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Desde universos lejanos se escucha la Sagrada Palabra de Dios. Ella se emite del Corazón de la Fuente para que resuene como vibración dentro de los seres y ellos recuperen los orígenes que una vez perdieron.
Desde universos lejanos se dictan los Principios de la Creación para que las almas recuerden, en esencia, lo que una vez fueron y la razón y el motivo de estar presentes en este mundo para servir y cumplir con las benditas promesas del Redentor.
La Sagrada Palabra no vibra en la mente, sino en lo profundo del corazón. Su fin es muy amplio y desconocido. Su meta es atraer a las almas hacia la realidad superior. Así, lo que es materia perderá fuerza y credibilidad, porque las consciencias descubrirán dentro de sí que no son solo materia, que la Esencia Divina habita dentro de cada sol.
La Sagrada Palabra hace eco en los que la escuchan con atención. Ella cumple solemnemente con el propósito creador. Su principio es retirar a los seres de la ilusión, y su objetivo es despertar a las consciencias a través del impulso del conocimiento y de la instrucción, porque ha llegado el tiempo de asumir las filas en los ejércitos del Plan del Redentor, para que la Tierra sea preparada para el Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Nunca olviden que dentro de ustedes existe un universo interior, y que ese universo es real y vivo porque es allí en donde se encuentra Dios.
En ese universo interior ustedes tendrán la puerta interna para estar en comunión con el Padre y la Creación. Allí no hay ilusión.
El universo interior es la base de su fe y de su confianza en la Fuente Divina.
Dejen que ese universo interior, que es la faz de su verdadero ser, sea quien gobierne sus vidas, así los valores espirituales y evolutivos colmarán sus consciencias, porque en donde está Dios, está la vida espiritual e interna.
Recuerden que en su universo interior está también la paz, la mansedumbre y la calma.
En el universo interior no hay agitación, no hay conflicto, no hay desarmonía.
Que sintiendo y viviendo en el universo interior, sus almas encuentren el puente a través del cual ellas puedan gobernar y llevar adelante la misión que la Divina Voluntad les encomendó.
En ese universo está la Verdad que disuelve las apariencias.
En ese universo está el conocimiento que ennoblece el espíritu.
En ese universo está la pureza que los consagrará como hijos de Dios.
Ese universo interior está allí, para ser reconocido y para entrar en contacto con el Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
A través de la Luz de los Espejos, la sagrada Jerarquía Espiritual trae hacia el planeta los atributos que la humanidad necesita para aprender a dar el paso correcto que la retirará de la ilusión en la cual vive.
Los Espejos, como parte de la vida inmaterial, representan ese estado de consciencia en el cual se establece la comunicación interna entre lo espiritual y lo material.
En este tiempo, los Espejos trabajan mucho más que antes, porque la humanidad está en el momento de terminar de atravesar el último y gran ciclo.
Los Espejos traerán consigo el impulso espiritual de las corrientes poderosas, el que ayudará a transformar y a revelar lo que la humanidad necesita.
Al menos una parte de la humanidad y del planeta, a través de los Espejos, alcanzará el tiempo verdadero y, poco a poco, las consciencias verán desvanecerse frente a sus ojos este tiempo alternativo, porque los Espejos lograrán la unión espiritual que permitirá que la verdad del Conocimiento quede revelada.
Por ese motivo, este es tiempo de definición para todo el planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
La luz de los misterios emergerá hacia la superficie de la Tierra y las consciencias de la humanidad conocerán la Verdad.
Una Verdad que siempre estuvo allí, latente pero silenciosa, esperando poder emerger hacia la superficie, para que la raza percibiera que nunca estuvo sola en este Universo.
Pero cuando esa Verdad emerja, con ella vendrá la toma de consciencia de cada ser y todos se darán cuenta de las heridas que muchas naciones le ocasionaron al planeta.
En esa hora, todo quedará en evidencia y el planeta mostrará todo lo que ha sufrido a través de los tiempos, todo lo que también tuvo que soportar en silencio.
Porque cuando emerja la Verdad, la oración de los fieles devotos hará esa Verdad más contundente. Ella tomará una forma casi física para que ningún ser se confunda, para que todos puedan comprender lo que estarán viendo sin necesidad de que nadie interprete esos acontecimientos.
La Verdad que emergerá hacia la superficie traerá consigo muchas revelaciones. El ser humano se dará cuenta de todas sus fallas, al tomar conocimiento de la esencia de su propósito como ser y como miembro de esta humanidad.
Esa Verdad abrirá los ojos de los que siempre aspiraron a conocer lo que hay más allá de este mundo, pero el impacto de esa Verdad repercutirá en el conocimiento y en las creencias que cada uno tiene sobre la realidad.
Cuando la Verdad emerja hacia la superficie, Dios enviará un impulso más fuerte, para que toda la Tierra tenga la Gracia de poder rendirse y de reconocer sus fallas y, así, todo pueda ser reparado.
En ese momento, muchos mundos internos podrán retomar lo que dejaron pendiente en el Universo, y se colocarán disponibles para poder realizar lo que tanto esperaba el Plan de Dios.
La Tierra será restaurada de los abusos y de las dolencias que el ser humano le impuso durante décadas.
Así, la naturaleza se curará y ya no perderá el espacio que le corresponde desde el principio de la Creación.
Llegará ese momento, finalmente, después de que el propio planeta haya expurgado lo que le causa adversidad y dolor.
Ese tiempo y ese momento están llegando, por eso debemos orar para que más almas tengan la Gracia de no perder el surgimiento de la Verdad, momento en el cual nadie la podrá ocultar, no habrá arma que la destruya, nación que se le imponga o poder terrestre que la disuelva, porque la Verdad es única y ella está por encima de cualquier realidad material.
Prepárense para ese momento.
Es el tiempo de saber que llegará el despertar final, y todas las religiones deberán reconocer que se estacionaron en sus teorías y que se estancaron en sus dogmas, porque el amor que vendrá de la Verdad lo cambiará todo para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando la Instrucción y el Conocimiento ingresan correctamente en la consciencia, se produce espontáneamente lo que llamamos movimiento alternativo de informaciones o purificación, debido a que al ingresar algo nuevo y evolutivo, lo viejo y cristalizado es expurgado por la propia consciencia, y eso la hace consciente de la transición que podría estar atravesando.
La Instrucción, que es recibida, trae consigo un impulso que llega para remover una situación hostil por una situación armoniosa.
El Conocimiento trabajará en la consciencia todo lo que el alma permita y, así, se estará cumpliendo el proceso de sustituir viejos hábitos por nuevos hábitos, los que construyen al verdadero ser y permiten despertar las virtudes y los potenciales de donación que guarda la propia alma.
Por eso, el Conocimiento llega para preparar el surgimiento de la nueva humanidad.
La Instrucción no solo fortalecerá la fe de quien cree, por encima de sí, que el Universo es verdaderamente sabio, sino que traerá la Gracia de renovarse siempre y, en esa renovación constante, construir el nuevo ser, el que finalmente estará libre de todas sus pruebas y obstáculos, porque el amor al Conocimiento, le despertará reverencia y gratitud por lo que es sagrado y proviene de la Fuente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Luego de muchas instrucciones y conocimientos recibidos, la consciencia necesita interiorizarse, meditar y discernir; así se estará realizando una síntesis, la que permitirá que el servidor, después de todo lo que fue instruido, se coloque en otro punto, en un nuevo escalón para la concreción de su compromiso interno con la Jerarquía.
Ese es el motivo y la razón por los cuales la instrucción y el conocimiento de la Vida Universal descienden al planeta. Tienen la finalidad de que la consciencia esté más despierta y que, por medio del conocimiento, el servidor o el colaborador abandone los hábitos y las costumbres de la vida común de la humanidad, las tendencias y las formas de vida, que tarde o temprano, llevan al sufrimiento.
La Instrucción existe para la ampliación de la consciencia y, a partir de esa ampliación, el siguiente paso es colocar el corazón y la vida disponibles en las Manos de Dios.
Así, el Universo sabrá que estará contando con un servidor y que ese servidor, no solo escuchó atentamente la instrucción, sino que, a través del esfuerzo, lleva todo el conocimiento a la práctica, sin dudar de que su alma está allí para estar en eterna donación a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
La Fuente de toda Instrucción y Conocimiento desciende a la Tierra a través de la Palabra de la Jerarquía, para que la humanidad sea consciente de la Verdad y, al mismo tiempo, de la posibilidad que ella tiene de poder cumplir el Proyecto Creador de Dios, aunque sea en una minoría.
Esa Fuente de Instrucción no solo ingresa en la consciencia de cada servidor para que se pueda renovar, sino que lo impulsa hacia un proceso más rápido de su redención y de su consagración al Plan Divino del Padre, a fin de que se realice como está previsto.
Es en este último ciclo cuando la Fuente de la Instrucción socorrerá a muchas consciencias y las llevará a percibir la realidad y, de esa manera, a cambiar su forma de vida para siempre, adquiriendo los patrones de vida que le harán bien a su propia vida, alma y espíritu.
Por eso, la Instrucción y el Conocimiento llegan con muchas revelaciones para que la raza humana, en esta última instancia del planeta, se coloque en el escalón correcto y redimiendo su pasado y sus errores, retome el Plan que una vez perdió, lo que comenzará dentro de cada ser.
Por eso, la Instrucción será esa luz que indicará el camino para que más consciencias abandonen la ilusión mundial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Querido hijo y querida hija Míos:
Escucha, en este momento, el viento invernal que abraza al norte del planeta.
Siente la luz de este lago que todo revela. Únete a la naturaleza de tu ser y comulga con Dios para que, en este día, renueve tus votos en nombre de la humanidad y del planeta, en nombre del Proyecto Original de Dios y de todo lo que aún deberá realizarse aquí, sobre la superficie de la Tierra.
Siente la brisa de este viento invernal de Canadá y abre las puertas de tu consciencia a lo nuevo, para descubrir el conocimiento sagrado que se guarda en este planeta y en muchos Recintos Internos de la Hermandad.
Recibe esta brisa invernal de Canadá como un momento de introspección y de recogimiento, para descubrir dentro de tu ser lo que verdaderamente existe y que no es aparente, lo que ha surgido una vez de la Fuente para vivir y experimentar el despertar de la consciencia, la evolución del amor y el gran momento que tú vives hacia la redención que te ofrece este planeta y esta creación que aquí se encuentra; absolutamente pensada, meditada y contemplada por el Padre Eterno para cada uno de Sus hijos.
Es desde este escenario, en Canadá, que hoy envío Mi mensaje para cada Hijo de María, para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Momento importante en el que pueden renovar sus vidas y consciencias en la aspiración de cumplir el Plan de Dios como ejércitos de la Madre del Mundo, que atraen hacia la Tierra todo lo que está en los Cielos para que las almas se enciendan en luz en su interior y encuentren a Dios, más allá de todo lo que suceda o lo que acontezca.
Caminen hacia el encuentro de la nueva humanidad. Ustedes son la transición de algo que vendrá y que surgirá en poco tiempo. Este es el momento más duro y difícil, pero no es el único.
Después de que todo suceda llegará la Luz, la Luz de Cristo, la Luz de Mi Hijo, para volver a iluminarlos, así como el Espíritu Santo iluminó a los apóstoles.
Sigan el camino que están construyendo en sus vidas y no se dejen amedrentar ni perturbar.
Un Hijo de María es aquel que renace todos los días y que cumple, más allá de él, lo que Dios tanto espera en las cosas simples de la vida, en los gestos de amor, en la caridad y en el bien.
Que el servicio sea la antorcha de los Hijos de María, que la oración siempre sea el fuego que encienda sus corazones para encontrar la paz, la paz tan urgente en estos tiempos, la paz que ustedes pueden espejar con el ejemplo de sus vidas y de su entrega.
Hoy les hablo desde el congelado país de Canadá y, abriendo Mis brazos y extendiendo Mis manos hacia ustedes, queridos hijos, expando la luz de los Espejos del Universo sobre la Tierra para que sus almas, en este día, sean colmadas de más atributos y principios y, así, puedan seguir caminando en la evolución del amor y de la consciencia, en una apertura más amplia y profunda, para comprender los Misterios de Dios y de esa forma vivir Su Plan en la superficie de la Tierra.
Hoy envío este mensaje desde Canadá como parte de una trayectoria de la Jerarquía Espiritual que recorre ciertos lugares de la Tierra a fin de preparar a sus consciencias y a sus hermanos para lo que llegará.
Por eso, el conocimiento en sus vidas es imprescindible, para que lo puedan aplicar y llevar adelante en el día a día, y así ustedes imiten a otros pueblos y consciencias que también pasaron por la Tierra y que vivieron un gran despertar.
Hoy Me alegro de verlos reunidos en el nombre del Amor de Dios, que es lo primero que deben vivir en sus vidas. Hoy Me alegro de que estén reunidos en el nombre de Mi Hijo, y por último en el Amor de su Madre Celeste, que extiende Su manto para protegerlos, para ampararlos y envolverlos en la Gracia de Dios.
Esa Gracia Divina que es inextinguible e irrefutable, una Gracia que Yo he traído, especialmente, para cada hijo consagrado a fin de que despierte a su misión personal y perciba que este es el tiempo y es el momento del gran encuentro, del gran servicio por la humanidad y por el planeta, como por los Reinos de la Naturaleza.
Por esa razón, hoy Me encuentro aquí, desde los grandes lagos de Canadá envío Mi mensaje de Amor, de Paz y de reconsagración para cada hijo Mío consagrado a Mi Materno e Inmaculado Corazón.
Nunca pierdan de vista la verdad de lo que son y la Existencia Divina que una vez los formó y los creó. Así, aprenderán a superar las apariencias y los obstáculos, y renovarán sus vidas en la amorosa oración diaria que los unirá a Dios y a todo el Universo.
Que la potencia y el poder de los Espejos del Universo iluminen sus consciencias y a todos sus hermanos para que, ante un nuevo paso de reconsagración, cada uno asuma su lugar y su momento de gran servicio planetario, porque se acerca un momento definitivo y no está lejos, hijos Míos. Ese será el tiempo y la hora de hacer todo por este planeta y por su humanidad a fin de que todo pueda comenzar de nuevo como está previsto.
Reciban de Mi Corazón la luz de las Gracias y de la Misericordia del Padre. Colmados por Mi espíritu maternal reafirmen sus votos y renueven sus consciencias, porque aún hay mucho por hacer y por servir.
Que la oración en sus vidas siga siendo ese puente que los une a Mi Corazón y que los lleva al Cielo, en espíritu, todos los días.
Que en este día de renovación todos los Hijos de María se coloquen de pie y como ejércitos afirmen el compromiso de fidelidad y de unión con su Madre Celeste, la Madre Universal.
Con alegría y regocijo recibo sus súplicas e intenciones para que, en este año 2020, puedan seguir creciendo interiormente y se formen como apóstoles de Cristo en la Tierra.
Desde el Gran Espejo del Universo envío toda la Luz que necesitan, ustedes y el planeta, para que esta civilización humana pueda reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de la Creación que aún se deberá cumplir y que ustedes prepararán ese cumplimiento con el Retorno de Cristo.
Alégrense y sonríanle a la Madre de Dios porque la Gracia Divina tocó sus corazones y vidas para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ante la Presencia de la Madre de Dios que nos trae la cura interna y la renovación, ante Su Presencia en este día que colma nuestras vidas y corazones por medio de Su Gracia, renovamos todos juntos nuestros votos ante el Inmaculado y Materno Corazón de María, por el triunfo de Su Corazón en este planeta y en esta humanidad, y para que Sus divinos y sagrados atributos sigan descendiendo en nuestras almas y en nuestros hermanos, y ante este escenario en los grandes lagos de Canadá, siendo acogidos por el viento de este gran invierno y ante Su Gran Espejo, el Espejo de la Madre Universal, vamos juntos a realizar tres veces la oración de la Madre Universal para que Sus atributos sigan obrando y consagrando a las almas de este mundo.
Oración: Madre Universal (se repite tres veces).
Y ahora, hijos Míos, vuelvan a escuchar el movimiento de los Espejos, a través de este viento invernal que los abraza y del movimiento del agua de este gran lago, y cómo es posible que la síntesis de la Creación se manifieste en toda la naturaleza y dentro de ustedes; y así, regresen a sus orígenes, a su verdad y a sus esencias para estar allí en Dios y por Dios cumplir Su Voluntad.
¡Les agradezco por haberse reunido en este día Conmigo!
Y bajo la autoridad que Mi Hijo Me concedió, Yo los absuelvo y los reconsagro como Mis hijos, los hijos del Padre Celestial.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
La luz del misterio se revela en este tiempo y ella nace del interior de los Centros Sagrados, para que la consciencia humana reciba el impulso del despertar y de la realidad cósmica.
Es así que estos Centros Sagrados, frutos de la Creación y presentes en varios puntos del planeta, son potentísimas usinas de luz que atraen hacia la Tierra y hacia la humanidad la Gracia de poder tener el Conocimiento Mayor irradiado por las grandes constelaciones y estrellas.
Es de esa forma, hijos Míos, que el ser humano vuelve a recordar, y llega a su memoria el origen de quién fue y la razón de haber surgido de una Fuente pura y suprema, Fuentes presentes en varios espacios del Universo.
Cada ser de este planeta es una estrella que antes estaba viviendo una experiencia en algún lugar del Universo, solo que para que esa experiencia fuera más enriquecida y pudiera dar sus propios frutos, la mayoría de Mis hijos tuvo que llegar a este planeta azul para profundizar en el amor y en el perdón.
Pero su historia no terminará en esta vida, hay algo que existe más allá de la esfera de la Tierra y que se llama “macrocosmos”. Hacia allá deberán retornar con un aprendizaje realizado y una misión cumplida.
Los Centros Sagrados están al alcance del ser humano para hacerle recordar todas estas cosas. Por esta razón, la luz del Centro de Figueira es la primera esencia de amor que, con poder y fortaleza, se develará en el corazón que se abra para recibirla.
Sea la luz del Centro de Figueira un puente de elevación y un impulso de trascendencia de toda la condición humana.
Desde los Centros Sagrados emergerá no solo la luz de la esencia de cada uno de ellos, sino también aparecerá la Jerarquía como miembro de una Orden Mayor y evolutiva para todo el Universo Cósmico.
Es tiempo, hijos, de reconocer a través de estos impulsos, a los últimos impulsos reveladores que llegarán a la humanidad para llevarla hacia la ampliación de la consciencia con el fin de asumir algún día la evolución, el cuidado y el amor a este planeta que es el receptáculo de grandes y desconocidos Centros Sagrados que el propio Dios creó para que todos Sus hijos estuvieran acompañados, y así pudieran llegar al encuentro con Él.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hace más de 102 años, el 13 de julio de 1917, en Fátima revelé a los pequeños pastores el tercer y desconocido secreto. Ahora, continuando con esa revelación dada y aún no conocida totalmente por los hombres, vengo en este día a revelarles lo que ustedes están preparados para saber y conocer.
Por esta razón, hijos Míos, su Madre Celeste llega con el impulso de que puedan conocer y abrazar, con toda la fuerza de sus corazones, lo que representa el Universo y su vida infinita.
Llegó el tiempo de que el hombre de superficie ya no permanezca solo con la visión de su nación, continente o planeta. Es tiempo de que, por medio de la oración y de la fe, puedan ampliar su consciencia a fin de que no existan fronteras mentales, sino conocimiento, reverencia y devoción por lo desconocido; por todo aquello que está en las moradas de los Cielos y que no puede ser controlado ni manipulado por nadie.
En Fátima, los pequeños pastores conocieron esas revelaciones, además del tercer secreto que recibieron, porque el Ángel de la Paz los preparó para ese período en el que, a través de la Madre Santísima, estarían ante la magnitud de Dios y de todo Su Universo. Todo eso fue posible por el grado espontáneo de pureza que ellos vivieron.
Ahora, queridos hijos, es el tiempo de dar el salto al conocimiento del Universo y de acceder a la realidad que ninguna tecnología humana alcanzó en toda la historia de la Tierra. Porque, en verdad, el conocimiento infinito del Universo es revelado a los humildes de corazón y a los simples de consciencia. En ellos no existe ambición de poder ni de control en ningún sentido.
Eso fue, hijos Míos, lo que los pequeños pastores de Fátima vivieron, pero llegó el momento de que la Jerarquía Celestial amplíe esa oportunidad a todos los que aspiren a postularse como humildes servidores de Dios.
Eso ayudará a que, en la superficie de la Tierra, hayan consciencias que sean instrumentos que propaguen la devoción al Padre Eterno y así exista más gratitud y reverencia, en compensación por todas las equivocaciones que comete el hombre de hoy, al apartarse de la Verdad Divina, por sus propios medios y modos de vida.
Es así, Mis hijos, que en este día y a través de la Aparición, Yo como su Madre e Intercesora los colocaré ante esa Gracia de que sus corazones crezcan en la fe y en el amor al conocimiento de lo Alto, del Universo y así, el Amor Crístico esté presente en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Escucha la Voz de Dios dentro de ti y recibe de Su Corazón Supremo todos los impulsos para que te puedas transformar.
Recibe, a través de Dios, las llaves que necesitas para poder atravesar los tiempos.
Bebe de esa fuente de conocimiento que el propio Corazón de Dios emana de tiempo en tiempo.
Ábrete para reconocer, dentro de ti, Su majestuosa Presencia y deja de lado todo lo que acongoja a tu corazón.
Recibe del Universo todo lo que necesitas dentro de la Ley del Equilibrio y de la Armonía.
Vive en cada ciclo un aprendizaje mayor.
Vive a cada paso la oportunidad de amar y de perdonar.
No dejes de mirar al Cielo y de sentir la Presencia del Padre; deja que Su Espíritu te colme y participa de la Sagrada Unidad, sintiéndote como criatura de Dios, parte del Universo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de los Espejos intraoceánicos la Jerarquía espiritual puede intervenir en la humanidad, ya que esos instrumentos inmateriales de captación de luz cósmica tienen la capacidad de disolver o de sublimar una situación planetaria.
Estar ante un Espejo es estar ante una Fuente inmaterial y cósmica originada en los principios de la creación de los Universos; eso significa que la consciencia humana en estos tiempos está ante un misterio que se revela y se demuestra a través del conocimiento y de la Instrucción.
Los Espejos intraoceánicos son portadores de conocimientos antiguos y eternos, plasmados por los impulsos que una vez la Consciencia Divina, el Padre o la Fuente Primordial, emitió antes de que existiera el Universo Mental y el Universo Material.
Los Espejos son emanaciones de la propia Fuente Creadora que, una vez colocados en los diferentes planos de consciencia, actúan y trabajan por medio de la inteligencia divina para permitir el proceso del despertar y la redención de los Universos, así como de las humanidades que se desviaron esencialmente de la Voluntad Mayor.
El poder de expansión y de retransmisión lumínica de los Espejos aún es desconocido para el hombre de superficie; pero llegará el momento en que los coligados con la Jerarquía Espiritual recibirán, en manos, el conocimiento de esas herramientas para que mediante los Espejos, en sus diversas manifestaciones, puedan sostener la transición de la Tierra a través de los Espejos del Universo.
La formación de seres-espejo a partir del próximo ciclo se ampliará, dada la necesidad de equilibrio del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Guarda en tu corazón la Voluntad de Dios y vivifícala.
Guarda en tu corazón todos Sus Designios, principios e ideas que provienen de lo Divino.
Guarda en tu corazón todo Su Mensaje y las señales que Él te envíe para poder guiarte.
Guarda en tu corazón todo Su Conocimiento, el conocido y el desconocido, para que este último se revele.
Guarda en tu corazón todo Su Poder, para que algún día percibas la potestad de Su Misericordia.
Guarda en tu corazón lo grandioso que Él es y lo pequeño que se hizo a través del Pan y del Vino consagrados.
Guarda en tu corazón todo lo que hizo, semejante e infinito a Él, por Sus hijos.
Guarda en tu corazón la alegría y el júbilo de pertenecer a Su eterno Reino.
Guarda en tu corazón la humildad y la belleza que Él expresó en todo lo que hizo.
Guarda en tu corazón lo maravilloso y lo bueno que Su Sagrado Espíritu emana de todo lo manifestado por el Cielo.
Guarda en tu corazón el anhelo de encontrarlo, algún día, delante de las puertas de Su Reino Celestial para entregarle toda tu experiencia y el aprendizaje vivido a través de los tiempos.
Guarda en tu corazón el Amor incondicional del Padre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y llegará el momento en el que todo el conocimiento divino de los Sagrados Corazones será la estrella-guía cuando ya no estemos entre ustedes.
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y en esa hora deberán estar afirmados en la unidad y en la fe para saber qué hacer y en dónde estar.
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y para la mayoría será demasiado tarde para tomar consciencia de que todo lo que fue dicho por la Voz de Nuestros Sagrados Corazones es esencial para la transformación y la redención de la humanidad.
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y todo estará sucediendo, dentro y fuera de las criaturas. Cosas inexplicables se mostrarán y la mayoría sabrá quién es, verdaderamente.
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y algunos recordarán las sagradas llaves de la Instrucción que hemos entregado para el gran cambio de la consciencia humana.
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y muchos no podrán retornar al momento anterior, porque no habrán dado el paso en confianza y en obediencia a la Ley Superior.
Mis Palabras quedarán en la consciencia de los pueblos y de las naciones, pero el tiempo pasará; cada impulso entregado es determinante y definitivo, y no volverá a repetirse nunca más.
Mis Palabras simples quedarán en la humanidad, pero el tiempo material pasará y todo se mostrará dentro y fuera de los seres humanos.
Serán imprescindibles corazones misericordiosos y compasivos que puedan soportar el fuego de las imperfecciones; porque llegará un momento en el que las almas podrán librarse, por última vez, de sus prisiones y de sus cadenas de otrora.
Ese será el último momento en el que su Madre Celeste llegará del Cielo para abrir el último Sello del Armagedón, y todo se desatará a fin de definir el surgimiento de una nueva y purificada humanidad.
Mis Palabras quedarán, pero el tiempo pasará y solo aquellos que se animarán a perder el control de su vida, el poder de sus acciones y la soberbia de sus cometidos, de la noche a la mañana vivirán los grandes cambios internos.
Por eso, Mis Palabras quedarán para que todos las recuerden; pero el tiempo del mundo pasará y la Fuente de las Gracias se cerrará inesperadamente. En esa hora, sus corazones ya deberán estar arrepentidos de verdad y reconciliados con el prójimo; esa será la única forma para que la bestia, que saldrá de su abismo, no los encuentre divididos, distraídos ni indiferentes.
Mis Palabras serán fortaleza para los simples, escudo para los pacificadores, ánimo para los humildes y victoria para los despojados de sí.
Mis Palabras ya son las últimas y ellas quedarán para guiar a los que quieran ser guiados por la Madre de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Blanca Montaña de la Paz y quien sube a lo más alto de ella alcanzará, por medio de la oración y del servicio, la elevación de su consciencia.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, que en su corazón guarda los mayores tesoros del universo, el sagrado conocimiento de la Hermandad Celestial.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, montaña que irradia al mundo la Gracia de Dios y que impulsa a Sus hijos a la trascendencia humana.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, que les revela a los corazones humildes los Misterios de Dios, montaña que ayuda en la transformación de la consciencia y de todo el ser.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, montaña que llama al peregrino del espíritu a elevarse a través de ella, por medio de la fe y de la constante redención.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, montaña que hará de cada corazón una victoria para Cristo y para el Creador.
Soy la Blanca Montaña de la Paz, que les mostrará a Sus peregrinos el sendero del Retorno de Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Sagrada Madre de los que se consagran, porque cuando un alma tan joven, inexperta e inocente se anima a dar los pasos y a caminar hacia Cristo, Mi Corazón Inmaculado derrama sobre el mundo gozo y alegría para que más almas se animen a darle el sí a Nuestro Señor.
Por eso, hijos, Soy la Sagrada Madre de los que se consagran, porque en las almas jóvenes se encuentra la posibilidad de que se refleje el Rostro Divino de Cristo; Rostro Divino que convierte, redime y consagra lo que parece imposible.
Soy la Madre de los que se consagran, porque protejo y cuido a los que recién comienzan el sendero de la vida de consagración, para que adquieran fuerza interior y fe en el momento de dar nuevos pasos hacia la Voluntad de Mi Amado Hijo.
Soy la Madre de los que se consagran, muy jóvenes, a la vida del infinito, a la vida universal, a la verdadera búsqueda de la pureza original existente en cada alma y en cada ser.
Soy la Sagrada Madre de los que se consagran al conocimiento de sí mismos y de sus propias virtudes, talentos que Mi Hijo vendrá a buscar en estos tiempos para llevar adelante la preparación de Su Retorno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mientras el sagrado Conocimiento desciende por medio de simples palabras, Yo los invito a amar la Verdad suprema, porque así, en estos tiempos, estarán siendo guiados por la Fuente Primordial.
Las palabras simples llevan a las almas a que vivan los cambios. Cuando las palabras son colmadas de amor y de simplicidad, las consciencias reciben de corazón los conocimientos internos que la Divina Fuente emana de tiempo en tiempo.
El sagrado Conocimiento ennoblece de humildad a las almas, así las hace verdaderas y les permitirá vivir los acontecimientos que llegarán al mundo.
El sagrado Conocimiento los aproxima a la realidad interna de estos tiempos, que precisa ser comprendida y aceptada por la humanidad.
Por eso, en este ciclo, las almas, a través del sagrado Conocimiento, necesitan despertar a la misión de revertir los tiempos que llegarán, por medio de las expresiones de amor, de unidad, de caridad y de servicio, por aquellas consciencias que necesitan descubrir con urgencia la necesidad de un cambio profundo en la consciencia.
El sagrado Conocimiento abre la puerta al despertar de lo que es supremo, superior y sublime.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo todo el Conocimiento divino y universal que aún aguarda ser revelado al mundo.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo el principio del Pensamiento divino y el espíritu de la obediencia incondicional que ha hecho concretar y manifestar la Creación.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo los Templos sagrados y sublimes de Dios, aún por ser revelados a la humanidad.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo la Concepción Trina, es decir, la Esencia creadora del Padre, la Esencia creadora del Hijo y la Esencia creadora del Espíritu Santo.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo el principio fecundo de la Vida, el origen de la Pureza Original, el estado primordial de la existencia.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo la integración y la unión entre los universos, los que permitieron la expresión de la consciencia de la sabiduría, que la Fuente inmaterial expresó a todo lo creado.
Soy la Madre de la Esfera y en ella guardo el espíritu del propósito para cada criatura de este universo. Es de esa forma que, como Madre de la Esfera, conozco claramente cuál es el fin de cada ser y el final de su destino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Sexto día de la novena:
“Por recibir de la Fuente todo el conocimiento del universo, plasmado por medio de la instrucción y de la formación de los servidores de Dios”.
En estos tiempos, queridos hijos, la instrucción que proviene del Universo de Dios ayudará en la concientización y el despertar inmediato de la humanidad.
Cuando existe receptividad ante la instrucción recibida, la Jerarquía Espiritual puede llevar adelante la Obra de redención de la humanidad.
Es por esa causa que la instrucción, en estos tiempos, tiene un carácter profundo de definición y coloca a la humanidad en otro grado de consciencia y de evolución.
Por eso, queridos hijos, el conocimiento sagrado así como la sagrada palabra son fuentes de transformación y de renovación para las almas.
Sentir el conocimiento divino en el interior significa despertar a nuevas posibilidades de redimensionar la vida planetaria en otra escala.
La formación de los servidores de Dios proviene del conocimiento espiritual que es entregado y que forma a la consciencia para su misión y su propósito interior.
Cuanto más reconozcan el conocimiento del universo, más se podrían reducir los efectos de la purificación planetaria; sabemos que, en estos tiempos, las almas tienen su atención más en el mundo y menos en su interior.
Ese conocimiento es decisivo porque promete erradicar de la consciencia todo lo que es superfluo y mezquino.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Un joven de la paz…
Un joven de la paz es aquel espíritu que trae, desde el Universo, el principio de la reconciliación y es quien, a través de su renovación, transforma las cosas, viviendo en sí, la primera regla entre todas las reglas: el amor.
Un joven de la paz es aquel que unifica las formas y el que reordena las ideas, trayendo, a través de sus impulsos internos, la posibilidad de que, de ciclo en ciclo, todo se renueve.
Un joven de la paz representa una nueva célula de la luz para estos tiempos, basada en los estados de la fraternidad, en el principio de amar al prójimo y en la apertura a los pasos internos que el servicio le puede brindar.
Un joven de la paz es aquel que se abre, sin condiciones, para descubrir, dentro de sí, su propio origen y su propia misión.
Él no teme saber quién fue y qué es lo que el Universo espera que sea.
Un joven de la paz aspira a poder reconocer en sí mismo la bondad, el amor, el servicio que puede expresar por el planeta, por los Reinos de la Naturaleza y por su humanidad.
Un joven de la paz reconoce en su camino el Gran y Único Maestro interno.
Sabe que, por encima de toda su vida material y concreta, el joven de la paz necesitará de luz para poder dar sus pasos.
Un joven de la paz no tiene nada que ganar ni tampoco nada que perder.
El joven de la paz representa, en estos tiempos, la expresión de una nueva consciencia que estará siendo corregida a través de los buenos actos y de las buenas acciones de toda la juventud de la humanidad.
Un joven de la paz necesita sentirse pleno en sus acciones y libre en sus decisiones; pero sabe que siempre precisará del divino discernimiento y de la sagrada sabiduría para tomar decisiones correctas.
Un joven de la paz es como un guardián de los Reinos de la Naturaleza. Consigue sentir en sí mismo la expresión de cada Reino y, haciéndolo parte de sí, el joven de la paz puede sentir el sufrimiento del planeta, de la Madre Tierra, y hace lo imposible para poder aliviarlo.
Un joven de la paz construye los nuevos puentes y eleva a las consciencias a través de sus actos de amor, de misericordia y de caridad.
Un joven de la paz trabaja, en estos tiempos, para aprender a construir y cuidar de la Obra divina del Universo; y por más que la desconozca, por su grandeza y amplitud, el joven de la paz nunca pierde la esperanza de saber que él ayudará a preparar el camino para el advenimiento del Amor-Sabiduría.
Un joven de la paz es aquella alma y aquél ser que reúne, bajo el espíritu de la Unidad, a sus semejantes, a los demás jóvenes, e intenta por encima de todas las cosas que todos sientan que, en estos tiempos, es importante responder al llamado divino que surge de cada mundo interior.
El joven de la paz es aquel corazón puro y simple, que unirá Oriente y Occidente, que hará la síntesis del conocimiento espiritual expresado y será quien, dentro de sí mismo, ampliará las fronteras de la consciencia humana para que finalmente se exprese lo nuevo, lo renovado y lo irrefutable.
Un joven de la paz sabe que, a través de su amor a los Reinos de la Naturaleza y de sus sanas acciones, podrá seguir el camino de la redención, dejando atrás todo aquello que podría lastimar su mundo interno y buscando, a través de la oración universal, el único camino para la elevación de su consciencia.
Un joven de la paz es quien a través del arte, de la música, del servicio y de la oración, podrá atraer para el mundo los estados de regeneración y de cura que la humanidad necesita para poder alcanzar la reconciliación.
Un joven de la paz cree, dentro de sí, que existe algo mayor e infinito a lo que es este planeta.
Él busca despertar a lo que es invisible y a todo lo que proviene de la Fuente Única, porque así se sentirá parte de algo mayor.
Un joven de la paz es quien obra sin fronteras y es quien ama, sin condiciones, a todos sus hermanos.
El joven de la paz sabe que es el labrador que, en estos tiempos, prepara la Tierra y toda su consciencia, para reencontrarse, algún día, con el Maestro de la Sabiduría y del Amor, que le dará las llaves para que el joven apóstol abra las puertas al perdón, a la cura y a la reconciliación.
Un joven de la paz es quien nunca se cansa de ser luz infinita en el mundo.
Este tercer Festival de la Juventud por la Paz representa el cierre de un ciclo de preparación y de fortalecimiento de las bases internas, que posibilitaron, en este tiempo, que el propio Festival adquiriera una nueva consciencia y que esa nueva consciencia generara la condición para abrazar a otras regiones del planeta e incluir a más jóvenes.
Les agradezco por responder al llamado de atraer paz a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre Tierra
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más