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Mis queridos hijos:
Las huellas de la Señora de Finlandia, como huellas de Luz, comienzan a marcar los caminos internos, para que Mis hijos misioneros sean orientados en esta próxima Peregrinación por la Paz. Lo mismo sucederá milagrosamente en Polonia, Suiza y Francia, este último país muy necesitado de amor y de redención.
Queridos hijos, hoy la Señora de Finlandia se presenta con esta Faz por primera vez a ustedes, para que internamente sigan a la Madre de Finlandia en esta importante tarea que, espiritualmente, intentará aplacar la injusticia y la falta de paz entre naciones hermanas, hoy divididas por el conflicto, por el odio y por la guerra.
La Señora de Finlandia se colocará ante todo el mal generado para que, a través de un sublime soplo, sea disipado de las ideas de conquista y de poder sobre millones de almas inocentes. Y ustedes, con valentía y fe, Me acompañarán junto con el Ángel de Finlandia, Hellem-El, para que junto con el Ángel de Portugal intervengan por orden de la Santísima Madre.
Pero todo esto no será a través de enfrentamientos o de batallas espirituales, sino que en el nombre de la Preciosísima Sangre de Cristo se restablecerá la pequeña semilla de la gratitud que los países en conflicto perdieron al desviarse de lo que era esencial e inmediato.
Por eso, a través de la insondable presencia de los ángeles de algunas naciones, su Madre Celeste, como Señora de Finlandia, volverá a hacer emerger los valores originales que formaron parte de los países nórdicos y más allá de ellos.
Yo los invito a tener un corazón abierto y vacío en esta peregrinación; porque no solo ustedes, sino también la Jerarquía, tomarán contacto con un legado que aún no fue revelado al mundo.
Por ese motivo, la Señora de Finlandia se presenta como la primera Celadora de los valores que hicieron de los pueblos más antiguos, del norte del planeta, representantes del Linaje de los Guerreros.
Oremos conscientemente para que cada paso de esta peregrinación sea benéfico, no solo para Finlandia, sino también para el mundo entero.
Les agradezco a todos los que, una vez más, confiaron en Nuestros pedidos e hicieron posible esta extendida y necesaria peregrinación.
Los amo y los acompaño,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora de Finlandia
Queridos hijos:
Este es el tiempo en el que sus vidas deben ser el ejemplo de una transformación concretada. Es el tiempo de ser el mismo Mensaje de Mi Hijo. Es el tiempo de expresar lo que Mi Hijo tanto espera.
Mientras eso no suceda, Él no podrá retornar. Él necesita que los pilares de Sus divinos Dones estén afirmados en su interior.
En simples palabras, queridos hijos, Mi Hijo necesita que ya sean otras personas y que sus almas, y no sus personalidades, puedan gobernar.
Como Madre, rezo por cada uno de ustedes para que, cada día que pasa, consigan salir de ustedes mismos y se coloquen en el lugar que Mi Hijo les indicó desde el comienzo de su caminata de fe.
Mis hijos, es hora de que abracen con amor la dolorosa situación planetaria, que puedan ser fieles trabajadores de la paz y que protejan, de sí mismos y de los demás, la Palabra de la Jerarquía.
De esa forma, Mis queridos hijos, serán apóstoles del fin de los tiempos, reflejarán todo lo que Mi Hijo espera desde el comienzo de sus caminos de transformación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Después de nueve días de oración a San Rafael Arcángel, en este día y por medio de las 1000 Ave Marías, su Madre Celeste completó una etapa más dentro de la misión espiritual de asistencia a la humanidad.
Por cada Ave María que es realizada de corazón en este momento, un alma más recibe la oportunidad de liberarse de su cautiverio espiritual y material. De esa forma, Mi Materno e Inmaculado Corazón triunfa en la vida de los que se convierten a Dios en estos tiempos.
Por medio de las 1000 Ave Marías la Jerarquía Celestial también intercede por los que están desprotegidos y sumergidos en la miseria material, efecto de la desigualdad y de la cultura del descarte.
Es por eso, hijos amados, que sus oraciones llegan al Cielo y todas esas intenciones se convierten en Gracias y en expiaciones para los que realmente sufren las consecuencias de estos tiempos.
En estas horas, mientras transcurren las 1000 Ave Marías, el Padre Eterno contempla el esfuerzo y el esmero de Sus hijos, en un momento planetario en el que solo la fe y la esperanza podrán cambiar el destino actual de toda la raza.
Es de esa forma, que el encuentro de hoy los prepara para los eventos que sucederán durante todo el mes de mayo. Momentos en los cuales la Jerarquía entregará más impulsos e instrucciones para que en este 2020 las almas terminen de formarse en esta escuela de transición de los tiempos y de los ciclos.
Agradezco nuevamente la adhesión de los que hoy rezan Conmigo por la paz y la cura de la necesitada humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La Fuente de toda Instrucción y Conocimiento desciende a la Tierra a través de la Palabra de la Jerarquía, para que la humanidad sea consciente de la Verdad y, al mismo tiempo, de la posibilidad que ella tiene de poder cumplir el Proyecto Creador de Dios, aunque sea en una minoría.
Esa Fuente de Instrucción no solo ingresa en la consciencia de cada servidor para que se pueda renovar, sino que lo impulsa hacia un proceso más rápido de su redención y de su consagración al Plan Divino del Padre, a fin de que se realice como está previsto.
Es en este último ciclo cuando la Fuente de la Instrucción socorrerá a muchas consciencias y las llevará a percibir la realidad y, de esa manera, a cambiar su forma de vida para siempre, adquiriendo los patrones de vida que le harán bien a su propia vida, alma y espíritu.
Por eso, la Instrucción y el Conocimiento llegan con muchas revelaciones para que la raza humana, en esta última instancia del planeta, se coloque en el escalón correcto y redimiendo su pasado y sus errores, retome el Plan que una vez perdió, lo que comenzará dentro de cada ser.
Por eso, la Instrucción será esa luz que indicará el camino para que más consciencias abandonen la ilusión mundial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Querido hijo y querida hija Míos:
Escucha, en este momento, el viento invernal que abraza al norte del planeta.
Siente la luz de este lago que todo revela. Únete a la naturaleza de tu ser y comulga con Dios para que, en este día, renueve tus votos en nombre de la humanidad y del planeta, en nombre del Proyecto Original de Dios y de todo lo que aún deberá realizarse aquí, sobre la superficie de la Tierra.
Siente la brisa de este viento invernal de Canadá y abre las puertas de tu consciencia a lo nuevo, para descubrir el conocimiento sagrado que se guarda en este planeta y en muchos Recintos Internos de la Hermandad.
Recibe esta brisa invernal de Canadá como un momento de introspección y de recogimiento, para descubrir dentro de tu ser lo que verdaderamente existe y que no es aparente, lo que ha surgido una vez de la Fuente para vivir y experimentar el despertar de la consciencia, la evolución del amor y el gran momento que tú vives hacia la redención que te ofrece este planeta y esta creación que aquí se encuentra; absolutamente pensada, meditada y contemplada por el Padre Eterno para cada uno de Sus hijos.
Es desde este escenario, en Canadá, que hoy envío Mi mensaje para cada Hijo de María, para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Momento importante en el que pueden renovar sus vidas y consciencias en la aspiración de cumplir el Plan de Dios como ejércitos de la Madre del Mundo, que atraen hacia la Tierra todo lo que está en los Cielos para que las almas se enciendan en luz en su interior y encuentren a Dios, más allá de todo lo que suceda o lo que acontezca.
Caminen hacia el encuentro de la nueva humanidad. Ustedes son la transición de algo que vendrá y que surgirá en poco tiempo. Este es el momento más duro y difícil, pero no es el único.
Después de que todo suceda llegará la Luz, la Luz de Cristo, la Luz de Mi Hijo, para volver a iluminarlos, así como el Espíritu Santo iluminó a los apóstoles.
Sigan el camino que están construyendo en sus vidas y no se dejen amedrentar ni perturbar.
Un Hijo de María es aquel que renace todos los días y que cumple, más allá de él, lo que Dios tanto espera en las cosas simples de la vida, en los gestos de amor, en la caridad y en el bien.
Que el servicio sea la antorcha de los Hijos de María, que la oración siempre sea el fuego que encienda sus corazones para encontrar la paz, la paz tan urgente en estos tiempos, la paz que ustedes pueden espejar con el ejemplo de sus vidas y de su entrega.
Hoy les hablo desde el congelado país de Canadá y, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, queridos hijos, expando la luz de los Espejos del Universo sobre la Tierra para que sus almas, en este día, sean colmadas de más atributos y principios y, así, puedan seguir caminando en la evolución del amor y de la consciencia, en una apertura más amplia y profunda, para comprender los Misterios de Dios y de esa forma vivir Su Plan en la superficie de la Tierra.
Hoy envío este mensaje desde Canadá como parte de una trayectoria de la Jerarquía Espiritual que recorre ciertos lugares de la Tierra a fin de preparar a sus consciencias y a sus hermanos para lo que llegará.
Por eso, el conocimiento en sus vidas es imprescindible, para que lo puedan aplicar y llevar adelante en el día a día, y así ustedes imiten a otros pueblos y consciencias que también pasaron por la Tierra y que vivieron un gran despertar.
Hoy Me alegro de verlos reunidos en el nombre del Amor de Dios, que es lo primero que deben vivir en sus vidas. Hoy Me alegro de que estén reunidos en el nombre de Mi Hijo, y por último en el Amor de su Madre Celeste, que extiende Su manto para protegerlos, para ampararlos y envolverlos en la Gracia de Dios.
Esa Gracia Divina que es inextinguible e irrefutable, una Gracia que Yo he traído, especialmente, para cada hijo consagrado a fin de que despierte a su misión personal y perciba que este es el tiempo y es el momento del gran encuentro, del gran servicio por la humanidad y por el planeta, como por los Reinos de la Naturaleza.
Por esa razón, hoy Me encuentro aquí, desde los grandes lagos de Canadá envío Mi mensaje de Amor, de Paz y de reconsagración para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Nunca pierdan de vista la verdad de lo que son y la Existencia Divina que una vez los formó y los creó. Así, aprenderán a superar las apariencias y los obstáculos, y renovarán sus vidas en la amorosa oración diaria que los unirá a Dios y a todo el Universo.
Que la potencia y el poder de los Espejos del Universo iluminen sus consciencias y a todos sus hermanos para que, ante un nuevo paso de reconsagración, cada uno asuma su lugar y su momento de gran servicio planetario, porque se acerca un momento definitivo y no está lejos, hijos Míos. Ese será el tiempo y la hora de hacer todo por este planeta y por su humanidad a fin de que todo pueda comenzar de nuevo como está previsto.
Reciban de Mi Corazón la luz de las Gracias y de la Misericordia del Padre. Colmados por Mi espíritu maternal reafirmen sus votos y renueven sus consciencias, porque aún hay mucho por hacer y por servir.
Que la oración en sus vidas siga siendo ese puente que los une a Mi Corazón y que los lleva al Cielo, en espíritu, todos los días.
Que en este día de renovación todos los Hijos de María se coloquen de pie y como ejércitos afirmen el compromiso de fidelidad y de unión con su Madre Celeste, la Madre Universal.
Con alegría y regocijo recibo sus súplicas e intenciones para que, en este año 2020, puedan seguir creciendo interiormente y se formen como apóstoles de Cristo en la Tierra.
Desde el Gran Espejo del Universo envío toda la Luz que necesitan, ustedes y el planeta, para que esta civilización humana pueda reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de la Creación que aún se deberá cumplir y que ustedes prepararán ese cumplimiento con el Retorno de Cristo.
Alégrense y sonríanle a la Madre de Dios porque la Gracia Divina tocó sus corazones y vidas para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ante la Presencia de la Madre de Dios que nos trae la cura interna y la renovación, ante Su Presencia en este día que colma nuestras vidas y corazones por medio de Su Gracia, renovamos todos juntos nuestros votos ante el Inmaculado y Materno Corazón de María, por el triunfo de Su Corazón en este planeta y en esta humanidad, y para que Sus divinos y sagrados atributos sigan descendiendo en nuestras almas y en nuestros hermanos, y ante este escenario en los grandes lagos de Canadá, siendo acogidos por el viento de este gran invierno y ante Su Gran Espejo, el Espejo de la Madre Universal, vamos juntos a realizar tres veces la oración de la Madre Universal para que Sus atributos sigan obrando y consagrando a las almas de este mundo.
Oración: Madre Universal (se repite tres veces).
Y ahora, hijos Míos, vuelvan a escuchar el movimiento de los Espejos, a través de este viento invernal que los abraza y del movimiento del agua de este gran lago, y cómo es posible que la síntesis de la Creación se manifieste en toda la naturaleza y dentro de ustedes; y así, regresen a sus orígenes, a su verdad y a sus esencias para estar allí en Dios y por Dios cumplir Su Voluntad.
¡Les agradezco por haberse reunido en este día Conmigo!
Y bajo la autoridad que Mi Hijo Me concedió, Yo los absuelvo y los reconsagro como Mis hijos, los hijos del Padre Celestial.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cuando la Madre de Dios está en silencio es porque algo importante está por suceder y, en este momento, deben comprender ese significado.
Este silencio lleva a la introspección, a la reflexión y al discernimiento.
Es momento de que la humanidad comprenda los ciclos que está atravesando y viviendo en estos tiempos.
Por esa razón, los Mensajeros de Dios llegan a la Tierra para prepararla y guiarla hacia el próximo paso, hacia el próximo ciclo y hacia el nuevo tiempo.
Hoy he venido aquí a traerles Mi mensaje de paz, pero también Mi mensaje de consciencia, queridos hijos.
Hoy, en el mensaje dado por su Madre Celeste para las apariciones un ciclo se cierra y un nuevo ciclo comenzará, a partir del mes de marzo de este año, momento en el cual, ustedes, Me podrán acompañar en este último ciclo que se acerca y que finalizará una etapa importante para todos los mundos internos, y también para toda la humanidad.
Es momento de que comiencen a recoger los frutos de la instrucción y del conocimiento de la Jerarquía; de que puedan aprender a beber de esa Fuente, para que solo dependan de Dios, de Su Gracia y de Su Misericordia.
Y, así, sus almas se fortalecerán en este camino y en esta trayectoria al servicio eterno de Dios, por las almas, por los Reinos de la Naturaleza y por el planeta.
Hoy vengo aquí para anunciarles el fin de este ciclo, el fin de estos mensajes que vengo entregando y que los prepara para cada nuevo encuentro Conmigo, sea en sus corazones o ante Mi Presencia.
Es así, queridos hijos, que podrán comprender, en este momento, la omnipresencia de la Madre de Dios. Esa omnipresencia y poder que le ha dado Su Hijo para llevar adelante esta tarea planetaria en el fin de los tiempos, que es la última y gran tarea para estos tiempos.
Por eso, los invito a tener presente todo lo que les he dicho desde los primeros años en que Me he encontrado con ustedes, para guiarlos, conducirlos y hacerlos vivir el Plan de Dios en sus diferentes manifestaciones y tareas.
Este es el tiempo de hacer la gran y última síntesis. Es el tiempo de vivir el conocimiento de Dios para que puedan aprender a enfrentar lo que llegará, no solo a sus consciencias, sino también a todo el planeta, a la humanidad entera.
A través de cada mensaje, a través de cada palabra e instrucción, su Madre Celeste les ha entregado un impulso, una llave, un don, una virtud y una luz para que se pueda encender en sus corazones y en sus vidas, y para que puedan representar la Obra de Cristo en la Tierra.
Es así, queridos hijos, que Yo los llamo a vivir el apostolado incansable, el apostolado del esfuerzo, el apostolado por amor a todo lo que Dios concibió desde el principio de esta Creación, y para que esta Creación se pueda regenerar, curar y redimir.
Este es el tiempo en el que la humanidad atravesará los últimos momentos, dentro de su transición planetaria. Por eso, Yo los invito a ser conscientes, y también les agradezco por haber respondido a cada llamado.
Habiendo respondido a Mi llamado, han correspondido al llamado de Dios. Ese llamado de Dios es cumplir, en cada etapa, Su Divina Voluntad, Sus aspiraciones, Sus deseos ardientes y Sus metas. Es de esa forma, que Él se muestra, se revela y guía a Sus hijos, para que todos sigan el camino de la fe y de la confianza en Dios, en el cumplimiento de Su Divino Propósito.
Necesito, queridos hijos, que Me ayuden a acompañar el próximo ciclo, porque a partir de que Mi Hijo los visite durante la Sagrada Semana de este año, una etapa más definitiva se cerrará.
Comprendan, queridos hijos, que ahora los ciclos son mensuales y también hay ciclos que son semanales. La Jerarquía ya no podrá esperar veinticinco años, o muchos años más, para que la consciencia humana esté madura y esté en el punto que el Plan necesita para poderse cumplir y realizar.
Por eso, les hago entender la importancia del conocimiento y de la instrucción, que son fortalezas y principios para sus vidas; son direcciones, caminos y sendas para encontrar el Divino Propósito en su diversidad, dentro de la Ley de la Jerarquía, de la Ley del Amor-Sabiduría.
Yo les dejo este mensaje, queridos hijos, este último mensaje que prepara a sus mundos internos para esta Aparición de hoy, momento en el cual cada alma y cada corazón, más allá de lo que esté atravesando y viviendo, tendrá la oportunidad de hacer esa síntesis y de reunir, en su mundo interior, todos los tesoros que ha entregado la Jerarquía, a través de los años y de los tiempos.
Hoy es un momento culminante para todos desde los planos internos, pero también desde los planos espirituales el Padre Eterno estará contemplando esta instancia, en la que nuevamente Sus hijos responderán al llamado de la Madre de Dios, por medio de este encuentro de oración, que intenta fortalecer a todas las almas, a todos los corazones y consciencias para que no tengan miedo, para que aprendan a atravesar el fin de estos tiempos con valentía y con ímpetu, bajo el impulso y la compañía de la Gran Consciencia Crística.
Por encima de todo, queridos hijos, que siempre esté el amor en ustedes, en sus hermanos y en cada lugar. Es ese amor, el Amor de Dios, que los ha traído aquí para vivir este tiempo, para vivir esta escuela, para vivir este aprendizaje, para servir a Dios. No hay nada que pueda impedir eso. No hay nada que lo pueda obstaculizar ni tampoco intervenir.
Los desiertos son grandes, pero las victorias son más amplias e infinitas.
Retomen la fuerza interior que les da el Sacramento de la Comunión. Afirmen su Bautismo. Afirmen su Unción en Cristo y todo se renovará.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado y, bajo la Luz de Mi Corazón, los guío hacia el Propósito Mayor, hasta que ese Propósito se cumpla en ustedes y en el mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Desde siempre, existió en el planeta la presencia de la Jerarquía. Esa presencia llegó a esta civilización para poder guiarla y acompañarla en el aprendizaje de la expansión de su consciencia.
Fue así que innumerables seres fueron convocados, en los planos internos de consciencia, para que dichas Jerarquías se ofrecieran a participar del proceso evolutivo y redentor de todo el género humano.
A su vez, ese llamado y convocatoria permitió ampliar el campo de servicio y de donación de las almas, para que ellas también pudieran vivir el avance de su estado de consciencia hacia una consciencia mayor e incondicional.
El linaje o virtud del maestro fue algo que se aplicó desde los primeros tiempos, porque la guía y la dirección verdadera eran necesarias para la humanidad, para evitar que la humanidad se perdiera todo el tiempo.
Fue así que esas grandes consciencias convocadas actuarían y ayudarían al proyecto humano, de una manera imperceptible y silenciosa, trayendo para el planeta todos los impulsos necesarios para que la humanidad pudiera percibir la necesidad constante de la ascensión.
Para eso, los Maestros convocados fueron designados para intervenir espiritual e internamente en ciertas culturas, razas y pueblos, que los pudieran comprender y, sobre todo, entender el mensaje y la instrucción recibida.
Por ese propósito, los Maestros se concentraron en espacios importantes y solitarios, como las montañas de los Himalayas, los Alpes, los Pirineos y hasta en la grandiosa cadena montañosa de los Andes americanos. Desde allí, en los Recintos Sagrados de retiro, silencio y contemplación, comenzaron a trabajar espiritualmente por las necesidades diversas que tenía la propia humanidad.
Todo este trabajo de la Jerarquía era interno, pero en muchos casos ocurría el proceso de la materialización, lo que significa salir de un nivel interno hacia un nivel físico y concreto sin perder los principios y las enseñanzas adquiridas.
Este movimiento, de acuerdo con la necesidad o la emergencia de los núcleos internos, colaboraba con el rápido despertar de la consciencia a la realidad antimaterial. Es decir, tomar consciencia de la vida del espíritu y de la esencia divina en cada ser.
Esas apariciones de los Maestros fomentaron, en Oriente como en Occidente, el equilibrio necesario para abarcar la expansión de la consciencia y, sobre todo, la responsabilidad por el camino evolutivo y cósmico.
Hoy revelo esta historia y realidad a ustedes porque es importante comprender el sentido interno de la existencia de diversas religiones que, en tiempos remotos, fueron impulsadas por la intención de la Divinidad, a través de la Jerarquía.
Es momento de realizar una síntesis más amplia para comprender el porqué de la existencia de tantas religiones, las que en el próximo tiempo deberán caminar juntas hacia una unión definitiva con lo Divino, dejando atrás lo que cada una representa o enseña, y permitiendo que la matriz de todas ellas se funda en el Amor de Dios.
Por eso deben orar para que su Madre Divina, que tiene esa misión para con las religiones de la humanidad, pueda llevar adelante lo que Dios necesita, con la ayuda y la colaboración de todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo en este día, desde el corazón del Universo, para auxiliar y rescatar a Mis hijos de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza. Estamos en un mundo en ruinas y en llamas, con una humanidad consumida por la ilusión y la indiferencia.
Vengo en este día para atender a diversas situaciones del planeta porque, dentro del Armagedón, la raza humana no está respondiendo a los tiempos de emergencia.
Por esa razón, vengo para clamar por consciencia y prontitud porque su casa, que es este planeta, necesita de la ayuda y del amor de todos los seres humanos a fin de que la explotación, el tráfico, el consumo excesivo y la destrucción masiva de los Reinos Menores sea revertido, más allá de los intereses que la minoría tiene y que provoca la pobreza global.
Este es el tiempo, en el que ciertos poderes que cree tener el ser humano se desmoronarán al igual que una montaña que se viene abajo. Nada quedará en el lugar en el que se cree que debe estar. La Jerarquía intervendrá para que la injusticia termine y sean destituidos los que viven del trabajo esclavo de toda la humanidad.
La humanidad no se imagina la llegada de ese momento. Por eso, debemos orar, orar y orar, para que la Justicia sea suave con todo lo que ella interceptará. Sean conscientes de esto, y acompañen a la Jerarquía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Su Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy desciendo a la Tierra, y a través de Mi consciencia enciendo los Espejos del Cosmos, para que los Espejos y las Puertas del Universo traigan la ayuda que la humanidad necesita urgentemente en este ciclo.
Encendiendo los Espejos y abriendo las Puertas del Universo, traigo los Atributos de Dios para todos, aunque la mayoría de la humanidad en este momento sea inconsciente de lo que eso significa para este tiempo.
Encendiendo los Espejos, traigo la corriente poderosa de la Paz, para que los planos espirituales de este planeta y de la consciencia humana sean transmutados y liberados, para que desde los planos más invisibles hacia los planos más materiales no sigan descendiendo las interferencias que impone Mi enemigo en las naciones y entre las almas.
Este es el tiempo de comprender el movimiento del Universo y de la Jerarquía para que, siendo más conscientes y estando más disponibles, acompañen a la Divinidad en todo lo que hay que hacer en este ciclo.
Toda la ayuda necesaria será entregada por el Universo a la humanidad, pero sí o sí corresponderá a la consciencia humana dar una respuesta consciente y verdadera para recibir toda la ayuda que necesita y así no solo se puedan liberar las almas, sino también las cadenas de la opresión, de la explotación y de la conquista que llevan adelante muchos seres humanos en este momento, acciones graves que ante la Justicia Universal tienen un precio, una consecuencia y una respuesta que en algún momento se dará.
Pero por medio de los Espejos del Universo que hacen descender la Luz sobre el planeta y la humanidad, vengo a interceder como Madre del Mundo y Madre de todo el género humano para que pueda existir una posibilidad de Misericordia y de redención.
Es así, que reúno a todos los Comandos del Universo, a todas las consciencias que sirven incondicionalmente a Dios, en el Universo y en la Tierra, para que en esa unidad y en esa hermandad se establezca interiormente la oportunidad que muchas, pero muchas, consciencias necesitan para poder seguir evolucionando en el próximo ciclo de la Tierra o en otras partes del Universo.
Todo será readecuado. Todo se transformará. Nada quedará igual a como es ahora. El Universo intervendrá y traerá lo nuevo para toda la consciencia humana y, especialmente, para este planeta que soporta las agresiones del hombre de superficie todo el tiempo.
La cura espiritual concedida por el Universo no solo será para los seres de superficie, sino también para toda la Creación manifestada en este planeta azul, que es su casa, que es su hogar, es su morada para poder vivir las experiencias del perdón y de la redención.
Los seres humanos se olvidaron que están de paso por este planeta y que después partirán hacia otras regiones del Universo para aprender lo que no pudieron aprender aquí.
Pero aquellos que se abran y se dispongan a escuchar a la Jerarquía y a cumplir lo que Ella pide serán mediadores, serán intercesores, serán colaboradores con aquellos que viven en la ignorancia, en la ceguera de estos tiempos y que han perdido el sentido de la realidad y de la verdad.
Por eso, todos los elementos del planeta, todas las fuerzas cósmicas del Universo que trabajan para establecer el Plan de Dios, se reúnen y se congregan porque este tiempo lo amerita. Y la necesidad es más urgente de lo que los ojos pueden ver y de lo que el corazón puede sentir.
Hoy vengo como una Madre que gobierna el macrocosmos, que gobierna el planeta, que a lo largo de los tiempos y de infinitas Apariciones en todos los momentos culminantes de la humanidad, ha intentado ayudar a los hijos de Dios y lo seguirá haciendo hasta que la última alma, más perdida y sumergida en la oscuridad, reciba la oportunidad de redimirse y de encontrar el camino de la Luz, el camino que perdió hacia el Padre Celestial.
Por eso, todas las huestes angelicales también se congregan y se movilizan para que los planos espirituales estén dentro del orden y de la armonía universal, aunque sabemos que la propia consciencia humana genera muchas situaciones que desarmonizan y que generan caos en la propia raza humana.
Todos los seres humanos, creyentes o no creyentes, ateos o devotos, o incluso de otras religiones, deben tener presente y deben ser conscientes de lo que están generando, de lo que están produciendo no solo para el planeta, sino para su propia civilización.
Mientras tanto, hacemos todos los esfuerzos, realizamos todas las operaciones posibles y llevamos adelante todos los pedidos del Universo para mantener las Puertas abiertas del cosmos, porque son las Puertas que no solo liberarán el caos hacia otras regiones del Universo, donde será transmutado y liberado, sino que también esas Puertas que son profundamente internas, espirituales y cósmicas, traerán para todos la Gracia de Dios.
Cuando el ser humano reconozca que no tiene poder por encima de todas las cosas y más allá de Dios; cuando recline su cabeza sobre el suelo, pida perdón y haga penitencia, la ayuda del Universo será más fuerte, el cambio de la consciencia será más rápido y ya nadie más perderá el camino hacia el Amor de Dios.
El cambio de las grandes situaciones humanas, de los grandes problemas de las naciones y en los pueblos, deberá comenzar primero dentro de cada ser, porque si cada ser no está en contacto con Dios, con el Único o como lo quieran llamar o nombrar, nada se resolverá.
Abran las puertas de sus corazones, extiendan sus brazos hacia los que sufren, acojan a todos los que no son aceptados, los que no son comprendidos, los que no quieren cambiar.
Sean misericordiosos, sean bienaventurados, sean pacificadores de Mi amado Hijo, y el mundo cambiará en las pequeñas cosas de la vida para después poder cambiar en lo más grande y en lo más extenso. Cada ser debe ser responsable por su redención y por su entrega.
Les dije una vez, amados hijos, como le dije al mundo, que no colocaran la responsabilidad en Dios ni en nadie más. Cada ser en este tiempo debe percibir las consecuencias y la responsabilidad en todo lo que hace y en todo lo que practica.
El Universo está allí para escucharlos, para recibirlos, para atenderlos y para auxiliarlos, solo depende de una actitud correcta y pacífica, de un arrepentimiento y de un cambio verdadero, porque si eso no está, la ayuda no llegará.
Son muchos los males, las adversidades y el caos que la propia raza ha generado en sus vínculos con Mi adversario. Pero ahora un tiempo de tregua llegará y durante ese tiempo las almas, las consciencias y Mis hijos tendrán la oportunidad única e irrepetible de cambiar y de revertir algo de todo lo que sucede.
Yo vengo como una Mensajera del Universo en nombre de muchos mensajeros más que circundan y que habitan este macrocosmos y más allá de esta galaxia para decirle al mundo que estamos atentos, que estamos acompañando la gravedad de estos tiempos. Pero necesitamos y suplicamos que se detengan, que reflexionen, que mediten y que ya no hagan más el mal. El sufrimiento no puede ser el camino de la pérdida de cientos de consciencias inocentes que son maltratadas, explotadas y vendidas como animales en los establos.
Es hora de detener las raíces de la adversidad generadas por Mi adversario en los ideales del aborto, de la explotación de la naturaleza, de la matanza desmedida de los animales del mar y de la tierra, de la transgresión y de la contaminación que producen todas las grandes industrias del planeta por la ambición del poder y del dinero, que solo existe en la consciencia del hombre.
Reviertan su actitud y el Apocalipsis cambiará. No ostenten ni deseen lo que no les corresponde. Sean agradecidos por todo lo que los rodea y no perderán la paz.
Les agradezco en nombre de muchas consciencias del Universo por haberme escuchado con valentía y coraje, con apertura y principalmente con gratitud.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La luz del misterio se revela en este tiempo y ella nace del interior de los Centros Sagrados, para que la consciencia humana reciba el impulso del despertar y de la realidad cósmica.
Es así que estos Centros Sagrados, frutos de la Creación y presentes en varios puntos del planeta, son potentísimas usinas de luz que atraen hacia la Tierra y hacia la humanidad la Gracia de poder tener el Conocimiento Mayor irradiado por las grandes constelaciones y estrellas.
Es de esa forma, hijos Míos, que el ser humano vuelve a recordar, y llega a su memoria el origen de quién fue y la razón de haber surgido de una Fuente pura y suprema, Fuentes presentes en varios espacios del Universo.
Cada ser de este planeta es una estrella que antes estaba viviendo una experiencia en algún lugar del Universo, solo que para que esa experiencia fuera más enriquecida y pudiera dar sus propios frutos, la mayoría de Mis hijos tuvo que llegar a este planeta azul para profundizar en el amor y en el perdón.
Pero su historia no terminará en esta vida, hay algo que existe más allá de la esfera de la Tierra y que se llama “macrocosmos”. Hacia allá deberán retornar con un aprendizaje realizado y una misión cumplida.
Los Centros Sagrados están al alcance del ser humano para hacerle recordar todas estas cosas. Por esta razón, la luz del Centro de Figueira es la primera esencia de amor que, con poder y fortaleza, se develará en el corazón que se abra para recibirla.
Sea la luz del Centro de Figueira un puente de elevación y un impulso de trascendencia de toda la condición humana.
Desde los Centros Sagrados emergerá no solo la luz de la esencia de cada uno de ellos, sino también aparecerá la Jerarquía como miembro de una Orden Mayor y evolutiva para todo el Universo Cósmico.
Es tiempo, hijos, de reconocer a través de estos impulsos, a los últimos impulsos reveladores que llegarán a la humanidad para llevarla hacia la ampliación de la consciencia con el fin de asumir algún día la evolución, el cuidado y el amor a este planeta que es el receptáculo de grandes y desconocidos Centros Sagrados que el propio Dios creó para que todos Sus hijos estuvieran acompañados, y así pudieran llegar al encuentro con Él.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hace más de 102 años, el 13 de julio de 1917, en Fátima revelé a los pequeños pastores el tercer y desconocido secreto. Ahora, continuando con esa revelación dada y aún no conocida totalmente por los hombres, vengo en este día a revelarles lo que ustedes están preparados para saber y conocer.
Por esta razón, hijos Míos, su Madre Celeste llega con el impulso de que puedan conocer y abrazar, con toda la fuerza de sus corazones, lo que representa el Universo y su vida infinita.
Llegó el tiempo de que el hombre de superficie ya no permanezca solo con la visión de su nación, continente o planeta. Es tiempo de que, por medio de la oración y de la fe, puedan ampliar su consciencia a fin de que no existan fronteras mentales, sino conocimiento, reverencia y devoción por lo desconocido; por todo aquello que está en las moradas de los Cielos y que no puede ser controlado ni manipulado por nadie.
En Fátima, los pequeños pastores conocieron esas revelaciones, además del tercer secreto que recibieron, porque el Ángel de la Paz los preparó para ese período en el que, a través de la Madre Santísima, estarían ante la magnitud de Dios y de todo Su Universo. Todo eso fue posible por el grado espontáneo de pureza que ellos vivieron.
Ahora, queridos hijos, es el tiempo de dar el salto al conocimiento del Universo y de acceder a la realidad que ninguna tecnología humana alcanzó en toda la historia de la Tierra. Porque, en verdad, el conocimiento infinito del Universo es revelado a los humildes de corazón y a los simples de consciencia. En ellos no existe ambición de poder ni de control en ningún sentido.
Eso fue, hijos Míos, lo que los pequeños pastores de Fátima vivieron, pero llegó el momento de que la Jerarquía Celestial amplíe esa oportunidad a todos los que aspiren a postularse como humildes servidores de Dios.
Eso ayudará a que, en la superficie de la Tierra, hayan consciencias que sean instrumentos que propaguen la devoción al Padre Eterno y así exista más gratitud y reverencia, en compensación por todas las equivocaciones que comete el hombre de hoy, al apartarse de la Verdad Divina, por sus propios medios y modos de vida.
Es así, Mis hijos, que en este día y a través de la Aparición, Yo como su Madre e Intercesora los colocaré ante esa Gracia de que sus corazones crezcan en la fe y en el amor al conocimiento de lo Alto, del Universo y así, el Amor Crístico esté presente en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los soldados de la oración: la Red-Luz Planetaria - Parte II
Que hoy, llevando sobre su pecho la estrella de la paz, se confirme su existencia y así se revele el misterio de su origen.
Descubriendo el sentido oculto y la razón de su venida a la Tierra, que sus corazones se pacifiquen en Cristo para que en ustedes se cumpla el Divino Propósito.
Hijos, ahora que llevan sobre su pecho el símbolo sagrado del Corazón del Redentor, que sus brazos se mantengan abiertos para recibir y acoger cualquier necesidad y que, en esa apertura incondicional y con esa respuesta inmediata, ustedes puedan reconocer la acción de la Divina Providencia.
Este es el tiempo en que la nueva Red-Luz, con todo el conocimiento recibido, abrirá las puertas de su mundo interior para acoger la grave situación planetaria y la vivirá como parte de sí para poder aliviarla, así como la Jerarquía, de tiempo en tiempo, alivia al planeta.
Ser parte de la nueva Red-Luz no significa ser impulsado por emociones ni por metas propias. Es decir "sí" a la Jerarquía bajo cualquier circunstancia o situación para poder ir más allá de las apariencias, para poder penetrar con la consciencia el sentido del Propósito.
Por esa razón, hijos Míos, llevar en su pecho el símbolo de su redención es abrir las puertas del corazón para aprender a acoger la Divina Gracia y vivir en la Misericordia de Dios, a pesar de la situación precaria de la humanidad.
Un misionero Red-Luz tiene claro y presente en su consciencia que no será su persona humana la que actuará o servirá, sino que ella dará espacio para que el alma, y lo que está más allá de ella y proviene de Dios, sea la que conduzca el propósito personal de cada ser.
Llevar estampado sobre el pecho el símbolo de la nueva Red-Luz es enviar un mensaje al Universo de una verdadera y profunda adhesión al Plan; es comprender, aceptar y acoger las necesidades del Propósito, y es esforzarse sinceramente para que esas necesidades se cumplan. Porque un misionero de la Red-Luz ya es consciente de que cada pedido de la Divinidad no se remite a una situación o a una persona; él sabe que cada pedido deberá realizarse y cumplirse para que acontecimientos próximos que podrían suceder no afecten a la humanidad ni a los Reinos de la Naturaleza.
El misionero Red-Luz reconoce ahora la importancia primordial de permanecer en sintonía con la Jerarquía para que su camino, su vida y su consciencia sean conducidos y protegidos por un sendero seguro.
Quien lleve estampado el sagrado símbolo de la Confraternidad sabrá que estará formando parte de una Hermandad infinita, de una Misión amplia y que cumplirá, como deber, la parte que le corresponde con alegría y con la certeza de que, más allá de todo, se cumplirá el Plan de Amor en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Qué es representar a la Jerarquía Espiritual sobre la Tierra
Queridos hijos:
A lo largo de toda la evolución de la Creación, como la de los seres humanos, siempre existió la Ley de la Jerarquía.
El Creador, al multiplicarse, se manifestó en el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo que, a pesar de ser Uno solo y de nunca haber perdido esa unidad espiritual y divina, representan el primer grado de la Jerarquía en la Creación de Dios.
Cada uno de los Aspectos de Dios fue responsable de emanar diferentes aspectos de la vida: las dimensiones, los arcángeles, los planetas, los espacios en donde la vida se expresa. Y, así, desde la Consciencia Divina hasta la manifestación material de la vida, de la cual forman parte los seres humanos, todo se crea, se manifiesta, se expresa y se vive según la Ley de la Jerarquía.
Esta Ley se diseña en el Universo, como en la Tierra, no por grados de superioridad como la conocen por sus definiciones humanas; tampoco es por sus destrezas que los seres están en niveles más elevados de la consciencia jerárquica. Es por los grados de amor, hijos, de entrega y de donación de sí que un ser es conducido a representar y a guiar a muchos más.
En el Cielo, como en los niveles invisibles de la Tierra, adonde solo sus corazones pueden llegar, existen lo que llamamos Jerarquías, que son aquellas consciencias que, a lo largo de su evolución, siguieron las directrices de la Voluntad y del Plan de Dios, y que, en la escala evolutiva de la Creación, están recorriendo el camino para retornar al Corazón del Padre; seres que rindieron su voluntad a la Voluntad de Dios y que viven más allá de las dimensiones materiales para representar la Voluntad Divina.
Su pensamiento es uno con el Pensamiento del Padre, su espíritu es uno con el Espíritu de Dios, su amor es una prolongación del Amor mayor del Hijo de Dios y así son dignos de representar al Creador en las diferentes escalas de la vida.
La Tierra fue pensada y creada por Dios para renovar Su Amor, para renovar Su Creación y así elevar la vida a un grado de Amor mayor.
Para que esto suceda, aquí debe haber consciencias que amen la Ley de la Jerarquía y que, por sus grados de amor y de entrega, puedan ser dignas de ser llamadas de Tercer Orden de la Hermandad de Dios.
Esto significa, hijos Míos, que no solo en los niveles invisibles debe haber consciencias que respondan a la Voluntad Divina y la representen.
También en la Tierra, las consciencias se deben adherir a la Voluntad del Creador, deben abrazar el propósito de vivir Su Amor y de ser prolongaciones vivas y conscientes de Su Presencia.
De esta forma, podrán participar de la Jerarquía que conduce a las criaturas al retorno a su origen. Y con grados de amor y de entrega es como eso se construye, con la rendición de sus vidas a un propósito mayor es que comienzan a construir lo que les digo.
Hoy llamo a todos Mis hijos de la Red-Luz Planetaria y a todos los que aspiran a retornar a Dios para que den un paso más en su entrega, elevando sus metas y aspiraciones, elevando el propósito de sus vidas para que aspiren a ser parte de la Jerarquía, prolongaciones de la Voluntad Divina sobre la Tierra y que así auxilien aún más conscientemente en el cumplimiento de los Planes de Dios.
Mediten en Mis palabras, hijos Míos, y aspiren ardientemente a vivir el amor cada día más, con transparencia y sinceridad, para que sean dignos de formar parte del Tercer Orden de la Hermandad de Dios, de Su Jerarquía sobre la Tierra.
Yo los amo y los bendigo hoy y siempre.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis queridos hijos de la Red-Luz Planetaria - Parte I
Hijos:
Ahora que ya llevan estampado sobre su pecho el símbolo espiritual de la Confraternidad, de la Hermandad y del amor entre los seres, que sus almas se animen definitivamente a dar ese último y gran paso hacia el camino del apostolado de Cristo.
Que esa estrella que confirma en ustedes la existencia de la Misión y de su realización en cualquier parte de la Tierra, sea el impulso de luz que los coloque abnegadamente en el servicio por los demás y por los Reinos de la Naturaleza.
Que el Corazón Sagrado de Mi Hijo, Su Llama de Fuego y Su Santa Cruz los impulsen en este ciclo a siempre decir "sí" y a abandonar cualquier indicio de tibieza.
Ahora es el tiempo de la presentación de los apóstoles y de los misioneros que construirán el Plan de Dios; primero dentro de sí, por medio de la oración, del servicio, de la instrucción y de la cura para después construirlo y compartirlo con el resto de la humanidad.
Ahora es el tiempo de que más estrellas de luz se enciendan en el firmamento y pasen a formar parte de la nueva Red-Luz Planetaria, la que, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, defenderá de sí misma cualquier acto de desobediencia para que finalmente se viva la unidad con el Plan Divino y la Suprema Jerarquía.
Hijos Míos, el camino de la redención está abierto por medio del servicio y del testimonio que sus corazones pueden vivir en la unión perfecta con la Jerarquía.
Que ese nuevo símbolo que hoy llevan en su pecho sea reverenciado, valorado y amado de la misma forma que recibirían en sus casas la presencia de la Jerarquía.
En verdad, hijos, será la Jerarquía Espiritual la que en este nuevo ciclo querrá gobernarlos y guiarlos para que más y más consciencias sean retiradas del sistema mundial y de la ilusión planetaria.
La Jerarquía espera que la mayoría de las almas pueda aprender a vivir en una hermandad que es divina, humilde, poderosa e incondicional en su entrega, en su servicio y en su constante e infinita donación.
Todos los que hoy llevan en su pecho el símbolo sagrado de la nueva Red-Luz estarán diciéndole al Universo que aceptan el despertar de la consciencia, la trascendencia de todo sufrimiento a través del amor y la confirmación constante de aspirar a pertenecer, algún día, al Plan Divino de la segunda venida de Cristo.
Ese es el símbolo de la paz, es el impulso que los convoca a la prontitud y a la entrega absoluta de sí para que, a partir de ahora, esté sobre ustedes la Mano de Dios y la Llama de Su Divina Gracia, la que los iluminará en estos tiempos de oscuridad.
Que se enciendan en ustedes el sagrado compromiso y la ardiente aspiración de ser dignos hijos de Dios.
Buen comienzo para todos Mis hijos misioneros de la Red-Luz.
Que la luz interior de cada ser llegue al mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mi Corazón ya contempla este nuevo año, lleno de desafíos y de proyectos para nuestro Dios.
Un año en el que la fe deberá estar más fortalecida, y el conocimiento y la formación de los discípulos de Cristo ya deberá estar aconteciendo a fin de que la Obra también se fortalezca y madure; madure en la consciencia de todos para que despierte definitivamente el espíritu del compromiso y de la responsabilidad sobre lo que significa llevar adelante un propósito de lo Alto.
Estamos en camino de esa meta, hijos Míos, por eso la perseverancia, la constancia y la disciplina harán que todas las cosas tengan un ritmo, como parte de un ritmo universal.
Por otro lado, hijos, también en este nuevo año llegó el momento de dar el paso en la unidad, sin condiciones; una unidad entre hermanos que sea capaz de representar la fraternidad de Cristo, una unidad sin vestigios de divisiones aparentes ni estimuladas por algún impulso humano o personal.
Llegó el momento de trabajar por esa unidad y la llave que abrirá esa puerta será la Verdad, la Verdad que pueden reflejar, la Verdad que pueden ser y sentir.
Eso construirá y sostendrá los pilares de una Obra que no está basada en lo individual ni en lo mezquino, una Obra que solo vive y palpita a través del corazón de la Jerarquía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como Estrella del Mar guío a las grandes consciencias lumínicas de los Espejos internos de los océanos para que ellos irradien hacia el mundo un mayor caudal de paz.
Como Madre y Estrella del Mar guío y conduzco el movimiento inteligente de los Espejos para que ellos capten las corrientes universales, las que ayudarán en esta transición a purificar el planeta y su humanidad en la mayor armonía posible.
Como Madre y Estrella del Mar guío y conduzco la apertura interior de los Espejos de los océanos para que ellos equilibren el plano psíquico del planeta y las almas puedan despertar y encontrar el centro de su ser.
Como Madre y Estrella del Mar guío y acompaño el movimiento de los Espejos para que ellos atraigan del Cosmos los principios y los atributos que la humanidad necesitará durante esta transición.
Como Madre y Estrella del Mar guío y conduzco el epicentro de los Espejos de cada región del planeta para que, a través de esta sutil red de comunicación espiritual, la humanidad algún día despierte hacia las realidades superiores de la Jerarquía y esta raza ya no se sienta más sola en este planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En los Recintos Sagrados, lugares en donde se encuentra la Jerarquía, y en niveles profundos de la consciencia se cumple la Ley de la Transmutación Permanente; un proceso espiritual que permite la redención y la purificación de ciertos estados de consciencia que corroen a la humanidad y que, en muchos casos, condenan el funcionamiento de grandes naciones.
Por esa razón, hijos, en algunos ciclos aleatorios, en momentos indeterminados, sucede ese proceso de transmutación permanente; momento en el cual ciertos estados de consciencia que están en contra del amor y de la luz son exorcizados, a fin de generar el alivio tan necesario en la humanidad.
En el transcurso de la última Peregrinación por la Argentina, la Jerarquía Espiritual ha venido trabajando en esos niveles profundos de la consciencia, con la finalidad de desobstruir la contraparte espiritual del país que está muy contaminada por lo que sucede en su superficie.
No todas las consciencias del planeta conocen esta misión interna que cumple la Jerarquía, pero, desde el momento en que perciban y sientan el movimiento feroz de los elementos, será porque a nivel regional, y podría ser planetario, los Centros Sagrados estarán trabajando de forma permanente y sin demora.
La oración es una ofrenda que las almas del mundo pueden realizar como una forma de compensar los propios males que el ser humano genera para consigo mismo, los cuales son transmutados a través de los Centros Sagrados, a fin de mantener el equilibrio del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos Míos:
Del Corazón de Dios emanan Dones y Gracias en este día para la liberación del planeta, y su Madre Celeste viene a decretar Su triunfo en este lugar, a través de la liberación y de la Paz que emanan de Mi Inmaculado Corazón.
Los Sagrados Rayos Inmateriales que provienen del Corazón del Creador hoy tocan la Tierra y sus señales se hacen visibles a través de la Naturaleza. Nada quedará como está, dentro y fuera de los hombres, y su lodo será extirpado y purificado.
Vengo como su Madre Celeste, como su Madre Universal, a preparar el camino para el nuevo despuntar de la Aurora, que en agosto próximo volverá a brillar en los corazones de los hombres y en el horizonte de la Tierra.
Vengo a unir Mi Corazón al corazón de Aurora para darle una señal al mundo, que su liberación no solo está próxima, sino que ya se inicia con Mi Presencia.
El corazón de Aurora vuelve a dar señales para que el pulsar de su vida ilumine nuevamente los abismos de este mundo. Pero para que Aurora retome su lugar, hijos Míos, es necesario que la humanidad sepa conducir los acontecimientos en unión al Corazón de la Jerarquía y que siga, paso a paso, la Voluntad que Dios emana hacia la Tierra.
El silencio de Aurora, poco a poco, le dará lugar a su verbo curador y la expansión de su luz será visible. Pero, mientras ese momento se prepara, acompañen a su Madre Celeste paso a paso, porque todo tiene su hora y su lugar.
La expansión del corazón de Aurora se dará poco a poco, para que su luz cruce los horizontes y llegue a los corazones de los hombres, a los Reinos de la Naturaleza y a lo profundo de la consciencia del planeta, liberando todo tipo de vida de la oscuridad que aún habita en este mundo.
Pero eso debe darse sin herir; su fuego debe arder, pero no herir. Su corazón se expande y toma vida, respetando las Leyes que rigen este mundo, porque así la humanidad eligió aprender.
A los que no comprenden Mis Palabras, porque no conocen la Aurora de la cual Yo les hablo, les digo que solo sientan en sus corazones su Gracia y dejen que ella se expanda, tomando el lugar que le corresponde, porque esta es la Voluntad de Dios.
Hijos Míos, su Madre Celeste, en este día viene para preparar un momento muy importante: la expansión y el retorno de la Aurora del amanecer para iluminar los corazones del mundo.
Oren Conmigo, oren para que las naciones se abran a la Voluntad de Dios; oren para que los Planes del Creador se cumplan en la Tierra; oren para que, en lo profundo de una oración verdadera, su Padre que está en los Cielos encuentre el permiso necesario para auxiliar a este mundo.
Aún hay mucho que debe suceder para que los Planes de Dios se concreten y, con Poder y Paz, su Madre Celeste viene a unir el Cetro de Dios al Cetro que rige la Aurora de Mi Corazón, para así decretar, poco a poco, su retorno y su triunfo.
Hijos amados, hoy también les vengo a entregar una Gracia especial, a través del alma amada que se ofrece todos los días para que Mi Plan se siga cumpliendo. Alma que, como Yo, unió su corazón al corazón de Aurora, para que este mundo siempre tuviera una oportunidad de ser curado.
Sepan, hijos Míos, que con la simple entrega de unos pocos Mi Corazón operará milagros en la Tierra.
Con eso les digo que no desistan de entregar sus vidas a Dios; no desistan de dar los pasos en dirección a la unión con el Corazón del Padre y, a pesar de todo lo que acontezca en el planeta, jamás pierdan la esperanza de que la cura, que proviene del corazón de Aurora, se extienda al mundo y toque toda la vida, trayendo de vuelta a lo sagrado lo que se perdió y se distorsionó por la incomprensión y por la ignorancia humana.
Yo Soy su Madre Celeste, Aquella que les muestra el camino para llegar a Cristo y, en la Tierra, les dejé una madre espiritual terrena, para que señalara al Padre junto con Mi Corazón y que, unida a Mí, obrara incansablemente por el rescate de las almas.
Únanse a esta alma madre que Yo les entregué, porque hoy les digo que, sobre ella, su Padre, que está en los Cielos, colocó Su confianza.
Por eso hoy, no solo oren para que la Aurora vuelva a amanecer; oren también por el despertar de la Unidad en toda esta obra de Amor y que los corazones sepan reconocer los instrumentos que el Padre colocó en sus caminos para que jamás se perdieran.
Todo es parte de una construcción única; escuchen Mi Voz y únanse a Mí, y así, hijos Míos, no se confundirán y podrán hacer triunfar el Corazón de Dios a través de sus vidas.
Yo los bendigo y les pido que Me acompañen, preparando con el corazón el despertar final de la Aurora del amanecer.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Universal
Libera tu corazón de todo elcansancio y entrégate en confianza a Mis brazos, para que tu espíritu incansable pueda reposar en Mí.
Deja atrás toda amargura y desprende de tu interior todo lo que no sea amor, porque padeciendo Mi Amado Hijo todos los martirios, el Señor te ha mostrado el camino incondicional para encontrar fortaleza.
Vengo para pedirte que te entregues a Mí y Me permitas que Mi Corazón pueda obrar a través de ti, porque aún debo calmar la desesperación del mundo.
Sumérgete pronto en el océano de Mi Gracia y podrás estar cerca de Mi Hijo, sintiendo Su insondable Corazón y viviendo plenamente Su Divina Consciencia.
Entrégate a Mis brazos y sabrás qué hacer, con sabiduría y discernimiento.
Apártate del miedo y acércate, día a día, al Amor que nace de la Fuente Primordial.
El triunfo de Mi Hijo está en la redención de tu vida y en la conquista de tu corazón, para que así Él pueda morar en ti.
Fecunda un espíritu de mansedumbre y así recibirás desde lo Alto las llaves del Cielo, así como las recibió Pedro cuando entregó su vida en confianza en las Manos del Señor. Y ya no solo serás parte del Pescador de hombres, sino también serás parte de una comunidad fraterna formada por la Jerarquía Espiritual.
¡Adelante! Y deja los desánimos atrás, por Mí. La esperanza es posible.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Así como existen millones de estrellas en el Universo, existen millones de esencias que son hijas de esta Creación Universal.
En este vasto Universo la Jerarquía Espiritual acompaña el despertar de esas esencias dentro de un camino de redención y de paz.
En el vasto Universo existe la vida, la vida en todo lo que creó el Padre con el fin de que se expresaran los diferentes grados de amor.
Por eso, las esencias pueden aprender sobre el amor a través de las experiencias de vida que se dan en este Universo; hasta que alguna consciencia alcance los más altos grados de amor, así como lo alcanzó Jesús en el tiempo pasado.
Es así como la Creación se recrea, para que la vida evolutiva avance, y pasos más profundos en el amor y en la verdad sean dados, aportando sabiduría sobre todas las cosas.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice y los ama,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más