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Mis queridos hijos, la Paz de Mi Hijo en ustedes.
Cuando la Divinidad recupera los espacios espirituales que antes eran sometidos por el enemigo y, especialmente, el Plan de Dios recupera a las almas inocentes que antes eran objeto de sufrimiento, de desesperanza y de perdición material; significa y representa una visible victoria del Amor Redentor de Cristo por encima de toda oscuridad; significa que Sus servidores de los últimos tiempos, es decir Sus apóstoles, se entregan, bajo cualquier condición, a dar la vida y a donar su servicio por los que sufren y son más vulnerables.
Inevitablemente, el triunfo y la conquista de esos espacios, a través del Amor, representan un desafío ante aquellas condiciones de adversidad y de caos. Por eso, los servidores de Cristo se ofrecen para ser instrumentos del Señor sin importar las consecuencias y sin medir los posibles riesgos.
Esto no es la expresión de una fantasía o de un acto de fanatismo, sino es una acción movida y otorgada por el Espíritu Santo que, en Su aspecto inalterable, puede a través de los servidores donados conceder Gracias, milagros y soluciones en donde antes parecía imposible.
Hablo de eso en el ejemplo de la Misión Angola que, en su primera etapa, hoy llega al fin de un ciclo, y que se abre a partir de hoy a una nueva etapa, una etapa completamente liberada de nudos espirituales, morales e internos. Una próxima etapa que promete concreciones más rápidas y eficientes para una región del planeta como África, condicionada y sepultada por la falta de transparencia social y política e interferida por el vicio interminable de la corrupción.
Es allí en donde Mi Hijo está ingresando, a través de Su Consciencia Espiritual, porque es en esos espacios, aparentemente perdidos y sin solución material, es en donde todo comenzará de cero, es en donde las almas más pobres de entre los pobres volverán a ver renacer la luz, el amor y la fe en sus vidas marginalizadas.
Por ese motivo, todo movimiento espiritual tiene una repercusión material que forma parte de aquellos anónimos sacrificios que pueden ser ofrecidos a Cristo por el triunfo de Su Amor y de Su Misericordia en la humanidad.
Por eso, estoy profundamente agradecida por todo lo que, en tan poco tiempo, se construyó en África; porque es algo imborrable que permanecerá en el Corazón de Dios, y que nada ni nadie lo podrá disolver nunca más, porque fue una acción de Amor que curó el dolor.
¡Les agradezco por esta misión humanitaria y por haber respondido al llamado de Mi Hijo!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este momento, Mi Corazón Inmaculado aún se encuentra unido al corazón esencial de cada pequeño hijo de África, a fin de que estas pequeñas almas alcancen el alivio espiritual y moral que necesitan.
Deseo, de forma ardiente, que se abra la puerta de Mi Gracia en África, de una Gracia de oportunidades y de esperanzas para los adolescentes y jóvenes; para que Mis hijos de África sepan que es posible vivir otra experiencia sobre la superficie de la Tierra. Una experiencia que permita el despertar de sus valores espirituales e internos, de los valores que los ayudarán a ser buenas personas, así como son buenos y simples de espíritu; algo de lo que todos Mis hijos del mundo deberían aprender a reconocer.
África debe ser ella misma, como lo fue en sus orígenes, desde sus más profundas raíces de unión con lo Divino y Cósmico.
Por eso, a través de la actual misión humanitaria en curso, los tres Mensajeros Divinos preparan otro escenario interior, a fin de que el escenario exterior pueda ser mejorado, armonizado y corregido; para que todos Mis hijos tengan la dignidad que perdieron, no solo como seres humanos, sino también la dignidad de reconocerse y de sentirse merecedores Hijos de Dios.
Por eso, en África recién comienzan a gestarse el don de la esperanza, las oportunidades y la Nueva Tierra.
África Mía, eres parte de Mi Corazón; eres Mi aspiración de la nueva cuna de la Nueva Humanidad.
Oremos para que África sea ella misma y ya no sea de los explotadores y bandidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Con alegría y regocijo, llego una vez más del Cielo. Esta vez para este esperado encuentro entre Mi Corazón y sus corazones.
Su Madre Celeste ya está aquí, con toda Angola y con toda África.
Hoy, vengo como la Madre de África. Vengo por un continente estigmatizado a través de los tiempos. Vengo por una raza discriminada y explotada.
Yo estoy aquí y Soy su Madre. Vengan a Mis Brazos para que, una vez más, Yo los pueda consolar y acoger en Mis Brazos de Madre.
Hoy, vengo llena de Gracia, de Amor y de Misericordia.
Esas Gracias, prometidas a Mis hijos de la Casa Santa Isabel y a toda África, hoy las derramo en sus corazones, para que las pesadas cadenas de la indiferencia, de la impunidad y del maltrato se puedan romper por el golpe eficaz de la poderosa espada de San Miguel Arcángel.
Mis hijos, tengan fe y crean. El fin de este cautiverio está cerca porque Mi Hijo retornará, y Él, en Su Gloria, retornará primero por ustedes, por toda Mi querida y amada África.
En estos próximos días, seguiré viniendo, así como una vez vine a Kibeho, a decirle al mundo que África está en Mi Materno Corazón.
¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de toda África
Mis queridos hijos:
Tengan fe y nunca duden, porque los Sagrados Planes de Mi Hijo nunca podrán ser interrumpidos; pero cuando sucede algo semejante es señal de que el Plan está cerca, pero muy cerca de concretarse.
Aprendan de Mi Hijo que, junto a Sus apóstoles, ante la tempestad, la barca parecía que iba a naufragar y Mi Hijo, a través de la mansedumbre y de la paz de Su Sacratísimo Corazón, dio la orden de que los vientos y el mar se detuvieran.
No pierdan el ánimo y que cada aprendizaje sea un nuevo impulso de crecimiento.
Si Mi Hijo los envía en Su Sagrado Nombre, ¡alabado sea el Señor!, porque las puertas y los corazones se abrirán en la hora cierta y todos ustedes podrán ser testigos de esto.
Queridos hijos, este es el camino del apostolado.
Este es el camino del servidor que nunca duda ante las dificultades ni tampoco se aflige ante las adversidades porque, antes de todo, cree en Cristo y en Su Voluntad.
Este es el camino de los apóstoles, de aquellos que no retroceden, sino que avanzan; de los apóstoles que están prontos para responderle y servirle al Señor del Universo; porque en el corazón de los apóstoles de Cristo está primero la confianza que erradica la duda y la mediocridad.
Hijos Míos, Mi Hijo les entregó el Espíritu Santo y con Su Espíritu los bendijo a todos, porque Él sabía que Sus compañeros estarían yendo al encuentro de las inocentes ovejas entre los lobos feroces.
Véanse debajo de los Rayos del Corazón de Jesús. Allí nunca sucederá algo contrario a Su Divina Voluntad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
A pesar de los conflictos y de las guerras en el mundo, que dividen y perturban a las familias; hoy, Mi Centro de Luz de Medjugorje se enciende para transmitir internamente Mi Mensaje de Paz.
Yo Soy la Reina de la Paz y quiero a todos Mis hijos en el Reino de Dios, para que el mundo ya no siga perdiendo la inocencia y la luz que, una vez, Dios depositó en cada corazón humano.
Por esa razón, hoy, Medjugorje se enciende en luz y en esperanza, porque deseo detener el caos y la venganza que muchos corazones viven en estos tiempos, olvidándose de que todos son hermanos de un mismo Padre.
Por eso, una vez más, Él Me envía como Su Mensajera de la Paz para decirle al mundo que, si no detiene la guerra, algo peor se desatará.
Para evitar que más sangre inocente se derrame en el mundo, en este momento, cuento con las fervorosas oraciones de todos Mis hijos. Esto evita que la ira del Ángel de Dios se precipite sobre el mundo y la humanidad pierda el estado de rescatable.
Por eso, este es el gran momento para todos, en el que, a pesar de las pruebas o de las dificultades, Mis hijos se deben aferrar a Mi Manto y tomarse de Mi Mano, para que Yo, como Madre de todos, los pueda seguir guiando y conduciendo hacia Mi Amado Hijo.
Que hoy, desde Medjugorje, los corazones sientan la paz que les trae la esperanza y la fe, que todos necesitan en este momento.
Recuerden que estoy aquí y Soy su Madre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después de las Palabras pronunciadas ayer por Mi Hijo, España, como nación, está ante la puerta de su última oportunidad. Una oportunidad que podría colocar a toda la nación en el definitivo sendero para poder cumplir el prometedor Plan de Dios.
Por eso, los invito a partir de ahora, queridos hijos, a que sean conscientes de esto, para que sus vidas puedan ser el fiel reflejo de una redención concretada.
Estaré orando, como lo vengo haciendo por esta nación desde hace mucho tiempo.
Mi Corazón de Madre tiene un predilecto Amor por esta nación y por todo su pueblo; porque en otros tiempos, España Me recibió, cuando su Madre peregrinó por estas tierras de praderas hermosas, de valles profundos y de aguas cristalinas.
España es también Mi aspiración, al igual que la aspiración de Mi Amado Hijo.
Desde ya, les agradezco que sigan rezando Conmigo por la unidad de España para que, algún día, este querido país celebre el Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos y amados hijos:
Hoy, con el Manto dorado y la Túnica celeste de su Madre Santísima, vengo como la Madre y Señora de Ucrania.
Vengo a pedirles que, en estos próximos días de oración y de invocación a la Divina e Insondable Misericordia de Mi Hijo, coloquen en sus oraciones a toda la religión cristiana de Ucrania a fin de que, ante la tragedia de la guerra y de la destrucción de los pueblos y de las familias, Mis hijos de la iglesia ucraniana actúen conforme a la Voluntad de Dios, para que no se sustituya la Caridad y el Amor de Mi Hijo por los ideales y por las alianzas de la guerra.
Infelizmente, ciertas presiones políticas y religiosas dejan vulnerables a los apóstoles de la Iglesia Universal de Mi Hijo, porque se les impide actuar con sensatez y Misericordia.
En este momento, como Madre y Señora de Ucrania, vengo a implorarles a todos los cristianos por la unidad fraterna, a fin de que las religiones y los credos no sean adaptados al formato de las ideologías de la guerra y de la venganza. Esto no es lo que Mi Hijo les enseñó a todos.
Que, por la Pasión y la Muerte de Cristo, los dirigentes ya no usen la religión como un arma de guerra y de presión psíquica sobre los pueblos de esta humanidad.
Por eso, debemos orar con más convicción y con más consciencia, porque la Señora de Ucrania ve cómo la cristiandad y el ecumenismo son usados para alcanzar beneficios propios.
Que la oración de estos días desarme esos planes de Mi enemigo.
Como siempre, estoy y estaré cerca de todos los que se unan a Mi Corazón.
Les estoy agradecida,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Ucrania
Queridos hijos:
Una etapa se cierra después de los impulsos y de las revelaciones vividas en Garabandal.
Ahora, después de haberse abierto esa puerta, su Madre Celeste aspira a que en una próxima etapa se continúe visitando Garabandal, para que el conocimiento que este Santuario guarda en su interior sea revelado a todos.
Por esa razón, la misión realizada hasta los días de hoy permitió que bases espirituales importantes se establecieran en la superficie y que la consciencia angélica se haya podido aproximar a la esfera terrestre para comenzar, desde ahora, a preparar el surgimiento de la Nueva Tierra en el corazón de todos los devotos de la Virgen del Carmen de Garabandal.
Este momento, vivido y compartido con los pobladores de Garabandal, dejó sembrado internamente no solo una semilla de fraternidad para que posteriormente germine y en algún momento, cuando haya crecido lo suficiente, pueda dar frutos que serán de ayuda y de beneficio espiritual no solo para los pobladores de Garabandal, sino también serán de beneficio para todos los que acogen Mi Mensaje Maternal, Mi llamado en Garabandal.
Los invito a seguir rezando por todo aquello que aún deberá despertar para que, algún día a través de la ayuda angélica, Garabandal esté en el lugar y en el espacio espiritual que verdaderamente representa.
Les agradezco por haberme acompañado estos días en Garabandal, haciendo vivo dentro de ustedes Mis Mensajes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada vez que desciendo del Cielo y vengo a su encuentro es para renovarlos.
Cada vez que están ante la Esclava del Señor, ustedes se pueden volver mejores apóstoles de Mi Hijo. Es a través de los apóstoles de Mi Hijo que su Madre Celeste consigue interceder y aliviar a la humanidad, porque los apóstoles de Mi Hijo están en misión y en servicio.
Que esta paz, que hoy reflejan los Espejos de Mi Corazón sobre este lago de Luz, les permita crecer en el amor y en el servicio incondicional.
Hoy, también, de forma especial, su Madre Celeste les ofrece un acto de reconciliación, en especial un acto de reparación de todo el pueblo francés que, a través de los tiempos, tuvo la Gracia de recibirme por medio de distintas Apariciones y Revelaciones.
Deseo que Francia nunca se olvide de que solo a través de Mi sacrificio podrá obtener la paz y el perdón de todas las deudas ocasionadas desde la colonización francesa en diferentes pueblos y culturas del mundo.
Que esta aspiración de la Madre de Dios, por el pueblo francés, se pueda cumplir algún día para que la consciencia de esta nación y la de su Ángel Guardián consigan establecer el Gobierno Espiritual de Dios, del cual todos los franceses necesitan para aprender a gobernarse en la verdad, en la transparencia y en el Amor de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mis pies vuelven a tocar la bendita tierra de Fátima para disipar la oscuridad que reina en la lejana Europa.
Vengo, una vez más, a estar con ustedes, para que escuchen la voz de la Dolorosa Madre que clama por la paz y por el fin de la guerra.
Traigo, en Mi Corazón, la sagrada llama del Propósito Divino, para que las almas que duermen puedan despertar a la realidad de hacer algo por el que sufre y por el que está desprotegido.
Soy la Luz de la Aurora. Soy Quien puede amanecer en el corazón que se abre para reconocerme como su Madre Celestial.
Queridos hijos, ahora ya comenzará la etapa del gran servicio y del mayor esfuerzo en Europa, África y Medio Oriente, a fin de que la balanza de la desigualdad sea equilibrada y los más pobres entre los pobres reciban la Gracia de la dignidad que merecen.
Por eso, la Divinidad ingresará en los espacios más necesitados; pero también la Divinidad, a través del Espíritu Santo, dialogará con aquellos corazones que deberán despertar a la verdad y a la bondad.
Yo, como Madre de los refugiados y de los abandonados, estaré rezando al lado de cada corazón misionero que se ofrecerá en nombre de Mi Hijo para atraer hacia el mundo la justicia y la dignidad humana.
Por eso, pido la conscientización de todos los que estarán acompañando a distancia las obras de caridad y de diálogo pacífico que sucederán en el hemisferio norte, porque llegó la hora de que cada ser orante se sienta responsable de que el Plan del Retorno de Cristo se cumpla, sí o sí, en esta humanidad.
Recemos, todos los días, colocando estas intenciones en el corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis amados y queridos hijos:
Con su respuesta incondicional, en el encuentro de este día con su Madre Celeste, vengo con alegría a anunciarles que mañana, 24 de abril, quisiera encontrar a todos los presentes en la Colina para que, Conmigo, recemos al Divino Hijo para que intervenga en la sangrienta guerra de Ucrania y en otros conflictos que son camuflados para que el sufrimiento de Mis hijos sea sepultado.
Por eso, de forma extraordinaria, les hago este pedido y súplica, a fin de que, a través de los Centros Marianos, la Madre de Dios y Madre vuestra pueda proteger a las esencias que están en peligro espiritual, ya que están sometidas por los conflictos y por las terribles guerras.
Deseo que algunos niños, con todos los presentes, lleven en procesión, hasta lo alto de la Colina, un ramo de flores, a fin de que los inocentes intercedan por los inocentes de las guerras.
Deseo que esas flores sean depositadas solemnemente a los pies del Portal de la Paz, para que los Ángeles de la Guarda de todos, también supliquen al mundo por el fin de la guerra y de la indiferencia.
Así, la Abogada Celestial pisará, una vez más, la cabeza de la serpiente y los portales del infierno terrestre serán exorcizados.
Desde ahora, les estaré agradecida.
Quien los ama eternamente,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mientras el mundo está dividido entre la guerra y el dolor, Yo vengo con la Luz de los Cielos a bendecirlos a todos para poder elevar a la mayor cantidad de almas ante la Presencia del Padre Celestial, y para que Él, en Su Misericordia y en Su Infinita Gracia, pueda ayudar a todas las almas posibles.
Después de más de cien años de haber estado en Fátima para poder detener la mayor crueldad de todos los tiempos, hoy estoy aquí, en este Centro de Amor, junto a cada uno de Mis hijos, para cumplir la profecía que una vez anuncié en Fátima: que en Sudamérica navegaría la Barca de Dios reuniendo a todas las consciencias que prepararían el Retorno de Cristo. Porque desde Sudamérica debe emerger el impulso de la renovación y de la paz, desde Sudamérica debe volver a restablecerse la unión entre el Cielo y la Tierra, entre la humanidad y Dios.
Por esa razón, hoy, Yo estoy aquí para volver a decirles que las puertas de los Centros Marianos ya están abiertas y que su Madre Celeste sigue atentamente estos próximos acontecimientos de la humanidad, después de la Llegada de Mi Hijo durante esta Semana Santa, en la que Él restablecerá muchos códigos en la consciencia planetaria. Y, al restablecer esos códigos en todas las almas posibles, Mi Hijo despertará a los Nuevos Cristos, a todos aquellos que ustedes ni se imaginan, que han venido en este tiempo para poder servirlo en este plan de rescate de la humanidad.
Por eso también, Mi Hijo, como lo ha anunciado en el Evangelio en el momento de Su Ascensión a los Cielos, Él viene en este tiempo a cumplir Sus Promesas, pero también viene a pedir los talentos de los corazones, que son imprescindibles y fundamentales para preparar el planeta y la humanidad para Su esperado Retorno.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora, en este momento, está abriendo Su Manto y mostrando Su Corazón Inmaculado. Y, hoy, ese Corazón Inmaculado tiene espinas que sobresalen de Él y hacen derramar la Sangre del Corazón de María.
Y, Nuestra Señora nos enseñó la siguiente oración:
¡Oh, Corazón ensangrentado de María!,
perdona todas las faltas de la humanidad.
Amén.
Repitamos juntos esta oración, con Nuestra Señora.
Esa Sangre del Corazón de María, mientras orábamos, fue desapareciendo. Y las espinas en el Corazón de María representan los gravísimos ultrajes de las guerras y de los conflictos en las naciones y, especialmente, la sangre inocente que ha sido derramada, desde los niños hasta los ancianos, de los refugiados y exiliados, no solo de Europa del Este, sino también del mundo entero. Nuestra Señora dice que también de Yemen, Etiopía, Sudán y Siria.
Nuestra Madre nos dice:
Recen al Corazón de María para que Él no sea traspasado por las graves ofensas de los hombres que hacen las guerras y los conflictos. Recen al Corazón de María para que Ella no derrame Su Sangre, porque es la sangre de los inocentes, de los desprotegidos y desamparados.
Hoy, estoy aquí para entregarles este sacrificio y aliviar el Corazón de la Madre de Dios, para que sea aliviado el corazón de muchas consciencias.
Y ahora que ya están prontos para volver a cruzar el desierto, así como Mi Hijo les ha enseñado, los desiertos de la vida que llegarán en los próximos tiempos, sean valientes y tengan coraje. No bajen los brazos y sigan adelante, porque deben tener presente en este tiempo, que todo lo que viven no es solo por ustedes, sino también por el mundo entero.
Por esa razón, desde hace trece años, estamos cerca de ustedes, trayendo el Mensaje del Cielo y del Universo, trayendo el Llamado de Dios a todas las almas y consciencias, y reconsagrando a la humanidad, una y otra vez, para que lo peor no pueda llegar.
Me alegra encontrarlos aquí, en familia, en una familia que ha aprendido a soportar su propia purificación, esforzándose todos los días en olvidarse de sí mismos para colocar en sus caminos el Plan de Dios, aquel Plan que debe cumplirse y realizarse en cada una de sus vidas. Y esto los hará seguir creciendo en la madurez espiritual, en la responsabilidad de responderle a Mi Hijo en estos tiempos en todo lo que Él necesita realizar en este momento.
Sepan que la puerta del Retorno de Mi Hijo ya está abierta, a través de este humilde y simple momento que comparten Conmigo en esta casa, porque es así como Dios los quiere ver, unidos y próximos unos a otros, así como su Madre estuvo con los apóstoles y hoy está con ustedes, Mis amados hijos.
Que la cercanía sea la tónica de estos tiempos para aliviar los corazones, para liberar las presiones espirituales; que el sentimiento de la compasión brote en sus corazones, para que en sus vidas ya no esté la crítica, sino el espíritu compasivo del amor, que los hará crecer en caridad aceptando a sus semejantes como son, así como Dios los acepta a ustedes como son.
Ahora, con alegría, como en todos los momentos compartidos en los días sábado Conmigo, finalizaremos este encuentro en Presencia de la Madre de Dios con la consagración de la Eucaristía; para que, a través del Inmaculado Corazón de María, no solo sean ofrecidos estos elementos por la redención de la humanidad, sino que la redención y la transformación de sus vidas, a través de Nuestros Sagrados Corazones, sean el testimonio que el Padre necesita para derramar Su Misericordia y no Su Justicia.
Sepan que, en este momento, a las puertas de la Sagrada Semana, muchas almas están siendo asistidas en los planos internos. Y esto es posible porque he llamado a sus Ángeles de la Guarda, que presentes en este mismo momento, sirven junto a la Madre de Dios.
Celebremos en Cristo y por Cristo.
Queridos hijos de la Comunidad Figueira:
Hoy, con alegría, retorno a esta Sagrada Colina para poder estar más cerca de Mis hijos queridos y, así, poder estar más cerca de la humanidad.
Sientan, a través de este, Mi gesto de Amor, la gran cercanía de Dios, de un Padre que los ama, de un Padre que sufre por la forma de cómo se tratan entre hermanos.
En este día, quiero agradecerles por estar aquí, a Mi lado, en esta sagrada tarea de liberación de almas, de almas comprometidas con Mi adversario.
Poder presenciar la reapertura del Centro Mariano, Me trae más esperanza y alegría. Poder ver a Mis hijos, en procesión y cantos, alivia profundamente a Mi Corazón.
Es por esta razón, Mis hijos, que lentamente, deberán volver a ofrecer a los peregrinos la visita a los Centros Marianos; porque el mundo entero necesita de almas peregrinas en los Centros Marianos, para que su Madre Celeste evite una temida Tercera Guerra Mundial de armas, de hambre, de persecución y de gran destrucción.
El Padre Eterno Me ha dado Su permiso para que, a través de los peregrinos en los Centros Marianos, Yo pueda interceder por la humanidad.
Por eso, en este día, reconsagro nuevamente al Centro Mariano de Figueira para que viva esta próxima etapa, conforme Yo lo necesito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Con alegría, retorno a Mi amada Figueira, para volver a encontrarme con Mis hijos predilectos y para anunciarles que el Padre Eterno Me concedió la Gracia de traer Su Mensaje del Cielo el próximo 25 de marzo; momento en el cual, los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José completarán esta importante preparación interna y espiritual de todos los seguidores de Cristo para la próxima Sagrada Semana.
Quiero decirles que esta será Mi única oportunidad de que, el próximo 25 de marzo, Yo pueda estar entre ustedes como una Madre que se alegra por el reencuentro con Sus hijos de Sudamérica.
Luego, los Mensajeros Divinos continuarán, desde el hemisferio norte, abriendo los caminos para el importante ciclo humanitario en África, Medio Oriente, Europa del Este y en otros lugares en donde la Jerarquía Divina tendrá la oportunidad de intervenir y de auxiliar.
Después de la próxima Sagrada Semana, se terminará de abrir la puerta del fin de los tiempos. Esto significa que se abrirá la puerta para que los que estén definidos la puedan cruzar junto con Mi Hijo y, así, asumir los preparativos para Su esperado Retorno.
Todo lo que sucedió en Aurora, como en Figueira, a través de los tiempos, los preparó conscientemente para asumir con adultez espiritual este importante ciclo de redención planetaria.
Yo, como Madre de todos, rezo y rezaré por ustedes, Mis hijos predilectos; para que, al lado de Mi Hijo, caminen firmes y fortalecidos en el Amor, porque el mundo necesita de almas misericordiosas y de corazones abnegados que, junto al Arcángel Miguel, sean capaces de disolver el mal, para que vuelva a nacer el Amor de Dios en todos los corazones.
Llegó el tiempo del apostolado, llegó la hora de crecer interiormente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Al igual que esta lluvia, que hoy cae sobre Mi bendecida Fátima, así hoy lloran los Ángeles de la Reina del Cielo por todos Mis flagelados, heridos y perseguidos hijos de Ucrania.
Para que ya no existan más guerras por intereses macabros, les pido que no dejen de rezar todos los días, porque aún lo peor está por venir.
Para que ese momento sea lo más suave posible, también vengo a decirles a ustedes que recuerden a todos los que viven en otros conflictos en el mundo, por más que la atención de las naciones esté puesta sobre la sufrida y temida realidad de Ucrania. Los que comunican y, más aún, los que trabajan impunemente, a través de esos medios, quitaron del escenario a los que también sufren, para que sus voces de dolor y de sufrimiento ya no fueran escuchadas.
Por eso, Mis hijos, en este próximo Encuentro Anual de los Hijos de María, a distancia, pero muy unidos a Mí, Yo los invito a consagrarse como los apóstoles orantes de Cristo, para que Su Ministerio Sacerdotal y Divino intervenga en esta dura realidad planetaria y, más aún, para que el resto de la humanidad no se olvide de los que ya fueron descartados y explotados, sin ningún valor y respeto por su dignidad como almas.
Mientras la instalada impunidad siga actuando ferozmente en el mundo, a través de desequilibrados tiranos, la humanidad podría estar ante muchas guerras en el mundo, y la sociedad movida por la indignación, es decir, Mis hijos serían impulsados a cometer acciones nunca antes vistas hasta los tiempos de hoy.
¿Ahora, entienden el llanto de los Ángeles del Señor?
Recen, ofrezcan verdaderos sacrificios, especialmente aquellos sacrificios hechos por amor y, así, la balanza será compensada y justificada.
Mientras tanto, promuevan la paz, el diálogo y la compasión. Ya no sean estigmas en la consciencia del planeta, sean hijos de la Misericordia de Cristo.
Les estoy agradecida, y ahora les pido hacer una nueva Novena a través de la oración transmitida el último sábado, 5 de marzo, la “Oración contra la impunidad mundial”.
Recen con convicción espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Oración contra la impunidad mundial
Señor,
que nunca más mi voz
se alce contra mi hermano.
Señor,
que nunca más nación
se oponga contra nación.
Señor,
que ya no se levanten las armas
y que ninguna otra consciencia pierda la vida.
¡Oh, Señor Celestial!,
ten piedad por nuestras injusticias y errores.
¡Oh, Señor de la Misericordia!,
haz descender Tu Luz
sobre estas temidas tinieblas.
Señor,
que ya no se generen más conflictos.
Señor,
que las familias más vulnerables
ya no sean desplazadas.
Señor,
que ya no se detonen las bombas.
Señor,
que ya nadie más sea capaz
de matar a sus semejantes.
¡Oh, Señor de la Vida!,
haznos merecedores de Tu Reino.
¡Oh, Señor de la Paz!,
que Tu Sagrado Universo Celestial
se haga vivo y presente en este mundo.
Señor,
que ya no corran las lágrimas
y la sangre de los inocentes.
Señor,
que ya no exista el odio,
la venganza y la impunidad.
Señor,
cúranos de la indiferencia.
Señor,
cúranos de la omisión y de los prejuicios.
Señor,
cúranos de toda maldad.
Que nuestros corazones sean puros.
Que nuestras obras sean de caridad y de bien.
Que Tu Presencia, dentro de nosotros,
cierre las puertas al mal.
Señor,
haznos partícipes del Retorno de Tu Hijo
que, con esperanza y fe, lo esperamos.
Que, por todos los méritos redentores de Tu Amadísimo Hijo
y por la oración perpetua del Inmaculado Corazón de María,
veamos surgir una humanidad de paz,
de respeto, de tolerancia y de fraternidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis muy queridos hijos:
Como hace 100 años atrás, hoy los vuelvo a reunir cerca de Mi Corazón para pedirles que, más que nunca, recen por la paz.
Por esa razón, su Madre Celeste viene del Cielo, al ver que la invasión, el odio, la destrucción y la guerra entre hermanos se volvieron a establecer en Europa del Este.
Con urgencia y en súplica, vengo a pedirles que se unan en una sola voz y en un solo corazón, ofreciendo a Mi Inmaculado Corazón una Novena extraordinaria a partir del día 28 de febrero por la Paz y el Fin de la Guerra en Europa Oriental.
Una vez más, el veneno de la impunidad se expande rápidamente sobre Europa, y los más desfavorecidos son forzados a emigrar.
El mundo cree saber sobre el control y el poder de las armas.
Después de 100 años, desde Fátima, la Reina de la Paz llora por el flagelo que está siendo causado al Creador y a las familias más oprimidas.
Les pido que se unan en oración Conmigo, porque el tirano azul está queriendo imponer la impiedad y el castigo sobre aquellos que no se rindan a sus tenebrosos planes.
Hijos, infelizmente, estamos llegando al esperado fin, momento en el cual el dolor más grande y desconocido llegará al mundo.
Recen con fervor y, en un compromiso verdadero, estén junto a Mí en esta cruda batalla espiritual, en donde su Madre Celeste aplastará la insensata y maligna cabeza de la serpiente.
Desde ahora, les estoy agradecida.
Los bendice, en este momento crucial,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La fuerza espiritual sacerdotal es como un espejo que concentra y atrae la Energía Divina.
Mi enemigo siempre quiere destruir esa fuerza espiritual desconocida que proviene de la Fuente de Dios.
Por eso, Mis hijos sacerdotes son colocados bajo una presión interior, también desconocida, por la que Mi enemigo proyecta y espeja realidades inciertas que, en muchos casos, son capaces de confundir y de desviar las aspiraciones de los sacerdotes de Cristo.
En este tiempo, Mis hijos predilectos, los sacerdotes, no pueden dejarse arrastrar ni influenciar por los asedios que no les pertenecen, porque son solo piedras en el camino que intentan hacerlos caer una y otra vez.
Pero, Mi Hijo, que los ama profundamente, les ha dado la fuerza de la resurrección espiritual, la posibilidad de reerguirse cuantas veces sea necesario.
La misión espiritual e interna que tienen los sacerdotes del mundo no puede ser valorada o apreciada con los ojos físicos, solo puede ser contemplada por aquellas almas que son capaces de orar con fervor por Mis hijos predilectos; para que, en cada nueva caída, ellos se levanten del suelo por un único fin, por el pueblo de Dios, que los aguarda y que aspira, a través de los sacerdotes, a ver a los apóstoles de Cristo.
Les pido a todos los sacerdotes que no se dejen engañar por aquello que no les pertenece, que sean valientes y que siempre recuerden que, a través del poder de los Sacramentos, ustedes encontrarán el servicio tan necesario y fundamental para redimirse.
Recemos todos los días por los sacerdotes. Les estaré inmensamente agradecida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis muy queridos hijos:
Con regocijo en Mi Corazón, desde ahora les agradezco las preciosas y humildes oraciones que, desde el día de ayer, están siendo ofrecidas a la Señora de Lourdes.
Ahora, más que nunca, su Madre Celeste está al lado de cada corazón orante que fervorosamente le ruega a Dios por el fin de esta pandemia y por la cura y el alivio de la humanidad.
Hoy, quisiera que cada uno de ustedes se sintiera cerca de la Gruta de Lourdes para ser curado por el agua espiritual que brota incesantemente desde hace años. Quisiera que sus corazones sean purificados por Mi Gracia y curados por Mi Amor de Madre, a fin de que este mundo se transforme, día a día, en la viva Aspiración del Creador.
Con reverencia y devoción, Mi Corazón recibe, en su seno, las oraciones de todos los orantes, especialmente de los que, en estos días, a los pies de la Inmaculada Concepción, rezan con fe y fervor para que desciendan las Gracias necesarias en este doloroso tiempo.
Con esperanza, simbólicamente, Yo los invito a ser lavados y bañados por el agua espiritual de Lourdes, teniendo fe que todas las enfermedades espirituales y corporales serán atendidas por la Madre de Dios, para que Mis hijos vivan la saludable experiencia del Amor de Cristo, de un Amor que se ofreció y se seguirá ofreciendo para sanar las más profundas heridas y miserias de la condición humana.
Si ustedes todos los días se entregan a Mí, les aseguro que se estarán entregando a Mi Hijo, porque eso es lo que Él espera de Sus apóstoles: compañeros despojados de sí mismos para que estén en alianza con el Redentor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día especial, en el que se conmemora el ciclo de los 100 Encuentros de Oración de Misericordia, deseo que cada uno de Mis hijos coloque su mirada en el Sagrado Corazón de Jesús; y así, vean cómo, en este día de la victoria de la Divina Misericordia, Sus Rayos de Amor, de Cura y de Luz tocan y bendicen a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de Misericordia.
Como soldados orantes de Cristo, eleven sus estandartes y caminen como un gran ejército de Luz hacia el centro del Altar del Señor para que, una vez más, la ofrenda de cada corazón sea depositada a los Pies del Redentor; a fin de que los votos internos sean renovados y, como en los últimos 100 Encuentros de Misericordia, ustedes contemplen el descenso de la Misericordia de Dios.
Hoy también, los invito a recordar el momento cuando cada hijo Mío, por primera vez, tomó contacto con la Misericordia y esa Misericordia hizo de su vida un testimonio de conversión.
Recuerden todos los hermosos momentos de alabanzas y las oraciones sostenidas en estos últimos años.
Vean, hijos Míos, por un momento, cumplirse dentro de ustedes la Voluntad de Dios.
Que hoy, el Espíritu Sagrado de la renovación y de la insondable Misericordia de Mi Hijo siga curando a la Tierra herida para que triunfe el Bien y la Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más