- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
El Corazón de María: Un Portal hacia Dios
Queridos hijos:
Poco a poco les enseño a estar en contacto con Dios permanentemente. Por eso, en este tiempo, Mi Corazón se comportará como el Portal hacia Dios para cada uno de ustedes.
Necesito que den un paso hacia la madurez espiritual y que no pierdan tiempo buscando la felicidad humana lejos de Dios.
Yo les ofrezco un único camino, Yo les entrego todos los días y por un tiempo más la posibilidad de poder reencontrarse con el Padre Celestial.
Espero que sus ojos se abran, y especialmente que sus oídos internos escuchen con atención y concentración los Misterios de Dios que en este tiempo Yo les estoy revelando.
Queridos hijos, el Portal de Mi Corazón los conducirá a la Casa del Padre, y en la Casa del Padre serán uno en esencia, en espíritu y en vida.
Es hora, queridos hijos, de que ustedes penetren las revelaciones de estos tiempos y que a partir de este ciclo puedan comprender y vivir el tesoro divino que se les entrega.
Ninguna consciencia en este planeta, en este ni en ningún otro tiempo, llegó a conocer y a penetrar el misterio de los Aspectos de Dios.
En ese sentido, queridos hijos, la llegada y el descenso de los Aspectos del Padre sobre ciertas áreas del planeta se deben primero a la necesidad planetaria y, en segundo lugar, a la unión interna de las diferentes Faces de Cristo.
Después de la Ascensión de Jesús, nunca en la humanidad ni en el mundo se conocieron las Faces cósmicas de Cristo, es decir, los aspectos espiritual y divino del Redentor.
Por eso, queridos hijos, esta unión de los Aspectos divinos de Cristo es parte de la etapa previa a Su segunda y última venida.
La consciencia humana de hoy, la que está sumergida en las apariencias de la ilusión y está apartada del alma, vivirá los próximos acontecimientos como algo renovador y al mismo tiempo como un ciclo de profunda definición espiritual e interna.
Esta unión o fusión espiritual de los aspectos o de las Faces divinas de Cristo, después de las revelaciones realizadas por Mi propio Hijo, como el Sagrado Corazón, el Cristo Misericordioso y el Cristo Glorificado, marcan en esta etapa aguda de la Tierra un antes y un después en la ciencia humana, algo que no tiene explicación mental.
Después de las tres importantes revelaciones sobre las Faces de Cristo, Mi Hijo viene a unirlas en este tiempo para que un importante impulso universal sea dado y, en esa coyuntura, la unión espiritual de los Aspectos divinos de Cristo abra las puertas de los Universos espiritual, mental y material para que la Consciencia Única, llamada Dios, se manifieste esta vez a través de los Aspectos del Hijo y del Espíritu Santo.
Es así que en este acontecimiento único que preparará el apocalipsis de la humanidad, cientos de almas serán tocadas inesperadamente, y de la noche a la mañana se consagrarán al Plan de Dios de una forma nunca antes vista.
Es por eso que ese impulso espiritual, que está dando Cristo en los niveles superiores a la séptima dimensión de consciencia, trae como resultado la transfiguración del estado corrupto humano en un estado incorrupto, libre de deudas y de retrocesos.
La llegada espiritual y autónoma de los Aspectos de Dios a los Centros Marianos, promete en primer lugar ayudar a esa parte de la consciencia humana que está en un grave peligro de comprometerse con fuerzas del caos planetario.
En este ciclo, la unión y la adhesión de cada alma con los Aspectos sublimes de Dios, permitirá restablecer ciertos principios evolutivos que estaban perdidos.
Es hora de cruzar el Portal de Mi Corazón Materno para poder conocer en profundidad los Misterios divinos.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo a ofrecer al mundo la cura de su corazón, la liberación de sus prisiones, la redención de la consciencia.
Como su Madre, vengo a ofrecerle al mundo la verdadera libertad de la vida y el despertar a Leyes más profundas, que harán de cada ser un discípulo de Cristo.
Vengo a ofrecer al mundo el camino de la verdadera luz, la alianza perfecta con el Amor del Padre y la unión predilecta con Mi Amado Hijo.
Vengo a ofrecer a la humanidad la salida de su cautiverio, el sentido de vivir en este planeta, la oportunidad de crecer interiormente siguiendo los ejemplos y las enseñanzas de Cristo.
Vengo a ofrecer a las almas todo lo que aún no pudieron alcanzar en su caminata espiritual, la posibilidad de estar en comunión perpetua con la Divina y Suprema Fuente.
Vengo para ofrecer a la humanidad los patrones que nunca encarnó, los valores de una vida crística, el sendero para poder encontrarse con el Redentor.
Todo esto es lo que ofrezco a las almas una y otra vez; pocos consiguen nadar en esos misterios y penetrar en el océano de la Misericordia de Dios.
Vengo para hacer de sus consciencias nuevos y renovados seres al servicio del Plan de Dios.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo traigo un mensaje de paz para el mundo, con el fin de que las almas de la Tierra no olviden a Dios.
Por eso de tiempo en tiempo vengo para ayudar a la humanidad a crecer desde la consciencia y para despertar en las criaturas la Misericordia de Dios.
A través de Mis hijos, Yo realizo Mi obra, y a cada alma le entrego una sagrada misión para que a lo largo de su vida la manifieste y la cumpla, la realice mediante el esfuerzo y la dedicación diaria.
Así Yo voy formando nuevos instrumentos para que Mi Hijo y Su Padre cuenten con las almas conscientes del servicio al Propósito mayor.
Cada etapa del Plan Divino que se cumple en este planeta con la ayuda de todos, permite mantener las puertas abiertas hacia la Gracia.
Por medio del servicio que cada instrumento de Dios realiza, Yo ayudo a las almas para que sepan purificarse, trascenderse y redimirse a través de las pruebas y de las confirmaciones que el Universo les envía.
Por eso cada paso que se da para la concreción de ese Plan Divino en la humanidad, beneficiará no solo al planeta, sino también a las almas que en algún momento del camino despertarán del sueño de este mundo. Cada alma de la Tierra tiene a su cargo una parte del Plan de Dios.
Por eso es hora de que la humanidad esté consciente de ello.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice en el Amor de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el campo de la instrucción se vierten ciertos principios divinos que ayudan a las almas a que den sus pasos hacia Dios, para poder ingresar en Su Reino y estar en comunión con Él.
En ese sentido, la verdadera instrucción está libre de beneficios propios, como de cualquier realización, y está llena de humildad y sobre todo de amor para quienes la reciben.
Cuando la instrucción espiritual es verdadera, las bases hacen florecer las simples virtudes en las almas, y las consciencias consiguen vivirla y seguir su largo camino de transformación.
Por eso los verdaderos y sabios instructores son muy pocos en el mundo de hoy, y Dios se sirve de ellos para impulsar y realizar Su Obra Universal en la mayor cantidad posible de almas, así el Plan Divino se hace más visible para todos.
La instrucción es la luz para los corazones, y es el barco que conduce a buen puerto a quien sigue y vive la enseñanza, porque detrás de toda instrucción, sea cual sea, está presente el amor, y en el amor todo se vuelve o se torna realizable.
Les agradezco por abrir sus corazones a la instrucción.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada vez que Yo desciendo del Cielo es para traerles algo que, día a día, fortalecerá sus corazones.
De la misma forma, cada vez que Yo Me elevo al Cielo es para llevarme algo de sus corazones, una cálida ofrenda de oración y de amor.
Así, se establece una comunión interior capaz de ayudar en muchos asuntos del planeta, que necesitan de reparación y al mismo tiempo de liberación.
En su ofrenda existe la posibilidad de renovar el planeta, en su donación pueden darse oportunidades incalculables para todos.
Queridos hijos, con mucha alegría donen sus almas y vidas en las Manos de Dios, porque el Padre siempre los colocará en el camino correcto y en el lugar correcto, dentro del desarrollo espiritual de Su Plan de Amor.
Quisiera que el atributo de la donación, que en este día debe ser expresado con fuerza interior, pueda todos los días hacer de esta humanidad una civilización más fraterna y caritativa con todo lo que rodea a las consciencias.
Queridos hijos, la llave de la donación fue lo que permitió a Mi amado Hijo llevar adelante la Obra de la redención planetaria.
Piensen, entonces, en lo que hoy les digo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión interior y maternal,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Que en los tiempos de hostilidad reine la paz, y la unidad construya los puentes entre las consciencias y Dios, para que desciendan todos los prodigios y las Gracias sobre las almas.
Queridos hijos, que en los tiempos de hostilidad reine la paz, para que todo el planeta se purifique en una mayor armonía, y se libere de las cadenas que le ha impuesto el hombre de superficie por medio de la degradación y del maltrato a los Reinos de la Naturaleza.
Queridos hijos, que en los tiempos de hostilidad reine la paz, para que todo ser en la superficie de la Tierra reconozca y acepte el tiempo de su redención, para que cada esencia pueda volver a comulgar con el Padre Celestial.
Queridos hijos, que en los tiempos de hostilidad reine la paz, para que todos se reconozcan como dignos hijos de Dios y las almas sirvan por amor al Plan de Dios, que en donación y entrega todos los corazones puedan dar el paso hacia la unión definitiva con la Creación.
Que en los tiempos de hostilidad reine la paz, ¡para que todo sea reconstruido!
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los apoya,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy finaliza una etapa que fue vivida en el amor y en la unidad, después de todo lo sucedido en Oklahoma.
Ahora, con los corazones aún más abiertos, acompañen a su Amado Señor y a su Madre Celeste en esta última parte de la misión de paz en los Estados Unidos.
Es así, que los ángeles acompañarán cada momento y podrán llenar a las almas de un cálido amor materno que será irradiado por Mi Corazón.
Para eso, hijos, les pido que adquieran la fuerza interior por medio de la fe y de la fraternidad, así los corazones se encenderán en redención y en misericordia.
En este día la llegada de los Mensajeros Divinos a Florida debe testimoniar que es posible realizar los Planes del Creador, porque es Su Voluntad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los protege,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Llego como un sol al mundo para poder hacer brillar la luz de Mi Corazón en las esencias. Mi único propósito es que Mis hijos de la Tierra reconozcan a Dios en su interior para que, despertando a ese conocimiento, la humanidad abrace la Voluntad de Dios.
Es así que las consciencias encontrarán el sentido espiritual de vivir en este tiempo y, sobre todo, de estar sirviendo internamente a la Creación.
En consciencias despiertas su Madre forma a los nuevos soldados que, sumergidos en la oración, toman contacto con lo que verdaderamente son y con lo que han venido a cumplir. Por eso, amar la Voluntad de Dios requiere que los discípulos den un gran paso, que siempre los colocará del otro lado de la experiencia para que finalmente el aprendizaje sea completado.
Es así que el camino de la entrega posibilita que la consciencia en su más amplia disposición realice en todos los sentidos los Designios de Dios. Y, atrayendo hacia la vida y hacia la materia cada fase del Plan, la humanidad será altamente beneficiada hasta con los pequeños sacrificios.
Quisiera que Mis hijos penetraran en el misterio de la Divina Voluntad ingresando por medio de la oración y del servicio en ese amplio campo de la consciencia. Porque de esa forma el Plan estará más encaminado al contar con las manos de todos sus servidores, de aquellos corazones que en este tiempo se disponen a concretar la Obra Divina.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los contempla con amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis muy queridos hijos:
Al fin su Santísima Madre y Reina del Cielo ingresó con Su Consciencia Divina en los Estados Unidos, gracias al apoyo y a la contribución de todos.
En las próximas semanas comenzaremos con la tan esperada misión.
De esa forma, por la unión de los corazones se irán dibujando las Ideas de Dios y así Mis hijos serán más conscientes y consecuentes con el Plan Divino.
En este día su Madre Celeste prepara el campo de la consciencia para hacer descender misericordiosamente los códigos de la redención y de la rehabilitación.
La ciudad de San Francisco fue escogida por los Mensajeros Divinos para que sea la región espiritual que recibirá toda la ayuda necesaria con el fin de que el país entero se beneficie con lo que aquí sucederá.
Es así, que su Madre Celeste precede a la venida de Cristo, como una preparación para la consciencia espiritual de la nación.
Por eso, queridos hijos, todo lo que sucederá aquí en los Estados Unidos, desde el principio al fin, será importante; como también todo el apoyo que se manifieste contribuirá con el equilibrio psíquico de esta como de otras naciones, por más lejano que esto parezca.
Desde el momento en que sus corazones imploraron al Mío, Yo los escuché, y con la fuerza del amor y de la misericordia abrí las puertas para que esto pudiera suceder ante la necesidad espiritual de millones de almas.
Ahora que la Divinidad Celestial mira con ojos de misericordia a todos Sus hijos estadounidenses, una puerta expiatoria se abrió para traer desde el Universo una sagrada y última oportunidad, la oportunidad de amar a Dios verdaderamente.
Por todo lo que ha sucedido y por lo que sucederá con la ayuda de Mis hijos, les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El sagrado silencio interior los llevará a encontrar la humildad, porque quien vive en el silencio nada guarda para sí ni tampoco anhela nada.
En la llave del silencio también se encuentra la conversión del corazón, porque ante el universo del silencio las almas encuentran dentro de sí todos los aspectos que deben redimir, y ellos se transforman desde la vivencia del sagrado silencio.
En esencia el silencio los lleva a estar en contacto con la Fuente y, a partir de allí, a recibir los impulsos espirituales para que cada día la consciencia se consagre al Plan Divino.
El sagrado silencio es un aspecto elevado de la Creación que coloca a cada alma ante el verdadero sentido interior de su vida y de toda su existencia, porque en el silencio la consciencia comienza a perder los miedos de reconocer su propia condición humana.
Al mismo tiempo el silencio suple lo que el alma necesita, porque el sagrado silencio es casto, neutro e imparcial. En este sentido, la llave del silencio es la que lleva a la consciencia a descubrir dentro de sí las verdaderas virtudes de ella misma y del alma; así el silencio aparta al ser de las influencias externas, de todas las tentaciones que hacen de esta humanidad una raza ruidosa.
El silencio, que actúa poco a poco en el interior de quien lo vive, es un eco sutil que penetra en lo más íntimo del alma haciéndola digna de vivir y de servir al Creador por amor.
El silencio es un portal hacia una profunda liberación y al mismo tiempo él atrae la madurez hacia la consciencia del ser humano. Desde el momento en que actúa el sagrado silencio muchas costumbres humanas comienzan a perderse, a tal punto que la propia consciencia ya no desea ciertas cosas, sino solo estar más cerca de Dios en su interior.
El silencio es la llave maestra en los tiempos de batalla y de transición de la Tierra.
Es hora de que lo practiquen conscientemente y así podrán comprobarlo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Por el silencio interior de la humanidad y de todo el planeta, los saluda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Te ofrezco Mi Corazón para que lo tengas contigo y en Él veas el Fuego Divino del Amor por cada alma que lo contempla.
Te ofrezco Mi Alma como el tabernáculo para que encuentres a Dios y en Su Divina Gracia estés en Su Paz.
Te ofrezco Mi esperanza para que en tu corazón exista fortaleza, camino que te llevará a encontrarte con Dios.
Te ofrezco Mi humildad para que la adoptes y en todo momento veas la Voluntad de Dios.
Te ofrezco Mi oración para que la imites y tengas confianza en que nada ni nadie podrá detener el Plan de Dios, porque todo está bajo Sus divinos cuidados, y así se establecerá por fin Su Reino.
Te ofrezco todo lo que hay en los Cielos para que siempre lo anheles y sepas que por cada esfuerzo que has dado nada te faltará, porque a quien esté en Dios nada le faltará.
Te ofrezco Mi Amor como refugio para que en las horas extremas renazcas con el ímpetu del Espíritu Santo y así realices la sagrada misión.
Te ofrezco lo que soy eternamente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los contempla con Amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos amados, con alegría y regocijo celestial, retorno al mundo para ver triunfar Mi Plan de amor en los corazones de los hombres.
Sé que el terror, el miedo y el dolor toman los corazones de muchos de Mis hijos que están sometidos por las guerras y los conflictos, dentro y fuera de sí mismos.
Sé que muchos están luchando para establecer la Paz en el propio interior y temen no poder mantenerse en equilibrio, dado el gran caos que viven todos los días.
Sé que los hombres aún separan todas las cosas y que su orgullo no les permite unir aquello que Dios inspiró para ser un camino que llevase a Su Corazón, y no a establecer la voluntad humana, como son las religiones.
Yo vengo al mundo para que vivan lo que les parece imposible, porque en verdad, hijos amados, lo que Yo les pido está al alcance de todos, pero ustedes desconocen la verdad sobre sí mismos y aún están adormecidos a la vida del espíritu, que es más de que dedicarme algunas oraciones todos los días.
Es por eso que Yo estoy aquí y recorro cada nación de América que debe manifestar el Plan de Dios en estos tiempos. Vengo para fortalecer los corazones orantes para que sean las columnas que sustenten al mundo cuando él ya no pueda sustentarse por sí mismo.
Yo vengo, hijos amados, para que descubran que la alegría y el regocijo del espíritu no se encuentran en las cosas de la Tierra y para que aprendan a discernir, en los acontecimientos que llegarán, dónde está la voluntad de Dios y donde no está, para que así sepan moverse por esa voluntad y no fuera de ella. De esa forma podrán ver derrumbarse las viejas estructuras mundiales sin perder la esperanza, la alegría espiritual y la fe, porque sabrán que esas cenizas fecundarán el suelo de un nuevo mundo y fortalecerán los corazones para que surja en la Tierra una raza inquebrantable y sustentada por el amor y por la unidad con Dios, y no más por los placeres y por el poder material que este mundo les ofrece y por el cual luchan día y noche, aún sabiendo que perecerá como el polvo al final de todo.
Yo vengo a consagrar a América, hijos, para que aprendan de nuevo a comprender la vida y sus valores. Vengo para que retomen lo sagrado que hay en sus familias. Que puedan comprender que un grupo de almas, reunidas por Dios, debe cumplir la misión de expresar el amor y la capacidad de comprender al otro y unirse a él, más allá de sus defectos, miserias e imperfecciones.
La vida familiar crea condiciones para que despierten el verdadero amor, por ejemplo, de una madre hacia su hijo; amor que trasciende las barreras del egoísmo y de la condición humana y que deben aprender a extender hacia toda la humanidad.
Sin embargo, si degradan la vida familiar y llevan a sus hogares la indiferencia y el escaso amor que se vive en este mundo, están perdiendo la oportunidad que Dios les entregó de despertar un amor puro y verdadero. Por eso, hijos Míos, es tan importante que sepan amar y respetar a sus familias y que también sepan extender ese vínculo de amor a todas las almas de este mundo.
De a poco, con mi amor y Mi maternidad celestial, los conduzco a la familia universal, que es lo que se debe manifestar en una Tierra por Dios consagrada.
Hijos Míos, que no solamente Mi presencia entre ustedes impulse la trasformación y la consagración de este mundo, sino que cada uno, según su perseverancia y su fe, también sea un motor que transforme y purifique la Tierra, para que el Plan de Dios se cumpla.
Les dejo hoy Mi amor y Mi paz, para que tengan fe y valor de transformar sus vidas y, con ellas, la vida en este mundo.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Los siento dignos hijos de Dios cuando oran de corazón a Mi Hijo, así como lo hicieron hoy. Esto representa para el Padre la evidencia de que aún no está todo perdido.
Es por eso que todos los días les enseño a orar a Dios y a conversar con Él para que, cuando lleguen estos momentos de oración y de compartir la tarea espiritual, avancen dando pasos significativos.
Yo estoy a su lado para impulsarlos a vivir el Plan de Dios y para que lo cumplan de corazón y por toda la humanidad.
Cuando todos los días se unen a este Propósito, permitirán que la Divina Gracia llegue a muchas consciencias, Gracia que no merecerían.
Es de esa forma, queridos hijos, que el grave destino de la humanidad se modifica un poco, cada vez que una consciencia da un nuevo paso y asume vivir la oración del corazón.
Y es en esta Maratón de la Divina Misericordia, y especialmente en Centroamérica, que esta sagrada oportunidad es entregada a todos.
Con un espíritu de fe y plenos de gratitud, continúen trabajando en esta meta, para que la santa expiación llegue más allá de Centroamérica y sean tocados más corazones dormidos.
Les agradezco por traer al mundo la sana alegría.
En reverencia y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La Pureza Original es lo que el hombre de superficie no puede perder, y es esa Divina Pureza la que Mi adversario intenta diezmar todos los días, haciéndola desaparecer de la consciencia de muchos.
Esa Pureza Original permite reformular, de tiempo en tiempo, el Plan de Dios en la humanidad. Es la que hace posible que las consciencias evolucionen, así como lo determina la divina Ley de la Creación.
Queridos hijos, esta Pureza Original es la que primero está siendo atacada por Mi adversario en las almas de Venezuela. Esta Pureza intenta ser disipada a través de los conflictos, de la ausencia de amor y de los enfrentamientos en el pueblo de ese país.
En esta hora, su Madre Celeste trabaja incansablemente para poder revertir dicha situación, su Madre del Amor lucha contra Su eterno rival. Todo está permitido.
Es por eso, hijos Míos, que les traigo en este día la consciencia sobre la verdadera necesidad de cooperar y de ayudar a los que más necesitan.
La Pureza Esencial no puede desaparecer del planeta ni tampoco de la humanidad. Trabajen todos los días para proteger esa energía divina; al menos, hijos, háganlo por aquellos que no la protegen y que viven el temor de estos tiempos.
Queridos hijos, Yo les doy la libertad interior para que, como colaboradores del Plan, estén atentos y despiertos al gran servicio por el planeta y por esta necesitada humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis amados hijos de Brasil y del mundo entero:
Hoy, Mis brazos se abren y Mi Manto se expande sobre América, anunciando que el triunfo de Mi Corazón está próximo.
Hoy les agradezco y, con alegría en Mi Mirada, les pido que sigan caminando Conmigo por el despertar de las almas y por la redención de os corazones.
Hijos Míos, desde el principio, el Creador Me encomendó cada alma de la Tierra como lo más precioso que Él tenía como proyecto de la Creación. Me señaló desde el Cielo este mundo y Me pidió, con amor, que cuidara y amparara cada uno de Sus hijos; que no mirase con pesar sus faltas, sino con compasión y esperanza; que fuese Mi Fe en Sus creaturas lo que amparase eternamente la oportunidad de ellas de dar los pasos y rehabilitarse en el camino que las lleva a Dios. Y así lo hice, hijos, desde el principio de este mundo.
Cuando vine a la Tierra como Madre de Jesús y esposa de San José Castísimo, fue para consumar Mi entrega y maternidad. Fue para materializar, junto a Mi Hijo y a San José Castísimo, el profundo Amor de Dios por los hombres. Fue para que todos conocieran y reconocieran la maternidad de su amada Madre Celestial, porque de esa forma, hijo amados, podrían encontrar el camino que los trae hasta Mi Corazón, podrían sentir que Mi Manto está cerca y siempre abierto para acogerlos.
No todos reconocieron Mi Maternidad Divina, pero eso no significa que Yo no sea Madre de los que me niegan y de los que no Me conocen. Yo soy la Madre de todos. Soy la Madre de los que Me proclaman y la Madre de los que Me ignoran. Soy la Madre de los que Me aman y Me conocen y la Madre de los que son indiferentes Conmigo.
Hijos, no amo más ni menos a los que responden a Mi Llamado o a los que no Me ayudan a manifestar este Plan. El amor de Mi Corazón proviene de Dios, proviene de la Fuente. Es un amor que desciende de la Verdad y que reconoce la Verdad en los corazones; por eso, los amo por igual.
Yo no veo, hijos Míos, la indiferencia de los hombres, porque conozco sus esencias. Mi gran pesar es que ustedes no reconozcan la Verdad y crean que son sus imperfecciones e indiferencias sin conocer jamás su propia esencia.
Yo vengo al mundo para conducirlos a la Verdad y al Amor, que es Mi Santísimo Hijo. Por eso, Mis queridos, Yo ruego por todas las naciones, por cada Reino de la Naturaleza y por cada corazón, porque todo eso es parte del Amor Infinito de Mi Hijo y para Él debe retorn. El Corazón de Cristo, el Corazón de Dios y Mi Inmaculado Corazón estarán incompletos si ustedes no se reconocen como parte de ellos ni viven en ellos.
Por este motivo, hijos, por la expresión y la manifestación de la unidad, es que Yo aspiro a llegar a cada nación, para que cada nación venga a Mí y Me encuentre.
Quiero consagrar a este mundo para que conozca la Voluntad de Dios y la siga. Quiero consagrar a sus vidas para que retornen a lo sagrado, la verdad y el amor y para que las ilusiones no los confundan ni permitan que ustedes se pierdan.
Hijos, quiero entregarles Mi Paz infinita e inmutable para que la multipliquen, porque sé que no todos escucharán Mi Llamado a tiempo. Pero si Me escucharan en el momento de mayor tribulación, cuando las almas clamen por auxilio, encontrarán en ustedes, Mis hijos el puente hacia Mi Corazón, la Fuente Viva de Paz y de Perdón.
Ayúdenme en este tiempo a multiplicar la Paz, viviéndola en sus hogares y en su día a día. Oren Conmigo, acompáñenme en Mi recorrido por cada nación, orando por el prójimo como oran por sí mismos. Hijos, si así lo hicieran, Mi Corazón triunfará.
Vayan en auxilio de los que necesitan, como hoy necesitan Mis hijos de Venezuela. Oren por ellos y pidan por la Paz. Sean ese gran ejército de luz, esa familia universal que se ayuda, que crece unos con otros, que se resguarda y se fortalece en la alegría de servir y de orar siempre.
Yo los amo y, por eso, les enseño a vivir en la unidad entre ustedes. Que esa unidad, hijos, trascienda fronteras, así como Mi Amor trasciende las dimensiones y llega a la Tierra, trasciende los individuos y llega a cada una de sus esencias.
Yo les agradezco por ayudarme hoy y siempre y hacer triunfar Mi Amor y Mi Paz en este mundo. Imiten Mi ejemplo, hijos Míos, y ámense sin límites,
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mi amada y dolida Venezuela
Mis amados y sufridos hijos de Venezuela:
Con la Voz de Mi Inmaculado Corazón, en lo más alto y elevado del Cielo, su Madre Celeste implora por Misericordia y Piedad para todos los dirigentes de esa nación.
El universo implora por Misericordia y consuelo al ver tanto sufrimiento, hambre y dolor en todos Mis hijos de Venezuela.
La puerta de la Gracia y de la alegría fue cerrada en Venezuela y los ángeles rezan en todas las fronteras de ese amado país, para sustentar la crisis generada por el hombre de superficie.
No se olviden que Yo aparecí en Betania y que, allí una vez, todos los venezolanos Me encontraron y Yo le pedí a todo su pueblo un verdadero orden y una verdadera justicia social.
Venezuela es una de las primeras naciones de América que está atravesando el ciclo más agudo de la tribulación, en el que todo está en juego.
Solicito a las naciones hermanas que acojan en sus ciudades, pueblos, hogares y haciendas, a todos Mis hijos de Venezuela que escapan del infierno nacional instalado allí por Mi eterno rival.
Sepan, Mis hijos de Venezuela, que Yo estoy rezando a Mi Hijo por los que todavía están allí presentes, que son miles de almas, para que Él no imponga Su Soberana Justicia en ese amado país que siempre Me acogió.
Es hora, hijos Míos, de que todos los servidores del Plan de Dios sobre la Tierra den asilo, vivienda, alimento y sobre todo amor, para calmar ese continuo y durísimo sufrimiento.
No dejo de ver con Mis Ojos, llenos de lágrimas, el llanto de los que claman por Misericordia y Piedad.
Venezuela es la representación del caos humano, instalado por falta de amor y de igualdad.
Queridos hijos, abracen con profundo amor a todos los que están refugiados en la frontera con Brasil. Ayúdenlos y no les reclamen nada. Esas almas solo conocen, todo el tiempo, la desesperación y el horror.
Les pido a los venezolanos, que aún sobreviven en su país, que se unan más seguido para orar por todo lo que les sucede y más allá de ustedes mismos. Les pido que consagren un altar a Mi Corazón en sus hogares y que, a los pies del mismo, imploren sin cesar junto con su Madre Celeste.
Si hubiera una gran corriente de caridad entre Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Paraguay, muchas cosas serían evitadas.
Los estoy invitando, desde ahora, a ser una familia espiritual que se une para trascender el fin de los tiempos.
Oren, oren por todos los que padecen el caos. Que la Gracia que muchos de ustedes hoy reciben sea multiplicada y derramada sobre todos.
A Mis hijos de Venezuela les digo que comparto el dolor y el sufrimiento que cada uno vive por las malas acciones humanas.
Que la Misericordia de Dios los ilumine y que finalmente se establezca la Santa Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Ora sin cesar,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Coloco Mi Corona de Luz sobre las naciones para que la vida espiritual y crística despierte a tiempo en las consciencias, para que las almas reconozcan que llegó el momento de aspirar a estar en el Reino de Dios y en Su Voluntad Eterna.
Por eso, en este día, hijos Míos, les recuerdo el compromiso superior con la Divinidad y con los planes de su Padre Eterno, que deberán concretarse en esta última fase del planeta.
Vengo a demostrarles a Mis hijos que será necesario colaborar para que la paz se establezca en la materia y en toda consciencia que necesite de la intercesión de la Divina Misericordia.
Espero que Mis amados hijos tengan consciencia de la unidad interior que debe vivirse en este momento, no solo con el Plan de Dios, sino también con todo lo que vive a su alrededor, con la Creación y con la naturaleza.
Ese sentimiento de unidad los llevará a estar bien colocados en la misión que deberán llevar adelante con toda la humanidad que está despertando.
Hoy, los llevo a todos en Mi Regazo para que sientan Mi Divina Paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Llego en este día, queridos hijos, para recordarles que todavía su Madre Celeste se encuentra orando por la justa causa de la peregrinación a Centroamérica y México.
Es así, que su Padre Eterno envía a Su Sierva Fiel para declararle a la humanidad que llegó el momento de dar el gran paso hacia la vida grupal y hacia la fraternidad.
Será con esas dos grandes virtudes que las consciencias percibirán que deben salir de sí para poder estar en todo con sus semejantes.
Necesito, Mis queridos hijos, que adopten en este tiempo esa actitud interior y exterior para que, de esa forma, el Plan de Dios alcance mayores planos de consciencia y sea una realidad para todos.
Los invito a fraternizar, a cooperar, a donarse a la Obra del Padre Celestial para que se puedan crear las bases necesarias para la nueva humanidad, porque viviendo en ese camino de igualdad y de equilibrio aprenderán a saldar sus faltas y, al mismo tiempo, serán llevados por los ángeles a encontrar la necesidad verdadera para poder suplirla.
Abracen esta convocatoria de su Madre Celeste, porque así ustedes, seres orantes, verán que el Plan de Dios debe cumplirse en toda la esfera planetaria para que la perdida humanidad reciba una Gracia y una oportunidad.
Piensen en lo que les digo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todavía estoy presente, queridos hijos de San Pablo, entre sus oraciones y en sus corazones, para impulsarlos ahora a la colaboración con Mi obra mariana y por la paz en el mundo.
En estos momentos su Madre Celeste acompaña el encuentro de oración de la misericordia y espera que la llama de fe de sus corazones los motive al despertar de la consciencia y a vivir la paz.
Mientras Mi Hijo Me envía para que les anuncie Mis designios, por otra parte, su Madre Celeste reza con todo el fervor de Su Inmaculado Corazón a la espera de que alguna consciencia complete las obras necesarias para que se lleve adelante la misión a Centroamérica.
Es en este día que Yo les traigo el espíritu de la responsabilidad ante el Plan de Dios, para que ustedes lo puedan vivir y asumir como prioritario en este tiempo en el que todo es permitido.
Quisiera ver en sus corazones la fuerza de esa confirmación interior permanente, porque será de esa forma que su Madre tendrá lugar y espacio para poder desarrollar Su obra en la humanidad y en el mundo.
Que en este día de Misericordia sus vidas se unan a Mi llamado, porque ya es hora de concretarlo y todo el planeta lo necesita.
Estoy con ustedes y rezo por ustedes para que despierten a Dios, al Amor Mayor.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Divina Paz se establezca durante los tiempos de caos.
Que esa Paz atraiga la mansedumbre hacia todos los corazones.
Que en los tiempos de batalla triunfe el amor y que ese amor recupere y redima todo lo que parece perdido.
Que las almas glorifiquen al Padre y que Su Santo Espíritu las libre de todo mal.
Que durante la transición de la Tierra, las consciencias se fortalezcan para que puedan ver la apertura de las puertas del glorioso retorno de Cristo.
Que en esta hora de definición todo se determine, para que el Plan de Dios se manifieste en la consciencia de la humanidad.
Que nadie pierda la esperanza ni tampoco sus fuerzas internas, que eleve la bandera del anuncio de la venida redentora de Cristo.
Que los divinos y supremos Cielos se abran por encima de sus cabezas, para que los santos ángeles derramen la Misericordia de Dios.
Que lo impuro se purifique.
Que lo purificado se vuelva más puro y que, en la esencia de la pureza original, todos vivan la paz interior.
Que las legiones de la Luz formadas por todos los seres humanos de buena voluntad, acompañen la realización del Plan Divino y que todos los servidores navegantes remen y remen, para que la barca de la victoria humana llegue al puerto del Gran y Supremo Libertador.
Que nadie le tema al tiempo final, que todo se realice según el Pensamiento divino.
Que los corazones no pierdan la paz.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
En vigilia,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más