APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, CON MOTIVO DEL 8.° ENCUENTRO ANUAL DE LOS HIJOS DE MARÍA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oremos:

 

Adonai,
Misericordia, Misericordia, Misericordia,
Redención, Redención, Redención,
para este planeta.

Amén.
(seis veces)

 

Aunque la oscuridad parezca aprisionar a la consciencia del planeta y a todas las almas posibles, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque todas las guerras se desaten en el mundo y las almas emigren a diferentes naciones, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque se avecinen los tres días de oscuridad y la confusión mental esté presente en la mayoría de Mis hijos, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque, en las ciudades de diferentes lugares del mundo, muchas consciencias vean caminar a entidades, Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque la desesperación, la angustia y la ceguera espiritual estén presentes en la mayoría de Mis hijos, especialmente en aquellos que dirigen las naciones y someten a toda la sociedad; Yo les digo: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Aunque el sufrimiento parezca más grande que el amor, aunque el dolor sea más grande que la cura, aunque la mentira parezca más grande que la verdad y aunque la impunidad sea más fuerte que la fraternidad; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Y aunque las almas de este mundo, es decir todas las personas, vean que suceden cosas horribles, que se abren muchas puertas inciertas y que se sigue sometiendo a las almas por la injusticia y la mentira de este mundo; Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Mi promesa sigue vigente y latente.

Yo vendré, después de Mi Hijo, para restablecer el Reino Espiritual y Celestial en el planeta. Por eso, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Esta es la hora de todos los Hijos de María. Esta es la hora de la confirmación de todos los apóstoles de Cristo.

¿Quién sostendrá, junto a la Madre Celeste, el estandarte de la Paz?

¿Quién no permitirá que su corazón se enfríe delante de esta indiferencia planetaria?

Este es el tiempo de la confirmación final de todos los Hijos de María, porque el tiempo de la preparación ya pasó. Ahora ya no son Mis niños, ahora son los servidores adultos en evolución.

Ahora, deben ser embajadores de la paz y ciudadanos de este universo, para que los Atributos Divinos desciendan a la Tierra y los millones de almas en el mundo, debido a las guerras y los conflictos, no se olviden de que Dios es Amor, Verdad y Justicia, y que nadie, ni ningún acontecimiento borrará de los corazones la esencia del Amor de Dios, aunque parezca que el sufrimiento, los conflictos y las migraciones borren en los corazones la Verdad, que es el propio Dios Vivo.

Por eso, Yo les digo, hijos Míos: “No teman, porque Mi Inmaculado Corazón triunfará”.

Este es el tiempo de que los Hijos de María sean verdaderas consciencias decididas a servir al Plan, que permitan que el espíritu superior de cada hijo Mío descienda y que, a través de su propio origen universal, se establezcan en la Tierra los Espíritus Guerreros de la oración, los Espejos de la oración, los Contemplativos de la oración, los Guardianes de la oración, los Vigilantes del Plan, los Curadores del Amor de Dios y los Gobernantes del Rey Universal.

Coloquen sus consciencias en la dirección correcta, no permitan que lo superficial y lo horizontal los envuelva. No permitan que las fuerzas contrarias a la Luz sigan sometiendo a todas las consciencias a través de la desinformación y de la mentira.

Coloquen sus consciencias en dirección vertical y vean, en lo alto de los montes de este mundo, la victoriosa y luminosa Cruz del Redentor, que ya no será la Cruz del sufrimiento, sino la Cruz de la Misericordia, de la Justicia y del Amor que se ofrece a ustedes, de tiempo en tiempo, para que a través de la victoria de la Cruz en sus vidas, sus consciencias se eleven  a Dios y, en nombre de todos los que niegan al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, establezcan en este mundo la Justicia Espiritual y la Compasión, lo que permitirá que los que se han condenado al fuego del infierno, hablo de los que dirigen las naciones y todos sus súbditos, tengan la oportunidad de que, a través de Mi Hijo, el Cristo Redentor y Resucitado, todos se puedan redimir, porque ese es el verdadero Amor, amar al enemigo y no destruirlo. 

Aunque el enemigo destruya en lo material, mental o espiritual, los invito, Mis amados ejércitos orantes, los invito, Mis amados Hijos de María, a que en este tiempo sean verdaderos estrategas del Plan de Dios, que no luchen con armas, que no ofendan con palabras, que no atraigan a través del pensamiento lo que es negativo, sino que sean como Mi Hijo, el Cristo, que en lo alto del Monte Calvario redimió al mundo entero, hasta el último momento de Su expiración.

Por eso, Mis amados hijos, es hora de cambiar la frecuencia de este mundo y permitir que, a través de las columnas de la oración, del servicio, del diálogo, de la compasión y del entendimiento, se abran las Puertas de los Cielos para que las Gracias de la reparación, de la cura y de la redención desciendan sobre las almas más necesitadas en este tiempo y, así, se cierren los infiernos de la superficie de la Tierra, en donde grandes consciencias negativas trabajan en la involución de las consciencias y de las almas.

Pero en esta estrategia espiritual que Yo los invito a practicar por medio de la oración, de la adoración, de la Comunión y del servicio, no deben desafiar ni tampoco tentar al enemigo. La estrategia del silencio será su escudo. La estrategia de la oración será su espada que cortará los grilletes del mal y disolverá los infiernos, en donde muchas almas radican sin poder encontrar la Luz y el Amor.

¿Ahora, comprenden la estrategia de estos tiempos? 

Porque el mal se disolverá por su propio mal. Recuerden que Mi Hijo es el Amor, Él es la Verdad y Él es su Vida, y que Su Amor es lo que le cierra las puertas al mal.

Decídanse, Hijos de María, no solo a ser los apóstoles del fin de los tiempos, no solo a ser consciencias disponibles, decididas y definidas, sino también ofrézcanse a Mi Hijo y a Mi Materno e Inmaculado Corazón como chispas de la Luz de Cristo, códigos de Su Amor Redentor, espejos de la Madre Celeste, que pueden brillar en la superficie de este planeta para que el caos sea vencido, extirpado y retirado de la consciencia humana.

Así como les dije ayer, no quiero venir con un Mensaje de advertencia o de miedo. A través del Universo Celestial, Yo les traigo la verdad y la realidad para que sus ojos ya no se confundan, para que su atención no sea desviada por el caos de este mundo y por la ilusión.

A través de las almas bondadosas y generosas, a través de las almas de sacrificio y de las víctimas del Amor de Cristo, es en donde, una vez más, triunfará el Amor, la Justicia y el Bien de Dios. Y esa será la gran y victoriosa justificación ante todos los pecados y errores del mundo, y mismo delante de todas las guerras, condenaciones, sacrilegios e indiferencias, porque las almas serán esa justificación ante Dios, las almas, los Hijos de María, que a partir de hoy decidan que sus vidas ya no les pertenecen, sino que sus vidas pertenecen a Dios, el Creador.

Así abrirán la puerta correcta para vivir Su Divina Voluntad. Crean que esto es así. Crean y sientan, en este momento, la misma situación interior y espiritual que su Madre Celeste, la Virgen María, vivió con el Arcángel Gabriel.

¿Acaso ustedes creen que Yo dudé del Llamado de Dios cuando recibí ese Llamado del Cielo?

Ustedes están ante el mismo momento interior. Están ante la gran oportunidad, en nombre de muchos hijos perdidos, de abrazar el Llamado de Dios, de amar la cruz, para que ella se vuelva más victoriosa y redentora.

Hoy, vengo de un lugar del universo, de un lugar de este sistema solar, en donde los Espejos Celestes vuelven a trabajar por la paz en el mundo, de una forma silenciosa e imperceptible. 

Por eso, invito a todas las almas orantes, a todos los corazones espejo, a que, en este día, muy especial para Mí, en donde muchos Hijos de María tienen la oportunidad de renovar sus votos internos y de dar un paso definitivo y verdadero, a que los corazones orantes estén muy unidos a los Espejos Celestes de la Madre de Dios; porque ustedes saben que la humanidad lo necesita, necesita de esa paz que fue boicoteada, de esa esperanza que fue condicionada, de ese amor que fue oprimido y sepultado, de esa fraternidad que fue disuelta a través del mal, de la impiedad y de las guerras.

Son los Espejos Celestes de la Madre de Dios que hoy se reflejan en los corazones orantes, que elevan su verbo hasta los Tronos de Dios para suplicar por Misericordia y Redención.

Que se alegren los que han persistido hasta este momento del camino.

Que mediten los que no consiguieron seguir los Pasos de Cristo.

Que oren todos Mis hijos por aquellos que fueron desviados del propósito del Amor, por diversas situaciones y circunstancias.

Quiero que cada Hijo de María, hoy, delante de la cruda realidad del mundo, del dolor y del sufrimiento de las almas más inocentes e inofensivas, que Mis hijos, los Hijos de María, no solo se sientan envueltos por Mi Manto Celeste para que en sus corazones brille la Estrella de la Hermandad, sino que en nombre de aquellos que no pueden llegar hasta Mí, por el conflicto y las guerras, por la desesperación y la angustia, por la oscuridad y el absoluto vacío de los desiertos de la vida, quiero que Mis Hijos de María, en nombre de cada uno de ellos, coloque su cabeza sobre Mi pecho para que Yo los pueda abrazar con Mi Luz y con Mi Amor.

En este momento, sientan en el silencio del corazón el latir del Corazón de la Madre Divina, de un Corazón que los ama, de un Corazón que los acepta, de un Corazón que los abraza, de un Corazón que los baña con el Amor de Dios, de un Corazón que los ilumina en cada uno de sus pasos.

Sientan, por un momento, el Corazón de la Madre de Dios, un Corazón que sufre por el mundo cuando las almas se distancian de Dios, cuando las almas se alejan del Padre de la Divina Misericordia.

Ahora, abrácenme, colocando sus manos en Mi cintura, sobre el cinturón dorado de la Madre de Dios, y coloquen sus oídos sobre Mi pecho, el Centro de Luz Femenino de la Creación, que guarda y protege a todo el universo y la vida.

En esta alianza Conmigo, internamente, renueven sus votos con el Padre Creador.

Yo les agradezco por escucharme y también les agradezco por tener la valentía de persistir, para que el Retorno de Cristo sea una victoria en el mundo entero.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús: 

Oremos. Aún con nuestra cabeza sobre el pecho de la Madre de Dios, oremos junto a Ella en unidad y confianza, en fraternidad y amor.

 

Señor,
 que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza,
que la humanidad pueda expresar su arquetipo,
que la palabra sea viva y construya Tu Templo,
que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.

Amén.
(tres veces)

 

¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Ya les dije, hijos Míos, que existe algo mayor dentro de ustedes que desconocen; y que dentro de su esencia original, la pureza que Dios concibió para cada uno de Sus hijos se encuentran muchos misterios por revelar y por mostrar a cada una de sus almas.

Yo vengo como su Madre, pero también como su Gobernanta Universal, como ese gran Espejo de Justicia y de Misericordia, que viene a reflejar en la Tierra los Principios y los Dones de Dios.

Lo que el Padre espera de cada uno de ustedes, hijos Míos, es que ustedes también lo puedan representar en la superficie de la Tierra y que puedan ser espejos, tan semejantes a como soy Yo, que no solo traigan los atributos divinos a la Tierra en este momento tan agudo de la humanidad, sino que también ustedes, hijos Míos, conozcan sus propios misterios internos que el Padre les revelará cuando Él les quite con Sus propias Manos los velos de la consciencia, momento en el que todo se mostrará completamente y recordarán y sabrán quiénes son.

Por medio de su consagración diaria a Mi Inmaculado Corazón es que están enviando una respuesta al Padre Eterno, para que Él pueda contar con ustedes completamente y sin condiciones, porque al menos una parte de este gran rebaño de la humanidad deberá cumplir lo que el Padre necesita en este ciclo planetario.

En los cuatro principales continentes de este planeta deben existir las tribus de Israel, no sólo recordando sus orígenes y sus Principios Divinos, sino estando conscientes y disponibles para servir al Padre Celestial en las últimas misiones que Él encomendará a la humanidad, directamente a aquellos que despertaron y despertarán en este tiempo.

Esto forma parte, hijos Míos, del Plan infinito del Creador, un Plan que aún no se cumplió y no se concretó, un Plan que está siendo escrito por sus vidas y sus corazones, no sólo por los seres que están en la superficie de la Tierra, sino también por todos los seres que están en el Cosmos y forman parte de esta gran fraternidad universal que Dios formó y conformó desde el origen.

Ahora ustedes son conscientes, hijos Míos, de que no están solos, pero aún deben ser más conscientes de sagrados conocimientos y misterios que llegarán al mundo para poder despertarlo. Eso los colocará delante de los acontecimientos del fin de los tiempos en una postura más consciente y madura, así como Dios lo necesita.

Yo les vengo a traer, hijos Míos, esta revelación porque no está escrita en la Sagrada Biblia, en verdad esa revelación fue omitida de la Sagrada Biblia. Por eso, hijos Míos, Yo soy parte de ese Verbo Divino que en el nombre de Dios viene a pronunciarse al mundo por medio de un mensaje y de la Palabra Divina, para que los hijos del Padre sean conscientes de que hay un propósito y una meta a alcanzar, en este ciclo, que ninguna raza y ninguna humanidad anterior alcanzó hasta ahora. 

Todos los que están presentes en este ciclo agudo del planeta, lo están por una razón espiritual, viviendo dentro de sí el universo de los aprendizajes y de las pruebas; aprendizajes que los colocan en la madurez de la consciencia, en la disposición interior y en el servicio incondicional al Padre Eterno.

No existen pruebas mayores, hijos Míos, que no se puedan superar. Yo les entrego la llave de la oración como un camino de comunicación con Dios, como un puente que siempre los coligará con la verdad de la existencia, donde sus consciencias podrán estar completamente elevadas, a pesar de cómo se encuentre el mundo. Y en esa elevación  y en esa aspiración constante, hijos Míos, es donde encontrarán las diferentes faces de Dios y conocerán más profundamente sus Nombres Sagrados que son emanaciones verdaderas de Su Consciencia Infinita, de sus diferentes tareas y misiones en este Universo, así como en otros Universos desconocidos.

Es así que Yo les traigo la Luz de la Verdad, esa Luz que debe penetrar en sus corazones y almas, una Luz que siempre los llevará a la Verdad y los sacará de la ignorancia de la Tierra. Porque hoy no solo estoy aquí por Argentina sino también por el mundo, por todos los que escuchan Mi mensaje en este tiempo crucial y claman desde su corazón por la existencia de la Paz, no solo dentro de ustedes sino también en el mundo.

Esa consciencia elevada que Dios los invita a alcanzar, día a día, no solo a través del camino de la oración, sino también a través del camino del servicio. Eso les permitirá, hijos Míos, estar en otra vibración y en otra consciencia, desde donde Dios podrá intervenir en la humanidad a través de los instrumentos, Sus hijos, y así disipar, de a poco, el caos que está presente en la humanidad. Y así, ustedes percibirán, hijos Míos, la existencia que se encuentra en los Espejos del Universo, que son grandes usinas de información que siempre alimentaron sus espíritus y esencias desde el principio.

Pero ahora, hijos Míos, llegó el momento de recordar todas esas cosas, de revivir todos esos tesoros que son profundamente espirituales e inmateriales y que colocarán a sus consciencias al servicio del Plan de Dios porque les aseguro, hijos Míos, que sabrán dónde estar y qué hacer en el momento exacto.

Ustedes y todos sus hermanos de la humanidad son una raza en transición, una raza que vive los primeros pasos del Apocalipsis, en el que se revelarán muchos misterios, pero también se mostrarán cosas increíbles por parte de los hombres y mujeres de la Tierra, nunca antes vistas, que también ofenderán al Corazón de Dios.

Por eso Yo los invito, hijos Míos, a elevar sus consciencias y ese pedido ya lo hicieron sus almas. Por eso hoy les vengo a hablar de todas estas cosas, hijos Míos, porque estarán alimentados de la Fuente Inmaterial y no de las informaciones que promueve la propia humanidad que confunden a los corazones y que no son verdaderas.

Como la Madre del Altísimo, la Madre Universal y el Inmaculado Corazón de María vengo, en este tiempo y fuera de la Iglesia, a ampliar la consciencia humana que cada día está más dormida, hipnotizada e indiferente a la realidad universal.

Será la elevación de sus consciencias y corazones, y de todos los que aspiren a despertar que colocará a la consciencia humana en otro nivel, en donde se podrá percibir la Presencia de Dios y de Su Fuente y traer la Verdad hacia sus corazones y consciencias.

Yo necesito, hijos Míos, que construyan el Nuevo Tiempo a través de sus ejemplos y de las enseñanzas que les ha entregado Mi Hijo, no sólo a través del Evangelio, sino de Sus Sagradas Instrucciones, de todos los impulsos que les ha entregado en estos últimos tiempos.

Pero llegó el momento, hijos Míos, de que la consciencia de la Divina Jerarquía se muestre y se haga sentir a la humanidad porque la raza humana está al borde del abismo y Yo tengo la tarea, hijos Míos, de rescatarlos y de despertarlos y de llevarlos al Corazón del Redentor, en donde estarán seguros y protegidos. Pero también tengo la misión espiritual encomendada por el Arcángel Gabriel de revelar la verdadera Consciencia de Dios y la de Nuestros Sagrados Corazones que no solo se remiten a una imagen santa.

Este es el tiempo en el que sus consciencias y mentes se pueden expandir y que el centro de su corazón sea quien gobierne sus vidas. Así sus espíritus los impulsarán a vivir los cambios sin miedos, sin restricciones ni dudas para que representen a Mi Hijo en la superficie de la Tierra como Sus apóstoles y no solo vivan Sus enseñanzas y Sus ejemplos, sino que lleven a sus hermanos, a los más necesitados, el alivio de Dios y que aprendan a sostener sus propias naciones por medio del instrumento de la oración y del servicio, que Me permitirá seguir pisando fuerte la cabeza del mal y más almas de los infiernos se liberarán, más consciencias recuperarán su fe y la esperanza en el Padre Eterno y nada más los separará de la Verdad, porque podrán preparar la venida gloriosa de Cristo; no sólo viviendo dentro de sí la Verdad de Cristo, sino el advenimiento de Su Consciencia a la humanidad, lo que nada ni nadie detendrá, porque en el momento más inesperado Él regresará.

Por eso Yo vengo como Su Madre y como Su Esclava fiel a avisarles y a anunciarles, hijos Míos, que ese momento se está acercando y Él será su gran Patriarca, su Gobernante, su Líder, su gran e infinito Amor. Y lo tendrán frente a sus ojos, así como lo tuvieron los apóstoles después de que Él resucitó. Pero ahora, no tocarán Su Llaga como la tocó Tomás, sino que ustedes, hijos Míos, tocarán Su Cuerpo y Sus Vestiduras Sagradas porque Él vendrá a abrazarlos en nombre del Amor y a establecer definitivamente la redención.

Por eso, hijos Míos, que sus corazones en este momento de crisis no pierdan la esperanza. Anímense a reorganizar sus vidas a través de la vida grupal, anímense a experimentar la vida comunitaria de las Comunidades-Luz que Nuestros Sagrados Corazones y las Sagradas Consciencias del Universo pidieron fundar hace muchos años, en ciertos puntos de Sudamérica, para que la humanidad que estaría sufriendo y padeciendo en este tiempo consiguiera encontrar un lugar en donde pudiera ver a Dios, sentirlo en lo profundo de su corazón y saber con certeza que nada está perdido, a pesar del caos que reina en el mundo.

Esas Comunidades-Luz, hijos Míos, son las Islas de Salvación para la humanidad entera. Por eso, hijos Míos, sepan que los valores sagrados de Dios están presentes aún en la Tierra y en esos lugares. 

Pero deberán vivir completamente el desapego, la neutralidad y la confianza, para que sus vidas vayan cambiando, poco a poco, y sepan que Dios, a través de las Comunidades-Luz, coloca Sus Sagrados Aspectos, cada uno de Sus Nombres Sagrados, para que Sus Atributos alimenten sus espíritus y a todos los que lleguen allí para vivenciar la presencia del Amor, de la hermandad, de la solidaridad, de la cooperación y de la Verdad.

Porque allí estamos presentes, entre ustedes y en ustedes. Allí encontrarán refugio a sus necesidades espirituales e internas. Allí encontrarán apoyo siguiendo los principios de la hermandad y de la vida grupal para que todo se mantenga en orden y en armonía.

Las Islas de Salvación son para aquellos que se quieren transformar verdaderamente y entregar su vida en las manos de Dios, así como nunca antes la entregaron. Las Islas de Salvación son lugares para las familias, para la célula principal del Plan de Dios que debe ser protegida y amparada por la Jerarquía, para que la familia como arquetipo espiritual siga perdurando a través de los tiempos, no pierda la felicidad y el amor que la ha concebido, sino que reciba siempre la Gracia de Dios para que todos los que nacieron y nacerán sean también dignos hijos de Dios, parte de la familia universal.

Pero el mundo está con su atención en otras cosas, por eso llegó el tiempo, hijos Míos, de que su Madre Celeste les revele lo que el Universo guarda hace mucho tiempo y que por períodos, a lo largo de la historia de la humanidad, ha tocado a esta raza por medio del despertar y del conocimiento, de la experiencia que tuvieron los pueblos sagrados, los pueblos originarios que consiguieron cumplir con el Plan de Dios, antes de que fueran exterminados.

Esa enseñanza, esa forma de contacto interior, con el Universo y con Dios, deberá ser retomada por la humanidad para que estén en la sintonía correcta y con la protección correcta.

Ahora, hijos Míos, como testimonio de que es importante mantener esa familia universal, como Madre del Altísimo y Señora de Argentina, escuchando el instrumental del himno de consagración de los Hijos de María llegó el momento de que los que hoy se consagrarán se aproximen hasta aquí para recibir Mis palabras y Mi bendición, sabiendo que sigo confiando en todos los que ya se consagraron y en los que, más allá de la apariencia humana o de los acontecimientos, se están consagrando para servir a la Madre de Dios, a la Gobernanta del Universo y de la Tierra, al Espejo de la Justicia y de la Misericordia. 

Por eso, hijos, regocíjense, alégrense y vivan la esperanza, que Mi Corazón maternal hoy les entrega en esta consagración, de permitir que sus almas y esencias estén bien despiertas y conscientes para que sus vidas completamente sean parte de los Atributos de Dios.

En esta noche, en donde toda Argentina es bendecida amorosamente por la Madre de Dios y bajo la presencia de los ángeles del Cielo, enciendo en ustedes, hijos Míos, la Pureza Original, para que ella los haga libres de espíritu y de cuerpo, de alma y de corazón, sabiendo que Dios está dentro de ustedes y los ama, y que Él tiene la autoridad de curar todas las cosas, por más difíciles e imposibles que parezcan.

Ustedes, hijos Míos, hoy se están comprometiendo ante Mi Inmaculado Corazón a no sólo orar por las familias de Argentina, sino también a orar por la Paz en Argentina, Paraguay y Uruguay.

Ustedes tienen Conmigo la misión espiritual de proteger el Proyecto que Dios ha pensado para este tiempo y para este lugar en Sudamérica, en donde deberá brillar la Estrella de la Nueva Jerusalén que hará renacer en la Paz y en el Amor a todos los corazones.

Yo los consagro, como muchas veces ya los consagré, pero ahora los consagro como Mis hijos, como Mis queridos hijos que caminarán a Mi lado formando parte de los ejércitos de la Paz, de los comandos poderosos de la oración del corazón.

También los invito, hijos Míos, a experimentar y a vivir el servicio por el semejante y por los Reinos de la Naturaleza, especialmente por las aldeas tan pobres de la Argentina, que muchas de ellas se encuentran aquí en Buenos Aires, en donde los corazones esperan por una sonrisa, por un gesto de amor, por un abrazo de compasión para poder soportar la miseria que viven en este tiempo.

Pero, hijos Míos, si sus corazones se elevaran al Cielo por medio del impulso de la oración y sus oraciones fueran profundamente verdaderas, no sólo ustedes seguirán estando debajo de Mi Manto, sino todos los más pobres entre los pobres.

Porque la Madre de Dios seguirá trabajando espiritualmente para que la Nueva Humanidad sea en Argentina y reciba el retorno de Cristo. Amén.

Yo los bendigo y les doy Mi abrazo maternal.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy les dejo Mi Luz, Mi Cariño y Mi Consuelo para que lo lleven en ustedes mismos y lo compartan con los que más lo necesitan; así la red poderosa de Mi Amor llegará al mundo entero.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Y escucho el himno de su consagración.

Hasta pronto.

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE NÁPOLES, CAMPANIA, ITALIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

María, en este momento, aparece vestida de blanco, descalza, con la Luna a Sus pies y la Corona de Doce Estrellas.

En el centro de Su pecho aparece el símbolo de una gran Eucaristía, que tiene las letras JHS. En presencia de Nuestra Señora los espacios se estabilizan. Su energía de paz establece armonía y une este espacio y este lugar con la Fuente de Dios, por medio del trabajo de oración que fue realizado.

Nuestra Señora nos pidió transmitir primero Sus palabras para que la podamos acompañar en lo que Ella está haciendo en este momento.

Nos vamos a unir y a sintonizar con la presencia de María como la Madre de la Sagrada Eucaristía.

Queridos hijos:

Desde el Cielo, Yo les traigo la protección interior porque si están Conmigo, están con Dios y con Su Plan de Amor, el que a pesar de ser impredecible para los hombres, es un Plan que se realizará primero en los niveles de los mundos internos para después manifestarse en la superficie por medio de las almas y de los corazones que se redimirán en Cristo.

Yo les traigo esa seguridad interior porque sé que la necesitan para poder seguir confiando en Dios y en Su Presencia.

Es así que hoy les traigo el Sagrado Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo porque, como Sierva y Discípula del Señor, soy la primera que debe adorarlo y honrarlo, no solo por Su tarea y Su misión realizada en la Tierra, sino por Su gran Obra de Misericordia y de Gracia en el Universo y en la humanidad.

Yo les traigo, en este momento, un espacio del Reino de Lys en donde esa seguridad interior se expresa y se manifiesta por medio de los ángeles que allí están presentes y que trabajan con todas las almas peregrinas que llegan al Santuario de Fátima para reconocer, una y otra vez, a la Madre de Dios, a la vencedora y triunfadora sobre las tinieblas.

Este es el tiempo, hijos Míos, de aprender a vivir los momentos más difíciles de la humanidad porque así ayudarán a otros hijos Míos a hacerlo. Ayudarán y enseñarán a atravesar el fin de los tiempos sabiendo que, a pesar de que se presenten los tres días de oscuridad, sabrán cómo continuar porque quien está ante el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, está ante Dios y Su Presencia Celestial, Su Trono, Su Poder, Su Majestad.

Es así que, en el silencio de Mi Corazón, Yo les traigo la verdad de saber escuchar a Dios por medio de los Mensajeros Divinos, de poder confiar más allá de los acontecimientos o de los cambios. Yo les traigo la oportunidad de vivir el sacrificio por Mi Hijo, verdaderamente, y sin ilusiones ni imaginaciones.

Sé que es un paso muy grande para todos los servidores de Cristo, pero Dios necesita expresarse en estos momentos tan difíciles de la humanidad para que la consciencia humana aprenda a cambiar y a trascenderse, aprenda a buscar la reconciliación con Dios y nunca más alejarse de Él, de la Fuente de Su Amor y de Su Gracia.

Ante la Presencia del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo en Mi Corazón, Yo les traigo también la Sabiduría de Dios, sabiendo que en estos tiempos difíciles, grandes decisiones deberán ser tomadas para que la Obra de Mi Hijo se cumpla a pesar de las consciencias o de los cambios.

Sepan, hijos Míos, que nunca atravesaron un tiempo tan diferente de este, un tiempo tan impredecible, porque este es un tiempo en el que deben aprender a estar en Cristo y en el Amor de Mi Hijo para que, en esa unión perfecta con Él, se fortalezcan y sigan adelante cumpliendo con Su Plan y con Sus pedidos.

A través del Reino de Lys, Yo les traigo la Paz, la Paz del Ángel de Portugal, porque este fiel Mensajero de Dios en esta peregrinación está trabajando mucho para ayudar a los ángeles de las demás naciones de Europa que necesitan liberación y auxilio al igual que todos Mis hijos de este histórico y herido continente.

La Luz del Reino de Lys emerge como grandes esferas de consciencia en las que Jerarquías y ángeles de Luz se manifiestan en los planos internos, en los que ocurren grandes interferencias, para socorrer, auxiliar y aliviar a las almas, para reencender en los corazones la devoción y el amor a Dios, para traer la paz al mundo en los lugares donde ya no existe por ignorancia o por error.

Pero el triunfo de Mi Inmaculado Corazón se dará en situaciones límites, en momentos límites, en tiempos culminantes y decisivos.

Por eso, hijos Míos, Yo apelo a que puedan reconocer esos momentos, para que puedan estar atentos y vigilantes así como lo está su Madre Celeste ante la adversidad y ante la batalla espiritual de estos tiempos.

La Mano de Dios nunca se separará de ustedes si permiten que esté sobre ustedes todo el tiempo. Dios desea profundamente el amor y el bien a la humanidad, pero muchos no lo aceptan.

Para poder ver a Cristo en Su Segundo Retorno, cambios importantes deberán suceder en la humanidad y en el planeta, cambios que deberán comenzar en la consciencia para que se reflejen en las acciones, en los ejemplos y en los actos; sabiendo que un grupo como ustedes, al servicio de Mi Hijo, debe sostener lo que es imposible para una consciencia tridimensional y humana.

Pero la fuerza de Mi Inmaculado y Materno Corazón los impulsará a llevar adelante la antorcha de la paz que iluminará al mundo y, en consecuencia, traerá la Presencia de Cristo a la humanidad y a los corazones perdidos.

Sepan que no deberán sobrevivir en estos tiempos como muchos están sobreviviendo, de forma espiritual y material. Dios les da todo para que ustedes lo puedan dar todo. Dios no les reclama. Dios los espera y los escucha, los acoge en Su Corazón Eterno e Infinito. Dios les trae la Paz por medio de Sus Siervos celestiales.

Dios establece Su Misericordia en aquellos que escuchan Su llamado y no retroceden, porque este es el tiempo de conceder una gran cura para el planeta y para la humanidad. Es el tiempo de sostener lo que es insostenible y de amar lo que es imposible de amar, de comprender lo que es imposible de comprender. Es tiempo de considerar los valores que les ha dado la Jerarquía en cada momento y en cada etapa, porque así tendrán siempre una dirección, un camino, una luz en el horizonte en los tiempos de oscuridad.

Yo les traigo, por medio del Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo, la Fortaleza de Dios. Aquella misma Fortaleza que Mi Hijo necesitó en el momento culminante del Huerto Getsemaní cuando, en una profunda soledad y oscuridad, no dudó de Dios ni siquiera en un momento. Porque, a pesar de haber sido un hombre simple y humilde mantuvo Su fe en lo Alto, en la Voluntad más allá de comprenderla o de vivirla.

Por eso, Él es el Cristo y ustedes también lo pueden ser. Mi Hijo, en este tiempo, no solo dice palabras para alegrarlos o alentarlos. El Nuevo Cristo es aquel que imita a Mi Hijo en el ejemplo y en la vida interior aunque caiga y se levante muchas veces. Mi Hijo los impulsa a ser los Nuevos Cristos porque serán los apóstoles que defenderán y proclamarán Su Segundo Retorno a la humanidad en los cuatro puntos de la Tierra. 

Hermanos, que hoy ustedes desconocen, proclamarán la venida del Redentor y se cumplirá la profecía que está escrita en la Biblia: “La Mujer vestida de Sol llegará de nuevo a la Tierra con la Luna a Sus pies y la Corona de Luz en Su cabeza, anunciando el advenimiento del Redentor, del Salvador, del Maestro entre los maestros, de aquel que triunfó en el Amor y en la Verdad”.

Sean uno en Cristo en cada momento, en cada circunstancia, bajo cualquier situación o experiencia. Así, Él estará entre ustedes y ustedes estarán en Él. Así, Él cumplirá Sus Prodigios y manifestará Sus Gracias a los que las necesitan hace mucho tiempo.

Yo les ofrezco el Cuerpo Eucarístico de Mi Hijo como una puerta para su redención y su entrega a Dios. Mi Gracia Maternal será su fortaleza y su consuelo en los momentos difíciles.

Tengan fe en lo que les digo y oren por las causas de Dios, para que se cumpla Su Voluntad y en la Tierra se realice Su Plan de Amor.

Les agradezco por escucharme.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Es a través del amor de Mis hijos que la Santa Madre de Dios y Madre vuestra puede trabajar con la humanidad y el planeta, a través de las preciosas herramientas que existen en todo el vasto Cosmos, herramientas que generaron los Principios de la Creación y que permitieron generar la vida en el origen de los orígenes.

Son esas mismas herramientas de luz del Universo inmaterial y espiritual, que en este tiempo actúan en el Universo y en este planeta, con el fin de no solo elevar la consciencia humana sino también de redimirla, para poder llevarla por el camino del bien y de la luz.

Están ante el Misterio de los Orígenes, de lo primero que Dios pensó antes de la creación de los universos. Están antes de su existencia, de su creación. Están ante el Misterio de que surgieran como esencias.

Hoy, están ante una de las verdades de Dios, y Mis ángeles acompañan este sagrado movimiento, que como una espiral de luz desciende sus principios de la Fuente para la consciencia humana, que en estos tiempos definitivos se abre para revelar los misterios y así poder conocerlos, a fin de tornar su consciencia sagrada y unida en perfecta alianza con Dios.

En la Fuente Inmaterial existen muchas manifestaciones de vida. No solo en el Universo llamamos Vida a lo que vive y vibra sino también a todo lo que es movido por la energía inmaterial, como un poderoso caudal y energía que retroalimenta los espacios y todos los planos de consciencia para que las almas y todos los seres del Universo estén en contacto con Dios.

En esta parte del Universo local, donde su planeta conforma un sistema de vida, solo existe el uno por ciento de ese sistema de comunicación.

Así podrán comprender, hijos Míos, cuán vasto es la Creación de Dios en este Universo. Porque como ustedes ya saben y aprendieron por medio de la instrucción recibida, el Universo no solo termina en lo físico sino también es mental, espiritual y supraespiritual, algo que aún la consciencia humana no alcanzó, por la condición de su densidad molecular y celular, por el caos de estos tiempos.

Pero el Padre pensó en algo diferente para esta humanidad y este planeta, incluso antes del retorno de Su Amado Hijo, de que Sus más sagrados tesoros de la Creación , los conocimientos más antiguos de este Universo material y espiritual estén al alcance de todos los seres humanos, para que finalmente puedan representar el Plan de Dios en la Tierra y los velos de la vida cósmica, puedan caer de sus rostros, para que se pueda mostrar la verdad que los trajo aquí y el Propósito que los concibió para este momento.

Por eso a través de Mi Corazón Inmaculado no solo profeso palabras simples para las almas, a fin de que todos Me puedan comprender. Pero es momento, hijos Míos, que sus consciencias den un paso más hacia el Universo, para que sus vibraciones se puedan elevar más, dada la necesidad planetaria y el caos del fin de los tiempos.

Así como fue el pueblo de Israel, esta generación del fin de los tiempos, esta humanidad de transición de un viejo tiempo hacia un nuevo tiempo, debe ser merecedora de los tesoros celestiales, para que se convierta en la celadora de las reliquias de Dios y de todos Sus conocimientos emitidos desde antes de la creación.

Ahora, hijos Míos, el Misterio ya dejó de ser un misterio. Es hora de que puedan ascender por medio del despertar y del conocimiento sagrado escrito en lo eterno, en las esferas sublimes de la Creación, donde palpita y vibra el Divino Propósito para toda la Creación y para toda la vida.

Están hoy ante una de las Voluntades de Dios y sé que sus corazones no pueden abrazar todo esto, menos sus mentes, por la limitación que ellas tienen. Pero sus espíritus, que conocen la Vida universal y cósmica, que sienten en el centro de su pecho la Vida Mayor y la confraternidad que los ha traído aquí para aprender de la redención y del perdón, sus espíritus sí están abiertos, porque son sus espíritus que les harán comprender los Misterios de Dios y así se familiarizarán, de una manera evolutiva, con el Conocimiento divino de la Fuente Suprema.

Aún existen muchas llaves que debemos entregar para que se abran nuevas puertas. Dependerá de la recepción de los corazones al conocimiento divino que eso sucederá. Eso generará más oportunidades. La ciencia divina estará cerca de sus vidas.

Ustedes aprenderán a interrelacionarse con los Universos y con otros sistemas de la Creación que están más allá de este Universo local.

Es hora de comprender, hijos Míos, que no estamos solos. Dejó de ser una teoría de pocos hombres sabios o científicos.

La realidad divina y universal quiere descender para que sus almas encuentren el compromiso que los trajo aquí y puedan volverse instrumentos de Dios para que Él pueda obrar en el fin de estos tiempos, activando plenamente el plan de rescate en esta humanidad.

Nada de lo que les digo es extraño. Solo que algunos corazones en esta hora y en este tiempo, pueden comprender todo este sistema universal, ya que la mayoría está despertando a algo que olvidó hace mucho tiempo y que viene de las estrellas, de todos los soles, de todos los astros que circundan el Universo, generando la Vida universal y el descenso de la Vida sublime en todos los sistemas de este Universo y de otros.

Vasta es la Creación de Dios y muchos conocimientos se pueden aproximar a las almas que quieran volver a religarse con la Vida universal para que la ignorancia se disipe e ingrese en la consciencia la tónica de la Verdad, la que los hará responsables y corresponderán al Plan Divino del Padre.

Por eso, ya es hora de dar pasos en la evolución espiritual. Es hora de que ya no se queden solamente con lo que sucedió en el planeta o con lo que cuenta la historia de los libros que fueron escritos. Muchas más verdades existen en el Universo que no son conocidas hasta los días de hoy.

Solo por decisión del Padre Eterno esa realidad puede ser parte de sus vidas, estar dentro de sus consciencias y formarlos en el Conocimiento Sagrado de Dios. Aquel mismo conocimiento, que una vez descendió sobre los patriarcas y los profetas, fue lo  que permitió preservar la originalidad de la raza -más allá de sus errores y de los hechos cometidos- y también lo que permitió preparar el nacimiento de Jesús.

El ser humano de la Tierra tiene muchas posibilidades en el sistema de vida. Solo que los planes de Mi adversario llegaron a toda la consciencia humana para que no conociera sus potenciales y virtudes, así como la posibilidad de poder comunicarse con Dios de una forma fluida y permanente, como en ningún otro lugar del Universo.

Por eso, el ser humano es algo impredecible. Puede estar en el bien o puede estar en el mal.

Pero es hora, hijos Míos, que a través del Conocimiento Sagrado que viene del Universo de Dios aprendan en el fin de estos tiempos a vencer la dualidad, para que sus almas crezcan en  el amor y en  la verdad, en el servicio y en la humildad, por los que son más ignorantes y necios, por todos los que no quieran ver la Verdad del Universo que está escrita desde los tiempos antiguos en los Espejos de la Creación. Informaciones divinas y cósmicas que se refractan de tiempo en tiempo para otros sistemas de vida.

Más allá de la Tierra la distancia material de los planetas es algo alternativo para la consciencia del hombre.

Existen muchos puntos en el Universo que les permiten llegar en cuestión de segundos o de minutos. Es que aún la humanidad está en un tiempo alternativo.

Será el conocimiento del Universo que les permitirá acceder a la verdad del real tiempo o del tiempo presente, y les permitirá comprender todo lo que existe dentro del Universo de Dios y que es algo mucho más sagrado de lo que ha sido sagrado en este planeta.

Todos vienen de Fuentes diferentes, de orígenes lejanos, de historias imborrables, de una experiencia vivida que quedó marcada en la consciencia, que aún no es consciente de esa realidad.

Pero esos velos también caerán algún día y podrán reconocer sus actos y errores. Y podrán enmendarlos en el Amor de Cristo, especialmente por la fuerza de su fe en el sagrado Plan del Creador.

Los ángeles de su Guarda guardan la historia de su existencia y conocen profundamente su realidad interior y espiritual; lo que eran, lo que ahora son y lo que algún día serán trascendiendo la dualidad, la muerte y la ilusión.

Pero para poder vivir eso como muchos otros seres lo vivieran en algún tiempo, es necesario de humildad, de resignación, de obediencia y de mucha voluntad, para concretar el propósito que los trajo aquí, más allá de lo que piensan, de lo que sienten o de lo que viven.

La verdadera esencia que los trajo aquí no está dentro de la vida material. La vida material y sus vehículos son instrumentos para vivir esa experiencia, para aprender algo que dejaron de aprender o que nunca aprendieron por diferentes circunstancias o motivos.

La vida material puede espejar la vida espiritual, pero nunca será igual a la vida suprema. Dios creó cada plano de consciencia pensando en cada detalle y en el sentido de cada movimiento, de cada acción y de cada propósito.

Ustedes, como humanidad y como planeta, como existencia dentro de un sistema universal, dentro de una infinita creación de un vasto universo, están sumergidos dentro de ese Propósito, que debe diseñarse y realizarse en estos tiempos próximos, a fin de que se cumpla una Voluntad desconocida, tan semejante a la Voluntad que una vez tuvo Dios de traer Su Hijo a la Tierra.

Con esta comparación espiritual, hijos Míos, están ante de una gran responsabilidad divina y delante del Portal, de una gran oportunidad de realizar en la Tierra la Voluntad Mayor.

Por eso, hijos Míos, cada vez que pasa el tiempo, los meses y los años, cada vez que se consagran nuevos Hijos de María, mayores responsabilidades ellos asumen ante la Creación, sabiendo que no solo es llevar sobre su cuerpo el manto de la Virgen María, es algo mucho mayor, que surge de la Fuente y que les da la gracia de vivir la consagración.

Pueden aproximarse al escenario los que hoy se consagrarán.

Harán los votos delante de la Madre de Dios de aprender a sumergirse en la Vida Divina, para que su consciencia sea divinizada y así cumplan algún día la Voluntad Mayor que los trajo aquí.

He dicho en esta noche mucho más de lo esperado, porque Dios observa y contempla el movimiento de sus internos para poder medir hasta donde sea posible profundizar en las revelaciones de Su Sagrado Conocimiento.

Que hoy, a los que se consagrarán y a los que ya se consagraron, las esferas sublimes los impregnen y los colmen para que, esencialmente como almas y espíritus, se unan a la Fuente Mayor, por medio del amor y de la unidad que los trajo a la Tierra para cumplir un Sagrado Propósito.

Sigan rezando todos los días para que la Madre de Dios y Madre vuestra pueda seguir pronunciando y revelando los Misterios de Dios y así cada día más, la ignorancia humana sea disuelta de todos los hombres.

Hoy, a través de los Espejos del Universo, por medio de Mi Corazón Maternal, como Emperatriz del Universo y de la Tierra, como la Dama Mayor del Universo y Madre del mundo, les irradio Mis atributos para que ellos, como pequeñas semillas de luz, se siembren en sus corazones y esencias, a fin de que cuando Cristo retorne por segunda vez a la Tierra, pueda encontrar en ustedes los talentos y las virtudes que Él necesitará para poder rehacer y reconfigurar a la humanidad.

Escuchando el Himno de su consagración elevo hacia lo Alto sus aspiraciones y el Padre recibe en Su Corazón sus súplicas, para que sus almas sean contempladas por Su Misericordia en este momento de consagración y de unión con la poderosa Luz del Universo Celestial.

Por eso, hijos, en esta noche, ante el Conocimiento de Dios que fue revelado, reciban Mi más cálido y dulce amor de Madre, para que sientan en su corazón el calor prometedor de Mi Amor y el porvenir de la esperanza. Amén.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Nos ponemos todos de pie, a pedido de María. Y vamos junto a Ella a agradecer la inmensidad de Su Amor y de Su Gracia, porque sabemos que no somos merecedores de tantos conocimientos. Y a través de estos conocimientos, por medio de María Santísima, cada uno de nosotros puede descubrir cada día más, el infinito Amor de Dios por cada uno de Sus hijos.

A pedido de la Madre Divina, vamos a rezar por esta consagración y por los que hoy se reconsagrán, renovando los votos con el compromiso de vivir el Plan de Dios en la Tierra y de materializarlo en estos tiempos, a fin de que se cumpla la salvación de la humanidad.

Vamos a rezar el Padre Nuestro en portugués, junto a Nuestra Señora.

Pai Nosso...

Con el poder que proviene de la Fuente de Dios, en nombre de la Santísima Trinidad, Yo los bendigo y los consagro en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Pueden cantar el Himno de su consagración.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por estar abiertos a escuchar las revelaciones del Señor.

Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Vengo al mundo por una razón espiritual y universal.

Vengo para abrir aún más la consciencia de Mis hijos, para que sientan en su corazón la Verdad, la Verdad que Yo profeso a través de Mi presencia.

Vengo por un mundo que agoniza y desespera.

Vengo durante un tiempo de purificación intensa.

Vengo para traerles lo que en verdad necesitan, lo que les concederá la libertad, la oportunidad de vivir lo que Dios ha pensado y lo que Él ha planificado para sus vidas.

Mientras tanto, manténganse dentro de Mi Corazón, revivan cada momento de oración como una oportunidad de renovación, para que los códigos divinos lleguen a sus vidas y reciban la sabiduría que necesitan para poder tomar decisiones correctas.

Por eso vengo aquí, una y otra vez, hasta que se cumpla lo que Dios necesita, hasta que se realice lo que Dios ha pensado.

A pesar de que sea un tiempo de caos, si Él decide que todo se lleve adelante, se llevará.

Por eso la confianza de ustedes es imprescindible, y especialmente, la adhesión de todos, para que se pueda cumplir lo que está escrito.

Tal vez sientan que esto lo escucharon muchas veces, pero si lo vuelven a escuchar es porque no se ha cumplido.

Es necesario colocar sus pies en un solo camino.

Es necesario reclinar la cabeza para poder entrar por la puerta de la humildad, así como Nosotros lo hicimos cuando estuvimos aquí presentes en la Tierra como la Sagrada Familia.

Los atributos que son necesarios en la humanidad no podrán perderse.

Deben ser celadores de esos atributos, deben ser guardianes de las Reglas de Dios para que todo se mantenga en su curso, a pesar de los acontecimientos que ya están sucediendo en la humanidad y también de los acontecimientos que sucederán.

Cuando todo esté muy intenso, no habrá hacia donde correr. Solamente en Mi Corazón encontrarán el refugio que necesitan, el aliento que tanto esperan, el alivio que tanto buscan.

Pero Yo los invito en este tiempo a seguir ese camino de fidelidad, como Nosotros lo seguimos hasta el presente y por toda la eternidad.

Ese camino de fidelidad que Yo los invito a vivir los llevará a la transparencia, porque, a pesar de las miserias, sus corazones serán transparentes y puros y algún día podrán vivir la Verdad, a pesar de que el mundo esté en su gran transición.

Quisiera que pudieran beber de la Luz de Mis palabras, que escuchen y que guarden memoria de todo lo que les digo, porque después no habrá nadie que les pueda hacer recordar lo que hoy les estoy diciendo y lo que ya les he dicho en otros momentos.

La Instrucción que viene del Cielo es como el manantial que surge de una montaña, es inagotable e inacabable. Pero para que ese manantial perdure debe ser cuidado y protegido, porque inesperadamente podría terminar.

Deben aprovechar las Palabras de la Jerarquía.

Deben construir en ustedes ese camino hacia la verdadera realidad que en un futuro próximo los librará de ustedes mismos.

Muchos creyeron comprender todo lo que Yo necesitaba y todo lo que Yo decía, pero no comprendieron, porque quien vive la Palabra de la Jerarquía se transforma, a pesar de que lo intente una y otra vez.

Por eso, rezo por los que ya no están aquí, porque no comprendieron al no haber abierto su corazón a Dios, sinceramente.

La Verdad es una sola, no existen dos verdades diferentes; por eso al ser humano le cuesta tanto vivir la Verdad cuando se debe enfrentar a ella para reconocerla y aceptarla.

Estamos en un tiempo de grandes movimientos internos.

Estamos en un tiempo en donde cosas ocultas están saliendo a la luz para que todos las puedan ver.

Ya no habrán engañadores ni mentirosos.

Ya no habrán manipuladores ni consciencias que se puedan aprovechar de todo, porque la Ley ya está descendiendo aunque no lo parezca y Mi amor de Madre viene para auxiliarlos, para decirles: "hijos, no se queden allí, ni tampoco sean así".

No pueden ir contra la Voluntad Divina. No pueden oponerse a ella, porque la Voluntad Divina es invencible.

El Amor de Dios nunca les faltó.

La Gracia de Dios, en muchos casos, fue en abundancia y pocos se dieron cuenta de eso.

No necesito que se entristezcan, ni que se ofendan.

Quisiera que pudieran sentir como siente Mi Corazón y que pudieran vivir como vive Mi consciencia.

No estoy diciendo que serán seres iluminados, ni elevados. La humildad, la obediencia y la entrega los transformarán, pero siempre deberán dar el paso hacia esa búsqueda constante de la Verdad que está en el Corazón del Padre, así como está en el corazón de Sus hijos.

El mundo agoniza, por sí mismo, al haber salido de la Verdad y de la obediencia. Las Leyes de la Gracia ya no están pudiendo tocar la Tierra como antes, solo cuando el corazón se rinde y clama con sinceridad.

Dios los creó para que siempre fueran felices y estuvieran en Su Plenitud Celestial.

Dios no los creó para que sufrieran, ni padecieran.

Por eso, muchos errores están guardados en el Universo y en el planeta. Muchas historias aún son imborrables y nadie ha conseguido desvanecerlas de la consciencia interna de los seres.

Pero llegará el tiempo en que eso sucederá, cuando retorne Mi Hijo para poner fin al cautiverio humano y a la perdición de las almas, para terminar de transmutar a la humanidad y redimirla, y crear así una nueva civilización, con pocos cristos.

La humanidad no está percibiendo que está perdiendo la oportunidad de amar y de encontrar a Dios, y que Él espera que Sus hijos sean consecuentes con Él hasta en los más pequeños detalles.

La Obra es sostenida por la fe, la oración y el servicio de todos.

Aún hay tiempo de revertir muchas situaciones, antes de que el reloj del Universo marque el tiempo final y todo se desencadene.

Las almas no creen que pueden perder la evolución y muchas de ellas se ríen de esto, porque no lo saben, por su ignorancia, por su falta de conocimiento de la Verdad.

El Plano Espiritual es un compromiso de todos; antes, durante y después de esta vida.

El Plano Espiritual no termina aquí, ni tampoco finaliza después.

En el Plano Espiritual está la decisión divina, el Decreto de Dios y Su Afirmación.

Si las almas del mundo no viven el Plano Espiritual, se irán muriendo por sí mismas, se irán apagando, así como el sol desaparece en el horizonte, sin avisar.

El tiempo actual determina una decisión severa de parte de las almas, teniendo consciencia del compromiso y de la responsabilidad, sabiendo que ya no hay espacio para mediocridades.

Es hora de crecer y de forjar el Cristo interior para que gobierne, para que actúe y participe del Plan de Dios.

No dejen que sus niños internos desaparezcan. Cumplan con su deber y todo pasará.

Dios ama profundamente a Sus trabajadores del Plan, pero no olviden que es necesario orar y ayudar al planeta.

La Oración por las Naciones ha sido el refugio para Mi Corazón y también Mi consolación, pero ese compromiso debe sostenerse y no debilitarse por comodidad, cansancio u otra razón.

Ya no son tiempos de justificar sus vidas, es tiempo de remediar los pecados y los graves ultrajes que cometen las naciones día tras día.

Un poco del Amor de Dios aún deberá reinar en la Tierra por intermedio de los corazones que profesan su fe y su comunión con Cristo.

No estamos en tiempos de descanso, ni de poco trabajo.

No estamos en tiempos de pensar si se cumple o no el Plan, o si se deja para mañana o para el próximo mes.

Hijos, ¡despierten, despierten y salgan de su fantasiosa convalecencia!

Miren hacia el firmamento, el Universo espera por interceder y así llevar adelante el Plan de Rescate.

Nadie les prometió tiempos gloriosos, fueron llamados a vivir el Apocalipsis y ustedes se comprometieron.

No se pueden desperdiciar las perlas de la Creación, ni los tesoros del Cielo. Todo, absolutamente todo, tendrá su cuenta final, es parte del gran cálculo del Universo y del equilibrio universal.

Debo anunciarles esto para que despierten, para que la somnolencia no los abrace, no los haga indiferentes, ni mediocres.

La necesidad del planeta será asumida por muy pocos, así como Mi Hijo lo asumió con muy pocos.

Hay almas que se sumergirán en sus propias lamentaciones y en sus propios deseos, pero ya no habrá tiempo para esperar.

El guerrero se forja con la vivencia del Plan y de su cumplimiento.

El soldado se sostiene en la confianza del Propósito y de su meta, así el fuego de la transformación nunca le faltará y podrá librarse de sus cadenas para renacer como un ave de fuego que decreta la realización del Plan.

Que se abran las puertas de sus consciencias.

Que sus corazones se sientan movidos y no conmovidos.

Que sus espíritus reconozcan la tarea y que la cumplan con la mejor voluntad posible y con el mayor amor que puedan expresar para estos tiempos.

Así, la nueva raza se manifestará y dejará de ser una promesa.

Los nuevos cristos habitarán la Tierra y lucharán junto con el Maestro, para vencer el mal y para que se establezcan los mil años de paz.

Deseo que recuerden este mensaje todos los días de sus vidas, porque lo necesitarán.

Bienaventurado será el que cree sin haber visto y sin haber comprendido, porque el Espíritu Santo no lo abandonará.

Me regocijo, hijos Míos, con los que son consecuentes con la Ley y la cumplen.

Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos.

Mi plenitud llega a los que están más confusos y necesitan de guía, porque Mi Amor siempre será para todos, a fin de que se cumpla la Divina Voluntad.

Les agradezco por acoger Mis palabras y por no perderlas, por reconocerlas y, humildemente, aceptarlas para la Gloria de Dios.

No pierdan la fe y la convicción de vivir en Cristo, Él los espera.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Por medio de esta canción vengo a clamar al mundo que no pierda su inocencia, porque de lo contrario sufrirá mucho, peor que el siglo pasado.

Que la inocencia no se pierda de los corazones, para que nunca les falte la Paz.

Ayer les hablé de la esperanza, pero hoy les hablo de la verdadera consciencia que muchos ojos no quieren ver, por temor, por miedo o por angustia.

Pero Yo, hijo Míos, como Madre de Ustedes y Madre del Mundo, debo decirles siempre la Verdad.

Estamos intentando construir algo nuevo en un tiempo difícil, en donde cada segundo y cada minuto es definitivo; en donde cada paso que será dado, deberá ser dado con premeditación y discernimiento, para que nadie se precipite al abismo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, como les dije a los pastores en Fátima: No pierdan su inocencia; porque si pierden su inocencia como humanidad y como pueblo, perderán el poder de su pureza original, sus esencias se mancharán y Dios no podrá aproximarse a ustedes para traerles lo nuevo y lo renovador.

Pero como Yo Soy Madre de todos y Madre que viene por todos, por los que están y por los que no están aquí, hoy les hago esta súplica desde lo profundo de Mi Corazón Espiritual y Maternal; que su inocencia pueda resplandecer en estos tiempos a pesar de los errores, de las pruebas y de todo lo que sucede en el mundo, día a día.

Necesito, hijos, que por medio de su inocencia, retornen al camino de su pureza esencial, porque el mundo lo necesita mucho para poder seguir adelante.

A pesar de todas las manifestaciones de estos tiempos, hijos Míos, recuerden que Yo siempre seré su Patrona en esta nación y deseo ser Patrona en todas las naciones del mundo, no importa cómo Me reconozcan o cómo Me llamen. Yo Soy la Divina Madre de Dios, el Espíritu Sagrado y Femenino, que surgió de la Fuente para venir al mundo y tener a todos Mis hijos en Mis Brazos, así como tuve a Jesús, al Supremo Rey.

Los invito a que por medio del camino de la oración, no solo busquen la esperanza de Dios, sino la inocencia interior que debe reinar en estos tiempos, para que las cosas se mantengan en su equilibrio y sobre todo, para que las naciones se mantengan en armonía.

Porque si su inocencia está disponible para el mundo, permeada por una profunda gratitud y amor, muchas cosas que estarían por suceder en los próximos tiempos se podrían detener, cosas muy difíciles y muy grandes, que su Madre Celeste observa, día a día.

Por eso, todo lo que hagan y todo lo que ofrezcan a Dios será importante en este tiempo; ustedes deberán ser creadores de fuentes de reparación para que muchas cosas se equilibren en el mundo y muchos acontecimientos que están previstos no sucedan.

Por medio de este llamado los quiero llevar a todos a la esencia del Amor y de la Verdad, para que el mundo también pueda despertar a eso.

Pero esa esencia del Amor comenzará primero en ustedes, en su descubrimiento interior de una forma simple y humilde, para que después despierte en el mundo y en la humanidad.

La humanidad ha perdido muchos valores, ha perdido muchos principios y también muchos designios que su Madre Celeste viene a restablecer en este tiempo por medio de la peregrinación y del llamado a todos Sus hijos del mundo, independientemente de su religión, de su nación o de su pueblo.

Con esto quiero decirles, queridos hijos, que Yo Soy la Madre Universal, la Madre que acoge a cada uno de los hijos de Dios: los perfectos y los imperfectos, los pecadores o los creyentes, los que han errado o los que han acertado, todos son Mis hijos en la misma Fuente Original.

Por eso Yo vengo a llamarlos y vengo a buscarlos, para que la transformación de la consciencia suceda en este tiempo y no sucedan graves acontecimientos, como está previsto.

Pero el camino de la oración del corazón que cada uno de ustedes Me ofrece día a día, disipa poco a poco todas las malas influencias y la Luz puede reinar un poco más en el mundo, llegar a más corazones dormidos y despertar a más consciencias que deben encontrar su verdad interior para poder seguir el camino de la Fuente, el camino hacia la Divina Voluntad.

Mientras hablo con ustedes Yo rezo por el mundo. Quisiera que todos lo días que vendrán imitaran este ejercicio de su Madre Celeste, porque en cada segundo de sus vidas, así como en cada tarea diaria, será necesario colocar la mente y el corazón en la oración, para que muchas, muchas más fuerzas negativas se disipen y el poderoso canal de la oración triunfe en Mis hijos y en consecuencia, en el mundo.

Únanse a la oración permanente y continua con su ángeles de la guarda; momentos más agudos llegarán al mundo y ya no son solo palabras, sino realidades que su Madre Celeste hoy les decreta.

Porque el mundo decidió seguir el camino del desamor y se apartó de la verdad.

Pero aún aquí, en esta Tierra, hay muchos corazones valientes, de los cuales Dios se servirá plenamente para llevar Su Obra al mundo.

Todavía hay un poco de tiempo, para poder resolver lo que sucede en la humanidad.

Por eso Yo los llamo, hijos Míos, a que Me acompañen en cada paso de una nueva peregrinación, porque su Madre Celeste necesita establecer nuevas realidades en el mundo; lo que Yo llamo "Principios de Dios", que vienen directamente de la Fuente para acudir a la humanidad.

Dios necesita de instrumentos, de muchos más instrumentos que quieran donar sus vidas al Plan; por un Plan que aún es desconocido y que la humanidad conoce tan solo en un menor porcentaje.

Pero no hay Misterio que no se pueda revelar; su Madre Celeste siempre les traerá la verdad, la guía y el camino para sus vidas, para que ese Divino Plan se cumpla como está previsto.

Sepan, hijos Míos, que estamos llegando al gran momento de los grandes esfuerzos que deberán vivir cada una de sus almas. Esfuerzos mayores de los que han vivido hasta este tiempo, porque es necesario convertir muchas más cosas en el mundo.

Con la dulzura de Mi Voz, hoy les traigo la Verdad; con la calma de Mi Corazón, hoy les traigo la esperanza; y pronuncio el llamado de Dios para el mundo una y otra vez, hasta que finalmente todas las almas escuchen y se den cuenta que es necesario cambiar.

Les agradezco por su perseverancia y su Fe, por medio de esas virtudes Yo también puedo hacer muchas más cosas en el mundo.

La perseverancia siempre los tornará valientes; la esperanza siempre construirá el futuro, dentro y fuera de ustedes y sobre la superficie de la Tierra.

Quiero que hagan triunfar el Plan de Dios en la humanidad, con cada esfuerzo y cada dedicación diaria, con cada oportunidad de servicio y de entrega, para aliviar el Corazón de Dios que está muy ofendido por los hombres, también por Su iglesia.

Quiero que alivien el Corazón del Padre junto Conmigo, con esa alegría que viven y que tienen y que nunca se podrá borrar, con esa devoción que han construido por medio de cada cuenta de oración diaria, con cada servicio que han prestado a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.

Todas, todas esas virtudes transforman al mundo y reparan el Corazón de Dios aunque a veces estén muy cansados. Todo es valorado por el Altísimo y reconocido por Sus Ángeles del Cielo.

No hay testimonio de amor que ustedes hagan que no quede escrito; todo queda registrado en el Libro de los Cielos; toda obra de bien que se realiza, toda obra de Paz que se propaga, todo servicio prestado que se entrega de una forma incondicional al Universo, es registrado en los Libros del Cielo, y así muchas más Gracias pueden retornar al mundo, como la Gracia de la Presencia de la Madre de Dios en estos tiempos críticos y difíciles.

La dulzura de Mi Corazón siempre estará cerca de ustedes, aunque llega el tiempo en que Me recogeré al Cielo, al igual que Mi Hijo; estaré aquí, en Espíritu con ustedes, haciendo florecer  y emanar las Gracias que muchas más almas necesitarán en los tiempos definitivos, en los Centros Marianos .

Todo lo que hagan por Dios, lo harán por la humanidad y en consecuencia el Reino de los Cielos, les retribuirá con Sus Gracias.

Hoy podré decir, querido hijos, que la Misión Espiritual en Europa y África será cumplida; pero será necesario de mucha más ayuda para que ella pueda finalizar como está previsto por el Universo.

Por primera vez, queridos hijos, y por Voluntad del Altísimo Padre del Universo, los Mensajeros Divinos abrazarán a muchas naciones al mismo tiempo y con ellas a todas las almas que allí se encuentran, para evitar una catástrofe universal que podría abarcar gran parte del mundo y sobre todo a muchas, muchas vidas.

Pero ahora que Me han respondido y Me seguirán respondiendo por los días que vendrán, Yo misma evitaré, a pedido de Mi Hijo, lo que podría suceder en esa parte del mundo y que podría traer grandes consecuencias en el resto de la humanidad.

Cuando su Fe se sostiene en el Propósito, la Misión se cumple y las Gracias vuelven al mundo para socorrer a los corazones más perdidos y a las naciones más necesitadas de Misericordia, aunque no lo parezca.

Hoy le pido a Dios para que la humanidad recupere su inocencia interior y que esta inocencia prevalezca y reine en este tiempo.

Como un testimonio Mío de este pedido, hoy consagraré a nuevos Hijos de María, que formarán activamente parte de Mis ejércitos celestiales, para llevar adelante esta obra de Redención y de Perdón en la humanidad, a la cual el mundo necesita despertar.

Que a los pies de este escenario se coloquen los Hijos de María, los que hoy se consagrarán ante Mi Inmaculado Corazón.

Hoy volveré a pedirles que repitan la canción que han cantado, como un llamado Mío al mundo, para que muchos más hijos Míos Me escuchen y encuentren la Paz.

Deseo que traigan ante Mi Presencia agua para bendecir y consagrar, para Mis hijos que hoy se consagrarán.

Los escucho…

Yo los consagro y los bendigo.

Les agradezco por haber respondido a este importante llamado.

Dios derrame su Luz en sus vidas y especialmente en sus corazones.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Que en el silencio del corazón sean escuchadas las Palabras de la Madre de Dios, la Madre del Cielo que se pronuncia a Sus hijos para llevarlos por el camino del bien y de la paz.

Pero mientras gran parte de la humanidad se sumerge en las ilusiones del mundo, Yo vengo a llamar a los que Me escuchan, a los que han sido valientes a Mi lado, a los que incondicionalmente siguen Mis pasos.

Vengo a hablarles con la Voz de Mi Corazón y de Mi Alma. Vengo a pronunciar Mi Mensaje al mundo, a pedido del Padre Celestial.

Deben ser valientes y seguir adelante. Deben seguir gestando en sus espíritus la segunda venida de Cristo, porque Él aún espera poder vivirla junto a ustedes y a la humanidad.

Pero mientras sus esfuerzos sean pobres, estén carentes de entusiasmo y de dedicación, pobres serán los resultados para ese gran momento planetario. Dependerá de ustedes, hijos Míos, que todo se pueda realizar.

No hay nada más que el Cielo pueda hacer; solo esperar la respuesta de las criaturas de Dios, solo escuchar silenciosamente las oraciones de los que se comprometieron con Cristo para estos tiempos.

En verdad les digo, queridos hijos, aún no es suficiente lo que se hace. Debe reinar en ustedes la consciencia de la igualdad, porque esto protegerá la Obra del propio enemigo, porque esto los equilibrará a todos ustedes bajo el impulso poderoso de la fraternidad y del bien.

Dedico este mensaje a los que quieran escuchar de verdad; a los que se animen a traspasar los umbrales de la indiferencia y de la ignorancia humana; a los que se arriesguen a trascender los tiempos, viviendo la transformación en su propio interior y haciendo viva, una a una, Nuestras Palabras.

Hijos, el Universo necesita de ustedes una mayor integración y no solo de momentos buenos o pasajeros.

Es necesario que el Plan de Dios se encarne en sus células y lo hagan parte de sí, porque así podrán representar a Cristo en la Tierra y ser Sus verdaderos seguidores, ser Su verdadera Iglesia, ser Su verdadero testimonio.

Él espera que todo lo que hizo hace más de dos mil años atrás no haya sido en vano. Y por más que la humanidad aún no conozca todos los misterios de Cristo, algún día tendrá consciencia de lo que significó la verdadera entrega del Señor, en todos los planos de consciencia, en la esencia del plano espiritual.

Yo necesito, queridos hijos, sacarlos de la mediocridad, de lo que es tibio e inseguro. Por eso debo hablarles con una celestial transparencia y una claridad inmediata, libre de confusiones o de pareceres.

Necesito que entiendan y comprendan lo que les digo en este momento. La continuidad de la Obra está en sus manos, porque ustedes fueron llamados para vivirla y ustedes mismos la asumieron, sin pensar en lo que sería o en lo que significaría. De ahí viene su responsabilidad y su compromiso, de ahí viene el valor de lo que eso significa para este tiempo tan crucial en la humanidad.

No estoy queriendo decir que serán los libertadores de estos tiempos, porque el Único es Cristo, Nuestro Señor y Rey del Universo.

Ustedes deben ser chispas multiplicadas de ese Plan de Dios, que de tiempo en tiempo viene a la humanidad para impulsarla a los cambios, a la redención de sus deudas y al perdón de sus pecados.

Por eso, las Gracias que trae Mi Corazón son inextinguibles. La Misericordia que trae Mi Hijo es intransferible, no hay nada que lo pueda cambiar. Dependerá de ustedes dar ese paso a la entrega total, como a cada uno le corresponde en este ciclo, porque Dios no espera de todos la santidad, pero sí la consagración, la vivencia absoluta del compromiso con Mi Amado Hijo y con Su Plan de Rescate.

Cada cosa que puedan dar al Plan será bien recibida pero no lo que les sobra, sino lo que surja del corazón, espontáneamente, y sea verdadero.

El Retorno de Cristo será una tarea laboriosa y de ustedes debe nacer la realización de ese Plan, para que se pueda manifestar en la superficie de la Tierra.

De esta forma, nada les faltará; porque la humanidad, en verdad, le debe mucho al Universo, como también a los Reinos de la Naturaleza, que aún siguen sufriendo las consecuencias de estos tiempos.

Fue dicho que después de la última Sagrada Semana con el Señor, el ciclo cambiaría. He aquí este ciclo que ya llegó, que sus ojos internos necesitan ver y sus corazones necesitan sentir, sin temor de saber lo que eso representa para la Creación.

Por eso deben trabajar el despojamiento interior inmediato, no queriendo nada para sí, sino todo para los demás, compartiendo lo que se tiene y experimentando el amor que los demás viven en su interior.

Así, la gran corriente de la Luz será transformada; la gran corriente de la Luz será renovada y sus pies caminarán libres del pasado y de los errores, porque estarán al servicio de Cristo, en plenitud y gozo.

Y a pesar de lo que suceda en este mundo, no desistirán, sino que cada prueba la tomarán como una confirmación de su confianza en Cristo, porque tampoco temerán a lo que ustedes consideran que podrían perder.

Todo lo que les fue dado, algún día debe retornar al Padre y ese día está cerca, esa retribución está próxima, porque ahora son conscientes y no están dentro de la ignorancia mundial.

El Plan de Dios es una consciencia definitiva que muy pocos se animan a atravesar con determinación. Pero ahora llegó el momento para todos, de que puedan cruzar ese portal hacia la vivencia total del Plan, haciéndolo parte de sus vidas y de su día a día y no dejándolo como algo secundario o momentáneo.

El Plan se cumplirá con la colaboración de todos y no me cansaré de repetirlo, queridos hijos, porque es necesario que sus otras células despierten y que puedan reconocer la Verdad que surge de Dios, a través de Mi Inmaculado Corazón.

En nombre de Mi Amado Hijo, vengo a reforzar Sus pedidos y Sus súplicas.

El planeta aún deberá sostenerse, aunque parezca que se irá a hundir y que luego perderá todo. Pero es la fuerza del amor consolador y del compromiso de los hombres, que hará que el planeta se pueda sostener por sí mismo con esta humanidad indiferente, que solo busca a Dios cuando lo necesita y que no cruza la puerta del arrepentimiento.

Los quiero, hijos, en la libertad del corazón y en la expresión del alma.

El tiempo final se aproxima y es hora de asumir sus compromisos, para que Cristo pueda obrar en ustedes, sin límites y sin obstáculos, para que Él pueda cumplir la promesa de Su retorno a la humanidad y finalmente todo vuelva a comenzar, como lo fue pensado en el principio, en el origen de esta raza. Y en esa entrega absoluta participarán de la Comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y así se renovarán.

Que Mis Palabras los despierten, que Mis impulsos los lleven a caminar hacia ese objetivo de ser precursores, de verdad, de la segunda venida de Cristo; llevándolo adelante en el tiempo que nos resta, para que la mayoría de la humanidad se salve y reconozca su filiación con Dios, y así, el mal acabe en los corazones y en el mundo y pueda reinar la paz, la hermandad y el bien, que son parte del Proyecto de esta raza y de los Nuevos Cristos.

Yo les agradezco por escucharme, abiertos de corazón, viviendo Mi Mensaje y llevándolo a la práctica. Ejercitándolo todos los días, a través del esfuerzo y de la dedicación, sin dejar que Mis Palabras se disipen en sus consciencias, sino que al contrario, ellas sean fuego y luz en sus espíritus.

Les doy la Paz en nombre de Mi Hijo y respondiendo a Su pedido.

Aún hay mucho por hacer y esperamos por sus respuestas, como en otros tiempos lo han hecho, siempre dando un poco más de sí, sin temor a perder nada, sino a ser parte del Universo del Amor.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Aparición de María, Rosa de la Paz, en el Centro Mariano de Aurora, Paysandú, Uruguay, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Que en el silencio del corazón sean escuchadas las palabras de la Madre de Dios, la Madre del Cielo que se pronuncia a Sus hijos para llevarlos por el camino del bien y de la paz. 

Mientras gran parte de la humanidad se sumerge en las ilusiones del mundo, Yo vengo a llamar a los que Me escuchan, a los que han sido valientes a Mi lado, a los que incondicionalmente siguen Mis pasos. 

Vengo a hablarles con la voz de Mi Corazón y de Mi Alma. Vengo a pronunciar Mi Mensaje al mundo a pedido del Padre Celestial. 

Deben ser valientes y seguir adelante, deben seguir gestando en sus espíritus la segunda venida de Cristo, porque Él aún espera poder vivirla junto a ustedes y a la humanidad. 

Pero mientras sus esfuerzos sean pobres, estén carentes de entusiasmo y de dedicación, pobres serán los resultados de ese gran momento planetario. Dependerá de ustedes, hijos Míos, que todo se pueda realizar. 

No hay más nada que el Cielo pueda hacer, solo esperar la respuesta de las criaturas de Dios, solo escuchar silenciosamente las oraciones de los que se comprometieron con Cristo para estos tiempos. 

En verdad les digo, queridos hijos, aún no es suficiente lo que se hace. Debe reinar en ustedes la consciencia de la igualdad porque eso protegerá la Obra del propio enemigo, porque eso los equilibrará a todos ustedes bajo el impulso poderoso de la fraternidad y del bien. 

Dedico este mensaje a los que quieran escuchar de verdad; a los que se animan a traspasar los umbrales de la indiferencia y de la ignorancia humana; a los que se arriesgan a trascender los tiempos, viviendo la transformación en su propio interior y haciendo vivas, una a una, Nuestras Palabras. 

Hijos, el Universo necesita una mayor integración de ustedes y no solo momentos buenos o pasajeros. 

Es necesario que el Plan de Dios encarne en sus células y lo hagan parte de sí, porque así podrán representar a Cristo en la Tierra y ser Sus verdaderos seguidores, ser Su verdadera Iglesia, ser Su verdadero testimonio. 

Él espera que todo lo que Él hizo hace más de dos mil años no haya sido en vano y por más que la humanidad aún no conozca todos los misterios de Cristo, ella algún día tendrá consciencia de lo que significó la verdadera entrega del Señor en todos los planos de consciencia, en la esencia del plano espiritual. 

Yo necesito, queridos hijos, sacarlos de la mediocridad, de lo que es tibio e inseguro; por eso, debo hablarles con una celestial transparencia y una claridad inmediata, libre de confusiones o de pareceres. 

Necesito que entiendan y que comprendan lo que les digo en este momento. La continuidad de la Obra está en sus manos porque ustedes fueron llamados a vivirla y ustedes mismos la asumieron sin pensar lo que sería o lo que significaría; de ahí viene su responsabilidad y su compromiso, de ahí viene el valor de lo que eso significa en este tiempo tan crucial de la humanidad. 

No estoy queriendo decir que serán los libertadores de estos tiempos, porque el Único es Cristo, Nuestro Señor y Rey del Universo. 

Ustedes deben ser chispas multiplicadas de ese Plan de Dios que, de tiempo en tiempo, viene a la humanidad para impulsarla a los cambios, a la redención de sus deudas y al perdón de sus pecados. 

Por eso las Gracias que trae Mi Corazón son inextinguibles, la Misericordia que trae Mi Hijo es intransferible, no hay nada que lo pueda cambiar; dependerá de ustedes dar ese paso hacia la entrega total como a cada uno le corresponde en este ciclo. 

Porque Dios no espera de todos la santidad, pero sí la consagración, la vivencia absoluta del compromiso con Mi amado Hijo y con Su Plan de rescate. 

Cada cosa que puedan dar al Plan será bien recibida, pero no lo que les sobra, sino lo que les surja espontáneamente del corazón y sea verdadero. 

El retorno de Cristo será una tarea laboriosa y de ustedes debe nacer la realización de ese Plan para que se pueda manifestar en la superficie de la Tierra. 

De esa forma, nada les faltará porque la humanidad en verdad le debe mucho al Universo como también a los Reinos de la Naturaleza que aún siguen sufriendo las consecuencias de estos tiempos. 

Fue dicho que después de la última Sagrada Semana con el Señor, el ciclo cambiaría. He aquí este ciclo que ya llegó y que sus ojos internos necesitan ver y sus corazones necesitan sentirlo sin temor de saber lo que eso representa para la Creación. 

Por eso, deben trabajar el despojamiento interior de inmediato, no queriendo nada para sí, sino todo para los demás, compartiendo lo que se tiene y experimentando el amor que los demás viven en su interior. 

Y así, la gran corriente de la luz será transformada, la gran corriente de la luz será renovada, y sus pies caminarán libres del pasado y de los errores porque estarán al servicio de Cristo con plenitud y gozo. 

Y, a pesar de lo que suceda en este mundo, no desistirán, sino que tomarán cada prueba como una confirmación de su confianza en Cristo, porque tampoco temerán a lo que ustedes consideran que podrían perder. 

Todo lo que les fue dado debe retornar al Padre algún día y ese día está cerca, esa retribución está próxima, porque ahora son conscientes y no están dentro de la ignorancia mundial. 

El Plan de Dios es una consciencia definitiva que muy pocos se animan a atravesar con determinación, pero ahora llegó el momento de que todos puedan cruzar ese portal hacia la vivencia total del Plan, haciéndolo parte de sus vidas y de su día a día y no dejándolo como algo secundario o momentáneo. 

El Plan se cumplirá con la colaboración de todos y no me cansaré de repetirlo, queridos hijos, porque es necesario que sus otras células despierten y que puedan reconocer la Verdad que surge de Dios a través de Mi Inmaculado Corazón. 

En nombre de Mi Amado Hijo vengo a reforzar Sus pedidos y Sus súplicas. 

El planeta aún deberá sostenerse, aunque parezca que se va a hundir y que luego se perderá todo. Pero es esa fuerza del amor consolador y del compromiso de los hombres lo que hará que el planeta se pueda sostener por sí mismo, con esta humanidad indiferente que solo busca a Dios cuando lo necesita y que no cruza la puerta del arrepentimiento. 

Los quiero, hijos, en la libertad del corazón y en la expresión del alma. 

El tiempo final se aproxima y es hora de asumir sus compromisos para que Cristo pueda obrar en ustedes sin límites y sin obstáculos, para que Él pueda cumplir la promesa de Su Retorno a la humanidad y finalmente todo vuelva a comenzar como lo fue pensado en el principio, en el origen de esta raza. 

Y en esa entrega absoluta participarán de la comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y, así, se renovarán. 

Que Mis palabras los despierten, que Mis impulsos los lleven a caminar hacia ese objetivo de ser precursores de la segunda venida de Cristo, de verdad, llevándolos adelante en el tiempo que nos resta para que la mayoría de la humanidad se salve y reconozca su filiación con Dios y, así, el mal se acabe en los corazones y en el mundo y puedan reinar la paz, la hermandad y el bien que son parte del Proyecto de esta raza y de los Nuevos Cristos. 

Yo les agradezco por escucharme abiertos de corazón, viviendo Mi mensaje y llevándolo a la práctica, ejercitándolo todos los días por medio del esfuerzo y de la dedicación, sin dejar que Mis palabras se disipen de sus consciencias, sino que, al contrario, ellas sean fuego y luz en sus espíritus. 

Les doy la Paz en nombre de Mi Hijo y respondiendo a Su pedido. 

Aún hay mucho por hacer y esperamos su respuesta como en otros tiempos lo han hecho, siempre dando un poco más de sí, sin temor a perder nada, sino a ser parte del Universo del Amor. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DEL ESPÍRITU SANTO, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mis muy queridos hijos, después de cien años de haber estado en Fátima, hoy estoy aquí entre ustedes, con esta humanidad, por este planeta amado que forma parte desde el principio de un proyecto tan apreciado por Dios, que debe concretarse en este fin de los tiempos.

Hoy vengo aquí, queridos hijos, con un Mensaje especial que nace de Mi Inmaculado Corazón, a anunciarlo a todas las almas de la Tierra, especialmente a aquellas que son las predilectas de Su Madre Celestial.

Hoy no estoy sola aquí, queridos hijos, sino también con la Presencia del Padre y del Hijo; y esta Sagrada Trinidad, que se establece hoy en este Centro Mariano, beneficia a muchas almas en el mundo, resuelve muchas situaciones planetarias, disuelve muchas maldades que estaban a punto de suceder. 

Con el amor que proviene de Mis hijos del mundo, con el amor que proviene de sus corazones, Yo puedo transformar esta humanidad y este planeta en el modelo espiritual y físico que Dios espera. Solo basta, queridos hijos, que sigan las indicaciones de su Madre Celeste para que Mi Inmaculado Corazón no solo siga triunfando en sus vidas, sino también en todo este planeta. 

El Mensaje que hoy quiero traerles y aproximarles es sobre los importantes acontecimientos sucedidos ayer en el Santuario de Aparecida y hoy en el Santuario de Fátima en Portugal, momentos en los que las almas más apreciadas por Mi Inmaculado Corazón fueron al encuentro de su Madre Celeste, no solo para implorarle y suplicarle por cura, sino también para rezar junto a Ella para impedir, como hace cien años atrás, nuevos acontecimientos en este planeta. 

Quiero decirles que, queridos hijos, con los dos encuentros realizados, tanto en Brasil como en Portugal, muchas situaciones que, tal vez hoy sus mentes no puedan comprender, fueron detenidas.

Por eso, hoy, los invito a que coloquen Mis Palabras en sus corazones, porque será el lugar en donde verdaderamente ellas se perpetuarán y harán crecer en ustedes las sagradas virtudes de la Divina Familia de Nazaret. 

Con los encuentros sucedidos en estos dos días no solo la Argentina fue ayudada, sino también el mundo entero, pero especialmente los lugares del mundo en donde se realizan pruebas nucleares y atómicas que están a punto de activarse en la humanidad.

Pero eso fue detenido en el pensamiento de aquellos que lo idealizan, como también en aquellas consciencias que lo llevan adelante. 

La humanidad no tiene el control en sus manos ni en sus acciones. El propio poder lo tiene Nuestro Creador, aunque la humanidad desconoce completamente.

Vean cuán simple, queridos hijos, puede ser el acto de amor que puede nacer de sus corazones para con el Padre Celestial y todo lo que Él debe realizar en este planeta y con esta humanidad. 

También las almas de Asia fueron ayudadas, especialmente aquellas que enfrentan la aniquilación y la tortura; y en verdad les digo, queridos hijos, que esos acontecimientos también hacen padecer a Mi Inmaculado Corazón. 

Pero Yo recojo la fuerza para seguir viniendo al mundo por medio de sus oraciones y de sus presencias. Eso es lo que Me motiva a seguir viniendo al mundo porque sé que, en este planeta, a pesar de encontrarse almas imperfectas, existen corazones verdaderos que quieren trabajar por el bien y por la paz.

Yo quiero, queridos hijos, que en esta tarde, en la que su Madre Celeste une este Centro Mariano con el Centro Mariano de Fátima en Portugal, puedan comprender ampliamente cuán importante son los encuentros, los llamados y las convocatorias que realizan Nuestros Sagrados Corazones en estos tiempos críticos por medio de las Peregrinaciones por la Paz, que tienen el fin y el motivo primordial de evitar en el mundo muchos más desórdenes de los que ya existen, muchas más revoluciones de las que se llevan adelante y evitar principalmente que continúe la masacre humana en esta humanidad. 

Deseo que sientan en sus corazones el verdadero llamado de Mi Corazón maternal, así como lo han sentido desde la última Maratón de la Divina Misericordia hasta los días de hoy; cuidando, acompañando y realizando cada detalle para poder honrar a Dios Nuestro Creador que aún sigue siendo muy ofendido y que hoy es reparado por las oraciones de sus corazones, por las súplicas de sus almas y por las verdaderas intenciones de sus espíritus.

Seguir los pasos de la Madre Celestial significa en estos tiempos, queridos hijos, tomar nuevas decisiones en sus vidas y vivir grandes cambios, cambios que nunca antes vivieron en esta vida, por el motivo principal de ayudar a la evolución de este planeta y a la supervivencia de esta humanidad.

Quisiera, queridos hijos, que desde sus corazones naciera un voto de compromiso Conmigo, todos los días, para que Yo pueda realizar a través de ustedes los miles de prodigios y de milagros que aún espero realizar en sus consciencias y en toda la consciencia planetaria.

Por medio de estas peregrinaciones por la paz, los Mensajeros Divinos, de una manera incansable e incondicional, vienen a construir sobre la superficie de este planeta las bases que serán utilizadas en el futuro para la Nueva Humanidad.

Sabemos, queridos hijos, que su humanidad de superficie se encuentra en una gran y definitiva transición. Yo les pido, queridos hijos, que no teman a lo que Nuestros Corazones han anunciado, sino que vivan Nuestro Mensaje, día a día, para que los acontecimientos futuros sean desviados, disipados y transformados por la luz que puede nacer de sus corazones. 

Ya no puedo ver más a las almas sufriendo en el mundo y cómo las consciencias de esta humanidad se deciden, día a día, a dar otros pasos que los apartan de Dios y especialmente del universo de Su Amor.

Por eso, los invito, en esta tarde, a renovar sus votos para que puedan ser más misericordiosos y llevar al mundo esta Misericordia tan necesaria para poder cicatrizar muchos corazones y vidas, y traer la paz que tanto necesita el mundo en estos tiempos. 

Quisiera, queridos hijos, que estos prodigios, estos milagros de amor que podemos realizar juntos por medio de estos encuentros de oración que ayudan ampliamente al planeta evitando grandes catástrofes, se puedan repetir.

Que estos encuentros se puedan renovar, que los puedan impulsar a vivir su transformación interior y encontrar, en estos tiempos, el camino de retorno hacia Cristo. 

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es de esta forma que les revelo que Mi misión en este mundo, junto a cada uno de ustedes, es mucho más amplia, profunda e infinita que lo que sus corazones imaginan y saben.

Hoy, hijos Míos, vengo a este lugar para ampliar su comprensión, no solo en relación a estos tiempos, sino también en relación a la misión que cada uno de ustedes tiene Conmigo.

Yo los llamé hasta aquí no solo para curar sus vidas, sus almas y sus espíritus; los llamé, sobre todo, hijos Míos, para que unidos a Mí podamos curar las llagas de este planeta, curar sus heridas que se extienden más allá de los Reinos de la Naturaleza, que se extienden más allá de la consciencia del planeta, más allá de la consciencia humana y llegan al Corazón de Dios, herido día a día por los ultrajes que cometen Sus hijos por inconsciencia, por ignorancia y por falta de amor.

Hoy los llamo a la reparación del Corazón de Dios y de la vida humana, de la consciencia de los Reinos de la Naturaleza y del espíritu de este planeta que incansablemente los sustenta, aunque no lo vean, no lo conozcan, no sepan de su misión y de su perseverancia.

Hoy, hijos, vengo a compartir, con el corazón de cada uno de ustedes, el dolor que siento por este mundo, no solo para que sufran, para que sientan este dolor en sus corazones, sino para que despierten sus consciencias para conocer la necesidad planetaria, que está más allá de sus hogares y del pesar que pueden vivir sus corazones.

Hay tanto en este mundo por reparar, por curar y por redimir que preciso, hijos Míos, que escuchen Mi llamado y que solo oren Conmigo por la redención de esta humanidad.

Delante de todo lo que acontece en este mundo, es tan poco lo que les pido, que oren por la paz, que oren no solo por ustedes mismos, sino por toda la humanidad y que también sirvan, que den ejemplo y testimonio de la conversión que Dios realiza en sus vidas todos los días. 

Quiero, hijos Míos, extender Mi Reino de Paz más allá de Fátima.

(Se interrumpe la transmisión por corte de energía)

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

No se preocupen, queridos hijos, pues Mi Presencia divina y universal es potente y transformadora, y todo lo que Yo puedo tocar se libera.

Está todo bajo el orden universal. Está todo en Mi Paz inamovible e intransferible. 

Sigan escuchando Mi Mensaje.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Lo que les quiero decir es importante para la confirmación de sus espíritus en un camino único, que no solamente los lleva a la paz, sino que construye el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en este planeta.

Por eso, así como en este momento les pido que tengan una paz inmutable y que, Conmigo, ella sea invencible, independientemente de las interferencias o del caos que pueda haber en este planeta; quiero construir dentro de ustedes, hijos Míos, verdaderos discípulos de la paz y compañeros de Cristo, para que Mi Reino se extienda por este mundo más allá de los lugares sagrados que fundé y que, a través de cada uno de ustedes, Mi Paz llegue a los cuatro puntos de esta Tierra.

De esta forma, hijos, les vengo a revelar en este día la importancia de que se confirmen en Mi Plan, que en verdad es el Plan de Dios, un Plan único para la redención de este planeta, para la renovación de este universo, así como de toda la Creación.

Quiero conducirlos por cosas simples, acciones simples y transformaciones verdaderas para que este Plan se cumpla.

Por eso les pido que, en el día de hoy, abandonen a Mis Pies toda voluntad y ambición humana que no construye lo que espero construir dentro de ustedes. Que, como guerreros de este tiempo, coloquen sus espadas al servicio de Dios para que ellas no batallen por otro motivo, sino por el establecimiento de la paz. Y que, en Fátima como en Lourdes, como en Aparecida o en Aurora, Mi ejército sea uno solo, invencible, porque actúa junto con Dios por la reparación de Su Corazón y por la transformación de este planeta.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En esta tarde de Gracia, también vengo a bendecir a los que se consagrarán como nuevos hijos de Mi Corazón.

Por eso ahora, queridos hijos, tomarán el agua de esta fuente, bendecida por el Espíritu Santo, para que sea esparcida sobre los que se consagrarán por un sacerdote, como símbolo de consagración y de renovación, cerrando las puertas del pasado y abriendo las puertas, las nuevas puertas, hacia el Reino Celestial.

Que esta consagración signifique vivir el compromiso con Dios de una manera perpetua y eterna, a fin de que todos los que rodean sus vidas y caminos puedan recibir también la Gracia de consagrarse algún día a Mi Materno e Inmaculado Corazón.

Quiero ver en este lugar, y a través de este nuevo ejército que hoy se consagra, a verdaderos guerreros de la paz que den a conocer, en Argentina, la importancia de este Centro Mariano y la tarea espiritual que él realiza, tan simplemente cuando las almas colocan sus pies en este lugar, porque eso ayudará a que más almas, en esta Argentina, vuelvan a recuperar la luz del amor y vivan principalmente el camino hacia su redención.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a recoger el agua. Hermana Amerisa, si puede ser usted, por favor.

Vamos a prepararnos en este momento y ante la Presencia de María Santísima para esta consagración de los nuevos Hijos de María que representarán a Argentina y al futuro que esta nación debe vivir como parte de una Nueva Humanidad.

Que así sea.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Señor amado y todopoderoso, ayer Tú te dignaste, por medio de Tu Sierva fiel, a bendecir a esta pequeña y humilde fuente para que surjan de aquí los Nuevos Cristos. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a pedir que los nuevos Hijos de María que se consagrarán se pongan de pie, coloquen sus manos en señal de recepción y nos preparemos para esta consagración.

Entonaremos el himno de su consagración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Cuando un alma se consagra a Dios puede espejar en la superficie los Atributos Divinos del Creador.

El Pensamiento Divino se realiza por medio de las almas que se consagran, para volver a reencontrar en cada momento el amor del universo y de toda la Creación.

Me voy de aquí, queridos hijos, con la alegría de haber cumplido por medio de ustedes con este importante llamado.

Los invito y los llamo a que acompañen a Nuestros Sagrados Corazones hasta el fin de esta peregrinación, por la cual muchas cosas más serán evitadas. 

Que así sea.

Yo los bendigo, bajo la autoridad que Mi amado Hijo Me concedió y bajo la autoridad del Supremo Padre Celestial.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

¡Hasta pronto!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN FÁTIMA, PORTUGAL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, vengo del Cielo como la Señora del Apocalipsis, para decretar a través de Mis Palabras que el tiempo final se está aproximando y, nuevamente, el fin de un ciclo en el que la humanidad deberá estar aún más despierta para poder percibir los cambios, que no solo llegarán a la consciencia, sino también a la vida planetaria.

Soy la Señora del Apocalipsis, soy la que antecede al final del Omega, porque a partir de allí todo sucederá y nada más estará oculto.

Por eso, deben estar preparados para ese momento, con otra actitud a partir de la consciencia, porque así, esa actitud se reflejará en la vida material, y sabrán actuar con discernimiento y cautela en el momento de tomar decisiones y de llevar adelante el Plan de Mi Hijo.

No teman si ven a su alrededor a las fuerzas del caos moviéndose, actuando o interviniendo; es señal de que el fin está llegando y de que su neutralidad será importante para que, sin indiferencia, puedan hacer lo que deben hacer.

Este momento marca un tiempo inesperado para todos. La humanidad nunca pasó por esta transición y tampoco conoce de qué se trata.

Por eso, vengo a anunciar, como Señora del Apocalipsis, que todos Mis hijos deben estar despiertos en esta hora crucial para que, junto con sus Ángeles de la Guarda, puedan atravesar estos desiertos que se aproximan a la consciencia planetaria, en donde será muy necesaria la Misericordia de Dios.

Ya no teman por lo que se mueve dentro o fuera de ustedes, por lo que es impuro, imperfecto o infiel.

Aférrense a Mi Manto Solar, Yo los levantaré del suelo para que caminen junto con su Madre del Apocalipsis hacia la finalización de una etapa que recién ha comenzado.

Mientras tanto, mantengan un espíritu de esperanza y proyecten hacia el futuro todo lo bueno que podrá suceder cuando muchas más almas se rediman en Cristo y encuentren el sentido de sus vidas, para dejar de estar ciegas espiritualmente y encarceladas álmicamente.

Necesito que sustenten este Cetro que Yo les estoy entregando hoy, el Cetro de Dios, que moverá en este planeta todas las cosas antes de que retorne Mi amado Hijo, el Cristo.

Por eso, los apóstoles no pueden estar dispersos, perturbados ni tampoco alarmados por lo que sucede a su alrededor. 

En estos tiempos, deben mantener un espíritu de fe, de confianza y de amor para superar las pruebas que llegarán.

Sé que se han preguntado interiormente: ¿por qué Dios permite ciertas cosas, al punto de que las almas deban sufrir y pasar por duras pruebas?

Dios no es Quien causa el caos, sino la humanidad que es indiferente y está apartada del amor.

Ustedes, que ya han conocido cómo llegar a la Fuente, deben llegar a esa Fuente todos los días, porque si no sus espíritus se secarán y no estarán nutridos por el agua de vida que representa Mi Hijo en Su Divinidad.

Necesito que sean valientes y que aún sustenten con una mano el estandarte de Mi Paz y con la otra mano la espada redentora de Cristo; porque aún habrá que seguir luchando por un Plan que, en muchas mentes, no tiene más sentido.

Si Mi Hijo no hubiera permitido que lo derrotaran, aunque aparentemente haya sido así, Su Amor no hubiera triunfado.

Su entrega, Su incondicionalidad y Su Amor derrotaron a los enemigos; y venció el Plan, triunfando la Luz por encima de todas las tinieblas.

Abran sus ojos internos y sientan en sus corazones, profundamente, que están atravesando el momento más crucial de la pasión que vive la consciencia del planeta, que está agonizando al sentir que sus criaturas aún no viven el cambio.

Por eso, las corrientes del universo están actuando, y algunas llegan físicamente a ciertos lugares, para movilizar el estado de resistencia y del no cambio que viven algunas almas.

No piensen que están siendo castigados o que el Juicio de la Divinidad ya llegó, porque aún no se ha aproximado al mundo.

El propio caos lucha contra el propio caos; el mal se traga a sí mismo, luchando, batallando y debatiendo para saber quién tiene el primer puesto.

No permitan que los tiempos los atormenten, no dejen de mirar al sol que verdaderamente son, porque será necesario que él brille en estos tiempos de purificación y de pruebas.

Yo vengo a preparar el camino para la llegada de Mi Hijo, para el momento en el que todo estará permitido.

Realmente serán dichosos aquellos que, con suma confianza, se coloquen debajo de Mi Manto, para que su Madre Universal los pueda proteger.

Y ahora, vean a través de lo que viven en estos tiempos, que es necesario realizar un cambio interior.

No se sorprendan por lo que ven dentro de ustedes y a su alrededor. Es hora de que todo se expurgue hacia afuera a fin de que se cumpla el Proyecto de Cristo en la humanidad, y los nuevos rebaños se congreguen en la nueva Cena que celebrará el Señor.

Yo soy la Señora del Apocalipsis; y hoy vengo como Madre y Sacerdotisa de las almas que espejan, con sus oraciones, el Amor de Dios y que, tomadas de las manos junto a Mí, en un sagrado oratorio, proclaman la victoria de Cristo y Su Retorno al mundo en estos tiempos que llegarán.

Que sus labios nunca se cansen de proclamar la fe, que su camino sea pleno de Gracias y que abran sus sentidos internos para poder percibir la realidad que acongoja al mundo y lo sumerge en un profundo dolor.

No teman, ya no teman. Yo estoy aquí y soy su Madre. Es momento de que confirmen su confianza en Mi Corazón Inmaculado.

Cuando las aguas de los mares están turbulentas es señal de que todos deben estar unidos bajo el mismo propósito. Y es ese propósito y ese fin que los protegerá, porque el propósito siempre debe ser amor, servicio y entrega para que muchos más se beneficien con esto. 

Hoy tengo entre Mis manos el Libro del Apocalipsis, y su Madre Celeste lee las revelaciones que en él se encuentran y que aún la humanidad no ha conocido, que son las revelaciones escritas con las palabras de Juan.

Son las señales que él ha visto hace tanto tiempo y que se están manifestando en la humanidad, en esta era para que, finalmente, surja el cambio y todos puedan llegar a la Fuente y comulgar de Dios.

Sientan que estas escrituras se están proyectando en la humanidad y que el dragón de fuego está saliendo de su abismo. Esto indica que Cristo está retornando, aunque no lo parezca.

En seguida verán a San Gabriel Arcángel abriendo el último sello, de los siete que existen, para mostrarle al mundo que la última etapa de la redención se aproxima y que todo lo que está en el abismo será colocado en juicio ante el Creador. Mientras tanto, mantengan su neutralidad permanente e invoquen el poder del Amor para que sepan socorrer a sus semejantes.

Mientras el último sello se abre no dejen de orar ni siquiera por un momento. Llegó la hora de que su pensamiento esté elevado de forma continua y constante. Llegó la hora de que sus sentimientos, pensamientos y acciones sean pura oración, porque así estarán siempre protegidos por el Manto de su Madre Celeste.

Si algunas cosas hoy suceden a su alrededor, recuerden que por detrás de todo existe un Propósito.

Abracen el cambio y esas cosas terminarán; el sufrimiento se disolverá de la nada; florecerá la fortaleza, la sabiduría y la esperanza que muchos necesitan; y podrán caminar libres de sus amarras y cadenas. Sus pies llegarán hacia lo más alto de la montaña, donde Cristo posará Sus Pies como Luz Solar, para declarar al mundo que Él ya ha llegado a poner fin a todo lo que se ha destruido. 

Y Sus Arcángeles elevarán los Cálices a Dios, ofreciendo este nuevo sacrificio por la humanidad.

Los que han sido mártires, corderos, los que han sido desterrados de su patria o de su misión serán reconocidos.

Cristo Jesús, a través de Su Corazón, entregará Su gran Estrella al mundo para sembrar en la Tierra los nuevos principios de Luz, los cristales de la redención que sustentarán a la nueva raza en el surgimiento de una Nueva Humanidad. Para que todo eso se cumpla, deben pasar por este ciclo, queridos hijos.

Cuando el lobo esté queriendo cazar a las ovejas del Pastor será señal de que el Redentor estará llegando con pasos firmes y silentes al mundo para derrotar a su enemigo y disolverlo en la Fuente del Amor.

Que sus ojos no dejen de mirar al cielo e implorar con oraciones.

Que sus actos sean verdaderos y no mezquinos.

Que su sentimiento sea, cada vez más, amar, amar y amar hasta que sus seres se rindan en la energía crística.

Y así, los que han venido del universo, enviados por los Señores de la Ley, finalmente, se redimirán. Entregarán sus cascos, espadas y estrellas a los Pies de Cristo; y ya no será necesario batallar para conquistar la Verdad y el Amor de la Fuente; porque su Señor, el Maestro entre los maestros, los liberará del pasado y sus esencias se encenderán cuando reconozcan la Presencia de Cristo.

Esto es todo lo que está en el Libro del Apocalipsis, algo que Juan no ha escrito, por más que lo haya visto, porque no era momento de que la humanidad lo conociera.

Pero ahora, Yo que soy su Profetisa y Sacerdotisa, al servicio eterno de Mi amado Hijo, vengo a anunciar los nuevos tiempos, las nuevas metas y los nuevos principios, para que las almas se aferren a ellos y no se dejen llevar por la tribulación, porque San Miguel retornará.

San Miguel Arcángel retornará en su estado de resplandecencia para que, con su espada de Justicia y de Luz, extirpe lo que ha ocasionado el dolor y el sufrimiento en la humanidad; y las ilusiones del mundo se disolverán, las almas sentirán un amor crístico desconocido y, finalmente, los soles en la Tierra brillarán para formar parte, junto con este mundo, de la Confraternidad Universal.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Todo lo que les revelo, en este día, es parte de una Voluntad Celestial, Divina, de Aquel que Me envió al mundo.

Llego con el Libro del Apocalipsis, hijos Míos, para fortalecer la fe y la esperanza en sus corazones; porque el mundo se purifica y aún se purificará más intensamente, y todos Mis hijos habrán de vivir esa purificación.

Sin embargo, en su interior Mis palabras resonarán como una fortaleza y una esperanza que estarán en el horizonte de sus vidas, como algo que se cumplirá, una Verdad que se manifestará después de que el caos y el mal emerjan en este mundo con todo su falso poder.

Hoy, vengo a enseñarles a no observar los acontecimientos del mundo solo con ojos humanos, sino que los ojos de sus espíritus y de sus corazones estén abiertos para comprender los acontecimientos y para hacer que otros comprendan que la Justicia de Dios no es un castigo, que la purificación del planeta no es el fin de la humanidad, sino el fin de la degeneración humana.

Es el comienzo de un nuevo ciclo, de una nueva era, en donde la indiferencia y la falta de amor ya no podrán existir en las consciencias. Y aquellos que no puedan vivir la Ley, manifestarla y expresarla en sus vidas, serán conducidos a otros mundos, a otros espacios, en donde podrán aprender según su consciencia y sus elecciones en esta Tierra.

Todo será encaminado hacia donde deberá estar. Nada quedará fuera de lugar, porque la Ley de Dios vendrá a enderezar los caminos de los hombres, para que ellos encuentren la senda para retornar.

Cuando el caos y el mal emerjan delante de sus ojos, recuerden Mis palabras, recuerden su misión y su propósito en esta Tierra. Porque lo que construí dentro de ustedes se transformará en herramientas para que puedan actuar en estos tiempos. Herramientas que se expresan a través de la paz, de la neutralidad, de la compasión y de la Misericordia para los que están perdidos y distantes de Dios.

Fortalezcan, hijos Míos, todo lo que les entregué. Descubran, dentro de ustedes, estas herramientas de Luz que se expresan a través de las virtudes para que, en el momento correcto, sepan encontrarlas en su interior.

Hoy, pensarán que su transformación es rigurosa y que los cambios son intensos para que la consciencia acompañe al ciclo del planeta. Pero pronto comprenderán que todo lo que Dios les pide tiene un principio y una finalidad superior, que verán manifestarse cuando llegue la hora de que Mi Hijo los encuentre prontos, dispuestos a unirse a Él, para que tenga compañeros con los cuales contar cuando llegue al mundo.

Su resplandecencia será absoluta y Su brillo será visible para todos los ojos humanos.

Sin embargo, muchos hijos Míos temerán mirarlo, seguirlo y recibirlo en este mundo; porque no se sentirán dignos de recibir Su perdón, porque verán emerger sus errores y las consecuencias de su indiferencia.

Por eso, hoy les pido que, comprometidos con el Plan Superior, preparen sus corazones y los fortalezcan, no solo para cruzar los tiempos de mayor tribulación, sino para que tengan el valor y la humildad de mirar a los Ojos de Cristo, cuando Sus Pies pisen la Tierra.

Que tengan la humildad de recibir Su perdón y de ser colmados por Su Misericordia, para que Él los transforme definitivamente y les muestre su verdadera faz, aquello que ustedes son como parte de una Voluntad Divina y que, de esa forma, hijos Míos, una molécula de la Consciencia de Cristo ingrese en su interior y los haga partícipes de un nuevo tiempo, de una nueva raza que se construirá con esfuerzo, con renuncia y con un profundo amor que no proviene de esta Tierra, sino de lo más íntimo del Corazón de Dios.

Quiero hoy, renovar a todos Mis hijos, a todos los Hijos de María, para que jamás teman vestir Mi Manto, para que den testimonio de Mi Presencia; que jamás nieguen que son consagrados a Mi Inmaculado Corazón, que venzan el miedo con la potencia del amor y que den testimonio de la transformación que la oración hizo en sus vidas.

Con esto, hijos, les dejo una advertencia, pero también una Gracia para que perseveren y sean dignos de ver cumplirse cada una de Mis Palabras.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:

Súplica de la Sagrada Madre y Señora del Apocalipsis al Padre Celestial

Escucha, Señor, la voz de Tu Sierva y Esclava,
que quiere amorosamente interceder por Tus hijos más perdidos.

Escucha la voz de los que claman por una oportunidad
 y que, en estos tiempos, nada reciben en su mundo interior.

Vengo a ofrecerme como un Sol para iluminar los abismos
y elevar a Tus estrellas caídas hacia el Universo Celestial.

Derramo Mis Rayos de Gracia sobre el mundo,
para que las almas capten Mis sentimientos más profundos
de amor y maternidad.

Hoy, coloco en Mis brazos, Señor, a los que más necesitan de Ti.

Hoy, contemplo a través de Mis ojos
las heridas internas de todos Mis hijos,
y con la caricia que Yo les doy a través de Mis manos,
calmo y sereno a todo lo que perturba y trae tribulación.

A través de Mi abrazo, los coloco cerca de Mi pecho
para que sientan el calor de una buena y humilde Madre,
para que sientan Su Corazón Inmaculado palpitar infinitamente,
así como vibra todo el universo, en su creación y existencia.

Hoy, disuelvo las amarguras de los corazones y establezco Mi Paz
en aquellos que la han pedido con tanto fervor y oración.

Construyo las bases de una nueva vida,
traigo a esta civilización la oportunidad de amar
 hasta que todos se sientan uno,
y Cristo los encuentre en comunión eterna.

Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE ÁVILA, ESPANHA, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN E HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Coloca tu mirada en Mi Corazón para que encuentres el Universo de Mi Paz.

En este día Yo soy la Señora del Monte Carmelo, la que cuida de la vida religiosa y también de la evolución de las almas.

Por eso hoy he venido con el Reino de Mi Paz, para que tú te animes a ingresar a él y sentir, en confianza, tu verdadero origen.

Esta es la Casa del Padre, en donde todo se crea y se recrea.

Este es el plano y la dimensión en donde todo existe y nunca nada está separado; porque aquí, en este lugar, surge la Fuente Primordial desde donde todo este Universo que fue creado proviene, desde el momento en que el Padre emitió Su Pensamiento y Su Sentimiento de Amor para que todo existiera, así como también Sus criaturas, tan semejantes a Su Consciencia Divina.

Es de este Cielo Superior desde donde hoy provengo como Madre y Señora del Monte Carmelo, para fortalecer la espiritualidad de las almas.

Hoy Me muestro así, ante sus ojos internos y ante sus corazones, para que puedan ver que existe algo mayor y que para muchos es desconocido.

En este lugar también está Cristo, vuestro Señor, vuestro Maestro y Soberano.

Desde allí Él rige con las Leyes del Padre los Universos y los comanda, para que existan la fraternidad, el amor y la unidad.

En este Cielo no todos pueden entrar, pero existen otros Cielos que están abiertos para recibirlos.

Les muestro este Cielo del cual hoy provengo, porque es hacia donde llevaré a los que Me he aparecido a través de esta Obra, para que junto a Mí, y en el próximo mundo que no será material, Me sigan sirviendo y sigan respondiendo al llamado, que no solo es por la humanidad futura, por la próxima humanidad, por la próxima raza, sino por todo lo que vendrá después, para este Universo y más allá de él.

Cada una de las almas tiene un lugar en el Cielo que debe conquistar con su sacrificio, con su entrega, con su renuncia, y sobre todo, con la oración.

Si no existen estas bases en sus vidas, ¿cómo podrán ingresar hacia esos Cielos, donde su vida espiritual e infinita continuará junto a los ángeles bienaventurados, junto a los Sagrados Corazones, que desde ese lugar claman al Padre por una Gracia mayor para la humanidad?

Aunque para muchos parezca que en esta vida material muchas cosas no tienen sentido, o no tienen importancia de ser vividas o experimentadas como sacrificio y entrega, hoy les digo, queridos hijos, que todo eso tiene mucha importancia para Dios; porque es el testimonio y la forma de que paguen sus deudas del pasado, y que a través de la Divina Misericordia que surge de esa Fuente Primordial, pueden ingresar en el próximo mundo a los Universos que hoy les ofrezco con tanta misericordia, gracia y amor.

Hoy, todo lo que rodea Mi aura celestial es sublime e infinito, es cósmico y superior, porque en ese lugar se vive la igualdad, la justicia, la hermandad y el equilibrio.

Todo está en su lugar para que pueda despertar y evolucionar, así como Dios lo piensa y lo siente. Solo que el mundo y la humanidad está con su mirada hacia otras cosas, y el tiempo de la definición se aproxima, y dependerá de cada uno de Mis hijos que puedan dar ese gran paso hacia su misión espiritual y hacia su camino, que continuará en las estrellas.

Mientras tanto, vengo hacia ustedes a llamarlos, para que Me sigan en confianza y fe, porque de esa forma en los planos internos podré llamar a toda la humanidad, y sobre todo, a la que está más dormida y lejos de Dios, sin conocer el verdadero amor, la verdadera existencia, y el verdadero sentido de estar encarnados en este tiempo, y en este ciclo final.

Todas las pruebas que vivan los fortalecerán.

Todas las dificultades que experimenten los harán crecer, para que puedan encontrar el camino y el sentido de estar respondiendo a algo mayor y sublime.

Desde este lugar de donde hoy provengo, desde uno de los siete Cielos del Creador, vengo a llamarlos para que puedan ampliar la consciencia de su caridad y servicio para con los demás, porque es necesario ayudar a un mundo que sufre y que agoniza, día a día.

Vengo a enseñarles a generar, a través de los buenos ejemplos y no de las resistencias, los méritos necesarios para poder ingresar hacia los Universos que Dios tanto espera en el próximo mundo.

Adquieran prontamente un espíritu de caridad y de servicio para con los demás, y aprendan, en estos tiempos, a cuidar de la Obra de Dios en todos los detalles, porque cada cosa que hagan en este tiempo influenciará mucho en el Plan.

Ayuden a que el destino de este Plan se cumpla como está pensado.

Ayúdense a ustedes mismos para que pueda concretarse el Plan.

En este Universo del cual hoy provengo suceden muchas cosas que son desconocidas para la humanidad consciente.

Aquí se guardan proyectos, ideas y tesoros que emana el Creador directamente de Su Fuente, de forma permanente y continua.

De lo que les hablo son los designios que nacen de Su Corazón Eterno, para que en todas las manifestaciones de Su Creación se puedan cumplir, y las almas finalmente conozcan la esencia del Amor, que en este tiempo deben conquistar con esfuerzo y sacrificio.

Eso, al menos, por tan simple que parezca, hará de esta humanidad una humanidad redimible; generará una posibilidad para que nuevas Leyes del Universo puedan actuar en un mundo infernal e indiferente.

Pero a pesar de todo, queridos hijos, Mi Corazón es incansable, Mi paciencia es infinita y Mi propósito por ustedes es aún mayor, y trabajo por ello.

Quisiera que Mis palabras no pasaran, como han pasado otras palabras u otros mensajes.

Necesito que interioricen Mis mensajes y que puedan comprender, a través de sus corazones, todos los símbolos que Yo les revelo, porque de esa forma estarán conscientemente preparados para poder ver las señales que el Universo mostrará en poco tiempo.

Y a pesar de eso, el planeta no dejará de sufrir.

Necesito que Mis siervos y que los apóstoles de Cristo correspondan a cada necesidad que se presenta en estos tiempos, por más simple que parezca. Si no lo hacen, queridos hijos, no estarán creciendo interiormente sino que se estarán estacionando evolutivamente.

Y ustedes deben seguir creciendo para poder abrazar nuevos principios y nuevos propósitos que Dios les mostrará en los próximos años.

Sus vidas, ya no son sus vidas; sus caminos, ya no son sus caminos; sus decisiones, ya no son sus decisiones.

Aprendan a ser en Cristo, para que Él pueda estar en ustedes, y así, actuar. Y tengan consciencia, discernimiento y sabiduría para no equivocarse, ni errar.

Los invito a ser celadores de un Propósito desconocido.

Los invito a ser columnas de una Obra infinita, que no solo comienza y termina en una aparición, en un mensaje, o en una liberación de una región, de un país, de un pueblo, de un sufrimiento, o de una cultura.

Necesito que con las bases de instrucción que han recibido en los últimos treinta años y en los últimos tiempos, puedan actuar así como Dios lo necesita.

La exigencia será mayor, pero el consuelo será muy grande.

Mi Corazón Inmaculado será la fortaleza de los consecuentes, de los que dicen "sí", sin pensarlo tanto, y de los que responden espontáneamente, sin ninguna resistencia a vivir lo nuevo, lo renovador y lo transformador.

Quisiera que acogieran en sus corazones los Designios de Dios, así como Mi Corazón Inmaculado los acoge en esta hora, como la Sagrada Señora del Monte Carmelo, que vuelve a entregarles el símbolo del escapulario de la paz, para que las almas puedan tener sobre sus cuerpos la unión entre el Cielo y la Tierra, entre Dios y las almas, entre este Universo y el Paraíso.

Vengo así, hijos Míos, a prepararlos para un tiempo en el cual solo podré observarlos.

Vengo para que maduren rápidamente, que puedan sentir y comprender lo que vivirán en el futuro y que tengan como fortaleza para las pruebas que llegarán los misterios del Infinito, del Universo que los aguarda y los aguardará siempre, porque ellos son sustentados por la Fe y la Esperanza del mismo Dios, su Padre Creador.

Vengo a prepararlos para un tiempo en el cual Mi voz ya no resonará sobre el mundo, pero el eco de Mis palabras deberá estar dentro de ustedes.

Todo lo que les dije a lo largo de estos años y de los años que vendrán, debe quedar impreso en sus consciencias y reflejarse en sus vidas como acciones puras y simples, de corazones que están despiertos para cumplir el Plan de Dios.

Hoy los coloco delante de un portal que la humanidad desconoce, porque los corazones están mucho más dispuestos hacia las cosas del mundo, que para los Misterios de Dios.

Por eso vengo hasta aquí, para renovar la fe de la humanidad, para renovar su compromiso con el Plan Superior, para renovar la espiritualidad de este mundo, que está tan degenerado, por los pocos Principios Divinos que aún resuenan en los corazones.

Vengo, hijos, para renovar las religiones, para renovar las almas en una unidad con Dios, con Su Plan; para retirar de los templos y de las iglesias la voluntad humana, para que reine, finalmente, la Voluntad Divina, como debería ser desde el principio.

Vengo para ayudar a retirar del templo de sus corazones su propia voluntad, para que reencuentren el propósito que los hizo llegar a este mundo.

Y es con las cosas simples, hijos Míos, aunque puras y verdaderas, que conseguirán cumplir con lo que les pido y vivir lo que les digo.

Muchos quieren encontrar los Misterios Celestiales solo con el rebusque de la mente, pero se olvidan de la simplicidad del corazón, de construir este camino con los escalones de una oración verdadera, del servicio al prójimo, de la comprensión de las miserias de sus hermanos, para curar, en sí, lo que esperan ver curado en el otro.

Este Reino sublime que hoy tienen delante de sus ojos es solo uno de los muchos Reinos que están disponibles para que el corazón humano ingrese.

Pero ese corazón no puede estar impuro, debe curarse, para expresar aquel pensamiento perfecto que Dios emanó al crear Sus criaturas, Sus hijos, que deberían ser la esperanza para la evolución universal.

Este proyecto es un gran desafío para la Consciencia Divina; tanto como lo es para cada uno de ustedes. Pero acuérdense, hijos, que si la Esperanza de Dios aún está sobre la humanidad, y aún en silencio Sus Ojos continúan colocados sobre el mundo, aún está al alcance de cada uno de ustedes vivir esta pureza de la cual les hablo, y esta verdad que les presento.

Hoy vengo a preparar sus espíritus para una misión más amplia, más profunda, en la cual conduciré la consciencia humana a Universos desconocidos.

Pero para eso, hijos Míos, necesito que comprendan y que vivan, definitivamente, los primeros pasos de su consagración al Plan Divino.

Quiero llevarlos a Universos Superiores, a realidades mayores, para que la humanidad ya no esté ignorante de lo que es real.

Por eso preparo hoy sus corazones, por eso les revelo y les anuncio los símbolos que se manifestarán en el futuro, para disipar la incredulidad de los corazones y que puedan guiar a otros en el momento en que todo acontezca.

Confíen en Mis palabras y esfuércense para despertar la fe, la simplicidad y la humildad en sus espíritus.

Si tan solo oraran conmigo, la misma oración de sus corazones, unidos al Mío, los libertará del pasado que aún los oprime y les impide vivir lo que les hablo.

Hoy, hijos Míos, como Nuestra Señora del Carmelo, Nuestra Señora del Monte Carmelo, Señora y Madre de todos los espíritus consagrados, concedo una Gracia especial a todos Mis hijos religiosos de este mundo, para que puedan liberarse de los atavismos del pasado y que su consagración sea verdadera; para que todas las cofradías, monasterios, conventos, templos, de verdadera unión con Dios, se tornen esas columnas de luz que sustentarán el mundo, y que allí se viva la Verdad y no la mediocridad humana.

De esa forma, hijos, hoy les pido que se unan a Mí, en una oración verdadera, por la consagración de la humanidad; para que los corazones estén listos para que, en un futuro próximo, encuentren a Cristo, cara a Cara, sin culpas y sin miedo, por no haber ehcho lo que Él esperaba de Sus compañeros.

Prepárense y esfuércense, para que su Señor los encuentre cristalinos, perseverantes en su meta y dispuestos a despertar el amor que hace valer cada gota de Su Sangre derramada en la Cruz; que hace valer cada Sacrificio Suyo que se hizo eterno, a lo largo de los siglos, en el Universo y que hace valer Su Retorno a la Tierra para enfrentar el mal con la potencia de Su Amor y rescatar los corazones humanos.

Dejo para ustedes este mensaje como una preparación para lo que vendrá, en poco tiempo.

Todos los símbolos posibles son revelados, para que la humanidad tome consciencia y de el paso.

No sientan frustración por lo que no pueden hacer.

Sientan alegría y júbilo por lo que son llamados a vivir en estos tiempos, sabiendo que el beneficio de su sacrificio y entrega, de su renuncia y de su donación, es para los demás; para los que son desgraciados por no tener la Gracia de Dios, como ustedes así la tienen, y deben cuidar, preciosamente, a cada momento y sin abusar de ella, porque todo esto es parte de un misterio del cual ustedes participan, y que proviene de este Cielo Mayor que hoy les traje para que conocieran, en simplicidad y amor.

Que sus ojos se puedan abrir a lo que deben descubrir de ustedes mismos y seguir transformando, con valentía y sin miedos a enfrentarlo, porque la fuerza de Mi Divino Espíritu siempre los ayudará.

Siempre estoy fuera, frente a la puerta de su mundo interno para poder ingresar; solo les pido que la abran para que Mi Luz y Mi Maternidad todo lo pueda transformar.

Que el Señor escuche nuestras súplicas por una humanidad futura.

Que los Reinos de la Naturaleza puedan ser restaurados.

Que el planeta, como consciencia, alcance su evolución y que los mil años de paz finalmente desciendan, para que las almas vivan en el gozo de encontrar a Cristo, en su interior.

Que nadie pierda la oportunidad de vivir este misterio.

Que los no redimidos se puedan redimir pronto, y que los que ya se redimieron puedan avanzar, sin tener miedo de perder el control, el poder o su propia soberanía.

Que las riendas y las amarras del pasado sean liberadas.

Que los apóstoles que son autoconvocados puedan caminar libres hacia el portal del infinito, en donde los espera, en el otro lado, una nueva etapa, que será preparar el Retorno de Cristo.

Que sus labios nunca se cansen de orar.

Que sus mentes nunca se cansen de elevar.

Que sus sentimientos sean cada vez más puros y que permitan que la Luz Divina pueda ingresar, para que cada partícula, cada átomo y cada célula se transfiguren, en Cristo.

Les agradezco por responder a Mi convocatoria y desde las puertas del Castillo Interior en Ávila, los bendigo y les doy la Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vigilias de Oración
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Esta es la luz que Yo busco en el mundo, luz de sus corazones y esencias, la luz de la fe, la luz del amor, la luz que brota a través de la paz.

Esto es lo que Yo necesito de Mis hijos, para poder consumar el Plan de Mi Hijo en la Tierra, porque cuando Yo ya no este entre ustedes, deberé subir al Cielo para decirle a Mi Padre que la Obra está cumplida.

Por eso, en esta noche vengo a reconsagrar sus corazones, especialmente sus vidas y almas, para que se realice el Plan de Dios, a través de la ofrenda de cada uno de ustedes.

Hoy siento sus corazones, como nunca antes lo sentí, hoy siento sus almas, como nunca antes la sentí, hoy siento sus espíritus en un gozo que nunca antes he visto.

¿Por qué esto es posible queridos hijos? Es la llama de la fe que permite todas las cosas.

Deseo el camino del bien para todos Mis hijos, deseo el camino de la paz para todas las naciones del mundo y que las almas despierten a este gran esperado retorno de Mi Hijo.

Hoy, Mi Palabra hace eco en sus corazones. Mis amados hijos, hoy hago votos de confianza con cada uno de ustedes, asumiendo este compromiso de manifestar la redención de la humanidad y la liberación del mundo por medio de la fe y del amor.

Hoy, he venido del Cielo para darles Mi gesto de paz, la alianza con Mi amado Hijo y con toda Su Sagrada Obra. Ustedes son parte de esa expresión, de la expresión de la obra de amor y cada paso que den, diariamente, no solo en la oración sino también en el servicio, así como siempre lo han hecho, hará de esta humanidad, una humanidad rescatable al menos en su gran mayoría.

Hoy he venido, queridos hijos, para traerles Mi Amor que es el Amor que los hace confiar en Dios.

Vine del Universo como una gran Consciencia de luz, como la portadora de la paz, como el Ave Mensajera para estar cerca de Mis hijos, para que Mis hijos sientan, que Yo estoy entre ellos, y ellos están en Mí, en Mi corazón.

Para que esta, Mi aspiración, se realice y que todos los días estén en Mi corazón viviendo Mi Amor y Mi Paz, Yo vengo a bendecirlos fortaleciendo su consagración, y los votos que sus corazones hacen, diariamente, a Cristo.

Para que todo esto sea posible vengo a traerles algo nuevo, un don que despertará en el momento propicio, cuando Dios lo determine y cuando Mi Hijo lo impulse a través de cada uno de ustedes.

Quiero que sean un verdadero espejo y que puedan irradiar lo que nunca han conseguido irradiar.  Es la Gracia y es el Amor de Mi corazón que les permiten todas estas cosas.

Necesito, queridos hijos, que vivan en Mi Corazón, para que Yo pueda vivir en ustedes, estar en sus grupos de oración, en sus familias, compartiendo la alegría y el dolor, la transformación y la liberación de sus vidas, para que, finalmente, se realice el Plan de Mi Hijo en cada uno de ustedes.

Iré hasta ustedes para bendecirlos y así en la simplicidad de Mi Corazón, agradecerles por lo que hacen por esta Obra de Redención, de Amor y de profunda Paz.

No he venido Sola, sino con todos los ángeles del Cielo, y los ángeles de su guarda que vienen a alabar a Dios en agradecimiento, en paz y en amor por todo lo que se ha realizado en este tiempo.

Eso es solo lo que hoy quiero, bendecirlos, consagrarlos, colocarlos a todos dentro de Mi Corazón Maternal. Hagamos eso ahora.

(Se recita el Ave María en portugués por cinco veces)

Estoy aquí, hijos, y hoy doy un mensaje simple, porque simples son sus almas, las que han orado en los planos internos por todas las naciones del mundo, para que la Llama de Cristo despierte en estos tiempos.

Vengo así, para cerrar esta jornada, este momento de instrucción, este momento de elevación, en este momento de oración, agradeciendo siempre al Padre Eterno, por cuanto Él nos da en estos tiempos de caos y crisis.

Es la confianza de sus corazones, por la que Mi Gracia puede descender a la humanidad. Por eso hoy,en esta noche, vuelvo a reconsagrar sus corazones al Poder de Mi Inmaculado Corazón.

Junto a los Ángeles Yo los bendigo, los consagro con la señal poderosa de la Cruz, y a todas sus familias.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Les agradezco por responder a Mi Llamado, y porque sigan respondiendo a Mi Voz, a la Voz de Dios, que es infinita e invencible.

Hoy sus almas han sido restauradas, hoy sus espíritus han despertado a un gran llamado que llegará.

Les agradezco.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aunque no lo parezca, vengo rodeada por las estrellas de la bandera de los Estados Unidos para convertirlas en estrellas de Mi Manto universal. Eso significa, queridos hijos, que aún la tarea no ha finalizado, que forma parte de sus corazones el cumplimiento de esta tarea que vengo llevando adelante, junto a Mi Hijo y a San José.

Si su Madre del Cielo puede convertir las cosas imposibles, ustedes podrán ayudarme, queridos hijos, aunque parezca imposible, a que esta Sagrada Misión se lleve adelante, así como Dios Me lo ha pedido, desde lo profundo de sus corazones. 

Comprenderán, queridos hijos, después que pase todo, las cosas que Yo intentaré evitar. 

Hoy, les traigo, queridos hijos, la consciencia de la confraternidad y del Amor que los hace partícipes a todos en comunión perfecta con Mi amado Hijo. 

Vengo rodeada por las estrellas de la bandera de los Estados Unidos, así como vine rodeada por las estrellas a Guadalupe para demostrar al mundo que en la vida superior se encuentra la puerta de la liberación y la paz. 

Sé que hay muchos de ustedes, queridos hijos, que aún no comprenden este misterio celestial, pero cuando sus corazones se abran para ser espejos de Mi oración, podrán penetrar este misterio simplemente; y así, concretarán todo lo que Yo les pido de una forma humilde y servicial.

Hoy, estoy entre los Estados Unidos y México, colocando Mis Rayos sobre cada nación, uniendo las consciencias de las naciones para que ellas no se separen del Propósito de Dios, porque fue así como Yo le anuncié a Juan Diego en Guadalupe que la humanidad debería unirse a pesar de sus culturas y razas para alcanzar la paz.

En este tiempo definitivo, queridos hijos, en el que el planeta se moviliza y sufre las consecuencias de la superficie, Yo los invito a vivir la cooperación, la hermandad y el amor por encima de todo lo que saben y han aprendido. 

Así también, penetrarán Mi Inmaculado Corazón no solo con sus oraciones y voces, sino con la intención de servir a un Plan Mayor que aún es desconocido por la humanidad entera. 

Es así, queridos hijos, amados hijos Míos, que Yo les traigo la consciencia del verdadero propósito para estos tiempos, unirse como una sola hermandad, para que los acontecimientos de la transición planetaria sean vividos en la mayor paz posible. 

Quisiera, queridos hijos, que transmitieran este impulso que hoy les traigo a todos sus hermanos, aun a aquellos que no quieren escuchar a Dios ni a Mi Corazón. Confíen en que, a través del poder de sus simples palabras, podrán sembrar las semillas de Luz en todos aquellos que más lo necesitan. 

Les vuelvo a decir, queridos hijos, que, en esta noche especial, en la que Mi Corazón es venerado y amado por todos ustedes con una alegría íntima y espiritual, Yo estoy sobre los Estados Unidos y México para curar las heridas que viven entre esos pueblos; para hacer renacer el verdadero principio de cada nación de servir a Dios en estos tiempos por medio de sus Ángeles de la Guarda y de los Ángeles de las Naciones que esperan ardientemente unirse a cada uno de ustedes.

Es así que, desde lo alto del Tepeyac, como también desde lo alto de Monte Shasta, su Madre Celeste anunciará la palabra de salvación y traerá a toda California y Estados Unidos la esperanza que ha perdido, por todo lo que está viviendo en este último tiempo. 

Iré con toda la fuerza de Mi Amor a retirar el miedo de los corazones latinoamericanos, de los que han sido inmigrantes, buscando una esperanza de vida y una oportunidad. 

Solo deseo, queridos hijos, que entre Estados Unidos y México se establezca una profunda fraternidad para que los muros, que piensan construir entre las naciones, ya no sean ideas en el pensamiento humano ni tampoco en el plano espiritual. Si eso llega a suceder, queridos hijos de México, no rechacen la prueba que vivirán. 

Amen cada vez más la Voluntad que Dios deposita en sus naciones y corazones, porque así estarán en el camino correcto y cualquier guerra social se evitará.

No quisiera volver a México en un momento tan crucial, como fue con la civilización azteca y la comunidad europea, en el que vine a anunciar el profundo acto de reconciliación y de paz entre los pueblos. 

Su Madre Celeste no quiere ver correr la sangre en las calles y tampoco quiere ver a los corazones sufriendo las incomprensiones de las decisiones que los gobernantes toman en este mundo, y que afectan a toda la humanidad, a todo el planeta.

No vengo a ponerlos en contra de nadie, vengo a pedirles, queridos hijos, que amen profundamente a sus enemigos, porque ellos necesitan de la Gracia de Dios, que debe nacer de sus corazones, para que tengan una oportunidad, así como ustedes la han tenido en estos tiempos. 

Vuelvo a decirles, queridos hijos, que estoy rodeada con las estrellas de la bandera de los Estados Unidos, para poder convertir a las almas que no escuchan a Dios y que, en una profunda somnolencia, se sumergen día a día en la vida material, sin buscar la esencia del espíritu, la esencia que los une a Dios todo el tiempo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Quisiera, en esta noche, que comprendan Mis Palabras con el corazón; que no vean a una nación por su cultura o por su pasado; sino que vean, hijos, a cada alma que allí habita, que tanto necesita de Mi Presencia maternal, porque Me ignora, no conoce Mi Divinidad, no reconoce Mi Amor. Y, en este tiempo, será primordial que las almas puedan encontrar en Mi Corazón Inmaculado el refugio y la esperanza de ver nacer la paz en este mundo.

Hoy, vengo rodeada por las estrellas de la bandera de los Estados Unidos, no para ser consecuente con lo que allí sucede, sino para decirles, hijos, que en este momento esa nación necesita mucho Mi ayuda. Necesita de la liberación que Dios le concede a Su Sierva para realizarla en el mundo; así como la vengo realizando, todos los días que estuve aquí, junto con Cristo y con San José; porque sus corazones Me abrieron la puerta, y muchos de sus hermanos que no los conocen, que nunca oyeron hablar de ustedes, Me ayudaron a que hoy llegara hasta aquí; retiraron bienes que les pertenecían, de sus casas, generando méritos para la salvación de sus almas. 

Ese fue un aprendizaje, hijos, que necesito extender a muchas naciones, porque por más que no comprendan, cuando se esfuerzan de corazón para generar méritos para la liberación de otros, están comenzando a ingresar en el Principio de Dios para la humanidad; están permitiendo que la vida crística descienda a la consciencia humana, porque Mi Hijo no medía esfuerzos para rescatar a aquellos que no conocía, sin importarle su religión, su nación, el pueblo al que pertenecían ni tampoco las costumbres que vivían, fueran santos o mundanos. 

Porque toda la humanidad, hijos, necesita de la Presencia de Dios; necesita descubrir al Dios oculto que existe dentro de sí; porque llegó el momento de que el Creador pueda expresarse en Sus criaturas. Y es en las pequeñas cosas de sus vidas, en los pequeños actos que realizan por amor, que ese Dios se manifiesta.

Hoy, sientan Mi Paz, Mi maternidad y cómo Yo los acojo en Mis brazos. 

Sientan que sus súplicas se realizaron, que su canto se tornó vida, porque Mis labios se abren para pronunciarles Palabras Divinas, porque Mis brazos se extienden para acogerlos y traerlos a Mi Corazón. 

Hoy, no solo les doy un beso, también los llevo al Cielo, para que aspiren ardientemente a que toda la humanidad pueda vivir esta instancia divina. 

Hoy, los invito, hijos, a ser pacificadores de Mi Hijo amado, a imitar Su ejemplo, que cuando fue rechazado, humillado, flagelado, jamás Su Corazón se cerró. Al contrario, Su Misericordia se derramó en la última gota de Su Sangre. Él entregó todo por amor al Plan de Dios, y eso es lo que vengo a pedirles a cada uno de ustedes, que comiencen poco a poco, mas que un día, hijos, entreguen todo lo que son al Padre. No les pediré que mueran en la cruz, sino que entreguen sus vidas por amor, que sean cada día más sinceros en el amor al prójimo, a los Reinos de la Naturaleza y a Dios.

Hoy, hijos, el Creador hace temblar el suelo de este mundo para advertirles a las almas que es tiempo de mirar hacia el Cielo y no más hacia las cosas de la Tierra. Pero, aun así, muchos no escuchan y necesitarán sufrir mucho para darse cuenta que es tiempo de volverse hacia Dios. 

Por eso, así como hoy Yo les abro Mis brazos, les pediré que ustedes les abran los brazos a aquellos que estarán ciegos hasta en la última hora y que necesitarán de su amor y de su comprensión para poder recomenzar la propia vida. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es a través de este acto de amor profundo, en este escenario que Me han ofrendado, en honra a Mi Inmaculado Corazón y al triunfo del Plan del Padre Celestial, que Yo vengo a consagrarlos como lo esperé desde hace tanto tiempo, escuchando una a una sus oraciones, viendo pasar las cuentas de cada oración entre sus manos y las horas del reloj para que Yo pudiera retornar a Mi amado México.

Aquí estoy, queridos hijos, para bendecirlos en honor al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que a través de esta Santísima Trinidad se permitan todas estas cosas, que Yo derrame Mis Gracias sobre Mis hijos para que, en el tiempo que vendrá, sean frutos en los corazones y en la vida de todos los seres. 

Quiero que Me donen, queridos hijos, la canción que Me han hecho, ahora en el final, porque así Yo los consagraré.

Vengo a cumplir lo que está escrito en esas letras, en cada párrafo del cántico.

Vengo a mirarlos, a abrirles Mis brazos a ustedes, para que se establezca la paz.

Vengan aquí, queridos hijos, aquellos que hoy se consagrarán en nombre de todos los mejicanos que viven en el amor a la amada Guadalupana que nunca los abandona, que siempre los guía, que siempre los protegerá en el amor y en el bien.

Que esta consagración de hoy sea significativa en sus vidas. Este es el momento, queridos hijos, del perdón y de la reconciliación con la consciencia europea. Del otro lado del mundo, en Europa, les pido a Mis hijos que se postren en el suelo para establecer esta reconciliación entre México y Europa, entre los pueblos originarios y la consciencia europea, para que se establezca la cura definitiva de la gran herida causada a través de los tiempos y de los siglos.

Que se pueda establecer aquí, queridos hijos, bajo Mi Presencia maternal, la unidad entre las consciencias y los corazones. 

Hoy, vuelvo a unir lo que el hombre de superficie ha separado. Vengo a unirlos como una sola consciencia, como una sola raza, que vive del Amor de Dios y profesa su fe ante el Altísimo.

Los escucho en esa hermosa canción, que es una canción de amor a Dios, a través de Su Santa Madre Celestial, la Virgen de Guadalupe.

Yo los consagro, los vivifico en Mi Hijo, los sano en espíritu, en alma y en divinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Y ahora, que son Mis hijos consagrados a Mi Inmaculado Corazón, ofrezcan el perdón y la reconciliación entre los pueblos y entre las naciones. Que así sea.

Vamos a orar todos juntos antes del cántico, un Ave María.

Escucho su dulce voz.

 

Oración: Ave María y Gloria.

APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Desde el Cielo vengo a visitarlos para traerles Mi Paz y Mi consuelo.

Hoy vengo revestida por las banderas de las naciones de Centroamérica y los llevo de Mi mano hacia la peregrinación que vuestra Madre Celeste realizará por las almas del planeta.

Necesito que estén Conmigo en este camino y que puedan abrazar Mi llamado. Deseo ardientemente que todos Me acompañen y que, con la llama de fe de sus corazones, hagan propagar Mi Paz en el mundo.

Aunque Mi Obra fuera de la Iglesia está siendo enfrentada, no teman, ya no teman. Es hora de que las conciencias abran sus corazones para poder comprender lo que Yo estoy pidiendo en estos tiempos.

Por eso, vengo a buscar a aquellos que nunca vivieron en Cristo y que están fuera de la Santa Iglesia.

Vengo a darles una oportunidad a todos Mis hijos, porque el Proyecto de la Divina Misericordia es para todo el planeta.

Hoy los acompaño a todos desde muy cerca y digo, para los hijos que hoy se consagrarían a Mí, que sigan trabajando en oración y en servicio para que, cuando Yo retorne aquí, a este árbol sagrado, los pueda encontrar prontos, y así los consagraré en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Muchas almas Me esperan en Centroamérica. Muchas más de las que ustedes se imaginan. Mi Obra no es solo material, sino celestial y universal. Mi Consciencia Divina abraza a muchos universos y esta tarea que Yo realizaré en Centroamérica, es una pequeña muestra de Mi Obra universal.

Quiero que abran sus sentidos para eso, para que puedan ver más allá de todo, y así sentir en lo profundo de sus corazones, la importancia de que esta Obra se realice, más allá de los videntes, más allá de todo su grupo y de toda la humanidad.

Vengo hoy a demostrarles el Propósito de Dios a través de este pedido que Mi Corazón de Madre realiza para todos. Desearía profundamente, con toda Mi alma, que la Iglesia estuviera unida en esta propuesta, porque Mi Consciencia no viene a traer el conflicto ni la guerra, sino la paz, la paz que les falta. Todos son dignos hijos de Dios y todos merecen una oportunidad, así como la Iglesia la ha recibido a través de los tiempos y de Mis Apariciones.

No vengo a pedirles que crean en Mí, sino en el llamado de Dios a través de Su Sierva fiel. 

Yo vengo, como Mensajera, para anunciarles un nuevo tiempo, una nueva etapa que no es moderna, sino profundamente espiritual e íntima con Dios. 

Yo no vengo a realizar aquí, a través de esta obra, una nueva Iglesia, sino vengo a renovar la Iglesia que existe, en la fe, el amor y la devoción.

Únanse todos en esta sagrada misión y podrán vivir Mis planes verdaderamente. Quiero que puedan encontrar en esta propuesta un sentido para la vida y el espíritu.

Vengo así, a derramar Mis últimos tesoros celestiales sobre el mundo y esta vez en las almas de Centroamérica, que también son merecedoras de Misericordia y de Paz.

Así, Yo los invito a fraternizar entre los pueblos y las naciones, bajo el Espíritu de la Paz, del Amor y de la Unidad.

Yo los invito a todos Mis hijos del mundo, a encontrar a Cristo en sus hermanos y a poder verlo, más allá de toda apariencia. Si ustedes consiguieran vivir eso, tal vez el mundo no se purificaría tanto como está previsto. Por eso, es necesario que Yo recorra las naciones con Mis hijos, trayendo la buena nueva y renovando el Mensaje de Mi Hijo para el mundo.

Quiero que todos puedan orar Conmigo todo el tiempo y que aprendan a sustentar esta humanidad. Pero si nadie se ofrece a hacerlo, ¿quién lo hará?

Por eso, convoco a los soldados de Mi Hijo, de tiempo en tiempo, como Madre de los apóstoles y de los discípulos de Cristo, para que realicen junto a Mí la Obra de Dios, para que Me ayuden a concretar el Pensamiento Divino sobre la Tierra.

Junto a Mis ángeles, hoy los bendigo y espero poder llegar a Centroamérica definitivamente, porque hay almas que necesitan de auxilio, así como también los Reinos de la Naturaleza.

Ustedes deben alcanzar una nueva consciencia que ya no es más personal ni individual. Deben alcanzar la consciencia grupal de la humanidad y ver que cada espacio de este mundo les pertenece y debe ser cuidado.

Como Madre de los Reinos les imploro, oren por las Américas, así como lo vienen haciendo. Esta peregrinación a Centroamérica abrirá nuevos grupos de oración que podrán ir fortaleciéndose para los tiempos que llegarán.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aún existe, hijos Míos, un pasado que debe ser curado en el corazón de Mis hijos de América Central. Así como Yo los perdoné, lavé sus heridas, los recogí bajo Mi Manto y los torné Mis soldados de la paz, aún debo hacerlo con muchos de Mis hijos.

Vengo a enseñarles a amar el Plan de Dios más que a sus propias vidas. Amar este Plan no incluye una meta personal, sino a toda la consciencia del planeta, del universo, de la Creación.

Por eso, vengo como Madre Universal. Por eso, Me presento ante sus ojos y corazones como su Madre Celeste, para que aquellos que se reconocen como Mis hijos, que reconocen Mi maternidad, puedan servir a este Plan Divino que el Creador pensó para este mundo y de cuya manifestación depende todo el cosmos.

La humanidad cometió muchos errores a lo largo del tiempo y sigue cometiéndolos. Aquellos que tienen sus ojos mínimamente abiertos pueden percibir, hijos, que el futuro que se diseña ante los seres humanos, por sus acciones y pensamientos, no es aquel que Dios pensó para la humanidad.

Por eso, a pedido del Creador, Yo vengo al mundo para reescribir ese futuro, para borrar el pasado y, de esa forma, disolver las consecuencias que los harían sufrir y equilibrar el mal causado en otros tiempos.

No solo aspiro a llegar a América Central y a México, aspiro a llegar a todos los continentes, porque aunque América se deba tornar la cuna de la nueva vida, quiero rescatar hasta la última de las almas que vive en el planeta y que no encontró a Dios.

No les vengo a insistir, hijos, por un viaje material y quiero que comprendan eso definitivamente; porque si no consiguen abarcar el Plan de Dios como un todo, si no consiguen amar y buscar una oportunidad para sus hermanos, como la buscan para sí mismos, ¿con quién contaré para manifestar este Plan?

Deben saber que el Creador tiene una Voluntad única para cada alma, para cada esencia que Él creó y que Él aspira ardientemente a que Su Pensamiento se pueda cumplir y manifestar en todos Sus hijos por igual.

No fue la Voluntad de Dios la que distanció Su proyecto de la perfección, sino los propios pasos humanos. El Creador aspira a que todos Sus hijos tengan la misma oportunidad, la misma posibilidad de redimirse y, a medida que despiertan y retoman sus lugares en este ejército de Luz, deben esforzarse cada día para que esta Luz se expanda por el mundo.

De esa forma, hijos, Me ayudarán a que Mi Plan se cumpla y que así, la humanidad pueda manifestar ese arquetipo perfecto, pensado por Dios.

Quiero que imiten a Mi Hijo. Que puedan llegar a aquellos que están más perdidos, sin importar sus costumbres, su clase social, su cultura o su creencia. Jesús comía con las prostitutas y con los eruditos, llamaba a la mesa de Su Padre a todos aquellos que se abrían de corazón.

Llegó la hora, hijos, de que ese ejemplo salga de los Libros Sagrados y se torne vida, porque la enseñanza ya fue entregada, ya fue renovada a lo largo de los tiempos por la Presencia de los Mensajeros Divinos, no solo aquí, sino también en muchos otros lugares.

Mi Hijo retornará y buscará en aquellos que se dicen Sus compañeros la vivencia de Su Evangelio, porque aspirará a renovarlo. 

Por eso, quiero que comprendan que ayudarme a llegar a América Central es más que un acto material. Debe partir de sus corazones como una aspiración, que proviene del espíritu, de que Mi Plan se cumpla y de que más almas despierten a la vivencia del Amor.

Si así lo hacen, hijos Míos, esta peregrinación generará más méritos que lo pensado por Dios; porque, aunque no Me acompañen y físicamente, si Me ayudan a llegar hasta allí de una forma sincera y oran por el despertar de sus hermanos, estarán formando parte de esa misión mariana y estarán ampliándola más allá de las fronteras entre las naciones, entre los continentes.

Por eso, les digo todo esto y con Amor espero que respondan a Mi llamado, y que lo hagan de corazón.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Es así que pido para los Hijos de María, que en este día renueven sus votos, dentro de este Plan de Paz que Yo les propongo al mundo y a todas las almas. Es así que Yo podré seguir viniendo a encontrarlos, mes a mes y que la Puerta del Cielo no se cerrará antes de tiempo, para que ningún alma se quede sin poder ver la Luz y el Amor de Dios.

No crean en lo que Mis otros hijos divulgan, en este mundo, sobre esta Obra que Yo realizo con ustedes. Les pido que crean en lo que han sentido una vez, en lo profundo de sus corazones, cuando Me conocieron y Me sintieron viva en ustedes. Eso es lo más importante para Dios, porque es la respuesta de que las almas comprendieron lo que Yo vine a realizar aquí, en este tiempo.

Dejo una de las estrellas de Mi Corona brillando sobre este Centro Mariano, para que las esencias reconozcan que la Madre de todos, que nuestra Señora de Guadalupe, está aquí para ayudarlos y llamarlos a la oración.

Los encontraré por su ayuda en Centroamérica, para que Mi Consciencia Divina abra las puertas al perdón y a la reconciliación.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por cumplir este Plan de Paz, que va más allá de este planeta.

Dios los guarde y les de Su Sabiduría, les entregue Su Paz y Su Misericordia.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.

Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.

Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.

Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa  pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.

No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.

Esa estrella indica que el tiempo  de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.

Queridos hijos,  hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.

De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración,  estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan. 

Es  de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes. 

Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.

Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas  se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.

Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.

Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que  transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la  Redención de las almas.

Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.

Queridos hijos,  hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.

Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.

Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.

Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.

Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.

Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas. 

Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.

Deseo, queridos hijos,  que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.

Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.

Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial. 

Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.

Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.

Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.

Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.

Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó. 

Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.

Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.

Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones. 

Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.

Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.

Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.

Están destruyendo, queridos hijos,  la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.

Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.

Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.

El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.

Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra. 

Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial. 

Que ustedes, queridos hijos,  no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.

Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.

Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia.  Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.

Recemos:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.

Una más:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos. 
Amén

Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.

Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.

Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.

Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.

Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".

Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.

Flores de luz son derramadas...

 Ave María... (x3)

Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.

Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.

Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.

Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.

Los amo, los bendigo y los abrazo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.

Vayan en paz.

Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar,  cuando así Dios lo decida.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si Yo vengo del Cielo, es por una causa mayor. Es por algo que aún ustedes desconocen, queridos hijos, y que se llama Propósito Infinito, en el cual todas las almas se congregan para vivir el Plan de Dios, por ejemplo, a través de este encuentro.

Quisiera que sus corazones recepcionaran Mi Llamado maternal, porque también es el llamado de Mi Hijo, que en este tiempo los invita a la redención de sus vidas. 

Yo Soy su Santa Madre del Cielo y deseo lo mejor para cada uno de ustedes.

Por eso en esta noche los invito, queridos hijos, a que puedan seguir Mis pasos de Madre Peregrina por el Camino de Luz que Yo vengo trazando, a través de este encuentro de oración, especialmente por los más jóvenes, que son la próxima misión para estos tiempos.

Yo desciendo del Cielo para traerles Mis Gracias, pero también para traerles la Palabra de Dios, que es la Palabra de Mi Hijo Amado, que resuena en todo el Universo y que espera resonar en sus corazones para siempre.

Queridos hijos, si sus corazones despiertan, muchos más corazones despertarán y así se irá cumpliendo, poco a poco, el Plan de Dios en este mundo, que es un Plan precioso e inmaculado que espera dibujarse en sus corazones, para que él también pueda cumplirse en sus vidas, ante Mi Presencia Maternal.

Quiero que hoy sus corazones se sientan consolados por Mi Espíritu; porque no solo estoy aquí, queridos hijos, con ustedes, sino también con todos los que Me escuchan en este momento, que corresponden a Mi Llamado Mayor de propagar la paz por toda la Tierra.

Si ustedes viven en paz, queridos hijos, y buscan la Paz de Dios en estos tiempos, la paz se establecerá en el mundo y los corazones no sufrirán.

Pero si ustedes, queridos hijos, no cumplen con Mi llamado, muchos más corazones sufrirán y no podrán despertar a través de su oración mediadora, la que Yo invito a construir en este tiempo en sus vidas, en sus hogares y familias, en ese sagrado oratorio de amor que Yo los invito a vivir todos los días de la vida.

Mientras estoy aquí presente, queridos hijos, contemplando cada uno de sus corazones, contemplando cada una de sus intenciones, cerrando sus heridas, también estoy cerrando la gran herida del mundo, la herida de la indiferencia y de la persecución, de la maldad y del egoísmo de los hombres.

Por eso, queridos hijos, que el poder de su oración diaria los retire del egoísmo, que abra sus ojos, los ojos de sus almas, para que puedan ver la venida gloriosa de Cristo, que está próxima, muy cerca, en este tiempo final.

Mientras estoy con ustedes, queridos hijos, también estoy con los más perdidos en el mundo, con aquellos que no reciben ayuda, con los más necesitados que precisan de sus brazos y manos para poder reconstruir una nueva humanidad, mediante el servicio, la oración y la paz.

Porque en esas cosas simples que Yo les pido, la humanidad se podrá purificar, las almas se aliviarán, recibirán el Amor de Dios en sus corazones, y podrán formar parte de la Nueva Tierra prometida.

Mientras eso está por suceder, queridos hijos, abran sus corazones y guarden estas palabras en lo profundo de sus seres, porque ellas les servirán para los momentos difíciles que llegarán y que toda la humanidad deberá vivir en este último ciclo del Apocalipsis.

Hoy estoy también aquí por las naciones; por Venezuela, por Ecuador, también por Uruguay, por todos Mis hijos de esos lugares que siguen clamando a Mi Corazón Inmaculado.

Por eso también hoy les digo: Mis amados hijos de Venezuela, de Ecuador y de Uruguay, no bajen sus brazos. Alcen sus brazos hacia el Cielo por aquellos que están derrotados por la persecución y el mal de los hombres.

Sigan orando en confianza a Mi Inmaculado Corazón, porque tengan la certeza, queridos hijos, que Yo estoy en sus hogares y familias ayudando a los más necesitados, a los que sufren la restricción, a los que sufren todos los terremotos de este mundo y que no tienen calma, ni siquiera serenidad.

Por eso Yo los invito, queridos hijos, a orar por cada uno de ellos, para que Mi Plan también se establezca en esas vidas, para que Mi Paz los pueda invadir y curar, y que por aquellos que se perdieron, Yo los pueda elevar al Cielo, al Universo.

Quisiera que aquí se estableciera una paz verdadera y eso se gestará, queridos hijos, por su decisión y colaboración. Eso también ayudará a los Reinos de la Naturaleza, que son los Reinos más perseguidos por el hombre a través de la destrucción.

Yo necesito, queridos hijos, que contemplen todas las necesidades del mundo, que puedan ver más allá de sus vidas. Así podrán responder verdaderamente al Llamado de Dios y todos sus corazones serán verdaderos colaboradores del Plan, antorchas de Luz para estos tiempos de caos.

Así como hoy estoy con ustedes aquí, queridos hijos, trayendo la presencia del Reino Celestial por medio de Mi Gracia Maternal, también estoy con todos Mis hijos en el mundo, con aquellos que abren las puertas de sus corazones para que Yo pueda entrar y morar en sus vidas.

Hoy les traigo un mensaje de esperanza, pero también un mensaje de advertencia, que es hora de colaborar con el Plan de Dios, que los servidores se multipliquen en cada parte de este mundo, que los siervos de Mi oración perpetua puedan multiplicar sus voces, para que Dios pueda acoger en Su Corazón sus llamados.

Yo los necesito, queridos hijos, para poder gestar la Nueva Humanidad, para que, toda la humanidad entera pueda traspasar este umbral de la transición. Transición que desconoce y de la que no sabe que sucederá. Los corazones se sorprenderán por lo que verán cada día que pase.

Por eso, queridos hijos, abran sus corazones y reciban Mi llamado, porque es el último para el mundo antes de que se purifique completamente.

Quisiera verlos encendidos en la oración y en la fe, porque Yo vengo a dejar en sus corazones Llamas de Luz Divina, Atributos de Dios, Códigos preciosos de la Redención y de la Misericordia, que reformarán el planeta y principalmente a todas las almas que escuchen Mi Voz.

Mientras Yo hablo, queridos hijos, sus heridas internas son cerradas. Tengan fe de que eso es así, porque su Madre todo lo puede, a través de su Sagrada Intercesión por el mundo.

Pero hoy también quería decirles, queridos hijos, que su compromiso con el Brasil, de orar por su pueblo, por cada uno de Mis hijos de esta nación que deben despertar a Mi llamado, es importante. Que deben aprender a orar y saber unirse a Dios en estos tiempos, así como lo han vivido hoy, de una forma simple y verdadera.

Yo necesito, queridos hijos, que Me lleven en sus corazones, que Me adopten en sus vidas como su Madre del Cielo y del Universo. Así también podré llegar a todo el Brasil, que tanto lo necesita.

Su nación se consagró a Mi Inmaculado Corazón y esa consagración no puede debilitarse. Será a través de los fieles seguidores de Cristo que el Brasil se protegerá y se salvará.

Por eso hoy les traigo un testimonio verdadero de la presencia de Mi Amor maternal por ustedes y por el mundo, a través de todas las Faces que Yo he revelado a lo largo de los tiempos y en esta nación, como la Señora Aparecida.

Hoy han traído a Mi Altar esta Sagrada Imagen, respondiendo a Mi pedido maternal de que hoy Yo la consagre, queridos hijos, como su Madre Peregrina para todo el Brasil.

Después de haber recibido la Señora de Fátima, de haber trabajado su simplicidad y pureza, Yo vuelvo a aparecer en sus hogares, hospitales y casas, para llegar a los más necesitados.

A través de sus manos, Me cargarán y Me llevarán a donde Me necesiten, para que Yo pueda derramar Mis Gracias maternales en todos los corazones brasileros que creen en Mi Presencia, en Mi Divinidad y en Mi Amor.

Porque así, a todos les doy; les dono Mis Gracias, les dono Mi Corazón, les dono Mi Espíritu de Paz para que siempre puedan estar en Dios y en Mi Hijo Amado.

Mi Hijo Me entregó a ustedes, para que Yo fuera su Madre, Yo quiero que ustedes sean Mis hijos y que Me lleven en sus corazones, como una experiencia viva para el resto de sus vidas; que oren Conmigo todos los días, en la simplicidad del Santo Rosario; que recuerden a Dios cada vez que despierten, porque Él está muy olvidado y ofendido; que oren por sus hermanos, por sus enemigos, por todos los que persiguen a otras almas en el mundo, por los que gobiernan, por aquellos que destruyen toda la vida y la Naturaleza, por las madres que abortan, por los hijos que se pierden y no reciben la oportunidad de vivir esta vida.

Que oren por toda América Latina junto a Nuestra Señora Aparecida, que es su Madre Peregrina del Brasil, la Llama Incandescente que vuelve a rebrotar en los corazones que invocan su Sagrada Presencia Universal y trae la salvación para todo el mundo.

Quiero que dejen a Mis pies todo el Brasil y que en cada momento en que se encuentren Conmigo, a través de su Madre Peregrina, abran sus casas y corazones para que Mi Presencia pueda entrar en sus vidas, y así como hice en Fátima, Yo pueda convertir a los corazones más duros. Porque quien está Conmigo no perecerá.

Pero hoy también vengo a consagrar a los Hijos de María que son parte de Mi gran testimonio de amor en el mundo, que revisten en sus cuerpos Mi manto de Luz para llevar la paz y el amor por cada lugar donde vayan.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán, para que Yo pueda consagrarlos y consagrar la santa imagen que visitará sus hogares.

Escuché desde el Cielo, queridos hijos, el Himno de la Señora Aparecida. Quiero que hoy lo proclamen a viva voz, para que Mi Espíritu de Amor pueda llegar a todos y las Américas se consagren a Mi Inmaculado Corazón en estos tiempos de transición.

 

Himno de la Señora Aparecida …

 

Queridos hijos, cuando Yo aparecí en el Brasil a través de esta sagrada imagen para pescadores  tan simples, Yo quería dejar el mensaje que el Brasil siempre debe ser el corazón de América del Sur, que pulsará en devoción y fe e irradiará Su Luz para todos los corazones del mundo.

Cada vez, queridos hijos, que se coloquen delante de Mi Presencia Aparecida, estarán confirmando a Mi Corazón Inmaculado que Yo no solo soy su Madre, sino la Madre del Brasil que nunca será expulsada y que reinará con su potestad celestial por los siglos de los siglos y en todos los corazones que Me reciban.

Yo bendigo esta imagen como el socorro para los corazones, para el alivio de los que están enfermos espiritualmente y para aquellos que padecen los dolores en sus cuerpos.

Bendigo esta imagen como el testimonio de Mi Amor por todos, porque Yo Soy parte de esta raza y a esta raza volveré, después de Mi Hijo.

Mientras eso está por suceder, contemplen a su Madre del Cielo, a Nuestra Señora Aparecida para que Yo los pueda llevar a Jesús y todos puedan estar en Su Sagrado Corazón, lastimado por el mundo y por los pecados de la humanidad.

Delante del Padre, del Hijo Amado, del Espíritu Santo y de todos los ángeles del Universo, por la potestad santísima concedida por la Pasión de Jesús y el silencio perpetuo de Mi Corazón Inmaculado, cerrando las puertas a los infiernos, Yo vuelvo a consagrar al Brasil a Nuestra Señora Aparecida con todos los Poderes Celestiales y las Gracias inexplicables que rebrotarán en los corazones como rosas y pétalos de Luz, en alabanza al Creador.

Yo los bendigo, Yo los consagro, hijos Míos, consagro esta imagen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que nuestra Señora Aparecida restablezca los mil años de paz.

Y ahora, Mis hijos, los que hoy se consagraron, besarán esta santa imagen en nombre del perdón por toda la humanidad, para que los más impíos y crueles se salven.

Les agradezco por responder a Mi llamado y que la juventud sea Mi gran motor por la Paz.

Agradecida a ustedes para siempre.

¡Canten!

 

Himno de Nuestra Señora Aparecida...

 

Mientras Me elevo al Cielo canten con fervor, para que las almas despierten a la Misericordia de Dios.

Y ahora que he podido entrar en sus corazones por Mi divina intercesión, que también es la Intercesión de Mi Hijo Amado, vayan y prediquen la oración en sus grupos y familias, en sus seres queridos y conocidos, que deben curar sus corazones y vidas para que pueda resurgir la paz.

Que su Madre, la Peregrina del Brasil, recorra los lugares por donde la quieran recibir. Así, Yo estableceré el cumplimiento del Propósito para el Brasil, que no está en las manos de los hombres y tampoco de los gobernantes; está en el Corazón de su Padre Eterno, el cual siempre deberán buscar en los Cielos, en la belleza de Su Creación. Así estarán en Su Voluntad.

Amados Hijos de María, chispas de Mi Corazón Inmaculado. vivan una vida de oración todos los días para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo, y así Yo pueda llamar a las ovejas antes de que llegue el Pastor en la Gloria del Reino de Dios.

Rezaré por ustedes y ustedes recen a Mi Corazón para que Yo pueda siempre interceder por medio de Mi Gracia Eterna y de Mi divina Pureza.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me elevo a los Cielos. Que canten los Hijos de María el himno de su consagración.

¡Paz y Bien para todos!

 

Madre Shimani:

Bueno, hermanos, a todos los que nos acompañaron hoy les agradecemos profundamente que se hayan adherido a este llamado de Nuestra Señora. Que la peregrinación de nuestra Señora Aparecida por el Brasil, con esta imagen bendecida por nuestra Señora, recorra cada rincón y recupere cada alma de esta nación.

A todos los invitamos a que nos acompañen en la próxima Maratón de la Divina Misericordia en nuestra amada Aurora en Uruguay, en el Centro Mariano de Aurora, el 5 y 6 del próximo mayo.

En este mes de mayo vamos a permanecer en el Centro Mariano de Aurora y todos los encuentros con los Sagrados Corazones van a ser allí. Así que están todos invitados a participar.

Muchas gracias a todos. Hoy Florianópolis tiene una belleza particular.

Vamos agradecer todos a nuestra Señora.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Yo Soy la Rosa de la Paz, Aquella que en este final de los tiempos les ofrece lo más puro que hay en la Creación de Dios.

Esta rosa que emerge de Mi Inmaculado Corazón representa Mi Pureza Divina, la que les ofrecí durante todo este último año, para que aprendieran, hijos Míos, a estar en Mi Divina Pureza y a vivir la paz, a pesar de todos los conflictos que acontecen en este mundo.

En este último año, muchos hijos Míos despertaron, otros maduraron, y espero, Mis amados, que sigan creciendo en espíritu, en consciencia, para representar al Plan de Dios cuando Sus Mensajeros ya no puedan estar aquí como están hoy.

Su Padre Celestial envió al mundo a Su Sierva, a Su Servidor Castísimo y a Su Hijo para que depositaran sobre la consciencia humana lo que debería manifestar en estos tiempos, que es la unión perfecta con Dios, la paz absoluta, la fortaleza inquebrantable que permanece en el amor, en la unidad y en la fraternidad, independientemente de las grandes corrupciones de la consciencia de este mundo.

Vengo al mundo, Mis amados, para hacer de cada uno de ustedes un precursor de Mi Paz, para que multipliquen la Paz que Yo les traje y de esta forma, los que no Me conocen y no estuvieron ante Mí puedan sentir Mi Presencia a través de la irradiación de sus corazones.

Hoy, vengo a sintetizar en sus espíritus todos los impulsos e instrucciones que les entregué en este último año, para que reflexionen y mediten profundamente en esta Gracia que como humanidad recibieron.

Se han preguntado, hijos Míos: ¿Por qué regresé al mundo por un año más? ¿Por qué no desisto de sus corazones? ¿Intentaron sentir, en su interior, la grandeza de este Amor que Me hace venir al mundo una y otra vez, a pesar de la indiferencia de las almas, de la ceguera de los corazones?

Yo confío, hijos Míos, en el potencial de amar del corazón humano, porque Mi Corazón ya fue de carne, ya pulsó en esta Tierra como un Corazón vivo, material. Por eso, sé y conozco la grandeza del Amor que puede salir del corazón humano, que está escondido bajo siete llaves.

Vengo para hacer emerger aquel Amor que nunca pudieron expresar, por temor, por vergüenza, por orgullo. Vengo a invitarlos al servicio, a la caridad fraterna y crística, que los retira de sus seres y trae a la luz aquel potencial que deben manifestar.

La caridad, hijos Míos, cuando es vivida plenamente, permite que el alma se exprese tal como el Creador pensó en el principio. Es por eso que los impulso una y otra vez a seguir sirviendo. Es por eso que, mientras Mis misioneros están en Turquía, no dejo de acompañarlos ni un solo instante, porque este amor que surge en el servicio es único y debe multiplicarse y crecer cada vez más.

Que la experiencia de esos hermanos suyos pueda valer para todos, para todos los que aspiran a vivir el amor, para todos lo que aspiran a manifestar el Plan de Dios en la Tierra. Que no sea necesario, hijos, que los mande a todos ustedes a Oriente, porque no sería posible, pero sí puedo enviar a sus corazones, que trascienden las fronteras, las barreras, las diferencias, que trascienden las culturas, las religiones, porque están en Dios, que es la perfecta Unidad.

Es a través del corazón que deben unirse a toda la humanidad, a todos los Reinos de la Naturaleza. Deben confiar en el potencial del amor existente dentro de cada uno de ustedes, porque él está ahí, esperando emerger en este tiempo.

Como les dije hoy, Mis amados, toda la maldad y todo el terror que hoy oprimen al mundo son permitidos por Dios para que sus consciencias puedan aprender a amar y, con mayor potencia que el mal, equilibren este terror que acontece en el mundo.

Amen de corazón, de verdad, sin juzgamientos. Pierdan el miedo de amar, láncense en ese descubrimiento de encontrar el amor en sus corazones, porque les digo que muy pocos saben amar verdaderamente.

Lo que sienten, en sus pequeños corazones, aún no es el amor que Dios espera. El Señor espera que amen con locura, que trasciendan los límites de su entrega, sus imperfecciones, sus defectos y que amen así como son. Confíen en la perfección de Dios que habita dentro de ustedes, confíen en que el amor transforma todo y que esa frase no es una teoría, sino una verdad.

Piensen en la Cruz de Cristo, en Mi Hijo flagelado, crucificado, derramando Sangre y Agua de Su Costado, transformando así el corazón de todos los hombres y el destino de esta humanidad, como también de este planeta. Ese Amor perfecto es el que les ofrezco vivir; pero para eso es necesario que acepten el Cáliz que les entrega el Señor, que abracen esa cruz, la cruz del sacrificio, de la donación de sí, de la oración perpetua, de la transmutación, del esfuerzo permanente por buscar a Dios.

Hijos, Jesús jamás reclamó por la Cruz que Dios colocó en Sus Espaldas; Él la abrazó firme porque sabía que la victoria de Su Padre le sería concedida al mundo a través de Su sacrificio.

Hoy, les digo que si viven el sacrificio con amor, si renuncian a las comodidades de este mundo, si renuncian a sus pareceres y quereres interminables, la victoria de Dios puede ser una realidad en este planeta y, más allá de él, puede ser una realidad en el universo que tanto aguarda la manifestación de este Plan, que tanto aguarda que la humanidad pueda expresarse con perfección, tal como Dios lo pensó y lo anunció en el cosmos en el principio.

Cuando Dios pensó la humanidad, todo el universo se regocijó y la alegría volvió a brillar en los corazones de las criaturas que conocieron el miedo, porque conocieron la falta de amor, que también comenzó a existir en algunas otras civilizaciones de este universo. El Proyecto Humano fue la esperanza para todo el cosmos que aguardó expectante, hasta el día de hoy, la victoria de Dios en el corazón humano.

Hoy, hijos, este planeta se convirtió en un punto oscuro en la Creación Divina, porque el mal que debería impulsarlos a la vivencia del amor, que debería ser trascendido por la valentía de sus corazones, hoy ha tomado posesión de la gran mayoría de las almas que habitan en la Tierra. Pero no es imposible revertir esta situación, porque la Ley es que el Plan de Dios se cumpla, la Ley es que triunfe el Amor, la Ley es que puedan vivir tal como el Pensamiento perfecto de Dios.

Si creen en Mi Presencia, si tienen fe en que Yo estoy ante ustedes; crean, hijos, cuando les digo que Dios habita en sus esencias, porque esas esencias son parte de Su Divina Consciencia. Hablen con Dios dentro de ustedes, descubran esta unidad perfecta que existe entre las criaturas y su Creador, develen este misterio de la unidad que la humanidad puede vivir con Dios.

No permitan, Mis amados, que esta oportunidad única en el universo de unirse a Dios y de vivir Su Amor sea desperdiciada por la distracción de los corazones, por la indiferencia, por el orgullo que el enemigo estimula día a día en la consciencia de todos los seres humanos.

Vengo al mundo para conducirlos a la verdad, a la consagración, a despertar el potencial divino dentro de sus células, dentro de sus esencias, en sus consciencias.

Por eso, al menos por algunos instantes, todos los días, sean capaces de abstraerse de las cosas materiales y de todas las preocupaciones que les trae la vida en este mundo, para contemplar a Dios escondido en sus esencias, para pensar en la Vida Superior, para escuchar a sus almas, para permitirse sentir la aspiración divina de cada una de ellas, para escuchar a sus ángeles de la guarda que todo el tiempo intentan decirles el camino a seguir.

Cuando oren, oren con ellos, escúchenlos. Si se sienten perdidos, déjense guiar por sus ángeles de la guarda, ellos son parte de la Creación Divina y traen en su corazón celestial el Propósito de Dios para cada uno de ustedes, y, todo el tiempo, intentan revelarles ese Propósito para que lo vivan plenamente.

Que, al escuchar Mis Palabras, hijos Míos, sus corazones sean impulsados a dar un paso definitivo. Por menor que sea, que sea verdadero, sincero, porque es con los pequeños pasos consolidados que pueden crecer y evolucionar, que puede construir la fortaleza que el Creador espera que esté construida para abrigar a otros que, en el final de los tiempos, no tendrán a quién recurrir.

Así como hoy Yo abro Mis Brazos en dirección a la Tierra y acojo sus imperfecciones para transformarlas en la Fuente de Mi Amor, también espero, hijos Míos, que cuando encuentren a un hermano que necesita de su auxilio, abran sus brazos y lo acojan, independientemente de las miserias e imperfecciones de esos corazones, porque todo el amor que les entregué debe ser multiplicado. Que las dádivas entregadas por la Madre del Mundo no permanezcan dentro de ustedes, sino que recorran el mundo y hasta los universos, anunciando el triunfo de Dios en el corazón humano.

Es por eso que, en esta noche, llamo a Mi encuentro a aquellos de Mis hijos que ya multiplican Mis Gracias para los que más las necesitan, pero que las deberán multiplicar aún más porque, al consagrarse a Mi Inmaculado Corazón, estarán asumiendo un compromiso Conmigo, el compromiso de vivir su fe y de proclamarla todos los días sin temor, sin condiciones.

A Mis hijos que se consagran hoy, los llamaré especialmente a servir y a vivir la consagración a Mi Inmaculado Corazón a través del servicio a los que más necesitan.

De ustedes, hijos Míos, esperaré la caridad perpetua para que Yo pueda derramar, a través de sus manos, Mi Divina Piedad, esa que derramé en la Cruz al recibir en Mis Brazos a Mi Divino Hijo.

Cuando sirvan, recuerden la Cruz de Cristo, recuerden Mi Piedad, recuerden que Yo quiero multiplicarla a través de sus pequeños corazones. También les digo esto a todos los Hijos de María, a los que se consagraron y a los que se consagrarán, que deben portar en sus manos Mi Divina Piedad. Que sean misericordiosos y que todos los días intenten ser un poco más fraternos, para que sean dignos del Manto que llevan sobre sus cuerpos.

Recuerden, hijos Míos, que al vestirse con este símbolo que les entregué, están entrando conscientemente bajo Mi Manto. Yo estoy amparando todas sus acciones, sus palabras, sus pensamientos, sus sentimientos. Recuerden que estarán viviendo bajo Mi Manto, que los estaré amparando y también observando todos los días, para que crezcan y respondan al Plan de Dios como Él espera.

Cuando estén ante alguna dificultad, solo sientan Mi Manto sobre ustedes, recuerden que son parte de una gran red, de un gran Manto Celeste que se expande por el mundo entero.

Fortalézcanse en la unión unos con otros porque, al consagrarse como Hijos de María, están entrando en una consciencia única, representada por todos Mis Hijos, ese ejército de Amor que estoy formando en la Tierra para que tenga su reflejo en el universo.

Por eso, fortalézcanse unos a otros. Compartan entre ustedes momentos de oración y de servicio, momentos de entrega, de estudio de Mis Palabras, como también de las Palabras de Mi Hijo y de San José Castísimo.

Permitan, hijos Míos, que sus consciencias siempre sigan creciendo, madurando y profundizando en la propia entrega. Difundan Mi llamado, Mis Palabras, Mi Presencia. Anúncienle al mundo que la Divina Misericordia de Cristo aún se derrama sobre la humanidad.

Espero encontrarlos en la Sagrada Semana sentados a la mesa de Mi Hijo, recibiendo de Él los dones y las dádivas únicos para la humanidad. Nuestro Señor intenta construir en ustedes aquella fortaleza para que puedan reconocerlo cuando retorne al mundo, para que puedan reunir a Sus rebaños, perdidos entre el caos y el mal, para que lo sigan y proclamen Su Retorno y Su Divina Misericordia, que volverá para establecer la paz cuando la Justicia de Dios ya haya descendido sobre este mundo.

Esta Sagrada Semana, hijos Míos, no es un simple momento con Cristo. Estarán ante el Rey del Universo, el mismo que un día colocó Sus Pies en la Tierra y anunció que era el Hijo de Dios, el mismo que perpetuó Su entrega y que hace más de dos mil años sigue convirtiendo a las almas por Su Presencia Eterna, no solo en los Libros Sagrados, sino también en la Eucaristía y en todo corazón que puede ser verdadero y que se une al prójimo para que, con dos o más, abra las puertas del Cielo para Su descenso.

Esta Sagrada Semana, deben vivirla no solo por ustedes mismos, sino también por la humanidad, por el triunfo del Plan de Dios, que debe concretarse en el corazón humano como en todos los Reinos de la Naturaleza.

Que estén aquí como soldados de Cristo, como Sus apóstoles, para dejarse formar y transformar por Él, para ser forjados por el Fuego de Su Amor y que así todas las criaturas que se aproximen a ustedes reconozcan la Presencia de Cristo, reconozcan que su testimonio es verdadero y sean tocados por la fe de sus corazones para despertar a la verdad.

Les dejo, hijos Míos, esta convocatoria para que respondan al Llamado del Señor, que está haciendo resonar Su Voz en sus pequeños corazones.

En esta noche, los bendeciré y los consagraré, sobre todo a estos, Mis pequeños, que hoy se arrodillan ante Mi altar con la esperanza de encontrar la paz y un propósito para sus vidas; con la esperanza de convertirse en verdaderos apóstoles de Cristo, y así lo harán, porque Mi Amor los impulsará y, siempre que sean verdaderos en su entrega y en su consagración, Mi Amor y Mi Presencia estarán entre ustedes.

Yo los consagro y los bendigo por el Poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que sigan en paz y lleven Mi Paz al mundo entero.

Les agradezco.

Para despedirme, canten "Inmaculada Señora de la Paz" e ingresen en Mi Corazón como humanidad, para que así Yo también pueda elevar a las almas que en esta noche necesitan de Mi auxilio maternal, necesitan de Mi amparo y de Mi consuelo.

Eleven a Mis Brazos, hijos Míos, a aquellos de sus hermanos que más lo necesitan. Los escucho.

MENSAJE TRANSMITIDO POR LA VIRGEN MARÍA EN ROSARIO, SANTA FE, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA VIGILIA DE ORACIÓN

Por este encuentro tan humilde, Yo les agradezco.

Ustedes, Mis queridos hijos, Me hacen recordar los tiempos pasados, cuando Mi Corazón vivió aquí en la Tierra entre ustedes, para que a través de la simplicidad y de la humildad, Yo pudiera proclamar el Reino de Dios y rescatar a todos los hijos de Dios, a través de la sagrada Palabra del Evangelio.

En esta noche, Yo los reúno a todos en Mi Corazón y como Señora del Santo Rosario de San Nicolás, Yo los invito nuevamente a renovarse en la oración Conmigo.

A esta ciudad le espera la Ley de Dios. Yo les pido, queridos hijos, que a través de la Santa Justicia, proclamen el Verbo Divino de la oración, para que Mi Corazón pueda recoger sus súplicas.

En esta noche, Yo vengo a pedirles cosas simples pero tan importantes para estos tiempos finales. Yo necesito que construyan en sus moradas un fuerte templo de oración y de paz; así, Me ayudarán, queridos hijos, a cumplir con los Planes de Dios en estos ciclos.

Las almas serán desprendidas del mal y el enemigo no podrá obrar más cuando ustedes Me abran la puerta sincera de la oración; y, de esa forma, se fortalecerá su fe y su confianza será plena en Dios. Ya no existirán miedos en sus vidas y nacerá la esperanza en sus corazones cuando en sus casas construyan, a través de sus familias y amigos, grupos de oración que puedan ser luces en las ciudades oscuras.

De esta forma, queridos hijos Míos, ustedes permitirán que Yo pueda llegar aquí y a todas las partes de mundo para que, desde la Fuente Mayor de Dios, Yo pueda derramar las Gracias sobre los corazones más necesitados.

En esta noche, Yo les agradezco, queridos hijos, por haberme preparado este lugar con tanta humildad pero con tanto regocijo y alegría para que, a través del sacrificio, ustedes puedan cumplir con la Voluntad de Dios. Todos sus esfuerzos, queridos hijos, todos sus esfuerzos internos generan méritos en el Cielo.

Por eso, Yo los invito a seguir adelante, que nada más los incomode ni los perturbe. Colóquense dentro de Mi Corazón Inmaculado y encontrarán el Reino de la Paz que tanto buscan.

Yo necesito obrar a través de sus vidas. Mi Hijo Me envía al mundo para advertirles, por última vez, que un gran cambio se aproxima a la humanidad y las almas, en su totalidad, deben estar preparadas.

Yo les traigo, a sus vidas, la cura del corazón, lo que en verdad necesitan en estos tiempos. Únanse a Mi Manto del Luz. Colóquense debajo de Mi Manto de Luz y serán irradiados por Mis Gracias celestiales. Creen el puente con Mi Corazón a través del Rosario. Así, queridos hijos, todo estará cumplido en este tiempo y sus corazones estarán preparados para recibir a Mi Hijo.

Yo los invito a ser obreros del Plan, a animarse a vivir el Plan de Dios en estos tiempos, principalmente unidos de corazón y de alma para que Dios pueda manifestar Sus Dones y Su Voluntad.

Sus esencias, tan sagradas, guardan luces importantes para este tiempo, dones que Dios necesita utilizar para cumplir Su Voluntad en este tiempo.

Hoy, les repito todas estas cosas, Mis pequeños, porque necesito que sean precursores de Mi Palabra mariana. Que lleven como heraldos de Luz la Palabra de Mi vida, que es Mi Mensaje para el mundo, Mi Amor materno para toda la humanidad, la esperanza de curar a todos antes del gran tiempo en este mundo.

Unidos a Mi Corazón, aférrense a Mis manos benditas. Yo los llevaré por caminos limpios y puros, cristalinos y verdaderos, en los que puedan reconstruir sus vidas, salir del dolor y de la desesperación y encontrar un camino de Misericordia y de paz.

Queridos hijos, Yo los necesito valientes, trabajadores y plenos en la Gracia de Dios. Con esto tan simple pero tan verdadero ayudarán a cambiar a la humanidad. Anímense a dar los pasos hacia Mi Corazón, a conocer Mi Conciencia profundamente. Yo siempre oro por ustedes y por sus hermanos.

Recuerden, queridos hijos, que Yo soy el gran Árbol sagrado para este mundo, que da los frutos para la humanidad, para todas la almas que necesitan aprender y crecer a través del camino de la unidad y de la fraternidad.

A través de estos años, Yo ya les enseñé cómo deben hacerlo. Necesitan practicar Mi Mensaje, encarnar Mi Mensaje para que él refleje en sus vidas los sagrados Rayos de Dios que serán tan necesarios para muchas almas, almas que deben despertar en Cristo para este camino de evangelización que los Mensajeros Divinos estamos realizando en todo el mundo.

Queridos hijos, mañana los espera un encuentro importante de irradiación planetaria para todo el mundo, a través de la Gracia de Dios, Esencia Suprema de la Paz, Espíritu Inmaculado de la Verdad que intentará ser difundido por el mundo a través de Mi Presencia en esta ciudad.

No es por acaso, queridos hijos, que estoy aquí, en Rosario, para recordarles la importancia de la oración. De esta forma, tan sincera y simple, Yo invito a los Centros Marianos a vigilar en esta noche, en oración, por esta misión que realizaré mañana.

Con mucho amor y gratitud, agradezco el servicio prestado, la donación abnegada de las Hijas de la Caridad Crística y de la Misión de la Fraternidad Humanitaria por haber servido a los pueblos de Brasil. Porque principalmente, queridos hijos, más allá del servicio y de la caridad, ustedes llevaron Mis manos de paz, Mis manos de cura y de consolación a las almas.

Por esta misión y por las que vendrán, en nombre de San José Castísimo, les doy las gracias, queridos hijos, por haber respondido a Mi llamado.

Que sus vidas sean rosarios de Luz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos, queremos agradecer esta oportunidad que tuvimos hoy con  Nuestra Señora.

Queremos contarles algunas cosas que Ella nos permitió decirles.

Primero, Ella se aproximó como la Señora del Rosario de San Nicolás, una Faz que es muy conocida aquí, en Argentina.

Y lo segundo que aconteció es que Ella recordó este lugar, tan simple, como Su antigua casa de Nazaret, que era aún más simple que este lugar.

En verdad, ¿qué nos quiso decir, como Mensaje, Nuestra Madre, a través de ese símbolo de la casa de Nazaret?

Ella pudo hoy llegar a cada una de sus almas, pudo tocar sus corazones y hacer una tarea que quería hacer con cada uno de ustedes.

Entonces, dejamos esa Presencia de María en los corazones de todos. Esa fe inquebrantable que Ella nos transmite; ese amor que nos envuelve y nos protege, nos puede llevar a encontrarnos con Ella, mañana, en la Aparición mensual de María.

Agradecemos a todos, a aquellos que nos acompañaron por Misericordia María TV y vamos a guardar esta noche en nuestra memoria la siguiente imagen que María nos mostró: Ella nos extendía Su rosario de Luz para que oráramos con Ella y nos aferráramos a Su rosario para estar siempre sustentados y apoyados por el Cielo y para traer esa Luz del Cielo hacia este lugar y hacia nuestras vidas.

Hoy, durante la oración, durante todo el ejercicio de oración, nosotros estuvimos envueltos por el Corazón de María. No podemos explicarles cómo sucedió eso, pero aconteció así.

El magnetismo del Amor de María estuvo presente durante toda la Vigilia.

Por todo este encuentro, ¡gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN BRASILIA, BRASIL, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS  

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Agradezco, en esta noche, a todos los que respondieron a Mi llamado. Esto tiene un importante mérito en el Cielo, desde el momento en que ustedes retornen a la Casa de Dios.

Como Madre de las Américas, vengo a traer paz a este continente. Uno a pueblos, razas y orígenes; y creo, en estos tiempos, la nueva cultura sobre la faz de la Tierra, los Nuevos Cristos que despierten al llamado redentor.

Por eso, queridos hijos, como Madre de Brasilia, vengo a pedirles algo muy importante, sigan rezando todos los días, Mi Inmaculado Corazón escucha sus ofertas.

Yo vengo, en este tiempo final, a desatar los nudos de la consciencia, a liberar las amarras de los caminos de Mis hijos; por eso, corto con Mi espada todos los acontecimientos del mal.

Yo solo les pido, queridos hijos, que no se olviden, en esta era final, de unirse a Mi Corazón Inmaculado. Mi Corazón Inmaculado será su eterna casa, en donde estarán protegidos de ustedes mismos y del mundo.

Yo vengo, en esta era final, a pedirles cosas simples, porque ya fueron realizados muchos milagros a lo largo de los siglos. Mi Hijo dio testimonio de Su Presencia a lo largo de los tiempos y, a Su pedido, Yo también lo di.

Por eso, queridos hijos, abran sus corazones. Abran sus corazones para escuchar la Voluntad de Dios, así podrán salir de las cosas superficiales, su sufrimiento se calmará y nacerá la cura en sus espíritus, porque serán consecuentes Conmigo en la oración y Yo podré seguir intercediendo por todos ustedes.

Como ya les dije hoy, Yo necesito almas despiertas y dispuestas, que puedan escuchar la Voz de Dios en este tiempo. Por eso, Mi Espíritu Inmaculado recorre las naciones para demostrarles que ustedes son una única raza, son la nueva civilización crística que debe nacer. Por eso, escuchen sus corazones, calmen sus mentes y pensamientos para que la Energía Divina pueda fluir en ustedes y el Espíritu Santo les pueda demostrar cuánto hay que hacer en estos tiempos tan delicados.

No solo necesito de sus oraciones, sino también de su disposición inmediata. Yo necesito encender en ustedes las estrellas de la Confederación, aquellas que aguardan brillar como soles sobre la faz de la Tierra.

Queridos hijos, Yo vengo a pedido de Cristo a despertarlos. En tiempos pasados muy pocos escucharon Mi llamado. Yo vengo, en esta era, a renovar las cosas en nombre de Cristo; pero para que esto suceda, hijos amados, ustedes deben dar el primer paso hacia Mí, después todo acontecerá como está previsto en el Cielo.   

Yo vengo a evitar cosas gigantes en este mundo; así como lo hice en Fátima, en Medjugorje, en Lourdes y en otros puntos de la Tierra que ustedes no conocen.

A lo largo de los siglos, vengo anunciando el importante llamado por la paz; pero como la copa está tan llena, hay algo que se debe hacer, queridos hijos; antes de que se termine de derramar por entero, ustedes deben despertar a tiempo. Todo se puede revertir a través de una buena y sana actitud.

Yo vengo a abrir sus corazones, a consagrar sus templos internos en una unión predilecta con Dios Padre.

Queridos hijos, Yo les aseguro que, en el final de estos tiempos, recordarán Mis Palabras, todo lo que Yo les estoy diciendo en esta noche y, ¿qué harán en esa hora tan difícil?

Yo vengo a socorrerlos y a auxiliarlos. Vengo como Madre de toda la humanidad para interceder por todos Mis hijos, ¿qué más necesitan para poder dar el paso? 

Aquellos que aún Me siguen se esfuerzan demasiado, pero Yo necesito de muchas manos más que puedan trabajar Conmigo para el Retorno de Cristo. Yo necesito entregarles, en lo profundo de sus corazones, las señales visibles de la Venida de Cristo; para poder identificarlo y no engañarse ante todos los falsos que surgirán.

Mi Hijo es único y glorificado. Su Corazón Sagrado es inconfundible. Yo vengo en nombre de Cristo a ofertarles el Corazón Sacratísimo de Jesús. Están a tiempo de poder consagrarse a Su Corazón; así podrán estar protegidos de las cosas que sucederán, porque cuando todo acontezca, queridos hijos, Yo estaré de nuevo en el Cielo, acompañándolos con la fuerza de Mi oración.

Estos descensos que Yo hago a la Tierra, manifestando Mi Consciencia universal y maternal, son únicos y determinantes en este ciclo final.

Vengo a entregarles aquello que Yo aprendí en el universo. Necesito que se fusionen como un solo grupo de almas, que entre ustedes ya no existan las mentiras y las indiferencias, el ego o el error. Curen sus corazones a través de Mi Corazón, sientan Mi llama de Paz en sus vidas. Yo necesito su fervor y devoción para que la Paz que existe en el Cielo descienda a la Tierra.

Mi único Propósito, queridos amados, es cumplir el Plan de Dios sobre la Tierra a través de sus vidas, de sus familias y de todos sus seres queridos. Así, Me ayudarán, queridos hijos, a que el mundo alcance la paz. 

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Porque este Portal de Paz en esta noche se abrió sobre esta ciudad para disolver toda la oscuridad que está tan arraigada en este suelo. 

Pero, para que Mi Luz pueda penetrar en los abismos y disolver la potestad del enemigo en los corazones humanos, necesito el permiso de sus corazones, necesito que almas despiertas equilibren a las almas que hoy están adormecidas; y, más que eso, hijos Míos, que soldados marianos equilibren a aquellos de Mis hijos que se perdieron en el camino y que no están dormidos, sino que conscientemente son soldados de la oscuridad.

En esta noche, hijos Míos, Mis Ángeles y Arcángeles descienden a este mundo. Sus espadas de Luz cortan los lazos con el mal, pero, para que estas espadas atraviesen sus vidas y los desvinculen de la oscuridad, definitivamente, necesito de su sí, de un sí verdadero y definitivo, de almas que se entregan a la Voluntad Superior.

Vengo a este mundo para realizar verdaderos milagros espirituales en la vida de todas las criaturas.

Hijos Míos, Mi Corazón penetra en los abismos y en la desesperación de esta Tierra, y no existe lugar en este mundo en donde Mi Luz no pueda ingresar. Sí, existen lugares a los que el corazón humano no Me permite llegar, pero si una de sus almas se entrega verdaderamente a Dios, el Señor Me dará permiso para que Mi Reinado se expanda en este mundo.

Porque, Mis queridos, Mis ojos contemplan el planeta desde Mi Reino y oro permanentemente, porque observo que las almas de este mundo sufren tanto cada día.

Hoy, los llamo a que puedan salir un poco de sus pequeñas vidas para que, a través de la oración del corazón, sean instrumentos de Dios y auxilien al Creador para que, a través de Su Sierva, pueda rescatar a las almas que tanto caen en los abismos de este planeta.

Veo desde los Cielos, hijos Míos, que en todo instante una consciencia se pierde en el mundo, que la oscuridad está queriendo tomar el Reinado de Mi Paz, pero es posible que eso no suceda; es posible, Mis queridos, que aprendan a través del Amor y no del sufrimiento, que vean al mundo desmoronarse delante de sus ojos, pero que sus corazones estén dentro del Corazón de Dios, y nada que esté fuera de este Sacratísimo Corazón los perturbará. 

Mis queridos, quiero que despierten en esta noche a una Vida Superior, porque Mi Presencia Divina viene a abrir sus corazones y sus consciencias para que ya no duerman más el sueño de las ilusiones de este mundo. Eleven sus aspiraciones a Mi Corazón, porque hoy Mis brazos están abiertos para recibir a cada una de sus necesidades. Escucho sus súplicas y sé el motivo por el cual cada uno de sus corazones vino a Mi encuentro.

En esta noche, les digo que aquellos que verdaderamente se decidan a ser soldados de Mi ejército, que no se preocupen más con sus angustias y aflicciones porque, al entregarse al Corazón de Dios, la Luz de Mi Reino Celestial disolverá todas esas angustias y las transformará en fuente de inspiración divina, en una voluntad que sus almas sentirán de superar los temores, de superar el sufrimiento y de ir al encuentro de la tan grande necesidad de este mundo.

Mis queridos, como ya les dije en este día, quiero invitarlos a realizar pequeños sacrificios, pequeñas obras de caridad, que poco a poco convertirán a este mundo.

Mis amados, hoy abro Mis brazos y les muestro Mi Inmaculado Corazón, para que tengan delante de sus ojos la Morada Superior, a la cual deben retornar en este tiempo. Vengan sin demora y sin miedo, porque nada malo les sucederá, una profunda paz ingresará en sus vidas, una devoción y una fe inquebrantables, para que, finalmente, hijos Míos, puedan ser convertidos en los Cristos del Nuevo Tiempo, semejantes a Mi Hijo, semejantes a Dios Padre.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo les agradezco por confiar en este llamado. Quiero decirles, queridos hijos, que Mis Gracias fueron depositadas en sus corazones y familias. 

Adoren, todo el tiempo, la Gracia de Dios. Contemplen Su Majestad y Misericordia; porque lo que Yo les puedo legar son los Códigos de Dios, los principios de la Fuente Primordial, que nacen en el amor y en la unidad. Eso está disponible para todos en el vasto Universo del Creador; solo les bastará, queridos hijos, pedirle a los Cielos, que el Cielo les entregará todo su legado, toda Su Redención y Misericordia.

Me despido de sus corazones en nombre de la Paz y convoco, en este Altar, a los nuevos hijos que hoy Yo consagraré y al grupo de Brasilia que preparó este encuentro Conmigo; porque también será consagrado por Mi Inmaculado Corazón, con la esperanza de que todos ellos sean el corazón vivo para el Brasil, el corazón que pulsa en el amor, en la paz y en la oración.

Bendigo estas flores que serán para los presentes el símbolo de Mi Rosa Mística Universal, de la belleza que Dios gestó a través de Mi Corazón Inmaculado. Consagro las sagradas imágenes para que sean el símbolo vivo de la Luz en estos tiempos de oscuridad.

Yo los bendigo y los contemplo. Y, ahora, escucharé sus voces cantándole a Dios, para la consagración final.

Por todo esto y por los días que vendrán, les agradezco por responder a Mi llamado.   

Vayan en paz, vivan en Mi Paz, sean portadores de Mi Paz. 

¡Aleluya a Dios! 

Canción: Ave María (en latín).

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Colocamos nuestras manos con las palmas hacia arriba para recibir la Gracia de Nuestra Señora. 

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos Míos, Mi último pedido será para ustedes: recen todos los días que vendrán por Mi peregrinación a los Estados Unidos. A través de su oferta y donación a Mi Corazón Inmaculado, una gran puerta a la conversión se abrirá en ese lugar.

Yo los reúno en nombre de Cristo. Yo los congrego a través de la fuerza de Su Espíritu. Yo los uno a la Fuente de Su infinita Misericordia, ahora y siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

“María de Nazaret” es un cántico que alegra Mi Corazón y hace que Mi Espíritu encienda a las almas en una perpetua devoción. Cantemos alegremente para Dios en esta noche.  

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mis niños:

Seguid tocando que Yo también escucho.

Cuando Yo los envío por el mundo es por un propósito mayor y, así, la misión de cada ser se vuelve infinita y profunda.

Mi propósito maternal es que puedan ser embajadores de la paz en las naciones que visiten y recorran, con el propósito de llevar la paz a todos los rincones de la Tierra.

De la misma forma, Yo lo he pedido, a lo largo de los siglos, para otros tantos hijos: que sean embajadores de la paz y de la oración.

Ahora, Mi camino se amplía hacia otros horizontes y ustedes serán los mediadores para que esto pueda suceder.

En este día, 16 de julio, Mi Corazón viene con el propósito de derramarles Mis bendiciones, que los fortalecerá y les permitirá realizar las obras que Yo les pido, día a día.

Por eso, no teman, sino no podrán cumplirlas. 

Coloquen su fe activa y que el corazón se encienda en esa fe. 

De esa forma, podrán concretar lo que Yo les pido a través del Espíritu Santo; porque no lo harán por ustedes mismos, Mis queridos hijos, Dios lo hará a través de ustedes. Mis manos obrarán a través de ustedes y Mi Corazón se iluminará a través de sus corazones.

De esa forma, queridos hijos Míos, Yo los congrego a todos en una misión mayor para que, en un día futuro, en un día venidero, puedan conocer la Voluntad de Dios que todavía sigue viva y resplandeciente a lo largo de los siglos y de los años, intentando manifestarse en todas las criaturas.

Hoy, en esta noche, queridos hijos, los invito a vivir en Mi confianza, que será necesaria para los tiempos que vendrán, y así ustedes concretarán aquello que Yo deseo con tanto amor y paz.

En este tiempo, queridos hijos, en el que Yo derramo Mis Gracias sobre el mundo y la humanidad, vengo a bendecir Mi Obra que está sucediendo en esta parte de América; y en este día de aniversario, bendigo a este canal, a esta hija Mía, que se ha donado para realizar Mi Obra y que respondió a Mi llamado como tantos otros hijos.

Así sepan, queridos Míos, que cada uno de ustedes, forma parte de una pieza de este Plan y si una pieza falta en este Gran Plan de Dios, ¿cómo funcionará la Obra Divina en la Tierra?

Queridos hijos, Yo los invito, a través de Mi Amor, a confirmarse a Mi Corazón Inmaculado, en la tarea que cada uno debe realizar, no importa que la tarea no sea de importancia, Dios ve a todas las cosas de una forma igual, todos Sus hijos son importantes y todos Sus obradores también.

Por eso, queridos hijos, únanse como una red de amor y de trabajo, sean las redes de Cristo en Sus Manos, para que Él pueda interceder por este mundo tan necesitado.

Así, como alguien Me canta con tanto amor o como aquel que cocina para los otros hermanos y que parece estar olvidado entre muchos, Mi Corazón está presente en las cosas simples.

Queridos hijos, Yo alcancé Mi Divinidad Maternal por obrar a través de las cosas simples , buscando la humildad de Dios en todas las cosas y manifestando la sinceridad del corazón.

De esta forma, queridos hijos, nadie es más importante que los demás, cada uno forma parte de un Precioso Plan de Dios, y si esto no sucediera así, la humanidad no podría redimirse.

Por eso, Mi Corazón Inmaculado llama a los duros de corazón, como también a aquellos que tienen abierto el corazón a Mi Corazón. Para Mí, todos los hijos son importantes, los que están en el infierno como los que están en el Cielo, los que sucumben en este mundo como aquellos que se levantan.

Todas las naciones forman parte de Mi Proyecto Redentor de Amor, y será posible, hijos Míos, a través de ustedes, así Mi Inmaculado Corazón triunfará.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Hoy, coloco Mi Manto sobre la cabeza de cada uno de ustedes, no solo de estos hijos que están aquí. También quiero que se sientan contemplados todos aquellos que Me acompañan de todas las partes de este mundo, para que sepan, hijos Míos, que Mi protección está sobre sus vidas, que contemplo con amor y con alegría cada una de sus oraciones.

Hoy, quiero agradecer, de forma especial, a un grupo que respondió al llamado del Castísimo Corazón de San José, para que sepan que es a través de esas cosas simples que el alma y el espíritu dan un paso en dirección al encuentro  con el Creador.

Quiero que este grupo, que hoy está en el noreste de Brasil dirigiéndose al “Sertão”, sepa que Mi Corazón Inmaculado acompañará esta tarea junto con el Castísimo Corazón de San José. Y que también sepa que, en cada actividad simple que realice, allí estará la Mano de Dios, divinizando sus acciones y derramando redención sobre las almas que más lo necesitan.

Hijos Míos, en este día, los quiero impulsar a dar pasos para que puedan seguir las instrucciones que el corazón les entrega, que puedan seguir sin miedo por las aventuras que el corazón les envía; porque una gran aventura en este mundo es vivir para responder al Llamado de Dios, ese Llamado que se manifiesta en el interior de Sus criaturas y que permite que ellas puedan amar al prójimo como a sí mismas y, más que eso, hijos Míos, que puedan amarse unos a otros, así como Dios los ama.

Hoy, quiero entregarles Mi Amor, derramar sobre cada uno de sus seres una bendición especial, para que sepan, Mis queridos, que Mi Corazón todo lo ve, que contempla las intenciones más puras de sus almas y que solo ve lo bello que sus almas manifiestan; para que, de esta forma, Mis bendiciones puedan multiplicar la belleza de sus corazones y que puedan crecer en semejanza a Dios, en semejanza a Su Hijo, que es puro Amor, que pulsa en sus almas, en sus corazones.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi última petición, en esta noche de Gracias, es para Mis hijos de los Estados Unidos: no se separen, queridos hijos, Mi propósito siempre vencerá al mal, únanse a Mi Corazón Inmaculado a través de la oración.

De esa forma, tan simple pero verdadera, ustedes permitirán abrir las puertas de forma inmediata para que Yo también pueda redimir a esa nación, como ya lo hice en otros tiempos, en estados de ese país.

Por eso, queridos hijos, respondan a la invocación de Mi Corazón, que todo este trabajo que sucederá en poco tiempo sea fruto de la paz, sea la meta y la misión bien clara para todos.

Por todas estas cosas y por las respuestas de todos Mis hijos, les agradezco por aguardarme en esta noche.

¡Gracias por responder a Mi llamado!

Dios los bendiga, queridos hijos.

Paz en la Tierra.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Les queremos compartir que hoy, antes del encuentro con la Virgen María, Nuestro Señor vino acompañado con el Arcángel Miguel. 

(Madre María Shimani, en ese momento, realiza la lectura del Mensaje Especial de Cristo Jesús, en el que pide la construcción de una ermita en el Centro Mariano de Aurora en honor a San Miguel Arcángel  y transmite también la oración "Pedido de Liberación al Arcángel Miguel".)

Nuestro Señor, Cristo Jesús, nos dijo hoy que cuando Él ya no esté permanentemente cerca de nosotros, transmitiéndonos Sus Instrucciones y Sus Mensajes, Él dejará en Su lugar al Arcángel Miguel para que nosotros podamos siempre recurrir a Él cuándo lo necesitemos.

También nos explicó que todo aquel que se acerque a la Ermita, por mandato del Hijo de Dios, será liberado de todos sus males.

Si bien nosotros no sabemos muy bien de qué se trata, porque realmente en los misterios celestiales somos muy ignorantes, confiamos totalmente en lo que nos dijo Nuestro Señor. 

Mañana nos vamos a poner a trabajar en esta ermita, con todos aquellos que nos quieran ayudar, porque estamos esperando que en agosto Nuestro Señor sea complacido.

Entonces, los invitamos a todos, a vivir un poco con nosotros esta locura santa, de complacer a Nuestro Señor, Cristo Jesús, y preparar este lugar para esa tarea que Él quiere hacer.

A todos ustedes les damos las gracias por habernos acompañado y como decimos siempre, ahora nos encontraremos en el Corazón de los Mensajeros Divinos.

Muchas gracias y buenas noches.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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