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Hijos:
La paciencia en la transformación y en la purificación es primordial. Recuerden que están ante una condición humana degradada desde hace siglos y ante códigos que emergen de la consciencia para que sean transformados y que, incluso, trascienden la vida en la Tierra, pues tienen sus raíces en el universo.
Recuerden siempre que Aquel que vino al mundo para darles un ejemplo era el Hijo de Dios Vivo y tuvo que padecer los males de la Tierra y transmutar los atavismos de la humanidad para abrirles el camino. La trascendencia de la materia humana de Jesús comenzó desde Su gestación hasta Su último suspiro en la Cruz. Si el Dios Vivo trabajó en cada instante de Su vida para poder culminar con Su aprendizaje de amor, no esperen que con ustedes sea diferente. ¿Cómo quieren santificar sus cuerpos y sus almas si recién ahora están comenzando a comprender este camino?
El Hijo de Dios era consciente de la vida universal y de sus misterios; era conocedor de todas las ciencias cósmicas, porque era uno con Aquel que las creó; y, aún así, para liberar el miedo de Su última Célula y vivir el pleno amor con todos los niveles de Su Consciencia, tuvo que llegar a la Cruz y perdonar todo lo que hasta allí había vivido.
Hijos, mucho aún les falta para llegar a la perfección. No tengan prisa, tengan paciencia. Sin embargo, sean constantes y persistentes y no se acomoden al hecho de que la transformación les durará la vida entera.
Sí, la transformación absoluta les ocupará toda la vida, pero cada día deben alcanzar un nuevo escalón, para que al final de esta vida sean dignos de llegar a otros mundos y dimensiones celestiales que los aproximan a Dios.
La transformación durará toda la vida, porque la evolución es eterna y no porque estarán siempre en el mismo lugar. Cada día deben darse un nuevo paso y una nueva comprensión, basados en el esfuerzo permanente. No se preocupen si dan pasos largos o cortos, porque cada día y cada ciclo los llevarán a un escalón diferente.
Lo que en verdad importa es que no se detengan y que sean constantes.
Ábranse todos los días para que el Amor de Dios los transforme y retiren un poco de sí de la propia consciencia para ceder espacio al Amor y a la Presencia divina.
Cada día, retiren un objeto de su morada interior para dar lugar al Morador Celestial, que un día llegará. En algún momento, tendrán la casa vacía y limpia para recibirlo.
Su padre y amigo de siempre,
San José Castísimo
Hijo:
Cuando el universo te da Gracias, distribúyelas sobre el mundo por medio de actos misericordiosos, oraciones, silencio, alegría y vivencia de las virtudes.
Cuando el Cielo se abre ante tus ojos, aunque muchas veces la limitación de los ojos humanos no lo vean, contempla con la mirada interior esa insondable Gracia de la Presencia Divina y clama por el planeta, por los ignorantes, por los adormecidos.
Ofrece al Padre una transformación verdadera, un verdadero milagro para Su Creación. Que, al contemplar el mundo, Su Corazón herido encuentre un aliento en tu esfuerzo permanente.
No te pediré, hijo Mío, que no caigas más ni que no peques más, porque este mundo siempre te llevará a caer y, aunque no quieras, una parte de ti siempre peca, porque de alguna forma colabora con la degradación humana.
Lo que te pediré hoy es que, si caes, te levantes; si pecas, que limpies tus manchas con el Perdón y la Misericordia divina, con el arrepentimiento verdadero, el que te ayudará a no cometer siempre los mismos errores.
Tus debilidades son las mismas de muchos de tus hermanos del mundo; por eso, encuentra fuerza para superarlas en el ofrecimiento permanente de hacerlo por los demás, por aquellos que están ciegos de espíritu.
Hoy, hijo, te ofreceré un camino de reparación, camino en el cual tu vida se torna un servicio planetario, en el que todos tus actos, pensamientos y sentimientos son ofrecidos a Dios para reparar algo. Si así lo hicieras, cometerás menos errores y meditarás antes de actuar, porque tu consciencia te recordará que todo lo que haces es para Dios.
Ofrece al Padre tu tentativa diaria de superarte y, si no consigues hacerlo, ofrécele tu intención y persistencia. No desistas nunca, hijo, porque los méritos se encuentran en el corazón y en la consciencia de los que tienen intenciones puras.
Muchas veces, vale más una intención sincera de superar alguna cosa y la eterna tentativa de hacerlo que el acto de aquel que fácilmente se supera cada día. Más vale el pecador que se esfuerza por salir del pecado que el santo que así lo es por naturaleza.
Haz de tu vida una reparación permanente de las Llagas de Dios y que Él encuentre en ti un aliento verdadero.
Te dejo Mi bendición y Mis gracias, para que des pasos fecundos.
Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Hijo:
Cumple con alegría la misión que Dios te encomendó, la misión de vivir en la Tierra principios que provienen del Cielo y manifestar en el mundo una Nueva Humanidad.
Muchos se preguntan todos los días, si están haciendo lo que deben hacer como almas y como espíritus; se preguntan, en dónde deberían estar, con quién y haciendo qué. Pero pocos, muy pocos están esforzándose para verdaderamente abrir el corazón y atraer un arquetipo de la vida que aún no existe en la superficie del planeta.
Si quieres vivir lo que Dios pensó para ti, comienza por disponer tu corazón para algo nuevo. Busca dentro de ti lo que debe ser perdonado y lo que debes perdonar. Busca dentro de ti la fuerza para vencerte a ti mismo y ser más manso, más humilde, más servicial y pacificador.
Trata de romper dentro de ti las barreras que te separan del prójimo y trabaja en ti todo aquello que juzgas en los demás. Permanece todos los días con el espejo del corazón dirigido hacia ti mismo y, antes de irritarte o de criticar algo que ves en el otro, observa el espejo del corazón y mírate a ti mismo reflejado en aquel defecto que no puedes soportar.
Trata de comprender al otro como te comprendes a ti mismo: así como sabes que tienes infinitas dificultades y miserias, los otros también las tienen. Así como intentas dar los pasos y te esfuerzas de buen corazón, el otro también lo hace.
Solo la comprensión mutua abre el corazón para la vivencia del amor.
Si no consigues controlar las reacciones de tu mente ni de tus emociones, no te preocupes tanto; pero que ellas duren poco y que energías como la ira, la envidia, la codicia o aun el sentimiento de superioridad no tengan tu permiso para permanecer dentro de ti.
Si amas al Plan de Dios, hijo, o por lo menos quieres amarlo, reflexiona siempre que el Creador necesita de una raza de Cristos y no de uno solo, y que no será suficiente que tú te cristifiques. Recuerda que no necesitas ser mejor ni peor que nadie, pero que tanto tú como aquel que tienes al lado deben llegar a la meta de la unión con Dios.
Ese es el gran misterio de la existencia humana y, por eso, vienes como espíritu hasta aquí, para curar los errores del pasado en el universo.
Para que el Plan de Dios se cumpla, los seres humanos deben ayudarse mutuamente. Recuerda esto hijo, todos los días y, antes de colocar trampas en tu camino, deseando que este o aquel desaparezca de la Tierra, acuérdate de que sin ellos tu vida tampoco tiene sentido.
Acuérdate de que no importa cuán imperfecto seas tú o el otro, pues existe algo dentro de cada ser que lo asemeja a Dios y que abre los portales entre las dimensiones para que toda la Creación se una al Padre.
Si quieres que tu espíritu se aproxime y que tu alma te conduzca por el camino de la Voluntad del Creador, ábrete primero a la transformación, a la vivencia del amor y de la fraternidad, y después el propio universo conducirá tus pasos y no tendrás que andar tan preocupado contigo mismo.
Escucha con atención Mis palabras y vuelve a escucharlas una y otra vez, porque es mucho más fácil olvidarlas que ser verdaderamente transformado por ellas, ya que tu humanidad no está acostumbrada a buscar lo Divino, sino solo aquello que la engrandece y la afirma como materia.
Ilusión de ilusiones es no buscar ser nada como hombre, creyendo que la vida comienza y termina en ti. No conoces lo que es ser en verdad un ser humano semejante al Padre, pues para eso, hijo, debes vivir la unidad con Él: morir para ti y nacer de novo dentro del Creador.
Te dejo Mi paz y Mi bendición, para que descubras la verdad sobre ti mismo, olvidando lo que piensas ser.
Ábrete para ser nada y ahí encontrarás Todo.
San José Castísimo
Queridos hijos:
Cuando las almas no consiguen cumplir con el propósito que vinieron a realizar en este plano, esa situación se reparte entre aquellos que sí cumplen con esfuerzo la otra parte del Propósito espiritual de Dios. Es así que la balanza está en desequilibrio, porque en verdad cada alma debe cumplir con lo que ha venido a hacer.
Pero, queridos hijos, las consciencias no pueden asumir por mucho tiempo la parte que otra consciencia dejó de cumplir, ya que cada ser tiene una capacidad para sobrellevar su compromiso ante el Plan. Esta realidad es una cadena en constante desequilibrio y hay consciencias que en este tiempo sobrellevan tareas ajenas solo por amor al Proyecto de Dios.
Imaginen, hijos Míos, cuántas consciencias en el mundo distraídas por la innovación y por la astucia de Mi enemigo dejan de cumplir el servicio que en verdad vinieron a prestar. Así la consciencia planetaria cuenta con muy pocos y verdaderos servidores que alivien la crisis actual de la humanidad. Las almas se sorprenderán cuando vean todo lo que dejaron de hacer, a veces por libre albedrío, llevando el proyecto de la raza a una constante decadencia.
El Universo Celestial trabaja en este tiempo con las consciencias que en verdad tienen un buen corazón y que ya no anhelan nada para sí. Es de esa forma, hijos Míos, que la concreción del proyecto humano está enmarcado dentro de un cuadro de pocas posibilidades, dada la gran indiferencia de la raza humana.
Por eso, todos son llamados a la oración permanente y diaria para que en esta recta final la mayoría alcance la meta de cruzar el portal hacia la salvación, antes de que todas las Puertas del Cielo se cierren y comience a suceder la purificación total de la humanidad, porque entonces ya no habrá más tiempo.
Arriésguense a salir del punto en el cual se colocaron y asuman la purificación y el servicio al Plan mientras sirven a Dios con todo amor y sacrificio. Recuerden que la vida de comodidad y de confort en el mundo será lo primero que se purificará por la presencia de la crisis de hambre que viven muchas, muchas almas.
Como la Madre de la Divina Justicia los intento llevar a otro estado de consciencia en donde se puedan dar los cambios que hasta ahora no se han visto.
¡Les agradezco por comprenderme y por adherirse!
Ora por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La duda es la energía opuesta a la confianza y cuando ella emerge, Mi adversario aprovecha para sembrarla en la consciencia que tiene débil su fe.
Pero la duda es más nociva cuando se transmite a otras consciencias que no deberían ser contagiadas por ella.
Cuando la energía de la duda es colocada en otros corazones sin juicio ni control, la consciencia instantáneamente se vuelve un instrumento del adversario, porque Mi enemigo le gusta alimentarse sin mucho trabajo de todo lo que los dudosos emanan.
La energía de la duda aparece en lo profundo de la consciencia cuando la misma recuerda todo el tiempo su pasado y lo revela a los demás corazones. Es en ese momento que, abriendo una puerta incierta al pasado, la consciencia que duda es astutamente colocada por Mi adversario en un lugar y espacio de consciencia donde ya no debería estar, y esto es más comprometido para quien ya camina en el sendero de Mi Hijo.
Es como retroceder muchos pasos hacia atrás y no poder salir de ese espacio.
Después de la duda, aparecen otros aspectos que son parte de la condición humana, que la propia consciencia debe transformar y trascender.
No es apropiado para un discípulo de Cristo, satisfacer su vida recordando todo el tiempo el pasado y ver esos acontecimientos como algo genial.
La duda es sembrada cuando la consciencia tiene grandes dificultades de amar la obediencia a Dios y a sus semejantes, como también de vivirla.
La duda se instala en la consciencia cuando la verborragia desune lo que cuesta tanto construir y cuando los comentarios no elevados salen de la boca del discípulo.
Todas las raíces de la condición humana se transmutan con determinación. Quien sigue a Mi Hijo no puede ir y venir por dos caminos, porque un día se enfrentará a su realidad de forma desconocida.
La transparencia, la humildad y el silencio evitan que ciertos aspectos mantengan amarrada la consciencia a todos los aspectos destructivos que irradia Mi adversario.
Cuando esta realidad de la consciencia no es tratada con seriedad y transparencia, por Ley de Jerarquía, la Divinidad solo puede observar y orar, así como lo hace con la mayoría de la humanidad.
Cada discípulo de Cristo debe tener claro que no puede ser un imán que por sus acciones atraiga el caos del mundo. Todos son llamados a purificarse en la verdad y sin mentiras, porque cuando la consciencia llegue a otro plano de consciencia, después de haber pasado por este, se dará cuenta de que no está en donde siempre ha creído estar.
Es así como hoy, miles de consciencias están en el purgatorio, después de haber tomado consciencia de sus acciones.
Solo debemos orar y callar.
¡Les agradezco por responder en consciencia a Mi llamado!
Los ayuda a crecer interiormente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escribe tu verdadera historia de amor y de pureza en lo más profundo del corazón y guarda cada experiencia como una riqueza inolvidable.
A través de la oración, permite que cada espacio de tu ser sea iluminado y construye, a través de la constancia, el camino hacia el infinito Corazón de Jesús.
No pierdas las fuerzas de tu espíritu por lo que suceda a tu alrededor, más busca todo el tiempo que tu transformación sea el ejemplo y el modelo de santidad para los otros.
Encuentra, en cada diálogo con Dios, el motivo para proseguir y deja que el Soplo de Su Divino Espíritu transfigure cada aspecto de tu ser. Para que eso pueda suceder, las puertas del corazón deben estar abiertas y así todo será maravillosamente transformado.
Para el Señor no hay herida que no pueda ser curada. Para Dios no hay obstáculo que no se pueda trascender. No hay separación que pueda desunir a los corazones si antes existe el verdadero amor.
Por eso, encuentra en cada nueva experiencia una oportunidad de crecer y deja que la resistencia se desvanezca de la consciencia.
Crece en humildad, en santidad y en servicio.
Dispone de cada momento de la vida para realizar los Planes del Creador.
Realiza cada servicio como si fuera el último. Ama al prójimo como si fuera la última vez. No dejes de expresar lo que verdaderamente eres y dile no a la soberbia y a la indiferencia humana.
Ama con el Amor de Jesús y expande la luz de tu espíritu.
Deja que los ángeles te guíen en tus caminos hacia el Templo sagrado del Corazón de Jesús, allí encontrarás el propósito de tu vida y el de toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Padre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Debes creer que conseguirás la transformación cuando tan solo des pasos hacia la paciencia, hermana fiel de la mansedumbre.
La paciencia es el arte principal del discípulo que está despojándose de sí para seguir a Cristo.
Busca en la paciencia la ciencia de la paz, y deja que ese don y esa fuente inunden tu ser.
Por la paciencia se alcanza la expansión del campo de la consciencia, y todo se vuelve más real y profundo.
Deja que la paciencia cristifique tu ser lo antes posible, para que así puedas ayudar a la humanidad y a todos los que lo necesitan.
La paciencia no solo es una virtud, sino que también es algo que se cultiva y que permite preparar a todo el ser para dar un gran paso. Es por eso que todos Mis hijos deben tener presente este principio para que, estando bien despiertos, puedan cultivar nuevos estados de conducta.
La paciencia es un atributo que proviene del Padre para la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Vengo desde el Cielo, en este día de Gracia plena, para proclamar la victoria de los corazones redimidos por Cristo.
Vengo para declarar el triunfo del Plan de Dios en las almas que respondieron desde el principio a Mi llamado.
Vengo para revelar el valor incalculable de la transformación de los corazones que se entregan en confianza a Dios, y cómo las puertas del Reino de Dios se abren sobre cada uno de ellos.
Vengo para mostrarles, hijos Míos, el poder de la reconciliación entre las consciencias que una vez se equivocaron y cerraron su corazón a Dios. Por eso, como la Madre de la Divina Reconciliación concedo esta Gracia divina para que las almas se liberen de las cadenas de los errores constantes.
A través de la unión espiritual de cada hijo Mío con Mi Gracia superior, se establece la liberación del pasado y la renovación total de la consciencia que antes estaba espiritualmente alejada de Dios.
Queridos hijos, en este día Yo les traigo a la consciencia que antes de que todo suceda en la humanidad, las almas pueden estar libres de sus sufrimientos y, así, estar preparadas para ingresar en los comandos de Cristo, Vuestro Rey y Señor.
Hijos Míos, cuando sus corazones se abren, otras oportunidades pueden surgir; el Universo los ayuda a dar ese gran paso hacia la entrega a Dios y a Su Plan divino.
Quisiera, hijos Míos, que todos los días vivieran la reconciliación del corazón, para que muchas más almas reciban la Gracia de encontrar la redención. Eso comenzará primero en sus familias y después en la humanidad.
Yo los impulso a caminar a Mi lado porque los amo y deseo lo mejor para cada hijo Mío.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los reconcilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Estaré contigo todos los días de tu vida y después de esta vida terrenal, porque ese es el compromiso maternal de Mi puro Corazón con cada criatura de este planeta.
Estaré contigo en la victoria del amor y en el triunfo de la transformación, porque cada consciencia es llamada a dar un paso.
Estaré contigo en la mansedumbre y en el silencio, porque cada ser debe conocer lo más profundo de sí para poder consagrarse al Plan de Dios.
Estaré contigo en la soledad, en el error y en la tristeza, porque cada etapa de la vida que el alma transita es para donarse un poco más, hasta servir completamente.
Estaré contigo en cada paso del espíritu, porque las consciencias hoy son llevadas por las corrientes del universo a vivir intensas experiencias que, cada día, las aproximan más al camino del Amor Crístico.
Estaré contigo en cada momento decisivo, porque en este ciclo la oración colocará a cada alma en el punto necesario para poder cumplir el Plan.
Estaré contigo en cada gesto de amor, porque el mundo se olvidó de amar con Amor Divino y de traer el Universo de Dios al planeta.
Estaré contigo en cada etapa de la vida, porque los apóstoles de Cristo deben despertar y vivir la misión que les fue encomendada.
En toda experiencia humana o espiritual, Mi Hijo estará con ustedes, porque las almas deben aprender a conquistar el Reino Divino para abandonar la condición humana.
Los Tres Sagrados Corazones estaremos con todos los que se animen a decir sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡Alabado sea el Dios del Universo! Honrado sea Su Nombre santo, porque Su Presencia y Su Misericordia los salvarán.
Mientras el Padre Me envía todos los días para retirarlos de la ilusión y enseñarles pacientemente a aceptar la transformación y vivirla, por otro lado, Mi adversario intenta destruir los núcleos de luz que Yo he construido en las consciencias que ya definieron seguir de por vida Mi llamado y Mi camino hacia Jesús.
Es así, queridos hijos, que la perversión, la obstinación y el descontrol de los deseos humanos golpearán la puerta de todos los discípulos, pero no les abran y solo reconozcan que llegó el tiempo de la purificación intensiva.
Mientras los corazones definen su vida espiritual y su evolución, pidan al Universo los poderes de la Gracia, de la Misericordia y los dones benditos que hicieron de la Sagrada Familia un proyecto único para la humanidad.
Mientras los valores de la espiritualidad y de la familia se pierden al ser sustituidos por acciones y decisiones impulsivas, el adversario aprovecha el momento para debilitar en las consciencias la importancia de vivir la santidad y así cambiarla por una vida liberal.
En ese estado se encuentra la humanidad y la mayoría de las almas que todavía deben definir sus pasos hacia Cristo. Por eso, una primera y gran batalla se dará dentro de cada ser, para confirmarse o para perder la posibilidad de seguir el Proyecto de Dios antes del Apocalipsis.
Queridos hijos, con todas las legiones de Miguel Arcángel estamos en oración, pidiendo que las almas perciban que todo el planeta está en una dura y constante batalla.
Para salvaguardar sus caminos, y para que estén más protegidos de toda adversidad y tentación, les pido que Me invoquen y que llamen a sus ángeles de la guarda con determinación para que las corrientes contrarias sean disueltas con el ingreso de la Luz de Dios.
Rezo continuamente para que todos Mis soldados luchen Conmigo en la liberación y la redención de todo el mal planetario; esta batalla es el preámbulo del triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Ora con ustedes y por ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Así como Mi Hijo Yo renuevo todas las cosas.
Así como el amanecer renueva el día, los ciclos de la vida y la propia vida de todos los seres, Yo los renuevo en cada nuevo encuentro, en cada nueva súplica de verdadera oración.
Así como el fuego reaviva la brasa y da nuevo sentido a aquello que estaba muerto, transformando en ceniza fecunda la materia degradada, así los Mensajeros Divinos llegan a este mundo para transformarlo.
Muchos están muertos en vida y no lo percibieron, pero, si se dejan quemar por el fuego divino que desciende a la Tierra, primero se volverán brasa incandescente, después ceniza y polvo y parecerá que no sirven para nada; pero Aquel que conoce la ceniza y conoce el polvo, como un gran agricultor celestial, utilizará ese polvo para fertilizar nuevos árboles, nuevas flores, nueva vida. Y verán ante sus ojos cómo renacen de la nada en la que se convirtieron y, cómo desde ese momento, conocerán verdaderamente lo que es la vida, porque es solo después de ser materia fecunda en las Manos de Dios, hijos, que conocerán la existencia humana.
Cuando la brasa que los quemaba se apague, no se preocupen y no teman; dejen que el corazón, como espíritu, se torne humilde ceniza y polvo, entregados a los Pies de Dios para que Él los recoja y los haga renacer a su tiempo.
Con todos los caminos desviados de la humanidad, Mis amados, llegará para todos el momento de ser nada, para después estar en todo y ser todo.
Si están en Mi Corazón y permiten que cada ciclo se cumpla según las Leyes celestiales, vivirán en paz cada uno de esos pasos y, aun cuando parezca que mueren, sabrán que así es, para que un día renazcan en el vergel celestial, dando vida a muchos árboles que darán frutos y nuevas semillas. Es de esa manera que el Reino de Dios se establece en este mundo.
Cuando ustedes, Mis amados, se entreguen a Dios, muchos otros podrán comer de los frutos de su entrega y también dejarán semillas de la nueva vida para los que vendrán después y que no necesitarán vivir lo que ustedes vivieron, porque el suelo ya estará fértil y fecundo.
Mis queridos hijos del Brasil y del mundo entero, con simplicidad y amor los llamo a que confíen en Vuestra Madre Celestial y, de esa forma humilde y sin muchos secretos, los acerco al Corazón de Dios, para que reconozcan la propia misión y se sientan participantes del Plan del Creador en este mundo.
Abandonen desde ahora, hijos, la vieja vida, el viejo hombre y permitan que Mi fuego de amor los queme y los transforme para siempre.
En la simplicidad de Mi Inmaculado Corazón, los bendigo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Sol
Paz para el mundo y fin para la guerra.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Yo vengo a absolverlos en el nombre del Amor y del Perdón, en nombre de la infinita Piedad que existe en el Universo y que se vive en los ángeles y arcángeles, en todos los seres de buena voluntad, que en el Universo y en la Tierra viven el Plan de Dios.
Hoy, Yo vengo como el Rey del Universo, como la Presencia viva de Dios para esta humanidad, aún muy dormida.
Vengo a despertarlos del sueño de esta vida material para que sus almas se eleven a Mí y, en comunión Conmigo, sigan Mis pasos, que son los pasos que Dios les pide dar en esta hora definitiva de la humanidad, en el principio del ápice de esta transición, que muchos no sabrán enfrentar.
Por eso he venido aquí, no solo para bendecirlos con Mi Misericordia, sino para unificarlos con Mi Plan y con Mi propuesta de paz para el mundo.
Hoy, quisiera que dejaran a Mis Pies lo que ya no deben vivir, lo que no pertenece a Mis Caminos, ni a Mi Obra.
Quiero que se transformen en Mí y Yo Me transforme en ustedes, para que sean nuevos cristos; una nueva raza que colonizará a la humanidad cuando surjan los 144 000, que cada día más, se aproximan en el espíritu del despertar y de la misión que son convocados a vivir en este tiempo final.
Sé que muchos de los que hoy están presentes no entienden lo que Yo digo.
No necesito, compañeros, que Me entiendan, sino que Me vivan, que guarden Mis Palabras en el corazón, porque no son solo palabras.
Mi Verbo es vibración y energía, es principio de manifestación y de toda Ley para este Universo, del cual ustedes forman parte en este sistema solar.
Por eso necesito que abran sus corazones y no sus mentes, porque lo que Yo estoy diciendo hoy, lo dije hace dos mil años atrás, en cada una de la parábolas, en cada uno de los signos, y aún así en Mi Pasión, que fue la señal más visible para todos ustedes, de que Mi Obra aún continúa, en la Victoria de Dios, el Altísimo.
He traído para ustedes a los ángeles de la guarda, para que les puedan prestar un poco más atención, porque ellos les sirven desde sus orígenes y esperan que los puedan percibir. Solo a los ángeles y a nadie más, que se haga parecer a un ángel.
Su oración los elevará a esa consciencia, a la que Yo necesito que se aproximen, a la Consciencia Ultraterrestre, a la Vida Divina y Universal; porque la humanidad está muy densificada.
Pesan mucho sus acciones, sus sentimientos, pensamientos y las obras que van en contra del Plan de Mi Padre, en contra de la humanidad y de las almas.
Hoy les revelo, a través de Mi Corazón, el Plan de Dios en esta era de la Tierra, en este momento de la humanidad, en donde cada uno de ustedes, compañeros, debe ser ese principio vivo de Mi Presencia en el mundo; debe ser ese soldado que responde a los comandos y ese apóstol que lleva la palabra de salvación y de verdad.
Para que todo eso sea posible en este momento, compañeros Míos, transfórmense, transfórmense mucho y no teman transformarse.
Ha llegado la hora de que todos ustedes y el mundo se purifiquen, no con temor, sino con valentía, para soltar las amarras del pasado, destituir lo que no es del Plan de Dios y abrazar la cruz que el Padre les entrega en esta trayectoria evolutiva de la humanidad.
Así, estarán Conmigo viviendo Mis Principios; porque Yo los ayudaré a levantarse del suelo, a elevar sus ojos hacia el Universo para que reconozcan su estrella y así, se unan nuevamente con su Dios.
Adoren al Padre, que sigue ofendido, y ofrezcan una reparación, en este día, por todo el mundo.
Así ustedes, compañeros, recibirán lo que necesitan en la hora cierta y no cuando lo busquen; porque todo tiene un tiempo, dentro y fuera de ustedes.
Hoy les ofrezco Mi Constancia, por cada una de sus almas y por las almas del mundo que aún no Me viven.
Hoy les traigo esta realidad, porque Yo quiero compartirla con ustedes y así ustedes la compartirán Conmigo, en este eterno silencio que hoy promulgo para todos, el silencio que vive en el silencio y que permite descubrir lo que verdaderamente sucede dentro de los corazones.
Abracen este momento como algo único y reconfirmen sus votos de colaboración con el Plan; ese Plan que hoy no conocen en profundidad, pero que hoy les entrego para que lo puedan seguir en oración y vigilia, en fraternidad y servicio.
Yo necesito que continúen cumpliendo lo que Yo les pedí hace dos mil años.
Las almas están muy perdidas y los corazones se desesperan por no conocer el Amor de Cristo, vuestro Señor.
Si hoy vengo aquí para pedirles estas cosas, es porque en verdad lo pueden hacer, de una forma simple y honesta, sin tantos conceptos, ni formas. Porque en verdad les digo, compañeros, todo nace del corazón, y es el corazón de cada alma que rige las cosas, y es el que ayuda a que todo se cumpla, bajo la Voluntad de Adonai.
Como les dije en el día de ayer, compañeros, en los más jóvenes debe despertar el discipulado, el discipulado de Cristo, quien guiará sus vidas y los conducirá por el camino correcto de la redención.
Estén despiertos a lo que les digo y no pierdan ni una palabra, porque no podré volver a repetirla.
Digo todo esto antes de que todo suceda, pues ha llegado la hora de que los corazones se conviertan por el fuego de la oración y por el principio de la paz; y que todos sean más hermanos, unidos en una gran familia espiritual regida por Cristo, para esta Obra Redentora del fin de los tiempos.
Esta región y esta ciudad deben ser la cuna de las nuevas cosas, de los patrones elevados de conducta, de fraternidad y de hermandad.
Los jóvenes deben conocer Mi energía crística para que puedan redimirse. Y así como lo hizo Juan, el apóstol, puedan seguir Mis Pasos hasta el monte de la Cruz, en donde Yo compartiré lo que espero compartir con todos, en esta hora del planeta.
Yo vengo a curar en ustedes lo que aún no está cicatrizado, vengo a sanar sus heridas.
A través de Mis Llagas, Yo los purifico; a través de Mi Sangre, Yo los consagro; y a través de Mi Cuerpo, Yo los glorifico en el nombre de Mi Padre, para que al fin se cumpla la Nueva Humanidad.
Recemos:
(Padre Nuestro en arameo).
Y hoy lavarán sus pies, como Yo se los lavé a los apóstoles, que en ese momento no comprendieron la humildad del Maestro de la Luz.
Porque en la humillación y en la renuncia de los que lavan los pies a sus hermanos, se encuentra la existencia del amor y de la vida, que los unifica con el Universo y así, todo es renovado, como Yo lo renové en la Cruz por ustedes y por el mundo.
Así quiero que lo hagan siempre y que lo vivan todo el tiempo que puedan.
Porque quien se lava los pies, lava su pasado, cicatriza sus heridas y reenciende su alma en la Luz de Dios, expulsando lo impuro, exorcizando todo lo que no es de la Luz, bajo la Energía Crística de Jesús.
Canción: Por las Llagas de Jesús...
A través de Mi Sagrado y Glorificado Corazón, compañeros, Yo les entrego Mi Bondad y Mi Gracia y los hago participar de Mi Espíritu, en esta Comunión perfecta con Mi Padre Eterno.
Así, Yo los bendigo, los renuevo, los curo y los elevo cerca de Mi Corazón, para que estén entre Mis Brazos y sigan sintiendo la confianza que, desde el principio, todo estuvo bien.
En el nombre de la Luz, les agradezco y los bendigo bajo la señal luminosa de la Cruz Redentora de Vuestro Rey.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Ahora, puedo irme en paz de este lugar, porque sé que Me han escuchado en este momento y en otros tiempos, ¡Mis amados apóstoles en redención!
Querido Mío:
No acongojes tu corazón por lo que aún no has conseguido realizar o trascender.
Quiebra las barreras de la inercia y de la ilusión a través del poderoso fuego de Mi Corazón y espera, en vigilia, porque todo se realizará.
Acompáñame en la meta de tornar tu vida un pequeño templo sagrado mediante la purificación de tus actos, sentimientos y pensamientos. Todo tiene su ciclo, es inútil que te apresures para ver los resultados.
La paciencia es la llave maestra de los perseverantes y de los inocentes. Cuando no puedas abrazar la transformación, escóndete en Mi Inmaculado Corazón y confía, bajo Mi Manto te vuelves invisible.
Camina a Mi lado tomándote fuerte de Mi mano y sintiendo, en cada paso que das, que Yo te enseñaré a superar todos los abismos de la consciencia.
El verdadero discípulo debe conocer su propia condición humana para aprender a amar más allá de las condiciones humanas de los otros.
Deja que el fluir de Mi llamado te haga sentir seguro del camino que recorres, porque el fracaso no existe para Dios, solo existe la falta de amor en los que aún no aman.
Vivir la escuela de la redención es un propósito para todos los autoconvocados. Deseo que tu corazón se purifique hasta ser tan puro como lo es cuando te acercas a Mi materno Corazón.
No dejo de atender a los que necesitan una ayuda especial, todos son hijos predilectos para Mí. Que el camino de la transformación sea el escalón para que algún día tu alma se convierta en Cristo.
¡Adelante! Sigue adelante y sin desánimos, la humanidad al fin se consagrará por el triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Establece el Reino de Dios en tu interior, ese espacio de paz donde las Leyes Universales encuentran su manifestación.
Establece en ti la unión con el Padre y permítete asemejarte a Él, dándole la potestad de transformarte según Su Voluntad.
El Reino de Dios no es como los reinos de este mundo, donde algunos disfrutan de las riquezas y la mayoría sufre y trabaja para servir a los primeros.
En el Reino de Dios todo está impregnado por la Consciencia Divina. El Creador está en todos Sus siervos. Él mismo es la esencia de la humildad, viviendo en el más pequeño como en ningún otro.
En el Reino de Dios solo triunfan la paz, el bien, el amor y la unidad, principios que se convierten en leyes manifestadas en la vida de todas las criaturas que comparten ese estado de consciencia, que es el Reino del Creador.
Vive estos principios en ti y vuélvete digno de ser portador del Reino de Dios, que emerge primero en el interior de los seres, a partir de la unión con el Padre, y después se establece fuera, en la vida material de este mundo.
Todo principio, ley o manifestación de la Consciencia Divina, antes de plasmarse externamente en la vida planetaria, primero encuentra su morada en el corazón de cada ser. El corazón es el puente con Dios, es la puerta hacia el Cielo, es el gran manifestador de la Voluntad Divina. Todo aquel que tiene una misión, primero la conoce en el corazón, la siente, la comprende y la acepta, para después vivirla.
Cristo, primero vendrá a los corazones en Espíritu y Divinidad; después, se manifestará en Cuerpo y Alma, cuando Su morada ya esté establecida en los corazones de aquellos que, habiendo reconocido Su Presencia en los propios corazones, lo reconocerán cuando retorne y cumplirán con Él el final de esta Obra Redentora. Por eso, lleva el Reino de Dios hacia dentro de ti; hazlo siendo consecuente con él, viviendo la paz, el amor, la unidad y la humildad como premisas.
Deja, hijo, que las Leyes Superiores actúen en tu corazón y que, desde ti, lleguen al mundo entero. Déjate ser moldeado, transformado, corregido. Prepárate y consolida en ti el Reino de Dios, morada segura para el Redentor.
San José Castísimo, aquel que prepara el retorno de Cristo en el interior de los seres.
Queridos hijos:
Contemplemos en este día el silencio de Nuestro Señor en profunda preparación para lo que Él vivirá en Su Pasión. Para eso, hijos Míos, así como los apóstoles, sigan los pasos del Redentor y comulguen de este sagrado momento.
Yo los animo a vivir la Pasión de Cristo como un hecho de transformación y de amor para todos. Yo espero, hijos Míos, que sus corazones se pacifiquen así como se pacificó Jesús desde el día en el que supo que la injusta muerte lo esperaba. Él venció a la muerte y a todas las tinieblas.
Preparen sus seres internos para participar, junto al Amor de Mi Hijo Celestial, de estos días de reflexión y de vivencia de la Pasión de Cristo. Permitan, Mis amados, que el fuego del Corazón de Mi Hijo los transforme para que pierdan su condición humana y así se consagren al apostolado del Hijo Universal.
Queridos hijos, en estos días iremos preparando sus consciencias para que despierten a importantes realidades del plano espiritual.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los encamina por el sendero de la Pasión del Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Calvario
En el nombre santo de Mi Hijo amado, Yo los bendigo y les entrego la Gracia de pertenecer en estos tiempos al Plan del Creador.
Abro Mis brazos y extiendo Mis manos sobre ustedes, para que Mis rayos de Perdón y de Amor colmen sus almas del Espíritu santificador de todas las formas y así se establezca la colonia de los nuevos apóstoles de Cristo. Son ellos, al igual que los misioneros de la paz en Medio Oriente, los que verán a su alrededor la miseria humana encarnada en la vida de los inocentes y de los que padecen el agravio por las guerras.
Es a través de los silenciosos apóstoles de Cristo que podrá concederse un tiempo más de paz, cuando ellos se encomienden al Plan de Dios, todos los días de sus vidas.
Queridos hijos, mientras caminan hacia la transformación y en sacrificio por el mundo, nunca estarán con las manos vacías, porque siempre tendrán el Espíritu de la Providencia para donarlo, a través de las obras, a los que en verdad necesitan ayuda espiritual.
En estos tiempos difíciles, deberán reflejar su sagrada fidelidad y su confianza en todo lo que viven, en agradecimiento a Dios por haberles permitido crecer en consciencia y en simplicidad.
Podrán ayudar y servir al mundo entero que sufre cuando sus corazones reverencien, día a día, los designios que descienden sobre ustedes como una Gracia transformadora.
Mi apoyo y Mi Luz siempre los acompañarán. Yo soy la Madre Universal que todo comprende y ama, pues Mi único propósito es que imiten a Mi Hijo y que algún día se parezcan al Cristo de los pobres, amando todo así como Él amó.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Paz viva que brota del Corazón de Dios, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Mientras todo el universo se moviliza para auxiliar de alguna forma a la humanidad, e incluso el Creador desciende a la Tierra, entre los hombres, por intermedio de Sus Mensajeros, no seas tú indiferente y no vivas más tu pequeña vida como siempre la viviste.
Hijo amado:
Sé que a tu consciencia le cuesta mucho despertar a la realidad espiritual de la vida, en la cual todo lo que intentas vivir encuentra un sentido, pero si tu corazón, tu mente y tus sentimientos no salen, aunque sea un poco, de las preocupaciones materiales y de todo lo que te envuelve en relación con la vida en la Tierra, en poco tiempo tu camino espiritual perderá sentido.
Si no tratas ahora de comprender cómo se mueven los acontecimientos en lo que concierne al espíritu y cuánto más real es lo que sucede en las dimensiones superiores que aquello que que se precipita en la Tierra, corres el riesgo de envolverte de tal forma con dichos acontecimientos que te parecerá que de nada vale orar y clamar a Dios. Mientras el Señor espera de ti una transformación absoluta, tú esperarás que Él venga y resuelva todo por ti, solo por el hecho de emitir algunas oraciones todos los días.
Orar es la acción primordial para tu vida, pero debe estar acompañada del servicio, de la acción, de la trascendencia, de la transformación, del ser y del parecer.
Comprende, hijo, que esta batalla final ya comenzó en el nivel del espíritu y que, por menos que lo percibas y sigas viviendo como si nada diferente estuviera sucediendo, no significa que tu consciencia no esté siendo partícipe de este acontecimiento universal.
Llegó el momento de madurar y no solamente de conmoverse con la actual situación planetaria, porque ¿de qué le sirve a Dios y a Su Plan que llores por la falta de acogimiento y fraternidad de los demás y que ores algunas Avemarías por Medio Oriente si, después de tus oraciones, demuestras que los códigos de falta de fraternidad y de amor también están dentro de ti?
No llores más ni por ti ni por la actual situación planetaria, porque en verdad desconoces completamente la gravedad de estos tiempos. Haz aquello que está a tu alcance para transformar, aunque sea con cuentagotas, la vida en este mundo.
Sé fraterno, sé amoroso, sé servicial, vive la santidad, vive la unidad con Dios. Esto es lo que permitirá que los Mensajeros Divinos sigan intercediendo por el mundo, por los que más necesitan y que no siempre son aquellos en los cuales pensaste.
Lo que ahora se necesita es que la humanidad genere méritos para equilibrar el mal en el mundo; por eso, perdona, ama, reconcíliate con el prójimo, apoya con tus oraciones y, como puedas, las misiones que Nosotros pedimos que se realicen.
Concéntrate en los detalles y en las pequeñas cosas y construye una base firme, para que tengas, algún día, la posibilidad de actuar en las grandes cosas. Por ahora, deja que las grandes obras las realicen Aquellos que pueden hacerlas, porque ya trascendieron los aprendizajes menores de la vida material y ahora retornan al mundo para auxiliarlo. Hablo de los Mensajeros enviados por Dios.
No dejes de ser simple y humilde. Esto vale más que cualquier gran acción.
Tu padre y compañero,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de caos y de guerra en el mundo, sus corazones puedan vivir en el Espíritu de Mi Paz, así Yo tendré donde depositar Mis divinos dones, aquellos que reorganizarán a toda la Tierra.
Que para estos tiempos difíciles que todos están enfrentando, su esmero de elevarse al Cielo y de quedarse allí sea permanente, para que de esa forma Mi Hijo encuentre refugios internos seguros donde poder obrar y estar presente en esta era de intensa transición.
Queridos hijos, que sus ojos estén mirando a los Míos, para que a través de la mirada celestial de Vuestra Madre sientan la paz y la serenidad para seguir adelante hasta que se cumpla el Proyecto del Creador en esta raza.
Queridos hijos, que en el tiempo de su purificación, la oración junto a la unión interna con Cristo sean la llave maestra, con las que se podrá establecer un nuevo principio de hermandad y de luz para el mundo.
Hijos Míos, al abrir sus ojos para mirarme, reciban de Mi Espíritu, el gozo y la santa plenitud de servir a Dios a pesar de los tiempos cruciales.
Animados a vivir una sagrada transformación, queridos hijos, les dejo el impulso divino para que día a día persistan a través de la fe, y sus almas finalmente alcancen a realizar la tarea que en este tiempo vinieron a cumplir.
Hoy estoy con los más necesitados de apoyo espiritual, estoy con todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Luz para todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La vida humana es igual a una piedra dura. Ella debe ir siendo quebrada de a poco hasta que esté hecha polvo y todos los aspectos, que en ella se representan, estén disueltos.
La piedra humana es la más dura de romper, porque guarda en sí una fuerza que se resiste a transformarse o a ser molida como el grano.
En el ser humano existe aún una piedra más dura, que es la piedra de su corazón, la que no puede ser quebrada de una sola vez porque perdería todo el sentido de su existencia. La piedra del corazón es más dura porque se fortalece a través de los sentimientos que ella genera y que no le permiten encontrar el camino de la paz.
Son pocas las piedras que se quiebran por sí mismas de una sola vez. Lo que a estas piedras le desintegra el orgullo es la humillación o a veces sentir el temor de Dios.
Hay piedras tan duras y fuertes que no se rompen fácilmente. Si esa acción de quebrarse por dentro no funciona en la consciencia, a veces ni con una instrucción recibida, no puede cambiar, porque se fortalece su propio yo, y en verdad pierde la Gracia de encontrar un camino de transformación más liviano.
Ahora Mi Hijo está con Su gran herramienta de Luz entre Sus Manos a punto de quebrar muchas piedras de corazones duros. Si Él diera un solo golpe, el efecto podría ser intenso. Si Él golpeara medianamente, el impacto repercutiría poco. Por eso, Cristo necesita que algunas piedras estén bien destruidas para que el orgullo pueda morir pronto y el alma encuentre el sentido de su misión verdadera.
No hay piedra dura o menos dura que se pueda resistir al golpe de Cristo. Para que Él pueda reinar en una consciencia superflua, el Maestro debe expulsar de un solo golpe las resistencias y expurgar todas sus raíces.
El universo sabe que la resistencia es una energía que condena o que hace sufrir al alma continuamente. Les digo, Mis hijos, que se preparen porque las piedras más duras y resistentes serán quebradas sorprendentemente.
El Señor intenta que los aspectos de la vida no hundan la evolución del alma. Por eso, en ciertos casos, la Ley del poder celestial evita que más cosas se precipiten.
Queridos hijos, el efecto de un golpe certero de Cristo en sus duras piedras, puede generar varias consecuencias y movimientos internos. El Maestro sabe que un golpe de Su Mano quiebra todas las cosas, porque no es un golpe de castigo o de miedo, sino que es la energía que removerá las cosas internas y externas de su lugar.
Nadie puede oponerse a eso. Por eso, que las piedras más duras, más resistentes y orgullosas se preparen para vivir un quiebre total de sus estructuras. Ya no hay tiempo para las cosas superficiales.
Aquellos corazones que saben que son resistentes y que no lo consiguen, sepan que serán ayudados a desatrancar los vicios humanos. El tiempo de la paciencia ya pasó, la humanidad ingresó en el ciclo de la ardua y aguda purificación.
El Universo de Cristo hará todo lo posible para que Sus ovejas no se pierdan, pero no habrá espacio para acumular piedras duras en el establo del Corazón del Señor. Todo será molido, por eso abracen la oración e imploren, para que siempre sean guiados.
Agradecemos el arrepentimiento de los que no lo consiguen y son humildes al pedir ayuda. Ellos pronto estarán libres de su propia soberbia.
La balanza de la Ley tiene Mi Corazón Inmaculado sobre uno de los platos, Mi Consciencia genera peso de amor y de pureza para salvar a las almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la consagración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos queridos:
Mi Inmaculado Corazón ardientemente aspira a que el Plan de Dios se cumpla en el corazón de cada criatura de este mundo, y en consecuencia, en cada nación y en cada pueblo. Pero Mi aspiración, por divina que sea no es suficiente, porque los seres da la Tierra necesitan decirme "sí" y seguir los pasos que, día a día, mes a mes, Yo dicto para todos.
Mis amados hijos, quiero que Mi Paz hoy ingrese en sus corazones y confirme a sus mentes, Mi presencia. Yo estoy aquí para transformarlos por completo, pero si no se abren ante Mí, cómo podré hacerme sentir en sus corazones.
Muchos Me piden confirmaciones de que Yo estoy aquí. Otros Me piden milagros para que sus familias y amigos puedan creer en Mis Apariciones, pero son pocos, muy pocos los que hacen de sí mismos Mi mayor milagro en este mundo.
Mis queridos, Yo ya hice muchos milagros en otros tiempos y sigo haciéndolos para que aquellos corazones más incrédulos puedan abrirse, al menos un poco, a Mi Amor. La humanidad no aprendió a valorar lo que Yo entregué y no supo reconocer que los milagros que hice fueron la última salida para aquellas almas que perderían, completamente, su evolución en poco tiempo.
Convoco a este grupo al crecimiento, al esfuerzo y a la persistencia. Quiero ver en sus rostros algo más que el reflejo de seres convertidos al camino de oración, porque no estoy aquí solo dando la última oportunidad para consciencias que nunca aceptaron la redención: Yo estoy congregando a los que se comprometieron Conmigo desde el principio de este Mi Plan de Amor y de rescate planetario. Consciencias que impulsarán a otras a la transformación y que podrán entregar sus propias vidas, si fuere necesario, para que hagan renacer en este mundo una nueva humanidad.
Les pido que desenvuelvan la fe en sus propios corazones, más allá de fenómenos y milagros, y que forjen, con el Fuego del Espíritu de Dios, la propia transformación. Así es como harán despertar en sus corazones al Cristo Vivo, que como potencial habita en lo profundo de sus esencias.
Es por este motivo, hijos, que les pido que den lo máximo de sí, que los corrijo y les digo la verdad tantas veces, aunque sea dolorosa para aquella parte de sus consciencias que se aferró a la vida material y que poco le interesa las cosas del espíritu.
Por eso, esfuércense por escucharme y seguirme siempre, aunque no Me comprendan. Si no se resisten, al final de todo verán el milagro que realicé en sus vidas y en qué transformé el barro de sus consciencias, cuando se dejen moldear por Mis manos divinas.
Los amo y los bendigo siempre. Los guardo bajo Mi manto,
Su Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más