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Queridos hijos:
Cuando sus consciencias consiguen con esfuerzo abrir el corazón, las puertas de la Gracia se abren y no hay nada que impida que eso suceda.
Por eso, en este tiempo, si abren el corazón, la consciencia será guiada por una sublime energía que proviene de la Fuente y que ustedes, aquí en la Tierra, conocen como sabiduría.
Hijos Míos, la sabiduría de Dios siempre los colocará en el camino de Su Divina Voluntad y sus vidas evitarán ingresar en el camino de los errores y de los constantes impulsos humanos.
El Señor necesita que puedan crecer interiormente, porque ha llegado la hora de que sus consciencias y almas le demuestren al universo que comprendieron el llamado y que ahora lo vivirán con mayor determinación.
Quisiera que Mis discípulos, los discípulos de Cristo, atravesaran el fin de los tiempos con las herramientas internas que les ha dado la oración y la instrucción.
Con esa base de aprendizaje, ustedes, queridos hijos, harán de cada etapa del Plan algo victorioso y sublime. Así, serán partícipes de la materialización del Plan en la Tierra.
Por eso, Mis amados hijos, es necesario que estén disponibles para las necesidades que el universo presente en cada sector de la Obra Divina.
De esa forma, guiados por una inteligencia mayor, podrán estar a la altura de los acontecimientos con más madurez y, sobre todo, con mucho amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, bajo el Amor de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando los jardines internos que estaban a punto de secarse son regados por el agua del Amor de Mi Corazón, todo vuelve a florecer.
Ahora que aprendieron, mediante el ejemplo, a cuidar y proteger la Obra de Dios necesito, queridos hijos, que asuman sus puestos para que las corrientes del Universo que llegarán sean conducidas, correctamente, por medio de los impulsos que les traigo.
Por eso, queridos hijos, en este tiempo cada paso que se da, en la madurez y en la consciencia de todos, ayuda a que el Plan del Creador se manifieste en una mayor cantidad de corazones que antes no tenían consciencia de su verdadera misión.
Es hora de que, en este tiempo, sean sus corazones los que reabran las puertas a todos los impulsos universales que llegarán.
Por eso, la Obra de Dios se diseña en los más simples, en aquellos corazones que abren sus seres internos para reconocer la instrucción en la palabra de vida.
Es así, queridos hijos, que Mi Corazón, por medio de la sagrada palabra, viene a conducirlos para que cada paso que den esté permeado por el más puro amor del corazón.
Vengo, en este día, para despertar su interés interior por el Plan del Padre y, para que decididos, formen parte del ejército que son invitados a integrar.
En sus corazones está la consciencia y el camino; en sus almas existe la unión con Dios, los invito simplemente a buscarla.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día, Dios tiene más Misericordia por el mundo al ver que gran parte de sus servidores se esfuerzan y luchan incansablemente para cumplir el Plan de Amor.
Es así, hijos Míos, que su Madre Celeste recibe el permiso para llegar a aquellos espacios de la Obra, en donde se necesita una ayuda mayor y urgente.
La ofrenda de cada colaborador del Plan construye y reconstruye lo que ya fue iniciado. Es así que la adhesión de las consciencias colabora en la manifestación de ese precioso Plan de Salvación, del cual muchos forman parte.
Para que ese Plan de Salvación se realice en estos tiempos, los colaboradores del Plan deberán trabajar espiritualmente el doble de lo que trabajaban, para no caer en la dimensión del hipnotismo ni en la ceguera.
Por eso, hijos, su contribución en cada etapa de ese Plan de Amor permite reforzar las barreras protectoras que separan a las almas de los abismos de la perdición y de la constante ilusión.
El camino de los más viejos colaboradores del Plan será colocarse en el peldaño que a cada uno le corresponde y, sobre todo, de unirse, suceda lo que suceda, para que esta Obra que es de todos Mis hijos servidores, se pueda cumplir.
Manténganse atentos, disponibles y en constante donación. Así, hijos, ustedes mantendrán abiertas las puertas a Mi divina intercesión y las Islas de Salvación siempre estarán amparadas por el Universo Celestial y por todos sus ángeles.
Es hora de extender aún más los brazos hacia el servicio y no de bajarlos, pues el Señor necesita que ustedes puedan tener consciencia y amor por la verdadera realidad espiritual de estos tiempos.
Por último, hijos Míos, recuerden que esas Islas de Salvación son sus hogares-luz, son semilleros para que nuevas almas perdidas despierten.
Por eso, si viven cada etapa de la Obra con profunda entrega y donación, les aseguro que estarán muy lejos de la indiferencia humana y, sobre todo, de la ilusión.
La Obra debe cumplirse hasta que Mi Hijo retorne y ustedes fueron llamados para esa gran y desafiante misión.
Les agradezco por responder a Mi llamado, al llamado del Señor.
Los bendice, bajo la Luz del Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con un rayo de Luz de Mi Corazón impregno de Gracia a la Tierra y, al mover los Espejos del Cosmos hacia el planeta, las almas reciben y captan los impulsos del Universo.
Las grandes usinas del Cosmos retransmiten sus códigos a la humanidad, y los espíritus unidos al Padre reciben los Dones que, a partir de hoy, serán parte de su evolución.
Los Espejos del Cosmos emanan impulsos infinitos, y todos los seres de buena voluntad encuentran el sentido interno de sus vidas. Y así se establece una comunión profunda entre las almas que despiertan y Dios.
Todo se renueva al punto de que los que antes estaban lejos del camino crístico retoman su compromiso de otrora, y así, la Faz Gloriosa de Cristo se dibuja sobre la luz de los Espejos, y nuevos códigos sublimes se introducen en la esencia matriz de las criaturas.
Esas almas sienten el impulso, esas almas sienten el llamado. Nada se pierde.
Los corazones consiguen saciar su milenaria sed y, después de tantos siglos y después de tantas experiencias, la raza futura, formada por seres Espejo, despierta a su misión principal.
¿Cuál es esa misión principal?
La de irradiar el Amor de la Fuente hacia un planeta en penumbras.
Cada alma recibe del Universo lo que necesita, y cada corazón es nutrido por nuevas y desconocidas Leyes.
Lo que antes parecía imposible en una consciencia humana, el impulso espiritual que recibe la torna rescatable, y su alma se posiciona en el escalón que le corresponde dentro del Plan.
Todo se transforma, y las puertas al Conocimiento Cósmico son abiertas con el fin de que las criaturas reencuentren su esencia y su pureza original.
Pero la hora indica que los seres más conscientes, los servidores incansables deben estar atentos al movimiento de los Espejos, pues llegó el momento de iluminar la consciencia y de recibir estos impulsos como si fueran los últimos.
Beban del conocimiento y crean que es esa Divina Agua que les quitará la sed de saber quiénes son en verdad y qué vinieron a cumplir.
Es de esa forma que las Leyes resucitan antiguos colaboradores del Plan Evolutivo, para que el planeta enfermo pueda ser curado por las virtudes y las herramientas que cada sol ofrecerá al Padre Universal.
Estamos en los últimos tiempos, y la sagrada Instrucción del Universo tornará a cada alma y a cada ser, más consciente y servicial.
Una etapa se cerró en los últimos meses y una nueva ya ha comenzado.
No pierdan la oportunidad de develar misterios internos y de atraerlos hacia la superficie de sus consciencias con el fin de que ellos cooperen con el Plan.
El tiempo material e interno es precioso. Nunca antes cruzaron un umbral tan definitivo. Nunca antes conocieron el Portal hacia el Real Tiempo del Universo. Pues llegó la hora de penetrarlo a través del caudal del amor del corazón.
Porque así, a pesar de lo que suceda o de que la Tierra tiemble, estarán en profunda hermandad, y los frutos que dio la Figueira, como árbol sagrado, servirán de socorro y de auxilio para los que tendrán hambre espiritual de cosas evolutivas.
Estén atentos, cada paso que den marcará el cumplimiento de nuevas etapas. Es hora de abandonar la individualidad de la consciencia y de abrazar para siempre la fraterna vida grupal.
Recuerden, hijos, las palabras de Jesús: “Ámense los unos a los otros como Yo los he amado”.
Que esa sea su firme premisa y que la Ley de la Unidad Espiritual entre los seres se cumpla para que la indiferencia, la omisión y el abandono sean extirpados del inconsciente de esta humanidad.
Así podrán estar en comunión y servicio con todas las necesidades humanas y planetarias que aflorarán de la noche a la mañana.
Quisiera, hijos, que cada etapa que viven sea bien aprovechada y que nadie más, consagrado o no consagrado, cierre la puerta al auxilio cósmico que está llegando.
Redescubran, entonces, su verdadera civilización y sean parte de ese Proyecto Divino que debe llevarse adelante a través de la fiel y consciente colaboración de todos.
Que las Islas de Salvación aparezcan después de haber sido construidas por las manos de todos.
Que Mis hijos sean verdaderos celadores de esas Islas y guardianes del Gran Portal por el cual Cristo aparecerá para el mundo.
Viertan sus miserias en Mi Corazón, que Yo las transformaré y serán, en poco tiempo, rosas en Mi Jardín de Luz.
Crean en lo verdadero y puro que existe dentro de ustedes, y así la Tierra será repoblada por nuevos principios de amor y de unidad.
No dejen de captar lo que los Espejos están emanando, ellos le indican a la humanidad que está viviendo un último ciclo.
Adelante Mis guerreros de la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice con la Luz de todo el Cosmos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo estoy cerca Mis hijos para protegerlos y traerles la Paz, porque las batallas de estos tiempos son el anuncio de Mi Reino venidero y el establecimiento del Plan de Dios en este mundo.
Yo Soy la Madre de todos los Tiempos y de todas las eras, porque en el Principio, sus esencias surgieron de Mi Vientre Creador. Los hijos de Dios nacieron de Mí, por la fecundación divina del Espíritu Santo, así como Su Primogénito expresó el Espejo de la Creación Universal cuando en la Tierra fue gestado en Mi Ser.
Yo Soy la Madre de todos los Tiempos, porque los gesté en el principio y los gestaré en el final, para que renazcan en Mí como una nueva humanidad.
A pesar de estar en la vida, ustedes están espiritualmente dentro de Mí, y Yo los protejo para que en el momento correcto puedan renacer. Hago de sus corazones el Espejo de Mi Vientre materno y gesto en ellos al nuevo ser.
Pensarán que renacerán por sí mismos y que el Amor de Cristo emergerá de sus esencias como un milagro divino; pero Soy Yo, hijos Míos, que como Madre de todos los Tiempos, lo estoy gestando en ustedes.
El Vientre Divino se espeja en todas las criaturas y en ellas gesta la nueva vida y el nuevo ser. Todo lo que emerge de nuevo en ustedes, como en toda la Creación, tiene su principio en Mí, porque Yo Soy la Madre de todos los Tiempos.
Sientan en el propio interior el reflejo de la vida que gesto en Mí y espejo a través de ustedes. Reconozcan el misterio de la Unidad de la Madre con Sus hijos y glorifiquen a Dios, por el poder de esa Unidad.
Dejen que Mi Vientre Universal geste en ustedes un nuevo hombre, un nuevo ser, digno de llamarse Hijo, así como Su Primogénito fue llamado en todo el Universo y en toda la Creación.
Así como gesté en Mi Vientre al Hijo del Hombre, hoy gesto al Hijo del Nuevo Hombre, el Niño Nuevo, que deberá expresar la victoria del Creador y la renovación de la evolución para todos los universos, superando las expresiones de Amor y de entrega vividas hasta hoy en este y en todos los mundos.
Sientan que Mi Vientre Creador los renueva y hace perecer toda la materia vieja que se descompone como polvo en la consciencia humana, porque ya no construye el Plan de Dios y Su Voluntad. Den lugar a lo que gesto en ustedes, en sus corazones y en sus consciencias, para que inclusive sus mentes se abran y reconozcan la Nueva Ciencia Universal, que trasciende el entendimiento humano.
Dejen que la irradiación de ese Espejo Creador en sus esencias se expanda por todo su ser y expulse de ustedes lo viejo. Salgan del capullo de la ignorancia y de la ceguera humana, para que la renovación de la Creación les dé alas para llegar a Dios, y que su vuelo inspire a otros para renacer y volar.
Yo Soy la Madre de todos los Tiempos y ustedes son Mis hijos. Yo los amo tanto como al Hijo Primogénito de Dios, porque cada uno de ustedes representa una oportunidad tan grande para la Vida como la que Él representó, como Él fue, es y será siempre.
Den lugar a lo Nuevo que gesto en ustedes, y eso comenzará a abrir el corazón y la consciencia para vivir lo que no comprenden, y decir “sí” a lo que no conocen y nunca vivieron.
Los viejos patrones deben quedar atrás, junto a la vieja humanidad, porque el Creador aspira a que la Nueva Jerusalén descienda pronto sobre el mundo, y para que eso ocurra, Sus hijos también se deben renovar.
El Creador no hará descender sobre la Tierra un nuevo arquetipo de vida, que tiene como base Leyes Divinas y Gracias insondables, si la humanidad no se renueva y renace para volverse digna de habitar en esa Tierra. La Nueva Jerusalén solo se manifestará con toda su pureza, cuando el hombre sea puro y digno de habitar en ella.
El Hijo del Hombre no volverá al mundo para ser crucificado por segunda vez. Sus compañeros deben cargar la cruz de estos tiempos y vivir la transformación en Cristo, antes de que Él retorne, porque Él vendrá a consumar el Plan de Su Padre y a demostrar a los Suyos que pueden ser tan Hijos de Dios como Él lo es.
Él fundará la Nueva Jerusalén con Sus compañeros y dará a gobernar la Tierra a los mansos y puros de corazón, porque los nuevos gobernantes no serán aquellos que saben someter y subyugar, sino los que saben rendirse a Dios, respetar a sus hermanos y humillarse ante ellos, reconociendo al Creador presente en todas Sus criaturas.
Será el Hijo del Nuevo Hombre quien habitará la Tierra Prometida, y todo lo que hoy está viejo y descompuesto se renovará en los Estanques de la Creación como algo nuevo, para que todo se pueda recrear. Yo Soy la Madre de todos los Tiempos y de todas las cosas, y hoy les anuncio la Gracia que les espera al renacer. Contemplen en el propio interior al Espejo de la nueva gestación universal y sean celadores de lo que nace en ustedes.
Así como tomé en los brazos a Mi Hijo, cuando Él expresó la gloria de Dios en la fragilidad de un niño, quiero un día, hijos amados, tomar en los brazos lo que hoy se gesta en vuestro interior y contemplar el triunfo de Dios en la vida humana, teniendo la certeza en Mi Corazón de que toda batalla y todo dolor habrán valido la pena para ver llegar este momento.
Los gesta en Su Vientre Creador,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de todos los Tiempos
Soy la Señora que desata todos los nudos
Hoy, ante ustedes y el mundo, Me vuelvo a presentar como la Señora Desatadora de Nudos, con el fin de que las almas se liberen en estos tiempos de los errores cometidos y así, alcancen la paz.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Hasta los casos imposibles tengo la autoridad celestial para desatar, para que así las almas que están presas de sí mismas, sepan que la humildad de Mis manos, junto a los Ángeles de la Liberación, resuelven esos casos.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Con el Poder del Padre, el Amor del Hijo y la fuerza espiritual del Espíritu Santo, desamarro las causas imposibles y hago de cada una de ellas un presente luminoso para Dios.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Los que confían en Mi Gracia son plenos en el Espíritu y en el Verbo Divino, y así se abren los caminos para vivir su redención.
Con la ayuda del Cielo y de todo el Universo los nudos más amarrados son liberados por las espadas de luz de los santos ángeles, los que después entregan a la Madre de Dios las cintas ya liberadas.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Por la fe de los creyentes y devotos, la obra de la redención se materializa, y muchos más nudos son liberados en la consciencia planetaria.
Vengan Conmigo y desamarremos todos los nudos, para que las puertas a la esperanza sean abiertas y así los corazones reencuentren la Luz de Mi Hijo.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Y su Madre y Señora Desatadora de Nudos desata los nudos de la consciencia; no hay ser en esta Tierra que se quede sin liberación.
Soy la Señora que desata y disuelve los males más difíciles e imposibles, para que Sus hijos renazcan en la fe y en el Amor de Dios.
Soy la Señora que desata todos los nudos
No le teman a sus prisiones ni a los nudos resistentes en sus caminos, envío a los Ángeles de la Liberación para que corten con sus espadas todo lo que causa dolor e incomprensión.
Pero solo una puerta deberá abrirse para que todos los nudos sean liberados, y es la puerta del corazón, en donde no existe ningún nudo imposible, porque en su interior está Dios.
Vivan en el Señor y todos los nudos serán liberados.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Por la Misericordia Universal, sus almas se librarán de cualquier cautiverio espiritual; imploren por el poder de su Señora Desatadora de Nudos e instantáneamente verán abrirse sus caminos.
Soy la Señora que desata todos los nudos para que las almas alcancen la redención y vivan victoriosamente el perdón del corazón.
Soy la Señora Desatadora de Nudos y los invito a invocar ese poder divino de liberación por medio de este decreto:
Señora Desatadora de Nudos,
que liberas las amarras de la inercia humana,
desata todos los nudos de nuestras consciencias
para que Cristo reine ahora y siempre,
y por toda la eternidad.
Amén.
¡Buena vigilia de liberación para todos!
Les agradezco por acompañarme.
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Elévense, elévense a lo Alto!
Queridos hijos coralistas:
De nuevo las puertas para la cura serán abiertas, después de que este Sagrado Centro de Amor fue bendecido por Yahvé.
Hoy, toquen la nota del corazón.
Sabiendo que cada ofrenda de parte de los coralistas significa una oportunidad para el planeta, les pido, queridos hijos, que desde ahora preparemos con regocijo la llegada del Rey Universal en la próxima Sagrada Semana.
Hoy, toquen la nota del corazón.
Porque al abrir sus corazones a los nuevos impulsos que reciben, la humanidad y el planeta son bendecidos por una Gracia Mayor.
Hoy, toquen la nota del corazón.
Que su canto, en este día, sea ofrecido por la paz en este planeta y en esta humanidad; que por su entrega y sacrificio, los ángeles reciban el permiso para liberar regiones del planeta que están oprimidas, para que finalmente ingresen la Paz y la Misericordia de Dios.
Hoy, toquen la nota del corazón.
Ustedes, queridos hijos, uniéndose a este propósito de irradiar humildemente la cura para la humanidad, crearán las condiciones internas y espirituales para que la humanidad siga siendo ayudada hasta los últimos tiempos.
Hoy, toquen la nota del corazón.
Que cada pieza musical que será ofrecida pueda resonar con gratitud, fe y esperanza en todo este universo.
Que los hijos cantores de Dios se exalten de alegría por estar respondiendo al llamado del Altísimo.
Que las puertas a la Gracia sean abiertas por cada voz que pronuncie el cántico de la paz, para que todos los corazones de la Tierra sientan en su interior el Gran Llamado.
Hoy, toquen la nota del corazón.
Porque siempre que ustedes toquen la nota del corazón, hijos Míos, estarán uniendo el Cielo y la Tierra, el universo y la humanidad, y una conexión profunda con el Padre estará dándose en las criaturas.
Que las corrientes de la cura sublime desciendan en este día.
Que cada coralista e instrumentista hoy sea un espejo que refleje la paz y la armonía hacia la esfera planetaria, y no se olviden de tocar la nota del corazón.
Unida a cada voz pacificadora, los acompaña siempre en este impulso de elevación,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entrego Mi Corazón para que lo contemplen.
Entrego Mis ojos para que iluminen sus caminos.
Entrego Mi vida por la vida de cada uno de ustedes.
Entrego Mi Alma para interceder por el alma de cada uno de ustedes. No me canso de hacerlo porque, por encima de todo, Yo los amo como verdaderamente son y no por sus apariencias ni por sus errores.
Tengo Misericordia por todos los que la piden a Dios y, así, Yo puedo hacer de cada vida un instrumento redimido en las Manos de Dios.
Por eso, entrego hasta Mi Espíritu y Mi Consciencia Divina en humilde donación para poder enseñarles a Mis hijos que en el Amor y por el Amor Divino todo se puede.
No se cansen hasta que vivan en la Fuente de ese Amor que todo restaura, que todo libera, que todo perdona y transmuta.
Entrego Mi Ser Divino para que sea el portal de los no redimidos, para que nazca en ustedes la semilla de la unidad y del amor entre las criaturas.
Esa es Mi misión en este mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los absuelve, bajo el Espíritu Santo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Llama del Espíritu Santo ilumine sus caminos para que sean colmados por Sus Dones de Sabiduría y Amor porque, recibiendo estos atributos celestiales, las almas, discípulas de Cristo, adquirirán mayor sabiduría, discernimiento y amor para cumplir con su tarea.
Que la Llama del Espíritu Santo los impulse, todos los días, a vivir la trascendencia de las formas y la liberación de los obstáculos, porque recibiendo en sí al Espíritu Santo la consciencia tiene la capacidad de comprender aún más el Plan de Dios.
Que la Llama del Espíritu Santo penetre en lo más profundo del espíritu de cada ser, para que la verdad interior sea revelada y así, las puertas se abran al perdón para que todos las puedan cruzar.
Permitan que esta sagrada Llama del Espíritu Santo los envuelva y haga de cada alma un instrumento precioso en las Manos de Dios.
Ven Espíritu Santo y transforma todo lo creado
para Gloria de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los impulsa,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy el Velero de la Paz y, en los océanos del mundo, busco pescar a las almas que están sumergidas en la ilusión de la vida material.
Soy el Velero de la Paz y llego a todos los puertos del mundo para dar a conocer, a la humanidad, la verdadera Luz que viene del universo.
Soy el Velero de la Paz y les traigo a todos el anuncio y el mensaje sobre la llegada de Cristo. Así es como preparo, para todos, el momento de Su descenso a la Tierra.
Soy el Velero de la Paz y llevo Conmigo, en Mi Corazón, a todos los que piden auxilio, sin dejar atrás a quien Me pide socorro.
Soy el Velero de la Paz y les entrego a Mis hijos el Reino Celestial, con el fin de que las almas encuentren el sentido de estar con vida en este planeta.
Soy el Velero de la paz y difundo al mundo el gran momento de la Misericordia de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Ante el Venerable Corazón de San José, sus corazones se llenen de amor, para que por siempre reine la verdad y se liberen del sufrimiento pasado.
Queridos hijos, San José es el Padre de todas las esencias, y en sus esencias están la vida, el origen y el principio de todo.
Son sus esencias las que pueden cumplir el Propósito de Dios, porque a través de sus esencias se cumplen las metas de la Creación.
Necesito, queridos hijos, que sus esencias sean humildes y resplandecientes a los Ojos de Dios.
En sus esencias está la síntesis de su caminata por el Universo y por este planeta. Sus esencias pueden ser ese portal para que en el fin de los tiempos, las almas se sirvan de ellas.
En ustedes, queridos hijos, está ese potencial de poder amar cada día más. Necesito, hijos Míos, que sus mundos internos sirvan de alivio al gran dolor planetario.
Por medio del servicio, en las misiones humanitarias, se vuelve a escribir una historia de amor, de perdón y de misericordia.
Sean esencialmente el ejemplo que el Universo necesita, para poder llevar adelante esta última fase de la operación rescate en la humanidad.
Los Sagrados Corazones exponen Sus templos internos a todos, con el fin de que se aproximen al Reino de Dios, el que también habita en los mundos sublimes.
Abran los ojos a la verdadera realidad, porque así estarán en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tengo el poder celestial, queridos hijos, para desatar cualquier nudo o para destrabar cualquier impedimento, porque si la Voluntad de Dios se cumple en ustedes, la Ley, que es divina e inalterable, se manifiesta en cada nuevo paso.
Sé que sus vidas nunca atravesaron un tiempo tan difícil como este, ni tampoco vivieron ni padecieron los sufrimientos y las Llagas de Jesús.
Que el testimonio de Amor de Mi Hijo los ayude a alcanzar, todos los días, la liberación de las formas y de las estructuras humanas.
Quisiera, queridos hijos, que en estos tiempos agudos aprendan a no temer y a soportar todo lo que el universo enviará para su madurez interior.
Pero no estarán solos, porque su Madre que está en los Cielos, los socorrerá con todos Sus ángeles y así, librará a las almas preciosas de las garras de Mi adversario.
Mientras se preparan para aprender a conocer estos tiempos Yo les pido, queridos hijos, una paciencia y amor lo suficientemente grandes para poder superar todo lo que llegará.
Confíen en la Llama poderosa de Jesús, porque en ella están la liberación y la alianza de sus corazones con el potentísimo Corazón de Cristo.
Cada vez que pierdan las fuerzas, cada vez que todo parezca imposible o difícil de destrabar, implorarán con amor y determinación la siguiente oración:
Llama Poderosa de Jesús,
que enciendes en Luz todo lo que es vida,
que colmas de Amor todo lo que Tú tocas.
Llama Poderosa de Jesús,
libera los abismos y todos los obstáculos de la vida,
para que yo pueda ser en Ti
y Tú en todo lo creado.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los restaura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Libérate de todo lo que oprime tu corazón por medio de la fuerza imperiosa de la fe y del amor a Dios.
Él está en tus caminos para conducirte hacia la concreción de Su Divino Propósito.
Despréndete de todo lo que le impide a tu alma caminar hacia el vacío de sí y conquistar en humildad el Reino de Dios.
Que cada Palabra Divina resuene en lo profundo y que así, se pueda construir en el espíritu la sagrada alianza con lo Alto.
Dios tiene Misericordia por mundo y por todos sus servidores. Las puertas de Su Reino están abiertas para que las consciencias de la Tierra las puedan cruzar.
Ten valentía para trascenderte a ti mismo y afirmar en ti la divina ayuda del Soplo del Espíritu.
Es hora de poder vivir en libertad interior y de, finalmente, hacer de la encarnación un precioso triunfo para la Creación, porque así nacerán los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los anima, espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aún en el tiempo de la Misericordia de Dios, tengan fe y amor al sacrificio que se les está ofreciendo para que lo vivan por todos. Porque una alianza mayor se establecerá entre las consciencias y Dios, después de todo lo que se haya transmutado.
La misión, en estos tiempos, será abrir las puertas para que las corrientes poderosas del universo puedan liberar algo todos los días, con el fin de aliviar la opresión que enfrenta el planeta.
Siguiendo los pasos de los impulsos que están siendo dados, la Divinidad emite Su última y gran onda de Misericordia sobre la humanidad.
Los tiempos seguirán cambiando y todos los discípulos de Cristo deberán tener fiel consciencia de que nunca estarán solos hasta que la última batalla, entre la Luz y la oscuridad, se viva en este mundo. Porque después, ingresará el ciclo de la tan esperada paz universal.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Estrella de la Paz y Mi Consciencia estelar se aproxima al planeta para intentar despertar, a tiempo, a los que aún están dormidos en el sueño de la vida material.
Yo soy la Estrella de la Paz y emito hacia las criaturas el impulso mayor que está trayendo Mi Hijo.
Yo soy la Estrella de la Paz y los que están Conmigo son guiados hacia las moradas del Padre Celestial.
Soy la Estrella de la Paz y les entrego a Mis hijos las Gracias que hacen redimir a la consciencia y liberar al espíritu.
Soy la Estrella de la Paz y derramo la Luz de Mi Estrella sobre aquellos que abren su corazón a Dios para poder escucharlo.
Soy la Estrella de la Paz que en la noche ilumina los caminos de los que están perdidos en sí mismos.
Soy la Estrella de la Paz que anuncia lo nuevo, lo que nunca antes nadie ha sabido.
Soy la Estrella de la Paz, de la renovación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando se cumplan los veinticinco años de Mi Obra, de Mi misión con ustedes, la Obra será conocida en el mundo entero y será el momento en el que la humanidad deberá dar el último paso hacia su redención total.
Hoy, los observo con ojos de Misericordia y, deseo, como ya les dije, que estén en Mis brazos para que la Gloria del Padre los acoja y haga de sus almas seres libres en la Luz.
Hijos Míos, necesito que en este tiempo Me acompañen con una alegría inmensa en sus corazones, porque así el sufrimiento de sus vidas desaparecerá de la noche a la mañana.
Confíen en que Mi Gracia se aproxima a ustedes para colmarlos con los dones de la Misericordia de Dios.
Quisiera que sus almas gobernaran sus vidas en cada momento, para que en todo vieran el Amor de Dios manifestado en la vida planetaria.
Están en un ciclo culminante, a las puertas de una nueva etapa que comenzará a mostrarles los momentos importantes de su transformación.
Sigan adelante, sin importar lo que suceda, el Señor tiene piedad por cada uno de ustedes.
Llegó el momento de decidirse, ya no hay tiempo, y el Padre y todo el universo Nos llaman para una tarea mayor. ¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los santifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Corazón de María: Un Portal hacia Dios
Queridos hijos:
Poco a poco les enseño a estar en contacto con Dios permanentemente. Por eso, en este tiempo, Mi Corazón se comportará como el Portal hacia Dios para cada uno de ustedes.
Necesito que den un paso hacia la madurez espiritual y que no pierdan tiempo buscando la felicidad humana lejos de Dios.
Yo les ofrezco un único camino, Yo les entrego todos los días y por un tiempo más la posibilidad de poder reencontrarse con el Padre Celestial.
Espero que sus ojos se abran, y especialmente que sus oídos internos escuchen con atención y concentración los Misterios de Dios que en este tiempo Yo les estoy revelando.
Queridos hijos, el Portal de Mi Corazón los conducirá a la Casa del Padre, y en la Casa del Padre serán uno en esencia, en espíritu y en vida.
Es hora, queridos hijos, de que ustedes penetren las revelaciones de estos tiempos y que a partir de este ciclo puedan comprender y vivir el tesoro divino que se les entrega.
Ninguna consciencia en este planeta, en este ni en ningún otro tiempo, llegó a conocer y a penetrar el misterio de los Aspectos de Dios.
En ese sentido, queridos hijos, la llegada y el descenso de los Aspectos del Padre sobre ciertas áreas del planeta se deben primero a la necesidad planetaria y, en segundo lugar, a la unión interna de las diferentes Faces de Cristo.
Después de la Ascensión de Jesús, nunca en la humanidad ni en el mundo se conocieron las Faces cósmicas de Cristo, es decir, los aspectos espiritual y divino del Redentor.
Por eso, queridos hijos, esta unión de los Aspectos divinos de Cristo es parte de la etapa previa a Su segunda y última venida.
La consciencia humana de hoy, la que está sumergida en las apariencias de la ilusión y está apartada del alma, vivirá los próximos acontecimientos como algo renovador y al mismo tiempo como un ciclo de profunda definición espiritual e interna.
Esta unión o fusión espiritual de los aspectos o de las Faces divinas de Cristo, después de las revelaciones realizadas por Mi propio Hijo, como el Sagrado Corazón, el Cristo Misericordioso y el Cristo Glorificado, marcan en esta etapa aguda de la Tierra un antes y un después en la ciencia humana, algo que no tiene explicación mental.
Después de las tres importantes revelaciones sobre las Faces de Cristo, Mi Hijo viene a unirlas en este tiempo para que un importante impulso universal sea dado y, en esa coyuntura, la unión espiritual de los Aspectos divinos de Cristo abra las puertas de los Universos espiritual, mental y material para que la Consciencia Única, llamada Dios, se manifieste esta vez a través de los Aspectos del Hijo y del Espíritu Santo.
Es así que en este acontecimiento único que preparará el apocalipsis de la humanidad, cientos de almas serán tocadas inesperadamente, y de la noche a la mañana se consagrarán al Plan de Dios de una forma nunca antes vista.
Es por eso que ese impulso espiritual, que está dando Cristo en los niveles superiores a la séptima dimensión de consciencia, trae como resultado la transfiguración del estado corrupto humano en un estado incorrupto, libre de deudas y de retrocesos.
La llegada espiritual y autónoma de los Aspectos de Dios a los Centros Marianos, promete en primer lugar ayudar a esa parte de la consciencia humana que está en un grave peligro de comprometerse con fuerzas del caos planetario.
En este ciclo, la unión y la adhesión de cada alma con los Aspectos sublimes de Dios, permitirá restablecer ciertos principios evolutivos que estaban perdidos.
Es hora de cruzar el Portal de Mi Corazón Materno para poder conocer en profundidad los Misterios divinos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo siempre tendré a Mis hijos en Mis brazos, los ampararé y los resguardaré, aunque al cruzar el desierto de estos tiempos, todas las bestias se levanten contra ellos y contra Mí.
Yo siempre tendré a Mis hijos en Mis brazos, porque son para el Creador el mayor tesoro de toda Su Creación; son parte de Mi Vientre y la sangre que corre por sus venas proviene del manantial que brota de Mi Inmaculado Corazón.
Yo siempre tendré a Mis hijos en Mis brazos, aun después de que este desierto pase y encontremos la Nueva Jerusalén, la Tierra prometida, donde no hay otro que triunfe más allá del Padre.
Hijos Míos, estoy con ustedes entre Mis brazos, cruzando el gran desierto de estos tiempos, donde el asedio persigue a la Madre y a los hijos de Dios. Sin embargo, Mis pasos de luz son inalcanzables y no habrá tinieblas que puedan detenerme. Por eso, solo les pediré que se mantengan en Mis brazos y no teman.
Yo los llevo en Mi Corazón, en donde el amor que siento por las almas y por la Vida vence cualquier oscuridad y convierte cualquier mal. Dejen que sus cabezas reposen sobre Ese Corazón y solo aférrense con fuerza a Mis brazos, porque el desierto un día acabará y enseguida llegará la Casa del Padre, la Morada segura para los mil años de Paz.
Mientras estén entre Mis brazos, los vientos fríos podrán soplar y la noche podrá caer sobre nosotros, pero el Sol de Mi Esencia es inextinguible y siempre iluminará el camino. Aquel que esté en Mis brazos no se perderá, porque Yo caminaré con él y lo protegeré.
Sean inocentes y rendidos como los niños; dejen que Yo los tenga en Mis brazos y les muestre que sin Su Madre Celestial no hay vida. Yo los sustento, Yo los resguardo y los amparo en el desierto y más allá de él.
Habrá días, hijos, en los que se sentirán perdidos, porque el desierto a veces parece no tener fin, pero manténganse en Mis brazos, oren Conmigo y escuchen el susurro de Mi dulce voz en sus corazones, diciéndole: “Estoy aquí”.
Mis hijos son el mayor tesoro de la Creación, no importa el error que hayan cometido o como se hayan desviado del camino, porque los errores y los desvío son la consecuencia de los aprendizajes que se viven en este mundo. No confundan lo que hacen con lo que son. Busquen la verdad en su interior y manténgase en Mis brazos.
El enemigo persigue a la Señora Vestida de Sol, por el desierto, porque la oscuridad de él acaba en presencia de la Madre de Dios; porque su reinado se desvanece y su tesoro de ilusión se pierde cuando las almas descubren la verdad sobre sí mismas y abandonan el engaño para dejarse guiar por la Luz interior.
Vengan hijos Míos, manténganse en Mis brazos, y poco a poco, paso a paso, no solo los protegeré sino también les enseñaré a ser dignos hijos de Dios y a encontrar la verdad.
Permanezcan en Mis brazos y oren Conmigo. Escuchen Mi voz y no se aparten de Mí.
Créanlo, el enemigo no descansa e intenta asustar a Mis hijos, porque él vence con el temor y con la ilusión. Por eso, Mis amados, coloquen en sus corazones la certeza del triunfo de Dios, porque si están en Mis brazos, nada les sucederá.
¡Les quiero mostrar la Nueva Jerusalén Celestial, la promesa de Dios que aún existe! No busquen en la Tierra algo que está en las dimensiones divinas. Manténganse en Mis brazos y Yo los conduciré a la verdad y abriré sus ojos para que encuentren la Voluntad de Dios.
Yo los amo, los amparo y les agradezco por ser los mayores tesoros de Mi Corazón.
Quiero, hijos, que resguarden el Centro Mariano del Niño Rey, porque aquí, Mi fuente de Redención debe tornarse vida.
Cierren las puertas al enemigo, que les trae incertidumbre y desesperanza y manténganse en Mi Corazón.
Los niños, que se redimen hoy, construirán en la Tierra el triunfo de Mi Reino, y es sobre ellos que haré descender la Nueva Jerusalén, que finalmente se plasmará en la materia, cuando esté purificada y consagrada al Padre.
Yo los bendigo, con la señal de la Santa Cruz,
en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy quiero que entren en Mi Corazón.
Quiero que entren en Mi casa.
Vengan Conmigo.
Queridos hijos, todos pueden entrar: niños, jóvenes, adultos y ancianos; enfermos de cuerpo y de espíritu.
Esta es su casa, la casa de Dios.
He venido del Cielo para presentarles a San Rafael Arcángel. Él es quien cuidará de este lugar después de Mí.
No se preocupen, estoy aquí presente para recibirlos.
Vengo del Cielo como la Mensajera de la Paz.
Hoy están en Mi Corazón, como lo estuvieron en otros tiempos, con Mi hija Lucía de Jesús.
Ahora pueden ver, queridos hijos, como se construye la Obra de Dios, libre de poderes y de propiedades, Obra plena del Amor de Dios.
Me dirijo a ustedes, en este día, para que reencuentren el camino hacia la cura, la cura que Yo les ofrezco y que también les ofrece el Arcángel Rafael, para toda la humanidad, para todos aquellos que aspiran verdaderamente a curar su antiguo sufrimiento y a liberar sus amarras, para que reine el Amor de Dios por siempre. El Santo Arcángel los guiará en el proceso de cura.
Vengo a traerles aquí una pequeña parte de Aurora, para que todo el Brasil pueda encontrarla y para que este lugar sea la antesala de la liberación de las consciencias de Mi amado Centro Mariano de Aurora, en donde esa cura proseguirá hasta que el alma alcance la rehabilitación.
Por eso también quiero fundar un Centro Mariano en Europa, porque Lys-Fátima cumplirá un papel importante en el fin de los tiempos.
Lys-Fátima, junto con Monserrat, proporcionarán la cura planetaria, la liberación del mal y el avance en el proceso de evolución de la consciencia, para la consciencia europea y más allá de esa región.
Hoy vengo a hablarles, queridos hijos, en nombre de las Esferas Sublimes. Ayer los introduje en la Consciencia del Padre Celestial. Hoy los aproximo a la consciencia de la cura, que fluye como una preciosa corriente en el Universo. Es la cura de sus corazones y de sus almas, la que les permitirá alcanzar la redención.
Estos son los primeros pasos para que el alma se rehabilite. Los Centros Marianos son fuentes de cura. Y la fuente que aquí están construyendo en nombre de Mi amado Hijo, podrá ser para las almas un manantial de cura y de rehabilitación.
Agua que será impregnada y suelo que será colmado por la Gracia de Dios, para todos los que lleguen aquí, buscando el arrepentimiento, el perdón y la reconciliación con Dios.
Vean así, queridos hijos, como Mi Consciencia les muestra las contrapartes internas de los Centros Marianos, pues la tarea de estos Centros Marianos aún debe ser realizada con la ayuda de todos.
Cuando se cumplan los veinticinco años de Mis Apariciones, los Centros Marianos serán conocidos, contemplados y visitados por las tres cuartas partes del mundo. De esta forma,Yo los preparo para los grandes tiempos de conversión, en donde todas las religiones, después de los tiempos de tribulación, Me reconocerán como la siempre Virgen Bienaventurada, Madre del planeta y de la humanidad, Madre del Universo, del Cosmos, del Universo Celestial. Ustedes, queridos hijos, son los precursores de esos acontecimientos.
Quisiera que a partir de hoy, Me acompañaran hasta el fin de los tiempos, escribiendo en los Libros de Dios esta nueva historia de amor y de perdón que Yo les ofrezco a través de los Centros Marianos. La Iglesia demorará para reconocer estos lugares, pero cuando todo termine, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Yo los contemplo, como a estos corazones y estrellas que han colocado sobre Mi altar, porque dentro de cada alma misionera, que vino a vivir un propósito en este planeta, hoy también trabajo con su parte espiritual, rehabilitándola de tiempo en tiempo, de época en época, por la donación de Mis Manos y por el servicio incondicional que, como Madre Celeste, cumplo ante el Creador.
En este momento, queridos hijos, les permito estar en comunión con el Padre, por medio del Verbo Divino y de Mi humilde Presencia delante de sus corazones.
Comulguen, comulguen y comulguen, para que sus almas alcancen la paz y la redención del planeta.
También espero que la escuela viva de la Nueva Tierra sea conocida en el mundo entero, porque los niños del mundo no están siendo bien educados, sino hipnotizados con las artimañas de Mi adversario, por lo que llaman de “modernidad”. Quiero que la escuela viva esté en los corazones simples; que los nuevos patrones de conducta sean experimentados por la humanidad con un profundo amor a los Reinos de la Naturaleza, para que la educación universal que viene del Cosmos, se instale en la consciencia humana definitivamente. Para que así, los hombres y mujeres, padres, jóvenes y adultos, aprendan a vivir en la Ley, sin salir tanto de ella todo el tiempo.
El Espíritu Santo ayudará a que esta educación se vivifique. Los Centros Marianos deben ser parte de esta escuela viva, para los niños y adolescentes que lleguen en estos tiempos de caos, para ayudar a la humanidad.
Por último, queridos hijos, Mi Corazón está agradecido por la fuerza de su donación y por la unión Conmigo en esta manifestación del Centro Mariano del Niño Rey.
Para que estas bases sean construidas en dirección al Cielo, deben haber Hijos de María verdaderamente consagrados, que asuman el compromiso de ser guardianes y celadores de esta obra de amor y de redención.
Por eso, los que hoy se consagrarán como Hijos de su Madre Celeste, asumirán este compromiso directamente con Mi Corazón Inmaculado, para que también triunfe Mi Obra, que es una obra unida a la de Mi Hijo, una obra crística.
Que se aproximen los hijos que hoy se consagrarán, para recibir la bendición de la Madre Celeste, que acoge a Sus hijos en el Corazón materno de Su casa de oración.
Muchos de ustedes tienen sufrimientos inextinguibles, que hoy Mis Manos vienen a curar, al imponerlas sobre sus cabezas en presencia del Arcángel Rafael, para que las heridas más profundas sean curadas y sus almas se liberen de la cadena involutiva de los errores.
Es así como les traigo el Amor, el Amor que Dios concibió en Mi Corazón maternal, para que sus almas se glorifiquen en la bienaventuranza de la Compasión de Dios, que hoy desciende en ustedes para renovarlos en espíritu, alma y materia.
Coloquen sus manos en señal de recepción y reciban de la Bienaventurada Madre de Dios, Madre de los enfermos y de la cura, Madre de los inocentes y de los humildes, Madre de la Gracia y de la Misericordia, Madre de la redención, Madre de la caridad, Madre del infinito Amor.
Abriendo Mi Manto, extendiendo Mis Brazos y les doy la fuerza de Mis Manos; manos que sostuvieron a Cristo después de Su muerte en la Cruz, para declarar al Universo, como Madre de la Piedad, el triunfo del Redentor.
Sientan el Agua de Vida que hoy derramo sobre ustedes, que es el Agua del Santo Espíritu de Dios, que los renueva en el Sacramento de la fe y del bautismo.
Hoy, ustedes se arrodillan aquí, queridos hijos, ante Mi Presencia, por todos los que fueron esclavos en el pasado, por todos sus descendientes, familiares y por todas las generaciones, hasta el día de hoy.
Así, libero al Brasil y especialmente a Río de Janeiro, por la derrota vivida durante la colonización de los hombres indiferentes a Dios.
Queridos hijos, Yo les pido perdón en nombre de todos ellos, por las secuelas generadas a través de los tiempos y hasta el presente.
En nombre de la Gracia de Dios, Mis muy queridos hijos, hoy ejércitos de Mi Luz y de Mi oración, que son consagrados a Mi Corazón, llevan las Gracias de Mi Espíritu a todos sus seres queridos, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Me voy aliviada de este Centro Mariano, porque tengo la total confianza de que podré llegar en el mes de septiembre para bendecir esta casa terminada, con la ayuda de cada una de sus manos y para que muchas, muchas más almas reciban los mismos beneficios de la Misericordia de Dios.
Que así sea.
Sepan que siempre que estén Conmigo, serán flores de Mi jardín, pilares de Mis Centros Marianos.
Agradezco a todos Mis hijos del mundo por la fraterna cooperación, en nombre del cumplimiento del Proyecto Redentor de Cristo en estos tiempos.
Me elevo al Cielo con el Arcángel Rafael y todas Sus huestes, escuchando a sus voces entonar el himno de su consagración.
Les agradezco, ahora y siempre. Amén.
Queridos hijos:
Con alegría maternal, hoy vuelvo a descender sobre Mi amado y querido Centro Mariano del Niño Rey, el Centro de Luz que debe terminar de construirse en el plano físico con la cooperación y la ayuda de todos los Hijos de María.
Vengo aquí no solo para bendecirlos, sino también para pedir amorosamente la finalización de las obras de la Casa de Oración.
Esta será Mi cuarta Casa de Oración, el cuarto espejo de luz que Yo fundaré, después de las tres Casas de Oración ya existentes en los Centros Marianos de Figueira, de Aurora y del Espíritu Santo.
Aún, estoy esperando que Mis queridos hijos realicen las peregrinaciones quincenales hacia los Centros Marianos, y ahora será necesario que los Hijos de María sean los guardianes de esas procesiones marianas.
Como en Lourdes, Fátima y Medjugorje quisiera ver, con Mis propios ojos maternales, las procesiones de amor y de devoción de todos Mis hijos en los cuatro Centros Marianos, y que todos ustedes puedan decir que la Madre de Dios, la siempre Virgen María, está presente sobrevolando el cielo de cada Centro Mariano y esperando las oraciones de todos Sus hijos.
En este ciclo, los Centros Marianos serán de importancia espiritual e interna para las almas, porque allí encontrarán las Gracias que tanto necesitan.
Deseo que, en este ciclo, las almas consagradas y religiosas asuman esta tarea maternal y paternal en los Centros Marianos, con el fin de que también las almas que sean atraídas hacia esos Centros puedan ser conducidas finalmente por la Gracia y el Amor de su Madre Celestial.
En marzo, quisiera ver las paredes levantadas de la Casa de Oración del Centro Mariano del Niño Rey.
En abril, quisiera ver el techo manifestado y construido con la colaboración de todos Mis hijos del mundo.
En mayo, en el mes de la Santísima Señora del Rosario de Fátima, quisiera ver las terminaciones de las ventanas de Mi Capilla de Luz.
En junio, quisiera ver colocado el suelo de esta Casa, para que Mis peregrinos tengan un lugar en donde sentirse abrigados.
En julio, quisiera ver realizada las terminaciones de pintura.
En agosto, las manos femeninas ya estarán finalizando los detalles de la armonía de la Casa para que, finalmente en septiembre, Yo pueda retornar aquí para bendecir y consagrar nuevamente este Centro Mariano a Mi Inmaculado Corazón.
Si los esfuerzos y esmeros fueran los correctos, la Casa de Oración de este Centro Mariano podría acoger antes de ese tiempo a los peregrinos y, sobre todo, podría ser un lugar en donde los niños se pudieran encontrar con su Madre Celestial.
Por todos los esfuerzos y por haberme recibido, Yo les agradezco por responder una vez más a Mi llamado.
Los ama, infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Quiero que esta casa sea conocida en el mundo entero, para que los niños de cualquier parte del mundo tengan un lugar como este para poder restaurarse.
Miren en Mis Brazos al Niño Rey, que lo he traído para ustedes en este día, para que lo glorifiquen y lo honren, porque es este niño interno, el que hoy debe nacer en ustedes, para que Mi Obra en este lugar se cumpla; así es como lo ha escrito Dios en Sus libros más sagrados del Universo.
Hoy derramo Mi Gracia nuevamente sobre este lugar, sobre esta tierra de los esclavos, para que ellos también sean liberados y encuentren la paz que el hombre blanco le ha quitado con su ambición y con su poder.
Es este niño interno en ustedes, el que mantendrá la filiación Conmigo.
Cuando ustedes no estén en ese niño interior, Yo no podré estar fácilmente cerca de ustedes. Imiten la inocencia de los niños que viven aquí y ustedes, seres adultos, alcanzarán el Reino de los Cielos, como ellos lo alcanzan en cada tarea diaria que realizan.
Así también Me ayudarán, queridos hijos, a que el Niño Rey, no solo nazca en ustedes, sino que también renazca en todos los niños del mundo que sufren la separación de las familias, la incomprensión de sus padres y que son víctimas de la guerra, de la explotación y de la venta de cada una de sus almas, por las manos impuras de Mi adversario.
Quiero tener en Mis Brazos a todos los niños de mundo, así como hoy los tengo a ustedes, a nivel espiritual e interior, para entrar en Comunión con el Padre, que hoy los escucha, después de Su gran Silencio.
Él envía a Su Mensajera para que sus corazones estén listos y así, puedan ver todo lo que llegará a la humanidad. Por eso los Centros Marianos son importantes para Mí. En ellos estoy construyendo una consciencia nueva, que aún los seres humanos no han vivido, ni siquiera en el principio de la humanidad. Así podrán comprender, queridos hijos, por qué pedí la terminación de esta Casa de Oración. Es para que Yo pueda dejar aquí, como en cada Centro Mariano, los ángeles de la redención de la humanidad, que no solamente trabajarán aquí, a las puertas de esta Casa, sino también con la consciencia humana, que se resiste a la transformación del corazón y de la vida.
Sí, son ustedes, queridos hijos, penetren el misterio de sus niños internos.
Podrán ayudar a muchas almas del mundo que ofenden a Dios y que tienen sus corazones cerrados a la Verdad del Cielo, que de tiempo en tiempo se aproxima para hacer madurar a la humanidad, por medio de las Leyes de Dios y del cumplimiento de Su divina Voluntad.
Yo quiero estar aquí, al igual que estuve en Nazaret. La Nueva Tierra es un pesebre para Mí. Cada Reino que aquí vive y que es ayudado diariamente, representa para Mí la regeneración de todos los Reinos de la Naturaleza, de todos los Reinos del mundo, que sufren las consecuencias del hombre de superficie. Cada acto de amor que viven con ellos en estos tiempos finales, repercute ampliamente en la consciencia de los Reinos Menores. Cada gesto de amor que emiten hacia esos Reinos Menores, permite a la esencia de los Reinos poder dar un paso en su evolución, a pesar de lo que ellos están viviendo en estos tiempos.
No es por acaso, que Yo mandé en auxilio a los misioneros a Chile. La población de ese país debe despertar a lo que nunca ha visto. Deben sentir en sus corazones lo que es verdaderamente importante, para que abandonen lo que es superficial y muy terrestre.
Los Reinos se han ofrecido a Dios, para sufrir por la humanidad. ¿Saben lo que eso significa, queridos hijos, después de todas las transgresiones que ellos viven?
Los invito a dar pasos por medio de actos de amor, de caridad, de entrega y sobre todo, de misericordia. Quiero que en este lugar y en todos los lugares del mundo, sean islas de salvación, no solo para la consciencia humana, que tanto necesita de cura, sino también para la cura de los Reinos. Cura que se dará a partir de la rendición del hombre de superficie ante los Reinos Menores, que son muy ultrajados en estos tiempos.
Estoy invitando, queridos hijos, a todos los que no viven aquí a que abran sus manos a la vida de servicio; así, podrán abandonar el poder superficial, la ilusión de la materia, la indiferencia, la omisión. Y serán libres, plenos en el Espíritu de Dios y en Su infinita Misericordia, para que de esa forma, la esencia de los Reinos de la Naturaleza sea ayudada por toda la raza humana, que tanto le debe en estos tiempos.
Si las almas despertaran al servicio de los Reinos, tal vez Mi amado Hijo no vendría en el momento más agudo de la tribulación, porque no sería necesario que la humanidad sufra todo lo que se sigue generando, día a día, sin consciencia, sin amor, sin consentimiento.
Aquí, en este lugar y por medio de esta Casa de Oración, de la consciencia del espíritu de este Centro Mariano, quiero acoger a los Reinos de la Naturaleza, en esencia, en amor y en compasión. Quiero crear a través de esta Casa una nueva arca, que ayudará a todos los Reinos del mundo, inclusive al Reino Dévico, que se está apartando a los mundos internos de la Tierra, porque no encuentra respuesta de la humanidad.
Por eso necesitaré ir de nuevo a Asia, después de haber aparecido en Japón. Necesito que esas consciencias humanas que allí viven, reciban el amor que reciben sus corazones día a día; que no haya juicios, ni tampoco condenaciones. Que esos corazones, tan indiferentes a Dios, puedan aprender a amar con la ayuda de todo el Occidente, que ahora, en estos tiempos, le debe la ayuda a esa parte de la humanidad, después de todo lo que le ha dado el Oriente: los principios de su vida espiritual, que enriquecieron la consciencia humana y la posibilidad de encontrar el camino de la compasión y de la Misericordia de Dios, antes de que encarnara Mi Hijo Jesús en el mundo.
Cristo vino a dar continuidad a la tarea que hizo Buda. Y hoy, esas dos grandes Consciencias se unen para retornar a la humanidad, en el momento más agudo de la transición de la Tierra.
Quiero que despierten a los que vendrán, no con temor ni tampoco con desánimo. Necesito que sean seres conscientes; que sean servidores plenos, que aman cada día más los errores del mundo, las injusticias, los ultrajes y las indiferencias. Necesito que amen como Yo los amo, para que se puedan comprender mejor, vencer las barreras de la inercia y trascender los obstáculos, a través del amor de sus niños internos. Son invitados a crecer interiormente, porque así, el Padre Eterno podrá derramar Su Voluntad sobre sus consciencias.
Con esta síntesis que hoy les traigo, queridos hijos, necesito que en este nuevo ciclo, por medio de este mensaje que hoy les entrego, puedan meditar en los pedidos que Mi Corazón hoy les emite, que son los pedidos de Dios para esta humanidad de superficie.
El Arcángel Rafael será el Guardián de este Centro Mariano, pues Sus Rayos poderosos de Cura deben ser invocados para que las almas se rediman y reencuentren el camino hacia la luz, que es el único camino entre todos los caminos que existen; el camino de retorno a Dios, el retorno a Su Voluntad, Su Misericordia, hacia Su Amor.
Ahora, queridos hijos, en la humildad que emana Mi Espíritu, en la pobreza de Mi Alma, los invito a orar Conmigo para la concreción, para la manifestación y la materialización de este cuarto Centro Mariano, porque después de este, Europa deberá tener el suyo, para poder servirse de ese Centro Mariano, del Espejo de Amor que allí abriré sobre Portugal, para los tiempos finales.
También los invito, queridos hijos, así como hicieron con Centroamérica, México y Estados Unidos, a que en el mes de mayo Me acompañen a Europa, pues en el centenario de Mis apariciones en Fátima, habrá una expansión espiritual y planetaria, única, imprescindible e importante para toda Europa, hasta China.
Vengo así a evitar la catástrofe humana en estos tiempos. ¿Comprenden así la importancia de Mi llamado? Así como siempre lo han comprendido: con el esfuerzo, con la fe, con la adoración y sobretodo con la gratitud de estar trabajando Conmigo, Su Madre Celeste, por este Plan de redención previo a la venida de Cristo.
Él debe encontrar estos lugares, estos Centros Marianos, para que la humanidad lo pueda ver. Primero la construcción es espiritual y por último material. Todos los planos deben estar unidos, para que la máxima Voluntad del Todopoderoso descienda sobre ustedes, así como descendió sobre Mí, con la anunciación del Arcángel Gabriel.
Oremos por la paz y para que este niño nazca en el mundo, a partir de este lugar, que debe ser fuente de vida, de alegría, de renovación y de cura para las almas.
Ese corazón que han construido dentro de esta casa, es la intuición de algunas almas, sobre el descenso de la Consciencia Trina. Eso significa, queridos hijos, que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, puedan estar aquí, hasta que se cumplan los mil años de paz.
Sé que no comprenderán lo que hoy les digo, pero no necesito que lo comprendan. Necesito, queridos hijos, que a partir de este ciclo, lo vivan como algo que ya está realizado en sus espíritus y en la consciencia de la humanidad.
Cada Centro Mariano ha sido designado para recibir un aspecto de Dios. Aquí será El Shaddai, Aquel que atrae la conversión de la materia para que surja el espíritu renovado, por el soplo del Espíritu Santo.
Vamos a llamar a El Shaddai, queridos hijos, a través del Espíritu Santo.
Cantemos los nombres de Dios, las claves más sagradas del Universo, para que El Shaddai hoy descienda sobre esta casa.
Roguemos a Dios. Imploremos por Su Misericordia, por todos los Reinos, por todas las almas, para que finalmente nazca el Niño Rey en los más simples de corazón.
Les agradezco por responder a Mi llamado. Mañana vendré en la Gloria de El Shaddai para que lo honremos eternamente. Que así sea. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Yo soy la siempre Virgen Inmaculada
En este día, queridos hijos, en el que todos los Cielos proclaman Mi más pura y divina Consciencia Inmaculada, quisiera que en el Cielo de este Centro Mariano del Niño Rey proclamaran la venida de su Madre Celeste.
Deseo que cada uno de Mis hijos, aquí presentes, pueda despertar en sí su espíritu inmaculado, guardado en la esencia profunda de cada ser.
Por eso, en este día, su Madre, la Inmaculada Concepción, llega a este Centro Mariano para terminar de fundar y erguir las bases espirituales que harán de este lugar una de las primeras islas de rescate planetario para los Reinos Mineral, Vegetal, Animal, Humano y Dévico.
A lo largo de estos últimos años, en los que este Centro se fue construyendo, ustedes, queridos hijos, vivieron y aprendieron el servicio incondicional y el amor.
En este ciclo, en el que la consciencia humana deberá ser guiada en su experiencia de redención y de purificación, Yo los invito amorosamente a ingresar en la vivencia madura de la Ley de la Jerarquía, para que cada paso que aquí se dé esté permeado por más puro Amor de Dios y de todas Sus Consciencias Celestiales.
Necesito, hijos, que desde ahora sus corazones se preparen para vivir un nuevo ciclo, un ciclo de instrucción consciente e interna que comenzará a partir de los impulsos que dará toda la Jerarquía Espiritual a este planeta.
Ustedes, ya teniendo las bases formadas de la fraternidad, del servicio y del amor, podrán, juntos como en otros tiempos, dar ese paso por el bien común y por un Propósito Mayor.
Hoy les dejo el recuerdo de Mi Inmaculada Concepción para que, en este día 11 de febrero, desde el Centro Mariano de Lourdes resurja la inocencia que tanto necesitan esta humanidad y este planeta para vivir su despertar y redención.
Estoy feliz de retornar al pesebre de la Nueva Tierra, para ver al pequeño Niño Jesús en cada uno de ustedes. Estoy agradecida porque Me recibieron con amor y devoción.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice con la Llama Trina,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy dedico este mensaje a todos los jóvenes de la luz, a las nuevas semillas que en estos tiempos definitivos están brotando y en quienes Mis ojos de Madre pueden ver las virtudes que despiertan en ellos.
Es así que esas semillas de la juventud que hoy están brotando representan para Mi obra corredentora la expresión de la pureza esencial que en cada uno de ellos debe guardarse.
En la juventud están las bases de la Nueva Humanidad, es por eso que su Madre Celeste se ha dispuesto a trabajar directa e incondicionalmente con esas almas.
Por eso he pedido en los últimos días que difundan en el Brasil el Festival de la Juventud por la Paz, para que los propios jóvenes que llevan adelante ese impulso de hermandad y de unión con los Reinos de la Naturaleza puedan en un futuro llevarlo a Centroamérica, Norteamérica, Europa, África, Oceanía y Asia.
Quisiera que la cultura de la juventud por la paz sea conocida en los cinco continentes al igual que el Encuentro mensual de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad, en el que la juventud especialmente debe tener un espacio más amplio en donde poder expresar sus dones musicales y sus virtudes artísticas.
En la juventud planetaria, que está despertando a la búsqueda de la vida espiritual y a la no agresión a los Reinos menores, está el potencial para que abran las puertas para muchas almas en el mundo entero, las que no conocen Mi maternidad ni Mi amor por cada uno de los hijos de Dios. Por eso la Campaña de la Juventud por la Paz debe expandirse también en varias lenguas, así como el Encuentro de Música para la Cura debe estar doblado a otros idiomas.
Así, queridos hijos, quiero mostrarles el camino hacia el verdadero ecumenismo universal que no es comprendido por la Iglesia de Mi Hijo; vengo a enseñarles el ecumenismo de la hermandad y de la paz, el que predicó Mi Hijo hace dos mil años.
Agradezco la adhesión de todos Mis hijos.
Les doy las Gracias por recibir en sus corazones Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy visito un lugar que Yo he concebido como muy especial para Mi Corazón. Hoy desciendo en Gloria sobre Mi casa y la casa de todos los Hijos de María del mundo entero.
Desde aquí surgirán las bases para poder vivir una oración verdadera, colmada por el más absoluto amor. Desde aquí nacerán las flores redimidas de Mi jardín celestial.
Es por eso, queridos hijos, que para poder establecer una parte de Mi Reino y así consagrar maternalmente esta casa, Yo tuve que abrir las puertas para la liberación de todo lo que le impedía a esta ciudad volver a recibir Mi Gracia Maternal.
Es así, queridos hijos, que hoy consagro esta casa como la antigua y sagrada Casa de su Madre María de Nazareth. Quisiera que esta sea la casa de las almas pobres, donde ellas pudieran encontrar el alimento de la oración para sus espíritus y, al mismo tiempo, el reencuentro con el amor.
Por eso, hoy universalmente bendigo esta casa con el nombre de “Nuestra Señora de los Pobres”, para que el mismo espíritu de Mi simplicidad y humildad se espeje en este lugar con el fin de que, en la simplicidad y en la humildad, las almas pobres se sientan amadas y aceptadas por sus semejantes.
Es así que la casa de los Hijos de María, de Nuestra Señora de los Pobres, tendrá la misión de crear para esta ciudad, para la nación y para el mundo un potentísimo canal planetario de oración, para que todas las heridas espirituales de las almas pobres sean curadas y sanadas por la misión que los Hijos de María cumplirán aquí.
Para eso, queridos hijos, su Madre Celeste hoy coloca en esta casa a los siete Ángeles de la Guarda de Mi Reino, los que protegerán y acompañarán cada oración que será recitada y construida desde sus corazones.
La casa de la Señora de los Pobres deberá ser conocida en el mundo entero, para que las almas sepan que tendrán un lugar a dónde recurrir y ser amparadas. Hoy Me uno a los hijos que concibieron con amor, dedicación, armonía, devoción y gratitud este sagrado espacio.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice y los consagra en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Con el amor de Mis hijos, Yo puedo llevar adelante la Obra de Dios en la Tierra.
Es el amor de Mis hijos lo que impulsa a los santos ángeles a que realicen su servicio incondicional a la humanidad.
El amor de Mis hijos ayuda a revertir las causas imposibles, porque ese amor está unido a la Fuente.
El amor de Mis hijos construye los grandes puentes de luz entre los abismos y, su Madre, caminando sobre ellos, puede ir al rescate de las almas sumergidas en esas realidades.
El amor de Mis hijos puede elevar la consciencia planetaria; así, todo lo que pesa en la humanidad también es elevado y transmutado.
Con el amor de Mi hijos, los universos inmateriales se pueden aproximar a la humanidad y así se establece una comunión con ellos.
En el amor de Mis hijos se encuentra el potencial de los Nuevos Cristos, de aquellas almas que, en otros tiempos y en otros universos, fueron preparadas para este ciclo y para cumplir esa misión.
En el amor de Mis hijos, Yo puedo obrar y hacer de esta raza una raza redimida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama en el Amor de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que se abran las puertas de los Cielos y que las almas comulguen del Amor de Dios.
Que la vida sea regenerada y reciba los Dones santos que la fortalecerán.
Que el Espíritu Santificado descienda y colme de amor a todas las almas.
Que todos puedan alcanzar el camino de la ascensión para que, habiéndose roto las cadenas, la libertad interior se pueda expresar.
Todo es reconstruido, y es hora de participar de eso; todo es convertido, finalmente, en lo que el Padre del Amor necesita.
Se lleva adelante la última obra del fin de los tiempos y todos reciben la oportunidad de acompañarla.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los eleva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entre pocos se reconstruirá la Nueva Tierra, y de ellos nacerá el alivio para todo lo creado. Por eso, en este ciclo los esfuerzos serán grandes y los pasos que se deberán dar serán cada vez más grandes que las posibilidades de todos.
Llegó el momento de dar ese salto hacia la confianza mayor de Dios. El Padre y Su amado Hijo nunca desampararán a Sus discípulos, porque así, podrán dar los pasos que harán ascender en muchos planos a la consciencia humana.
Atavismos deberán ser vencidos, y para eso la concentración y la paciencia serán llaves que permitirán construir dentro de cada soldado una sólida fortaleza que hará de él, en cada etapa, un servidor pleno en las Manos de Dios.
Abismos deberán ser cruzados, infiernos de la consciencia deberán ser cerrados. Pero, por encima de todo eso, estará la mano guía de Aquellos que en el principio guiaron a las estrellas. Estamos en el momento en donde la balanza es mostrada para que cada uno se defina y coloque su peso en uno de los platillos.
La Gracia hará de las cosas imposibles, conversiones grandiosas. Solo que los discípulos de Cristo no podrán bajar los brazos antes de tiempo. Todo estará permitido y, de las elecciones de sus semejantes, muchos aprenderán a amar lo que nunca consiguieron amar.
Valentía, coraje, paciencia y, sobre todo, amor en la consciencia ayudarán a atravesar este tiempo planetario de inestabilidad.
Que los que aún persisten sepan que estamos con ellos. El Padre Celestial Nos envía desde lo más Alto del universo para hacer que se eleven los que acepten el rescate final. ¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los contempla y los impulsa,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis amados hijos:
El fin de estos tiempos, y la purificación de las almas, requiere que los servidores de Cristo asuman misiones y tareas que no estaban previstas. Para eso, hijos Míos, el Señor los prepara a todos mediante el sacrificio y la entrega interior para que den los pasos y así el Plan se cumpla.
Quien se oponga a realizar esa Divina Voluntad sufrirá demasiado, y lo que ya estaba resistente se resistirá más, hasta que el glorioso golpe de la espada de Cristo rompa las estructuras. Por eso, en este tiempo, hijos Míos, los invito a buscar la esencia de la humildad interior para que ustedes, que deberán enfrentar en estos tiempos difíciles sus propias transformaciones, consigan recursos internos para poder hacerlo.
Por eso, hijos Míos, llegó la hora de colocarse en el peldaño que a cada uno le corresponde y no intentar avanzar salteándose las reglas de la Ley de la Jerarquía. La obediencia los protegerá de ustedes mismos, y cuando no la cumplen todo se vuelve más frágil.
Anímense a decir sí a la llegada de la Justicia Divina y pronto se podrán transformar en lo que Mi Hijo espera hace tanto tiempo. Sean simples y verán nacer la humildad que será el escudo contra toda adversidad. No olviden seguir Mis pasos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los educa espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Alabado sea Jesús por Él estar presente en sus vidas en Cuerpo y Sangre en la Eucaristía.
Alabado sea Dios por permitir que Nuestros Corazones y Voces se hagan presentes en estos tiempos críticos.
Alabada sea la vida y el aprendizaje que cada uno recibe, porque es lo mejor que el Universo y la Divina Misericordia les pueden entregar.
Alabado sea cada momento que será vivido, porque detrás de él existirá una llave y un aprendizaje para vivir.
Todo sea alabado, desde lo más pequeño hasta lo más grande, desde lo insignificante hasta lo que es grandioso en el Universo. Porque todo forma parte de la Creación y todo es semejante entre sí.
Alabemos y, en esa alabanza, agradezcamos por todo lo que se nos da, porque en la gratitud que pueden expresar sus corazones nunca faltará lo que sea verdaderamente necesario.
Demos gracias a Dios por todos los que no lo hacen y se olvidan de lo fundamental, que es ser agradecido en cada etapa de la vida.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Espejo del corazón tiene la capacidad de irradiar lo más sutil y puro que existe dentro de cada ser. Es decir, todo lo que proviene de la Fuente Creadora.
El Espejo del corazón en esencia puede potenciar y al mismo tiempo atraer corrientes de cura y de amor del Universo. Porque el Espejo del corazón puede estar en el vacío y en ese estado mantener la neutralidad necesaria para poder enfrentar cada nueva etapa.
El Espejo del corazón es humilde, y en esa humildad puede recibir los Dones y los Rayos que le permitirán cumplir con su tarea en este planeta. Porque en el Espejo del corazón se guarda un vacío, el que permite ser llenado por nuevos principios de redención y de transfiguración.
El Espejo del corazón corresponde al área de la región de nuestro pecho en donde habita el tesoro más importante de la vida: el corazón. Allí el Espejo del corazón se desarrolla espiritualmente siempre y cuando la consciencia, el alma encarnada, refleje en su vida los requisitos o los patrones necesarios para llevar adelante una tarea de amor por el planeta y la humanidad.
El Espejo del corazón es invencible y al mismo tiempo abierto a los cambios que la consciencia necesite vivir.
Les agradezco por activar el Espejo de sus corazones.
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En cada nuevo paso que dan, la Jerarquía Divina y universal puede llevar adelante Su Obra de salvación de la humanidad y de rescate del planeta. Por eso, cuando se abren los ojos a los Planes que Dios le muestra al mundo, se pueden realizar en las almas las diferentes fases de la obra, y así atraer hacia el planeta, especialmente hacia la humanidad, la oportunidad de la ascensión espiritual.
La elevación de cada molécula, de cada célula, como de cada consciencia de este planeta, ayuda ampliamente a que la Obra de la Divina Jerarquía pueda llegar a otros campos de la consciencia, que aún necesitan de cierto tipo de impulsos para poder evolucionar y crecer.
En este sentido, queridos hijos, en cada nuevo paso que dan, las almas del mundo pueden recibir ciertas oportunidades que antes no estaban previstas. Esto es posible por algo que es fundamental, lo que llamamos adhesión a la Obra Divina, adhesión a los Principios Celestiales que descienden en estos tiempos para concretar la Obra redentora de Cristo en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Traigo la Luz de Mi Corazón para que las almas iluminen sus caminos.
Traigo la Luz de Mi Corazón para que Mis hijos encuentren el sendero hacia el amor.
Traigo la Luz de Mi Corazón para derramarla sobre el planeta y toda su consciencia.
Traigo la Luz de Mi Corazón para que las almas abandonen sus abismos.
Traigo la Luz de Mi Corazón para que la humanidad reciba la Gracia de redimirse.
Traigo la Luz de Mi Corazón para hacer de este planeta un lugar sagrado, como lo fue en el principio.
Con esa Luz que Yo traigo, Mi Corazón puede disipar el mal.
Con la Luz que Yo traigo en Mi Corazón, puedo tocar a cada alma que lo necesite y liberarla de sus errores.
Con la Luz que Yo traigo en Mi Corazón, concedo la libertad interior y la oportunidad de unirse cada día más al Padre Creador.
Con la Luz que Yo traigo en Mi Corazón, elevo a las consciencias hacia nuevas esferas.
Que esta Luz que emana como un manantial de Mi Corazón, realice la Obra de Dios en las almas y en todas las criaturas que deben despertar a su redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más