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Si Mi Hijo se dejó morir por ustedes para poder salvarlos y para que tuvieran vida eterna, acto y hecho realizado por amor, ¿por qué ustedes no perdonarían a los que los han traicionado tantas veces?
El amor es un acto solo para los heroicos de corazón, porque de esa forma se trasciende el error, que es humano e indiferente.
Por eso los invito a amar a los que son indiferentes, omisos y malvados; oren por ellos, porque en ellos Dios no está completamente realizado y son infelices por que cometen tantas veces las mismas fallas sin poder liberarse de ellas.
El amor crístico se gesta en la transparencia, en la renuncia y en el sacrificio por los que no son transparentes, por los que no renuncian y por los que no se sacrifican y se acomodan según sus expectativas terrenales.
Por todos esos Mi Hijo aún trabaja, porque detrás de toda roca dura se encuentra el precioso cristal que todavía no fue hallado por la propia consciencia.
Sean en esta vida como San Pablo, que habiendo hecho todos los males del mundo, tocado por la Luz de Cristo se convirtió en un fiel seguidor de Vuestro Señor.
Por encima de toda indiferencia que reciban, hagan el bien que no pueden vivir y destierren el mal de la separación y de la omisión de los unos para con los otros.
¿Qué ganarán?
Ayuden al mundo a conquistar su redención; para eso primero sean esa redención manifestada a través de una verdadera transformación.
Su verdadera aspiración debe ser la entrega para después vivir la renuncia y por último la humillación por los que no se humillan, al carecer de amor consciente.
Queridos hijos, Mi Hijo bebió ese trago amargo de la negación y, sabiendo que eso era injusto, el amor estuvo en primer lugar.
Como Nuestra Señora de la Piedad aún tengo entre Mis brazos a los que por varias razones se alejaron de Mi Corazón; en piedad contemplo y espero su pronta rehabilitación.
Recemos para que los que perdieron el camino, encuentren de nuevo la luz que los guiaba.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis hijos misioneros
Hijos:
Como síntesis interior de la misión en el Paraguay, reconozcan todo aquello que en los últimos días se fue transformando en cada uno de ustedes y ofrézcanlo a Dios.
Ofrezcan al Padre sus expectativas, sus aspiraciones de haber realizado más de lo que hicieron, de llevar a sus hermanos un auxilio más concreto que les trajese una vida más digna y más sana.
Ofrezcan al Padre la aspiración de haber enseñado y de haber aprendido con los pueblos originarios, de entregarles el amor y la caridad y de recibir de ellos el aprendizaje de la simplicidad y de la pureza.
Ofrezcan al Padre todo lo que, en los últimos días, fue curado y transmutado en la consciencia humana, como los errores del pasado.
Ofrezcan al Padre sus esfuerzos diarios por seguir lo que Yo les dije y también ofrezcan todas las veces en las que olvidaron Mis palabras.
Quisiera que esa misión marcara una profundización interior de la tarea misionera, una mayor disposición de los aprendices de la caridad crística para cumplir con un papel espiritual y no solo material. Que la misión, que sucede en el espíritu, sea cada día más la prioridad en sus vidas.
Cada vez que ustedes aprenden a valorar lo que ocurre en los mundos invisibles y comprenden que es allí donde la verdadera misión tiene su resultado, como Divinidad podemos abrir otros caminos en la consciencia humana y liberar situaciones cada vez más profundas y arraigadas, antiguas e inconscientes para la humanidad actual.
Hijos, no son muchos los misioneros que hoy sirven en la materia y que son conscientes del reflejo espiritual de su misión.
Por eso, el Creador está tan atento a sus movimientos y con tanto amor los acompaña por medio de Nuestra presencia y de Nuestras palabras.
Que el espíritu misionero pueda expandirse en la consciencia humana y que su disposición para profundizar en la transformación interior, como forma de prestar un servicio cada día más cristalino, sea como un código que impulse a la humanidad, un ejemplo que dé a otros servidores un sentido espiritual para el propio servicio.
Si ustedes se disponen a vivir la transformación y asumen dar pasos en su redención, ayudarán a muchos que deambulan por el mundo sin saber qué hacer y que, por sus ejemplos, descubrirán la esencia del servicio, que más que una acción social es un camino hacia la vida crística.
Les agradezco por proseguir y nunca desistir de la transformación. Crean, hijos, que la redención está al alcance de aquel que dice sí. Y si al mismo tiempo que caminan hacia la redención del espíritu prestan un servicio verdadero, abrirán las puertas para la redención de los ciegos y de los indiferentes.
Yo animo a toda la Red Misionera Planetaria a continuar profundizando en la esencia del servicio y a tomar contacto con los pueblos indígenas, como forma de reparar todo lo que ellos vivieron en todos los rincones del mundo.
Su padre y compañero en las misiones,
San José Castísimo
Cuando las almas en el mundo se pierden Yo les hago reencontrar el camino hacia Dios a través de Mi Amor. La redención se establece en los corazones que piden Mi auxilio y también en los corazones que piden por sus hermanos para que Mi Plan de paz se pueda establecer en la humanidad; así Yo le cierro la puerta a Mi adversario, quien corroe a las almas espiritualmente, coloca obstáculos en sus vidas y las lleva a la perdición, principalmente, a la ausencia del amor.
He venido aquí, queridos hijos, para encontrarme con ustedes bajo la Unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, porque la Santísima Trinidad Me ha enviado en este ciclo y en estos tiempos a prepararlos para lo que vendrá. Necesito que sus corazones establezcan Mi reinado en este mundo. Necesito que cumplan Conmigo el Plan de paz que el Señor tanto espera.
El mundo aún está sordo y ciego, mas sus corazones están abiertos para Mí, y ustedes, queridos hijos, saben que eso es así y que Yo necesito de sus corazones para cumplir Mis designios sin importar cómo ustedes sean y cuán imperfectos, ante los ojos del Universo.
No vengo aquí a buscar su indignación, su indiferencia u omisión. Vengo a buscar en ustedes lo que en verdad existe en lo profundo de sus seres y que se llama Dios; es en ese Dios que deben vivir en este tiempo por todos aquellos que no lo viven. Y recuerden a Dios, queridos hijos, cada nueva mañana que despierten, porque Dios es olvidado en este tempo por los corazones que no Lo han comprendido ni han aceptado Su Voluntad, que no es la voluntad inferior humana.
Yo necesito instaurar aquí, queridos hijos, un Reino que sería imposible de establecer en estos tiempos, pero que es posible cuando sus corazones se abren para escuchar Mi llamado cada vez que Yo lo anuncio al mundo.
He venido a Cataluña para traerles el misterio de Mi Amor, como ya se los traje una vez cuando los encontré anteriormente en esta misma ciudad para renovar los votos ante el Padre Celestial. Y quisiera, queridos hijos, que en este tiempo fortalecieran esos votos, no solamente por ustedes sino por sus hermanos que están en este camino y también por los que no lo están y han olvidado a Dios, al Padre del Amor y de la Unidad. Si el amor y la unidad viven entre ustedes y trabajan por ese amor y por esa unidad, Mi Plan triunfará en esta humanidad.
No importa lo que suceda a su alrededor, porque Yo estaré entre ustedes para impulsarlos a caminar y a seguir los pasos de Cristo, pasos que en este tiempo todos tienen la opción de dar por la humanidad y por el planeta.
Aún, queridos hijos, no conocen Mis dolores profundos por esta raza, por todas las almas. Aún no conocen lo que significa sustentar la gravedad de estos tiempos y a una raza sumergida en su ignorancia y en su ceguera.
Yo, como la Madre de la Bondad y de la Misericordia abro las puertas a todos los que no lo merecen, porque la semilla crística está en ustedes y en sus hermanos; semilla que nunca desaparecerá y nadie se la podrá quitar. Es la semilla de la unidad y el amor que Yo vengo a regar de tiempo en tiempo con Mis oraciones, Mis palabras y Mis súplicas por ustedes ante el Padre Celestial. Es la semilla que nunca se podrá secar ni deberá perderse de vista. Es la semilla crística que Mi adversario teme aunque desconozca, porque cuando ella brota, florece y da sus frutos, es invencible.
Queridos hijos, hoy Yo vengo a hacerles reconocer su filiación con el Padre Celestial, filiación que es única para cada uno de ustedes, es preciosa y también misteriosa para muchos. Considérense dignos hijos de Dios y la humanidad entera será digna hija de Dios por los pasos que ustedes den en este tiempo hacia Mi Hijo, hacia Su Sagrado Corazón.
No les vengo a pedir, queridos hijos, lo que no Me pueden dar, sino lo que en verdad Me pueden donar de corazón, con sus vidas en cada acto del día, en cada ejemplo de caridad y de bien para con el semejante. Así, queridos hijos, Yo los invito a compartir las miserias del mundo y a soportarlas Conmigo mediante la oración, el servicio y el sacrificio. Sé que muchos le temen al sacrificio porque piensan que sufrirán, pero Yo no les vengo a traer sufrimiento, sino la Paz del Reino Celestial vivida perpetuamente por los ángeles y arcángeles, en cada momento del Universo Divino y Espiritual. Yo les abro las puertas hacia el conocimiento sagrado que se llama Universo Celestial.
Yo quiero que sean conscientes, queridos hijos, de esta tarea tan importante de fundir el Cielo y la Tierra en una sola unidad. Así las puertas a los infiernos de la vida se cerrarán y poco a poco los corazones perderán su ignorancia, porque los velos caerán de sus consciencias y reconocerán que se olvidaron de Dios y se animarán a retornar al camino de Mi Hijo, que es el camino del amor y del perdón.
Sigan adelante a pesar de lo que suceda y recuerden que Yo los considero Mis columnas de luz y de paz en este mundo infiel. Hagan triunfar Mi Corazón en sus vidas y vívanlo plenamente, porque el tiempo ya llegó y es hora de batallar por este Plan de paz en el mundo, mundo que cada uno construye día a día con su actitud, su pensamiento, su sentimiento y su oración.
Unida a ustedes y junto a cada uno de sus espíritus triunfa Mi Plan, y Mi adversario pierde la guerra que tanto quiere batallar. Ya es hora, queridos hijos, de que sean portadores de Mi Paz y de que la transmitan al mundo, esa es Mi principal tarea con ustedes en estos tiempos.
Ahora coloquen en Mi Corazón Misericordioso e Inmaculado sus intenciones. Yo abro Mi Corazón de luz para que depositen sus súplicas, sus invocaciones, sus pedidos al Gran Padre Universal que los ama profundamente y nunca se olvida de ustedes. Depositen en el silencio de sus corazones esas intenciones.
Ahora extendiendo Mis brazos y aproximando Mis manos hacia ustedes, queridos hijos, rezaré por España derramando Mis Gracias sobre ella:
Padre Santo, Soplo del Espíritu,
derrama Tu Luz sobre las consciencias,
que nunca se desanimen de buscarte,
para que puedan encontrar Tu Paz y Tu Verdad.
Fortalece cada chispa de Tu Espíritu
que se ha congregado en torno a Mi Corazón Inmaculado,
para reverenciar Tu Presencia y Tu legado con toda la Creación.
Ángeles del Cielo, Consciencias Mayores,
guíen a las almas por el buen camino
y llenen el vacío de amor que muchas sienten en su corazón.
Viertan el Espíritu Divino de Mi Hijo,
para que ellas puedan vivir en Su Sagrado Corazón
y ser en este tiempo como una estrella
que todo ilumina desde el Universo.
Amén
Yo los bendigo, queridos hijos, y bendigo todo lo que han traído a Mi altar en reverencia y amor. Bendigo la unión que buscan con Mi Hijo todos los días sin olvidarse de Él, su Maestro, su verdadero amor.
Tráiganme aquí la ofrenda de la Eucaristía para que Mis Ángeles la transubstancien en la verdadera materia espiritual y divina que nutre sus espíritus y consciencias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Siente, entre tus manos, el calor de Mi Inmaculado Corazón que transmite e irradia los Dones del Espíritu Santo.
Siente, entre tus manos, el pulsar de Mi Corazón y contémplalo en devoción.
Siente, entre tus manos, la Luz de Mi Inmaculado Corazón, Luz que se derrama sobre el mundo por cada alma de la Tierra.
Siente, entre tus manos, el fuego de Mi Corazón y observa cuánto brilla aún en ofrenda al Padre Celestial por cada uno de Sus hijos.
Siente, entre tus manos, el Amor de Mi Inmaculado Corazón y viértelo con gratitud en tus hermanos de camino.
Siente, entre tus manos, la humildad de Mi Inmaculado Corazón y adora la pobreza con la que ha salvado al mundo durante la encarnación del Hijo de Dios.
Siente, entre tus manos, el dolor de Mi Corazón, al que por cada palabra de oración pronunciada, se le retira una espina.
Siente, entre tus manos, las rosas de Mi Inmaculado Corazón, que se abren para emanar los sutiles aromas de la Creación.
Siente, entre tus manos, la pureza de Mi Corazón, que se enciende y refleja como un espejo universal de redención.
Siente, entre tus manos, la bondad de Mi Inmaculado Corazón, bondad que intercede por ti, todo el tiempo, para que finalmente despiertes.
Siente el regocijo de Mi Inmaculado Corazón, para que te abras y descubras que el Plan de Dios es perfecto.
Abraza sobre tu pecho el esplendor del Amor de Mi Inmaculado Corazón, porque así te ayudaré a vencer los miedos y a manifestar el apostolado de los Nuevos Cristos.
Siente en tu alma la Gracia de Mi Corazón, para que transforme y purifique todo tu pasado y así, te tornes un terafín en los altares del Creador.
Lleva Mi Luz al mundo y únete a Mi Corazón que hoy está entre tus manos para ofrecerte la conversión.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En maternidad espiritual,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Cada nueva vigilia de oración no es igual a la anterior; por eso, que sus corazones se enciendan para que el Amor de Dios pueda despertar y la Gracia se derrame donde sea más necesaria.
En cada nueva vigilia de oración las almas son llamadas a permanecer con más atención y prontitud ante los pedidos de Vuestra Madre Celeste, porque en cada nueva vigilia de oración procesos planetarios e incluso cósmicos son develados y curados por la Luz de Mi Corazón.
Cuando un alma orante ofrece su verbo a Dios a través de la vigilia de oración, está confirmando nuevamente que el Plan del Padre y de toda Su Creación podrá cumplirse y el alma, que emite dicha confirmación, está autoconvocándose para lo que sea necesario.
Es ese despertar el que los uruguayos deben vivir en este tiempo, sin términos medios y sí con una adhesión pronta para servir a la Jerarquía en lo que sea necesario.
En la vigilia de oración que ustedes comparten Conmigo desde hace cuatro años, hijos, se construyó un potentísimo epicentro de Luz divina, el que se activa y desciende como caudal sobre una situación planetaria o humana que esté necesitando de una fuente de liberación o de cura.
Todas las divinas posibilidades se pueden presentar a través de cada nueva vigilia de oración; todo dependerá de la actitud del orante o del discípulo de María ante el llamado mensual de oración que se realiza. Es por eso que en este tiempo la Jerarquía Divina necesita que la humanidad no creyente pueda reconocer el efecto y el poder transmutador de la oración.
Si a ese efecto de la oración se le suma, por ejemplo el ayuno, los resultados de un trabajo grupal de oración repercuten no solamente en esas consciencias, sino también en las Leyes de la Naturaleza modificando los acontecimientos previstos.
Hoy, hijos Míos, les digo todo esto debido a la urgencia de que ustedes sientan y comprendan en qué están participando vigilia tras vigilia de oración y cuál es el verdadero resultado espiritual que esta obra de oración alcanza, a través del apoyo incondicional de cada uno de ustedes y de toda la Jerarquía Celeste.
Queridos hijos, aún las vigilias de oración por la paz en las naciones proseguirán; no solo para establecer la corriente universal positiva de paz en el mundo, sino también para que gradualmente sus seres internos y la humanidad, por medio de la oración, puedan transformar los aspectos del ego que corroen la consciencia y su pleno despertar.
Todos los que nacieron en este Proyecto de Dios, como saben, traen la esencia del llamado “pecado original”, falta cometida en el principio por Adán y Eva al no haber cumplido la Ley de la obediencia.
Fue desde ese momento que toda la humanidad en el transcurso de las eras ha cargado con ese evento en sus células; así todas las almas aquí encarnadas han tenido y tienen que aprender a superar y redimir la condición humana, que es la lucha incesante contra el propio ego humano que lleva a la perdición.
Mediante las vigilias de oración, ese potentísimo canal mariano intenta corregir y redimir los errores cometidos desde el principio de Adán hasta el futuro próximo.
Ese puente para la liberación y la redención de los errores fue realizado por Cristo a través de la Divina Misericordia, fue quien por ustedes venció al mal e hizo triunfar el Amor de Dios. Es por eso que en cada vigilia de oración, no solo se trabaja espiritualmente con las naciones, sino que la humanidad, que ha perdido los códigos crísticos y sigue cometiendo errores, es ayudada por medio del impulso de la vigilia de oración.
El campo de energía orante que se crea en cada nuevo encuentro influye positivamente en la acción de las Leyes Universales y en el proceso actual de la purificación de todas las consciencias. Es así que cada hijo Mío deberá tener la consciencia lo suficientemente despierta para saber que no solo estará sentado en una silla orando, sino que estará representando a los ocho mil millones de personas del mundo entero que no tienen consciencia de esos procesos.
Espero ver en cada vigilia a Mis soldados, dispuestos y perceptivos para que a través de la oración capten los impulsos internos de los Espejos, y el planeta pueda transformarse y de esa manera no se pierda. Eso dependerá de la actitud de cada discípulo, porque la Gracia vendrá a esa consciencia por añadidura.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien vigila por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como Madre de Jesús, perdí a Mi Hijo, amado y glorificado por Dios, durante Su Pasión y Muerte.
Mi pesar era el pesar de Dios por ver tanta indiferencia humana. Esa indiferencia humana que Mi Hijo y Yo, como Su Madre, tuvimos que transmutar desde el momento en que Él fue entregado a los fariseos.
Así, en un profundo y pesado dolor de Madre, tuve que entregar a Dios lo que más amaba y había gestado en Mi vientre de Luz.
En ese momento, su Madre del Cielo, como mujer y sierva de Dios, confió en lo que estaba sucediendo y en ningún momento Dios nos abandonó, aunque la Pasión de Cristo haya sido extremadamente dura y difícil de soportar.
Cuando una madre pierde a un hijo, es como perder una parte de sí, algo que la propia madre humana engendró en su interior, en su corazón.
Cuando un lazo materno se quiebra por la pérdida de un hijo amado, sea físicamente o espiritualmente, existe un momento que vive la consciencia de una profunda soledad y vacío, más aún cuando ese hijo es indiferente a todo.
Por eso, Cristo aún sufriendo la Cruz del mundo, Me entregó a la humanidad como hijo, para que nuevas consciencias tuvieran la Gracia de ser redimidas por Dios.
Dios envía nuevas consciencias a los brazos de una madre, para que puedan ser atendidas y a partir de allí un nuevo ciclo se presenta a la vida de las almas, y los hijos que no dieron el paso o se mantuvieron indiferentes pasan a otra escuela de amor y de perdón hasta que consigan alcanzar la verdadera unidad.
Hay muchos hijos que se sienten olvidados y que esperan amar y ser amados; por eso, el Padre los envía para renovar el tiempo y la vida de todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de las Américas y la intercesora ante Dios de todos los corazones perdidos y distraídos.
Soy la Gobernanta y Señora de la majestad celestial.
Soy la que permite generar la liberación de todo mal a través de los ángeles del universo.
Mi Corazón pulsa en toda América y se hace sentir en el interior de los que invocan la Presencia de la Madre Universal.
Que. en este día, todas las puertas inciertas se cierren y que las almas aún no definidas den el paso hacia la ascensión interior.
Hoy, que todo lo que impide el despertar de los corazones sea liberado y retirado del universo. Para eso, hijos, que las condiciones internas sean creadas por medio de la oración, de la fe y del amor de todas las consciencias.
Soy la Madre de las Américas y no habrá gobierno ni gobernador mayor que Nuestro Padre Celestial.
Que los temerosos, los injustos y los falsos se exilien lejos de esta humanidad, para que los pueblos sean libres y gesten la nueva humanidad.
Aún hay tiempo para que los corazones se arrepientan y para que los gobiernos de la Tierra cambien de actitud y, de esa manera, la verdad emerja y nadie más sea condenado.
Yo soy la Madre de las Américas y entrego a Mis hijos el afluente de la paz.
Que nadie tema en este tiempo, porque Yo estaré al lado de quien confíe en Mí; pues nada los separará de Dios, ni gobierno ni nación ni estado, todo está bajo la Mirada de Dios.
¡Levántense, americanos, y decreten el triunfo de la Misericordia de Cristo!
Amen para aprender a perdonar. Perdonen para aprender a reconciliarse, y así se curarán de una vez y para siempre.
Yo soy la Madre de las Américas y protejo a todos los rebaños de Mi Hijo. Mi Estrella universal los guía hacia el Propósito. Mi Amor los conduce hacia los portales de la Paz.
No teman por los que imparten el falso poder. Oren por sus enemigos para que, en el día del Juicio Final, no sean sacados de este universo.
Este planeta y este universo son la escuela perfecta del amor y del perdón. Quien no pasa por esta academia de redención, mucho demorará para aprender a servir y amar. Por eso, los Sagrados Corazones vinieron al mundo para confirmar que este universo es de redención y de perdón. Aquí aún se vive la experiencia de la reconciliación y de la paz.
Este mundo sobrevive, en este tiempo, porque debe cumplir el Proyecto Creador, a través de todos los que se autoconvoquen. Toda la humanidad ya cruzó el portal hacia su purificación, las estructuras internas y externas tiemblan; pero quien se redima, ame y se dignifique ante Dios, no perecerá.
Abran aún más las puertas de sus corazones, para que el manantial de la Gracia infinita, en el tiempo que resta, pueda derramarse sobre ustedes y el mundo.
Que los ejércitos marianos de la oración se posicionen en el campo de la batalla final, que tomen sus escudos de fe y sus espadas de amor, y hagan triunfar el Plan de la redención.
Yo estoy con ustedes y lo estaré mientras ustedes Me lo permitan.
Soy la Madre de las Américas, y aquí nacerá el nuevo Edén para el mundo.
Que así sea. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los convoca al Plan del despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Amados:
Hoy Mi Rosario se extiende al mundo entero y, del Centro Interior de Fátima, donde la pureza habita, hago recorrer cada cuenta de Mi Santísimo Rosario por los abismos del planeta, por las naciones en conflicto, por los hogares sin paz y en los corazones de todos los que se unen a Mí en oración.
Mis amados, vengo como Nuestra Señora del Santo Rosario para que la humanidad recobre la pureza que perdió de su corazón por medio de la simple oración del Santo Rosario.
Vengo como Su Santa Madre de Fátima para decirles que en el ejercicio de la oración es que el corazón se fortalece y se prepara para ahondar en los misterios celestiales. Cuando oran de corazón y abandonan las preocupaciones de este mundo para dedicarse solamente a orar, con todo su ser, sus corazones se vuelven espejos de luz que captan de Mi Universo de Amor la paz que deseo irradiar al mundo y que ustedes la reflejen como atributo espiritual para todo el planeta.
Muchos de Mis Hijos se olvidaron de la vida de oración y, aun cuando no encuentren la paz y reconozcan la degradación en la cual se encuentra este mundo, prefieren unirse orgullosamente al caos que, con humildad, rendirse a la vida de oración.
Hijos, aquellos que oran descubren la verdad, porque se unen a la propia Verdad, que es la Consciencia de Dios Altísimo, y así disipan de sus ojos la ilusión que los cegaba.
No hay misterio que no pueda ser revelado al corazón que ora con sinceridad, porque ese corazón conoce la ilimitación de Dios y no encierra, en la pequeña comprensión humana, las expresiones del Creador y la grandeza de Su Creación. Por eso, hijos, deseo que oren cada vez más profundamente, para que sus corazones estén preparados para encontrar la realidad que hasta hoy permaneció invisible para la mayoría de los seres humanos.
Quiero que se fortalezcan no solo para enfrentar el caos con valentía y en unión al Propósito Divino; también quiero que se fortalezcan para hondar en una realidad que trasciende toda la vida material y que no se asemeja en nada a la que conocen hoy.
Quiero que se fortalezcan para que vean encendidos los espejos de Fátima y para que en ellos lean la verdadera historia de la humanidad.
Quiero que se fortalezcan para que vean encendidos los espejos de sus corazones y vean reflejada en ellos la verdad sobre sus espíritus, porque así como el caos se revela al mundo y las atrocidades ya no se esconden, no son más un secreto, de la misma forma, hijos, la verdadera historia de la humanidad también será revelada y no serán unos pocos que la reconocerán. Todo ser viviente y todo aquel que murió en la ignorancia verá ante sí la historia reflejada en los espejos y será el momento de definir la propia evolución, de abrazar el Propósito Divino o retroceder y permanecer en la ilusión absoluta que los envolvía.
Hijos Míos, la oración es más que un instrumento de paz y de redención: la oración es una puerta hacia el Universo de Dios, es el puente que los separa de la ceguera humana y los conduce al horizonte de la verdad. Por eso hoy, hijos, como Reina del Santo Rosario, les pido que oren Conmigo para que Yo pueda despertar en este día, a la vida superior, a cuantos oren y busquen la paz.
Oren para que sus hermanos se acuerden de Mi Inmaculado Corazón y para que, con un simple pensamiento enviado para Mí, Yo pueda hacer el milagro de despertarlos al amor.
Oren, hijos, por la paz entre los hombres y los Reinos de la Naturaleza.
Oren para que se establezca Mi Reino y para que puedan ser dignos de ver emerger ese Reino en la superficie de la Tierra.
Los bendigo hoy y siempre,
Su Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Santo Rosario de Fátima
Hijos Míos:
Vengo como la nueva y esperada Aurora, para encender nuevamente los corazones de aquellos que se olvidaron de Dios.
Vengo a traer la cura y la redención para aquellos que se dejaron influenciar por Mi adversario y se perdieron del camino que el Creador trazó para sus vidas.
Yo vengo, Mis pequeños, para restablecer Mi Reinado en los corazones de los que se comprometieron Conmigo y para renovarlos a través de Mi presencia.
Traigo en Mis brazos todas las Gracias del Reino de Dios. Traigo en Mi Verbo la Voluntad Celestial. Para recibir estas Gracias, apenas es necesario que abran sus corazones. Para reconocer esa Voluntad Divina, solo es necesario escucharme y seguirme con atención.
Vengo para recordarles lo sagrado que existe en el suelo que pisan y decirles, hijos, que de la Nueva Aurora surgirá la Luz para disipar la oscuridad del mundo y la oscuridad de los corazones de los hombres.
Vengo para despertarlos, porque no solo los llamo a acudir a Mi Centro Mariano para que sientan paz en sus corazones, los llamo para que, en nombre de la humanidad, digan “sí” al Poder de Liberación que Dios quiere enviar a este mundo tan repleto de atavismos.
Los llamo para que, en nombre de sus hermanos, acepten recibir la cura que el Creador les ofrece a través del Reino de Aurora y no permitan que ese manantial, que no proviene de este mundo, se cierre por la ingratitud y por la indiferencia de los seres.
Hijos amados, los llamo a despertar a la realidad espiritual, porque muchos aún tienen sus prioridades en la propia vida material y no descubrieron que la mayor necesidad de estos tiempos no se encuentra en la propia vida, sino en la consciencia planetaria.
Yo los convoqué desde el principio para ser Mis soldados, aquellos que se trascienden a sí mismos y a sus propios planes, para servir a un Plan Mayor y para que sean instrumentos de Dios.
El Reino de Aurora, hijos, así como todos los lugares sagrados que aún habitan los niveles sublimes de consciencia, surgirá para ser la base de una nueva vida en el planeta; y necesita del esfuerzo, del empeño y del sacrificio de todos, para que pueda vencer todos los obstáculos que impone el enemigo y así cumplir con este Propósito divino.
Hoy, hijos, Yo los llamaré a dejar de lado el sentimiento de patriotismo y apego a sus propias naciones o a sus propios grupos, para que vivan en el espíritu de la unidad y sientan que Dios no crea divisiones en Su Plan, mas contempla una Obra única, de la cual todos forman parte.
Yo les demuestro y les demostraré todos los días que no existen preferencias para el Creador; lo que existen son prioridades y urgencias, que no son solo físicas, sino sobre todo espirituales.
Si responden con consciencia, con amor y en espíritu de unidad a los Llamados de Dios, comprenderán la esencia de Su Amor y de Su Plan sagrado.
Los tiempos actuales, Mis amados, exigirán un esfuerzo redoblado por parte de todos. Tan solo les pediré que se unan a Mi Corazón y a los corazones de aquellos que representan esta Obra en el mundo y que vivan en el espíritu de la unidad, de la fraternidad y de la confianza, sin dejar espacio en sus mentes y en sus corazones para las dudas y juicios del enemigo.
Les pido, Mis amados, que en este día se unan de corazón a la instructora que les envié a la Tierra. Pido que confíen en su guía, como confían en Mi Corazón, porque esa confianza la tornará cada vez más fiel a Dios, así como Yo lo soy.
La unidad y el amor entre ustedes son lo que construirá la fortaleza de esta Obra divina
Los amo y les dejo Mi Paz.
Vuestra Madre, María, Rosa de la Paz
Yo soy esa Luz universal de Aurora que ilumina los espacios heridos de la consciencia, trayendo cura y sanación a todo el ser.
Soy ese Rayo de Aurora que purifica las partículas corruptas de la humanidad y las transforma en códigos de redención.
Soy ese Manantial de cura de Aurora que renueva todo lo que toca e irradia principios de redención.
Soy esa Llama verde de Aurora que eleva en devoción a los que claman por liberación.
Soy ese precioso y verde Cristal de Aurora que esparce luces victoriosas en las almas que confirman su unión con ese estado de redención.
Soy la Estrella verde de Aurora que convoca a los soldados al camino del profundo despertar.
Soy esa Luz brillante del Reino de Aurora que llama a los discípulos a la instrucción interior, así formo a las legiones redimidas de Cristo en este tiempo final.
Yo soy ese Fuego verde de Aurora que ilumina como antorcha el camino de los seguidores del Plan.
Yo soy ese invisible Espejo de Aurora que atrae los principios de la hermandad y de la unidad.
Ustedes, hijos, pueden ser Aurora cada vez que se unan a ella y afirmen su unión con la Jerarquía.
Que la Nueva Aurora despierte en la vida de cada ser. Que los soles, que aún no están brillando, reconozcan la gran convocatoria del Plan.
Aurora los llama a formar las primeras filas de los ejércitos del Plan. Aurora invoca su Centro Sagrado para que los autoconvocados despierten al Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Luz curadora de Aurora,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En este día en el que su Madre Celeste los congrega para amar el Plan de Dios, Yo los invito a todos los jóvenes de esta ciudad y de todo el Brasil a que sean los precursores de la Campaña de la Juventud por la Paz. Así, Mis queridos hijos, Yo podré acercarme a muchos corazones jóvenes que están engañados y alejados de Dios por las influencias de Mi adversario.
Deseo, hijos Míos, que en esta ciudad nazca la Campaña de la Juventud por la Paz y después que se propague por el Brasil y el mundo entero. Aquí, Yo encuentro jóvenes con potencial de amar el Plan del Creador y de realizarlo por todos los jóvenes del mundo, especialmente por los que viven en el error, en las drogas y en la perdición.
Como soy su Madre Celestial, espero que Me acompañen, Mis queridos jóvenes, en esta misión de llevar la Misericordia de Dios a los más jóvenes, porque ellos son el semillero de la Nueva Humanidad, son los sucesores de los primeros apóstoles de Cristo. Por eso, amados jóvenes, acompáñenme en esta sagrada tarea de llevar la paz al mundo y de poner fin a las guerras, así ustedes construirán en su interior una fortaleza verdadera, plena del Amor de Dios.
Hoy llego a Florianópolis para formar un único rebaño, el rebaño de la juventud, que atraerá por este impulso a más jóvenes que en este tiempo deben encontrar el camino crístico, el que siempre han buscado.
A través de su ofrenda sincera y verdadera, queridos jóvenes de Florianópolis, ustedes permitirán que los corazones más perdidos reencuentren el sentido espiritual en sus vidas. Es por eso, que su Madre Celeste los está convocando a esta Campaña de la Juventud por la Paz para que, en el mes de julio, estén unidos al gran impulso espiritual de la Misericordia en el jubileo del Señor.
Queridos hijos, la campaña que Yo les propongo trabajará en el plano espiritual, esencial y divino de cada joven, porque ellos deben descubrir el camino que hoy le ofrece Mi Hijo a toda la juventud. Así ustedes, hijos Míos, animándose a realizar Mis Planes de Paz, poco a poco, abrirán las puertas del universo para que los ángeles del Universo Celestial intercedan por toda la juventud.
Quisiera que sus consciencias y su pureza se ampliaran y que estuvieran al servicio del Redentor, así las vida de la juventud perdida será redimida, porque Mi Hijo encontrará apóstoles decididos a seguirlo en esta misión por el bien y por la paz.
En esta noche, Mi Corazón brillará en ustedes como el sol y sus almas serán tocadas por Mi Gracia universal; así serán inspirados a construir el nuevo mundo y ayudarán a su Madre Celeste para que las puertas al mal se cierren.
Mis queridos jóvenes, hoy les doy Mi abrazo maternal, les doy Mi Paz y Mi Esperanza divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al espíritu de la juventud misionera,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mi amada juventud
Queridos hijos Míos:
Es una alegría victoriosa para Mi Inmaculado Corazón que hoy ustedes se reúnan para dar los primeros pasos en la Campaña de la Juventud por la Paz.
Es en esta hora aguda del planeta que la juventud tendrá abiertas las puertas de los universos, para que Dios acoja en Su Corazón las oraciones de todos Sus hijos.
Es así, queridos hijos, que para el encuentro de hoy, vuestra Madre Celeste los estará inspirando espiritualmente, para que los nuevos apóstoles de Cristo comiencen a trabajar por la paz.
En este día en el que la Misericordia de Dios desciende a la humanidad, queridos hijos, abran vuestros corazones para recibir en vuestro mundo interior la semilla crística de la redención.
Fue en este mismo mes, queridos hijos, que Yo los llamé para que se consagraran a Mi materno Corazón, hoy los llamo también para formar los rebaños del apostolado, los que a través de la juventud proclamarán el próximo Retorno de Cristo.
En el encuentro de hoy, hijos Míos, ya podrán dejar fundadas las bases para el primer Festival de la Juventud por la Paz a realizarse aquí en Florianópolis durante el mes de julio.
Recuerden, hijos Míos, que el mes de julio es el mes de la juventud en todo el mundo, cuando ustedes se unirán al importante impulso de implorar la Misericordia de Dios para el planeta.
A través del primer Festival de la Juventud en el mes de julio, las bases del encuentro quedarán más claras para todos.
Este festival tendrá la misión de aliviar a la consciencia planetaria por medio de la oración, del arte y de la música.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deposito Mi Amor sobre ustedes como vino nuevo en odres restaurados por la Luz Infinita de Mi Hijo.
El Amor Misericordioso del Padre es el que permite generar la redención de sus vidas y la renovación constante de sus espíritus.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Es a través del Amor sacratísimo del Padre que las almas buenas se animan a dar el paso a la conversión y así traspasan todos los umbrales de la consciencia para poder estar en Mi Hijo.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Mediante la paz en los corazones se construyen buenas fortalezas y ellos se sienten plenos al estar en el Señor.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
Dejo en cada corazón la chispa de la verdad y de la unidad, para que en algún momento los corazones puedan reconocer que todo en la vida tiene un sentido dentro de los planes de Dios.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo...
De tiempo en tiempo Vuestra Madre Celeste todo lo renueva, para que las almas sientan que todo tiene un Propósito mayor y que nada se deja atrás.
El Amor que Yo derramo sobre ustedes es como vino nuevo... para que vivan los códigos de Cristo y así vivencien la plenitud de Su Amor por toda la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en el Señor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas y de todos los Reinos de la Naturaleza.
Yo soy Aquella que trae, a la consciencia de todo lo que fue creado, la unión con el Creador.
Yo represento para ustedes, hijos, el Espíritu de la Divina Unidad.
Aquel que se une a Mí se une al Padre y, desde Él, a todas las cosas.
Vengo, en este tiempo, a unir los corazones en el propósito de establecer la paz. Vengo, hijos, para que se disuelvan las diferencias entre los seres y para que se descubran como esencia divina, como parte del Corazón de Dios.
Sé que la realidad de este mundo está muy distante de la verdadera paz y es por ese motivo, Mis amados, que los invito a que sean pacificadores.
Pacifiquen sus vidas y el entorno en el que viven; multipliquen la paz y distribúyanla entre los corazones. Que todos reconozcan la Presencia de Dios dentro de ustedes, independientemente de sus religiones, de sus creencias o de sus culturas.
Yo quiero, hijos, consagrar este mundo a Mi Inmaculado Corazón y aunque muchos no Me reconozcan en la faz de María, la Madre de Jesús, Me reconocerán como la Madre Universal, como el Espíritu de la Paz, como el Principio de la Unidad.
Todo aquel que se une a Dios se une a Mí. Todo aquel que difunde la paz difunde Mi llamado.
Los llamo, Mis amados, a ser partícipes de Mis planes de amor, difundiendo la Campaña por la Paz, no solamente en los encuentros Conmigo, sino en cada una de sus vidas. Que el odio y el rencor de los corazones del mundo puedan ser convertidos por los estados internos de paz de Mis hijos. Que las guerras y conflictos de los cuatro puntos del mundo sean transformados desde la raíz, en los abismos del planeta, a través del fuego de la oración de los corazones devotos y seguidores del Propósito de Dios.
Únanse unos con los otros para atraer la cura para este mundo tan enfermo.
Únanse para que el Propósito del Creador, de transformar la consciencia humana en una humanidad consagrada y renovada por Su Santo Espíritu, se pueda cumplir.
Únanse para ver en el horizonte la llegada de Mi Hijo.
Únanse para corresponder a Sus designios.
Únanse para que el principio de la unidad abra los portales que los separan de Dios y lleve a la consciencia humana, así como a toda la vida de este Universo, a vivir los mil años de paz.
Únanse también para que más allá de esos mil años, establezcan la Paz y la Redención en la Creación Divina.
Agradezco a todos Mis hijos de Joinville y del mundo entero por escucharme y por responder a Mi llamado.
Verán en lo alto de las montañas de esta ciudad la señal visible de Mi Paz.
Los amo y los bendigo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Padres de la Tierra:
Como Vuestra Madre y Guía del Cielo, cuido todos los detalles del mismo modo que cuido y protejo a cada alma.
Entréguenme a sus hijos que Yo los cuidaré así como cuido de ustedes todo el tiempo cuando están Conmigo en oración.
Confíenme a sus hijos de la Tierra para que ellos también algún día alcancen el despertar y la redención.
Mi maternidad acompaña con dulce mirada a sus hijos, que para ustedes son la experiencia viva del amor, de la compasión y de la comprensión.
Padres amados, Dios les ha dado un aprendizaje, una vivencia y una experiencia a través del nacimiento de sus hijos; experiencia que en esta vida, y en este momento del planeta, los ha llevado muchas veces a soportar, a amar, a comprender y, especialmente, a perdonar.
Cada uno de ustedes, padres de la Tierra, tuvieron que aprender a renunciar, a aceptar las decisiones de sus hijos y de sus familias.
La oración del corazón los llevará a comprender las decisiones de la vida y las de sus hijos, así como Yo entiendo las de ustedes y las acepto en profunda maternidad.
No esperen realizar en sus hijos sueños de este mundo, aspiren a que ellos estén en Mis brazos de Madre del mismo modo que ustedes y sus familias lo están, sobre todo cuando están lejos de sus seres queridos.
Todos son almas en redención y en transformación, pero Mi sagrada maternidad les concede todas las Gracias. Por eso hoy los invito a que coloquen en Mis brazos a sus hijos así como ustedes muchas veces lo están, tanto en los momentos de felicidad interior como en los de dolor.
Sepan, Mis amados padres de la Tierra, que ustedes y sus hijos pertenecen a Dios y que algún día volverán a Dios a pesar de lo que vivan en este mundo.
Yo los preparo para que entreguen a sus hijos a la Voluntad de Dios del mismo modo que Yo entregué a Jesús, en confianza, al Padre Celestial.
Los animo a crecer interiormente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los acompaña,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos presentes:
Con el Arcángel Miguel ante la presencia de ustedes, Me dirijo hoy especialmente a aquellos que nunca tuvieron la Gracia de conocerme porque, en este día, Vuestra Madre del Universo viene a su encuentro para abrir el camino a la conversión, a la misericordia y al perdón.
Cada uno de ustedes, hijos presentes, hasta ahora ha vivido una trayectoria en esta vida; ahora, el Padre de todo el Universo, los llama al despertar interior y al reencuentro de la verdadera vida espiritual a través de los impulsos sublimes de la oración, del servicio y de la fraternidad.
En este día, Mi Gracia de Madre los reúne para enseñarles el camino de su verdadera libertad y así, ustedes, ante el Sagrado Hijo del Universo, aprenderán a amar y a sonreír nuevamente a la vida, lejos del sufrimiento interior.
Es por eso, Mis hijos, que Vuestra Madre los ha escogido a cada uno de ustedes para que se consagren a Mi Inmaculado Corazón; Corazón puro y bondadoso que se dona a ustedes para sacarlos de la prisión de la vida material, del engaño y del error.
Hijos amados, en este día en donde el Universo abrió una puerta de liberación y de paz en este lugar, los llamo a dar ese sagrado paso en nombre de todos los jóvenes del mundo que son llevados al camino de la perdición y de la falsa realidad.
Yo los adoro a todos como almas, Mis amados jóvenes; permitan en esta hora aguda de la Tierra que despierte en ustedes definitivamente la semilla crística del amor y de la redención.
Ustedes, dando este primer paso que Yo les pido, conocerán la verdadera luz del Cielo que hoy amorosamente ha tocado este lugar por bendita y plena Misericordia.
No quiero convertirlos, hijos Míos, Yo deseo llevarlos a la verdad, al servicio y a la entrega por la humanidad.
Mi consuelo esté sobre ustedes para que, animados por Mí, alcancen la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz.
Al final del mensaje, la Madre Divina en la presencia de San José, pidió que en este lugar llamado “Pedra Branca” se levante dentro de la floresta una pequeña gruta con la imagen de la Reina de la Paz. También la Madre Divina pidió que se construya el piso de este lugar de oración con la ayuda de la Red-Luz y que la propia Red- Luz continúe apoyando la tarea de oración con los grupos de jóvenes.
Nuestra Señora les dijo a los jóvenes presentes:
“Queridos hijos, aquí Yo seré la Madre de todos los perdidos. Deseo tener aquí mediadores de la oración entre el Cielo y la Tierra”.
La Campaña Juvenil por la Paz que deberá nacer en Florianópolis y más tarde extenderse por el mundo entero, dará a todos Mis hijos la oportunidad de reencontrar el sentido de la vida espiritual elevada ya no más a través de las drogas, sino en una vida de servicio altruista y de oración, fuentes seguras que ellos encontrarán para la elevación de sus almas.
Esta Campaña Juvenil por la Paz espera atender las necesidades de los más jóvenes a través de la Instrucción sobre los verdaderos valores de una vida digna y espiritual en este tiempo.
Eso será posible, queridos hijos, porque la Campaña Juvenil por la Paz atenderá la solicitud de los más jóvenes sobre la comprensión de la vida espiritual y del Universo en su totalidad: del macro cosmos.
La Campaña Juvenil por la Paz pretende tener como base la fuente de la expresión a través de la música que irradie paz, armonía, equilibrio y en algunos casos, estados de unión con Cristo y con la Divinidad Celestial.
Para eso, la creatividad a través de los instrumentos llevará a los más jóvenes a sentirse motivados a crear músicas que ayuden en la armonización del planeta, como también algunos grupos de jóvenes se animarán a expresar su unión con Cristo.
El arte en los más jóvenes dentro de esta Campaña por la Paz se expresará mediante imágenes que apelen a la necesidad de paz en el mundo, así como en la expresión de mensajes elevados de amor, de hermandad y de esperanza, buscando disipar las ideas de violencia, de maltrato a los semejantes y de guerra.
Es por eso que esta Campaña amparada por la Asociación María, permitirá ayudar a que los jóvenes transmitan a sus semejantes esos valores que aprenderán y así toda la juventud algún día percibirá que no será necesario “buscar a Dios” a través de las influencias que imparte el adversario.
Una vida de oración nacerá en una parte de los jóvenes, esa será la base fundamental para que principios de redención y de cura se den en la humanidad.
Seguiremos trabajando en este proyecto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Por la Campaña de Paz en el mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido Mío:
No acongojes tu corazón por lo que aún no has conseguido realizar o trascender.
Quiebra las barreras de la inercia y de la ilusión a través del poderoso fuego de Mi Corazón y espera, en vigilia, porque todo se realizará.
Acompáñame en la meta de tornar tu vida un pequeño templo sagrado mediante la purificación de tus actos, sentimientos y pensamientos. Todo tiene su ciclo, es inútil que te apresures para ver los resultados.
La paciencia es la llave maestra de los perseverantes y de los inocentes. Cuando no puedas abrazar la transformación, escóndete en Mi Inmaculado Corazón y confía, bajo Mi Manto te vuelves invisible.
Camina a Mi lado tomándote fuerte de Mi mano y sintiendo, en cada paso que das, que Yo te enseñaré a superar todos los abismos de la consciencia.
El verdadero discípulo debe conocer su propia condición humana para aprender a amar más allá de las condiciones humanas de los otros.
Deja que el fluir de Mi llamado te haga sentir seguro del camino que recorres, porque el fracaso no existe para Dios, solo existe la falta de amor en los que aún no aman.
Vivir la escuela de la redención es un propósito para todos los autoconvocados. Deseo que tu corazón se purifique hasta ser tan puro como lo es cuando te acercas a Mi materno Corazón.
No dejo de atender a los que necesitan una ayuda especial, todos son hijos predilectos para Mí. Que el camino de la transformación sea el escalón para que algún día tu alma se convierta en Cristo.
¡Adelante! Sigue adelante y sin desánimos, la humanidad al fin se consagrará por el triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
¡El Señor resucitó! Y disipó la oscuridad, el temor y la soledad absoluta de los corazones de los hombres.
¡El Señor resucitó! Y podrá resucitar todos los días en el interior de los muertos de espíritu que, despiertos por el Amor de Cristo, acepten la redención.
¡El Señor resucitó! Para demostrarle a la humanidad y a todo el universo que aquel que está unido a Dios trasciende las leyes de este mundo, incluso aquellas más materiales, que rigen el curso natural de la vida humana.
¡El Señor resucitó! Para demostrar que el amor no tiene límites y que aquellos que entregan la vida por amor reciben, a cambio, la eternidad con Dios.
Todos los seres vivientes son herederos naturales del Poder de Dios y de toda Su Gracia. Solo es necesario que acepten vivir como Sus hijos y que se reconozcan como tales, viviendo para manifestar Su Voluntad, sin importar cuál sea.
El Creador es el gran dueño de esta empresa de la vida universal. Para llevar adelante Su Obra, tendrán que servirlo y seguir Sus Pasos, para que un día sean uno con el Padre y tengan, por Gracia, la posibilidad de llevar adelante Su Plan.
¡Den Gloria y Gracias al que les muestra el camino por medio de Su Resurrección! Crean en la Presencia Viva de Cristo entre todos, guiando de cerca la Obra del Padre en la Tierra. Únanse a Él y a los códigos de Su Vida, de Su Pasión, de Su Muerte y de Su Resurrección, pues es tiempo de que los códigos dejados por la experiencia de Cristo se multipliquen y encuentren nueva morada.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Hoy estemos a los pies del Sepulcro en el silencio interno de las santas mujeres, contemplando la restauración corporal y espiritual de Nuestro Señor y, en consecuencia, de toda la humanidad.
Estemos en vigilia y oración, esperando el gran momento de la Resurrección de Cristo en los corazones del mundo.
Hagamos memoria y honra a Mi Amado Hijo, junto a los ángeles del Cielo, para que nuevamente Su infinita Misericordia y Piedad salven a los perdidos.
Vivamos el misterio de la Redención no solo a través de la Cruz, sino también a través del Sepulcro y de la unión interna con Jesús.
Abran sus brazos en donación y reciban en sus corazones la cura restauradora de Cristo en este Sábado Santo, en que las huestes del Padre se reúnen en adoración y gloria para bendecir al Hijo Amado.
En ese acto de piedad y de misericordia, los que nada quieren saber de Cristo lo conocerán en algún momento de sus vidas y reconocerán en Él el gran universo de amor que guarda Su manso Corazón de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En adoración a los pies del sepulcro,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Calvario
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más