APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Por medio de esta canción vengo a clamar al mundo que no pierda su inocencia, porque de lo contrario sufrirá mucho, peor que el siglo pasado.

Que la inocencia no se pierda de los corazones, para que nunca les falte la Paz.

Ayer les hablé de la esperanza, pero hoy les hablo de la verdadera consciencia que muchos ojos no quieren ver, por temor, por miedo o por angustia.

Pero Yo, hijo Míos, como Madre de Ustedes y Madre del Mundo, debo decirles siempre la Verdad.

Estamos intentando construir algo nuevo en un tiempo difícil, en donde cada segundo y cada minuto es definitivo; en donde cada paso que será dado, deberá ser dado con premeditación y discernimiento, para que nadie se precipite al abismo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, como les dije a los pastores en Fátima: No pierdan su inocencia; porque si pierden su inocencia como humanidad y como pueblo, perderán el poder de su pureza original, sus esencias se mancharán y Dios no podrá aproximarse a ustedes para traerles lo nuevo y lo renovador.

Pero como Yo Soy Madre de todos y Madre que viene por todos, por los que están y por los que no están aquí, hoy les hago esta súplica desde lo profundo de Mi Corazón Espiritual y Maternal; que su inocencia pueda resplandecer en estos tiempos a pesar de los errores, de las pruebas y de todo lo que sucede en el mundo, día a día.

Necesito, hijos, que por medio de su inocencia, retornen al camino de su pureza esencial, porque el mundo lo necesita mucho para poder seguir adelante.

A pesar de todas las manifestaciones de estos tiempos, hijos Míos, recuerden que Yo siempre seré su Patrona en esta nación y deseo ser Patrona en todas las naciones del mundo, no importa cómo Me reconozcan o cómo Me llamen. Yo Soy la Divina Madre de Dios, el Espíritu Sagrado y Femenino, que surgió de la Fuente para venir al mundo y tener a todos Mis hijos en Mis Brazos, así como tuve a Jesús, al Supremo Rey.

Los invito a que por medio del camino de la oración, no solo busquen la esperanza de Dios, sino la inocencia interior que debe reinar en estos tiempos, para que las cosas se mantengan en su equilibrio y sobre todo, para que las naciones se mantengan en armonía.

Porque si su inocencia está disponible para el mundo, permeada por una profunda gratitud y amor, muchas cosas que estarían por suceder en los próximos tiempos se podrían detener, cosas muy difíciles y muy grandes, que su Madre Celeste observa, día a día.

Por eso, todo lo que hagan y todo lo que ofrezcan a Dios será importante en este tiempo; ustedes deberán ser creadores de fuentes de reparación para que muchas cosas se equilibren en el mundo y muchos acontecimientos que están previstos no sucedan.

Por medio de este llamado los quiero llevar a todos a la esencia del Amor y de la Verdad, para que el mundo también pueda despertar a eso.

Pero esa esencia del Amor comenzará primero en ustedes, en su descubrimiento interior de una forma simple y humilde, para que después despierte en el mundo y en la humanidad.

La humanidad ha perdido muchos valores, ha perdido muchos principios y también muchos designios que su Madre Celeste viene a restablecer en este tiempo por medio de la peregrinación y del llamado a todos Sus hijos del mundo, independientemente de su religión, de su nación o de su pueblo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, que Yo Soy la Madre Universal, la Madre que acoge a cada uno de los hijos de Dios: los perfectos y los imperfectos, los pecadores o los creyentes, los que han errado o los que han acertado, todos son Mis hijos en la misma Fuente Original.

Por eso Yo vengo a llamarlos y vengo a buscarlos, para que la transformación de la consciencia suceda en este tiempo y no sucedan graves acontecimientos, como está previsto.

Pero el camino de la oración del corazón que cada uno de ustedes Me ofrece día a día, disipa poco a poco todas las malas influencias y la Luz puede reinar un poco más en el mundo, llegar a más corazones dormidos y despertar a más consciencias que deben encontrar su verdad interior para poder seguir el camino de la Fuente, el camino hacia la Divina Voluntad.

Mientras hablo con ustedes Yo rezo por el mundo. Quisiera que todos lo días que vendrán imitaran este ejercicio de su Madre Celeste, porque en cada segundo de sus vidas, así como en cada tarea diaria, será necesario colocar la mente y el corazón en la oración, para que muchas, muchas más fuerzas negativas se disipen y el poderoso canal de la oración triunfe en Mis hijos y en consecuencia, en el mundo.

Únanse a la oración permanente y continua con su ángeles de la guarda; momentos más agudos llegarán al mundo y ya no son solo palabras, sino realidades que su Madre Celeste hoy les decreta.

Porque el mundo decidió seguir el camino del desamor y se apartó de la verdad.

Pero aún aquí, en esta Tierra, hay muchos corazones valientes, de los cuales Dios se servirá plenamente para llevar Su Obra al mundo.

Todavía hay un poco de tiempo, para poder resolver lo que sucede en la humanidad.

Por eso Yo los llamo, hijos Míos, a que Me acompañen en cada paso de una nueva peregrinación, porque su Madre Celeste necesita establecer nuevas realidades en el mundo; lo que Yo llamo "Principios de Dios", que vienen directamente de la Fuente para acudir a la humanidad.

Dios necesita de instrumentos, de muchos más instrumentos que quieran donar sus vidas al Plan; por un Plan que aún es desconocido y que la humanidad conoce tan solo en un menor porcentaje.

Pero no hay Misterio que no se pueda revelar; su Madre Celeste siempre les traerá la verdad, la guía y el camino para sus vidas, para que ese Divino Plan se cumpla como está previsto.

Sepan, hijos Míos, que estamos llegando al gran momento de los grandes esfuerzos que deberán vivir cada una de sus almas. Esfuerzos mayores de los que han vivido hasta este tiempo, porque es necesario convertir muchas más cosas en el mundo.

Con la dulzura de Mi Voz, hoy les traigo la Verdad; con la calma de Mi Corazón, hoy les traigo la esperanza; y pronuncio el llamado de Dios para el mundo una y otra vez, hasta que finalmente todas las almas escuchen y se den cuenta que es necesario cambiar.

Les agradezco por su perseverancia y su Fe, por medio de esas virtudes Yo también puedo hacer muchas más cosas en el mundo.

La perseverancia siempre los tornará valientes; la esperanza siempre construirá el futuro, dentro y fuera de ustedes y sobre la superficie de la Tierra.

Quiero que hagan triunfar el Plan de Dios en la humanidad, con cada esfuerzo y cada dedicación diaria, con cada oportunidad de servicio y de entrega, para aliviar el Corazón de Dios que está muy ofendido por los hombres, también por Su iglesia.

Quiero que alivien el Corazón del Padre junto Conmigo, con esa alegría que viven y que tienen y que nunca se podrá borrar, con esa devoción que han construido por medio de cada cuenta de oración diaria, con cada servicio que han prestado a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.

Todas, todas esas virtudes transforman al mundo y reparan el Corazón de Dios aunque a veces estén muy cansados. Todo es valorado por el Altísimo y reconocido por Sus Ángeles del Cielo.

No hay testimonio de amor que ustedes hagan que no quede escrito; todo queda registrado en el Libro de los Cielos; toda obra de bien que se realiza, toda obra de Paz que se propaga, todo servicio prestado que se entrega de una forma incondicional al Universo, es registrado en los Libros del Cielo, y así muchas más Gracias pueden retornar al mundo, como la Gracia de la Presencia de la Madre de Dios en estos tiempos críticos y difíciles.

La dulzura de Mi Corazón siempre estará cerca de ustedes, aunque llega el tiempo en que Me recogeré al Cielo, al igual que Mi Hijo; estaré aquí, en Espíritu con ustedes, haciendo florecer  y emanar las Gracias que muchas más almas necesitarán en los tiempos definitivos, en los Centros Marianos .

Todo lo que hagan por Dios, lo harán por la humanidad y en consecuencia el Reino de los Cielos, les retribuirá con Sus Gracias.

Hoy podré decir, querido hijos, que la Misión Espiritual en Europa y África será cumplida; pero será necesario de mucha más ayuda para que ella pueda finalizar como está previsto por el Universo.

Por primera vez, queridos hijos, y por Voluntad del Altísimo Padre del Universo, los Mensajeros Divinos abrazarán a muchas naciones al mismo tiempo y con ellas a todas las almas que allí se encuentran, para evitar una catástrofe universal que podría abarcar gran parte del mundo y sobre todo a muchas, muchas vidas.

Pero ahora que Me han respondido y Me seguirán respondiendo por los días que vendrán, Yo misma evitaré, a pedido de Mi Hijo, lo que podría suceder en esa parte del mundo y que podría traer grandes consecuencias en el resto de la humanidad.

Cuando su Fe se sostiene en el Propósito, la Misión se cumple y las Gracias vuelven al mundo para socorrer a los corazones más perdidos y a las naciones más necesitadas de Misericordia, aunque no lo parezca.

Hoy le pido a Dios para que la humanidad recupere su inocencia interior y que esta inocencia prevalezca y reine en este tiempo.

Como un testimonio Mío de este pedido, hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que formarán activamente parte de Mis ejércitos celestiales, para llevar adelante esta obra de Redención y de Perdón en la humanidad, a la cual el mundo necesita despertar.

Que a los pies de este escenario se coloquen los Hijos de María, los que hoy se consagrarán ante Mi Inmaculado Corazón.

Hoy volveré a pedirles que repitan la canción que han cantado, como un llamado Mío al mundo, para que muchos más hijos Míos Me escuchen y encuentren la Paz.

Deseo que traigan ante Mi Presencia agua para bendecir y consagrar, para Mis hijos que hoy se consagrarán.

Los escucho…

Yo los consagro y los bendigo.

Les agradezco por haber respondido a este importante llamado.

Dios derrame su Luz en sus vidas y especialmente en sus corazones.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.

Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.

Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.

Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa  pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.

No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.

Esa estrella indica que el tiempo  de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.

Queridos hijos,  hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.

De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración,  estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan. 

Es  de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes. 

Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.

Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas  se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.

Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.

Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que  transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la  Redención de las almas.

Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.

Queridos hijos,  hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.

Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.

Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.

Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.

Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.

Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas. 

Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.

Deseo, queridos hijos,  que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.

Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.

Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial. 

Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.

Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.

Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.

Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.

Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó. 

Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.

Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.

Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones. 

Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.

Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.

Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.

Están destruyendo, queridos hijos,  la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.

Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.

Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.

El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.

Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra. 

Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial. 

Que ustedes, queridos hijos,  no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.

Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.

Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia.  Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.

Recemos:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.

Una más:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos. 
Amén

Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.

Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.

Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.

Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.

Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".

Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.

Flores de luz son derramadas...

 Ave María... (x3)

Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.

Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.

Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.

Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.

Los amo, los bendigo y los abrazo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.

Vayan en paz.

Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar,  cuando así Dios lo decida.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo Soy la Puerta a la Santa Alianza con Cristo; quien busca al Mesías, lo encontrará a través de Mi Corazón.

Yo Soy la Madre de la Sabiduría, Mi conocimiento divino se derrama a través de la oración.

Yo Soy la Estrella-Guía del Universo, quien sigue Mis pasos de Luz nunca se perderá.

Yo Soy la Gran Madre del Mundo, la Suprema Consciencia de Dios manifestada en virginidad y pureza para las almas que buscan la cura y la liberación del corazón.

Yo Soy la Madre de la Nueva Jerusalén. A través de Mis pasos en el mundo, Mis hijos siguen hacia el camino del portal para encontrar a la nueva ciudad de Luz, la Jerusalén Celestial que se aproxima a la Tierra con el Regreso de Mi Hijo a este mundo sufrido, al cual liberará nuevamente para que muchos puedan erguir sus ojos y ver en el cielo la Grandeza de Dios, que es eterna y perpetua para aquellos que la quieren ver en el corazón.

Yo Soy la Madre del Silencio, Mi silencio pronuncia palabras de Paz, irradia Amor a las criaturas en la perpetua devoción de Mi Corazón.

Yo Soy la Madre del Consuelo, la que socorre a cada uno de Sus hijos, principalmente a aquellos que han caído.

Soy la Madre que abre las nuevas puertas; libero a los corazones de las prisiones, para que puedan ver la luz y la esperanza que se aproxima, en este tiempo, para aquellos que las quieran ver a través de Mi Corazón silencioso, que abre un nuevo camino de Luz para todos.

Yo Soy la Madre del Paraíso. Mis Dones y Mis Gracias vienen para todos. A través del Espíritu Santo, Yo despierto en cada uno de Mis hijos los Sagrados Dones de Dios, porque Yo Soy la Madre de la esperanza, la Madre de la alegría, la Madre de la bondad y de la caridad.

Yo Soy la Señora de la humildad, que los envuelve con Su Manto de la Paz.

Soy la Madre que los protege y los ampara; y que, en el silencio de sus corazones, escucha todas sus súplicas.

Yo Soy la Madre silenciosa, que camina al lado de cada uno de ustedes para llevarlos de la mano al encuentro con Cristo, su Señor.

Yo Soy la Madre que viene a despertar a sus seres.

Soy la Estrella-Guía del Universo. Soy el Lucero incandescente de la noche.

Yo Soy la Nueva Aurora.

Soy la Gran Figueira, que sostiene a todos los frutos con amor y fortaleza.

Yo Soy la Savia de Vida.

Soy la Flor que embellece. 

Yo Soy el Agua Pura que lava sus heridas.

Yo Soy el Corazón Puro que irradia amor y sabiduría.

Ahora, Yo Soy su Madre porque fui Madre de Jesucristo.

Yo cargo con ustedes la pesada cruz de la vida. Mi caminar y Mi silencio, Mi devoción y Mi oración alivia su cruz, porque Yo sostengo sus cruces y lavo sus heridas. 

Con Mi Manto, Yo cicatrizo sus corazones de toda herida interior. Yo los envuelvo en la Sagrada Sábana de Cristo, para que puedan renacer en la cura espiritual y resucitar a la vida del espíritu.

Yo Soy la Molécula de Cristo. 

Soy el Soplo del Espíritu. 

Soy el Nuevo Amanecer que levanta a todos los que han caído.

Soy la Madre perseverante que busca a cada uno de los hijos que se distancian del Dios Eterno. Yo los aproximo hacia el Reino de Dios, los hago encontrar con el Corazón del Altísimo.

Yo Soy la Madre del Amor, Su Rosa Mística.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Si quieren descubrir quién Soy Yo, solo miren alrededor, miren al infinito, contemplen las estrellas, contemplen los Reinos de la Naturaleza.

Yo Soy, hijos Míos, Aquella que gesta la nueva vida, la cual está presente en todo lo que fue creado. 

¿No fue dicho que en una madre se gesta un hijo?

Yo Soy Aquella que gesta la Creación de Dios. Todo aquello que debe nacer proviene de Mi Vientre. Por eso, hijos Míos, hoy contemplo cada uno de sus corazones como esencias que salieron de Mi Vientre, las cuales debo cuidar y acompañar en su crecimiento. 

Por eso, retorno al mundo a lo largo de los siglos. Por eso, vengo día a día a conducir cada uno de sus pasos, porque Yo Soy Aquella Portadora del Verbo Divino, que trae en Sus manos la Divina Voluntad de Dios para que se manifieste en la Tierra.

Como buena madre, hijos Míos, vengo a educar a la Creación Divina; vengo a formar a cada alma de esta Tierra para que, cuando retornen al universo, puedan llevar el aprendizaje perfecto que la Señora y Madre Universal depositó en cada uno de sus corazones.

En esta noche, los invito a contemplar las Faces de la Madre Divina, las Faces de la Madre Universal, que debe ser encontrada en todo. Y cada vez que busquen de verdad una de Mis Faces, Ella vendrá a su encuentro, suplirá las necesidades de sus corazones. Solo es necesario que Me llamen con fervor, con la verdad y pureza de sus corazones.

Yo Soy esta brisa que hoy toca sus seres, el soplo del Espíritu Divino que viene a permear la esencia y las almas de las criaturas. Sientan Mi Presencia en sus corazones, porque Yo estoy también en la esencia de todos los seres.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, Mi Corazón Eterno se engrandece por estar entre ustedes. Mi Corazón glorifica a Dios, al igual que sus pequeños corazones. 

Pero en esta noche tan sagrada, en la que la Estrella del Universo brilla dentro del planeta derramando gracias, cura y liberación; Yo los invito, queridos hijos, a que ingresen a la Nueva Jerusalén, ingresen a la Nueva Tierra, ingresen a la Nueva Humanidad que gesta Mi Corazón a través de esta gran Obra del fin del tiempo.

Queridos hijos, ¿sus esencias aceptan ser miembros de la Nueva Humanidad?

Guarden este pedido en sus corazones, y que en oración puedan meditar sobre esta aspiración Mía; porque los nuevos espíritus, que habitarán la Tierra Prometida como el antiguo pueblo de Israel, alabarán a Dios eternamente. 

Ángeles y Arcángeles resplandecerán en toda la Tierra. 

El Maná de vida regresará al mundo, y los corazones y los espíritus se nutrirán, compartiendo con el Redentor la Nueva Cena, que no será la Cena de la Justicia, sino la Cena de la Misericordia, la Cena de la glorificación a Dios, la Cena del aleluya.

Por eso, como Su Sierva Fiel, Mi Hijo Amado Me envía a preparar este momento, como una buena Madre, como una buena pacificadora, una Madre bondadosa y amorosa que, a través de cada nueva Aparición, siembra una nueva semilla de Luz en sus esencias. 

La Nueva Jerusalén se aproximó en esta noche. El Paraíso descendió a la Tierra y todos la han podido ver a través del corazón, del sentimiento de amor y de fe que brota de sus vidas en un tiempo tan difícil.

En esta noche, les traigo nuevamente a Mi Sagrada Fátima, el lucero que brilló en la oscuridad, que redimió a los impíos y resucitó a los que estaban distantes de Dios. 

Fátima es paz, Figueira es fortaleza. Estos son Mis frutos inmaculados que, en el fin de este tiempo, quiero despertar en las buenas consciencias que sirven a Dios y en aquellos que se animen a caminar en la reconciliación con Cristo, su Rey, su Señor, su Pastor en estos tiempos de tinieblas.

Mi Luz desciende a la Tierra, el Cielo se aproxima a través de Mi Corazón. 

Las nuevas estrellas del universo, que brillarán en el firmamento de este mundo, son sus preciosas almas, aquellas que deberán subir al Cielo después de esta vida terrenal y que Me encontrarán en la puerta del Paraíso, del purgatorio y del infierno, porque su sí a Dios dará la salvación a muchas almas. El Plan estará concretado.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta noche, dejo resonar en sus interiores una pregunta que el Señor les envía: 

¿Verdaderamente esperan el Retorno de Mi Hijo?

Quiero que mediten, hijos Míos, sobre las Palabras que pronuncié a lo largo de los últimos años, porque Mi Verbo descendió a la Tierra a preparar el corazón de los hombres para el Retorno Glorioso del Rey de este Universo. Por eso, quiero que se pregunten si realmente están preparando una morada para que el Señor regrese primero en sus esencias, en sus corazones, y por fin puedan verlo cruzando el cielo.

¿Estarán prontos para verlo cara a cara? ¿Sabrán reconocerlo entre la multitud?

Hijos Míos, mediten hoy Mis Instrucciones y prepárense de verdad, porque ya es tiempo de que Mi Verbo se manifieste. Ya es tiempo de que las promesas de Cristo se tornen una realidad para todos los seres de este mundo.

¿Quién se ofertará para manifestar Su milagro de conversión?

¿Quién elevará sus brazos y dirá su nombre cuando el Señor convoque a Sus soldados? 

¿Quién enfrentará las dudas del corazón para confiar en lo desconocido, en lo invisible?

¿Quién vencerá el temor, que es humano y que vive en muchos, para vivir en este mundo la Infinita Paz de Mi Reino, aun en medio del caos?

Hoy, quiero convocar, entre los que están aquí presentes, a aquellos que entregarán sus vidas para traer a este mundo Mi Reino de Paz, para hacer descender, en esta Tierra, este Reino que hoy les muestro en lo invisible.

¿Quién se ofertará? 

¿Quién entregará su vida?

¿Quién se preparará verdaderamente para recibir al Hijo de Dios, para recibir al propio Dios hecho hombre, para mostrar Su imagen y semejanza, para mostrarles el camino por el cual todos deben seguir?

Ya llegó la hora, hijos Míos, de que despierten los Cristos del Nuevo Tiempo. Por eso, enciendan sus esencias y dejen caer los velos del pasado; porque Yo llego, en esta noche, a renovar cada una de sus almas, a hacerlos ingresar en este Nuevo Reino, en esta Nueva Jerusalén que desciende intensamente en cada una de sus vidas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Antes de que Mi Espíritu se eleve al Cielo, vengo a bendecir a todos Mis hijos y a todos los que se unen a Mi Corazón Inmaculado, para que esta Obra del fin del tiempo se pueda cumplir. 

Por eso, pido que se aproximen aquellos espíritus que serán nuevos Hijos de Mi Corazón y que serán los brazos en esta Tierra que trabajarán Conmigo; ayudando a sus hermanos para que también respondan a Mi llamado. Todos pueden ser hijos de Mi Corazón.

En verdad, su respuesta, ayer, fue escuchada.

También que se aproximen, en esta noche, aquellos que fueron liberados de la prisión del sufrimiento; porque la Misericordia de Dios, a través de Mi Sacratísimo Hijo Jesús, abrió la puerta a la libertad, a la expresión del alma divina de cada uno de estos amados hijos.

Los invito, queridos hijos, a unir sus manos en oración, a colocar sus manos cerca del corazón para que Yo los pueda bendecir.

Dios ha escuchado su llamado al Espíritu Santo. Quiero que esta noche, ante Mi Presencia Inmaculada se reenciendan sus almas, para que el Fuego Divino descienda en este lugar y se expanda sobre todo Brasil, abrazando a todo el mundo con la Presencia del Espíritu Santo.

Sientan, a través de esta canción, los Dones y la Inspiración de Dios, la Fortaleza de Dios, el Amor de Dios y la Ciencia Divina que los cura.

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Los Hijos de María que se consagran hoy, vengan, por favor.

Canción: “Incendia mi alma”.

Bien, como hacemos después de cada Aparición, vamos a relatar algunas cosas que sucedieron, para que nosotros podamos ir aprendiendo cómo es que en los planos celestiales se organizan los movimientos hacia el planeta; y cómo es que la Jerarquía Divina, los Mensajeros Divinos, trabajan en nosotros como humanidad.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

María, hoy se aproximó muy cerca de nosotros, pero antes de la Aparición muchas cosas sucedieron, una detrás de la otra.

Los Arcángeles estuvieron muy presentes, principalmente Rafael y Miguel, que fueron abriendo puertas hacia el universo, poco a poco, a medida que nuestra Madre se aproximaba.

Hoy, también vimos, en un momento, a los profetas Moisés e Isaías que traían en sus manos un libro guardado dentro de un arca. Ellos dijeron que era un instrumento del Cielo que estaba siendo traspasado de dimensión en dimensión para ser sembrado en este lugar.

Nos vimos delante de un misterio, pero ese misterio era tan verdadero que no dudamos que era real, porque Dios estaba presente a través de todas esas cosas.

Hoy, sentimos también que hasta el Reino Mineral estaba siendo agradecido, la naturaleza, como decía la Hermana Lucía.

Hoy, sentimos la bendición en la Colina, que era algo un poco inexplicable. María se aproximó con el Niño Jesús en brazos. El Niño Jesús caminaba entre las personas para liberarlas de muchas cosas; con solo pasar junto a cada uno de ustedes, las energías se desprendían de una forma muy leve y armoniosa.

Hoy, nuestra Madre nos mostró Sus diferentes Faces. Al final de la Aparición, se manifestó como Nuestra Señora de Guadalupe, y toda la energía y la presencia de Guadalupe se depositó sobre la Colina.

También, sentimos la unidad con la consciencia indígena. Parecía que muchas consciencias de otros puntos de la Tierra, en los planos espirituales, se estaban congregando aquí, sobre la Colina, al igual que los Reinos de la Naturaleza, los vimos dentro de una gran arca. Sentimos la presencia de Noé y había algo espiritual que estaba aconteciendo ante todo eso.

Cuando apareció nuestra Madre, detrás de Ella se manifestó la Nueva Jerusalén o el Paraíso, a nuestro entender según Ella nos decía. Esa Ciudad de Cristal, que vive y resplandece en el Universo Espiritual, fue traída hoy por la Presencia de nuestra Madre.

Hoy, sentimos la Presencia del Creador en todo este espacio. Él estaba presente a través de María. Percibimos el Aspecto Femenino de Dios como nunca antes lo habíamos percibido. Eso iba más allá de la Presencia de María, pero María era el centro, era el foco que manifestaba esa Consciencia de Dios.

Ella contempló nuestros corazones con mucha dulzura y, en un momento de la Aparición, cuando nosotros relatábamos lo que Ella nos decía, las Faces con las que se iba nombrando, en el momento que Ella habló de la Nueva Jerusalén, nos mostró por algunos segundos lo que Dios tiene escrito en Su Corazón para este fin de los tiempos, para este planeta, para esta humanidad.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Después de recibir toda esta Gracia, todas estas explicaciones de lo que sucede, entre Dios y nosotros, todas estas revelaciones que parecen grandes misterios, pero que se tornan simples cuando las colocamos en el corazón; porque solo a través de nuestro corazón, podremos comprender todas estas dádivas que estamos recibiendo.

Hemos aprendido muchas cosas entre ayer y hoy. Y una de las cosas más importantes que hemos aprendido, es que solo basta abrir el corazón y entregarse con fervor a nuestra Madre María; porque lo que sucedió en la noche de ayer, preparó esta Gracia que recibimos hoy.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Solo quiero agregar algo que recordé y que María pidió que lo dijéramos, porque Ella dice que es muy importante para muchos hermanos.

En el momento en que Ella llamó a los hermanos que están hoy aquí visitándonos y a las hermanas que se consagraron como Hijas de María, Ella consagró este ramo de flores para esos hermanos como un agradecimiento de María a ellos. 

Y, en el momento de la bendición, cuando llamamos al Espíritu Santo, Ella también bendijo a todas las imágenes que están aquí.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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