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A las puertas de un Ciclo de Definición
Hijo Mío:
Eleva tu corazón hacia tu Padre y Creador que desde el Cielo emite Su Silencio al mundo, observando los pasos internos que Sus criaturas se deciden a dar en estos tiempos.
Contempla el Universo infinito de Dios y por un instante deja que tu pensamiento retorne a su Origen, a la Fuente Creadora de donde provienen todas las cosas.
Contempla con tu corazón el Infinito que no solo se hace visible en una noche estrellada, sino también en lo profundo de tu mundo interior, en donde el Cosmos se hace pequeño y la vida se espeja, porque el propio Dios Se espeja dentro de ti.
Deja hoy que tu consciencia dé un paso más en dirección al Infinito, así como en dirección a la verdad que se guarda dentro de tu propio ser.
Este es un ciclo definitivo para la humanidad, así como para toda la vida y ninguna criatura, ni en el Cielo ni en la Tierra, estará libre de su definición espiritual y evolutiva.
Las propias Leyes y corrientes que provienen del Corazón de Dios, antecediendo a Su Justicia, corregirán los caminos e impulsarán a los seres hacia una decisión definitiva, porque ya llegó el momento de que haya una sola barca y que en ella estén todos los autoconvocados.
La definición del espíritu, de la consciencia, del corazón, es espiritual, pero también se manifiesta en la vida física de cada ser, en sus acciones, en sus decisiones, en sus pensamientos.
Cada ser, hijo Mío, se definirá según aquello que construyó en su interior.
Si construiste un camino de esfuerzo y de constante entrega, aunque sea imperfecta, las Leyes y los Rayos que provienen de Dios te auxiliarán a afirmar tus pies y tu corazón en el camino de tu entrega, para no titubear.
Pero si tu corazón sembró incertidumbres y una y otra vez preferiste rendirte a las tentaciones en lugar de vencerlas, entonces, hijo Mío, la Ley y los Rayos de Dios te colocarán definitivamente en el lugar que elegiste estar por tu libre albedrío, expresado en tus acciones, en tu pensamiento y en tu corazón.
Lo más íntimo de tu corazón saldrá a la luz y estarás transparente, no solo delante de Dios, sino también delante de los hombres, porque el ciclo de la definición precede al ciclo de la revelación y después de que las almas se definan todo les será revelado.
Sé que muchos llorarán tarde por su ignorancia y clamarán por Misericordia solo en el Tiempo de la Justicia, porque el orgullo había cegado sus ojos a la Gracia de Dios.
Pero hoy vengo a tu encuentro para enseñarte a elevar tu corazón a lo Alto y a colocar tu consciencia en el Propósito Divino, para que no te asusten ni las definiciones de tus hermanos ni los clamores de los que tarde se arrepentirán.
Mi Corazón no viene al mundo para juzgar a las almas, sino para advertirles, para entregarles todo aquello que ellas necesitan para superar los obstáculos propios de estos tiempos.
Vengo por los autoconvocados y vengo por cada uno de Mis hijos, por todos los que sabrán escucharme.
Mi Voz no se pronuncia para unos pocos.
Mi Voz hace eco en el mundo para todos, porque ella representa la Gracia de Dios que desciende al mundo para todos Sus hijos.
Por eso, hijo Mío, escucha la Voz de tu Madre Celeste en tu corazón y busca a Dios. Elige la definición que coloca tu espíritu en busca de la salvación.
Mira bien en lo profundo de tu interior y sé sincero contigo mismo.
Deja que tu pensamiento y tu corazón alcancen las esferas celestiales y comprendan que un Plan Mayor se diseña a través de tu vida y de la vida en este mundo.
Vence las superficialidades ante las cuales inclinas tu corazón y pídele al Padre, con clamor, la Gracia del despertar definitivo; porque el despertar es gradual y cada paso que da tu corazón revela un nuevo despertar que es necesario, hasta que retornes con todo lo que eres al Corazón de Dios.
No temas estos tiempos, no temas la soledad, no temas por tus compañeros de camino, no temas a la oscuridad del mundo, sino, hijo Mío, sé una luz dentro de esa oscuridad.
Mantén tu corazón en Dios, mantén en ti el amor a Su Propósito y podrás ser, en el futuro, un auxilio para los que hoy ves que se pierden en este mundo.
Son tiempos de definición, son tiempos de entrega y sé que esto ya lo escuchaste en toda tu caminata espiritual; pero ahora, hijo Mío, verás delante de ti el cumplimiento de las Profecías, que no solo hablaban sobre el fin del viejo hombre, sino también y, sobre todo, sobre la revelación de un nuevo hombre, de una nueva vida, de una Nueva Tierra.
Coloca tu corazón en este Propósito, haz de ti una semilla de lo nuevo, un principio de lo nuevo en este ciclo que termina.
Te dejo Mi bendición y Mi paz.
¡Te agradezco, hijo Mío, por escuchar Mi llamado de paz!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Desde el Corazón de Fátima hoy envío bendiciones para Mis hijos del mundo y, como Madre, hoy vengo a buscar su universo interior para que él sea reconocido, contemplado y amado.
Deseo que busquen dentro de ustedes, hijos Míos, lo que verdaderamente existe y que va más allá de la vida material, de la vida superficial o de la vida humana.
El Universo está atento al despertar de la consciencia de cada ser humano porque con ese movimiento muchas más situaciones se podrán regenerar y curar en esta raza.
El despertar de su universo interior es importante en este ciclo, porque es ahí en donde encontrarán la respuesta a sus cuestionamientos o dudas, en donde hallarán la Sabiduría de Dios, en donde encontrarán la paz.
Si salen de ese universo interior, hijos Míos, no podrán comprender a su alrededor los próximos acontecimientos en la humanidad.
Las señales del Universo vendrán directamente hacia los niveles profundos de la consciencia.
La humanidad ha demostrado que en la superficialidad de la vida no se puede encontrar a Dios.
Yo les enseño, por medio del camino de la oración, a entrar en comunión con su universo interior y con toda su existencia, aunque la desconozcan.
Yo los invito a ingresar en ese estado de consciencia, día a día, para que puedan penetrar aún más ese Misterio de Dios, un misterio que guarda revelaciones importantes para las almas de este tiempo.
Si están en este ciclo, presentes en la humanidad, es por una razón espiritual e interior.
Por eso Yo los invito, hijos Míos, a comprender más allá de los sentidos la Palabra de la Jerarquía.
Están ante un tiempo crucial en el que todo se debe definir, pero esa definición podrá ser amorosa o dolorosa. El ser humano tiene la oportunidad de escoger.
Vengo, como Madre, a buscar esa riqueza interior que hay dentro de cada uno de Mis hijos.
Vengo con la intención de que miren hacia dentro de ustedes más allá de las imperfecciones y de las miserias, más allá de los obstáculos o de las dificultades del día a día.
Dios ha dejado un tesoro espiritual en cada criatura y ha llegado la hora de que ese tesoro despierte y se haga consciente en cada hijo Mío.
Así Mis hijos podrán estar en comunión con el Universo, podrán comprender, aunque no lo sepan, las Leyes que actuarán en el fin de estos tiempos y los acontecimientos que se desarrollarán en el fin de este ciclo.
Yo solo espero que por medio de las virtudes del alma puedan acceder a ese conocimiento interior; así, sus registros más antiguos serán transmutados y serán liberados, y no será necesario permanecer en la cadena viciosa de los errores.
Yo los invito a que dentro de ustedes pueda despuntar el sol interior del amor, porque por medio de ese Don todo superarán, todo transformarán.
Yo necesito, hijos Míos, que se desconecten de lo conocido y se conecten con lo desconocido, que puedan cruzar ese portal que hoy el Universo les abre para que no solo estén en filiación con lo Alto y lo Superior, sino que en su interior se puedan gestar nuevas cosas.
Como Madre del Universo y Madre de la Confraternidad, los impulso a un nuevo cambio, a un nuevo estado de consciencia, a una nueva percepción de la vida, diferente a lo que hasta ahora han comprendido y experimentado.
Los grandes Padres Creadores de los Universos Espiritual, Mental y Material, esperan darles nuevos impulsos, a la humanidad y al planeta, y poder reflejar todos esos impulsos en los Universos de los cuales ustedes forman parte, todo el tiempo.
Eso permitirá, hijos Míos, que la humanidad sea digna de nuevas revelaciones y, a pesar de que esté dentro de un camino de transición interior y material, nunca le faltará la Guía y el Conocimiento de Dios. Y aunque no todos están preparados para recibir estos impulsos, la mayoría podrá beneficiarse de ellos porque Dios sigue siendo misericordioso.
Las Leyes que intentan despertar en las almas cambiarán los acontecimientos; es necesario aprender a percibirlas aunque no se conozcan. Por eso su unión con lo Alto siempre será imprescindible.
Renueven esa unión todos los días para que en sus corazones se espeje la Voluntad de Dios.
Como Madre del Universo Yo les traigo todo el Conocimiento del Cosmos porque es tiempo de que aprendan a percibir la realidad desde otro lugar.
El Universo es dinamismo constante, es un fluir constante de conocimiento y de información.
El Universo es como una usina que todo renueva y que todo regenera.
El Universo nunca se paraliza, desde que él fue creado nunca se ha detenido.
El estancamiento espiritual no es parte del dinamismo del Universo, por eso el cambio constante y permanente lleva al despertar de la consciencia y a la comprensión de nuevas realidades; solo deben hacer lo correcto para poder vivirlo.
Esto que hoy les traigo no es un misterio, es algo que cualquier ser de este Universo puede vivir, puede experimentar y puede vivificar en sí.
Dios aún está abierto para recibir a Sus hijos y sus intenciones, para escuchar sus corazones y sus oraciones.
No existirá, en este tiempo, el camino del retroceso, solo deben colocar su mirada en el horizonte de Dios y seguir adelante.
Los tiempos que llegarán y sus experiencias nunca fueron vividas por la humanidad; todo lo que sientan, piensen o perciban en este ciclo, será algo nuevo aunque no sea bueno, y en todo existe un aprendizaje y una lección interior para las almas.
Es hora de reconocer el tiempo de la purificación y no querer apartarse de él porque no habrá como escaparse de él.
Hay almas en este tiempo que se están purificando más que otras, pero todas vivirán su purificación en algún grado y en algún sentido.
No deben temer descubrir en ustedes lo que aún deberá redimirse.
Agradezcan a Dios todos los días por tener conocimiento de su realidad, porque aún el planeta deberá redimirse como Consciencia, aún la humanidad deberá encontrar el camino hacia el Propósito.
Necesito que comprendan todo lo que les digo en un solo sentido, que es el sentido de la ascensión.
Lo superficial será superficial. Lo superficial permanecerá en lo superficial, pero eso en algún momento cambiará cuando las Leyes del Universo desciendan para concebir, en las almas y en las consciencias nuevos Principios.
Es hora de percibir que algo está cambiando.
Es hora de percibir que nada sigue igual.
El Universo Espiritual se presenta para anunciarles esto.
Abriendo sus ojos al Infinito descubrirán la Verdad y reconocerán su propósito.
Porque hay una Estrella en el Universo al que ustedes pertenecen que guarda su historia desde el principio hasta el fin, y esa Estrella espera la síntesis de sus vidas.
Y aún más, esas Estrellas se encenderán cuando den los pasos hacia el camino del espíritu, que es con constante sacrificio y esfuerzo; allí se registrarán las maravillosas experiencias del amor y de la redención de los corazones.
En el Firmamento de Dios estará escrito el resultado de Su Creación y todo comenzará de cero, porque las almas habrán aprendido a superar la dualidad en sí mismas y habrán aprendido a vencer por medio del Amor del Redentor.
Cada vez que Yo vengo desde el Universo, desciendo desde los Cielos y llego a su encuentro, hijos Míos, algo nuevo se registra en el Universo de Dios y también en este Universo Material.
Deben percibir abiertamente lo que eso significa y para eso deben estar en la vibración correcta y en el canal correcto para poder comprenderlo y sentirlo.
El Universo aún es un misterio para el hombre, pero quien ame primero al Universo, lo comprenderá y lo sabrá.
La mente del ser humano nunca podrá comprender el Universo, es el corazón que Dios le ha dado al hombre el que todo entiende y todo percibe; por eso Mi Corazón Inmaculado es la puerta para su entendimiento y su sabiduría.
En Mi Corazón está el camino para los que quieran aprender a trascenderse a sí mismos.
Mi Corazón es el refugio para sus vidas y es el ofrecimiento para Dios, en constante ofrenda y entrega.
Quien pasa por Mi Corazón cambia su vida para siempre porque Mi Corazón es parte de Dios y de ese gran Universo que espera mostrarse definitivamente a la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La Revelación de Dios a los hombres
La Revelación de Dios a los hombres, hijos Míos, es eterna y comienza cuando el corazón humano va madurando y despertando, más que a la sabiduría, a la humildad.
La Revelación de Dios a los hombres sucede cuando el corazón es simple y reconoce la propia pequeñez, sin limitar la sabiduría y la existencia divina a su comprensión y a todo lo que ya fue revelado.
La Revelación de Dios a los hombres no se detiene, sino que, desde los Patriarcas hasta los días actuales, se profundiza y culmina solamente en la unidad plena del ser con Dios, en su retorno al origen.
El hombre en sí es la Revelación de Dios.
El verdadero autoconocimiento, que no es una ciencia humana, sino una ciencia espiritual y divina, es el que los conduce a la revelación del propio Dios.
Los seres humanos son, al mismo tiempo, las criaturas más próximas y más distantes de Dios.
La Presencia Divina en su interior y la unidad que guardan como potencial silencioso en su esencia, los hacen próximos a Dios.
Sin embargo, hijos Míos, la ignorancia y la indiferencia alejan a los hombres de sí mismos, de lo que verdaderamente son y, en consecuencia, los alejan de Dios y de la Verdad.
La Revelación de Dios a los hombres sucede con el despertar de la sed por la vida superior, con el descontento del espíritu con todo lo que la vida en la materia le ofrece, con el descontento del espíritu con su propia expresión de vida.
Cuando el espíritu se ve descontento consigo mismo y con el mundo, se mueve dentro de los seres para que ese descontento espiritual impulse a la consciencia a buscar la vida superior, a profundizar el despertar y el autoconocimiento que, en verdad, es el conocimiento de Dios en sí.
La Revelación de Dios a los hombres se profundiza a medida que la consciencia humana evoluciona y aquello que para los Patriarcas era un sentir inexplicable e incomprensible de Dios, solo una experiencia de Dios sin explicaciones, en este tiempo puede tornarse una revelación profunda y científica de la existencia humana y de la existencia de Dios.
El Padre Creador es simple y en Su Simplicidad guarda Sus misterios. Pero la mente humana coloca barrera tras barrera para conocer a Dios y pocos son los que profundizan en Su Presencia.
Este, hijos Míos, es el tiempo de la Revelación de Dios a los hombres porque está llegando un nuevo ciclo culminante para la consciencia humana.
Ha llegado el tiempo de renovar la historia.
Ha llegado el tiempo de los nuevos profetas, de los nuevos apóstoles, de la renovación de la santidad y de la fe en el corazón humano.
Porque, así como Dios despertó y levantó a los profetas y pueblos en la pura fe en el pasado para preparar el Nacimiento y la llegada de Su Hijo al mundo, también hoy, hijos Míos, levantará pueblos y naciones, corazones y espíritus para que preparen nuevamente la llegada de Cristo al mundo.
El retorno de su Señor será definitivo y marcará el fin de un tiempo, porque las últimas palabras de las Escrituras se cumplirán y el Evangelio que Él dejó en el mundo se renovará por las nuevas revelaciones que el Hijo del Hombre traerá a la Tierra.
Su Palabra será Vida y le revelará al mundo la verdad superior frente a la cual muchos estuvieron ciegos, a pesar de que ella siempre estuvo aquí.
Antes de la llegada de Cristo, así como en el pasado, la Revelación de Dios comenzará para los profetas del nuevo tiempo y el Evangelio Universal de Cristo se comenzará a escribir con la verdad que ya está emergiendo en el corazón de los hombres.
El Nuevo Testamento se está cumpliendo al mismo tiempo que la Revelación de Dios a los hombres se está profundizando, para que puedan escribir las Nuevas Escrituras, las Leyes que dictarán la nueva vida.
Abran sus corazones a la Revelación de Dios porque todo está siendo dicho para despertar y preparar a los corazones y a los espíritus de los hombres para este nuevo y definitivo ciclo.
Yo los amo y los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Más allá de los Universos – Parte I
A través de los Nombres de Dios las criaturas de este Universo Material encuentran la posibilidad de coligarse y de acceder a estados de consciencia superiores y desconocidos.
Lo desconocido para las almas de la Tierra podría parecer un misterio, pero por detrás de ese misterio superior y cósmico se encuentra una revelación.
A través de los Nombres de Dios accedemos a la revelación de un conocimiento, es decir, de un aspecto o forma que fue proyectada para contribuir como idea con toda la Creación.
Los diferentes Nombres del Padre Eterno permiten que las criaturas que Él creó contacten Fuentes sublimes y positivas de información, las que ayudan en el despertar de las virtudes del alma y en el cumplimiento de la misión de los diferentes espíritus de la Tierra.
En el caso de este Universo local las diferentes claves que proporcionan los Nombres de Dios construyen, en los Universos Material, Mental y Espiritual, esa interrelación entre los planos de consciencia y las criaturas.
En los Nombres de Dios encontramos aspectos divinos de la Creación y nos unimos a ellos para atraer hacia la vida terrestre el principio de todo lo que Dios pensó, es decir, lo que conocemos como el Propósito.
En cada Nombre de Dios se guarda no solo una clave, sino también una llave de acceso a Principios de la Creación que aún esperan para mostrarse y revelarse a la actual humanidad.
Cuando nos unimos a uno de los Nombres de Dios estamos comunicándonos espiritualmente con una Virtud de Dios representada en un aspecto creador.
Un aspecto creador es uno de los tantos Principios de la Fuente que se revela en altos voltajes de energía, de vibración y de espacios. Es como si ingresáramos al epicentro fundamental de la Energía Creadora, la que se retroalimenta a través de los impulsos cósmicos que la Fuente Primordial emana constantemente desde el Universo Espiritual.
En este sentido, al contactar solo uno de los diversos Nombres de Dios, las criaturas consiguen, por sus propios medios, unirse esencialmente a una red suprema de energía espiritual que es emanada de la Fuente de la Creación, la que genera, todo el tiempo, la evolución y la recreación de la vida por intermedio de experiencias, de escuelas y de aprendizajes.
Por medio de la revelación de los Nombres de Dios la humanidad podría volver a concebir en el seno de su raza los atributos fundamentales que, una vez establecidos en la consciencia humana, permitirán gestar las bases futuras de una nueva civilización, la que estará principalmente basada en la vida del espíritu y no en la vida de la materia.
Esta transición que la actual humanidad está atravesando despertará en todo el planeta una gran definición interior, y eso se dará en el momento más culminante, cuando la raza se defina a permanecer en el amor o en la indiferencia.
Si los seres humanos dieran ese salto cósmico hacia la concepción divina del amor que existe dentro de cada ser, la Tierra sería repoblada por nuevas Leyes de la Fuente, las que hasta los días de hoy no han podido descender para transfigurar y sublimar la consciencia humana.
A partir de esa definición de estar en Dios y de invocar Sus Nombres sagrados se creará la condición necesaria para aprender a superar los tiempos finales y definitivos.
La elección estará en los seres humanos, criaturas que guardan en sí el potencial infinito de saber y de poder comunicarse con Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Del Cielo hoy vengo para decirles, que lo que llevo en Mis manos es lo que verdaderamente son para Dios. Son algo que aún desconocen profundamente. Han tenido pequeños lapsos de consciencia, de saber qué son verdaderamente para Dios y qué es lo que vinieron a realizar aquí en la Tierra.
Hoy traigo en Mis manos la pureza de las criaturas y he venido para hacerles recordar de ese compromiso, porque aún deben retornar a su origen para que la humanidad pueda retornar a su inocencia.
Fijen su mirada y su contemplación en lo que verdaderamente son. No se queden más en las apariencias de la vida, en los traumas de la vida o en los sufrimientos de la vida.
Yo vengo aquí, a este Santuario de Lis, porque este lugar y este Centro Mariano será el que traerá para el mundo la recuperación de su esencia original, el reencuentro con la pureza original, con la preciosa molécula que Dios sembró desde el principio de su existencia.
Hijos, hoy están ante un misterio más, que la Madre de Dios les viene a revelar, porque también ese, que en este momento deja de ser un misterio, también vive, vibra y palpita en el Corazón de la Madre de Dios.
Como Yo puedo ser parte de ustedes, ustedes también pueden ser parte de Mí y en una sola esencia todo se puede recuperar en la humanidad y en el planeta.
Hoy vengo especialmente de los Universos superiores a su encuentro y traigo entre Mis manos lo más valioso que existe en esta Creación, que es lo que Dios concibió desde el principio de esta humanidad y, podría decir, desde antes de que existiera esta raza.
Queridos hijos, retornen verdaderamente a lo que son, para que la humanidad pueda recuperar los atributos que necesita en esta transición planetaria.
Si existieran almas que recuperen su pureza original, el mundo podría recuperarse ampliamente y no tendría que sufrir muchos traumas más de los que vive diariamente.
A través de este Reino y de este Santuario Sagrado, Yo les traigo la revelación en esta noche de lo que verdaderamente son, hijos Míos, a los ojos de Dios, más allá del pecado y de los errores.
Es esa la filiación que ustedes deben recuperar en este ciclo. Digo recuperar porque aún muchas más almas precisan recuperar su filiación con Dios.
Y por medio de la consagración de nuevos hijos, no solo al camino espiritual, a la vida del servicio y de la oración, sino como nuevos hijos de Mi Corazón Inmaculado, es el medio y la forma que Yo encuentro, hijos Míos, para poder donarles y entregarles esto que verdaderamente son a los ojos de todo el Universo.
La humanidad necesita saber que no es solo materia ni tampoco alma. Hay algo más allá de todo esto, hay un más allá que deben descubrir y encontrar.
Por eso Yo les traigo esta revelación tan simple y profunda. Existen esencias muy semejantes a las que Yo tengo en Mis manos, están sufriendo mucho en esta humanidad, porque no solo no encuentran el camino hacia la Luz, sino que son llevadas a los abismos profundos de la Tierra.
Por medio de este mensaje, hijos Míos, hoy vengo a usar este canal de oración y de luz para elevar a todas esas esencias, desde los abismos hacia el Universo, para que Mis más grandes Espejos de luz, de cura y de Misericordia, que se iluminan y que se encienden de forma tan semejante a los soles que existen en este Universo, puedan recibir a las esencias que necesitan de esa oportunidad y de esa Gracia.
El Creador Supremo, Me ha concedido esta intervención especial en esta noche.
Quisiera que pudieran saber, hijos Míos, que lo que existe dentro de su Universo interior, no solo es precioso, sino también es sublime, es algo que la humanidad deberá recuperar en este tiempo para que alcance la Paz y el fin de los conflictos.
Solo volviéndose a Dios es que se podrá recuperar la esencia de la humanidad, viviendo un arrepentimiento sincero, haciendo una penitencia humilde y clamando el perdón que necesitan para que la humanidad y el planeta se puedan recuperar.
Hoy uso este portal que han ofrecido a la Madre de Dios como atributo de Sus apariciones en Fátima, para poder transportarlos, hijos Míos, hacia Mi Universo espiritual, en donde Dios Me ha encomendado estar y permanecer hasta el Retorno de Cristo.
Sé que no podrán comprender lo que les estoy diciendo, pero sí pueden sentirlo. Hijos, ustedes tienen una esencia tan valiosa que les permitirá, siempre y para siempre, tomar contacto con Dios y con Su Universo divino de una forma tan semejante y plena a la de los ángeles del Universo y de todos los coros celestiales.
Ofrezcan esta esencia de sus vidas por la humanidad, como el gran sacrificio de reconciliación de los hombres con Dios a fin de que los espíritus sean aliviados y amparados por la intercesión de la Madre de Dios.
Después de haberles dicho todo esto, hijos Míos, ahora vean por un instante, contemplen por un segundo lo que verdaderamente son y sigan contemplándolo para siempre.
No se identifiquen con lo que sus corazones pueden sentir o sus mentes pueden pensar. Lo humano es humano y solo deberá transformarse en gloria a Dios para que la redención de Cristo triunfe en la Tierra y muchas más almas participen de la plenitud de la vivencia del Reino de los Cielos.
No son solo cuerpo, mente o espíritu. Ustedes son algo más que aún deben descubrir, hijos Míos, así como los apóstoles descubrieron lo que verdaderamente eran, en la sagrada bendición del Pentecostés.
Son espíritus en potencial y en redención, así como muchos más lo son en todo el planeta.
A través de Mi intercesión y en esta noche de Gracia, en la que concluimos juntos una etapa, hijos Míos, vengo a quitarles por un instante las vendas de sus ojos, para que sus almas puedan alcanzar lo que verdaderamente son; para que sus mundos internos puedan percibir desde dónde verdaderamente provienen y hacia dónde irán algún día, después de esta experiencia terrestre.
Hoy deseo, hijos Míos, que se aproximen a Mi Corazón como nunca antes se aproximaron. Y aunque ya lo hayan hecho muchas veces, necesito que penetren en Mi Corazón Inmaculado como esa morada y ese refugio en donde podrán encontrar a Dios y la paz que tanto necesitan.
A través de los hijos que hoy se consagrarán como Hijos de María de una forma extraordinaria, vengo a entregarles en nombre de ellos lo que verdaderamente son como esencias, para que a partir de este nuevo ciclo caminen decididos rumbo a lo desconocido, para que ya no sea más desconocido, sino una vivencia real de estar en comunión plena con el Universo de Dios y con Su Creación.
Que vengan aquí los Hijos de María que se consagrarán.
Las flores que hoy han dejado a Mis Pies serán suyas, como testimonio de Mi Amor por ustedes y por el mundo, sabiendo que en sus esencias pueden ser tan semejantes a la hermosura de una rosa que solo en devoción se entrega a Dios.
Por medio de la canción que ahora pediré, realizaré una tarea planetaria, llevando del abismo hacia el Universo a las esencias perdidas. Les pido que Me acompañen en su interior y en oración silenciosa, sin temer a lo que Yo pueda hacer.
Aquí se cierra un ciclo, pero se abre un ciclo nuevo para los corazones. Dichosos serán los que lo puedan acompañar de verdad a fin de que su Madre Celeste siempre tenga la Gracia, por intermedio de sus hijos, de volver a Europa.
En esta noche estoy aquí, hijos Míos, de una forma tan semejante a como estuve el 13 de mayo durante la primera aparición en Fátima. Es así que, de una forma interna y muy profunda, la Madre Celeste, la Señora del Santísimo Rosario, une los tiempos.
Y ante Mí en este pequeño espacio, dentro de esta simple casa, están en el tiempo presente, el tiempo de Dios, en Su real tiempo. Percíbanlo y llévenlo en su corazón para volver a contactarlo en algún otro momento.
Por medio de esta agua la Madre de Dios los consagrará como Hijos de María para que comiencen a caminar en Su senda de amor y de redención.
Mi misión se ha cumplido y les agradezco por responder a Mi llamado y por haber concretado por medio de la oración del corazón esta Peregrinación por la Paz, en donde las almas celebrarán la Misericordia de Dios y la alegría de vivir en Su Reino para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
Hijos, todo es parte de una Gracia suprema, infinita, inalterable e intransferible.
Es esta Gracia suprema que hace renacer a las almas en el Amor de Dios por medio de Sus sacramentos, y de su fe en Su presencia y en Su divina existencia.
Demos gracias a Dios por todo lo que ha sucedido, porque al fin Mi Inmaculado Corazón triunfará. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Despidámonos de la Madre de Dios, de todos Sus ángeles, de San José y del pequeño Niño Jesús cantando "Lluvias de Amor".
Podemos colocarnos de pie.
Para terminar este encuentro, unidos a todos los hermanos, a cada corazón orante que en este momento está coligado a la obra de la Madre de Dios en alguna parte del planeta, nos unimos como una sola esencia para ofrecer nuestra gratitud y amor a Dios por Su infinita Misericordia.
Podemos cantar.
Si no comprendes las Obras del Señor, únete a ellas, porque algún día las comprenderás. Yo solo necesito que amen lo que les pido y que lo hagan siempre bien, para que el Padre que está en el Universo sea honrado y glorificado y las almas puedan ser partícipes de Su Gracia por medio de los que responden a Su llamado.
No intentes comprender lo que sucede en este tiempo porque no lo conseguirás. Aférrate a la dulzura de Mi Corazón, porque así todo lo comprenderás a su debido tiempo.
Las señales que Yo traigo para la humanidad son para generar el gran cambio de la consciencia y en algunos casos será doloroso y difícil, pero toda mudanza tiene un porqué y un sentido.
Yo necesito, compañeros, que se sumerjan en la Comunión Conmigo para que siempre puedan tener disponibles Mis Dones, que serán estrellas guías en sus caminos y sobre todo, en su mundo interior.
Hoy vengo a buscar descanso en los que no se cansan de estar en Mí.
Hoy vengo a buscar refugio en los corazones fieles a Mi Presencia, en los que se unen a Mí todos los días bajo el espíritu incondicional y bajo la protección del amor.
Hoy, Yo vengo desde el Cielo para darles algo. A través de Mí traigo las profecías del Cielo, las que hoy muestro a algunos para que puedan comprender lo que vendrá.
Después de que Yo haya salido de aquí, después de haberlos bendecido, esto llegará y se manifestará; por eso, busquen vivir en Mí y únanse a través de Mí con todo el Universo.
Allá arriba está lo que en verdad necesitan. Allá arriba está lo que ustedes vivirán después, pero para que lo que está arriba pueda descender, deben estar conectados con la Fuente y las soluciones llegarán.
No hay prueba en esta vida que no tenga respuesta; por eso, Yo les traigo esa respuesta y por medio de la profecía, les traigo la revelación.
He pedido llegar a este humilde lugar para poder decirles esto, porque aquí, nadie contrario a Mí, los encontrará.
En el refugio de las Comunidades Yo protejo a Mis ovejas. Cuando Mis ovejas están dispersas y no escuchan el llamado del Pastor, no las puedo proteger y tengo que llegar a ellas de alguna forma, por medio de alguna señal o de algún mensaje para que vuelvan a Mi Camino, para que retornen a la Morada del Padre Celestial.
Los rebaños en este tiempo están presentes en esta Tierra, no solo para aprender a pastar nuevos atributos, sino para vivir una transición y una purificación; algo que nadie ha vivido en ningún otro tiempo. Por eso las almas temen a la presión de estos tiempos. Pero Yo les vengo a quitar esa presión que podrán estar viviendo en este tiempo.
Si estoy aquí, es porque Mi Padre lo quiere. Si estoy aquí, compañeros, es porque vengo a ofrecerles Mi Corazón, como ese Manantial inagotable que los renovará, y los purificará y los aliviará.
Por medio de la Palabra del Hijo de Dios les traigo la profecía, algo que no puede comprenderse con la mente; solo se puede sentir con el corazón, aunque sea un misterio.
Algo grandioso podrá ser vivido aquí en Europa, pero dependerá de esa adhesión incondicional con el gran Mensajero de Dios.
Si están aquí es porque les corresponde estar aquí y no en otro lugar. Los que hoy no están aquí es porque les corresponde estar en otro lugar, es decir, en otra escuela y en otro aprendizaje.
Todo lo que viven tiene un sentido y un camino. Yo les vengo a revelar por medio de Mi Palabra, el sentido de ese Camino, aunque sea un camino doloroso o un camino alegre.
Yo los invito, compañeros, a encontrar sentido a todo lo que viven en la vida, porque así no se amedrentarán; encontrarán respuesta a todo lo que necesitan y comprenderán el porqué de lo que sucede.
Siento que no están comprendiendo lo que les estoy diciendo, sus mundos internos sí comprenden; sus almas sí escuchan.
Sus corazones pueden sentir o no Mis Palabras, pero si Yo estoy aquí es porque les estoy indicando donde deben estar, que es aquí, en esta parte de la Obra que Yo llevo adelante con ustedes por una Voluntad aún desconocida por todos.
En esa serenidad que hoy les traigo, les pido que se abran al entendimiento de Mis Palabras, porque ya no hay tiempo.
Lo que deberá construirse para el próximo ciclo es importante. Aún hay muchas almas en Europa que esperan por su servicio. Que salgan de sus hogares, de sus modos de vida, al encuentro de cada una de ellas, así como Yo en estos dos últimos meses, junto a Mi Madre y San José, hemos ido al encuentro de esas almas. Y aquí tienen un ejemplo vivo de esto.
Es hora de movilizarse por el Plan, porque en el propio movimiento y en el propio flujo, en el propio sentido de la energía y de la corriente universal, se transformarán sin percibirlo y ayudarán a construir lo nuevo en lo que ya está viejo y arcaico.
El Plan de Dios no es hermético, el Plan de Dios no es sólido, él vive un dinamismo constante, porque la Fuente Superior lo alimenta para que se pueda realizar.
Ese Plan aún debe cumplirse y ustedes deben ser conscientes de esto en el esfuerzo, en la dedicación, en el servicio incondicional, en la presencia y en la adhesión a todo lo que se pide, por más que no se comprenda.
El Plan como un todo está basado en el amor y es ese amor lo que le da su propia inteligencia para que las almas despierten y lo vivan.
Hoy les traigo el Rayo de Mi Soberanía y de Mi Fortaleza, el Principio del Gobernante, porque es hora de que el Propósito Divino se alinee correctamente en sus espíritus, para que lo que está allá arriba en el Universo pueda descender. Solo podrá descender a través de instrumentos, por medio de vehículos, de almas y de esencias.
La ayuda del Universo está disponible para todos, las respuestas a todos los cuestionamientos están disponibles. Dios es pleno en Sabiduría y también en Ciencia. Aprendan a superar las dudas de la vida, las barreras y los obstáculos que les puede estar imponiendo su consciencia inferior.
Colóquense en el epicentro del Amor Universal y dejen que sus células se expandan por medio del fluido de ese Amor Universal que llega para mostrarles la correspondencia y el sentido de los próximos pasos del Plan Divino de Amor.
Solo espero que no pierdan la oportunidad; no me cansaré de avisarles hasta el último momento, porque por detrás de todo lo que no parece concretarse, se está construyendo en los mundos internos una gran obra que los dichosos de espíritu y los humildes de corazón vivirán y podrán ver con sus propios ojos, lo que con tanto esfuerzo ha sido construido.
Nadie tiene el poder en todo lo que les pido, ni Yo mismo tengo el poder en todo lo que les hablo. ¿Comprenden lo que les digo?
Todo proviene de Dios y si Él lo piensa y lo siente, se concreta. Pero Sus hijos, Sus más pequeñas criaturas de esta humanidad, son llamadas a ser partícipes de ese Pensamiento y de ese Sentimiento de Dios, que los quiere llevar a expandir su consciencia más allá de lo normal y de lo superficial.
Si Yo estoy aquí es porque Me estoy ofreciendo para eso.
Las bases de esta comunidad ya deben despuntar en el firmamento. Las columnas de este Centro Mariano ya deberían estar erguidas, porque él llevará su tarea y su misión espiritual como contraparte del Santuario de Fátima, para acoger a todas las almas que no son comprendidas, que son rechazadas, que son discriminadas y que son expulsadas por su pobreza espiritual o material.
La esencia de Lys y la pureza de Lys está en su humildad y paciencia, es eso lo que la hace verdadera, eso es Lys en la Madre de Dios.
Ustedes deben ser manos que extiendan ese misterio. Por eso deben dejar salir desde dentro de ustedes aquello que ya no los ayuda espiritualmente. Es hora de renovar las bases de este pilar en Europa; no solo por Europa sino también por África.
África espera por ustedes. Ya hemos dado muestras, compañeros, cuan urgente es la ayuda para Mis hijos de África. Cuando ustedes den el paso, Yo podré llegar a África para llevar a todos hacia Mi Misericordia, así como Yo los he llevado a ustedes desde el principio.
Solo espero que eso se cumpla y se materialice. África debe ser parte de la columna de Mi Misericordia. Y aunque sé que existen allí misioneros valiosos y almas servidoras que alivian el sufrimiento, aún a África le falta su principal columna espiritual, que es un próximo Centro Mariano que dependerá de este, para que se pueda manifestar conforme la Voluntad Divina.
Eso llevará muchas almas de los abismos hacia Mi Misericordia, de la esclavitud a la libertad, de la explotación para la alegría eterna de poder reencontrar a Dios por medio de los Centros espirituales que sirvan a la Jerarquía.
Ya tuvieron treinta años para poder comprender esto. Es hora de unirse por amor a Mi Sagrado Corazón; es hora de construir y no de dividir; es hora de hermanarse, de confraternizarse; es hora de iluminarse y de no oscurecerse; es hora de llevar adelante el designio que Dios les entregó por medio de Mi Corazón a través de la Fuente de la Instrucción.
Las bases de sus conocimientos ya están erguidas. Es hora de terminar de construir el Templo para que Dios, en Su más infinita Sabiduría y Compasión, habite dentro de ustedes para siempre y así se realice el Plan.
No se queden en lo humano. No permanezcan en lo mental. Pregunten a sus corazones: Padre, ¿qué estoy haciendo? Padre, dame la respuesta que necesito. Abre mis ojos a Tu Voluntad y ayúdame a cumplirla, según Tu deseo y Tu divino pensamiento y así sabrán amar más, como Yo los amo, como Yo los entiendo, así como Yo los acepto.
No tendré otro día ni otra hora, otro ciclo u otro tiempo futuro para venir a decirles esto. Esta es la única vez que podré decirlo. Esta es la única vez en donde ustedes podrán penetrar profundamente en Mi Corazón para que solo acepten lo que necesito, que va más allá de la vida humana, de las incomprensiones o de las dudas que puede estar imponiendo Mi enemigo.
Por eso hoy, el Gobernador del Cielo, el Espíritu de la Sabiduría y del Amor, viene a traerles claridad y transparencia espiritual a sus mundos internos, a fin de que sean colmados por Mi Espíritu reparador.
Me tomo este tiempo porque no tendré otro y estas palabras sirven para todos, no importando la escuela en la cual se encuentren, o vivan. Las palabras son para el despertar del amor en los seres, para la expansión de la consciencia de los últimos Cristos de los últimos días.
No quiero que más almas pasen por la puerta de la Justicia. Deseo que muchas más almas atraviesen la puerta de Mi Misericordia, porque así Mi Corazón triunfará, así como está escrito en el Cielo.
He escogido este lugar bendito para decirles esto. Dios aún toca con Su Mano este lugar y quiero que nunca más se olviden de esto, porque a pesar de que estén purificando o sufriendo, Dios tiene Su Mano en este lugar y debajo de Su Mano están todos ustedes. ¿Comprenden?
Si Dios tiene Su Mano aquí, es porque es por algo mayor que aún sus mentes no comprenden. Deben amar la Voluntad de Dios para comprenderla, de lo contrario, vivirán muchos obstáculos para poder comprenderla.
Sean partícipes de este misterio y de esta revelación que hoy les traigo.
Aquí, Dios por medio de Su Hijo, hoy deja plasmada Su Voluntad, para que alguien la cumpla, para que muchos más se animen a cumplirla, no solo por este lugar, sino también por toda Europa y Rusia; porque aún Rusia deberá ser partícipe del perdón y eso está en sus manos.
En Mi Silencio podrán sentir Mis Palabras y en Mis Palabras encontrarán las llaves que necesitan para abrir las puertas hacia lo nuevo, para lo que aún deberá descender desde el Universo.
Es así que hoy Me ofrezco en Cuerpo y Sangre, para que vivan en Mí ese Misterio y lo hagan parte de sus seres todos los días, sabiendo que hay algo superior y mayor que mueve todo, que los conduce y que los guía en estos tiempos cruciales en donde el amor batalla contra la indiferencia.
Elevemos al Cielo nuestra gratitud y reciban en sus corazones el apelo de Dios, el deseo más profundo de Su Espíritu, para que en Europa se realice lo que está escrito conforme en los libros sagrados del Universo.
Celebraremos esta comunión con lo Alto y con lo profundo de ustedes, para que más almas sean merecedoras de este Misterio y de su revelación, que Yo les traigo a través de la Comunión.
Incienso.
Aquí existen almas que lo darían todo por Mí, por eso estoy aquí, a la espera de ese momento.
Los ángeles del Reino de Lys hoy se congregan en torno al Señor y de todas las almas presentes y no presentes, para que, ingresando a ese Universo de Amor y de Pureza las puertas se abran a la redención de los corazones y a la conversión de los espíritus que deben convertirse en nuevos cristos.
Por medio de los elementos de la Naturaleza, las leyes inmateriales se manifiestan y en la Tierra se siembra el Propósito de Dios; algo que sus almas reciben para siempre y de lo cual deberán cuidar.
Agua
Vuelvo a testimoniar lo que una vez hizo Mi primo Juan Conmigo, de bautizarme con el Espíritu; pero hoy Yo no solo los bautizo con el Espíritu, sino también con la Gracia que convierte y redime lo imposible. Amén.
Este es Mi Cuerpo que ha sido entregado por los hombres para el perdón de los pecados. Coman de él y sean partícipes de Mi Gloria. Amén.
Esta es Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que fue derramada por los hombres para la remisión de los pecados. Beban de ella y sean partícipes de Mi Misericordia.
Pai Nosso...
Estos son los elementos que les darán la vida eterna. Dichosos son los invitados a servirse de este Sacramento, en comunión con los santos y los ángeles del Cielo.
Vayan en paz y sean Mi Palabra en el mundo.
Las bases espirituales de este Centro ya están manifestadas. Es hora de trabajar y de concretar el Plan, así como Dios lo desea en Su más profundo ardor, para que se cumpla el amor en esta Tierra.
Después de ser bendecidos tienen que bendecir, fraternalmente, con el saludo de la paz.
Les agradezco por escucharme de corazón y de alma.
Yo los amo y los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Aún llego al mundo por los que Me aman. Y vendré al mundo cuantas veces sea necesario, porque sé que el amor de los que Me siguen es verdadero. Es ese amor y esa confianza los que Me hacen retornar al mundo, más allá de los acontecimientos de la vida, de las pruebas tan duras que vive la humanidad al apartarse de Dios y de no buscar el amor de Su Fuente.
De nuevo se cumple la profecía: Vendrá el Hijo de Dios, miembro de la familia del Rey David. Vendrá la Fuente de Dios a la Tierra, para colmarla con Sus Dones y Gracias. Y esa Fuente tan inmaterial y desconocida, sembrará Sus Gracias y Sus Virtudes en los corazones que ni siquiera imaginan.
De nuevo el Señor hará milagros en la vida de las personas y encontrarán el amor que necesitan para saber sobrevivir en estos tiempos.
Alégrense, compañeros, porque el Amor de Dios se vuelve a donar al mundo y el Unigénito llega a su encuentro para revelarles la Fuente misteriosa del Amor de Dios, que será develada para todos los que se animen a entrar en comunión eterna, con el Sagrado Reino de Dios que vibra en los universos superiores de la consciencia.
De allí vendrán también los Ángeles y los Arcángeles, como fue en los tiempos pasados, pero esta vez en el momento más agudo de la humanidad. En este momento y en este tiempo, las grandes consciencias ultra terrestres podrán intervenir en la humanidad para que al menos una parte del rebaño de Dios, esté bajo el resguardo de la Mano poderosa del Padre y de Su Manto invisible de la Paz, traslucido a través de la siempre Virgen María.
Después de dos mil y dieciocho años, volverá a suceder un gran acontecimiento en la humanidad, que despertará en el amanecer de estos tiempos, al igual que la aurora que despunta en el horizonte y mostrará su brillo peculiar y especial para las almas.
Aún hay tiempo para vivir el arrepentimiento, porque cuando llegue esa señal que vendrá del Universo, todos la verán; más allá de sus creencias o de sus religiones, más allá de su fe o de su ateísmo, más allá del paganismo que existe en el mundo en este momento.
Vendrá así el nuevo Sol, que unido a los cientos de soles del universo, congregará energías potentísimas, cósmicas y superiores, que descenderán a la Tierra trayendo a los espíritus la gran revelación, Eso será momentos antes del retorno de Cristo a la humanidad, por segunda vez al mundo.
Cuando vean que todo esté agonizando en la humanidad y en la Tierra, sabrán que la hora de Mi retorno se acerca. Y más allá de las religiones y de las naciones, conocerán la nueva Faz del Redentor y Señor del Universo; más semejante y poderosa a la que Él reveló en lo alto del Monte Tabor, por medio de Su Transfiguración divina.
Cualquier célula viviente de la Tierra, cualquier átomo que esté vibrando en ese momento, cualquier ser de este planeta, no podrá escapar a la energía poderosa del Universo, que traerá el Gran Sol Universal para generar la redención de la humanidad y la conversión definitiva de todos los pueblos.
Cuando el último ángel haga sonar la trompeta, su ruido será mayor a cientos de tormentas. El ángel anunciará la hora definitiva de la humanidad y los sellos del Libro Sagrado serán revelados, para que todos tomen consciencia de lo que en verdad existe más allá de este planeta y de este universo local.
Primero descenderá la Iglesia de Cristo, en la Presencia y en la manifestación de los bienaventurados; de todos los que a través de la historia de la humanidad hasta los tiempos que llegarán, han respondido al llamado del Redentor y Señor del Universo.
Inmensa será la alegría en el Cielo, profundo será el gozo en la Tierra; porque todos los que han luchado al lado de Cristo, por la victoria de Su Reino Celestial, vivirán una plenitud inmensa y desconocida, y así el mal será derrotado.
La cabeza de la serpiente será destruida y el sufrimiento que se expande en los cuatro puntos de la Tierra desaparecerá; porque San Miguel Arcángel vendrá con Sus ejércitos a destituir a los demonios más rebeldes de la Tierra, que desvían a Mis rebaños del camino de la Luz.
Por otro lado, la Santa Madre de Dios, la bienaventurada Virgen María, la Reina del Cielo y de la Tierra, congregará a través de su llamado a todos los pueblos y todas las razas, que en la fe hayan vivido la religión del amor. Ya no existirán divisiones ni límites, ya no habrán guerras ni conflictos, porque la siempre Virgen María, Madre del Universo y Reina de la Tierra llegará con sus Potestades Celestiales para establecer los mil años de paz.
Grande será el gozo en la Tierra, sublime será la alegría en el Universo, esferas celestiales descenderán a la humanidad para traer la revelación del fin de los tiempos y todos, todos vivirán la alegría del Reino de Dios.
Los falsos serán retirados del mundo y los que no se han arrepentido, se arrepentirán, porque la última Gracia de la Fuente Primordial será concedida a los corazones más rebeldes.
De la noche a la mañana despertarán, reconocerán sus errores y pedirán perdón al Universo para que el gran Ángel del Señor, que provendrá del décimo segundo plano de consciencia, escriba en el Libro Sagrado del Universo, las nuevas señales de los tiempos, contadas una vez por los antiguos profetas y complementadas por la Palabra de Cristo, el Redentor.
Así el tiempo normal, ya no será tiempo. Un nuevo tiempo ingresará a la humanidad y todos tomarán consciencia de lo que siempre ha sido invisible; porque aquellos que hayan confiado en el Amor de Mi Corazón que sepan y que recuerden que no perecerán, siempre y cuando se mantengan firmes, confiables y verdaderos ante la potestad del Universo celestial.
De esa forma las leyes se cumplirán en sus vidas: la materia ya no solo será materia, el espíritu gobernará la vida de las almas y el Santo Espíritu de Dios llamado Espíritu Santo, se volverá a mostrar como en Pentecostés, para derramar sobre todos los pueblos y en todos los continentes, los nuevos principios de la nueva humanidad.
Que en la victoria del Reino de los Cielos celebren este momento, para que sus vidas sean partícipes de ese gran acontecimiento. Sirvan a Dios siempre con alegría, sirvan a Dios siempre con fuego en el corazón.
Sigan rezando por la paz en el mundo y por la misericordia en todo el planeta, porque Yo les aseguro, que tomarán consciencia de todo el bien que hayan podido hacer a través de los tiempos. Y ya no se levantará nación contra nación, ya no reinará la indiferencia, la mediocridad de los corazones, y tampoco la fe debilitada.
Porque en los siervos de los últimos tiempos, Yo construiré Mi nueva Iglesia y todos conocerán la Iglesia de los Cielos; no la iglesia de la Tierra, la verdadera Iglesia Celestial que Yo he profesado a mis apóstoles y a todos los que fueron partícipes de Mi Evangelio en los últimos tiempos, porque por más que Cielo y Tierra pasarán, Mis Palabras permanecerán en los corazones que han firmado su compromiso Conmigo por la eternidad.
Por eso hoy Mis Ojos brillan de esperanza al ver el sacrificio y la sinceridad de los que oran a Mi Corazón, porque así el Cielo y el Universo siempre los bendecirán con sus Gracias, con sus Misericordias, con todos los Dones que esperan hacer de sus vidas instrumentos simples en las Manos de Dios.
Tornen sus vidas como lápices de luz, para que Dios siga escribiendo esta historia de llevar el amor y la paz a todas las naciones del mundo, porque hay corazones que desesperan en su mundo interior y en su vida exterior y que necesitan de la luz de Mi Corazón para volver a confiar en la vida y sobretodo, en el Universo.
Hoy, llevo en Mi Corazón sus súplicas, las súplicas de cada uno de Mis hijos, las que entregaré al Padre a los pies de Su Universo Celestial.
En Mi Nombre serán ungidos, en Mi Nombre serán bautizados, porque sus almas necesitan de eso para aprender a amar aún más Mis Misterios; Misterios que son simples, profundos y verdaderos; Misterios que revela Mi Corazón a los que se abren para conocerlo y para sentirlo en su interior.
He aquí el Corazón que nunca se cansará de donarse a los hombres, a pesar de sus errores y de sus dificultades. Este es el Corazón del Hijo de Dios, el Glorificado Corazón de Jesús que no solo viene a Austria para ayudar a las almas que más necesitan, sino que también viene al mundo a fin de consagrar las naciones a Mi Sagrado Corazón.
Contemplen este Corazón que todo lo entiende.
Contemplen este Corazón que todo lo acepta y que vivió por ustedes un gran sacrificio por la salvación de la humanidad.
Que este Corazón que pertenece a todos, sea reconocido y sea amado por el simple amor de los hombres y de las mujeres de la Tierra, a fin de que las almas vivifiquen el manantial del Amor de Dios por medio del Corazón del Hijo. Este es el Corazón que arde de amor por los justos y por los injustos.
Mi Corazón viene de la Fuente, para llevarlos a la Fuente, para que sean uno con el Creador.
Que el Señor bendiga todos estos elementos que han colocado a Mis Pies en honor a Mi Sagrado y Glorificado Corazón, para que las almas sean bautizadas por el Espíritu y sean ungidas por la Mano Curadora de Dios, a fin de que se disuelva el pasado de las heridas más profundas de la consciencia, para que renazca el amor y la unidad en los corazones.
Hoy los ángeles consagran estos elementos. Hoy los ángeles transubstancian el Cuerpo y la Sangre de Cristo, para que el amor sea conocido en honra al Universo Mayor.
Hoy no pediré el incienso ni el agua bendita, porque ya fueron bendecidos por Mis Palabras y a través de Mi Palabra, la Fuente de la Creación descendió en sus espíritus y en Austria, así como en todos los que escuchan Mi Mensaje.
Así Yo les doy la paz, para que la lleven al mundo y a los que más la necesitan; y para que esa paz se expanda, se darán un saludo de paz, uniendo a todos los pueblos y a todas las razas.
Los bendigo con Mi Espíritu: en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por haber respondido a este llamado, porque así nunca lo olvidarán; nunca olvidarán lo que aquí ha sucedido, porque quedará guardado como una memoria imborrable en el Universo. ¡Amén!
Primer Mensaje
Mi Silencio habla de la verdad de estos tiempos.
Mi Silencio les recuerda el momento de Mi pasaje por el Huerto Getsemaní y la hora durísima de la agonía; momento en el cual Dios Me reveló la verdad y Me la hizo conocer profundamente, para que no solo Mi Corazón se preparara, sino también para que Mi Espíritu se preparara para los tiempos que llegarían después de Mi Ascensión a los Cielos.
Estamos en la hora de esa gran verdad. Estamos ante la revelación de ese momento crucial que llega al mundo para poder mostrarle su realidad y así salir de la ceguera.
Hoy, su Maestro y Señor carga con las ingratitudes del mundo y con todas las ofensas que los corazones en estos tiempos cometen, en su profunda ignorancia.
Es un sentimiento inexplicable, es una sensación inextinguible, es un dolor grande para poder soportar y, sobre todo, para llevarlo dentro de Mi Corazón.
Por eso vengo a pedirle al mundo y a los que creen en Mí, la adoración reparadora, durante cinco minutos, a fin de que el Corazón del Señor sea consolado de las ofensas que recibió y de las ingratitudes que sintió de todos los que una vez estuvieron a Mi lado, pero que el engañador del mundo apartó de Mí, por diferentes razones.
No es este el mensaje que hoy les traía para su conocimiento e instrucción, pero el Salvador de los hombres debe llegar hasta el final, hasta la última alma, hasta el último rincón del mundo para dar auxilio a los que más necesitan, especialmente a los que viven en su ignorancia o en su indiferencia.
En la adoración reparadora de los cinco minutos podrán consolar a su Maestro y Señor, de muchísimos sentimientos y actitudes ofensivas que Me envían las almas de la Tierra por diferentes caminos y a través de diferentes acciones.
He aquí el Corazón que aún sufre por el mundo y por los que le dan las espaldas al Redentor de Universo, dejando de corresponderle como Él lo necesita, como Él lo ha pensado y como el Padre Celestial lo ha propuesto.
Pero los que siguen Conmigo que no se amedrenten; reparen el Corazón doloroso del amadísimo Señor a fin de que los siete principales sentimientos que ofenden a Dios sean transmutados y reparados por el poder misericordioso de Mi Corazón y por las adoraciones que las almas Me ofrezcan tan solo por cinco minutos.
Así repararán el Corazón del Hijo y, en consecuencia, repararán el Corazón del Padre. Repararán el Corazón de Cristo por los sentimientos de indiferencia, por los sentimientos de ingratitud, por el sentimiento de negación, por el sentimiento de cobardía, por el sentimiento de negligencia, por la falta de fe y, especialmente, por el sentimiento de desamor hacia las Obras de Dios y a su cumplimiento en la Tierra.
Por esos siete sentimientos adorarán el Corazón Eucarístico del Señor del Universo y ofrecerán reparación a fin de que las almas no se sigan confundiendo a sí mismas.
Y aunque el rebaño esté agitado y el lobo feroz esté a su acecho, el Pastor del Universo no retrocederá. No retrocederá porque Él vendrá a salvarlos, Él vendrá a mostrarles el camino y la Luz ante las tinieblas.
Compañeros, llegó el tiempo de la definición.
La cruz de este tiempo es muy pesada y quien en verdad no esté Conmigo no podrá cargarla por más que lo intente, por más que lo quiera hacer.
Quien no está Conmigo no está en el amor y podría no saberlo.
Por eso, imploren a Dios con arrepentimiento de corazón, para que la humildad les sea concedida y sus corazones se purifiquen, ante las venganzas que el adversario emitirá en el fin de estos tiempos contra los seguidores de Cristo.
Si no hay amor, nada se podrá resolver. No bastarán las palabras. No bastarán los comentarios ni los juicios de valor. Necesito que sean Mi ejemplo vivo en la Tierra, por más que nunca lo consigan. Deberán espejar Mi Presencia para que Mi Corazón sea glorificado en los confines de la Tierra.
Ha llegado el momento de no engañarse más y de no permitir ser engañado, porque muchos vendrán en Mi nombre y afirmarán que otros son los caminos, y muchos lo creerán.
Por eso, sumérjanse en Mi Corazón doloroso, para que la llama de su amor lo consuele y lo repare mediante la adoración a Mi Eucarístico Corazón.
Las señales del tiempo anuncian grandes acontecimientos, dentro y fuera de los hombres, dentro y fuera de las mujeres de la Tierra.
Y no habrá nada ni nadie que pueda detener su definición en este tiempo, definición que marcará el destino de la próxima etapa y, podría decir, de toda su existencia, hasta después del retorno de su Maestro y Señor al mundo por segunda vez.
Por eso, no les hablo de hechos pequeños o de incomprensiones insignificantes, de adhesiones pobres o de falta de unidad inmediata para con sus hermanos y semejantes.
Están ante la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Están ante una revelación que se viene anunciando desde los orígenes de la Tierra hasta el presente.
Por eso, quisiera saber, ¿quién beberá Conmigo del nuevo Cáliz que Me entregará Dios?
Lo que se transmutará en estos tiempos será muy diferente a lo que se transmutó en los tiempos pasados durante la Presencia del Hijo de Dios en la Tierra.
Los invito a abrir aún más el corazón para escuchar Mis Palabras y para que ellas no se vuelvan pasajeras ni tampoco se olviden; porque Mi tiempo está terminando entre ustedes.
Los que no puedan donarse totalmente a Mí siempre estarán en libertad, porque Dios los ha hecho libres para que pudieran aprender a amar como Él los ama, infinitamente.
Les estoy entregando el planeta en sus manos y con confianza. Le entrego a esta Obra la humanidad; porque lo que habrá de suceder en el cercano futuro será muy grande y exigirá responsabilidad y correspondencia.
No quiero que sientan temor de todo esto, o de todo lo que les he dicho.
Les traigo la revelación del mismo sentimiento que Dios depositó en Mi Corazón durante Mi pasaje por el Huerto Getsemaní; sentimiento y revelación que se está cumpliendo en este momento, por las respuestas que Me dan Mis seguidores, sobre todo los que bajan los brazos ante Mí y se dejan vencer.
Sean inteligentes y usen el poder de Mi Corazón para transformarlo todo. Sean algo más que seres humanos que viven y respiran en este planeta, que escuchan o que hablan, que sienten o que piensan. Sean, en verdad, lo que vinieron a ser y no se justifiquen, porque así nunca cambiarán.
Mi Corazón ya no puede recibir más ingratitudes, porque el mundo Me las da diariamente. Mi Corazón solo quiere recibir su amor y su verdad.
Vengo a Austria para que comprendan en lo que estamos trabajando juntos y la importancia que esto tiene para Dios, tanto en el Universo como en la Tierra.
¿No será que sus sentimientos e inquietudes son pequeños ante la verdadera realidad de la humanidad y de su autodestrucción?
Crezcan y comprenderán el Plan; lo vivirán, así como Yo lo vivo y realizarán mucho más de lo que Yo realizo; porque les dije que harían cosas más grandes que las que Yo hice hace tanto tiempo atrás.
Que Mis Palabras permanezcan y que no se desvanezcan, porque Mis Palabras, cuando Yo ya no esté, serán su recuerdo para vivir la redención.
Que el Señor los bendiga y los ilumine.
Que el Señor les dé Su Templanza y Su Mansedumbre.
Que en el Señor puedan corresponder y obrar, para que venzan la fragilidad de estos tiempos por medio de la fortaleza del Espíritu Santo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la Pureza que brota de la Fuente del Corazón de Dios inunde a las almas y las renueve.
Que la Pureza que brota del Corazón de Dios impregne a los seres y los despierte.
Que la Pureza que brota del Corazón de Dios colme a los corazones y les revele la paz, les revele el amor y les revele la Gracia.
Que la Pureza que brota del Corazón de Dios llegue a todas las almas y las conduzca a la Verdad, hasta hoy oculta, de la unión perfecta entre su Madre Celestial y Dios.
Que la Pureza, hijos, disuelva de la consciencia humana la ignorancia y, sobre todo, el orgullo que le impide alcanzar los Misterios Divinos por creer que, en su pequeñez, pueden encerrarse todos los conocimientos, toda la sabiduría y toda la verdad.
Que la Pureza les abra los ojos y los lave, para que siempre puedan ver el mundo y la vida siempre como la primera vez, como quien está delante de algo que le es completamente desconocido.
Que la Pureza les permita ver todo como si fuera la primera vez y que el interés por lo nuevo les abra las puertas a los Misterios de Dios.
Bienaventurado es el corazón que contemplando a su Madre Divina y Celestial descubre en Ella la Maternidad Divina.
Contemplen el Hijo de Dios, pero también contemplen el primer Sagrario que lo guardó y descubran que, así como es en la Tierra, también es en el Cielo.
Conozcan y reconozcan la Grandeza de su Madre Divina todos los días, con la gratitud sencilla de estar ante Su Inmaculado Corazón, pues Su Silencio mucho le habla al corazón que sabe oír más allá de las palabras.
Contemplen el primer y eterno Sagrario de la Creación que es el Vientre y el Corazón de María, que guardó en sí no solo al Hijo de Dios, sino a todo lo que fue creado por el Padre.
Que la Pureza que brota del Corazón de Dios les revele este y tantos otros misterios que hay en el Cielo, así como en la Tierra.
Sean agradecidos eternamente y en la simple gratitud verán abrirse los Cielos delante de sus corazones a revelaciones que la humanidad debe conocer y que no se encuentran en los Libros Sagrados.
Este es el tiempo de las nuevas revelaciones.
Que se abran los corazones a la Verdad y que la Pureza que brota del Corazón de Dios les conceda la Gracia del Despertar.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El Retorno de la Madre de Dios
Silenciosa como la brisa y más brillante que el Sol, también retornará la Madre del Sol, la Estrella de la Mañana.
Primero, hijos, será Mi silencio el que preparará a sus corazones y el que permitirá que maduren y que vivan aquellas experiencias que confirmarán a sus espíritus en la adhesión al Plan de Dios.
Antes de que todo suceda y que el Triunfo de Dios se manifieste, verán dentro de sí mismos, los frutos de los últimos años de Gracias y de enseñanzas. Y será la propia expresión de sus vidas el testimonio de esta Obra y de la Presencia Divina que los guió, los condujo y los instruyó por tantos años.
Llegará el día en el que Nuestros Sagrados Corazones se silenciarán para que se manifiesten los profetas, los apóstoles, los santos y los Cristos de los últimos días y del Nuevo Tiempo.
Nuestros Corazones se silenciarán porque es parte del Plan de Dios que ustedes puedan crecer por sí mismos y hacer fructificar las semillas crecidas de la Gracia y del Amor.
Así como Dios se silenció en el Corazón de Cristo para que Él manifestara el Amor y la Cristificación en Su Corazón humano, así también Dios se silenciará en el corazón de los hombres que hoy escuchan y responden a Su llamado.
Pero esto no es para castigarlos, hijos Míos; eso es para que nazca de su interior un amor único, que surge del potencial humano cuando este se ve ante una gran necesidad de amar.
Antes de que Nuestros Corazones se silencien, ya le habremos entregado todo a la humanidad, y nada les faltará para cumplir el Plan de Dios.
El Silencio de Dios tendrá un tiempo y durante ese tiempo parecerá eterno y doloroso. Buscarán al Padre dentro y fuera de sí mismos y parecerá que no lo encuentran, a pesar de que Él siempre estará allí.
Su Silencio es el símbolo de la noche oscura que todo el planeta vivirá, porque es necesario.
Es necesario que exista la noche para que el sol vuelva a nacer.
Es necesario que exista la oscuridad para que la luz tenga sentido, para que el día pueda existir.
Entonces, hijos, no teman, pero tengan fe en las nuevas promesas de Cristo y en las revelaciones de su Madre Celeste.
Cuando llegue la noche sobre el mundo, y el silencio y la soledad se apoderen de los corazones de los hombres, recuerden lo que ahora les diré: más brillante que el Sol, nacerá en el firmamento una Estrella que será el anuncio del retorno del día, del día físico y espiritual que volverá a iluminar dentro y fuera de los seres.
Esa Estrella traerá consigo un sentimiento profundo de paz, de amparo y de esperanza; traerá el alivio que los corazones necesitan para cruzar los últimos momentos, y los más intensos, de esta noche oscura.
Permanecerá silenciosa en el Cielo, hasta que el Sol pueda volver a nacer, hasta que el Hijo del Hombre tenga el permiso de Su Padre para retornar al mundo y, como el Gran Agricultor, buscar los frutos que nacieron en los corazones de los seres, y multiplicarlos.
La Estrella de la Mañana, que anuncia la llegada del Sol para este momento, permanecerá silenciosa. Pero, después de que todo se cumpla, Mis Pies también tocarán la Tierra y, con Mi Hijo, vendré para concretar el Plan de Dios y revelarles Mi verdadera Faz.
El misterio de Mi Retorno, hijos Míos, es para terminar de unir pueblos, razas y religiones y para traer hacia Mi Inmaculado Corazón a aquellos que por ignorancia negaron Mi Maternidad universal.
Yo retornaré para recibir de Mi Hijo las almas más perdidas; las lavaré en las Fuentes de la Gracia y las encaminaré para que tengan un nuevo destino y reciban una nueva oportunidad.
El Retorno de la Madre del Mundo ocurrirá para sellar la unión entre el Cielo y la Tierra, entre las diferentes Faces de Dios y Sus criaturas.
Y allí, hijos Míos, se les revelarán todas las verdades que hoy están ocultas, porque haré reflejar en los espejos de sus corazones la verdadera historia de la Creación y, solo allí, cuando todo se haya cumplido, es que comprenderán el verdadero sentido de esta experiencia en la Tierra.
A partir de ese momento, el Cetro de Dios será colocado en la Tierra y se establecerán un nuevo mundo y un nuevo ser.
Sientan la Gracia de Mis Palabras y despierten la fe en las nuevas y eternas Profecías de Dios, pues, se cumplirán, como se cumplió desde el principio todo lo que el Creador habló a través de los profetas.
Yo los bendigo y les agradezco por escuchar Mis Palabras y por responder a Mi llamado.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo Soy el Hijo del Gran Sol y del Sol Interior provengo, así se cumplen los designios y las Leyes.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol Mayor emanan los Principios y las grandes voluntades, las que nacen del Supremo.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol surge la Vida y de la Vida se manifiesta la Creación.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol se irradian todos los Rayos hacia todo el Universo para que las consciencias creadas se sientan plenas y vivas.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol se revelan los misterios; porque es un Sol poderoso e inapagable, es un Sol que transmuta y, al mismo tiempo, libera todo lo que toca con su Luz.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol proviene la divina Existencia; desde esa existencia se manifiesta el Propósito para todo lo que vive en los Universos superiores e inferiores.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol nace la esencia más profunda y eterna, es la esencia que permite la regeneración y la cura de todo lo que está enfermo o impuro.
Soy el Hijo del Sol, y del Sol vengo para iluminar el Espíritu de la Tierra y de todo lo que existe dentro de ella.
Soy el Hijo del Sol, el Ser divino que se entrega para establecer en este mundo la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Todo lo que les pueda decir o revelar el Universo a través de la Instrucción, los llevará a la Verdad y sus ojos no estarán ciegos; al contrario, por medio de la Instrucción divina ustedes conseguirán ver una parte y un poco más, de lo que normalmente pueden ver.
Así podrán estar a la altura de los acontecimientos y, con espíritu de premeditación, sabrán qué hacer y de qué manera proceder.
De esa forma, sabiendo todo lo que el Universo les revela por medio de la Instrucción, ustedes caminarán firmes y, por más que en algún momento esa instrucción parezca extrema para la vida de un ser y para la definición de una consciencia, aprenderán a agradecerla todos los días, por no estar ausentes o lejos de la Verdad que solo intenta colocarlos en un nuevo escalón del despertar.
Sepan, entonces, amar la Instrucción como ella es y podrán estar preparados para recibir y escuchar nuevas revelaciones, las que en estos tiempos solo intentarán colocar a las almas en el camino correcto de la definición y de la entrega.
A pesar de todo, la humanidad ya fue muchas veces advertida de que llegaría el tiempo en que el propio Tiempo de Dios separaría la paja del trigo y todo sería dicho.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Siempre los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Algunos Tesoros del Padre Eterno, que todavía están guardados en los mundos internos de la humanidad, necesitan de un tiempo para que puedan ser revelados.
Cuando el tiempo de la revelación de estos Tesoros se aproxima y fuerzas contrarias se movilizan para impedirlo, la gran estrategia de la Luz es el recogimiento, a fin de esperar el momento debido para que dicha revelación espiritual se realice.
Eso no significa retroceder en el tiempo, ni dejar a un lado una necesidad o la evolución espiritual.
Cada estrategia divina planteada por el propio Padre Eterno tiene una victoria significativa y cuando un recogimiento se establece en esta etapa final de la batalla es la forma de que, en una próxima instancia, se dé un mayor impulso, mucho más de lo esperado.
Ciertos Tesoros del Padre Eterno, que están guardados en los mundos internos del planeta, despiertan poderosas corrientes universales de transformación y de transmutación de la precariedad espiritual de la mayoría de las almas.
Para generar esa oportunidad de liberación se deben activar esos Tesoros en el momento debido, para que no se generen efectos contrarios en la humanidad.
La misión de despertar esos Tesoros debe realizarse en armonía, para que todo fluya como está previsto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Segundo Retorno de Cristo
Llegará el día en el que el sufrimiento humano terminará y las almas conocerán el pleno gozo de estar en Dios y de que Dios esté en los hombres.
Las falsas creencias caerán y se levantará, en lo profundo de las almas, el templo del corazón, aquel templo que recibirá los Dones del Espíritu Santo, Dones que repoblarán la Tierra con principios verdaderos y evolutivos.
En esa hora se aproximará el Retorno de Cristo. En el momento más agudo de la humanidad, cuando la Madre Tierra esté en su parto dando a luz al Nuevo Hombre, será el momento del Retorno de Cristo.
Los tiempos se detendrán y el ciclo se estabilizará para que ingrese el Hijo del Hombre.
El verdadero tiempo absorberá al tiempo ilusorio y una nueva etapa comenzará después de que el Amado Hijo venga a buscar a Sus seguidores del amor y juzgue a los que por mucho tiempo hicieron el mal.
En ese momento todo será revelado y las almas de la Tierra ya no tendrán velos en su consciencia.
Muchos se darán cuenta de todo lo que podrían haber alcanzado, pero será demasiado tarde.
Otros se arrepentirán y de rodillas, ante el Hijo Amado, le pedirán perdón y Misericordia.
Pero, en ese momento, será el propio Dios el que juzgará a través de la boca de Su Hijo, y el Hijo Amado solo proclamará lo que Su Padre Eterno dicte en esa instancia.
Mientras tanto, y aún con un poco más de tiempo, arrepiéntanse de corazón y estarán a salvo, porque los que acepten vivir la escuela del Amor Redentor conseguirán ser parte de la Nueva Tierra.
Cuando Mi Hijo llegue por segunda vez a este mundo, ya se habrá desatado todo en la humanidad, con una fuerza de más de mil caballos.
La Naturaleza hablará por sí misma y saldrá de su constante silencio.
Los Reinos de la Naturaleza se expresarán y en cada parte de la Tierra dejarán un mensaje significativo que ningún hombre podrá destruir o borrar, porque lo que se les mostrará despertará la consciencia de los que están dormidos.
Del mismo modo, muchas más cosas sucederán. El Sol, la Luna, las estrellas y todo el firmamento darán señales definitivas.
Fenómenos naturales y espirituales indicarán que Cristo está retornando a la humanidad.
Las almas más dormidas despertarán. Otras se definirán por el resto de la eternidad.
La mayoría de los hombres y de las mujeres de la Tierra se darán cuenta de que estuvieron perdidos y dormidos durante décadas.
Una última Gracia será concedida al mundo, una Gracia que llegará sin que nadie lo sepa y que vendrá al mundo, inesperadamente, en el momento en el que suene la séptima Trompeta Celestial.
En esa hora y en ese tiempo, esa Gracia extraordinaria llegará a los hombres y a las mujeres para poder salvarlos y así, la Mujer Vestida de Sol abrirá la última puerta para que los últimos redimidos ingresen, en consciencia, a los Sagrados Recintos de Amor.
Cuando la última puerta se cierre todo sucederá y será incontrolable.
No habrá sistema, gobierno, nación o pueblo que lo pueda detener, porque será la propia corriente superior del Universo la que removerá todo lo que existe para que el planeta se libere del peso de sus átomos, generado por la mayoría con su densidad humana y espiritual.
Por eso hijos, recemos para que la mayoría de los no creyentes y de los no redimidos se arrepientan de corazón y reviertan sus penosas vidas.
Recemos para que las naciones del mundo se conviertan al Plan del Creador y lleven adelante acciones verdaderas en igualdad de condiciones.
Recemos y no dejemos de rezar, porque el inesperado Retorno de Cristo está cerca y sus corazones, en esa hora, deberán estar elevados en adoración para poder reconocerlo.
Dios los bendiga y les conceda el sagrado discernimiento.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy vengo a traer el Silencio de Dios al mundo, para que sea sentido, para que sea recepcionado por los corazones, por los que llevan adelante la Obra de Dios en este planeta.
El Silencio de Dios trae un cambio importante para las almas del mundo, especialmente para aquellas que están sumergidas todavía en la ilusión y que no consiguen por sí mismas salir de ella.
El Silencio de Dios fue el que permitió la creación de los universos, de los cuerpos celestes, de los planetas, de los soles y de las estrellas.
Del Silencio de Dios surgió el Divino Pensamiento para toda la Creación. De ese Silencio, después surgió la vida por la fuerza del Soplo del Espíritu, quien manifestó la esencia, y después, la materia.
Dios pensó en todo, en cada detalle y cuidó de todo para que Sus hijos fueran parte de esta Creación y se sintieran partícipes de cumplir con una parte de Su Voluntad, entre tantas humanidades, entre tantos universos, entre tantas galaxias
Pero esta Creación debería vivir un gran aprendizaje, el cual surgió hace mucho tiempo atrás, en el Universo, con la Rebelión.
En ese momento, los Portadores de Dios tuvieron que decidir, en el camino de la dualidad, por el bien o por el mal. Y una cicatriz, una herida, quedó abierta. Y el Silencio de Dios, que regenera la vida y la consciencia, se retiró, desde el momento en que uno de los Padres Creadores no obedeció a la Fuente, ni a las Leyes del Altísimo.
A partir de allí, de esa Rebelión universal, el planeta fue escogido por el Padre para llevar adelante el máximo Proyecto de Amor Crístico.
En ese momento, el Silencio de Dios se recogió en lo más íntimo de Su Ser y de Su Existencia. Pensó, contempló y meditó en toda la Creación, en todo lo que ya existía, para buscar una respuesta a la gran falla de las humanidades del Universo.
Mientras tanto, espíritus valientes y desconocidos, circundaban por las estrellas como grandes ángeles de Luz, llevando un mensaje de Paz y siendo portadores de la Paz que uniría a toda la Confraternidad, a fin de cicatrizar las heridas y borrar las huellas que quedaron grabadas en millones de consciencias que hoy están aquí, en este planeta.
Cuando Dios se recogió en Su Silencio y contempló a la Creación y los errores cometidos por Sus criaturas, fue cuando los Resplandecientes, los Elohim o los Hellel, se reunieron ante los Tronos del Creador para entregar una decisión tomada, que en verdad, compañeros, era una petición de todos los seres de la Luz, de todos los ángeles, que buscaban en Su Sabiduría y Amor, una sabia respuesta.
Esa respuesta y esa petición fue el surgimiento de la Segunda Persona de Dios, de Su Amado Hijo, para que el Espíritu del Amor-Sabiduría descendiera de lo más invisible del Espíritu, hacia lo más material y encarnara entre los hombres de este mundo, llevándolos a la Redención y al aprendizaje del Amor y del Perdón.
A partir de ese momento, el Proyecto de Dios y la Creación fueron recreadas. San Miguel Arcángel, San Rafael Arcángel y San Gabriel Arcángel se comprometieron a llegar a la humanidad, para prepararla para ese gran acontecimiento del Nacimiento de Cristo.
El Hijo del Padre, portador del Amor-Sabiduría, llegó como un Sol, más brillante que todos los soles, trayendo en Su Esencia y Divinidad la experiencia que la humanidad debería vivir, por medio de Su Nacimiento, de Su Vida pública y de Su Muerte.
Hasta los espíritus más caídos de este planeta, durante la existencia de Cristo sobre esta humanidad, aprendieron y vivieron la redención, el perdón de los errores. Y así se cerró un ciclo.
Por eso Judas, el antiguo apóstol, fue el antes y el después para esta humanidad y este planeta. Fue él quien se ofreció, en su más grande ignorancia e indiferencia, a recrear esta Creación. Así, como parte de la condición humana, llevó al mundo a la escuela del perdón y de la reconciliación. Y aunque el destino de Judas no fue muy bueno, su Maestro y Señor, a pesar de que supiera de su traición, lo perdonó, al igual que su Madre María.
¿Por qué hoy les cuento esta historia?
Porque la humanidad todavía no sabe de la esencia de Mi Evangelio y de Mi Existencia en esta humanidad.
Desde la Rebelión hasta el presente, muchos errores se siguen cometiendo. Por eso es tan importante la manifestación de la Obra de la Misericordia en todas las naciones y en todos los pueblos. Esta es la última tabla de salvación que les entrega Dios, para todas las criaturas de este mundo.
Una parte de la humanidad fue redimida durante el tiempo de la Presencia del Señor. Pero otra parte aún no fue redimida, que es esta última civilización del fin del tiempo, que tiene el chance de vivir la redención y el perdón.
Del Silencio de Dios surgió la Fuente del Amor-Sabiduría, la que a través de los tiempos y de los ciclos fue descendiendo de plano en plano, hasta llegar aquí, con el Nacimiento del Mesías y Redentor.
La humanidad necesitaba tener encarnado el propio Amor-Sabiduría, para que lo pudiera comprender, sentir y vivir. De lo contrario, no hubiera sido posible la redención de los espíritus más resistentes que cometieron errores, en tiempos anteriores.
Aún este planeta y esta humanidad son la escuela escogida para la expresión del Amor-Sabiduría entre los seres y las almas. Hasta que Nuevos Cristos no surjan en el fin de estos tiempos, esa escuela de Amor-Sabiduría, de perdón y de redención, estará abierta, para que las almas la puedan vivir y puedan aprender cómo amar cada día más, sin condiciones, así como amó su Maestro y Señor, los mayores ultrajes, las temibles indiferencias, los grandes errores de toda esta raza, aún no redimida.
Aún les cuento esto, compañeros, porque veo en sus corazones el potencial de un Cristo del Nuevo Tiempo, que debe animarse a no ser nada más para sí, sino todo en donación por los demás, y sin condiciones.
A través de estos últimos tiempos, los he llevado de la mano a la experiencia en la escuela del Amor-Sabiduría. Y así como lo fue en el antiguo Oriente, en este tiempo Mi gran deseo y aspiración, es que en Occidente surja una raza de Nuevos Cristos; de seres abiertos de corazón, de almas en donación; de espíritus incansables al servicio del Plan del Creador.
Los Cristos del Nuevo Tiempo, que surgirán de diferentes religiones y caminos, y que se encontrarán en un mismo estado de consciencia y de vibración, son los últimos santos de los últimos días, que prepararán el Retorno de Cristo para el momento más difícil de la humanidad, que ya se aproxima.
Ustedes son parte de la transición de ese acontecimiento. Su historia de redención y de amor está siendo escrita en los Libros de Amor de los Señores de las Vestiduras Blancas. Si esta historia se concreta y finaliza, un importante acontecimiento sucederá, para que más consciencias puedan ser partícipes del Retorno de Cristo y podrá ser evitado que esas consciencias sean trasladadas hacia otras moradas.
Deseo que con su corazón ardiente, que he visto durante esta Maratón, ese ardiente amor que los lleva a encontrar el Amor-Sabiduría, pueda permanecer en ustedes, sobre todo en este ciclo, en donde las pruebas serán más grandes y los desafíos serán más inalcanzables. Pero quien esté en el Amor-Sabiduría, estará en Mí y Mi Padre estará en ustedes, para que siempre los conduzca por el camino de la Verdad y del Amor.
Hay muchas cosas que la humanidad no sabe del Universo ni de la Divina Existencia. Hoy solo les he contado menos del uno por ciento. Imaginen entonces, compañeros, cuánta historia está escrita en los Espejos de Dios y en toda la Fuente de donde surge la vida de las esencias, de las almas y de los espíritus encarnados en este y en otros mundos.
Ya no piensen que esta Tierra, que este planeta, es el único que está vivo, con una humanidad. Abran sus consciencias a lo infinito del Universo y vean que dentro de él existe mucha más vida de lo que parece; que existen consciencias que los aman y que ustedes desconocen que sirven al Proyecto de Dios silenciosamente, para que la Creación, y en este caso los universos, se mantengan en perfecto equilibrio y armonía.
Los invito, con ánimo de alegría y de motivación, a penetrar en las Leyes del Universo, en aquello que es intangible y cósmico. Así, algún día podrán tener la sabiduría y la comprensión de que todo forma parte de una Jerarquía.
En este tiempo compañeros, la obediencia será impredecible. La obediencia también será una escuela para Mis apóstoles, porque será la forma de permanecer en la Luz, o lejos de ella.
La obediencia a Dios y a Su Plan, no son restricciones ni reglas, tampoco lamentaciones ni resistencias. A partir de que uno de los Padres Creadores desobedeció a Dios, decretó en este Universo la prueba de la desobediencia en todas las criaturas, no importando su evolución o despertar. Ustedes, con su compromiso y adhesión a Mi Corazón Misericordioso, deben ayudarme a vencer definitivamente esta dualidad, para que este Universo local viva el ciclo, el ciclo que le espera, de ser recreado como el Padre lo piensa en Su Silencio interno.
Por eso retornaré al mundo, en Gloria, Luz y Potestad. Y nadie podrá escapar a ese acontecimiento tan importante, en donde leyes, puertas y energías sublimes serán movidas, para que el Hijo Solar retorne a esta humanidad.
Cada cumplimiento del Plan y su etapa, es vital. Por eso la importancia de cumplir con Mis pedidos y con la convocatoria de la Jerarquía Celeste. Eso testimoniará al Padre que es posible llevar adelante Su Aspiración Cósmica, no solo en este planeta, sino en el Universo.
Y cuando el Retorno de Mi Glorificado Corazón se concrete, muchas cosas se terminarán. Y como he dicho, no quedará piedra sobre piedra, sino corazones triunfantes.
Cada detalle, cada acto de amor, cada oración, así como cada caridad que ofrezcan, construye el Plan del Padre en esta humanidad y activa pulsantemente a los Cristos del Nuevo Tiempo.
Mi Propósito, amados Míos, es hacer un corte en el tiempo y en el espacio de la historia de este Universo, para que sea purificado, transmutado y liberado. Y que a partir de Mi regreso al mundo por segunda vez, se reescriba finalmente la historia de la redención y el despertar de los Nuevos Cristos al Amor Crístico.
Mi Corazón se aflige por aquellos que no pudieron seguir Mi Propósito y que hoy no pueden escuchar este mensaje, en donde les he revelado, con total apertura, una pequeña parte de la historia de esta Creación, de esta vida infinita que los llama para la elevación de la consciencia, para que todas las razas, todos los pueblos y todo este planeta, se eleven de plano y de liberación y formen parte de la Confraternidad.
Vengo a decir esto fuera de Mi Iglesia, que está extendida por toda esta Tierra, para que muchos más corazones, independientemente de su religión o de su credo, puedan saber que Yo Soy el Amor-Sabiduría, que Soy más que Jesús. Soy el Unigénito, el Primogénito del Padre; el que fue anunciado por los labios del Arcángel Gabriel, para traer al mundo la redención y la misericordia de todas las criaturas.
Hoy, como Profeta y Pastor de nuestro Altísimo Padre del Universo, vengo a extender la historia del Apocalipsis. Vengo a extender lo que ha escrito Juan en el libro del Apocalipsis, porque a medida de que los Cristos despierten y se confirmen, la historia cambia, y la posibilidades de redención en las almas es visible y se concreta.
Yo los invito, compañeros, a persistir en este nuevo tiempo que llega, a soportar los embates, a transmutar las interferencias y a sufrir con valentía las disociaciones y las pruebas, sabiendo que Mi Mano poderosa e invencible, que Mi Rayo glorificado, estarán extendidos hacia ustedes, para siempre salvaguardarlos, y ayudarlos delante de cada prueba.
Para que la humanidad sea merecedora de una nueva oportunidad, grupos de almas en diversas partes del mundo, se ofrecerán a sostener, junto Conmigo, a esta humanidad, a fin de que al menos una cuarta parte de ella se redima y sea la que repoblará la Nueva Tierra y vivirá el principio de una nueva y fraterna humanidad.
Mientras tanto, no dejen de sostener con sus manos la Espada de Fuego que les ha dado el Arcángel Miguel, para que en las batallas sus oraciones sean las grandes vencedoras contra el mal y todo lo que disocia a la mente humana.
Que su Escudo Protector, entregado por el Arcángel Rafael, sea la fe, la que moverá los acontecimientos y generará oportunidades inexplicables en las consciencias, que ni siquiera hoy se imaginan.
Que su Casco de Luz, entregado por el Arcángel Gabriel, sea la protección de su sabiduría y de su discernimiento, para que siempre sepan qué hacer y en dónde estar, cuando la Jerarquía los convoque a la gran misión.
Con todos estos testimonios de la Creación, vengo a bendecir a los que hoy se sacramentarán, sabiendo que por detrás de cada Sacramento aún se encuentra un misterio que no fue develado. Por eso, quien vive un Sacramento con total apertura del corazón, develará ese misterio y penetrará en la esencia de la Divina Existencia.
Padre Altísimo, Creador de todo lo que existe, Te pido, en el nombre de Tu Amor-Sabiduría y de Tu Gracia, que bendigas todos estos elementos, para que sirvan de gozo y de plenitud a las almas que claman por la Redención. Amén.
Padre Altísimo, Soberano de la Misericordia, concede, por medio del Sacrificio de Tu Hijo, la reparación por los pecados cometidos contra Tu Divino Corazón y Tu Plan de Amor para este planeta. Que las almas que se sirvan de este Sacramento vivifiquen el Amor-Sabiduría de Tu Amado Hijo, Jesucristo. Amén.
Siéntanse en este momento chispas de Luz del Padre, y ya no más seres miserables, sino espíritus que pueden, en Cristo y por Cristo, irradiar amor a todo lo que existe y a todo lo que vibra, buscando como aspiración traer la cura, el amor y el perdón para este planeta y su humanidad.
Siempre Me alegro cuando puedo volver a Aurora, porque aquí Yo puedo decir al mundo lo que siempre quiero decir, y no debo cuidarme de lo que debo pronunciar para las almas y su despertar.
Aurora es esa Luz que brotó de la Fuente de los Padres Creadores; la misma Fuente que manifestó la Segunda y Tercera Persona de Dios, el Hijo y el Espíritu Santo.
Entonces, hermanos Míos, están ante un gran misterio, lleno de amor y de sabiduría. Aurora es esa Luz que los lleva a la reconciliación y a la cura interior, y que los hace seres libres, para siempre.
Cuando quieran encontrar Mi Perdón, vengan aquí, a Aurora, que Yo los esperaré. Y cuando no puedan venir, se coliguen con Aurora, y así, se coligarán Conmigo plenamente.
Agradezco en esta noche el ofrecimiento de todas sus oraciones y de todas sus canciones. Me ha llenado de gozo la voz consoladora de las almas que persisten en el camino de la consagración.
Que sus voces, algún día, sean consoladoras para este mundo, que sufre y está enfermo.
Que sus voces nunca se cansen de proclamar el Nombre del Señor, porque así, el Señor estará con ustedes y entre ustedes, trayéndoles la Vida Divina.
Recójanse en el Silencio de Dios y todo será curado. Comulguen de Su Silencio Divino y todo será comprendido, a pesar de que haya sido injusto.
No sufran más.
No padezcan más y no retrocedan más.
Sigan Mis Pasos, contemplen Mis huellas, porque hacia donde Yo los conduzco, nadie podrá conducirlos. Hacia donde Yo los llevaré, nadie podrá llevarlos.
Yo nací de la Fuente del Amor-Sabiduría de Dios, para que ustedes, como almas, vivieran el verdadero Amor.
Que se escuche la voz consoladora de las almas y que en las almas se puedan cicatrizar las heridas más profundas, a fin de que se establezca el Amor del Padre en los corazones.
Yo los bendigo, hijos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por responder a Mi convocatoria. Amén.
Si un gran misterio se aproxima a sus vidas, vívanlo. No dejen que sus mentes detengan los pasos de sus espíritus.
Vivan en el sublime Misterio de Dios.
Llegó el tiempo de las grandes revelaciones, del último despertar. Hoy les hablo sobre el misterio de la vida, de la verdadera vida, que trae sentido a toda la existencia humana.
Vengo hasta aquí para traerles un nuevo tiempo, un conocimiento que, a pesar de serles nuevo, acompaña a la humanidad desde el principio de su creación.
Hoy uno los tiempos y el espacio, porque donde Yo estoy no existe tiempo y no existe espacio limitado por la mente, por la materia o por el corazón.
Mi Consciencia habita por Gracia en la Consciencia del Todo, y es de ese Todo que Yo les hablo.
Por eso, Yo estoy en Argentina, estoy entre los hijos de Dios que se dispusieron a ser semillas de una nueva vida.
Vengo a pedido del Altísimo para despertar lo que de más sagrado hay dentro de ustedes, para que, cuando emerja lo sagrado que hay en el interior del planeta, sus mentes no teman, sus corazones no duden, sino que sus Espejos internos emerjan y se dejen reflejar en el Gran Espejo de la Creación.
Sé que muchos no comprenderán Mis Palabras, porque Yo los preparo para algo que hoy desconocen. Como un Jardinero de Dios, estoy hoy preparando sus mundos internos para semillas que aún no brotaron, como árboles que no crecieron, para frutos que están por venir.
Por esto, hoy les pido que, más que comprenderme, sientan Mi Presencia y dejen que Mi Verbo, que en verdad es el Verbo de Dios, que resuena en la Tierra a través de Mis Palabras, pueda preparar este suelo interior en sus esencias, en sus almas y también en sus mentes humanas.
Vengo a prepararlos para que sean verdaderamente dignos de ser llamados compañeros de Cristo, para que sus ojos no teman mirar hacia lo Alto cuando el Cielo se abra y, en el Oriente como en el Occidente, todo ser viviente vea al Señor retornando a este mundo.
En ese momento, deberán dejar que Mis Palabras revivan dentro de ustedes. Que Yo pueda decirles dentro del corazón: "No teman, porque este es el momento que ustedes esperaban hace más de dos mil años, cuando el Hijo de Dios ascendió a los Cielos y les dejó la promesa de Su Retorno".
Junto con el Hijo del Hombre, muchos misterios se revelarán, misterios que aliviarán los corazones de aquellos que buscaban un sentido para la existencia humana, que no comprendían por qué Dios creó la humanidad, que no comprendían el porqué de la existencia de la Tierra, que tenían sus ojos presos en las injusticias, en el caos, en las ilusiones y no encontraban a Dios.
En este momento en que les hablo, esos ojos serán lavados por el resplandor de la llegada del Reino de Dios a este mundo, Reino que no solo descenderá del Cielo, sino que emergerá en el norte, en el sur, en el este y en el oeste de este mundo.
Aquello que estaba invisible delante de sus ojos se mostrará; lo que estaba escondido, como las raíces de los árboles, emergerá; lo que se ocultaba en el Cielo, como la lluvia dentro de las nubes, se precipitará sobre la Tierra y les traerá vida.
Por eso, hoy el Mensaje que les traigo es, en verdad, para el tiempo que llegará.
Yo estoy donde el tiempo no existe. Hoy Yo hablo para los que Me escuchan.
Yo uno los días y las horas, los espacios, y les muestro al corazón lo que vivirán en el futuro para que se preparen. Por esto, agradezcan esta Gracia y déjense transformar por ella, porque muchos de los que se dicen compañeros de Cristo no creen en Su Retorno y caerán por tierra cuando estén cara a cara con el Rey de este Universo.
Por esto, hoy les digo que aparten la tibieza de sus corazones y se dejen incendiar por un fuego que desconocen. Encuentren la propia fortaleza en la superación de sí.
Y sé que es un misterio que, mientras muchos se sienten cansados, Yo les pida que se fortalezcan superándose. No vendrá de afuera aquello que los nutrirá, no vendrá de Dios lo que ustedes ya tienen dentro de sí mismos.
Miren hacia dentro de sí; traspasen las capas de la ilusión, del ego humano, de la debilidad; traspasen las capas del orgullo, incluso de la propia alma. Dejen que sus esencias se revelen y que revelen, junto con ellas, el microcosmos que existe en su interior, ese Todo que se esconde en la nada que ustedes son.
Esto que les hablo no es una teoría, un conocimiento oriental o una filosofía. Yo les hablo sobre una verdad sin la cual ustedes no podrán transitar en los días que vendrán, porque aquel que no descubre la unidad con la propia esencia jamás se superará y jamás se unirá a Dios.
Si ustedes cuentan solo con sus mentes, con lo que creen que son, caerán por tierra como los ignorantes cuando el Señor abra los Cielos y las dimensiones para llegar a este mundo.
Pero si escuchan lo que les digo y buscan descubrir este misterio con avidez espiritual, si creen verdaderamente que Dios se oculta en su interior y quieren encontrarlo, aunque para eso vean destruirse todas sus creencias sobre sí mismos, sus máscaras, sus ilusiones.
Den sentido a la purificación que viven, y no solo sufran o padezcan.
Déjense quebrar con valentía, sabiendo que, detrás de esas duras piedras, se encuentra un tesoro único.
Dejen atrás los ciclos viciosos de esta Tierra. Nacer, crecer y morir no es simplemente el propósito de la existencia humana. Pero, si quieren descubrirlo se deberán esforzar.
Jamás crean que saben para lo que fueron creados, porque este misterio no tiene fin y hasta hoy el Hijo de Dios lo está revelando en el Universo. El misterio de la creación humana es tan desconocido como el propio Dios.
Por esto, no se detengan. Busquen despertar esta verdad, que solo se conoce cuando donan, de sí, todo, cuando aman con todo lo que son, cuando transforman en vida las Palabras del Evangelio y descubren allí que él no termina en los Libros Sagrados, sino que se sigue escribiendo a través de cada uno de ustedes.
Sean un Evangelio vivo. No se contenten con poco.
Quieran expresar todo siendo nada. No se dejen quebrar un poco, déjense quebrar por entero. ¿Por qué dudar en conocer la perfección que habita en el propio interior? Si no descubren los misterios sobre sí mismos, ¿cómo conocerán los misterios de esta Tierra, de las estrellas que están sobre ella y a su alrededor, las dimensiones que no se ven, de un Dios que no se toca, pero se siente?
Muchos esperaban que Yo viniera hasta aquí para decirles algo extraordinario, revelarles un misterio que colocara en conflicto a la consciencia humana, que la despertara bruscamente. Más Yo vengo para decirles que lo que les parece obvio aún no es una experiencia real. Por eso, Yo les digo todas estas cosas.
Lo que hoy les es invisible, ya será visible. Pero, si no descubren la verdad sobre sí mismos, clamarán por lo contrario de lo que piden hoy. Si piden ver lo que es invisible a los ojos humanos, cuando todo se muestre, clamarán a Dios para que sus ojos no se abran, porque no podrán sustentar lo que se revelará a la humanidad.
Para ver la verdad, ustedes deben estar en ella, ser parte de ella, con todo lo que son. Y si hoy Yo les pido que se sumerjan en esta verdad, es porque es posible.
Las puertas hacia Dios están abiertas delante de sus ojos y, aunque no las puedan ver, pueden caminar y cruzarlas.
Despertando la verdad en sus mundos internos, vengo a despertar la verdad de esta nación, para que la Argentina, así como la humanidad, conozca un nuevo ciclo. Que todas las pruebas que ustedes vivirán no los hagan desanimar, sino que los lleven a superarse.
Si ustedes están en la verdad y son parte de ella, dejarán que ella se expanda y torne sagrado este suelo. Dios cuenta con ustedes; por eso, escuchen estas palabras.
Aunque no crean, se sientan imperfectos, incapaces, retiren de ustedes esos sentimientos que son parte oculta de un orgullo milenario, y digan al Padre:
"Si Tú me lo pides, yo lo viviré,
porque es por Tu Palabra, por Tu gracia y con tu Poder
que transformaré este barro y dejaré emerger de él
eso que me hace semejante a Tu Eterno Corazón".
Con estas palabras, con esta oración, ábranse a un nuevo ciclo de mayor perseverancia, de mayor fe. Difundan la Presencia Divina con el ejemplo y sean los mayores milagros que esta Obra realizó en la Tierra.
Esto es lo que Yo les quiero decir hoy y todos los días, hasta que lo vivan.
Les agradezco por escucharme y creer que lo que les hablo es una realidad que está delante de sus ojos, solo es necesario estirar las manos y tocarla.
Hoy dejen que el Espíritu de Dios los inspire y, con el Don de Su Sabiduría, los bendiga para que sepan cómo caminar, para que sus decisiones, sus actos y sus pensamientos sean guiados por esta Presencia Divina.
Con esto, Yo los bendigo y les agradezco una vez más y cuantas veces sea necesario, porque la gratitud, hijos, abre las Puertas del Cielo y les revela lo desconocido.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Llegará el día en que los misterios de la Tierra se revelarán, y no será primero a los ávidos buscadores de esa verdad. Será a los simples, a los humildes y a los que nada buscaban para sí, que se abrirán las puertas del Infinito, del macrocosmos universal y del microcosmos del propio interior.
Aquello que hoy está oculto, hasta para las más avanzadas ciencias y tecnologías, se revelará como una comprensión, una experiencia y una sabiduría que no se explica ni se mide con las matemáticas de la Tierra.
Los simples comprenderán en silencio y con ese mismo silencio lo transmitirán, porque serán los únicos que permanecerán impasibles cuando la Verdad emerja en la superficie del planeta. Solo ellos se podrán aproximar a la Vida Superior visible a los ojos humanos, porque la conocen y no le temen.
Vengo para formar corazones simples, que derribarán los muros de su arrogancia con mucho esfuerzo y despertarán la humildad, al reconocer que la arrogancia humana destruyó la Tierra y no hizo triunfar el Plan de Dios; al reconocer que es siendo nada que se tornan aptos para recibir todo y estar en el Todo, que es Dios.
En el principio del Proyecto Humano, el Creador ya conocía la imprevisibilidad y las dificultades de Sus hijos que encarnarían en la humanidad. Por ese motivo, a lo largo de toda la existencia humana , Dios envió hacia el interior de la Tierra, a espacios sagrados, invisibles a los ojos humanos, Consciencias bienaventuradas, que no son ángeles, sino seres en evolución que, venidos de la Eternidad, han permanecido en la Tierra, invisibles, sirviendo a la humanidad, con el simple hecho de vivir, en las profundidades del planeta, Principios evolutivos que despiertan el Amor en la consciencia planetaria y, en consecuencia, en los corazones humanos que se abren para sentirlo.
A pesar de estar en la Tierra desde el principio, pocos pudieron verlos y casi nadie comprendió verdaderamente el sentido de su misión en el planeta, cómo llevan adelante sus vidas y hasta cuándo permanecerán en la Tierra.
Esos espacios son sagrados, porque fueron pensados y creados por Dios y Sus Arcángeles, y allí se vive conforme dicta Su Pensamiento. Ellos permanecen en silencio y sirven casi siempre en el anonimato, porque su base es la Humildad que proviene del Corazón de Dios.
Pero en estos tiempos finales, cuando todo estará permitido y todo se revelará, su presencia también se revelará; primero a los simples y a los humildes, que correspondan a las Leyes que rigen esos espacios. Después, hijos, ante los ojos humanos, estén ellos ciegos o ignorantes, emergerá la Luz que los despertará.
Tal vez para algunos ya sea tarde para arrepentirse de su ignorancia, pero, delante del profundo Amor que emergerá de esa Obra oculta de Dios, todos recibirán una oportunidad.
Ese secreto vendrá con el Hijo del Hombre y, antes de que todo acontezca, solo los puros lo conocerán. Por eso les digo que para estar en esa fortaleza y formar parte de ese misterio que los sustentará, silenciosamente, durante la purificación de la Tierra; primero purifiquen sus corazones, su arrogancia y soberbia, líbrense de las vanidades de este mundo y caminen incansablemente hacia ese destino. Porque si hoy escuchan la Voz de Dios que les habla, es porque fueron elegidos para este fin. Le cabe a cada ser vivir, o no, bajo la Voluntad de Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hoy, queridos hijos, los llevo a todos hasta el Monte de las Bienaventuranzas, en donde Mi Amado Hijo, entre las multitudes que lo seguían, enseñó la más importante oración de todos los tiempos: El Padre Nuestro en arameo.
Desde ese momento la humanidad tuvo conciencia de que podía tener una filiación perfecta y plena con el Creador y Su Creación y que, a partir de la revelación celestial del Padre Nuestro, ella nunca más estaría inmersa en sí misma o en su realidad, sino que podría mirar a su alrededor y comprender que existen necesidades mayores y verdaderas que deben ser suplidas por medio de la misericordia y del servicio al prójimo.
La segunda enseñanza que Mi Hijo dejó a las multitudes en el Monte de las Bienaventuranzas es que la humanidad es parte de un macrocosmos, que el Universo es dinámico, constante y cambiante, y que las conciencias humanas forman parte de un sistema de evolución capaz de generar el proceso de la redención y de la rehabilitación.
Las Revelaciones celestiales y universales traídas por Él mismo en aquel tiempo, permitieron despertar a la humanidad a su verdadero espíritu y consciencia mayor.
A partir de aquel momento, las Bienaventuranzas mostraron las reglas más básicas para que cualquier ser humano en la superficie de este planeta supiera cómo estar en contacto interno con las Leyes cósmicas y divinas, las que actúan en regiones del Universo Material, Mental y Espiritual.
Las Bienaventuranzas reveladas por Cristo dejaron uno de los legados más importantes para aprender a ingresar en el verdadero y único sistema de evolución, en el cual todo ser humano de este planeta, bajo cualquier condición, podría ser merecedor de tesoros celestiales cumpliendo, viviendo y practicando los Principios ocultos que guardan cada una de ellas.
Esta será una de las formas de poder revertir, en este tiempo, situaciones planetarias y así dar continuidad a la historia universal de esta humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A veces, no puedo contarles toda la verdad a Mis compañeros porque no la podrían soportar.
Por eso hoy, con Mis Pies descalzos, toco este suelo sagrado para volver a bendecirlo, protegerlo y resguardarlo por medio de Mi Sagrado Corazón.
El tiempo del Universo se detiene, porque su humilde Pastor ha ingresado en la órbita de este planeta, y a través de este portal de paz, para auxiliar al mundo.
La humanidad aún no conoce el verdadero escenario del fin de los tiempos.
Todo lo que ven por televisión es una pequeña ilustración de la verdad, porque aún existen secretos peores, que se mantienen ocultos bajo llaves de puertas inciertas.
Yo vengo a colocar Mi Luz en esa realidad.
Yo vengo a traerles consciencia a Mis compañeros para que, en los momentos más críticos que se avecinan, no estén durmiendo como durmieron Mis apóstoles en el Getsemaní, y cayeron en tentación.
Los invito a estar despiertos más allá de su despertar.
No solo hablo de salir del sueño, hablo de un despertar espiritual, de una vigilancia extrema ante los acontecimientos que los rodean todos los días y que solo saben de ellos el uno por ciento.
Hoy, a Mis Pies, traigo la realidad planetaria y espero que los que se han consagrado a Mi Corazón pronunciando votos de vida, los cumplan.
No vengo a juzgar sus dificultades, ni tampoco sus imperfecciones.
Yo quiero que Me den lo que pueden darme, porque a través de lo que Me den, podré socorrer al mundo.
Los brazos, las manos y los pies con los que cuento no Me bastan para realizar esta Obra de servicio mundial.
Necesito que sus talentos estén disponibles para Mí, porque mientras sus talentos no están disponibles, millones de almas desesperan, y muchas son víctimas de la muerte, de la injusta muerte.
Los sellos del Apocalipsis ya se están abriendo. Cuando el séptimo se abra, todo, todo se desatará. No habrá quien pueda escapar de esto.
No vengo a traerles terror, sino consciencia.
Aspiro a que puedan salir de sí, todos los días. Que no den trabajo a sus hermanos de camino. Que cumplan, en estos tiempos, con el don que vinieron a ofrendarme.
No pierdan tiempo en cosas superficiales. Ustedes fueron llamados por Mí, ustedes acogieron Mi Convocatoria a lo largo de los tiempos.
Yo sé que esta extrema entrega no es para todos, pero no vengo a pedir lo imposible.
Necesito que Me acompañen con madurez en estos tiempos.
Dejen de ser niños y, a partir de ahora, sean Mis apóstoles, Mis guerreros de la paz, servidores incondicionales de Mi Corazón.
Porque las agujas del reloj siguen corriendo y los acontecimientos se precipitan, uno encima del otro.
¿Quién detendrá esta corriente de maldad en el mundo?
Necesito que Mis cimientos estén listos para que Yo pueda retornar. Y eso será a través de sus corazones y entregas. Mientras eso no suceda, no tengo permiso ni autoridad para volver.
No les estoy haciendo un reclamo. No estoy desmereciendo sus esfuerzos, ni tampoco sus sacrificios, que son visibles a Mi Corazón Misericordioso.
Necesito que estén en madurez y lealtad. Ustedes saben, compañeros, que eso no está sucediendo.
Mientras tanto, Mi Corazón es flagelado por el mundo, al ver tantas víctimas en el abismo de la muerte.
¿Quién las rescatará? ¿Quién dará la vida por ellas? Y no solo hablo de la humanidad, sino también de todo lo que es invisible a sus ojos.
Hoy vengo a declarar Mi preocupación por la humanidad.
Tengo el poder de detener todo lo que sucede, pero muchos escogen el camino del sufrimiento. Y Mi Corazón está tan lleno de Misericordia, como un cáliz que desborda y que aún no es bebido por nadie.
Siento, en Mí, las llagas del planeta.
Escucho, a través de Mis Oídos, el llanto de las víctimas en el desierto, en el desierto de esta transición planetaria.
Necesito que se unan definitivamente, de verdad. Porque en verdad les digo, compañeros, ya no lo aparentan. No es bueno para ustedes ni para Mi Obra en el mundo.
He venido a llamar corazones sin experiencia, vidas en redención, corazones en transformación.
San José es el camino para alcanzar las metas.
Él se ha ofrendado a Mí, en extremo sacrificio, por aquellos que sí perseverarán y que sí seguirán Sus enseñanzas, paso a paso.
Porque Él es el ejemplo de una posible y verdadera humanidad, de una Nueva Humanidad, portadora de una nueva consciencia.
Mientras tanto, San José hace lo imposible para que Mi Proyecto se cumpla en la humanidad.
Los Mensajeros Divinos hacemos lo inalcanzable, por intermedio de todas las criaturas, para cumplir con lo imposible.
Hoy vengo a hablarles desde el Principio de la adultez espiritual porque, a partir del último 8 de agosto, todo ha cambiado, mucho más de lo que parece y de todo lo que conocen.
Deberé colocar a Mis servidores en lugares de conflicto.
Deberé llegar, por medio de sus vidas, a los lugares de mayor caos, con el fin de que atraviesen todas las dificultades, sin perder el empeño ni la esperanza, para que Yo pueda colocar Mi Espada en el monte más alto de este planeta.
En ese momento, todo caerá, y será el fin de la corrupción humana.
La Tierra se abrirá como una madre que está a punto de dar a luz.
Todo se purificará y nadie podrá detenerlo, porque llegará la hora de la gran Redención.
Y como en una noche de estrellas, vendré en silencio, aunque muchos estén agonizando, sufriendo las consecuencias de estos tiempos y de todos los que los gobiernan.
Traeré en Mis Espaldas la Cruz de la Salvación y ya no cargaré con la deuda de la humanidad, sino que traeré la Cruz luminosa de Emmanuel para iluminar al mundo, en los cuatro puntos del planeta.
Muchas naciones estarán unas contra las otras. Pero no se desesperen, el aparente cautiverio terminará, y todos podrán verlo conscientemente, hasta que se ponga fin a la autodestrucción de la humanidad.
Vengo a traerles un mensaje de Sabiduría, vengo a irradiarles Mi Discernimiento.
Ahora, es hora de crecer, no solo interiormente, sino también exteriormente.
Cada uno sabe lo que debe madurar, que cada uno asuma su lugar en esta transición, porque ya no hay tiempo.
Recordarán este mensaje cuando todo suceda y sus almas deberán servirse de la energía de Mi Luz, para estar por encima de todos los acontecimientos, sin indiferencia.
Porque así Me podrán acompañar, y podré apoyar Mi Cuerpo cansado sobre ustedes, recostar Mi Cabeza sobre sus hombros para que, al igual que Juan, alivien a su Señor.
Alivien a su Señor. Alivien a su Señor. Es lo único que les pido, y podrán estar en Mi Paz.
Alivien a sus hermanos, alivien a los que los guían, y estarán en Mi Paz.
Alivien al Padre Eterno y estarán en Su Plan de Amor.
No den trabajo en donde no existe. No creen complicaciones en donde no las hay.
Sean inteligentes, mucho más que Mi enemigo, y cruzarán los puentes hacia Mi Reino; así no demorarán sus pasos, no demorarán Mi Plan.
Hoy Me confieso, como un hijo se confiesa con su padre.
Hoy Me dirijo como un maestro se dirige a sus discípulos y también él muestra sus preocupaciones. Pero no la preocupación como ustedes la comprenden en esta vida terrena. Yo la llamaría de “impotencia celestial”, como la que diariamente viven algunos de sus compañeros.
¿Ahora comprenden el compromiso de los que se han consagrado a Mí?
Yo no vengo a entregar alianzas para que sean tiradas a la tierra u ocultadas por el polvo.
Vengo a reconocer lo que hay en ustedes interiormente. Y no tengo dudas porque, a pesar de haber sido hombre y de haber estado encarnado en este mundo, en Mi Reino ya no existen dudas; eso es del enemigo que confunde a los corazones y los desvía de Mi camino de Redención.
Los invito nuevamente a ser inteligentes y, como un ejército de Luz, cerrar las puertas para que aquel que es Mi rival, no pueda entrar por ninguna brecha.
Mi Manto de Luz siempre estará sobre ustedes, y si un día él no lo está, observen si no lo han sacado de sus cabezas o si se han apartado de Mí, al punto de que Yo no los pueda alcanzar.
Las naciones del mundo necesitan de mucha Misericordia.
Vengo a reforzar las oraciones por América Latina, como también por el mundo entero. El nuevo Edén no debe ser disipado de las mentes de los que tienen fe en él. La esperanza es la base para ese nuevo Edén.
Quisiera que todos Mis seguidores, a partir del día de mañana, reciban por escrito este mensaje, y todos los que lo pidan, lo recibirán. Tienen Mi Permiso para eso. Este mensaje debe llegar a todo el mundo y en todas las lenguas posibles.
Agradezco que, de cualquier parte del mundo, conociendo o desconociendo Mi Obra aquí en Sudamérica, las almas se ofrezcan a transcribir Mis Palabras y a traducir Mi Mensaje en todas las lenguas posibles, a fin de que muchos más sepan que estoy aquí, acompañándolos en estos tiempos de oscuridad, así como acompaño a Mi Iglesia en la agitación y en el temblor de su barca. Pero Yo ya les enseñé que todo se puede revertir.
Le dije una vez a Pedro, cuando estaba en el mar de Galilea: ¿De qué tienes miedo, Simón?, si tu Maestro camina sobre las aguas, ¿crees que tu fe te lo impedirá? ¡Sal de la barca y camina hacia el encuentro de Mi Sagrado Corazón! Tu fe puede ser tan inquebrantable como una montaña. Yo te doy la fuerza para hacer todas las cosas.
Y Simón caminó sobre el agua. Sin darse cuenta, él se apartó del miedo y entró en Mi Amor, en el Universo de Mi Amor.
Yo los invito a atravesar estos tiempos con mucha, mucha fe.
El terror podrá ser grande, la sangre que corre por el mundo podrá ser interminable, pero nadie podrá superar a Dios.
Los hombres deben comprender que están lejos de Dios, que le han dado las espaldas al Reino Universal de la Luz. Por eso, Él envía a Su Unigénito para dar fuerza y coraje a los corazones simples y buenos.
Yo vengo a ofrecerles en esta noche Mi Comunión, porque es ese Sacramento el que siempre los restaurará.
Pidamos al Padre por Su Misericordia, por medio Sus hijos, porque en Sus hijos está la Misericordia de Dios, sobre todo en aquellos que creen en Su Divina Fuente y concretan Su Plan en esta superficie.
Siembren en sus corazones Mis Códigos de Luz y todo podrá cumplirse, así como Mi Padre lo ha pedido. El sufrimiento cesará y las almas reencontrarán el amor y la esperanza. Que así sea.
No tengan miedo de que su Maestro les entregue revelaciones definitivas y contundentes.
Necesito que Me acompañen con la misma Sabiduría que Yo tengo, con el mismo amor que Yo vivo, con la misma Misericordia que Yo expreso por esta amada humanidad.
Fray Elías del Sagrado Corazón: Vamos a cantar los Nombres de Dios, a pedido de nuestro Señor.
Hoy consagro esta Sangre como Mi Sangre de Vida, por la sangre que es derramada en el mundo, por las víctimas que sufren la injusticia humana, en cada una de las naciones del mundo.
Hoy consagro este pan como Mi Cuerpo, por las almas que son mutiladas, explotadas; por las almas que son víctimas de la esclavitud y que están en cautiverio; por las almas que son presas por las manos de los hombres; por las madres que abortan a sus hijos; por los niños que son vendidos y extraviados en el mundo; por los ancianos que son maltratados; por las almas que padecen enfermedades en los hospitales y sólo reciben desprecio, sin conocer el amor consolador.
Hoy Mi Corazón se complace por cada una de esas almas, por las almas que no tienen nada que comer, sino solo vivir en oración, esperando una Gracia Mayor.
Hoy ofrezco este Sacramento por los Reinos de la Naturaleza que, en silencio, son ultrajados; por los animales que son despreciados, que son matados y que sirven, injustamente, como lujo en las mesas de los ricos.
Por toda esa sangre injustamente derramada, por los que no conocen a Dios y que han endurecido sus corazones al Amor Eterno, ofrezco esta Comunión, y les pido a cada uno de ustedes que así lo haga, porque esta será Mi última intervención por la humanidad, antes de que todo suceda.
Que sus corazones sean valientes para ofrecer este sacrificio por Mí, aunque no estén preparados.
Yo recogeré sus súplicas, así como siempre lo hago, para depositarlas, como pétalos de luz, a los Pies de nuestro Creador.
Porque, a pesar de todo el sufrimiento del mundo, grande es Su Misericordia, más allá de este Universo.
Yo consagro, en esta noche, el vino y el pan, trayendo la Piedad de nuestro Padre Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (x3)
Amén.
Que sus voces sean escuchadas en este Universo, proclamando los Nombres de Dios.
Les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, vengo del Cielo como la Señora del Apocalipsis, para decretar a través de Mis Palabras que el tiempo final se está aproximando y, nuevamente, el fin de un ciclo en el que la humanidad deberá estar aún más despierta para poder percibir los cambios, que no solo llegarán a la consciencia, sino también a la vida planetaria.
Soy la Señora del Apocalipsis, soy la que antecede al final del Omega, porque a partir de allí todo sucederá y nada más estará oculto.
Por eso, deben estar preparados para ese momento, con otra actitud a partir de la consciencia, porque así, esa actitud se reflejará en la vida material, y sabrán actuar con discernimiento y cautela en el momento de tomar decisiones y de llevar adelante el Plan de Mi Hijo.
No teman si ven a su alrededor a las fuerzas del caos moviéndose, actuando o interviniendo; es señal de que el fin está llegando y de que su neutralidad será importante para que, sin indiferencia, puedan hacer lo que deben hacer.
Este momento marca un tiempo inesperado para todos. La humanidad nunca pasó por esta transición y tampoco conoce de qué se trata.
Por eso, vengo a anunciar, como Señora del Apocalipsis, que todos Mis hijos deben estar despiertos en esta hora crucial para que, junto con sus Ángeles de la Guarda, puedan atravesar estos desiertos que se aproximan a la consciencia planetaria, en donde será muy necesaria la Misericordia de Dios.
Ya no teman por lo que se mueve dentro o fuera de ustedes, por lo que es impuro, imperfecto o infiel.
Aférrense a Mi Manto Solar, Yo los levantaré del suelo para que caminen junto con su Madre del Apocalipsis hacia la finalización de una etapa que recién ha comenzado.
Mientras tanto, mantengan un espíritu de esperanza y proyecten hacia el futuro todo lo bueno que podrá suceder cuando muchas más almas se rediman en Cristo y encuentren el sentido de sus vidas, para dejar de estar ciegas espiritualmente y encarceladas álmicamente.
Necesito que sustenten este Cetro que Yo les estoy entregando hoy, el Cetro de Dios, que moverá en este planeta todas las cosas antes de que retorne Mi amado Hijo, el Cristo.
Por eso, los apóstoles no pueden estar dispersos, perturbados ni tampoco alarmados por lo que sucede a su alrededor.
En estos tiempos, deben mantener un espíritu de fe, de confianza y de amor para superar las pruebas que llegarán.
Sé que se han preguntado interiormente: ¿por qué Dios permite ciertas cosas, al punto de que las almas deban sufrir y pasar por duras pruebas?
Dios no es Quien causa el caos, sino la humanidad que es indiferente y está apartada del amor.
Ustedes, que ya han conocido cómo llegar a la Fuente, deben llegar a esa Fuente todos los días, porque si no sus espíritus se secarán y no estarán nutridos por el agua de vida que representa Mi Hijo en Su Divinidad.
Necesito que sean valientes y que aún sustenten con una mano el estandarte de Mi Paz y con la otra mano la espada redentora de Cristo; porque aún habrá que seguir luchando por un Plan que, en muchas mentes, no tiene más sentido.
Si Mi Hijo no hubiera permitido que lo derrotaran, aunque aparentemente haya sido así, Su Amor no hubiera triunfado.
Su entrega, Su incondicionalidad y Su Amor derrotaron a los enemigos; y venció el Plan, triunfando la Luz por encima de todas las tinieblas.
Abran sus ojos internos y sientan en sus corazones, profundamente, que están atravesando el momento más crucial de la pasión que vive la consciencia del planeta, que está agonizando al sentir que sus criaturas aún no viven el cambio.
Por eso, las corrientes del universo están actuando, y algunas llegan físicamente a ciertos lugares, para movilizar el estado de resistencia y del no cambio que viven algunas almas.
No piensen que están siendo castigados o que el Juicio de la Divinidad ya llegó, porque aún no se ha aproximado al mundo.
El propio caos lucha contra el propio caos; el mal se traga a sí mismo, luchando, batallando y debatiendo para saber quién tiene el primer puesto.
No permitan que los tiempos los atormenten, no dejen de mirar al sol que verdaderamente son, porque será necesario que él brille en estos tiempos de purificación y de pruebas.
Yo vengo a preparar el camino para la llegada de Mi Hijo, para el momento en el que todo estará permitido.
Realmente serán dichosos aquellos que, con suma confianza, se coloquen debajo de Mi Manto, para que su Madre Universal los pueda proteger.
Y ahora, vean a través de lo que viven en estos tiempos, que es necesario realizar un cambio interior.
No se sorprendan por lo que ven dentro de ustedes y a su alrededor. Es hora de que todo se expurgue hacia afuera a fin de que se cumpla el Proyecto de Cristo en la humanidad, y los nuevos rebaños se congreguen en la nueva Cena que celebrará el Señor.
Yo soy la Señora del Apocalipsis; y hoy vengo como Madre y Sacerdotisa de las almas que espejan, con sus oraciones, el Amor de Dios y que, tomadas de las manos junto a Mí, en un sagrado oratorio, proclaman la victoria de Cristo y Su Retorno al mundo en estos tiempos que llegarán.
Que sus labios nunca se cansen de proclamar la fe, que su camino sea pleno de Gracias y que abran sus sentidos internos para poder percibir la realidad que acongoja al mundo y lo sumerge en un profundo dolor.
No teman, ya no teman. Yo estoy aquí y soy su Madre. Es momento de que confirmen su confianza en Mi Corazón Inmaculado.
Cuando las aguas de los mares están turbulentas es señal de que todos deben estar unidos bajo el mismo propósito. Y es ese propósito y ese fin que los protegerá, porque el propósito siempre debe ser amor, servicio y entrega para que muchos más se beneficien con esto.
Hoy tengo entre Mis manos el Libro del Apocalipsis, y su Madre Celeste lee las revelaciones que en él se encuentran y que aún la humanidad no ha conocido, que son las revelaciones escritas con las palabras de Juan.
Son las señales que él ha visto hace tanto tiempo y que se están manifestando en la humanidad, en esta era para que, finalmente, surja el cambio y todos puedan llegar a la Fuente y comulgar de Dios.
Sientan que estas escrituras se están proyectando en la humanidad y que el dragón de fuego está saliendo de su abismo. Esto indica que Cristo está retornando, aunque no lo parezca.
En seguida verán a San Gabriel Arcángel abriendo el último sello, de los siete que existen, para mostrarle al mundo que la última etapa de la redención se aproxima y que todo lo que está en el abismo será colocado en juicio ante el Creador. Mientras tanto, mantengan su neutralidad permanente e invoquen el poder del Amor para que sepan socorrer a sus semejantes.
Mientras el último sello se abre no dejen de orar ni siquiera por un momento. Llegó la hora de que su pensamiento esté elevado de forma continua y constante. Llegó la hora de que sus sentimientos, pensamientos y acciones sean pura oración, porque así estarán siempre protegidos por el Manto de su Madre Celeste.
Si algunas cosas hoy suceden a su alrededor, recuerden que por detrás de todo existe un Propósito.
Abracen el cambio y esas cosas terminarán; el sufrimiento se disolverá de la nada; florecerá la fortaleza, la sabiduría y la esperanza que muchos necesitan; y podrán caminar libres de sus amarras y cadenas. Sus pies llegarán hacia lo más alto de la montaña, donde Cristo posará Sus Pies como Luz Solar, para declarar al mundo que Él ya ha llegado a poner fin a todo lo que se ha destruido.
Y Sus Arcángeles elevarán los Cálices a Dios, ofreciendo este nuevo sacrificio por la humanidad.
Los que han sido mártires, corderos, los que han sido desterrados de su patria o de su misión serán reconocidos.
Cristo Jesús, a través de Su Corazón, entregará Su gran Estrella al mundo para sembrar en la Tierra los nuevos principios de Luz, los cristales de la redención que sustentarán a la nueva raza en el surgimiento de una Nueva Humanidad. Para que todo eso se cumpla, deben pasar por este ciclo, queridos hijos.
Cuando el lobo esté queriendo cazar a las ovejas del Pastor será señal de que el Redentor estará llegando con pasos firmes y silentes al mundo para derrotar a su enemigo y disolverlo en la Fuente del Amor.
Que sus ojos no dejen de mirar al cielo e implorar con oraciones.
Que sus actos sean verdaderos y no mezquinos.
Que su sentimiento sea, cada vez más, amar, amar y amar hasta que sus seres se rindan en la energía crística.
Y así, los que han venido del universo, enviados por los Señores de la Ley, finalmente, se redimirán. Entregarán sus cascos, espadas y estrellas a los Pies de Cristo; y ya no será necesario batallar para conquistar la Verdad y el Amor de la Fuente; porque su Señor, el Maestro entre los maestros, los liberará del pasado y sus esencias se encenderán cuando reconozcan la Presencia de Cristo.
Esto es todo lo que está en el Libro del Apocalipsis, algo que Juan no ha escrito, por más que lo haya visto, porque no era momento de que la humanidad lo conociera.
Pero ahora, Yo que soy su Profetisa y Sacerdotisa, al servicio eterno de Mi amado Hijo, vengo a anunciar los nuevos tiempos, las nuevas metas y los nuevos principios, para que las almas se aferren a ellos y no se dejen llevar por la tribulación, porque San Miguel retornará.
San Miguel Arcángel retornará en su estado de resplandecencia para que, con su espada de Justicia y de Luz, extirpe lo que ha ocasionado el dolor y el sufrimiento en la humanidad; y las ilusiones del mundo se disolverán, las almas sentirán un amor crístico desconocido y, finalmente, los soles en la Tierra brillarán para formar parte, junto con este mundo, de la Confraternidad Universal.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Todo lo que les revelo, en este día, es parte de una Voluntad Celestial, Divina, de Aquel que Me envió al mundo.
Llego con el Libro del Apocalipsis, hijos Míos, para fortalecer la fe y la esperanza en sus corazones; porque el mundo se purifica y aún se purificará más intensamente, y todos Mis hijos habrán de vivir esa purificación.
Sin embargo, en su interior Mis palabras resonarán como una fortaleza y una esperanza que estarán en el horizonte de sus vidas, como algo que se cumplirá, una Verdad que se manifestará después de que el caos y el mal emerjan en este mundo con todo su falso poder.
Hoy, vengo a enseñarles a no observar los acontecimientos del mundo solo con ojos humanos, sino que los ojos de sus espíritus y de sus corazones estén abiertos para comprender los acontecimientos y para hacer que otros comprendan que la Justicia de Dios no es un castigo, que la purificación del planeta no es el fin de la humanidad, sino el fin de la degeneración humana.
Es el comienzo de un nuevo ciclo, de una nueva era, en donde la indiferencia y la falta de amor ya no podrán existir en las consciencias. Y aquellos que no puedan vivir la Ley, manifestarla y expresarla en sus vidas, serán conducidos a otros mundos, a otros espacios, en donde podrán aprender según su consciencia y sus elecciones en esta Tierra.
Todo será encaminado hacia donde deberá estar. Nada quedará fuera de lugar, porque la Ley de Dios vendrá a enderezar los caminos de los hombres, para que ellos encuentren la senda para retornar.
Cuando el caos y el mal emerjan delante de sus ojos, recuerden Mis palabras, recuerden su misión y su propósito en esta Tierra. Porque lo que construí dentro de ustedes se transformará en herramientas para que puedan actuar en estos tiempos. Herramientas que se expresan a través de la paz, de la neutralidad, de la compasión y de la Misericordia para los que están perdidos y distantes de Dios.
Fortalezcan, hijos Míos, todo lo que les entregué. Descubran, dentro de ustedes, estas herramientas de Luz que se expresan a través de las virtudes para que, en el momento correcto, sepan encontrarlas en su interior.
Hoy, pensarán que su transformación es rigurosa y que los cambios son intensos para que la consciencia acompañe al ciclo del planeta. Pero pronto comprenderán que todo lo que Dios les pide tiene un principio y una finalidad superior, que verán manifestarse cuando llegue la hora de que Mi Hijo los encuentre prontos, dispuestos a unirse a Él, para que tenga compañeros con los cuales contar cuando llegue al mundo.
Su resplandecencia será absoluta y Su brillo será visible para todos los ojos humanos.
Sin embargo, muchos hijos Míos temerán mirarlo, seguirlo y recibirlo en este mundo; porque no se sentirán dignos de recibir Su perdón, porque verán emerger sus errores y las consecuencias de su indiferencia.
Por eso, hoy les pido que, comprometidos con el Plan Superior, preparen sus corazones y los fortalezcan, no solo para cruzar los tiempos de mayor tribulación, sino para que tengan el valor y la humildad de mirar a los Ojos de Cristo, cuando Sus Pies pisen la Tierra.
Que tengan la humildad de recibir Su perdón y de ser colmados por Su Misericordia, para que Él los transforme definitivamente y les muestre su verdadera faz, aquello que ustedes son como parte de una Voluntad Divina y que, de esa forma, hijos Míos, una molécula de la Consciencia de Cristo ingrese en su interior y los haga partícipes de un nuevo tiempo, de una nueva raza que se construirá con esfuerzo, con renuncia y con un profundo amor que no proviene de esta Tierra, sino de lo más íntimo del Corazón de Dios.
Quiero hoy, renovar a todos Mis hijos, a todos los Hijos de María, para que jamás teman vestir Mi Manto, para que den testimonio de Mi Presencia; que jamás nieguen que son consagrados a Mi Inmaculado Corazón, que venzan el miedo con la potencia del amor y que den testimonio de la transformación que la oración hizo en sus vidas.
Con esto, hijos, les dejo una advertencia, pero también una Gracia para que perseveren y sean dignos de ver cumplirse cada una de Mis Palabras.
Fray Elías del Sagrado Corazón transmite las Palabras de la Virgen María:
Súplica de la Sagrada Madre y Señora del Apocalipsis al Padre Celestial
Escucha, Señor, la voz de Tu Sierva y Esclava,
que quiere amorosamente interceder por Tus hijos más perdidos.
Escucha la voz de los que claman por una oportunidad
y que, en estos tiempos, nada reciben en su mundo interior.
Vengo a ofrecerme como un Sol para iluminar los abismos
y elevar a Tus estrellas caídas hacia el Universo Celestial.
Derramo Mis Rayos de Gracia sobre el mundo,
para que las almas capten Mis sentimientos más profundos
de amor y maternidad.
Hoy, coloco en Mis brazos, Señor, a los que más necesitan de Ti.
Hoy, contemplo a través de Mis ojos
las heridas internas de todos Mis hijos,
y con la caricia que Yo les doy a través de Mis manos,
calmo y sereno a todo lo que perturba y trae tribulación.
A través de Mi abrazo, los coloco cerca de Mi pecho
para que sientan el calor de una buena y humilde Madre,
para que sientan Su Corazón Inmaculado palpitar infinitamente,
así como vibra todo el universo, en su creación y existencia.
Hoy, disuelvo las amarguras de los corazones y establezco Mi Paz
en aquellos que la han pedido con tanto fervor y oración.
Construyo las bases de una nueva vida,
traigo a esta civilización la oportunidad de amar
hasta que todos se sientan uno,
y Cristo los encuentre en comunión eterna.
Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más