a orar, para salvarse y para retirar este mundo de la ceguera y del cautiverio espiritual y casi físico en el que se encuentra.
Solo les pido que se unan a Dios y comprendan Su Amor por la vida y por cada una de Sus criaturas. Que comprendan a cada ser humano, así como a cada elemento y especie de la naturaleza, como una joya preciosa del Creador, una parte indivisible del Corazón del Padre. Cada vez que uno de Sus hijos se pierde, es Su Corazón el que padece, el que sufre y que muere con esa pequeña esencia que proviene de Él.
Mi llamado es por la Paz, por la Verdad y por la vivencia del Amor entre las criaturas. Todos los misterios se revelarán a los ojos de los que así vivan, respondiendo a Mi llamado. Y todo se cumplirá, si Mis peticiones se cumplen en sus vidas.
Los amo y los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo:
Nunca perderás la fuerza interior para hacer las cosas si tu vida está en las Manos de Dios. Podrás perder las fuerzas materiales por el sacrificio, pero debes saber que aquello que estarás perdiendo será la potencia y la acción de los pecados capitales.
Esfuérzate sin miedo, porque Yo cuidaré del resto. Nadie estará fuera del Propósito si cumple siempre con alegría lo que al Señor tanto le agrada.
El sacrificio, la renuncia y el silencio no les gusta a los que son influenciados por el mundo. Evita que lo exterior te llame, solo concéntrate en la riqueza interior y estarás en el camino correcto.
Enséñale a tus semejantes el poder de la transformación y así, los primeros Nuevos Cristos estarán naciendo en la consciencia planetaria.
Solo deja que el poder de la Fe y de la Voluntad de Dios te colmen, así aprenderás sobre la existencia de otros mundos que son también colmados por la Sabiduría de Dios.
A pesar de todo, no bajes los brazos. Estoy aquí y, a través de ti, haré maravillas en los Universos de Dios.
Adora al Hijo, al Unigénito, y todo estará siempre en paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En estos tiempos, Mis hijos del mundo colocan su atención en todo lo que es externo, descuidando su gran mundo interior en donde mora Dios.
Pocos hijos Míos colocan su atención en la riqueza infinita de su universo interno y eso es doloroso para Nuestro Dios.
Los corazones son atrapados por todo lo que llaman “innovador” y un gran hipnotismo planetario rodea al planeta, sobre todo, a la humanidad.
Por eso, le he pedido permiso a Mi amado Hijo para retornar al mundo cuantas veces sea necesario, a fin de que Su Madre Celeste pueda despertar a la humanidad antes de tiempo.
Con las oraciones de Mis hijos, puedo interceder. Con las oraciones de Mis hijos, puedo llegar a donde existe la mayor necesidad planetaria.
Ahora su Madre Celeste, la Reina de la Paz, peregrina con ustedes a Italia con la misión de que se cumpla la sagrada unión ecuménica entre todos los creyentes de Cristo, Nuestro Señor.
Los acompaño, los guío y los amparo con la Luz materna de Mi Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y está entre ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Purifico sus manos, para que estén libres de sí y donadas al Todo.
Purifico sus pies con el Agua de Vida, para que estén limpios y libres en el momento de caminar hacia la paz.
Purifico sus corazones, para que estén libres de toda mancha y así tengan grandes y expansivos sentimientos de amor.
Purifico sus ojos, para que vean a Dios en todo lugar.
Purifico sus oídos, para que escuchen interiormente la Sagrada Palabra de Dios, como única y verdadera.
Purifico sus bocas, para que pronuncien vibraciones elevadas, y que el silencio penetre en lo profundo de cada ser.
Purifico cada aspecto de sus seres, para que en el mañana puedan estar libres de todo, de cualquier amarra o de cualquier prisión.
Purifico, purifico y purifico a fin de que sus almas gobiernen y sus esencias divinas emerjan hacia el consciente de cada ser.
Después de purificarlos, los consagraré definitivamente para que sean instrumentos y ejemplos de la total redención humana. Ese será el testimonio de la victoria inexplicable de su Madre Celeste en esta humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy te bendigo para que veas nacer Mi Paz en ti.
Hoy te bendigo para que vivas Mi confianza.
Hoy te bendigo para que pierdas tus miedos y para que encuentres al Cristo interior en esta senda.
Hoy te bendigo y así renuevo tus fuerzas.
Hoy te bendigo y te entrego el bálsamo de Mi Amor maternal.
Hoy te bendigo y te coloco a Mi lado para que, bien cerca de Mí, escuches Mi voz y sientas a Dios.
Hoy te bendigo para que estés Conmigo y recuperes la esperanza de querer estar siempre en Dios.
Hoy te bendigo por todo el planeta, te bendigo por los que son maltratados, por los que sienten hambre, por los que viven las guerras y han perdido la luz en su corazón.
Hoy te bendigo y te aproximo a Mi Misericordia, porque en esa fuente todo se renueva.
Hoy te bendigo por los que no son bendecidos, por los que sufren y han cerrado su corazón al Amor de Dios.
Hoy te bendigo para que estés entre Mis brazos, porque tu alma sentirá la caricia y el amor de Mis manos, así como Jesús sintió el refugio de Su Madre a los pies de la Cruz.
Hoy te bendigo para que sigas adelante, trascendiendo los abismos, superando los desafíos, amando el sacrificio por el surgimiento de una Nueva Humanidad.
Hoy te bendigo para que aceptes tu cruz y así, vivas Conmigo la dolorosa y pesada cruz del mundo.
Hoy te bendigo para que te tomes de Mis manos, te coloque sobre Mi pecho y así escuches las melodías internas de Mi Corazón. Ahí todo será curado y nada malo sucederá, porque estarás Conmigo a la espera de vivir la nueva Comunión restauradora con Cristo, Nuestro Señor. Él te bendecirá con todo el Amor de Su Divino Corazón, así estaremos juntos en unidad y en compasión.
Que así sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada oración pronunciada con amor es como una flor que se abre en Mi jardín. Es una Gracia que se puede derramar sobre alguna consciencia de este planeta.
Así, cada vez que se ora de corazón, nuevas Gracias y afluentes de Misericordia surgen para derramarse sobre alguna situación del planeta. Vean, entonces, la importancia de la vida de oración y deu nión con Dios.
Por más difícil que algo parezca, la oración tiene el poder de cambiar el destino, siguiendo los principios de las Leyes Celestiales.
La oración puede enderezar y corregir lo que está desviado o incluso lo que no está claro.
La oración es la esperanza de los mansos y el fuego ardiente de los pacificadores. Es la forma que cada alma tiene de comunicarse con Dios y de convertir cada momento de oración en una oportunidad de estar en comunión con lo Alto, así como de hacer florecer en Mi jardín maternal, muchas, pero muchas, más Gracias.
La oración es el alimento que nunca le debe faltar al espíritu y el agua de vida que siempre debe tener el alma.
La oración es el portal que los conducirá hacia la paz y hacia el despertar.
Es el mayor remedio para curar cualquier necesidad espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En estos tiempos, Dios les ofrece la purificación de la consciencia para que ustedes puedan dar los pasos hacia una definitiva consagración.
A pesar de ser desconocida por todos, la purificación de estos tiempos es el impulso del universo, que se presenta para desarmar las más viejas y resistentes estructuras.
Cuando las almas confían, se adhieren a este proceso actual de purificación y permiten ser renovadas. La experiencia se torna más leve para la consciencia que nunca aprendió a purificarse y a liberarse de los propios abismos.
Por el contrario, si el alma coloca una barrera interior para que la purificación no se produzca, deberá enfrentar sí o sí el impacto del impulso del universo, que promueve dicha purificación en estos tiempos. Eso tendrá como resultado una experiencia dolorosa.
Por eso, Mi Hijo, en la Cruz, les enseñó cómo rendirse a la Voluntad Mayor y cómo perder el miedo de no poder controlarlo todo.
El impulso de la purificación llega, en este tiempo, a la consciencia humana para colocarla en otro punto de la evolución y del despertar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, Dios tiene más Misericordia por el mundo al ver que gran parte de sus servidores se esfuerzan y luchan incansablemente para cumplir el Plan de Amor.
Es así, hijos Míos, que su Madre Celeste recibe el permiso para llegar a aquellos espacios de la Obra, en donde se necesita una ayuda mayor y urgente.
La ofrenda de cada colaborador del Plan construye y reconstruye lo que ya fue iniciado. Es así que la adhesión de las consciencias colabora en la manifestación de ese precioso Plan de Salvación, del cual muchos forman parte.
Para que ese Plan de Salvación se realice en estos tiempos, los colaboradores del Plan deberán trabajar espiritualmente el doble de lo que trabajaban, para no caer en la dimensión del hipnotismo ni en la ceguera.
Por eso, hijos, su contribución en cada etapa de ese Plan de Amor permite reforzar las barreras protectoras que separan a las almas de los abismos de la perdición y de la constante ilusión.
El camino de los más viejos colaboradores del Plan será colocarse en el peldaño que a cada uno le corresponde y, sobre todo, de unirse, suceda lo que suceda, para que esta Obra que es de todos Mis hijos servidores, se pueda cumplir.
Manténganse atentos, disponibles y en constante donación. Así, hijos, ustedes mantendrán abiertas las puertas a Mi divina intercesión y las Islas de Salvación siempre estarán amparadas por el Universo Celestial y por todos sus ángeles.
Es hora de extender aún más los brazos hacia el servicio y no de bajarlos, pues el Señor necesita que ustedes puedan tener consciencia y amor por la verdadera realidad espiritual de estos tiempos.
Por último, hijos Míos, recuerden que esas Islas de Salvación son sus hogares-luz, son semilleros para que nuevas almas perdidas despierten.
Por eso, si viven cada etapa de la Obra con profunda entrega y donación, les aseguro que estarán muy lejos de la indiferencia humana y, sobre todo, de la ilusión.
La Obra debe cumplirse hasta que Mi Hijo retorne y ustedes fueron llamados para esa gran y desafiante misión.
Les agradezco por responder a Mi llamado, al llamado del Señor.
Los bendice, bajo la Luz del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Corazón de María: Un Portal hacia Dios
Queridos hijos:
Poco a poco les enseño a estar en contacto con Dios permanentemente. Por eso, en este tiempo, Mi Corazón se comportará como el Portal hacia Dios para cada uno de ustedes.
Necesito que den un paso hacia la madurez espiritual y que no pierdan tiempo buscando la felicidad humana lejos de Dios.
Yo les ofrezco un único camino, Yo les entrego todos los días y por un tiempo más la posibilidad de poder reencontrarse con el Padre Celestial.
Espero que sus ojos se abran, y especialmente que sus oídos internos escuchen con atención y concentración los Misterios de Dios que en este tiempo Yo les estoy revelando.
Queridos hijos, el Portal de Mi Corazón los conducirá a la Casa del Padre, y en la Casa del Padre serán uno en esencia, en espíritu y en vida.
Es hora, queridos hijos, de que ustedes penetren las revelaciones de estos tiempos y que a partir de este ciclo puedan comprender y vivir el tesoro divino que se les entrega.
Ninguna consciencia en este planeta, en este ni en ningún otro tiempo, llegó a conocer y a penetrar el misterio de los Aspectos de Dios.
En ese sentido, queridos hijos, la llegada y el descenso de los Aspectos del Padre sobre ciertas áreas del planeta se deben primero a la necesidad planetaria y, en segundo lugar, a la unión interna de las diferentes Faces de Cristo.
Después de la Ascensión de Jesús, nunca en la humanidad ni en el mundo se conocieron las Faces cósmicas de Cristo, es decir, los aspectos espiritual y divino del Redentor.
Por eso, queridos hijos, esta unión de los Aspectos divinos de Cristo es parte de la etapa previa a Su segunda y última venida.
La consciencia humana de hoy, la que está sumergida en las apariencias de la ilusión y está apartada del alma, vivirá los próximos acontecimientos como algo renovador y al mismo tiempo como un ciclo de profunda definición espiritual e interna.
Esta unión o fusión espiritual de los aspectos o de las Faces divinas de Cristo, después de las revelaciones realizadas por Mi propio Hijo, como el Sagrado Corazón, el Cristo Misericordioso y el Cristo Glorificado, marcan en esta etapa aguda de la Tierra un antes y un después en la ciencia humana, algo que no tiene explicación mental.
Después de las tres importantes revelaciones sobre las Faces de Cristo, Mi Hijo viene a unirlas en este tiempo para que un importante impulso universal sea dado y, en esa coyuntura, la unión espiritual de los Aspectos divinos de Cristo abra las puertas de los Universos espiritual, mental y material para que la Consciencia Única, llamada Dios, se manifieste esta vez a través de los Aspectos del Hijo y del Espíritu Santo.
Es así que en este acontecimiento único que preparará el apocalipsis de la humanidad, cientos de almas serán tocadas inesperadamente, y de la noche a la mañana se consagrarán al Plan de Dios de una forma nunca antes vista.
Es por eso que ese impulso espiritual, que está dando Cristo en los niveles superiores a la séptima dimensión de consciencia, trae como resultado la transfiguración del estado corrupto humano en un estado incorrupto, libre de deudas y de retrocesos.
La llegada espiritual y autónoma de los Aspectos de Dios a los Centros Marianos, promete en primer lugar ayudar a esa parte de la consciencia humana que está en un grave peligro de comprometerse con fuerzas del caos planetario.
En este ciclo, la unión y la adhesión de cada alma con los Aspectos sublimes de Dios, permitirá restablecer ciertos principios evolutivos que estaban perdidos.
Es hora de cruzar el Portal de Mi Corazón Materno para poder conocer en profundidad los Misterios divinos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente Mi Corazón como la única fortaleza para tu alma y espíritu.
Siente cómo en Mi Corazón se puede encontrar a Dios y Él puede estar contigo.
Siente cómo todo es perfecto cuando contemplas la humildad de Mi Corazón y cómo todo se renueva desde el momento en que se le dice sí a Dios.
Siente Mi Corazón como el refugio y también como el amparo ante toda adversidad y peligro.
Es este Corazón Puro que Yo ofrezco a Mis hijos, con el motivo de que reciban toda la Gracia de Dios.
Este es el Corazón Inmaculado que intercede por las almas y por el planeta, es el Corazón que se abre para que toda la humanidad pueda ingresar en la Fuente de la Cura.
Este Corazón se ofrece todo el tiempo para poder remediar los errores y para traer al mundo un rayo de esperanza.
Quien vive en Mi Corazón siempre podrá corresponder al Creador y así la Voluntad Divina se estará realizando en las almas.
Mira a este Corazón que ha sufrido por Sus hijos y que aún debe ser reparado con el amor de los que perseveran en el camino de Mi Amado Hijo.
Este es el Corazón que hará de tu vida el momento del triunfo interior y la expresión de la redención.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy su Madre del Mundo contempla con serenidad y compasión a la humanidad. Con Mis ojos llenos de lágrimas y de angustia, veo a muchos de Mis queridos hijos en la ceguera mundial e hipnotizados por la indiferencia. ¿Dónde está el Cristo que nació hace algunos días dentro de ustedes? Les pido, Mis amados, no lo olviden ni le den la espalda, porque ese Cristo que mora en ustedes espera pacientemente ser atendido y colmado de mucho amor.
A todos los que hoy elevan el pensamiento y el corazón al Cielo les pido: recen, recen y adoren en el Santísimo a Mi Hijo. Que este año que termina, un año lleno de desgracias e inconsciencia, pueda ser liberado para que el próximo sea un año de más luz y de más misericordia. Por eso les pido a todos Mis hijos del mundo que tengan presente a Dios, al menos háganlo por todos los que se apartarán durante esta noche de su verdadera y más pura inocencia.
Quisiera que celebraran Conmigo el triunfo de los Sagrados Corazones, más que el cambio de un año y el término de un ciclo. Recemos, hijos queridos, porque el año que se aproxima será más duro que el pasado y veo cómo muchas consciencias se deciden por otras cosas y se resisten cada día más. Regalen, no como lo hace el mundo, sino regálenle una linda sonrisa a la Madre de Dios, regalen amor, misericordia y compasión para que la ignorancia mundial sea equilibrada.
Ámense y compréndanse un poco más todos los días y ya, ya no cierren sus corazones. A todos Mis servidores les estoy enseñando a amar el sacrificio para que este sacrificio sea al menos semejante al que Mi Hijo ofreció en soledad, abandono y silencio.
Queridos hijos, recemos para que en el próximo año su Santa Madre de la Luz no tenga que llorar, aunque Mis súplicas y Mis peticiones sean continuas, alivien Mi Corazón de los pecados graves que veo que se cometen todos los días a lo largo y a lo ancho del mundo.
Por último, perdónense y serán perdonados, y la humanidad será milagrosamente perdonada cuando en esta noche alguien se anime a decirme “Sí Madre mía, hoy Contigo estaré cueste lo que cueste, por el triunfo de Tu Inmaculado Corazón”. Así Dios tendrá infinita piedad por todas las naciones, por todos los continentes y por todas las consciencias que en esta noche confirmarán espiritualmente su alianza con el mal. Pero sepan que a pesar de todo, hijos amados, son sus vidas y sus actos los que hacen que día a día Mi Corazón triunfe.
Y si hasta aquí llegaron peregrinando Conmigo con la oración y en todas las naciones es porque solo la Gracia de Dios permite algunas cosas, solo el amor sincero concibe y genera una sagrada oportunidad para las almas.
Queridos hijos, disculpen esta declaración que hoy les traigo, pero solo prometí desde Mi Asunción decirle la verdad al mundo.
Por todos los esfuerzos y por todas las renuncias, les agradezco por acompañarme en este calvario planetario.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
¡Bienaventurada entre todas las mujeres fue proclamada la Sierva de Dios! Madre de todas las criaturas, Madre de toda la vida, porque gestó en Su vientre a Aquel que representa todas las cosas.
Hijos amados, el recuerdo del nacimiento de Jesús se debe renovar en cada corazón, en cada consciencia, porque, en verdad, todos los años cuando están ante este sagrado día, están ante la oportunidad de profundizar el mayor misterio de la Creación: cuando Dios se hizo vida en Sus criaturas, cruzando las dimensiones celestiales y toda la existencia universal para llegar hasta lo más denso de todo lo creado.
Están ante la oportunidad de renovar esta creación divina y percibir que el nacimiento de Jesús en Belén no fue solo un hecho histórico y universal, fue en verdad, hijos Míos, un símbolo enviado por Dios de que, desde aquel momento, Él estaría vivo en todos los hombres.
El Creador vino para despertar en el corazón humano la semejanza perfecta con Su Sacratísimo y Bendito Corazón, porque Su perfección no podría permanecer oculta en los corazones de Sus hijos mientras ellos se perdían y autodegradaban por no conocerla, por no descubrirla en el propio interior.
Mi Amado Hijo aún está vivo y en cada Navidad renueva el misterio de la presencia divina en los corazones de los seres humanos.
Dios Padre, desde el Centro de la Creación, observa en silencio a la humanidad y permite que Su Hijo recorra los hogares, las calles, los abismos, las iglesias, los sótanos… donde haya un corazón humano, allí Él estará, en omnipresencia, esperando que alguno de sus compañeros recuerde, con sinceridad, Su nacimiento y aspire ardientemente verlo regresar.
El Creador, hijos queridos, entrega a los hombres infinitas dádivas y posibilidades de evolucionar y alcanzar la perfección, pero Sus hijos están distraídos y en todo se involucran con la materia, olvidándose de mirar hacia el Cielo.
En este día de Gloria y regocijo, pocos son los que agradecen verdaderamente a Dios por haberse hecho carne entre los hombres; por haberse hecho Hijo, siendo Él, el Padre de toda la Vida.
¿Dónde estarán los pesebres humildes para que Cristo pueda renacer? ¿Alguien se acordó de prepararlo en el propio espíritu?
Mi Hijo los espera; espera que comprendan que Él no llegará a las posadas de Belén, donde el confort y la ambición reinan. Él querrá apartarse del mundo, recogerse en silencio, en un lugar simple y humilde, donde vive la unidad con todos los Reinos de la Naturaleza.
Busquen, hijos amados, ese espacio en el propio interior. Pidan a la Estrella de Belén que los guíe y les muestre el camino, porque la Luz está pronta para retornar al mundo. Dentro de ustedes y en la consciencia del planeta ya comenzaron las contracciones de la purificación para un parto universal, en que lo viejo dará lugar al nuevo hombre.
Clamen a Cristo para que los haga renacer y clamen por Su nacimiento dentro de cada uno de ustedes. Aspiren a dejar que el viejo hombre termine su ciclo en su interior, para que despierten los Dones del Espíritu de Dios, aquellos que los harán semejantes a Él.
Cristo renace hoy en los corazones que le dicen sí y renacerá todos los días en los que le abren las puertas del propio interior, porque en la Eternidad, donde el tiempo no existe, todos los días es día de que nazca un nuevo Cristo.
Yo los amo y los bendigo, con Mi Hijo en Mis Brazos, para que a través de Él abrace todas las criaturas.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que las almas aspiran a encontrar en su mundo interior para ascender hasta lo más alto de ella y sentir que un propósito se ha cumplido.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que todos esperan conocer y subir para que, en cada nivel, el alma se vea plena al poder caminarla.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que atrae como un imán a las consciencias para que, en unión a ella y a su natural belleza, los corazones se transformen en adoradores y contemplativos de la Creación.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que irradia una sutil energía capaz de redimir vidas y de rehabilitar corazones.
Soy esa Montaña Blanca de Luz que se manifiesta como meta en el interior de las consciencias para que ellas se animen a ascender hasta el sagrado recinto de su mundo interior.
Yo Soy esa Montaña Blanca de Luz que activa la devoción por todo lo creado y que permite que las almas encuentren a Dios por medio de la montaña interior.
Soy esa Montaña Blanca de Luz que impulsa a la consciencia a superarse todos los días, con el fin de que en la cima la consciencia alcance la sagrada unión con el Creador.
Soy esa Montaña Blanca de Luz que guarda los tesoros más valiosos de Cristo. En esencia Yo soy el Monte Shasta de Luz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Eleva sus consciencias,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La fe puede colocarlos en otro lugar del plano del espíritu, la fe puede llevarlos a un estado desconocido, estado que se une a Dios y que está en Dios.
La fe es un don poderoso, que los eleva y los guía por el camino de la verdad y de la misericordia.
La fe es algo profundamente interno, porque es el testimonio vivo del alma orante que está ante su Amado Padre.
Es así, queridos hijos, que la fe es como el gozo que vive el alma cuando ella está cumpliendo con los Designios de Dios.
La fe es un atributo que los afirma día a día en su confianza en Dios y en Su infinito Propósito. Porque la fe tiene la capacidad de llevarlos a vivir un amor más profundo y verdadero, un momento de paz que puede impregnar toda la consciencia.
La fe como esencia es el timón para los humildes y simples de corazón, porque en la fe se construyen los puentes hacia la hermandad y esto consolida la unión entre las almas.
La fe los coloca en el servicio permanente a la humanidad y al planeta.
La llave de la fe será fundamental en estos tiempos, porque en la fe encontrarán la esperanza todas las almas.
Vivan en la fe y la fe los guiará siempre.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En la fe los eleva hacia el Corazón de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El motivo de expandir esta sagrada misión en el mundo es abrazar y atender las necesidades espirituales que algunas naciones atraviesan en estos tiempos, situaciones humanitarias y sociales que deben mantener un equilibrio para que no se pierda la paz.
Es así que Mi intención de llegar a Estados Unidos, al menos a un Estado, es una aspiración ardiente y divina, pues allí muchos hijos viven la somnolencia de estos tiempos y sobre todo no encuentran al verdadero Dios, sino al dios de la vida material y de la modernidad.
A través de esta peregrinación que hemos llevado adelante hasta ahora, queridos hijos, deseo de todo Corazón y Alma que Estados Unidos no pierdan la poca espiritualidad que le queda.
Es por ese fin que a través de la Señora de Guadalupe, Yo entraré con todas Mis legiones de ángeles a Estados Unidos para que la parte espiritual más importante de ese país, que es la región de Monte Shasta, no sea borrada de la consciencia mental ni espiritual de los norteamericanos.
En una ocasión y a través de otras apariciones, Yo Me anuncié en Nueva York para advertirle al pueblo norteamericano que de no cambiar, su destino sería de infelicidad.
Hoy con todos los frutos alcanzados a través del amor de los centroamericanos, su Madre Celeste, en esta inexplicable tregua espiritual, ingresará al Estado de California, específicamente a la ciudad de San Francisco para que desde allí sea evitado un colapso social y humano.
Será desde San Francisco que Nuestros Sagrados Corazones cerrarán esta sagrada misión y en donde todo se habrá cumplido.
Desde ahora y en confianza, agradeceré a todos los peregrinos del mundo que Me permitan llegar a los Estados Unidos por medio de sus oraciones y donaciones.
Así, las fronteras entre las naciones y los pueblos no se cerrarán y al menos entre los más simples hijos de Norteamérica existirán los puentes que unirán lo que el hombre de superficie quiere separar.
Desde ahora les agradezco por acompañarme.
Los bendice en esta misión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más