MENSAJE PARA LA APARICIÓN MENSUAL EN VENEZUELA, RECIBIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA, SEÑORA DE LA LUZ AL VIDENTE FRAY ELÍAS

Yo Soy la Fuente de la Luz para el mundo, después de Mi Bendito Hijo.

Yo Soy la Estrella incandescente de Belén, que enciende de paz el corazón y de luz y amor a cada alma.

Yo Soy el Escudo Celestial que protege de todos los acechos, a los benditos hijos de Dios.

Yo Soy el Sol del Universo que derrama rayos de conversión y redención.

Yo Soy el Espíritu de la Paz que recorre los continentes para reencender en los corazones el Amor de Dios.

Yo Soy la Sagrada Madre de la Confianza, porque en Mi Corazón Inmaculado tu vida puede reposar y en Mi plenitud santísima hallarás el consuelo que tanto buscas; encontrarás en Mi silencio la cura para tu corazón y la luz que necesitas para disolver tus problemas en paz.

Hoy Me aproximo a tu corazón y a tu vida, para que Me abras la puerta de tu interior y nuevamente, ante el Padre Celestial, confíes tu vida y tu existencia al Sagrado Universo.

Vengo amorosamente a tu encuentro para esta especial Aparición Mensual, porque dos veces Mi Consciencia Maternal descenderá desde los Portales del Cielo, para resolver dificultades mundiales, para elevar al Reino de Cristo a muchas almas que están presas y principalmente, Yo descenderé para transmitir Mi Amor Materno a todos los que Me dijeron sí.

Por eso, Yo Soy la Señora de la Luz, Soy la Mujer revestida por la Luz del Sol Universal, Soy la que anuncia, a través de Sus doce estrellas de oro, un tiempo venidero de paz y de conversión.

Pero antes, como Yo lo he prometido ante Mi Salvador, el Dios Todopoderoso, la Madre y Reina de la Paz recorrerá la mayor cantidad de naciones posibles para despertar a tiempo, a los que duermen en la ilusión y a los que han quedado ciegos de espíritu por las modernidades.

La Luz de Mi Sagrada Espada del Amor cortará las raíces del mal y de la impunidad, el divino poder de Mi Fe iluminará en Luz Suprema el camino de todos los que Me llamen.

Yo Soy la Señora de la Luz Eterna, Soy la Madre de Jesucristo, el Salvador y Redentor. Soy la Estrella que vigilia día y noche los pasos de los autoconvocados. Mi Corazón Poderoso siempre será el alivio para los pecadores. La Gracia de Mi Espíritu será el agua de la Fuente que lavará vuestras manchas.

Les pido, Mis queridos y amados: ¡Ríndanse!, ¡ríndanse!, ¡ríndanse al Amor de Mi Corazón!, no quiero hacerles mal, solo espero que Me acepten como Vuestra Madre; ahora y siempre cumplo con el compromiso eterno de llevarlos al Cielo.

Y a pesar de que la confusión y el caos abracen la vida de muchos, afirmen vuestra fe y no crean en lo que viven; deben creer en la vida del Espíritu Mayor que los acompaña y los protege.

Mis pies pisarán la cabeza de la astuta serpiente y Mi mirada celestial guiará los pasos de los servidores. Un nuevo tiempo brillará en el interior de Mis hijos y el Perdón Supremo será la cura para todos los males.

Cuando llegue el tiempo de Paz, los soldados alzarán las banderas de la Misericordia y en el amor el Todopoderoso escuchará vuestro llamado y rendición.

Estoy entre los más simples y mansos, Mi Santa Luz Universal viene al auxilio de todos.

Confíen en lo que les digo, Yo los amo y los contemplo en sagrada devoción.

¡Gracias Venezuela por abrirme la puerta para la liberación!

¡Paz y Misericordia para todos!

María, Señora de la Luz

MENSAJE PARA LA APARICIÓN EN LA CIUDAD DE CARACAS, VENEZUELA, TRANSMITIDO POR LA SANTÍSIMA REINA DE LA PAZ A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

Llego al mundo en este tiempo, para que aquellos que claman por Misericordia puedan recibir de la Fuente Divina este manantial de Vida.

Hoy les digo que siempre habrá, en la oscuridad, una posibilidad de encontrar la Luz, porque sus pequeños corazones encierran en sí mismos un precioso tesoro, que es el Amor que les trae la posibilidad de abrir las puertas de los Cielos y de llegar hasta los Pies del Creador.

Mis pequeños, hoy Yo soy la mediadora entre vuestros corazones y Dios; mas deberá llegar el momento en que todos ustedes sean mediadores entre los universos y Dios.  Vengo hoy a enseñarles, paso a paso, a abrir sus corazones y a mostrarles el camino para el despertar, pero deberá llegar la hora en que sus seres maduren y no necesiten más mediadores para encontrar a Dios, y sí que sean los mediadores e intercesores, que delante de Dios rogarán por todos aquellos que no supieron encontrarlo.

Esta misión va más allá de esta vida. Yo los preparo para algo mayor que la vida en este mundo. Los preparo para ser mediadores e intercesores en el universo, para cuando encuentren a todos aquellos que se perdieron del camino del Padre y padecen en la oscuridad.

Hijos Míos, vengo a pedido del Señor, a preparar el camino de Mi Hijo; Él, que les enseñará definitivamente a seguir Sus pasos; Él, que les abrirá los ojos y el corazón para la eternidad y que se tornará semejante a Él, aquel que le diga sí, sin temor y sin condiciones.

Hoy les digo que, por este motivo, viven pruebas tan duras,en este final de los tiempos  para que delante de tan grandes dificultades puedan rendirse a Dios y clamar tan fuertemente por Su Presencia, despertando así el potencial de Amor que está dormido en vuestros corazones.

No teman a los tiempos que llegarán, solo ábranse para vivirlos y con plenitud sientan el clamor que nace en vuestros corazones y abre una a una las puertas del Cielo.

Sientan, clamen, pidan, rueguen por la Misericordia Divina, ríndanse a Dios que todo lo sabe y los conoce como ninguno de ustedes se conoce a sí mismo y aún así ama cada detalle de vuestros  seres.

Mis amados, confíen en los Planes de Dios y permitan que Él despierte en esta raza, que es perfecta, el potencial escondido en el interior de cada ser. Digan sí a Dios cada día y a través del ejemplo de donación y entrega, den al mundo el testimonio de su fe y muestren a los que están perdidos,  el camino por el cual deben seguir.

Yo los acompaño y los acompañaré siempre y aunque Mis labios un día estén en silencio, Mi corazón jamás cesará de pronunciar plegarias fervorosas a Dios, para que hasta el último de Mis hijos alcance la Redención y cumpla con el Propósito perfecto del Creador.

Yo los amo y los amaré siempre.

Su amada Madre y compañera,

María, Reina de la Paz y de vuestras vidas

MENSAJE PARA LA VIGILIA DE ORACIÓN EN LA CIUDAD DE CARACAS, VENEZUELA, TRANSMITIDO POR LA REINA DE LA PAZ Y DE LA ESPERANZA, LA VIRGEN MARÍA A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA

Hijos Míos:

En este día, un sol radiante cruzó el mundo, iluminó las vidas y los corazones, retiró las almas de la oscuridad y reposó sobre Venezuela. Este Sol que arde en Fuego Divino y proviene del Espíritu Santo, llega para encender los corazones de los Hijos de Dios, que se apagan por el miedo y por la falta de Fe y Esperanza.

Este Sol, vino a demostrar que, al que pide, siempre le será dado y al que llama con fervor a las puertas del Cielo y clama por el auxilio de Dios, Él siempre le enviará Su ayuda, escuchando con Amor las plegarias de Sus Hijos.

Mis amados: quiero invitarlos a la persistencia en el Espíritu de la Pacificación, porque aquel que busca la Paz y la vive, la irradia a sus hermanos y trae al mundo la posibilidad de que otros descubran el Poder de la Paz y puedan vivirla.

Confirmen día a día la unión Conmigo, pues Mi Corazón vigila día y noche este mundo, siempre atento a un llamado sincero, a una plegaria plena de fe.

Hijos Míos, son tiempos de caos en todo el mundo. Está permitido por Dios que la humanidad aprenda a través de las consecuencias de sus propios actos. Mas hoy les digo, que este aprendizaje no es para todos, porque existe la posibilidad de aprender a través del Amor y de la Paz; solo necesitan caminar hacia esta meta y en sus vidas sembrar acciones que generen frutos dignos para una vida de Paz.

La Paz se alcanza a través de la unión con Dios, porque si están unidos a Él, pueden comprender Sus Planes; si están unidos a Dios, pueden encontrar Su Voluntad en todos los acontecimientos de la vida y en todo, encontrarán la oferta perfecta para realizar al Señor, por todos aquellos que viven en el mundo y sufren aún más, pues sufren en la ignorancia y en la falta de Dios.

Mis amados, para encontrar el camino de Cristo, descubran la semejanza que hay entre sus vidas y la vida del Señor y pidan con fervor, que Él los ayude a descubrir esta unidad entre el calvario de Cristo y el calvario que vive el mundo entero.

Deben, en este tiempo en que el caos está creciendo, aprender a trascender los límites de los acontecimientos de la vida y, como les enseñó Mi Hijo, “estar en el mundo, sin ser del mundo”. Sepan que toda vivencia trae un aprendizaje y todo aprendizaje trae un fortalecimiento y una madurez interior.

Un soldado aprenderá a ser soldado, batalla tras batalla, y un soldado de Cristo, aprenderá a fundirse con Cristo, cuando batalla tras batalla, se venza a sí mismo y a sus enemigos, amándolos.

Mis queridos, son tiempos de descubrir el Amor y encontrarlo en todo, porque todas las dificultades de la vida les traen la oportunidad de Amar. Como Mi Hijo, abracen esta cruz que les está siendo entregada como humanidad y sepan, que también en la época de Cristo muchos cargaron una cruz, mas pocos supieron amarla y encontrar en ella la liberación del mundo.

¿Quien se ofrecerá para renovar el sacrificio de Cristo?

¿Quien encontrara en el dolor, la voluntad de aliviar el dolor del prójimo?

¿Quien sabrá olvidarse de sí mismo para amar verdaderamente a sus enemigos?

¿Quien será el sol del nuevo tiempo, que retirará de la oscuridad a los que no supieron encontrar la Luz?

¿Quién me acompañará hasta el final, proclamará la Paz y vivirá la Esperanza en un mundo que se autodestruye?

¿Quién traerá Mi Reino para la Tierra?

¿Quién se autoconvocará?

Estas son las preguntas que sus corazones deben saber responder en este tiempo. Y a todos los que digan sí, Yo les digo, que siempre estaré con ustedes y siempre los acompañaré.

Solo oren, oren mucho y vivan la Paz en sus corazones.

Este es Mi último llamado: Paz.

Yo los amo y los bendigo siempre.

María, Madre y Reina de la Paz

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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