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Amados Míos:
Ya está finalizando la victoriosa y transmutadora misión de paz en el África. ¡Cuántas almas fueron merecedoras de la Misericordia de Mi Hijo! ¡Cuántos dolores y padecimientos internos fueron aliviados por el poder de la caridad! ¡Cuánto amor fue entregado y derramado a través de las manos servidoras de Mis misioneros de la paz! ¡Cuánto pudo hacer en este tiempo, y a través de esta sagrada misión, vuestra Madre Celeste!
Hijos, ni podrían imaginar cuántas almas pudieron reencontrar el camino de la rehabilitación y de la cura espiritual. Cuántos se vieron beneficiados por tantos días de oración en el cenáculo que fue gestado en las tres naciones africanas y principalmente en el corazón de todos los misioneros.
Hijos, cuánto tengo que agradecerles a todos por ayudar a cumplir Mis designios en este tiempo y así, Mis queridos, cuánto Yo pude mostrarles a través de cada nación, la necesidad que nunca termina de ser saciada y suplida por esta humanidad. Cuánto pudo hacer vuestra Santa Madre de Kibeho, cuántas Gracias fueron derramadas en los corazones olvidados y sometidos. Cuántas sonrisas y cuánto amor fraterno pudieron brotar de vuestros seres internos y todo esto cuánto pudo hacer en este tiempo de caos.
Si la humanidad viviera esta fórmula de paz y de caridad, el mal ya no existiría, y muchas almas podrían reencontrar el camino que perdieron. Hijos amados, cuánto hay por hacer todavía en este mundo, en cada continente, en cada nación y pueblo de este planeta. Cuántas puertas de liberación y de perdón fueron abiertas durante tres semanas seguidas, pero aún eso no basta hijos, porque hay gran necesidad de ayuda y de misericordia.
Ahora vean, misioneros Míos, cuánto hay por hacer en el Congo y en este mundo. Cuánto necesitan Mis niños del Congo de toda la maternidad y paternidad de los buenos corazones.
La última llave que les entregaré, misioneros Míos, es la llave de la filiación con Dios que cada pequeño corazón del Congo deberá recuperar; esa será vuestra última misión en África antes de partir hacia el Brasil.
Que el Congo y todos los corazones puedan volver a ligarse con Dios, con el Padre Celestial.
¡Agradezco a todos Mis hijos por haber concretado Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el mundo duerme y las almas se sumergen en las ilusiones de la vida material, quiero abrir aquí una fuente de Gracias y de aliento para todos los seres. De esta forma, hijos Míos, aquellos que tienen sed de Dios encontrarán el Agua de Vida, que brotará del servicio, de la cura y de la oración en este lugar.
Quiero encender una luz en este mundo que vive en la oscuridad.
Quiero dar a conocer a los hombres la realidad superior que habita en su esencia más profunda.
Quiero demostrar a los seres la capacidad de amar que existe en lo profundo de sus corazones.
Quiero que conozcan la verdad sobre sí mismos.
Quiero que curen el pasado por medio del perdón y que se rehabiliten por medio de la redención.
Quiero que encuentren aquí, en este lugar, las llaves para ingresar en el Reino de los Cielos.
Quiero que vean con los propios ojos el camino de retorno al Origen Divino.
Por eso, Mis amados, les pido que hagan de este lugar el puente para Mi Reino, el camino hacia lo sagrado y, de cada uno de ustedes, los porteros y los celadores que conducen a las almas perdidas al verdadero despertar.
Que aquellos que tienen un antiguo compromiso Conmigo retomen sus puestos, pues ya es la hora de recomenzar a construir el nuevo futuro que nacerá en el interior de todos los seres.
Quiero de esta casa una fuente de cura, no solo para el cuerpo, sino también para el espíritu.
Quiero que aquí las consciencias puedan nacer, renacer y dejar este mundo, seguras del camino que las llevará al Padre, a la reconciliación con Su Sacratísimo Corazón.
Quiero en este lugar la presencia viva de Mi Hijo, en Su Cuerpo Eucarístico, para que sea contemplado y adorado por aquellos que se consagraron día a día a Mi Inmaculado Corazón.
Que en esta Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento las almas reciban la oportunidad, que hace tanto tiempo esperan, de reconocer lo que verdaderamente son. Esto se dará hijos Míos, cuando, por medio del amor que recibieron, descubran el amor latente en el propio interior.
Que al recibirla, los corazones aprendan a dar, dar de sí a los que más necesitan en este mundo.
Los que estuvieran recibiendo esta oportunidad de cura espiritual y física, que estén en permanente oferta a Dios, de todo lo que reciben. Para eso, orarán con el corazón y con el espíritu y descubrirán en la oración y en la donación de sí la razón de su existencia en este mundo. Así brotará en vuestros corazones el amor verdadero y profundo que el Universo tanto aguarda que puedan descubrir y vivir en este tiempo.
Yo los amo y los espero en oración por este mundo tan necesitado de paz.
Jamás se cansen, hijos Míos, de entregar la vida por amor a los que no tienen a Dios.
Si Dios vive en vuestros seres, son portadores de todo el Bien y de toda al Gracia. Todas las riquezas de este mundo les pertenecen, pues no hay riqueza mayor que el Amor de Dios Vivo en Sus criaturas.
Por eso, oren y pidan al Padre por los que no Lo conocen y no descubrieron Su Grandeza infinita.
Yo los bendigo para que sigan en oración y en entrega hasta el fin de vuestras vidas y por toda la eternidad. El mundo así lo necesita.
María, Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento
Yo Soy Aquella Estrella Solar que proviene del vasto e infinito universo. Soy la Luz del Amor que se aproxima al planeta para ayudarlo.
Yo Soy Aquella Mujer Vestida de Sol, la que alumbra las tinieblas y la que aparta de Sus hijos todos los males.
Soy el rayo del amor de Dios manifestado, después de Cristo.
Soy la que gestó la Misericordia en Su vientre y la que anunció a Israel la liberación de su esclavitud.
Soy la Fuente Concebida de todas las Gracias, por eso Soy la que convoca a las almas de Cristo para trabajar por el Plan redentor y salvador que anunció Mi Hijo.
Detrás de todo lo invisible, Soy la que desata los nudos de la consciencia, porque Soy la que está reabriendo las puertas a la redención de la humanidad.
Soy la Doctora de las causas imposibles, Soy la que tiene la llave para resolver todos los asuntos.
Yo Soy la Embajadora de la Paz.
Soy la Reina Coronada por el Espíritu Santo, porque fui la Madre de todos los apóstoles.
Ahora Soy Aquella que les anuncia el nuevo tiempo. Soy la que les indica los pasos hacia el Señor.
Queridos hijos, como Madre del Mundo y del Universo, les traigo el anuncio del gran tiempo del perdón; busquen perdonarse todos los días, que el perdón sea un acto de reparación y de paz para que así la ira que guardan muchos corazones se pueda disolver.
Abran las puertas a la Misericordia de Dios y cierren las puertas al mal, este es Mi mensaje para ustedes. Sean constructores de la Nueva y Sagrada Humanidad. Sean guardianes de todos los reinos menores y permitan que la Gracia que brota de Mi Santo Espíritu pueda aliviar a toda la Creación. Conviértanse en espejos vivos de la oración y así eviten el caos en la mente de los hombres.
Hijos Míos, he venido aquí, a Punta del Este, para advertirlo y convertirlo a través del don del Amor de Dios, amor que muchas almas han perdido por insistir en la vida material. Yo vengo para enseñarles el camino a la vida inmaterial, la vida de la unión con Dios y con todo el universo. Necesito que muchos despierten del sueño de la vida material y que abracen con amor el don del servicio al prójimo, así Uruguay podrá ser digno de seguir recibiendo Mis Gracias por un tiempo más.
Por eso, Mis hijos, procuren ser humildes y simples; a través de estos dones ustedes podrán ayudarme a reconstruir lo que ya está derrumbado en la vida de muchas almas. Yo los invito a consagrarse como una estrella de Mi Corona, así como Juan el Apóstol lo ha escrito, Yo lanzaré a la Tierra los rayos de la salvación y de la paz y todos Mis hijos tendrán tiempo de pedir perdón a Dios y de unirse a Cristo, Vuestro Señor.
Mientras aguardo que más corazones valientes se consagren a Mi llamado como obreros del nuevo tiempo y existan grupos de oración en Maldonado y en todo el Uruguay, el Señor Me ha concedido evitar muchas cosas.
Por eso los invito a buscar Mi Gracia Maternal y a unirse a ella, para que la pureza y la inocencia que muchos perdieron, pueda volver a nacer como una estrella en el anochecer.
Queridos hijos, llegó el tiempo de decidirse y de buscar al Supremo, el Padre Eterno espera ver brillar sobre el mundo a las nuevas estrellas redimidas.
¡Les agradezco por haber respondido una vez más a Mi llamado!
Los bendice, los ama y los protege,
Vuestra Madre María, Madre del Sol, la que fue anunciada en el Apocalipsis
Yo regreso a cada ciudad para que Mis hijos triunfen a través de Mi Inmaculado Corazón, para que así Mis planes de Paz se cumplan en este mundo tan sufrido y dolorido.
Queridos hijos, regreso al corazón de Brasil para instaurar, de forma definitiva, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María; pero esto será posible, solo a través de la adhesión que todos Mis hijos realicen sin demora y sin perder tiempo, porque Mis pedidos son especiales y divinos para estos tiempos donde falta la paz en el interior de muchos seres de la Tierra.
América deberá seguir trabajando como una única Nación Espiritual para establecer, en este tiempo, el Reino de la Paz y de la Conversión. A través de la unidad y de la oración se fusionarán, por la acción del Espíritu Santo, todos los grupos de almas en un mismo Propósito Redentor.
En cada ciudad que visito derramo el poder de las Gracias, las mismas que alcancé en Mi pasaje por la Tierra. Gracias que fueron sembradas por los Ángeles del Cielo, en honor a Dios y al Plan Redentor de la humanidad.
Queridos hijos, con este fin Yo vuelvo a Brasilia, para establecer Mi Reino Inmaculado de devoción y oración en un grupo mayor de almas, las que despertarán a tiempo para responder a Mi llamado. El Cielo hoy reúne los poderes de la Misericordia de Dios, a través de la oferta de Mi Inmaculado Corazón, para que un mayor número de hijos encuentre la cura y el perdón.
Vengo a anunciar la paz en el corazón de todos los que no la tienen, para eso necesito de vuestra determinación y unión Conmigo; como Madre, Yo podré elevarlos al Cielo y hacerlos encontrar con la Gran Consciencia de Jesús y así retornarán a la Casa de Dios, la que está muy olvidada por este mundo.
En este día, queridos Míos, Mi inspiración divina será despertarlos a la consciencia universal del poder de la oración, para que de esa forma resuelvan a tiempo todo lo que no los une con Dios y con Su Proyecto de Amor.
En Gloria, desciendo del Cielo para levantar del suelo a cuantos han caído por el sufrimiento y la desesperación; Mi Esperanza para con ustedes es prometedora y verdadera, para quien solo abra su corazón.
Todo el tiempo rezo por ustedes, rezo por la paz en vuestros corazones, rezo por el fin de la guerra espiritual, la que habita en la mente de los hombres injustos. Rezo para que la humanidad no continúe perdiéndose, rezo por los que se consagran y por los que se alejan de Dios sin percibirlo; Mis rezos son por todos ustedes y por el mundo.
Yo adoro al Padre y lo Glorifico para que nunca deje de derramar Su Infinita Misericordia en cada uno de Mis hijos. Yo recorro ciudades y naciones para despertar a nuevos soldados de la paz y de la oración, porque la urgencia de redención y de un gran cambio en la consciencia es inminente; por eso Yo rezo, para que el Ángel de la Justicia de Dios no venga al mundo a mostrar lo que no está bien en la humanidad ilusionada y dormida.
Deseo que recen Conmigo todos los días, que no olviden de hacerlo, porque la copa estaba media llena y ahora se está colmando más de lo que Yo esperaba. Solo a través de vuestra transformación el mundo se convertirá y alcanzará la paz.
El Universo de Dios aguarda vuestras ofertas y sacrificios, y por más pequeños que sean e insignificantes que parezcan, todo será contemplado por la Divinidad. Yo vengo a despertarlos, vengo a llamarlos y activarlos para el servicio y para la oración por los que no adoran, no esperan ni aman a Dios. Vengo del Cielo con la esperanza de revertir los graves ultrajes que muchos de Mis hijos siguen cometiendo. Yo vengo para evitar que se aplique la Ley y la Justicia de Dios, algo que la humanidad no conoce ni sabe.
Como Intercesora, Yo vengo para acercarlos al Corazón de Jesús, vengo para anunciar Mi último llamado antes del regreso de Cristo al mundo.
Queridos hijos, Yo vengo para escuchar vuestro SÍ, determinante para el tiempo final.
¡Agradezco a Mis hijos de Brasilia por haber respondido una vez más a Mi llamado por la Paz!
Deseo que ellos sepan que estoy verdaderamente muy agradecida.
Mi Paz y Mi bendición estén sobre cada uno de ellos.
Les agradece ahora y siempre,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y Madre de Brasilia
Gracias, hijo Mío, por ayunar; así las debilidades y las tentaciones se desvanecen de lo profundo de la consciencia.
Anímate a entregarme aquello que en verdad Me puedes dar; porque solo a través de ti Yo podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo.
Yo Soy el Sol de la noche estelar. Soy el Lucero que trae regocijo y serenidad para quien lo busca. Soy el Camino que se abre para encontrar en este tiempo la paz del corazón.
Únete a Mis preceptos y conocerás Mis voluntades, las que Yo deseo concretar en tu vida.
Hoy, te traigo hasta el Portal de la Paz para que puedas entrar en Mi Reino y encontrar la Paz que no está en ti. Por eso, súmate al universo de los prodigios y deja que Yo, a través de Mi Amor, te pueda bendecir.
Con esta agua que hoy los bendigo a todos, decreto sobre este elemento el Amor Purificador y Eterno de Dios, para que las partículas del enemigo se disipen y los corazones encuentren la cura.
Derramo, sobre el agua, los códigos de la Redención y de la Gloria de Mi Hijo Jesús, para que los que han estado tristes y solitarios reencuentren la unidad con el Padre Celestial.
Hoy, vengo para que, a través de esta agua, sus deudas sean lavadas e ingrese dentro de ustedes el Amor de Cristo Redentor.
Con esta misma agua, lavaré vuestras ofensas, imperfecciones y temores; a través de ella, Yo dejaré el signo del Bautismo y de la Renovación, por medio de la Esencia Poderosa del Espíritu Santo.
Como con el agua que fue bautizado Jesús, hoy Yo los bautizo para la redención de todos, para que puedan sentir Mis caricias de Maternidad y de Paz.
Que la cura del espíritu sea la meta para todos, así las puertas del Paraíso estarán abiertas para los que solo Me dijeron sí desde el principio.
Dejo, sobre esta agua, el Amor Universal del Cosmos, el signo visible de la purificación y de la santidad para los nuevos redimidos.
Reciban esta agua como el símbolo del perdón y de la reconciliación con Dios Padre, para que este Sacramento del Bautismo Espiritual les permita comulgar con los Dones de Dios y de Su Hijo Adorable.
Como su Madre, derramo sobre esta agua, el espíritu de la liberación y de la transfiguración, para que los buenos espíritus se eleven y encuentren la paz del corazón.
Yo los redimo. Yo los purifico. Yo los absuelvo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre, la Virgen María, Reina de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando María transmitía este Mensaje, iba consagrando esta agua.
Entonces, vamos a recibir esta bendición con mucho amor y mucha gratitud; así, como Ella dijo, vamos a sentirnos lavados por esta agua de vida.
Después de que Madre Zorobabel haga esta bendición, habrá dos hermanos en la puerta de salida que estarán partiendo con sus manos este pan, para que los que sientan puedan comulgar y llevar el Cuerpo de Cristo en sus corazones.
Mientras la Madre hace la bendición, vamos a cantar.
Yo Soy la Aurora que resplandece en la vida de todos los seres. Aquellos que Me buscan jamás perecerán, jamás tendrán sus corazones cubiertos por la oscuridad, porque siempre abrirán las puertas para el ingreso de Mi Luz.
Yo Soy Fuego, proveniente del Fuego Divino, que restaura y transforma los seres. Aquellos que siguieron Mis pasos pueden dar testimonio del Poder de Mi Corazón. No existe en el mundo aquel que se haya arrepentido después de haber abierto sus brazos y su corazón para Mi Poder transformador.
Yo Soy la victoria de los corazones caídos y el camino de los que están perdidos.
Yo Soy el tesoro de los que son pobres y la cura de los enfermos.
Yo Soy la Madre de todos los seres; no existe en el mundo aquel que no pueda llegar a Mí.
Hijos Míos, ¡que Mis palabras resuenen en los corazones de todos los seres! Que aquellos que no Me sientan y no Me encuentren abran definitivamente las puertas de su corazón.
La Ley Divina Me permitió llegar al mundo y convertir a los seres, instaurando la Paz e instituyendo el propósito Divino en este planeta.
Después de siete años de instrucciones quiero que profundicen el contacto Conmigo y que caminen con mayor determinación hacia Mi Corazón. Quiero que presten atención a Mis palabras, entregadas a lo largo de estos años, y vean con alegría como ellas se volvieron vida en cada uno de vuestros seres.
Vayan y sean testimonios vivos de Mi presencia en el mundo. Que, al ver vuestros rostros redimidos, los seres de esta Tierra pierdan el temor de seguir los pasos dictados por Dios.
Mis queridos, el mundo aún teme profundamente ingresar en este camino, porque la oscuridad tomó el corazón de muchos seres y los ató a los placeres e ilusiones que podía ofrecerles. No tengan miedo de cortar esas amarras con el pasado. No tengan miedo de perdonar los errores y de borrar de vuestras vidas todas las acciones equivocadas que realizaron por ignorancia.
Hijos Míos, la falta de perdón de todo el pasado está sujetando el corazón de Mis servidores, para que ellos no puedan ingresar en un nuevo arquetipo de vida.
Sepan que el Agua de Vida ya fue derramada sobre los seres. La Sangre Misericordiosa de Mi Hijo ingresa día a día en vuestras células; Su Cuerpo Glorificado se funde con vuestros cuerpos en redención, a través de la Sagrada Comunión. Por eso, borren de vuestras memorias lo que ya pasó y permítanse renacer a un nuevo tiempo de la humanidad.
No rememoren el pasado, afligiendo vuestros corazones por todos los equívocos cometidos. No obstante, eleven vuestras consciencias hacia una nueva experiencia en la que los Sagrados Corazones los conducirán y a través de la cual podrán encontrar un nuevo futuro.
El tiempo del retorno de Mi Hijo ya está llegando, y con Él la oportunidad de retornar al Origen y llevar consigo el Amor Crístico y Universal.
Hijos Míos, hoy decreto delante de ustedes, por la potestad que Él Me entregó, que una nueva vida deberá ser vivida por los seres de este mundo. Por la Majestad de Mi Hijo, borro el pasado de las criaturas que claman por Redención y les digo que ahora y para siempre, coloquen vuestro corazón y vuestros ojos fijos en la meta que deberán alcanzar.
Es tiempo de despertar los nuevos Cristos en el Universo. Es tiempo de vivir definitivamente la Redención. Yo les abro las puertas.
¿Quién de ustedes ingresará?
Aguardo que puedan responder a este nuevo Llamado.
Yo los amo siempre y los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos Míos:
Vengo nuevamente al mundo para recordarles la importancia de vivir en la fe del corazón. Quien profese su fe para estos tiempos difíciles y definitivos podrá acudir al auxilio supremo de Dios Padre.
Queridos hijos, hoy vengo a Santa Fe para instaurar Mi Reinado de Fe y de Paz en todas las almas, las que necesitan de misericordia y de perdón en este ciclo. Mi Hijo Amado Me ha enviado con la esperanza de que Yo, suSagrada Madre del Cielo, los haga recapacitar en el Espíritu de la Fe de Dios.
Queridos hijos, en verdad, ¿ustedes conocen el poder de la Fe de Dios? Hoy amorosamente Yo se los diré: aquella alma que confirme su vida en Dios nunca perderá la fe, porque la fe es la llama y el Don predilecto de su Padre Eterno.
Yo necesito que ingresen en el Universo de la Fe de Dios, porque la Fe de Dios permitió la creación de todas las formas de vida y de evolución. La Fe del Padre permitió la existencia del Amor Divino, la Fe de Dios sembró en todas las esencias la promesa de la venida de Cristo. Cristo sembró la Fe de Dios en todas las almas que buscaban el perdón y la paz.
Mis amados hijos, grande e infinita es la Fe del Padre. La Fe es el don perfecto que siempre les permitirá dar los pasos hacia la transformación y hacia la conversión.
Hoy Mi Corazón se ennoblece por la fe que Me han expresado amorosamente todos los queridos hijos de Santa Fe y de Argentina. En respuesta a la carta que Me han enviado todos Mis hijos de Argentina Yo les digo:
“Queridos hijos, una nueva Argentina deberá nacer a través del amor crístico que puedan irradiar sus corazones, y la oración perpetua será el camino que cumplirá la promesa para que Mi Amado Hijo Jesús esté entre ustedes en algún momento de Su esperado retorno. Preparen el camino para Su llegada y eso comenzará en la unión diaria de sus vidas con Su Piadoso y Sacratísimo Corazón Misericordioso”.
Hijos amados de Santa Fe, Mi Luz Maternal y Curadora se derrama hoy sobre ustedes con la esperanza de que nazcan nuevos grupos de oración para que sean espejos de amor y de misericordia en toda la Argentina.
Queridos hijos, vendré a esta nación todas las veces que Dios Me lo permita, pues el Padre tiene un precioso proyecto para ustedes.
¡Por todo lo que le han dado a Dios, Yo les agradezco!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Señora y Reina de la Santísima Fe
Un tiempo de Gracias para todos
Queridos hijos Míos: Hoy los uno a todos en Mi Inmaculado Corazón y desde el Cielo envío, a través de los ángeles, la ayuda espiritual que cada alma necesita.
Pero cuando Mi Corazón Materno les pide rezar con el corazón, es para que vuestras vidas se conviertan en portadoras de Paz y de Misericordia y especialmente vuestras divinas esencias se vuelvan preciosas mediadoras ante el Padre Celestial.
Todos, para este tiempo de crisis espiritual, humana y mundial, tienen la divina oportunidad de ser perdonados a través de la acción espiritual de la Divina Misericordia de Jesús.
Ustedes, a pesar de todo, en esta era y siglo están en Mi Tiempo de Gracia, ustedes están bajo e Mis rayos misericordiosos cada vez que Yo me encuentro con vuestros corazones, durante las Apariciones de Mi Santísima Faz de la Paz.
Mediten por un momento, queridos Míos, cuantos problemas, perturbaciones y conflictos internos y planetarios se resuelven cuando la Reina y siempre Virgen María desciende del Universo Celestial, para desatar los nudos que los amarran al error y al pecado.
Mi Estado de Gracia, el que derramo sobre ustedes, es sublime y divino, por eso, a lo largo de los siglos, Yo entrego esa Gracia a toda la humanidad a través de la Gracia que Dios Amado derramó sobre Mí en la Anunciación del Arcángel Gabriel.
En Guadalupe, Mi Gracia Maternal evitó que desaparecieran los dones de la simplicidad y del amor que fueron vividos por la Consciencia Indígena.
En Fátima, Mi Inmaculado Corazón de Gracia, evitó que el mundo humano y la vida divina desaparecieran en toda la Tierra.
En Lourdes, Mi Gracia Divina restauró al mundo de los graves pecados que fueron cometidos, llamando a las almas para la confesión y el perdón.
En Medjugorje, Yo evité el desarrollo masivo de una tercera guerra mundial, la que comenzó por la división de las repúblicas de ese lugar; todo fue evitado por medio de la Gracia de Mi Paz.
Hijos amados, hoy les revelo que si ustedes, como hermanos fraternos, como hermanos del camino espiritual, hermanos del camino de Cristo, se unen en oración por alguna causa o por alguna necesitada alma que está a punto de perderse, Mi Gracia Suprema concederá espiritualmente la salvación de esa situación o de esa consciencia y eso será posible por vuestra mediación ante Mi Corazón y el Corazón del Padre Celestial.
El mundo podría estar mejor y no sería necesario que sufriera; ahora Yo les muestro como Madre el Camino de la Paz, el que los llevará a encontrar Mi Gracia.
Que el Santo Espíritu de Dios bendiga ahora y siempre vuestros caminos.
¡Agradezco la atención de todos para este importante llamado de Misericordia!
María, Madre y Reina de la Paz
Déjame conocer tu mundo interior, Yo Soy Tu Piadosa Madre, la que conoce los rincones secretos de tu mente y de tu corazón.
En confianza entrégame lo que eres y lo que has hecho mal; acepta a cambio el manantial de Misericordia que Mi Corazón quiere derramar como luz sobre tu ser; así, unidos como uno solo, Yo podré purificar las manchas que oscurecen tu corazón y le daré el brillo perfecto de un corazón puro.
Busca sin demora la Divina Pureza, comienza día a día a observar tus actos, sentimientos y pensamientos. Permite que la oración del corazón renueve tus células y átomos. Permite que suceda el milagro de la oración, que será transfigurar tus errores por medio de los esfuerzos realizados.
El universo es constante armonía y equilibrio, por eso procura que la oración te sintonice con los principios mayores del Cielo, aquellos principios de hermandad que están más allá de este mundo. Y un medio para poder conseguirlo es el puente de la oración, el que rápidamente te unirá a Mi Corazón, Corazón que espera con alegría que te unas al principio fundamental del amor.
Cuando consigas sentir amor verdadero en tu corazón, ese será el momento en el que podrás comenzar a perdonar los errores cometidos en contra de ti mismo o de tus semejantes. El amor siempre llevará al alma orante a encontrar el camino del perdón. Por eso, el mundo de hoy está en contra del propósito de Dios, por la falta de amor y de perdón.
En este tiempo de crisis para todos Mis hijos, Yo vengo al auxilio de todos los que quieran aceptarme como la Regente de sus corazones y de sus vidas; Yo vengo para los que me quieran adoptar como la Madre Universal.
El mundo necesita urgentemente vivir preciosos actos de perdón y de amor, aquellos que nacen de las almas que oran al Padre Celestial pidiéndole y clamándole por Misericordia.
Ningún hijo Mío podrá dar un importante paso en la consagración y en el vacío de sí, sin antes vivir el camino que Yo propongo, que es el camino de la oración del corazón. La oración les dará la fuerza interior suficiente para amar y perdonar como Dios espera.
Ya no quiero más que vuestros corazones ofendan, sino que ellos amen y perdonen; este será el único medio que les permitirá alcanzar la Gracia y la Misericordia.
La humanidad de hoy está al borde de los abismos y de los graves errores que día a día se acumulan, los que afectan a que la humanidad siga en los planes de Dios. Aquellos que acepten la propuesta de vivir en el Reino Celestial a través de la oración sincera, el perdón y el amor serán mediadores junto Conmigo ante el Padre por el perdón de vuestros errores y por la Misericordia para todos Mis hijos.
La hora indica verdaderamente cambiar algo en lo profundo de la consciencia; a los que han sido más instruidos en los últimos años les corresponderá sacrificarse y esforzarse más, por todos los hermanos que no se esfuerzan y que ni siquiera viven el camino de la oración.
¿Y cómo terminará todo esto?
En la promesa de que Mi Corazón Inmaculado los llevará al Reino Mayor, lugar más allá de este mundo, para que al igual que los Ángeles glorifiquen y sirvan a Dios.
Ahora es el momento del mayor esfuerzo y sacrificio, al punto de que ustedes oferten a Dios vuestros internos sufrimientos por toda la humanidad que no se sacrifica y que solo se acomoda a las modernidades.
Todo deberá ser resuelto desde vuestro corazón espiritual, hasta los graves desastres mundiales. Por eso les digo a los hijos que no saben: ya estamos en el tiempo final, ya estamos en la hora de decidir cuál camino escoger.
Yo estaré ante los dos caminos para ayudarlos, pero la decisión y la respuesta están en vuestros corazones.
Les agradece, los bendice y los ama,
María, Madre Auxiliadora
Hoy una Gran Rosa Celestial desciende del Cielo y se posa amorosamente sobre la ciudad de São José do Rio Preto; esta sublime rosa es la expresión del Amor Inmaculado de la Madre Celestial.
Por la Rosa Mística, los hijos irán comprendiendo los misterios y los caminos hacia el Padre Eterno, y esos caminos se reabrirán para aquellos que los tenían cerrados. Busquen en ustedes la rosa mística del corazón; contemplen en vuestros seres la esencia verdadera, aquella que desde el principio proviene de la Fuente de Dios. Así ustedes reconocerán vuestra verdadera identidad espiritual entre el Cielo y la Tierra, porque los Divinos Ángeles del Trono, los ayudarán a encontrar el único camino de regreso, el cual los llevará a la eternidad. Eso será posible a través de vuestras oraciones.
Las tres rosas místicas que Yo llevo sobre Mi Inmaculado Corazón, aspiran a revelar al mundo los tres principios y atributos que ayudarán en la conversión de la humanidad y en su perdón, perdón por todas las faltas cometidas ante el Padre del Amor.
La Verdad Suprema es la Rosa Mística que les revelará el camino a seguir, un camino libre de obstáculos y de interferencias.
La Rosa Mística del Amor Puro es la conductora de vuestros corazones y es la que les permitirá ver, por sobre todas las cosas, el Amor de Dios.
La Rosa Mística de la Oración, es la que construye y restaura lo que ha quedado dañado en el interior de cada ser. La Rosa Mística de la Oración es la que abre las nuevas puertas y en consecuencia cura profundamente la vida de cada alma que se una a este misterio divino.
Las tres rosas místicas de Mi Corazón, se muestran ante vuestros ojos para que ustedes perciban que llegó el momento de cambiar algo de este mundo y especialmente para que todos Mis hijos se tornen colaboradores del Plan Mayor.
Vuestra Señora de la Rosa Mística, hoy se presenta ante el mundo y en especial ante esta bendecida ciudad de São José do Rio Preto, con el fin espiritual y divino de despertar a todos los que duermen, hace tiempo, para la vida de la consciencia y de la Verdad Suprema.
El Señor me ha pedido que los llame a todos porque existe una gran necesidad de oración por el mundo; si todos dieran esta respuesta, la humanidad entera de Norte a Sur y de Este a Oeste alcanzaría un tiempo más de paz.
La Señora de la Rosa Mística quiere llevar a Sus hijos al encuentro precioso con Jesús; si muchos reencendieran el amor que han perdido por Cristo, la Misericordia Infinita disolvería las deudas universales que ha generado la humanidad y una oportunidad de cura interior podría surgir en los corazones y en las mentes más cerradas a la conversión y a la redención.
En toda esta Obra Redentora participan los Santos Ángeles del Cielo y silenciosamente colaboran a través del Amor de Dios, para que el mundo no se sumerja en la oscuridad.
Por eso, queridísimos hijos, es hora de formarse como un soldado victorioso de la luz y de la oración. En vuestras oraciones diarias ustedes encontrarán el consuelo que nadie sobre este mundo les podrá entregar, porque estar en oración es quedarse en la plenitud de la Paz del Señor.
La oración definitivamente será la llave que redimirá la Tierra.
Hijos amados de São José do Rio Preto:
Hoy vengo desde el Cielo para llamarlos a que caminen de manera segura por el sendero de la consagración de todos vuestros corazones a Mi Inmaculado Corazón.
Desde ahora, vuestras vidas y vuestra ciudad cuentan con la amorosa intercesión del Castísimo Corazón de San José, para que así pueda surgir en el fin de los tiempos, la nueva familia de la paz y del bien, la familia que reflejará los mismos principios que la Sagrada Familia de Nazareth.
Queridos hijos: muchas son las aspiraciones de Mi Corazón y de que ustedes puedan dar los pasos. El Señor en este día, por medio de Mi presencia, les envía Su Amor y Su Gracia para todos los presentes.
¡Gracias São José do Rio Preto por abrirme la puerta del corazón confiado!
Les agradece y los bendice,
Santa María, Rosa Mística
Queridos hijos en Cristo:
¡Alabado sea Jesús, ahora y siempre!
Hoy, Mi Inmaculado Corazón regresa con la esperanza de que sus corazones despierten a Mi llamado y vuelvan a sus hogares con el impulso espiritual de formar nuevos grupos de oración consagrados a Mi Corazón materno.
En la escuela de oración de la cual ustedes pueden formar parte, la Maestra de la oración, su Santísima Madre María, podrá enseñarles a sentir la oración del corazón.
Queridos Míos, orar con el corazón es sentir, en sus almas, cada una de las sagradas palabras que son rezadas por ustedes. Orar con el corazón es tener un gesto de amor y de reverencia por lo que se repite.
A lo largo de la historia, la humanidad reconoció y aprendió sobre el poder del Mensaje que fue anunciado por el Arcángel Gabriel a Mi Corazón interior, el que después se volvió un ícono de oración para todo el mundo. Hoy, Yo Me refiero a la oración del Ave María.
Quiero y espero que ustedes puedan aprender a construir en sus corazones una unión perfecta con Dios, por medio de la oferta amorosa que proclama Mi Inmaculado Corazón.
En este tiempo, Yo vengo a invitar a todos Mis hijos, de diferentes caminos espirituales, doctrinas y creencias, a unirse a través de la oración del corazón. Si esto no sucediera así, en poco tiempo, el mundo como un todo deberá enfrentar pruebas difíciles.
Mi Luz maternal, aquella Luz que proviene de la Esencia Purísima de Dios, intentará en todo momento impedir que sufran. Por eso, Mi llamado, para que tengan consciencia sobre la oración, es para todos sin distinciones.
Deseo que el mundo, en este tiempo crítico, Me conozca como la Madre Universal, como la Madre de toda la humanidad que vive hoy sobre la Tierra. Eso será posible a través del ecumenismo que sus vidas puedan reflejar.
Amados hijos, esta escuela de oración abrirá las puertas para que, en verdad, ustedes reciban Gracias, curas, liberaciones y, principalmente, puedan ser bendecidos por el Perdón y la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, les agradezco a todos los presentes, que hicieron posible la vigilia de oración durante esta madrugada. Pues ayudó ampliamente en la salvación espiritual de los pueblos originarios a través de Mi santa intercesión como Madre y Señora de Guadalupe.
Hijos, les agradezco por su permanente unión Conmigo.
¡Gracias por responder a Mi llamado por la paz!
María, Reina de la Paz y Señora de todos los pueblos
Queridos hijos Míos:
Después de un importante encuentro con todos ustedes, durante los días 12 y 13 de septiembre en Victoria, Espíritu Santo; hoy, en este día de infinita Misericordia, les pido que busquen y vivan en la pureza del corazón en este tiempo, para que el mundo recupere la inocencia que ha perdido ante Dios.
Como Madre de la Santísima Pureza, les digo que retornen al origen verdadero de sus seres, que regresen al sentido del puro amor del corazón.
El Señor necesita de almas imperfectas y pecadoras para realizar Sus obras purísimas de paz y de conversión.
En la sagrada escuela que Mi Corazón Inmaculado vivió sobre la Tierra, la Divina Pureza estaba gestada en Mi Ser antes de recibir la Gracia del Mesías.
Esa pureza de la cual Yo les hablo, y que deberán buscar, es la pureza de sus intenciones, es la pureza que no genera juicios ni conflictos, porque la Divina Pureza es el escudo contra su propio sentido de la vida que los lleva al error.
La Divina Pureza es la esencia, flor de Mi Corazón, es el principio universal que emana Mi Espíritu santísimo a través del amor y de la compasión.
Por eso, les ruego, queridos hijos, que busquen este rayo de pureza que brota fluidamente del Sagrado Corazón de Dios, hacia los Sagrados Corazones de Jesús y de María, porque en su pureza podrán reconocer el poder del perdón y de la Misericordia.
Yo vuelvo al mundo para recordarle la esencia de la Divina Pureza. Toda la humanidad ha perdido la sinceridad pura de corazón, porque el mundo por sí mismo y el enemigo se han encargado de apagar esta pureza interior.
Oren y mediten, durante esta semana que llegará, sobre sus actos puros de corazón. Así entenderán desde su espíritu cuán verdaderos son ante la vida y ante sus hermanos.
Como su Sagrada Madre Purísima quiero que no se juzguen, sino que se observen y aprendan por medio de la serenidad que les irradia Mi amado Hijo. En Cristo está el ejemplo vivo de la pureza del amor y de la humildad para las familias, los sacerdotes, los religiosos, los laicos y los devotos de Mi Corazón.
Verdaderamente, Yo intento, semana a semana que, a través de la oración, algún día mueran para ustedes mismos y despierten al Universo Purísimo de Dios; porque en verdad les digo, Mis pequeños, que si buscan la pureza de intención, el mundo se curará del mar de impurezas en el cual vive.
Para formar parte de la nueva Tierra, será necesario purificarse a través de la oración, de la comunión, de la confesión y del perdón puro que sus pequeñas vidas puedan reflejar cuando se encuentren ante sus impurezas y las impurezas del prójimo.
El Amor puro, de Cristo, del Padre y del Espíritu Santo, será su inacabable fuerza espiritual para alcanzar el Reino de la Santa Pureza del Creador. Por su esfuerzo de vivir, día a día, la Sagrada Pureza, Dios consigue que la humanidad se libere de las grandes impurezas y, como una gracia universal, reciba la Divina Misericordia de Mi Hijo.
Sean puros, inténtenlo todos los días. Llamen, al despertar cada día, a Mi Divina Pureza. Yo ayudaré a quien se anime a ser puro de corazón.
¡Les agradezco por vivir Mi llamado purísimo de paz!
Su Madre, los bendice y los ama.
¡Gracias, queridos hijos!
María, Madre de la Santísima Pureza del Corazón
Reluce en Mi Corazón la esperanza de una Nueva Aurora y, como una verde esmeralda, brota de Mi pecho una señal que fue enviada por el Señor, como respuesta al pedido de cura de las almas.
Hijos Míos, aquellos que en este día abran sus corazones recibirán Gracias especiales, porque hoy las puertas del Cielo están especialmente abiertas. Hoy nace en el universo un nuevo ciclo, en el que podrán renovarse en el perdón y en la redención de Dios.
Es tiempo de soltar definitivamente las viejas vestiduras que ya no les sirven al cuerpo y, sin vergüenza, verse despojados delante de Dios; porque cuando nos permitimos ser verdaderos ante los Ojos del Creador, Él se puede aproximar a nosotros y sacarse Su propio Manto para cubrir nuestro cuerpo.
Hijos Míos, ya no son tiempos de temer lo desconocido, de tener miedo de enfrentar lo que vendrá, tampoco es tiempo de ser indiferentes a las revelaciones que el Señor les envía.
Abran sus corazones y sus espíritus, y de esa forma, Mi Corazón reciba un permiso de la humanidad para que de Mis propios labios broten revelaciones que hasta hoy están ocultas y que deben ser develadas al mundo entero.
Hijos Míos, la única forma de que el mundo salga de la ignorancia en la cual está sumergido es encontrando en otros corazones el ejemplo de fe y persistencia. Si cada uno decide, con la voluntad del espíritu, ser ejemplo para el prójimo, mucho podrá cambiar, porque Mi Verbo solo podrá ser emitido si hubieran corazones dispuestos a oírlo y, más que eso, a seguirlo y practicarlo en la vida, con amor.
Si hoy Mi Corazón conmemora seis años de Apariciones a sus pequeños seres, sepan que hay en el mundo, entre ustedes, seres que viven Mi Mensaje y que posibilitan que Mi Corazón renueve el compromiso con toda la humanidad.
Si unos pocos corazones, que hoy viven Mis pedidos y Mis instrucciones, permitieron que, durante seis años, Yo estuviera a su lado, imaginen ahora cuánto podría hacer y a dónde podría llegar si otros corazones se encendieran en este propósito de vivir la Paz.
Aún falta mucho para que el verdadero Plan de Dios se concrete en este mundo, y también larga deberá ser Mi jornada en la Tierra, pero la plenitud de esta misión mariana depende de la respuesta de los seres humanos.
Por eso, hoy, en el aniversario de Mis Apariciones, Yo les pido que realmente se renueven Conmigo y se permitan dar un nuevo paso en dirección a Dios.
No esperen el ejemplo del prójimo, sino, a través de la fe, enciendan sus corazones y sean, cada uno, una antorcha que llega para iluminar el camino de aquellos que están en la oscuridad y que no saben ni siquiera en qué dirección deberán dar el primer paso.
Vengan a Mí, que Yo los aguardo siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Reina de la Nueva Aurora
Queridos hijos:
Mientras el mundo entero sufre por la falta de mirar a nuestro Dios Supremo con amor, hoy en este bienaventurado y glorificado día de aniversario, Mi Corazón materno está entre ustedes para entregarles de nuevo la paz y el bien, el amor y el perdón del universo.
Como Madre de las Gracias, los invito a colocar sus seres debajo de los Rayos azules que emanan el poderoso manantial de Mi Gracia suprema. Esto lo conseguirán, Mis queridos, a través de la oración.
En estos tiempos de grandes cambios, Dios observa la respuesta amorosa de todas Sus criaturas; por eso Él, en Su eterna Gloria, Me envía al mundo para advertirle y guiarlo por el camino espiritual de cada alma.
Queridos, como Madre Universal, en el fin de estos tiempos de crisis, estoy uniendo almas y corazones bajo un mismo propósito de paz y de conversión.
El Señor me ha pedido que persista por la humanidad y, como Mi Amor inmaculado por ustedes es infinito y predilecto, Mi Hijo también llega a su encuentro para indicarles y para recordarles el único camino que los lleva a Dios, que es el camino de la oración del corazón.
En este aniversario especial de Mi Presencia en Aurora, Yo aspiro a que sus espíritus recojan los frutos que con tanto amor les estaré entregando a través de Mis Apariciones. Por eso, reconozcan ahora, Mis queridos hijos, que ustedes no están solos en este camino que cada uno vive día a día.
Quiero ahora agradecerles la respuesta de todos a Mi llamado para construir el Puente de la Misericordia. Hoy también les pido que me ayuden voluntariamente a terminar de construir los senderos en el Centro Mariano de Aurora. Así, Mis pedidos serán cumplidos por el amor de todos Mis hijos.
Mi Rayo del Orden y del Ceremonial deberá establecerse en el Centro Mariano de Aurora, para eso todo deberá estar terminado según Mis benditas intenciones. De esta manera, esta parte de América del Sur podrá recibir Mis Gracias por medio de la irradiación armoniosa del Centro Mariano de Aurora.
Queridos hijos, hoy es un día de celebración celestial; por eso, únanse a los ángeles del Cielo para que la Misericordia y la Gracia de Dios desciendan sobre la Tierra.
¡Les agradezco a los peregrinos por haber respondido a Mi llamado durante este último tiempo!
Los bendice en el Amor de Jesús,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Una vez más les ruego que acompañen todos Mis Mensajes desde el corazón, porque ya es tiempo de que vivan Mis Palabras, ellas han intentado construir algo inquebrantable dentro de sus seres. Ahora, Dios Me ha pedido que, después de todo lo que les he entregado a Mis queridos hijos, Yo le entregue a Él los frutos que deposité en cada uno de sus corazones.
Por eso, Mi consciencia maternal se manifiesta a través de impulsos espirituales a todos los que se abren para recibir el conocimiento de otras Leyes, Leyes que no están presentes en sus seres, pero que ustedes sí pueden estar unidos a ellas.
Mi Obra es una obra de paz, de fraternidad y de hermandad.
Todas las piezas que Yo moldeo, día a día, son entregadas después a Mi Hijo, para que Él las encamine hacia su misión final. Pero algunas de estas piezas, que forman parte del Todo, son duras de pulir. Por eso, Mi Amor que es profundo y verdadero por todos ustedes, intenta desterrar aquello que ya debe morir para que así nazca el nuevo espíritu.
A lo largo de los siglos, siempre le advertí a la humanidad que si ella no cambiaba de actitud, tiempos difíciles llegarían a la puerta de la vida de cada ser. Ahora, estos tiempos ya llegaron, tiempos de equivocadas acciones en el aborto, el suicidio, la mentira, el poder y el deshonor; los que en algunos corazones desbordan más que un río.
Pero Mi Corazón, que es paciente y manso, los quiere llevar a encontrar la Verdad, la Verdad de Dios para sus vidas, porque será a través de su transparencia y de su oración que se transformarán en aquello que Dios tanto espera y, de esa forma, ustedes como parte de toda esta única humanidad ayudarán a que ella se convierta pronto.
No se olviden, Mis queridos hijos, de que lo que fue escrito en la Biblia Sagrada se está cumpliendo, de una forma que muchos no perciben por estar llenos de otras cosas en vez de aferrarse a los poderes de la oración.
Si en verdad el mundo quisiera estar en el Reino de Dios, ya no cometería algunas acciones que perjudican siempre a los más desprotegidos y pobres.
Por eso, Mi Amor ingresa al mundo como una nueva Ley para que Mis hijos reaccionen, ya no son tiempos de vivir en las pequeñas insignificancias, sino que es tiempo de adquirir a través del Espíritu Santo una fuerza mayor para ayudar a los Planes de Dios.
Por medio de la Gracia y de la Misericordia, sé que ustedes podrán acompañarme y darán los pasos maduros hacia la conversión que los llevará a vivir la liberación. Hoy, más que nunca, los rebaños de Cristo deberán ser uno solo para que, a través de la oración, creen un muro protector que los separe del mal y los una más a Dios Todopoderoso.
Queridos hijos, he querido ser fiel a ustedes ante la situación planetaria, pues es hora de vivir la vida desde otra postura interior, porque su universo interior en este tiempo debe colaborar con el Plan del universo. Ustedes deben ser portadores de los nuevos códigos crísticos que Mi Hijo está derramando en aquellos que le dijeron sí.
Por eso, es hora de retirar de ustedes lo viejo, aquello que duele en lo profundo de sus corazones, para que en la oración alcancen la fuerza preciosa que irradia el perdón.
Queridos hijos, Yo los quiero preparar e instruir, porque la Mujer Vestida de Sol se está anunciando al mundo por última vez antes del nacimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por madurar en la fe y en la confianza en Dios!
Los bendice siempre,
María, Madre y Reina de la Paz y de la Reconciliación
La consciencia verdadera de lo que es la Vida solo llega al hombre a través del Espíritu Santo. Mi Espíritu Inmaculado y el Espíritu Sacratísimo de Mi Hijo provienen del Espíritu Santo. Pero hoy, quiero revelarles que no es necesario que sean originalmente concebidos por el Santo Espíritu para vivir las Gracias infinitas que vivimos Jesús y Yo hace 2013 años.
El Espíritu Santo transforma todo lo que toca, Su Fuego purifica en Luz todo lo que se aproxima a Él. Un alma que fue tocada por el Espíritu Santo jamás será la misma, aun durante otras existencias en el Reino de los Cielos.
El Espíritu de Dios transforma incluso el destino espiritual de los seres, porque aquel que se abre a recibir un toque glorioso del Espíritu Santo, asume con el Creador el compromiso de servirlo eternamente.
El Espíritu Santo es un misterio para el mundo porque está en todo, y todos lo buscan sin saber cómo encontrarlo. El Espíritu Santo se manifiesta como Fuego vivificador y Don sobrehumano, se manifiesta como Amor que a todo ilumina, como Perdón que a todo perdona, como Paz que a todos irradia.
El Espíritu Santo llega cuando menos se espera, porque en el momento en el que menos se lo busca, sin perder la permanente aspiración a encontrarlo, es cuando el corazón abre espacio para que el Espíritu Santo ingrese.
Para que la morada del Espíritu Santo sea eterna en el interior de los seres, la consagración del alma también debe ser eterna, la oferta del corazón debe ser eterna, la aspiración a servir a un único Dios también debe ser eterna.
El Señor conoce profundamente el corazón de Sus criaturas y sabe cuándo un hijo Suyo se confirma de forma perpetua en la unión con Su Corazón Sacratísimo. Y es en ese momento que el Señor envía Su Espíritu omnipresente para encontrar esa nueva morada.
Como el corazón de los hombres es imprevisible, incluso para ellos mismos, solo Dios conoce la verdad sobre las intenciones y sentimientos humanos, sobre las ofertas y las aspiraciones. Por eso, la única cosa que deben hacer sus seres es estar en oferta permanente y reconsagrarse todos los días ante el Universo de Dios, con el corazón puro y sincero.
Busquen sin buscar, porque así van a ser sin percibirlo; y la humildad, que es el primer Don del Espíritu de Dios, llegará a los que no la conocen y no la conocieron jamás. Solo conoce el Don de la humildad aquel que la reconoce en el prójimo, porque el corazón que está verdaderamente pleno del Espíritu Santo está tan próximo a Dios que no percibe los propios avances y las propias virtudes.
Así fue como Jesús, María y José vivieron el Espíritu Santo. Uno reconocía a ese Santo Espíritu en el otro y percibía cuántos Dones Dios había manifestado en aquella familia, plena de caridad y de humildad; pero ninguno de Nosotros observaba en sí mismo la presencia de ese Espíritu. Admirábamos, en silencio y en oración, las virtudes de los demás; y cuanto más percibíamos el Amor que el otro manifestaba por Dios, más plenos de ese Espíritu quedaban nuestros corazones. Y, en Nuestra vida simple, sin embargo llena de misterios, el Espíritu Santo fue manifestándose.
Por eso, hoy les digo que una llave para avanzar es pensar solo en Dios y fortalecer la virtud del prójimo, para que crezca y se desarrolle siempre. Así, aún sin darse cuenta, sus espíritus se irán preparando para recibir al Espíritu de Dios.
Que la paz y la armonía reinen en cada corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Entra en Mi Corazón de Luz y, en el silencio, te mostraré las respuestas que tanto buscas.
Únete a Mi Corazón Inmaculado y te llevaré a un estado de paz que aún desconoces.
Ven a Mí, en oración, y te daré a conocer los poderes de un Verbo que redime a las almas y restaura el mundo.
Permite que, a través de la comunión con Mi Hijo Jesús, el sagrado Cuerpo de Cristo transforme tu ser y tu existencia, transforme el curso de tu vida y reescriba tu historia en la Tierra y en el Universo de Dios.
Deja, hijo Mío, que la confesión con Cristo limpie tu corazón, atraiga al mundo el perdón y deposite en tu ser la infinita Misericordia que el Sagrado Corazón trae a la Tierra.
Encuentra en los Sacramentos la fuerza de tu vida, vive en los Sacramentos y por los Sacramentos. Transforma tu día a día en una comunión con lo Divino, para que lo Sagrado retorne a este mundo.
Hijos Míos, les quiero enseñar a estar siempre en el Corazón de Dios, quiero mostrarles el camino hacia la transformación, quiero conducirlos a lo Sagrado, a lo Divino y a lo verdadero, pero necesito que todos escuchen Mi llamado y practiquen Mis Palabras.
¿De qué les servirá solo oír Mi Voz, si no siguen las Instrucciones que les traigo?
Hace mucho tiempo que le hablo al mundo, le traigo de los Cielos las llaves para la salvación y para el encuentro eterno con Cristo; pero Mis hijos no Me escuchan, no profundizan en Mi llamado y no encuentran fuerzas en Mi Corazón para responder a la sagrada Voluntad de Dios.
Busquen las Palabras que les pronuncié a lo largo de los años, de los siglos; y podrán percibir en el corazón que se cumplieran lo que les pido, sus vidas no serían las mismas, y las dificultades y miserias del mundo tampoco serían las mismas.
Es tiempo, Mis queridos, de que cada uno cumpla verdaderamente su parte; que dé su respuesta a lo Alto, consciente de que eres parte de una humanidad que se pierde en las ilusiones del mundo.
Eleven los brazos hacia lo alto y pidan el auxilio de Dios para transformar aquello que no alcanzan por sí solos, pero no esperen que Dios los transforme por Sí mismo, sino den los pasos en dirección a la transformación.
Ya no digan, hijos Míos, que no saben cómo hacerlo, porque durante un año Mi Corazón les dictó diariamente los pasos que deberían dar. Y ahora, en infinita Misericordia, Mi Hijo desciende sobre la Tierra a dictarles, día a día, preciosas Instrucciones sobre cómo alcanzar el Reino de los Cielos.
Necesito contar con Mis soldados, necesito sus pasos en el camino de Mi Hijo; porque, hijos Míos, el mundo entero necesita esta transformación y aquellos que digan sí y que caminen, lo harán por todos.
Les agradezco por estar siempre Conmigo.
Yo los amo,
María, Madre y Reina de la Paz
Misión Mariana Uruguay será denominada la tarea de los grupos actuales de oración que colaborarán en el surgimiento de los 19 nuevos grupos marianos que representarán a los departamentos de Uruguay.
Bajo este emblema: “Caminando a través de María”, también los peregrinos de otras naciones podrán colaborar con amor, para que esta obra del fin del tiempo se lleve adelante.
Queridos hijos, cuando Mi Corazón materno les pide esta misión es porque Dios observa que sus corazones podrán ayudar a que todo Uruguay alcance un tiempo más de paz.
Hijos Míos, ustedes serán los apóstoles precursores de Mi Inmaculado Corazón para que esta sagrada e inmaculada misión, que les entrega la Reina del Cielo, pueda rápidamente expandirse por Brasil, Argentina, Paraguay y después por todas las Américas.
Queridos hijos, será a través de ustedes que Dios conseguirá que muchos de Sus hijos vuelvan a orar, para que así todo el mundo se reconcilie con Él y retorne al Reino del Cielo.
Hijos Míos, Mi Corazón de Madre acompañará los caminos que sus pies vayan andando. Por eso, no teman por dónde comenzar, es hora de que sus corazones puros puedan reflejar el verdadero amor que guardan por Dios y por Su Hijo Jesús, así ustedes aprenderán a amar la Voluntad de Dios para ustedes.
Los invito, queridos hijos, a unirse en espíritu a este Proyecto Mariano. A la nueva Red-Luz de Uruguay le ha llegado el momento de despertar, como ha despertado en otras naciones hermanas. La finalidad espiritual es que, al fin de todo, cuando los grupos oren mucho por sus propios países, Dios los mire, los contemple y les dé el perdón que necesitan para ingresar al Paraíso.
Queridos hijos, estoy con ustedes, porque pronto verán los frutos de la conversión en sus corazones y en los corazones de todos sus hermanos. Entren en confianza en el Reino de Mi Corazón, porque así Yo los guiaré y les marcaré los pasos para que encuentren a Mi Hijo Jesús.
Ahora, necesito en estos tiempos de misioneros que no solo vivan la oración, sino también que vivan el servicio para alcanzar la redención del corazón.
Queridos hijos, los necesito día a día y cuento con ustedes para que, a través de esta misión, que se iniciará a partir del mes de junio de este año, puedan aproximarme a muchos hijos Míos que se han separado de Mi maternidad.
Si responden a este llamado, Uruguay estará en otros planes del Creador. Intenten estar en Mi Paz y en Mi Amor, porque así los consolaré.
¡Les agradezco por despertar a este llamado!
Los bendice y los ama,
María, Madre y Reina de la Paz
Bienaventurados serán los que comprendan Mi Presencia, los que confíen en Mis Palabras y los que sigan a Mi Corazón.
A los que aspiran a alcanzar el Reino de los Cielos, Yo les digo que esta es la hora de la conversión, de entregar todas las faltas a Dios y de recibir en humildad el perdón que Él les envía.
Hijos Míos, una vez más les digo que despierten. Despierten a tiempo para recibir la Misericordia que brota como un manantial infinito del Reino de Dios. Despierten a tiempo para ver que las Manos del Señor se extienden en dirección a sus manos; que el Corazón del Señor se abre para recibir a sus corazones; que el Perdón del Señor esta pronto para borrar definitivamente todas las deudas que tienen con Dios.
Amados hijos, aún hay tiempo de tomar una decisión correcta en sus vidas. Hay tiempo de ser verdaderos servidores, dispuestos a manifestar la Voluntad de Dios. Aún hay tiempo para equilibrar la parte que les cabe de este mundo a través de la oración, del ayuno y de la confesión sincera con Cristo.
Cuando les digo que hay tiempo, es porque hay tiempo para actuar, para decidirse a responder ahora al llamado de los Cielos. Cuando les digo que están a tiempo, quiero mostrarles la oportunidad de reconversión que el Señor coloca delante de sus vidas, para que aún los que se creen despiertos puedan despertar realmente al último llamado de Dios.
Hijos Míos, el Señor ya les envió todas las Gracias, les ofertó a Su Hijo, a Su Reino, a Su Sierva fiel, a Sus huestes de ángeles. ¿Qué más esperan para aceptar el llamado de Dios? ¿Qué más podemos hacer para que la voluntad de despertar sea mayor que el sueño que sienten?
El mundo duerme, hijos queridos, ante la existencia de una vida mayor. Hay muchos que escogieron no despertar y cerraron los ojos a la existencia de Dios. Hay muchos que creen servir al Señor y no percibieron que hace mucho tiempo le cerraron las puertas. Hay muchos que dan muy poco de sí, cuando el mundo necesita que cada uno de todo de sí.
Es tiempo de donarse, pequeños hijos, donarse al Creador de todas las cosas, Quien es la propia donación que les donó la vida y que les oferta la eternidad.
Tan inmensa es la Misericordia de Dios que Él no se cansa de llamar a los que más le faltan y se olvidan de Su existencia; Él no se cansa de llamarlos y, de todas las maneras, intenta traer de vuelta a Sus hijos que se perdieron en el camino.
Por eso, estoy aquí, hijos Míos. Soy la Madre de sus corazones, enviada por el Señor Supremo para despertar a sus consciencias, para tornarlas activas y orantes. Yo estoy aquí, pues ya es la hora del rescate y Mis soldados deben estar prontos, pues mucho trabajo les aguarda.
Si conocieran el mundo como Yo lo conozco, jamás habría quejas en sus vidas y, de una vez por todas, decidirían acompañarme.
Por eso, Mis queridos, coloquen a Mis pies todas sus dificultades y permítanme ser la Guía de sus vidas, a través de la oración permanente.
Vengan Conmigo, no teman acompañarme. Yo los aguardo hace mucho tiempo. Hace siglos que la humanidad se prepara, es hora de comenzar a actuar.
Si quieren saber por dónde comenzar, dónde estar y qué hacer, oren, oren y oren. Ayunen de verdad, comulguen con Mi Hijo y escuchen Sus Palabras diarias.
Caminen, caminen, pues están a tiempo.
Les gradezco por escuchar Mi urgente llamado con el corazón.
María, Madre del Mundo y Reina de la Paz
Queridos hijos:
En esta mañana, vengo a anunciarles que Mi Corazón estará entre ustedes durante todo el día, acompañando la vigilia y la oración que harán Conmigo. Por eso, espero de sus corazones una total apertura al Señor, a fin de que Su Reino pueda llegar a la Tierra y permanecer en ella para el rescate y la salvación de las almas.
Esta es una semana de especial Misericordia, porque el Señor Me permitió estar aun más próxima de Mis hijos y, junto con ellos, trabajar por la salvación de las almas.
En este día, recojo la oferta de todos, para que coloquen a Mis pies, no solo los talentos de sus corazones, sino también las miserias. Y, para encontrar Conmigo y a través de Mí el camino de la conversión, les digo que el camino más corto es el del servicio, de la oración, de la confesión y del ayuno.
Cuando oran por las almas con el mismo fervor con el que oran por sí mismos, cuando claman por el mundo con un verbo que emerge de lo más profundo del ser, el Señor vuelve Sus Ojos hacia la Tierra y envía en su auxilio a Sus Huestes, portadoras de la redención y de la Misericordia.
Cuando sirven con gratitud, con paz y con reverencia a las almas, la Misericordia Divina encuentra espacio en sus corazones para que, a través de ellos, sea vertida en las almas.
Cuando se confiesan con Dios y con Cristo, liberando el pecado y las amarguras del corazón, cuando son capaces así de perdonar al prójimo y a sí mismos, están liberando el pecado del mundo e impulsando a las almas que no consiguen hacerlo.
Cuando ayunan con sinceridad y sienten hambre en nombre de todos los que verdaderamente no tienen que comer, equilibran el mal del mundo y dan una oportunidad a los que nada tienen para que un día reciban lo que necesitan.
Es necesario que sepan ejercitar lo que les pido con la consciencia más amplia, con la intención en los beneficios que el mundo recibirá, mucho más allá de lo que podrán recibir cada uno de ustedes.
Si actúan de esta forma, procediendo por el bien del mundo, el bien en sus seres será una consecuencia, y estarán caminando a pasos largos rumbo al Paraíso y muy pronto estarán a Mi lado.
Cuenten con Mi Presencia, Mi auxilio y Mi maternidad.
Oigan Mis Palabras con amor. Vengo a instruirlos y a acompañarlos, trazando para sus corazones un camino de humildad.
Amo a cada uno de Mis hijos.
María, Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más