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Antes de la existencia de este Sistema Solar y del conjunto conocido como las Nueve Galaxias, las que conforman la agrupación de un universo de vidas, Dios, como Creador y gran expresión del Amor-Sabiduría, deseó profundamente que algunos de Sus Hijos, los Creadores del Universo Material, llamados también de Arcángeles, los grandes Co-Creadores de este sistema de vida, le ofrecieran a cada una de las Nueve Galaxias la oportunidad de experimentar la evolución a través del "conocimiento de sí" y de los llamados "grados de amor".
Así fue que esos grandes seres Co-Creadores llevaron adelante todos los proyectos universales recibidos por ellos como sutiles impulsos espirituales de luz, para luego ofrecerle a los sistemas creados, como el que es conocido como "Vía Láctea", la oportunidad de profundizar en el "conocimiento espiritual" y en los "grados de amor".
Todo esto sucedió antes de la caída del adversario.
En ese tiempo, en todos los Universos se vivieron los primeros mil años de paz, periodo en el cual el desarrollo de la vida, las escuelas internas de aprendizajes y sobre todo, el despertar de los diferentes "grados de amor", le concedieron a este Universo Local, en donde se encuentra este Sistema Solar y especialmente la Tierra, la oportunidad de que en un planeta de altísimas características espirituales como lo es la Tierra, se pudiera llevar adelante uno de los doce más importantes Proyectos de Amor de Dios.
Por esa razón, el planeta Tierra atravesó diferentes ciclos. Los mares, que antes eran ácidos, pasaron a ser alcalinos para que después se volvieran receptáculos de componentes minerales y cristalinos, viviendo así un alto grado de oxigenación.
Los continentes, que antes eran desérticos y fríos, vivieron una readaptación biológica para después convertirse en semilleros de nuevas especies.
De esa forma, el planeta Tierra y toda su atmósfera se convirtieron en un gran vientre de luz para gestar, finalmente, la consciencia del hombre, lo que más tarde fue conocido como Adán y Eva.
En esta primera experiencia de amor, el Padre Celestial aspiraba interiormente a que este Proyecto, tan ansiado por Su Corazón, permitiera corregir y recrear la Creación para que en ella se vivieran grados de amor cada vez más altos.
Ya que, un tiempo más tarde, el Universo comenzaría a vivir las primeras fallas en la evolución debido a la fuertísima caída del ángel desobediente.
A partir de allí, todo el Universo, lugar en donde se vivía la paz, el bien y la armonía, fue escenario repentino de los primeros pasos de la dualidad, una corriente contraria al principio de la Voluntad Máxima; una dualidad que comenzaría a poner en juego la libertad que le fue concedida a todas las criaturas con el fin de que aprendieran a amar, así como el Padre Celestial las ama.
El planeta Tierra fue uno de los últimos lugares en donde esa corriente espiritual de dualidad descendió para poner a prueba, a través de Adán y Eva, el Proyecto de una humanidad unida esencialmente al Reino de Dios.
A través de diversas e inexplicables tentaciones el Proyecto fue siendo alterado y modificado, ya que corrientes espirituales contrarias fueron rompiendo el escenario del llamado "Edén".
¿Por qué el Padre Celestial lo permitió?
En un sentido misterioso, Adán tuvo la oportunidad de poder dar su primer paso en la evolución de los grados de amor y del despertar de la consciencia, si él hubiera sido incondicionalmente obediente a Dios.
Por su parte, Eva hubiera tenido la posibilidad de ser la prometedora consciencia que experimentaría el Aspecto Femenino de Dios mediante el espíritu de la Maternidad, un estado que concedería el nacimiento puro de las siguientes criaturas que vendrían después de ella.
En ese momento, la Tierra, como primera experiencia humana, sufrió su primera y gran prueba, la que, si hubiera sido atravesada victoriosamente por Adán y Eva como representantes de la humanidad de aquel tiempo, habría permitido que esta raza alcanzara un grado de amor semejante al de Jesús.
Ese es el motivo por el cual el mismo Dios, presente en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, es decir, en El Hijo, decidió encarnar en la Tierra después de mucho tiempo para donarse a Sus Hijos en Amor y en Sabiduría y para enseñarles a todos sobre la Verdad.
Fue en el tiempo preparatorio de la encarnación de Jesús que el Padre retiró de una de Sus Fuentes más puras del Universo Espiritual, uno de Sus Aspectos más elevados y puros, el que fue la base espiritual para la Concepción Divina de quien luego en la Tierra sería conocida como María, la Madre de Jesús.
De esa forma, los Arcángeles, a pedido de Dios, fueron los que prepararon ese escenario para la venida del Mesías, Aquel, quien habiendo dado testimonio de amor y de vida, demostraría en Su máxima humildad, cómo se puede vencer la dualidad para que todo ser viviente de la Tierra pudiera aprender, finalmente, a cumplir la Voluntad que lo trajo al mundo y para transitar por la escuela del perdón y de la redención, caminos internos que llevarán a recolocar la consciencia humana en el lugar que tenía antes de cometer los errores.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Origen de la Sagrada Fuente Femenina
Amados hijos:
Quien en estos últimos once años les ha hablado y les ha compartido el Amor de Dios, proviene de una Fuente peculiar que fue creada por el Universo Ultraterrestre antes de que existiera el Universo Material.
En esa Fuente, la Esencia Divina de quien más tarde sería María, la Madre de Jesús, fue gestada, acondicionada y amorosamente preparada para llevar adelante la gran misión en la humanidad.
Esa Fuente Ultraterrestre del Universo Espiritual se caracterizaba por su altísimo grado de pureza, de amor y por su esencia inmaculada.
El Padre, luego de la caída del Proyecto de Sus primeros hijos, Adán y Eva, pensó en crear un medio y una Consciencia lo suficientemente pura, inmaculada y humilde, que con Su Amor invencible pudiera abrazar a todo el error humano y convertirlo a través del perdón y de la sublime Maternidad.
Fue así que los Padres Creadores, los Arcángeles, recibieron el pedido de Dios y, en los elevados Universos Celestiales, cada Arcángel comenzó a aportar lo mejor de sí, a fin de que la Esencia Femenina que surgiría de la Fuente Creadora llegara a la Tierra para comenzar, como alma y divinidad, con Su especial misión.
La Sagrada Fuente de la Energía Femenina se traslució por medio del Principio de la Maternidad.
En tiempos pasados, el Padre Eterno pensó que era necesario que Sus hijos tuvieran una Madre capaz de acogerlos, de comprenderlos, de ayudarlos y de guiarlos por el camino correcto del bien y de la paz.
Así nació de dos seres humanos, de Ana y de Joaquín, la Consciencia de María, la que desde joven llevaría adelante la misión de gestar en Su Purísimo e Inmaculado Vientre al Niño Jesús, el Redentor.
Una especial coyuntura universal, cósmica y espiritual sucedió durante la gestación de María, así como durante la gestación de Jesús.
Los Arcángeles consiguieron manifestar y atraer hacia el Universo Material corrientes creadoras de energía que contenían altos voltajes de Amor-Sabiduría, así como de pureza esencial y virginal.
En aquel tiempo, la Idea de Dios fue concretada y una vez más, por la Presencia de la Madre de Dios y del Divino Hijo, el mal fue vencido, así como el ángel caído fue vencido por Miguel Arcángel una vez en el Universo.
La existencia de la Consciencia de María, una simple madre de Nazaret, fue el resultado de una experiencia divina y angélica que superó todos los tiempos.
El Padre Eterno, a través de María, nos demostró Su Amor Consolador, nos enseñó cuán grande es Su Misericordia y qué infinito es Su Perdón para con Sus hijos más perdidos.
Dios nos enseñó, a través de María, la universalidad de Su Amor y la presencia de Su Corazón Paterno en todo momento.
De esa especial Concepción Divina proviene María, la Madre de Cristo y Madre de todos.
Ella es la incondicional y eterna abogada entre los hombres y Dios.
Ella es la que espera en el silencio y la que reza por Sus hijos en la quietud de Su Inmaculado Corazón.
Es la que viene al auxilio de los que con sinceridad se arrepienten. Ella llega a todos los pobres y humildes de corazón.
María es la Madre que todo consuela, que todo repara y que todo cura.
Su Corazón sufre cuando Sus hijos se separan de la Verdad y se sumergen en la mentira.
Es la Madre que nunca dirá "no", que siempre dirá "sí" a quien la llame.
Dios nos dio una Madre que muchas veces ofendemos, lastimamos y omitimos con nuestra indiferencia e ignorancia.
Ella es la Madre paciente que espera que siempre vayamos más allá de las apariencias, que podamos sentir el corazón del hermano que busca paz y comprensión.
María nos enseña a amar de verdad para que, en Cristo, caminemos hasta la meta de estar en Dios, para siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos Míos:
Hoy los llevo a todos al importantísimo y luminoso momento del Bautismo de Jesús en el río Jordán; acontecimiento que, por intermedio del Salvador, llevó a que el mundo entero, durante aquel tiempo, recuperara la dignidad espiritual y el merecimiento del Amor del Creador.
El Bautismo de Jesús instituyó el propósito divino y espiritual de ese sagrado Sacramento para que las almas, mediante el Sacramento del Bautismo, recuperaran la dignidad interna de ser hijos de Dios.
Por eso, el sagrado Bautismo de Jesús en el río Jordán, no solo significó la iniciación del Divino Hijo en Su tarea pública, a partir de ese momento y tres años siguientes, sino que también abrió las puertas para que el Espíritu Santo pudiera obrar en el mundo hasta después de Su Ascensión.
La fuerza del Sacramento del Bautismo y la profunda humildad del Divino Hijo representaron, en aquel tiempo, la posibilidad de reintegrar la consciencia humana a las Leyes universales por medio de la vivencia de los Mandamientos entregados a Moisés; pero con la llave fundamental que Cristo reveló durante Su Vvda pública: “Amarás a Dios por encima de todas las cosas, así como amarás al prójimo como a ti mismo”.
Esto cerró, en aquel momento planetario, el ciclo de la aguda perdición en el cual todo el planeta por ignorancia se encontraba.
El Bautismo de Jesús en el río Jordán también representó la reintegración de los Siete Dones del Espíritu Santo, que una vez la humanidad vivió al principio, a través de Adán y Eva.
El Sacramento del Bautismo, instituido por medio del Bautismo de Jesús, le trajo al mundo la oportunidad de aprender todos los días a amar la vida del espíritu y a no separarse de ella, a pesar de lo que suceda.
Cristo representa el Sacramento de la Renovación por medio del Sacramento del Bautismo. Él es el principio de nuestro camino espiritual y, al mismo tiempo, Él es el fin de nuestra trayectoria en este planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Y verán venir, como un Sol, al Poderoso Hijo de todos los universos, estrellas y planetas.
Y verán en Su Mano Derecha el Cetro de la Divina Justicia, que aplacará la furia de los injustos y la indignación de los sufridores.
En aquel día, verán a los doce coros angélicos, siendo guiados por el Santo Arcángel Miguel; y como un haz de Luz, verán mover a Su Divina Espada, de oeste a este y de norte a sur, marcando en el cielo la señal de la Venida Gloriosa de Cristo.
Todos se levantarán de sus lechos por lo que verán: el Hijo del Hombre erguir el estandarte de la victoria de los redimidos que han cumplido los Designios de Su Sagrado Corazón; y el Gran Soplo del Espíritu Santo soplará como una corriente mayor que mil vientos, moviendo la barca que flameará irradiando las virtudes alcanzadas por los autoconvocados.
En aquella hora, el Señor Dios, el Todopoderoso, contemplará la inmensidad del mundo y el vasto universo colmado de seres y de estrellas descenderá en Misericordia para restablecer los Mil Años de Paz.
Ningún alma o consciencia quedará atrás, porque el Prodigioso Hijo, con el esplendor de más de mil soles, brillará para derramar Su Soberana Paz.
En ese momento, todo sufrimiento, decadencia y perdición desaparecerá de la faz de la Tierra y lo que ha oprimido durante eras, desde los Adanes y las Evas, será aprisionado y vivirá su redención final; porque el gran ángel caído no soportará el Amor Infinito del Hijo de Dios, se postrará con su cabeza en el suelo con todos sus ejércitos caídos, se convertirá y abandonará el planeta, y los nuevos apóstoles gobernarán la Nueva Tierra.
Cristo posará Sus Pies sobre la tierra en donde Él derramó Su Preciosa Sangre, el Sagrado Cáliz saldrá a la superficie y la humanidad vivirá su última expansión de consciencia.
Los malos serán derrotados. Los prisioneros de sí mismos serán liberados y ya no existirán más angustia ni dolor.
Después que el planeta se haya purificado, los ángeles creadores descenderán y harán de todos los lagos de la Tierra los nuevos estanques de la humanidad.
Que así sea.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Les revela la verdad del corazón,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Apocalipsis: Tiempo de adaptación
Queridos hijos:
En el Corazón del Padre Celestial, desde el principio estaban escritos los últimos días del planeta, en donde todo sería permitido para que la humanidad diera el salto a la trascendencia de la consciencia y de la vida planetaria.
Es en esta hora en donde el Universo se prepara para atravesar, junto a la humanidad, este momento.
El Apocalipsis significa espiritualmente el cambio de un ciclo para otro, a través de acontecimientos puntuales, que darán a la humanidad la oportunidad de cambiar completamente el estado primitivo de su consciencia.
Para eso llegó Jesús en los tiempos pasados, con la finalidad no solo de liberar a la humanidad de sus errores, sino también con la meta espiritual de prepararla conscientemente para su esperado retorno.
Después de más de dos mil años de historia terrestre, en donde la humanidad vivió y experimentó la indiferencia y la maldad humana, ese momento de Apocalipsis se aproxima a nivel universal y cósmico, para poder corregir y alinear lo que la humanidad por sí misma no ha conseguido vivir ni corregir.
Es así que en la consciencia de los seres humanos el término “Apocalipsis” fue inculcado como una expresión e información equivocada, enseñado por las grandes religiones de este mundo como el “fin del mundo” o el “fin de la Tierra”.
Es así que ese término “Apocalipsis” aún no ha sido vivido ni comprendido, por la mayor parte de la humanidad, como el momento más importante del planeta; momento donde las verdaderas Leyes Universales podrán ser conocidas y aplicadas para corregir lo que está torcido en los seres humanos.
El Apocalipsis existe en este momento en la humanidad y en todo el planeta, por no haberse cumplido ni vivido las leyes básicas de los mandamientos, con las cuales hace mucho más de dos mil años, a través de Moisés, se intentaba enseñar a la consciencia humana primitiva cómo ella debía vivir en Dios y dentro de las Leyes Universales, con el fin de permanecer como raza dentro del Propósito Divino y Cósmico.
Fue así que una vez que Moisés entregó las revelaciones de las reglas contenidas en los mandamientos, la raza humana, después de los hechos vividos por la primera población de los Adanes y de las Evas, desvió totalmente su propósito de estar en Dios, en Su Fuente Primordial de Amor y de Unidad.
Antes de que la humanidad se perdiera completamente, por sus acciones y sus conductas, el Padre Eterno envió a Su Hijo Primogénito con el fin de romper espiritualmente la cadena del ADN primitivo, para que despertara el código crístico evolutivo a través de las más altas expresiones de amor que alcanzó Jesús.
Aun habiendo Jesús sufrido y padecido todos los martirios y pecados de la humanidad a través de Su Pasión y de Su Muerte, con la misión de retirar al espíritu humano del abismo de la consciencia, la raza prosiguió cometiendo errores más graves que llevaron, a lo largo de los tiempos, a que los propios elementos del planeta, que también eran transgredidos, comenzaran a movilizarse y a hacerse sentir por medio de los diferentes efectos climáticos y físicos.
La consciencia del planeta, que es un ser vivo y activo, está en el momento de mayor sufrimiento al ser sometida y violada permanentemente por la humanidad.
Esa transgresión que ya se volvió más que centenaria, ha llevado a que las propias Leyes que rigen al planeta, Leyes naturales y telúricas, comiencen a activarse en este tiempo de una forma precipitada, al encontrar en la superficie de sí mismo, un efecto nocivo de parte del hombre de superficie.
Esta actividad de las Leyes de la Tierra, que forman parte del Apocalipsis y del cambio de los tiempos, se activará, como es el caso de Centroamérica, con el fin de corregir a la humanidad y de colocarla en un punto diferente, más consciente y menos destructivo.
Es así que el Apocalipsis prepara a la humanidad para que en un tiempo futuro ella encarne el verdadero amor y la verdadera unidad con las Leyes del Universo.
Mientras el ser humano continúe explotando al planeta para su propio y maléfico beneficio, en muchas partes del mundo sucederán cosas increíbles.
Por eso, mientras el Apocalipsis llama a la humanidad al arrepentimiento y no a la indiferencia, llegó la hora de que la humanidad dé el paso hacia el camino correcto, porque si esto se hiciera con amor y perdón, muchísimas consciencias humanas serían aliviadas del actual proceso planetario.
La herramienta fundamental que ayudará a mantener las cosas en su debido orden universal y planetario será el verbo constructivo de la oración, poderosa energía de la Fuente Divina Creadora que ayudará a equilibrar todo lo que intentará moverse físicamente en este amado planeta.
El Apocalipsis es el momento en que el planeta como consciencia madre, después de haber sufrido tanto, estará en la hora de su gran parto; ese nacimiento del nuevo hombre y de la nueva consciencia terrestre llevará a purificar y a vivir grandes cambios que solo prometen mejorar y ampliar la evolución de la humanidad, para que ella deje de ser primitiva y se torne evolucionada.
Mientras esta raza no acepte el tiempo y el momento del Apocalipsis que está viviendo, el retorno de Cristo se demorará, porque la Fuente Primordial, el Dios Vivo en Su Infinita Gracia, esperará que las almas se definan y dejen de vivir superficialmente.
Saliendo de ese punto de ignorancia y de indiferencia, el planeta entero podría ingresar en otra escala.
El Apocalipsis es un momento en donde todo será visto y reconocido por los hombres. Nada quedará oculto; el Apocalipsis es la oportunidad de autotrascenderse para así alcanzar la perfecta unión con el amor y la paz.
Estos son los tiempos que el planeta y la raza humana estarán enfrentando. La oración siempre los colocará, a pesar de todo, en el lugar seguro que es el recinto sagrado del Corazón Supremo de Dios.
Agradezco a todo México por haberme recibido.
Los ama y los guía en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No querer la voluntad propia y amar la Voluntad Divina
Esta raza en el principio fue diseñada por Dios para obedecer y seguir un único Propósito. Pero desde que Mi adversario, en la antigüedad, despertó la tentación y el libre albedrío en el hombre de superficie, el Proyecto original se desvirtuó, saliéndose del camino de la Voluntad Divina.
Fue allí que ingresó en la consciencia primitiva de la humanidad la dualidad, la libre elección y la desobediencia a todas las Leyes superiores que regirían tiempo después a la humanidad, hasta que ella fuera una humanidad sagrada.
Desde el momento en que Adán y Eva fueron tentados en el Edén a decidir sobre su propia vida y así apartarse de la Mano del Creador, ingresó en la esencia del ser humano lo que llamamos voluntad propia.
Esa voluntad, carente de principios espirituales e impregnada de códigos de corruptibilidad, fue la acción que desvió del camino a la nueva humanidad; en el principio de todo, la primera raza era el sabio Proyecto de una nueva humanidad para la superficie.
Desde el momento en que el primer Adán decidió sobrevivir en el planeta transgrediendo las Leyes naturales, por otro lado Eva despertó los primeros indicios de los pecados capitales.
Mi adversario consiguió lo que tanto aspiraba: hacer de esta humanidad una humanidad inerte y sin consciencia de sí.
Después de tantas eras pasadas, llegó el momento culminante en donde en una primera etapa se daría fin a la decadencia de la humanidad, y sería a través de la aparición de Cristo en el mundo, como el Hijo Primogénito de Dios, encarnado para rescatar la esencia de este pensado proyecto humano.
Más tarde, cuando Cristo estaba presente, toda la raza, que ya se encontraba en el abismo de su perdición, fue desviada de su propio infierno a través de la Pasión de Jesús.
La venida del Mesías de Israel fue delicadamente preparada por los Padres Creadores, por los Santos Arcángeles. Cada uno aportó y gestó en el vientre purísimo de la Virgen Madre las células lumínicas de la transustanciación y de la redención, Leyes superiores que posteriormente permitirían liberar a la humanidad del mal.
A partir de que Adán y Eva activaron en sí la voluntad propia, espontáneamente la genética espiritual humana quedó afectada hasta los días de hoy por esa energía de poder terrestre, de apropiación y de dominio de todas las cosas.
Solo aquellas consciencias que a través de los tiempos consiguieron abrirse para descubrir el Cristo dentro de sí, se vieron enfrentadas a renunciar y desterrar ese viejo código humano que desvía del Propósito a millones de almas hasta los días de hoy.
La voluntad propia es la consecuencia de no aceptar de forma verdadera el Amor de Dios, al estar la consciencia impregnada por sus propias ideas y conceptos, los que son opuestos al Divino Pensamiento.
Aunque Cristo dio la vida y murió por todos también con el propósito de desactivar el viejo código corrupto de la voluntad propia, después de todos los acontecimientos y hechos que el Maestro Jesús gestó en la consciencia de quienes lo escucharon, mientras tanto la otra parte de la humanidad fortaleció el vínculo precario con la voluntad propia; fue como una bestia de diez cuernos recreada por todas las acciones involutivas de la raza humana.
La voluntad humana siempre fue honrada y apreciada por la mayoría, esa es una de las razones por la que en estos tiempos definitivos, consciencias comprometidas con el Plan no pueden dar sus pasos al estar afirmando su voluntad propia: una cadena que las ata a un infierno sin fin.
Aquellas santas consciencias que consiguieron vencer su voluntad propia, lo hicieron a través de tres factores: primero, trabajando todos los días con la renuncia a sí mismo, segundo, buscando el vacío de sí y tercero, sirviendo incondicionalmente, teniendo en cuenta que aun viviendo todas esas experiencias, existe voluntad propia basada en la arrogancia y en la soberbia.
Cuando el discípulo de Cristo se dispone a trascender los estados que corrompen el amor en la humanidad, él debe tener presente que enfrentará dentro de sí a sus propias bestias, las que intentarán hacerlo desistir de todos los esfuerzos.
Algunas consciencias sobre la superficie del planeta, como es el caso de los que optaron por la vida consagrada, tienen la misión espiritual de hacer desvanecer de sus consciencias todas esas energías, las que condenan la vida evolutiva de un alma, y también tienen la misión de hacerlo por la humanidad, imitando a Cristo.
En estos tiempos, la humanidad deberá definirse por cuál camino seguirá, eso será antes del esperado Juicio que sucederá en este amado planeta.
Cristo fue y es un extraordinario ejemplo de vida y de verdad para todos los que acepten retornar al momento del Plan anterior a que Adán cometiera el llamado pecado original; pecado a partir del cual todas las criaturas nacen con el código de la voluntad propia y del libre albedrío.
Para poder cambiar esa frecuencia, la determinación y el esfuerzo que son estimulados por la oración, permitirán ir desarmando los impulsos contrarios que trae la voluntad propia.
Vivir en la Voluntad Divina significa no querer nada para sí y todo para los otros. Vivir en la Voluntad Divina significa seguir paso a paso lo que se pide evitando así fallar muchas veces.
Pero sabemos que la humanidad de hoy no quiere seguir en obediencia y adhesión lo que los Universos superiores están emitiendo; eso lleva a aumentar la perdición espiritual de las consciencias, lleva a sumergirse en todos los engaños posibles, lleva a perder el camino que uno vino a recorrer.
Por eso Dios envía nuevamente a Su Mensajera para advertirles a todos y al mundo entero que aún está viviendo su voluntad propia y eso no detendrá el sufrimiento planetario, sino que lo aumenta gradualmente.
Los invito, hijos, a hacer el ejercicio de cortar la cadena de la propia voluntad, así ustedes tendrán fuerza interior para poder cristificar sus vidas y preparar la gloriosa venida de Cristo al mundo.
Sean inteligentes y no permitan que la voluntad propia los aparte para siempre del camino de su redención.
Los tiempos anuncian grandes cambios para todos.
¡Les agradezco por perder su propia voluntad y por nacer a la Voluntad Eterna de Dios!
Los impulsa a la purificación interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El tiempo de mudanza y la mudanza de los tiempos
Así como el sol nace en el horizonte, así será la señal de la mudanza del tiempo, y el cambio vendrá apresuradamente de la noche a la mañana.
Situaciones inexplicables sucederán con el planeta, con los Reinos de la Naturaleza y con la humanidad.
La consciencia planetaria vivirá un último ápice de iluminación y de sabiduría, lo que ayudará antes de que comience el último y gran ciclo de la purificación.
La mudanza de los tiempos será vista no solo en el planeta, sino también en este Universo local, formado por esta parte del sistema solar al cual pertenecen.
Será una mudanza de toda la raza, la cual por las Leyes universales será llevada a un gran cambio en la consciencia. Esta mudanza traerá efectos inesperados, y solo los que hayan vivido la oración los podrán comprender y nada los atormentará.
La mudanza de los tiempos es algo previsto por el Padre desde el principio, desde el momento en que Adán y Eva vivieron el pecado original. Desde allí la humanidad fue llevada a tener libre albedrío, lo que la ha colocado siempre en intensas experiencias y en situaciones límites.
Esta mudanza de los tiempos también es generada a partir del punto en que se encuentra la actual humanidad y, sobre todo, por la indiferencia que ella emite a través de cada sentimiento, pensamiento y acción.
El hipnotismo del cual Yo les he hablado, queridos hijos, es la raíz fundamental de ese estado de indiferencia que coloca al mundo en un plano de profunda precariedad espiritual.
Todas las advertencias ya fueron hechas, pero la sordera incesante de las consciencias presiona al tiempo del Universo para que se lleve adelante una gran mudanza planetaria.
El Universo tiene un principio de Jerarquía y las Leyes también lo tienen. Cuando en algún plano ese principio es interferido por alguna causa, las Leyes se organizan para corregir y hacer fluir lo que en el Universo se encuentra desordenado.
La mudanza de los tiempos exigirá de todos una definición interior, pero veo cómo las criaturas de la Tierra reaccionan cuando piensan que deben abandonar su vida para vivir una mudanza; aunque algunas consciencias necesitan dar ese paso, la mayoría se aleja del Propósito para así no enfrentar su propia definición ante el Plan.
Esta mudanza de los tiempos no es personal ni humana, ella abraza el ámbito del cosmos y el propósito de las humanidades.
La mudanza de los tiempos llega al planeta para corregir los desvíos y las maldades de la humanidad, pero los orantes, devotos y fieles al Plan podrán ayudar en este ciclo en la sustentación de lo que está a punto de precipitarse sobre la humanidad: un cambio determinante.
Todos los seres orantes del planeta deberán aprender a convivir con la mudanza de los tiempos, porque a medida que todo se purifique dentro o fuera de las consciencias, mayor será la necesidad de permanecer en oración y en vigilia.
No habrá continente, nación, estructura ni religión que esté libre de la mudanza de los tiempos. Se verán cosas increíbles en diferentes sectores de la humanidad, como también en las consciencias que hasta ahora mantenían en secreto sus propias acciones.
Nadie podrá escapar de la mudanza de los tiempos porque esa mudanza es universal y forma parte del Apocalipsis.
La mudanza que llegará dejará en evidencia lo bueno y también lo que no es bueno. Todo será purificado, corregido y recolocado en el lugar que le corresponde dentro del Universo material.
Todo el planeta y la raza aún están a tiempo, antes de esa gran y profunda mudanza de los tiempos, de corregir su vida material, su mundo interior y su consciencia a través del gran fluir de la oración.
Esta mudanza de los tiempos llevará a la humanidad a que ingrese en una nueva etapa y vibración después de que todo se haya purificado.
Quien trate de resistirse a la mudanza de los tiempos en su propia vida, entorno o existencia sufrirá, porque estará en contra de la corriente de las Leyes universales.
Quien se disponga, se esfuerce por cambiar y se pacifique, conseguirá acompañar la mudanza de los tiempos.
Recuerden, hijos Míos, que esta mudanza se originó desde el momento en que la humanidad se creyó autorrealizada ante el Universo.
Todo esto forma parte de una lección de humildad.
¡Bendiciones para todos Mis hijos de Argentina!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Universo
Mis queridos hijos:
Cada nueva vigilia de oración no es igual a la anterior; por eso, que sus corazones se enciendan para que el Amor de Dios pueda despertar y la Gracia se derrame donde sea más necesaria.
En cada nueva vigilia de oración las almas son llamadas a permanecer con más atención y prontitud ante los pedidos de Vuestra Madre Celeste, porque en cada nueva vigilia de oración procesos planetarios e incluso cósmicos son develados y curados por la Luz de Mi Corazón.
Cuando un alma orante ofrece su verbo a Dios a través de la vigilia de oración, está confirmando nuevamente que el Plan del Padre y de toda Su Creación podrá cumplirse y el alma, que emite dicha confirmación, está autoconvocándose para lo que sea necesario.
Es ese despertar el que los uruguayos deben vivir en este tiempo, sin términos medios y sí con una adhesión pronta para servir a la Jerarquía en lo que sea necesario.
En la vigilia de oración que ustedes comparten Conmigo desde hace cuatro años, hijos, se construyó un potentísimo epicentro de Luz divina, el que se activa y desciende como caudal sobre una situación planetaria o humana que esté necesitando de una fuente de liberación o de cura.
Todas las divinas posibilidades se pueden presentar a través de cada nueva vigilia de oración; todo dependerá de la actitud del orante o del discípulo de María ante el llamado mensual de oración que se realiza. Es por eso que en este tiempo la Jerarquía Divina necesita que la humanidad no creyente pueda reconocer el efecto y el poder transmutador de la oración.
Si a ese efecto de la oración se le suma, por ejemplo el ayuno, los resultados de un trabajo grupal de oración repercuten no solamente en esas consciencias, sino también en las Leyes de la Naturaleza modificando los acontecimientos previstos.
Hoy, hijos Míos, les digo todo esto debido a la urgencia de que ustedes sientan y comprendan en qué están participando vigilia tras vigilia de oración y cuál es el verdadero resultado espiritual que esta obra de oración alcanza, a través del apoyo incondicional de cada uno de ustedes y de toda la Jerarquía Celeste.
Queridos hijos, aún las vigilias de oración por la paz en las naciones proseguirán; no solo para establecer la corriente universal positiva de paz en el mundo, sino también para que gradualmente sus seres internos y la humanidad, por medio de la oración, puedan transformar los aspectos del ego que corroen la consciencia y su pleno despertar.
Todos los que nacieron en este Proyecto de Dios, como saben, traen la esencia del llamado “pecado original”, falta cometida en el principio por Adán y Eva al no haber cumplido la Ley de la obediencia.
Fue desde ese momento que toda la humanidad en el transcurso de las eras ha cargado con ese evento en sus células; así todas las almas aquí encarnadas han tenido y tienen que aprender a superar y redimir la condición humana, que es la lucha incesante contra el propio ego humano que lleva a la perdición.
Mediante las vigilias de oración, ese potentísimo canal mariano intenta corregir y redimir los errores cometidos desde el principio de Adán hasta el futuro próximo.
Ese puente para la liberación y la redención de los errores fue realizado por Cristo a través de la Divina Misericordia, fue quien por ustedes venció al mal e hizo triunfar el Amor de Dios. Es por eso que en cada vigilia de oración, no solo se trabaja espiritualmente con las naciones, sino que la humanidad, que ha perdido los códigos crísticos y sigue cometiendo errores, es ayudada por medio del impulso de la vigilia de oración.
El campo de energía orante que se crea en cada nuevo encuentro influye positivamente en la acción de las Leyes Universales y en el proceso actual de la purificación de todas las consciencias. Es así que cada hijo Mío deberá tener la consciencia lo suficientemente despierta para saber que no solo estará sentado en una silla orando, sino que estará representando a los ocho mil millones de personas del mundo entero que no tienen consciencia de esos procesos.
Espero ver en cada vigilia a Mis soldados, dispuestos y perceptivos para que a través de la oración capten los impulsos internos de los Espejos, y el planeta pueda transformarse y de esa manera no se pierda. Eso dependerá de la actitud de cada discípulo, porque la Gracia vendrá a esa consciencia por añadidura.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien vigila por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos:
Llegaron los tiempos de madurar la consciencia; ya nada quedará oculto para ustedes.
Por eso, la hora les indica el momento de la reflexión, porque siendo entrenados por Mi Divino Espíritu ustedes enfrentarán los desafíos de crecer y de aprender.
En este camino de transformación en el cual son colocados, aprenderán a reconocer lo que está bien dentro de ustedes, es decir, las virtudes más profundas; también podrán reconocer, siempre que lo permitan, todo lo que ya no forma parte del Gran Reino de Dios.
Para que ustedes, hijos, divinicen vuestras vidas, el ciclo de la purificación marcará notoriamente el momento de liberarse de los obstáculos inconscientes. La oración hecha con el corazón les mostrará el punto de partida para comenzar a trabajar internamente los aspectos referentes a los principios capitales de este mundo.
Amando vuestra purificación, vuestras consciencias ya no reclamarán, y vuestras almas, unidas a Dios, ayudarán, con vuestro íntimo permiso, a que los tiempos primero cambien dentro de ustedes antes de que el tiempo cambie en el mundo entero.
Son invitados a la búsqueda del desprendimiento de sí y de la renuncia a los placeres humanos que llevaron y llevan a millones de almas hacia el abismo de la tentación y del caos.
Pero ustedes, hijos Míos, con la consciencia espiritual que recibieron a través de la sagrada instrucción, serán capaces de purificarse y de desterrar las costumbres que forman parte de la degeneración de la humanidad no espiritualizada.
Mis rayos de luz hoy se derraman sobre ustedes y un gran espejo de consciencia refleja para todos lo que deberá cambiar a tiempo, antes del momento de la transición.
Son llamados a conocerse y a identificar las situaciones que despiertan y generan los obstáculos que, como consecuencia, impiden que puedan dar más pasos.
Hijos, la raíz de toda dificultad se encuentra en la falta de control y en la imposibilidad de expandirse que tiene el espíritu de cada ser como estaba previsto que lo lograra en este mundo.
La humanidad entera se tornó el resultado de un acto espiritual y mental fallido y nacido de la falta de obediencia y de amor que Adán y Eva expresaron en el principio de esta Tierra. Por eso, el Padre Eterno ha sido justo con todos y también muy misericordioso.
Para aquellos que son más conscientes y están comprometidos con el Retorno de Cristo, el Universo de Dios y Su Infinita Voluntad Divina plantearán el tiempo de dar el gran paso. Para ello el Cielo derrama sus bendiciones y envía a sus Mensajeros.
No permitan, Mis hijos, que las raíces del mal se regeneren en vuestros suelos internos; con voluntad, amor y determinación corten las alianzas con todo lo que deja al planeta en un constante estancamiento.
Mi Corazón ayudará a todo aquel que, sinceramente, ante el Plan, decida trabajarse a sí mismo y salir de la ilusión en donde la consciencia inferior lo colocó. Estén atentos a Mis instrucciones, porque muchos podrán creer estar realizando el camino, pero estarán presos de sus propias cosas.
Con amor interno y universal les reflejo el espejo de la Única Verdad para que sepan transformarse y ya no demoren dando más rodeos a lo que se resiste a la transmutación en vuestros seres.
De esta forma, más conscientes, podrán ser soldados en todos los espacios de la consciencia y así ayudarán a los que son más inconscientes de la Verdad Universal.
Mediten sobre el lugar interno en donde hoy ustedes se encuentran; reflexionando en lo que Yo les digo sabrán percibir, a través de la oración profunda, dónde está lo que debe ser transformado a tiempo.
Después ya no habrá posibilidades de atender la propia consciencia, sino de ayudar a la emergencia que tendrá el mundo.
Hoy los invito a la contemplación y a la meditación de la sagrada palabra de vuestra Madre Celeste.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ayuda a crecer en consciencia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más