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¡El Señor resucitó! Y disipó la oscuridad, el temor y la soledad absoluta de los corazones de los hombres.
¡El Señor resucitó! Y podrá resucitar todos los días en el interior de los muertos de espíritu que, despiertos por el Amor de Cristo, acepten la redención.
¡El Señor resucitó! Para demostrarle a la humanidad y a todo el universo que aquel que está unido a Dios trasciende las leyes de este mundo, incluso aquellas más materiales, que rigen el curso natural de la vida humana.
¡El Señor resucitó! Para demostrar que el amor no tiene límites y que aquellos que entregan la vida por amor reciben, a cambio, la eternidad con Dios.
Todos los seres vivientes son herederos naturales del Poder de Dios y de toda Su Gracia. Solo es necesario que acepten vivir como Sus hijos y que se reconozcan como tales, viviendo para manifestar Su Voluntad, sin importar cuál sea.
El Creador es el gran dueño de esta empresa de la vida universal. Para llevar adelante Su Obra, tendrán que servirlo y seguir Sus Pasos, para que un día sean uno con el Padre y tengan, por Gracia, la posibilidad de llevar adelante Su Plan.
¡Den Gloria y Gracias al que les muestra el camino por medio de Su Resurrección! Crean en la Presencia Viva de Cristo entre todos, guiando de cerca la Obra del Padre en la Tierra. Únanse a Él y a los códigos de Su Vida, de Su Pasión, de Su Muerte y de Su Resurrección, pues es tiempo de que los códigos dejados por la experiencia de Cristo se multipliquen y encuentren nueva morada.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Hoy estemos a los pies del Sepulcro en el silencio interno de las santas mujeres, contemplando la restauración corporal y espiritual de Nuestro Señor y, en consecuencia, de toda la humanidad.
Estemos en vigilia y oración, esperando el gran momento de la Resurrección de Cristo en los corazones del mundo.
Hagamos memoria y honra a Mi Amado Hijo, junto a los ángeles del Cielo, para que nuevamente Su infinita Misericordia y Piedad salven a los perdidos.
Vivamos el misterio de la Redención no solo a través de la Cruz, sino también a través del Sepulcro y de la unión interna con Jesús.
Abran sus brazos en donación y reciban en sus corazones la cura restauradora de Cristo en este Sábado Santo, en que las huestes del Padre se reúnen en adoración y gloria para bendecir al Hijo Amado.
En ese acto de piedad y de misericordia, los que nada quieren saber de Cristo lo conocerán en algún momento de sus vidas y reconocerán en Él el gran universo de amor que guarda Su manso Corazón de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En adoración a los pies del sepulcro,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Calvario
Queridos hijos:
Así como Jesús cargó con la Cruz del mundo, ustedes son llamados a cargar con su propia cruz para que algún día todo sea redimido.
Hijos Míos, el sacrificio que vivió Mi Hijo por ustedes fue más allá de la vida material y espiritual. En todo este misterio sagrado de la Pasión de Jesús actuaron muchas Leyes para generar la redención de la humanidad.
Queridos hijos, asumiendo el sacrificio interno de ustedes por la humanidad, les traigo la posibilidad de ayudar a trascender los caminos desviados de millones de almas en el mundo, a través del poder de la oración y de la paz.
En este día, en el que nos preparamos para ver a Jesús como el gran Cordero que es llevado al matadero, ofrezcamos al Padre Celestial nuestra alianza con Su Espíritu y con todo el Reino Mayor.
Yo les abro la puerta para que caminen hacia Mi Corazón con pasos firmes de definición.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los conduce por la Pasión de Jesús,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Calvario
Hijos Míos:
En este día en el que celebramos la victoria del Corazón de Jesús sobre la muerte y sobre todo error, vean cuánto está haciendo Mi Hijo por ustedes durante estos días santos.
Preparando la próxima Pascua de Resurrección, sigamos caminando al lado del Señor en el profundo silencio del alma y del corazón, para poder recibir los Dones preciosos que emanan de Su Santo Corazón para el mundo.
En un acto de confianza y de fe, renueven su adhesión perpetua a Mi Hijo y acompañen esta sagrada tarea de redención de la humanidad.
Apreciando todos los misterios vividos por Cristo durante Su Sagrada Pasión, queridos hijos, adopten una postura de recogimiento y de oración para poder percibir con sus almas todo lo que Mi Hijo está haciendo por ustedes.
En ese camino de búsqueda del silencio, podrán encontrar las llaves que abrirán las puertas al conocimiento divino del Amor y de la Sabiduría del Padre amado, a través de Su bendito Hijo.
Cristo está derramando una corriente de Luz y de Gracia sobre todas las criaturas.
Reciban este llamado a la paz y, a través de la Pasión de Mi Hijo, asuman para siempre la propia cruz por aquellos que le dan la espalda a la gran convocatoria divina.
Estoy con ustedes, caminando lentamente hacia el Calvario, pero antes les demostraré el sentido espiritual de la flagelación y de la corona de espinas.
Sigamos con confianza, el Señor nos espera en vigilia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Caminando con todos por la Pasión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Calvario
Yo soy la Madre del Sol y la Señora de la Misericordia, desde Mi Corazón brotan los rayos solares que provienen del universo y que descienden al planeta cada vez que Yo estoy presente entre ustedes.
Soy la Madre del Sol, porque en Mi vientre purísimo se gestan los nuevos proyectos de la Creación, a los cuales son convocadas todas las criaturas en este tiempo para poder realizarlos.
Soy la Madre de la esencia solar, porque de Mi Espíritu surgen todos los impulsos divinos, que son dados a través de las Gracias que reparan y reforman la vida de todos los seres de la superficie de la Tierra.
Yo soy la Madre del nuevo código solar, porque de Mi Divinidad nacen los Prodigios universales de Dios, manifestados a través de los Dones del Espíritu Santo.
Soy la Madre del universo solar, porque las Jerarquías Angélicas trabajan a través de los impulsos y de los comandos que Yo imparto a todo el Proyecto de Dios.
Yo soy la Madre del Sol, porque desde Mí se establece el Retorno de Cristo, la reparación y el camino para que puedan reconocer en vuestro interior la segunda Venida del Rey.
Soy la Madre de todos los soles y soy la Guardiana del sol central del universo, porque a través de Mi Corazón humilde, transmito todos sus rayos sublimes a las criaturas, haciéndolas partícipes de su ascensión y redención.
Yo soy la Madre que ilumina los caminos.
Soy el fuego maternal que acoge y consuela a toda la Creación.
Yo soy la Paz solar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la vida universal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El triunfo del corazón
Queridos hijos:
El triunfo del corazón se dará a través de la conversión.
El triunfo del corazón es la meta de los apóstoles de Cristo.
El triunfo del corazón es el desafío de todo peregrino que debe alcanzar el camino de la redención.
El triunfo del corazón es la propuesta para todo ser orante.
Por el triunfo del corazón, se establecerá la paz en el mundo. En este tiempo, queridos hijos, el triunfo del corazón es el planteo espiritual que las almas reciben para iniciar el camino de su rehabilitación interior.
Por eso, hijos amados, vuestra Madre Celeste trabaja todos los días para que vuestros corazones estén aún más abiertos a la Voluntad del Padre Celestial.
Queridos hijos, en esta hora definitiva vuestra conversión será posible a través del camino de la oración y de la paz.
Yo deseo desde el Universo que todos Mis hijos despierten al triunfo de sus corazones con determinación y fe.
Por eso, a pesar de los tiempos que enfrentan, vuestra Madre los guía de la mano por el camino que los hará encontrar con Cristo, y así vuestras almas encontrarán el triunfo del espíritu por haberse redimido.
En este día mediten sobre el triunfo del corazón, el que es posible también a través de la consciencia que ama y que nunca se separa de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en la esencia del amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy el Árbol Sagrado
Yo soy la Madre y Señora dispensadora de todas las Gracias.
Yo soy el Árbol sagrado del Universo, soy la que da frutos y de los frutos nacen todas las semillas que se siembran y germinan en todos Sus hijos.
Soy el Árbol sagrado de la Figueira, soy el tronco que soporta y transmuta a Sus hijos.
Soy la copa florecida de época en época, que refleja la gran belleza de Dios.
Soy la gran raíz que sustenta toda la vida y da fuerza regeneradora a todos los espíritus.
Yo soy la gran Figueira, ustedes son Mis frutos predilectos que hago madurar con los rayos del Corazón solar de Mi Hijo, para que den nuevas semillas que serán sembradas en la nueva humanidad.
Yo soy el Árbol sagrado de Figueira, ustedes también son parte de Mis hojas, que expresan la vida, la cura y la renovación.
¡Oh sagradas semillas de Mi amada Figueira!, que en otros campos rebroten los nuevos frutos que serán ofrendados al Padre Celestial.
Ustedes son también Mis ramas, y Yo soy el gran Árbol sagrado que los unifica y los hace partícipes de la unión perfecta con el Creador.
Ustedes son parte de todo Mi Árbol sagrado, son el resultado del trabajo continuo del Árbol sagrado. Sean ramas, sean hojas, sean frutos y semillas de Mi amada Figueira, expresen el amor por el conocimiento y practíquenlo, ya llegó la hora, ya llegó el tiempo.
El sagrado Árbol de Figueira ya sembró sus bases de instrucción en todos los corazones, es hora de vivenciarlo, de adorarlo y de amarlo.
¡Oh sagradas semillas de la redención!, broten en aquellos campos donde hay soledad en las consciencias, broten en servicio y caridad como todos los Reinos de la Naturaleza. Sean semillas portadoras de Mi Luz y de Mi Misericordia, sean espejos vivos del mensaje divino.
Yo soy la sagrada Figueira, que nadie lo olvide. Yo soy el sagrado Árbol de la renovación y de la paz. Quisiera, hijos amados, que ustedes algún día dejaran de ser semillas para ser árboles crecidos en el amor y el conocimiento sagrado.
Reverencien todos los frutos que les ha dado Mi sagrada Figueira, ella es la cuna de los nuevos frutos, ella es el semillero de la nueva humanidad.
¡Oh pequeñas figueiras!, que el crecimiento de ustedes sea tan elevado como la oración, que sus frutos sean tan hermosos como las flores de Mi inmaculado jardín.
En el próximo tiempo verán en el bosque sagrado a todas las pequeñas figueiras, vivas por la Luz de Dios y expresivas como la devoción eterna.
Abracen con amor a Mi sagrado Árbol de la Figueira, para que en esa unión interna sus pies caminen descalzos y libres de todo hacia el eterno jardín del Corazón de Dios.
Hijos, hagan brotar en ustedes lo más puro y santo que Dios derramó por amor.
Estemos unidos en espíritu, como uno solo, alrededor de la amada Figueira de luz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los congrega en oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los desconsagrados de Mi Inmaculado Corazón
Hijos Míos:
En estos tiempos en los que el adversario golpea fuerte con sus energías capitales, las almas del mundo se debilitan si no oran de corazón implorando por Misericordia y protección.
Los que se desconsagran a Mi Inmaculado Corazón Me causan un dolor eterno insoportable de explicar, es mas fuerte que todos los dolores que sufrí junto a Mi Hijo en Su Pasión.
Los desconsagrados se despojan de Mi divina Presencia, por decidirse a no cambiar y escogen las cosas del mundo como verdaderas e ilusorias. Los que se desconsagran pierden la calidad espiritual de hijos predilectos y pasan a ser, por sí mismos, hijos del mundo.
En eso, vuestra Madre nada puede hacer ante tanta soberbia, indiferencia y orgullo humano. Los que se desconsagran a Mi Inmaculado Corazón Me hacen sufrir espiritualmente y traen como resultado que, en verdad, nunca entendieron en qué Corazón ellos estaban.
Rezo por ellos, como rezo por ustedes, con la esperanza de que la indiferencia, la soberbia y el orgullo de las almas sean transformados en amor y compasión.
Los que se desconsagran a Mi Inmaculado Corazón no tienen nada más que hacer en su vida espiritual, se vuelven autónomos y en apariencia se sienten libres por haberse despojado del sacrificio que habían prometido cumplir, una vez más, ante Dios.
Vuestra Madre implora por sus Ángeles de la Guarda, para que se sientan aliviados al cargar con ese peso de la condición humana de estos tiempos.
Los que se desconsagran a Mi Inmaculado Corazón nunca amaron al plan. Por eso, hoy les confieso que este es uno de Mis tantos dolores por el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a los que persisten,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En la etapa más importante de la misión en Turquía y después de haber pasado por experiencias que han dejado fuertes marcas en sus consciencias, los misioneros podrán hacer, desde ahora y hasta el final de la misión en Medio Oriente, una síntesis profunda y una reflexión grupal respecto de todo lo que vieron como resultado de una gran calamidad humana.
Será al final de esta primera misión a Medio Oriente que los misioneros de la paz llevarán en sus corazones una experiencia imborrable que los fortalecerá, para que en el futuro cercano, ellos estén preparados para asistir a situaciones más graves del planeta y que irán más allá de una guerra civil y regional.
Queridos hijos, por eso siempre será imprescindible que los orantes apoyen con devoción todas las misiones humanitarias, porque un grupo en nombre de todos y de toda la humanidad indiferente, está dando un paso hacia la vida del servicio total y de la entrega absoluta a la Voluntad Divina.
Hijos Míos, así como Cristo vivió Su gran misión en la vida pública, ustedes, queridos hijos misioneros, vivirán la entrega hasta en los más pequeños detalles; con eso le demostrarán a Dios, como ya lo han hecho hasta ahora, que en verdad el proyecto de redención de la humanidad podrá cumplirse.
¡Les agradezco por siempre responder a Mi llamado!
Los ama y los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Hoy cuando estábamos finalizando el Misterio del Rosario, vimos otra vez a Nuestra Señora ayudando silenciosamente, en Turquía, en el camino del éxodo de los refugiados de Medio Oriente. Ella estaba vestida como una madre árabe, llevaba una túnica color rosa claro hasta los pies, estaba envuelta por una larga prenda blanca la cual llegaba a cubrir toda Su cabeza formando como un velo, y estaba descalza.
La Madre Divina estaba caminando en la ruta desde la frontera entre Siria y Turquía, rumbo a los países de Europa Oriental, en el éxodo entre los refugiados. Y nos preguntamos: ¿Por qué la Madre de Dios camina silenciosa entre las multitudes de refugiados que están en exilio?
Luego, vimos a la Madre María con un niño pequeño en brazos y de repente comenzaron a verse más niños en Sus brazos; Ella los cargaba a todos y, junto a las multitudes, atravesaba un largo desierto entre Siria y Turquía para ayudar a las almas de todos esos hermanos. Ella mostraba que las almas estaban en un proceso de gran desesperación, de miedo y de incertidumbre y, así, María colocaba la cabeza de cada uno de ellos cerca de Su Corazón para que sintieran paz.
Vuestra Madre camina por el desierto, atravesando de un extremo al otro toda Turquía, rumbo a los países de Europa Oriental, para buscar asilo interior en los corazones que se abran para reconocer al Maestro en los refugiados.
Así como fue en Belén, queridos hijos, la Sagrada Familia, que es este proyecto de la humanidad, está huyendo de la guerra que se precipita sobre los inocentes.
Hijos Míos, hasta ahora no saben qué significa no tener hogar o un lugar donde reposar. Como la Madre que trajo la salvación para el mundo, Yo sufrí pacientemente lo que se llama de exilio, no solo en Belén, cuando buscábamos un lugar en donde el Rey pudiera nacer, sino también cuando buscamos refugio en alguna parte de Egipto.
Queridos hijos, hoy quiero traerles la consciencia de este pasaje de la Sagrada Familia, porque en los días de hoy la humanidad cada vez es más llevada al exilio y a la desesperación.
Vuestra Madre, la Madre de todos los refugiados, camina junto a ellos atravesando mitad del continente, buscando un lugar en donde nos puedan recibir. El Universo Celestial sabe que la humanidad no tiene consciencia de lo que esto significa para la Creación.
Hermanos se han enfrentado a hermanos por la lucha y la conquista de un reinado que no existe más que en la ilusión de algunas mentes. Esta causa de los refugiados está llevando a la acción de la Ley de la Justicia Divina, porque en la mayoría existe la indiferencia de todo lo que sucede.
Queridos hijos, es por eso que pedimos esta próxima misión a Medio Oriente, porque expondrá a todos a una verdad que ya no puede seguir siendo ocultada. El sentirse abandonado, exiliado y sin nada para sí, sin saber qué será de la vida de millones de familias, es algo que aún no mueve al corazón humano y que provoca el principio de un nueva guerra mundial. Si esto sucede, la humanidad se autodestruiría completamente, y como fue con la bomba atómica, no quedarían rastros de ninguna vida en la superficie del mundo.
La humanidad usa el propio poder para realizar sus obras y cada vez más se aleja de Dios. Esto llama la atención de todo el universo, porque no existe consciencia de lo que en verdad está sucediendo.
Como la Madre de los pobres y de los desamparados, Me propuse estar entre Mis hijos más necesitados para poder cuidar de sus almas y para ayudarlos misericordiosamente a que encuentren una salida.
Me encuentro en oración perpetua al igual que los Sagrados Corazones de Jesús y San José, para impedir un castigo severo en el mundo. Necesito que sus corazones se sensibilicen, que sus espíritus salgan de sí para atender la verdadera necesidad planetaria y la urgencia de unir fuerza interior para cumplir el Plan que está siendo forzado a no cumplirse.
Apoyen al menos a aquellos hermanos que deciden ofrecerse para que el Plan se cumpla también en Medio Oriente.
Queridos hijos, la mayor crisis de la humanidad está en la indiferencia, por eso vengo para alertar a todos que están a tiempo de abandonar su soberbia y poder personal para que el mundo no se pierda en un abismo oscuro.
Amorosamente les entrego las llaves de la redención de esta raza y deposito Mi confianza en todos los servidores, esperando que no tomen Nuestras palabras en vano.
Hijos: ¡Es hora de despertar!, ya son los tiempos del Apocalipsis.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los concientiza a través de la Única Verdad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Hoy vengo a tenderte Mi mano de Madre para ayudarte, pues eres Mi hijo, eres Mi propósito de redención. Por eso en este día abro la puerta hacia el manantial de Mi Gracia, que es la esencia que concede el perdón a las almas que lo buscan.
He venido para tenderte Mi mano para que te sientas seguro por donde caminas, así te apartaré del abismo que es generado por los pecados de la humanidad y de donde muchos aún no consiguen salir. Quien ora de corazón y lo pide estará a salvo, Mi Corazón es un don de expiación para todos los corazones de la Tierra.
Anímate a tomarte de Mi mano de Madre, vengo para alentarte, para llevarte por el sendero seguro de la redención. Si vienes Conmigo te purificarás y estarás limpio para presentarte ante el Señor. Sigue Mis pasos en confianza, hoy te tiendo Mi mano para que la tomes fuerte; nada perderás, solo dejarás atrás el pasado que te acongoja.
Si tomas consciencia de lo que haces, asumes caminar Conmigo por el sendero de la purificación. Acepto tu ofrecimiento de entregar la vida. Acepto tu aspiración a servir al Plan de Mi Hijo.
El mundo cruza el ciclo de una dura batalla, atraviesa todos los abismos para purificarse del mal ocasionado durante siglos. Por eso vengo para tenderte Mi mano de Madre porque así encontrarás el camino para tu liberación interior.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras las puertas a la Misericordia de Dios están abiertas, Yo los invito a que en este año de nuevo jubileo, ustedes realmente consigan adoptar en sus vidas actos de misericordia para sustituir los actos de indiferencia y de rechazo en la consciencia humana.
Como las puertas del nuevo jubileo de la Misericordia están piadosamente abiertas para todas las almas, Vuestra Madre de la Misericordia desea ver sus corazones plenos de la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, aún hay mucho que perdonar y redimir dentro de ustedes, sean más inteligentes que Mi adversario y sumérjanse a tiempo en el océano de la Misericordia de Mi Hijo para que pronto sus faltas estén más equilibradas ante la Ley del Señor.
Verdaderamente Yo los estoy invitando a que día a día sus almas reconozcan el tiempo de la Misericordia de Dios, el que viene al encuentro de una humanidad pervertida y distanciada de la esencia de su verdadero propósito. Pero si cada vez existen más corazones que en arrepentimiento y perdón piden por esa Misericordia Celestial, la soberbia y la arrogancia humana serán sustituidas por la divina y santa humildad.
Queridos hijos, aprovechen este momento de importante expiación; a través de la oración del corazón muchas cosas podrán ser reparadas, y el Corazón de Vuestro Padre Celestial a través de sus oraciones, tendrá un motivo para ayudarlos y encaminarlos hacia el bien.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva a través de la Misericordia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Vengo en este día para seguir preparando los nuevos rebaños de Mi Hijo en vísperas de esta próxima Natividad, cuando juntos, como un solo corazón y una sola alma, celebraremos la memoria del Nacimiento de Cristo.
Para eso, queridos hijos, que sus corazones representen ese llamado de redención y que también pueda encenderse en los corazones no creyentes.
Es así, queridos hijos, que sus corazones hoy serán partícipes de ese esperado advenimiento del Niño Redentor, que esperará encontrar la puerta abierta para que Su Corazón pueda entrar en cada uno de los seres humanos que aspiren a estar con el Niño Santo.
Queridos hijos, que esta Navidad sea de reconciliación y de paz, que ninguna diferencia los separe de Mi Corazón, para que así Yo pueda llevarlos de la mano hacia el sagrado Pesebre del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva al Corazón de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A todos los grupos de oración y a las queridísimas familias de los grupos orantes
Queridos hijos:
En la víspera del nacimiento de Cristo en sus corazones y en el nuevo ciclo que ya comenzó para todos, quisiera pedirles para esta Navidad que llega, que cada uno de los grupos de oración y sus respectivas familias envíe un saludo de paz y de esperanza para la próxima natividad del Señor. A través del ofrecimiento de su saludo de paz, Mi Corazón podrá atraer nuevos principios de amor y de fraternidad para todas las familias del mundo.
Para eso, queridos hijos, los días 24 y 25 de diciembre, ustedes serán partícipes entre muchos hijos Míos de la entrega de ese saludo de paz y de hermandad para que nuevamente se siembre el amor en la consciencia humana.
Deberán enviar sus saludos, los que podrán ser grabados y filmados, a la dirección de Misericordia María TV, quien los ordenará para posteriormente transmitirlos durante los días 24 y 25 de diciembre.
Este trabajo y saludo de paz deberá realizarse de forma simple y amorosa, realmente irradiando la esperanza que muchos necesitan en este tiempo. Este saludo de paz pretenderá llegar a aquellos hijos que en esas fechas estarán solos, enfermos en los hospitales y en los asilos y a aquellos que necesitan mucho del poder de la fe. Así, queridos hijos, los estaré congregando a todos alrededor del sagrado pesebre que traerá la Luz para el mundo en estos tiempos de tribulación.
Queridos hijos, les pido que con esmero, pero con simplicidad preparen ese trabajo, para que él promueva la renovación de la fe y del amor en las almas del mundo.
Hijos Míos, en esta Navidad, Aurora se vestirá muy bella para recibir el Espíritu de Cristo en cada corazón orante y no orante.
Para eso, también son llamados por Vuestra Madre del Cielo todos los peregrinos y los hijos de María consagrados, que estarán en Aurora, para preparar el escenario en donde esa celebración santa y simple se desarrollará. El auditorio será revestido de todas las insignias navideñas para crear el ambiente interno necesario para que todas las familias se sientan acogidas y así en cada consciencia se siembre el Espíritu Sagrado de la Cristiandad.
Son invitados a participar todos Mis hijos, los que amorosamente, en el espíritu de la paz, quieran colaborar en la preparación del escenario navideño en Aurora. Este Centro Mariano trabaja la cura a través de la simplicidad y de la belleza, lo que permite atraer a las almas que necesitan de redención y de perdón.
¡En unión a cada hijo Mío, deseo una buena tarea navideña de paz para todos!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
Sus oraciones son como ese rocío que limpia y refresca todas las flores. Sus oraciones son esa llama que todo quema y purifica en el sublime fuego de la Creación. Por eso todos los días busquen la transformación interior para que el Padre vea el resultado de esa gran conversión.
Queridos hijos, siguiendo los pasos de Mi Hijo, podrán alcanzar la redención de sus vidas, y ellas podrán ser el modelo espiritual para la Nueva Tierra.
Hijos Míos, encuentren en el cambio interior la posibilidad de configurar nuevamente sus consciencias para que pronto ellas reciban de todo el universo, la vertiente de la Luz divina, fuerza inquebrantable que los transforma.
El Espíritu de Dios los estará bendiciendo en este mes de diciembre, el Espíritu de la Gracia y de la Misericordia. Sean así, constantes, para ascender por la escalera del amor y de la humildad, escalera hacia el Sagrado Corazón de Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendigo. Los amo.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escuela de María, escuela de corazones humildes
El primer paso para encontrar la humildad es no perder la fe. Ella abre caminos para que las almas concreten sus pasos.
La escuela de humildad que Yo les ofrezco es de constante vacío, y para estar vacíos no pueden existir aspiraciones propias, solo el camino de la renuncia.
La renuncia es la llave principal para encontrar la humildad que en muchos corazones está escondida por la existencia de otros intereses.
La humildad no puede ser dominada ni conquistada. El espíritu de la humildad verdadera nace del destierro del propio yo, para que otras Leyes puedan actuar.
El Señor, en Su concepción original, es humilde. Si Él no lo hubiera sido, ¿cómo podría haber creado todos los mundos?
La humildad es el escudo contra la arrogancia y el orgullo, aspectos que nublan el propósito de las almas sin dejar ver la esencia de la misión de cada una.
Quien busca la humildad debe saber que tendrá que ir despojándose de sus creencias, de sus apariencias y de sus aspiraciones.
Cristo vivió la humildad como prueba final cuando, en el Huerto Getsemaní, Él aceptó beber del amargo cáliz de la redención. Si Cristo no hubiera sido humilde, no podría haber realizado semejante obra de liberación.
La humildad tiene como bases el vacío de sí y la fe, que son atributos que ofrecen los mejores cimientos para que las almas se vayan purificando.
Un ser humilde siempre es el último, aunque el universo lo coloque primero. Por eso, el trabajo de la humildad debe ser amado para después poder conocerlo. Si no existe amor para buscar el espíritu de la humildad, la tarea quedará indefinida.
El Cielo sabe que la humildad no es una escuela tan buscada por todos, como lo es el poder o la soberbia que tienen como resultado un gran engaño espiritual.
El servicio a los Reinos de la Naturaleza, por su propia expresión, tiene una puerta directa hacia la humildad; porque los Reinos menores deben ser tratados con mucho amor para que expresen en la consciencia la belleza de su humildad.
A través de estos Reinos, las almas no solo evitan el cincuenta por ciento de sus errores, sino que también pueden dar pasos más seguros para encontrar, a través de la humildad, la escuela del servicio a los demás y a la Creación.
Los Reinos menores son reflejo de la humildad creadora que no tiene el ser humano. Ellos enseñan al hombre de superficie sobre el espíritu de la constante donación, que también es un atributo fiel para vivir en la humildad o al menos aproximarse a ella.
Por eso, los invito, en estos tiempos, a que Mis hijos se replanteen dónde ha quedado la aspiración de seguir buscando la humildad.
La humildad puede salvar a muchas almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los invita a ingresar en la escuela de la humildad y del bien,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo soy la Rosa de la Paz.
Soy la Flor espiritual que se abre ante sus corazones para que Mis hijos encuentren la belleza de la Creación. Soy la esencia de la Vida. Soy la que gesta en Su vientre purísimo los nuevos principios de la humanidad. Por eso les pido que se abran a Mi Rosa universal para que conozcan la belleza interior que Dios dejó guardada en cada corazón humano. Es la esencia del Amor lo que los llevará a vivir la Voluntad de Dios.
Yo soy la Rosa de la Paz para que Mis hijos sean testigos de que en verdad existe un camino sagrado para recorrer, y todos son invitados a descubrirlo mediante la oración.
Existe una forma de que se purifiquen todos los días sin sufrimiento ni frustración. Por eso, les muestro en este día la Rosa de la Paz, para que aprendan a expresar la misma belleza de Mi Corazón.
Encuentren aliento en todo lo que les digo, deseamos profundamente que los nuevos soldados de Cristo enciendan los atributos en sus corazones; para que el planeta, espiritualmente enfermo, sea colmado por el don del Amor de Dios a través de Sus hijos.
Solo busquen reflejar la bondad de sus espíritus, así podrán estar delante de las puertas de la redención sin miedo alguno.
Confíen en Mi humilde mano que amorosamente les tiendo para que vean que es posible unirse a Mi Corazón maternal y caminar juntos en la fe de que algún día todo será diferente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne, en la esencia de Mi Paz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en tiempos de purificación reine la paz. Que en tiempos de consagración predomine la trascendencia de todos sus seres, siempre con la ayuda del Amado Jesús; Él les mostrará el bendito camino para que sus vidas finalmente encuentren la unión interna con el Reino de Dios.
Queridos hijos, que todos los enfermos sean consolados a través del rayo de Mi cura maternal, que las profundas heridas de la consciencia se curen a través del amor bendito que les entrega Mi Corazón. Dichosos de aquellos que sufren por la humanidad y que ayudan a que el Plan se cumpla a pesar de los tiempos de adversidad.
Queridos hijos, estoy llamando a los nuevos apóstoles de Mi Hijo para que cumplan con la parte del Plan de salvación que el Señor necesita realizar. Así como fue con otras consciencias en el pasado, que santificaron sus vidas.
Todos los días, amorosamente vengo para mostrarles el camino de consagración a Dios, entrega profunda que será realizada en nombre de todas aquellas almas que, teniendo un compromiso con Cristo, se alejaron de su verdadero propósito.
Yo les muestro en esta hora el camino sagrado hacia el Propósito. Yo los llamo a ser cooperadores de este importante Plan de Redención que es guiado por Cristo, Vuestro Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los cura espiritualmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos,
Mientras el impulso de la nueva humanidad se gesta en Mi Corazón de Amor, los preparo todos los días para que sus almas sean partícipes de la Nueva Tierra.
Por ese motivo, queridos hijos, los esfuerzos serán mayores para que todo suceda, y es por esa causa que ustedes deberán testimoniar la Presencia de Cristo como el camino al portal de luz del nuevo mundo.
Los invito a trabajar todos los días por esa aspiración, así sus vidas serán el gran testimonio de redención y de amor para otros.
Queridos hijos, no pierdan de vista Mis palabras, Mi Corazón establece en este día ese sagrado propósito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Divino Corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que Mi Águila de Luz derrame los poderosos rayos de Mi Corazón, rayos que permitirán iluminar el camino de las buenas almas, almas que deben alcanzar, al igual que ustedes, la redención.
Que Mi Águila de Luz irradie los códigos de la rehabilitación a las naciones y a los pueblos; y cuando vean pasar el Águila de Luz por cada lugar, los corazones puedan reconocer la filiación con Mi Corazón.
Águila blanca, en tu vuelo, tú existes para recordar que el Santo Espíritu de Dios pertenece a todo corazón que lo invoque para vivir su transformación.
Águila de Luz, tú existes para elevar a tus hijos hacia Dios y para recordarles el Mensaje salvador de Cristo.
En tu interior, Águila de Luz, guardas a los redimidos que, como tantos otros siervos Míos, pudieron ver claramente las pisadas de Cristo y así has reunido en Tu purísimo Espíritu a cuantos hoy celebran contigo la redención.
Que tu andar, por cada espacio, deje brillando la alegría de reencontrar a Dios, así como la estrella marca en el firmamento su infinita Presencia.
Águila de Luz, eres el espíritu de las divinas obras; eres en humildad la ofrenda verdadera del Plan de Dios al planeta.
Nunca te canses de volar, Águila de Luz, pues detrás de ti aún caminan los buscadores de tu luz; llévalos a todos hacia el Reino de Adonai para que se unan al Amor del Universo.
Águila de Luz, a tu paso, deja grabado el Rostro luminoso de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Hoy bendice toda esta misión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más