- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Queridos hijos:
Mientras la silenciosa e imperceptible Luz de Aurora se prepara para acompañar espiritual e internamente los impulsos que Cristo dará en la próxima Sagrada Semana, Yo los invito también a que ustedes se preparen internamente a fin de que, en el cierre de la tarea de los Sagrados Corazones, sus consciencias puedan realizar una síntesis de los impulsos que recibieron durante los últimos tiempos.
Como Madre, que los acompaña y que los escucha, quisiera que Mis hijos ya se muestren maduros y responsables después de todas las Instrucciones que fueron recibidas para que, en el próximo ciclo, el Plan de Rescate de Cristo se cumpla conforme está previsto por el Creador.
Los discípulos de Cristo deberán colocarse y predisponerse, a través de todo lo aprendido, para que la Jerarquía continúe delineando y construyendo lo que está en el Plan Divino, conforme fue contemplado.
Mientras tanto, queridos hijos, que la luz de la oración los guíe y les indique el camino a seguir.
Yo estoy con ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A través de la Luz sublime de Mis Espejos, en este día, ilumino la faz de la Tierra para poder disipar las tinieblas que se ciernen sobre ella.
A través de la Luz sublime de Mis Espejos, puedo retirar del peligro espiritual y material a cuantos están ante esa amenaza de vida.
A través de la Luz sublime de Mis Espejos, su Madre Celeste puede interceder por los ángeles de las naciones, que hoy están bajo opresión espiritual.
Deseo, Mis amados, que algún día sus corazones, actos y obras irradien tanto como lo hace la Luz de Mis Espejos Sublimes; porque, cuando esto suceda, podré presentarle al Padre Celestial el testimonio de su transformación, que justificará, ante el mundo en sufrimiento, todos los errores que son cometidos y que ofenden al Corazón de Dios.
Para que sus corazones, actos y obras sean semejantes a la Luz sublime de Mis Espejos Celestiales deben ser puros y honestos en sus intenciones, transparentes en sus actos y humildes en sus obras, sin esperar nada a cambio, ni recompensa alguna ni mérito, solo ser un instrumento en las Manos de Dios para que, a través de la pureza de ustedes, el mundo se transforme y recupere la inocencia que perdió.
Este es un trabajo diario, colmado de la paciencia y de la perseverancia, del don de la paz y de la neutralidad. Porque solo así, queridos hijos, sus vidas serán todo lo que Dios espera, vidas que deben ser el espejo perfecto del Amor de Dios en estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos, hoy no podré dictar un Mensaje, sino solo pronunciarles Mis Sagradas Palabras a ustedes.
Mis queridos hijos de Argentina, de Mi amada Argentina, a pesar de los tiempos turbulentos y oscuros, hoy quiero que puedan sentir e ingresar en Mi Paz.
El mundo sufre y agoniza, las almas padecen y se pierden, pero no se olviden de que Yo estoy aquí y Soy su Madre, la Madre de cada uno de ustedes y de la humanidad. Me regocija poder estar hoy con ustedes y Me uno a lo que ha dicho Mi Amado Hijo, Cristo Jesús.
Anímense a fortalecerse en el camino de la consagración al Plan de Dios, aun durante el tiempo de la purificación y de la transformación de la consciencia.
Pero, Yo les pido, hijos Míos, que ya no se pierdan en el sufrimiento, sino que se sumerjan en Cristo, Mi Hijo, que es el Universo de la Esperanza. Yo los llevaré a Él todas las veces que lo necesiten; pero Yo también los escucho, los contemplo y los acompaño.
Crean que Yo escucho sus verdaderas y más íntimas oraciones, sus más profundas súplicas, sus apelos al Corazón de Dios. Pero ahora es tiempo de que ustedes y sus hermanos vivan Mi Mensaje, siendo Mi Mensaje, no a través de sus palabras, sino a través de sus acciones, de sus actos de amor, de caridad y de misericordia. Es esto lo que ayudará a curar al mundo y a la humanidad.
Mientras la humanidad se divide en lo que es superficial y mezquino, Yo los invito a profundizar en la oración.
El universo de la oración es muy desconocido y solo cuando se unen a Él es que comienzan a comprender y a sentir su significado. Porque las puertas de los Cielos deben estar abiertas hacia la Tierra y son ustedes, Mis amados hijos, que las mantendrán abiertas a través de sus actos de amor y de sus oraciones.
Hoy, vengo aquí, con alegría y júbilo, a reconsagrar a este Centro Mariano y a todos sus representantes, a todos los que se han comprometido Conmigo desde los primeros tiempos a sostener este punto de Luz en Argentina.
Es tiempo de que ya sean una hermandad auténtica y verdadera, tienen las herramientas para esto, tienen el conocimiento y sobre todo tienen Mi bendición.
Es así que las almas, que aún esperan cruzar el portal de la esperanza, podrán llegar, y también ustedes mismos se renovarán y así se renovará la Obra; porque este es el tiempo, como saben, del Plan de Rescate. Todo necesita ser rescatado, todo necesita estar a salvo en el Sagrado Templo del Corazón del Padre Eterno y de Sus Mensajeros.
Quiero dejarles aquí a ustedes Mi testimonio de Amor, con la valentía de seguir adelante, superando estos tiempos desconocidos e inexplicables, atravesando las barreras y los límites de la consciencia y del propio ser; porque allá, en el Infinito, después de todo esto, se encuentra Dios y Su Creación, lugar del cual ustedes provienen, recuérdenlo.
Es hacia ese lugar y hacia ese espacio sagrado de la Creación de Dios a donde su experiencia de esta encarnación deberá ser llevada como una síntesis profunda de todo lo vivido y compartido, en ustedes mismos y con sus hermanos.
Es esto lo que renovará la Creación, el universo y la humanidad. Vean así, ante ustedes, los tesoros espirituales que les hemos confiado y todas las Gracias que fueron derramadas desde el principio hasta el presente.
He aquí, hijos, Mi Corazón Materno, Manantial inagotable de las Gracias de Dios para las almas y los corazones. Dejen que esta Luz, que brota de Mi Corazón, sane sus heridas para siempre y así se puedan liberar, curar y renovar. Ya no guarden en ustedes sentimientos de frustración y de desánimo, sino un sentimiento superior de amor, de fe y de confianza en Dios.
Porque, aunque Mi Corazón se recoja en los próximos tiempos, Yo estaré a su lado, si así Me lo permiten; y descalzos, seguiremos la senda de la humildad y del despojamiento interior para que el vacío colme sus seres y en el vacío reciban al Todo, al Único, al Infinito, al Eterno Dios.
Que sus gestos de amor sean una extensión de Mi Amor en el mundo.
Que la donación de sus manos sea un gesto de Mi Caridad en el mundo.
Que sus pies descalzos, que caminan firmes, sean un acto de entrega de la Madre de Dios por las almas.
Y hoy, he venido a celebrar la Eucaristía con ustedes, como testigo del sacrificio de Mi Amado Hijo por la humanidad en el Santo Cenáculo y en la Cruz, para que la cruz de ustedes sea aliviada.
Confíen, confíen en Dios, porque todo tiene su hora y su momento. No se precipiten, no se amedrenten. Tengan fe, una fe renovada y auténtica, para que sean el preámbulo de los Mil Años de Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado, de corazón!
La bendición de Mi Hijo esté sobre ustedes y el mundo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis queridos y amados hijos:
Que, en esta tarde, colmados por la Misericordia insondable de Mi Amado Hijo, ustedes reciban una vez más la Fuente invisible de cura, de paz y de amor que se refleja en este bendito lugar.
Hoy, en representación de muchos hijos más, ustedes se acercaron a la Aurora Interior para pedir cura y redención para el planeta.
Queridos hijos, sepan que cuando dos o más corazones se unen en oración suplicante y abnegada por alguna justa causa, el Padre los escuchará y les enviará Sus más preciosas bendiciones.
Hoy, desde el corazón de este humilde lugar de paz para Uruguay y el mundo, su Madre Celeste los llama como en Lourdes a lavar y purificar sus consciencias en la Fuente Curadora de Aurora, Fuente que encontrarán dentro de ustedes mismos cada vez que entren en oración y en comunión interna con Aurora.
Que, en esta tarde, todos los que dentro de sí mismos, por alguna razón, buscan una respuesta o una luz interna en sus caminos, puedan recibirla a través de la oferta de los que dijeron sí y se autoconvocaron para estar presentes en el corazón de la Aurora Interior.
Por todo esto y con Amor Materno, Yo les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de la Nueva Aurora
Querido hijo:
Coloca tu confianza interna en Nuestro Creador porque, desde el origen y desde el principio, el Padre Celestial conoce y sabe sobre la existencia interna de cada esencia y espíritu. Él sabe, en la inmensidad de Su Amor eterno, sobre el destino, la meta y el propósito de cada hijo e hija Suyos.
Por eso, ten paciencia, ten sosiego, ten fe para que esta noche oscura, anunciada por Cristo, pueda ser vivida por ti sin miedo a perderte o a distanciarte de Dios; porque si en esmero, esfuerzo y entrega, sigues la Ley de Dios y Sus Mandamientos, estarás en un buen camino.
Este es el tiempo de que cada corazón humano aprenda a cristificarse en lo más pequeño y anónimo, pero también en lo más verdadero y honesto que pueda reflejar la consciencia.
La perfección ya no puede ser algo inalcanzable, como si estuviera del otro lado de la puerta. La perfección, que es sostenida por una vida humilde y simple, siempre te socorrerá; porque la vida humilde y simple, de quien no quiere nada para sí y no aspira a nada para sí, es como una estrella que te guiará en esta desafiante y desconocida noche oscura del espíritu.
Que Mi Corazón sea esa Luz interna y eterna en tu vida, que sea la Luz de Dios que impulsa al discípulo en el camino constante de la ascensión, de la paz y del servicio por los que sufren injustamente en este mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En esta noche oscura del planeta, no teman atravesar su propia purificación, pero estén atentos y pacientes para saber que cada momento es para trascenderlo y superarlo a través de la fuerza del Amor que Jesús, Mi Hijo, les da.
Entréguense definitivamente a los Pies del Señor y ya no se resistan. Permitan que Él, finalmente, los convierta en Sus instrumentos de paz y de bien para el mundo.
Nadie podrá llegar al Padre sino a través del Bondadoso Corazón de Cristo, en Él está la respuesta, en Él está el alivio. En Cristo, Mi Hijo, volverán a encontrar la paz.
En este día, tengo la dicha de retornar a Mi querida y eterna Aurora, pero puedo retornar a través de los que hoy, en simplicidad, Me abren la puerta de su corazón para que también la Madre de Aurora tenga un lugar adonde siempre poder retornar.
Hoy, en especial, quisiera que todos los que alguna vez pisaron el suelo sagrado de Aurora sepan sobre la etapa especial que está atravesando, a través de todos sus servidores y miembros en la superficie.
Por eso, les recuerdo a todos Mis hijos que, desde Aurora y a través de Aurora, muchos de ustedes recibieron la Gracia de la redención y de la paz. Quisiera que esto no lo olviden.
Aurora se prepara para una nueva etapa, pensada y meditada por el Corazón de Dios. Quisiera que Mis hijos estén atentos y receptivos para que no pierdan las señales que Aurora, como Centro de Amor, les entregará.
Aurora es la donación silenciosa. Aurora es el Reino que se recoge para después expandirse a través de su interna Luz.
Aurora es el sostén de los que siempre le dicen sí y no la olvidan, porque Aurora nunca reclamará lo que ha dado. Aurora es el sacrificio del corazón que la ama.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
A Mis queridos y valientes hijos de la Casa Nuestra Señora de los Pobres
Mis amados hijos:
Hoy, con alegría y júbilo de Corazón, su Madre Celeste los reúne en torno al Corazón Misericordioso del Redentor para que, en este ciclo, el terafín espiritual de la casa de los Hijos de María siga dando frutos de amor, de conversión y de paz, no solo en las familias de esta ciudad, sino también en toda la familia humana del planeta.
Queridos hijos, que, a partir de este día, ustedes puedan hacer una síntesis interna de los pasos que hasta ahora fueron dados.
A través del amparo de Mi querida Asociación María, los Mensajes de Mi Hijo, del Casto Corazón de San José y de su Divina Madre podrán llegar al mundo, y sobre todo a las familias, a través de cada Hijo de María que, en este ciclo y año 2025, deberá comprometerse de forma activa a vivir los votos que profesó Conmigo el día glorioso de su consagración.
Es así que la Casa de la Señora de los Pobres seguirá sirviendo amorosamente a las familias, como lo viene haciendo hasta ahora; pero llegó el momento de que en cada ciudad, en cada país o lugar del mundo, en donde exista y esté presente un Hijo de María consagrado, se pueda manifestar y expandir el impulso de los Rosarios de Luz, el impulso de la caridad a los más pobres y necesitados, y el servicio en este ciclo a los privados de libertad y a los que están cautivos a través del demonio de las drogas, Me refiero a Mis hijos más jóvenes.
Queridos hijos, este es el tiempo de llevar a la práctica Mi Mensaje. Es el tiempo de seguir las señales que Yo les enviaré. Es el tiempo de que compartan las Gracias de la redención que ustedes mismos recibieron en el gran día de su consagración.
La Casa de la Señora de los Pobres ya no podrá ser solo un espacio presente en una ciudad del interior de Brasil. Esta Casa, que Yo misma les he confiado por Amor, deberá tener su expansión y sus raíces a través de todos los Hijos de María que puedan ser instrumentos de Cristo por medio de iniciativas de oración, de servicio y de caridad.
Por eso, Yo creé la gran red de almas en la Tierra para que ayude a su Madre Celeste a auxiliar y a socorrer a los que están en peligro espiritual y material. En este ciclo de renovación, el servicio a los enfermos y sobre todo a los que están solos también será importante.
Es imprescindible, en este tiempo, compartir y divulgar el Amor de Dios a través de acciones que contrarresten las amenazas e infiltraciones de Mi enemigo.
Por último, Mis amados, todos ustedes y sus hermanos en el mundo se prepararán para la próxima Semana Santa, a través de la Cuaresma. Que cada uno de ustedes viva esa síntesis interna para saber cuál será el próximo paso.
Como siempre, Yo los acompañaré en ese momento, los impulsaré y les demostraré el universo del servicio que se presentará en sus caminos.
¡Ánimo a todos los Hijos de María!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Silencio y gratitud, dos claves y atributos importantes para aprender a reconocer y a escuchar la Voz de Dios.
Silencio y gratitud, dos atributos importantes que disuelven incomprensiones y abren el camino para recibir la Sabiduría de Dios.
Silencio y gratitud, dos atributos importantes que atraen la providencia y al mismo tiempo la Gracia.
Sin silencio ni gratitud no se puede contemplar el próximo paso de Dios, paso que se refleja y se manifiesta a través de Sus hijos.
Busca el silencio y la gratitud para tomar consciencia de los tesoros celestiales que te fueron confiados por obra única del Amor de Dios.
Sin silencio ni gratitud ninguna decisión segura podría ser tomada y ningún proyecto podría ser construido y manifestado.
El silencio y la gratitud fueron los que permitieron llevar adelante la Obra redentora del Señor.
El silencio y la gratitud fueron los que establecieron la comunión entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y las almas, a través de la Sagrada Eucaristía.
El silencio y la gratitud fueron los que le permitieron a Mi Hijo aceptar y soportar la Cruz.
El silencio y la gratitud son los que ayudan a aceptar y a adherirse a los designios y a los pedidos que el Padre presenta.
Sin silencio ni gratitud no hay luz y sin luz no habrá entendimiento.
Pregúntate a ti mismo cómo está el silencio y la gratitud dentro de ti.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Lo que más le agrada a Dios, en este momento del planeta, es el vacío y el silencio de los corazones. Un vacío de intenciones, de expectativas y de sueños, y un silencio que lleve a cada uno a mirar hacia adentro de sí para saber cómo está la vida interior.
En este tiempo y sin esa premisa, será difícil para las almas poder trascender ciertos ciclos y poder atravesar ciertas experiencias, que deben encontrarlos libres de ustedes mismos; porque en el vacío interior nace la vida interior, y en el silencio de sí mismo se puede escuchar la Voz de Dios y así reconocer Su Santa Voluntad.
Imiten el ejemplo de su Madre Celeste que, siendo Esclava de Dios, recibió en Su seno el Llamado del Padre Eterno para que se cumpliera Su Voluntad. En ningún momento hubo un por qué ni un cuestionamiento.
Dios los llama, en este tiempo, a entrar con alegría en ese estado de vacío para que puedan reconocer en ustedes Su Amor y Compasión.
Yo estoy aquí con ustedes, en esta hora del planeta en que todo se purifica, para que las almas encuentren el camino de la paz y del bien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en la víspera de la llegada del Redentor, sus corazones ya se encuentren limpios y purificados a través del Santo Sacramento de la Confesión para que, renovados, ingresen a través del Portal de la Esperanza al camino que Mi Hijo tanto espera que ustedes recorran.
A través del Portal de la Esperanza, que es Cristo Vivo, reciban el impulso preparatorio del Retorno de Cristo y que ustedes, ya conscientes de todo, se sirvan de las herramientas que Nosotros les entregamos, a través del servicio, de la oración y de los Sacramentos.
En este último ciclo de preparación, Yo los llamo a la apertura del corazón para que, estando libres de ustedes mismos, caminen decididos por la senda del Señor, por aquel camino que Él mismo preparó para que Sus discípulos lo atraviesen.
Recuerden que para que una realidad divina sea una realidad concretada, solo dependerá de la predisposición de ustedes.
Yo estaré siempre aquí, como Madre, para orar por ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Camina con los pies descalzos, al igual que Mi Hijo Jesús.
Despójate de lo que para ti es aparentemente pequeño e insignificante. Inténtalo todos los días hasta que, por ti mismo, todo lo puedas trascender.
Arranca las raíces que te hacen afirmar en ideas y en creencias inciertas, que no tienen en sí la esencia del amor y de la verdad. Este es un ejercicio diario.
Sírvete de la resignada y humilde consciencia de San José. Imita Su ejemplo de castidad hasta en las decisiones de la vida.
Aspira a convertirte en un lirio, así como se convirtió la vida obediente de San José.
Sírvete de la simplicidad de este Santo Intercesor. Acoge Su santa paternidad para que tu camino sea bendecido y amparado por Su amorosa compañía.
Y así, sigue el ejemplo de Quien convirtió Su corazón humano en un relicario vacío para Dios, para que después el Santo Espíritu y el Alma de San José fueran un instrumento intercesor en las Manos del Creador.
Antes de decidirte a dar un paso o tomar una decisión, encomienda al humilde San José tus aspiraciones o decisiones, para que Su Amor paternal te muestre si ese es el momento y si ese es el camino.
Consagra tu vida a la abnegada vida humilde y simple de San José, para que tu alma algún día también pueda ser un instrumento vacío en las Manos de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Querido hijo, querida hija:
¿Qué es para ti el desierto espiritual? ¿Te has visto ante él en algún momento?
¿Recuerdas lo que Mi Hijo vivió durante Sus cuarenta días en el desierto?
¿Temes atravesar ese desierto y saber lo que realmente existe en tu interior? ¿Por qué?
Anímate, junto Conmigo, a atravesar ese desierto interior; pero antes, libérate de ti mismo para que tu consciencia interna esté libre de cualquier opresión.
Tenlo claro, el desierto espiritual no es un castigo, sino la oportunidad de confirmación y, sobre todo, de donación de ti mismo. Por eso, Mi Hijo les enseñó cómo liberarse de las tentaciones y de las expectativas que, con ilusión y engaño, le prometen realizaciones y triunfos al discípulo.
El desierto llega, en la vida, para reafirmar la confianza absoluta en la Presencia silenciosa de Dios. Este momento de la vida llega para que el discípulo de Cristo dé un nuevo paso, para que pueda avanzar y no retroceder, para que acepte ser súbdito de Dios a pesar de cualquier circunstancia. Porque esa fue la síntesis vivida por Cristo, Nuestro Señor: aceptar beber del Cáliz de la salvación y de la redención, cargando en sí mismo con todos los pecados del mundo.
Cristo no decidió qué vida quería llevar, porque sabía que para ser un Cristo tenía que permitir que Dios fuera Su Vida, para que se cumpliera Su Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos amados:
Para Dios, su Padre, no hay impedimento ni obstáculo para estar cerca de Sus hijos y para que Su Plano Espiritual descienda y se una a las almas que lo invocan y que lo claman.
Yo Soy la Madre de la Argentina, la Virgen Venerada de Luján, que guarda en Su Corazón todas las súplicas y que vigila por la fe de Sus hijos para que no desaparezca.
Sean conscientes de la noche oscura que el planeta y la humanidad están atravesando. No existen otros caminos, sino el de Dios, aquel camino que puede ser trazado a través de sus corazones y de su vida interior.
Mi Hijo Me envía antes, para estar con ustedes en este día, porque Yo Soy la Madre de todos, la Venerable Madre que se ha comprometido con cada uno de Sus hijos para que puedan vivir la Voluntad de Dios.
Vengo a sanar las heridas que se abrieron.
Vengo a colocar Luz donde hay oscuridad.
Vengo a entregar esperanza donde desapareció completamente.
Vengo a abrir los ojos de sus consciencias, los ojos de sus almas, para que puedan ver y puedan sentir, cerca de ustedes, al Reino de Dios.
Argentina se levantará de las cenizas, porque su espíritu interno, el espíritu de esta nación, no puede ser derrotado.
Ustedes aún no conocen su fuego, un fuego sagrado que impulsa a la Argentina a ser un país fuerte y firme en su convicción y fe, que es lo que hoy ustedes deben aprender a cuidar y proteger; porque, a pesar de la propia noche oscura o a pesar del tiempo sin respuestas ni señales, o aun sin soluciones, este es el calvario que se muestra ante ustedes para que lo puedan vivir y cruzar, porque si Mi Hijo lo hizo por ustedes, ustedes también lo pueden hacer.
Dios bendice, con Sus Gracias, a los que se sacrifican y perseveran.
Dios atiende a los que están débiles y a los que no encuentran el sentido de sus vidas.
Dios está aquí, en ustedes y entre ustedes, y brota de Mi Corazón de Madre en ofrenda y en amor por Sus hijos.
No se olviden de todo lo que Yo les he enseñado. Es hora de aplicar los conocimientos divinos que les hemos entregado.
Es hora de que ustedes sean ustedes mismos, de una vez y para siempre, con su propia luz, con su propio amor, unidos al Amor del Padre, en donación constante y en servicio por los que sufren.
Hoy, vengo aquí a derramar Mi Gracia en los que la perdieron y también en los que nunca la reconocieron.
Porque si hoy hablo, es a pedido de Mi Hijo y obedeciendo a Sus designios. Porque aquí, ante Mí y en sus almas, existen cristales preciosos que aún precisan ser pulidos y transformados. Y cuando Mi Hijo comience a transformarlos y pulirlos, ¿ustedes se irán? Él tiene algo especial para cada uno, créanlo; porque Él espera poder revelárselo a cada ser, en el día y en la hora indicada.
Mientras tanto, Yo los invito a renovarse en la escuela de la oración.
¿Cómo se sostendrán si no oran?
¿Cómo podrán discernir si no oran?
¿Cómo podrán tener Luz en sus caminos si no oran?
La oscuridad abraza a muchas almas en estos tiempos y ustedes lo saben.
Permitan que su propia purificación sea liberada y trascendida para siempre; porque Dios no los quiere ver en el sufrimiento ni en las penas, sino en la alegría y en la certeza de poder vivirlo cada día, en comunión perpetua con Su Sublime y Eterno Corazón.
Pero las pruebas de la vida están para ser vividas y experimentadas. Si Yo les prometiera una vida de rosas, no sería honesta con ustedes, hijos Míos.
Si Mi Hijo bebió del Cáliz sin merecerlo, ¿ustedes se han preguntado internamente si serían capaces de beber del Cáliz el ofrecimiento de Dios?
Oh, Señor Mío, Tu Altar está servido. ¿Cuántos cálices están llenos para ser ofrecidos y bebidos por las almas?
¿Quién comprenderá, más allá de sí mismo, la razón de ese compromiso y el motivo de que Dios le ofrezca Su misterio para poder ser revelado?
Oro por los que no están comprendiendo este momento, porque lo sé.
¿Ustedes alguna vez se preguntaron qué fue lo que Yo sentí al ver a Mi Hijo siendo entregado, flagelado, crucificado y muerto en la Cruz por algo que nunca hizo?
¿Qué hay más allá de la comprensión humana?
¿Qué hay más allá del saber o del conocimiento mismo?
Se llama amor, hijos; amor a lo desconocido, amor a la voluntad inmaterial que rige sus vidas y la vida de sus hermanos, desde el surgimiento de sus esencias en los estanques de Dios y desde la gestación en los vientres de sus madres.
Por eso, una madre sabe lo que es tener un hijo, y ¿un hijo sabe lo que es tener una madre?
¿Cuántas madres sufren la decepción de sus más queridos hijos y lloran, así como Yo lloro junto con ellas, para que Mis lágrimas sean el río de Gracia que consuela a las madres que aman y protegen el camino de sus hijos?
Yo estoy aquí para proteger la Obra de Dios, de la que ustedes forman parte.
Mi Hijo espera que hayan podido aprender en este día y crecer interiormente. Eso es lo que Mi Hijo espera hace mucho tiempo, porque si en todo esto y en este momento no hubiera amor, Yo no estaría aquí, porque Dios es Amor, pero también es Justicia.
Él nunca permitirá que pierdan Su camino, y aunque lo pierdan, Él los rescatará porque es la promesa que les ha hecho Mi Hijo a los pies de Su Trono, de Su humilde casa de amor y de servicio en esta Creación.
Quiero que esa Luz, que una vez se encendió en sus corazones hace muchos años por esta Obra, hoy pueda volver a encenderse en confianza y en fe; porque si Yo estoy aquí no es solo porque los amo, sino también porque los acompaño y los apoyo.
Y hoy, les prometo, Mis amados, que su confianza herida está siendo reparada por la Gracia que Dios Me ha enviado a entregarles, en comunión espiritual con Mi Hijo y en eterno sacramento.
Dios sabe que la imperfección humana es muy grande; pero, más allá de esto, quien obedece al Señor se libera de sí mismo para siempre. Porque allí está su escuela, todos los días entregar su propia voluntad para que la Voluntad de Dios reine en ustedes, en cada momento.
Hoy, vengo a entregarles a los corazones ofendidos las rosas que hay en el Reino de los Cielos y que son profundamente espirituales e invisibles; para que una flor de Mi jardín celestial, nutrido por las almas buenas y orantes, se coloque sobre sus corazones y, así, reciban el perfume de la Madre de Dios, el perfume de Su Gracia y de Su Paz.
Argentina, a través de ustedes, deberá afirmarse en el trabajo con los Centros de Amor. Ustedes ya saben cómo hacerlo y cómo representar a la Jerarquía en este planeta herido, ultrajado y violado.
Y así, en unión con los Centros de Amor, podrán conocer los tesoros de la Jerarquía, sobre todo los tesoros que están ocultos y por revelarse en sus corazones. Crucen la puerta que hoy les ofrezco hacia el renacimiento interior, la reconciliación y la unión interna con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Mi Hijo Me ha pedido ungirlos a cada uno con un beso en su frente. Reciban así este gesto de Amor de la Madre Celestial, de la Virgencita de Luján, para que las estrellas y los soles que viven en ustedes se enciendan y se afirmen en el Propósito de Dios.
Quiero agradecerle a cada hijo Mío de la Red-Luz por hoy estar aquí y haber traspasado el umbral de las incomprensiones o de los desentendimientos. Porque el amor, que vive y habita en cada ser, los ha traído hasta aquí, hasta este presente, para que el dolor sea liberado, para que la fe sea fortalecida, para que la paz los colme y los abrace en este día y así, esto pueda ser irradiado al mundo, que tanto lo necesita en esta hora crucial y difícil.
Recuerden que en el Cielo siempre estamos para todos, para todos; que las puertas de Mi Corazón siempre se abrirán para que ustedes encuentren un refugio seguro en este tiempo.
El trabajo del Coro-Luz en Argentina deberá ampliarse. El Cono Sur precisa hacer brillar los dones de Dios a través de las voces que los ofrecen para alabarlo y reconocerlo como el único Dios del universo y de la vida, y para que, sobre todo, las puertas de los Cielos estén abiertas sobre la Argentina, y este país, esta nación y en especial su pueblo sean parte de la última barca de salvación de Cristo, Nuestro Señor.
Porque lo verán bajar de la montaña, así como Él muchas veces lo hizo.
Porque lo verán predicar, curar y sanar de una forma sorprendente, así como Él muchas veces lo hizo.
Porque podrán sentir, en Su Retorno, Su Mano bendecidora, Su cercanía y Su abrazo, como muchas veces lo hizo con los olvidados, con los descartados, con los ofendidos, con los heridos, con todos los que fueron despreciados.
El toque de Su Amor humilde, en Su Retorno, todo lo transformará; así como el Manto que las santas mujeres tocaban para poder curarse, así como las lágrimas que se derramaban sobre Sus Pies para poder lavarlos y bendecirlos con el amor de los confirmados.
Hoy, quiero que se reconsagren en sus votos como Hijos de María, pero con una convicción interior de esforzarse todos los días para cumplir los votos que ustedes mismos le profesaron a Cristo.
Esto permitirá que, a través de ustedes, la luz y la expresión de la tarea de Argentina se cumpla, porque está todo dado para que eso suceda. Por eso, Yo estoy aquí, para acompañarlos y para impulsarlos una vez más.
Mi Hijo necesita que su servicio en Argentina haga brillar el sol de esta nación, porque para Él, Nuestro Señor, es urgente.
Antes de despedirme y de agradecerles, deseo que se acerquen aquí las pequeñas Marías para que sean bendecidas por Mí.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a bendecir a estas pequeñas almas, a través de la unción, para que sean consagradas como Hijas de María.
Vamos a hacer una oración por esta alma.
Oración: “Ave María” (dos veces).
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que el perfume de Mi Amor pueda ser sentido en este momento, para que las almas se reenciendan en el Amor y la Gracia del Padre, que son inconmensurables, infinitos e inextinguibles.
Así como hoy consagro a estas pequeñas almas, bautizándolas con la Luz espiritual de Mi Hijo, así los vuelvo a consagrar y a bautizar a ustedes con la Luz espiritual que Jesús trajo en Su Resurrección a Su Madre y a Sus apóstoles.
Que las estrellas de Mi Corona protejan y guíen a la Argentina.
Les agradezco por este encuentro de paz, de amor y de reconciliación.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Me alegra retornar aquí para estar cerca de ustedes, a través de Mi Amor Maternal y de Mi proximidad.
Queridos hijos, que hoy se reafirme en ustedes la Voluntad de Dios, Voluntad que fue escrita en el principio del surgimiento de sus esencias; porque este país y este pueblo, en el final de los tiempos, tendrán una tarea y una misión fundamental que aún no fueron reveladas por lo Alto, pero que se revelarán en el tiempo que ya está previsto por Mi Amado Hijo.
Hijos Míos, por eso sigan trabajando por su misión interior y espiritual para que siempre la Voluntad de Dios les muestre el camino y la salida.
Uruguay contará con una fuerza muy grande, pero con pequeños grupos de almas que impulsen lo que está previsto en el Plan de Dios, aunque en este momento sea desconocido e incomprensible; porque lo que está escrito se cumplirá, y ya estamos en camino de que se cumpla lo que está escrito para este país.
Más allá del destino que su pueblo escogió recientemente, su mirada y visión interior, como también su corazón, deben estar fijos en el Propósito, porque para esto fue creado el Divino Propósito; para que, a través de su Llama flameante, guíe a las almas al cumplimiento de la Voluntad de Dios, a través de su unidad y el amor ardiente.
Es allí, ante esa Sagrada Llama del Propósito, en donde no temerán ni tampoco fracasarán; no dudarán de lo que deberán asumir, simplemente por amor y confianza en el Padre Eterno. Esto reconstruirá de a poco la consciencia y el Propósito de este país, que fue manifestado para llevar adelante una misión en este tiempo final.
Por eso, queridos hijos, sus almas y las almas de sus hermanos son las que participarán de ese esperado momento, que será claro, preciso e iluminado por la Sabiduría de Dios.
Sigan rezando para que se cumpla el Propósito de Dios en esta nación y para que ella esté protegida de las tendencias e ideologías de estos tiempos, que solo colocan a las almas lejos de Dios y en peligro.
Como Señora de los Treinta y Tres, vengo a fundir y a unir en sus corazones la Sagrada Estrella de Mi Hijo para que la Confederación, en este país, algún día sea una realidad a través de las almas que despiertan y que despertarán.
Así, los soles en la Tierra brillarán, trayendo consigo los impulsos del universo y de la Vida Mayor, cuando todos, sin condiciones, estén al servicio del Padre y de los que lo necesitan para que el Amor de Cristo triunfe y sane las heridas más profundas en las almas.
Como su Patrona, estoy aquí para acompañarlos en esta caminata que solo los llevará al Infinito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de los Treinta y Tres
La Voz de la Virgen María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijos:
Yo Soy la Luz que anuncia el bello horizonte de Dios. Quien contempla esa Luz no se perderá, porque es una Luz divina e inextinguible.
Es esta Luz del bello horizonte de Dios la que anuncia, en este tiempo final, la llegada de Cristo para poner fin a la crueldad del mundo y al sufrimiento interminable de las almas.
Por esta razón, queridos hijos, en nombre del Señor, hoy Yo estoy aquí para cumplir la promesa que Mi Hijo les hizo de poder bendecir esta Sagrada Fuente del Supremo Curador, para que las almas recuerden que el Corazón de Cristo está abierto a todos, sin importar el pecado o el error.
Yo vengo como su Madre Celestial a volver a conducirlos y guiarlos hacia el Corazón de Cristo, para que puedan encontrar Su infinita e inagotable fuente de Amor que brota como agua, como afluente espiritual en todas las almas.
Por eso, esta fuente, que hoy bendeciremos y consagraremos, adquirirá su poder y ampliación espiritual, interno o material, dependiendo de la fe de cada corazón y de cada alma; porque recuerden, queridos hijos, lo que Mi Hijo le dijo al centurión romano: “Tu fe en el Señor salvó a tu siervo”.
Hoy, vengo a renovar en este lugar, y sobre todo en los corazones, el don de la fe. Un don que está siendo transgredido y violado por las situaciones del mundo, por todo lo que está siendo sustituido y cambiado.
Por eso, los vuelvo a acercar a la fuente del Señor, para que no solo purifiquen sus rostros y sus manos, sino también para que alcancen el camino de la conversión del corazón; lo que significa, queridos hijos, que sus vidas a partir de hoy tienen la puerta abierta para que cambien completamente por dentro y por fuera, para que sean otras personas con nuevos valores y nuevos atributos en la vida, imprescindibles en este tiempo de transición y de caos; porque serán esos mismos valores, que pueden cultivar dentro de ustedes, que les permitirán que sean libres de ustedes mismos y del mundo.
Hoy, la humanidad está ante un escenario complejo. Está delante de dos caminos y deberá escoger uno solo: el camino de la Luz o el camino de la perdición.
Mi Hijo viene a interceder por todos ustedes y el mundo en este día, a través del Inmaculado Corazón de María, para que las almas se acerquen a las Gracias de Cristo, Gracias santificantes y renovadoras para las almas, para que cada corazón reciba internamente lo que tanto necesita.
Hijos amados, dependerá en este tiempo, de cada uno de ustedes, que sus vidas se conviertan en la propia Gracia de Dios manifestada y concretada. Ese debería ser el milagro en cada uno de ustedes.
Ustedes mismos deben escoger qué vida quieren llevar en este tiempo, ante un escenario desafiador para la propia humanidad y el planeta. Por eso, les vuelvo a recordar los valores de la vida, los llamados Atributos de Dios, que les son concedidos a todas las almas a través de los Sacramentos y, sobre todo, a los corazones que oran fielmente a Dios todos los días, porque la humanidad en este tiempo necesita de mucha guía espiritual.
Ustedes saben, hijos Míos, que esto es urgente para el mundo, ante tantas cosas que suceden en la humanidad, porque serán estos mismos valores que cultiven en ustedes los que ayudarán a sus familias y a sus seres queridos.
Y así, el núcleo de la familia humana estará protegido y amparado por Dios de las graves interferencias que el mundo manifiesta e irradia a las almas, porque se quiere sustituir al verdadero y único Dios del Cielo y de la Tierra por un dios artificial.
No se dejen confundir ni engañar, hijos amados. Antes de esto, vuelvan a la oración del corazón, a la adoración al Santísimo, al sagrado momento de la Eucaristía, de la confesión y de la oración fervorosa y suplicante; porque todo sucederá en este tiempo, pero depende de ustedes, hijos amados, cuál será el resultado de sus caminos, de sus propias elecciones, de lo que ustedes puedan escoger, el Dios Vivo o el dios muerto, el dios muerto de los hombres que aparenta tener vida e inteligencia propia.
Por eso, en estos momentos simples y sagrados, a través de la fuente que hoy brota del Corazón de Jesús, por medio de esta agua de la fuente que será santificada y consagrada para cada uno de ustedes y de sus hermanos; así como fue en Massabielle, en Lourdes, Nuestros Sagrados Corazones, en donación y en ofrenda, vuelven a otorgar a las almas las Gracias que necesitan, principalmente la Gracia de la conversión del corazón, del cambio de los hábitos y modos de vida, para que sean merecedores de las Gracias y de los milagros que necesitan.
Porque la Gracia de Dios no se desperdicia en este universo. Es una corriente sagrada y sublime que cuando actúa a través del Espíritu Santo, así como en este momento, transforma a las almas en lo que Dios tanto espera desde el principio.
No quiero solamente que hoy coloquen, a los Pies de Mi Hijo, sus miserias, sino también quiero que coloquen a los Pies del Supremo Curador la ofrenda honesta y sincera de cada corazón, de lo más íntimo de su mundo interior, donde Dios habita, vive y expresa Su Reino en las almas.
Así serán escuchados por el Supremo y Sublime Curador, por el Humilde Pastor de las almas, el Sagrado e Insondable Corazón de Jesús que, desde Sus entrañas más profundas, hace verter las Gracias sobre las almas y revela el ardor de Su Amor por los corazones.
Dios escucha a los corazones que claman, pero sobre todo Dios escucha a los corazones que sufren situaciones desconocidas que nunca vivieron sobre la faz de la Tierra. Por eso, Él abre la fuente de Sus Gracias para santificar a las almas, para poder consagrarlas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora dice si alguien puede aproximar un vaso con agua para quien está tosiendo, por favor. Puede traer el vaso con agua aquí, porque lo va a bendecir para quien está tosiendo.
Hay que soltar lo que nos oprime para que nos podamos renovar en la presencia del Amor de Dios.
La purificación en el mundo no es un castigo, es una necesidad para que los corazones se puedan liberar y así se puedan curar de sus más profundas heridas, principalmente de las heridas espirituales.
Jesús siempre nos enseñó, a las santas mujeres y a los apóstoles, que el buen samaritano es aquel que piensa primero en el otro y que es capaz de donarse de corazón por la salvación de su semejante. Y es así como se multiplica la unidad y la fraternidad, a través del servicio y de la caridad entre los corazones.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Y ahora, junto con nuestra Madre, todos vamos a acercarnos a la fuente para su bendición y consagración. Vamos a ir cantando todos juntos, con los hermanos del coral del Núcleo, el cántico de apertura que hoy entonaron.
Vamos en procesión, en solemnidad, en reverencia y silencio, a colocarnos a los Pies del Supremo Curador para que nos lave y nos purifique con Su agua, aquella agua que brotó de Su Costado en la Cruz.
Así vamos a bendecir, junto con Nuestra Señora, esta fuente que se ofrecerá como un instrumento de Cura y de Gracia para las almas.
Y luego vamos a retornar aquí para oficiar la Santa Eucaristía, administrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo a todos los presentes, y enseguida finalizar con el Sacramento del Bautismo.
Podemos comenzar a cantar con el coral.
Canción: “Por la Fuente de Gracia”.
Oración: “Ave María” (tres veces en portugués).
Vengo aquí junto con Mi amado Hijo, así como íbamos a los pozos de Betsaida, para que Nuestro Señor curara y sanara a los leprosos y enfermos, recuperara la vista de los que estaban ciegos y, sobre todo, abriera el corazón de los que lo tenían cerrado a Dios.
Hoy, Mi Hijo viene a bendecirlos a través de Su fuente de Gracia y de Misericordia, de Piedad y de Amor.
La Voz de Cristo Jesús:
Por la autoridad que Mi Padre Me concedió, en unión al Cielo y la Tierra, a los ángeles, santos y bienaventurados, vengo a bendecir esta fuente de Gracia para que las almas se purifiquen, se renueven y se consagren al Eterno Corazón de Dios, y se entreguen al Supremo Curador.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Por sus esfuerzos, serán premiados en el Reino de los Cielos.
Por su persistencia y fe, serán guiados al Propósito de Dios.
Por sus renuncias y sacrificios, serán santificados.
Por su verdad y transparencia, serán fortalecidos.
Por su servicio incansable e inmediato, serán bendecidos.
Por su despojamiento y vacío de sí mismos, serán transformados.
Porque no existe nada que sea inalcanzable para Dios. Él, a través de Su Voluntad y sobre todo de Su Amor Paternal, puede renovar todas las cosas.
Fijen su mirada en el Corazón donado de Cristo; en ese Corazón que, siendo humano, fue capaz de dar la vida por Sus amigos y hermanos.
¿Ustedes serían capaces de dar la vida por sus amigos más que por sus seres queridos?
Queridos hijos, en el ejemplo de Mi Amado Hijo se encuentra el camino interior que cada uno es llamado a recorrer; pero Él nunca los forzará porque, en Su dignidad divina, Cristo respeta la decisión de los hijos de Dios.
Pero Cristo mantiene siempre esa puerta abierta para que ustedes puedan vivir a través del Amor de Jesús; así como Cristo espera vivir a través de cada uno de los que, día y noche, a pesar de las tempestades de estos tiempos, se confirman al Señor como Sus últimos compañeros del apostolado interior.
Mucho más podría hacer Cristo, a través de la apertura y disposición de las almas. Si las almas tuvieran presente que Cristo podría hacer mucho más en las que se rindan a Él, otro sería el escenario de estos tiempos.
Por eso, Yo estoy aquí, como Su paciente y amorosa Madre, para poder cumplir en ustedes las aspiraciones del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis amados y queridos hijos:
En estos días, algo profundamente anónimo y significativo sucedió para su Padre Dios. Fue el servicio desinteresado y humilde que cuatro de Sus hijos misioneros prestaron por el bien y por la paz en Mi querida nación de Turquía, en donde su Madre Celeste vivió, en recogimiento en Éfeso, la síntesis de la Dolorosa Pasión de Jesús, después de que Mi Hijo ascendió a los Cielos.
En este gesto de misioneros tan jóvenes, de representar el código del Amor de la Jerarquía en un mundo y en una sociedad hipnotizados y anestesiados por la indiferencia y la ambición material, el servicio anónimo de Mis cuatro hijos misioneros elevó a las almas de Medio Oriente a la dignidad de almas rescatables.
Quiero que comprendan de corazón lo que esto significa, hijos Míos, ante un escenario desolador en Medio Oriente, un Medio Oriente destruido por el uso del poder, de las armas y de la guerra, que ha sacrificado a cientos de personas inocentes y principalmente a niños.
¿Saben lo que significa para Dios escuchar o ver a un niño morir en una guerra?
¿Hasta cuándo tanta impunidad y maldad, hijos amados?
Por eso, hoy Mi Corazón se alivia un poco, al ver todo ese sacrificio por Cristo, de solo cuatro hermanos, que vale más que todo el dinero y el prestigio en el mundo.
Tomen consciencia de esto y reconozcan, de una vez y para siempre, en donde ustedes se encuentran, repletos de Gracias, y en los espacios sagrados en donde están.
Hijos, ya no permitan que la ingratitud los controle y los desvíe del camino. El Corazón de Dios está sufriendo por este mundo frío y cruel. Yo los invito a valorar por amor todo lo que tienen y a valorarlo por todos los que ya no tienen nada y lo perdieron todo.
Este es el tiempo del Juicio, en el que todo se mostrará para que las almas decidan qué camino seguir.
Mi Corazón es el refugio para los afligidos.
En el nombre de Mi Hijo, agradezco la valentía, la resignación y el amor de Mis cuatro misioneros de la paz en Turquía.
Dios los bendiga siempre. Oremos por los que sirven en todas las misiones, para que el Amor de Cristo Vivo sea la fuerza de voluntad ante tanta desolación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La Palabra de Dios derriba a los poderosos de sus tronos y acoge a los afligidos.
La Palabra del Señor, tu Dios, destierra a los no agradecidos y cura a los que viven en el dolor.
La Palabra del Señor, tu Dios, disipa las tinieblas y trae clareza a los que están confundidos.
La Palabra del Señor, tu Dios, se graba con Su fuego en los corazones y quema con Su ardor a los que no viven el bien.
La Palabra del Señor, tu Dios, es la Ley en el universo y en la Tierra, es el sostén de los necesitados y es el impacto en la consciencia indefinida.
La Palabra de Dios es la guía de los que perdieron el camino y es la muralla para los soberbios e impíos de corazón.
La Palabra del Señor, tu Dios, es el renacer entre las ruinas, es la confianza multiplicada en Gracia y en Vida.
La Palabra del Señor, tu Dios, es el vacío para quien busca vaciarse de sí mismo, pero también es el Todo para quien aspire a ser colmado por los Universos Mayores.
La Palabra del Señor, tu Dios, es justa, es austera, es solemne, no se desperdicia y es capaz de reconstruir interiormente lo que fue destruido.
La Palabra del Señor, tu Dios, es la portadora de la Infinita Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, en el que el mundo recuerda a sus seres queridos que partieron, dejando una huella imborrable en el corazón de sus familias, Yo los invito a rezar por todos Mis hijos que perdieron la vida antes del tiempo previsto, a través de las guerras y de los conflictos.
¡Cuántas familias, en este tiempo, se ven divididas y fragmentadas por la dolorosa partida de los que dejaron la vida material! Pero, recuerden que Yo estoy aquí, en este día, para consolar a los que aún no consiguieron superar el trauma de la dolorosa partida de un ser querido.
Recuerden, Mis amados, que su Madre Celeste presenció en primera persona la condenación, la flagelación y la muerte de Su Hijo en la Cruz y que, a pesar de que Yo Me sentía morir junto con Mi Hijo, debía darles fortaleza y amparo a los que estaban a Mi alrededor.
Hoy, ante una humanidad violenta, desamparada y sin empatía por el otro, Yo vengo como la Madre de la Consolación y de la Paz a llevar a Mis hijos hacia el Amor de Dios para que, incluso los que por alguna razón están muertos de espíritu, algún día, como el hijo pródigo, puedan resucitar y renacer a través de la fuerza del perdón y de la redención.
Hoy, Mi Corazón de Madre se abre como un humilde y puro Tabernáculo para que cada hijo, aún en la Tierra, en el Cielo o en algún plano de consciencia, reencuentre el camino de la Luz Insondable de Dios.
Estoy aquí, Soy su Madre, la Madre Consoladora de los afligidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras en el mundo se siguen agravando y arrastrando los conflictos, Yo los llamo a ser precursores de la paz entre ustedes.
Mientras la angustia, la desesperación y el sufrimiento golpean, día y noche, a los desamparados y desprotegidos de las guerras; Yo los llamo a recordar la esencia de la gratitud y a erradicar la crítica y el reclamo.
Mientras algunas naciones en estos próximos días definirán el desarrollo de su destino y de su final, Yo los llamo a valorar el potentísimo y sabio afluente de la Instrucción para que ya no sea colocado en un segundo plano.
Mientras las modernidades del final de estos tiempos hipnotizan e inhiben el potencial espiritual y humano, dejando en manos de las máquinas el raciocinio exacto que Dios le dio al hombre; Yo los llamo, hijos, a vigilar y a tener cuidado para que sus almas no sean absorbidas por una vida artificial.
Mientras que, en el mundo y en varias naciones, el hambre y la falta de sanidad en todos los sentidos son usados como campaña pervertida para aprovecharse del sufrimiento del semejante; Yo los llamo, hijos, a proteger la Obra de Dios, primero de ustedes mismos y segundo de toda actitud superficial y arrogante.
Mientras en los laboratorios se planifican y se venden nuevas vidas; Yo los llamo, hijos, a proteger, amparar y cuidar a los más pobres de entre los pobres para que la humanidad coloque su mirada en los más desfavorecidos.
Esto y mucho más, hijos Míos, es causa de perpetua y urgente oración; porque cada uno tiene que reconocer que, a través de estas Mis últimas Palabras, todos ya están avisados.
Que, en este próximo encuentro de las 1000 Ave Marías, sus voces y corazones se unan por estas causas. Estaré unida a la súplica del corazón que se adhiera.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más