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Deja que Mi Misericordia te haga crecer en los grados de amor para que, algún día, tengas la capacidad de amar, así como Yo amé a cada uno de ustedes.
Deja que Mi Misericordia te pueda colmar hasta que descubras el poder que tiene en los casos imposibles y difíciles de superar.
Mi Misericordia es un bálsamo que regenera la vida espiritual y material.
De Mi Misericordia surge la posibilidad de poder acelerar los pasos en la redención.
De Mi Misericordia proviene el impulso para transformarlo todo y para hacer de esa transformación una victoria celestial en la vida de cada ser.
Sumérgete en la Misericordia para que, dentro de ti, surja la posibilidad de rehabilitarte a través del servicio al Plan de Amor.
De Mi Misericordia surgen las gracias que son derramadas para la conversión de las almas.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando Dios los envió al mundo, fue por amor, fue por un Propósito Divino de dar a Sus criaturas una oportunidad única de vivir el perdón, la reconciliación, la cura y, por encima de todo, el Amor Crístico.
Cuando Dios los envió al mundo, fue por amor, para que Sus criaturas más imperfectas tuvieran una oportunidad de demostrar a toda la Creación el divino milagro que el amor realiza en los seres cuando convierte sus errores más crueles y milenarios y transforma su esencia corrupta y distante de Dios en una esencia cristalina que expresa la unidad y la semejanza con el Padre.
Cuando Dios los envió al mundo, fue por amor, fue para que Sus hijos crecieran a través de la Gracia, de la Misericordia y de la plenitud de Su Corazón. Pero para eso, hijos, deberían elegir estar en el Amor de Dios y acoger los presentes espirituales que Él les entrega, comprendiendo que la vida es una dádiva única y que la Tierra es un lugar sagrado que, más allá de sus apariencias, guarda un tesoro celestial, que es la intención de Dios al crearla.
Cuando Dios los envió al mundo, fue por amor, fue para que, teniendo la mejor y más bella expresión de la vida a través de los Reinos de la Naturaleza, los seres pudieran encontrar dentro de sí mismos la belleza. Porque, con la misma intención con la cual Dios manifestó a la naturaleza, también manifestó a los hombres. Con la misma intención con la cual manifestó a las flores, Dios manifestó a las almas.
Les digo eso para que sepan que el Padre los envió al mundo por amor, y que por este propósito de amor deben estar en la Tierra.
Amen la intención de Dios, amen la vida y si no encuentran sentido para amarla, busquen la intención de Dios al crear la luz, busquen la intención de Dios al manifestar la Tierra, busquen el Propósito Divino al cual aferrarse de corazón para, entonces, comprender la verdadera esencia de la vida sobre la Tierra.
No dejen este mundo sin vivir el amor, y si sienten que no lo encuentran, dejen que Dios sí los encuentre. Bastará abrir el camino para que Él llegue a sus vidas. Pidan a Dios que se aproxime, clamen para que Él los transforme; no para que sean perfectos, sino para que amen o al menos se dejen amar por Su eterno Corazón, pues si tan solo se abren para recibir el Amor de Dios, ya será suficiente.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Si no puedes adentrarte en los desiertos de la Tierra como lo hacían los Padres de otrora para curar sus pecados y convertir su profunda condición humana, adentra, hijo, en el desierto de tu corazón.
En estos tiempos finales, las cosas del mundo son como imanes que atraen constantemente tu consciencia hacia el más profundo abismo de la oscuridad y de la perdición. Pero tú, como hijo de Dios, consciente de Su Presencia en tu interior, puedes optar por no seguir las tendencias de la Tierra y adentrarte en el desierto de tu corazón para que, solo y en soledad, encuentres a Dios.
Dialoga con el Padre todos los días y siente Su proximidad divina cerca de tu corazón. No dejes que te consuman las cosas del mundo y que te hagan olvidar o colocar en segundo plano aquello que es el verdadero sentido de tu existencia.
No te olvides de contemplar el Universo en tu corazón, así como el Infinito, y de reconocer, una y otra vez, tu pequeñez. El corazón que se reconoce pequeño y es agradecido con Dios, con su simplicidad abre las puertas al Cielo, a las dimensiones divinas, a la realidad superior en donde la verdad se revela.
Deja que tus oraciones se tornen cada vez más profundas y sinceras. Cruza el umbral entre ser un hijo y un compañero de Dios, parte Suya viva, renovándose en Su Creación para retornar al Todo con un Amor mayor.
Que el Propósito Divino siempre esté visible para los ojos de tu corazón, para que jamás pierdas las oportunidades de amar, de perdonar, de comprender al prójimo y de encontrar a Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
La alegría de Jesús estaba en los milagros internos y espirituales que las almas vivían al salir de la miseria y pasar a estar en la gloria.
La alegría de Jesús también estaba en los más pequeños, en los humildes y en todos los que, en absoluta y plena confianza, acogían el llamado del Reino de Dios.
Su alegría imprimía en Sus semejantes el ánimo verdadero para poder vivir el Reino de Dios y formar parte de él.
Jesús reflejaba Su alegría y también Su gratitud por la Instrucción que hacía surgir y manifestar el sagrado conocimiento a través de las parábolas, las que, a lo largo de Su prédica, formaron lo que conocemos como el Evangelio.
Jesús era el mismo Evangelio hecho persona y espíritu. Su Presencia concedía a las almas que pudieran salir de la ignorancia y pudieran vivir los primeros pasos del despertar.
Toda la obra de alegría de Jesús se fundamentaba en el Amor a Dios y a Su Divina Voluntad.
Ese Amor inmaterial que Jesús expresaba por Su Padre Eterno era visible a través del ímpetu y de la fuerza de cada palabra pronunciada en el Evangelio. Así, como también, por intermedio de los hechos sucedidos en la cura de los enfermos, de los leprosos, de los ciegos y de los paralíticos, al igual que en la conversión y en la redención de los corazones más endurecidos.
Es evidente que los eventos físicos, de los cuales Jesús fue el instrumento intermediario para que las almas se libraran de sus propios males, no tenían la intención de generar fanatismo ni sensacionalismo.
Los llamados milagros sucedían para intentar despertar a la humanidad de su profunda y mezquina ignorancia. Ellos tenían la intención de elevar a las consciencias, para llevarlas de un estado tan terrestre hacia un estado más espiritual.
En este sentido, los milagros enseñaban la actuación verídica de Leyes inmateriales que intercedían, a través de Jesús, en situaciones graves y complejas.
El mensaje fundamental que el Mesías quería dejar es que toda vida material está regida por una vida espiritual, y que nuestros fundamentos, acciones y hechos cometidos primero parten de lo que es absolutamente invisible y que en todo nos conduce la Fuente de la Creación.
Jesús utilizó todos los medios espirituales para que, por intermedio de Su alegría, calidez y Amor, las consciencias más simples y las menos preparadas aprendieran a encontrar el sentido verdadero de estar en la vida encarnada y, así, descubrieran su misión personal.
La alegría de Jesús, Su sonrisa y cariño impersonal por cada ser podía curar el rincón más profundo de cualquier consciencia, allí en donde existiera la herida más oculta.
Con tan solo mirar a los ojos del miserable o del soberbio, Jesús cambiaba su destino y corregía su evolución para siempre.
¡Les agradezco por imitar la alegría de Jesús!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mis palabras son las poesías del Cielo.
Mi consuelo es la alegría que el corazón tiene de poder vivir a Dios.
Mi aspiración es la conversión de todos los corazones.
Mi mensaje es la realización de la Voluntad en Mis hijos.
Mi gozo es la canción de los corales.
Mi cura es la felicidad de los que le sonríen a Dios.
Mi camino es el retorno de Mis hijos al Corazón de Cristo.
Mi aspiración interior es que todos comprendan a Dios.
Mi canto es la oración de todos Mis hijos.
Mi vida es la vida de los que siguen Mis caminos.
Mi principio es el Propósito de Dios.
Mi meta es el despertar de los que están dormidos.
Mi tristeza es el abandono de los que no vivieron la Voluntad de Dios.
Mi ardor es el fuego orante de Mis hijos.
Mi ofrenda es el amor vivido entre Mis hijos.
Mi espera es la respuesta consciente de los soldados de Cristo.
Mi agonía es el desamor y el odio entre los corazones.
Mi alivio es el rosario ofrecido por Mis hijos.
Mi convicción es la fe absoluta en el Plan Divino.
Mi intercesión es la bondad de los mansos de corazón.
Mi regocijo es la consagración de las esposas de Cristo.
Mi paz es cuando tú, hijo Mío, te animas a decirme "sí".
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todo sacrificio y esfuerzo, por más pequeño que parezca, es agradable a Dios y hace abrir la Fuente inagotable de la Misericordia para derramarla sobre la humanidad.
Todo sacrificio verdadero es considerado precioso para Dios y, más aún, si ese sacrificio está colmado de amor y de bondad su efecto espiritual e interno es más amplio.
Los invito a seguir ejercitando ese sagrado oficio, para que más almas sean tocadas por la Gracia de Dios, aunque sean almas desconocidas para ustedes.
El sacrificio ayuda en la conversión de los grandes pecadores y eso abarca grandes esferas de consciencia.
En este sentido, hijos, el sacrificio es una de las mayores ofrendas para el Creador, porque en él se encuentra la salida para convertir situaciones difíciles e imposibles.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En verdad, hijos Míos, no existe nada que Me impida acercarme a ustedes, porque cuando Yo vengo, el Cielo viene detrás de Mí con todas las Gracias del universo, especialmente esas Gracias que los más pecadores necesitan para alcanzar el perdón y la conversión.
Por eso, ante el caos o la calma, ante la agitación o el más profundo silencio, no existe nada ni nadie que Me pueda impedir estar cerca de Mis hijos, porque Mi deseo de Madre es que todos los días, hasta la eternidad, ustedes aprendan a estar en Dios, a pesar de cualquier circunstancia o acontecimiento, así como Yo lo estoy.
Los animo, mediante la oración y la Comunión con Cristo, a superar y trascender el caos mundial del fin de los tiempos; pero no con indiferencia, sino con inteligencia, a fin de que, en la Inteligencia de Dios, sus vidas alcancen la posibilidad de atraer la Paz a la Tierra a pesar de todas las circunstancias.
Anímense a atravesar ese umbral de caos para ingresar al refugio perfecto del Corazón de Dios, porque así muchos más serán llevados por el mismo camino de liberación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Virgen Negra de Polonia
Que desde Mi Inmaculado Corazón surja la Paz y que ella se expanda hacia los corazones del mundo.
Hijos Míos:
Vengo a perpetuar la Fuente de Gracias que nace del Corazón de Dios para que las almas no solo reciban Misericordia, sino que reconviertan sus vidas y puedan retornar al Corazón del Padre.
Vengo como la Virgen Negra, Nuestra Señora de Czestochowa, para darles una señal de que en Mi Reino no hay diferencias de razas ni de colores, de culturas ni de naciones. En Mi Reino vive y habita la Unidad, y es esa unidad la que lo Yo les revelo a través de Mi Faz en Polonia.
Hijos, vengo a gestar en sus corazones el amor por la vida y la unidad entre los corazones.
Vengo a gestar en sus espíritus, no solo la capacidad de perdonar y de reconciliarse sino, sobre todo, la posibilidad de volver a amar y la esperanza de reconstruir la vida en profunda unión con Dios.
Quiero que sus corazones sean los testimonios vivos para el mundo de que es posible vivir el perdón, la paz y la esperanza, a pesar de los conflictos y de la desunión que aún viven en el corazón humano.
Quiero que le enseñen al mundo herido cómo hacer para curar lo profundo del corazón, simplemente dejando que las Manos de Dios los toquen, los restauren y los purifiquen.
Con unos pocos su Padre Creador opera milagros infinitos y todas las Gracias recibidas en los últimos días son un símbolo fiel de esa verdad.
Demuéstrenle al mundo, hijos Míos, cómo con tan poco pueden transformar la vida sobre la Tierra.
Demuestren, a través de la alegría que surge de sus corazones al encontrar a Dios, cómo el planeta puede ser curado, y anuncien un tiempo mayor de paz, que es posible cuando los corazones se unen en amor al Padre Celestial.
Dejen que desde lo profundo de sus corazones emerja la cura, no solo para esta nación, sino para el mundo entero. Unan sus espíritus a la Fuente de la Divina Misericordia y aspiren, todos los días, a ser instrumentos de la Misericordia para el mundo.
El planeta necesita de la Fuente que aquí emerge a través de la devoción de los corazones; la humanidad necesita encontrar la paz y a través de la Misericordia pueden encontrarla.
Por eso, hijos Míos, aunque sean pocos y se sientan solitarios en un mundo que se sumerge en la ilusión, persistan y crean que, si con Su único Hijo el Creador transformó el destino de Su Creación, con ustedes, hijos Míos, Él renovará esa transformación y le dará al mundo una nueva oportunidad de recomenzar cuando todo haya sido purificado.
Anímense a ser instrumentos de la Divina Misericordia, a unir culturas, razas y religiones en un único corazón que clama por la paz.
Como la Virgen de Czestochowa vengo a enseñarles a curar y a perdonar, a unir y a elevar al Corazón de Dios esta humanidad, el planeta y sus Reinos de la Naturaleza.
Que todas las Gracias que Dios les concedió, sean multiplicadas y que, después de transformar lo más profundo de la consciencia polaca, transformen al mundo entero.
Después de ser curados, aprendan a curar.
Después de ser bendecidos, aprendan a bendecir.
Después de recibir los frutos de las oraciones de sus hermanos, aprendan a orar por los que más necesitan.
Después de recibir el Amor de Dios, aprendan a amar y, de esa forma, hijos Míos, vivan en comunión.
¡Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Czestochowa
Cuando las almas se entregan de verdad a Mi Corazón, asumen el compromiso de padecer junto a Mí, por la conversión del mundo.
Ese es el sentido oculto de la alianza que los corazones pueden realizar con Su Maestro y Señor.
En este sentido, no estoy hablando de un sufrimiento extremo, sino de un camino que se comenzará a recorrer después de que esa alianza sea establecida entre el Cielo y la Tierra.
La alianza Conmigo significa ofrecerse en silencio y con gratitud por todo lo que habrá que convertir y también por todo lo que tal vez no pertenezca al aprendizaje del alma o de la consciencia.
Esa alianza, que es vivida y aceptada por los Míos, es un paso de aproximación al camino de la muerte espiritual de sí y, sobre todo, un paso hacia la cristificación de la consciencia interior de cada ser.
Por eso, la alianza no puedo ofrecérsela a todos al mismo tiempo.
En esta ocasión, debo esperar el momento justo para poder pedir la alianza física y espiritual Conmigo; eso no significa que el alma se librará de todas sus pruebas. Quiero decir con esto que la alianza Conmigo requiere vivir pruebas mayores por la redención de la propia consciencia y también por la redención de la humanidad.
Esa alianza significa el momento culminante, la razón de dar un paso mayor en las posibilidades de amar y de perdonar.
La alianza Conmigo significará aceptar nuevos desiertos, vivir mayores sacrificios y ofrecerse como víctima justificable de Mi Amor para expiar los gravísimos errores de la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Los Planes de Dios y todos Sus designios se pueden cumplir en la humanidad cuando emerge de los corazones la verdadera adhesión.
Esa incondicional adhesión es la que permite manifestar los Planes del Altísimo y es la que le concede a la humanidad la oportunidad de recibir Gracias y Misericordia.
Pero cuando esa adhesión por parte de las almas es trabajada honestamente, lo que antes era un designio, o incluso un Propósito Divino, se convierte en realidad porque en el mundo interno de las consciencias existe apertura y disposición a cumplir todo lo que el Universo Divino programa.
Eso también permite la redención y la conversión de los corazones. De esa forma, desde el Universo se derraman gracias que están llenas de oportunidades y que le concederán la cura a la humanidad.
Luego de que las almas den el paso y ayuden a concretar el Plan, después de que se cumpla el Designio como estaba previsto y pensado, allí será cuando los corazones tomarán consciencia sobre la importancia de siempre llevar adelante la Voluntad de Dios, que es una Voluntad que abarca muchas dimensiones y a muchas consciencias.
¡Les agradezco por responder al Propósito Divino!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras hablo, hijos Míos, sientan las plegarias de su Madre Celeste por esta hipnotizada humanidad. Sientan en su interior la intercesión infinita del Espejo de Luz de Mi Corazón.
Rezo día y noche por este mundo, por la conversión de los pecadores y por el despertar interior de los no creyentes para que, algún día, reconozcan al Dios vivo en sus corazones.
Estamos en el tiempo de la gran definición, en el que todo tendrá un juicio y, también, una liberación y una redención.
Estamos ante acontecimientos inmediatos que se presentarán para colocar a la humanidad adentro o afuera del próximo tiempo.
Llegó el momento del arrepentimiento de los corazones fríos, de los que nunca miraron a Dios para sentir Su Amor.
Reza Conmigo por cada hijo Mío, no importando su condición o miseria.
Recemos por el despertar y por la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos cantores Míos:
Hoy les suplico, desde Mi Materno Corazón Inmaculado, que unan sus voces de amor a todas las voces de Mis queridos y sufridos hijos de Siria, a fin de que en esa unión interna y predilecta se establezca el cese de las guerras y de los conflictos y pueda existir un tiempo de paz.
Para que las pobres familias de Siria tengan la Gracia y la oportunidad de reconstruir sus vidas, ofrezcan este encuentro de música con toda la sinceridad de sus corazones; y recuerden, hijos, que cada música y cada pieza que hoy será ofrecida estará siendo dedicada, amorosamente, a todos los que sufren los conflictos y las guerras durísimas de este tiempo.
Mientras Mi Rostro está cubierto de lágrimas por los que padecen las persecuciones y la muerte, junto a ustedes, queridos hijos, en esta noche de gala, le imploraré al Padre y a Mi Hijo por un tiempo de paz.
Yo estaré al lado de ustedes para acompañar preciosamente cada momento. No olviden, hijos, que todo lo que ofrezcan ayudará en la redención y en la conversión de la humanidad.
Por medio del encuentro de música de esta noche, llevaré al Cielo a las almas inocentes que fueron decapitadas por tan solo proclamar su fe en Mi Hijo.
Sepan que el mal que es generado se derrotará a sí mismo, no podrá triunfar; porque el mal no tiene amor ni perdón.
Yo les pido que hoy sean una sola voz, que puedan expresar la gratitud de poder servir a Dios en este tiempo y, sobre todo, la gratitud de poder sentirlo, de recibir Sus Gracias diariamente, a fin de que sus vidas se confirmen en el apostolado.
Estaré atenta a la ofrenda de Mis hijos, porque como Madre de los perseguidos solo deseo, con ardor en Mi Corazón, llevar el alivio a los que sufren y no encuentran salida a las guerras.
Les agradeceré su sinceridad, sabiendo que, después de todo y por más difícil que sea, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco, hijos, por responder a Mi llamado!
Los bendice en esta noche de alabanza,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si Mi Voz fuese escuchada en todo el mundo y si se llevara adelante todo lo que Yo dicto a través de los tiempos, tal vez no sería necesario padecer ni sufrimiento ni dolor.
Por eso, aún vengo al mundo para demostrarle a la humanidad que ella tiene su corazón cerrado al llamado de Dios y que lo ignora.
Vengo a intentar que la humanidad, algún día, tome consciencia y despierte a la realidad de la ilusión que ella misma creó, para que salga de ese estado y asuma su momento de conversión.
Será importante orar de corazón, porque esa oración especialmente aplaca la Ley y trae una gracia para todos los seres del planeta.
Mientras la humanidad coloque su atención en todo lo que es inferior y no busque lo superior, aún sufrirá por sí misma, hasta que aprenda a corregir sus caminos y se anime a buscar el camino del amor. En ese momento, comenzará a conocer la verdadera y única libertad, la libertad que alcanza el espíritu que está al servicio de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Hoy quisiera que se animaran a penetrar en el poder transformador que concibe en ustedes la donación de sí, cuando esta es verdadera y sincera.
En el poder transformador de la donación de sí, se abren las grandes puertas para la conversión del alma y la redención de los aspectos del ser humano.
El poder transformador de la donación de sí, cuando es vivido con amor, no permite la aproximación de ciertas pruebas o dudas que invaden la mente.
El poder transformador de la donación de sí es el que corta definitivamente las amarras con el pasado y el posible dolor de un alma enferma.
En el poder transformador de la donación de sí se encuentra la salida para los obstáculos; porque esa sincera donación de sí está llena de una humildad interior desconocida.
Caminen todos los días por el sendero luminoso de esa donación de sí, y conseguirán salir de sí mismos y de muchas dificultades.
Una de las grandes causas del desequilibrio psicológico y social de la humanidad de estos tiempos, es la falta de una donación sincera de sí para con los otros.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como Madre del Sol y Madre del Universo vengo al mundo para derramar sobre las almas los principios fundamentales de la redención, los mismos principios y atributos que una vez Mi Amado Hijo experimentó durante Su Vida pública, Su Muerte y también durante Su Resurrección.
Estos principios en forma de preciosos códigos de luz son los que traigo en Mi Corazón Materno, para que las almas que tomen contacto con Mi Inmaculado Corazón reciban esta potentísima Gracia de conversión y de piedad.
En este tiempo el camino de la oración ayudará a las almas decididas a reencontrarse con ese importante legado crístico, el que las formará para los tiempos venideros.
Por eso, hijos, es importante tener presente que cada nuevo momento de oración y de comunión en sus vidas puede ser culminante, ya que tendrán la Gracia de volver a contactar esos altísimos grados de Amor.
Hoy dejo para el mundo el recuerdo latente de que los méritos divinos alcanzados una vez por el Sagrado Corazón harán que esta humanidad sea rescatable.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice de alma y corazón,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi tiempo para estar en este mundo y entre ustedes, está acabando. Por eso, hijos, sean misericordiosos y buenos, sean amorosos y pacificadores, así como Mi Amado Hijo espera de ustedes todos los días.
Aprendan pronto a cuidar, de ustedes mismos, los tesoros de Dios; ya no ofendan al Padre con sus actos e indiferencias, con su falta de amor entre hermanos. Hijos, que no los trague la omisión ni el desprecio.
Mi tiempo entre ustedes ya está acabando y de la noche a la mañana lo sabrán, porque así como Yo vengo del Cielo para ayudarles, de la misma forma Me elevaré al Cielo y no podré volver más.
Hijos, vivan Mis mensajes, ya no los escuchen como si fueran dirigidos solamente para el mundo. En primer lugar está su transformación, su redención y su entrega.
Hijos amados, Mi tiempo continuo entre ustedes ya está acabando y si no viven Mis palabras, si no buscan todos los días Mi amorosa instrucción, cuando Yo ya no pueda estar entre ustedes, sentirán un gran vacío.
Mis pequeños, Mi tiempo entre ustedes y cerca de ustedes ya está acabando y deberán ser testigos de todo lo que Yo hice en estos últimos años, tanto aquí como en otros lugares del mundo que ya visité.
¡Ay, hijos Míos, de aquellos que se cerrarán en sí mismos y estarán más impenetrables que una gran muralla! En verdad les digo, solo rezaré por su salvación, a fin de que, a tiempo, esos corazones endurecidos por el orgullo y por la soberbia se quiebren para que se puedan convertir.
Hoy más que nunca Me inunda una tristeza, no solo por lo que veo del mundo, sino por lo que veo de los que están cerca de Mí, quienes, a pesar de tanto amor derramado, ya se decidieron a no cambiar.
Eso Me angustia como Madre, como responsable de todas sus vidas. Mi último pedido, mientras las lágrimas caen sobre Mi Rostro, es que no olviden estas palabras, que al menos sirvan de conversión para los que Me dirán "sí" con fervor y no con tibieza.
¡Les agradezco por escucharme abiertos de corazón!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Comunidad Nueva Tierra: Rosa de la Redención
He aquí su Madre Celeste, que lleva entre Sus humildes manos la Rosa de la Redención, la flor más preciada entre todas las flores, el don que se torna posible en las almas que más necesitan de cura y de perdón.
He aquí la Rosa de la Redención, formada por la belleza, el amor y el servicio de las almas abnegadas.
He aquí la Rosa de la Redención; la que más contemplo, protejo y cuido a fin de que, intacta y pura, perdure a lo largo de los tiempos y por mucho tiempo más.
He aquí, entre Mis manos y en ofrenda, la Rosa de la Redención, integrada por la luz de cada pequeña alma que ha reencontrado el camino hacia Dios y ahora está en los Brazos de su Padre Eterno.
He aquí, entre ustedes, la Rosa maravillosa de la Redención, que ha expresado las virtudes de cada ser; Rosa que ha guardado en sí el recuerdo de una experiencia de amor entre hermanos, que se ha vuelto inextinguible.
He aquí, hijos amados, la Rosa de la Redención, que hoy se ofrenda a los Pies del Creador, como testimonio de que es posible vivir la conversión, el perdón y la reconciliación.
He aquí y ahora, ante su Madre Celeste, la Rosa de la Redención, que guarda los aromas de hermandad, de perseverancia y de lucha constante para alcanzar el amor del corazón y expresarlo en todo lo que existe.
He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que ha dado nuevas rosas y que ha tornado bellas muchas vidas, haciéndolas dignas en esta humanidad y sobre este planeta.
He aquí Mi Rosa predilecta de la Redención, Rosa que ha testimoniado su amor por Cristo y por su Madre Celestial, Rosa que ha persistido ante muchas tempestades secas y condiciones extremas.
He aquí la Rosa de la Redención, Rosa que se ha vuelto ejemplo para otras rosas que están despuntando en el camino de la devoción, de la entrega incondicional y del servicio.
He aquí la Rosa de la Redención que ha reunido la síntesis de todos los Reinos creados, y que protege la continuidad y la existencia de cada uno de ellos.
He aquí, Mis hijos, la Rosa de la Redención, Rosa que ha convertido la tristeza en alegría, el error en perdón, la amargura en júbilo y las faltas en profunda redención.
He aquí, hijos Míos, ante Mi altar, la Rosa viva de la Redención, rosa formada por la luz de sus corazones, por la devoción de sus espíritus, por la constancia en sus labores diarias.
Esta es la Rosa que hoy presento ante el Padre Celestial como el mayor fruto de que lo imposible se vuelve posible, de que lo irrescatable se torna rescatable.
Esta es la Rosa del amor curador, amor que une y que fortalece, amor que comprende lo incomprensible, amor que vivifica lo que está apagándose.
He aquí, hijos, la Rosa de la Redención, la Rosa más preciada de su Madre Celestial, Rosa que dejará el ejemplo de que todo es posible, más allá de todo.
He aquí la Rosa de la liberación del pasado y del reencuentro con la esencia de la vida, de la unión con los Reinos de la Naturaleza y con el Creador, esta es la Rosa que ha hecho posible alcanzar en este lugar y en esta Comunidad un camino sincero hacia la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy quisiera, queridos hijos, emitir Mi más profundo agradecimiento maternal por todas sus almas que hicieron posible la especial e importante Peregrinación por la Paz en Europa.
Es con los votos más sinceros de Mi Corazón Inmaculado que, en este mes de agosto, con motivo del décimo aniversario de Mis Apariciones deseo, maternalmente, que ofrezcan al Creador una novena especial en agradecimiento, júbilo y renovación porque Yo estoy presente, bien cerca de sus vidas, hace tanto tiempo.
Espero que todos los consagrados de la Orden Gracia Misericordia dediquen esta novena rezando el Misterio del Santo Rosario, desde el 31 de julio hasta el 8 de agosto de 2017; fecha en que se conmemorarán y se celebrarán Mis Apariciones.
Para que dicha novena tenga frutos de amor, misericordia y conversión, rezarán el Santo Rosario, meditando cada día en los misterios y milagros que Dios les ha proporcionado por medio de Mi Corazón Inmaculado y del Divino Corazón de Mi Hijo; y también será la forma de que sus corazones puedan expresar la gratitud al Padre Celestial.
Es de esta forma, Mis queridos hijos, que rezarán el Misterio del Santo Rosario meditando y agradeciendo a Dios por:
Primer día, 31 de julio: “Por la oportunidad de amarnos más como almas al servicio de Dios”.
Segundo día, 1 de agosto: “Por haber conocido el valor de la Santa Comunión y de los demás Sacramentos”.
Tercer día, 2 de agosto: “Por la caridad y el servicio altruista vivido por Dios, a través de Sus criaturas, a los Reinos mineral, vegetal, animal y humano”.
Cuarto día, 3 de agosto: “Por la entrega incondicional de los consagrados al Plan Divino del Padre”.
Quinto día, 4 de agosto: “Por la Presencia de Cristo en nuestro mundo interior y por formar parte de Su Obra de Misericordia”.
Sexto día, 5 de agosto: “Por recibir de la Fuente todo el Conocimiento del Universo, plasmado por medio de la Instrucción y de la formación de los servidores de Dios”.
Séptimo día, 6 de agosto: “Por la existencia del Espíritu Santo, el que ha guiado e inspirado a todos los grupos de servicio, de oración, de instrucción y de cura; mostrando en cada uno su talento espiritual”.
Octavo día, 7 de agosto: “Por la manifestación, en la superficie, de los Puntos de Luz, como lo son las Comunidades-Luz y los Monasterios, los que representan la presencia de la Jerarquía Espiritual”.
Noveno día, 8 de agosto: “Por la infinita Gracia, por la incalculable Providencia y por el inconmensurable Amor de Dios en nuestras vidas”.
Así orarán el Rosario durante los nueve días preparando Mi llegada, esta vez, al Centro Mariano de Figueira.
Que esta celebración sea jubilosa y que todos Mis hijos, sin excepción, sean llamados a participar.
Les transmito la oración de agradecimiento que deberá ser rezada al comienzo y al final del Rosario, durante los nueve días.
Oración de la Santísima Virgen en agradecimiento a Dios
por Sus diez años de Apariciones en Sudamérica
Eterno y Divino Padre,
que concibes la vida divina en todas Tus criaturas,
que Te expresas y Te manifiestas en los corazones humildes,
que estás vivo y resplandeciente en el Cuerpo Sagrado de Cristo.
Hoy, Tu Sierva y Esclava
agradece por las infinitas Gracias
que has derramado por medio del Inmaculado Corazón.
Da fuerza, valentía y coraje
a todos lo que siguen Tu llamado.
Da ímpetu y motivación
a los que concretan
Tu Obra de Misericordia,
a fin de que Tu humilde Madre y Señora de la Luz
sea conocida en el mundo,
a través de esta Obra milagrosa
que Tú, Amado Señor,
has expresado en la superficie.
Que así sea
hasta que Jesucristo retorne en Gloria.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo al mundo por la salvación de los infieles.
Vengo al mundo por los que sufren.
Vengo al mundo por los que se pierden en la vida material.
Vengo al mundo por los que no tienen a Dios.
Vengo al mundo por los que hacen las guerras.
Vengo al mundo por los que crean la perversión y la idolatría.
Vengo al mundo por los que son falsos.
Vengo al mundo por todos los que endurecieron su corazón ante Dios.
Vengo al mundo por los que dicen no.
Vengo al mundo por los que duermen.
Vengo al mundo con el deseo ardiente de convertir y redimir a las almas, para que ingresen en el camino del verdadero amor.
Vengo al mundo para dar paz a todos los que la perdieron.
Vengo al mundo por los que se engañan a sí mismos.
Vengo a abrir los ojos de los que no quieren ver la realidad de estos tiempos.
Vengo a que Me acompañen en este calvario planetario.
Vengo para que todos Mis hijos recuerden a Dios, Su Omnipotencia, Su Gracia y Su Misericordia.
Vengo a traerles la paz y la alegría de poder conocer el Reino de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy poso Mis manos sobre sus cabezas para suplicar al Divino Hijo.
Vengo en esta noche y a este Centro Mariano para entregarles un pequeño mensaje, ya que Me han abierto el corazón y así, Yo pude entrar para fortalecer sus vidas y consciencias.
Vengo del Cielo para decirles que no estaré aquí con ustedes por un tiempo, pero Mi Corazón será su fortaleza, porque iré al encuentro de Mis hijos del mundo, en España, Portugal e Italia.
Mi Palabra también llegará a Medjugorje y uniré las razas y las culturas en Mi Corazón.
Tan importante será lo que hará Mi Hijo junto Conmigo en Italia, que en poco tiempo comprenderán cuál es la verdadera necesidad de que su Madre Celeste y Su Amado Hijo peregrinen tanto tiempo por el mundo.
Esto es solo una preparación, queridos hijos, para lo que sucederá en Asia el próximo año.
Quisiera, queridos hijos, que acompañaran a su Madre Celeste por el sendero de peregrinación que estaremos recorriendo.
Quisiéramos, desde Nuestros Corazones, ver en sus corazones los mismos frutos que florecieron en la peregrinación por Centroamérica, México y Estados Unidos.
Ahora su Madre Celeste va al encuentro de los que más sufren las guerras. Y en Su silencio y oración, y en adoración al Santísimo Hijo, irá para disolver los males que generan el sufrimiento, el dolor y la desesperación; y esto será posible por su contribución y confianza en el paso a paso de esta peregrinación por la paz.
Quiero ahora, más que nunca, que sus corazones también hagan florecer este Centro Mariano, que se ha tornado una base espiritual para el planeta; en donde muchas fuentes de instrucción y de inspiración descienden, en donde las almas del mundo las están captando interiormente.
De esa forma, Mis queridos hijos, les dejo la tarea de encendersiempre su fuego interior, para que muchas más almas sean tocadas por la Luz que su Madre Celestial les trae en este tiempo.
De esa forma, Me sentiré tranquila, porque veré a los apóstoles de Mi Amado Hijo cuidar y proteger este Centro Mariano y de sus liturgias, como ha sido desde el principio.
Recuerden que sus oraciones y liturgias en este Centro Mariano, durante la peregrinación de los Mensajeros Divinos en Europa, estarán generando las condiciones necesarias y espirituales para lo que en el próximo tiempo, acontecerá en Asia.
Todo está unido en una gran red de Amor y de Luz.
Su participación en esta próxima peregrinación desde este Centro Mariano debe ser incondicional, como lo cumplieron, hijos Míos, en la peregrinación de Centro América, México y Estados Unidos.
Europa, en esta próxima peregrinación, será un puente para llegar a Asia; por eso también todos los europeos tendrán que gestar las bases para que esa peregrinación en Asia suceda.
Ahora les pido, Mis amados hijos, como su Madre, la Reina de la Paz, que concentren sus consciencias y corazones en todo lo que los Mensajeros de Dios realizarán en esta próxima etapa en Europa.
Saben que esta siempre será Mi casa, igual que la casa que una vez tuve en Nazaret.
Ahora Mi casa espiritual es el planeta y ustedes están dentro de Mi casa espiritual para trabajar junto a su Madre Celeste, hasta el fin de los días, por Redención y la Compasión en la humanidad.
Hoy, de forma especial y a través de este pequeño mensaje de amor, estoy uniendo Medjugorje con este Centro Mariano. Porque en Medjugorje se encuentran almas muy valiosas al igual que ustedes; se encuentran obreros del Plan que en silencio trabajan para su Madre Celestial, para que cada día más, Medjugorje sea la principal fuente de conversión y de confesión para todas las naciones del mundo.
No olviden que el trece de mayo próximo estaré en Fátima, para el gran momento de la expansión de su Madre Universal en todo este Universo, y más allá de él, por medio de la sagrada pureza de Lys.
Es de esa forma, queridos hijos, que Yo les muestro la verdadera tarea de su Madre Celestial para con el mundo.
Mi mirada también está en Asia, porque allí muchos de Mis hijos proclaman, en su pequeñísima fe, por el descenso de la Divina Misericordia.
Recuerden que después de esta Sagrada Semana, de todo lo que Mi Hijo les donó, esta tarea se tornó planetaria y llega más allá de este Centro Mariano de Amor.
Con Mi mano en el Corazón los invito, queridos hijos, a que en el amor, en la colaboración y en la fe, ayuden a su Madre Celestial, así como la han ayudado en los últimos tiempos, a concretar y manifestar cada uno de Sus pedidos; porque por detrás de cada pedido existe, ocultamente, un beneficio mayor para toda la humanidad.
Quisiera que a partir de este nuevo ciclo que ustedes están viviendo, queridos hijos, compartan el Amor que han recibido de los Mensajeros Divinos.
La carencia de amor en el mundo es muy grande. Esta es también la principal causa para que sus Mensajeros Divinos estén peregrinando por el mundo, para que la esencia del Amor y de la Verdad no se pierda en la humanidad; pues también Mi deseo como Madre Co-redentora, es que nuestro amado Papa Francisco conozca esta Obra más profundamente de lo que ya la conoce.
Si esto llegara a darse en el amor, no solo uniré las creencias, sino también los corazones que escuchen la voz de su Madre Celestial.Y esto será parte, después del próximo trece de mayo en Fátima, del triunfo de Mi Inmaculado Corazón en Europa y Rusia.
Que así sea.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Deseo ardientemente que las palabras de su Madre Celestial resuenen en sus corazones para que ellas sean frutos de Luz y de Amor en el mundo.
Nuevamente les agradezco por concretar Mi llamado y los bendigo, bajo la intercesión de Mi amado Hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que Europa Me espere con profunda alegría, regocijo y júbilo. Su Madre Celestial está a camino del gran reencuentro con todos los corazones consecuentes de los amados servidores del Plan.
Les agradezco.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más