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Queridos hijos,
Escuchen la siguiente revelación y pedido que hoy desde el Cielo Vuestra Madre Santísima viene para hacerles.
Hoy escuchen la voz de Mi Corazón y no solamente las palabras. Hoy escuchen la súplica de Vuestra Querida Madre para con esta humanidad.
Deseo profundamente, Mis queridos hijos, que una nueva misión humanitaria sea llevada adelante por los misioneros de la Paz de Mi Inmaculado Corazón. Esta vez el destino protegido de esta misión será la frontera entre Turquía y Siria, para dar ayuda espiritual y humanitaria a los niños sin padres que están viviendo el horror de la guerra y de un exilio sin fin, que están sin casa donde vivir y sin alimento que comer.
Ahora Mis amados hijos, ¿comprenden el dolor de Mi Inmaculado Corazón?
También enviaré en una sagrada misión a Mis servidores de la Paz hacia Hungría, la que se ha vuelto el foco secundario de una batalla sin fin entre refugiados lastimados, familias diezmadas y revoluciones sociales por la no aceptación de inmigrantes.
La barca de la humanidad está haciendo agua rápidamente y pocos logran tener consciencia de que si algo no es rápidamente evitado, algo sorprendente podría suceder con esa parte de la humanidad. Por eso estoy invitando a Mis hijos para que por Misericordia y Piedad dejen de lado sus importantes preferencias y acompañen con sus oraciones y donaciones a Vuestra Madre Celeste y a Mis misioneros de la Paz.
Queridos hijos, como nunca antes ha sucedido, Medio Oriente se volvió el punto de conflicto más grave del planeta y es trabajo amoroso de todos detener esta guerra destructora de la dignidad humana.
Queridos hijos, con súplica de Misericordia hoy llego a este Centro Mariano para llamarlos a una profunda reflexión de caridad y de hermandad. Esta misión a Turquía tendrá como tarea el tratamiento espiritual, orante y de servicio a las familias en los campos de refugiados, y en Hungría, el cuidado moral y alimentario, como el de la salud de las familias que llegan a esos países, sedientas de ayuda y de paz después de haber recorrido caminos y fronteras durante días.
Nadie en Medio Oriente se está salvando de este conflicto contra la paz. Mis planes a través de sus corazones orantes serán acudir y rescatar al mayor número de esencias que están sufriendo todo el tiempo.
Hijos Míos, con la balanza de la Justicia de Dios en Mi mano, espero que sus esfuerzos, como los esfuerzos de todo el mundo, sean inmediatos y verdaderos. El eje del planeta está en peligro y esto es por causa del exterminio de los Reinos de la Naturaleza y de la propia Humanidad. Así, se han olvidado que todos son hermanos, hijos del mismo Padre, eso hace afligir a los Sagrados Corazones.
Esta misión sucederá cuando la acción de todos los colaboradores sea grupal y los medios para esa importante misión puedan estar manifestados.
La llave de la Gracia está en sus manos. ¿Quién abrirá la puerta?
¡Les agradezco a todos por responder a Mi llamado de Piedad y de Misericordia!
Les clama desde el Cielo, Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Advertencia: Los 14 misioneros que se ofrecerán para esta misión estarán entregando sus vidas en las Manos de Dios.
Queridos hijos:
Los tiempos que se aproximan no serán iguales a los tiempos pasados, eso despertará en muchas consciencias el motivo primordial de buscar a Dios y a Su eterno Reino.
La humanidad no puede vivir sin el Padre Celestial, sería como un pequeño niño rebelde que no quiere escuchar, estando al borde de un gran peligro. Así está la humanidad, ciega en todo lo que hace y practica, sin fundamentos espirituales que la puedan nutrir y despertar a realidades superiores.
El dolor de los Sagrados Corazones es ver una humanidad con falta de gratitud y de amor por todo lo que ha recibido. Por eso, el Señor, Nuestro Dios, sorpresivamente quitará algunas cosas del camino para que algunas consciencias reaccionen y perciban que ya no son tiempos de normalidad ni de placer.
La raza humana decidió apartarse de Dios, y la Naturaleza, que es fiel a las Leyes superiores, estará mostrando esta separación durante el parto planetario.
La Tierra, como consciencia, sufre todos los días lo que sus hijos realizan sin consciencia ni sabiduría.
Todo será colocado en su lugar. Por eso, recuerden las palabras de Mi Hijo: “No quedará piedra sobre piedra”. Él les quería decir que dentro de cada alma y en todo el planeta nada quedará como antes. Por eso, la oración del corazón será la antorcha que iluminará los tiempos de oscuridad que la humanidad está atravesando.
Verán cosas que no podrán creer, pero que serán tan reales como verdaderas, serán el reflejo de la falta de amor que la humanidad tiene para con Dios.
Bienaventurados los que perseveren y no se detengan frente a los acontecimientos, porque el Reino de Dios será la aspiración ardiente para encontrar la paz. Sean portadores de Mi Paz y sigan Mis pasos, la hora se aproxima a todos y deberán estar fortalecidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Verdad de los tiempos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quisiera decirles, hijos Míos, que las situaciones del mundo se precipitan y no tienen límites, porque la propia humanidad genera las condiciones para que eso suceda.
Pero existe una parte de las almas que luchan espiritualmente para reparar los graves ultrajes que la mayoría comete y, aunque todo esto no sea suficiente, la Divinidad ayuda a los consecuentes para que al menos una parte de la humanidad se torne rescatable y redimible.
El peso de la deuda espiritual de la humanidad es muy grande y las almas en estos momentos están padeciendo las consecuencias de lo que la mayoría hace. Eso despierta la ira de Dios, que no es castigo, sino una suprema tensión ardiente que intenta impedir el descenso de la Ley y que la mayoría de los hombres ignora.
Los acontecimientos de estos últimos tiempos demarcan el cambio futuro, moral y espiritual, de la humanidad y lo que potencia más la ira de Dios es la inconsciencia y la forma de cómo se lleva adelante la vida planetaria.
En toda esta realidad, los Reinos de la Naturaleza sufren también las consecuencias de la humanidad. Ellos, como parte de un mismo fin, tendrán una acción dentro del ciclo de la gran purificación.
La Madre Naturaleza, que es sabia y pura, mostrará su poder a la humanidad. Todo esto no sería necesario si desde el principio se hubiera respetado la dignidad humana y los Reinos creados.
La consciencia de la humanidad, hijos Míos, está más retrasada que los primeros pobladores de la Tierra. Eso hace estremecer el Corazón de Dios al ver que el discernimiento y la sabiduría desaparecen de la consciencia de los que dicen ordenar las naciones.
Por eso, el Amor de Dios podrá traspasar las barreras de esta precariedad que el hombre de hoy creó por sus acciones.
El nuevo paraíso, la Nueva Tierra, estará libre de todas estas influencias, porque el proyecto era que esta raza fuese fraterna y equitativa en todos los estados del ser; lo que fue cambiado. Esa es la preocupación del universo delante de la realidad de esta humanidad.
No existen valores y si los hay, todos son manipulados, lo que hace perder el verdadero propósito de la vida del alma y del espíritu, y muchas almas son presas del adversario que es el principal gobernante de algunas regiones.
Oremos sin cesar y sin pensar, algo deberá cambiar, el tiempo lo indica.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Portavoz del Universo
El gran pesar de Mi Corazón Inmaculado es por la crueldad y por la falta de amor que existe entre los seres de la Tierra.
Y esto, hijos Míos, no es por falta de pruebas o de testigos del poder del amor. Jesucristo fue y será la prueba más verdadera del amor que todo lo venció para dar el salto a la consciencia universal.
Por eso, Vuestra Madre del Cielo viene para recordarles el Amor de Dios manifestado a través de Su Hijo Amado. La humanidad ya no siente necesidad de amar, sino de conquistar, juzgar y sobre todo, destruir la dignidad espiritual y moral del prójimo.
Eso aumenta el dolor que siente el Corazón de Dios por ver a Sus hijos creados,en pleno cautiverio y naufragio.
Pero el poder del Amor de Dios trasciende todas las barreras y aunque en este tiempo existan almas que no quieren amar, sino dañar y lastimar a los otros, Vuestra Madre de la Justicia sostiene la balanza que está a punto de romperse por el peso del pecado, de la omisión y del martirio.
Este tiempo llegaría; la humanidad en su mayoría escogió los placeres de la vida material y la ambición de todas las cosas; así, día tras día, se apartó de Dios hasta sustituirlo por las modernidades y falsos dioses que asumió como propios.
La profecía de Juan el Apóstol se cumple así como fue escrito, pero antes de que todo suceda, la fidelidad de ustedes a los designios de Dios marcará la diferencia entre estar caminando hacia el Paraíso o hacia el infierno de la Tierra.
Hijos, disculpen Mi profunda declaración, porque la copa no solo desborda, sino que se derrama y envenena a muchos corazones. Ahora esa copa está a punto de quebrarse por el impacto del Ángel de la Justicia de Dios.
¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme y recen! El poder fraterno de Mi Corazón Inmaculado socorrerá a la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mis súplicas de paz!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Portavoz del Universo
Mientras las Puertas del Cielo se abren por la oración de todos Mis hijos, otras puertas se abren hacia los abismos para hacer que las almas se pierdan.
Las puertas del mal son abiertas por las alianzas de los enemigos con otras consciencias, lo que cambia abruptamente el destino de la humanidad.
Todos los seres de la Tierra son responsables de que eso suceda, pero el poderoso caudal de la oración no permite que esas realidades se expandan por el mundo. La oración, la comunión reparadora y la adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo evitan que muchas más almas se comprometan con esa realidad que hace perder al mundo su espíritu de pureza.
Mi Corazón clama todos los días a todos los orantes para que Me ayuden amorosamente a cerrar las puertas de la mentira, de la superstición, del falso poder y de una conquista del planeta que es desmedida y mezquina.
Quisiera, hijos amados, reconocer en cada orante la llama interior que, a pesar de los tiempos difíciles, nunca deberá apagarse. Desearía que a partir de ahora fueran Mis soldados de la paz, que sus vidas ejemplifiquen las enseñanzas de Cristo y que ya no siendo los mismos, sean depositarios del caudal de la Misericordia del Redentor.
Si tal respuesta no se diera, la propia humanidad, la raza misma deberá aprender y comenzar de nuevo, después de testimoniar su propia autodestrucción. La bomba atómica en aquel tiempo, fue el resultado más grave de la falta de consciencia, de amor y de piedad para con la humanidad.
La crisis de Medio Oriente, a los ojos del mundo, es la más grave situación de aniquilación y de destrucción del espíritu de las familias.
¿Y hasta cuándo sucederá esto?
Por ese motivo Yo vengo nuevamente para interceder delante de Dios por el mundo. Pero esta vez vengo para interceder por los inocentes y no por los injustos. El castigo de Dios será grande para aquellos que siguen modificando la Creación.
El mundo como totalidad no conoce el poder del Universo, no conoce el descenso de la Ley sobre la Tierra. Antes de que eso suceda, Yo vengo para intentar que la humanidad no se vuelva a autodestruir; lo que dejaría al planeta en otro estado.
Quisiera que todos, sin excepción de credo, raza o nación, pudieran apoyar esta convocatoria celestial por la paz.
Espero que hayan comprendido el clamor de Mi Corazón. La copa ya no solo está rebasando, sino que ahora su veneno compromete a otras naciones.
¡Les agradezco por buscar la Paz!
En petición y ruego permanente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Arrodíllate todos los días ante el Altar de Dios y clama por Piedad y Misericordia. Pide al Señor que despierte a la humanidad del sueño en que vive y disponte a seguir Sus Designios Celestiales, sin importar cuáles sean.
Hijo Mío, hija Mía, escuchen la Voz de Dios, que habla directamente al corazón, invitando al alma a dar un nuevo paso y a consagrarse a una vida superior. Les pido que sean dignos de vivir el Proyecto del Creador y a través de su transformación, permitan que otras almas encuentren un camino para la redención.
Hijo, si escuchas la voz de Tu Madre Celestial, es porque llegó la hora de rendirse delante de Dios. No esperes que el sufrimiento de la vida traiga un aprendizaje insuperable para que tu espíritu, para que tu alma perciba que andaba por caminos que no llevaban a Dios.
Observa, el mundo a tu alrededor agoniza y hermanos son sometidos, día a día, a la oscuridad. Muchos están en la amargura de las guerras, con miedo a la muerte y ante la imposibilidad de tener siquiera una vida digna, según las leyes del mundo. Y a ustedes, hijo Mío, hija Mía, no por casualidad los llamé para que estuvieran a Mi lado.
Mi voz se pronuncia ante tus ojos y habla directamente a tu corazón, porque hiciste un compromiso con Dios, por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza, por la evolución de este mundo y de muchos otros.
Sabe, Mi amado hijo, que el tiempo de aprender por medio del amor ya llegó para ti. Porque el tiempo del verdadero sufrimiento para la humanidad aún se está aproximando y recién inicia su ciclo. Aún tienes tiempo de aprender a amar y a perdonar, de ser un servidor o un siervo de Dios. Pero sé valiente y no tardes en responder, porque el tiempo del reloj ya no transcurre de la misma forma. Las agujas se aceleran y un minuto ya no tiene más, sesenta segundos.
Soy la Madre, la Reina Universal; portadora de una Paz que trasciende cualquier dolor y sufrimiento y que puede perseverar en los corazones de los que Me acompañan, independientemente de los acontecimientos del mundo.
Por eso, hijo, siente en Mi voz la urgencia de los tiempos y en Mi calma, la última posibilidad de despertar la humanidad.
Tu Madre Celestial ya derramó Sus lágrimas delante de Dios y se ofreció a sí misma, por tu salvación y la de tus hermanos. Pero el Señor es Justo y espera que de la humanidad parta la iniciativa de transformar la vida en el planeta.
Los seres humanos deben volverse dignos hijos de Dios, y eso, amados Míos, Su Madre Celeste no puede hacerlo por ustedes.
Quisiera, hijo, que Mi Amor por sí solo tocase tu corazón y lo retirase de la ignorancia de la vida material, para llevarlo a lo sagrado y a tomar consciencia que son tiempos de emergencia.
Quisiera que comprendan, con Mi santa Paz, que esto que les entrego, como bendiciones y gracias, debe verterse, por medio de tus oraciones, sobre las almas perdidas en el mundo.
Quisiera hijo, que los acontecimientos que hacen que tus hermanos agonicen, fuesen suficientes para hacerte salir de ti mismo y servir a aquellos que tienes al lado, hacerte perdonar lo que aún no perdonaste en el prójimo, ni en ti mismo y reconciliarte con Dios.
Escuchen, amado Mío, amada Mía, porque hoy les hablo directamente: despierten y únanse a Mi ejército de paz, porque Su Madre Divina ya no sabe cómo advertirle al mundo, y clama a los corazones de los hombres, para que acepten vivir la redención.
Hoy les dejo Mi Paz y les agradezco por venir a Mi encuentro, aunque sepan que muchos de los que convoqué, no están aquí.
Difundan Mi Mensaje de Paz, anuncien Mi Presencia. No dejen que sus hermanos se pierdan. Si estoy aquí, es para llevarlos a Dios.
Los amo y los bendigo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
Hermana Lucía de Jesús: Hoy San José demoró en aparecer y, cuando los portales comenzaron a abrirse en el Cielo, vi que venía de algún lugar del planeta. Vi un lugar destruido,un escenario de color gris, y San José apareció con un joven negro en los brazos, desfallecido. Percibí mucha tristeza en Su rostro. Durante un tiempo, San José me mostraba que estaba retirando muchas almas de aquel lugar que yo no sabía dónde era, hasta que comenzó a entregarnos Su mensaje diario.
Hijos de Dios y compañeros de Mi Casto Corazón:
Hoy les digo que Mi espíritu de amor recibió del Padre la posibilidad de interceder por una parte de la humanidad.
Ante a los Altares Celestiales, deposité a los pies del Creador Mi Corazón, como forma de ofrecerle lo más puro que existe en Mi Consciencia, para equilibrar así las impurezas de la humanidad.
Como parte espiritual del corazón humano, abro las puertas del Reino de Dios para todos aquellos que seguirán Mis pasos, con la esperanza de encontrar a Cristo y fundirse con Él, en Su Espíritu Resplandeciente.
Les digo que, por sus oraciones, Mi ofrenda fue aceptada por el Altísimo y estaré, en los próximos días, ingresando en Espíritu de Divinidad en los continentes africano y asiático para permanecer, en el mundo interno del planeta, en vigilia y oración por la paz en el mundo.
Les pido que, con sus corazones Me acompañen y jamás se olviden de que los dolores y los sufrimientos que la humanidad le causa a Dios son responsabilidad de todos los seres del mundo.
Al orar con María Santísima, ofrezcan también la intercesión de Mi Casto Corazón y, como humanidad, todos los días eleven un pedido de Misericordia. Todas las ofrendas, por menores que sean, serán aceptadas, porque la urgencia es infinita y la necesidad del planeta trasciende su comprensión.
Solo les pido que oren Conmigo y permitan que Mi presencia les haga comprender que ya son tiempos agudos de purificación del planeta.
Tomen consciencia de la vida superior, de las necesidades espirituales más que de las físicas. Sepan que todo lo que sucede en el plano físico tiene una contraparte espiritual aún más difícil de ser curada.
Con la consciencia en el Plan de Rescate de Cristo, oren de corazón, únanse a Mí y ayúdenme a interceder por el mundo.
Paz para todos los corazones que sufren. Perdón y redención a los que se perdieron de Dios.
San José Castísimo
Con Mis ojos celestes de Luz colocados sobre el mundo, rezo profundamente por toda la humanidad, por los consecuentes y por los inconscientes, para que pronto, a través de la Gracia Suprema, todos Mis hijos consigan atravesar el tiempo definitivo de la aguda purificación.
La Gracia de Dios será la fortaleza para aquellos corazones que recen humildemente de corazón y se unan por encima de todo a Mis planes de Paz.
Queridos hijos, aún su Madre Celeste, desde el Cielo, sigue viendo el error esparcirse como un veneno en el corazón de los corazones ingratos, los que buscan saciar sus voluntades y satisfacer sus deseos. Pero esto pronto terminará.
La oración del Santo Rosario proclamada por Mis hijos del mundo está evitando que la ira de Dios se precipite, y a pesar de todo continuar igual, una especie de conciliación universal está sucediendo entre las almas buenas y las almas sometidas.
Es a través del Espíritu de Mi Amor materno que las puertas del Universo Celestial se están abriendo para ayudar al mundo enfermo.
Hijos Míos, sigan rezando, ahora con más esfuerzo, porque en la repetición del Ave María se encuentra la fórmula celestial de Luz que permite aplacar el poder de las Leyes y abrir el manantial de Misericordia de su Madre Santísima.
Es a través del poderoso decreto del Ave María que las palabras del Arcángel Gabriel se vuelven vibraciones sutiles, capaces de relacionar el universo material con el universo espiritual.
Es a través de esta antigua fórmula que la Pureza y la Gracia de la Madre de Dios descienden sobre el mundo, sobre una región o incluso sobre una consciencia pecadora, para despertar la compasión de Dios y abrir el camino sincero al arrepentimiento y a la contrición como acto de redención.
Queridos hijos, hoy les dejo estas llaves porque sé que muchos de ustedes necesitan de más comprensiones.
Que a través del Ave María se reconozcan como pecadores no significa que volverán a pecar, sino que les recuerda la importancia de vivir las Leyes Universales y de no transgredirlas nunca.
Hijos amados, cuando reconocen sus pecados o deudas, están afirmando la necesidad de revertir sus miedos al fracaso, a la perdición o al abandono del camino espiritual.
Es a través de Mi intercesión divina que sus ojos se abrirán para ver claramente el camino de la transformación y de la fusión con la paz.
Si la humanidad viera las oraciones con espíritu universal, en verdad los efectos de las palabras sustituirían los errores y transformarían las pruebas en grandes aprendizajes.
Por eso, les pido que recen de verdad y sin apremios, así sus sagradas invocaciones a Mi Corazón Inmaculado harán triunfar Mis planes de Paz y de Misericordia.
¡Les agradezco por rezar a Mi materno Corazón!
Los eleva a la consciencia de la oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En los pequeños sacrificios se encuentra la solución para los graves problemas de la humanidad.
El sacrificio es un acto de renuncia y al mismo tiempo de liberación de las formas que oprimen la consciencia de la humanidad. Por los sacrificios, las Leyes Universales actúan y lo que parecía imposible de revertirse, cambia por la realización de un pequeño sacrificio.
El acto del sacrificio debe estar bañado por la humildad de aceptar algo que va más allá de las capacidades de cada ser. El ayuno es el camino que los lleva a encontrar el sacrificio que la humanidad olvidó vivir para poder reparar las faltas.
El sacrificio es una ley de liberación y al mismo tiempo permite tomar consciencia sobre la gratitud y el bien.
Queridos hijos, los desajustes de la humanidad en estos tiempos son por la falta de sacrificio, lo que no significa omisión, severidad ni castigo. Un gran sacrificio que el mundo podría hacer es quedarse en silencio para que todos comprendan cómo la vida humana está descontrolada, violenta y pervertida.
Si se hiciera silencio, mucho se resolvería, todo se curaría, el mundo podría desvanecer el constante ruido que habita en la consciencia de Mis hijos y todo se volvería a reconstruir como en el principio.
Una de las causas de Mi llanto es por la falta de silencio dentro de los seres; eso los aparta de la fuerza interior, fuerza que les permite orar de verdad, ya que la ausencia de silencio lleva a la falta de paz.
Queridos hijos, aún Mi Corazón continúa lastimado. La copa ya no solo está hasta el borde, sino que ahora está rebasando. De todo lo que hoy sucede en el mundo, algo hay que aprender interiormente.
Queridos hijos, Yo les abro las puertas al Corazón de Dios para que puedan entrar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva a la Consciencia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando llegamos al quinto misterio doloroso vimos aparecer a Nuestra Señora, hicimos la señal de la cruz y Ella se mostró como Nuestra Señora de Fátima.
Segundos más tarde comenzamos a sentir un dolor fuerte en el corazón, un dolor profundo que invadía toda la consciencia, algo inexplicable. Rodeada por ángeles de luz, Nuestra Señora se aproximó muy cerca de nosotros y vimos Su rostro lastimado por un corte en cada mejilla. Su rostro era de mucho dolor y estaba llorando como si nada pudiera detener Sus constantes lágrimas.
Enseguida vimos que el Corazón Inmaculado de María, estaba traspasado por una espina oscura que media unos ocho o diez centímetros de largo; Su Corazón estaba rodeado por una corona de espinas y se veía muy inflamado, perdiendo sangre por todos lados.
La Madre Divina señalaba con Su mano derecha el Corazón lastimado y levantaba Su mano izquierda bendiciéndonos. En ese estado de profundo dolor, la Virgen María nos mostró el mundo entero y nos llevó especialmente hacia Medio Oriente. Nos mostró la realidad espiritual de los campos de refugiados y nos llevó hasta los mares de la región para revelar la situación grave y espiritual de las barcas sumergidas de los inmigrantes. Su llanto no cesó mientras nos transmitía cada una de las palabras.
Luego Nuestra Señora nos mostró el Universo Celestial y vimos un coro de ángeles entre los que se destacaba uno principal que María lo llamó el Ángel de la Justicia de Dios. Él llevaba entre sus manos una vara de ardiente fuego, la cual estaba a punto de lanzar hacia la Tierra. Enseguida, mientras lloraba, Nuestra Señora hizo la siguiente revelación y un pedido para todos nosotros:
Por una gran espina que traspasa Mi Corazón Inmaculado, hoy siento el dolor del mundo, de las almas que son condenadas por las propias manos impunes del adversario.
No podré explicarles, Mis hijos, qué significa el dolor de la humanidad, la que es ingrata a Dios y especialmente a toda la Creación. Realmente hijos, el mundo está enfermo espiritualmente y la humanidad perdió la inocencia y el amor verdadero entre hermanos.
Los inocentes son condenados. Los que dicen ser poderosos obran en contra del Plan del Redentor. La humanidad se autocondenó y condena día a día a Mis hijos.
Hoy vengo mostrando al mundo Mi Corazón Purísimo, lastimado y ensangrentado por los graves e interminables pecados del mundo. Hijos, hay que cambiar y no dejarse perder por las pequeñas cosas superficiales.
Mientras ustedes respiran, otros mueren por falta de Luz. Mientras ustedes duermen, otros no tienen un lugar donde reposar. Mientras ustedes viven en Mi Corazón de protección, otros buscan una salida y escapan de la muerte que es generada por los hombres conquistados por el mal. Esto estremece al Corazón de Dios, viendo al mundo en la guerra de todos contra todos.
Hemos venido aquí para recordarles la Paz y el Amor de Dios. Para aliviar Mi Corazón traspasado y Mi rostro cortado por las heridas que hermanos ocasionan a otros hermanos, para calmar el llanto perpetuo de Mis ojos, vengo para pedir a todos los grupos de oración del mundo y a todos los miembros de la Red-Luz que recen dos misterios del Santo Rosario durante treinta y tres días seguidos para que vuestra Madre Celeste pueda tener la dicha de interceder ante la Justicia Universal.
En el caso de no revertirse la situación en Medio Oriente, la Justicia podría precipitarse y hacer de los templos humanos el polvo de todo el desierto.
Para que el Ángel de la Ira de Dios no derrame el rayo de la Justicia, hijos Míos, vengo a pedirles a todos la oración. Si la respuesta fuera poca, ustedes verán el resultado de una degeneración humana, la que ya flota en los mares.
Recen Conmigo y no se detengan; Mi Corazón ultrajado socorrerá a quien Me invoque de verdad y sin apremios.
Hijos, difundan este mensaje, pues la hora más aguda se aproxima, la primera gran noche de oscuridad mundial. Si rezan Conmigo estarán bajo Mi manto de Luz.
Al final de cada misterio repetirán:
Súplica a la Madre del Mundo
Amada Madre del Mundo,
Estrella incandescente y universal,
derrama Tus rayos poderosos sobre el mundo entero,
derrama los códigos de la Sangre Preciosa de Cristo
para que todo sea purificado
y seamos dignos de vivir
en el Reino de Abba.
Amén.
¡Les agradezco por consolar Mi Corazón herido!
Les abre los ojos a la Verdad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Santifiquen sus vidas, adorando al Dios Vivo que habita en todo lo que fue creado.
En la esencia del acto de adorar, puramente interior, encontrarán el verdadero sentido del servicio y de la caridad, que es la búsqueda de la unidad con el Dios existente en todas las cosas.
En un pasado lejano, los seres humanos reconocían lo sagrado como algo más natural y podían sentirlo como parte de sus vidas. Hoy en día, enseñarles a reverenciar y a adorar a Dios, internamente, es como ofrecerles un gran desafío.
En Jerusalén, como en todo el Oriente, muchos pasaron la vida entera buscando al Salvador y esperando al Mesías, creyendo que vivían y respiraban solo para encontrarlo.
Sin embargo, cuando estuvieron delante de Él, no lo aceptaron y negaron la Humildad de Dios, que era el símbolo purísimo de Su manifestación entre los hombres.
No corran el riesgo de repetir lo mismo que la humanidad de tiempo atrás vivió. Ella creía que buscaba a Dios y que vivía para Él y, sin embargo, nunca creyó en la autenticidad de su búsqueda y menos aún de su meta. Recibía la enseñanza como algo sagrado, pero solo para mantenerse en la teoría y organizar la vida social y éticamente, de manera de poder vivir con un poco más de paz en tiempos de tantas guerras, conflictos y de búsqueda incesante de poder.
Que las palabras de los Mensajeros Divinos, hoy sagradas para muchos, no sean solo bellas teorías, sino que los torne más pacíficos delante del común de la sociedad en que viven.
Destierren de su interior la duda oculta sobre la veracidad de la enseñanza y no permitan que el inconsciente de la humanidad los haga creer que Cristo nunca regresará, porque, si ustedes reflexionan y buscan en lo profundo de la inconsciencia, encontrarán en ustedes muchos aspectos que niegan la existencia de Dios y de Su Plan, como también del retorno de Su Hijo. Esos son los resquicios de una humanidad degradada que, hace más de dos mil años, no creyó en la encarnación del Mesías.
Abran los ojos y purifíquense. Caminen verdaderamente hacia la transformación, para que así no sean sorprendidos por sí mismos en un futuro próximo.
Yo los amo y los conduzco hacia la transparencia interior, para que se conozcan a sí mismos y destierren el viejo ser.
San José Castísimo, fiel guardián del retorno de Cristo
Mi Corazón Sacratísimo se acongoja cuando las almas no quieren escuchar a Dios. Pero esto Yo ya lo sabía, sabía que iba a suceder en este siglo y en este tiempo. Me fue revelado durante la Agonía los ciento treinta y tres principales dolores que la humanidad le ocasionaría al Corazón del Creador.
Hoy, les digo, compañeros, que lo que sucede a los ojos de todo el mundo es el dolor más agudo que vive Mi Corazón. Por eso, hoy he venido para mostrarles Mi Agonía espiritual en el Huerto Getsemaní, Agonía que lastima Mi pobre Corazón por los pecados e injusticias del mundo.
Todo lo que hoy sucede es porque la mayoría de las almas, en este tiempo, no reconocieron la oferta de Mi Amor. Esto no es un castigo, es una consecuencia generada por los hombres que se apartan cada vez más de Dios.
Al igual que los inmigrantes en las barcas, Yo estoy en naufragio, pues, como un navegante, Me han perdido en alta mar. No Me han visto en los ojos de los más pequeños ni tampoco en el corazón de las madres que buscan consuelo. Me exiliaron de esta humanidad por ser extranjero.
Sepan que estoy presente en el corazón de los más desprotegidos, pues espero despertarlos algún día para que den testimonio de vida al mundo.
Así, Yo Me presento a ustedes para que comprendan que todo no es lo que parece. La humanidad tapa sus ojos para no ver el resultado de una decadencia sin límites.
¿Quién consolará Mi Corazón que va rebasando la copa de la injusticia?
¿Quién vivirá por Mí, para poder salvarse?
Es hora de crecer interiormente y de no dejar que la propia vida los haga perecer.
Síganme en este trayecto y no sigan en el que lleva al mundo a la inconsciencia y a la falta de fe.
Compañeros, sean Mis testigos, Mis verdaderos testimonios ante la crueldad del mundo.
Abran los brazos y sientan en sus corazones el dolor del Redentor.
He venido a San Carlos porque aquí hay ovejas que deben seguirme y, en este tiempo, deben profesar su verdadera fe, fe que ayudará al mundo y a toda la humanidad.
Que esta nueva Maratón sea dedicada a la reparación de las almas inocentes, pues ahora Yo Me encuentro entre esos corazones, sufriendo el horror del mundo. Sean buenos orantes y ayúdenme a seguir derramando Misericordia para el mundo.
Les dejo la sagrada visión de Mi agonía en el Huerto Getsemaní. ¿Quién beberá del amargo Cáliz Conmigo para salvar a la humanidad?
Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.
¡Gracias, hijos de San Carlos, por estar Conmigo!
Cristo Jesús Glorificado
Me voy en silencio, para que sientan Mi Corazón lastimado.
Yo los bendigo ahora y siempre, en nombre del Amor de Dios.
¡Les agradezco!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, hoy el Maestro llegó de una forma especial aquí, a San Carlos, y quisiéramos compartir con ustedes un breve relato para que puedan entender mejor el Mensaje que Él nos trajo hoy, que es diferente a todos los Mensajes que Él ha dado hasta este momento.
Cuando el Maestro llegó aquí, Él vino revelándonos la escena de la agonía en el Huerto Getsemaní.
No vino como ha venido en otros momentos, con toda Su Presencia para hablarnos directamente, sino que Él estaba encima de una piedra, estaba con Su Mirada hacia el Cielo, hacia el universo y hablaba con Adonai. Él estuvo así por mucho, mucho tiempo, durante todo el tiempo que estuvimos aquí, esperando que Él comenzara a hablar.
Nos preguntábamos qué era lo que Él quería decir con eso. Y, entendimos al final que quería compartir un dolor que Él vive, en este momento, con nosotros; y Él necesitaba que nosotros fuéramos conscientes para poder colaborar.
Y después que Él mostró esa escena por un largo tiempo, Él mostró que llevaba una corona de espinas sobre Su Cabeza; y le preguntamos: ¿pero la Corona de espinas no fue después, durante la Pasión?; y Él decía que esta Corona es la que le coloca hoy la humanidad y que Él sufre muchas agonías causadas por este mundo, así como las sufre Su Madre, María.
Entonces, en ese momento, Él giró Su Rostro hacia nosotros, estaba llorando, con Sangre en Su Rostro y Su Corazón desbordaba de un dolor muy grande, que era desconocido. Él decía que era una agonía espiritual que estaba viviendo, algo que sería inexplicable de entender por parte de la humanidad, pero que Él intentaría en este momento explicarnos, a través de las palabras, lo que Él está sintiendo de la humanidad.
Él en este Mensaje puso algunos ejemplos muy simbólicos, que tenemos que prestar atención para entender a través de esos símbolos el Mensaje que Él nos quiere decir.
Fui creado en el espíritu de la humildad en el Reino de los Cielos, teniendo ese atributo como primordial para la historia que escribiría en el mundo. Así como traigo este atributo divino, cada alma y cada esencia contienen en su interior un atributo para manifestar.
Mi creación no fue diferente de la de ustedes; solo tuve la misión de ser un ejemplo para la humanidad y, a lo largo de Mi existencia en el mundo, fui ayudado para eso.
Desde niño, sabía que algo dentro de Mí no podía vivir la misma vida que vislumbraban Mis hermanos. Muchas veces, esa búsqueda del propósito que el Creador tenía para Mí, Me hizo apartar del mundo e incluso de aquellos a quienes Yo amaba.
Viví muchos momentos de soledad, intentando encontrar el sentido de la vida y, cuando lo encontré en la unión con Dios, descubrí que en Mi soledad se encontraban todos aquellos a quienes amaba.
A pesar de no haber sido comprendido por muchos, Me sustenté en la fe y en la confianza en que aquella vida era vivida por el bien y por la evolución de todos los que estaban a Mi alrededor y que, sin saber exactamente cómo, lo que Yo vivía los estaba ayudando.
Cuando tenía doce años, en el silencio fui a buscar lo que Dios tenía para Mí, y que no encontraba en la vida cotidiana que llevaba junto a Mis hermanos. En silencio y en oración, comencé a crecer en espíritu y a descubrir que la madurez no estaba en la edad que Yo tenía, y que, a pesar de ser tan pequeño, encontraba en el espíritu todas las explicaciones que necesitaba para crecer.
Fue así como consagré Mi existencia a Dios. Él Me escuchó y aceptó Mi ofrenda, mostrándome el Plan que tenía para Mí, en esta y en otras vidas. En aquel momento, Yo aún no sabía la magnitud de la misión que Me esperaba, y fue sólo delante de Jesús Niño que pude comprender y superar pruebas mayores.
Les cuento todo esto porque Dios también vino al encuentro de ustedes, los colocó delante de todos los absurdos de este mundo y los impulsó a buscar el verdadero sentido de la vida. Los llevó al camino de la consagración del alma; a algunos, del espíritu; y a otros, de todos los aspectos de su ser.
Por medio de Su Espíritu Trino, les reveló una misión: preparar el retorno de Cristo y volverse un ejemplo para las almas que no tendrán rumbo en tiempos de tanta confusión.
Si se sumergen en el propio mundo interior, encontrarán toda la madurez del espíritu y crecerán rápidamente, mucho más allá de los cuerpos materiales. Comprenderán lo que es incomprensible para la mente humana que no está unida al espíritu y, aunque no sepan realizar grandes tesis ni explicaciones científicas sobre lo que viven, conocerán a Dios y lo vivirán. Manifestarán Su Propósito y pasarán por muchas pruebas, hasta que cumplan con la misión primordial, encomendada por Él.
Sin embargo, delante del Cristo Vivo, todos los pesares se volverán pequeños y pasajeros. No habrá sufrimiento ni tribulación que no sean recompensados delante de la grandeza de Su Amor y de la Gloria de Su Espíritu Resplandeciente.
Es por eso que vengo al mundo: para enseñarles a repetir lo que viví como José de Nazaret; para que comprendan que la esencia de la trayectoria humana es la misma y que, con la misma naturalidad con la que tantas veces repetimos los errores, la gloria también se repite, la santidad se repite, el nacimiento y el retorno de Cristo se repetirán. Así como resucitó en Espíritu y abrió los Cielos para Su Ascensión, Él retornará y abrirá los Cielos para posar Sus Pies en el suelo de este mundo.
Yo los bendigo y los guío en el cumplimiento de la misión espiritual del corazón humano.
San José, siervo seguro y fiel de Dios
Sean agradecidos y tórnense dignos de escuchar las Palabras de Dios por medio de Sus Mensajeros.
En la simplicidad del corazón, agradezcan por no estar sumergidos en el común de la humanidad que ignora la existencia de Dios.
Mientras están hoy delante de Mi Corazón, existen muchos otros que deberían estar al lado de ustedes y, sin embargo, ignoran su compromiso con Dios y con Su Plan. Mientras la humanidad se purifica a través del sufrimiento y del caos, ustedes se purifican por la consciencia.
Mientras el mundo se pierde en las tecnologías y en los supuestos avances materiales, sus espíritus intentan crecer y avanzar en el cumplimiento de un Plan Superior.
Los Ojos de Dios están fijos en la pequeña parte de la humanidad que aún tendrá una oportunidad de manifestar Su Propósito, pero para esto, ustedes deben asumir la propia transformación con madurez y no con pesar.
No lloren más ni pidan perdón por los errores cometidos. Reconozcan la gracia que recibieron para dar nuevos pasos y no pierdan la oportunidad de crecer.
La Voz de Dios siempre se pronuncia para llevarlos a la evolución. Escuchen con atención las correcciones de la vida y sigan el camino señalado por el Creador, y no los propios caminos.
La cura de todos los males está en jamás perder la fe del corazón y, con esa fe inquebrantable, dar los pasos rumbo a la transformación, sin lamentarse, solo con profunda gratitud.
La gratitud es la llave para vivir la Voluntad de Dios y dejarse moldear por ella. Nunca la pierdan de vista.
Si tomaran con seriedad y madurez las metas propuestas por el Señor y caminaran decididos hacia ellas, todo lo que sucede a su alrededor se acomodaría, porque el Rayo de la Voluntad de Dios vendrá en su auxilio.
Cada uno tome para sí todas las palabras pronunciadas hasta el día de hoy y camine sin miedo a perderse de sí mismo.
Por el crecimiento espiritual de la humanidad y por el despertar de todos los seres, Yo los bendigo.
San José Castísimo, servidor del Supremo Dios
Queridos hijos:
Todos los días, vengo del Cielo a llamar a los apóstoles de la Luz, a los servidores incondicionales de Mi Amado Hijo, pues la urgencia de que existan almas servidoras requiere ir más allá del conocimiento y de la formación recibida.
Por eso, todos los días, mediante la oración del corazón que les he enseñado, vengo a despertar los dones que aún duermen en sus almas, almas sofocadas por la presión de los tiempos, por las modernidades, por el pecado, por olvidarse de Dios.
Mi Plan corredentor de salvación, en este tiempo apocalíptico, está dirigido al rescate inmediato de las esencias sometidas por el adversario.
Para que eso sea posible, ante la emergencia que vive la humanidad, Mi Corazón viene a llamar a los apóstoles de la Luz para que a través del servicio, la oración y las misiones de caridad ayuden a los más desprotegidos e ignorantes de corazón, que necesitan del alivio, de la cura y de la Misericordia.
Queridos hijos, el tiempo de mostrar los dones y de colocarlos al servicio del Plan ya llegó. Hay mucho por hacer y la humanidad no quiere escuchar ni ver por vergüenza, ya que la realidad planetaria que la sobrepasa la obliga a cambiar forzosamente.
Pero los corazones mansos y orantes en este tiempo pueden dar el ejemplo de una vida consagrada y feliz en los Brazos del Padre Celestial.
Es hora de atender al planeta, es hora de que los guerreros de Cristo despierten a la convocatoria y salgan de sus hogares a servir; la Piedad y la Misericordia todo lo suplirá.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los entrena, al servicio del Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Hoy, he venido a hablarles de una comunidad espiritual y orante consagrada a Mi Inmaculado Corazón.
Deseo en este día santo que comprendan, hijos queridos, que en este momento y en este lugar, bendecido por Dios, ustedes están formando parte de Su Aspiración de que aquí, a través del ofrecimiento de servicio, donación y caridad que han realizado, puedan establecer el Reino de Dios en sus corazones para después irradiarlo a sus semejantes.
Ustedes saben, hijos Míos, que en el mundo existen muchas comunidades espirituales, cristianas y orientales, pero en estos tiempos son pocas las que, obedientemente, por el servicio sincero y no lucrativo de sus miembros consiguen seguir la Voluntad de Dios.
Imaginen aquellas comunidades creadas también por un Propósito Mayor, pero que no viven la oración ni forman oratorios, puentes de elevación y de contacto con el Universo Celestial.
Queridos hijos, soy su Madre y espero que todos Mis hijos, independientemente de que Me acepten o no, puedan escuchar el llamado a la oración, a la plegaria, a la verdadera unión con Dios.
Mis Comunidades-Luz deben trabajar todos los días por ese sagrado Propósito y cada miembro que intenta vivir la consagración al Plan de Dios es responsable, ante Mi Presencia y ante la Presencia de Mi Hijo, de que esta aspiración ardiente se cumpla.
Hijos, les pido que renueven todos los días los votos hechos con la Jerarquía Celeste; eso motivará a otras consciencias para que también despierten y abandonen esta vida material sujeta a la propiedad, al poder y a la competencia sin límites.
Vengo del Cielo para pedirles que imiten la Comunidad de Nazaret, aquella que fue formada por San José, por el pequeño Niño Jesús y por su Madre Celeste.
Cada comunidad en este tiempo debe representar ese Templo interno, para que los ángeles encuentren espacios de compañía y de guía para todas las almas ofrecidas al Plan.
Es por esta causa que Mi Corazón Inmaculado sufre por las almas que tienen la aspiración verdadera de vivir para Dios y que son engañadas, desestimadas por los que guían a esos rebaños.
Los resultados de esas situaciones, en la pérdida de almas, son irreparables. Por eso, desde el principio, Yo instituí espacios de oración y de comunión con Cristo para que nada se saliera del camino, ya que Mi adversario siempre quiere imponer obstáculos como forma de entorpecer la vida de los que dan pequeños pasos.
La humanidad ya debería ser una sola comunidad y aunque esto parezca imposible de que suceda, esa es la Voluntad original de su Padre Celestial, según lo que está expresado en el Génesis.
Queridos hijos, les dejo esta reflexión para que desde ahora reconozcan dónde están y por quién están siendo guiados, en el nombre de la Gracia y de la Misericordia, oportunidad que la mayoría no tiene por no ser obediente ni simple.
El proyecto es de humildad, de belleza y de fraternidad. Todos son invitados a ser ejemplo y testimonio continuo de la Sagrada Familia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quiero servirme del corazón misericordioso de Mis hijos, para aplacar la Justicia que se precipita en el mundo. Les pido que oren con fervor, para que el rayo de Mi Redención penetre al mundo y traspase el corazón de aquellos de Mis pequeños que, por ignorancia y vanidad fueron tomados por la astucia de Mi adversario.
Quiero disipar el mal con el surgimiento de la Absoluta Luz de Dios. Quiero disipar el dolor, por la vivencia de la Soberana Paz de Mi Inmaculado Corazón. Quiero expulsar el odio de los corazones, por medio del reinado del amor en aquellos, que valientes de espíritu, se dejan transformar para cumplir el Proyecto Perfecto de Dios para este mundo.
Si quieren ver que en el mundo se establezca la paz, sean pacíficos en sus vidas. Si quieren que la fe no se pierda de los corazones de los hombres, no pierdan ustedes la oportunidad de orar y fortalecer la propia fe, para llevarla en esencia a los que más la necesitan.
Hijos Míos, el mundo agoniza y la humanidad hiere con sus acciones el Cuerpo Sagrado de Dios, que se expresa en toda la Creación. Para reparar ese sufrimiento que causan al Padre, vengo a entregarles conocimientos sublimes del cosmos y del infinito, y así ennoblecer la consciencia humana y sacarla de la oscuridad en la que vive. Pero la mayoría de la humanidad se encierra en la comodidad de la vida de este mundo y no acepta reconocer la vida en otros universos. Prefieren desacreditar Mi presencia que transformarse para ingresar, en esencia y en espíritu, en el bálsamo de la verdad celestial.
No se acomoden en la ignorancia, porque no vengo a entregarles estos conocimientos universales solo para transformar su forma de pensar ni tampoco para difundir un pensamiento esotérico en el mundo. No confundan las palabras celestiales con los conceptos humanos, Mis amados, porque cuando el caos se expanda por el mundo y la Justicia Divina descienda para detenerlo, será solo la certeza de la existencia de realidades más allá de esta vida y la certeza de que todo lo que viven tiene un propósito superior, lo que fortalecerá sus corazones y les permitirá transitar con fe y ayudar a aquellos que están dejando apagar la llama del corazón.
Todo en el Cielo como en la Tierra tiene su tiempo. A lo largo de los siglos Me di a conocer a la humanidad, para que pudieran confiar en Mi amor y en Mi guía; y ahora, Mis queridos quiero revelarles la verdadera existencia del universo y anunciarles que hay vida más allá de esta, que existen civilizaciones enteras en el universo que aguardan el crecimiento de sus espíritus y, con esperanza, esperan que alcancen la semejanza con Aquel que vino para ser ejemplo de toda la humanidad y que ahora reina en el cosmos, como Principio Perfecto de Dios, ejemplo para toda la Creación.
Hijos Míos, quiero anunciar a este planeta que existen muchos otros mundos, creados por los ángeles y arcángeles de Dios, los llamados Padres Creadores, que tienen un poder infinito de creación y crean y recrean toda la vida, posibilitando que el Señor se exprese de muchas formas.
El orgullo y la vanidad fueron los que encerraron al hombre en el pensamiento de que la vida universal no existe y que, más allá de esta Tierra, como mucho, podría existir el Cielo y el inferno. Hoy les digo que existen más de siete Cielos, donde los santos y los ángeles siguen su camino de evolución. Existen más de siete infiernos, donde las consciencias que no siguieron los principios divinos y se dejaron absorber por la oscuridad, aguardan que la misericordia los permee y los rescate. Uno de esos infiernos es una realidad en la superficie de este mundo y se distribuye en muchos grados, según el reinado del caos y de sumisión que causa en las almas.
Por la redención de esa oscuridad es que Yo vengo al mundo todos los días. Quiero que sepan que el despertar de unos pocos, que son ustedes, los que Me escuchan, es lo que posibilitará la salvación de esta raza que no es la única en el universo y tan contaminada está que incluso habiendo sido la cuna del Rey de la Creación hoy corre el riesgo de desaparecer de este cosmos infinito, por la autodestrucción no solo física sino también espiritual.
Mis amados, si la humanidad no responde al Llamado de Dios, Su Creación continuará su evolución en el universo, pero un aprendizaje perfecto de amor dejará de ser llevado a todas las criaturas que esperan poder encontrar al Padre.
Escuchen Mi voz y, más allá de comprenderme o no, permitan que un rayo de Mi Corazón impreso en este verbo traspase sus almas y las despierte del sueño que viven en las ilusiones de la materia.
Redención, salvación y misericordia para el planeta.
Despertar y reconciliación con Dios y con Su Plan de Amor para los que Me escuchan.
Yo los bendigo, por el poder que Dios Me concedió.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Ayer conocieron uno de los misterios del Cielo, el que pocas consciencias conocen, a través de su unión interna con el Reino de Dios.
Hoy hablaremos, queridos hijos, del alcance de los Espejos del Cielo desde el plano espiritual, que es donde ellos surgen para toda la Creación, hasta el plano material, que es la realidad más cercana a la de ustedes, que recibe los impulsos de luz de estos instrumentos de armonía universal.
Los Espejos del Cielo son receptáculos de Luz Divina que irradian principios de vida superior para todo el cosmos. No hay estrella o planeta en este sistema solar o en otro, ni galaxia, que no reciba el impulso universal de los Espejos. Ellos nos hacen recordar el Propósito para la vida planetaria y para todo el Universo, nos referimos al Propósito de la constante elevación de la materia a través del principio de la pureza.
Su Madre Celeste, desde el principio, conoció estos instrumentos provenientes del Universo de Dios, que son guiados y acompañados por los ángeles, quienes revelaron a su Madre Santísima la existencia de estos instrumentos de Paz.
Un Espejo es un instrumento inmutable. El Espejo del Cielo siempre cumple el mismo fin e irradia ese principio a toda la Creación.
En el caso del proceso actual de la humanidad, los Espejos del Cielo están movilizándose cada vez más debido al proceso de densidad de los seres humanos y, principalmente, por las transgresiones en masa de las Leyes que rigen a todos los Reinos creados por Dios.
Como todo camina hacia un grave desequilibrio psíquico y emocional en la humanidad, debido a la cantidad innumerable de deudas y de pecados, los Espejos del Cielo ahora están ayudando, en colaboración con los ángeles, para que pueda existir al menos un poco de equilibrio en el eje de la Tierra y, especialmente, en la consciencia dormida y ultrajada de la actual humanidad.
Los Arcángeles, llamados Padres de la Creación, están interviniendo en el Proyecto de esta raza a través de la esencia y de la matriz de los Espejos.
¿Qué sería para ustedes, hijos Míos, una matriz de un Espejo Celestial?
Representa lo más puro entre lo puro, diríamos lo fundamental y esencial de toda la Creación, lo que una vez ustedes conocieron como los Rayos del Universo. Son las corrientes universales de la Creación que, a través de los Espejos del Cielo, están trayendo para la humanidad algunos recursos espirituales que son capaces de sustituir un error por un estado de paz.
Los Espejos del Cielo no solo son atributos manifestados en la Creación que ayudan a la constante elevación de la consciencia, sino que ellos son capaces de captar y de retransmitir principios de la vida espiritual superior, que la consciencia de la humanidad desconoce por completo.
Decíamos que los Arcángeles están acompañando este Proyecto Universal de la humanidad de cerca; lo que se estableció por Ley Creadora desde la última guerra mundial, la que fue profetizada en Fátima; guerra que trajo como consecuencia la destrucción de la vida espiritual planetaria.
Por eso, los Espejos del Cielo desde el principio de la existencia del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, siempre irradiaron fuentes de vida superior que colocaban al planeta dentro de la armonía universal.
A lo largo de los tiempos, el compromiso de la humanidad con las adversidades del enemigo la fue desplazando rápidamente del Propósito y de la Voluntad de Dios hasta llegar a este momento cruel de la raza.
Las intervenciones de los Mensajeros de Dios y las advertencias a lo largo de los tiempos nunca dejaron de ser pronunciadas. Diversas formas de mensajes celestiales han sido transmitidos por medio de diferentes videntes en distintas partes del mundo y en épocas acuciantes.
La receptividad al Llamado de Dios ha sido escasa, la humanidad peregrinó hasta los Centros Marianos para encontrar alivio y lo recibió. La mayoría de las almas que desconocen la existencia de la vida superior recibieron la cura, pero siguieron viviendo de la misma forma, sin cambiar nada.
Esto atrasó a la humanidad rápidamente y la Jerarquía Celeste tuvo que contener los impulsos de los Planes de Redención del Padre Eterno entre pocas consciencias, entre las menos preparadas.
Hasta ahora, esto sigue así y un verdadero cambio, que es urgente, podría revertir la ausencia de la vida espiritual de la humanidad. Su Padre sabe que la humanidad no hace lo suficiente para cambiar, porque la consciencia terrestre de los seres humanos adoptó modos y formas de vida involutivos, que en la mayoría de los casos han borrado la consciencia del alma.
¿Qué hacer?
Los más despiertos a la vida de oración deberán hacer el doble del trabajo espiritual y evolutivo por el resto de la humanidad que no lo hace. Pero todo caerá al suelo por su propio peso y el tiempo del Juicio Universal llegará para reconfigurar y transmutar al planeta y, así, prepararlo para los mil años de paz.
Mientras todo está por suceder, las almas orantes del planeta deben recordar la presencia de los Espejos del Cielo y, a través de sus plegarias, recibir los impulsos de Luz que emanan de ellos para todo el universo.
Si la respuesta de ustedes por la vida superior fuera positiva y verdadera ante la Creación, el impacto hacia el universo sería más grande que el que Cristo generó cuando venció a la muerte en la Cruz.
Todo comienza en el amor; por eso, es lo primero que el adversario hace desaparecer del corazón de los hombres.
Luchen por la Nueva Humanidad y no bajen los brazos. Su Madre los acompaña en unión a los Espejos del Cielo. Hagan restablecer el Reino de Dios en este mundo.
¡Les agradezco por responder a Mis planes de Paz!
Los despierta a la vida del espíritu,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En tiempos de crisis que reine la consolación y la reconciliación. Que sus corazones sigan esforzándose todos los días para encontrar la paz del corazón.
Yo soy vuestra Madre y estoy en todo lugar y momento, contemplando desde Mi Corazón Purísimo cada paso que ustedes dan hacia la redención de la vida y de la consciencia.
Queridos hijos, hoy sus corazones están descubriendo el poder que tiene un acto de humildad y cómo él abre las puertas para que las almas reformen sus vidas y así se cumpla el propósito mayor.
Conocerán en el camino de la purificación muchos aspectos internos de ustedes, algunos serán conscientes y otros los irán conociendo poco a poco, ya que para el Plan de vuestro Padre Celestial es imprescindible que la humanidad viva la redención de todo a través del amor. Un acto de reconciliación es un hecho que marca la redención y la conciliación con las Leyes de lo Alto.
Hijos, así vuestra Madre Celeste sigue sus pasos, por este camino hacia la santidad que algunos de ustedes están comenzando a recorrer. Recuerden en este día la llegada de San José Castísimo y el sendero que Su Corazón abrió para el mundo en la esperanza de que algo cambie verdaderamente.
Lean Sus palabras y así verán la obra bendita de los Mensajeros Celestes. En verdad estas ya son las últimas para la humanidad que quiera salvarse espiritualmente. La humildad derramada por San José será la llave maestra para cruzar el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a la obra casta de San José Obrero de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
En la alegría que conmueve a Mi Corazón maternal, Yo los invito a buscar en este día la fusión verdadera con el Espíritu Santo, para que bajo esta sagrada Presencia, plena de amor y de verdad, ustedes puedan caminar hacia el descubrimiento de esta Gracia que proviene de más allá del plano espiritual y que nace de la Fuente Divina.
San José conoció junto con María la expansión de estos Dones, dones de humildad, de caridad y de sabiduría que trajeron al mundo la Misericordia de Dios y el bien para todas las almas.
A las puertas de este sagrado conocimiento, queridos hijos, Yo los invito a buscar esta verdad que mora en el Corazón de Dios.
Cada vez que piden al Casto Corazón que interceda por la humanidad, están llamando simplemente a los méritos internos que San José alcanzó como hombre de esta Tierra y, de la misma forma, sus oraciones atraen los Dones infinitos del Santo Espíritu de José, como fue el Don de la consagración que Él vivió por amor al proyecto de la humanidad.
Queridos hijos, abran las puertas de sus corazones para encontrar esta realidad divina y abracen este camino hacia el descubrimiento de la verdadera esencia de todas las cosas.
San José quiere ayudarlos a ser simples, humildes y buenos. No habrá ningún otro camino interno o ninguna otra filosofía divina que puedan recorrer, que no sea el camino santo que San José vivió por todos.
Cristo es único y no existirá otro Mesías como Él que haya vivido y predicado entre ustedes. Cristo es Gloria y Divinidad; y Él ahora solo retornará al corazón de aquel que, siendo pecador, pida Su Divina Misericordia para ser perdonado.
Hijos, imiten el camino de los Sagrados Corazones, pero no quieran ser algo que en verdad no son; sean humildes, sirvan y abracen con amor la cruz que Mi Hijo les entregó. Síganlo, recen con fervor por esta humanidad decadente y sustituyan en sus mentes todas las ideas de una vida espiritualizada por su verdadero yo.
Su Madre Celeste; San José, Obrero de los pobres; y Cristo, su Señor, que está sentado a la derecha de Abba; desean inspirarlos a vivir una vida de santidad. Si al menos alguien fuese santo y silencioso, el mundo cambiaría y el rumbo de la humanidad estaría a salvo.
Crean, sientan y vean que Cristo, el Rey Glorificado, Santa María de Aurora y San José Obrero los visitan en esta casa como en otros lugares del mundo, que hoy son Centros y Santuarios Marianos de Gracia y de Misericordia.
Reconozcan la Obra de los Mensajeros Celestes, a la que son llamados a participar en humildad y sin realizaciones. El único milagro para sus seres es la oferta amorosa del Cielo al camino del perdón, de la redención y de la conversión.
¡Les agradezco por haber respondido al llamado de los Mensajeros Divinos!
Los une a la única verdad celestial,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más