APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos del mundo:

Entreguen su corazón a Dios y arrepiéntanse pronto, porque queda poco tiempo.

Entréguense al amor de Dios y estarán a salvo.

No dejen que las tinieblas los sumerjan.  Abran sus corazones y encontrarán la Luz que proviene del Infinito.

Queridos hijos, queridos hijos del mundo, ofrezcan penitencia, reparación y mucha oración, para que más almas sean ayudadas, sean retiradas del error y despierten al Amor de Mi Hijo, al camino del apostolado y de la redención.

Queridos hijos,  lo que Yo les ofrezco, a través de los Centros Marianos, es lo máximo que Yo les puedo entregar, todo lo que el Padre me ha permitido. Llenen estos Centros Marianos de personas necesitadas de amor; de almas sedientas de oración y gran parte del mundo podrá cambiar.

Difundan en el mundo a Mis Centros Marianos; aún es poca la concurrencia y es muy grande la  necesidad de oración en el mundo.

Cuento con Mis fieles colaboradores, con Mis ejércitos celestes, que se han comprometido Conmigo desde su consagración, para que las almas lleguen a los Centros Marianos  y reciban, como ustedes, todas las Gracias.

Queridos hijos,  Dios tiene escrito un destino para esta humanidad, un destino lejos del sufrimiento y del dolor; por eso es importante, Mis hijos amados, que en los  Centros Marianos exista la vida, la alegría y la devoción de servir a Dios.

Necesito, queridos hijos, que puedan ser más creativos, que convoquen a los rebaños de Dios, a las almas dispersas por el mundo que no conocen el Amor de Mi Corazón Inmaculado, ni tampoco el gran Amor de Dios.

Sean peregrinos de Mis Centros Marianos, para que muchos más lo puedan ser. Traigan a las almas hacia los Centros Marianos, a través de todos los medios posibles.

Mis Centros Marianos son consagrados para el mundo herido, para la humanidad enferma, que a través de ellos debe alcanzar la cura, el perdón y la redención.

En Mis Centros Marianos he dejado los tesoros del Cielo, las más grandes dádivas del Universo, que aún son desconocidas por las almas, porque ellas son intangibles y provienen del Espíritu de Dios, del Propósito de Su Fuente Inmaterial.

Queridos hijos, Mis Centros Marianos son para todas las naciones del mundo, así como los Santuarios Marianos en el mundo. 

Quiero que sean voz y eco de Mi Mensaje. Quiero que sean voz y eco de los Centros Marianos de Amor, que ellos estén llenos de almas necesitadas del Amor del Padre y de la Misericordia del Redentor.

Para que eso sea posible, hijos Míos, ustedes deben pensar en grande y no en pequeño; deben asumir grandes desafíos en este tiempo final, porque mientras no los asumen o no los lleven adelante, muchas más almas se pierden en el mundo de  los abismos y son llevadas a la gran ilusión de esta humanidad.

Queridos hijos, en los Centros Marianos están las dádivas que las almas necesitan para este tiempo, las llaves que necesitan encontrar para abrir las nuevas puertas hacia la redención y el perdón.

Por ejemplo, hijos Míos, este Centro Mariano de Aurora tiene un propósito con la cura de la humanidad. Necesito que los hermanos que aquí llegan todo el tiempo, que todos Mis hijos de esta nación y de esta región correspondan a este Centro Mariano; que puedan abrir más sus mentes y corazones para acoger a los más necesitados.

Ustedes, queridos hijos, son los difusores de los Centros Marianos de Amor; mientras esa difusión no se lleve adelante, muchas Gracias que vienen del Cielo, se detienen, no pueden descender y están restringidas a muchas almas.

Necesito, queridos hijos, que asuman ese compromiso Conmigo ayudando a manifestar en los Centros Marianos su verdadera tarea. En cada uno de ellos he dejado un Don especial de Dios, Don que deben descubrir por su trabajo, por su dedicación, por su sintonía con cada uno de ellos. Cuando eso llegue a suceder, las almas vivirán los grandes cambios que necesitan y ya no se sentirán solas, ni tampoco perdidas, porque estarán con Dios y en Dios.

Yo vengo a entregarles esta dádiva y este tesoro de los Centros Marianos, porque es la misión de los hijos de María, de todos los grupos de oración, hacer vivos a los Centros Marianos para que ellos no mueran rápidamente. Es su compromiso y también su obligación como hijos Míos, venir a los Centros Marianos al menos quincenalmente. Porque mientras las Gracias siguen descendiendo, sus corazones deben ser receptáculos para ellas, sus vidas deben ser mediadoras para que esas Gracias que vienen del Universo se retransmitan a las almas.

Si en los Centros Marianos no hay almas físicamente andando y orando, las Gracias no pueden llegar a la humanidad dolorida y menos aun a aquellos corazones que sufren por el horror, por la enfermedad y por la perdición.

Que sus corazones, que sus labios y que sus manos sean difusores de los Centros Marianos de Amor; así ayudarán a su Madre Celeste a que la Obra de Redención y de Misericordia llevada adelante por Mi Amado Hijo, no solo permanezca en los Centro Marianos, sino también en todo el mundo que debe saber y conocer, a través de Mi Mensaje, que Yo estoy aquí presente entre ustedes y convocando a la humanidad para que ella viva su preparación en el fin de este tiempo.

Mis ejércitos de Luz deben crecer,  eso comenzará a partir de los Centros Marianos y del verdadero compromiso de todos los hijos de María.

La consagración no termina en ustedes. La consagración, los lleva a vivir un compromiso con el Plan de Dios y así ustedes, estarán cumpliendo Su Voluntad, así como la cumplen todos los Ángeles del Universo.

Queridos hijos,  desde este nacimiento de Aurora, desde el renacer de su Fuego superior, de su Llama curadora, estamos ingresando en el último tiempo del despertar de la humanidad y ese ciclo en algún momento se cerrará. Dependerá de ustedes, hijos amados, que ese despertar que debe surgir desde los Centros Marianos de Amor pueda llegar a todas las almas posibles, a todos los corazones necesitados, en todas las lenguas posibles.

Primero, queridos hijos, deben expandir su consciencia, su corazón,  para poder abrazar la Obra de forma planetaria; para que más puertas a la conversión y a la redención se puedan abrir en otras naciones del mundo.

Aquí, con todo Mi Amor maternal, en Aurora como en otros Centros Marianos,  he gestado las bases para esa nueva etapa. Es hora de que Mis soldados de la oración y de la paz acompañen a su Madre Celeste en este nuevo desafío.

Hoy les vengo a dejar este mensaje, hijos amados,  porque aún hay mucho por hacer, aún hay mucho por qué corresponder, hay mucha responsabilidad aún por vivir por cada uno de ustedes.

Con este mensaje de preparación, hijos amados,  hoy vengo a consagrar a nuevos hijos de María, que representarán a muchos más, a muchos más que se deberán consagrar en el futuro al Amor de Mi Inmaculado Corazón y a la sagrada tarea de vivir y de asumir los Centros Marianos; para que estos algún día se conviertan en el verdadero Espejo de Dios, que debe reflejar al mundo el último tiempo de la Misericordia, de la Reconciliación y de la Cura de las Almas.

Los Centros Marianos deben ser la morada de los simples, de los buscadores del Amor de Dios y de todos los perdidos que no encuentran sentido en sus vidas, ni en sus caminos.

Deseo ardientemente, queridos hijos, que el mismo impulso espiritual que sus almas recibieron desde el día de su consagración como hijos de María, pueda repercutir y expandirse en más almas del mundo que claman por Mi Corazón y Mi Intercesión. 

De esa forma, respondiendo a las súplicas de Mis hijos de todas las naciones y de las diferentes razas del planeta, Yo vengo a entregarles esta Misión en respuesta a la súplica de Mis hijos del mundo, para que Mis ejércitos de Luz, para que los hijos de María, hagan florecer la misión especial de los Centros Marianos y vayan al encuentro de las almas del mundo llevando Mi Mensaje de Amor, Mi Mensaje de esperanza y de paz para todas las criaturas. 

Para que eso sea posible, hijos amados, deben ofrecerse al Redentor, como Sus apóstoles dispuestos a ir al encuentro de las almas del mundo; no sólo en la vía del servicio, de la oración o de la comunión, sino también, hijos Míos, al encuentro de las naciones del mundo que deben recibir la ayuda espiritual que tanto esperan y que tanto necesitan para tener una nueva oportunidad en este camino de amor y de redención que Yo les ofrezco.

Será de esa forma, hijos amados,  que los Centros Marianos se podrán expandir en el mundo y no se restringirán a la región en donde se encuentran, sino que tendrán sus puertas abiertas para recibir a todos los peregrinos del mundo. Eso espero que suceda algún día; no les pido que los convenzan o los conviertan, sino que los reciban con amor, que les enseñen a vivir la oración y que sepan que existe un camino de salida de todo el caos de este mundo, un camino que los lleva a Mi Inmaculado Corazón y de Mi Inmaculado Corazón al Reino de Dios.

Únanse como grupos y servidores para asumir esta Misión por los Centros Marianos, y ayuden a que los Centros Marianos puedan manifestar los pedidos de los Mensajeros Divinos y que estos se concreten para que más energías espirituales y principios universales desciendan a través de ellos.

Para eso, hijos Míos, también será necesario, ayudar en la concreción de todas las manifestaciones necesarias que los Centros Marianos deben tener, para ayudar a enfrentar el fin de este tiempo y el ciclo final que la humanidad vivirá en poco tiempo.

Los Centros Marianos deben ser islas espirituales de salvación, para que los corazones más solitarios y perdidos, encuentren alivio, paz y esperanza.

Si hoy les pido esto, Yo, que Soy su Madre,  es porque es posible concretarlo; existe el potencial en sus corazones, solo deben dar el primer paso, para que el Universo del Padre lo pueda concretar todo.

Los Centros Marianos serán la referencia para cuando Nosotros ya no estemos aquí. Ustedes saben, hijos amados, que existe un tiempo para estar entre ustedes, y para ese tiempo no falta mucho. Después de diez años de Gracias, sus corazones están listos para asumir la tarea de los Centros Marianos, que los Sagrados Corazones de Jesús, de María y de San José, hoy les encomiendan a todos. 

Aquí nos encontrarán espiritualmente porque Nuestros Corazones siempre estarán en los Centros Marianos para traer alivio a las almas, cura y redención a los corazones.

Hoy estoy realizando esta consagración de nuevos hijos de María de forma especial, como si fuera la primera vez que aquí, en Aurora, consagré a los primeros hijos de María, que hoy forman parte de Mi Obra, que se han fortalecido en la fe y en la oración y que peregrinan junto Conmigo de forma incondicional y entregados a vivir la Voluntad de Dios.

Renovando ese Principio de Consagración que fue vivido aquí, hace muchos años, hoy vengo a renovar ese voto de consagración, para que los que llegarán a consagrarse en el futuro puedan vivir el mismo impulso de despertar y de compromiso con Dios, a fin de establecer en la Tierra los mil años de Paz.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán.

Prepararemos hoy el himno de su consagración como si fuera la primera vez que las almas reciben un gran impulso para poder dar un gran paso, como lo dieron muchos hijos de María, en estos últimos años en donde dijeron “si” al Plan de Dios.

Quisiera escuchar la música instrumental introductoria de ese himno para poder bendecir a los que hoy se consagrarán ante su Madre Celeste.

Oraré por estos hijos que hoy se consagran en nombre de todos los que ya se consagraron, para que puedan revivir su compromiso, confirmar sus votos y llevar adelante esta misión especial que hoy les encomiendo en la manifestación de los Centros Marianos y en la difusión de los mismos, como islas espirituales de salvación.

Coloquemos nuestra mano izquierda sobre el corazón y únanse a Mi Inmaculado Corazón. En esta sagrada oferta que hoy realizaremos juntos para nuestro Padre Celestial.

¡Altísimo Señor del Universo, que escuchas las plegarias de Tu Sierva!
¡Altísimo Padre Creador, Fuente de Amor y de Unidad para todo lo que existe!
¡Altísimo Adonai, Venerable Emanuel, Santísimo Abba!

Escucha la oración de Tu Sierva en este momento, para que los corazones del mundo que algún día se consagrarán a Mí puedan florecer Tus Virtudes y puedan descender todas Tus Gracias, a fin de que se establezca el alivio para el sufrimiento, la cura para las enfermedades, la sanación para las almas y la redención para los corazones.

Que todo el Amor que proviene de Ti hoy sea derramado sobre estos hijos que se consagran, para que como muchos otros, se renueven en Tu Propósito Divino y en Tu Infinito Llamado.

Que los Ejércitos de la Luz hoy se multipliquen para que más almas en este mundo sostengan el estandarte de la paz, el que indicará el retorno de Cristo.

Amado Señor concede la Gracia para estos espíritus que hoy se postran ante Tu Sierva para recibir Tu Amor reparador, Tu eterna Misericordia.

Hoy renuevo, en nombre de ellos, la consagración de todos los hijos de María, para que en estos tiempos que llegan Mi Manto Celeste de Luz y de Paz se expanda en todas las naciones del mundo, porque Mi más ardiente deseo, Padre Amado, es que hayan hijos de María en todas las naciones del mundo.

Y hasta que eso no se cumpla, Yo te pido Señor, poder estar aquí, cerca de Mis niños, para poder acompañarlos en esa gran aspiración. Amén.

Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Y ahora, que el Padre escucha la voz de Sus hijos más simples y perseverantes, entonemos este himno de consagración para que más núcleos internos, más almas en esta humanidad, despierten a su consagración en preparación del retorno de Cristo.

Yo les agradezco, a pesar de todo, por responder a Mi llamado y agradezco a todos los que hoy están aquí y a los que estarán algún día. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Ojos de Dios contemplen la Tierra y Su Silencio dé lugar a la emanación de Su Verbo diciéndole al mundo: "¡Renace!", ¡que renazcan la vida, las esencias, las almas y los espíritus de los seres!

Que renazcan los Reinos de la Naturaleza, ultrajados. Que renazcan los corazones perdidos. Que renazcan los tesoros, ocultos por la ignorancia de la humanidad.

Este es el tiempo de preparar el corazón para el renacimiento. No pienses solo en la muerte, en el caos y en las guerras, en las purificaciones y en los conflictos. Eleva los ojos al Cielo y únete al Silencio de Dios, en la espera de que Su Verbo se pronuncie al mundo y dé vida nueva a todos los seres.

Sí, déjate purificar, transformar y morir al viejo hombre, ¡pero que tu corazón no esté solo allí! Que tu corazón esté, hijo, en la esperanza de renacer; porque hoy lo que estaba oculto ya comienza a emerger. Así como la Aurora, que renació a la vida en la Tierra por emanación de la Voluntad Divina, también parte del Sol de Dios en el Corazón de Brasil volverá a brillar.

Déjate renacer por medio de los Misterios Divinos. Déjate renovar, aunque no comprendas lo que te digo. Mi Verbo trae misterios, así como la Voluntad de Dios; pero si sigues lo que digo y colocas tu mirada en lo Alto, acompañando los pasos del Creador, tú te renovarás como la vida y renacerás, una y otra vez, aun cuando a tu alrededor el mundo experimente el caos, la muerte y la ausencia de sentido para la vida.

Sé un instrumento de la vida. Renace con la Voluntad Divina y renuévate todos los días, para que Dios pueda renovar el mundo a través de tu corazón.

Ve, hijo, como la cura vuelve a emerger sobre la Tierra. El Corazón de la Nueva Aurora atrajo hacia el mundo la cura para que otros Soles, que se apagaron por la indiferencia humana, pudieran volver a encenderse y, en medio de las tinieblas del final de los tiempos, la luz vuelva a brillar.

Sé parte de esta luz. Sé parte de este misterio de amor.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Aurora, el Sol interior que vuelve a nacer

Aurora es el Sol interior que vuelve a nacer, es el Sol que despunta en el universo interior de los que la invocan.

Aurora es ese Sol que disipa las tinieblas y trae cura espiritual para todas las almas.

Aurora es ese Sol que nunca muere, porque es un Sol eterno.

Aurora es el fuego que unifica todas las cosas, es la llama que consume las corrientes contrarias.

Aurora es ese Sol que penetra en los abismos de la consciencia, es la fuerza misteriosa de Dios que todo exorciza.

Aurora es el imán que atrae Leyes de cura y de perdón para los seres de la Tierra.

Aurora es esa estrella fugaz que todo ilumina.

De Aurora surge la fuente de reparación para las criaturas terrestres, porque Aurora obra por medio del amor y de la redención.

Aurora aún no es conocida ni comprendida.

Aurora es anterior a la existencia de este mundo. Ella proviene de una concepción espiritual especial, eso hace de Aurora un lugar sagrado e inmaculado, y todos lo que llegan a Aurora deben abrirle su corazón para poder ser impregnados e irradiados por ella.

Aurora es ese Sol desconocido que eternamente brilla; es la luz que no deja que la noche acontezca; es esa llama fugaz que ilumina los mundos internos.

Todos los que llegan a Aurora simples de corazón y puros de intención, son trabajados por este sagrado Sol de Aurora.

Aurora no tiene límites, pero sí tiene puertas. Ella se comunica de corazón a corazón y activa los sentidos internos, que no son sentidos humanos, para establecer una comunicación entre la consciencia y Dios.

Aurora es ese Sol que concentra principios, experiencias y resultados de altos grados de amor que guarda en su interior.

Aurora nace de un misterio, pero vibra como nota musical en el Universo, despierta la voluntad de servir y de vivir el sacrificio por los demás.

Aurora sobrevive en este tiempo porque vive el amor, y eso la hace fuerte y perseverante junto a sus guerreros que la integran.

Aurora forja la verdad del corazón y repele a los falsos. Ella acoge a los enfermos y cura a los miserables, libera a los oprimidos y retira del abismo a los presos de sí.

Aurora concede una gracia intangible, pero duradera. Ella acompaña a los humildes y fortalece la fe de los tibios de corazón.

Aurora es transparencia. Ella repele a los mentirosos y encarcela a los manipuladores.

Aurora es una Ley concreta y justa, para eso fue creada.

Su esencia es Voluntad-Poder de Dios y su espíritu inquebrantable es amor infinito.

Aurora es el sendero para la redención de los que dicen “sí”.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

En este día, hijos Míos, que la oración sea ofrecida y dedicada por los que aún no viven el Plan del Creador, porque, aunque ellos estén en este planeta, no saben de la inmensidad de su compromiso con el Creador.

Por eso, con espíritu de súplica y de esperanza, intercedan mediante la oración del corazón por todos sus hermanos que todavía están presos por la vida material y por todas las ilusiones que ofrece el mundo.

Estas almas perdidas son las últimas con las cuales trabajaré durante el último tiempo de Mi Obra entre ustedes.

Mientras tanto, hijos Míos, sigan orando de corazón para que el Padre Misericordioso pueda seguir escuchando la ofrenda sincera de Sus hijos.

Cada oración pronunciada con amor y devoción concede, a gran escala, oportunidades de redención y de cura inexplicables en las almas del mundo.

Para que todo esto sea posible y sea concedido a la humanidad, deben existir almas en incondicional oración para que, a pesar de estos tiempos agudos, se puedan mantener las puertas abiertas a la salvación y a la redención de las consciencias.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Para que tu corazón se pueda curar de todas las decepciones y ofensas recibidas, debes pensar y sentir desde el perdón.

Para que las heridas profundas e internas se cicatricen, debes pensar y sentir desde el perdón.

Para que todo lo vivido en el pasado se pueda borrar y así puedas nacer en la compasión, debes pensar y sentir desde el perdón.

Esa será la única forma de poder seguir viviendo el camino crístico, el sendero para comprender, a gran escala, el Universo de la compasión, el que incluye, sin condiciones, a todas las consciencias miserables que por sus acciones o cometidos están condenadas a un camino sin sentido.

Pensando y sintiendo desde el perdón, la humanidad se podrá reconciliar consigo misma y dejará atrás el camino del sufrimiento y de su propia agonía.

El sendero del perdón le ofrece a la consciencia humana la posibilidad de que, todos los días de la vida, se ame a gran escala para que así el hombre terrestre salga del patrón de la equivocación y del odio constante.

La esencia del perdón está colmada de la Compasión de Dios y eso abre las puertas a la reconciliación de la vida y del espíritu.

Si, en este tiempo, las almas no alcanzaran ese camino, muchas sufrirán por no haber buscado dentro de sí la escuela del perdón sin condiciones.

El perdón tiene la capacidad de disolver los errores y de dar la paz interior.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que la Luz de la Misericordia de Cristo guíe el camino de las almas que se entregan, con confianza, a los Brazos del Redentor.

Que esa entrega incondicional pueda abrir la puerta para la cura de los corazones y de las vidas de las personas que confían plenamente en la Misericordia Divina de Jesús; que así se establezca una alianza espiritual entre los redimidos y nuestro Señor, y que esa unión de almas con Cristo fortalezca el desarrollo de la Obra de la Redención y de la Misericordia en la humanidad.

Dejando atrás el pasado, que las almas reencuentren el sentido del Propósito y que siempre lo puedan ver y sentir en su interior como la llama que todo lo guía y que todo lo resguarda.

Abriéndose las puertas a la Misericordia de Jesús, que los corazones se renueven, que pierdan el miedo al fracaso y que se establezca una alianza inquebrantable entre las almas y el Creador.

Que todo sea renovado, que la vida sea permeada por el espíritu de la paz y que, finalmente, todo sea curado.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE BUENOS AIRES HACIA MAR DEL PLATA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Querido hijo:

Deja que la voz del corazón salga de lo profundo del alma, para que siempre puedas reconocer la Gracia de estar unido a Dios.

La voz del corazón es pacífica, es el fuego que proviene del espíritu, el que repara todas las cosas.

Deja, hijo Mío, que siempre emerja de ti la voz del corazón, para que, así, se establezca entre tu ser y el Universo la comunión con Dios.

Vive todos los días a través de la voz del corazón para que, de ciclo en ciclo, aprendas a superar tus miedos y todas las incertidumbres.

Deja, hijo Mío, que la voz del corazón pueda guiarte a buscar lo puro y lo verdadero, para siempre reencontrar el camino seguro que te conducirá hacia los Brazos de Mi Amado Hijo.

Que la voz del corazón pueda indicarte los nuevos pasos rumbo al encuentro del espíritu íntimo de cada ser.

¡Que despierte en Mis hijos la voz del corazón para que el mundo herido sea curado!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, HACIA SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Eleva, hijo, tu corazón a Dios y, todos los días, bajo cualquier condición interior o exterior, sé parte de Su Reino de Misericordia.

Eleva, hijo, tu corazón para que el Don de la Gracia haga de ti, en este tiempo, un nuevo ser.

Eleva, hijo, tu corazón a Dios, para que el mundo reciba mucha más Misericordia.

Eleva, hijo, tu corazón a Dios, para que el mal sea disipado y las almas alcancen la redención.

Eleva, hijo, tu pequeño corazón a Dios, porque el mundo necesita de almas buenas que puedan, en este tiempo, ayudar a curar el planeta con la gran vertiente de la oración.

Eleva, hijo, tu corazón a Dios, porque en esta hora definitiva en que todo está en juego, Mi Hijo debe estar entre ustedes para poder convertir esta raza en lo que verdaderamente debe ser.

Eleva, hijo, tu corazón a Dios, y el universo estará atento a cada súplica.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Querido hijo:

Que tu corazón siempre refleje la energía del Amor, porque así ayudarás a reconstruir este planeta y su humanidad.

Que, en la energía del Amor, todo sea reparado, cicatrizado y curado.

Que el Amor que debe vivir tu corazón sea la premisa en estos tiempos. 

Que todo sea renovado para que la propia esencia de la vida sea elevada como ofrenda espiritual hasta los Pies del Creador.

Camina siempre en el sendero del Amor, en el que encontrarás la fuerza interior necesaria para trascender los tiempos y superar las pruebas que llegarán para confirmar tu espíritu en la vida divina.

Que cada etapa de la vida sea una sagrada oportunidad de redención.

Cada experiencia vivida hará de tu alma un espíritu triunfante, que luego estará cerca de Cristo para celebrar la eternidad.

Que la energía del Amor reconstruya todas las cosas y que tu corazón valiente reciba la sagrada energía del Amor para revivir todos los días el Amor eterno del Creador.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA REGIÓN DE VALPARAÍSO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Cada vez que abres tu corazón a Dios, el universo del Amor Superior puede hacer sus prodigios, y cualquier herida o cicatriz que haya quedado en la consciencia de tu ser puede ser reparada.

Cada vez que abres tu corazón a Dios, a pesar de las circunstancias o de los acontecimientos, el universo del Amor Superior puede obrar en ti y en todo lo que te rodea.

Abrir el corazón a Dios es entregarse en confianza a Sus Designios, es vivir con humildad Su Divina y Poderosa Voluntad.

Abrir el corazón a Dios es permanecer en la mansedumbre, es saber mantener la neutralidad y la calma ante cualquier prueba.

Abrir el corazón a Dios es dejarse permear por la Vida Divina y pasar a formar parte de Él por medio de la oración, del servicio y de la entrega permanente por el otro.

Entonces, deja, hijo Mío, que Dios permanezca todo el tiempo en tu corazón y así vivirás la tan ansiada libertad de este cautiverio humano que creó la propia raza de estos tiempos.

Sigue abriendo el corazón a Dios en cada nueva etapa, ante cada nuevo acontecimiento, porque así ayudarás a realizar el Plan, te lo aseguro.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice, en nombre de la Gracia de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SANTIAGO, CHILE, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En los planos internos su Madre Celeste ya está reuniendo a las consciencias de esta nación para que, a los pies de estas sagradas montañas, ellas se rindan a Cristo y participen de la comunión reparadora que Mi Corazón les ofrecerá durante estos próximos días.

Esta rendición primero será espiritual y después será material, para que las consciencias de este país tomen contacto con su realidad espiritual y física, y así puedan vivir su momento de redención.

Esto llevará un largo tiempo hasta que, finalmente, la mayoría reconozca que es importante mirar todos los días a Dios y poder vivir en Su Corazón de Compasión y Amor.

Por eso, desde ahora los invito a seguir orando por las intenciones de su Madre Celeste para que ellas se concreten, una a una, y para que en estos tiempos definitivos se establezcan la cura y la paz en la mayoría de los corazones.

¡Esto también ayudará a hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón!

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en la Ciudad de Mendoza, Provincia de Mendoza, Argentina , al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Hoy Mi Presencia desciende de estas altas montañas trayendo para ustedes la renovación, el principio de la reparación y de la cura.

Desciendo desde el Universo con toda la Majestad de Mi Padre y hago iluminar con Mi Presencia los espacios más oscuros.

Y así vuelve a triunfar el Proyecto de Dios y nadie, nadie quedará para atrás, porque vendré en la noche de luna a buscar a Mis ovejas más perdidas. 

Vendré en la noche de mayor desconsuelo, de mayor desasosiego, en la noche de la perdición.

Vendré en la noche, aun cuando el mundo no mire a Dios. Vendré a llamar a todos y con Mis Pies tocaré este suelo creado por el Altísimo a Su imagen y semejanza.

Reuniré a los que se han autoconvocado y a los que no se convocaron también. No perderé de vista a nadie.

Llamaré por su nombre a los hijos de Dios y reuniré nuevamente a los Adanes y las Evas para recibir en su esencia, el código crístico de Mi expiación.

Haré repoblar la Tierra y cumpliré las promesas una a una. Se escuchará en lo alto de las montañas la Palabra de Dios y los antiguos pueblos del desierto volverán a caminar hacia lo alto del monte y verán venir al Hijo de Dios en Misericordia y resplandor, más brillante que el Sol, más luminoso que todas las estrellas.

Será el Dios vivo que retorna al mundo, para verter en las almas Su Infinita Gracia y por orden del Todopoderoso, por intercesión del Divino y Sagrado Hijo los abismos se cerrarán y ya no se escuchará, nunca más, el llanto de esta Tierra. Las almas llorarán de alegría y no de sufrimiento, porque traeré por medio de Mi Sagrado Corazón, la potentísima Compasión, que hará transformar las cosas más imposibles.

Verán al Hijo de Dios con el Cetro del Padre indicando que en Oriente como en Occidente, en los cuatro puntos de la Tierra se congreguen los Santos Arcángeles del Creador.

Los Libros Sagrados serán abiertos y todos conocerán los nuevos mandamientos 

¡Ay de aquellos que no los hayan cumplido! ¡Ay de aquellos que no se hayan arrepentido de corazón, ni siquiera hayan rezado para implorar por Mi Santo Nombre! Porque Yo Soy Jesús, el Cristo, El que está sentado a la derecha de Dios, Quien gobierna estos universos y otros, para hacer de esta Creación los nuevos seres de amor y de misericordia que repoblarán este planeta.

Y finalmente por el sacrificio de Mi Pasión y de Mi Cruz, la Tierra será feliz. No existirá dolor, enfermedad, culpa o pecado, porque aquel que ha caído a los pies del Creador será vencido y la poderosa Espada de Emmanuel será colocada sobre este planeta. 

Y cuando todo esté en una gran confusión, queridos hijos de Mi Padre, será la señal que la estrella más poderosa de este Universo se aproximará a la Tierra y todos sentirán en su interior la hora definitiva.

Serán llamados los hijos del bien y también aquellos que no han hecho el bien. Nada quedará oculto. ¡Créanlo! Mi promesa se cumplirá. Ya no existirán injusticias, robos, ultrajes, sacrificios humanos. Ya no correrá la sangre, porque Mi Sangre corrió sobre este suelo para salvarlos a cada uno de ustedes.

¡Ay de aquellos que le dan la espalda a Dios y que generan las guerras, los conflictos y la enfermedad que no existe!

Deberán postrarse ante el Creador y en esa hora sus corazones deberán ser misericordiosos más de lo que hoy son, para perdonarlos en Mi Nombre y para que así, triunfe Mi Corazón.

De sus pechos nacerán los nuevos mandalas de luz y la verdadera esencia de las criaturas será manifestada. Ya no existirá ignorancia en la Tierra, desconocimiento o indiferencia, porque aquellos que no han amado a Dios ni a sus hermanos, en verdad les digo compañeros, que ya no estarán aquí, pero el Padre es misericordioso y justo, y tiene un lugar preparado para cada alma.

En esa hora, en lo alto del Monte y ante la presencia del Primogénito, deberán dejar sus espadas y todas sus armas, porque Mi Corazón que es misericordioso y bondadoso, justo y compasivo, detendrá todas las armas nucleares y destructivas de este planeta.

Y a pesar de que el mundo se ahogue en este tiempo en su propia ilusión, les prometo que los Nuevos Cristos nacerán y no serán pocos, porque Yo los llamaré por su nombre como Dios llamó a Moisés, a Abraham y a los antiguos Patriarcas.

El Libro Sagrado, la Biblia, al fin será reescrito. Ustedes en este presente contarán la historia, la nueva historia de Amor para la Nueva Humanidad. 

Y así, los santos arcángeles y sus legiones de todo el Universo, estarán con sus libros sagrados abiertos y en sus hojas en blanco escribirán las nuevas señales que traerá el Redentor para esta humanidad.

Aún habrá cautiverio. Aún la humanidad ha decidido aprender por el sufrimiento, pero Yo los invito, amados Míos, a buscar siempre la vida a través de la Ley.

Que sus corazones sean transparentes para estar junto a Mí. Que puedan surgir sus verdaderos rostros de amor y que ya no existan más las máscaras que esconden al verdadero ser, en su profundo dolor y agonía.

He venido aquí a Argentina, porque la he escogido, como a otras naciones de este Cono Sur, para Mi Retorno. Y ya no serán sólo palabras, sino verán al Hijo de Dios venir como un gran Sol en lo más alto de las montañas.

Todos, absolutamente todos, sentirán Su Presencia y ya no habrá separaciones, nunca más, entre el Cielo y la Tierra, porque los bienaventurados llegarán reflejando a través de sus corazones la experiencia y Mi Proyecto Redentor. 

Y las naciones ya no estarán separadas, porque todos hablarán la lengua del Amor. Así todos se comprenderán, como los Míos en el pasado Me han comprendido.

No dejaré que las estrellas que Yo he escogido para que puedan brillar, se apaguen. Tengan confianza en lo que les digo. Sientan amor en todo lo que les pronuncio, porque a pesar de sus desiertos, de sus sufrimientos, Yo los conozco uno a uno, y llegará el gran día en donde se liberarán. Las amarras se romperán, porque Yo cortaré con Mi Espada lo que causa el dolor en este mundo.

Que sus corazones se alegren, compañeros, en los cuatro puntos de la Tierra, porque se acerca Mi hora. Ahora no la hora de Mi Muerte, sino la hora de Mi Retorno. Pero primero estaré presente, pues es lo que más deseo: estar presente en sus corazones, para que toda la humanidad, todas las razas, todos los pueblos, reconozcan al humilde Salvador.

Que no se pierdan sus esperanzas, que no se acaben sus alegrías, porque todo lo que Mi Padre les entrega en este momento es parte de su purificación. No desistan, no naufraguen, no sientan que se hundirán, porque Yo estoy aquí para estar con el mundo, que se pierde y es infiel. 

Yo estoy aquí por todos, por los justos, por los injustos, por los que creen que estoy aquí y por los que no creen.

Les pido a los que no Me escuchan que no se olviden de Dios, porque Él está lleno de Misericordia y espera entregarla a sus corazones. 

Les pido que recuerden Mi Presencia en la Santa Eucaristía, para que los Sagrarios que habitan en cada alma no se derrumben.

Soporten el Fuego Cósmico de la Redención. La Tierra y su humanidad están atravesando su tiempo más crucial y definitivo.

Gracias a ustedes y a sus pequeños sacrificios, hoy Yo puedo estar aquí en Argentina, porque este pueblo Me pertenece. Este antiguo pueblo que una vez Me encontró, Me pertenece.

Yo espero de esta nación la igualdad, la justicia y sobre todo, la solidaridad, porque aquí hay muchas almas que sufren y que están en tierras lejanas, esperando el bálsamo de Mi Amor para que se alimenten en espíritu y en vida.

No dejen de servirme. Y a pesar de sus errores y de sus caídas constantes, no dejen de buscarme. Yo vengo aquí por su universo interior, por la riqueza más grandiosa que el Padre ha dejado en cada corazón humano.

No dejen que Mi enemigo los confunda y tampoco los engañe, porque si ustedes están en Mí en cada momento, en cada segundo, como en cada respiración, Yo estaré en ustedes, porque Mi Padre está en Mí y así ustedes estarán en Mi Padre. Él lo espera hasta el fin de los días, hasta el fin de los tiempos.

He dejado muchas Gracias en este lugar, sobre todo en lo alto de estas montañas, para que el mundo entero reconozca que aquí, en las montañas de Argentina, como en las montañas de Chile, podrá encontrar en el silencio, en la oración, en la contemplación, esta maravillosa experiencia de Amor que Dios les ha entregado, por medio de Su Creación.

Que se levanten los corazones que se sienten caídos, que se cierren las puertas al mal, que todos los autoconvocados sustenten por Cristo hasta el final el estandarte de la Paz, porque llegará la hora y el momento de que el mundo reconocerá y se sorprenderá al ver al humilde Hijo de Dios llegar al planeta.

Que se cumpla el advenimiento de los Nuevos Cristos. Que despierten las almas que se separaron de Dios, porque el Señor Dios, el Todopoderoso, ha enviado al Verbo Divino para que sea escuchado en este momento en todo el planeta.

Así siéntanse confortados y siéntanse consolados en la eterna plenitud de Mi Corazón, porque los esperaré en algún plano en lo alto de estas montañas, para que toda la humanidad comparta la nueva comunión redentora con su Maestro y Señor, el Cristo.

Elevo a Mi Dios, al Todopoderoso, Emmanuel, Padre y Madre de esta Creación:

Escucha de nuevo la Voz de Tu Amadísimo Hijo, que se entregó por Amor a la Pasión y a la Muerte, para hacer florecer en las almas Tus códigos de Vida.

Emmanuel, desciende Tu Fuente sobre esta parte del mundo. No mires los errores de Tus hijos, sino la presencia de Tus Dones en todas las almas, para que se cumpla, Padre, Tu Plan en esta humanidad. Amén.

Vengo a bendecirlos con el Amor que los transfigura, que los eleva, que los concientiza. Por medio de la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre vengo a darles la absolución, para que mediten y reflexiones en los nuevos pasos que deberán dar sus vidas para con Mi Proyecto.

Que los que han sido injustos con sus hermanos, que se arrepientan. 

Que los que han ofendido con su pensamiento, que hagan penitencia. 

Que los que no se animan a vivir el Amor a través del dolor, que lo vivan, porque Yo les he enseñado a amarse los unos a los otros, para que triunfe en este mundo Mi Sagrado Corazón.

Te pido Padre en esta noche, que bendigas este pueblo, que está a las puertas de una equivocada decisión, pero sé que es justo en Ti, Padre, que todos aprendan algún día a vivir el bien y la igualdad.

Pero llegará la hora que no será necesario más nada entre las almas y los pueblos, porque vendré trayendo, por medio del Cetro de Dios, el Gobierno Celestial y finalmente las Leyes en este planeta serán justas y estarán unidas al Creador.

Que se eleven sus corazones ante Mi Iglesia Celestial. Que los Ángeles que hoy congregan esta ceremonia a los pies de estas sagradas montañas, reciban de sus corazones el más simple y puro ofertorio, para que muchas más vidas sobre la Tierra sean rescatadas, así como las vuestras fueron rescatadas.

Padre Santo, Altísimo Señor de todo lo creado, de todo lo visible y de todo lo invisible, vuelvo a repetir ante Tu Sagrada Presencia en los corazones simples, la gran fórmula de la transustanciación, para que estos elementos se conviertan en redención y en nueva vida en las almas.

Les dije hace un tiempo a Mis apóstoles y a todos ustedes reunidos como almas en el Sagrado Cenáculo y su Redentor, que tomé el pan, di gracias al Padre para que Él lo bendijera y les dije: Tomen y coman todos de Él, porque éste es Mi Cuerpo, es Mi Esencia, es Mi Espíritu, que será entregado por ustedes y por todos los hombres.

Después de comulgar con Mi Cuerpo, que iba a ser entregado, tomé el Cáliz, el Sagrado Cáliz de Redención, lo elevé y di gracias a Dios para que el Padre lo bendijera y les dije mirando a sus ojos: Tomen y beban todos de Él, porque ésta es Mi Sangre, Sangre Preciosa de la Nueva Alianza entre las almas y Dios, que será derramada por los hombres en la Pasión, en la Cruz y en la Muerte de su Maestro, para el perdón de los pecados.

Hagan esto en Mi memoria, para que Yo siempre esté presente en ustedes hasta Mi retorno.

Elevo al Cielo, Padre, este Sagrado Sacrificio para que las almas se fundan en Ti y Tú Padre, que todo lo puedes, que todo lo realizas, que todo lo manifiestas, estés en Tus hijos por la eternidad.

Ahora tráiganme aquí los nuevos corazones para Mis nuevas hijas Auxiliadoras de la Misericordia. Deseo en esta noche dar una Gracia especial a esas almas, que por diferentes caminos, han confiado en su Redentor y en el poder de su amor invencible, que a pesar de todo, ha vivido en ellas en estos tiempos y delante de estos últimos acontecimientos.

Ofrezcan su sufrimiento a Dios, aunque sean desconocidos por ustedes, hijas Mías, para que su Maestro pueda sentirse agradado al ver el ofrecimiento de sus corazones, al ver el esfuerzo de sus almas por estar cerca, bien cerca de su Señor.

Vengo a bendecirlas, hijas Mías, con la Fuente de Mi Espíritu, con la bondad de Mi Alma y con todo el Amor de Mi Corazón, para que sepan que a pesar de lo que suceda, nunca, nunca estarán solas, porque Mi Presencia es Infinita, Mi Espíritu es Omnipresente y Mi Divinidad es omnipotente.

Les vengo a ofrecer la misma Gracia que ofrecí a las antiguas mujeres de Jerusalén, que lloraron la Pasión de su Señor, que estuvieron a los pies de la Cruz contemplando en lo desconocido el gran sacrificio de su Hijo. Que estuvieron junto a María, Mi Madre, viviendo el silencio, la injusticia y el dolor, por un mayor Amor que llegó a este mundo después de Mi muerte.

Vengo así a darles lo que soy, para que ustedes Me den lo que son en este tiempo. Amén.

Bendigo estos dorados corazones, para que representen en este plano material la Presencia de Mi Espíritu en las almas que caminan por la senda de la consagración.

Que vengan aquí ahora Mis hijas. 

Acompañaré esta pequeña ceremonia de su consagración como Auxiliadoras de la Divina Misericordia de Mi Corazón para estos tiempos, en donde es necesario el perdón y la redención en todo el planeta. 

Que el Señor las bendiga en esta nueva tarea.

A través de este aceite hijas Mías, Yo les devuelvo lo que una vez Me entregaron en el Sepulcro: el amor de sus corazones.

Y ahora recibirán la alianza con Mi Corazón.

Ahora recibirán la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre. 

Y ahora Me iré al Cielo, lugar de donde provengo y al centro de este Universo. 

Me voy en regocijo al ver a sus almas en comunión Conmigo, en medio de la Palabra Divina y de esta ceremonia de Amor, que intenta fortalecer sus almas y sus vidas para los tiempos que llegarán.

Quiero escuchar una canción que ha tocado Mi Corazón muchas veces. La canción de Mi hijo Natanael, que trae como mensaje la redención de las almas y la unión de ellas con Mi Corazón. 

Quisiera que esta canción, con su fuerza e ímpetu, llegara a todo el mundo en este momento, como una irradiación de amor, de cura y de liberación para aliviar el sufrimiento, para que reine la Compasión. Amén.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Gracias Argentina por haberme recibido.

Recuerden que nunca Me olvido de ustedes. ¡Nunca!

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE PUERTO IGUAZÚ, MISIONES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Mi Corona de Doce Estrellas es coronada por la esencia de las flores más bellas del mundo.

Mi Manto está cubierto por todas las hojas de los vegetales del mundo, pero Mi Corazón es la Rosa Divina que representa la síntesis de la Creación de Dios en este planeta.

Mi Cinturón Azul es la enredadera de la vida, la que busca crecer, extenderse y elevarse siempre a lo más alto para alabar a Dios.

Mi Túnica es bordada por la matriz de las flores más sencillas del mundo, las que expresan la devoción permanente por el Creador. Y estoy rodeada por los Rayos que cada Reino expresa en este planeta, para donarse a Dios.

Soy la Madre de la Naturaleza y estoy integrada por cada Aspecto de Dios una vez manifestado en el principio de esta Creación.

Mi Corazón Inmaculado guarda la matriz de los Reinos de la Naturaleza. Mis Células guardan la memoria y el origen de cada Reino creado.

Yo Soy parte de la vida, del Infinito y de la regeneración para este planeta. Quien está de corazón con los Reinos de la Naturaleza siempre estará Conmigo para poder realizar en este planeta la Voluntad de Dios.

Los Reinos de la Naturaleza precisan sentirse simplemente amados por el ser humano de superficie, para que ellos también puedan ser curados.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Comunidad Nueva Tierra: Rosa de la Redención

He aquí su Madre Celeste, que lleva entre Sus humildes manos la Rosa de la Redención, la flor más preciada entre todas las flores, el don que se torna posible en las almas que más necesitan de cura y de perdón.

He aquí la Rosa de la Redención, formada por la belleza, el amor y el servicio de las almas abnegadas.

He aquí la Rosa de la Redención; la que más contemplo, protejo y cuido a fin de que, intacta y pura, perdure a lo largo de los tiempos y por mucho tiempo más.

He aquí, entre Mis manos y en ofrenda, la Rosa de la Redención, integrada por la luz de cada pequeña alma que ha reencontrado el camino hacia Dios y ahora está en los Brazos de su Padre Eterno.

He aquí, entre ustedes, la Rosa maravillosa de la Redención, que ha expresado las virtudes de cada ser; Rosa que ha guardado en sí el recuerdo de una experiencia de amor entre hermanos, que se ha vuelto inextinguible.

He aquí, hijos amados, la Rosa de la Redención, que hoy se ofrenda a los Pies del Creador, como testimonio de que es posible vivir la conversión, el perdón y la reconciliación.

He aquí y ahora, ante su Madre Celeste, la Rosa de la Redención, que guarda los aromas de hermandad, de perseverancia y de lucha constante para alcanzar el amor del corazón y expresarlo en todo lo que existe.

He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que ha dado nuevas rosas y que ha tornado bellas muchas vidas, haciéndolas dignas en esta humanidad y sobre este planeta.

He aquí Mi Rosa predilecta de la Redención, Rosa que ha testimoniado su amor por Cristo y por su Madre Celestial, Rosa que ha persistido ante muchas tempestades secas y condiciones extremas.

He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que se ha vuelto ejemplo para otras rosas que están despuntando en el camino de la devoción, de la entrega incondicional y del servicio.

He aquí la Rosa de la Redención que ha reunido la síntesis de todos los Reinos creados, y que protege la continuidad y la existencia de cada uno de ellos.

He aquí, Mis hijos, la Rosa de la Redención, Rosa que ha convertido la tristeza en alegría, el error en perdón, la amargura en júbilo y las faltas en profunda redención.

He aquí, hijos Míos, ante Mi altar, la Rosa viva de la Redención, rosa formada por la luz de sus corazones, por la devoción de sus espíritus, por la constancia en sus labores diarias.

Esta es la Rosa que hoy presento ante el Padre Celestial como el mayor fruto de que lo imposible se vuelve posible, de que lo irrescatable se torna rescatable.

Esta es la Rosa del amor curador, amor que une y que fortalece, amor que comprende lo incomprensible, amor que vivifica lo que está apagándose.

He aquí, hijos, la Rosa de la Redención, la Rosa más preciada de su Madre Celestial, Rosa que dejará el ejemplo de que todo es posible, más allá de todo.

He aquí la Rosa de la liberación del pasado y del reencuentro con la esencia de la vida, de la unión con los Reinos de la Naturaleza y con el Creador, esta es la Rosa que ha hecho posible alcanzar en este lugar y en esta Comunidad un camino sincero hacia la paz.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La Casa del Niño Rey

Queridos hijos:

Es con alegría, júbilo y regocijo que su Madre Celeste llega hoy al Centro Mariano del Niño Rey para consagrar la Casa de Oración, que especialmente será dedicada en honor, cura y reparación de todos los niños del mundo.

Es por esa causa que este Centro Mariano fue consagrado desde el principio al Niño Jesús, para que todos los niños que aquí lleguen puedan entrar en comunión con lo Alto y así, curar sus heridas más profundas.

Sigo considerando que este Centro Mariano, que hoy concibe en su seno principal la reciente Casa de Oración, representa para el universo una Isla de Salvación y una nueva Arca de la Divina Alianza entre las almas y Dios.

La Casa de Oración del Niño Rey podrá desempeñar la tarea para la cual fue creada en este tiempo; tarea que será orar y ofrecer a Dios cada encuentro, así como cada liturgia mensual del Centro Mariano, por la salvación de los más pequeños y desamparados del mundo.

Me serviré de cada liturgia de esta nueva Casa de Oración para impedir la explotación, el tráfico y la venta de los más pequeños, a fin de que por medio de ella, Yo pueda salvar sus esencias, lque ya están perdidas, así como socorrer con Mis propias manos a todos los niños y jóvenes que están siendo llevados por el mismo camino.

La manifestación de esta nueva Casa de Oración, en el Centro Mariano del Niño Rey, intentará justificar ante el Padre Eterno las faltas, ultrajes y omisiones que gran parte de la humanidad adulta comete contra los más pequeños del mundo.

Por eso hoy, Yo vengo a pedir que este Centro Mariano y especialmente la nueva Casa de Oración, dediquen a diario una liturgia especial por la salvación, protección y amparo de los niños del mundo, así como también un encuentro mensual en el mismo Centro Mariano, en donde los más pequeños puedan, por medio de la oración, del arte y de la música, ofrecer a Dios sus pequeños corazones como reparación del gran desequilibrio causado en este mundo.

Si estos pedidos se cumplieran, así como fue la manifestación reciente de la Casa de Oración; prometo, como Madre de todos, sacar de las manos del adversario y de sus opresores en la Tierra a todos los niños que son víctimas de la explotación y del abuso. Prometo desarmar y poner en evidencia todo lo que está oculto y es injusto al respecto. Prometo atender y socorrer, una a una, a las almas de los niños más desamparados.

He esperado tanto por esta nueva Casa de Oración, que en el encuentro que viviremos en estos días, su Madre y Reina de los niños del mundo llegará acompañada por el Niño Rey para que Él, en Su infinita Gloria, los bendiga y esta misión, que a partir de hoy vivirán, sea siempre colmada de muchas Gracias.

Pero, si Me trajeran a esta Casa de Oración a los niños más necesitados de ayuda y si estos fueran bautizados a los pies de la santa imagen de María, prometo retirarlos del profundo e injusto dolor que los afecta; también prometo, en nombre del Niño Rey, retornarles la alegría de vivir y el sentido espiritual de sus vidas.

Es misión de todos los colaboradores y voluntarios del estado de Rio de Janeiro asumir esta tarea que hoy Yo les encomiendo por la salvación y el rescate de los niños del mundo.

Por último, deseo, dentro de la Casa de Oración, un mural con los rostros de los niños del mundo, de todos los pueblos y de todas las razas, a fin de que quien entre a esta Casa, se sienta llamado a rezar por los más pequeños.

Que en este día se alegren sus corazones porque la Madre de Dios estará entre ustedes, ofreciendo cada oración, cada cántico y cada gesto de amor a Dios por la salvación de los niños.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

No vengo a prometer la victoria aquí en la Tierra a ningún ser humano, sino un sacrificio que es desconocido por la mayoría. Es parte de Mi Obra de Misericordia, la que Yo intento que vivan Mis apóstoles en estos tiempos de transición.

Hoy vengo con Mis cinco principales Llagas encendidas.

Necesito que sientan las Llagas de Mis Manos, las Llagas de Mis Pies y la Llaga de Mi Costado, a fin de que compartan Conmigo lo que estoy viviendo por esta humanidad y por la que vendrá.

Mi Pasión no terminó en la Cruz, ella continúa viva en el eterno silencio de Mi Corazón.

Pero hoy también les muestro Mi Corazón resplandeciente; este Corazón que ha dado la vida por ustedes, que se entregó por ustedes para que estuvieran en comunión con el Padre a través de los tiempos y de los siglos.

Vean Mi Corazón Glorificado, que aún arde de Amor por las almas.

Este Amor consume como un Fuego a Mi Corazón, es un Amor que a veces duele, por estar tan limitado para poder entregarlo a las almas que tienen mucha sed de Dios.

Este es el Fuego Divino que Me permite estar aquí con ustedes y el que a través de los tiempos ha acompañado a esta humanidad, desde el momento en que Yo estuve encarnado aquí, en la Tierra.

No deseo que este Fuego de Amor Me consuma. Aspiro poder derramarlo, entregarlo y compartirlo con las almas que están más vacías de Dios, que no tienen salida, que no encuentran un sentido para la realización del Plan de Dios en este tiempo definitivo.

Con la Luz de Mis cinco Llagas y con Mi Corazón ardiendo de Amor en el Amor infinito de Dios, hoy deseo que coloquen su mano sobre Mi Corazón, para que puedan sentir Mi Presencia, que es eterna y perpetua.

Amado Mío: coloca tu mano sobre Mi Corazón y siente la fuerza de Mi Amor inextinguible, este Amor que repara y que cura a las heridas más profundas de la consciencia, el desasosiego de los espíritus, la tristeza de los inocentes, el dolor por los que claman por una oportunidad.

Coloca tu mano sobre Mi Corazón Glorificado y siente Mi Presencia. Yo estoy aquí y si estoy aquí, nada semejante a Mí puede estarlo, porque Mi Fuerza es indestructible, Mi Poder es invencible.

A Mi Amor nadie lo puede derrotar; porque es un Amor que proviene de Dios, de Su Infinita Fuente, de la emanación más profunda de Su Corazón eterno y sublime.

Siente, a través de Mis Palabras, tocando con tu mano Mi Corazón, este Fuego Divino de Amor y de Gracia, de Cura y de Redención, que hoy derramo sobre ti para renovar tus células, tus sentidos y toda tu consciencia, que es bañada por Mi Espíritu, es colmada por Mi Consciencia, es elevada por Mi Divinidad.

Hoy deseo que todos toquen Mi Glorificado Corazón.

Recuesta ahora tu cabeza sobre Mi Pecho y siente la paz. La paz que conforta, la paz que renueva: Mi Paz, que restaura. Mi Paz, que cicatriza. Mi Paz, que consume cualquier dolor, cualquier angustia.

Ríndete a Mis Brazos; ingresa en lo profundo de Mi Corazón, en donde está Dios a la espera de tu espíritu, junto a Sus ángeles.

Recuesta tu cabeza sobre Mi Pecho y siéntete completamente vacío; lejos del mal, y cerca de la Fuente renovadora de Mi Corazón.

Ríndete a Mis Brazos, para que Yo te pueda cubrir con el Manto Sagrado de Mi Divina Alma, de Mi Sublime Compasión.

Ríndete y ya no te resistas.

Abre tu corazón, dime qué es lo que sientes en tu interior.

Yo conozco tus misterios y los rincones más profundos de tu consciencia. No hay ningún obstáculo para Mí, ni ninguna barrera que Me pueda impedir llegar a ti.

Entrégate al Fuego de Mi Corazón y déjate consumir por la Sagrada Adoración de Mi Corazón Eucarístico.

Bebe del cáliz que hoy te estoy ofreciendo y vive el sacrificio por Mí, por todas las almas, por todos los Reinos, por este planeta que agoniza por la falta de tanto amor.

Consúmete dentro de Mi Fuego y que Mis profundas Llamas de Amor transfiguren tus sentidos, transfiguren tus células y eleven tu alma a través de Mi Corazón, al Sagrado Reino de Dios.

Siente los Rayos de la Cura, para que lo más imposible se pueda curar.

Siente Mis Rayos de reparación, para que lo que está restaurado se pueda volver a transformar en el Divino Proyecto que Yo tengo para ti.

Ríndete a Mis Brazos y déjame obrar.

En Mi Corazón está el refugio para estos tiempos, la fortaleza para las almas, la fuerza y el poder que derrotarán el mal.

Ahora deja que Mis Llagas toquen tu cuerpo y coloque Mis Manos en donde tú más lo necesitas. Siente la Luz de Mis Llagas, siente Mis Manos, las humildes Manos de un Obrador de Dios, que se entregó a ti, por Amor y Redención.

Siente las Manos de tu Rey, las que fueron traspasadas; Manos que soportaron el dolor del mundo, la indiferencia de la humanidad, hasta los tiempos de hoy.

Siente el calor de Mis Manos, que irradian la cura y la restauración para tus células, para cada rincón de tu ser.

Ríndete ante tu Maestro Celestial.

Acepta a tu Señor, acepta a tu Esposo y vive Conmigo la alianza eterna con Mi Corazón.

Ahora observa cómo toda amargura se disipa y el poder de Mis Llagas todo lo transforma, para que algún día, amada alma de Mi Corazón, alcances la Luz y la Ascensión,

Rindete a Mis Brazos. Ríndete ante Mi Presencia. Porque ahora debes ser nada para que Yo sea en ti y tú en Mi Padre, que está sediento del amor de las almas; que está lleno de Misericordia para todos tus defectos, para todas tus heridas, para todo lo que nadie puede curar en este planeta.

Y ahora, siente Mi Abrazo, siente el refugio de Mi Espíritu y sumérgete en el océano de Mi Paz, en donde ya nada más importa, solo estar en Dios y en Su Divina Presencia.

Quédate en Mis Brazos como un pequeño ser y sé tan insignificante como todo lo creado. Sé pequeño entre los más pequeños. Sé el último entre los primeros.

Te invito a ser nada, en el sagrado vacío de Mi infinito Amor.

No busques resultados, sino constantes esfuerzos.

Complace a Mi Corazón por todas las Llagas que el mundo me genera día a día.

Así como te entrego Mi Ser, entrégate en rendición a Mí, para que puedas salir de ti y puedas estar ahora en el sufrimiento de tus semejantes; curando como Yo he curado, amando como he amado, entregándote completamente, como Me entregué en la Cruz por cada uno de ustedes.

Haz de Mis Palabras el Fuego de tu vida, la Llama infinita que todo ilumina en estos tiempos de oscuridad.

Toma Mi Corazón como una nueva alianza y bebe de Mi Sangre Divina, para renovar tu ser, y así, transfigurarte de la noche a la mañana.

Quédate en Mis Brazos tan solo por un momento y ya no pienses en nada.

Estás dentro de Mi Reino, viviendo de Mi Verdad.

Estás en la realidad del Universo y, en este mismo momento, lejos de la ilusión.

Ríndete a Mis Brazos, para que puedas sentir el Fuego de Mi Amor, y así, aprendas, en este tiempo, a amar cada vez más, sin condiciones, sin barreras, sin defensas, sin apariencias.

Ama como Yo he amado a todo el mundo cuando estaba en la Cruz, en la mayor agonía.

Ama más que el dolor y que todo sufrimiento, porque el amor vencerá y algún día serás lo que Yo tanto aspiro, desde el surgimiento de tu consciencia.

No pienses en el pasado, sino en el eterno presente que hoy te ofrendo con Amor, para que puedas comulgar Conmigo en la plenitud de Mi Espíritu y en la Gracia de Mi Consciencia.

Ama por los que no aman.

Ama por los que no saben amar.

Ama por tus enemigos.

Ama delante de tanta indiferencia, y que encuentres en tu prójimo el Amor de Dios, que está vivo, pero herido, en tu semejante.

Ama como los ángeles aman a Dios. Que este Amor pueda arrebatarte, el Amor que hoy te entrego, el Amor que proviene de Mis Llagas y de lo profundo de Mi Corazón.

Ríndete a Mis Brazos y aprenderás a amar como Yo lo espero para este tiempo de crisis.

Que este amor surja de ti como un espíritu verdadero, como una Gracia incondicional que pueda superar tus límites y todas tus imperfecciones.

Ahora que estás rendido a Mis Brazos, rodeado por el Fuego de Mi Amor, por la Divina Luz de Mis Llagas, acepta Mi Llamado: curar a este planeta bajo el Amor de Mi Corazón, para que muchas almas más se salven, para que millones de consciencias despierten a la vida del espíritu.

Está llegando del Universo la fuerza imperiosa de Mi Amor, que quiere traspasar muchos corazones más que hoy agonizan.

Siente los Rayos de Mi Amor y libérate del cautiverio.

Siente los Rayos de Mi Amor y, en el sagrado silencio, entra en comunión Conmigo para entrar en comunión con Dios, a fin de que se establezca la sagrada reparación.

Ahora guarda en tu corazón lo que hoy te he donado de una forma incondicional, porque te estoy ayudando a cargar la cruz de estos tiempos difíciles, Yo Soy el nuevo Cirineo.

Yo vengo a hacer de tu vida una nueva vida, algo que tú desconoces, algo que está lejos de tu control y de tu pequeño poder, vengo a hacer de tu vida lo que Dios espera.

Hoy solo vengo a cumplir Mi Voluntad. Amén.

Lleven las manos hacia al corazón y comulguen Conmigo, en el calor interno que hoy los une, en la Comunión renovadora que hoy nos congrega para que, algún día, nos tornemos libres, libres de la cadenas, libres de las prisiones y de todos los atavismos, tan libres como lo fueron los apóstoles.

Solo les pido que no teman cruzar el desierto porque Yo siempre estaré allí, para extenderles Mi Mano y levantarlos del suelo, dándoles fuerza y coraje, templanza y esperanza para poder caminar hasta el fin de la meta, hasta el Reino de Dios.

Hoy vengo con Mi dulce Fuego de Amor y con la suavidad de Mi Espíritu, con Mi Amor-Sabiduría, para curar al mundo de los núcleos más internos que aún no se pueden transformar, por temer a vivir el gran Amor que Yo tengo por todos, eternamente.

Siente tu corazón vacío de toda secuela; y ahora, contempla en tu corazón cómo se abre la flor de la redención, tan bella como las rosas y todas las flores del Universo.

Este es el toque de tu esencia.

Este es el resurgimiento de tu pureza que se ha entregado a Mis Brazos para poder despuntar como el Sol de Mi Corazón, en este Universo, para siempre.

En los tiempos de oscuridad vendré a dar fuerza a los que Me sigan, a los que Me escuchan abiertos de corazón, a los que Me adoran y a los que aún esperan Mi llegada al mundo, aunque no Me puedan ver.

Yo quiero que se rindan a Mis Brazos los que aún no se han rendido.

Yo vengo a buscar de ustedes lo que es verdadero y justo.

Vengo a traspasar las capas más profundas de la miseria, los muros más rígidos de la consciencia por medio del Rayo Poderoso de Mi Amor, y así los hago resurgir bajo Mi Espíritu, que es el Espíritu de Mi Padre.

Y ahora, en Mis Brazos, sientan el Sacramento de la Reconciliación con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Vengo a hacer de sus vidas nuevas cosas.

Vengo a concretar lo que parecería imposible.

Vengo para manifestar en este tiempo la Gracia de Dios, una Gracia que aún no es comprendida ni valorada por la humanidad.

Vengo a entregarles lo que viene de Dios, a través del Corazón Amadísimo de Su Hijo.

Vengo a santificar este aceite con la emanación más profunda de Mi Espíritu,para consagrar a nuevas auxiliadoras de Mi Divina Misericordia, que serán a partir de esta noche, Mis Brazos y Mis Manos, para llevar al mundo, por medio de los Sacramentos y del Ceremonial, la Misericordia de Dios para las almas, para las almas más moribundas.

Hoy contemplaré esta consagración con regocijo, como lo fue en Santiago de Compostela, en donde pude ver en esas almas la verdadera misión de sus esencias, manifestada en la vida material por el simple hecho de adorar y de amar Mi Corazón.

Hoy vengo a entregarles esta Gracia que va más allá de sus almas, de todas sus condiciones, de todas sus imperfecciones.

Hoy vengo a liberarlas para que estén en Mí y Yo en ustedes, en comunión perpetua con las esposas del Señor.

Que el Señor bendiga este elemento, que surgió en los principios de este planeta para santificar a las almas y para quitarles la sed de Dios, con el fin de que se reconcilien con la Santísima Trinidad, presente en el elemento agua, fuente de gracia y de reparación,

Este es el símbolo1 que las unirá a Mí. Aquí está la unión con Mi Sagrado Corazón, fuente de gracia y de cura.

Y así, en momentos de alegría como de tristeza, en momentos de desafíos como de pruebas, así Yo siempre las quiero ver. hijas Mías, fortalecidas por el coraje del espíritu, la templanza del alma, por el fuego de sus corazones unidos al Fuego de Mi Corazón.

Bendigo a todos y al mundo entero, con la señal luminosa de la Redención: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 

1Fray Elías exhibe el pan y el vino.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

En estos tiempos, el Espíritu de la Paz los llevará a concretar cosas que parecerían imposibles. Por eso, su alianza con el Padre Eterno, diariamente trabajada, construye ese puente que es capaz de traer, desde el universo, los principios de cura.

El Santo Espíritu de la Paz actúa en todos los planos de consciencia y trae entendimiento en el momento de tomar grandes decisiones.

Será este Santo Espíritu de la Paz que viene a su encuentro, de tiempo en tiempo, él que nutrirá su presencia de preciosos dones que construirán una nueva consciencia y un nuevo ser.

De esa forma, el Santo Espíritu de la Paz los colmará y les hará comprender misterios universales que están lejos de los que son ambiciosos y orgullosos.

Es este Santo Espíritu de la Paz, el que les traerá la sagrada humildad para vivir en la resignación diaria y en la entrega absoluta, bajo el gobierno de Nuestro Señor Jesucristo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, HACIA SAN PABLO, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

A través de Mi Presencia y de Mis Palabras, purifico tu vida y toda tu consciencia, y lo que parecía imposible de transformar es disuelto por Mi Amor maternal.

Así, tendrás tus pies libres de toda amarra para poder caminar hacia Mi amado Hijo, y Él te esperará pleno de Su Divina Misericordia para derramarla como un bálsamo sobre ti.

Siente que es posible redimirse y vivir en estos tiempos difíciles todos los Dones del Cielo.

Hoy acaricio tu rostro, coloco tu cabeza sobre Mi pecho y te doy a conocer el Amor de Dios, que cura y cicatriza cualquier situación.

Aférrate a Mi Manto y todo pasará. Solo Dios basta para los corazones simples que viven la oración del corazón.

No te preocupes, Dios está por encima de todo y Él, que es poderoso, te librará de todo mal.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice y los absuelve,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Dulcísima Madre de la humanidad

He aquí la Madre de todos los pueblos, de todas las naciones y de todas las culturas.

He aquí la Madre de los simples y Madre de los pobres. Madre que escucha las oraciones de los mansos y que siente el corazón de los pacificadores de Cristo.

He aquí la Madre que cura y Madre que sana las heridas más profundas en los corazones.

He aquí la incansable Madre que guía por el buen camino a las almas.

He aquí la Madre de la Iglesia y Madre de los Apóstoles, Madre de los

Misioneros, Madre de los Servidores de la Luz.

He aquí la Madre de la Gracia y de la Misericordia. Madre que consuela, Madre redentora.

He aquí la Madre de la Paz, Madre de la Esperanza, Madre que concibe la Verdad en los que la buscan.

He aquí la Madre de la Pureza que purifica a Sus hijos, para consagrarlos al Corazón de Dios.

He aquí la Madre que libera del cautiverio a los que están presos de sí mismos.

He aquí la Madre que construye en los corazones y en las almas los puentes hacia Dios.

He aquí la Madre de los humildes y Madre de los que son simples, Madre de los que aman, Madre de los que se entregan y de los que se consagran a Dios.

He aquí la Madre de la Bondad y Madre de la Justicia, Madre que intercede incondicionalmente por todos Sus hijos.

Madre del Carmelo, Madre de todos los que aspiran al camino del espíritu.

He aquí la Madre de la Luz y Madre de los desamparados, Madre de los que están presos, Madre de los sufrientes.

He aquí la Madre de la Sabiduría y Madre del discernimiento, la Madre de la Ley y Madre mediadora ante el Padre Celestial.

He aquí la Madre de los despojados, Madre de los entregados, Madre de todos los consagrados.

He aquí la Madre de la Redención, Madre de la Liberación, Madre de las Espadas de la Luz.

He aquí la Madre de la Defensa y Madre de la Intercesión.

He aquí la Madre de los más pobres, Madre de los olvidados en el mundo.

He aquí la Madre de los verdaderos, Madre de los honestos, Madre de todos los que abren su corazón a Dios.

He aquí la Madre de los Peregrinos, Madre de los Caminantes, Madre de todos los incansables.

He aquí la Madre de la Honestidad, Madre de la Transparencia, Madre de la Esencia Original.

He aquí la Madre del Sol, Madre de las Estrellas, Madre de la Primavera, Madre de la Naturaleza.

He aquí la Madre de todos los sublimes Espejos, Madre del Conocimiento, Madre del despertar espiritual.

He aquí la Madre de todos los que buscan a Cristo, Madre de los que comulgan del Cuerpo Eucarístico de Cristo.

He aquí y ahora la Señora de la Paz, la que llega a este encuentro de hoy para estar con Sus hijos más simples, para escuchar la voz de sus oraciones, para bendecirlos a todos en nombre del amor.

He aquí, hijos, la Madre que siempre los escucha, Madre que viene a su auxilio para retirarlos de cualquier sufrimiento y dolor.

He aquí la siempre Virgen María, la que desciende del Cielo para estar en júbilo junto a Sus hijos, para entregar a cada alma lo que necesita.

He aquí la Madre del Santo Rosario, la que les extiende Sus brazos para que se tomen fuerte y eleven sus consciencias a Dios.

He aquí la Madre que eternamente los ama, la Madre que los espera todos los días en oración.

He aquí la Madre que los conduce y los guía por el camino del perdón y de la reconciliación.

Que este día sea de fiesta celestial, que los Portales de la Luz y de la Cura se abran sobre esta ciudad y que ningún alma pierda la Gracia de liberarse de sí para siempre.

Que todos juntos construyamos sobre este pueblo de Carmo da Cachoeira, el Arco de la Paz y de la Misericordia de Dios.

Que los ángeles de la Luz desciendan para colmar a los corazones con todas las Gracias posibles.

Que se establezca la alianza entre las almas y Cristo.

Amén.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Octavo día de la novena:

“Por la manifestación en la superficie de los Puntos de Luz, como las Comunidades-Luz y los Monasterios, que representan la presencia de la Jerarquía Espiritual”.

Queridos hijos:

A través de los Puntos de Luz que la Jerarquía Espiritual funda en la superficie, por medio de las Comunidades-Luz y de los Monasterios, su Madre Celeste establece Su gobierno celestial para que esos Puntos de Luz, como imanes cósmicos, atraigan a los que se autoconvocaron en estos tiempos, para vivir el Plan Divino en el final de este ciclo de la actual humanidad.

A través del gobierno celestial de su Madre, el Universo Espiritual puede actuar en la superficie de este planeta, porque existe una contraparte que con gran esfuerzo se lleva adelante por medio de las Comunidades y de los Monasterios, una Obra que es planetaria.

Por eso, queridos hijos, el gobierno celestial de su Madre atrae hacia el mundo una renovación espiritual y una activación consciente de los patrones de redención y de cura. Esto hace posible, hijos Míos, que este planeta, lentamente, pero de forma segura se torne rescatable.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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