- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Un grupo de monjes de Aurora nos reunimos para orar el Rosario y esperar la llegada de la Madre Divina. Cuando estábamos en el último misterio del Rosario, vi con claridad el Medio Oriente que estaba siendo trabajado espiritualmente por la oración, y vi a la Santísima Madre por encima de todos esos países derramando una intensa Luz blanca que salía de las palmas de Sus manos, de Su Corazón y de toda Su aura. La Santísima Virgen extendía Sus brazos hacia esa región en actitud de constante ofrenda y, al mismo tiempo, suplicaba por todas esas naciones a través de un profundo silencio, mientras observaba todo lo que allí sucedía.
Cuando la Virgen María apareció donde nos encontrábamos orando, se mostró envuelta en un manto que tenía grabada la bandera de Siria. María abrazaba con amor y fervor ese manto, suplicando al Padre.
Como un gran Espejo de Luz y de Amor, desciendo al mundo para retirarlo de la maldad en la que vive, porque el mundo está ausente del Amor de Dios.
Desciendo en gloria hacia los recintos más oscuros del planeta, para que Mi Espejo de Luz disipe las ideas y formas sobre una guerra estremecedora. Por eso, sus oraciones siempre serán las luces que brillarán y no dejarán que reine el mal en el corazón de los hombres, mal que se ha expandido por el mundo.
La victoria y el triunfo de Mi Inmaculado Corazón se darán a través de todas las almas, que en la hora más aguda de la Tierra, cuando el gran abismo esté totalmente abierto, serán el consuelo en la desesperación, serán la fuerza interior para la transformación, serán el verbo vivo en la esencia de los que busquen la unión con su Madre Celeste.
En esa hora, en la que todo será evidente y nunca más ocultado, la firmeza y la oración realizada con confianza serán el camino para encontrar la salida. Las almas no tendrán hacia dónde correr durante el tiempo de la purificación de la Tierra.
Ya estamos en la primera hora del Juicio, todo el universo sabrá de qué lado estará cada alma de la Tierra. La cosecha ya terminó, la paja y el trigo están extendidos por todo el campo. A los ángeles del Cielo les llegó la hora de presentar la ofrenda de los frutos de los hijos de Dios y el resultado de lo que cada alma sembró para estos últimos tiempos.
Su Madre se encuentra en oración permanente, esperando que las últimas trompetas sean tocadas por los serafines en dirección a la Tierra, momento en el que los vientos soplarán fuerte y la Tierra se purificará.
Sé que muchos de Mis hijos no creen que esto sucederá; lo que fue escrito en los Libros Sagrados se está cumpliendo y esto es la muestra de que son muy pocos los que han dado el paso hacia el Señor. Pero aún hay tiempo para el arrepentimiento y el perdón verdadero, sus vidas ya deberían estar corregidas y alineadas con el principio del Señor del Mundo.
En esta hora tan aguda, la fe deberá ser el pilar inquebrantable, la estructura inamovible, serena y mansa que pueda sustentar a otras consciencias cuando todo suceda.
Dios, en Su profundo silencio y reflexión, no esperaba tanta indiferencia humana y tan poca respuesta de parte de Sus hijos al llamado a un gran cambio.
Los Siervos de Adonai ya decretaron cada una de las Palabras encomendadas por su Dios, pocos escucharon y ya es tarde; aún los corazones duermen en sus castillos de barro y la gran corriente del cosmos se está aproximando con fuerza al planeta y al sistema solar.
Por eso, su Madre desciende como un gran Espejo para que comprendan que es hora de que la mayoría de los autoconvocados reflejen cosas buenas, siguiendo los principios de la Ley y de la Verdad, para poder estar protegidos de los propios engaños.
El Cielo sabe que las almas nada saben sobre el Apocalipsis, porque esta es una experiencia que se desarrolla en los últimos tiempos que todos están viviendo.
Si ustedes se transforman, no se resisten y hacen triunfar Mi Corazón verdadero en cada una de sus vidas, tal vez, hijos amados, muchos no padecerán lo que no sembraron bien.
Sean esos espejos tan necesarios en estos tiempos, espejos que deben estar en ofrenda en las Manos de Dios para que Él refleje Sus principios de Amor y de Unidad, algo que toda la humanidad ha olvidado.
Por eso, sean consecuentes con el llamado y así no se desviarán por causa de sus propios impulsos humanos. El Padre los espera con Sus Brazos abiertos para darles a conocer el poder de Su Amor, Amor que en este tiempo no es buscado.
Espero que, en esta hora de definición y de Juicio para todo el planeta, sus corazones estén elevados hacia el Señor, así Él recibirá de sus seres internos una verdadera respuesta de amor.
Hoy Me encuentro rezando y observando el Juicio espiritual que está viviendo todo el Medio Oriente; así, comprenderán, queridos hijos, que algo está por suceder.
Solo nos resta orar, orar y orar y nunca faltar, así sus corazones estarán protegidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y vigilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Sé que las Apariciones de los Mensajeros Divinos son un misterio para muchos, misterio que en algunos motiva el crecimiento de la fe y en otros el tormento de la duda.
Este mundo, hijos, está lleno de misterios. La propia consciencia humana, en sí, es un gran misterio tanto para el cosmos como para ustedes mismos.
En este planeta, deben aprender a vivir por la fe: fe en lo invisible, en lo intangible, en lo divino, en lo pleno. Solo con la gracia de la fe, el corazón puede estar delante de las diferentes situaciones de la vida con la claridad y la comprensión necesarias.
Les digo esto porque, como grupo y como humanidad, ustedes están delante de dos desafíos que son las dos misiones que están viviendo. Ambas situaciones, que deben ser develadas, tienen raíces muy profundas y desconocidas para todos. Y, para que no estén ante ellas de manera superficial, deben abrir sus corazones a la vivencia de la fe, pues es así, confiando en lo invisible y siguiendo sus corazones en cosas tal vez inexplicables o no tan obvias para sus mentes, que ustedes podrán estar plenos frente a esos dos desafíos.
Las dos situaciones que hoy enfrentan los seres, tanto en Medio Oriente como en Chaco, Argentina, necesitaron llegar al extremo para que la humanidad colocara sus ojos sobre ellas y, aún así, aquellos hermanos padecen mucho con la indiferencia, porque el corazón humano todavía no se abrió para vencer sus propias comodidades e ir al encuentro de las necesidades del prójimo.
Sus hermanos de la consciencia indígena intentaron llevar a cierta parte del planeta, sobre todo a América, a una vida evolutiva diferente de la vida del resto de la humanidad. Ellos encontraron lo Sagrado gracias a la reverencia, porque era justamente la falta de contacto con las creaciones e invenciones materiales de la mente humana lo que les permitía encontrar un camino evolutivo diferente, basado en el amor y en la simplicidad.
Pero en un planeta al que todos vinieron para aprender a amar, la misma tendencia de los espíritus presentes en él sofocó la expresión natural de los guardianes de la pureza, los pueblos originarios. Con la ayuda y el incentivo del enemigo de Dios, ustedes no pudieron comprender las diferencias y, a lo largo de muchos siglos, intentaron imponer una forma de vida mental, material y basada en la competencia y en la lucha por el poder. Por el hecho de que los indígenas no sean así y por haber permanecido en su pureza, ustedes los hicieron sufrir y, hasta hoy, influyen como pueden en las mentes de los pequeñitos, intentando hacerlos desaparecer de la Tierra, sin percibir que, con ellos, desaparecerán el amor, la simplicidad, la pureza y la humildad del corazón.
Es la misma lucha por imponer sus propias costumbres e ideales la que genera, en Medio Oriente, las guerras y los conflictos permanentes. Y Yo les digo que no solo proviene de Medio Oriente el incentivo para esas guerras y que no es solo con la ayuda de las grandes potencias económicas de Occidente que ellas crecen y se desarrollan. Quiero que comprendan que esos males tienen raíces espirituales profundas y un único propósito: destruir los Planes de Dios. Es por eso que contamos más con la fortaleza espiritual de pocos que con los recursos materiales de muchos.
Una de las formas que el enemigo usa para hacerles perder la fe y la esperanza es colocar en las mentes el ansia de encontrar resultados materiales, pero esa búsqueda fue la que llevó a Judas al suicidio, por no comprender que la victoria del Mesías era en la Cruz.
Ustedes, que están más conscientes, deben servir sin buscar resultados; deben trafnsformarse sin recibir méritos; deben esforzarse sin encontrar recompensas ni reconocimientos. Dios tiene Sus Ojos puestos en los que son verdaderos y fieles a Su Plan. Sobre estos Él colocará Su Cruz, que para unos podrá significar muerte y fracaso, pero para los que tienen sus corazones abiertos y sus consciencias despiertas significará el triunfo de Dios en todo el universo.
Sirvan todos los días con la certeza de que la verdadera batalla se vive en el espíritu y que ahí debe ser vencida. Lo que sucede en la materia es un simple reflejo de lo que se multiplica en los Planos Superiores.
Por eso, quiero hacerles comprender los acontecimientos del mundo desde un punto de vista más amplio para que, delante del servicio, ustedes no se apeguen a lo que puedan hacer con las manos, pero sí a lo que se alcanza con el corazón.
Por el descubrimiento del servicio y de la misión espiritual,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Mientras por obra de la Gracia de Dios, la paz se establece en sus corazones, ella es retirada de los corazones inocentes de Mis hijos de Medio Oriente, que pierden la verdadera oportunidad de vivir a Dios.
El Amor de Cristo en cada uno de los cristianos de Medio Oriente nunca desaparecerá, porque por más daño que se haga a la consciencia, el alma de cada hijo Mío de Medio Oriente, ya está confirmada a Cristo.
Queridos hijos, que sus actos de caridad y de amor ayuden a sustentar la fe de todos aquellos corazones de Medio Oriente que son ultrajados diariamente por las manos del enemigo.
El daño podrá ser mayor, pero la victoria de esos corazones sobre el martirio afirma que Cristo siempre reinará y que no deberá correr más sangre inocente, ya que la Justicia de Dios será severa con aquellos que provocan el horror en el mundo.
El camino de la fe debe ser inquebrantable para todos, porque es en esta fe que ustedes, Mis hijos, podrán recibir la Gracia de seguir abriendo las puertas del Cielo y la puerta del corazón, que los conducirán al Amor de Mi Hijo.
Sean testigos de la verdadera fe de aquellos que son mutilados. La fe en Cristo no se podrá borrar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
¡No bajen los brazos y luchen Conmigo por la victoria de Mi Corazón Inmaculado! ¡Por el triunfo del Plan de Dios!
Queridos hijos, a pesar de los embates del adversario, no pierdan la fe. Permito que aprendan para que sepan cómo levantarse solos del suelo.
Determinación y esfuerzo serán sus llaves maestras, amor y misericordia serán su eterno consuelo.
Hoy corto con Mis espadas los vínculos que las almas establecen con el mal para que sus consciencias resuciten en espíritu de verdad y sean prontamente retiradas del camino de las ilusiones del mundo.
No existe nada más verdadero que el propio Dios Vivo que mora en sus corazones. Encuentren la fuerza interior en el Padre Eterno, no permitan que las caídas o los desencuentros generen división entre los corazones y el Propósito.
Colóquense debajo de Mi Luz y no observen a su alrededor, busquen la elevación de la consciencia a través de sus pasos verdaderos.
Hoy los ayudo a desatar los nudos desconocidos de la perdición, nudos que amarran a muchos corazones que no quieren vivir en Dios.
Queridos hijos, no existe mayor belleza que la de toda la Creación de este y de otros universos. No se perturben, no se detengan, el Reino de Dios viene a su encuentro para mostrarles la realidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de caos y de guerra en el mundo, sus corazones puedan vivir en el Espíritu de Mi Paz, así Yo tendré donde depositar Mis divinos dones, aquellos que reorganizarán a toda la Tierra.
Que para estos tiempos difíciles que todos están enfrentando, su esmero de elevarse al Cielo y de quedarse allí sea permanente, para que de esa forma Mi Hijo encuentre refugios internos seguros donde poder obrar y estar presente en esta era de intensa transición.
Queridos hijos, que sus ojos estén mirando a los Míos, para que a través de la mirada celestial de Vuestra Madre sientan la paz y la serenidad para seguir adelante hasta que se cumpla el Proyecto del Creador en esta raza.
Queridos hijos, que en el tiempo de su purificación, la oración junto a la unión interna con Cristo sean la llave maestra, con las que se podrá establecer un nuevo principio de hermandad y de luz para el mundo.
Hijos Míos, al abrir sus ojos para mirarme, reciban de Mi Espíritu, el gozo y la santa plenitud de servir a Dios a pesar de los tiempos cruciales.
Animados a vivir una sagrada transformación, queridos hijos, les dejo el impulso divino para que día a día persistan a través de la fe, y sus almas finalmente alcancen a realizar la tarea que en este tiempo vinieron a cumplir.
Hoy estoy con los más necesitados de apoyo espiritual, estoy con todos Mis hijos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Paz y Luz para todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vive con fe los tiempos de superación de ti mismo mientras aún estás en un ambiente de armonía y de paz. Descubre cómo reacciona tu ser cuando se ve frente a los diferentes obstáculos que se te presentan en este tiempo y aprende a controlar tu consciencia y a encontrar la paz.
Obsérvate y percibe lo que te hace superar los límites y llegar más allá de lo que imaginaste que era posible para ti. Percibe el poder del Amor de Dios en tu interior, que te llama a la superación permanente.
Aunque estés superándote cada día, cuando pienses que estás en tu límite, hazlo en paz y sin perder la meta clara de tu espíritu. No dejes que las dificultades turben tus ojos y cieguen tu corazón; obsérvate con atención y aprende a dar cada paso a su tiempo.
Así como tú, muchos serán llamados a trascender sus limitaciones, pero pocos serán los preparados con anticipación para eso. Por eso, vive cada día con mucha atención, observándote detenidamente y aprendiendo de ti mismo, porque si reconoces tus propios mecanismos, podrás ayudar a otros que tienen las mismas dificultades, pero que no tuvieron la misma posibilidad de estar en un ambiente pacífico a la hora de la propia purificación.
Todo lo que hoy vives, todas las oportunidades que te son dadas, es para que te formes como servidor de Dios y te conviertas en compañero de Cristo, para que tu ejemplo y experiencia sirvan para otros. Por eso, haz todo en favor de los demás y estarás en el camino correcto.
Construye una fortaleza en tu interior con la intención de amparar a otros; así, sin que te des cuenta, habrá un Rey habitando en esa morada, porque la encontrará segura para hacer de ella Su refugio. Ese Rey no será solamente tuyo, sino también de todo el universo; es tu Señor, Cristo Jesús.
Te bendice y te protege,
San José Castísimo
A todos los grupos de oración y a las queridísimas familias de los grupos orantes
Queridos hijos:
En la víspera del nacimiento de Cristo en sus corazones y en el nuevo ciclo que ya comenzó para todos, quisiera pedirles para esta Navidad que llega, que cada uno de los grupos de oración y sus respectivas familias envíe un saludo de paz y de esperanza para la próxima natividad del Señor. A través del ofrecimiento de su saludo de paz, Mi Corazón podrá atraer nuevos principios de amor y de fraternidad para todas las familias del mundo.
Para eso, queridos hijos, los días 24 y 25 de diciembre, ustedes serán partícipes entre muchos hijos Míos de la entrega de ese saludo de paz y de hermandad para que nuevamente se siembre el amor en la consciencia humana.
Deberán enviar sus saludos, los que podrán ser grabados y filmados, a la dirección de Misericordia María TV, quien los ordenará para posteriormente transmitirlos durante los días 24 y 25 de diciembre.
Este trabajo y saludo de paz deberá realizarse de forma simple y amorosa, realmente irradiando la esperanza que muchos necesitan en este tiempo. Este saludo de paz pretenderá llegar a aquellos hijos que en esas fechas estarán solos, enfermos en los hospitales y en los asilos y a aquellos que necesitan mucho del poder de la fe. Así, queridos hijos, los estaré congregando a todos alrededor del sagrado pesebre que traerá la Luz para el mundo en estos tiempos de tribulación.
Queridos hijos, les pido que con esmero, pero con simplicidad preparen ese trabajo, para que él promueva la renovación de la fe y del amor en las almas del mundo.
Hijos Míos, en esta Navidad, Aurora se vestirá muy bella para recibir el Espíritu de Cristo en cada corazón orante y no orante.
Para eso, también son llamados por Vuestra Madre del Cielo todos los peregrinos y los hijos de María consagrados, que estarán en Aurora, para preparar el escenario en donde esa celebración santa y simple se desarrollará. El auditorio será revestido de todas las insignias navideñas para crear el ambiente interno necesario para que todas las familias se sientan acogidas y así en cada consciencia se siembre el Espíritu Sagrado de la Cristiandad.
Son invitados a participar todos Mis hijos, los que amorosamente, en el espíritu de la paz, quieran colaborar en la preparación del escenario navideño en Aurora. Este Centro Mariano trabaja la cura a través de la simplicidad y de la belleza, lo que permite atraer a las almas que necesitan de redención y de perdón.
¡En unión a cada hijo Mío, deseo una buena tarea navideña de paz para todos!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escuela de María, escuela de corazones humildes
El primer paso para encontrar la humildad es no perder la fe. Ella abre caminos para que las almas concreten sus pasos.
La escuela de humildad que Yo les ofrezco es de constante vacío, y para estar vacíos no pueden existir aspiraciones propias, solo el camino de la renuncia.
La renuncia es la llave principal para encontrar la humildad que en muchos corazones está escondida por la existencia de otros intereses.
La humildad no puede ser dominada ni conquistada. El espíritu de la humildad verdadera nace del destierro del propio yo, para que otras Leyes puedan actuar.
El Señor, en Su concepción original, es humilde. Si Él no lo hubiera sido, ¿cómo podría haber creado todos los mundos?
La humildad es el escudo contra la arrogancia y el orgullo, aspectos que nublan el propósito de las almas sin dejar ver la esencia de la misión de cada una.
Quien busca la humildad debe saber que tendrá que ir despojándose de sus creencias, de sus apariencias y de sus aspiraciones.
Cristo vivió la humildad como prueba final cuando, en el Huerto Getsemaní, Él aceptó beber del amargo cáliz de la redención. Si Cristo no hubiera sido humilde, no podría haber realizado semejante obra de liberación.
La humildad tiene como bases el vacío de sí y la fe, que son atributos que ofrecen los mejores cimientos para que las almas se vayan purificando.
Un ser humilde siempre es el último, aunque el universo lo coloque primero. Por eso, el trabajo de la humildad debe ser amado para después poder conocerlo. Si no existe amor para buscar el espíritu de la humildad, la tarea quedará indefinida.
El Cielo sabe que la humildad no es una escuela tan buscada por todos, como lo es el poder o la soberbia que tienen como resultado un gran engaño espiritual.
El servicio a los Reinos de la Naturaleza, por su propia expresión, tiene una puerta directa hacia la humildad; porque los Reinos menores deben ser tratados con mucho amor para que expresen en la consciencia la belleza de su humildad.
A través de estos Reinos, las almas no solo evitan el cincuenta por ciento de sus errores, sino que también pueden dar pasos más seguros para encontrar, a través de la humildad, la escuela del servicio a los demás y a la Creación.
Los Reinos menores son reflejo de la humildad creadora que no tiene el ser humano. Ellos enseñan al hombre de superficie sobre el espíritu de la constante donación, que también es un atributo fiel para vivir en la humildad o al menos aproximarse a ella.
Por eso, los invito, en estos tiempos, a que Mis hijos se replanteen dónde ha quedado la aspiración de seguir buscando la humildad.
La humildad puede salvar a muchas almas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los invita a ingresar en la escuela de la humildad y del bien,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras Mi purísimo Corazón de Amor escucha sus oraciones y las oraciones de todos aquellos que responden al llamado de su Madre Celeste, Dios Padre se apiada de todos Sus hijos e intenta, con Su preciosísimo Poder, que Sus ángeles del Cielo ayuden a revertir el mal de la humanidad.
Hijos Míos, para que eso suceda y para que las Gracias imposibles se expandan, vengo a pedirles que coloquen su confianza en Mi Hijo y en cada palabra orante que es pronunciada día a día. Será el poder interior de esa confianza que impedirá muchas cosas, y esa confianza plena les despertará la fe y, sobre todo, se reconocerán como dignos hijos de Dios.
Queridos hijos, saben que el mundo entero atraviesa el ciclo de su más profunda y aguda enfermedad espiritual, enfermedad que vive en el alma y principalmente en el corazón de cada hijo Mío. A través de los años, Yo les enseñé el camino para poder disolver todos los males. Ese camino es el amor, el amor entre ustedes y con sus semejantes. Ese amor divino y poderoso permitirá curar la enfermedad espiritual que vive toda la humanidad.
Los animo a que cada acto del día sea un acto de amor y de misericordia. No permitan, hijos Míos, que el odio o la mentira prevalezcan en sus vidas. A partir de hoy busquen transformar todos los males de la humanidad a través de la importante conversión interior. No quieran convertir todo su ser en poco tiempo, abran camino para que su ser reconozca en consciencia todo lo que debe desterrar. Así, poco a poco, queridos hijos, irán cambiando todas las costumbres que llevan al mundo a separarse del Amor de Dios.
El mundo olvidó amar a Dios; por eso, sufre. Dios necesita que busquen Su Reino y que vivan en este mundo a través de Su Reino de Amor. Sean apóstoles en transformación. Sean testigos verdaderos de Aquel que vendrá, en la hora más culminante, a traer nuevamente Su Gloria y Su Paz.
Sean amorosos todo el tiempo, el mundo necesita que sus corazones derramen el Amor de Jesús sin arrogancia ni control. Entreguen amor y sus heridas más profundas serán curadas. Entreguen a Dios lo que hasta ahora tienen bajo mil llaves. Entreguen sus pequeños corazones; así, Mi Corazón también triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En el nombre del Amor que los rige,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras la guerra viva y se reproduzca en el corazón y en la consciencia de los hombres, no existirá paz en el mundo.
Dios sabe de las malas intenciones de algunos de Sus hijos, intenciones que generan acciones precipitadas y desmedidas, que llevan a toda la raza a un constante fracaso. Por eso, es necesario que corazones unidos en la fe imploren al Todopoderoso por los enemigos de todos para que, al menos, tengan la Gracia de ser considerados posibles redimidos en otros puntos del universo, y el principio y la ley de la rehabilitación se estén cumpliendo en estas consciencias alejadas de Dios.
Mis amados, todo podrá aliviarse con el solo hecho de orar con el corazón por la paz y por la ayuda para que se acaben pronto las terribles e injustas ideas de generar guerras y la dependencia de las armas, ya que la fuerza que tiene el poder de la oración es incalculable.
Por eso, abriendo sus corazones para acoger las urgentes necesidades del mundo de hoy, colaboren, Mis pequeños, para que las causas del desorden mundial no se precipiten.
Desde todo el universo, hijos Míos, sabemos que la humanidad sufre mucho, y que los más inocentes continúan siendo presa del ataque de las fieras que viven en el duro corazón de muchos hombres. Pero, recuerden que la fuerza del Amor de Dios no tiene límites, y ese Amor infinito y cósmico será el que permitirá restablecer la vida en este planeta y la paz en toda la Tierra.
Queridos hijos, sin cansancio, sin demora, sin desatención, no dejen de pedir al Todopoderoso y Señor Nuestro que intervenga piadosamente por todas las heridas que ya fueron ocasionadas y que lastiman el corazón de muchas almas.
Con espíritu de amor y de esperanza, no dejen de abrir las puertas hacia los Cielos. Así, el Universo vendrá a su encuentro y, a pesar de la oscuridad reinante, el Amor de Dios tendrá Su gran triunfo a través de todos aquellos orantes que testimonien la Presencia de Cristo en sus corazones. Creemos profundamente que ese testimonio de vida ayudará a redimir a toda la Tierra. Pero, recuerden, es hora de trabajar por la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los nutre con la savia divina,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Clamen por la misericordia y vivan la paz. No dejen que el terror que se expande por el mundo tome sus corazones y los lleve a la desesperanza. Los soldados de Dios deben estar con la antorcha de la fe siempre elevada hacia lo alto, dando a conocer la luz para los que caminan en la oscuridad.
Mientras el Corazón de Dios padece por las acciones de la mayoría de la humanidad, que se está distanciando de Su Amor y de Su Paz, los Mensajeros Divinos solo les piden que sean un aliento y una esperanza para el Reino de los Cielos, que aguarda la concreción de los Planes del Altísimo.
No se dejen llevar por las corrientes del mundo. Recuerden que son una barca de salvación para los incrédulos y los desesperanzados, para los solitarios y abandonados, tanto en la vida como en el espíritu. Nutran sus consciencias con el bálsamo de luz que traemos del Cielo y remen contra esa corriente de oscuridad con actos de paz, con la oración, con el perdón y con el amor.
No alimenten los juicios que el mundo realiza sobre una realidad que desconoce, ni tampoco permitan que sus consciencias ayuden a la humanidad a sumergirse en lamentaciones. Sean un motivo de elevación para el mundo.
Sepan que todo debe ser equilibrado, todo debe ser corregido y elevado por el corazón humano. Si existen muchos seres que caminan en contra de la Voluntad de Dios, aquellos pocos que escuchan Su Llamado deben multiplicar los esfuerzos y no ceder frente a los estímulos involutivos.
Mis amados, sean fuertes y valientes, perseverantes en Dios, porque esta prueba recién está comenzando, y la humanidad aún deberá escoger el amor frente a muchas atrocidades que el enemigo generará.
Sepan que jamás deben desistir del Plan de Dios y, aun delante de los peores acontecimientos del mundo, perciban que Dios no los desamparó. Él está dentro de ustedes, llamándolos a perseverar en el amor y, así como Su Hijo, a vencer el sufrimiento de la cruz y resurgir en espíritu, mediante el poder de la Misericordia.
Escuchen con atención Nuestras palabras, porque son pronunciadas para ayudarlos a superar las pruebas de estos tiempos y a perseverar en Dios para siempre. De la misma forma hicieron los patriarcas, los ángeles y los arcángeles que guiaban a Jesús y lo alentaban para que permaneciese en Su Propósito de Amor a pesar de la negación de los hombres.
Yo los amo y los invito a orar sin cesar, porque la prueba definitiva ya está comenzando para la humanidad. Dejen de lado las mezquindades de sus vidas y dedíquense sin límites a Dios. Así lo indica la necesidad del mundo.
Su amado padre y compañero,
San José Castísimo, que ora por la humanidad y por el planeta, permanentemente.
A Mi amado pueblo de Venezuela
Queridos hijos:
Con alegría los reencuentro en el bendito oratorio de Mi Corazón Inmaculado. Hoy vengo desde el Cielo para entregarles Mi Paz, aquella poderosa energía que nadie puede quitarles porque cuando la paz vive y mora en ustedes, todo es diferente y eso se refleja en la vida de sus seres.
Sé, como Vuestra Madre, que a muchos de ustedes les falta la verdadera paz por no haber perdonado, por no haberse confesado con aquel hermano al que una vez le hicieron mal, por no haber encontrado el sentido de vuestra existencia. Pero hoy desde el corazón sagrado de Roraima, he venido para darles esa misma paz que el Arcángel Gabriel Me entregó en la primera anunciación.
Hijos Míos, si sus vidas están en paz, vuestro pueblo rápidamente abandonará este naufragio en el cual se colocó. La falta de amor, de caridad y de fraternidad convirtió a vuestra santa tierra en un escenario de errores y de deudas. Pero Yo que los amo y rezo por ustedes, vengo hoy para ofrecerles esta paz verdadera y espiritual que liberará a sus seres de los constantes errores que los llevan a nunca encontrar el Amor de Dios.
Mi amado pueblo de Venezuela: El Padre los ama, el Padre les dio uno de los lugares más perfectos de toda la Tierra, el Padre les dio las sagradas montañas y los hermosos valles para que pudieran expresar la profunda devoción del corazón. Yo los invito a caminar entre las tinieblas de estos tiempos con fe verdadera y con determinación de cambiar este destino de todo un país, por la ofrenda amorosa de unos pocos. Será de esa forma, queridos hijos, que ustedes también en este lugar bendito creado por Dios, harán triunfar Mi Inmaculado Corazón. Pero mientras se perturben y perturben a los demás e instiguen con el pensamiento la vida de sus semejantes, no podrán encontrar la paz que los transformará y transformará a todo vuestro pueblo.
Queridos hijos, así como en guerras humanas del pasado y del presente, los seres humanos se olvidan que todos son hermanos. Quien es hermano no castiga. Quien es hermano ayuda. Quien es hermano ama y al mismo tiempo perdona y es compasivo. Yo los llamo, amado pueblo, a vivir algo que nunca conocieron. Yo les abro la puerta perfecta para esa experiencia de amor y de redención en donde siempre el bienestar del hermano será vuestra fructífera meta. Eso hará a la humanidad merecedora del sagrado Reino de Dios.
¡Les agradezco por rezar junto a Mi!
Los une en hermandad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo traigo la Luz para el mundo, luz que proviene de Dios para todas las almas de la Tierra.
Yo soy la Portavoz del Universo, soy la que anuncia la segunda venida de Cristo, primero en los corazones simples para que después ellos lo puedan ver venir en Su Gloria.
Yo soy aquella Estrella del Infinito que ilumina los caminos de los que se pierden y que trae sabiduría para los que nada entienden.
Queridos hijos, Yo soy ese Sol que en el nombre de Dios despierta con Sus rayos a los corazones dormidos.
Soy ese bálsamo invisible y espiritual que trae esperanza y cura para todos los seres. Soy la Gobernanta, soy la Madre Regente de los hijos de Dios. Soy la Encomendada por el Espíritu Santo para despertar a los soles de Dios que están presentes en la superficie de la Tierra.
Soy Vuestra Madre y Señora de Coromoto. Soy la Guía de todos los pueblos y la Liberadora de toda opresión.
Soy la misma Fe manifestada en el corazón de Sus hijos.
Soy la Gracia y la Misericordia para los que claman y se arrepienten.
Queridos hijos, soy la Madre Espiritual de las naciones. Soy la Guardiana espiritual del Propósito para cada país. Soy la Instructora de los que quieren aprender a través de Mi Amor y de Mi verdad.
Soy la compañía perfecta para los ángeles de cada nación. Soy la que dirige a los coros del Cielo, soy la que pide por la redención.
Amados hijos, en este día vengo para renovar a través del poder de la Gracia y de la Gloria, los corazones sedientos de paz, pero despiertos para recibir el llamado de Dios. Llamado que no es ampliamente escuchado por todos, porque la ceguera de la vida material hipnotiza a Mis hijos y no les permite encontrar la unión con Dios.
Pero en ustedes, queridos hijos de Venezuela, encuentro el clamor, la súplica, la aspiración verdadera de reencontrar la libertad entre los pueblos y sus principios.
Hoy vengo aquí, queridos hijos, para recordarles que el Amor de Dios es la fuerza primordial para los tiempos que llegan. El Amor de Dios es el escudo contra toda adversidad y prueba.
Hoy vengo para recordarles el principio espiritual y el propósito de esta nación, que es expresar la alegría de amar el Plan del Creador a través de la cultura y del pueblo.
Queridos hijos, no se cansen, el mundo sufre peores cosas de las que ustedes viven. Ofrezcan en este tiempo al Todopoderoso el sacrificio incalculable de la austeridad, para que esto represente en el Universo la ofrenda máxima para la redención de todos los pecados que son la causa de lo que hoy sucede.
Queridos hijos, Yo les traigo la verdadera libertad interior que no tiene forma ni apariencia ante el mundo. Yo les traigo la posibilidad de reencontrar, en estos tiempos de crisis, la filiación con Dios y Su Propósito que están más allá de la vida material.
Queridos hijos, he venido a Venezuela para escuchar las oraciones de ustedes y para acompañarlos a cruzar este desierto que están atravesando.
Hijos Míos, Yo soy la Libertadora de este pueblo. Soy quien hoy trae la Misericordia de Dios para ustedes y para todo el planeta.
Por el esfuerzo de ustedes, de haber preparado Mi llegada a Venezuela: Yo les agradezco ahora y siempre por responder a Mi llamado.
Los bendice y los alienta a seguir adelante en el nombre del Amor de Mi Hijo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de Coromoto
El arte de amar y vigilar el Plan de Dios
Queridos hijos Míos:
Hoy llego hasta ustedes en amor y reverencia por las almas de ustedes, que intentan día a día mantenerse fieles a Mis pedidos y unidas a Mis intenciones.
Hoy los resguardo bajo Mi manto de Luz al igual que protegí a los apóstoles de Mi Hijo, después que Él se elevó a los Cielos. Así como en aquel tiempo, hoy quiero instruirlos sobre cómo esos hijos Míos aprendieron el arte de amar y vigilar el Plan de Dios para esta humanidad.
Primera lección.
Estén siempre en gratitud por haber recibido la Gracia de participar conscientemente de las instrucciones de los Mensajeros Divinos. Esa gratitud los mantendrá siempre unidos a Nuestros Corazones.
Segunda lección.
Estén siempre atentos para que las mentes, con sus pensamientos, se manifiesten dentro de energías evolutivas, sagradas y reverentes hacia Dios, hacia toda Su Creación y hacia las propias consciencias. Esfuércense por rechazar pensamientos inarmónicos y opuestos a la Ley de Dios, hacia otras personas y hacia ustedes mismos.
Tercera lección.
Observen que las emociones y sensaciones de ustedes estén conducidas y destinadas a agradar a Dios, nuestro Señor, llenas de devoción por Su Obra y de sana alegría por todos Sus designios. No permitan que las tristezas y la desesperanza abracen sus corazones. Vean en todo lo que viven el propósito de forjar en ustedes verdaderos hijos del Altísimo, fuertes y valientes para enfrentar cualquier situación.
Cuarta lección.
Mantengan sus almas en la oración plena del corazón. Mantengan el verbo, el pensamiento y el sentimiento que emana del espíritu, en cada palabra, en cada frase pronunciada, con concentración, amor por Dios y alegría por pertenecer a Su Plan y haber sido convocado a realizar una tarea sagrada.
Quinta lección.
Coloquen la fuerza espiritual, aquella que los ha traído hasta aquí y que los mantiene siempre disponibles en la fe, a cada momento, en cada oración, en cada servicio, para concretar la Voluntad del Padre. Siempre atentos para servir a Su Propósito a cada instante.
Sexta lección.
Guarden dentro del corazón siempre la intención de agradar a Dios y vigilen que el sentimiento de ustedes, aquel profundo, sea verdadero y no reclame beneficios propios. Que todo sea por y para el Señor y Su Obra.
Séptima lección.
Manténganse fieles y sean verdaderos. No se engañen y se envuelvan en las apariencias; den siempre lo mejor que tienen en cada acción, en cada servicio y en cada oración.
Si todos tienen claras estas lecciones en sus seres internos y ellas conducen acciones, pensamientos y sentimientos profundos, serán guardianes y vigilantes de la Voluntad de Dios para esta raza.
Y cuando oren y vigilen junto a los Mensajeros Divinos, en la alegría espiritual plena de vivir en la obediencia que viven los Ángeles del Cielo, serán libres de espíritu, apóstoles del amor, pacificadores y servidores del Hijo del Creador, el Redentor.
Hijos Míos de Venezuela y del mundo entero:
Los invito a ser guardianes y vigilantes del Plan de Dios para la Tierra, guardianes de la evolución, siervos fieles del Creador y Su Obra Divina.
Vigilen Conmigo durante todos los tiempos que vendrán y verán concretarse los planes de paz en este mundo.
Los amo y los convoco a concretar el paso evolutivo de esta raza.
Gracias por estar hoy conmigo.
María, Vuestra Madre, Consciencia Femenina Universal
Queridos compañeros de Mi Casto Corazón:
Hoy los llamo al despertar de la verdadera fe, que nace de la unión del espíritu con Dios y que no se alimenta de milagros ni de recompensas de ningún tipo.
La fe para la cual los invito es la fe en lo invisible, para que puedan confiar y así vivir las instrucciones de los Mensajeros Divinos.
Sé que para muchos es difícil despertar la fe en el corazón, ya que ella es puramente espiritual. Muchos creen en la Presencia de Dios entre los hombres por medio de las apariciones actuales de los Sagrados Corazones, pero la creencia proviene de la aceptación de la mente, y la fe es la adhesión del espíritu a la Voluntad de Dios.
Una fe que nace como consecuencia de fenómenos y milagros es una fe que puede ser tan pasajera como tales fenómenos; pero la fe que nace en el corazón de aquel que cree sin ver es una fe que jamás se extinguirá y que lo conducirá a encontrar la verdadera vida del espíritu.
Aquel que mantiene su fe, incluso en lo invisible del corazón, podrá encontrar a Dios, que no es visible a los ojos humanos, y superará los límites de la materia y de los sentidos para ingresar en una realidad que trasciende la existencia material. Es para eso que los Mensajeros Divinos vienen al mundo en este tiempo, por medio de este grupo de almas.
A lo largo de la existencia humana, Dios intentó despertar a los hombres de muchas formas, pero siempre que despertaron por medio de los sentidos, jamás pudieron salir de los límites del propio sentido material, concreto.
Los fieles y devotos de Dios en el mundo entero casi siempre están aspirando simplemente a las cosas que se refieren a la vida material y en ningún instante vislumbran la verdadera existencia, que comienza después que trascienden las ilusiones de esta vida.
Muchos creen en Dios, oran y tratan de vivir en paz, pero casi siempre esto se dirige solamente al bien personal y al éxito de la propia vida material.
¿Comprenden que el Plan de Dios no comienza ni termina en esta pequeña Tierra?
Mis queridos, cuando son llamados a despertar la fe en lo invisible, despiertan, en consecuencia, muchas otras cosas, como la comprensión de que la vida no termina en la materia. Comprenden la existencia de una vida superior; pueden trascender las apariencias y a los mensajeros y llegar a la esencia del mensaje; pueden profundizar en la consagración de la vida material, para tener como prioridad la vida del espíritu.
Los Mensajeros Divinos conducen hoy a la humanidad hacia una comprensión mayor de la vida y no intentan construir, en este mundo, nada relacionado con el confort, la comodidad ni el bienestar material, pues no es esa la meta de Dios.
La meta para este mundo es ser otro, para que en la materia habite el espíritu; para que la Tierra sea una nueva Tierra; para que la humanidad sea una Nueva Humanidad, pues a esto se refiere el descenso del Reino de Dios al mundo. O sea, aquello que hoy es invisible a los ojos humanos debe pasar a ser la realidad de este planeta. Pero, para eso, ustedes deben partir del principio, que es desarrollar la fe en lo invisible, para que deje de ser un misterio para el corazón humano y pase a ser la realidad.
Yo los amo y los llamo al despertar de la verdadera fe del corazón.
San José Castísimo
Queridísimos hijos Míos:
En este mes del Santo Rosario, quiero renovarlos en la fe y en la sagrada devoción a Mi Corazón Inmaculado. Quisiera que todos los días, por tan solo quince minutos de vuestro día, veneren Mi Inmaculado Corazón, Su Luz, Su Gloria y Su Gracia para con todos los hijos de la Tierra.
Prometo a quien venere Mi casto y puro Corazón Virginal durante todo el mes de octubre, derramar una Gracia especial que tendrá fruto y gloria en la próxima vida. Prometo a quien venere Mi Sagrado Corazón, darle fervor y espíritu de consuelo y de Gracia durante los últimos tiempos de la Tierra.
Quisiera, queridos hijos, que difundieran la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Y si esta veneración se realizara antes de orar el Santo Rosario, prometo confortar al alma que Me lo pida, pues tengo el permiso y la autoridad para hacerlo como la Madre de Dios. Esta promesa se cumplirá porque fue preciosamente concedida cuando Cristo Me entregó a todos como la Madre de la nueva humanidad.
A aquellos corazones que difundan el poder silencioso de Mi Corazón Inmaculado, Yo les prometo el total y absoluto amparo de las insidias de Mi adversario. Si esa santa imagen de Mi Inmaculado Corazón se colocara en la puerta de cada hogar, prometo la existencia de una fe inquebrantable, capaz de apartar todo deseo de maldad y de odio.
Pero si la santa imagen de Mi Corazón Inmaculado fuese venerada por las familias del mundo antes de orar el Santo Rosario, prometo la potentísima protección divina durante los tres días de oscuridad.
Quien en nombre de Jesucristo todo Me lo pida, por los méritos de Su Pasión, prometo durante este mes, conceder Gracias imposibles y transformaciones inconcebibles a todos los que Me veneren y Me entreguen su amor.
Deseo, que en este mes del rosario, la paz sea la tónica para las almas del mundo, porque especialmente cumpliré Mis obras pedidas por Cristo a través de los que piadosamente Me imploren de corazón una Gracia especial.
En este mes, la Misericordia purísima de Mi Corazón Inmaculado estará derramándose como océano de renovación y de esperanza para todos. No abandonaré a ningún hijo, pues Mi mirada estará en todo aquel que verdaderamente Me busque con sinceridad.
Quien durante su vida prosiga venerando Mi Inmaculado Corazón, ultrajado por las acciones impuras del mundo, prometo liberarlo de toda mancha en la hora de su muerte y especialmente elevarlo al Reino de Dios así como los ángeles Me elevaron en Mi Asunción.
Prometo, a quien se consagre de por vida a Mi Corazón Inmaculado, la Gracia de la alegría y de la paz eterna por todos los tiempos que vendrán. Prometo en la hora de su juicio ser la abogada e intercesora, pues Mis Gracias borrarán de su consciencia todos los agravios cometidos por ignorancia. En ese momento Mi Inmaculado Corazón triunfará en su existencia.
Les agradezco por venerar Mi Inmaculado Corazón.
Los consagra a Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridísimos hijos Míos:
Que en este día sus voces y las voces de todos los orantes del mundo proclamen el Amor de Dios y la venida de Su Glorioso Reino de Misericordia sobre la realidad de este mundo.
Queridos hijos, hoy Mi petición maternal es que cumplan con los Designios del Padre Celestial en sus pequeñas vidas para que pronto termine todo el mal generado por el mundo y se establezca la redención y la reconciliación entre los hombres y Dios.
Queridos hijos, que hoy sus voces oren unidas a la gran voz de Mi Hijo, que en este día santo se pronuncia para retirar el mal de algunos lugares de la Tierra. Con coraje y amor, queridos hijos, abran las puertas de sus corazones para que el esperado cambio en sus vidas se pueda materializar en estos tiempos.
Hijos amados, Vuestra Madre Celeste se encuentra trabajando ampliamente para que las almas se encaminen por el sendero de la nueva vida, la que Cristo traerá a este perdido planeta. La voz de sus oraciones ahora no se debe detener como tampoco la ofrenda amorosa que los grupos de la Red-Luz Me brindan en estos tiempos de crisis. Espero de todos los mejores logros para la vida de oración.
Hijos, ya no hay otro camino sino solo la oración de todos los días; oración que los mantendrá firmes y seguros en el camino crístico aun en el momento de su purificación. Yo los ayudo a todos a caminar en la Fe y en el Amor de Mi Hijo, eso siempre los motivará a encontrar la luz en sus caminos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al manantial del Universo de la Oración,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando oran de verdad las Leyes cambian y el mundo, a pesar de todo, obtiene la Gracia de un tiempo mayor de paz.
Pero la venganza que Mi adversario proyecta, en los corazones ingratos, es el pensamiento recurrente para concretar sus planes contrarios. Esto se desarmará, porque la persistencia de los orantes será más fuerte que toda la crueldad.
El Reino de Dios será visible en el corazón de los simples y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Sigan el camino de la paz que en este tiempo Yo les traigo, y sean portadores de Mi Amor materno para que, desde sus corazones, sea irradiado al mundo.
Queridos hijos, les traigo la Gracia de despertar a tiempo y de vivir sin miedo el ciclo de vuestra purificación.
Sepan que, a través de vuestra vida y de vuestra consciencia purificada, tendrán la dicha de recibir nuevos impulsos celestiales que reconfigurarán sus vidas y toda la vida planetaria.
¡Ay de aquellos que no escuchan a Dios y que no se purifican!, en verdad muchos se lamentarán por no haber cambiado.
Por eso, acepten la cruz y sigan a Cristo. En Su Corazón piadoso encontrarán la liberación de la materia.
Hijos, sean felices mientras se purifican, todo puede ser ofrecido a Dios sin miedo.
En sus corazones quedan méritos divinos por estar hoy Conmigo.
Derramen amor, derramen verdad, derramen pureza interior de la esencia divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ayuda a caminar en la absoluta fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Corazón Sacratísimo se acongoja cuando las almas no quieren escuchar a Dios. Pero esto Yo ya lo sabía, sabía que iba a suceder en este siglo y en este tiempo. Me fue revelado durante la Agonía los ciento treinta y tres principales dolores que la humanidad le ocasionaría al Corazón del Creador.
Hoy, les digo, compañeros, que lo que sucede a los ojos de todo el mundo es el dolor más agudo que vive Mi Corazón. Por eso, hoy he venido para mostrarles Mi Agonía espiritual en el Huerto Getsemaní, Agonía que lastima Mi pobre Corazón por los pecados e injusticias del mundo.
Todo lo que hoy sucede es porque la mayoría de las almas, en este tiempo, no reconocieron la oferta de Mi Amor. Esto no es un castigo, es una consecuencia generada por los hombres que se apartan cada vez más de Dios.
Al igual que los inmigrantes en las barcas, Yo estoy en naufragio, pues, como un navegante, Me han perdido en alta mar. No Me han visto en los ojos de los más pequeños ni tampoco en el corazón de las madres que buscan consuelo. Me exiliaron de esta humanidad por ser extranjero.
Sepan que estoy presente en el corazón de los más desprotegidos, pues espero despertarlos algún día para que den testimonio de vida al mundo.
Así, Yo Me presento a ustedes para que comprendan que todo no es lo que parece. La humanidad tapa sus ojos para no ver el resultado de una decadencia sin límites.
¿Quién consolará Mi Corazón que va rebasando la copa de la injusticia?
¿Quién vivirá por Mí, para poder salvarse?
Es hora de crecer interiormente y de no dejar que la propia vida los haga perecer.
Síganme en este trayecto y no sigan en el que lleva al mundo a la inconsciencia y a la falta de fe.
Compañeros, sean Mis testigos, Mis verdaderos testimonios ante la crueldad del mundo.
Abran los brazos y sientan en sus corazones el dolor del Redentor.
He venido a San Carlos porque aquí hay ovejas que deben seguirme y, en este tiempo, deben profesar su verdadera fe, fe que ayudará al mundo y a toda la humanidad.
Que esta nueva Maratón sea dedicada a la reparación de las almas inocentes, pues ahora Yo Me encuentro entre esos corazones, sufriendo el horror del mundo. Sean buenos orantes y ayúdenme a seguir derramando Misericordia para el mundo.
Les dejo la sagrada visión de Mi agonía en el Huerto Getsemaní. ¿Quién beberá del amargo Cáliz Conmigo para salvar a la humanidad?
Bajo el Amor de Dios sean bienaventurados.
¡Gracias, hijos de San Carlos, por estar Conmigo!
Cristo Jesús Glorificado
Me voy en silencio, para que sientan Mi Corazón lastimado.
Yo los bendigo ahora y siempre, en nombre del Amor de Dios.
¡Les agradezco!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, hoy el Maestro llegó de una forma especial aquí, a San Carlos, y quisiéramos compartir con ustedes un breve relato para que puedan entender mejor el Mensaje que Él nos trajo hoy, que es diferente a todos los Mensajes que Él ha dado hasta este momento.
Cuando el Maestro llegó aquí, Él vino revelándonos la escena de la agonía en el Huerto Getsemaní.
No vino como ha venido en otros momentos, con toda Su Presencia para hablarnos directamente, sino que Él estaba encima de una piedra, estaba con Su Mirada hacia el Cielo, hacia el universo y hablaba con Adonai. Él estuvo así por mucho, mucho tiempo, durante todo el tiempo que estuvimos aquí, esperando que Él comenzara a hablar.
Nos preguntábamos qué era lo que Él quería decir con eso. Y, entendimos al final que quería compartir un dolor que Él vive, en este momento, con nosotros; y Él necesitaba que nosotros fuéramos conscientes para poder colaborar.
Y después que Él mostró esa escena por un largo tiempo, Él mostró que llevaba una corona de espinas sobre Su Cabeza; y le preguntamos: ¿pero la Corona de espinas no fue después, durante la Pasión?; y Él decía que esta Corona es la que le coloca hoy la humanidad y que Él sufre muchas agonías causadas por este mundo, así como las sufre Su Madre, María.
Entonces, en ese momento, Él giró Su Rostro hacia nosotros, estaba llorando, con Sangre en Su Rostro y Su Corazón desbordaba de un dolor muy grande, que era desconocido. Él decía que era una agonía espiritual que estaba viviendo, algo que sería inexplicable de entender por parte de la humanidad, pero que Él intentaría en este momento explicarnos, a través de las palabras, lo que Él está sintiendo de la humanidad.
Él en este Mensaje puso algunos ejemplos muy simbólicos, que tenemos que prestar atención para entender a través de esos símbolos el Mensaje que Él nos quiere decir.
Sean agradecidos y tórnense dignos de escuchar las Palabras de Dios por medio de Sus Mensajeros.
En la simplicidad del corazón, agradezcan por no estar sumergidos en el común de la humanidad que ignora la existencia de Dios.
Mientras están hoy delante de Mi Corazón, existen muchos otros que deberían estar al lado de ustedes y, sin embargo, ignoran su compromiso con Dios y con Su Plan. Mientras la humanidad se purifica a través del sufrimiento y del caos, ustedes se purifican por la consciencia.
Mientras el mundo se pierde en las tecnologías y en los supuestos avances materiales, sus espíritus intentan crecer y avanzar en el cumplimiento de un Plan Superior.
Los Ojos de Dios están fijos en la pequeña parte de la humanidad que aún tendrá una oportunidad de manifestar Su Propósito, pero para esto, ustedes deben asumir la propia transformación con madurez y no con pesar.
No lloren más ni pidan perdón por los errores cometidos. Reconozcan la gracia que recibieron para dar nuevos pasos y no pierdan la oportunidad de crecer.
La Voz de Dios siempre se pronuncia para llevarlos a la evolución. Escuchen con atención las correcciones de la vida y sigan el camino señalado por el Creador, y no los propios caminos.
La cura de todos los males está en jamás perder la fe del corazón y, con esa fe inquebrantable, dar los pasos rumbo a la transformación, sin lamentarse, solo con profunda gratitud.
La gratitud es la llave para vivir la Voluntad de Dios y dejarse moldear por ella. Nunca la pierdan de vista.
Si tomaran con seriedad y madurez las metas propuestas por el Señor y caminaran decididos hacia ellas, todo lo que sucede a su alrededor se acomodaría, porque el Rayo de la Voluntad de Dios vendrá en su auxilio.
Cada uno tome para sí todas las palabras pronunciadas hasta el día de hoy y camine sin miedo a perderse de sí mismo.
Por el crecimiento espiritual de la humanidad y por el despertar de todos los seres, Yo los bendigo.
San José Castísimo, servidor del Supremo Dios
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más