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Queridos hijos:
Cada esfuerzo que hagan, por más pequeño o grande que parezca, tiene el mismo valor para Dios, porque es un esfuerzo que nace del corazón y de la vida del alma que se ofrece a Dios y a Su servicio infinito.
El valor de ese esfuerzo está en el amor, el amor que testimonia la verdad y que trae, para las almas, el ejemplo de la posibilidad de que en la misma experiencia se viva a Cristo.
Por eso, los esfuerzos son valorados por el Padre Celestial, porque Él sabe que las almas los hacen de verdad, sin medir sus límites o posibilidades.
El valor del esfuerzo que es regido por el amor es interno y desde lo interno nace la humildad y la intención fervorosa de servir a Dios.
En este tiempo, los esfuerzos que son hechos por los servidores de Dios son contemplados amorosamente por el Padre, porque dentro de esa oferta de cada corazón sacrificado está la intervención divina para poder ayudar, rescatar y salvar a muchas almas aún desconocidas por ustedes.
Que ese valor del esfuerzo, que es dado por el amor, nunca se borre de ustedes, porque llegará el tiempo en el que ese valor del esfuerzo también los impulsará para renovar su fe y la confianza en lo Alto.
Como Madre de todos, hoy llevo en Mi Corazón materno, el valor de ese esfuerzo de cada hijo Mío, en estos tiempos en los que las emergencias espirituales y humanas son muy grandes y necesitan ser compensadas por los que se entregan a Dios y al Universo de Su infinito Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tributo al Instructor del Amor
Hijos Míos:
Hoy se cumple un año desde que el alma de Mi hijo José Trigueirinho se elevó al Cielo para continuar con su trayectoria en preciosas escuelas de servicio y de expansión de la consciencia.
Después de su partida, muchos acontecimientos se presentaron, no solo en el campo del servicio, de la instrucción y de la oración que la propia Figueira pudo expresar, sino también se presentaron grandes necesidades de ayuda humanitaria a nivel mundial e internacional.
Así, el Árbol Sagrado de Figueira que fue cuidado, podado y protegido por Mi hijo José Trigueirinho durante los últimos treinta años, lanzó nuevas semillas de instrucción y de servicio, las que hasta los días de hoy continúan brotando y dando infinitas oportunidades a todos los que quieran aprovechar esta Gracia de vivir la absoluta donación de sí.
Después de treinta años, en los que el suelo fértil de cada corazón y discípulo fue cuidado, amorosamente, por Mi hijo José Trigueirinho, llegó el momento de que las virtudes y los talentos emerjan para estar al servicio del Plan de Dios, a fin de aliviar todo el dolor a través del amor.
Este es el momento, en el que todos los discípulos de José Trigueirinho deberán asumir sus lugares dentro del Plan y deberán comprometerse con lo Alto para sostener las Islas de Salvación que, con tanto amor, Mi hijo José Trigueirinho, protegió y amparó con su humilde consciencia.
Este es el momento de que todos los miembros de la Red-Luz como buenos, dedicados y tiernos servidores asuman el cuidado, el amparo y el mantenimiento de las Comunidades-Luz, y que estén más presentes y activos, sabiendo que las Comunidades y los Núcleos-Luz serán espacios sagrados para el recibimiento y el acogimiento de situaciones humanitarias.
Ahora es el tiempo de poner en práctica todo el legado recibido y escuchado durante los últimos treinta años. Es el tiempo de dar continuidad a la Obra que la Jerarquía espiritual sembró a través de la Comunidad Figueira.
Así permitirán, hijos Míos, que en la superficie de las Comunidades y en los Núcleos-Luz, la Jerarquía cuente con espacios consagrados y donados amorosamente para que la Jerarquía pueda seguir instruyendo y guiando a las almas, para que pueda seguir sembrando semillas de luz en los corazones que están despertando a la gran convocatoria.
Demos gracias al Padre Eterno por haberles enviado al mundo un humilde y servicial Instructor que amparó y protegió a cada uno de sus hijos y discípulos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Dios está atento a la voz de sus súplicas porque este es un tiempo de grandiosas necesidades espirituales, mentales y físicas.
Este es un tiempo en el que la solidaridad y el bien deberán penetrar en lo más profundo de la consciencia para que, de verdad, exista un cambio y un despertar.
Este es el tiempo de llevar al mundo este mensaje: es momento de considerar al semejante y de servir a los demás, porque esta sagrada acción permitirá que sucedan milagros y que almas que están absolutamente perdidas puedan ser rescatadas, así como ustedes fueron rescatados por el Amor de Dios.
Solo que este momento es crucial y definitivo, es un momento delicado en el que, todos los días y en oración, deberán pedir sabiduría y discernimiento para todos los que toman decisiones precipitadas y pierden completamente el sentido verdadero de la realidad.
Como Madre de la Gracia y de la Misericordia de Dios cuento con cada uno de Mis soldados orantes para que, en este momento de inflexión planetaria, todo se mantenga en su armonía y en su equilibrio.
Esa es la razón por la cual en los próximos tiempos se atenderán, a través de las peregrinaciones, situaciones de emergencia interior y de emergencia exterior.
El Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, con el apoyo del Castísimo Corazón de San José que hoy vive Su recogimiento, irán al encuentro de las necesidades más difíciles y enviarán, por indicación e inspiración, a todos Nuestros servidores a atender y socorrer lo que sea necesario, como buenos padres y buenas madres, como impecables servidores y colaboradores.
Por esa razón, hijos Míos, todo este movimiento que se aproxima y que será de una inmediata entrega de sí, los ayudará a olvidarse de ustedes mismos y a colocar dentro de la balanza de la Justicia Divina, la grave y crítica situación planetaria. Porque no podemos permitir que este Proyecto humano de Dios sea desestimado.
Todo el esfuerzo que fue ofrecido, en los últimos años y hasta los días de hoy, por muchos grupos de oración, de adoración y de servicio, está siendo utilizado para compensar las deudas más graves de la humanidad, ocasionadas por el aborto, por la prostitución y la explotación de niños, adolescentes y adultos, por el comercio de la esclavitud, por la deforestación del planeta, por la extracción de minerales, como también por la caza desmedida de las ballenas y de los animales marinos.
Todo lo que hoy sucede necesita muchísima e incansable oración para que la Justicia Divina no caiga sobre la humanidad.
Desde ahora estoy agradecida por la consciencia y la apertura de sus corazones y vidas al llamado de servicio de la Madre de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo no solo soy tu Madre Celestial y la Madre de la Vida, soy la Luz que impulsa ardientemente la devoción de tu alma por nuestro querido y glorioso Creador.
Soy el bálsamo con aroma a rosas que limpia, purifica y santifica tu ser para que, en este tiempo, te animes a dar los pasos en confianza hacia el Creador.
Soy ese espejo que encarnó en la Tierra para entregar, a los hijos de Dios, la esencia del amor, de un amor que sea capaz de regenerar la vida interna y de borrar, para siempre, el sufrimiento y el dolor.
Soy esa flor, única e irrepetible. Soy esa eterna flor que se entrega en las manos de Sus hijos para que la puedan contemplar y amar, para que ese amor que aún no ha surgido desde adentro de cada hijo, pueda florecer y hacer milagros de amor en la vida de los que sufren y de los que no tienen nada.
Soy la Madre que los abriga en los inviernos fríos de la vida y que los protege en las noches de tempestad.
Los coloco a todos cerca de Mi pecho para que no solo estén en Mis brazos, sino para que sientan también el amor de Mi Corazón, de un Corazón que late por cada uno de ustedes.
Esa es la razón por la cual estoy aquí, por cada uno de Mis hijos perdidos y no perdidos, creyentes o ateos, conscientes o ignorantes. Estoy por cada uno, para poder llevarlo hacia Mi paz y para que en Mi paz, hijos Míos, aprendan a vivir en Dios, en Su Presencia y en Su Reino.
Soy esa Madre incondicional, esa Madre consoladora y aliviadora del sufrimiento humano y moral.
Vengan a Mí, hijos, porque en Mí encontrarán a Dios, y todas sus experiencias y pruebas se volverán pequeñas ante el Amor que proviene del Padre y que los hará libres.
Hijos, soy la Madre que comprende y que ora, incansablemente, por el mundo de hoy, por la humanidad que está enferma psíquica y espiritualmente. Por eso, vengo, porque una madre haría cualquier cosa por ustedes. Solo una madre es capaz de sentir y de comprender, hasta en lo más profundo, a cada uno de sus hijos.
Hoy, que las madres del mundo, madres terrenales y madres espirituales, se unan a Mí para clamar al Padre por la humanidad y por su gran indiferencia, para que el amor y la vida sean respetados, para que la solidaridad sea sembrada en el corazón humano y para que todo pueda ser reparado y curado en lo más íntimo de cada ser.
Que hoy las madres recen para que el espíritu de la sagrada maternidad no sea disuelto de las mujeres del mundo y para que ese primer contacto que la madre tiene con el recién nacido sea protegido y amparado por la Madre de Dios porque, a pesar de todo lo que hoy hace la humanidad, el Proyecto de Dios en la vida de la familia no se ha perdido, y para que las almas reencuentren el sentido de estar en unidad y en familia.
Recen Conmigo, recen madres del mundo y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Mientras el mundo y la humanidad sufran, siempre habrá servicio para hacer y para ofrecer.
En el servicio encontrarán la puerta correcta para salir de ustedes mismos todos los días.
El servicio no los hace pensar en sus procesos o en sus desiertos.
El servicio les quita la sed interior y los libra de cualquier vacío.
El mundo y la humanidad, especialmente, necesitan servirse recíprocamente para que las faltas más graves ocasionadas a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza sean perdonadas.
Imiten a Mi Hijo. Sean, como Él, almas en eterno servicio a Dios y a los más pobres, entre los pobres, espirituales y materiales.
Alégrense cuando el Universo les envíe un nuevo servicio y, así, se liberarán de ustedes mismos.
El mundo sufre no solo por la falta de amor compasivo, sino también por la falta de servicio.
El servicio es el abc de la vida espiritual y de la vida religiosa, porque es en el servicio en donde encontrarán la cura de todas las miserias.
Reciban el servicio como una oportunidad de amar y de compartir la bondad interior.
Que el servicio por los demás los impulse a concretar la tan esperada cura de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi materno llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, Mis hijos orantes tejen con sus súplicas el manto verde de luz de la Madre Naturaleza, y ese manto espiritual abriga al alma grupo de cada uno de los reinos presentes en la Amazonia y en el mundo.
Es así, queridos hijos, que el manto verde de luz, que es tejido por cada uno de Mis hijos orantes, no solo cubre a los Reinos Menores, sino también a los grandes ángeles de la Amazonia, a los devas, a los elementales y a las consciencias lumínicas de la sagrada naturaleza, que padecen el terror de desaparecer y de ser extinguidos de su hábitat por la mano del hombre.
Hoy, la sagrada naturaleza recibe un alivio espiritual como nunca antes lo recibió. Y eso es posible porque, al menos, una parte de los seres humanos responde a las necesidades de los seres más inofensivos, de todas las criaturas que integran el sagrado ecosistema de la Amazonia.
Desde ahora, quiero agradecer a Mis hijos por haber dedicado este día domingo al rescate orante de los Reinos de la Naturaleza, y espero que otras mil Avemarías puedan ser ofertadas en el futuro por el único y gran pulmón del planeta, por nuestra querida y sagrada Amazonia.
¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!
Hoy recibo, en gratitud, sus más profundas oraciones.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Uno de los importantes aspectos de Dios, dentro de Su Fuente Trina, es el Espíritu Santo, aspecto que actuó en la humanidad, en ciertos acontecimientos, con el fin de impulsar, de guiar y de socorrer a las consciencias que lo invocaban.
Hasta los días de hoy, el Espíritu Santo es un misterio no revelado de Dios que después de haber cumplido con Su misión hace más de dos mil años, en este tiempo Su manifestación, Su presencia y Su acción sucede a través de la Madre de Dios como la Señora del Espíritu Santo.
Es en este tiempo que el Santo Espíritu de Dios obrará a través de las almas que se dispongan a recibir Sus impulsos divinos y Sus Dones.
Sería de gran importancia que el ser humano fuera colmado al menos por uno de Sus Dones, porque eso ayudaría a que la verdadera tarea de cada ser se manifieste según la necesidad de la Divina Voluntad.
El Espíritu Santo acompañó acontecimientos puntuales de la humanidad y, al mismo tiempo, auxilió con Su ciencia y sabiduría en momentos culminantes, en los que solo el Santo Espíritu de Dios podía desviar o revertir un hecho que sucedería.
Sin la acción del Espíritu Santo, en la historia de la raza humana, el planeta como consciencia que evoluciona y vive, habría perdido su dignidad espiritual y el carácter de rescatable.
Por esa razón, Dios envió a Su Espíritu en ciertos momentos de la humanidad para ayudar a Sus criaturas, semejantes a Él.
Dios envió a Su Espíritu a los patriarcas para que de los pueblos surgieran los Dones del Padre y Sus Virtudes, para que despertaran los profetas y anunciadores de la Verdad Divina.
Dios envió a Su Espíritu para que Sus criaturas, a través de Cristo, fueran bautizadas por la potentísima Fuente inmaterial que es el propio Espíritu Santo.
Dios envió a Su Espíritu para que, de la célula principal de Su proyecto: la familia, surgieran los conocedores y los buscadores de la Verdad, para que despertaran los dones y las virtudes de los curadores, de los gobernantes, de los espejos, de los eremitas, de los guardianes y de los servidores.
Dios envió a Su Espíritu para repoblar la Tierra con Su Amor infinito, para que Sus criaturas aprendieran a sentir que la única guía proviene del Padre Eterno y que del Padre surgen todas las fuentes de manifestación.
Después de dos mil años, durante los cuales el Espíritu de Dios obró y se hizo carne entre Sus hijos, a través de Cristo, hoy el Espíritu Santo vendrá con los mismos Dones que recibieron los apóstoles y mártires, por medio de la Sagrada Palabra para colmar los corazones dormidos y oscurecidos de una confirmación y de una confianza absoluta en que, a través del Espíritu Santo de Dios, se cumplirá el Proyecto, que nada ni nadie impedirá que Él actúe a través de los hijos de Dios, que el mismo Espíritu del Padre los hará a todos partícipes de Sus obras de Piedad y de Misericordia, que las Santas Virtudes del Espíritu de Dios puedan despertar y encarnar en la esencia de Sus hijos para que todos los talentos y los linajes estén al servicio del actual y crucial tiempo de la humanidad.
Quien se abra y acoja la llegada del Espíritu Santo tendrá la fuerza interna para representar a la Obra redentora de Cristo sobre la superficie de la Tierra; tendrá la fortaleza para proclamar la llegada del Reino de la Paz y del fin del cautiverio planetario; tendrá el impulso de la fe para seguir transformando su vida completamente según ese mismo modelo espiritual que el Padre Celestial manifestó en los patriarcas y en los profetas.
Dios les viene a dar Su Espíritu a través del Cuerpo y de la Sangre Divina de Su Hijo y a través del Mensaje que es anunciado por Sus Mensajeros Divinos.
Que el Espíritu Santo los ayude a enfrentar el fin de los tiempos, dentro y fuera de ustedes; y que se puedan sostener, en este ciclo definitivo, por la acción del Santo Espíritu de Dios.
Que el Espíritu Santo les traiga la fuerza de la renovación y de los cambios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como un sol que nace en el horizonte, hoy les traigo el resplandor de Mi Consciencia Universal para iluminar sus caminos y sus corazones.
Vengo bajo la autoridad maternal y divina que el Padre Celestial Me concedió desde el primer momento en el que Su Sierva le dijo “sí” al cumplimiento de Su Plan sobre la superficie de la Tierra.
Bajo toda la luz del Universo, hoy vengo a su amoroso encuentro para disipar y transmutar aquellas fuerzas del mal que aprisionan y condenan a las naciones y a sus pueblos.
Vengo para rendir honor y poder al Nombre de Dios en cada uno de Sus siervos y discípulos de Cristo. Bajo esa poderosa autoridad divina vengo a encontrarlos y hacerlos partícipes de la Verdad que brota del Corazón del Padre Eterno para cada uno de Mis hijos que dijeron “sí” a Su Voluntad.
Es así, queridos hijos, que los vengo a sostener y a consolar.
Vengo para animarlos a renovarse en Cristo, para que ustedes puedan presenciar en el semejante la existencia de Cristo, más allá de lo humano y de lo que es mortal.
Vengo para que le den valor a su mundo interior y a todo lo que ese mundo interno recibió de parte del Universo y de las experiencias de la vida.
Hijos, estos tiempos colocarán a cada hijo Mío frente a la verdad, a su propia y clara verdad interna y personal para que, antes del momento más culminante del Armagedón planetario, ustedes ya hayan resuelto, dentro de sí, todo aquello que los separa de Dios.
Por eso, los invitamos no solo a orar por las naciones sufridas del mundo, los llamamos para sostener un tiempo que nunca vivieron ni atravesaron.
Los estamos conduciendo hacia el camino del Amor y de la sólida Hermandad.
Por eso, todas sus noches oscuras pueden ser momentos de luz, en los que la llama de la fe y de la confianza, por más pequeña que parezca dentro de ustedes, los ayudará a cambiar y a trascender los difíciles momentos que enfrenta el ser humano.
Pero no se olviden, hijos, que Yo estoy aquí en silencio, esperándolos, aguardando que cada uno de ustedes Me llame y Me pida lo que necesite.
Pero sepan que ya dejaron de ser Mis niños, ahora son los nuevos apóstoles de Cristo, los que con esfuerzo y sinceridad asumen responsabilidades y situaciones mayores.
Anímense todos los días a morir para sí mismos, por más que duela, por más que parezca difícil. Mueran para sí mismos todos los días, así Mi Hijo estará en ustedes y ustedes estarán en Él, ayudando a cumplir Sus más profundas aspiraciones, ayudando a redimir a esta humanidad enferma a través de su redención personal y colectiva.
Sé que no es fácil mirarse a sí mismo, pero vean la Luz Divina que Dios concibió en ustedes y en esa Luz poderosa e inextinguible busquen la unión y la Paz de Dios.
Yo estoy a su lado, soy la Madre que los ampara y que los comprende.
¡Les agradezco por escuchar de corazón Mis palabras!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy culmina el primer ciclo de trabajo junto a la Jerarquía Divina en Buenos Aires.
Ahora es el momento en el que cada corazón que fue llamado para el encuentro con los Sagrados Corazones tenga la oportunidad de escoger el destino espiritual e interno de este país, para el próximo tiempo.
Por esa razón, la Divinidad solicitó y encomendó a los Tres Sagrados Corazones que estuvieran en Argentina con la finalidad de que las almas pudieran recibir todos los impulsos necesarios para poder tomar sus grandes decisiones de vida.
Fue así que primero llegó Mi amado Hijo con un mensaje de revelación para Argentina y de reconciliación y de redención de los corazones con el Padre Eterno.
Luego, el 8 de agosto, cuando el ciclo espiritual de la humanidad cambió llegó en su auxilio la Madre del Altísimo, la que hasta el 13 de agosto los condujo hacia el reconocimiento de su verdadera y única existencia.
Luego regresó Mi amado Hijo, el 16 de agosto, y llevó a cada uno a estar delante de Dios mediante la verdad interior y pura que cada uno es.
Y hoy, 18 de agosto, estará llegando el Castísimo Corazón de San José que aparecerá para que, guiados por Su santa mano, caminen por el sendero de la humildad. De una humildad que conceda, a cada argentino, la posibilidad de meditar y de decidir para que nunca se deje de cumplir el Propósito Divino.
San José, Padre y Obrero de Dios, llegará a la Argentina para impulsar la construcción de un país pacífico, humilde y resignado a Dios, dispuesto a vivir y a cumplir la Voluntad Divina.
Toda esta preparación ha sido la base para los próximos pasos que dará la Jerarquía Divina por la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el principio, Dios pensó y sintió en Su Misericordioso Corazón, que debían existir criaturas tan semejantes a Él, que por amor a la vida pudieran poblar todos los espacios del Universo para poder experimentar la felicidad de estar dentro de Su Reino.
Allí fue cuando nació el Proyecto Divino, porque Sus Hijos, seres de la Tierra y de todo el Universo, eran el mismo Proyecto, el que surgió y se creó por intermedio de los Arcángeles en las Fuentes de Luz.
De esas Fuentes de Luz todos Sus Hijos guardan, dentro de sí, una chispa divina, la llamada Esencia.
Pero cuando se manifestó la primera desobediencia, por parte de uno de los Ángeles de Dios, fue cuando surgió el mal y la oscuridad, estados opuestos a la luz y a la iluminación de la consciencia.
En ese entonces, el Proyecto Divino fue intervenido y para que el Proyecto no se deteriorase, el Padre Celestial decidió Él mismo manifestarse y encarnar en diferentes momentos del planeta.
Fue así para demostrar que Él amaba y ama profundamente a Sus Criaturas y que los amará eternamente, porque nadie más que el Padre Eterno conoce y sabe quiénes son Sus Hijos en esencia y por qué hoy están aquí sobre la superficie de la Tierra.
De esa primera desobediencia surgieron los primeros errores universales. Una acción contraria y opuesta a la Voluntad Divina se creó en el Universo Mental y por último se plasmó en el Universo Material.
A través de acontecimientos y de hechos que llevaron a los Hijos de Dios a salirse de la Ley, una innumerable cantidad de veces, surgió lo que conocemos como la dualidad, que es el sentimiento espiritual, mental y material de encontrarse dividido o contrariado ante los pasos espirituales o internos que debe dar una consciencia al servicio de Dios.
Entonces, Dios volvió a encarnar hace poco más de dos mil años; esta vez, el Padre Eterno decidió que Su Segunda y Divina Persona, el Hijo, llegara a la Tierra a través de una preparación espiritual y cósmica que fuera capaz de revertir el desvío que en aquel tiempo estaba viviendo la humanidad entera.
Fue así que grandes consciencias servidoras del Universo ayudaron en la preparación de la encarnación del Hijo de Dios y a través de la acción suprafísica e inmaterial de Leyes superiores, el Padre Eterno concedió que la Santísima Madre fuera fecundada por el Espíritu Santo y, que a través de un diseño perfecto y sublime, trajera a la Segunda Persona de Dios a la Tierra.
A partir del nacimiento de Cristo, todas las criaturas de la Tierra encontrarían la llave perfecta para disolver y vencer, por sí mismas, la dualidad, la que generaba deudas impagables y la que sigue despertando contrariedad y oposición al Plan Divino.
Esa llave, que abrió y siempre abrirá las puertas, se llama Amor. El Amor de Dios que es sabiduría. El Amor que es entendimiento. El Amor que da ciencia a todo lo que existe.
Por eso, este es el tiempo de volver a trascender esa dualidad dentro de cada uno, colocando todo el ser y toda la consciencia en Dios, en donde siempre encontrarán sentido y respuesta para todo lo que viven.
Porque si existen más consciencias que trabajen todos los días para vencer esa dualidad o esa desigualdad espiritual, ustedes impulsarán a otros para que también lo vivan y lo hagan, y puedan romper la cadena del sufrimiento y de los errores milenarios que solo llevan a la humanidad a la oscuridad y a la confusión.
Si su consciencia está en Cristo, nada será dudoso ni confuso, porque en Cristo estarán en sabiduría, estarán en discernimiento, para que en estos tiempos tan complejos no sean confundidos en el camino de fe que decidieron recorrer.
Por esa razón, los Sagrados Corazones vienen a su encuentro como lo hicieron en otros momentos agudos de la humanidad, en los que el camino de la oración y del servicio fueron puentes que llevaron a millones de almas a encontrar su propia redención.
Ahora es el tiempo de llevar a las naciones, como por ejemplo a Argentina, para que no se olvide a Dios, para que su aprendizaje y escuela sea benéfico para todos los que la integran en este ciclo.
Argentina necesita mantenerse protegida de los embates a través de responsables y maduros grupos de oración que, como en una guerra espiritual, no dejen de clamar al Padre y de atraer Sus Dones y Atributos para poder mantener la paz y la unidad interior en los tiempos de crisis, para que ningún hermano se levante contra su hermano, para que exista el espíritu del entendimiento y de la Verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que ante toda la adversidad y el caos de estos tiempos se encienda en ustedes Mi Rosa de Luz y de Paz para que, delante de los acontecimientos definitivos en las naciones y en la raza humana, en ustedes no se pierda la convicción y la fe de estar en Cristo.
Que se encienda en ustedes Mi Rosa de Luz y de Paz para que los tiempos de oscuridad planetaria sean colmados del Amor que todo trasciende y perdona.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes para que todos los seres orantes unidos eviten, con sus súplicas, más catástrofes y traumas humanos.
Que el poder de Mi Rosa de Luz y de Paz permita la salvación y la redención de los corazones que, por ignorancia, le cerraron la puerta a Dios.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes para que estos tiempos, de definición y de juicio, sean iluminados por la compasión y no decretados por el castigo que los hombres y mujeres de la Tierra se están generando a sí mismos.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes, hijos Míos, para que despierte el arrepentimiento y así las almas de la Tierra aprendan a enmendar el Corazón ofendido de Dios.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz, queridos hijos, traiga para el mundo la recuperación de su pureza original para que, de esa forma, los corazones despierten al sentimiento de tener más caridad por los Reinos de la Naturaleza y más amor por los que sufren, día a día.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz los ayude a corregir los desvíos humanos y, en base a una verdadera penitencia, las naciones del mundo reconozcan que se apartaron de Dios para que el auxilio divino no les falte.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes para que, desde el más pequeño hasta el más anciano, reciba la Gracia de la redención y que los más inocentes ya no sean explotados ni comercializados como son los inofensivos animales de la naturaleza.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz lleve al mundo entero a estar postrado ante el Amor de Dios y a reconocer toda la desobediencia que viven Sus hijos diariamente. Una desobediencia que los separa, más y más, de Dios, desde donde Su Gracia divina no los puede tocar.
Por eso, que la Rosa de Mi Luz y de Mi Paz los haga percibir la emergencia de estos tiempos, para que cada servidor de Cristo se coloque en el camino que le corresponde y conscientemente prepare el Advenimiento de Cristo.
Que la Rosa de Mi Luz y de Mi Paz los haga verdaderamente humildes para que dentro de sí puedan escuchar a Dios, sentir Su Divino Corazón y estar al servicio de Su Reino.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz los convierta en embajadores de Cristo en la Tierra.
¡Les agradezco por encender, en ustedes, Mi Rosa de Luz y de Paz!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Estos son tiempos de transmutación, son tiempos de redención, pero si sus corazones se abren a este servicio, nunca les faltará nada.
Mi Hijo lo dio todo por ustedes, hasta la última gota de Su Divina Sangre. Hoy Él no les pide que derramen su propia sangre, pero sí que le entreguen sus corazones en Sus Manos para que, por intermedio de ustedes, Mi Hijo pueda obrar y redimir al mundo.
Entregar la vida, por la humanidad y por el Plan de Mi Hijo, sé que no es nada fácil, por eso Yo estoy aquí como su Madre y Madre de la Argentina, para acompañarlos diariamente en cada entrega interior, sabiendo que su verdadero premio está en el triunfo que Mi Hijo pueda lograr en sus corazones. Así, Su Obra de Redención y de Amor seguirá perdurando a través de los próximos tiempos y aunque Mi Hijo retorne al mundo, su Obra de Redención continuará adelante porque habrá mucho por hacer en este dolorido planeta.
Hijos, debido al estado de gravedad de la humanidad y al punto de inflexión en el que se encuentran algunas naciones, como Mi querida Argentina, como Madre los invito a revivir y a meditar en el sacrificio de Mi Hijo para que, en cada momento de sus vidas, sean el ejemplo de una transformación total y de confianza en el Padre Celestial.
Recuerden que siempre estoy aquí, como una silenciosa madre, para acompañarlos y bendecirlos, porque toda entrega y sacrificio compensará la gran desigualdad espiritual y material que vive su raza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En un día como hoy, hace doce años, llamé a personas muy comunes y simples para que Me siguieran, para que transformaran sus vidas por amor a Mi Hijo y respondieran a una gran e importante convocatoria que Yo traje desde el Cielo.
Así fue que aparecí como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Señora de Aurora, porque en Mi Corazón traía el anuncio del tiempo de la redención y de la cura espiritual para las almas.
En un día como hoy, pero hace doce años, personas muy simples que no tenían nada que ganar ni que perder, Me dijeron “sí”, y junto a Mí establecieron la manifestación del Propósito que Dios Me había pedido para Sudamérica.
Su pedido era que, antes de que se cumplieran los cien años de Mis Apariciones en Fátima, Yo descendiera, con toda Mi Consciencia, en un lugar humilde al norte del Uruguay para llamar al mundo a la conversión y a la redención de toda la vida planetaria. Pero también, Mi pedido era llevar Mi Mensaje de Paz a través de sencillas, pero profundas peregrinaciones por las diferentes naciones del mundo.
Fue así que Mi Divina Persona, al pasar el tiempo, fue llamando a los corazones que formarían parte de esta Misión y, en ese tiempo, surgió el primer y pequeño coral formado por tres hijos Míos.
Una de Mis hijas representaría a Mi Voz cantora para el mundo, una Misión que se cumplió. Pero como el Propósito de Dios era tan grandioso, el Padre al ver que Mis hijos respondieron, Me solicitó despertar a más corazones, y así surgió el gran coral de Divina Madre.
Luego, pedí fundar una Asociación abnegada que pudiera difundir Mi Mensaje de Paz en el mundo entero; hasta que finalmente llegó Misericordia María TV, un medio de comunicación de la Jerarquía Divina, que a través del sonido y de las imágenes, llevaría el Mensaje y el Llamado de Dios a millones de almas en el mundo.
Ya pasaron doce años de tantas experiencias vividas, de hijos que se fueron sin haber comprendido la esencia de Mi llamado y de nuevos e inesperados hijos que llegaron y que llegarán para seguir Mi camino peregrino.
Hoy en Mi Corazón de Luz guardo y recuerdo el despertar de Aurora y los dulces aromas de los naranjales, así como los frutos que muchos llevaron dentro de sí como una Gracia de cura imborrable.
Hoy, después de doce años, el planeta clama por Misericordia y por perdón. Por eso invito a todos Mis hijos a renovar sus votos para que, bajo la luz de Aurora, nuevas aspiraciones se cumplan y se concreten.
Que bajo la Voluntad de Dios, hijos Míos, podamos seguir caminando juntos en este eterno peregrinar hacia el encuentro con el Corazón de Jesús, para que finalmente podamos fundirnos en el Amor de Dios, porque Mi único deseo de Madre es llevarlos siempre a Dios, para que se alcance la paz.
Agradezco a todos los que caminaron a Mi lado durante estos últimos doce años, y agradezco por los que seguirán caminando a Mi lado, ayudando a Cristo a seguir cargando con la cruz del dolor del planeta para que sea aliviada.
¡Les agradezco por responder a Mi sagrado llamado!
Los bendice bajo la paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, a través de los Sagrados Sacramentos, las almas se vuelven a aproximar a Mi amado Hijo y eso permite, hijos Míos, que muchas noches oscuras de las almas sean cerradas mediante la sincera confesión del corazón y, en consecuencia, un alivio espiritual se establece en los mundos internos, y las almas de Dios retoman fuerza para poder seguir adelante en el camino de la entrega y de la consagración a Dios.
Hoy su Madre Celeste está feliz de estar aquí, entre sus hijos, para que siempre confirmen que nunca estuvieron solos y que, más allá de todo, se sientan invadidos por el Amor y la Misericordia del Padre.
La tarea de los Sagrados Sacramentos no solo les concederá la reconciliación que necesitan, sino que también recibirán la renovación de sus vidas mediante el impulso que les trae el Espíritu Santo.
A Mis hijos de Argentina les dejo Mi consuelo maternal y la gratitud por estar siempre allí, intentando todos los días seguir las huellas de Mi Hijo. Dios los bendiga.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los que despiertan
En el Universo existen tres manifestaciones de Dios, a través de Sus tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El aspecto divino del Espíritu Santo es impulsado por la Fuente de la Sagrada Energía Femenina o Madre del Mundo.
Esa manifestación desconocida del Espíritu Santo es lo que está llevando adelante el plan del despertar de gran parte de la humanidad. Y ese despertar que es impulsado por el Universo no tiene religión, solo tiene esencia y su esencia es el Amor Universal, el Amor que mueve a todo el Universo y que lleva a las consciencias a vivir aprendizajes y experiencias.
La Fuente de la Sagrada Energía Femenina o Madre del Mundo es lo que dentro del ciclo del despertar está obrando espiritualmente en una parte importante de la humanidad, que es la juventud. Porque en la juventud, de este tiempo, está el potencial y el fuego interno para la realización y la concreción del Plan Divino en la Tierra.
Por esa razón, la Fuente de la Sagrada Energía Femenina está amparando al despertar de los más jóvenes, porque en ellos no predominan las resistencias y, si las hubiera, ellos no tendrían dificultad en transformarlas.
En la juventud de este tiempo deberá expresarse el Proyecto de la paz y de la consciencia. Un Proyecto que impulsa la manifestación de las bases de la paz en la superficie de la Tierra en tiempos de conflicto y el establecimiento de la consciencia a través del despertar a la vida del espíritu y a la conscientización, por el cuidado y el amor al planeta como a los Reinos de la Naturaleza.
Por eso, este es el ciclo en el que la juventud deberá ser reunida para que, entre los jóvenes, no solo compartan y vivan la cultura de la paz y de la fraternidad, sino que en los más jóvenes despierten los talentos internos que los harán partícipes de los acontecimientos del fin de los tiempos.
Y en algún plano de consciencia, en algún grado espiritual, cada joven tiene un compromiso con la Fuente de la Sagrada Energía Femenina y, al ser hijos y herederos de esa Fuente, contarán con el amparo y la fortaleza para llevar adelante la Voluntad de Dios.
Esa Fuente de la Sagrada Energía Femenina reúne a la consciencia de la juventud del planeta, y es esa consciencia de la juventud, la que en este tiempo crucial de la humanidad necesitará estar protegida, para que los jóvenes encuentren el sentido de la elevación de la consciencia a través del servicio humanitario, de la protección a los Reinos menores, de la unión espiritual con la Creación y de la expresión de la música, del arte y de la danza, como un mensaje de conscientización, de armonía y de paz para el mundo.
Hoy, el Festival de la Juventud por la Paz, en Salvador, es el preámbulo para que todos perciban que en el interior de cada joven existe la igualdad que se expresa en la unidad y en la fraternidad con el joven hermano.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo de ampliar el corazón y la consciencia en el amor y en el servicio a Dios. Este es el tiempo en el que exista, dentro de ustedes, un espacio para poder recibir y sentir a los que llegan.
Será de esa forma que, al igual que Mi Hijo cuando se entregó por ustedes, podrán sentir al semejante, podrán participar y acoger el sufrimiento y el dolor ajeno para que sea trasmutado y liberado en el amor.
Cada ser de este planeta tiene un lugar dentro del camino espiritual y ese lugar, aún desconocido, está esperando que la consciencia despierte a la Verdad que viene de Dios. Verdad que lo librará, para siempre, de las cadenas del error y de la ilusión de este mundo.
Por eso, a los que ya despertaron los invito a ser conscientes y celadores de este propósito, por los que llegarán al Camino de Mi Hijo, que es el mismo Camino de ustedes; buscando una oportunidad, un alivio y una esperanza para este tiempo crucial del planeta.
Como Madre, vuelvo a abrir Mi Corazón para acoger a los que recién llegan y necesitan de una grandiosa fe y fortaleza para aprender a desprenderse de todo aquello que los ata al mundo y a la perdición.
Estas almas que recién llegan y despiertan, son las que más necesitan de consideración y de apoyo, para que puedan sentir que hay alguien que está allí para sostenerlos en sus pruebas y para ayudarlos en sus trascendencias.
La juventud del mundo necesita ser guiada por el camino correcto porque, día a día, miles de jóvenes se pierden en las ilusiones y en las promesas que les ofrece el mundo. Por eso, como Madre de todos, abro Mi Corazón para acompañar y sostener a los que despertarán y llegarán ante la presencia de Mi Hijo para decirle “sí” de forma total.
Este es el tiempo de las revelaciones, pero también es el tiempo de apoyar y de acompañar, de corazón, a los que buscan encontrar un sentido interno y espiritual para sus vidas. Esa es la tarea y el compromiso de los que ya sirven, día y noche, a Cristo.
Los jóvenes del mundo precisan ser escuchados y comprendidos, no pueden ser rechazados ni omitidos. Cuando ellos tienen un brazo en donde poder apoyarse y llorar, se sienten aliviados y se animan, más allá de su juventud, a cambiar y a madurar.
Hijos, este ciclo de la juventud y del acogimiento llegó para todos.
Desde ahora, les agradezco por imitarme y acompañarme.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mi amada África
Queridos hijos:
Hoy dedicaremos este trabajo de oración a las almas inocentes y más pobres de África, para que después de que cada una de ellas haya pasado por el aprendizaje de la miseria, del sufrimiento y del dolor, reciba la gracia de poder estar ante la gloria celestial.
Ahora, con Mi primer e inicial monasterio de consagradas en Angola, toda la Obra es llamada por la Madre de Dios para colaborar, de alguna forma, en esta misión de caridad y de servicio que recién comienza.
Así como Mi amado Hijo le pidió a la Madre Teresa de Calcuta servir y estar entre los pobres más pobres, hoy Yo como la Señora de los Pobres y de los Santos Inocentes le pido a cada hijo Mío, que Me escucha, que pueda estar en África con los más pobres entre pobres, especialmente con los más inocentes, con Mis pequeños hijos, con los niños huérfanos y abandonados por sus propias familias.
Deseo que la Obra entera, así como todos los que están despertando a través de ella, hoy tenga en sus oraciones a Mi amada África para que los bienes celestiales, que se convertirán en ayuda y en servicio humanitario, puedan descender del Cielo para ser ofrecidos en África.
Con todo este pedido, hijos Míos, el deseo ardiente de su Madre Celeste es poder llevar amor a los que no lo tienen y alivio a los que sufren.
Este es el tiempo en el que la injusticia y la desigualdad golpean a los más inocentes y pobres, a los que nada tienen. Pero también, hijos Míos, este es el tiempo de los milagros, milagros que sus propias vidas pueden realizar a través de su donación, de su apoyo y de su servicio a Mis pequeños hijos de África.
Esta Obra, bendecida por el Padre Celestial, tiene la misión de llevar el amor para poder curar el dolor del mundo, no solo con un gesto de cariño para aquel que nunca lo recibió, sino también a través de un gesto de servicio y de amparo a los más pobres entre los pobres.
África fue y es un continente ultrajado y explotado por las grandes naciones, pero eso en poco tiempo terminará, y aquellos que se llevaron todo y dejaron la pobreza y la miseria para los más inocentes, se verán Conmigo y con Mi Hijo el día marcado para el Juicio Universal; porque, como ya lo dijo Mi Hijo, no quedará piedra sobre piedra en aquellos que construyeron sus potencias sobre la superficie de la Tierra. Todo el mundo vivirá su momento de evaluación y de juicio.
Queridos hijos, también les pido colocar en sus oraciones a los Reinos de la Naturaleza de África para que, a pesar de ser extinguidos y comercializados, la consciencia-grupo de cada Reino hoy reciba el amor y el perdón de parte de los orantes.
África es el comienzo de una Obra mayor que colocará a cada uno de los servidores ante la oportunidad de dar el gran paso hacia el olvido de sí mismo para estar, sin condiciones, en servicio y en amor por los demás.
Recuerden que África espera amor, ayuda y redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Es con alegría materna que hoy nuevamente estoy con ustedes para que, desde el Cielo y desde la Tierra, entremos en comunión espiritual con el Padre Eterno.
Que hoy esta comunión con el Propósito Divino se viva y se realice en cada uno de Mis hijos a fin de que se pueda establecer en el mundo la gran corriente de la Paz.
Para eso, hijos Míos, el ofrecimiento que hoy realizarán sus vidas y sus consciencias atenderá a la necesidad planetaria y ayudará a disolver de los éteres de la Tierra las corrientes opuestas al Amor y a la Luz de Dios.
Es de esa forma, queridos hijos, que los cantores e instrumentistas de la paz se vuelven a unir para poder curar y elevar la consciencia sometida de la humanidad.
Pero el encuentro de hoy también repercutirá en la consciencia de la música, que fue pervertida por el hombre y que contaminó a millones de almas de la Tierra con tendencias y estilos musicales que no se unen a Dios.
Este Encuentro de Música trabajará en esos estados de consciencia, pero al mismo tiempo colocará cura, amor y paz en los corazones que perdieron su filiación con el Altísimo.
Queridos hijos, en los últimos tiempos los Encuentros de Música representaron la posibilidad de que la Jerarquía espiritual pudiera trabajar más ampliamente en la consciencia de la humanidad.
Cuando los Encuentros de Música para la Cura son realizados en vivo, se establece un contacto espiritual entre la humanidad y la Jerarquía, entre la Tierra y el Cosmos. Es un portal celestial que se abre cada vez que Mis hijos cantores se reúnen, se esfuerzan y llevan adelante cada encuentro.
Todos los esfuerzos, sacrificios y empeños que son colocados para la realización de los Encuentros de Música, en todos los sentidos, generan la gran oportunidad que tiene la Jerarquía espiritual de ayudar a la humanidad entera. Pero al mismo tiempo, todos esos esfuerzos conceden al mundo periodos de paz y de disolución de conflictos armados, nucleares y tecnológicos.
Los Encuentros de Música ya cambiaron de ciclo y ustedes, hijos Míos, son llamados a cambiar de ciclo junto a la Jerarquía, para que pueda prevalecer la asistencia que en este tiempo deberá tener la humanidad y el planeta.
Que el encuentro de hoy pueda espejar más atributos hacia la humanidad a fin de que el odio, la ira y el desamor sean sustituidos por los Principios Divinos.
Deseando y aspirando a un luminoso trabajo de música para todos Mis hijos cantores, los bendice y les agradece por responder al llamado de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El sostén de las Comunidades-Luz
Para que las Islas de Salvación estén presentes en el ciclo final de la transición planetaria, será imprescindible seguir algunas reglas, las que protegerán el funcionamiento de las Comunidades-Luz de ustedes mismos.
• Primera regla: Ley de la Jerarquía
Ante cualquier acontecimiento personal o grupal será necesario recordar y vivir la Ley de la Jerarquía para que, correctamente, se cumpla el designio de que la Comunidad-Luz sea parte de un Gobierno Universal amparado por la Jerarquía.
Para que la Ley de la Jerarquía se viva dentro de la comunidad, debe ser amada y respetada profundamente, siguiendo en unidad las directrices que son colocadas día a día. Esto permitirá dar un respaldo para que la Jerarquía Espiritual esté presente y dentro de la consciencia de la comunidad.
• Segunda regla: la obediencia
Es un atributo imprescindible para aplicar dentro de la vida grupal de una Comunidad-Luz, porque la obediencia no solo protege físicamente a la comunidad de innumerables imprevistos, sino que la obediencia lleva también a que cada miembro de la comunidad recuerde que está dentro de la Ley de la Jerarquía.
La obediencia que no es respetada ni aplicada en este tiempo por la humanidad dentro de la Comunidad-Luz, no permite la aproximación de la Jerarquía espiritual; porque sin obediencia no hay cumplimiento de la Ley, no hay orden, no hay ritmo, no hay ceremonial.
La obediencia es el principal instrumento espiritual que protege a la evolución y al despertar de la consciencia y, sobre todo, protege a la consciencia de un miembro de una comunidad, de iniciativas y de ideas propias, de voluntad personal y de todo individualismo.
La obediencia da sentido al camino espiritual e interior. Sin obediencia no puede haber contacto con la Jerarquía ni confianza establecida entre ambas partes.
• Tercer regla: el amor
El amor siempre deberá ser la base fundamental de una Comunidad-Luz que aspira a estar siempre en la presencia de la Jerarquía porque el amor no permite que la comunidad sea individualista, sectaria o autónoma. El amor como llave principal que abre puertas permite conceder la alegría de vivir el servicio, no importando lo que sea y adónde sea, el amor no es selectivo ni posesivo.
El amor en la Comunidad-Luz tiene que ser expresado en la gratitud por lo que se tiene y en la oportunidad que recibió cada miembro de la comunidad de poder estar ante el misterio que fue concedido por Dios de la existencia, por ejemplo, de una Obra como esta.
El amor permite atraer al campo de la vida grupal la Ley de la Manifestación y de la Divina Providencia. La Comunidad-Luz deberá estar amparada por el amor servicial, para que ella nunca esté viciada de bienes, sino que en la austeridad de lo imprescindible se construya una vida plena de Dios y de Verdad.
Estas tres reglas fundamentales, de la vida comunitaria, se entrelazan con otras reglas o principios como son: el servicio, la caridad, el bien común, la fraternidad, la hermandad y la cooperación mutua.
Cuando las tres primeras reglas se viven, no solo en la comunidad sino también por cada miembro que la integra, se recibe la Gracia de poder comprender lo que significa trabajar para la Jerarquía, para construir en la superficie de la Tierra el Plan de Amor y de Redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La luz del misterio se revela en este tiempo y ella nace del interior de los Centros Sagrados, para que la consciencia humana reciba el impulso del despertar y de la realidad cósmica.
Es así que estos Centros Sagrados, frutos de la Creación y presentes en varios puntos del planeta, son potentísimas usinas de luz que atraen hacia la Tierra y hacia la humanidad la Gracia de poder tener el Conocimiento Mayor irradiado por las grandes constelaciones y estrellas.
Es de esa forma, hijos Míos, que el ser humano vuelve a recordar, y llega a su memoria el origen de quién fue y la razón de haber surgido de una Fuente pura y suprema, Fuentes presentes en varios espacios del Universo.
Cada ser de este planeta es una estrella que antes estaba viviendo una experiencia en algún lugar del Universo, solo que para que esa experiencia fuera más enriquecida y pudiera dar sus propios frutos, la mayoría de Mis hijos tuvo que llegar a este planeta azul para profundizar en el amor y en el perdón.
Pero su historia no terminará en esta vida, hay algo que existe más allá de la esfera de la Tierra y que se llama “macrocosmos”. Hacia allá deberán retornar con un aprendizaje realizado y una misión cumplida.
Los Centros Sagrados están al alcance del ser humano para hacerle recordar todas estas cosas. Por esta razón, la luz del Centro de Figueira es la primera esencia de amor que, con poder y fortaleza, se develará en el corazón que se abra para recibirla.
Sea la luz del Centro de Figueira un puente de elevación y un impulso de trascendencia de toda la condición humana.
Desde los Centros Sagrados emergerá no solo la luz de la esencia de cada uno de ellos, sino también aparecerá la Jerarquía como miembro de una Orden Mayor y evolutiva para todo el Universo Cósmico.
Es tiempo, hijos, de reconocer a través de estos impulsos, a los últimos impulsos reveladores que llegarán a la humanidad para llevarla hacia la ampliación de la consciencia con el fin de asumir algún día la evolución, el cuidado y el amor a este planeta que es el receptáculo de grandes y desconocidos Centros Sagrados que el propio Dios creó para que todos Sus hijos estuvieran acompañados, y así pudieran llegar al encuentro con Él.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más