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Mis queridos hijos:
En el Amor de Dios, encontrarán la respuesta para cada etapa de la vida.
En el Amor de Dios, renacerán como en cada nuevo amanecer y le encontrarán sentido a toda la experiencia vivida.
En el Amor de Dios, se curarán, pero también se liberarán de ustedes mismos.
En el Amor de Dios, ya no habrá motivo para actuar, pensar o proceder lejos de ese Amor Divino.
Como Madre, como una Madre que estuvo en la Tierra y conoció la condición humana de cerca, Yo les pido que no se dejen abrazar por la imperfección propia; más aún, permitan que el Amor los cure y los redima, permitan que la puerta del corazón siempre se mantenga abierta de par en par. Nunca cierren la puerta del corazón.
Aférrense al Amor del Padre Eterno y renacerán, se liberarán de las amarras y se disolverán todos los males del mundo.
En verdad, les digo, hijos Míos, que sin el Amor nunca podrán conocer a fondo la realidad. Por eso, no se olviden de que fueron creados, en la Fuente, por un profundo sentimiento de Amor de Dios.
Así, despójense de lo que creen, de lo que afirman como una única verdad. Despójense de lo que sostienen como propio.
Es hora de que Mis hijos practiquen, en carne propia, las Palabras de todos los Mensajeros; porque un día llegará el fin y deberán estar viviendo en el Amor de Dios, en el Amor que es capaz de ir más allá de ustedes mismos por la concreción de un bien mayor y universal.
Esta es la llave que les vuelvo a entregar una vez más, la llave del amor vacío, de un amor libre de convicciones y de ideas, de un amor que es capaz de sacrificarse por amor a Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre del Amor Mayor
Mis queridos hijos:
Hoy, estoy aquí, en la Casa de Cristo. Puedo estar más cerca, espiritualmente, de la traumatizada Ucrania. Puedo recoger las oraciones de todos los que oran por la sagrada causa de la Paz.
Por eso, hijos Míos, estoy agradecida porque, en esta hora del planeta, muchas situaciones necesitan ser atendidas, y es urgente para Dios que haya una intercesión celestial.
Por eso, cuando las voces se unen en oración, Yo como Madre del Mundo puedo interceder y abrir, una vez más, las puertas de los Cielos para que los Ángeles de la Paz y de la Reconciliación ayuden a las almas más perdidas, especialmente a las almas que están en los conflictos y en las guerras.
Queridos hijos, por ese motivo, Yo estoy aquí, para irradiar Mi Amor y Mi Luz al mundo; para decirle a los mundos internos de las Criaturas de Dios, Mis Hijos, que se detengan y escuchen el grito del planeta y de las familias desplazadas por la guerra, por el hambre y por la migración.
¿Hasta cuándo sucederá esto?
Por eso, Mi Mensaje llega para sensibilizar, aun dentro de la Iglesia de Cristo, a los que no piensan en los refugiados ni en los pobres.
Espero, queridos hijos, que antes de que todo suceda, más almas buenas sean capaces, Conmigo, de ayudar a equilibrar la balanza de la Ley; porque, de lo contrario, será la propia humanidad, como lo viene haciendo hasta ahora, que se lastimará a sí misma.
Rezo para que no existan ideas autodestructivas en la superficie de la Tierra, para que ninguna bomba más sea lanzada sobre las naciones como si fueran desperdicios. ¡No, hijos, no hagan eso!
Sean capaces de percibir hasta donde llega el mal. Arrepiéntanse y pidan perdón, porque queda poco tiempo.
Recemos para que la poca paz que hay en este planeta no desaparezca.
¡Les agradezco por estar unidos a Mí en oración!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy, con el viento y las olas del océano, llego hasta aquí, cruzando los portales del universo para que pueda penetrar en la consciencia humana su aspecto espiritual.
Hoy traigo, para todos, el dolor profundo de Mi Corazón ante la situación del planeta y de la humanidad.
Aunque Me encuentre en el universo y la Jerarquía trabaje para aliviar la situación del mundo, Mis Ojos no dejan de mirar lo que sucede, lo que aún nadie puede ver en profundidad para comprender el sentido de por qué sucede.
En este día, vengo del Cielo para volverles a pedir que oren por los refugiados, especialmente por aquellos que intentan sobrevivir y encontrar un destino, una tierra prometida, cruzando los océanos. Muchos de ellos no llegan al fin de la meta, no llegan a destino, al cual buscan con esperanza, aunque sus rostros reflejen el sufrimiento del abandono y de la no aceptación.
Más allá de todo lo que sucede en la humanidad y por medio de esta Maratón de la Divina Misericordia, en la que sus oraciones se elevan hacia Dios, en sintonía y amor, les comparto este dolor de Su Maestro y Señor; porque todo podría ser diferente, pero no lo es. Y al no ser diferente, al no encontrar una respuesta o un alivio a la situación de hermanos como ustedes, el destino modifica los acontecimientos.
Piensen por un instante qué sería escuchar, en el medio del océano, una barca a la deriva, niños, mujeres, ancianos, hombres, buscando un puerto seguro en medio de una tempestad espiritual y material reflejada en sus naciones de origen.
El espíritu de acogimiento es algo que la humanidad le debe al universo, el espíritu de receptividad y de solidaridad con el sufrimiento del semejante.
Sé que esto no solo depende de la humanidad, sino de los que crean y generan estas situaciones de inestabilidad en todos los sentidos, en las naciones más pobres entre las más pobres como es en África.
Por eso, aún sigo esperando el momento más propicio para poder llegar a tierras africanas, en donde Mi tarea y la tarea de la Madre del Mundo no solo se centrará en las naciones a las que llegaremos, sino también en todo el continente africano.
Si la respuesta humanitaria no fuera eficiente en las naciones del mundo, ante estos acontecimientos, mayores serán las consecuencias que seguirán viviendo las diferentes poblaciones humanas en sus naciones de origen; porque hoy no solo hablamos de hambre, de guerra o de indiferencia social o política, hablamos de algo que va más allá de lo que es aparente y superficial.
Vean en sus hermanos refugiados al mismo Dios sufriendo Su naufragio, el naufragio que le generan Sus hijos por no cumplir con Su Plan. Coloquen su mirada y su corazón ante este significado que hoy les traigo.
Intenten ir más allá de las apariencias, de lo superficial, de todo lo que es conocido o material.
Penetren en el universo del misterio y comprenderán el sentido espiritual de todo lo que les digo.
Solo espero que más sean conscientes de lo que sucede, porque lo que les sucede a algunos seres humanos, como los refugiados, le sucede al mundo entero.
En esta situación no existen fronteras materiales ni tampoco mentales. No puede existir la indiferencia ni tampoco la omisión ante la gran necesidad del fin de estos tiempos. Si hoy se presenta esta situación en el mundo es porque es un espejo de cómo está la humanidad.
No pueden aspirar a las esferas mayores o a los niveles de contacto si esta situación no es colocada en sus corazones, la realidad de los refugiados, de sus hermanos.
Todos son hermanos más allá de su raza, de su lengua o de su condición. En esencia todos son iguales ante el Padre Celestial y eso no cambiará.
Lo material es pasajero, lo espiritual es eterno. El servicio es la gran llave de este tiempo para poder aliviar a la humanidad de las propias condiciones de caos y de sufrimiento que se genera a sí misma, de tiempo en tiempo.
Pero la Fuente Primordial está allí, al servicio de los Hijos de Dios. Deben llamarla correctamente, deben invocarla correctamente, deben unirse a Ella correctamente, para que la Fuente Primordial los pueda auxiliar.
Y así, sus talentos despertarán, sus virtudes se mostrarán y serán guiados y conducidos a través del camino del servicio y de la oración por las causas urgentes del planeta.
Hoy vengo, con el viento y las olas del océano, para que puedan escuchar dentro de sí y sentir el Sentimiento de Dios, Su silencioso Sentimiento que le habla sobre esta realidad a los mundos internos.
Ya están en el momento de comprender muchas cosas que no son materiales, sino inmateriales.
Si su interior y su mirada están ante el conocimiento con reverencia y humildad, serán conducidos por la Ley, y la Ley actuará a través de ustedes para corregir esta situación planetaria, cada vez más caótica y difícil.
Desde el Huerto Getsemaní sabía que esto llegaría. Esa es la razón del precio de Mi Sangre, de cada gota de Mi Sangre derramada sobre el suelo de este mundo por la humanidad.
Mi Corazón misericordioso necesita llegar a través de ustedes a los que sufren, a los refugiados.
En estos días de oración misericordiosa, oren con fervor y el fervor los renovará, siempre los colocará en la vibración correcta en la emergencia planetaria.
El mundo verá situaciones más indescriptibles que las que nunca vio hasta ahora. Yo los invito a tomar consciencia de esto y a volcar sus vidas a la solidaridad y el bien.
Construyan Conmigo, en los planos internos, la renovación de las formas, para que aquellas fuerzas retrógradas que oprimen a la consciencia del planeta y someten a la humanidad sean expulsadas y liberadas de la faz de la Tierra, y todo se pueda renovar.
Mientras el interés de la humanidad por la vida espiritual y la oración sea opaco o indiferente, las puertas de Mi Misericordia no se abrirán; la respuesta de esta gran ayuda será proporcional a sus oraciones Conmigo.
La humanidad no está preparada para enfrentar el fin de los tiempos y ver cosas inimaginables no solo de este planeta, sino también del universo. Sería como despertar en la mañana y encontrar al mundo totalmente cambiado, bajo una realidad que nunca conocieron ni vieron.
¿Qué harían? ¿Cuál sería su primer pensamiento y su primera acción?
La humanidad se ha aliado a las fuerzas retrógradas y eso la lleva a un constante sufrimiento.
La oración de los consecuentes sostiene en equilibrio lo que es impensable para ustedes. Eso significa, compañeros, que la oración, en este momento, mantiene en armonía lo que está a punto de romperse.
Sé que muchos no quieren aceptar el fin de los tiempos porque los llevaría a cambiar definitivamente. Pero como Señor y Rey del Universo les digo: "No hay otra salida".
Si están encarnados, en este momento y en este tiempo, es por una razón mayor, es por un deber mayor, es por un compromiso irrefutable.
Mientras las almas y las consciencias fuercen a hacer lo diferente de lo que vinieron a hacer, sufrirán. La resistencia ya no puede estar en su camino espiritual y, sobre todo, en su contacto interno con lo Alto.
No pueden desafiar sus destinos, porque no los conocen.
Sean merecedores, en este tiempo, de la Gracia suprema que desciende en una humanidad transgresora e indiferente, en una humanidad enferma y caótica.
Debajo de sus pies, tienen los lugares más sagrados e irreconocibles por el mundo, los llamados Recintos Sagrados. Ellos están allí para su auxilio y su veneración.
Sírvanse de lo que es real y divino. Dejen lo que es aparente e ilusorio.
El mundo quiere permanecer en la ilusión y la alimenta día a día. Si eso sigue así, ¿cómo encontrará el portal hacia el Real Tiempo?
Todo comienza en su mundo interior, en la práctica viva de su fe, en acciones misericordiosas.
En esa actitud, las naciones comprenderán que los refugiados no son deshechos humanos ni tampoco son una plaga internacional.
Apiádense de los que sufren y verán más allá de lo que está sucediendo.
Alivien el dolor de los que andan por los mares y los océanos del mundo, buscando una tierra segura para poder vivir en familia y en unidad.
Si el mundo y las naciones no hacen algo, vendrá una prueba más dura que la que están viviendo. Dios no castiga a la humanidad, es la humanidad la que se castiga a sí misma a través de sus acciones e ideales.
Los océanos hoy hablan del dolor de los refugiados en los mares y, especialmente, de los que nunca salieron del mar con vida. Por eso, hoy convierto esos océanos en el océano de Mi Misericordia para que todos puedan ser salvados y rescatados.
Apelen a la Misericordia Divina y no permitan que la Justicia actúe en este tiempo, porque el mundo viviría una gran corrección que nunca ha vivido hasta ahora.
Sean consecuentes con Nuestras Palabras. Vivan Mi Mensaje y no solo lo escuchen. Es tiempo del despertar de los Nuevos Cristos.
“Padre Celestial,
que has dado todo de Ti, incansablemente,
para la creación del universo y de la vida,
sostén a Tus servidores decididos a seguir
el Camino de Cristo.
Haz descender Tu Luz y Tu Misericordia
en los espacios oscuros de este mundo.
Acoge en Tus Brazos, Adonai,
a los que no tienen nación ni tierra.
Que el grito de dolor en los océanos sea aplacado
por el descenso de la poderosa Sangre de Jesús,
y que todo sea convertido
según Tu Voluntad, Adonai,
para que la humanidad sea responsable
y consciente de todo lo que hace.
Envía Tu Luz, Señor, a los mundos internos.
Nutre a las capas más profundas de la ignorancia humana
para que se pueda disipar.
Cura con Tu Amor a todas Tus criaturas,
a fin de que todos tengan la dicha de participar
de Tu Reino Celestial.
Amén”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Unidos, en este momento, al Señor de los Océanos, ante Su Presencia misericordiosa y espiritual, nos colocamos ante Él en oración y súplica, ofreciendo la oración del Ángel de la Paz, para que Cristo emerja como un Sagrario Divino en cada corazón humano y todos puedan despertar al llamado de Su Voz y de Su Presencia.
Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
os adoro profundamente
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de Jesucristo,
presente en todos los sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes, sacrilegios
e indiferencias con que Él es ofendido.
Y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
(se repite tres veces)
Agradecemos a Dios por Su inmensa Misericordia y Piedad, y renovamos nuestros votos en Cristo y por Cristo como soldados de Luz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy la felicidad se pierde en el mundo por la falta de la paz y de amor entre los seres.
Por eso, como parte de la emanación de Dios, como el aspecto femenino de Dios representado en la Madre del Mundo, vengo a entregarle a la humanidad el Amor divino y cósmico que tanto necesita.
Y Yo les pido que no teman, que no duden y que tampoco fracasen espiritualmente, hijos Míos. Este es el tiempo de la adversidad, el gran momento del Armagedón planetario, en el que todo se definirá.
También es el momento en el que Mi Hijo, cada vez más, se aproxima al mundo para poder volver a colocarlo en el Camino de Dios.
Por eso hoy estoy aquí, hijos Míos, para que escuchen Mi voz y para que anuncien Mi mensaje al mundo.
Que hoy, este Encuentro de Música que será ofrecido eleve la consciencia del planeta, la consciencia de la humanidad, pero que también traiga la cura espiritual que las naciones necesitan para poder alcanzar la paz y la reconciliación entre los pueblos.
No dejen de aspirar a poder alcanzar los Sagrados Méritos de Dios. Esos Méritos los harán dignos ante Su Presencia.
Por eso, hijos Míos, ofrezcan cada momento de hoy como si fuera el último, para que Dios escuche la voz de Sus hijos que se eleva a través de la canción y de los instrumentos.
Que esa elevación, que desde ustedes se construirá como un puente de luz hacia el Universo, transmute las energías corrosivas y retrógradas para que las esencias más perdidas, y que están en la oscuridad, puedan ser rescatadas por Mí.
Como hasta ahora, cuento con la adhesión de cada uno de Mis hijos; porque la música elevada y la música que trae consciencia a las almas todo lo transformará siempre, aunque sea imposible.
Cuando las almas se agrupan y se reúnen en el nombre de Dios para cantarle y para alabarlo, las Gracias extraordinarias e inexplicables del Universo pueden descender para que todas las criaturas, independientemente de estar o no en el bien, reciban la ayuda que necesitan y puedan despertar.
Hoy vengo como la Madre del Sol, como la Gobernanta del Universo, para decirles, hijos Míos, que el Universo nuevamente se abrirá para escuchar sus melodías y las vibraciones que ofrecerán en el nombre de Mi Hijo y por la paz.
Yo les traigo la alegría verdadera de poder vivir en Dios y de poder encontrarlo en cada momento de sus vidas, sabiendo que más allá de lo que vivan, de lo que experimentan o del dolor que sufran, Dios siempre estará atento para ayudarlos, porque Él es infinito en Misericordia.
Aférrense y afírmense en el poderoso Reino de Dios que está dentro de cada uno de ustedes; y en donación, en servicio, en canto y en oración podrán estar en contacto con el Padre Supremo y en comunión con Su Espíritu.
Que en estos momentos agudos de la humanidad se sigan ofreciendo diariamente las Oraciones por las Naciones de Sudamérica.
Quisiera, en este día especial, en el que el Cielo comulgará de las voces que emergerán de la Tierra, y la Tierra y sus habitantes comulgarán del Universo, que fuera ofrecida una oración semanal por Sudamérica que incluya a todas las naciones, a todos los pueblos, a todas las situaciones y momentos agudos que ella atraviesa a fin de reafirmar la reconsagración de Sudamérica a la Madre de Dios, al inmaculado y eterno Corazón de María, ante la sagrada faz de la Señora de Guadalupe, Madre de las Américas, Madre de todos los pueblos y de todas las culturas, para que la llama de la fe se encienda en los corazones y esta llama atraiga la paz entre las sociedades, los gobiernos y los pueblos.
Sabemos, hijos Míos, que el mundo conocerá en este tiempo la realidad que siempre se ocultó. Ya los hombres no podrán transgredir las leyes ni omitirlas, ni tampoco sacar de todo esto ventajas y beneficios, porque si no hay justicia e igualdad, no habrá paz.
Los conflictos en las naciones son crisis para poder madurar, reflexionar y cambiar. Que Mis hijos ya no se agredan los unos a los otros. Que ya no existan transgresiones ni violencias en los pueblos y en las sociedades.
Este es un tiempo de rebelión pero también es un tiempo de Misericordia.
Eleven sus voces hacia lo Alto, que el Padre pueda sentir en Su Corazón el amor de Sus hijos en esta noche, para que todo el planeta y su humanidad reciban Su Misericordia, y al mundo se le conceda la Paz, especialmente a Sudamérica.
Yo les agradezco por todo lo que hoy ofrecerán, porque es muy importante para su Madre Celeste.
Y los que aún no se animan a dar el paso hacia el servicio al Plan de Amor, que lo hagan porque nada perderán, sino que recibirán los tesoros del Cielo que son incalculables e infinitos.
Apoyen esta obra de la Música para la Cura de la humanidad. Que las almas se postulen, que los corazones se congreguen porque la oración y la música elevada es lo que en este tiempo curará y sanará a la humanidad.
Los bendigo, hijos Míos, y les deseo una buena gala de oferta al Padre Creador.
Que sea una noche en la que las estrellas del cosmos brillen en el firmamento interior de cada ser.
Que así sea.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy, de Mi Corazón brota gratitud infinita por la devoción y por la fe que Mis hijos tienen por las diferentes faces de la Madre Divina.
Esa gratitud infinita que brota de Mi Corazón es el amor que Mis hijos orantes Me expresan cuando oran de corazón a Mi materno Corazón.
Es así, que la Madre Celeste puede bajo Su celestial soberanía estar presente en muchas naciones del mundo, revelando y dando a conocer Sus diferentes faces para que cada pueblo, cultura y civilización reconozca a la siempre Virgen María, Madre del mundo y de la humanidad.
Hoy, hijos Míos, se cumple el aniversario en el que el Padre Celestial decidió revelar a unos humildes pescadores la faz de la Señora Aparecida; faz que protege y ampara al Brasil como país, pero una faz que también llegó en aquel tiempo a las manos de los pescadores a fin de destituir para siempre la esclavitud y el sometimiento de los negros y de los africanos.
Por eso, hoy es un día importante para el Brasil y para el mundo, ya que no solo se celebra la presencia de la Señora Aparecida en el Brasil, sino que todos recuerdan que existe un camino para liberarse de la esclavitud espiritual y material, y que ese camino es ofrecido por la Virgen María para que más y más consciencias alcancen la libertad de sus propias prisiones de la vida.
Por eso, hijos Míos, Su Madre Celeste y Señora Aparecida extiende Sus manos hacia ustedes a fin de que puedan ser guiados por el camino de la libertad espiritual que la mayoría de la humanidad necesitará alcanzar para estar libre de las cadenas de la opresión y de la esclavitud mental y material.
Que el divino símbolo y la venerable imagen de la Señora Aparecida del Brasil impulse al mundo entero a seguir luchando, todos los días, para que el tráfico y la explotación humana de estos tiempos sea disipada y las almas más sufridas, por esas secuelas, tengan la Gracia de una vida digna y amparada por el Amor de Dios.
Ofrezcan este día de Vigilia de Oración por todos los que están presos de sí mismos y no consiguen liberarse del error. Pero también eleven amorosamente sus oraciones a lo Alto para que el tráfico de personas termine y esa gran red sea destituida de las mentes que la promueven, para que todos Mis hijos puedan vivir la Gracia de la redención y del perdón.
Hoy Me serviré de toda la celebración y de la devoción de Mis hijos que visitarán el Santuario de Aparecida para que esta importante causa se cumpla.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Brasil
A los que despiertan
En el Universo existen tres manifestaciones de Dios, a través de Sus tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El aspecto divino del Espíritu Santo es impulsado por la Fuente de la Sagrada Energía Femenina o Madre del Mundo.
Esa manifestación desconocida del Espíritu Santo es lo que está llevando adelante el plan del despertar de gran parte de la humanidad. Y ese despertar que es impulsado por el Universo no tiene religión, solo tiene esencia y su esencia es el Amor Universal, el Amor que mueve a todo el Universo y que lleva a las consciencias a vivir aprendizajes y experiencias.
La Fuente de la Sagrada Energía Femenina o Madre del Mundo es lo que dentro del ciclo del despertar está obrando espiritualmente en una parte importante de la humanidad, que es la juventud. Porque en la juventud, de este tiempo, está el potencial y el fuego interno para la realización y la concreción del Plan Divino en la Tierra.
Por esa razón, la Fuente de la Sagrada Energía Femenina está amparando al despertar de los más jóvenes, porque en ellos no predominan las resistencias y, si las hubiera, ellos no tendrían dificultad en transformarlas.
En la juventud de este tiempo deberá expresarse el Proyecto de la paz y de la consciencia. Un Proyecto que impulsa la manifestación de las bases de la paz en la superficie de la Tierra en tiempos de conflicto y el establecimiento de la consciencia a través del despertar a la vida del espíritu y a la conscientización, por el cuidado y el amor al planeta como a los Reinos de la Naturaleza.
Por eso, este es el ciclo en el que la juventud deberá ser reunida para que, entre los jóvenes, no solo compartan y vivan la cultura de la paz y de la fraternidad, sino que en los más jóvenes despierten los talentos internos que los harán partícipes de los acontecimientos del fin de los tiempos.
Y en algún plano de consciencia, en algún grado espiritual, cada joven tiene un compromiso con la Fuente de la Sagrada Energía Femenina y, al ser hijos y herederos de esa Fuente, contarán con el amparo y la fortaleza para llevar adelante la Voluntad de Dios.
Esa Fuente de la Sagrada Energía Femenina reúne a la consciencia de la juventud del planeta, y es esa consciencia de la juventud, la que en este tiempo crucial de la humanidad necesitará estar protegida, para que los jóvenes encuentren el sentido de la elevación de la consciencia a través del servicio humanitario, de la protección a los Reinos menores, de la unión espiritual con la Creación y de la expresión de la música, del arte y de la danza, como un mensaje de conscientización, de armonía y de paz para el mundo.
Hoy, el Festival de la Juventud por la Paz, en Salvador, es el preámbulo para que todos perciban que en el interior de cada joven existe la igualdad que se expresa en la unidad y en la fraternidad con el joven hermano.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy el mundo entero, pero especialmente el Santuario de Fátima, por medio de todos los peregrinos recuerda que la humanidad tiene Madre. Una Madre que silenciosamente intercede sin cansancio ni demora por la humanidad. Una Madre que desde el principio e incondicionalmente aceptó entregar a Su Hijo para ser la Madre de la humanidad.
Hoy Fátima se enciende como un sol a través del Amor de María Santísima. Las almas recuerdan a la Madre del eterno cariño, a la Madre que les da la Paz, a la Madre que les desea profundamente el bien y les ofrece Su Corazón de Madre como refugio y amparo ante cualquier adversidad.
He aquí, ante ustedes, a la Madre de Dios y a la Abogada de todos los condenados espiritualmente. He aquí a su Madre, la Madre del Universo y de la humanidad; la Madre que los acoge, la Madre que los entiende y que les concede, por medio de Su entrega, el perdón y la reconciliación de Dios.
Recuerden bien este día 13 de mayo, el que hasta los días de hoy permanece vivo como si fuera la primera vez que la Madre de Jesús descendió del Cielo para ampararlos y entregarles la Paz.
Ustedes nada más necesitan, criaturas de Dios, porque tienen Madre, y la Madre del Cielo es lo más importante de sus vidas.
Aprécienla, respétenla, escúchenla y ámenla como Ella lo hace silenciosamente.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mi Gracia Maternal se expande en el silencio de Mi Corazón. Así, Yo puedo llegar al mundo y, mediante la oración sincera de Mis hijos, puedo alcanzar y ayudar a las almas que más lo necesitan.
Este es el tiempo de la Gracia. Este es el tiempo de la Misericordia.
Todos Mis hijos deben alcanzar esa Fuente de Gracias; todos deben sentir su filiación interior con Cristo.
Mi Gracia Maternal viene para auxiliar a la perdida humanidad.
Mi Gracia Maternal viene para despertar a la consciencia dormida del ser humano.
Mi Gracia Maternal viene para retirar de la ilusión a los que Me acepten y Me reciban como su Madre espiritual; así Yo conseguiré ayudar aún más al mundo; así Yo podré verter Mis Gracias en los corazones vacíos y solitarios, en los corazones sin Dios.
Llegó el momento de la conversión interior y de la conversión de la vida.
Llegó el tiempo de abrir los sentidos internos para escuchar a Dios y oír Su Mensaje.
Ya estamos en el tiempo de que el Amor vuelva a vencer, así como el Amor de Mi Hijo venció en la Cruz.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre que derrama sobre el mundo la Luz de la Gracia, para que las heridas más profundas sean curadas, y las almas se regeneren a través de la Luz poderosa del Padre Celestial.
Es esta Luz la que traigo al mundo, a las almas, a todos, sin distinción, cada vez que desciendo del Cielo para encontrarlos en el fervor de la oración, en la comunión con Mi Hijo, en la adoración y en la alabanza a Su Santísima Presencia.
La Luz de la Gracia se aproxima a las almas para consolarlas, fortalecerlas e impulsarlas al cambio y a la transformación de la consciencia.
Por esa razón, la Luz de la Gracia se derrama como un potentísimo caudal cada vez que las almas y los corazones están ante la presencia de la Sierva Fiel de Dios.
Reciban entonces esta Gracia de Dios, tan necesaria y urgente en estos tiempos de definición y de cambios.
Les dejo todo el Amor de la Gracia de Dios para que ella colme sus espíritus.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que Mi Corazón de Paz sea la guía que los lleve a Cristo
Hijos Míos:
Vengo en un tiempo de caos, de ignorancia y de indiferencia para con Dios, para con Su Plan y Su Verdad, para abrir los ojos de una generación que se está perdiendo en las heridas y en las memorias del pasado.
Vengo para revelarles un Propósito Divino que borra para siempre de sus consciencias los obstáculos que los separan de Dios.
Y ese mismo Propósito les revela no solo lo que el Corazón del Padre les ofrece, sino sobre todo, hijos, los aproxima a la Verdad del Corazón de Dios. Verdad que estuvo oculta a lo largo de toda la evolución humana y que ahora debe revelarse.
Vengo como la Madre del Mundo, como su Madre Universal, para que comprendan que no solo la eternidad, después de esta vida, está llena de misterios, sino que la vida en sí guarda secretos que aún no fueron revelados, guarda verdades que están comenzado a emerger en este tiempo, como una última oportunidad de despertar para las almas.
Mi Corazón no les ofrece nada más que el despertar al camino de la oración, de la entrega, del servicio y del sacrificio. Y es ese mismo camino el que abrirá en sus vidas las puertas a lo nuevo y traerá, finalmente, el sentido que sus almas esperaban conocer sobre la existencia de la vida sobre la Tierra.
Ya pueden sentir y percibir la propia ignorancia, no solo ante el Universo y la Creación, sino también acerca de sí mismos.
Lo que vengo a hacer en estos tiempos, hijos Míos, es a abrir sus ojos mediante el poder de la oración para que, transformados bajo el espíritu de la humildad, puedan adentrar en la verdad que habita dentro de sí, un Universo tan vasto y tan amplio como el que ven en una noche estrellada en el cielo de la Tierra.
Como la inmensidad del Cielo, como la infinidad de las estrellas, así también es dentro de cada uno de Mis hijos, porque Aquel que los creó a Su imagen y semejanza, es infinito y desconocido.
La semejanza con Dios no se limita a la apariencia del hombre. La semejanza con Dios se guarda en un misterio profundo que habita en sus corazones y que guarda en sí el verdadero motivo por el cual Dios creó a esta humanidad.
Cada ser de esta Tierra, hijos Míos, es un potencial renovador de la Consciencia Divina. De sus más profundas y sinceras experiencias de amor, el Creador extrae su renovación, la recreación de Su Creación Divina.
Sé que este es un misterio casi incomprensible para las criaturas de la Tierra, pero esto es así debido a la gran ceguera e ignorancia de la humanidad.
Para adentrar en los Misterios celestiales deben tener un corazón humilde y simple, y su Madre Celeste les concede ese corazón mediante la oración que los transforma, por dentro y por fuera, que transforma sus vidas y, como consecuencia de eso, la vida sobre la Tierra.
Vengo como su Madre Divina para conducirlos de la mano hacia un Propósito Superior.
Quiero, hijos Míos, que en este último tiempo de despertar no solo conozcan a Cristo, sino que sean en Cristo aquello que Dios pensó para sus vidas y para este mundo.
Aún están a tiempo de transformar a este planeta en un planeta sagrado, de construir y de habitar las Islas de Salvación que servirán como principio de lo nuevo cuando llegue el tiempo.
Pero eso, hijos amados, comienza en lo pequeño y en lo verdadero; comienza con el rosario en sus manos y el corazón en Dios; comienza con el servicio sincero y el verdadero interés de que sus hermanos también reciban lo mejor; comienza escuchando las Palabras de Dios a través de Sus Mensajeros y siguiendo y viviendo esas Palabras, porque cuando menos lo esperen ellas estarán vivas y consolidadas en su mundo interior.
Y será allí cuando todos los ojos que los vean encontrarán un ejemplo y todos los corazones, que los sientan, sentirán a Dios porque ustedes serán llamados Sus instrumentos, Sus compañeros.
Hoy les revelo un camino y les tiendo Mis Manos para que Me permitan conducirlos hacia lo nuevo, al eterno e insondable Corazón de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado y por seguir Mis pasos de Madre y Peregrina!
Las almas que despiertan están en júbilo y el planeta siente alivio en su corazón.
Todo esto se da por el esfuerzo de cada uno de Mis hijos.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Por medio de esta canción vengo a clamar al mundo que no pierda su inocencia, porque de lo contrario sufrirá mucho, peor que el siglo pasado.
Que la inocencia no se pierda de los corazones, para que nunca les falte la Paz.
Ayer les hablé de la esperanza, pero hoy les hablo de la verdadera consciencia que muchos ojos no quieren ver, por temor, por miedo o por angustia.
Pero Yo, hijo Míos, como Madre de Ustedes y Madre del Mundo, debo decirles siempre la Verdad.
Estamos intentando construir algo nuevo en un tiempo difícil, en donde cada segundo y cada minuto es definitivo; en donde cada paso que será dado, deberá ser dado con premeditación y discernimiento, para que nadie se precipite al abismo.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, como les dije a los pastores en Fátima: No pierdan su inocencia; porque si pierden su inocencia como humanidad y como pueblo, perderán el poder de su pureza original, sus esencias se mancharán y Dios no podrá aproximarse a ustedes para traerles lo nuevo y lo renovador.
Pero como Yo Soy Madre de todos y Madre que viene por todos, por los que están y por los que no están aquí, hoy les hago esta súplica desde lo profundo de Mi Corazón Espiritual y Maternal; que su inocencia pueda resplandecer en estos tiempos a pesar de los errores, de las pruebas y de todo lo que sucede en el mundo, día a día.
Necesito, hijos, que por medio de su inocencia, retornen al camino de su pureza esencial, porque el mundo lo necesita mucho para poder seguir adelante.
A pesar de todas las manifestaciones de estos tiempos, hijos Míos, recuerden que Yo siempre seré su Patrona en esta nación y deseo ser Patrona en todas las naciones del mundo, no importa cómo Me reconozcan o cómo Me llamen. Yo Soy la Divina Madre de Dios, el Espíritu Sagrado y Femenino, que surgió de la Fuente para venir al mundo y tener a todos Mis hijos en Mis Brazos, así como tuve a Jesús, al Supremo Rey.
Los invito a que por medio del camino de la oración, no solo busquen la esperanza de Dios, sino la inocencia interior que debe reinar en estos tiempos, para que las cosas se mantengan en su equilibrio y sobre todo, para que las naciones se mantengan en armonía.
Porque si su inocencia está disponible para el mundo, permeada por una profunda gratitud y amor, muchas cosas que estarían por suceder en los próximos tiempos se podrían detener, cosas muy difíciles y muy grandes, que su Madre Celeste observa, día a día.
Por eso, todo lo que hagan y todo lo que ofrezcan a Dios será importante en este tiempo; ustedes deberán ser creadores de fuentes de reparación para que muchas cosas se equilibren en el mundo y muchos acontecimientos que están previstos no sucedan.
Por medio de este llamado los quiero llevar a todos a la esencia del Amor y de la Verdad, para que el mundo también pueda despertar a eso.
Pero esa esencia del Amor comenzará primero en ustedes, en su descubrimiento interior de una forma simple y humilde, para que después despierte en el mundo y en la humanidad.
La humanidad ha perdido muchos valores, ha perdido muchos principios y también muchos designios que su Madre Celeste viene a restablecer en este tiempo por medio de la peregrinación y del llamado a todos Sus hijos del mundo, independientemente de su religión, de su nación o de su pueblo.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que Yo Soy la Madre Universal, la Madre que acoge a cada uno de los hijos de Dios: los perfectos y los imperfectos, los pecadores o los creyentes, los que han errado o los que han acertado, todos son Mis hijos en la misma Fuente Original.
Por eso Yo vengo a llamarlos y vengo a buscarlos, para que la transformación de la consciencia suceda en este tiempo y no sucedan graves acontecimientos, como está previsto.
Pero el camino de la oración del corazón que cada uno de ustedes Me ofrece día a día, disipa poco a poco todas las malas influencias y la Luz puede reinar un poco más en el mundo, llegar a más corazones dormidos y despertar a más consciencias que deben encontrar su verdad interior para poder seguir el camino de la Fuente, el camino hacia la Divina Voluntad.
Mientras hablo con ustedes Yo rezo por el mundo. Quisiera que todos lo días que vendrán imitaran este ejercicio de su Madre Celeste, porque en cada segundo de sus vidas, así como en cada tarea diaria, será necesario colocar la mente y el corazón en la oración, para que muchas, muchas más fuerzas negativas se disipen y el poderoso canal de la oración triunfe en Mis hijos y en consecuencia, en el mundo.
Únanse a la oración permanente y continua con su ángeles de la guarda; momentos más agudos llegarán al mundo y ya no son solo palabras, sino realidades que su Madre Celeste hoy les decreta.
Porque el mundo decidió seguir el camino del desamor y se apartó de la verdad.
Pero aún aquí, en esta Tierra, hay muchos corazones valientes, de los cuales Dios se servirá plenamente para llevar Su Obra al mundo.
Todavía hay un poco de tiempo, para poder resolver lo que sucede en la humanidad.
Por eso Yo los llamo, hijos Míos, a que Me acompañen en cada paso de una nueva peregrinación, porque su Madre Celeste necesita establecer nuevas realidades en el mundo; lo que Yo llamo "Principios de Dios", que vienen directamente de la Fuente para acudir a la humanidad.
Dios necesita de instrumentos, de muchos más instrumentos que quieran donar sus vidas al Plan; por un Plan que aún es desconocido y que la humanidad conoce tan solo en un menor porcentaje.
Pero no hay Misterio que no se pueda revelar; su Madre Celeste siempre les traerá la verdad, la guía y el camino para sus vidas, para que ese Divino Plan se cumpla como está previsto.
Sepan, hijos Míos, que estamos llegando al gran momento de los grandes esfuerzos que deberán vivir cada una de sus almas. Esfuerzos mayores de los que han vivido hasta este tiempo, porque es necesario convertir muchas más cosas en el mundo.
Con la dulzura de Mi Voz, hoy les traigo la Verdad; con la calma de Mi Corazón, hoy les traigo la esperanza; y pronuncio el llamado de Dios para el mundo una y otra vez, hasta que finalmente todas las almas escuchen y se den cuenta que es necesario cambiar.
Les agradezco por su perseverancia y su Fe, por medio de esas virtudes Yo también puedo hacer muchas más cosas en el mundo.
La perseverancia siempre los tornará valientes; la esperanza siempre construirá el futuro, dentro y fuera de ustedes y sobre la superficie de la Tierra.
Quiero que hagan triunfar el Plan de Dios en la humanidad, con cada esfuerzo y cada dedicación diaria, con cada oportunidad de servicio y de entrega, para aliviar el Corazón de Dios que está muy ofendido por los hombres, también por Su iglesia.
Quiero que alivien el Corazón del Padre junto Conmigo, con esa alegría que viven y que tienen y que nunca se podrá borrar, con esa devoción que han construido por medio de cada cuenta de oración diaria, con cada servicio que han prestado a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.
Todas, todas esas virtudes transforman al mundo y reparan el Corazón de Dios aunque a veces estén muy cansados. Todo es valorado por el Altísimo y reconocido por Sus Ángeles del Cielo.
No hay testimonio de amor que ustedes hagan que no quede escrito; todo queda registrado en el Libro de los Cielos; toda obra de bien que se realiza, toda obra de Paz que se propaga, todo servicio prestado que se entrega de una forma incondicional al Universo, es registrado en los Libros del Cielo, y así muchas más Gracias pueden retornar al mundo, como la Gracia de la Presencia de la Madre de Dios en estos tiempos críticos y difíciles.
La dulzura de Mi Corazón siempre estará cerca de ustedes, aunque llega el tiempo en que Me recogeré al Cielo, al igual que Mi Hijo; estaré aquí, en Espíritu con ustedes, haciendo florecer y emanar las Gracias que muchas más almas necesitarán en los tiempos definitivos, en los Centros Marianos .
Todo lo que hagan por Dios, lo harán por la humanidad y en consecuencia el Reino de los Cielos, les retribuirá con Sus Gracias.
Hoy podré decir, querido hijos, que la Misión Espiritual en Europa y África será cumplida; pero será necesario de mucha más ayuda para que ella pueda finalizar como está previsto por el Universo.
Por primera vez, queridos hijos, y por Voluntad del Altísimo Padre del Universo, los Mensajeros Divinos abrazarán a muchas naciones al mismo tiempo y con ellas a todas las almas que allí se encuentran, para evitar una catástrofe universal que podría abarcar gran parte del mundo y sobre todo a muchas, muchas vidas.
Pero ahora que Me han respondido y Me seguirán respondiendo por los días que vendrán, Yo misma evitaré, a pedido de Mi Hijo, lo que podría suceder en esa parte del mundo y que podría traer grandes consecuencias en el resto de la humanidad.
Cuando su Fe se sostiene en el Propósito, la Misión se cumple y las Gracias vuelven al mundo para socorrer a los corazones más perdidos y a las naciones más necesitadas de Misericordia, aunque no lo parezca.
Hoy le pido a Dios para que la humanidad recupere su inocencia interior y que esta inocencia prevalezca y reine en este tiempo.
Como un testimonio Mío de este pedido, hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que formarán activamente parte de Mis ejércitos celestiales, para llevar adelante esta obra de Redención y de Perdón en la humanidad, a la cual el mundo necesita despertar.
Que a los pies de este escenario se coloquen los Hijos de María, los que hoy se consagrarán ante Mi Inmaculado Corazón.
Hoy volveré a pedirles que repitan la canción que han cantado, como un llamado Mío al mundo, para que muchos más hijos Míos Me escuchen y encuentren la Paz.
Deseo que traigan ante Mi Presencia agua para bendecir y consagrar, para Mis hijos que hoy se consagrarán.
Los escucho…
Yo los consagro y los bendigo.
Les agradezco por haber respondido a este importante llamado.
Dios derrame su Luz en sus vidas y especialmente en sus corazones.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo.
¡Les agradezco!
El triunfo de la Luz y la derrota del mal
El triunfo silencioso del Plan del Altísimo se aproxima y es imperceptible para el mundo de la ilusión; pero existen esencias que sienten, en lo profundo de sí, ese momento.
Es el triunfo de la Luz y la derrota del mal.
Cuando el escenario de los acontecimientos se establezca entre las naciones y en los pueblos, cuando las revoluciones y los conflictos se instalen, esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.
La hora culminante se aproxima y la Madre del Mundo coloca a todos Sus hijos bajo Su manto invisible de estrellas. Ella llega a los lugares más impenetrables de la consciencia, ya que esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.
Nada ni nadie quedará atrás. Los velos de la ilusión caerán y la ceguera espiritual de la humanidad será curada, porque los ángeles del eterno servicio lavarán los ojos de los hombres con el agua de la Divina Fuente, y esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.
Después de tantas intensas batallas espirituales, los soldados del bien se fortalecerán y, a pesar de que la gran y última bestia salga del abismo hacia la superficie, esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.
Mientras tanto, la Madre Universal gesta en Su Vientre sagrado a la Nueva Humanidad, al nuevo planeta que estará libre de sus deudas milenarias y que podrá estar preparado para vivir de verdad el Plan de Dios. Esas serán las señales del triunfo de la Luz y de la derrota del mal.
Verán descender, entonces, al gran Arcángel de la Milicia Celestial desde los Universos superiores y, al toque de la séptima trompeta, el fin del tiempo llegará, no solo para el enemigo, sino también para todo el Universo que aprenderá de la redención.
La fuerza del soplo del Espíritu Sagrado abrirá las puertas para que todo sea revelado; los misterios más ocultos serán develados y la raza humana tomará consciencia del tiempo que perdió para poder unirse a Dios.
Los que hayan respondido al llamado sin comprender, serán felices, porque en ellos radicará una protección impenetrable, los que estuvieron distraídos con el mundo llorarán, porque será demasiado tarde y, aunque el Divino Espíritu los haya llamado, reconocerán muy tarde lo que el Universo muchas veces quiso dictar a su corazón.
Pero el tiempo más difícil cesará porque llegará la Nueva Luz que penetrará con todos sus Rayos al planeta y de la nada toda oscuridad se disolverá en cualquier estado de consciencia. Esa Nueva Luz será la Nueva Faz del Maestro entre los Maestros, será el Sagrado Sol que traerá Consigo los Mil Años de Paz y, entonces, la Tierra será poblada por seres de bondad y de amor.
Los que no hayan encarnado en sí esos principios ya no estarán en el planeta, tendrán, en el próximo mundo, sus moradas preparadas para aprender de nuevo a ser seres de bien, seres de Luz. Y la Tierra vivirá su máximo gozo cuando el Hijo Solar junto a los Resplandecientes bendigan el comienzo de la Nueva Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hora de salir de la ilusión mundial
Ha llegado la hora, hijos Míos, de salir de la ilusión mundial y de comenzar a enfrentar la realidad, primero dentro de ustedes, para después reconocerla afuera.
El mundo no esperará a que maduren para que él viva su purificación y la transición de los tiempos, que marcará el antes y el después entre el viejo y el nuevo hombre. Los cambios ya se precipitan sobre la Tierra y se expresan a través del desequilibrio de los elementos de la naturaleza, de los hombres, de los jóvenes, de las guerras entre naciones, razas y religiones. Así, hijos, se diseña el "fin" que muchos no quieren ver, porque creen que todo está en donde debe estar.
Hoy, como ayer, vengo como la Madre de la Verdad, la Señora de la Sinceridad Divina, para que nada más esté oculto ante sus ojos y que les sean dichas todas las advertencias a tiempo, para que transformen sus vidas y despierten sus almas.
Mis amados, en medio de un mundo que se pierde en su propia ignorancia, Yo vengo a construir un ejemplo de transformación en este lugar. Si Me abren la puerta y Me dicen “sí”, le demostraré al mundo que es posible convertir la ignorancia en sabiduría y la ingenuidad en verdadera pureza del corazón.
Quisiera que todos Mis hijos de esta ciudad vinieran a Mi encuentro, para que Yo pueda despertarlos a la Voluntad que Dios tiene para este pueblo.
Hijos, aquí quiero construir un modelo de respeto, de igualdad y de esperanza; un lugar en donde las almas lleguen para reencontrar la dignidad que perdieron por entregarse a la ilusión.
Sé que el enemigo de Dios lo hará todo para que este Plan no se cumpla y para que las almas no se unan para construir este propósito. Pero hoy, Yo les pido, hijos amados, que sólo coloquen sus corazones en la meta de expresar para el mundo una esperanza de vida, que él perdió.
Quiero ayudarles a reconstruir sus familias; quiero enseñarles a crecer y a respetar las diferentes expresiones del corazón humano. Quiero que las religiones se unan aquí en el servicio y en la oración, por un mundo de paz. Que el respeto y la consciencia de que existe un Dios Único que los congrega, permita borrar de sus corazones el prejuicio y el sentimiento de superioridad en relación a sus hermanos. Quiero que se vean los unos a los otros como esencias únicas de Dios, amadas profundamente por Aquel que las creó. Y de esa forma, se abran para aprender los unos con los otros.
No es mucho lo que les pido, hijos Míos. Quiero extirpar la violencia con el despertar del espíritu. Pues un corazón que se entrega a la oscuridad, es aquel que no conoce verdaderamente a Dios y que no ha encontrado un sentido para su vida. Yo vengo para darles este sentido y para abrir en sus corazones aquel espacio que le corresponde ocupar al Creador, para que un día, Mis amados, puedan expresar la semejanza con el Padre.
Para las naciones del mundo, esa es una meta distante y casi imposible, pero para aquel que está en Mí y se deja guiar por Mi Corazón, nada es imposible. Dejen, hijos, que Yo establezca la paz a través de sus corazones. Dejen que Yo construya lo imposible en sus vidas.
Sólo quiero que se respeten, que se sirvan mutuamente y colaboren para la construcción de un mundo en mayor paz. Porque el planeta agoniza y las guerras ultrajan los corazones de Mis hijos, por la incapacidad de los hombres de vivir el verdadero amor y el respeto consciente.
Por eso, hijos, les pediré que Me acompañen y que Me dejen transformar este lugar en un ejemplo de una nueva vida, en donde es posible respetar, colaborar, admirar lo mejor del prójimo y así, vivir en comunión.
Si Me permiten hacerlo y se dejan guiar por Mí, en poco tiempo verán Mis palabras manifestadas en la transformación de sus vidas.
Lleven Mi mensaje a los cuatro puntos de esta ciudad y dejen que él resuene en los corazones. Llamen a Mis hijos para que vengan a Mi encuentro. Es hora de despertar y de salir de la ilusión mundial.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He venido al mundo, atravesando todos los tiempos y épocas, para pedirle a la humanidad un verdadero y sincero arrepentimiento.
Ahora, vengo fuera de la Iglesia de Mi Hijo, porque como Madre de la humanidad, vengo a llamar y a salvar a los que se distanciaron de Dios y de Su eterna Gracia.
Por eso, he decidido, bajo la autoridad celestial y la obediencia divina, llegar a cada una de las naciones del mundo, para recuperar los verdaderos valores de las culturas y los sagrados principios espirituales que hacen de cada raza o de cada pueblo, una única cultura universal.
En las últimas décadas, Mi adversario consiguió confundir y apartar a las almas de lo sagrado, inspirando la innovación en las mentes arcaicas y los progresos nefastos en continentes enteros, por medio del abuso incontrolable de los Reinos de la Naturaleza y de su propia humanidad.
Con esta realidad planetaria, su Madre y Gobernanta de los Espejos Sublimes de la Creación, juega en el tablero de la definición de los tiempos, a fin de poder retirar del mal camino a todos los pueblos, culturas y religiones que están siendo llevadas al olvido absoluto del camino del bien y de los Mandamientos. Así, las Leyes son ultrajadas en forma permanente y cada esencia pierde su inocencia original.
Es por eso, que he escogido, a pedido del Altísimo, a su grupo de almas para que, en la humildad, en la entrega y en el sacrificio por Nuestro Señor Jesucristo, represente en estos tiempos la síntesis de todas las religiones cristianas y no cristianas del mundo, a fin de que en esta civilización no se pierda el espíritu de la fe y de la religación con Dios.
Esta es una de las misiones más complejas en el fin de los tiempos. Por eso, he conseguido en todos los medios de esta sociedad humana, que las almas sintieran Mi Obra, a través de ustedes, de una forma ecuménica, basada en el Amor de Cristo.
En este sentido, aún queda mucho por hacer, hasta que esta Obra sea presentada en forma neutral y autónoma en las grandes organizaciones internacionales, con el fin de llevar el Mensaje de Paz sin citar religión ni creencia.
Después de que la Iglesia de Mi Hijo le abra las puertas a esta Obra, el Padre cumplirá la última parte de Su Propósito.
Es así, que la Obra de los Mensajeros Divinos se presentará a las organizaciones internacionales como un mensaje del universo para toda la raza humana, llamándola a la reflexión y no a la autodestrucción humana.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
De Mi Vientre purísimo nace la vida cósmica y esa vida se proyecta en las diferentes dimensiones de la Creación.
Mi Vientre de Luz gesta lo nuevo y todo ser o consciencia que él recibe es transformado por Mi Luz maternal.
De Mi Vientre nacen los Rayos inmateriales que circulan por los universos para ordenar y gobernar bajo la armonía universal.
De Mi Vientre luminoso pueden nacer las nuevas vidas espirituales en los corazones que se entregan a Mí, incondicionalmente.
Del Vientre purísimo de su Madre del Mundo parte el Principio de la Creación y así, de tiempo en tiempo, la Creación se renueva y todo evoluciona dentro del universo de la Luz de Dios.
En Mi Vientre castísimo doy vida espiritual y esencial a lo que aparentemente estaba muerto.
Mi Vientre resucita al espíritu perdido y recupera por medio del Principio de la Cura a las almas que se apartaron de Dios.
Mi Vientre es un universo nuevo que gesta el amor para la Nueva Humanidad.
Quien se coloca dentro de Mi Vientre será iniciado en una nueva etapa y estará en Mí y Yo, como Madre, estaré espejándome humildemente en las criaturas de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy la Madre de todos los pueblos, de todas las razas, de todas las culturas, de todas las religiones, porque soy la Madre de cada corazón humano y soy el Vientre del cual provienen todas las cosas. Nada está separado de Mí, hijos Míos. Solo se distancia de Mi Corazón aquel que se olvida de su filiación Conmigo y que se olvida de la unidad que debe existir entre cada corazón humano y Dios.
Por eso, vengo al mundo y coloco bajo Mi manto cada nación; por eso hago de aquellos de Mis hijos que están despiertos verdaderos espejos de Mi red de luz, para iluminar los abismos internos y planetarios que todavía oscurecen este mundo, y así liberar el mal y el sufrimiento de las almas.
Hijos, hoy Mi Corazón se regocija en Brasil como en Fátima, y Mi rosario se extiende más allá de los continentes, abrazando con sus cuentas de oración todos los mares y curando así el sufrimiento de los Reinos de la Naturaleza. Es así que uniendo Fátima y Aparecida, Me valgo de las oraciones de Mis hijos para realizar una tarea planetaria más amplia, que abarque todos los Reinos y todos los corazones.
Quisiera que Me acompañaran con sus más sinceras oraciones, intentando comprender la gran necesidad de que este mundo sea bañado por la Luz de Dios Altísimo y que los corazones reciban del Padre el despertar que sus almas tanto esperan.
Hijos amados, el terror aún existe en muchas partes del mundo, material e espiritualmente, sometiendo muchas almas. Por más que ustedes estén siempre bajo Mi manto, deben ser conscientes de que esta protección que Yo les entrego es para que trabajen Conmigo por la Paz y por la redención de este planeta.
Quisiera en este día, que Mis hijos en Fátima, como en Aparecida, sean conscientes de los Espejos de Luz que allí deposité para irradiar sus oraciones al mundo entero; sin embargo, hijos, las verdades de los Cielos fueron dichas para muy pocos, y esos deben representar a toda la humanidad.
Quisiera que Mis santuarios estuvieran repletos de almas conscientes de su misión y que, con el espejo de su corazón encendido, hicieran, de cada uno de esos santuarios, verdaderas usinas de transmutación y de redención para el planeta.
Por eso, en este día, les pido que, los que están más conscientes de Mi llamado, oren Conmigo por la paz mundial. Clamen por el despertar de las almas y, solo hoy, no pidan nada para sí.
Únanse a Mí en un clamor por el planeta, por los mares, por las almas que están en la obscuridad, por los que sufren, por los que duermen, por los que someten a sus hermanos.
Unan, hijos Míos, sus rosarios al Mío, en este día, y uniendo Fátima y Aparecida, vamos a encender esa red luminosa hacia la consciencia planetaria.
Hoy los Espejos de Luz se encienden y emiten un sonido divino que resuena más allá de los universos, en todo el Cosmos, para que Dios escuche la voz orante de Sus hijos.
Les agradezco, hijos amados, por ser conscientes de la necesidad de este mundo y por trabajar Conmigo por la Paz.
Agradezco a todos Mis hijos de San Pablo y de San José de Rio Preto por reflexionar sobre la necesidad del prójimo y por ayudarme a cumplir Mis Planes de Paz. Mi manto aún debe abrazar muchas almas y cuento con sus corazones para que eso sea posible.
Los amo y les dejo Mi Paz.
Su Madre María, Rosa de la Paz
La Red de Comunicación de los Espejos Celestes
En el vasto Universo, en donde la vida infinita se expresa, existen áreas específicas dentro del universo material como el de ustedes, en donde redes de Espejos actúan como retransmisores de corrientes de energía divina, como también de impulsos que son generados a través de los siete primeros Rayos.
En esta gran red de comunicación, la vida evolutiva logra comunicarse entre sí, y al mismo tiempo toda la vida universal capta espiritual e interiormente los impulsos que genera dicha red.
Entendemos por red a una amplia agrupación de instrumentos espirituales de la Jerarquía Celeste, que se utiliza para mantener comunicada a toda la vida evolutiva con los principios de Dios, lo que en esta humanidad se conoce como Voluntad Divina.
Es esa Divina Voluntad la que proviene de la Fuente de Abba, que se retransmite universalmente a través de la red de comunicación de los Espejos Celestes.
Así como en el universo material existen Espejos de luz que cumplen funciones específicas, la red de todos los Espejos se interrelaciona entre sí, y cada uno de esos instrumentos aporta a la vida universal una posibilidad de ampliar el conocimiento como también de trabajar en el servicio al Creador.
Los espejos están formados por sutiles emanaciones de amor de los Padres Creadores, de los Elohim. En el principio, cuando los universos fueron creados, la primera forma de mantener a toda la vida universal comunicada era a través de lo que denominamos Espejos Celestes.
Fue así que los Padres Creadores pidieron a Sus ejércitos angélicos que con su poder mental superior crearan, en el universo material, grandes estanques de luz, los que más tarde y a través de los tiempos se convertirían en los llamados Espejos Celestes.
Los Espejos Celestes fueron creados a partir de la fusión que ellos tuvieron con los códigos divinos del amor y de la unidad; fue la base esencial que permitiría que todo ser que viviera en el Amor del Padre pudiera entrar en contacto con los tesoros espirituales guardados en la red de comunicación de los Espejos.
A pedido del Arcángel Uriel, los ejércitos angélicos creadores gestaron la primera red de los Espejos Celestes en el universo material, conocido como el primer Cielo. Más tarde, cuando los Espejos ya estaban creados por las corrientes espirituales que los ángeles habían traído, los mismos Espejos fueron desdoblados en seis planos o seis Cielos, para que así estuvieran presentes en todos los universos, es decir, en el universo material, mental y espiritual.
La red de comunicación de los Espejos Celestes, está presente entre los siete primeros Cielos; es de esa forma que una gran comunicación espiritual, mental y material se establece en toda la vida universal, y cada consciencia que forma parte de la Creación de Dios está integrada a ese potentísimo caudal de conocimiento y de evolución.
El Arcángel Uriel fue quien encomendó a Sus ángeles sembrar la esencia del amor y de la unidad en los Espejos Celestes; más tarde, el Arcángel Rafael envió a Sus legiones para que derramaran en todo el universo material los principios de la cura y de la redención. Después del Arcángel Rafael, el Arcángel Gabriel envió a Sus ángeles mensajeros para que guardaran en todos los Espejos el conocimiento sagrado de la Creación, con el fin de que algún día fuera revelado, como lo es en el día de hoy.
Por último, para proteger ese divino legado, el Arcángel Miguel envió a Sus huestes de luz para que por toda la eternidad fueran los porteros de los Espejos, los que incondicionalmente y por servicio a Dios protegerían las reliquias de la Creación.
Es así que, cuando la red de comunicación de los Espejos Celestes quedó formada por la intervención de los Padres Creadores y de Sus huestes de luz, Abba decidió enviar un potente impulso de Amor divino y universal al universo material y fue a través de la Sagrada Energía Femenina, a través de la Esencia Padre-Madre que depositaría sobre la red de los Espejos, los principios de la Misericordia y de la Piedad.
El Arcángel Gabriel relata que cuando este acontecimiento sucedió, todas las huestes universales estuvieron postradas durante tres días en el tiempo divino, para agradecer a Dios por haber hecho surgir desde dentro de sí el aspecto femenino de la Creación, hoy conocido como el Espíritu de la Madre Universal o la Madre del Mundo.
En aquel tiempo toda la Creación se estaba ordenando y preparando para las primeras experiencias evolutivas.
En ese entonces, el Padre Abba consideró universalmente que la vida creada necesitaría de una Consciencia Maternal lo suficientemente amorosa y misericordiosa, al punto de que el Padre la enviaría a la Tierra para encarnar como la Madre del Mesías de Israel.
Ese acto de misericordia universal permitió que también la red de comunicación de los Espejos Celestes estuviera amparada y acompañada por la Consciencia Madre de Dios.
Las primeras revelaciones sobre los Espejos llegaron a partir de los años 70 y 80, cuando la Jerarquía Celestial decidió revelar este secreto divino que está presente y vivo desde hace millones de años, después de que la humanidad estuvo a punto de autodestruirse varias veces.
El Padre concedió la Gracia de que la consciencia humana recordara su misión en el Plan, y el Universo concedió que la humanidad despertara a la verdad de la cual, por ignorancia, se había apartado durante muchos siglos.
La red de comunicación de los Espejos Celestes ha permitido que este planeta aún exista en la Creación y, sobre todo, los Espejos han generado el equilibrio del eje de la Tierra y de los polos.
De no suceder esta silenciosa intervención, la raza ya se habría autodestruido y esta ayuda incondicional de los Espejos viene desde el momento en que el aspecto del Hijo Primogénito de Dios llegó al mundo para salvarlo en todos los planos de la consciencia.
Es así que, el despertar está siendo concedido a todos, independientemente del grado de las deudas. El Plan de rescate de Cristo ya está en marcha y todos tendrán la última Gracia de poder corresponderle.
Que la red de los Espejos Celestes represente para todos la oportunidad de recordar dentro de sí que son consciencias creadas por Dios y que pueden aprender a amar y espejar la unidad para todo el Universo sin la necesidad imperiosa de destruir al planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Unida al espejo de cada corazón orante,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy no vengo del desierto, pero sí de un lugar del Universo, para contemplar a Mis guerreros, a aquellos que dicen vivir en Mi Divina Misericordia.
Finalmente llegué aquí y a esta parte del planeta, para extirpar del seno de esta Humanidad y de algunas almas lo que hace corroer la vida espiritual.
Ante la potestad del infierno, sus corazones no deben temer. Si Mi Gobierno está presente y vivo en sus corazones, el Plan de Mi Padre triunfará.
Podrá temblar la tierra, abrirse los abismos, emerger las bestias, pero los ángeles del Señor, aquellos que sirven a todas las almas, vendrán a su auxilio para desterrar todo lo que genera la impureza en la humanidad. Traerán del Universo y de los Universos Celestiales, los Dones y las Gracias de Dios para que las almas se conviertan y participen de este Plan definitivo que comienza a pulsar en Mis nuevos apóstoles.
Cuando Yo estoy presente, compañeros, no hay mal que se pueda resistir.
Recuerden que Yo sufrí por ustedes, padecí por ustedes, entregué Mi Vida por ustedes, derramé Mi Sangre por ustedes, para generar a través de los tiempos la Liberación.
A través de los Méritos de Mi Divina Misericordia crean que es posible trascender los abismos de la Tierra, y a través de Mi Presencia Sagrada, por medio de Mi Insondable Corazón de Luz; cerrar las puertas al mal para que las almas resuciten espiritualmente, se liberen de sus ataduras, de las cadenas de la involución, para que pueda emerger la verdadera alma, aquella esencia divina creada por Dios que vino a cumplir una parte del gran Propósito Universal.
Hoy vine aquí con Mi gran Consciencia de Luz.
Después de mucho tiempo, aproximo todo Mi Ser hacia ustedes, para que sus cuerpos no tiemblen, pero sí, sus corazones se puedan calentar en Mi Divino Espíritu.
Todos los ángeles que forman parte Mis legiones de Luz, se congregan cuando estoy presente para transmitirles el mensaje de salvación y redención.
Cuando el Rey del Universo está presente, las puertas al Reino de Dios están abiertas y todas las Jerarquías Celestes se reúnen como una única Hermandad, para impulsar a los autoconvocados a vivir el fin de los tiempos con un espíritu de valentía y de coraje, con el espíritu del verdadero guerrero que no batalla con la espada para lastimar, sino trabaja con su corazón para irradiar Mi Amor al mundo.
El Amor de Dios que puede vivir en ustedes todo el tiempo los hará invencibles, soportarán las corrientes contrarias que vendrán hacia Mis apóstoles para prepararlos para el gran momento final, donde el gran ángel caído vivirá su juicio ante la Presencia del Hijo de Dios, del Supremo Padre, del Espíritu Santo, del Arcángel Gabriel y de la Santísima Madre del Mundo.
Cada vez que el tiempo pasa, que el final de los tiempos se aproxima y la hora del juicio se acerca, los demonios más impuros se estremecen, al ver resplandecer la Luz de Cristo en todos los hijos de Dios que se definen a dar los pasos en Mi Santo Nombre glorioso, para derrotar las corrientes del mal y hacer concretar el Plan de Dios en la superficie del planeta.
En cada mes, cuando Yo me aproximo a ustedes, sus corazones deben estar más conscientes, sus mentes deben estar unidas a la Mía, para que nada, ni nadie, los pueda separar de Mí.
Yo les ofrezco Mi Corazón poderoso que es el emblema de la verdadera espada de Luz que flamea en el Universo para instituir en toda la Creación, el Amor y la Unidad que nunca separará a las criaturas de Dios, a pesar de cualquier corriente contraria que venga a lastimarlos o a incomodarlos. Sepan, queridos compañeros, que las puertas del Armagedón ya están abiertas.
Trabajen todos los días, no solo para elevar sus consciencias sino también para redimir cada aspecto de sus seres y ayudar a sus semejantes para que abandonen las cadenas del mal, se rediman, se trasciendan, alcancen el amor y hagan triunfar Mi Corazón en cada ser de este mundo.
Sean Mis apóstoles del fin de los tiempos, sean ese único espíritu que trabaja por el Plan de Dios en nombre del Hijo Primogénito y de la Santísima Madre Celestial.
No se cansen de trabajar por esta Obra de Dios que desciende sobre la Aurora, y sobre cada corazón humano para que sea participe del venidero Reino de Dios, después de la transición de la tierra.
Crucen el umbral de esta transición sin miedo, a pesar de que los embates sean fuertes, y las batallas cansadoras.
Crean, queridos compañeros, que Mi Corazón Misericordioso y Luminoso los encandilará, será el farol para el mundo, será la llama encendida que alumbrará los caminos de cada uno de ustedes durante los tiempos de la gran tiniebla.
Y a pesar de que en la superficie del planeta las fuerzas del mal tengan posesión de muchos corazones, Yo tengo muchos, muchas criaturas, que son servidoras Mías, incansables, que están a Mi lado, siguiendo Mis Pasos en nombre del sacrificio y de la humildad, en nombre de la reparación por todos los ultrajes cometidos.
En todos ellos está Mi Templanza, esta Mi Fuego, está Mi Luz, está Mi incansable Amor que puede irradiarse al mundo a través de los espíritus que dicen " sí" a la Voz del Gran Maestro.
Mientras les hablo, compañeros, Mi Voz exorciza todas las cosas, cierra todas las puertas inciertas, y trae el Reino de Dios a la superficie de un planeta enfermo, para que los corazones se puedan coligar todos los días con el Propósito de Dios, que está escrito en sus almas desde el principio de la creación hasta el fin de los tiempos.
Ustedes, junto a Mi, forman parte de una nueva historia que se escribe en el Corazón del Padre, una historia redentora, una historia de paz y de amor que vuelve a conocerse por cada uno de Mis apóstoles.
No intenten modificar los tiempos; todo pasará, mas Mis Palabras permanecerán.
Cuando Yo ya no esté aquí, entregándoles el impulso de Mi Corazón, deberán vivir en sus vidas todos los impulsos que Yo he derramado, a través de los últimos tiempos, en cada maratón de oración, en cada encuentro mensual Conmigo.
El alma que ha sido provechosa de todas las Gracias derramadas desde Mi purísimo Corazón, desde Mi manso Espíritu, estará al resguardo durante el tiempo final y tendrá el escudo, la espada y el casco para prepararse para la batalla.
Así Yo formo a los ejércitos, ejércitos de la humildad, libres de la soberbia, de toda arrogancia; espíritus en libertad que saben encontrar la paz cuando el caos está presente en el mundo.
No se olviden, compañeros, de las Leyes Universales, las cuales encomiendo que estudien para que nada los sorprenda ante de tiempo, y así sepan preparar a sus semejantes, cuando todo se desate en el mundo.
El gran y último nudo de la consciencia resistente de la humanidad será desatado por vuestro Rey. Y cuando eso suceda, todo se desarrollará, así como fue escrito, por Mi amado apóstol Juan.
Vivan el Apocalipsis en consciencia, develen los misterios a través de las señales que vienen por medio de los Mensajeros Divinos.
Vean a su alrededor cada movimiento del planeta y no sean indiferentes, porque si son indiferentes, estarán aislados de la Verdad y no tendrán conocimiento para poder discernir en las cosas.
Vivan la Sabiduría que es derramada por medio de los instructores que Mi Padre les ha encomendado. Sepan reconocer en humildad, el Amor qué existe en ellos.
Y sepárense de las apariencias, vivan una sola hermandad, porque esa hermandad, compañeros, construirá el verdadero castillo que soportará toda la batalla.
Mas si están firmes en el Amor y en la Unidad, no habrá nada que lo derrote, que lo tire abajo, porque sus corazones estarán en la Luz, en la Unidad, en la Misericordia de Dios, códigos que el mal no conoce en estos tiempos y que nunca ha conocido.
Vivan la dualidad, no como un conflicto, sean inteligentes y sepan soportar las corrientes que vienen del Universo.
Nuestras manos están extendidas, no solo para retirarlos del desierto, sino para apartarlos del abismo que se abre sobre la superficie de este mundo, tragándose a muchas almas inocentes.
Sean misericordiosos. En los pequeños detalles de la vida imiten Nuestros Corazones, que ya son sagrados para ustedes, y que vienen a su encuentro para traerles la Luz de Dios, la Esperanza.
Ahora vean, compañeros, con sus consciencias de luz.
Sientan, con sus corazones, como todo se ha pacificado. Porque donde está el Amor de Dios, no existe nada opuesto, solo existe la Verdad, que compenetra los corazones para que vivifiquen, en espíritu, la Presencia del Padre Sublime.
Sientan cómo los ángeles ayudan a restaurar todas las cosas trayendo la Gracia de Dios para los corazones que se abren a recibirla profundamente en sus esencias.
Por último, les pido, carguen con su cruz, no como un castigo, ni tampoco como un martirio. Carguen su cruz por todas las almas del mundo, por los horrores que viven los Reinos de la Naturaleza y nadie, ni siquiera la mayoría, se acuerda de ellos.
Amen como nunca han amado, y sus corazones se redimirán.
Confíen. Porque si aman, Dios estará presente en sus vidas.
Mis Palabras traen el poder de lo nuevo, la renovación, porque Yo renuevo todas las cosas.
Vengo a anunciar para todos que los necesito para llevar Mi Obra adelante. Y mientras se purifican, Yo los ayudaré a poder ver la meta en su universo interior.
Hoy celebro una cena reparadora con todos. Derramo Mi Gracia sobre el mundo para traer la Paz.
Me han preparado un pan especial, el cual Yo gusto mucho, porque es el pan que simbolizó hace dos mil años la presencia de Mi Cuerpo, en materia divina, para todas las almas del mundo. Siempre que hagan un pan así, sepan que recordarán la presencia del Hijo en la Última Cena y su transfiguración en Luz y en Amor.
Ofreceremos estos dones por todas las almas caídas, por los que han abandonado Mi camino, en estos últimos tiempos, porque volveré a encontrarlos y les diré: “¿Qué has hecho con los talentos que te di?”
Las perlas preciosas que Yo entrego no pueden desecharse. Por eso Yo los transformo rápidamente y los ingreso al circuito de la purificación para que no pierdan los tesoros que Yo he depositado, en confianza, en ustedes.
Por eso, los que hoy están alrededor de esta Obra, no son los mismos que estuvieron ayer, les enseño a trabajar en la humildad, pero no en la indiferencia de estar descansados, sin hacer nada por el Plan.
Yo los invito a reconocer una vida anónima, un vacío profundo, para que emerja el silencio que siempre les revelará lo sagrado.
No existen primeros, ni segundos, para Mí. Todos están en las filas del ejército del Redentor.
Los invito a aprovechar las oportunidades que les doy en las últimas filas, pues en ellos está la mayor responsabilidad de animar a los que llegan para que trasciendan sus vidas y cumplan con el Propósito que Dios pensó.
Celebremos esta Cena por los apóstoles que están llegando a Mi mesa y por los que llegarán para demostrarles a los que son mas viejos en este apostolado del amor, que la humildad siempre los mantendrá unidos a Dios.
Y harán como Yo hice con Mis apóstoles: lavarán los pies de los que son más jóvenes, para que ellos tengan la mayor oportunidad de amar.
Sean humildes como Yo les enseñé, no quieran nada para sí, sino todo para los otros. Esa es un alma que vive en la felicidad celestial.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Cristo vamos a cantar "Guerreros de la Misericordia".
Misericordia, Océano de Piedad...
Queridos compañeros, les dejo Mi Cuerpo y Mi Sangre como testimonio de Mi Fe por ustedes, para que el Propósito de Dios se cumpla en cada corazón que es congregado por Mi Espíritu para vivir la Sagrada Palabra y el divino ejemplo de la cristificación.
Les agradezco por soportar Conmigo las corrientes poderosas que vienen a liberar a la humanidad.
Sepan que Mi Corazón se ofrece como refugio para cada alma que aspire a estar en él.
Nos veremos, compañeros, en la próxima Maratón de la Misericordia, en donde iré a visitar a Mis más queridos apóstoles, aquellos que apoyan incondicionalmente Mi Obra.
Vean en ese sentido, que los planes que Yo tengo para todos son fuente de Gracias para las almas, una oportunidad que no se puede perder.
Sean conscientes de eso y apoyen Mis santas decisiones, porque así no se engañarán.
Los bendigo, en el nombre de la Luz de Dios, bajo el poder del Padre,del Hijo y del Espíritu Santo.
Sean paz para este planeta y nunca se cansen de serlo.
Mientras me elevo, que canten mis guerreros de la Misericordia, pues la fuerza del guerrero está en el Amor.
Guerreros de la Misericordia...
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos vamos a agradecer a Cristo la oportunidad de que Él descristalice nuestras consciencias en representación de todas las consciencias del Planeta que viven esa ilusión de estos tiempos, que no conocen el Amor de Dios y que no están despiertos a su verdadera tarea.
Vamos agradecer porque Cristo, como un Gobernante mayor, venga a traernos esas corrientes para que las podamos conocer y distinguir y no tenerles miedo, sino abrir nuestro corazón y nuestro espíritu para poder acompañar esta Obra del fin de los tiempos a la cual todos estamos siendo convocados, como lo dijo hoy.
Hoy, Él vino con todo su Gobierno Celestial, por decirlo de alguna forma.
Cuando apareció, tenía un báculo en su mano izquierda, que lo hizo golpear en el suelo y una expansión de Luz solar abrazó, en cuestión de segundos, a todo el planeta, lo que se llevó, liberó, expulsó, muchas maldades.
Él mostró ese acto, ese ejercicio, no para que nosotros conozcamos Su Poder, porque mientras hacía ese ejercicio, al mismo tiempo revelaba Su Corazón manso y humilde.
Sentimos que Cristo vino a enseñarnos a vivir la determinación, a poner fin a una etapa y comenzar un nuevo ciclo, acompañados por Su Presencia.
Así somos invitados, como Él nos dijo hoy, a seguir sus santas decisiones.
Reina de los profetas
A lo largo de los tiempos Mi Hijo Me ha enviado al mundo para advertirlo y corregirlo del peligro inminente.
Fue así, que a través de los tiempos y como en este mismo momento, que Mi Consciencia Maternal escogió de entre todas las almas a los nuevos profetas, los que con determinación anunciarían las palabras y el mensaje de la Madre Celeste.
En todos los tiempos en donde la humanidad corría un gravísimo peligro, la Reina de los profetas despertó consciencias para que dieran ese servicio mayor, el que proviene directamente del Espíritu Santo, Espíritu Divino que promueve todas las revelaciones celestiales para este Universo.
La Reina de los profetas apareció así, en diferentes momentos de la historia de la humanidad, para despertar en consciencias simples y desinteresadas el linaje de los profetas, que significa un servicio de entrega a la regencia de las Leyes superiores que conducen a la consciencia que es convocada para dicho fin.
La Reina de los profetas tiene la misión de demostrar, a través de los profetas, que Su mensaje es universal, divino y atemporal, que el mismo puede servir a todas las almas para su instrucción, transformación y cambio.
El mensaje de la Reina de los profetas de todos los tiempos siempre intenta guiar, prevenir, corregir y concientizar a la humanidad entera, a una nación o a un individuo.
Los profetas tienen la tarea de subordinarse a principios espirituales que no están bajo su propio control ni pueden ser manipulados por ninguna consciencia. El don del profeta se basa en su espíritu de humildad, en el trabajo interno con el desapego y, principalmente, en amar cada día más la misión que por elección de la Reina de los profetas vino a cumplir con esta humanidad.
Para el Universo Divino existen profetas temporales y profetas atemporales, es algo que conduce directamente la Santa Voluntad del Universo Espiritual a través de los Siete Dones del Espíritu Santo.
El profeta temporal es despertado para esa misión por la propia Divinidad, o sea, por el Padre Eterno a través del Hijo Primogénito y de la Madre de Dios, quienes tienen la máxima autoridad para brindar consciencia a un alma sobre este gran y desinteresado servicio.
Por eso el profeta temporal puede servir de instrumento durante un tiempo para que se cumpla un determinado propósito, un determinado fin espiritual que es guiado por la Madre del Mundo. Cuando ese propósito se alcanza en la superficie del planeta, el profeta temporal o el mensajero de la Jerarquía Celeste deja de recibir naturalmente las instrucciones o los mensajes del Cielo.
El profeta atemporal es aquella consciencia que originariamente vino a cumplir un propósito divino durante toda su vida, es algo que no puede tener manipulación ni control humano, porque es el propio Espíritu de la Consciencia Femenina que guía ese tipo de misión espiritual.
Los profetas atemporales no tienen marcado conscientemente el momento en que finalizará su tarea de servicio, solo el Padre Universal sabe de ese momento, que será cuando Su Voluntad lo determine.
Los profetas de la Reina del Cielo no surgen ni se despiertan personal ni colectivamente para esa misión, porque es la propia necesidad de asistencia que tiene la humanidad lo que lleva a la Jerarquía Celestial a escoger y convocar a cualquier consciencia para dicho fin.
La semilla de la humildad y de la aceptación del Propósito son las bases primordiales para el desarrollo de los profetas, porque su tarea en este campo no es de su propiedad, ni benéfica para sí. El linaje de los profetas está centrado en el cumplimiento de la Divina Voluntad, la que se presenta en cada nueva etapa.
La Reina de los profetas es la regente de esas consciencias; Sus impulsos hacen que los profetas de cada tiempo reciban el impulso de donarse abnegadamente cada día más y de poder aprender la obediencia.
Los profetas de la Reina del Cielo tienen la misión más difícil entre todos los linajes conocidos, como el de los gobernantes, de los celadores, de los guardianes y de los espejos, porque ellos deben presentar al mundo la palabra divina, es decir, que el mensaje que los profetas reciben siempre movilizará y revertirá el estado de todas las situaciones.
Por eso la instrucción recibida por los profetas en tiempos distintos ha llevado a la consciencia de la humanidad a realizar un cambio, a mudar de actitud antes de que fuera demasiado tarde.
El mensaje que recibieron distintos profetas contactados por la Madre Santísima en diferentes épocas, siempre movilizó de espacio a la Iglesia y a todas las consciencias que en muchos casos durante apariciones marianas consideraron falso el mensaje.
La humanidad no valora el mensaje que es enviado a través de los profetas, como tampoco el don del servicio fraterno que ha sido desarrollado por otras santas consciencias.
La consciencia humana siempre ha necesitado de intercesión divina y de intermediarios, como los profetas, para poder corregir la vida planetaria. El mensaje que reciben los profetas de la Reina del Cielo lleva a esas consciencias a cambiar de punto, a transformarse, porque el mismo mensaje divino que emana de la Jerarquía Celestial tiene un voltaje y un impulso de energía espiritual que desarma cualquier estructura, la modifica y la sublima cuando la consciencia está en una sincera apertura.
Los profetas del fin de los tiempos tienen la tarea de aproximar al mundo las corrientes poderosas que, por intercesión de los Mensajeros Divinos, vendrán para modificar el actual rumbo de la consciencia de la humanidad.
Por eso en los profetas, como en los demás linajes, las consciencias más despiertas al servicio abnegado por el Plan y por la humanidad serán receptáculos vivos de todos los impulsos espirituales que llegarán al planeta para transformarlo.
La Madre y Reina de los profetas en este tiempo realiza Su obra corredentora a través de diferentes profetas en el mundo, que fielmente muestran los frutos de la transformación de sus vidas y de sus caminos, como un servicio a la humanidad, en un acto de absoluta renuncia y adhesión a las Leyes superiores que ayudan al hombre de superficie.
La Reina de los profetas es la gestora espiritual de la redención del mundo y Ella anuncia Su mensaje a través de instrumentos, para recordarle al mundo que la consciencia humana puede y debe cumplir con la Voluntad Mayor en estos tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.
Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.
Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.
Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.
No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.
Esa estrella indica que el tiempo de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.
Queridos hijos, hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.
De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración, estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan.
Es de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes.
Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.
Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.
Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.
Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.
Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la Redención de las almas.
Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.
Queridos hijos, hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.
Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.
Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.
Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.
Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.
Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas.
Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.
Deseo, queridos hijos, que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.
Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.
Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial.
Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.
Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.
Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.
Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.
Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó.
Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.
Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.
Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones.
Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.
Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.
Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.
Están destruyendo, queridos hijos, la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.
Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.
Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.
El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.
Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra.
Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial.
Que ustedes, queridos hijos, no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.
Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.
Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia. Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.
Recemos:
Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.
Una más:
Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.
Amén
Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.
Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.
Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.
Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.
Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.
Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".
Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.
Flores de luz son derramadas...
Ave María... (x3)
Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.
Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.
Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.
Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.
Los amo, los bendigo y los abrazo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.
Vayan en paz.
Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar, cuando así Dios lo decida.
¡Les agradezco!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más