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Queridos hijos:
Hoy, cuando el Universo de Dios toca la Tierra y derrama Su Misericordia sobre todo el planeta, vuestra Madre del Santísimo Rosario, desde América unida al corazón del Reino de Fátima, proclamará la palabra de vida, la que Su Amado Hijo Jesús le pidió que pronunciara en este día sacro.
Por esta razón vuestra Madre Celestial hoy estará unida a todas las esencias del mundo, las que en este 13 de mayo declaren a Dios y a Jesucristo que el mundo acepta y reconoce a la Madre de Dios como la Madre de todos y como la Reina de la Paz.
De esa forma el Universo Angelical estará irradiando desde Fátima, corazón de la pureza esencial, un mar de Gracias, principalmente sobre los corazones y almas que han quedado presos de la ilusión y de las garras del adversario.
Hoy desde el corazón del Reino de Fátima será declarada la Paz para el mundo y esta llegará especialmente a los corazones que comulguen en este día y recen al menos un misterio del Santo Rosario.
Así, queridos hijos, la Iglesia de Cristo, aquella que mora en eternidad dentro de los corazones simples, volverá a despertar. Y el Santo Padre recibirá una ayuda interior con la que será capaz de mantener al mundo espiritual en equilibrio un tiempo más.
Por eso hijos, la Reina del Santo Rosario hoy descenderá en América del Sur, en espíritu de paz y de renovación, para que todas las almas del mundo recojan los últimos frutos que la Madre del Cielo entregará en las manos de los simples y verdaderos.
Hoy desde Fátima, los sacerdotes del mundo entero y todos los predilectos hijos de Nuestra Señora, los consagrados a la vida sacerdotal, entregarán al pueblo de Dios una llave que abrirá la puerta para la liberación de los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María. Desde esa puerta las almas más pecadoras podrán dirigirse hacia el camino de la rehabilitación interior y espiritual.
Doce ángeles celestiales en el Universo estarán celebrando junto a Nuestra Señora esta comunión de reparación y de expiación del mundo entero, evento que sucederá al mismo tiempo en todos los sagrarios de la Tierra.
Pero si existiera un mayor espíritu de fe y de devoción a Nuestra Señora del Santísimo Rosario, la Madre de Dios, San Miguel Arcángel y San Gabriel Arcángel prometerán a las almas buenas socorro durante la hora de la muerte y, principalmente, la conversión espiritual de la familia. Esto será así si hoy rezan el Rosario de corazón, sin pedir nada a cambio, solo que el Plan de Dios se cumpla en las almas ingratas.
Desde el Reino de Fátima, las esferas angelicales brillarán y encomendarán a todos los ángeles de la guarda del mundo que celebren junto a Nuestra Señora la comunión universal por la Paz. Por eso hoy, vuestra Madre Celeste viene para pedir a todos Sus hijos que comulguen del Cuerpo y la Sangre de Cristo; esta expiación que será concedida por la Virgen María durará hasta el 14 de mayo de 2015, momento en el que se cerrará la última puerta de la conversión.
Queridos hijos, hoy los invito a adorar a Jesús y a que todos se sientan unidos al Santuario de Fátima, Portugal, para que esta sagrada tarea de vuestra Madre se cumpla como está previsto.
¡Agradezco a los grupos de oración de América, de Estados Unidos y de Europa por ya estar respondiendo a Mi llamado!
La Obra se cumplirá, pues estas ya son las últimas misiones de la Virgen Santísima antes del retorno de Cristo.
Les agradece y los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En el curso del servicio que está aconteciendo en África, Uganda es la nación que más necesita de oración, de adoración y de conversión. Por eso, en estos días en los que Mis hijos misioneros se encuentran trabajando en el corazón de África, pido a todos los grupos de oración que dediquen un momento de meditación por la paz en África y principalmente por las almas que son olvidadas.
A través de esta oferta vuestra, hijos Míos, vuestra Madre de Kibeho podrá recibir el permiso para dar ayuda espiritual a un cierto número de almas, que en esta vida pagan el precio de los errores cometidos durante años enteros.
Vuestro Lucero Universal, vuestra Santísima Madre, ha recorrido las regiones de Kampala y de los pueblos aledaños para derramar Sus Gracias en los corazones que, desde hace tiempo, están clamando por redención y liberación.
Ustedes, Mis hijos de América y del mundo, saben que Uganda es condenada todo el tiempo por la enfermedad y por todo aquello que producen las acciones de los hombres, que dicen ser más sabios que Dios. Esas acciones ingratas paralizan la evolución espiritual de la humanidad entera. La adhesión a las modernidades, a los placeres y a los gustos descontrolados hace perder y desvanecer el camino de la espiritualidad. Y son pocos, hijos amados, los que en verdad trabajan día y noche, y hasta luchan contra sí mismos para mantenerse dentro de la Ley de Dios y de Su Universo de Amor.
Queridos, estos son los tiempos del Apocalipsis, por eso recen Conmigo, vivan la oración como parte del camino de la salvación y de la redención y no se engañen más a ustedes mismos. Dios espera que, a través de vuestros pequeños sacrificios y oraciones diarias, el mundo alcance la Gracia de la liberación final.
Para eso, misioneros Míos, ustedes deben viajar a lugares remotos y olvidados como lo es África, para intentar despertar en los propios pueblos un mínimo de interés por ayudar al prójimo y mirar por un instante lo que sucede alrededor.
Hijos Míos, Uganda es la nación más marcada por la degeneración de la vida de las almas. Ruanda es la nación marcada por la soberbia y la conquista y Congo ha sido la nación que nunca ha encontrado la paz; y todos ustedes, como humanidad, son parte de esta realidad dolorosa. Ya no podrán decir que eso solo lo viven otros hermanos, ya no podrán estar ciegos ante una realidad que desborda.
Hijos Míos, humanidad Mía, ¡despierten!, antes de que la bestia salga de su abismo para barrer las últimas estrellas. Yo les hago un llamado a la consciencia porque los tiempos urgen.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los convoca para amar a través del servicio,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy les dono y les entrego Mi Corazón Inmaculado para que el principal motivo de vuestras vidas sea alcanzar la conversión que recién comenzaron, conversión que los llevará a la purificación de la vida y del alma.
Este mismo mensaje Yo di en Kibeho, por la misma prontitud que, al igual que hoy, la conversión requería en aquel tiempo. En Ruanda Yo llamé a todos para vivir el arrepentimiento, para no ejercitar una oración soberbia, para que desprendiéndose de todo mal, la paz pudiera reinar. Pero ese mensaje de arrepentimiento no fue suficiente y así pocos escucharon internamente lo que la Madre del Cielo quería enseñarles.
El tiempo pasó y la hora profetizada por Mí misma llegó para Ruanda y nadie estaba arrepentido y libre de faltas. La soberbia y la negación llevaron al descontrol humano y a ejercer un poder amenazante y temeroso. Familias enteras e inocentes fueron las presas principales de Mi adversario.
¿Y dónde quedó el arrepentimiento? Las brutales acciones llevaron a resultados catastróficos, y la vida espiritual de Mis hijos fue diezmada por la propia y desmedida llamada cultura.
Más tarde, el error envenenó el corazón de los que no escucharon Mi mensaje y, rápidamente, después de Yo haber descendido en Kibeho, todo quedó en la memoria de unos pocos. Después del gran error esta humanidad tomó consciencia de la importancia de las palabras de la Madre del Cielo, y todos reconocieron que sin oración ni arrepentimiento no se llega a ningún lugar y a ningún destino seguro.
La Señora del Verbo Divino trajo la advertencia de prepararse y de reconciliarse, de pedir perdón, de confesarse y de comulgar con Cristo como una fuente de absolución. Con la fe de muy pocos se volvió a erguir el espíritu de la devoción, el que llevó a tener fe y confianza en el llamado del Cielo, en los anuncios que la Señora de Kibeho realizó para todos.
Ahora, con vuestra presencia en Ruanda, descubrirán las diferentes necesidades en todos los planos de consciencia. Todo deberá ser restaurado, desde el cuerpo enfermo hasta el espíritu. Por eso, hijos, deberán profundizar en vuestro ejercicio de caridad y de entrega al punto de estar abiertos para atender cualquier emergencia. Mi Corazón los guiará y les dará la fuerza interior necesaria para poder responder a cualquier necesidad. Estén concentrados y verán muy cerca el camino que les estaré indicando.
La verdad sobre Ruanda recién es revelada, por eso, vuestra Madre Celeste retorna especialmente a Kibeho para que ustedes se unifiquen con el espíritu de la devoción, del perdón y del amor que es profesado al Sagrado Corazón de vuestro Señor y al de vuestra Señora.
En las calles de Kigali verán lo que el tiempo dejó marcado como hecho y como historia; los Ángeles de Dios esperan poder cumplir con el servicio de liberación y de redención que les fue encomendado. Si ustedes se unen a dichos ángeles eso sucederá porque Yo, con amor materno, los envío para auxiliarlos y socorrerlos.
Queridos hijos, Yo camino por las calles de Kigali para salvar a las almas presas. Pues la hora de la Redención y de la Misericordia llegó para Ruanda.
¡Les agradezco, hijos Míos, por acompañarme en esta misión!
Mi Amor Maternal con cada uno de Mis misioneros.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mi silencio interno les dice muchas cosas, los invito a percibir el final de los tiempos; pues, como rebaños de Cristo, fueron llamados a participar de este gran evento planetario.
Mientras siguen orando, dirijan sus miradas hacia el Portal de la Paz.
Le estoy revelando las señales del fin de los tiempos a aquel que abra su corazón, pues la humanidad necesita estar más consciente para que tenga tiempo de revertir todas las cosas.
Recen Conmigo, mientras Yo les revelo los secretos.
Abran sus ojos al Corazón de Dios y no pierdan ni un minuto en todo lo que Yo les pido.
Oración: Ave María (en portugués).
Amo a este planeta, amo a todas las almas, pero ¿quién inclinará su cabeza hacia el suelo para humillarse ante el Creador y pedirle perdón por las faltas graves que comete el mundo?
Yo soy la Mensajera del Apocalipsis. Traigo Mi Corazón a todos, pues será su único refugio en los tiempos que llegarán. No hay otro lugar adonde ir y ninguna otra verdad que descubrir.
A través de este Portal de la Paz, estoy derramando Mi última Gracia sobre este mundo, nuevos códigos de Luz para almas tan antiguas que deben despertar a la redención.
Lean las señales del fin de los tiempos. Los Siete Sellos ya fueron abiertos y nadie aún es consciente de esto. Por Mi Gracia e intercesión, hoy se los revelo, hijos Míos. No vengo a impartir miedo a ustedes, sino el despertar de una mayor consciencia.
La Nueva Humanidad deberá nacer y los rebaños de Cristo, aquellos que se congregan en el amor y en la devoción, deben tener muy presente al Corazón de Mi Hijo Amado, que será siempre su Salvador.
No teman a las potestades de este mundo, no hay mayor poder que el de Dios. Dios está entre ustedes y está, a través de Mi Corazón en esta noche, acompañándolos y preparándolos para saber vivir la transición. No busquen saber cuál será la respuesta a todo lo que sucederá en poco tiempo.
La humanidad ha sido muy ingrata con Dios y aún lo sigue siendo, no escucha y está sorda. La ceguera es mayor que el amor, pero dichosos aquellos que se aferran a Mi Corazón. La Señora del Santísimo Rosario siempre los tendrá unidos a Dios y al Corazón del Hijo amado. Nada perderán, hijos Míos, busquen pronto su conversión. Oren mucho, todos los días, y recuerden que este es Mi principal pedido en el fin de los tiempos.
Dios desea infundir mucho más la devoción a Mi Inmaculado Corazón en este mundo. Si sus corazones están unidos a Mi Corazón, a nada deberán temer.
Yo siempre soy su Guía Universal, la Madre de todos los enfermos y de todas las almas perdidas.
Alégrense aquellos que despiertan a Mi Corazón. Alégrense aquellos que Me tienen como principal motivo de sus vidas; pues, Yo vengo a donar lo mejor que tengo porque amo a todos Mis hijos. Yo siempre los bendigo y los contemplo.
Que, en estos tiempos, puedan estar bien despiertos. Dios los llama a tener mayor consciencia para que puedan despertar a cosas desconocidas; pues para que los secretos no se puedan cumplir, deben rezar con total consciencia y verdad. Esa será la señal evidente, ante el Creador, de parte de todos ustedes, para que el mundo alcance la paz y el fin de la tribulación; pues antes de que llegue Mi Hijo Amado, deberán estar purificados, limpios y puros, libres de toda mancha y pecado.
Recapaciten en sus vidas. Recapaciten en todas las cosas que hacen, en todo lo que sienten, piensan y viven, pues Dios está atento a su transformación y Mi Corazón Inmaculado siempre los auxiliará.
Solo deseo, hijos Míos, en esta noche, que alegren Mi Corazón, por el peso que el mundo Me genera; pues más lo siente su Padre, Aquel que está en los cielos y que siempre los necesita para cumplir Sus Obras de Misericordia.
Dichosos aquellos que guardan las Palabras en el corazón y que, saliendo de este lugar, dan el primer paso y se transforman; no pierden más tiempo en cosas superficiales, sino que despiertan al infinito Llamado del Creador.
Hoy, les entrego a todos Mi Corazón Inmaculado, que está rodeado también por las espinas del mundo. Los invito a la reparación, a la meditación, a la reflexión.
Los tiempos son urgentes, hijos Míos; y así como Yo les avisé en Fátima que deberían cambiar pronto, hoy nuevamente les digo, hijos Míos, cambien rápido y no pierdan tiempo.
Dios espera establecer Su Reino en el mundo y expulsar el mal de este planeta que solo hace sucumbir las almas al infierno, las hace perder en las modernidades y en las ilusiones. No confíen en sus sentimientos, en sus pareceres e ideas.
Únanse, todos los días, al Corazón del Creador. Así, serán partícipes, hijos Míos, de la Divina Voluntad; porque el Don del Espíritu Santo de la Sagrada Sabiduría de Cristo los habrá permeado profundamente y estarán unidos a Dios, cumpliendo Su Voluntad por encima de todas las cosas y no perdiendo ni un minuto más en las cosas que los distraen y que les quitan la atención del Creador.
Hijos Míos, Yo les traigo la Consciencia Universal de Dios, pues Mi Padre amado, Aquel que también es su Padre Celestial, necesita que despierten profundamente y abran sus ojos a la Verdad. Vean en este ejemplo tan simple, hijos Míos, cómo las almas no escuchan a Dios por escuchar las cosas del mundo.
Yo les traigo la verdad del Amor, la esencia de la Instrucción, pues el Poder de Dios debe compenetrar sus corazones para que se desvanezcan sus amarguras y sufrimientos. Dios desea, hijos Míos, que curen sus heridas y puedan renacer en el Corazón de Mi Hijo, que sigue siendo ultrajado por los hombres ingratos.
Recen, hijos Míos, recen Conmigo al Creador, así serán dignos de recibir la Gracia de Dios y estar en el Paraíso para que Yo los encuentre.
Oración: Padre Nuestro (en portugués).
Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia ustedes. Vengan a Mí, queridos hijos, al refugio inmaculado de Mi Corazón, allí siempre recibirán lo que necesitan. Mi Amor siempre los colmará, Mi Sabiduría los iluminará y tendrán entendimiento sobre todas las cosas en estos tiempos difíciles y crueles.
Abran sus consciencias para que sus almas se eleven hacia el refugio inmaculado de Mi Corazón. Les ofrezco Mi Corazón como emblema de paz para el mundo. Dichosos de aquellos que veneran Mi Corazón y honran el Corazón de Mi Hijo, para atender sus necesidades y súplicas.
Reciban en esta noche, a través de este Portal, el espíritu de Mi Paz. Reciban, hijos Míos, Mi sagrada bendición maternal.
Por eso, que vengan aquí los Hijos de María, pero todos son Mis hijos. En la oración perpetua de Mi Corazón, siempre espero por su verdadera consagración. Deseo la consagración de sus almas para que sus vidas se santifiquen, hijos Míos. Esto, verdaderamente, le demostrará a Dios que este Proyecto es posible, a pesar de los pecadores y de los pecados, porque siempre Dios encontrará en los más simples el portal para alcanzar Su Proyecto Original.
Canten, hijos Míos.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cantaremos “Señora de las Gracias”.
Nuestra Señora se ha quitado el velo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Por la divinidad que Dios Me ha concedido, bendigo en esta noche a los que sufren, a los que padecen, a los que pierden la fe, a los que se apartan de Dios, a los que están en la oscuridad, mas también a aquellos que se encienden por el fuego del Espíritu Santo.
Bendigo a todos Mis hijos, independientemente de sus deudas y problemas.
Yo Soy su Madre Santísima, Soy su Gran Obradora de la Paz. Siempre los llevaré hacia Mi Hijo, sigan Mis pasos, miren Mis pies descalzos e imiten Mi ejemplo maternal.
Siempre querré lo mejor para sus vidas y esto será lo mejor para el mundo.
Vengo a abrir sus corazones cerrados, a abrir la fuente de sus esencias para que pueda rebrotar el Amor del Creador. Necesito que sus esencias se iluminen para que se disipen de sus vidas toda amargura, dolor y sufrimiento.
Queridos hijos Míos, Yo siempre los bendeciré con Mi Corazón Inmaculado. Así, como en esta noche los reúno en el Cenáculo del Señor, por encima de este cielo los ángeles se reúnen para adorar a sus corazones, porque Dios sabe que es posible la redención.
Por esta noche de Gracias pero también de despertares, Yo les agradezco, hijos Míos, por responder a Mi llamado que es el Llamado de Dios, su Creador.
Que suenen las campanas. Deseo especialmente que todos estos hijos, a los cuales hoy consagro, recen una oración a la Madre Universal por las almas del mundo.
Escucho su voz.
Clemencia.
Oración: Madre Universal.
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora quiere que hagamos la Señal de la Cruz por dos veces más.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Que la Santísima Trinidad permee sus vidas y se pueda cumplir la Santa Voluntad.
Queridos hijos, siempre y para siempre los amaré.
Canción: “Ave María”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ha sido una noche especial. Queremos intentar explicar, en forma simple y sintética, qué significan estos movimientos que Nuestra Señora realiza en estos tiempos.
Ustedes vieron que Nuestra Señora quedó mucho tiempo en silencio. Ella muestra, para quien tiene la tarea de ver, ciertas cosas que están previstas que ocurran para que la humanidad tenga la consciencia de saber que necesita esforzarse para cambiar esos acontecimientos.
¿Por qué Nuestra Señora les revela a los videntes algunas cosas que no se pueden transmitir?
Así como ha sido, a lo largo de la historia, cada vidente guarda algunos secretos, porque la Divinidad espera que esos secretos algún día no se cumplan; pero necesitan, de alguna forma, quedar registrados en la consciencia planetaria.
Y es así que, a lo largo de los siglos, María depositó en algunas consciencias, como un documento, como un registro, algunos acontecimientos que, de acuerdo a lo que sucede hoy, se cumplirían en un futuro cercano o lejano; pero depende de nosotros que se puedan revertir esos acontecimientos.
Cuando Ella nos explica que, colocándonos en Su Inmaculado Corazón, podríamos vivir la tribulación con armonía y cierta paz, con discernimiento, con sabiduría, es porque eso es posible. Pero para eso, necesitamos colocarnos dentro de Su Inmaculado Corazón, entregarnos, consagrarnos a Su Inmaculado Corazón, ese lugar de amor y protección donde estamos refugiados y a salvo. Pero como depende de nosotros que hagamos eso, siempre está previsto que la humanidad no responda y que algunos acontecimientos tengan que suceder para que la humanidad comprenda aquello que la aleja de Dios.
Así, en estos tiempos finales, como Ella anunció hoy, cuando nos dio la bienvenida al final del tiempo, y hablamos de bienvenida como un ingreso a otro ciclo; nosotros tenemos que admitir, en algún espacio de nuestra consciencia, que acabamos de ingresar a otro ciclo. Y no importa mucho lo que nosotros veamos a nuestro alrededor que pueda parecer casi normal, porque en los planos de consciencia reales de la humanidad ingresamos a otro ciclo.
Ella ya nos ha advertido de que ha comenzado Su caminata hacia el desierto como la Mujer Vestida de Sol. Hace unos días, nos reveló que el dragón rojo estaba preparándose para llegar, y si nosotros conocemos las revelaciones de los textos sagrados, sabremos que estamos en plena Ley del Apocalipsis, una Ley que nos rige en este momento y que nos mueve de una forma completamente diferente.
Ella nos dijo hoy que no confiáramos en lo que sentíamos ni en lo que pensábamos, porque en nuestras emociones más materiales y en nuestros sentimientos habrán tormentas de la tribulación. Por eso, necesitamos unirnos todos los días al Corazón de Dios para que, en el Corazón de Dios, nuestra barca no se hunda.
Si bien es un momento difícil para todos, sabemos que todo pasará y que solamente nos tenemos que sostener, orar, mirar a Dios todos los días, unirnos entre nosotros y confiar que todo pasará y que todo será para el bien de la humanidad; porque así, hermanos, como estamos, esta consciencia planetaria no puede seguir, y creemos que estamos todos de acuerdo.
Así que hay que afirmarse en la oración, en el Manto de Nuestra Señora y en el Corazón de Nuestro Señor para persistir y caminar mirando hacia adelante, porque es en el único lugar en que podremos encontrar la Luz.
Nuestro Señor camina firme hacia adelante y nosotros no podemos perder Sus pisadas. Por eso, necesitamos caminar rápido como Él camina, para no perder nunca de vista el movimiento de Su túnica; y hacia dónde Él camine, estaremos seguros.
Así, los invitamos a todos a reforzar nuestra oración, nuestra confianza en la Divinidad y en esa fraternidad que Ellos nos piden que nosotros debemos vivir.
Queridos hijos:
Busquen por encima de toda dificultad y problema el camino de la serenidad, es el que los llevará a encontrar la paz interior que es tan urgente para estos tiempos.
Si en ustedes no hay serenidad, ¿cómo existirá en poco tiempo el Reino de la Paz en el mundo?
En vuestra oración se encuentra el escudo contra todo daño o mal. En vuestras plegarias puede surgir un camino de conversión y de suma esperanza. Por eso, con coraje y sin miedo vivan, a través del camino de la serenidad, el fin de estos tiempos que llegan; este atributo forma parte de uno de los pétalos de Mi Rosa Blanca.
Hoy les revelo la importancia de siempre buscar la serenidad para que todos ustedes, hijos amados, estén preparados para vivir el gran momento de vuestra purificación.
Con la iglesia interior reconstruida, Yo les estoy entregando para este tiempo las llaves seguras, que los auxiliarán para los momentos críticos que vive vuestra humanidad.
Hijos amados, la serenidad es una puerta al sendero de la redención y del despojamiento de sí. En la serenidad se pueden entender muchas cosas y muchas perturbaciones pueden ser disueltas por la acción de la amorosa serenidad.
Hijos, no pierdan tiempo en vuestras dificultades, el planeta se está apagando sin poder ver la luz del Creador. Restauren vuestras vidas y dificultades en presencia de la serenidad, así conocerán la paz y la harán parte de vuestras vidas. Y cada vez que se estén alejando del camino de la serenidad, sabrán retornar por el mismo sendero.
Una de las razones de la falta de paz en el mundo, es por la ausencia de serenidad interior. No habrá otra fórmula, hijos Míos, sino buscar los sagrados atributos y practicarlos, porque ya pasó el tiempo de la teoría, llegó la hora de practicar Mis mensajes con total consciencia.
Quien se una a Mi Corazón Inmaculado no se perderá, Yo siempre los llevaré a Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como un rayo fugaz proveniente del universo, Mi Consciencia Maternal desciende y se aproxima a este mundo para que nuevamente la humanidad dormida despierte al llamado de Dios Altísimo.
Llego hasta vuestras vidas para que Me recuerden como vuestra Madre querida, como la Bondadosa y Prodigiosa Mujer de Dios, la que ha hecho milagros y conversiones espirituales en vuestras vidas.
Pero cada vez que Yo desciendo desde el Cielo hacia vuestro mundo, Mi Corazón Victorioso no puede dejar de ver la ignorancia y la indiferencia de muchos de Mis hijos, los que han pasado por Mis caminos, Me dan la espalda y no Me escuchan. Es esta indiferencia la que el enemigo propaga como veneno en el corazón de los hombres, es esta indiferencia y crueldad de muchos hijos Míos, las que llevan a la perdición de las almas.
Por eso, para que la Sabia Justicia sea evitada, Yo vengo del cosmos para suplicarles que hagan algo por esta destruida humanidad. Sepan que no solo las almas sufren, sino también Mis benditos Reinos de la Naturaleza, los que día a día son ultrajados sin amor ni misericordia, hasta retirar de ellos la última gota de vida; eso provoca la ira de Dios y promueve consecuencias irreversibles en todos los que destruyen el Proyecto Creador.
Por eso, Mis hijos, abran los ojos a la sabiduría y sientan en el corazón la oración que Yo cada vez más les pido que realicen, eso ayudará a que se eviten desgracias en los más injustos.
Por encima de todo busquen la Misericordia de Dios, para que ustedes y el mundo sean perdonados de los constantes pecados de necedad y vanidad. A través de Mi Bendita Pureza Yo les entrego el poder cósmico de Mi Gracia, estado que los repara y los conduce por el camino de la redención.
Mientras Mi Hijo ve día a día los horrores y las acciones injustas que se cometen contra el Corazón del Padre Celestial en este mundo enfermo, Yo los coloco dentro de este tiempo apocalíptico como si ustedes no participaran de él. Pero es el poder de la oración y de la consagración diaria de vuestros corazones a Mi Inmaculado Corazón de Madre, lo que permitirá revertir vuestras faltas y las faltas de muchos.
Quiero que todos sepan que a través de Mi llamado encontrarán la salida y aunque el enemigo los golpee fuerte, él nunca conseguirá derrumbar el amor que Yo he colocado en vuestros corazones. Sean sabios y así no se confundirán evitando seguir otro camino, otro movimiento espiritual que no sea el de Mi Hijo Amado.
Glorifiquen a Dios y pidan por cura y misericordia. El mundo sigue sin comprender que debe cambiar antes de que las malas acciones sean liberadas por la Justicia de Dios.
Yo los animo en este tiempo a amar. Yo los llamo a ser humildes y transparentes, así Me ayudarán a equilibrar el eje planetario, el ecuador de este mundo, antes que él se desequilibre a causa de la densidad y de la maldad humana.
Pero aún en este mundo material existen corazones como los vuestros, determinados a seguirme hasta los días de la santa muerte; de esa forma vuestra devoción y fe harán siempre triunfar Mi Inmaculado Corazón.
¡Bendigo en este día al grupo de Brasilia por haber escuchado y respondido a Mi llamado!
Mi Hijo agradece por haber acogido a Mis Misioneros.
Los protege ante todo,
Vuestra Santísima Madre María, Madre del Sol y del Cosmos
Quiero llamar por el nombre a aquellos de Mis soldados que deben responder al compromiso que tienen Conmigo. Para ello, Mi voz resuena en el interior de vuestros seres, como un impulso desconocido que los invita a la oración, al servicio a los más necesitados, a la reconciliación con vuestras familias, a la comprensión del prójimo. Estas hijos Míos, son las manifestaciones de Mis impulsos en vuestros corazones.
Quiero construir en Mis hijos el principio de la nueva vida, que no será nada inalcanzable para las almas de este mundo.
Solo les pido oración para fortalecer el espíritu, purificar el pasado y generar méritos para la redención de las almas y del mundo entero.
Les pido ayuno para equilibrar las injusticias del mundo.
Les pido que sean pacificadores para quebrar para siempre la corriente del mal que ata a los hombres e impide la evolución de todos los reinos de la naturaleza.
Les pido reconciliación para abrir las puertas para las nuevas oportunidades para las almas.
Les pido fraternidad para construir la base de la nueva vida sobre la Tierra.
Les pido amor para que sea el aire que respirará el nuevo mundo y sin el cual este universo no podrá existir.
Les pido conversión para que dejen de ser lo que son y abandonen los impulsos que este mundo construyó en ustedes, para ser tal cual como el Creador los pensó, viviendo así todos los principios que hoy les entregué.
¿Será que es mucho lo que les pido?
Con todo lo que el Universo Celestial les entregó, solo sigan las palabras de Aquellos que fueron enviados por el Señor y así, todas las Gracias que deposité en vuestras esencias, podrán brotar, crecer, florecer y dar frutos, para que otras almas alcancen el mismo despertar o uno más profundo aún.
Mis amados, escuchen con atención Mis palabras y sepan buscar en las entrelineas las verdades que, en otros tiempos, Yo no revelé al mundo.
Esta humanidad está en evolución hace mucho tiempo. Ya llegó el momento de que las consciencias de este mundo den un nuevo y grandioso paso y para eso es necesario que estén abiertos de corazón y sepan que nada saben.
Confíen en lo que les digo y en lo que les diré en los tiempos venideros. Quiero prepararlos para este final de ciclo, para que los acontecimientos los encuentren preparados.
Nunca se desesperen, no busquen soluciones fuera del corazón. La única preparación que les pido es la oración, el ayuno, la paz, la reconciliación, el perdón, el amor y la fraternidad entre los seres. Así sabrán cruzar el viejo tiempo e ingresar en el nuevo tiempo que los conducirá.
No se olviden, Mis queridos, oren, sirvan y actúen siempre con amor.
Estas son las llaves para los tiempos venideros.
Yo los amo y los bendigo,
María, Madre y Reina de la Paz
Queridos hijos Míos:
Con Gracia y Misericordia elevo sus corazones al Cielo, para ofertarle al Padre Celestial la hermosura y la belleza de sus vidas.
Hoy, por última vez, envío Mis Mensajes de Paz al mundo. Hoy se cierra un ciclo en el que la humanidad debió haber atendido a Mi llamado y escuchado Mi Mensaje de advertencia.
En esta noche de Gracias y de redenciones, he rezado por todos ustedes y he recibido en Mi regazo a sus esencias, que son de verdadera importancia evolutiva para su Padre Celestial.
Mientras el mundo coloca su atención en las cosas de la vida material, Yo vengo aquí con el objetivo y con la divina misión de que me lleven a sus casas como corredentora y Madre de todos los corazones. De esa forma ustedes, Mis queridos hijos, permitirán que Yo pueda interceder por sus semejantes para que también alcancen la redención del corazón.
Les pido, en nombre del bendito Amor de Dios, que lleven Mi Palabra sagrada a todos los lugares a donde vayan, así Yo también podré realizar Mis planes en las almas que día y noche se pierden en este mundo de ilusión.
Como Madre del Verbo Divino, Me anuncio a todos ustedes como una vez Me anuncié en Fátima, en Lourdes y recientemente en Medjugorje, porque Dios Me ha permitido aparecerme en todos los lugares que corren un verdadero riesgo espiritual.
Con este fin, en esta noche abro Mis brazos, los elevo al Cielo e imploro por la humanidad y por todos los Reinos de la Naturaleza que son ultrajados por esta raza. Vengo para retirarles la ceguera de sus ojos y para que a través de Mi cura universal y de Mi maternidad, ustedes puedan despertar al Retorno de Cristo, Nuestro Señor.
Mis ojos iluminarán sus caminos cuando tan solo oren Conmigo por los sacerdotes y consagrados, para que ellos consigan ser el espejo luminoso de la Faz de Mi Hijo Jesús; porque, hijos amados, esta humanidad se cierra a escuchar lo que viene del Cielo, para corregirlos y colocarlos en el camino de la paz.
Como Reina del Santo Rosario, les pido que recen Conmigo por Mis planes, antes de que el enemigo consiga convencerlos de vivir una vida de ilusión material.
Mis hijos, deseo que, desde aquí como desde todo el mundo, nazcan los apóstoles del amor y de la redención que podrán dar el fiel testimonio del regreso de Cristo.
Por eso, les pido que se consagren a Mi Inmaculado Corazón para que estén protegidos y resguardados de todo mal, porque cuando todos ustedes consigan abrir las puertas del corazón, Dios podrá entregarles Su Amor reparador y misericordioso.
Están a tiempo de tomar el rosario y de ponerse a orar por la paz, paz que no existe en el hombre ni en ninguna alma. Ustedes tienen la verdad entre sus manos. Recen con devoción, pidan perdón, reconcíliense a tiempo y serán dignos de vivir la cena redentora con Mi Hijo, el Sacerdote Mayor.
A través de Mi Inmaculado Corazón, les abro las puertas del Reino de Dios para que pronto se eleven en espíritu y disipen los códigos del mal de sus vidas.
Por su sí, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Agradezco la compañía grandiosa de todos Mis hijos durante estos tres últimos años de Gracias y de conversiones.
Los ama y los bendice,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y de toda la humanidad
Como Madre de la Divina Misericordia, llego al mundo para curar y redimir, con la Luz de Mi Hijo, a todos aquellos que tanto necesitan de perdón, de redención y de paz; y que están sobre la Tierra, perdidos de Dios y desamparados de corazón.
Yo soy la Santa Madre de todos los pueblos, de todas las razas.
Yo soy la misma que se esconde en las montañas, Caacupé, como la que se encontró en las aguas, Aparecida.
Yo soy la que entrega la libertad a los 33, soy la que viene al encuentro de los que necesitan dar un nuevo paso, y entrego al mundo los frutos de una Higuera de amor.
Yo soy la que trae a las almas el Espíritu de Dios y concibe la Divina Trinidad en los corazones.
Yo soy la Reina de la Paz, Yo soy la Madre del Verbo Divino.
Yo soy la Madre del mundo, del universo y de todos ustedes.
Aquel que decide estar bajo Mi Manto, reconoce Mi Faz en todas las manifestaciones del mundo y sabe que Yo soy la misma en el Cielo como en la Tierra, y que vengo a enseñarles que nada debe estar separado en este mundo ni en los otros.
Mis amados, recorro las naciones para unir los pueblos, aunque sea a través de sus representantes. Vengo a construir esa red de luz que deberá encender el planeta, a través de la oración, cuando el sol ya no brille en el cielo de este mundo.
Quiero ver, en Mis hijos, la luz que ilumina los caminos de los que andan en la oscuridad. Quiero formarlos, para que el Espíritu Santo encuentre morada en sus consciencias, y otros que no tuvieron la Gracia de estar delante de Mi Presencia, Me puedan encontrar en sus corazones.
Mis queridos hijos, benditos sean los que se arriesgan a responder al llamado de Dios. Ahora, les pido que permitan que este llamado se vuelva semilla fecunda en sus esencias y, poco a poco, sea la vida que da testimonio de conversión y fe para los que están olvidados de Dios.
Que, en la simplicidad de sus seres se encuentre la puerta por la que Mi Hijo retornará al mundo. Que sus corazones sean humildes, para que se tornen la cuna de la pobre, pero sin embargo bendecida Belén interior que recibirá al Nuevo Niño, para que retire, por segunda y última vez, el mal que atormenta al corazón de los hombres y a los Reinos de la Naturaleza.
Amados de Mi Corazón, comiencen hoy a preparar el camino del Señor en sus pequeñas vidas. Retiren de sus vidas, de una vez para siempre, todo aquello que no corresponde a este humilde Pesebre de Belén.
Una vez más, el Nacimiento de Cristo se anuncia al mundo y ahora nacerá en muchos corazones, y a otros los hará renacer en vida, para la redención y la institución de la Paz.
Yo soy la portadora de la Misericordia, la que les pide que sean misericordiosos, para que el Reino de Dios descienda al mundo.
Yo los bendigo y les agradezco, porque la Gracia Divina descendió sobre este lugar, y sus vidas fueron colmadas por la Presencia Divina.
Yo los amo,
María, Reina de la Paz y Madre de la Divina Misericordia
Yo Soy la Fuente de la Luz para el mundo, después de Mi Bendito Hijo.
Yo Soy la Estrella incandescente de Belén, que enciende de paz el corazón y de luz y amor a cada alma.
Yo Soy el Escudo Celestial que protege de todos los acechos, a los benditos hijos de Dios.
Yo Soy el Sol del Universo que derrama rayos de conversión y redención.
Yo Soy el Espíritu de la Paz que recorre los continentes para reencender en los corazones el Amor de Dios.
Yo Soy la Sagrada Madre de la Confianza, porque en Mi Corazón Inmaculado tu vida puede reposar y en Mi plenitud santísima hallarás el consuelo que tanto buscas; encontrarás en Mi silencio la cura para tu corazón y la luz que necesitas para disolver tus problemas en paz.
Hoy Me aproximo a tu corazón y a tu vida, para que Me abras la puerta de tu interior y nuevamente, ante el Padre Celestial, confíes tu vida y tu existencia al Sagrado Universo.
Vengo amorosamente a tu encuentro para esta especial Aparición Mensual, porque dos veces Mi Consciencia Maternal descenderá desde los Portales del Cielo, para resolver dificultades mundiales, para elevar al Reino de Cristo a muchas almas que están presas y principalmente, Yo descenderé para transmitir Mi Amor Materno a todos los que Me dijeron sí.
Por eso, Yo Soy la Señora de la Luz, Soy la Mujer revestida por la Luz del Sol Universal, Soy la que anuncia, a través de Sus doce estrellas de oro, un tiempo venidero de paz y de conversión.
Pero antes, como Yo lo he prometido ante Mi Salvador, el Dios Todopoderoso, la Madre y Reina de la Paz recorrerá la mayor cantidad de naciones posibles para despertar a tiempo, a los que duermen en la ilusión y a los que han quedado ciegos de espíritu por las modernidades.
La Luz de Mi Sagrada Espada del Amor cortará las raíces del mal y de la impunidad, el divino poder de Mi Fe iluminará en Luz Suprema el camino de todos los que Me llamen.
Yo Soy la Señora de la Luz Eterna, Soy la Madre de Jesucristo, el Salvador y Redentor. Soy la Estrella que vigilia día y noche los pasos de los autoconvocados. Mi Corazón Poderoso siempre será el alivio para los pecadores. La Gracia de Mi Espíritu será el agua de la Fuente que lavará vuestras manchas.
Les pido, Mis queridos y amados: ¡Ríndanse!, ¡ríndanse!, ¡ríndanse al Amor de Mi Corazón!, no quiero hacerles mal, solo espero que Me acepten como Vuestra Madre; ahora y siempre cumplo con el compromiso eterno de llevarlos al Cielo.
Y a pesar de que la confusión y el caos abracen la vida de muchos, afirmen vuestra fe y no crean en lo que viven; deben creer en la vida del Espíritu Mayor que los acompaña y los protege.
Mis pies pisarán la cabeza de la astuta serpiente y Mi mirada celestial guiará los pasos de los servidores. Un nuevo tiempo brillará en el interior de Mis hijos y el Perdón Supremo será la cura para todos los males.
Cuando llegue el tiempo de Paz, los soldados alzarán las banderas de la Misericordia y en el amor el Todopoderoso escuchará vuestro llamado y rendición.
Estoy entre los más simples y mansos, Mi Santa Luz Universal viene al auxilio de todos.
Confíen en lo que les digo, Yo los amo y los contemplo en sagrada devoción.
¡Gracias Venezuela por abrirme la puerta para la liberación!
¡Paz y Misericordia para todos!
María, Señora de la Luz
Cuando oran “Por Su dolorosa Pasión...”, ¿saben qué hecho importante de Cristo invocan?
En cada oración se encuentra una llave que abre una nueva puerta para la redención del alma.
A las tres de la tarde Yo les traigo la Gracia de la conversión y del vacío de sí mismos; por eso necesito que siempre recuerden estas oraciones, ellas servirán de escudo para los momentos más importantes.
Dejen que el rayo poderoso de cada una de ellas penetre en lo profundo de la consciencia y así renazca un nuevo ser. Dejen en Mis Manos sus intenciones. Caminen en confianza a Mi lado para que Yo los pueda guiar. Estoy siempre con ustedes en los momentos de alegría como también en los momentos de pruebas.
Están en Mi Corazón cuando simplemente están Conmigo. Los conduzco y los guío siempre, no lo olviden.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por abrir las puertas del corazón a Mi Instrucción.
Cristo Jesús
Bienaventurados serán llamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en la Tierra hacen florecer las semillas de la vida que recibieron.
Bienaventurados serán proclamados, en el Reino de los Cielos, aquellos que en vida sufrieron las dificultades del mundo y, con alegría, supieron superar los obstáculos para cruzar el umbral de una nueva raza.
Bienaventurados serán conocidos, en el Reino de los Cielos, los que se esforzaron hasta el fin de los días, para superar los códigos materiales e instaurar los códigos divinos en su ser.
Bienaventurados serán los que hoy se autoconvocaron para servir en un ejército de paz e, incansablemente, confiar en la Mujer Vestida de Sol, que los tiene en Sus brazos y bajo Su Manto de Luz.
Bienaventurados serán, en Mi Reino, los que ya son bienaventurados en la Tierra, porque conocieron la Palabra de Vida, la amaron, la expandieron y la pronunciaron para que hiciera eco en todos los corazones del mundo.
Bienaventurados serán los que hoy están delante de Mis ojos, los que reconocen Mi Presencia y la Divina Presencia de Mi Hijo, sin temer los juicios de esta Tierra.
Bienaventurados se tornarán ante Dios Padre los que hoy maduran en el silencio los frutos de la salvación y, con valentía, crecen en la fe y en el amor al Plan de Dios.
Hijos Míos, los imperfectos de hoy, si persisten en el Propósito Divino, serán Mis bienaventurados de mañana. Porque cumplirán, sin percibir, con el Plan de Dios y, aunque muchas veces sea en el secreto del propio mundo interior, harán florecer una nueva raza a imagen y semejanza de Dios, de Su Divino Amor y de Su Unidad.
Todos los esfuerzos de hoy culminarán con la gloriosa victoria del mañana. Por eso, no miren hacia el pasado ni detengan la atención en lo que son hoy, sino coloquen toda la fe y la confianza en las promesas de Aquel que es perfecto y que prometió que, en los que se entregan de corazón, operará milagros de transformación y de conversión eterna.
Permítanse ver a través de Mis ojos y sentir a través de Mi Corazón; así, encontrarán la perfección que duerme en el interior de cada ser y podrán ver Conmigo el nacimiento de nuevos soles que brillarán más allá de esta Tierra.
Mis pequeños, vengo al mundo para hacerlos despertar y para darles a todos la oportunidad de convertir y redimir el pasado, transformándolo en un presente de Gloria de servicio al Altísimo. Por eso, solo abran sus corazones y sus consciencias y, así, los Mensajeros que descienden de los Cielos, a pedido del Gran Señor, obrarán en todos los espacios de la materia y de la vida sobre la Tierra.
Pueden no confiar en lo que conocen de sí mismos y serles costoso creer en la transformación de una materia tan corrupta, pero su confianza no debe estar en sí mismos, sino en Dios y en Aquellos que están delante de ustedes y que descienden del Trono del Creador con un Propósito enviado por Él para Sus criaturas.
Dios los conoce con perfección a cada uno de ustedes y sabe del potencial oculto que deben desarrollar. Por eso, solo digan sí diariamente y, como buenos niños, déjense conducir por su amada Madre Celestial.
Que el Niño Rey, nacido en sus esencias, ahora crezca sin detenerse y madure la vida divina que nace sobre la Tierra.
Yo los amo y los conduzco, haciendo crecer en sus corazones el Poder del Espíritu de Dios.
¡Les agradezco!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Mientras el mundo celebra una noche de Luz, la oscuridad celebra una noche de tinieblas, pero Mi Inmaculado Corazón triunfará para que pueda reverberar la Palabra de Dios sobre la Tierra.
En este encuentro de hoy, queridos hijos, los invito a la conversión verdadera. Que sus corazones se abran definitivamente a Mi llamado para que Yo, a través de Mis manos, pueda desatar los nudos en sus vidas.
Conviértanse a Mi Hijo, queridos hijos, porque así ayudarán a que se convierta la humanidad. Mientras la Luz del Reino de Dios desciende en esta noche sobre el mundo, Mi Corazón proclama la grandeza del Reino Celestial.
Ángeles y Arcángeles se congregan para una misión importante, las Huestes de Emmanuel descienden a la Tierra para poder liberar al purgatorio terrenal y a todos aquellos que se han condenado, a lo largo de los tiempos, al sufrimiento y a la perdición, a la ausencia del alma y del amor, a la falta de fe en Dios.
Por eso, la Santísima y Poderosa Madre, Quien se anuncia en esta noche a ustedes, les trae la gran Estrella de la Fraternidad, aquella que iluminó perpetuamente el universo y la Tierra durante tres días seguidos en las esferas celestiales de Belén.
Por eso, reciban este símbolo de confraternidad para que pueda sembrarse en sus corazones y definitivamente se conviertan en grandes soles sobre la Tierra. Necesito, en esta noche, de guerreros para estos tiempos definitivos. No pierdan tiempo en conflictos, en desarmonías, en discusiones; abran sus corazones a la redención.
La Llama Perpetua de Dios desea ingresar profundamente en sus vidas; por eso, Mi Corazón se aproxima a sus corazones para que puedan sentir el mismo palpitar de Mi Luz Maternal, aquella que viene a socorrerlos, auxiliarlos y ampararlos en este tiempo final.
Caminen juntos, queridos hijos, y realicen la proclamación del Amor.
Anuncien al mundo que Yo he llegado aquí, como también he llegado a Medjugorje.
En estas fechas tan especiales, queridos hijos, hay una gran confrontación entre la Luz y el mal. El juego se está jugando en el tablero: ¿quién se definirá?, ¿quién seguirá Mis pasos?, ¿quién verá la Luz del más allá para poder recibir a Dios en el corazón?
Mi Hijo espera ardientemente a los nuevos apóstoles para poder sellar en sus esencias la energía de la cristificación, aquella que los transformará profundamente de un día para otro, de la noche a la mañana; para que puedan despertar a lo nuevo y a lo verdadero, a aquel diseño tan perfecto que existe en los Reinos de Dios, que muchos desconocen porque se han desconectado de la verdadera realidad.
Por eso, en esta noche, Yo vengo a su encuentro, recibiendo en Mi Corazón Maternal sus súplicas y sus intenciones.
Queridos hijos, verdaderamente es hora de despertar. El Señor quiere reunir a todos Sus rebaños, porque el enemigo se ha encargado de separarlos a través de las diferencias y de las ideas que cada uno de Mis hijos tiene sobre la Verdad.
Por eso, Yo los invito, queridos hijos, especialmente a todas las benditas familias que hoy están coligadas Conmigo en lo profundo del corazón y del espíritu, a que realicemos una verdadera consagración, para que Dios pueda recibir en Su Reino ese gran ofertorio que todos pueden realizar en este tiempo tan definitivo.
Hoy, Mi Corazón Inmaculado resplandece. La gran Estrella de Belén reverbera en el sutil universo, enviando sus códigos de Luz a todos aquellos que los quieran recibir.
Queridos hijos, el universo y la Tierra en esta noche comulgan a través del Nacimiento de Mi Hijo y de la venida de Mi Inmaculado Corazón a sus vidas.
Mi Hijo espera que verdaderamente puedan dar los pasos. Pero cada uno de ustedes sabrá ante Dios lo que Me puede dar; con Gracia y alegría, recibo todas sus ofertas.
Hoy, les traigo un fiel ejemplo de Mi tarea mariana espiritual, aquella que Yo he hecho a lo largo de estos años, caminando al lado de Mis hijos, de los peregrinos que buscan la Luz del Padre en este tiempo de tinieblas. Pero no teman, hijos amados, la Luz prevalecerá siempre y cuando crean en ella; ella tiene un poder invencible porque es una emanación de la Fuente de Dios.
Colíguense todos los días con lo Alto a través de la oración, del servicio y de la caridad. Dios espera de ustedes los mejores resultados en este camino de peregrinos que, definitivamente, después de esta vida los llevará al Paraíso.
Ustedes tienen que trabajar, en este tiempo, hijos amados, por el próximo mundo que los espera. No hay nada más que hacer sobre esta Tierra, solo rezar y rezar con el corazón.
Abran las puertas para recibir a Mi Hijo, Él espera nacer verdaderamente en ustedes, para que puedan salir de sí mismos y ahora, en este tiempo, pueda reinar la redención, camino infinito hacia la paz.
Por eso, en esta noche, hijos amados, reúno a un grupo de Mis hijos que han respondido a Mi llamado a través del sacrificio y de la donación, pero espero que muchos más lleguen a este encuentro con Mi Inmaculado Corazón.
No estoy definiendo méritos en la Tierra, sino profundas Gracias para sus corazones; un estado especial y espiritual que Dios les está concediendo a través de este día de consagración.
Por eso, los invito a que se animen a consagrarse, cada uno sabrá cómo se podrá consagrar, vivan esta comunión perfecta con Dios porque Él siempre los esperará.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está pidiéndonos que cantemos el cántico de consagración, aquel cántico que nació en la Comunidad de Figueira, y pide la aproximación de todos los Hijos de María para bendecirlos y consagrarlos.
Queridísimos hijos Míos, ante la Estrella grandiosa de Belén enviada por Dios al mundo para iluminar a toda la raza, al futuro de todas las generaciones, y ante el compromiso que Mi Corazón Inmaculado realizó en Dios y por Dios, vengo en esta noche a bendecirlos y a consagrarlos al Reino de Mi Paz.
Por eso, Yo les pedí desde el principio que se vistieran de color celeste para que llevaran sobre sus cuerpos la protección de Mi Manto, aquel que Me cubrió durante el Vía Crucis, que peregrinó junto con Mi Hijo, proclamando en aquellos tiempos la Palabra de Dios.
A través de este simple símbolo, derramo los Códigos que Yo he alcanzado a través de Mi vida en esta amada Tierra. Como Madre de todos, a través de este ejercicio de consagración, consagro a toda la humanidad; especialmente a aquellos que no escuchan a Dios y que viven lejos de Dios, apartados de la Luz de Mi Hijo y del Amor verdadero de Mi Corazón.
Espero haber podido construir, en estos años, sus sagradas moradas.
Mi pureza está con ustedes, Mi simplicidad los acompaña y Mi sacrificio de estar en este mundo también los acompaña en esta eterna peregrinación para despertar a los corazones heridos y curar a las almas que están agonizando en todo este mundo.
Queridos hijos, colocando Mis manos sobre ustedes, Yo los bendigo y los perdono. Les entrego Mi Divina Misericordia, aquella que Mi Hijo derramó cuando brotó Sangre y Agua de Su Costado; y que este precioso Presente espiritual, esta Fuente inagotable de redención y de paz pueda permanecer en sus corazones y en sus esencias.
Recuerden, queridos hijos, que después de tantas pruebas que han vivido, de las renuncias y de los esfuerzos, vendrán tiempos mejores para todos. Dios nunca abandona a los que confían plenamente en Su Plan de Amor. Él quiere transformar sus vidas y despertar nuevamente el compromiso que han hecho Conmigo una vez en Nazaret.
Como Madre, los reúno nuevamente y les agradezco a todos ustedes por su dedicación a Mi Plan. Porque por detrás de todo este misterio inmaterial e invisible, existe Mi caminar; los pasos de Luz que Yo doy por ustedes en el silencio de Mi Corazón, acompañándolos a su lado para que no caigan en esos abismos que el mundo creó, sino que puedan construir nuevos puentes sobre esos abismos para que muchas almas, que se han perdido por falta de la fe y de amor, puedan resucitar espiritualmente.
Abran sus corazones y sientan la Luz de Mi Corazón, la caricia de Mis manos sobre sus rostros y la bendición que Yo les entrego a través de Mi abrazo de Madre. Que Mi Inmaculado Corazón sea la Estrella Guía para sus vidas y la de sus hermanos.
Les agradezco, pequeñísimos y queridos Míos, por haber respondido siempre a Mi llamado. Recuerden: verán los frutos en el Paraíso.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Madre está solicitando que nuevamente suenen las campanas y cantemos “Regina de la Pace” para unirnos a Medjugorje y recibir a Cristo en nuestro corazón.
Hasta mañana, queridos hijos.
Vivan una noche de paz, eso es lo más importante para sus vidas.
Gracias, queridas familias que Me escuchan y que se unen a Mí, por haber manifestado el Pesebre, respondiendo al Llamado de Mi hijo. Este es el símbolo fiel de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos, con gran alegría, les traigo la cura a todas las almas. Mi Inmaculado Corazón les promete acompañarlas en este camino de purificación. Dios les ha concedido la Gracia de consagrar esta Casa para su consuelo, porque ahora ya es el tiempo de vivir la purificación, la Gracia y el perdón.
Con alegría, en esta noche, los reúno dentro de Mi Corazón Inmaculado. Que esta lluvia resuene en sus corazones como una sagrada bendición, una limpieza profunda de sus almas y corazones para que, en el próximo año, nacidos en Cristo, puedan iniciar un camino de apostolado y de oración.
Hoy, Mi Inmaculado Corazón reúne a todos los poderes del Cielo y, ante las Presencias de Rafael y de Miguel, los Santos Padres Creadores, derrama Sus Rayos sobre ustedes.
Para concederles esta Gracia tan espiritual y especial, Yo he tenido que orar mucho por ustedes, como ustedes tuvieron que orar Conmigo por mucho tiempo.
Quisiera consagrar cada una de las áreas a Mi Inmaculado Corazón. Por eso, en el próximo año, de forma especial, iremos preparando juntos el jardín en Mi Corazón, para que los sublimes Reinos del Cielo puedan expresarse sobre la Tierra a través de las flores y de los jardines, que representan al espíritu de sus almas, el verdadero origen al cual ustedes pertenecen, que está en el Reino del Señor.
Cuando Yo visite cada una de las áreas, entenderán, después de mucho tiempo, cuál es Mi verdadera intención para ustedes y para cada uno de los espacios que Yo iré preparando para el fin de los tiempos, porque cada área tendrá una tarea especial, al igual que los Centros Marianos.
Pero hoy, Mi Mensaje se centra, queridos hijos, en la importancia de la cura de sus corazones; porque a partir de ahí, queridos hijos, un nuevo ser puede despertar y animarse a vivir el Llamado de Dios.
Por eso, Yo Me manifiesto, en esta noche, como la Sagrada Señora de Figueira. En Mis Manos, Yo traigo los frutos para entregarles, que ustedes ya conocen hace mucho tiempo, frutos que deben alimentarlos para poder vivir el Llamado de Dios: el fruto de la Caridad, el fruto del Amor, el fruto de la Unidad y principalmente el fruto de la Fraternidad.
Si ustedes viven todos estos frutos y, a través de sus oraciones, recogen estos dones de Mi Gran Árbol, podrán curar sus almas e iniciar un nuevo camino de forma verdadera y simple, como Yo siempre he intentado enseñarles desde el principio de Mi visita a este lugar.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
La mayor cura que les traigo a sus vidas es la cura de sus espíritus, la cura de sus corazones, que se manifiesta a través del Rayo de la Redención que le traigo al mundo desde los Cielos.
Hijos Míos, en esta hora, abran sus corazones para borrar aquellos registros de errores cometidos en el pasado, mucho más allá de esta vida; porque quiero construir, en este lugar, un templo de cura que vaya más allá del plano físico, que curará a la materia como consecuencia de la cura del espíritu. Y para eso, contaré con el auxilio de cada uno de Mis hijos, aquellos que trabajarán a través de la oración, de la donación de sí, del servicio abnegado; aquellos que trabajarán incansablemente, de día y de noche, para acompañar a sus hermanos. Así, hijos Míos, construiré aquí una escuela para la formación de sus almas, para el despertar del amor, de la fraternidad y de la caridad, como ya les he dicho.
Es de esta forma, Mis queridos, que como Señora de la Figueira consagro este lugar y a cada una de sus vidas para que se donen a Dios y aprendan, en este final de los tiempos, a convertir sus vidas permanentemente. Porque hoy les digo que la conversión de las almas debe ser diaria, permanente y constante, porque siempre brotará de lo profundo de sus seres algo que debe ser convertido.
Por eso, busquen aquí Mi Presencia y Mi auxilio siempre que se sientan enfermos de corazón, de cuerpo y de espíritu, y después que Me llamen, vendré a su encuentro en Espíritu, acompañada de Ángeles y Arcángeles, como lo hago ahora para irradiar sus almas y, a través de ustedes, a toda la humanidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Como el Arcángel Gabriel anunció el Nacimiento del Mesías, en este tiempo Yo anuncio el Retorno de Mi Hijo. Por eso, de forma extraordinaria, hoy estoy con ustedes para recordarles la Buena Nueva, el Llamado del Señor, la Venida del Santo Espíritu de Cristo, en auxilio de los que han caído y de los que se condenaron perpetuamente al fuego del infierno.
Vengo a liberar las esencias que han caído, esa es la promesa que Yo le hice a Dios. Por eso, necesito de todos Mis hijos para cumplir la gran promesa que hice ante el Trono del Padre: la salvación y el rescate de la humanidad.
En cada momento de oración y de comunión con Mi Hijo, sepan, queridos hijos, que Yo Me encuentro allí, en el silencio del corazón, acompañando a ese gran cenáculo de los nuevos apóstoles que se unen al Corazón de Cristo y que, en absoluta confianza, responden al Llamado de Dios.
En esta noche tan Misericordiosa, que esta sagrada lluvia los lave profundamente y salgan de aquí totalmente renovados a través de la Gracia de Mi Espíritu Maternal y del Amor profundo que Yo tengo por todos ustedes.
Quiero decirles que, hoy, Yo estoy aquí porque ustedes se comprometieron Conmigo a ayudarme en el fin de estos tiempos, a vivir la transición de este Apocalipsis, a ser sellados por Mi Inmaculado Corazón y por la Llama poderosa de Cristo, elemento sagrado que los preparará en espíritu para iniciar nuevas tareas que Yo le propongo a cada uno de Mis hijos.
Por eso, cada uno de ustedes, hijos Míos, ofértense a Dios, Él está escuchando en esta noche su llamado.
Eleven sus imágenes hacia lo alto y abran sus corazones para recibir, en este momento, Mi bendición maternal.
No se imaginan, queridos hijos, la alegría que siente Mi Corazón por ser Madre de la Figueira.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Consagro estas imágenes para que sean el fiel ejemplo de la presencia de Mi Energía Virginal.
Que, los Rayos de Cura, que provienen del Santo Árcangel Rafael, desciendan sobre sus esencias para que se curen profundamente y encuentren, en el nuevo camino, la paz del corazón, la alegría para sus almas, la reconciliación con Dios y la victoria de la redención en toda la humanidad.
En esta noche de alegría, vivan la víspera del Nacimiento de Cristo con profundo amor y reverencia.
Mi Hijo está naciendo una vez más en el mundo, pero esta vez Él quiere nacer en el pesebre de su corazón. Así se prepararán, amados Míos, para recibir al Redentor por segunda vez.
Que la bendición del Cielo, la Misericordia y la Gracia de Dios permanezcan en sus corazones y en todas sus familias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Escucharé, en esta noche, el cántico a la Señora de Figueira. Que canten los ángeles y que los corazones se alegren. El Redentor está llegando para establecer la Victoria del Padre y los Mil Años de Paz en los cuatro puntos de la Tierra.
¡Les agradezco!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
No Me he ido, queridos hijos, una Buena Madre siempre escucha a Sus hijos, sobre todo cuando cantan de corazón y de alma al Reino de Dios.
Canción: "Nuestra Señora de la Figueira".
El Cielo les agradece por esa sincera respuesta, porque en las cosas más simples se encuentra lo verdadero y lo puro, cuando en verdad el corazón se dona en los Brazos del Creador.
Quiero dejar una semilla de Luz en este lugar, en el corazón de los servidores que se dispondrán a servir a los que más sufren y a los que necesitarán de consuelo.
Queridos hijos, mientras sus corazones se movilizan, Yo podré hablarles para consagrarlos a Dios en esta nueva tarea que compartirán muy de cerca con San Pío. Él será su fiel Instructor, quien guiará sus pasos en el camino de la cura de las almas y de la alegría de los corazones.
La esencia principal de toda esta tarea es la alegría para los que sufren. Este es el mayor remedio para los corazones que necesitan paz y liberación.
Coloquen sus manos hacia lo alto para realizar una oferta a Mi Corazón Inmaculado. Cada uno sabe lo que puede darme, para Dios todo tiene un gran valor. El gran misterio del Amor se encuentra en la entrega absoluta al Padre. Hagan su oferta, Yo la recibiré en Mi Corazón Materno.
Y, para despedirnos de esta unión, entre el Cielo y la Tierra, cantemos.
Lleven ahora sus manos hacia el corazón, y crean que en Dios todo es posible.
Los bendigo y los amo.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Canción: “Ave Luminosa”.
Bienaventurados sean los que pacifican a las almas en Mi Nombre por medio de la Divina Misericordia, porque en esa hora acontece el gran milagro de amor. Por eso vayan Conmigo al encuentro del peregrino y del solitario, porque en ese momento Mi Luz llegará en auxilio del que más necesita de Mi Espíritu de Luz.
Les pido, Mis apóstoles, que en esa recorrida sean el testimonio vivo de la conversión y de la redención. Si así fuera, el camino para recorrer estaría abierto y los que necesiten de Mí recibirán el amor de sus palabras.
En estos tiempos se reagruparán los rebaños para ser conducidos hacia el establo del único y verdadero Pastor, pero ahora deberá irse en busca de las ovejas que quedaron olvidadas o que están heridas por las viejas incomprensiones de la vida. Es hora de unir y no de separar.
Es hora de que quienes dicen estar Conmigo recuperen a la oveja más lastimada o más apartada de Mi Camino; porque Mi Misericordia Divina es para todos, sin preferencias y sin predilecciones.
Mi Amor Puro vence el error. Mi Amor Puro abre nuevas puertas y nuevas oportunidades para quienes en confianza se entregan a Mí todos los días.
Llegó la hora de reunir a los que están perdidos como almas y a los que deberán, antes del nuevo ciclo, estar en Mi Sagrado Corazón Redentor.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por estar en Mi Eterno Corazón.
Cristo Jesús
1.ª Maratón de la Divina Misericordia – primer día
Fray Elías recibe el Mensaje diario escrito.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bien, vamos a compartir con todos lo que nos comunicó Cristo Jesús.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Cristo expresó su gratitud principalmente a las Américas, por la tarea de oración se está realizando hoy. Y, como un presente, como una Gracia, nos trajo y nos ofertó Su Sagrado Corazón.
En un momento, en la primera parte de la Aparición, Él sacó Su Corazón de Su Pecho. Él seguía vivo y tenía Su Corazón en la palma de Su Mano derecha, latía fuertemente y de varios colores; pulsando con un ritmo muy definido.
Luego, Él nos dijo: “Queridos compañeros, esto es todo lo que Yo tengo para entregarles; por eso, hoy se los oferto, como consecuencia de su respuesta”.
También nos hizo una observación: “Yo quiero que mañana la Maratón se intensifique, que haya un poco más de esfuerzo y que Me canten con un poco más de alegría”.
Entonces, le preguntamos: ¿Está bien cada 150 cuentas? “Sí, está bien, para continuar”.
Él nos expresó que aconteció una tarea, principalmente con las Américas, a través del efecto de la oración de la Coronilla; y nos envió este mensaje para todos.
Luego, Fray Elías lee el Mensaje diario recibido:
Queridos compañeros:
Hoy Mis Brazos de Amor y de Paz están abiertos para acogerlos eternamente en el Reino de Dios.
Les agradezco desde ahora el esfuerzo espiritual por cumplir con Mi grandioso pedido de redención y de paz.
La Divina Misericordia, Fuente Inagotable de Vida y de Piedad, ha descendido victoriosa sobre el corazón de las naciones de América y esto es así, porque ustedes han hecho hoy cosas más grandes de las que Yo he hecho.
La verdadera salvación, en estos tiempos, se concentrará en la vida de oración permanente. Por eso, hoy no solo Me están sirviendo por amor, sino que ustedes mismos están confirmando que es posible, todos los días, entregarme un poco más. Como es en el Cielo así es en la Tierra.
Queridos hermanos Míos, Mi Corazón hoy se ennoblece por la colaboración que Me han dado. Por eso les entrego en este día Mi Precioso Sacratísimo Corazón para verter sobre ustedes Mi Amor Universal y para que este Amor Misericordioso los renueve.
Cuando las almas oran directamente a Mi Corazón Divino, los Cielos de inmediato responden con Gracias de amor y de perdón.
Aquel que, en humildad, coma de Mi Cuerpo santo tendrá el perdón de sus pecados, aquellos cometidos contra el Glorioso Corazón de Dios. Y aquel que comulga Conmigo, con devoción, tendrá Vida Eterna después de esta vida, y por más que después de haber comulgado de Mi Cuerpo Me falten de nuevo, les pido que recuerden este momento que han compartido Conmigo, tesoro inolvidable para su conversión.
Hoy, el Universo estuvo muy atento a sus oraciones y mañana también lo estará, porque mañana llegarán a orar Conmigo renovados en espíritu y en alma.
Nunca se cansen de aspirar a estar Conmigo.
En estos tiempos les doy Mi Gracia y Mi Fuerza Espiritual para que crucen el puente hacia la liberación de ustedes mismos.
Les agradezco por su fraterna respuesta; que todo se guarde en sus memorias para siempre.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por ingresar hoy en Mi Sagrado Corazón.
La Paz esté con todos,
Cristo Jesús de Nazaret
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Y, al final, Él nos dijo que mañana a las 15 horas, durante el trabajo de la Maratón, también vendrá aquí para estar con todos nosotros, y nos prometió que estará más cerca de cada uno.
Por eso, nos invitó a redoblar nuestro esfuerzo. Y así, entendimos que eso no significaba orar más, sino cómo cada uno internamente oraba, que era lo que Él estaba observando: nuestra actitud.
Madre María Shimani de Montserrat:
Ahora, vamos a agradecer a los hermanos que nos están acompañando por Internet, lo que demuestra que podemos estar unidos espiritualmente, aunque no estemos juntos físicamente.
Y para cerrar, vamos a cantar el Himno a la Divina Misericordia.
En la hora de mayores pruebas es cuando Mi Presencia en sus corazones confirmará la adhesión a Mis Leyes Mayores de Misericordia.
En el sacrificio se encuentra la liberación del propio ser y esto permite que otros principios universales y celestiales guíen el espíritu de cada ser. En el camino del sacrificio se construye la verdadera consciencia de la caridad, y de ella nace la verdad, la que siempre será impregnada por la Luz Mayor.
En esos momentos de mayor esfuerzo y sacrificio es cuando el Señor les envía Su Gracia para curar sus corazones. Aquellos que se decidan a caminar por esta senda y por amor a la humanidad tendrán la fuerza suficiente para realizar las obras que el Gran Espíritu de Dios les encomendará.
Por el sacrificio, la situación planetaria podrá equilibrarse y más almas encontrarán el alivio que tanto buscan. En el sacrificio, se halla la verdadera paz y conversión.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías:
Cuando la Virgen María apareció para transmitirnos el Mensaje para la Aparición, en la madrugada del 25 de julio, nuestra Madre se manifestó como siempre, pero esta vez trajo Consigo el símbolo de aparecer al lado de un gran árbol, con una gran copa verde. Era un árbol robusto, fuerte y lleno de frutos maduros. En ese momento, Ella nos dijo que era la Madre del Árbol de la Vida.
Queridos hijos:
Yo soy la fértil Semilla que se siembra en los corazones que se abren para escucharme. Cuando la Semilla de Mi Corazón se siembra, nace la nueva flor que da aromas sutiles a Dios; y el fruto crece y madura lentamente, dando así nuevas semillas de amor y de redención.
Yo soy el gran Árbol de la Vida. Yo soy la Madre que gesta a la Nueva Humanidad, porque a través de Mi Corazón ustedes llegarán a Dios y en consecuencia encontrarán en sus caminos la Presencia de Mi Hijo.
Algunas de las semillas que derramó Mi Árbol de la Vida eran para que nacieran otros nuevos frutos, pero estas se secaron. Por eso, Mis raíces se nutren y se alimentan de los frutos que nacieron, para fortalecer la gran copa que dará después nuevos frutos.
Si el Árbol de la Sabiduría no hubiera nacido, no podría haber nacido el Árbol de la Vida. Yo fui antes Semilla sagrada para después poder ser Flor y luego ser Fruto fecundado en el Corazón amoroso de Dios.
Dios después Me envío por el universo para sembrar las nuevas semillas de luz y, en esta trayectoria, Me envió en una gran misión a la Tierra, para que fuera sembrada en Mi interior la Segunda Persona de Dios, el Hijo Primogénito que era y es el gran Fruto de su salvación, porque es a través de Él que se encuentra la salida en este tiempo, solo en Él se encuentra la salida y la dirección para poder cumplir en vida con la Voluntad de Dios.
Ustedes, Mis queridos, son estos nuevos frutos que ya están por madurar en Mi Árbol de la Vida, porque los frutos nunca pueden estar separados de Su Árbol y el Árbol nunca podrá estar en esplendor si le faltan sus frutos.
Hoy los invito a descubrir los frutos de su conversión y de su redención. Aún el tiempo de que surjan las nuevas semillas está esperando despertar y esto será posible si sus frutos están bien maduros, para que den buenas semillas.
En todo este ciclo planetario, el poder de Mi Gracia y de Mi Misericordia está pasando ante sus vidas, para que antes de todo lo puedan percibir.
Dios espera que Sus hijos puedan ser árboles fuertes y maduros, que puedan dar frutos para que los más humildes se puedan servir de este sagrado alimento y así sus almas estén unidas a Mí por medio de la gran semilla del servicio y de la oración. Si esto no existiera, las semillas se secarían pronto.
Por eso, Mis queridos, en este Mensaje quiero hacerles comprender que ustedes están unidos al gran Árbol de la Vida, el Árbol de Dios que guarda la memoria de sus orígenes, un espacio interior al cual deberán retornar después de todo.
Es el gran Árbol de Mi Consciencia, el que se donó al Padre para dar semillas de luz y sembrarlas en los corazones que se unen en eterna oración. Ahora, el nuevo árbol de los frutos maduros deberá surgir en la próxima humanidad.
Ahora, ustedes son sagradas semillas en las Manos de Dios que, con tanto amor, espera sembrarlas en el nuevo mundo. Por eso, queridos hijos, comprendan que cada acto de amor, servicio y oración es un nuevo fruto para su redención y para la redención de la humanidad.
Sus pasos deberán dirigirse a Dios a través del corazón puro, la pureza hará madurar los frutos correctamente y así en sus seres reposará el Espíritu y la Sabiduría de Dios.
Gracias a todos los hijos que con amor, durante esta madrugada, han vigilado Conmigo en oración por el cumplimiento de Mis Planes de paz y de redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado, en fe y devoción!
María, Madre y Reina de la Paz
Mi Corazón reposa alegremente en las esencias que, a pesar de todo, perseveran en Mi Llamado Redentor. Por eso hoy, en estos tiempos, Mi Sagrado Corazón derramará innumerables Gracias de Piedad y de Misericordia sobre aquellos que se disponen a transformar la vida por medio del camino de la conversión.
Esa luz que brota sin cesar como un manantial que proviene desde el centro eterno de Mi Corazón, es la Luz de la Divina Misericordia.
Aquellos que a las tres de la tarde se unen sin demora y sin tiempo a Mi Manantial de Gracias, también recibirán Mis Méritos alcanzados en la Cruz. Esos mismos Méritos sagrados fortalecerán a las almas, para que con valentía enfrenten la liberación de la vida y alcancen el perdón de todo lo que han pasado.
Si las almas oran con fervor, los prodigios que Yo derramaré serán fuertes y poderosos y así su transformación se volverá victoriosa porque, en sinceridad y paz, habrán alcanzado el Reino de Dios.
Por eso es importante poseer un espíritu de amor decisivo y constante, que les permita disipar las lagunas de incomprensiones que se producen, a veces, en la consciencia.
Mediante la oración misericordiosa de las tres de la tarde, muchas puertas inciertas que se abrieron al desvío de la vida superflua pueden cerrarse, para que las almas vivan a través de Dios y de Su Eterno Amor.
La oración diaria a la Divina Misericordia construye puentes sólidos entre las almas y Dios, puentes de luz y de misericordia, puentes de amor y caridad que nunca podrán ser derribados por el enemigo. A pesar de las pruebas rudas y difíciles que en estos tiempos todos los corazones enfrentan, esos puentes son inquebrantables, porque están sustentados por Mi Amor Misericordioso, una esencia sublime que se guarda en el templo de sus pequeños espíritus.
Les pido que en estos tiempos fortalezcan, a través de la oración misericordiosa, estos puentes que los conducirán hacia la redención definitiva de sus vidas.
Bajo la Luz Imperecedera del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por construir los puentes de luz hacia Mi Corazón.
Cristo Jesús, el Gran Puente Salvador
Queridos hijos Míos:
¡Alabado sea Jesús Cristo en sus preciosas vidas!
En esta noche de San Juan, Yo los invito a imitar el ejemplo amoroso del fiel discípulo de Jesús. Como Madre de la Divina Misericordia, hoy les pido que consagren sus seres a la Luz perpetua y eterna de Mi Inmaculado Corazón. Como Madre, los llamo para que, en esta noche consagrada a San Juan, sus vidas sean consagradas a la Madre del Divino Universo Celestial.
Queridos hijos amados, con alegría Mi Corazón materno llega a esta parte de Uruguay para confirmar Mi compañía y Mi Presencia en el especial despertar que el Centro Mariano de Aurora tendrá durante el mes de agosto de 2013.
Como Reina de la Paz, Yo los invito mañana a ingresar una vez más a Mi Corazón Inmaculado, día 25 de junio, para que así me acompañen especialmente en este nuevo aniversario de los 32 años de las Apariciones en Medjugorje.
Hijos Míos, durante este ciclo de junio, podrán entender que María, Reina de la Paz, vuelve al mundo con la esperanza de la pronta conversión y del despertar de la humanidad. Por eso, en este día de Vigilia, solicito a los Centros Marianos y a todos los peregrinos que Me acompañan, a que se unan en profunda oración por las especiales intenciones de la Virgen María.
Sus corazones al cabo de los próximos seis meses orarán constantemente:
• Para que la Paz se establezca entre las naciones y en el mundo.
• Para que las futuras madres amen la preciosa venida de los hijos de Dios mediante el nacimiento.
• Para que el conflicto nuclear termine y los únicos planes de los hombres sean la paz y el bien para el mundo entero.
• Para que la cura planetaria que emana del Sagrado Corazón de Jesús pueda derramarse sobre los pecadores más empedernidos.
• Para que los niños, jóvenes y adultos del mundo entero puedan despertar al llamado de la conversión y al cambio verdadero de las actitudes de la vida. Esto será posible cuando los padres responsables por el caminar espiritual de todos sus hijos vivan y propaguen la vida de oración entre las familias y entre todos los seres.
También hoy les pido que oren:
• Por las almas que sufren y padecen el martirio del hambre y de la falta de agua.
• Para que la infinita y piadosa Misericordia pueda tocar a los corazones endurecidos y que bajo el Amor de Dios, puedan ayudar a los más necesitados.
Y por último, les pido que durante estos próximos seis meses oren:
• Para que puedan despertar un mayor número de almas a las vocaciones del camino cristiano.
• Para que los pastores sean guiados por los pasos de Mi Hijo.
• Para que la verdadera Iglesia de Cristo transmita, mediante ejemplos, la vida del espíritu, de la reconciliación y de la unidad a todas las almas.
Por eso, hijos Míos, Mi Corazón materno, por Voluntad de Dios, apareció y aparece hace ya 32 años en Medjugorje y desde hace 6 años en Aurora, en América del Sur, con el fin espiritual de que todos los corazones que se han separado de Mi Hijo, y en consecuencia de Dios, puedan retornar a Mis brazos, para que Mi Luz los encamine hacia la paz del corazón y hacia la conversión.
Amados niños, así podrán aprender a contemplar cómo es necesario orar por las especiales intenciones de Mi Hijo Jesús y del Inmaculado Corazón de María, para que la Gracia esté presente en el mundo en estos tiempos de grandes cambios.
¡Les agradezco por responder a Mis pedidos por la paz y la redención del mundo!
Los ama y los bendice,
María, Madre y Reina de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más