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Queridos y apreciados hijos:
Mientras la humanidad atraviesa su más profunda noche oscura y muchos ya no consiguen ver la Luz en sus caminos, Yo los llamo a tener gratitud por todo lo que recibieron del Cielo.
Mientras las muertes y los exterminios dilaceran el Corazón de Dios por los inocentes y, principalmente, por los niños que mueren; Yo los llamo, hijos, a valorar en lo más profundo todo lo que recibieron del Cielo.
Mientras muchos de Mis hijos sustituyen la vida de la familia, del amor y de la unidad por las modernidades; Yo los llamo, hijos, a reverenciar todas las instrucciones y enseñanzas que recibieron.
Mientras el mundo, en su mayor parte, vive desastres de la naturaleza porque no escucha el dolor de la Madre Tierra y muchos hijos pierden todo lo que les costó construir en su vida entera; Yo los llamo, hijos, a agradecer día y noche que aún tengan una casa donde poder vivir y reposar, una Comunidad en donde poder estar sin preocuparse de tener que trabajar para sobrevivir.
Mientras el hambre, la enfermedad y el destierro forzado golpean a millones de hijos en el mundo; Yo los llamo, hijos, a conscientizarse de la Ley de la Providencia y de la Manifestación.
Queridos hijos, en la desigualdad que vive el mundo, Yo los llamo a ser iguales.
En los excesos y las ambiciones que viven las almas, Yo los invito a la austeridad equilibrada.
En la falta de diálogo y en el agravamiento de la violencia en el mundo; Yo los llamo al diálogo, a la escucha y al respeto del prójimo.
En la ceguera espiritual en la que muchos están sumergidos y en la resistencia que muchos sostienen, inclusive los que dicen seguir Nuestros Pasos; Yo los llamo a la apertura del corazón y al arrepentimiento.
Si ustedes, hijos, consideran al menos cada una de Mis Palabras; Yo les aseguro que Me ayudarán a que el mundo recupere la paz y la comunión con la Ley.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Que tu corazón este siempre limpio para que puedas recibir a Dios en tu interior, escuchar Sus Palabras y seguir Sus Pasos.
Que tu corazón sea puro, corazón humano y divino, donde el Espíritu de Dios pueda habitar y guiar tu vida a cada instante.
Para consolidar en tu interior una morada santa, hijo, necesitas aprender de la determinación, no la determinación fruto de la voluntad y de los impulsos humanos, sino la determinación fruto del amor, del diálogo y de la comunión con Dios, la determinación que nace de la voluntad de corresponder a la Voluntad Divina y ser enteramente Su morada, Su instrumento.
La determinación espiritual debe nacer en tu interior para que madures y consolides cada día el Propósito de Dios para tu vida. Esa determinación surge del amor a Cristo y se forma, cada vez más intensamente, a medida que tu corazón está más unido al Sagrado Corazón de Jesús.
La confesión con Dios cada día fortalece en ti la determinación de seguir Sus Pasos, renueva tu corazón y te impulsa a comenzar de nuevo, a pesar de las caídas, y a no desistir, a pesar de los desafíos
La adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo colmará tu ser de Gracia Divina y fortalecerá en ti la determinación para saber decir no delante de las tentaciones y estímulos que repetidas veces te llevan a caer.
De esta forma comprende, hijo, que para desarrollar en tu corazón la determinación santa que lleva a un corazón puro, necesitas colmarlo de la Gracia que el relacionamiento sincero con Cristo trae para tu vida a través de la confesión y de la adoración diarias, porque estos dos momentos serán para ti como beber de la Fuente del Amor de Dios, para amar Su Voluntad y Su Pensamiento perfecto, para escuchar Sus Designios y renovar tu compromiso con Él, para que sepas estar en este mundo y vencer sus estímulos.
En estos tiempos de tantas batallas que se traban en lo invisible de la mente, de los sentimientos y de los sentidos humanos, la determinación espiritual será un don necesario para que consigas mantenerte de pie. Por eso, busca esta Gracia y cultiva este don en tu corazón.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
¿Dónde está tu corazón mientras oras? ¿Por dónde vagan tus pensamientos? ¿Por dónde siguen tus sentimientos más profundos? ¿Acaso huyes de sentir el dolor del mundo?
Ora, hijo, con tu corazón entero, pleno y presente en cada instante; con tu corazón rendido, ofertado a los Altares Celestiales como puente entre Dios y el mundo.
Ora con tu pensamiento presente, viviendo y meditando sobre cada palabra emitida al Corazón del Padre, sintiendo y recibiendo la respuesta de Su Gracia, que se vierte sobre la Tierra.
Ora con tus sentimientos elevados a Dios, dejando que la propia oración alinee tus emociones con las dimensiones divinas, para que tu ser pueda sentir el dolor de Dios por el mundo, la compasión de Dios por las almas, el Amor de Dios por la vida.
Ya no ores solo como un clamor o un diálogo con el Padre, ora como una experiencia de Dios en ti. Aprende a unirte a Su Corazón y hacer así que Su Presencia esté más viva en este mundo a través de tu pequeño, frágil y misterioso espíritu.
Sé un espejo de Dios para la vida.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Para comprender y amar la Justicia de Dios, primero, hijo, debes abrir tu corazón para conocer al propio Dios, puro Amor, Misericordia y Compasión, que, con ternura, aguarda el retorno de Sus hijos a la Fuente Celestial.
Con tu oración, con tu diálogo con el Creador, con la meditación sobre todas las santas palabras que Él ha enviado a lo largo de los siglos, con la adoración al Cuerpo Eucarístico de Cristo, con la contemplación de Su Sagrada Faz, con el silencio, con la propia vida, conoce a Dios y profundiza tu contacto con Él.
Busca saber quién es Él para que, entonces, sepas que Su Amor excede todos los límites y se oculta hasta aun en la justicia y en las correcciones que expresan Sus Leyes en la vida universal y planetaria.
Conoce a Dios y sabrás, hijo Mío, que Su amor, siempre presente, está sobre ti a través de los Ojos de Dios fijos en tu corazón. Deja que esa mirada te ampare. Encuentra tú también la Faz Sagrada de tu Creador y únete a Él, por medio de una mirada que encuentre la Suya y que se transforme, se funda, se disuelva en esa Presencia Divina.
Todo eso se alcanza no solo con la fe, sino también con el esfuerzo permanente, con la rendición cada vez más interna, más profunda, de los espacios más ocultos de tu consciencia.
Cada día, entrégate más a Dios y sabrás cuánto Él también aguarda para entregarse a Sí mismo a tu corazón.
El Amor de Dios es un espejo que se refleja en tu interior para que lo profundices, para que aprendas a amar. Y cuanto más te abres para recibir el Amor del Padre, más ese Amor se expande y te transforma.
Pide la Gracia de conocerlo más, de dar más espacio a Su expresión, a Su Voz, a Su Vida, a Su Amor en tu interior.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Escribe tu verdadera historia de amor y de pureza en lo más profundo del corazón y guarda cada experiencia como una riqueza inolvidable.
A través de la oración, permite que cada espacio de tu ser sea iluminado y construye, a través de la constancia, el camino hacia el infinito Corazón de Jesús.
No pierdas las fuerzas de tu espíritu por lo que suceda a tu alrededor, más busca todo el tiempo que tu transformación sea el ejemplo y el modelo de santidad para los otros.
Encuentra, en cada diálogo con Dios, el motivo para proseguir y deja que el Soplo de Su Divino Espíritu transfigure cada aspecto de tu ser. Para que eso pueda suceder, las puertas del corazón deben estar abiertas y así todo será maravillosamente transformado.
Para el Señor no hay herida que no pueda ser curada. Para Dios no hay obstáculo que no se pueda trascender. No hay separación que pueda desunir a los corazones si antes existe el verdadero amor.
Por eso, encuentra en cada nueva experiencia una oportunidad de crecer y deja que la resistencia se desvanezca de la consciencia.
Crece en humildad, en santidad y en servicio.
Dispone de cada momento de la vida para realizar los Planes del Creador.
Realiza cada servicio como si fuera el último. Ama al prójimo como si fuera la última vez. No dejes de expresar lo que verdaderamente eres y dile no a la soberbia y a la indiferencia humana.
Ama con el Amor de Jesús y expande la luz de tu espíritu.
Deja que los ángeles te guíen en tus caminos hacia el Templo sagrado del Corazón de Jesús, allí encontrarás el propósito de tu vida y el de toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Padre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más