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La Comunidad de María
Queridos hijos:
Es con alegría suprema que hoy su Madre Celeste anuncia la manifestación de Su Comunidad mariana, la que estará integrada dentro de las Comunidades existentes y acogerá a todas las almas que recién dan sus primeros pasos en la consagración a Dios y a Su Divino Plan.
La razón por la cual su Madre Celeste manifestará la Comunidad de María es para que aquellas almas que recién despiertan, puedan recibir el acompañamiento y el amor que necesitan para seguir caminando en la concreción del Plan del Creador.
Esta Comunidad no será diferente a las demás, y en su regazo de amor recibirá a los hermanos que vienen del mundo y que necesitan cuidados e instrucciones especiales.
La Comunidad de María será el corazón de su Madre Celeste, el punto central tanto para los peregrinos, como para los primeros servidores que nacen en estos tiempos al despertar de la vida espiritual.
Será una comunidad misericordiosa, simple, ordenada y verdadera.
Será una comunidad que acompañará y se adaptará a la realidad interior y material de cada ser.
Así como su Madre aceptó a la humanidad como hijos Suyos, la Comunidad espiritual de María, de una manera compasiva y considerada, acogerá con alegría y amor del corazón a todas las almas que estarán ingresando al servicio primario del Plan de Dios y a la Obra de los Mensajeros Divinos.
Hijos, es así que ya estamos en otros tiempos y será fundamental percibir y ver la realidad planetaria; eso ayudará a que las demás Comunidades-Luz ya fundadas, puedan seguir respondiendo a las necesidades de estos tiempos y no queden estacionadas en su propio tiempo o entendimiento.
Es hora de abrir aún más las puertas del corazón, así como su Madre del Cielo les entrega Su Corazón para que puedan vivir en él, todo el tiempo.
Eso es lo que deseo de todos Mis servidores ya formados, que puedan acoger y recibir a los que llegan, con inmenso amor y no con rechazo.
Es hora de que las agraciadas Comunidades-Luz ya fundadas cumplan la misión principal que por su existencia vinieron a cumplir.
Si esos cambios fueran acompañados por todos con confianza y sin recelos, eso ayudará mucho para que su Madre Celeste pueda seguir congregando almas tan diferentes a ustedes, las que también merecen el consuelo y la Misericordia de Dios.
La Comunidad de María no hará diferencia; al contrario, hijos, la Comunidad de María llegará y se manifestará ante sus vidas y corazones para que comprendan y crean que ya estamos en otro ciclo.
Dichosos serán los que confíen en Mis designios, porque nunca carecerán de sabiduría.
La Comunidad espiritual de María es el regalo de Dios para la vida planetaria, vida que en estos tiempos, por sus propias acciones y por los errores humanos, pierde diariamente los códigos de la cristificación.
Por eso, la Comunidad de María llegará para guiar y atender a las almas que nunca aprendieron a servir a Dios, pero que en este tiempo despertarán al llamado interior de Mi Materno Corazón.
Que la Comunidad de María sea la aspiración sincera de los que creen en Dios.
¡Les agradezco por escucharme de corazón!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que reine la paz en los corazones que oran.
Que esta paz se expanda más allá del mundo interior.
Que la paz alcance grandes regiones del planeta y que todo sea redimido.
Que todos los creyentes celebren la victoria del Redentor, porque este es el día del Júbilo de Dios, ya que Su Plan se ha cumplido a través de Su Amado Hijo.
Que hoy nadie dé un paso hacia atrás.
Que los valientes sigan caminando por el Sendero de Mi Hijo, para que algún día lo puedan encontrar cara a cara.
Que este día represente, para todos, el momento de Su Ascensión.
Que los apóstoles de Cristo ya puedan plasmar su compromiso con el Maestro y Señor, ya que la Tierra necesita seres redimidos, almas abnegadas que carguen con amor su propia cruz.
Que toda esencia hoy pueda ser colmada del espíritu de la Resurrección del Señor, porque ya es tiempo de que los caminantes en Cristo vivan y lleven adelante la preparación de Su esperado y segundo Retorno.
Que todos sean llamados a vivir la eterna Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Entra en lo más profundo de Mi Corazón y encuentra el Jardín Divino de las Rosas; allí, cultiva tus aspiraciones de servir a Dios.
Permite que cada etapa se cumpla para que se realice, por encima de todo, la Sagrada Voluntad de Dios.
Quédate en Mi Jardín Divino de las Rosas todo el tiempo que necesites, él siempre estará abierto para recibirte, para que reposes tu cuerpo después de duras batallas y de arduos trabajos.
Solo siente los aromas sutiles de Mi Jardín y recuerda que allí Yo siempre estaré para recibirte, para abrazarte y auxiliarte, así como lo hago con cada uno de Mis hijos.
Quédate dentro de Mi Jardín Divino de las Rosas, siente la verdadera libertad de tu alma y la liberación de tu consciencia de las prisiones de la vida.
Recógete dentro de Mi Jardín Divino de las Rosas y siente la paz que nunca termina, la alegría que siempre emana, el gozo espiritual de estar en Dios; allí no hallarás ningún mal, al contrario, dentro de Mi Jardín no existe el sufrimiento, la culpa o el error.
Sumérgete dentro de las Rosas de Mi Jardín y siente la belleza de servir a Dios incondicionalmente, como también el júbilo de estar cumpliendo Sus más preciados Designios.
Y, finalmente, en el centro de Mi Jardín encontrarás a Jesús, quien te renovará la vida y te mantendrá entre Sus Brazos para que sientas el Universo infinito de Su Amor y de Su Misericordia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Deja nacer la Luz de Dios en tu interior
Querido hijo:
Todo pasará, confía plenamente en los designios que vienen de lo Alto y tu consciencia no sufrirá por ninguna resistencia.
Deja que la Voluntad impregne tu ser para que se cumpla el Proyecto de Cristo en tu vida.
Participa de las grandes decisiones del Plan y únete, incondicionalmente, a ellas. Así, hijo Mío, sabrás por dónde caminar, sabrás qué dirección tomar y no estarás perdido.
Cree que por encima de todo y, más aún por encima de ti, es el Padre quien gesta todo bajo el Principio de Su Pensamiento infinito.
Hoy vengo para hacerte la propuesta de vivir los cambios que son necesarios para que la Obra se construya en unión con tus hermanos.
Así, con un ánimo renovador, en una unidad inquebrantable, lleva adelante, con alegría y no con desánimos, la parte del Plan que te corresponde en esta nueva etapa.
Eso te impulsará siempre a salir de ti mismo, a no dejarte sumergir en dolencias internas innecesarias, las que más tarde enferman al cuerpo a causa de su resistencia.
Deja que el Propósito Divino quiebre todas las estructuras dentro de ti.
Deja que Mi propio Hijo haga de ti el diseño perfecto de Su Divina Voluntad.
Así, querido hijo, ya no demorarás tus pasos y abrirás las puertas para que otros hermanos reciban grandiosas oportunidades como las que tú recibes en este tiempo.
Ya no tengas miedo de decir “sí”.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Señor se agrada por quien siempre se sacrifica de corazón y nada reclama.
El Señor se siente amado por quien se sacrifica y acepta con alegría cada nuevo desafío; porque, al fin de toda labor, aquel que en verdad se entregó sin condiciones ni reglas, descansará en los Brazos del Señor.
Vive con alegría y no con incomodidad todo aquello que te pidan que hagas porque, en verdad, detrás de cada pedido existe una coyuntura cósmica ajustada por la Voluntad de Dios.
Vive el sacrificio como un acto de reparación permanente del Corazón de tu amadísimo Señor Jesucristo y así encontrarás las puertas abiertas hacia Su Divina e Infinita Misericordia.
Cada vez que no vives o que rechazas mentalmente algún sacrificio, pierdes la gracia de aprender a liberarte de ti mismo y de todas tus condiciones humanas.
Ten lo siguiente bien claro dentro de ti, los verdaderos obreros de Cristo se sacrifican dos o más veces que el resto y ellos reciben del Señor todo lo que necesitan espiritualmente. Cada sacrificio, que ellos viven, hace que no teman el morir para sí porque en realidad son parte del Cuerpo Místico de Cristo y eso los santifica, día a día.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si aún una parte de tu ser no cree que Yo estoy aquí, ¿por qué tú aún estás aquí?
¿Acaso Yo no estoy aquí, que Soy tu Madre?
Ten, en primer lugar, gratitud por todo lo que vives y por todo lo que experimentas.
Ya no intentes escapar de la realidad que te rodea porque, en verdad, hijo, estarás escapando de ti mismo, y en donde tú escojas estar, estarás siempre contigo, cargando con la misma cruz hacia todos lados.
Ten la consciencia interior de que no podrás cambiar el mundo, y ni siquiera a las personas, de la noche a la mañana.
Acepta con una alegre resignación la prueba que en este tiempo te envía el Cielo.
No serás mejor o peor estando lejos de la realidad que podría estar perturbando tu corazón.
Vive cada experiencia como una posibilidad única de ampliar tu amor y tu renuncia.
No dejes que tu mente y que Mi adversario te engañen.
Desconfía de todo lo que viene de ti y de lo que procesa tu mente, porque si te quedas en ese lugar siempre hallarás un gran obstáculo.
Comienza haciendo el cambio que tanto esperas, primero dentro de ti, y no intentes, de ningún modo, cambiar el Plan, el destino ni los acontecimientos.
No creas que en este mundo encontrarás cosas perfectas. Sé inteligente de verdad, y no permitas que las dudas borren y desvanezcan la fe de tu corazón.
Acepta, por encima de ti, el destino en el cual te ha colocado el Universo. Y si tanto quieres que las personas y las cosas sean perfectas como tú las necesitas, comienza dando el ejemplo en la paciencia, en el esfuerzo y en el servicio, sin querer escapar o esconderte de la verdadera necesidad para no sentirte cansado.
Vive tu Getsemaní con inteligencia y deja que solo te invada el constante amor de tus semejantes, amor profundo que nunca antes has vivido.
Busca, hijo, la verdad en lo que es simple y sencillo, y no en lo que te deleitaría como perfecto y pleno. Si entregaste tu vida en las Manos de Dios, Sus propias Manos te colocaron en este lugar, en donde debes servir incondicionalmente; y hoy te lo dice tu Madre del Cielo, lo declaro sin intermediarios.
Ten gratitud y expándela, para que los demás puedan reconocer en ti a un Nuevo Cristo que acepta, que comprende y que ama más allá de sí mismo y de cualquier expectativa.
Trabaja todos los días por tu redención en base a profundos actos de amor y de servicio, y te aseguro que las dudas, o incluso los desacuerdos, no estarán más en ti, sino que morirán en la boca de quien los emite: Mi rival.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Gracia y la Alegría de ser Fiel
Queridos hijos:
Hoy quiero contarles una historia para que, inspirados por Mi ejemplo, puedan dar nuevos pasos en los tiempos que se aproximan. De esta forma, vengo a despertar en sus corazones la Gracia y la alegría de la Fidelidad.
Dios Me llamó para cumplir Su Voluntad, mucho antes del Nacimiento de Jesús, antes, incluso, de que Yo llegara a este mundo; así como Él los llamó a cada uno de ustedes.
Aún siendo pequeña reconocí el Llamado y la Voluntad de Dios, y a lo largo de Mi Vida en la Tierra una y otra vez tuve que confirmar Mi Fidelidad para con el Creador. Mi Corazón pertenecía al Señor desde el principio, pero eso no lo dejaba libre de dificultades y de padecimientos.
Su Madre Celeste tuvo que superar muchas pruebas espirituales, materiales, mentales y emocionales, como parte de la humanidad. Lo mismo tuvieron que vivir Mi Hijo y San José Castísimo.
La humanidad de aquella época, hijos, era precaria y escaso era el amor en sus corazones. Por eso Dios enviaba al mundo un impulso tan grande de Amor y de Verdad a través de la Sagrada Familia. Pero, para que este impulso se hiciera vida, Nosotros, como parte de la consciencia humana, tuvimos que trascender esa condición de limitación y romper las capas del desamor y de la ignorancia para cumplir lo que nos fue pedido.
Por cada prueba que el Creador Me concedía vivir, Él también dejaba emerger un Don en Mi Inmaculado Corazón. Cada vez que Me confirmaba delante de Dios, veía emerger la Fortaleza del Padre y Su Gracia, y era en Él, que encontraba la fuerza para proseguir.
Así fue cuando el Espíritu Santo gestó en Mi Vientre al Mesías. Así fue cuando llegamos a Belén y no había lugar en los hospedajes. Así fue cuando mandaron a matar al Niño y, a pesar de huir con Él, sentí en Mi Pecho el dolor de cada madre que perdía a su hijo injustamente. Así fue cuando lo perdimos en Jerusalén. Así fue cuando Él fue negado en Galilea y cuando escuchaba los insultos proferidos al Hijo de Dios, por la ignorancia y la ceguera humana. Mis Ojos, que veían la Verdad más allá de cualquier comprensión, tuvieron que superar las injusticias causadas por la ceguera de los hombres, y todo lo viví en silencio.
La Gracia y el Don de Dios también emergieron en Mi Interior, cuando Jesús fue condenado, flagelado y subió al Calvario, únicamente con el Poder de Su Amor. Yo sentí cada Llaga Suya en Mi Pecho, y cada "sí" que Él le decía al Padre, Yo lo repetía en Mi Interior.
De la misma forma, perseveré Fiel a Dios, cuando lo vi expirar. Y en la misma certeza Me mantuve cuando Él resucitó y ascendió a los Cielos, dejándome la misión de seguir con Sus Apóstoles y compañeros, fortaleciéndolos hasta el final.
En la misma Fidelidad Me mantuve cuando el Señor Me elevó a Su Reino y allí Me entregó, no solo el Cetro de la Paz, sino también la Maternidad de toda la Creación, para que, de la misma forma como fui Fiel en la Tierra, Yo lo fuera en el Cielo; y así como acompañé la Pasión de Mi Hijo, acompañara hoy la Pasión de este planeta y de cada uno de Mis hijos.
Yo los veo sufrir y siento su dolor en Mi Corazón. Así como sentí cada Llaga de Jesús, hoy siento cada llaga de cada uno de Mis hijos de la humanidad y, en ningún momento, hijos Míos, deseé que fuera diferente.
Solo quiero ayudarlos a crecer, como vi crecer al pequeño Jesús. Vengo a enseñarles a ser fieles y a no dejarse desanimar por las pequeñas o grandes dificultades de esta vida.
El Calvario de este mundo está en el principio, y les falta mucho aún para vivir plenamente el Amor que se esconde en sus corazones.
Dios los probará en la fidelidad y en la perseverancia, como probó a cada uno de los que Él más ama. Y Yo estaré a su lado, ayudándoles a renovarse, siempre y cuando abracen la cruz y den los primeros pasos.
Descubran, hijos amados, que la fidelidad a Dios trasciende la vida en la Tierra, trasciende su pequeña comprensión. Aprendan a amar Su Plan por encima de todas las cosas, y fortalezcan su vínculo con Él, para que los Cielos y la Tierra pasen, y ustedes se mantengan fieles y firmes en el Propósito que Él les entregó.
Yo los amo y hoy les dejo la Gracia y la alegría de la Fidelidad, para que, a pesar de todo, la hagan florecer y la multipliquen con ejemplos y con amor, en los corazones de sus hermanos de este mundo.
Yo los bendigo hoy y siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Querido hijo:
El silencio, la oración y la perseverancia harán de tu vida un nuevo ser, porque tu ser recibirá los Dones del Cielo que necesita para vivir en la Voluntad de Dios.
Recibe entonces, todo lo que hará de tu consciencia una consciencia nueva que será impulsada a superar barreras, trascender obstáculos y alcanzar el infinito.
Que en este tiempo todo sea transformado, desde lo más interno hasta lo más externo, con el fin de atraer hacia este mundo las Gracias que el planeta y su humanidad necesitan.
Ten coraje, valentía y empeño. El Señor, que es tu Dios, y Nuestros Sagrados Corazones te ayudarán a dar el gran paso, paso que influenciará a todos los demás hermanos que en algún momento se animarán a dar el paso por toda la humanidad.
Que tu corazón resplandezca de alegría, júbilo y gratitud; porque así la Tierra entera se transformará y, a tiempo, el mal será vencido y disipado de esta preciada raza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Tesoros espirituales e internos fueron preciosamente entregados a los corazones que se abrieron para recibirlos durante estos dos últimos días de oración misericordiosa. Frutos incontables fueron entregados en las manos de los que fueron consecuentes con la tarea de la oración misericordiosa.
Ahora, llegó el momento de vigilar y hacer de esos presentes espirituales, verdaderas joyas que llegan desde el Universo Espiritual a los más necesitados.Todo esto es obra de la Divina Fuente, por causa del Propósito y, al mismo tiempo, de la Justicia.
Quien tenga oídos para oír que oiga, pues el Señor, invisiblemente, ha entregado un legado interno a las almas que desde el principio le dijeron sí y le respondieron. Esto es motivo de alegría porque, algo tan espiritual e importante que nunca sería recibido por las almas, hoy fue depositado perfectamente en las esencias que, una vez más, se abrieron al Amor del Creador.
Una nueva fase comienza, las almas ya no serán las mismas de ayer ni del pasado, ya son otras a partir de hoy.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo al mundo a liberarlo de sus amarras, a sacarlo de sus prisiones, a llevar a todos Mis hijos al eterno despertar.
Vengo al mundo a retornar la esperanza perdida por el corazón humano, a dar vida espiritual a todo lo que ya está muerto internamente.
Vengo al mundo a plantar las semillas de la Nueva Humanidad y a llevar a Mis hijos a sumergirse en la Fuente de la Purificación.
Vengo al mundo a dar testimonio del Amor para que este Amor se viva entre las criaturas que aún no se aman.
Vengo al mundo a ayudar a disolver el pecado y para que la alegría regrese a los corazones heridos y entristecidos.
Vengo al mundo por los que Me llaman, por los que Me esperan y por los que Me buscan en sus pequeñas vidas.
Vengo al mundo por los que Me claman, por los que piden una Gracia Mayor a Dios, Nuestro Señor.
Vengo a traer todos los días la paz y a concederles a Mis hijos el momento de su redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Descansa interiormente en Mis brazos, porque Yo te tendré en Mí al igual que a Jesús.
Descansa en la alegría de saber que todo se transformará y que alcanzarás la tan esperada meta.
Descansa en Mis brazos, sabiendo que cada etapa es un desafío nuevo a superar para vencer los miedos.
Descansa en Mis brazos, hasta que Yo consiga hacerte dormir en Mi regazo de Madre.
Descansa en Mis brazos de todo aquello que perturba tu corazón y que genera la falta de fe.
Descansa en Mis brazos, porque ha llegado la hora de reposar en el Corazón de Dios hasta que las almas sientan el ardor del Amor del Padre.
Descansa en Mis brazos en confianza, porque tengo algo especial para cada hijo Mío.
Solo descansa en Mis brazos, porque así te daré la fuerza para transformarlo todo. Confía.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Es una alegría ver, en este día, almas en consagración que aspiran a vivir el Plan de Dios; almas que, a pesar de todas las circunstancias, perduran en el tiempo impulsadas por la fe y el amor a Cristo, Mi amado Hijo.
En las almas consagradas está el refugio de Mi Hijo, en donde Él puede encontrar consuelo y alegría cuando cada ser ofrece aunque sea lo más pequeño de sí para que Él pueda reinar a través de ustedes.
Hoy, lavo sus manos, queridos hijos, para que ellas sean benditas.
Hoy, lavo sus rostros para que sus ojos se abran, día a día, al Divino.
Lavo sus pies para que estén purificados y ustedes se abran para dar nuevos pasos en sus caminos.
Lavo sus heridas para que sean cicatrizadas y ningún alma pierda la alegría de reencontrarse con Dios.
Que hoy cada parte de sus seres sean lavada por el agua que proviene de la Fuente, que nutre la vida del espíritu y de la consciencia.
Que las almas consagradas reciban los impulsos de los Dones del Espíritu Santo, para que todo se renueve y en el próximo amanecer sean despertadas por la esperanza y la profunda fe.
Que las almas, que se consagran, renueven sus votos con el Plan de Dios; porque si su fe las ha traído hasta esta parte del camino, es porque están caminando onmigo hacia el reencuentro definitivo del amor y de la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi Divino llamado!
Los vivifica en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando se cumplan los veinticinco años de Mi Obra, de Mi misión con ustedes, la Obra será conocida en el mundo entero y será el momento en el que la humanidad deberá dar el último paso hacia su redención total.
Hoy, los observo con ojos de Misericordia y, deseo, como ya les dije, que estén en Mis brazos para que la Gloria del Padre los acoja y haga de sus almas seres libres en la Luz.
Hijos Míos, necesito que en este tiempo Me acompañen con una alegría inmensa en sus corazones, porque así el sufrimiento de sus vidas desaparecerá de la noche a la mañana.
Confíen en que Mi Gracia se aproxima a ustedes para colmarlos con los dones de la Misericordia de Dios.
Quisiera que sus almas gobernaran sus vidas en cada momento, para que en todo vieran el Amor de Dios manifestado en la vida planetaria.
Están en un ciclo culminante, a las puertas de una nueva etapa que comenzará a mostrarles los momentos importantes de su transformación.
Sigan adelante, sin importar lo que suceda, el Señor tiene piedad por cada uno de ustedes.
Llegó el momento de decidirse, ya no hay tiempo, y el Padre y todo el universo Nos llaman para una tarea mayor. ¡Adelante!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los santifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Alégrate por lo que has alcanzado y no te entristezcas por lo que aún no has vivido.
Sé ese instrumento vital en las Manos de Dios, que está al servicio de la Voluntad Única.
Deja atrás las influencias del mal. Cree, a pesar de cualquier obstáculo, en la fuerza y en el poder de Mi Corazón Inmaculado, despréndete así de lo que es viejo y recalcitrante, de todo lo que cristaliza la vida del espíritu.
Es decir, inténtalo cada día hasta que logres conseguirlo, no con métodos sofisticados ni tampoco con fórmulas, sino a través de la gran llave del amor.
Perdona y no te canses de hacerlo, la condición humana es algo genético, hereditario y milenario, la propia vida de una consciencia encarnada no sería suficiente para purificar y transformar algo que tiene siglos.
Pero la sagrada energía crística es la que redime cualquier condición de la consciencia y es la que permite reinsertar al alma en el lugar espiritual que le corresponde.
Esa energía crística de amor todo lo puede, porque quien se abre para recibirla pierde el control o el dominio que tiene sobre muchas cosas.
Es el Amor misericordioso de Mi Hijo que los llevará a reencontrar su verdadera esencia y su verdadera unión interior con el Padre-Madre Creador.
En esta hora no busques resolver todo, primero entrégate en confianza al Universo y nunca te faltará la paz.
El proyecto de la humanidad aún está en su fase de redención. Por eso no quedará nada sin que sea removido para que surja al fin el verdadero ser de superficie.
Confía en lo que digo y así será.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los eleva con amor al Reino de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos y apreciados hijos orantes:
Mientras nuevas puertas de Luz se abren, otras puertas inciertas se cierran, y la consciencia espiritual de algunas naciones se ve libre de los males generados por los constantes errores.
Venezuela y su pueblo, tan queridos por Mí, deben estar finalmente libres de ese cautiverio en el cual fueron colocados. Así, a través de la fuerza de la oración permanente de todos, el gran y último nudo se desatará; y el pueblo, sin violencia ni maltrato, se liberará de toda esa cadena de errores.
Sigan orando con fe, a pesar de lo que suceda o de lo que vivan, queridos hijos de Venezuela. Yo soy su inseparable Madre y vengo a conducirlos por el camino de la verdadera libertad que Mi enemigo no conoce.
Confíen en Mí y Yo siempre les abriré las puertas al amor y no al sufrimiento.
Con fe y esperanza, proclamen la victoria que ha logrado Mi amado Hijo en ustedes y sean sus nuevos testigos, para que el amor y la redención puedan triunfar.
Recuerden que parte de lo que hoy viven es consecuencia del maltrato a los Reinos de la Naturaleza, principalmente al Reino Mineral.
Con Misericordia y Piedad, pidan que la compasión del Padre Celestial se derrame sobre todo su amado pueblo y que su Madre Celeste pueda tener el primer lugar como regente de Venezuela.
Con la dulzura de Mi Inmaculado Corazón, nuevamente los invito a la paz, porque en la paz encontrarán el camino, la verdad y la renovación de sus vidas.
No bajen los brazos, perseveren y demuéstrenle al universo que saben trascender los errores de sus semejantes con actos de plena Piedad y Misericordia.
Quiero de su pueblo el triunfo del amor para que pronto se acaben el hambre, el saqueo y la guerra.
Rezo para que su nación retorne a la alegría de vivir la paz nacional.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los apoya incondicionalmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de Mi Inmaculado Corazón, Corazón del Dios Vivo, tengo la autoridad y la plena Gracia de poder liberarlos de cualquier dolor o error.
Es a través de Mi Corazón confiante que Yo les doy la posibilidad de hacer de sus caminos, preciosos senderos de luz y de amor.
Quien se une a Mi Corazón, debe saber que compartirá Conmigo la alegría que Yo siento, como también la angustia que Yo veo en todos Mis hijos del mundo.
Quien vive en Mi Corazón, sufrirá Conmigo y todo lo soportará por el bien de este planeta enfermo y por la redención de los que todavía no se postularon como servidores de Cristo.
En Mi Inmaculado Corazón, Yo les revelo la Divina Voluntad de Dios y el fiel propósito de cumplirla por encima de todo.
Día y noche, momento tras momento, los invito a reencontrar Mi Inmaculado Corazón, para que en sus vidas pueda despertar el sentimiento de silencio y de paternidad con sus semejantes.
En Divina Fraternidad, Yo los invito a vivir, para que de a poco la historia de esta humanidad vaya cambiando de rumbo y se vuelva a reescribir un destino de luz y de redención.
Es así que todos los días los invito a vivir en Mí, para que Yo pueda obrar en cada uno de ustedes, así sus dudas se disiparán y reinará la Paz y la Sagrada Confianza de Dios.
Yo los invito permanentemente a ser Mis instrumentos de Paz en el mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los reúne en Jesucristo,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Escuchen con atención: el amor siempre triunfará y por más difícil que parezca vivirlo o manifestarlo, él existe dentro de cada ser.
Ese amor divino lo puede todo, lo perdona todo, lo soporta todo, así como Mi Hijo lo vivió por todos.
No existe otra fórmula de ese amor que todo lo entiende, todo lo comprende, todo lo resiste en el más absoluto silencio.
En esta hora aguda del planeta el amor se podrá expresar abiertamente en los seres.
Es ese amor que actúa por encima de todo y que, al mismo tiempo, puede redimir lo que parecería imposible.
El amor triunfa en la vida de los que se rinden, de los que se entregan, de los que aceptan aquello que tal vez no merecerían, porque es tan grandioso y victorioso ese amor, que él puede redoblarse y expandirse bajo tres vertientes: en la gratitud, en la alegría y en la esperanza.
Además de esos tres pilares el amor también tiene su expresión en la bondad, en la misericordia, en la compasión, en la humildad, en la unidad, en la Gracia y en la caridad.
Que ese amor les traiga a todos el recuerdo de que cualquier error o maldad humana o espiritual es vencida, porque el amor es una esencia desconocida, que vivifica el alma.
Arriésguense a vivir todo por amor y podrán reconocer en sí los potenciales que deben vivir, porque en el amor siempre está la paz y no el conflicto.
Los anima a vivir en el Amor Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La Gracia de Dios es lo que permite todas las cosas, es lo que permite la manifestación de los milagros en la vida de todas las almas.
Es la Gracia de Dios la que concibe la vida espiritual y al mismo tiempo la renovación de los corazones.
La Gracia de Dios trae la sana alegría y el júbilo por estar viviendo en Su Plan Divino. Es esa Gracia que les permite conocer Su Voluntad, pero antes debe ser amada con todo el corazón.
En la Gracia de Dios se construyen los nuevos caminos y se abren las puertas para que las consciencias vivan su redención.
Es la Gracia de Dios que trae la Divina Misericordia para el mundo enfermo, la que genera en las consciencias la oportunidad de vivir su rehabilitación. En la Gracia de Dios se guarda la esencia de la compasión divina, la posibilidad de experimentar misericordia y piedad por los errores propios o por los errores del semejante.
La Gracia de Dios deposita en el alma un recuerdo de plenitud y al mismo tiempo anima a las consciencias a dar un paso con confianza dentro del Plan del Redentor.
Es esa Gracia la que puede abrazar espiritualmente a quien más lo necesite, porque ella representa el motor indispensable para que las almas se puedan liberar de sus deudas y así alcanzar un estado de profundo perdón.
Es esta Gracia que Yo traigo para Mis hijos en este tiempo, una tabla de salvación antes de que el mundo se purifique; será esta Gracia infinita la que sustentará a los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los eleva a la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras la mayoría de los hombres permanece en la ilusión de las formas, son pocos los que se abren al verdadero amor, para desarrollar el potencial del propio corazón
La humanidad, hijos, está más empeñada en el desarrollo de la mente, de las críticas, de los juicios, está más dispuesta a afirmarse en los errores del prójimo que en descubrir su esencia y razón por la cual el Creador los envió al mundo
Esta es la era del florecer del corazón, de la vida espiritual, del sentido de la maternidad. Es por eso, hijos, que Yo estoy a su lado todos los días, para enseñarles sobre la Piedad, la Compasión y la Misericordia de una Madre para Sus hijos.
Si solo observaran Mis ejemplos de amor hacia el corazón humano, tendrían mil posibilidades de imitarme, de salir del punto de decadencia en el cual se encuentran como consciencia humana.
Aquel que vive en el Amor, en la Piedad, en la Compasión y en la Misericordia de Dios ingresa en Sus Leyes y es sustentado por ellas. Su alegría ya no dependerá de los éxitos en este mundo y descubrirá, en la propia esencia, que la verdadera plenitud se encuentra en sí mismo, en la unión que guarda con Dios.
La vida material, hijos Míos, será el vehículo de transformación y de redención de todo aquello que se separó del Creador a lo largo de su existencia. La vida material será para ustedes el desafío de demostrar a la Creación la grandeza del Amor del Padre que todo convierte y todo redime, transformando la esencia más distante de la Fuente divina en una esencia colmada por el Corazón de Cristo
Muchos piensan, Mis amados, que lo que les digo es imposible e inalcanzable, pero esos temen lanzarse a descubrir el amor y rendirse, entregando el falso reinado de sus mentes al gobierno del corazón que se une al Padre.
Otros no comprenden Mis palabras, porque están tan distantes de la verdad del propio corazón y porque ignoran casi completamente la vida del espíritu, creyendo que el hecho de conocer conceptos y filosofías los acerca a la Verdad.
Lo que realmente los acerca a la Verdad, hijos, es el Amor y la Unidad, que son la vivencia de la Verdad misma. Todos los atributos de Dios Altísimo se guardan dentro de estos principios divinos: Amor y Unidad. Pero para develarlos y conocerlos, primero deben arriesgarse a vivirlos.
El primer paso de todo es la oración; después la oración practicada en el servicio y en la convivencia.
Clamen por la Misericordia, pero también sean misericordiosos.
No hay secreto en este camino, Mis amados. No necesitan temer la mudanza de los tiempos o la purificación del mundo. Concéntrense en transformar sus corazones y en volverse verdaderos instrumentos de Dios. Concéntrense en develar los misterios de sus propias esencias y en amar al prójimo como él es, esforzándose para traspasar las capas de la materia y llegar a la esencia de cada ser
Dispónganse, hijos amados, a ser verdaderos soldados de oración, los que entregan su voluntad a la Voluntad de Dios y hacen suyo el Pensamiento divino.
Los amo y quiero verlos consagrados a Mi Inmaculado Corazón, para que, por medio de sus consagración, pueda consagrar a América y fecundar, en su suelo sagrado, la nueva vida.
Hoy los renuevo, los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El cálido abrazo maternal que Yo les ofrezco a ustedes todos los días es para que sus almas reconozcan el gran e infinito Amor de Dios.
El cálido y amoroso abrazo materno que Yo les ofrezco es para que sus vidas renazcan en Cristo.
Es a través del cálido y amoroso abrazo materno que Yo redimo sus corazones y los llevo hacia la paz.
¿Quién podrá resistirse a ese gran y cálido abrazo maternal?
El Amor del Padre todo lo transforma, lo restaura y lo alivia, cuando tan solo el alma se abre para vivir esa experiencia de amor.
Queridos hijos, un abrazo maternal amoroso y cálido le hace falta a toda la humanidad, para que ya no se sienta perdida ni distraída. Por eso, hijos, busquen Mi abrazo maternal, así imitarán al pequeño Jesús cuando Él estaba en Mis brazos en cada momento de Su vida, incluso después de la Cruz.
Vean, entonces, cómo el abrazo maternal resuelve muchas cosas, hasta aquellas que parecen imposibles. Las almas deben arriesgar a sentirse amadas y no olvidar el camino perfecto que constituye el Amor de Dios.
Estén en Mis brazos con esperanza y alegría, aún mucho será aliviado cuando tan solo ustedes reconozcan y adopten Mi santa maternidad.
Deseo ahora y siempre lo mejor para todos. Deseo la paz y la redención para todos Mis hijos del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En un abrazo perpetuo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más