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Mediante la devoción de Mis hijos y el amor de sus corazones por Mi simple y humilde Presencia, la Madre de Dios puede hacer descender del Cielo la Gracia de Dios, atraerla hacia la Tierra y extender esta Gracia más allá de las almas, de las naciones y de toda la vida planetaria.
Por eso, a través de la devoción de Mis hijos, Yo puedo obrar en el mundo y, así, llegar a los lugares menos pensados para rescatar a Mis hijos y conducirlos hacia la verdad del corazón.
Es así que, para Mí, son imprescindibles sus oraciones y su unión diaria Conmigo, porque, como Madre, Yo puedo impulsar el cambio de la consciencia humana, puedo motivar y animar a Mis hijos a vivir su gran transformación interior.
Por este motivo quiero, todos los días, conducirlos al Amor de Dios, para que ese amor los lleve a amar los misterios del Cielo y hacer de este planeta un recinto sagrado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como hace ciento un años atrás, el Sol de Dios vuelve a brillar en Fátima trayendo la paz para el mundo y la Misericordia del Redentor para las almas.
Este es el mayor testimonio de Amor del Dios vivo para con toda la humanidad y el planeta.
Hoy traigo a Mis Pies, queridos hijos, las banderas de dos naciones del mundo: la de Nicaragua y la de Eritrea, para que con este símbolo, sus corazones comprendan en dónde está la Madre de Dios buscando el amor de Sus hijos, intentando proteger a los heridos y socorrer a los que más lo necesitan.
Hoy, uno a las dos naciones en un solo corazón y en una misma sintonía, para que la Gracia de Dios descienda sobre ellas y se establezca la paz, el fin de la guerra y la persecución entre los hombres, porque así, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Hoy, con la oración de su pueblo pude realizar muchas cosas en el mundo. Ustedes saben, hijos Míos, de la gran necesidad planetaria, de la necesidad de amor, de misericordia, de perdón, de cura y de redención.
Por medio del camino de su oración diaria, Yo les puedo conceder todas esas Gracias y muchas Gracias más, las que ni siquiera podrían imaginar.
Mi Corazón está con el corazón de Mis hijos. La Señora de Nicaragua está con el pueblo que clama, y a través de las oraciones de Mis hijos Yo tejo el Manto oculto de la Paz, en donde coloco a todos los que necesitan estar en Dios, resguardándolos del mal y del peligro.
Aunque su pueblo esté agitado, no pierdan la fe. Confíen en el poder de Mi Corazón Inmaculado y la Sabiduría de Dios estará en sus mentes y en sus corazones, para que puedan ser guiados por el camino del Bien y de la Luz, para que esa guía beneficie a muchas almas más, especialmente a las que están en peligro y que corren gran persecución.
Hoy traigo a Mis Pies también la bandera de Eritrea, porque amo a ese pueblo sufrido que aspira, algún día, a encontrar la paz.
Así como oran por las naciones del mundo y para que los graves acontecimientos no devengan, Yo también les pido, hijos Míos, que coloquen en su corazón a Eritrea, a fin de que ese pueblo se pueda recuperar y alcanzar la paz, vivir la esperanza de Mi Hijo y estar inmersos en Su Divina Misericordia, sin necesidad de refugiarse en otros países para escapar del horror.
Pero aunque esto sucede, hijos Míos, también Mi Corazón Inmaculado está en África, está en el corazón de los de Eritrea, para que puedan promover la paz por medio de la oración, de la súplica y especialmente, de la comunión con Mi Hijo; para que el Sacramento de la Eucaristía conceda discernimiento y sabiduría a los líderes de esas naciones, para que se den cuenta que ya no es necesario sufrir, sino amar, amar con todo el corazón y toda el alma, así como Yo los amo, hijos Míos.
Porque ese Amor que Yo les tengo es lo que Me permite estar aquí en este día, anunciando al mundo y a la humanidad que la Madre de Dios, la Señora de la Paz, está con Nicaragua y con Eritrea, así como está con todas las naciones del mundo, especialmente con aquellas que toman decisiones equivocadas y que comprometen la vida espiritual de millones de almas en el mundo.
Vengo a desatar los nudos de la consciencia humana por medio de sus súplicas y de sus oraciones.
Hoy, la ofrenda de todos los orantes del mundo en esta vigilia de oración ha permitido detener grandes desastres; especialmente graves decisiones que condenarían al resto de la humanidad.
Con esto, queridos hijos, Yo les hago ver la importancia de la vida de oración, de la vida constante de oración y de la perseverancia en la oración, para que sus labios no se cansen de pedir a Dios por Misericordia, porque la Misericordia salvará al mundo, y así, la Justicia Divina se detendrá y el mundo no deberá volver a sufrir, como en el siglo pasado.
Vengo como Madre de la Luz a conceder la cura a las profundas heridas humanas y todos los que responden a Mi llamado en las diferentes naciones del mundo; dejen que sea una sola consciencia.
Esto abre la puerta, queridos hijos, para que la Gracia de Dios pueda entrar en las naciones, especialmente en aquellas que más necesitan de misericordia y de perdón.
En este día, en esta noche de Gracia, vengo a hablarles nuevamente del compromiso de la vigilia de oración por la paz en las naciones, la que será fundamental y primordial para los próximos tiempos, a fin de mantener la estabilidad en el planeta, y sobre todo el equilibrio del psíquico de la humanidad.
Cada oración que sea ofrecida y que será ofrecida, será bien recibida por el Reino de los Cielos. Y no solo sus vidas se irán transformando, sino que el mundo se seguirá convirtiendo para reconocer la Voluntad de Dios y algún día, por la Gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, establecer los mil años de paz.
Algún día retornaré a Centroamérica a restablecer el Reino de Dios, que quiere ser removido por Mis enemigos. Pero no se amedrenten; recuerden que Mi Inmaculado Corazón triunfará, le traerá al mundo la Paz, aunque él se purifique, aunque él atraviese este agudo tiempo final.
Esta noche Me despediré de ustedes, hijos Míos, concediéndoles una Gracia espiritual por su esfuerzo, sacrificio y empeño para llevar adelante esta Obra de Paz en el mundo, siguiendo los pasos de los Mensajeros Divinos en esta importante Red de Oración que es gestada por sus corazones, para generar más paz en el planeta, alivio y cura a todas las almas de la Tierra.
Eritrea es un país que debe ser considerado por todas las naciones del mundo, porque allí existen almas que son merecedoras de la Misericordia de Dios y que a través de la cooperación, caridad y fraternidad, de los demás países, puedan recibir una oportunidad de ser alguien en la vida.
Por eso, hijos Míos de las demás naciones del mundo, Yo los invito a abrir aún más el corazón para acoger en sí la verdadera necesidad espiritual de ese pueblo, que necesita del auxilio de todos, no solo para poder establecer la paz, la dignidad social, el bien y la cooperación, sino también para restablecer el Reino de Dios, como una vez lo estuvo en los principios de la vida de Moisés.
Así podrán hacer valorar los Mandamientos, que nacieron en esa región del mundo por pedido de Dios y que enseñaron a la humanidad, y siguen enseñando, los primeros pasos en la vida espiritual, a fin de convertirse en dignos hijos de Dios, siguiendo los pasos de la Ley y de la Voluntad Divina.
Eritrea es un país que debe ser curado, no solo por el servicio humanitario, sino también por las oraciones de todos Mis hijos, especialmente por el acogimiento que los corazones de las demás naciones puedan hacer por aquellos que más lo necesitan, así como por el resto de África, que espera por más compasión, solidaridad y ayuda humanitaria.
Esta ayuda que Yo les pido no nacerá de las grandes naciones del planeta, sino de las simples naciones del mundo que aún no han perdido el espíritu de la solidaridad y que podrán entender lo que Yo les pido.
Así, les pido que no teman abrir las puertas de sus hogares para refugiar a aquellos que más necesitan de esperanza y de paz, porque algún día, ustedes también podrían necesitar de esa paz y de esa esperanza.
Invito a los adultos en la vida del espíritu a tomar consciencia de esto y a postularse para ayudar a esas naciones, que esperan por solidaridad. Así estarán consolando a Mi Inmaculado y Materno Corazón y concediendo al mundo una Gracia que tal vez muchos no merecerían, pero que será posible por su espíritu de incondicionalidad y de servicio.
Eritrea debe ser un país repoblado de esperanza, que transmita la alegría de vivir en Dios como una vez lo transmitió, para que el espíritu consolador, que es el Espíritu Santo, colme con Sus Dones esa tierra y ese pueblo, trayendo la renovación y la cura para todas esas consciencias.
Es así, queridos hijos, que a partir de este día, en la oración semanal por África, Yo les pido que coloquen en sus corazones a Eritrea, para que Mi Obra pueda llegar allí, para que la Voluntad de Dios se cumpla con la ayuda de todos y en ese país se alcance la Paz.
Mi alegría es infinita al tener presente un representante de ese pueblo.
Mi dulzura Maternal está en esos corazones necesitados, cicatrizando profundas heridas, purificando profundas secuelas, concediendo paz en el mundo interno de Mis hijos de Eritrea.
Yo Soy la Madre de los refugiados, la Consoladora de la Paz, el Ave de la esperanza, la cura para las esencias, el consuelo eterno para los corazones.
Yo Soy la Reina de la Paz y la Gran Madre de África, la que tiene Su Corazón en el centro de ese continente haciendo palpitar en ese lugar y en todas las naciones del África, la esperanza y la alegría de reencontrar, de ciclo en ciclo, a Dios.
Hoy concedo a este hijo de Eritrea la bendición del Padre Celestial para su nueva tarea.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que el Espíritu de la Paz esté contigo y este Espíritu de Paz se propague en Eritrea y en el mundo, trayendo esperanza y renovación a las vidas que más han sufrido por la injusticia social y por la indiferencia.
Es misión de los europeos asumir Eritrea. Es su deber y su compromiso, así como a las demás naciones de África, para que la expiación sea concedida a ambos continentes y se cierre el ciclo de la persecución y de la esclavitud, y así, se abra el ciclo de la Luz y de la Esperanza, de la Misericordia y de la Redención.
Hoy deseo que desde este corazón africano, parta el Amor para todos los corazones del África, al igual que de todos los corazones que están aquí presentes y que están acompañando este momento con la Madre de Dios.
Quisiera escuchar de nuevo esa canción que recuerda, que trae a la memoria la Presencia de la Señora de Kibeho, Patrona de Ruanda y de toda África.
Les agradezco en esta noche por haber respondido a este importante llamado.
Dios los bendiga y les conceda la Paz. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco.
Que la luz brille siempre dentro de ti y que esa luz sea reconocida como la Luz de Cristo.
Que la luz interior predomine y que, esa luz, sirva de ayuda y de guía en los momentos críticos.
Que la luz interior reine en este tiempo para que la Presencia de Dios se expanda más allá de los corazones.
Que la luz interior genere prodigios y conceda la redención a todos los que contacten el poder de esa luz.
Que la luz interior establezca la paz y la armonía, para que en el mundo exista mayor armonía y orden en todas las cosas.
Que la Luz de Dios participe de la comunión con la vida y que la vida sea colmada por la Gracia de Dios.
Que la Luz de Dios promueva en las consciencias la oportunidad del cambio y de un profundo despertar.
Que la Luz de Dios le conceda al mundo la consciencia de lo que está haciendo y despierte en más corazones el verdadero arrepentimiento, para que se lleve adelante el triunfo del Proyecto de Amor de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mantén tu fe tan elevada y sublime como los Cielos.
Deja que la fe, en tu interior, conduzca los pasos de tu consciencia y siempre te muestre el camino para retornar al Corazón de Dios.
La fe es multiplicable, bondadosa y donada.
La fe construye y une a las consciencias bajo el latente Propósito de Dios.
Que esta fe purifique tu consciencia para que ella sea permeada por la Gracia de Dios.
En la fe no se encuentran barreras, diferencias u obstáculos.
Deja que la fe te muestre la verdad interior de Dios, entrégate a ella y deja que el sagrado espíritu de la fe libere la vida y transforme hasta lo más profundo, porque la fe es curadora y también redentora.
La sagrada fe promueve el descenso de la paz y ella esparce el bien por donde uno vaya.
En la fe no existen dudas ni suposiciones.
La fe es claridad y entendimiento; ella genera la unión perfecta con la Voluntad de Dios.
La fe disuelve los miedos y destierra lo negativo.
En la fe se encuentra la verdad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Silencio.
Cuando Yo estoy presente todo debe aquietarse, porque así entrará en ti Mi Energía espiritual y nada se estará desperdiciando. Al contrario, el Poder que Me ha dado Mi Padre actuará en los niveles más profundos de tu consciencia, en los núcleos más íntimos de tu ser, en donde debe gestarse una Nueva Humanidad.
Las vibraciones sutiles que Yo les traigo son preciosas. Por eso ellas deben ser consideradas y apreciadas, porque es un bálsamo inextinguible para estos tiempos, una solución espiritual para muchas almas; diría: una gran tabla de salvación para la humanidad.
Por eso, todo lo que reciben es precioso y debe ser grandiosamente valorado, para que todo lo que Yo les traigo tenga sus frutos dentro de ustedes y no tengan necesidad en el tiempo futuro, de buscar una fuerza espiritual y suprema en otro lugar, que no sea en Mi Corazón.
Lo que Yo vengo a dar para el mundo es algo muy grande, delante de todo lo que sucede en la humanidad y en este tiempo. Todo lo que hace su Maestro y Señor por la humanidad, tiene un mérito muy grande ante el Padre Celestial, porque el propio Padre Celestial lo considera y lo aprecia, como lo deberían considerar todos ustedes en cada momento de la vida.
No pierdan la oportunidad de recibir esta instrucción con gratitud, porque todo lo que Yo les doy, les vuelvo a decir, es precioso y no será dado nuevamente al mundo.
Ustedes lo saben más que Yo; ustedes lo sienten más que Yo, porque viven aquí, en este mundo y dentro de esta humanidad, que por muchas razones se ha pervertido, perdiendo el camino del amor, de la unidad y de la fraternidad.
Pero Yo vengo a renovar todos los hechos que han sucedido. Por medio de Mi Divina Misericordia Yo vengo a conceder muchas Gracias, no solo para ustedes, sino también para el mundo entero.
Es así que personalmente su Maestro y Señor está llamando a todas las ovejas del mundo, no importando su nación, su credo o su raza. Yo vengo a llamar a todos por igual. Vengo a repoblar la Tierra por medio de las almas con nuevos códigos de luz.
Vengo a sembrar la Tierra con cosas nuevas, con Principios que provienen del Universo Celestial y de la Fuente Suprema de Mi Padre. Para eso Yo necesito que sus vidas sean receptáculos de luz y sus corazones sean tabernáculos de Mi Espíritu, para que todo pueda morar dentro de ustedes, todo lo que viene de Dios y de Su Fuente.
Por eso he comenzado aquí, en esta peregrinación por Portugal; para que el dogma de su fe sea fortalecido y para que esta fe, que veo en los corazones aquí, sea expandida en el mundo.
Todo lo que Yo les traigo es renovador y sublime. Todo lo que Yo les doy es incondicional. Por eso debe ser considerado por los hombres y mujeres de la Tierra, para que los tesoros del Cielo, que provienen a través de Mi Corazón, puedan residir en más consciencias y sobre todo en las esencias del mundo que necesitan alcanzar en este tiempo la redención.
Quisiera poder revelarles la verdadera realidad de Mi Padre, Su más urgente necesidad para estos tiempos; pero el mundo aún no está preparado para escuchar abiertamente.
Tengan confianza en lo que les digo, porque así serán más merecedores de Mi Divina Misericordia.
Mientras Yo estoy aquí, estoy con toda Europa, expandiendo Mis Rayos de Luz sobre el mundo y especialmente en las naciones que más necesitan recapacitar, despertar de la ilusión terrena y abrir sus ojos ante el horizonte, que muestra el Infinito de Dios, el Proyecto original que debe descender a la Tierra, para este tiempo final.
Mientras los observo también contemplo al mundo y contemplo la necesidad de todas las almas, la razón primordial de cada ser y la urgencia de cada corazón humano. Todas las necesidades Yo las contemplo con amor.
En las necesidades de cada ser también se encuentra Dios y Él está presente en todo. El Padre sabe lo que cada ser necesita para que Su Obra se pueda expresar sobre la superficie de la Tierra.
Por eso estoy aquí con la Gloria de Mi Sagrado Corazón, con la intención de transformar el mundo y la consciencia humana.
He comenzado a peregrinar por este lugar, porque Dios lo ha escogido, no solo por su simplicidad, sino también por la fuerza de la dignidad espiritual que aquí puede despertar aún más en las almas.
Por medio del Sacramento de la Comunión Yo les traigo el Cielo y todo el Universo; les traigo la verdadera vida y la renovación; les traigo la paz y la unión con Mi Espíritu, para que sigan caminando firmes en este camino del fin de los tiempos; para que sigan caminando firmes en este sendero de tribulación que nadie hasta ahora ha conocido profundamente.
Pero Yo, mostrándoles el camino les muestro la salida y el gran encuentro con el Reino de los Cielos, para que sus consciencias se puedan divinizar y sublimar, así como el Padre lo espera.
He venido en esta tarde a preparar, interiormente, todo lo que sucederá después en Europa y todo lo que se podrá redimir, paso a paso, a medida que transcurra esta peregrinación y que se lleve adelante la Voluntad de Dios, así como está previsto.
En esta comunión con el Cielo y la Tierra, sus consciencias reciben Mi Gracia, Mi Paz y Mi Luz, para que puedan ser magnetizados por Mi Espíritu, que solo arde en amor por las almas que se entregan a Mí en confianza y en fe.
En este momento se abren las Puertas de los Cielos y la Iglesia Celestial se aproxima a la intimidad de las almas, para que sean colmadas por el Espíritu de Dios, por su infinita Misericordia.
Por eso ustedes ante Mí se fortalecen, pero también pueden cambiar. Y este cambio tan profundo e íntimo es concedido por los Sacramentos, que hoy vendré a conceder a los que lo han pedido con sinceridad. Y retransmitiré a través de ellos la Gracia de Dios y la expiación necesaria para sus vidas.
Ante la Iglesia Celestial del Padre sean recibidas las ofrendas que justificarán los errores de las almas, para que la reconciliación de Dios se pueda dar en todos los espíritus y en todas las consciencias que más lo necesitan.
Celebremos entonces este momento sacramental, elevando nuestra intención a Dios, con la más sincera súplica de que se cumpla lo que está escrito para Europa.
Incienso.
Recibe, Señor, las ofrendas de Tus hijos, para que Tu Reino Celestial descienda a la Tierra.
Recibe, Señor, las ofrendas de Tus hijos, para que Tu Misericordia descienda a la Tierra.
Padre, a través de Mí, lava a Tus hijos con la Fuente de Tu Gracia. Amén.
Deposita Tus Dones sobre los que tienen que despertar a Tu Consciencia Divina, y así, encontrar la Verdad.
Hace dos mil años, Yo les dejé un tesoro importantísimo que cambió el destino de toda la humanidad y del planeta. Que este Tesoro Divino aún sea reconocido por los hombres y por los tiempos que vendrán, para que las almas siempre recuerden que Me encontraré vivo y resplandesciente en el pan y en el vino transustanciado por las sublimes manos de los Ángeles de Dios.
Rememoremos entonces, compañeros, el Sacrificio del Cordero, por los que fueron sacrificados en las Américas, hace más de quinientos años atrás y por los que se sumergieron en la ignorancia y en la ambición, perdiendo el sentido de la verdadera realidad; y sobre todo, de la expresión de Dios en todas sus formas.
Durante un día jueves, antes de Mi Pasión, tomé el pan, dí gracias a Dios por el Sacrificio que Me estaba ofreciendo; la Santísima Trinidad lo bendijo y lo pasé a Mis apóstoles diciéndoles: Coman todos de él, porque este es Mi Cuerpo, que es entregado por los hombres, a través de todos los tiempos, para el perdón de los pecados.
Que el Santísimo Cuerpo de Cristo sea venerado en la manifestación de Su Iglesia Celestial en las almas de la Tierra.
Del mismo modo, acabada la cena, tomé el Cáliz y dí gracias a Dios por el sacrificio que Él Me estaba ofreciendo; la Santísima Trinidad lo bendijo y en ese momento lo pasé a Mis apóstoles, diciéndoles:Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por el Divino Cordero para el perdón de los pecados.
Hagan esto en Mi memoria, hasta que Yo regrese al mundo por segunda vez.
Pai Nosso (en portugués)...
Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. (x2)
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
dadnos la paz.
Alabado sea el Padre, porque Su Hijo ha descendido a la Tierra en divinidad, para colmar a las almas y unirlas a Dios.
Y antes de que sucediera la agonía en el Huerto Getsemaní y Mis apóstoles, en verdad conocieran lo que sucedería Conmigo, hasta lo alto del Monte Calvario, Yo les dije a ellos, y en los planos internos también les dije a las santas mujeres: Les entrego Mi Paz y Mi Paz les doy. No miro sus ofensas sino sus virtudes, para que las virtudes de Dios resplandezcan en la superficie de la Tierra, por medio del servicio y del amor de las almas que experimentan la Caridad de Dios.
Mi Paz Yo les dejo y Mi Paz Yo les doy; que Mi Paz en este tiempo se multiplique por medio de los corazones que Me viven en los Sacramentos.
Que Mis Palabras resuenen en los corazones simples y que Mis Palabras de Luz puedan brotar y dar nuevos frutos en los que más lo necesitan, y en los que siguen Mi Camino con total confianza y dignidad.
Yo los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ahora se darán el saludo de la paz, para que la paz se establezca en Europa y especialmente, en Medio Oriente.
iLes agradezco!
Por medio de la Novena de San José, que hoy finaliza, se ha cerrado un ciclo en todas las consciencias que respondieron a Mi llamado por la oración y la concreción de la importantísima misión de paz en Europa.
Día a día en que fueron orando, aspectos profundos de la consciencia se fueron disolviendo y, por la Gracia de Dios, se cerró una puerta en la cual gran parte de la humanidad de estos tiempos estaba inmersa.
Por la intercesión del Castísimo Corazón de San José, sus consciencias, en nombre de la humanidad, han dado el sí para erradicar de sus internos y, sobre todo del mundo, la condición humana de la mediocridad y de la negligencia.
A partir de hoy, y al haber finalizado la novena de San José, la Jerarquía Espiritual y Divina considera que sus almas dieron el paso para que comiencen en ustedes mismos, todos los días, a erradicar cualquier tipo de mediocridad y de negligencia para con la Obra de amor de los Mensajeros Divinos y para con sus propias vidas.
Esto significa, hijos, que ustedes, como parte de la humanidad, han dado el primer paso para que esa condición inferior de vida humana sea extirpada, por medio de su esfuerzo diario y de su amor por la redención del planeta y de la humanidad.
Fue este importante paso y ese importante compromiso que ustedes asumieron con Dios, mediante la novena realizada a San José, el que ha concedido, por Gracia, Misericordia y consciencia, que la Peregrinación por la Paz se lleve adelante.
A partir del día 1° de junio su Madre Celeste apela a que cada orante acompañe a la Madre de Dios en esa peregrinación espiritual que comenzará, a través de la Novena a la Madre del Perpetuo Socorro, porque por medio de ella podré trabajar otros aspectos de sus consciencias.
Desde ahora agradezco todos los esfuerzos materiales y espirituales que han sido realizados para que esta misión, que es la misión de todos, se pueda cumplir hasta el final.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Universidad de los Cielos
Queridos hijos:
Así como en la Tierra existen escuelas de aprendizaje y de formación, también en los Cielos existen universidades espirituales de aprendizaje y de formación.
La Universidad de los Cielos es un lugar que está presente a partir del séptimo Cielo hasta el décimo primer Cielo universal.
Allí, hijos, ella recibe y acoge amorosamente a las almas que pasaron por una reciente experiencia en la Tierra y que en sus últimos aprendizajes vivieron en este planeta la escuela del amor y del perdón, del servicio y de la abnegación.
A la Universidad de los Cielos llegan las almas que siempre, o de alguna forma, han buscado la unión con Dios de una manera verdadera; ya sea por algún camino espiritual o por medio del servicio a los demás.
A esa Universidad de los Cielos ingresan las consciencias que ya no necesitan regresar a la Tierra para seguir aprendiendo lo básico de la vida espiritual y de la vida humana.
Existen requisitos simples provenientes de Leyes divinas que son aplicadas en esos altos niveles de conciencia y que son los que permiten el ingreso de las almas a los diferentes Cielos, según los grados de despertar que las consciencias adquirieron en la Tierra, así como en los diferentes momentos de la vida.
A la Universidad de los Cielos las almas llegan para profundizar en las enseñanzas del amor, de la luz y del servicio.
Por eso, la oferta que cada alma efectúa en la Universidad de los Cielos es importante y, según el grado de amor y de esfuerzo colocado, ese acto de oferta podría permitir, en otros niveles, el rescate de alguna consciencia que no ha alcanzado el ingreso a la Universidad de los Cielos y se ha estacionado en espacios más bajos de la consciencia, debido a que sus experiencias de amor y de redención fueron muy prematuras o deficientes.
Es así que los ejércitos angélicos que moran en la Universidad de los Cielos intervienen, y por la oferta sincera de esfuerzo y de amor de parte de esa alma que ingresó a la Universidad de los Cielos, se genera, por Ley de Correspondencia, la salvación de otra alma que es retirada por los propios ángeles y es llevada hacia un reservorio en donde comenzará a sentir y a tomar contacto con Principios sublimes de la Creación del Padre, lugar en el que recibirá los afluentes de la Gracia y de la Misericordia Divina.
Dentro de la Universidad de los Cielos las almas viven y transitan por diferentes estados y escuelas de amor.
En la Universidad de los Cielos se presenta la oportunidad espiritual de vivir las divinas Virtudes y de desarrollar los sublimes Dones; los que se amplían aún más después de haberlos vivido en la Tierra.
La Universidad de los Cielos también reúne y congrega una agrupación de Rayos divinos que provienen de la Fuente Mayor del Padre, en donde se expresan y se muestran según los diferentes niveles de consciencia en los diferentes Cielos.
Estos Rayos de Dios, proyectados directamente por la Fuente y conducidos por los grandes Arcángeles, ayudan a profundizar la virtud o el don que cada consciencia desarrolla según su escuela y según su grado de despertar.
En la Universidad de los Cielos no se dan reconocimientos ni honores porque el amor interior en los seres es lo que hace evolucionar a las consciencias y las hace ir ingresando, según sus aprendizajes, en nuevos Cielos, en donde encontrarán nuevas experiencias creadoras y vivirán nuevos estados de consciencia, a fin de ir perfeccionando la Creación y así recrear el Universo por medio del servicio incondicional y de la entrega de las almas.
En la Universidad de los Cielos se vive la realidad de la consciencia, y la presencia de la paz eterna es lo que reina en esos niveles de consciencia; paz que muchas veces se aproxima a la humanidad cuando los Divinos Mensajeros descienden a la Tierra.
La Consciencia de la Madre de Dios, por medio de la ofrenda sincera y amorosa de las almas, dentro de la Universidad de los Cielos ha abierto un sector para la experiencia divina de la consagración eterna que alguna vez las almas consagradas vivieron en la Tierra.
En ese lugar, en un recinto especial de la Universidad de los Cielos, las almas pueden vivenciar esa unión con la Fuente Divina de una manera más profunda y consciente, experimentando el Sacramento de la Fe y de la Comunión con los niveles del Sagrado Espíritu.
Que la Universidad de los Cielos sea la aspiración de los servidores de Cristo y de todos los que despiertan al llamado de vivir y de expresar el amor y la paz en el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Comunidad de María
Queridos hijos:
Es con alegría suprema que hoy su Madre Celeste anuncia la manifestación de Su Comunidad mariana, la que estará integrada dentro de las Comunidades existentes y acogerá a todas las almas que recién dan sus primeros pasos en la consagración a Dios y a Su Divino Plan.
La razón por la cual su Madre Celeste manifestará la Comunidad de María es para que aquellas almas que recién despiertan, puedan recibir el acompañamiento y el amor que necesitan para seguir caminando en la concreción del Plan del Creador.
Esta Comunidad no será diferente a las demás, y en su regazo de amor recibirá a los hermanos que vienen del mundo y que necesitan cuidados e instrucciones especiales.
La Comunidad de María será el corazón de su Madre Celeste, el punto central tanto para los peregrinos, como para los primeros servidores que nacen en estos tiempos al despertar de la vida espiritual.
Será una comunidad misericordiosa, simple, ordenada y verdadera.
Será una comunidad que acompañará y se adaptará a la realidad interior y material de cada ser.
Así como su Madre aceptó a la humanidad como hijos Suyos, la Comunidad espiritual de María, de una manera compasiva y considerada, acogerá con alegría y amor del corazón a todas las almas que estarán ingresando al servicio primario del Plan de Dios y a la Obra de los Mensajeros Divinos.
Hijos, es así que ya estamos en otros tiempos y será fundamental percibir y ver la realidad planetaria; eso ayudará a que las demás Comunidades-Luz ya fundadas, puedan seguir respondiendo a las necesidades de estos tiempos y no queden estacionadas en su propio tiempo o entendimiento.
Es hora de abrir aún más las puertas del corazón, así como su Madre del Cielo les entrega Su Corazón para que puedan vivir en él, todo el tiempo.
Eso es lo que deseo de todos Mis servidores ya formados, que puedan acoger y recibir a los que llegan, con inmenso amor y no con rechazo.
Es hora de que las agraciadas Comunidades-Luz ya fundadas cumplan la misión principal que por su existencia vinieron a cumplir.
Si esos cambios fueran acompañados por todos con confianza y sin recelos, eso ayudará mucho para que su Madre Celeste pueda seguir congregando almas tan diferentes a ustedes, las que también merecen el consuelo y la Misericordia de Dios.
La Comunidad de María no hará diferencia; al contrario, hijos, la Comunidad de María llegará y se manifestará ante sus vidas y corazones para que comprendan y crean que ya estamos en otro ciclo.
Dichosos serán los que confíen en Mis designios, porque nunca carecerán de sabiduría.
La Comunidad espiritual de María es el regalo de Dios para la vida planetaria, vida que en estos tiempos, por sus propias acciones y por los errores humanos, pierde diariamente los códigos de la cristificación.
Por eso, la Comunidad de María llegará para guiar y atender a las almas que nunca aprendieron a servir a Dios, pero que en este tiempo despertarán al llamado interior de Mi Materno Corazón.
Que la Comunidad de María sea la aspiración sincera de los que creen en Dios.
¡Les agradezco por escucharme de corazón!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Postrada ante el sagrado Santísimo de Luz, hoy su Madre comulga de todos los códigos y de todos los méritos alcanzados por Jesús durante Su dolorosa Pasión.
Estos códigos son derramados como infinitas Gracias en los corazones que más lo necesitan y, así, se vuelve a llevar adelante la Obra de la infinita Misericordia de Dios.
Póstrense ante el Señor, así como lo hace su Madre Celeste, para que sus sentidos internos reconozcan la Presencia sublime de Dios, a través del Divino Hijo presente en la Eucaristía.
Reverencien este momento sagrado de poder estar a los Pies del Santísimo Señor, para que muchas más almas miserables, las que no reconocen ni viven la Pasión de Cristo, reciban del Cielo una Gracia inexplicable y renovadora.
Ustedes, Mis hijos, abracen su cruz y suban a lo alto del Monte Calvario, para que sus pecados sean perdonados por la Sangre derramada por el Cordero de Dios.
Lleven hasta lo alto del Monte Calvario el dolor de la humanidad de estos tiempos y transformen toda angustia en alegría y amor.
Que los divinos Códigos del Señor se irradien a todas las almas del mundo a fin de que se establezca la poderosa Misericordia del Redentor.
Sigan postrados ante el Santísimo, uniéndose a este misterio infinito de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Yo Soy la Señora del Amanecer, la eterna y nueva Aurora que trae entre Sus Manos la Gracia de Dios para todos Sus hijos.
Yo Soy la Señora del Amanecer, la que gesta en Su Vientre sagrado una Nueva Humanidad.
Soy la que imparte el Amor de Dios a las criaturas.
Soy la Señora del Amanecer, la que despierta en los corazones las Virtudes de Dios, para que ellas estén al servicio de las almas por medio de los que se consagran al Señor.
Yo Soy la Señora del Amanecer, la que activa en los seres los Soles internos a fin de que la mayoría se ofrende al Plan de Dios.
Yo Soy la Señora del Amanecer, la que anuncia un nuevo tiempo y una nueva raza que será colmada por la victoriosa Misericordia de Dios.
Soy la Señora del Amanecer y guardo en Mi Corazón a las estrellas caídas para que, algún día, por su redención, sean las nuevas estrellas del firmamento redentor.
Soy la Señora del Amanecer y dejo para todos Mi mensaje de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los acompaña,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy estoy coronada por la Santísima Trinidad trayendo hacia sus corazones la Pureza de Dios, aquella pureza tan original que dio inicio a todas las cosas, a la manifestación de la vida y de toda la Creación.
En la Pureza de Dios está el Amor del Padre, aquel Amor que regenera todas las cosas,que hace posible rescatar a los corazones y retirar a las almas perdidas de los infiernos.
Hoy vengo vestida de la Pureza de Dios y coronada por las oraciones de Mis hijos, sabiendo que en estos tiempos es imprescindible reforzar la oración del corazón, no solo para la transformación de la vida sino también para la recuperación y la restauración del planeta.
Hoy vengo colmada de la Esencia de Dios llamada "Pureza Original".
Vengo colmada de aquello que está dentro de ustedes, que vive en sus mundos internos y que siempre los ayudará a religarse con Dios.
Hoy vengo a cerrar un ciclo y a comenzar un nuevo ciclo, por eso vengo llena de la espiritualidad de Dios para purificar sus corazones y vidas, para unificarlos en el Amor de Dios y en el misterio de su gran ciencia en donde una vez se originó todo para esta humanidad, como para otros planetas, para toda la Creación.
Quisiera que supieran, queridos hijos,que esa pureza original que mora en ustedes viene del Universo de Dios, gestada por las santas manos de los Ángeles del Padre, en sus sublimes Fuentes de la Creación.
De ahí, queridos hijos, proviene todo y allí ustedes algún día deberán retornar, con la experiencia vivida del amor y de la redención, con la experiencia vivida del perdón y de la reconciliación, sabiendo que todos los seres humanos, por más imperfectos que sean, nunca perderán la pureza original de sus corazones.
Por eso los invito, queridos hijos, en esta noche, a mirar hacia su interior, a descubrir su universo interior y a encontrarse con Dios en la Llama Viva de Su Pureza Original, en donde no existe pecado, culpa, ni perdición.
Hoy vengo a limpiar sus corazones pero también vengo a cicatrizar sus heridas, buscando en ustedes la pureza del corazón, esa llama viva y resplandeciente que renovará todas las cosas.
Este es Mi principal mensaje para este día, busquen la Pureza de Dios en su interior y podrán ingresar al Reino de los Cielos.
Revivan en estos tiempos el Evangelio de Mi Hijo, para que la pureza en sus corazones pueda despertar.
Ya no busquen queridos hijos la separación, la división o las críticas. Abran sus corazones a la Pureza de Dios y la Pureza del Padre podrá despertar en ustedes en este tiempo.
No compliquen más sus vidas, queridos hijos, hagan las cosas simples en el día a día. Vivan e imiten la Sagrada Familia, para que los tesoros celestiales de la Pureza de Dios, por medio de sus sublimes espejos, puedan reflejarse sobre las almas de la Tierra, que la oscuridad en los corazones desaparezca, pueda triunfar la Luz y el Amor de Cristo en estos tiempos.
Yo los invito en esta noche, queridos hijos, de una forma simple y maternal a reencontrar el camino del corazón en donde no existen las heridas, las culpas, ni los sufrimientos. Crean en ustedes, crean en esa Pureza Original que hay dentro de ustedes, búsquenla por medio del camino de la oración, de una vida misericordiosa, de una vida llena de servicio para con los semejantes.
Así estarán reparando el Corazón herido de Dios y ustedes, queridos hijos, serán ese perfecto bálsamo de amor que concederá al mundo que su Madre Celeste vuelva todos los días para ayudar a los corazones perdidos, para despertar la consciencia planetaria, para conceder en este último ciclo un tiempo más de paz, especialmente en aquellos lugares que no existe.
Den un gran valor queridos hijos, a la oración por la paz en las naciones.
Este simple ejercicio que Mi Corazón les ha concedido realizar todos los días de la semana, orando por aquellas naciones tan sufridas, que viven en la oscuridad y dentro de los abismos del planeta, para que ellas se puedan recuperar y salir adelante. Orando por culturas tan lejanas, por hermanos tan lejanos, que sienten y viven al igual que ustedes la grandeza de Mi Corazón Inmaculado.
Que en este ciclo, queridos hijos todo se pueda renovar y que en esta noche puedan salir de aquí viviendo un verdadero compromiso Conmigo para que Yo pueda retornar todos los días, por un tiempo más, trayendo la luz del Reino de los Cielos y la Misericordia Infinita del Creador.
Porque si Yo no estoy diariamente entre ustedes, queridos hijos, en verdad les confieso, este mundo se desequilibraría tan rápidamente como el pasar de las horas y el planeta se movería bruscamente.
Es la oración de sus corazones, es la oración por las naciones, el servicio, la caridad y el bien, la comunión y la confesión con Mi Hijo, que Me permite volver todos los días al mundo, que me permite traer la Gracia de Dios que el mundo no merece, para que todas las cosas se puedan estabilizar y sobre todo, el eje de la tierra se mantenga en su equilibrio.
Recuerden que Yo Soy la Madre del mundo, la Madre Universal y Madre de la humanidad. Soy la Madre de todos los pueblos, que consuela todos los corazones y todas las vidas, la Madre que está con los pobres y con los ricos, con los que son iguales de corazón y de alma, la Madre que está también con los que son indiferentes y aún no viven a Dios en su corazón.
Yo vengo por todo el mundo, por todas las naciones y todos los pueblos.
Quisiera que esta corriente de oración por la paz en las naciones creciera, que no se sientan limitados, ni tampoco obstaculizados para aprender a orar en diferentes lenguas, para ayudar a los ángeles de las naciones, para que en estos tiempos difíciles ellos cumplan su gran tarea espiritual, con la ayuda amorosa de todos Mis hijos.
Hoy quisiera que no sintieran pena en su corazón, porque si aquí está la Madre de la Vida, la vida se puede regenerar y los sentimientos más profundos se pueden curar. Para Dios nada es imposible, para la Sierva de Dios nada es imposible.
Hoy vengo vestida de la Pureza de Dios para recordarles ese compromiso Conmigo, que por medio de la oración del corazón y de los servicios de amor para con el mundo, todo puede ser renovado y reparado y sus vidas finalmente pueden ser otras, cuando tan simplemente den el paso, así como Yo lo di ante el Arcángel Gabriel.
Hoy no solo vengo a decirles que estaré con ustedes un tiempo más todos los días, sino de la alegría que siente Mi Corazón, el gozo que siente Mi Espíritu al decirles que Mi Hijo también estará aquí todos los días, para traer al mundo la última tabla de salvación para todos los corazones, para todas las religiones, para todos los pueblos, a fin de preparar al mundo durante un año entero, para Su retorno.
Que nadie pierda esta oportunidad de revivir las Palabras de Cristo, de revivir en sus corazones las palabras simples de la Madre de Dios, pero también de volver a estudiarlas como impulsos espirituales presentes para estos tiempos en donde aún tendrán la llave, la llave interior para poder transformarse, así como Dios lo desea, para estos tiempos finales.
Finalmente deseo, queridos hijos, que sus vidas sean Pureza Original y que esa pureza se pueda reflejar al mundo para que las almas despierten de su somnolencia y puedan abrir sus ojos al Reino de Dios, que aún mantiene las puertas abiertas para que muchas almas más puedan ingresar a Su Corazón.
No pierdan esta Gracia, reciban esta Misericordia con toda la humildad de sus corazones, para que en esta noche todo sea renovado , así como Dios lo ha pensado desde el principio.
Yo vengo aquí para traerles el Cielo a la Tierra, la Consciencia de Dios a los hombres, la Verdad a un planeta que vive en mentiras, con el fin de despertar los corazones al gran sentimiento del Amor de Dios, a la filiación espiritual con Su Gran Consciencia Divina.
Digan al mundo que Yo estaré viniendo a ustedes todos los días por un tiempo más, a fin de dejar preparados sus corazones para el tiempo que llegará, que no será un tiempo fácil. Ustedes lo saben, queridos hijos, que el tiempo cambiará, que la humanidad cambiará y su planeta también.
Para eso deben estar preparados y firmes. Deben tomar Mis Palabras y Mis Instrucciones, las Instrucciones de Mi Hijo, como escaleras al Cielo, para que puedan estar protegidos y resguardados por Mi Corazón.
Que Mis palabras sean escuchadas en todas las lenguas; este es Mi más ardiente deseo para este año.
Que Mi mensaje de paz se propague al mundo a fin de que las almas despierten, para que las bombas no detonen en la humanidad y sobre todo aquellos planes que Mi enemigo estimula en los hombres que están ciegos, cerrados de corazón, por no poder ver a Dios.
Los invito al tiempo del gran despertar de la consciencia, al despertar de sus sentidos internos, a salir de lo que es superficial y abrazar a todos sus hermanos con un inmenso amor y una infinita Misericordia.
Así, queridos hijos, a pesar de que todo esté tan duro y difícil en esta humanidad, todo se estará cumpliendo y Yo podré seguir viniendo a ustedes hasta que Dios lo indique, como está escrito en Su Corazón eterno.
Coloquen sus manos en señal de recepción, pues hoy su Madre Celeste, vestida de la Pureza de Dios, la Rosa de la Paz, vine a reafirmar en sus corazones y en los corazones de todo los seres del mundo, el reencuentro con su pureza original.
Agua para bendecir…
Reciban de Mi Corazón esta Gracia que no podrá perderse, pues la Madre de Dios, Madre del Universo y de la Tierra, de los Ángeles y de todas las almas, viene a reabrir la Fuente Espiritual de la Pureza Original, en la almas del mundo que digan "sí" al llamado del Creador.
Que la Fuente del Espíritu Santo descienda sobre este elemento y que todo sea renovado, que las almas despierten a su Fuente original para que todo sea redimido.
Que el agua bautice a las vidas del mundo, redima los pecados y cure a lo corazones de sus más profundas heridas.
Hoy no solo vengo a consagrar a los que han dado el paso a Mi Corazón Inmaculado. Hoy, como Madre de todos y Madre de la humanidad , vengo a renovar esta consagración para todos los presentes y para todos los que escuchan Mi Voz, en los cinco continentes de este mundo.
Que esta agua los consagre a todos, como el agua del Espíritu de Dios que lava las heridas más profundas y que reenciende en las almas la Llama de la Pureza Original.
Hoy cantarán una canción especial para Mí que los hará, en este tiempo, reencontrarse Conmigo todos los días: Mirarte…
Mientras realizan esta canción, Yo me elevo al cielo para algún día retornar y traer hacia sus corazones la misma Paz que Yo vivo en el Reino de los Cielos, para que esta Paz descienda a la Tierra en todos los corazones del mundo.
Yo los bendigo y los consagro, al Inmaculado Corazón del Amor, al Amor inextinguible, al Amor eterno, al Amor incondicional, al Amor perpetuo de la Madre de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Les agradezco.
Hoy llego a una de Mis casas más pobres en el mundo, en donde el espíritu de la caridad y de la reparación se vive plenamente, en donde la Gracia de Dios, por más que no parezca, está allí presente al haber corazones simples, llenos del amor al servicio y a la ayuda a los más necesitados.
Hoy vengo con el deseo ardiente y con la aspiración mayor de que Mis hijos que hoy están visitando esta humilde casa, así como todos los Hijos de María consagrados en Ecuador y el mundo, ayuden piadosamente en la manifestación de Mi primera Capilla, para que en ella sea celebrada la primera misa en acción de gracias por ese presente de Dios.
En segundo lugar, deseo la manifestación y la concreción de la casa de los religiosos, y de las demás instalaciones para que, armoniosamente, existan todos los espacios que son necesarios para llevar adelante la sustentación de la obra de caridad con los niños.
En tercer lugar, deseo que más colaboradores ayuden en el apoyo alimentario y nutricional de los niños, como también en la asistencia médica y odontológica.
Deseo que estos niños que hoy estoy visitando, así como los religiosos consagrados que aquí viven, tengan todo lo que necesitan para poder atravesar estos tiempos en los que la humanidad deberá aprender a vivir la caridad y la misericordia para con sus semejantes.
Si todo esto se cumpliera al cabo de este año, su Madre Celeste promete retornar a la Comunidad Santísima Trinidad para que el Poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bendigan toda la manifestación realizada.
Deseo, por último, establecer un oratorio en donde los niños y sus padres aprendan a rezar el Rosario con el apoyo de todos los Hijos de María.
Si todo esto se llevara adelante con espíritu de verdadero compromiso, les aseguro, queridos hijos, que todos estos niños algún día tendrán dignidad espiritual y podrán ser ejemplo para la próxima etapa de la humanidad.
Estoy feliz por estar entre los más simples. Estoy aquí porque amo a los más pequeños.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Oren cuando la noche parezca caer sobre el cielo de la Tierra.
Oren cuando las dificultades sean grandes y los desafíos parezcan imposibles, porque así, hijos Míos, la Gracia de Dios siempre vendrá en su auxilio.
Oren para que el mundo reciba la cura que tanto necesita, y que ni las guerras ni el caos hagan debilitar la fe de sus corazones.
Oren cuando la oscuridad se aproxime, cuando la soledad parezca infinita y el vacío se apropie de su mundo interior, y perseveren.
De la perseverancia de sus corazones nacerán los méritos para una nueva vida.
De la cura de sus almas nacerán los méritos para la cura del planeta.
Del sol encendido en sus corazones, a pesar de las dificultades, nacerán los méritos para que Aurora vuelva a amanecer en el cielo de la Tierra y en el interior de los seres.
De la fortaleza de sus corazones nacerán los méritos para que los débiles de espíritu puedan volver a erguirse.
En lo invisible de sus corazones construyo el triunfo universal de Dios.
En el silencio de sus vidas les enseño a imitar Mis Pasos y a transformar la Tierra, en el anonimato de una victoria celestial.
Para que el mundo conozca la Gracia de la vida superior, perseveren y tengan fe en lo invisible.
Lo que hoy es un misterio, un día les será palpable. Pero, antes que tocarlo, deben creer, sentir y vivir bajo la Gracia de aquello que no se ve.
Tengan fe y fortalezcan la fe en sus corazones.
La confianza los liberará de las dudas y sabrán reconocer en el propio interior los portales de la nueva vida, porque ya serán parte de ella.
Construyan ahora, dentro de ustedes, lo que los tornará guías de la nueva humanidad, pues, sabiendo superarse a sí mismos y a las dificultades de estos tiempos es que podrán guiar a otros.
Es confiando en lo que hoy les es invisible que podrán guiar a los seres hacia el camino de su redención, aun cuando no hubiera luz sobre el mundo; porque ustedes, hijos, no dependerán de la luz de la Tierra, sino de la luz que ilumina el propio interior.
Oren delante de la duda, oren delante del error, oren delante de las tentaciones, oren delante de la indiferencia, oren cuando se sientan separados y distantes unos de los otros y, más que esto, oren, oren mucho cuando se sientan distantes de Dios.
Hoy Yo les digo, hijos Míos, que un gran misterio se aproxima a sus vidas.
El planeta está ante el parto del nuevo hombre, que será doloroso, pero también está ante una luz que desconocen a pesar de que ella estuvo aquí desde el principio.
Oren para reconocer la verdad, oren para que la verdad pueda estar delante de sus ojos y, aunque ella sea invisible, que la puedan ver.
Los rayos de la Aurora que nacen en el interior de la Tierra ya iluminan una parte del planeta y aquellos que se abran a sus rayos y a su luz jamás estarán en la oscuridad de este mundo.
Oren, hijos Míos, y sientan que Yo Soy parte de esta Nueva Aurora que, así como nace en la Tierra también nace en el Cielo, en lo profundo del Infinito e ilumina todos los espacios, renovándolos con el bálsamo de la Luz de Dios.
Oren para saber confiar, oren para despertar la fe y no se dejen engañar u oscurecer, no se dejen enfriar por esta noche que viven en la Tierra.
Que los rayos de la Nueva Aurora enciendan sus corazones y les revelen un nuevo camino en donde el Cielo y la Tierra se unen, en donde aquella luz, que se encendió en lo profundo de la Tierra, encuentra parte de sí misma en el Infinito. Y en este misterio el Creador les revela que la misma Aurora nace en el Cielo y en la Tierra, y allí está Mi Inmaculado Corazón.
Oren para que más que comprender lo que les digo, puedan vivirlo.
Yo los bendigo, hoy y siempre.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Como un Ave de Luz penetro en los espacios más profundos de la consciencia humana para poder transformarla. En ese lugar derramo la Gracia que emana de los Rayos de Mis Alas, para que Mis hijos se reencuentren con el Padre Celestial.
Allí todo es removido, para que las almas estén libres del cautiverio y de las prisiones de la vida.
El Ave de Luz ingresa en lo profundo de la consciencia para mostrarle al ser humano el tiempo y el momento de su purificación. En todo ese camino, el Ave de Luz disipa y disuelve los abismos de la consciencia, para que los seres de la superficie de la Tierra puedan reencontrar el camino espiritual que los lleva a ingresar en la paz.
Podría ser doloroso desterrar y romper con viejas estructuras, por eso el Ave de Luz ingresa en los espacios de la consciencia profunda, para no dejar ningún rincón oculto dentro del ser, sino que todo sea revelado para que pase por la transformación.
Mientras oran, el Ave de Luz puede llegar a lo más profundo y desconocido; mientras oran y tienen fe, la tarea de su Madre Celeste puede ampliarse.
De esa forma, llegará el día en el que ya no existirán, en Mis hijos, todos los atavismos y reinará la sagrada energía divina del Amor, la que nutrirá al espíritu con un eterno gozo, en una espléndida vida unida al Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Nuestros Sagrados Corazones hoy están aquí, presentes entre ustedes, su Madre Celeste abre las puertas para que una legión infinita de ángeles invada la Tierra, con el fin de derramar sobre esta humanidad las Gracias de Dios, las que una vez la Sagrada Familia de Nazaret recibió en el Pesebre de Belén.
Esos mismos méritos que fueron concedidos a los Tres Sagrados Corazones están llegando, por intermedio de San José Castísimo y de su Madre Celeste, a todas las familias del mundo.
La legión de ángeles que hoy envía su Madre Celeste en dirección a los cinco continentes tiene el Propósito divino de disipar y de desarmar los planes de Mi adversario.
Cada oración que hoy fue pronunciada con la sinceridad de sus corazones, hijos Míos, permitió que los Sagrados Corazones expandieran sus Gracias sobre este mundo sufrido y dividido.
Quisiera que ese mismo impulso espiritual emergiera de sus corazones para que una nueva familia espiritual nazca, primero en sus esencias, para después emerger en la consciencia de la humanidad, libre de separaciones, ultrajes e indiferencias.
Hoy, la Sagrada Familia llega por intermedio de sus corazones a las familias que son esclavas del trabajo, de la explotación manual y de la venta de miles de vidas inocentes, que están presas por las cadenas de otros hombres en este mundo.
Sus oraciones llegaron a todos esos corazones que perdieron la fe y la confianza en Dios, porque sus vidas estaban completamente vacías.
Por último, quisiera, hijos Míos, que en este día de bendición espiritual ofrecieran la Eucaristía por la reparación interior de los corazones heridos por tantos ultrajes y explotaciones.
Agradezco a los que hicieron posible Mi venida a la Argentina y espero estar pronto junto a Mis hijos para alabar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Guadalupe, Madre de las Américas
En este día especial, queridos hijos, en el que celebramos las Apariciones de la Virgencita de Guadalupe con gozo y alegría, su Madre Celeste retorna a la Argentina y esta vez a Mar del Plata para llevar adelante, por medio de este encuentro de oración, una misión planetaria y al mismo tiempo regional.
En primer lugar, deseo enviar Mis más cálidos saludos maternales a Mis hijos de México, porque hoy se cumple un año de que la Virgencita de Guadalupe volvió a tocar suelo mexicano.
En segundo lugar, quisiera dirigir Mis Palabras de Amor a todos los hijos de Argentina y de la región del Cono Sur, por haberse adherido y unido al importante llamado de oración por los desaparecidos en el Océano Atlántico.
Es de esa forma, hijos Míos, que hoy su Madre y Reina de Guadalupe vuelve después de tan poco tiempo a la Argentina para poder ayudar a la nación espiritualmente y, de manera especial, a todos los que aquí viven.
Quisiera, queridos hijos, que esta Vigilia de Oración fuera dedicada en este día, no solamente a la realidad que vive la Argentina, tanto en la sociedad como en el pueblo, sino que también fuera dedicada a todas las demás naciones del mundo, especialmente a las naciones de América Latina que están enfrentando las grandes pruebas del fin de los tiempos.
Hoy también envío Mis ayudas maternales y espirituales a Honduras, para que vuelva a encontrar la Paz y la verdadera Justicia en este tiempo de crisis en la humanidad.
Que cada oración, que hoy será ofrecida por cada corazón humano, sea sincera y verdadera para que todas las súplicas toquen el amoroso Corazón de Dios y Él, en Su Infinita Gloria, derrame Gracia y Misericordia sobre las naciones del mundo.
Vuelvo a decirles, Mis amados hijos, que la Vigilia de Oración por la Paz en las Naciones ahora es el deber fundamental y el compromiso de todos los orantes, sabiendo que, en estos tiempos en que se desencadenan conflictos y luchas sociales, es urgente la intervención celestial sobre ciertas naciones del mundo; eso reconstruirá la consciencia humana y su propósito cósmico a nivel espiritual.
Que cada nueva Vigilia de Oración sea dedicada con un fervoroso amor del corazón para que las puertas a la Compasión Divina sean abiertas y para que, en estos tiempos, todo sea curado y reparado.
Agradeceré a los grupos de la Red-Luz planetaria que continúen visitando los Centros Marianos como también que se aproximen a las Comunidades-Luz para ayudar y servir en cada tarea.
Será imprescindible, en este ciclo, trabajar para proteger las bases fundacionales de la Obra de los Mensajeros Divinos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
Deja que la voz del corazón salga de lo profundo del alma, para que siempre puedas reconocer la Gracia de estar unido a Dios.
La voz del corazón es pacífica, es el fuego que proviene del espíritu, el que repara todas las cosas.
Deja, hijo Mío, que siempre emerja de ti la voz del corazón, para que, así, se establezca entre tu ser y el Universo la comunión con Dios.
Vive todos los días a través de la voz del corazón para que, de ciclo en ciclo, aprendas a superar tus miedos y todas las incertidumbres.
Deja, hijo Mío, que la voz del corazón pueda guiarte a buscar lo puro y lo verdadero, para siempre reencontrar el camino seguro que te conducirá hacia los Brazos de Mi Amado Hijo.
Que la voz del corazón pueda indicarte los nuevos pasos rumbo al encuentro del espíritu íntimo de cada ser.
¡Que despierte en Mis hijos la voz del corazón para que el mundo herido sea curado!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
En la víspera de esta Natividad del Señor, quisiera que todos Mis hijos trabajasen, todos los días, bajo el espíritu de la alegría y del amor por estar sirviendo a Dios.
Quisiera que en sus rostros se reflejase su sonrisa por recibir esta próxima Natividad como algo especial y único, para que así también el espíritu de las familias siga siendo ayudado.
Para eso, hijos, los invito día a día a renovarse, a estar en Cristo y por Cristo, viviendo cada momento como algo primordial, sabiendo que todo lo que hagan repercutirá en el mundo.
Quisiera que sus labios no se cansaran de alabar al Señor, por que grande es Su Gloria y Su Misericordia para con el mundo; mundo que necesita en este tiempo de infinitas intervenciones y gracias.
Celebren todos los días y no se cansen de hacerlo; celebren de corazón y háganlo por sus hermanos del mundo que pierden el sentido de vivir y la oportunidad de amar, así como Yo les enseño todos los días.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
En este 1° de diciembre, en el comienzo de la preparación interior para la Natividad de su Maestro y Señor, quisiera que por medio de la presencia de cada pesebre en los hogares del mundo, despertara en ustedes, definitivamente, el Cristo interior.
Esto ayudará a que toda la consciencia humana sea redimida y reciba desde el Universo una Gracia a fin de revertir todos los errores cometidos por medio de la división de las familias, de la explotación de los niños y de las niñas, de toda la perversión de la actual juventud.
Queridos hijos, ustedes, con la dulzura de sus corazones al haberme respondido al llamado para la manifestación de los pesebres, han permitido que su Sagrada Madre trabajase en los núcleos familiares que se están corrompiendo por la falta del verdadero amor y de la sincera paz.
Queridos hijos, Mis Rayos de Misericordia hoy penetraron en las capas más oscuras del mercado negro de la humanidad, en donde Mi adversario ríe y juega con millones de vidas humanas.
Desde ese perdido y oscuro lugar, su Madre Celeste, con la ayuda de todos los santos que hay en el Cielo y en Tierra, rescató y evitó que las esencias de muchos corazones humanos se extraviaran.
Quisiera, Mis amados hijos, que hoy pudieran comprender el significado y la victoria generada por medio de la amorosa y sincera adhesión de todos los hijos Míos que dedicaron su día a construir el Sagrado Pesebre.
La presencia de la Sagrada Familia, en estos tiempos y en la actual humanidad, evitará muchos acontecimientos, la mayoría de ellos, por medio de la intercesión de los Tres Sagrados Corazones.
Les dejo, en esta noche de Gracia, esta reflexión y este mensaje para que lo mediten, para que crean que sus vidas y sus manos son útiles para Dios y para la concreción de Su Divino Plan.
Por último, envío todo el Amor de Mi Corazón a Mis pequeños hijos de Angola, diciéndoles que aún está vigente y presente Mi victoriosa visita a las tierras africanas de Ruanda, Angola y Kenia.
Desde ahora, agradeceré que vayan preparando sus corazones para responder a ese llamado y para acompañar a su Madre Celeste.
¡Les agradezco por hoy estar Conmigo!
Por el triunfo del Plan de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todos los días y a toda hora rezo, incansablemente, por los hijos que en este ciclo no consiguen dar sus simples pasos hacia la confianza absoluta en Dios.
Por eso, con Mi Corazón de Madre, imploro al Padre Celestial por los corazones que todavía son tibios y no se animan a vivir el gran sacrificio por amor a Cristo.
Rezo por los que dan pasos hacia atrás y por los que, por diferentes razones, han endurecido sus corazones a Dios, no dejando pasar ni siquiera un rayo de Mi Gracia.
Incansablemente, Me apoyo en los corazones que se esfuerzan, en los corazones que se entregan y que no se preocupan por las horas del día, solo se concentran en poder aliviar a Dios de tantos desconsuelos humanos que Él recibe.
Por eso, hijos, su Madre Celeste está aquí para ayudar a los que enfrían su corazón sin percibirlo y pierden de nuevo la Gracia de amar y de vivir sin condiciones, llenos del Júbilo de Dios.
Recen Conmigo todos los días por sus hermanos, por aquellos corazones y vidas que no conseguirán dar el paso si prevalecen sus ideas y sus deseos.
Al menos, hijos Míos, alcancen misteriosamente el Reino de Dios por la oración del corazón y así ayudarán a los que ya no confían en los Designios del Padre.
Escuchen Mi pedido.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más