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Queridos compañeros:
Quisiera recordarles que el mundo aún agoniza y padece por las acciones de la humanidad. Sin embargo, no les digo esto para martirizar sus consciencias y hacerlas sufrir un mal que no conocen. Les digo todas estas cosas porque, con todo lo que reciben a diario, deben ser un poco más consecuentes con sus acciones, aspiraciones, pensamientos y sentimientos.
Muchos se olvidan, frecuentemente, de lo que sucede en el mundo y dejan que la consciencia se pierda en las distracciones del día a día y en los pequeños problemas internos, que se vuelven grandes, dada la enorme atención que colocan en ellos.
Los seres, en su mayoría, no reconocen verdaderamente que estamos en tiempos apocalípticos. Hasta los que se consideran más conscientes necesitarán de un gran impacto en la consciencia para que sepan que, en realidad, llegó el final de los tiempos para la humanidad actual.
Dios espera que aquellos que creen en Sus Mensajeros y que siguen Sus instrucciones estén más vigilantes que nunca y traten, por sobre todas las cosas, de manifestar en sí mismos el Propósito de Dios en el cual confían.
Yo siempre les dije que necesitan ser valientes, pero muchos toman esas palabras con un entusiasmo meramente emocional y creen que serán valientes cuando estuvieren delante del caos que se propaga por el mundo con violencia. Pero lo que vengo a mostrarles es que ese mismo caos habita dentro de las criaturas del mundo en sus debidas proporciones, y que debe ser purificado y elevado por la transformación de la consciencia.
Poco valdrá que Mi Casto Corazón descienda todos los días al mundo y deposite en los seres una parte de los códigos que alcancé como José de Nazaret, si sus corazones no hicieren nada o casi nada para desarrollar esos códigos dentro de sí.
No quiero desalentarlos ni desmerecer sus esfuerzos, pero deben reconocer que su distracción es muy grande y que aún se permiten, muchas veces, vivir los viejos patrones humanos, aun con todo el conocimiento que tienen de la actual situación planetaria.
Hoy Mi Corazón paterno les habla a los que aspiran a vivir la transformación y a los que no se sentirán heridos con lo que digo, pero sí impulsados a la madurez, porque vengo en este tiempo definitivo para entregar lo mejor que hay en Dios para aquellos que seguirán adelante.
No tendrán treinta años más para seguir con un cambio lento y precario, pues lo que construyen dentro de ustedes, hoy, es lo que resultará en los años que llegarán y es lo que dictará los pasos que darán como consciencias en el futuro del planeta.
Yo les aseguro que nada quedará como está y que, con los que acepten seguir adelante, el Plan de Dios se cumplirá.
Yo los amo y les advierto. Yo los guío y los protejo siempre, sobre todo de sí mismos.
Su amado padre e instructor,
San José Castísimo
Déjame conocer tu mundo interior, Yo Soy Tu Piadosa Madre, la que conoce los rincones secretos de tu mente y de tu corazón.
En confianza entrégame lo que eres y lo que has hecho mal; acepta a cambio el manantial de Misericordia que Mi Corazón quiere derramar como luz sobre tu ser; así, unidos como uno solo, Yo podré purificar las manchas que oscurecen tu corazón y le daré el brillo perfecto de un corazón puro.
Busca sin demora la Divina Pureza, comienza día a día a observar tus actos, sentimientos y pensamientos. Permite que la oración del corazón renueve tus células y átomos. Permite que suceda el milagro de la oración, que será transfigurar tus errores por medio de los esfuerzos realizados.
El universo es constante armonía y equilibrio, por eso procura que la oración te sintonice con los principios mayores del Cielo, aquellos principios de hermandad que están más allá de este mundo. Y un medio para poder conseguirlo es el puente de la oración, el que rápidamente te unirá a Mi Corazón, Corazón que espera con alegría que te unas al principio fundamental del amor.
Cuando consigas sentir amor verdadero en tu corazón, ese será el momento en el que podrás comenzar a perdonar los errores cometidos en contra de ti mismo o de tus semejantes. El amor siempre llevará al alma orante a encontrar el camino del perdón. Por eso, el mundo de hoy está en contra del propósito de Dios, por la falta de amor y de perdón.
En este tiempo de crisis para todos Mis hijos, Yo vengo al auxilio de todos los que quieran aceptarme como la Regente de sus corazones y de sus vidas; Yo vengo para los que me quieran adoptar como la Madre Universal.
El mundo necesita urgentemente vivir preciosos actos de perdón y de amor, aquellos que nacen de las almas que oran al Padre Celestial pidiéndole y clamándole por Misericordia.
Ningún hijo Mío podrá dar un importante paso en la consagración y en el vacío de sí, sin antes vivir el camino que Yo propongo, que es el camino de la oración del corazón. La oración les dará la fuerza interior suficiente para amar y perdonar como Dios espera.
Ya no quiero más que vuestros corazones ofendan, sino que ellos amen y perdonen; este será el único medio que les permitirá alcanzar la Gracia y la Misericordia.
La humanidad de hoy está al borde de los abismos y de los graves errores que día a día se acumulan, los que afectan a que la humanidad siga en los planes de Dios. Aquellos que acepten la propuesta de vivir en el Reino Celestial a través de la oración sincera, el perdón y el amor serán mediadores junto Conmigo ante el Padre por el perdón de vuestros errores y por la Misericordia para todos Mis hijos.
La hora indica verdaderamente cambiar algo en lo profundo de la consciencia; a los que han sido más instruidos en los últimos años les corresponderá sacrificarse y esforzarse más, por todos los hermanos que no se esfuerzan y que ni siquiera viven el camino de la oración.
¿Y cómo terminará todo esto?
En la promesa de que Mi Corazón Inmaculado los llevará al Reino Mayor, lugar más allá de este mundo, para que al igual que los Ángeles glorifiquen y sirvan a Dios.
Ahora es el momento del mayor esfuerzo y sacrificio, al punto de que ustedes oferten a Dios vuestros internos sufrimientos por toda la humanidad que no se sacrifica y que solo se acomoda a las modernidades.
Todo deberá ser resuelto desde vuestro corazón espiritual, hasta los graves desastres mundiales. Por eso les digo a los hijos que no saben: ya estamos en el tiempo final, ya estamos en la hora de decidir cuál camino escoger.
Yo estaré ante los dos caminos para ayudarlos, pero la decisión y la respuesta están en vuestros corazones.
Les agradece, los bendice y los ama,
María, Madre Auxiliadora
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más