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Que se construyan los puentes de unión y de amor entre el Cielo y la Tierra para que las almas ingresen al Reino de Dios.
Que, ingresando en el Reino Sublime, los corazones comulguen de la Presencia de Dios y de Su Divina Fuente.
Que las almas, siendo santificadas, perciban la necesidad de amar más en estos tiempos y de atraer al planeta la restauración espiritual e interna que él necesita.
Que, siendo colmados por la Fuente Creadora, los corazones respondan a la gran convocatoria y que todos participen, en este tiempo, de la Gran Hermandad Celestial.
Que nadie pierda la oportunidad de alcanzar nuevos universos, para que la consciencia interior se pueda ampliar y así pueda construirse un nuevo mundo y una nueva humanidad consecuentes con su propósito y lejos de la constante indiferencia.
De esa forma, cuando todos tomen consciencia sobre la verdadera necesidad de estos tiempos, las almas se colocarán al servicio de los semejantes y el Plan de Dios finalmente se podrá ir cumpliendo, así como fue escrito.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Recibe en esta hora toda la Fuerza y el Amor de Dios, para poder superar las pruebas, las definiciones y los imprevistos.
Recibe en esta hora toda la Confianza y la Gracia de Dios, para poder llevar adelante Su Plan, en un mundo de caos y de abismos.
Recibe en esta hora toda la Fe y la Sabiduría de Dios, para poder concretar, paso a paso, los Divinos Designios y hacer de cada momento una oportunidad de redención.
Recibe en esta hora toda la Inteligencia y la Ciencia de Dios, para poder manifestar, en cada etapa, la Voluntad del Creador y así permitir que cientos de almas sean beneficiadas por esa acción de servicio y de caridad.
Recibe en esta hora toda la Vida y la Regeneración de Dios, para poder expresar la cura espiritual e interna que esta raza tanto necesita.
Recibe en esta hora toda la Misericordia y la Paz de Dios, para poder reunir a los autoconvocados de diferentes escuelas, experiencias y caminos y así manifestar el nuevo rebaño del Señor en estos tiempos de definición.
Recibe en esta hora la Unidad y la Fraternidad de Dios, para que se pueda llevar adelante el Plan de Redención para este mundo y para toda la humanidad, a fin de que se viva el Amor superior y la unión interna y definitiva con la Consciencia del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los protege siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Obra de Dios se manifiesta en la Tierra a través de instrumentos despiertos por la Voluntad de Dios.
Cada instrumento que trabaja para la Voluntad Divina recibe el aprendizaje que precisa cursar, para que, finalmente aprenda algo dentro de la escuela que le tocó vivir.
En este sentido, trabajar para el Plan de Dios requiere de donación absoluta, de la entrega de la vida de forma absoluta y del sacrificio absoluto por los demás.
Cuando el instrumento de Dios está protegido bajo ciertas condiciones espirituales y monásticas, es muy evidente que otros serán los resultados de la Voluntad Divina para con esa consciencia.
Cuando el instrumento de Dios está envuelto bajo condiciones más inestables y no cuenta con la protección espiritual necesaria a su alrededor, pocas serán las repercusiones de la Voluntad Divina en esa consciencia.
Con esto quiero decirles, queridos hijos, que todas las almas guardan un potencial de consagración.
Por eso, a través de los tiempos y en Mis diversas Apariciones, la mayoría de los videntes tuvieron que escoger cuál camino de aprendizaje iban a recorrer: el de la consagración o el del mundo. Ninguno es mejor que el otro, solo que le corresponde a las almas de la Tierra dar ciertos pasos, para que la Divinidad pueda mantener Su Obra en la superficie.
Cuando en un lugar en donde María Santísima ha aparecido durante muchos años no se mantiene esta visión clara, es necesario proteger la Obra de la propia humanidad, pues, las manos de los hombres, por tentación, son llevadas a manipular y a sacar provecho de los acontecimientos divinos que el Universo Celestial lleva adelante en algunos lugares del planeta.
Ese provecho que muchos extraen de la esencia y de la energía de la espiritualidad, por ejemplo, de los Centros Marianos en el mundo, tarde o temprano se vuelve un débito impagable, porque el ser humano está usando una Energía y un Principio divino para su beneficio mental y espiritual. Es con esto con lo que lucha su Madre Celeste porque, al final de todo, los que se aprovecharon de esa Energía espiritual tendrán un final infeliz.
Oremos entonces por todos los corazones que se ensucian, todos los días, con esas manipulaciones y que hacen de los Centros Marianos del mundo un comercio de dinero y de negocios, porque la Justicia caerá sobre ellos, conscientemente.
Como Madre, oro al Padre para que tenga la máxima Piedad y los invito a hacer lo mismo Conmigo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el alma se purifica, se consagra cada vez más a Dios y Su Plan divino e Infinito se realiza en la superficie.
Cuando el alma se purifica, adquiere más fuerza espiritual para enfrentar los nuevos cambios.
Cuando el alma se purifica, se desvincula de todo lo que la ata al pasado y a su antigua historia.
Cuando el alma se purifica, se libera de todo lo que la amarraba en su plano consciente e inconsciente.
Cuando el alma se purifica, encuentra el camino hacia la luz y, especialmente, hacia su divina esencia.
Cuando el alma se purifica, consigue resistir mucho mejor la transición planetaria.
Cuando el alma se purifica, puede vivir más la paz.
Pasar por la purificación es una escuela y un estado que ayuda a colocar a la consciencia en un nivel más elevado.
La purificación, sustentada por la oración, abre puertas hacia lo nuevo, hacia lo sagrado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El dolor que se transforma en amor
Mis queridos hijos:
Así como Mi Amado Hijo vivió Su Pasión por todos ustedes, algunos de ustedes vivirán la pasión espiritual que Él vivió.
Este será uno de los caminos por el cual la humanidad será purificada y se tornará salva.
Todo el dolor del mundo debe transformarse en amor, porque el amor será la llave que siempre abrirá todas las puertas y dará oportunidades incalculables a las almas.
Por eso, algunos de ustedes serán llamados para transformar el dolor en amor.
Ese mismo estado lo vivió Mi Amado Hijo de forma incondicional y piadosa.
Jesús se dispuso a transformar el dolor del mundo en amor y en compasión.
Dada la gravedad planetaria y la condición de la humanidad de estos tiempos, algunos representantes de esta raza se ofrecerán al Padre Celestial para transformar todo el dolor en amor.
Eso ayudará a que muchas almas que están perdidas en los abismos inconscientes de la Tierra reciban una oportunidad de despertar y de salir de esos espacios de perdición.
Todo el dolor se transformará en amor.
En esta hora del planeta, la situación de la humanidad está en el precipicio, y la ambición de más poder, material y humano, ciega a muchos.
Por eso, el dolor será transformado en amor con la ayuda incondicional de los que serán llamados por Dios para cumplir ese servicio silencioso.
Como en los tiempos pasados, existirán los santos de los últimos tiempos, los que antecederán a la Venida de Cristo y darán el todo por el todo con el fin de equilibrar espiritualmente esta humanidad.
Todo el dolor se transformará en amor porque todo el mal deberá ser derrotado y evacuado de la consciencia humana por medio del Poder del Amor de Dios.
Muchas situaciones que hoy vive el mundo quedarán resueltas al existir los santos de los últimos tiempos, que transformarán todo el dolor en amor; y así las almas serán aliviadas, podrán dar sus pasos y tomarán consciencia sobre el tiempo precioso que perdieron para estar en Dios.
Todo el dolor será transformado en amor y verán realizarse el Plan Divino en los espacios de este mundo.
Las almas se purificarán para ser merecedoras de la Gracia Mayor, y nadie quedará atrás.
Todos recibirán la oportunidad de ser conscientes de sus errores y de poder corregirlos a tiempo, porque todo el dolor será transformado en amor.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si las almas pudieran reconocer que en la Instrucción de los Sagrados Corazones se encuentran las llaves para vivir la esperada transformación interior; tal vez, las consciencias evitarían tomar decisiones precipitadas y cometer errores.
La Instrucción es fuente de sabiduría y favorece el discernimiento. Al mismo tiempo, intenta no solo corregir y mejorar, sino también despertar y profundizar los principios de la vida consagrada al Plan de Dios.
Cuando la Instrucción de la Divinidad no es correctamente asimilada y contemplada, la consciencia corre el riesgo espiritual de que sus aspectos inferiores gobiernen su vida y la tornen dependiente de sus acciones.
La Instrucción intenta remediar las actitudes humanas y elevar a la consciencia de los niveles rudimentarios en los cuales regularmente se encuentra.
La Instrucción, unida a la oración, hace florecer en la consciencia, más rápido, la necesidad de cambiar pronto, con el fin de tornarse un instrumento en las Manos de Dios, al servicio de Su Divina Voluntad.
Quien no conjugue, en estos tiempos, instrucción y oración como una sola enseñanza, podría quedar atrás, en los últimos escalones del despertar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Es importantísimo vivir todos los días el Sacramento de la Comunión con Mi Hijo, porque fortalece la vida del espíritu y la vivencia del camino de la redención.
La Comunión con Cristo construye nuevas metas y torna el camino de la vida espiritual más luminoso y pacífico.
Vivir la Comunión con Mi amado Hijo significa y representa la vivencia de Su dolorosa Pasión y la renovación del sacrificio del Cordero de Dios.
Este Cordero trae consigo la vida Eterna y aproxima a las almas a la experiencia de la rehabilitación.
El Cordero de Dios concede la Divina Misericordia y la expiación de las faltas cometidas a lo largo de la vida.
Por eso, la Comunión con Cristo renueva el espíritu de la fe y el servicio incondicional al Plan de Dios.
El Sacramento de la Comunión ofrece la liberación de la condición humana y la profundización de la entrega a la Voluntad Divina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Luz de Dios convierta y modifique todo lo que sea necesario redimir.
Que la Divina Luz colme los espacios más profundos de la consciencia y haga de cada estado un principio de redención.
Que la Divina Luz convierta y transforme cada aspecto de la vida y se realice el Plan del Creador.
Siéntete libre, hijo, de las cadenas que te aprisionan, porque llegará el momento de dar el gran y último paso hacia la Vida Divina.
Mientras tanto, sigue luchando con toda la fuerza del corazón, porque en el corazón se guarda el amor suficiente que hará de cada aprendizaje una oportunidad de perdonar.
Camina en el sendero de Mi Hijo, Él ofrece el camino de la perseverancia y de la pacificación.
En el cambio de la consciencia se encuentra la oportunidad de elevarse y, todos los días, hacer de cada etapa de la vida una gran experiencia de amor y de trascendencia.
Vivamos en estos tiempos el cambio. Esperémoslo con alegría, porque será una buena nueva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todo lo que ustedes reciben en este tiempo, tiene un valor incalculable para la vida de las almas. Por eso, será necesario apreciarlo, para que todo lo que se reciba tenga un efecto profundo en la consciencia interna de la humanidad.
Por eso, hijos Míos, cada Gracia que es recibida representa una oportunidad de amar más el Plan de Dios y de concebirlo dentro de sí un poco más todos los días.
Todo lo que es recibido del Universo de Dios puede tener un efecto más amplio en la consciencia, a partir del momento en que la consciencia lo toma con madurez, discernimiento y amor.
Cada Gracia que se recibe es infinita, es capaz de trabajar más allá de la consciencia y de poder abrazar más regiones del planeta que también necesitan de esa Gracia y de esa ayuda espiritual.
En ese sentido, todo lo que se recibe forma parte de un propósito diseñado y pensado por Dios, con el fin de beneficiar espiritualmente a las almas; para que, cada día, den más pasos hacia la consagración espiritual de sus consciencias y vidas al Plan del Creador.
Todo lo que se recibe intenta transformar en las almas el destino de sus vidas, a fin de que los corazones encuentren el camino más directo hacia el Reino de Dios.
El Señor concede todas las Gracias, aunque la humanidad no las merezca, porque el propósito es que toda la raza viva el amor y la verdadera alegría de estar en Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mientras la humanidad duerme y camina buscando una plenitud que cada día la lleva hacia un vacío mayor, Yo estoy aquí, hijos Míos, en el horizonte, contemplando sus pequeños corazones.
Yo soy la Madre de los Océanos, Aquella que sustenta con Su Manto y con Su Gracia a los mares y a todas las criaturas que habitan en ellos.
Cada pequeña criatura marina es parte viva de Mi Espejo de Luz, de Mi Corazón.
Los seres marinos ocupan un lugar especial en Mi Corazón Materno, porque ellos son parte de Mi Pureza. A través de ellos, equilibro las mentes y los espíritus de los hombres, y genero méritos ante Dios para que este mundo siga existiendo.
Hoy, contemplen los mares como grandiosos Espejos de luz, semejantes a Mis Espejos en el Universo. A través de ellos, reflejo hacia el mundo la paz y aquellos corazones que estén abiertos podrán sentirla y recibirla en su interior.
Los mares son parte viva de Mi Fuente espiritual. Son la materialización de la pureza divina y existen en la Tierra para recordarle a los corazones, constantemente, que un día deberán retornar a Dios.
Los mares son una ofrenda del Creador al mundo, para que Sus criaturas puedan recuperar la Pureza Esencial y que, cada vez que sumerjan sus cuerpos en los mares, salgan renovados como una nueva esencia que surge de los estanques celestiales.
Y los seres marinos son los que, con amor, sustentan esa posibilidad de renovación para la Tierra.
Los mares no solo equilibran y transmutan al planeta; espiritualmente ellos son un camino para retornar a Dios.
Por eso, hijos Míos, a lo largo de los océanos están distribuidos los Espejos de luz, que los limpian y los purifican para que nunca pierdan la pureza que Dios les entregó.
Pero el sufrimiento de los seres marinos, la contaminación de las aguas y la incomprensión de los hombres ante la misión espiritual de los mares, los debilita y hace que, poco a poco, sostengan menos al planeta.
Ha llegado la hora de sustentar espiritualmente a los mares por todo lo que ellos entregaron al mundo.
Llegó la hora de reconocer la misión espiritual de la naturaleza, buscar una comprensión más amplia de la vida y no solo una comprensión aprisionada en el propio interior, en el propio yo, en la propia personalidad y en la vida personal.
Todo en el mundo, como en el Universo, tiene una razón para existir.
Toda la vida cumple una función espiritual, y es a través de la comunión y de la unidad vivida entre todos, que el Plan de Dios se cumple y el retorno al Origen se manifiesta.
Todo es parte de la multiplicación de Dios, en todo está Su Presencia y como un misterioso rompecabezas celestial, el Creador cuenta con cada una de Sus criaturas para expresar Su Unidad. Por eso, hijos, toda la vida depende de la unidad entre los seres.
Entonces, comprendan hoy, la grandeza de los mares y su misión en el mundo.
Oren por los océanos, oren por la vida que habita en su interior y agradezcan todos los días por su existencia.
Con el simple acto de pensar menos en sí mismos y más en la Creación, se aproximarán a Dios y colaborarán en la expresión de Su Divina Unidad.
Yo los bendigo en este día de gracias y les agradezco por estar conmigo, orando por los océanos.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los Océanos
Que el Manto de la Madre del Mundo cubra y proteja a todas Sus criaturas, bajo la Gracia infinita del Redentor.
Hoy, un nuevo ciclo despunta en esta Obra Sagrada que llevo adelante junto a Mi Hijo, el Cristo, y a San José Castísimo, por el rescate de este planeta y de su humanidad.
Hoy, junto a Mi Reino Celestial en la Tierra, el Reino de Lys-Fátima, celebro con todos Mis hijos un nuevo amanecer, aquel que prepara definitivamente a sus espíritus y almas para dar el último gran paso en la consagración de sus vidas a la Voluntad de Dios.
Muchas veces, han escuchado estas palabras que parecen repetirse cada tanto, y es verdad. Cada nuevo paso que la Divinidad propone a Sus servidores, en este Plan de redención y de rescate, es un ciclo que finaliza y uno nuevo que comienza, pleno de desafíos, de pruebas y de responsabilidades.
Esta es la propuesta para ustedes, en el nivel en que cada uno se encuentra en esta escuela de amor, perdón y redención que es este planeta y esta humanidad.
A cada uno de Mis hijos presentes en el mundo, aquellos que son parte de la Iglesia Celestial de Mi Hijo, aquellos que lo siguen de corazón y de verdad, hoy les entregaré una nueva meta, un sendero más profundo para recorrer y en el cual servir.
Aquellos que son parte de esta Iglesia Celestial solo por afinidad, los invito a convertirse en colaboradores efectivos de este Plan de redención. Colaborar significa acciones concretas, significa estar disponibles para realizar las tareas que sean necesarias para llevar la Obra adelante.
A los que ya colaboran, los invito a levantar el estandarte de los servidores de Cristo; aquellos que siempre están listos, dispuestos a ayudar y asistir a los Mensajeros Divinos cuando es necesario.
A los que hace tiempo sirven en este Plan de Amor, les abro la puerta de la consagración interior, aquella que los llevará a vivir por y para servir a Mi Hijo, el Cristo Redentor, y a permitir que Él los prepare para acompañarlo en este final de los tiempos, en Su Retorno.
A los que ya cruzaron el portal de la consagración y caminan por el sendero del apostolado, coloco ante sus almas, espíritus y esencias, la gran posibilidad de dar la vida por Cristo, con la alegría de entregarla, en servicio incondicional, por la redención total de las almas.
Y para los que ya no sienten temor de dar sus vidas, aquellos que viven con Mi Hijo en sus corazones, los que serán capaces de seguirlo hasta el final, sea cual sea, los invito a caminar Conmigo por el sendero de ser nada, solo esclavos de Su Amor y de aquellos que Él ama como ama al Padre Eterno.
Por eso, este ciclo es de gran renovación para cada uno de los que escuchan Mi voz.
Existe y siempre existirá, para cada criatura que ansíe de alguna forma servir a Dios y a este Plan de Amor, un lugar para realizar ese servicio. Servicio que debe realizarse con el mayor de los esfuerzos, el que cada uno pueda dar y un poco más. Porque este es el tiempo en que todo está por suceder, y del esfuerzo de cada uno dependerá el destino del planeta y de la humanidad, lo que significa también su propio destino.
Desde Fátima hacia el mundo entero, Me preparo para entregarle una Gracia a cada uno de Mis hijos, aquellos que de forma sincera, desde cada lugar del mundo, Me presenten sus corazones, en este mayo de renovación total.
Nos preparamos para entregar la Gracia de recuperar los códigos de la Pureza original que se guardan en los planos internos de este Reino Espiritual, aquella Pureza original que sus esencias perdieron hace tanto tiempo por errores cometidos en el pasado.
Estaré junto a Mi hijo Francisco concelebrando la Ceremonia de la Eucaristía. Oren por su protección y por su tarea. Él trae la renovación de la fe para todos en este tiempo.
Los amo y los bendigo.
Gracias por estar hoy Conmigo.
Vuestra Madre María, Madre del Mundo y de todas sus criaturas
He aquì que vendrá del Cielo, tan brillante como un nuevo Sol, una Estrella de esperanza. Brillará en el interior de aquellos que se abran para recibir Su Luz e iluminará los ojos de los que estaban ciegos, para que sean retirados de sus propias tinieblas y contemplen la Verdad que nunca pudieron ver.
He aquí que vendrá del Cielo, una Mujer Vestida de Sol, Aquella que un día, amparada por el silencio divino, vivió ocultamente los misterios de la Pasión de Su Hijo, el Hijo de Dios. Vendrá porque la pasión del planeta ya comenzó y la Mujer Vestida de Sol sustentará a Sus hijos en Sus brazos, los protegerá y los amparará, así como lo hizo con Su Hijo, desde el Calvario hasta la Cruz.
He aquí la Mujer que con ojos de compasión renueva a Sus pequeñitos después de cada caída. He aquí Aquella que no podrá evitar el sufrimiento de Sus hijos si la humanidad no se abre a Su Paz, pero que hará leve y meritoria la cruz de los que le dicen sí.
He aquí la que, a pesar de no ser comprendida por los hombres, sigue viniendo al mundo para orientarlos. He aquí, hijos, la Madre de la Verdad, proclamada por Dios y no por los hombres, parte viva e indivisible del Corazón del Padre.
He aquí que hoy, estoy abriendo las puertas de Mi Reino, que es el Reino de la Paz y de la Pureza para el planeta, donde Mi reinado se extiende más allá del Cielo; donde los ángeles encuentran morada y refugio más allá del Paraíso; donde las almas reciben nuevas oportunidades de redención.
Hijos, he aquí su Madre Celestial, para consagrarlos y bendecirlos, para lavarlos en las aguas del Conocimiento divino, y de esa manera, despertarlos a la Verdad que emergerá ante sus ojos, para que puedan recibirla con alegría y gratitud y se dejen transformar por ella.
Esta Verdad, hijos Míos, no será transmitida solo por el verbo, con el sentimiento o con el corazón. La Verdad emergerá del Cielo y de la Tierra, y todo lo que estaba oculto a los ojos de los hombres se revelará. Los que sabían y eran indiferentes se arrepentirán; los que la sentían y la esperaban se exaltarán; los que la conocían y con esmero preparaban su llegada, agradecerán y reposarán en la revelación de su luz; los que no creían y negaban la Verdad, temerán e intentarán huir, sin saber hacia dónde.
He aquí que hoy estoy ante los ojos de sus corazones proclamando la Verdad Universal. He aquí que les anuncié y les advertí que prepararan sus corazones. Solo reciban Mi Gracia y sean consecuentes Conmigo. Dejen que la devoción se torne fidelidad y fortaleza; conviértanse en fe inquebrantable que transciende la fuerza y la voluntad humana, y se adentra en el Poder y en los Designios Celestiales.
He aquí que hoy, estoy renovando a la humanidad, como renuevo a una de Mis almas predilectas en la Tierra. Mis manos se tienden hacia ella, como hacia todos los que dicen sí a Mi Plan de Amor, que es el Plan de Dios. Hoy me sirvo de esta oportunidad de venir al mundo para comenzar a abrir las puertas del nuevo tiempo y de la liberación para las almas; y así lo hago, hijos, porque un alma rendida y resignada a la Voluntad Divina, Me dijo sí.
Si todos ustedes Me dijeran lo mismo o un sí mayor, Mi Corazón vendría al mundo para renovarlos todos los días y la Verdad no surgiría ante los ojos de los hombres solo cuando la Justicia y la Ley de Dios ya no le permitieran estar oculta. La Verdad podría ser una realidad permanente en la vida de los hombres y no solo los ángeles vivirían en Mi Reino, sino también todos ustedes, todos Mis hijos.
Hoy abro las puertas de Lys, Mi Reino de Amor y de Paz en la Tierra, para que la Pureza que tanto le falta al mundo, pueda traerles la Gracia de vivir en la Paz y en la Voluntad de Dios.
Hoy los llevo de la mano, hijos amados, hacia Mi Reino en la Tierra, que equilibra y repara cuanto le es permitido, la indiferencia y la ignorancia de las almas, que tanto lastiman al Corazón de Dios.
He aquí que hoy estoy como un Sol Radiante, Espejo del Corazón de Cristo, para reflejarles Su Misericordia y bendecir y renovar, no solo a esta hija Mía que Me abrió las puertas para transmitirles la Verdad, sino a todos los que Me escuchan en los cuatro puntos del mundo y que Me abren las puertas de sus corazones y de sus hogares para que Yo pueda reinar.
Yo soy la Reina de sus vidas y con el Amor de Mi Corazón les agradezco por hoy estar ante Mí.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina del Santísimo Rosario
Queridos hijos:
Vengo, todos los días, con la profunda aspiración de tornar la mente del ser humano un instrumento de Dios, a través de la fuerza imperiosa del amor del corazón.
Vengo, todos los días, con el fin de detener las guerras y la destrucción del género humano, para que las almas se salven del cautiverio en el que muchas naciones colocan a sus pueblos.
Vengo, todos los días, con el Propósito divino de hacer de cada ser humano una pieza importante en el Plan de Dios, para que así muchos despierten a la vida crística, al camino de ascensión y abandonen definitivamente la vida materialista y superficial.
Vengo, desde universo, con la misión de abrirles los ojos a los que los tienen cerrados a la Verdad que Mi Hijo muchas veces les anunció, la Verdad de poder ser semejantes a Él, en el Amor y en la Misericordia.
Vengo, todos los días, para calmar la agitación que viven las religiones y para disolver los vínculos que existen entre la espiritualidad verdadera y el materialismo; pues Mi deseo es que todos alcancen la Gracia que aún no merecen y que hagan de sus vidas grandes tesoros de redención y de conversión, como forma de purificación y de preparación para la segunda Venida de Cristo.
Vengo a conceder la paz donde ya no existe, por medio de los corazones orantes, que incursionan en el apostolado de la oración y en la vivencia de lo divino.
Vengo para aproximar a todos hacia el portal de la Divina Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el Plan de Dios no es amorosamente aceptado, así como el universo de la Voluntad Superior lo presenta, la humanidad responde interiormente que se está apartando de la Gracia y de la oportunidad de redención que le conceden el perdón. Pero, cuando el Plan de Dios no es aceptado por los seres que son más conscientes, es la respuesta por la que todo el Propósito se comenzará a borrar.
Esta actitud, totalmente superficial y mezquina del ser humano, limita el desarrollo de ese Plan Mayor que solo busca el beneficio grupal de todas las criaturas.
Por eso, en este tiempo, la no aceptación y la no adhesión a todo lo que está siendo planteado a través de la Jerarquía Espiritual, afirma y confirma, por parte del colectivo humano, la vivencia o la experiencia de una purificación violenta e irresistible, ya que esa oportunidad inexplicable no está siendo considerada y tampoco la Gracia de vivir en otra Ley que podría, en su nivel superior, transformar muchas cosas.
Por eso, la participación o la ausencia de los que están dentro del Plan de Amor, traerá consecuencias y resultados en todos los sentidos.
Cada alma es responsable de que todo resulte evolutivo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice, con Misericordia,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
El Plan de Dios debe ser amado todos los días, al punto de poder entregar todo por ese Plan.
Esta es la escuela de los que aceptan vivir el Plan, sin ninguna preferencia; porque, amando al Plan, las puertas de la instrucción se pueden mantener abiertas, lo que ayudará a que la mayoría de la población planetaria pueda seguir recibiendo instrucción y, de esa forma, producirse los cambios en la consciencia.
La participación en el Plan de Dios significa la total adhesión a formar parte de ese Plan de amor y de hermandad.
Esto ayudará a que todo siempre pueda ser renovado y más aún ampliado en la consciencia de superficie.
Esto permitirá que más consciencias puedan participar de ese movimiento de acompañar el Plan, así como el Padre Eterno Ha previsto que se cumpla en cada ciclo del planeta.
El Plan es una forma de estar dentro de una construcción evolutiva.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Santa María, Madre Pura y Fiel
Queridos hijos:
Que, en estos tiempos de grandes desafíos y pruebas, ustedes aprendan a vivir del ejemplo de su Madre fiel y pura.
Que, en ustedes exista la sana y verdadera intención de que reine la fidelidad, así como la fidelidad de Mi amado Hijo y de Su Madre Celeste llegó hasta los pies de la Cruz, solo aspirando a cumplir la Sagrada Voluntad del Padre.
En estos durísimos tiempos de transición, que la sagrada fidelidad los motive a celar por el Plan de Dios y por todas las almas que lo componen, obedeciendo a cada decisión espiritual e interna que es tomada por la Jerarquía espiritual y planetaria.
Así, en humildad, aprenderán al igual que la Sagrada Familia, a seguir en adhesión y unión todos los pasos que son indicados para la concreción de esta Obra, que es mundial.
Queridos hijos, deseo que despierte en ustedes, la sincera aspiración de respetar y seguir hasta los límites de la conciencia y de la materia, todas las decisiones que son tomadas pues, detrás de algo aparentemente incomprensible para la mente humana, existe un divino y sagrado Propósito.
Para que cada uno de ustedes en este tiempo cumpla con la aspiración de su Madre Celeste, Yo los invito a respetar, amorosamente, la Ley de la Jerarquía y a no salir de esa preciosa Ley por medio de sus acciones, pensamientos y cometidos.
Los invito a que se apoyen en el ejemplo fiel de Cristo y de Su Madre Universal, lo que llevará a la humanidad entera a encontrar la salvación y la Misericordia de Dios.
Por eso, hijos Míos, que sus consciencias y especialmente sus corazones, estén despiertos y más atentos para que las puertas a la traición y a la indiferencia entre los seres del bien, no sean abiertas.
Solo les pido que tengan la suficiente madurez y amor para comportarse evolutivamente, como almas que están dentro del camino de la hermandad y de la unidad.
No quisiera ver con Mis ojos de Madre, en estos tiempos, a ningún otro Judas.
Aprendan a perdonar la injusticia y podrán ser sabios en el espíritu y no en la competencia.
Sepan que cada uno de los servidores y de los consagrados de Cristo, nuestro Señor, es responsable, espiritualmente, de que esta Obra que es un milagro de amor infinito de la Jerarquía, pueda dar resultado y así cumplirse.
Queridos hijos, hoy les hablo a través de Mi Faz de fidelidad y de pureza para que crean que, en verdad, es necesario proteger la Obra de ustedes mismos.
Busquen en cada nueva decisión el propósito del Amor Superior y no se queden en la superficialidad de las cosas.
Ustedes nacieron para alcanzar la fidelidad en el final de los tiempos. Eso hace que esta Obra sea puramente verdadera y transparente ante la humanidad.
Quisiera que en este ciclo de cambios y de renovación, dieran pasos hacia una unidad más profunda, porque de esa forma estarán protegidos en el desierto, junto a su Madre Celeste, escapando de las garras de Mi adversario.
El mal no conoce el amor y le teme al amor crístico. El mal no conoce la unidad y le teme a la unidad entre las almas que se congregan en Cristo.
Finalmente, sean misericordiosos, y no perderán el discernimiento.
Amen las decisiones divinas y humanas que son tomadas, porque si aceptan sin comprender, juzgar, ni traicionar la Obra, tendrán el mismo discernimiento que tuvo Mi amado Hijo durante Su agonía en el Huerto Getsemaní.
No desafíen al adversario, sean mansos en todas las cosas y siempre alcanzarán la paz.
Les pido que se unan a Mi Espíritu de Fidelidad para que no estén tan desprotegidos.
Aún la Obra divina no finalizó, y ustedes son parte de una nueva historia que está siendo escrita.
Mediten en humildad, y Mis palabras maternales resonarán en lo profundo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Que el canto de cura y de redención planetaria sea entonado, para que las puertas inciertas se cierren en la consciencia humana.
Que nunca ningún cantor desista de servir con su simple voz al Reino de Dios.
Que las notas y melodías musicales, en este día, sean activadas para que las almas del mundo escuchen en su interior el Gran Llamado.
Que los coros de la Tierra, formados por los grandes ejércitos de las almas al servicio del Plan de Dios, se unan en comunión a los potentes coros angélicos para que en todo este Universo se emita la clave sagrada de la paz y de la reconciliación.
Que con cada pieza que hoy será presentada, los Universos sublimes desciendan al planeta para que la consciencia humana siga siendo trabajada, y así, las criaturas reencuentren el sentido de su vida espiritual.
Que cada cantor, que emitirá la melodía de armonía, coloque en su corazón a las naciones del mundo, con el fin de que se establezca un tiempo de paz en donde ya no existe.
Que las manos de los coralistas se unan entre sí para atraer hacia la Tierra la unidad entre el hombre y Dios, que nada más esté separado, que reine la sagrada hermandad para que cada alma cumpla con su preciosa misión.
Que cada instrumento irradie la nota de cura que le falta a muchas almas, y que así, cada corazón reciba el impulso interior que necesita.
Que este encuentro de música perdure a través de los tiempos y, a través de las ofrendas, que todos los corales no dejen nunca de abrazar el llamado de los coros celestiales, porque les aseguro que estarán siendo partícipes del anuncio de la segunda Venida de Cristo.
Que sus corazones se alegren y que las bases de este encuentro de música se fortalezcan por el amor de todos al Divino Propósito Mayor.
Que las puertas de este encuentro de música se mantengan abiertas para que nuevos cantores puedan llegar, y así, la hermandad se expanda más allá de las naciones, de los pueblos y de las razas.
Que Mis hijos del mundo tengan presente que todavía espero por las almas que se ofrecerán para formar parte de la sagrada producción de este evento celestial.
Los espero.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando el alma está en el vacío de sí, puede dar nuevos pasos y abrir las puertas a nuevos aprendizajes.
En este tiempo, estar en el vacío de sí también significa renunciar y aceptar con inmensa alegría lo que el universo envíe como prueba.
El vacío de sí no es un estado de sufrimiento ni tampoco de desprendimiento, es más que eso, es la posibilidad de abrazar con determinación la Voluntad que viene de lo Alto y así vivirla en infinita gratitud.
En estos tiempos, las almas serán colocadas en esa experiencia para que definan si sus vidas estarán más cerca o más lejos de Mi Hijo.
Este ciclo, que la humanidad entera está enfrentando, es definitivo y marcará la diferencia de que el Plan se manifieste o que demore en estar conscientemente en la vida de todos los servidores.
El vacío de sí es un paso hacia una confianza desconocida e inmensa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Para que una Obra Divina tenga su realización y continuidad en el planeta, ustedes deben acompañar de corazón los cambios que se aproximan y no temer vivirlos o que sean asumidos por nuevas consciencias.
El Plan Divino no es arcaico ni tampoco pasajero, sino que perdura a lo largo de los ciclos de renovación que él vive, de tiempo en tiempo.
Solo bastará vivir esa unión interna con el Plan de Dios para que él comience a materializarse en la superficie de la Tierra y para eso es fundamental la adhesión.
Es importante que los corazones sientan que el ciclo verdaderamente cambió y que otras son las necesidades que se avecinan en este tiempo final.
Por eso, con su consciencia elevada y sus ojos fijos en el Propósito, podrán acompañar este ciclo que toda la humanidad está transitando y que solo necesita ser vivido a partir de su comprensión profunda.
Este nuevo ciclo viene para remover los espacios del subconsciente y más allá de él, llega para retirarlo de la inercia humana.
Vivir el Plan de Dios también significa alzar los brazos para recibir los dones que prepararán a cada servidor para vivir los cambios, desde el momento en que dé el sí al universo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Es una alegría ver, en este día, almas en consagración que aspiran a vivir el Plan de Dios; almas que, a pesar de todas las circunstancias, perduran en el tiempo impulsadas por la fe y el amor a Cristo, Mi amado Hijo.
En las almas consagradas está el refugio de Mi Hijo, en donde Él puede encontrar consuelo y alegría cuando cada ser ofrece aunque sea lo más pequeño de sí para que Él pueda reinar a través de ustedes.
Hoy, lavo sus manos, queridos hijos, para que ellas sean benditas.
Hoy, lavo sus rostros para que sus ojos se abran, día a día, al Divino.
Lavo sus pies para que estén purificados y ustedes se abran para dar nuevos pasos en sus caminos.
Lavo sus heridas para que sean cicatrizadas y ningún alma pierda la alegría de reencontrarse con Dios.
Que hoy cada parte de sus seres sean lavada por el agua que proviene de la Fuente, que nutre la vida del espíritu y de la consciencia.
Que las almas consagradas reciban los impulsos de los Dones del Espíritu Santo, para que todo se renueve y en el próximo amanecer sean despertadas por la esperanza y la profunda fe.
Que las almas, que se consagran, renueven sus votos con el Plan de Dios; porque si su fe las ha traído hasta esta parte del camino, es porque están caminando onmigo hacia el reencuentro definitivo del amor y de la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi Divino llamado!
Los vivifica en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más