Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 41.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE MONTERREY, MÉXICO, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy estoy sobre un Monte muy especial, llamado Shasta.

Desde él encomiendo a Mi Padre a todas las almas que allí se encuentran, que no Me escuchan, que no Me viven, ni tampoco Me sienten en su interior.

Este es el Monte fundamental que trae revelaciones importantes para el fin de los tiempos, para aquellos que despiertan a su revelación interior.

Por más que muchos no lo conozcan hoy les digo: este Monte es muy especial para Mí, está en Norteamérica, y es desde donde surge la primera Fuente de la Redención para todos aquellos que allí se encuentran y que ni siquiera han percibido qué es lo que guarda en su interior.

Por eso hoy estoy sobre él. Lo traigo para ustedes en su faz espiritual.

Estoy con los brazos abiertos sobre él como el Redentor, como Aquel que vendrá entre las nubes anunciando un Nuevo Tiempo y el fin de un ciclo para la humanidad.

En este Monte existen siete llaves importantes, no solamente para las consciencias norteamericanas, que son las que más lo necesitan en todo el mundo, sino también para todos los corazones que quieran vivir a través de estas llaves una revelación interior para su camino espiritual y su profundo despertar.

El Monte Shasta es como la punta del Nuevo Edén, es la cabeza que comanda a muchas otras consciencias en los planos del espíritu.

En él se vierten muchas Gracias que son para los que menos las esperan.

Estas siete llaves de las cuales Yo les hablo trabajan en el fin de los tiempos con la redención de la humanidad, comenzando por Norteamérica y después con el mundo entero.

Primera Llave: Humillarse ante lo que uno no conoce ni sabe, que es el infinito, lo superior y lo desconocido. Aquello que está por encima de toda la Creación, que ustedes conocen como Fuente Primordial.

Quien no se humilla ante esa Fuente, no será merecedor de tantas Gracias.

El Monte Shasta eleva sus consciencias para que puedan vivir esa humillación y reconocer dentro de sí, un Dios interior que siempre existe.

La segunda Llave que guarda este Monte es la trascendencia de todas las condiciones humanas de la vida, de las perversiones, de los abusos, del falso poder, del control humano, de la devastación, de todo lo que el hombre de superficie ha hecho hacia los Reinos de la Naturaleza.

La trascendencia es la llave principal de este Monte para poder alcanzar los próximos pasos.

Tercera Llave: La renuncia a todo lo que uno ha creído de sí, a todo lo que uno conquistó estando lejos de la Ley Mayor, de la Verdad, del Sagrado Conocimiento y principalmente, de la Unidad.

Si no se renuncia, no se pueden alcanzar los pasos superiores.

La llave de la renuncia del Monte Shasta es fundamental para las consciencias que aún mantienen el control de sí, y la conquista no positiva de otros corazones.

Cuarta Llave: Penitencia. Si no hay un acto de restricción, no habrá liberación. Esto es lo que le falta a la consciencia americana para que se pueda unir definitivamente a la Fuente, de la cual se ha separado hace mucho tiempo.

En la penitencia existe la posibilidad de la liberación interior, de los atavismos, de los abismos de la consciencia humana y de todo el planeta.

En la penitencia pueden reconocer sus errores sin la necesidad de sufrir, ni padecer.

El Monte Shasta les proporciona la expansión de la consciencia cuando el alma es penitente, de una forma verdadera.

Quinta Llave: La Cura. En la cura está todo, el principio y el fin de la vida, la síntesis de la consciencia humana, de todo lo que ha experimentado sobre este planeta, sea positivo o no positivo.

En la cura encuentran la Fuente Mayor que los abraza y los quiere permear con Sus Rayos, para que alcancen la Redención.

Si antes reconocen la penitencia, podrán reconocer la cura, Sagrada Fuente interior que habita en lo más íntimo de cada ser cuando entra en comunión con el Altísimo.

En este Monte existen muchos misterios que no están a la vista de los ojos curiosos, sino de los corazones simples que se abren para conocer dentro de sí este Sagrado Monte interior, que en el principio fue permeado por la Luz del Creador, sobre todo en la Consciencia Indígena.

La siguiente llave es el conocimiento de sí, saber quién uno es verdaderamente, qué vino a cumplir en esta humanidad y para este ciclo final.

La llave del conocimiento de sí es importante porque el Monte Shasta, su esencia interior, les puede dar a conocer sobre su verdadero origen, sobre su verdadera esencia en este Proyecto del Creador y para esta fase de la Redención.

El conocimiento de sí les permite no ser más que los demás, no ostentar de los demás cosas que no les pertenecen.

El conocimiento de sí a través de Monte Shasta, los lleva al desprendimiento espiritual y material de todo lo que los retiene hace mucho tiempo, de todas las deudas cometidas que no permiten dar los pasos hacia la ascensión.

El sexto paso es la ascensión de sus corazones y almas, por medio del fuego interior de Monte Shasta, que activa la devoción interior y la unión de las consciencias con el Principio de la Mente Única.

En síntesis, son los dones y los talentos que la Fuente Primordial, a través de Monte Shasta, puede revelar para las almas que despiertan a la Sagrada Sabiduría y al amplio conocimiento de la Fuente de Dios.

Sobre este Monte, al igual que el Monte de las Bienaventuranzas, descendieron los principios de la Creación, para una humanidad dormida, que aún no ve su propia realidad.

Séptima Llave que completa todos los pasos, es la humildad para alcanzar la iluminación del espíritu y la expansión del alma hacia otros mundos, en donde existe la vida, la fraternidad y la hermandad.

No pueden vivir la llave de la humildad mientras se salteen los pasos anteriores.

Cada consciencia tiene su tiempo para ascender por esta escalera hacia lo alto del Monte Shasta, en donde se realizará completamente la Obra en cada consciencia humana, que en simplicidad y amor haya seguido todos estos pasos, para así vivir, finalmente, la Redención.

¿Ahora ven compañeros lo que está perdiendo Norteamérica por su somnolencia espiritual y su profunda indiferencia?

Aquellos que han despertado a través de Monte Shasta, contemplando su simple naturaleza alrededor de esta sagrada montaña, que coloquen a los pies de ella a todas las consciencias que deben despertar al llamado del Hijo de Dios, para poder seguir el camino de la ascensión y no el camino de la involución.

Vengo así a mostrarles un camino diferente a las puertas del Monte Shasta, donde se guardan muchas más llaves que las que hoy les revelé.

A partir de ahora, invito a Mis compañeros del mundo entero que ejerciten estos siete pasos, porque así Me ayudarán cuando Yo llegue a los Estados Unidos y Mi tarea espiritual y divina sea más profunda y amplia en todas esas consciencias que necesitan de la Misericordia de Dios, de la Fuente de la Compasión y del Amor, así como ustedes la han recibido, encuentro tras encuentro.

Ahora, a todos ustedes les llegó la hora de dar lo mejor por los demás, por los que son más indiferentes y ciegos en su camino espiritual y material.

Vengo así a demostrarles, a través de Monte Shasta, que Mi Corazón pulsa sobre él como un Manantial de Misericordia y se derrama sobre la consciencia humana, que a través de los años, de los siglos y de los tiempos se ha deteriorado mucho, por su propia ignorancia y perdición.

Vengo a pedirles, compañeros, que sean misericordiosos con la obra que debo realizar en los Estados Unidos. Que siguiendo estos pasos de ascensión hacia Monte Shasta, se pongan por encima de todo lo que sienten contra esta nación y pueblo, y hagan como Yo hice: cargar con la Cruz de los pecados del mundo para que los más imperfectos y perdidos reciban la Gracia de la Redención y de la Rehabilitación.

Llegó la hora, compañeros, que den un salto más alto, un paso más amplio en su evolución, y eso comenzará a partir de sus corazones, viviendo cada una de Mis Palabras y llevándolas a la práctica en esta hora crucial, en donde Mi enemigo condena a muchas almas del mundo como las que allí se encuentran, en su propio abismo espiritual y sobre todo, material.

Si ustedes dan ese paso por Mí, sus familias darán un paso muy grande.

No vengo a darles promesas pequeñas, sino triunfos grandes y lo verán a través de Mi Consciencia Divina en los Estados Unidos.

La voz de sus corazones, las súplicas y las oraciones de cada uno de ustedes, que ha sido consecuente con esta peregrinación, abrió las puertas para esta sagrada oportunidad.

Solo la Misericordia de Dios, solamente Ella, ha permitido esta intercesión y esta intervención Divina, ¿comprenden?

Por eso estoy con Mis Brazos extendidos como el Redentor, sobre el Monte Shasta, abriendo Mi Corazón para los que más lo necesitan en su profunda indiferencia.

No vengo a castigar al mundo, vengo a darle la última tabla de la salvación. De ustedes dependerá, compañeros, de su colaboración, que muchas, muchísimas almas no se pierdan en ese país para siempre.

¿Quién testimoniará el Juicio de cada una de ellas? ¿Quién será el mediador para consciencias muy dormidas? ¿Quién se arriesgará a dar un paso mayor al que da Mi Corazón? ¿Serían capaces de eso, al menos hacerlo por Mí y aún más por Mi Padre?

No vengo a pedirles cosas imposibles, sino todo aquello que Me pueden dar. Y ustedes saben, compañeros, que en verdad Me pueden dar mucho, para que cumpla la Obra que Dios Me ha pedido, a través de sus corazones y vidas.

Hoy les traigo la imagen de Monte Shasta y de su Redentor sobre él; vislumbren esta escena, esta montaña iluminada trayendo hacia el planeta y hacia toda la consciencia norteamericana la Fuente de Dios que salvará a los que están más perdidos y olvidados en esta parte del mundo.

La Misericordia es para todos sin excepción, porque de lo contrario, no sería Cristo hablándoles.

Vengo a buscar de ustedes que puedan penetrar aún más el misterio del Amor, a través de Mi Corazón Glorificado, que en esta tarde se muestra al mundo para implorarle por su colaboración.

Los bendeciré, los bendeciré de día y de noche para que puedan ayudarme a cumplir lo que está escrito en algunos libros de los Maestros Sagrados sobre el Re-aparecimiento de Cristo. Eso no es solo una teoría ni una hipótesis, es algo que vengo a cumplir de lo que fue profetizado en esos libros.

Citen esas páginas y verán con más consciencia y sabiduría todo lo que les quise decir hoy. En esos libros de los Maestros Sagrados se guarda el complemento de lo que hoy he esperado decirles después de mucho tiempo, en este lugar, en esta hora, en este tiempo de la humanidad, y a través del alineamiento de todo el Universo, para que Mi Verbo Divino se pudiera expresar para todos ustedes. Lean y comprenderán con el corazón.

Sobre estos dos elementos sagrados, el vino y el pan, que se transforman y se transubstancian en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, lleven dentro de sí, en su sangre y en sus células, los códigos del Redentor para que sean repartidos en Amor y Misericordia en todas las almas de Norteamérica.

Que así sea.

Y así, como ya les he pedido, quiero que Me canten para despedirme, pues, muchos más corazones sinceros deben invocar por su propia humanidad y planeta, para que los errores se extirpen, los pecados se liberen y las almas asciendan hacia el Sagrado Monte Shasta, en donde encontrarán la Fuente de Dios para su conversión.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 38ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE BELO HORIZONTE, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

¡Que el mal desaparezca de este lugar, en el nombre del Todopoderoso y de Sus legiones angélicas!

¡Que la Luz descienda a la Tierra y que los corazones reconozcan el Propósito de Dios, pues es el tiempo de autoconvocados, de los 144.000!

Mi Corazón se hace presente nuevamente aquí y toda Mi Consciencia Divina, que es parte de Dios, se manifiesta ante ustedes para darles a conocer la Voluntad del Padre en cada una de sus vidas.

Establezco aquí Mi Reino y en él no podrá habitar ninguna adversidad porque el Plan se cumplirá en todos los corazones internos a través de Mi bendición, por la autoridad que Dios Me concedió, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Alabado sea el Padre, compañeros, que reúne en este momento a sus ovejas más pequeñas para que vuelvan, después de estar perdidas en el mundo sin tener qué beber ni dónde pastar, al establo de Mi Corazón; porque en Mi Reino existe la providencia y las almas no sienten sed eternamente ni hambre de espíritu perpetuamente.

¿Saben lo que eso significa? Que el Padre los vuelve a reunir para que lo recuerden a través de su Hijo, de su Gloria y de su Misericordia, que permiten, en esta hora, esta realidad.

Yo vengo a llamar a los escogidos con el dedo luminoso de Dios, que con Amor infinito y Misericordia viene a rescatar a los caídos y a retirar de los abismos a millones de consciencias.

Es así que Yo les revelo el poder de Mi Divina Misericordia, de Mi Gracia y de Mi plenitud para con todos los Míos.

Ayer, Yo les dije que soy más que el Sol. Hoy les digo, compañeros, que soy más que una divinidad.

Porque si el Hijo de Dios está en el Padre, el Padre Eterno estará en su Hijo amado. Y si ustedes están en el Hijo de Dios, en lo profundo de su Corazón Sacratísimo, estarán también en el Padre y el Padre estará con ustedes, a pesar de lo que suceda.

Fortalezcan su confianza en el Creador y desmientan, compañeros, a las modernidades de estos tiempos. Las almas están hipnotizadas y en profunda ceguera, no consiguen ver Mi Camino de Luz.

Una y otra vez, de tiempo en tiempo, golpeo a la puerta de sus corazones para llamarlos a esta tarea sagrada de compartir Conmigo el tiempo de la Redención.

La Redención es una esencia profunda aún muy desconocida por el mundo. Una pequeña señal de ella ya fue mostrada a través de la Pasión de vuestro Señor, cuando Yo sufrí por ustedes todos los martirios, todos los pecados y toda la inconsciencia de la humanidad, a través de la agonía, del calvario y de la muerte. Así Yo les revelo, compañeros, que la Redención es algo más profundo, porque tiene su base en la esencia del Amor y de la Unidad que todos los seres pueden vivir en estos tiempos finales.

La redención de sus vidas tiene pasos. Son escalones de luz a los que son invitados a ascender, poco a poco, hasta encontrar Mi Reino Glorioso, que no pertenece a este mundo.

Así, Yo elevo sus consciencias hacia otras realidades, retirándolos de la vida material y abriendo sus corazones para lo que es verdadero y profundo.

A través de la oración, compañeros, construyan la primera base de la redención.

Pero existen más bases que deben construir en este camino de oración, en este camino espiritual y de consagración al que son invitados a recorrer para salir de la ilusión del mundo.

Poco a poco sus vidas se transformarán. Cuando acepten Mi Convocatoria estarán aceptando la Voluntad de Dios y Mi Corazón se glorificará en el Padre, porque Sus hijos se glorifican en Mi Corazón.

Y Yo Me encenderé en Dios para que Mi Espíritu Divino descienda a la Tierra, para rescatar a los últimos que quedan en esta transición, que aún no ha terminado; una transición que desconocen llamada purificación. Una transición misteriosa que se descubre, se revela a los corazones simples, sin miedo y sin engaño.

Por eso, compañeros, les ofrecí la Cruz un terafín, un símbolo sagrado, perpetuo y eterno.

Les ofrecí a Mi Madre, para que la pudieran aceptaran como su Guía y Gobernanta. Ella los une a Dios a través de Su Corazón humilde.

Y si sus corazones son humildes, estarán en Mi Madre, Mi Madre estará en Dios y todos estarán en el Padre, en una perfecta unidad.

Es la unidad, compañeros, lo que no pueden perder. La unidad será la llave para cruzar la transición. La humanidad no sabe estar unida, solo sabe estar dividida todo el tiempo y a través de los tiempos.

Yo les enseñé, a través de Mi Evangelio, cómo debían amarse los unos a los otros. Esa regla está vigente, compañeros, porque ese amor los protegerá de ustedes mismos cuando se sacrifiquen por sus semejantes y sus semejantes se sacrificarán por ustedes.

Así crearán una verdadera familia espiritual, sin que importe la unión sanguínea, genética o humana. Porque la verdadera familia es la que vive en el Corazón del Padre, y lo vivifica todo el tiempo, buscando agradarlo con la emanación del amor y de la unidad presente en cada uno de ustedes.

Les vengo a enseñar, a todos los presentes por primera vez, las Leyes básicas de Dios que se guardan en los Mandamientos, los cuales están olvidados completamente por toda la humanidad.

Si los Mandamientos se hubieran cumplido al pie de la letra no sería necesario vivir la transición.

Por eso vine al mundo y encarné entre ustedes, para mostrarles el verdadero Mensaje de Dios; por medio de la encarnación del Hijo Amado se manifestó el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, algo que muy pocos aprendieron.

Pero aún están a tiempo, antes de que llegue esta transición al planeta, en donde la paja se separará del trigo y eso será inevitable, compañeros.

Ustedes saben que el mundo está equivocado, está inmerso en su adversidad, en su profunda oscuridad y ceguera. Y mientras las maldades continúen en este mundo, Yo reforzaré a los espíritus misericordiosos para que puedan servir en este Plan de Amor, que debe cumplirse en la consciencia humana y después en la vida material.

Haré todo lo posible, compañeros, para que caminen con firmeza y valentía. Por eso hoy estoy con ustedes y entre ustedes para enseñarles a amar de verdad y de corazón, para que abandonen sus amarras y las faltas del pasado, y para que a través de este encuentro, puedan salir renovados por un compromiso verdadero y sincero de sus corazones Conmigo.

Así Yo les entrego, amados amigos, una sagrada tarea, que no es material sino inmaterial. Sus espíritus saben que esto existe y que no es una analogía.

Mi tarea en el mundo es concreta y visible. Han visto erguirse a Mi Santa Iglesia, Mi Iglesia verdadera y celestial, en los corazones humildes de los fieles y religiosos.

Es esta Iglesia la que Yo elevo a Dios todos los días, para que el Padre la pueda contemplar en plenitud con Sus Ojos de Misericordia y Compasión.

Es esta Iglesia la que el Padre viene a buscar en ustedes con su acción de servicio, de caridad, de amor y oración.

Es esta Iglesia interior la que nunca será derrumbada.

Permanezcan en quietud mientras hablo, pues la Iglesia celestial y universal del Reino Espiritual está visible en este momento para sus almas. Entren en contemplación y no pierdan este momento. Que la inercia no sea más fuerte que la devoción. Que la indiferencia no sea más fuerte que la compasión.

Que en Unidad y Amor estemos siempre, para que pueda seguir descendiendo la Iglesia Celestial.

En el pasado, a Mis apóstoles y a todos ustedes, les di un mensaje que no comprendieron. Cuando les dije que en Pedro fundaría Mi Iglesia, es que en él y en sus hermanos debería fundarse la Iglesia celestial, en cada corazón humano y no en la vida material.

Pero Me sirvo de todos los fieles, porque en ellos puede estar presente Mi Luz.

Yo vengo a hacerles comprender a los mundos internos, algo que nunca ven, porque siempre miran hacia fuera y se olvidan de su universo interior, en donde está la verdadera riqueza, la historia de su origen, de toda su existencia en el centro de sus corazones.

En lo profundo de sus almas está Mi Iglesia Celestial, la que espero que adoren cuando Su Rey ingrese en ella, así como Yo ingreso en este momento en ustedes, cuando se abren a Mí en humildad y devoción.

Que este Fuego divino que han recibido en estos dos días nunca se apague. Sean llamas renovadoras que puedan encender a otras llamas que se están oscureciendo por sí mismas.

Lleven estos impulsos celestiales y divinos para la consciencia precaria del planeta, para cada lugar al que vayan, en donde se necesite la Paz y el Amor de Dios.

Estén unidos entre ustedes y sus familias. Renueven religiosamente los votos de la Sagrada Familia con todos sus seres queridos.

Que las incomprensiones, las indiferencias, los juicios y las maldades desaparezcan del seno de sus familias. Así los invito a ser un poco más misericordiosos.

Ustedes, compañeros, en este día sagrado en donde Mi Misericordia se hace presente, reciben más consciencia de la verdadera realidad.

Su ceguera desaparece, sus corazones se abren y comprenden el Misterio Infinito del Rey Universal; sus iglesias internas emergen, todos los templos de sus corazones se vuelven sagrados al haber pronunciado e invocado a Mi Divina Misericordia en estos días.

Así siempre los espero ver, compañeros, en los próximos encuentros, independientemente de dónde sean y de que Yo no pueda estar con ustedes; porque si están unidos a Mi Corazón, Yo estaré con ustedes. Ustedes saben que eso es verdadero y que no está tan lejano de nadie.

Vivan entonces, compañeros, este ejercicio de unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Así permitirán que la Tierra entera no sufra las consecuencias de sus propias faltas.

Hagan conocer Mi Divina Misericordia en el mundo, así como lo hizo Santa Faustina.

Sean apóstoles, embajadores y servidores de Mi Divina Misericordia. Trasmitan en la simplicidad de sus oraciones y el amor de sus servicios, todos los códigos de Mi Luz.

Lleven a sus semejantes y a los Reinos de la Naturaleza la ayuda que necesitan. Vean con otros ojos, con ojos de Misericordia, la verdadera necesidad planetaria.

Crezcan en amor y en devoción, y alcanzarán siempre los cielos. Los ángeles los elevarán e ingresarán al Reino de Dios en absoluta consciencia, para adorar con ellos este momento celestial.

Las puertas del Universo se abren, los espíritus de todos son convocados para formar las filas del Plan y encender en sus pechos, la Luz Solar de Mi Corazón.

Que los corazones se alegren. Que las almas se pacifiquen. Que los errores se borren. Que la Misericordia de Dios se establezca y que todos sean bienaventurados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Nuevamente vivirán los Sacramentos para renovar sus consciencias con los Dones de Dios que se guardan en ellos. Háganlo por sus semejantes, por todo el planeta y por el Universo, que contempla en omnipresencia este momento.

Que cada Sacramento sea una oportunidad de perdón, para que sus almas no cometan los mismos errores y, con más atención y vigilancia, cumplan Mi Voluntad y protejan sus caminos de Mi adversario.

Aún la última batalla no ha llegado, en donde el Arcángel Gabriel hará Su Juicio definitivo ante el gran ángel caído y todos sus ejércitos, los que no viven en el Amor de Dios.

Esa hora se aproxima. Por eso preparo sus corazones, de tiempo en tiempo, y de encuentro en encuentro, para que en ese momento sepan qué hacer y dónde estar.

No quieran comprender como sucederá. Amen la vida desconocida y divina, y serán verdaderos seres de la Luz, viviendo en la simplicidad del corazón la Voluntad Suprema de Dios.

Así como bendeciré los Sacramentos, los bendeciré a ustedes y a todos los familiares que coloquen a los pies de Mi altar, en el silencio del corazón, en la oración profunda de sus almas.

Sepan que están siendo agraciados por la Luz divina del Padre, que en Su divina Misericordia manifiesta esta Gracia para una humanidad que no la merece pero que la recibe, cuando el Padre observa el esfuerzo de Sus criaturas por querer cambiar.

Cambien un poco todos los días y no perderán la batalla, porque los que están Conmigo viven los caminos más difíciles y por más que no los comprendan, al experimentar el sacrificio y la entrega, después de todo, por Mi Mano Santa, salen victoriosos.

Así se cumple la Ley de Dios y el Plan. Cada uno tiene la oportunidad de consagrarse a Mi Corazón.

Necesito que se coloquen en el lugar en donde, en verdad, todo Me lo puedan dar.

Yo Soy el Sagrado Corazón, la Fuente de los prodigios inexplicables, la que se manifiesta de tiempo en tiempo en los corazones redimidos.

Estoy feliz al ver sus esfuerzos y la concreción de esta sagrada tarea en esta ciudad, con servidores plenos que aún pueden dar un poco más y que han testimoniado a Mi Corazón que aman verdaderamente al Plan, más allá de sí mismos. Esto es muy importante para el Padre, en criaturas tan imperfectas, donde la Obra de Dios se realiza a través de las manos que se donan y de los pies que se animan a caminar hacia la Luz, la Luz infinita y desconocida del Universo. Así se establece, en estas almas servidoras, la posibilidad de adorarme perpetuamente y de reconocerme en el prójimo.

Llamo a Mis ángeles aquí para que transustancien los elementos y sus cuerpos, en honra a Dios y al triunfo de Su Amor en este planeta.

 

Jerarquía Divina de ángeles y arcángeles... (x3)

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Maestro pide trece campanadas.

 

Padres Creadores descienden y seres resplandecientes se aproximan, para venerar al Hijo de Dios y a todas Sus criaturas que le responden, manifestando la Gloria de Dios y de Su Obra en este planeta.

Gloria, Gloria en las Alturas y Paz en la Tierra a todos los seres de buena voluntad.

Mientras estoy presente, compañeros, realicen un ofrecimiento a Dios para que sea depositado en Mi Corazón Misericordioso y se cumpla según la Voluntad de Mi Padre.

Ofrezcan lo que aún no Me han dado y anímense a dar un paso hacia esta convocatoria final.

Que así sea.

Aquí les doy el ejemplo de Mis más amadas y antiguas discípulas, que, en el silencio del corazón y en la obra del servicio permanente, construyen las bases de la fraternidad y de la unidad entre las consciencias.

En las manos de Mis amadas servidoras deposité muchas Gracias que permitieron la manifestación del Plan de Dios en la parte que le cabe a su grupo, en las islas de salvación y en los núcleos de amor.

Establezco así nuevamente estos principios, ahora en un nuevo tiempo, en donde todos Mis servidores Me acompañan para preparar Mi llegada, Mi esperada llegada al mundo.

Es así que nuevamente les doy Mi Cuerpo y Mi Sangre, para que Me recuerden, cuando estuvieron Conmigo en aquel tiempo caminando por las tierras de Tierra Santa, acompañándome en el Evangelio y en la Palabra, sirviendo a Su Rey en la oración y en el silencio, en la contemplación de Mi Corazón, que en aquel tiempo ya era Glorificado.

Así les demuestro, Mis compañeros, la Orden de Mi Servicio Universal, formada por todos Mis apóstoles del nuevo tiempo que llegaron, en este ciclo, para servirme.

Hoy estoy aquí con ustedes, como en Emaús, cuando después de haber resucitado aparecí a pastores semejantes a ustedes, en una noche estrellada y lunar, a los pies del fuego.

Tomé el pan, ya con Mi Cuerpo ya transfigurado y glorificado,lo partí en dos y les dije a los pastores:

Coman, este es Mi Cuerpo que siempre vivió entre ustedes y vivirá para siempre, por toda la eternidad.

Comulguen con el Maestro del Amor y del Perdón, pues sus corazones se alegrarán porque llegó el día de Su Misericordia.

Bendigo estos elementos para la cura profunda de las almas y la redención de los corazones, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y antes de despedirme, compañeros, con el afecto más profundo de Mi Espíritu por cada uno de ustedes, quiero agradecerles, porque Mi Obra Redentora del fin de los tiempos se cumplió una vez más, a través de las manos y de los brazos que Me sirvieron en profunda donación.

Que la devoción ardiente los compenetre e ilumine el fin de los tiempos y sus caminos para siempre.

Quisiera elevarme al Cielo con Mis ángeles, quienes tocan arpas y violines, anunciando con sus trompetas la llegada del Rey Universal en el día tan esperado por todos.

Quiero escuchar vuestro canto de Aleluya.

Quiero que se pongan de pie para agradecer a Dios por esta Obra que con todas Sus criaturas une el Cielo y la Tierra.

Que esta Maratón quede grabada en sus corazones. Que siempre la puedan recordar como un impulso para salir de las pruebas y de toda adversidad, porque quien está en Mí nada temerá.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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