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Queridos hijos Míos:
Después de que su Madre Celeste haya ingresado en Estados Unidos, Mi Amadísimo Hijo finalizará y cerrará la sagrada misión llevada a cabo en Centroamérica, México y Estados Unidos.
Su Madre del Cielo descenderá antes para preparar la llegada de Su Hijo a Estados Unidos, en esta ocasión, a la ciudad de San Francisco en California.
Nuestra divina misión será ayudar a la consciencia espiritual de los norteamericanos por medio de las oraciones que cada uno de los latinoamericanos pronunciará en esos encuentros. En ellos estará Mi fuerza motriz y espiritual para llevar adelante la obra corredentora junto a Mi Amado Hijo Jesús.
En Estados Unidos existen almas valiosas que también cayeron en la trampa de la modernidad y de la indiferencia diseñada por Mi adversario.
Para eso Mis pies pisarán la serpiente que ocasiona las revoluciones sociales, para que ella, debajo de Mi poder de amor desaparezca de la consciencia de muchos.
Necesitaré de las oraciones de todos para que su Madre Celeste pueda hacer pasar hacia los mundos superiores a cuantos están en cautiverio espiritual.
Por eso desde ahora, su Madre Santísima está convocando a Sus hijos consagrados como Hijos de María para que la acompañen amorosa y fervorosamente en los encuentros de paz que se realizarán en San Francisco.
Así, cuando Mi Amado Hijo haya llegado a Estados Unidos por una única vez, el día viernes 16 de diciembre de 2016 a las tres de la tarde, el Centro de Amor de Monte Shasta participará y ayudará en la sagrada tarea que Jesús llevará adelante en toda Norteamérica.
Para eso Yo los invito nuevamente a colaborar con todos los esfuerzos extremos para que, así como fue con Costa Rica, Nicaragua y México, Estados Unidos no pierda la Gracia de redimirse en los últimos días de la Tierra.
Desde ahora agradezco a todos Mis hijos orantes por estar concretando Mi llamado en Estados Unidos.
Mi Amor de Madre con todos ustedes.
Les agradezco por ayudarme.
Los ama en Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijos amados, con alegría y regocijo celestial, retorno al mundo para ver triunfar Mi Plan de amor en los corazones de los hombres.
Sé que el terror, el miedo y el dolor toman los corazones de muchos de Mis hijos que están sometidos por las guerras y los conflictos, dentro y fuera de sí mismos.
Sé que muchos están luchando para establecer la Paz en el propio interior y temen no poder mantenerse en equilibrio, dado el gran caos que viven todos los días.
Sé que los hombres aún separan todas las cosas y que su orgullo no les permite unir aquello que Dios inspiró para ser un camino que llevase a Su Corazón, y no a establecer la voluntad humana, como son las religiones.
Yo vengo al mundo para que vivan lo que les parece imposible, porque en verdad, hijos amados, lo que Yo les pido está al alcance de todos, pero ustedes desconocen la verdad sobre sí mismos y aún están adormecidos a la vida del espíritu, que es más de que dedicarme algunas oraciones todos los días.
Es por eso que Yo estoy aquí y recorro cada nación de América que debe manifestar el Plan de Dios en estos tiempos. Vengo para fortalecer los corazones orantes para que sean las columnas que sustenten al mundo cuando él ya no pueda sustentarse por sí mismo.
Yo vengo, hijos amados, para que descubran que la alegría y el regocijo del espíritu no se encuentran en las cosas de la Tierra y para que aprendan a discernir, en los acontecimientos que llegarán, dónde está la voluntad de Dios y donde no está, para que así sepan moverse por esa voluntad y no fuera de ella. De esa forma podrán ver derrumbarse las viejas estructuras mundiales sin perder la esperanza, la alegría espiritual y la fe, porque sabrán que esas cenizas fecundarán el suelo de un nuevo mundo y fortalecerán los corazones para que surja en la Tierra una raza inquebrantable y sustentada por el amor y por la unidad con Dios, y no más por los placeres y por el poder material que este mundo les ofrece y por el cual luchan día y noche, aún sabiendo que perecerá como el polvo al final de todo.
Yo vengo a consagrar a América, hijos, para que aprendan de nuevo a comprender la vida y sus valores. Vengo para que retomen lo sagrado que hay en sus familias. Que puedan comprender que un grupo de almas, reunidas por Dios, debe cumplir la misión de expresar el amor y la capacidad de comprender al otro y unirse a él, más allá de sus defectos, miserias e imperfecciones.
La vida familiar crea condiciones para que despierten el verdadero amor, por ejemplo, de una madre hacia su hijo; amor que trasciende las barreras del egoísmo y de la condición humana y que deben aprender a extender hacia toda la humanidad.
Sin embargo, si degradan la vida familiar y llevan a sus hogares la indiferencia y el escaso amor que se vive en este mundo, están perdiendo la oportunidad que Dios les entregó de despertar un amor puro y verdadero. Por eso, hijos Míos, es tan importante que sepan amar y respetar a sus familias y que también sepan extender ese vínculo de amor a todas las almas de este mundo.
De a poco, con mi amor y Mi maternidad celestial, los conduzco a la familia universal, que es lo que se debe manifestar en una Tierra por Dios consagrada.
Hijos Míos, que no solamente Mi presencia entre ustedes impulse la trasformación y la consagración de este mundo, sino que cada uno, según su perseverancia y su fe, también sea un motor que transforme y purifique la Tierra, para que el Plan de Dios se cumpla.
Les dejo hoy Mi amor y Mi paz, para que tengan fe y valor de transformar sus vidas y, con ellas, la vida en este mundo.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando su Madre Celeste visita las naciones del mundo, y especialmente a sus pueblos, es para desactivar el caos espiritual reinante en la consciencia humana; caos que se alimenta del sufrimiento, de la indignación y del dolor.
Así, de tiempo en tiempo, a pedido de Mi Amadísimo Hijo, Yo los envío en misión de paz, para que Mis planes de amor y de redención se cumplan en la humanidad.
Cada vez que visito una nueva nación, una fracción de la condición humana es transmutada. Es por eso que su Madre convoca a todos Sus instrumentos encarnados en el planeta para que espiritualmente y sin ninguna condición, solamente por amor a Cristo, la ayuden a liberar los infiernos terrestres con el fin de evitar una tercera guerra social en América.
Con acciones simples y con oraciones puras, su Madre Santísima recoge todas las súplicas del planeta para colocarlas a los Pies del Creador, y así expandir Su infinita y potentísima Misericordia en donde más se necesita.
Frente al gran y último desequilibrio planetario, queridos hijos, los invito a seguir orando de verdad, bajo un espíritu de esfuerzo que no puede ser medido ni valorado.
Queridos hijos, los invito en nombre de la humanidad a abrazar el sacrificio por la victoria de Mi Corazón Inmaculado.
Así evitaremos que millones de almas ignorantes y ciegas ante la verdadera vida espiritual, pierdan la oportunidad de despertar antes de que todo suceda.
Con Mi mirada celestial los estoy acompañando y ayudando, viendo el esfuerzo interno de todos, por eso Yo les agradezco por ayudarme todos los días.
Los ampara con Su Luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A través de las oraciones, Yo limpio los infiernos de este mundo y retiro de esos lugares a cuantos claman por Mi auxilio.
A través de las oraciones, Yo ayudo a los Reinos menores y alivio todo el sufrimiento que ellos padecen.
A través de las oraciones, guío a las almas para que encuentren el Propósito y para que por encima de todo vivan la Divina Voluntad.
A través de las oraciones, abro las puertas a la Gracia, y consciencias que no merecerían dicha intercesión reciben la oportunidad de corregir y de enderezar sus caminos.
A través de las oraciones, el planeta se ve aliviado y, al menos en un pequeño porcentaje, su consciencia es protegida.
A través de las oraciones, puedo establecer en los corazones el Reino de Dios para que siempre lo recuerden y así lo amen profundamente.
A través de las oraciones, Mi Inmaculado Corazón se fortalece y esa fortaleza interna es irradiada hacia todos los que oran de corazón.
Así todo se mantiene bajo un mínimo equilibrio, y el planeta como consciencia puede respirar y soportar.
Todo esto lo preparará para su próxima transición y todos aquellos, que hayan negado la vida del espíritu y de la oración transformadora, se darán cuenta muy tarde de que perdieron la oportunidad de reconciliarse con el Padre y ya no habrá retorno.
Les agradezco a todos por hoy haberle orado a Mi Amado Hijo.
Los unifica,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Con ambas cruces en Mis manos1, queridos hijos, hoy vengo para testimoniar la Presencia de Mi Hijo en los corazones que aún no lo viven.
Estas cruces representan la liberación de la ilusión humana y materialista, ellas son para cada uno el escudo protector contra toda adversidad y engaño.
Quiero y deseo que este símbolo de la cruz redentora de Cristo sea honrado y venerado en Centroamérica, para que esté más amparada y protegida de las tentaciones de Mi adversario.
Impongo sobre este lugar el símbolo espiritual de las cruces, para que la humanidad de esta parte del planeta no sea llevada a cometer grandes errores así como otras naciones hermanas hoy lo están viviendo.
Necesito que esa cruz luminosa sea el mayor tesoro para cada orante, que sea el imán celestial que atraiga los principios de la redención y de la liberación, para una humanidad corrompida y muy distanciada de la verdad.
Yo quiero Conmigo a cada uno de Mis hijos perdidos, para que en este ciclo la mayoría tenga la oportunidad de arrepentirse y de perdonar.
No saben, hijos Míos, cuánto sufre Mi Corazón al ver preciosas almas lejos de Dios.
Es hora de que hagamos algo por ellas, es por esa razón que Yo vengo a Centroamérica, para que Mis hijos Me puedan reencontrar a través de Mis queridos y devotos corazones simples.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Unida a esta Sagrada Misión,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
(1) “María Santísima en este día vino con una cruz en cada mano”.
Queridos hijos:
Mientras la batalla entre la luz y las tinieblas se desencadena sobre la superficie de este planeta, quisiera que todos los orantes del mundo mantuvieran la convicción de orar con fervor, amor y devoción; de esa forma su Madre Celeste podrá contar con todas sus oraciones para hacer triunfar en el mundo, y sobre todo en la humanidad, el Plan del Amor de Dios.
Hijos Míos, que por sus oraciones y sacrificios diarios todas las barreras y los obstáculos que impone Mi adversario, a través del conflicto y de la desarmonía, sean trascendidos por la acción poderosa del fuego de la oración.
Es así que progresivamente, queridos hijos, su Madre Celeste mantendrá bajo un cierto orden todos los planos tanto el espiritual, como el mental y el material.
Cada uno de ustedes en este ciclo deberá proponerse, como ejercicio espiritual dentro de Mi discipulado, la meta o el propósito interior de superar y de abandonar la indiferencia ante los acontecimientos que se precipitan día a día sobre algunas naciones del mundo.
Es así que, con la minoría de los soldados despiertos a Mi llamado, Yo haré triunfar el Plan redentor de Mi Amado Hijo antes de Su próximo retorno.
Hijos Míos, con toda la devoción e imploración de sus espíritus, recen con amor y confianza para que la propia oración del corazón los pueda guiar en este momento y sobre todo pueda ayudar espiritualmente a muchísimas almas, las que en este mismo tiempo están atravesando el ciclo de la tribulación planetaria.
Abiertos a escuchar la voz de su Madre Celeste, les pido, queridos hijos, que tengan bien presentes Mis pedidos, porque ellos son luces divinas en medio de la oscuridad de estos tiempos.
Con la fe y el amor del corazón, Mi adversario perderá la batalla, crean en eso.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Está entre ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un dolor espiritual y profundo es curado, una liberación del pasado y de todos sus códigos se establece, gracias a la intercesión de las Leyes Espirituales de la Cura.
A través de la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento, deseo establecer un hogar en donde las almas que aún no han encontrado a Dios en su interior, lo puedan encontrar por medio de las manos caritativas que se donarán para acompañar ese momento.
En este, Mi próximo Proyecto, deseo que en el núcleo actual se viva un trabajo de cura y de oración espiritual con las almas que, en convalecencia espiritual o física, necesitarán de recuperación.
Es por esa razón, queridos hijos, que una segunda casa para el alivio del sufrimiento y en la transición hacia la muerte corporal, deberá ser fundada.
Necesito, queridos hijos, que esa segunda casa sea llamada Casa de San Lázaro; para que las almas que allí vivan sus últimos días, en la Tierra, puedan resucitar a la vida eterna.
Es por esa razón, Mis pequeños, que esta tarea se irá gestando de a poco, con la esperanza de que los servidores de San Carlos y de las ciudades de alrededor, en oración y en servicio, asuman esta importante misión por las almas que no conocen la cura ni la vida eterna después de la muerte.
Necesito que todos sean entrenados, formados y preparados para esa misión.
Es parte de todos los paulistas el propósito de la manifestación de la Casa de San Lázaro, que será afiliada a la casa matriz de la Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento.
Deseo también estar presente, como Señora de las Gracias, en la entrada de la Casa de San Lázaro.
Esta casa acogerá a muchas almas y en el futuro se expandirá, pues Mi designio es que la Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento tenga otras casas en otras ciudades de San Pablo; porque esta tarea será hecha con el fin de que las almas se sientan amadas y amparadas en el momento de su muerte.
Queridos hijos, si los paulistas asumieran esta tarea de cura y de transición de las almas hacia el Reino de los Cielos, les aseguro que la ciudad de San Pablo no deberá pasar por tantas purificaciones.
Nuevamente, los invito a acoger Mi aspiración.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los alivia,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El hombre de superficie, que fue creado a imagen y semejanza de Dios, existe en este mundo y dentro de este Proyecto del Creador para aprender a amar, a perdonar y a trascender.
Este planeta es una escuela infinita de oportunidades para poder dar los pasos hacia la consagración total de la consciencia.
Cada experiencia vivida, a través de los tiempos, significa para las almas la oportunidad de encontrar la unión interior con el infinito.
Las deudas que cada consciencia carga también son parte de esa experiencia de amor y de perdón; es la posibilidad de encontrar, cada vez, más elevados grados de amor y de redención en la consciencia.
Es en esta hora del planeta, en la que los corazones pueden aprender más rápido y aproximarse a los atributos de la paciencia y de la mansedumbre para saber atravesar los tiempos que llegarán.
Todos son invitados a encontrar, en cada etapa de la vida, la oportunidad de expandir un poco más la consciencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy Mi voz es escuchada, al igual que la voz de Mi Hijo, en los cuatro puntos de la Tierra. Son las voces que provienen del Verbo divino y que revelan ciertas verdades que traen, según los hombres, consecuencias divisorias dentro y fuera de la Santa Iglesia.
Como en Guadalupe, Lourdes, Fátima, Medjugorje y en Aurora durante Mi primera aparición, en aquel momento, nadie pudo reconocer quién era Yo.
El espíritu de sobriedad de la Iglesia ha llevado a proteger la fe de los fieles. Pero en verdad muy pocos consiguieron, a lo largo de los tiempos y sin milagros confirmatorios venidos del Cielo, creer desde la primera vez.
Ese tipo de fe está en muy pocos, porque es una fe que no rechaza pero tampoco acepta ni reclama; esa fe que está en muy pocos solo acompaña con sabiduría y sin repudio, porque en verdad ningún miembro de esta humanidad conoce el Plan de Dios.
Es así, queridos hijos, que Dios manifiesta Su Propósito de una forma que no todos aceptan, porque ese propósito lleva a la transformación y al cambio.
No estoy hablando, Mis hijos, que la Iglesia cambie o no ante la verídica presencia de la Madre de Dios. Yo he aparecido, a través de los tiempos, en donde el Padre Me ha pedido que entregue siempre un mensaje de paz y de advertencia que la mayoría no lo acoge con fervor.
Ya estaba escrito que la Mujer del Apocalipsis llegaría y estamos en ese momento; esto lleva a modificar ciertas acciones y pensamientos, porque todo tiene que estar a favor del Plan de Dios y no a favor del plan de los hombres.
Cuando llega un anuncio del Cielo, en alguna parte del mundo, y este es continuo y seguro, el primer paso de los hombres es omitir ese llamado y desmentirlo a todas las almas. Eso cierra el corazón de los fieles y hace perder la Gracia de ser directamente ayudados por el Cielo.
Ninguna de las apariciones de su Madre Celeste es aceptada antes de tiempo, es así que para preservar y proteger la confianza de los corazones, el Padre Me ha pedido en otras épocas que haga milagros, y en este ciclo el mayor milagro es que Yo esté entre ustedes, predicando y abriendo la consciencia a la verdad que muchos de Mis hijos quieren ocultar y así rechazarla.
Cada alma es libre y lo será hasta el fin de sus días, pero las gracias que Yo derramo en cada lugar son únicas y no se repiten.
Cada lugar en donde Yo aparezco recibe lo que necesita, según el Propósito que el Padre presenta para cada ciclo de la humanidad.
Mi faz se está presentando fuera de la Iglesia para que Mis hijos vean que el mensaje es que hay corazones necesitados de ayuda y la Iglesia no responde a ellos con el amor debido.
Quiero formar en las almas la verdadera unión con Dios y esa unión no tiene barreras, por eso estoy enseñando a todos a rezar, a adorar, a contemplar y a perdonar; la Gracia es para todos los que la buscan y aman a Cristo de todo corazón.
No sean ciegos y no cierren con su fuerza humana la puerta de salvación que Yo estoy abriendo para todas las almas; todas las almas merecen la salvación de Mi Hijo e iré hasta el final, hasta cumplir con lo que el Padre Me ha pedido.
Ya no me ofendan, únanse por amor y síganme. Recuerden, hijos sacerdotes, que ya una vez los llamé y no Me quisieron escuchar, nadie en este planeta tiene la responsabilidad por lo que pido, soy Yo, su Madre que viene para sacarlos del eterno sueño y de la comodidad.
Les agradezco por acompañar Mi obra de corazón.
Los reconcilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mi Espíritu de Paz reúne a los sacerdotes del mundo para que, en el plano del alma, celebren juntos la Comunión con Cristo.
En Mis sacerdotes debe estar espejado el Divino Rostro de Mi Hijo y eso será posible cuando cada uno de los sacerdotes cumpla con su sagrado oficio.
En los sacerdotes debe estar presente la Pasión de Mi Hijo, ella debe vivificarse todos los días a través de los Sagrados Sacramentos. El Señor se hace presente en Espíritu y Vida cuando cada sacerdote suyo revive Su Última Cena.
Los sacerdotes deben ser incluidos en las oraciones diarias de todos, porque en ellos debe cumplirse la profecía de los ciento cuarenta y cuatro mil.
Los sacerdotes de Cristo están presentes para atraer el universo a la Tierra y es el compromiso de todas las buenas almas participar de ese sagrado acontecimiento, cuando Mi Hijo se hace presente en el pan y el vino.
Cada vez que ese ejercicio de transubstanciación se repite, nuevas Gracias se derraman sobre las consciencias que tal vez nunca las recibirían, sino a través de la Sagrada Comunión.
Los sacerdotes de Cristo forman parte del movimiento espiritual que es gestado por la Divina Madre del Mundo, el movimiento mariano y crístico sacerdotal, en el que las bases de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María pueden estar presentes en la vida de las criaturas, a partir del momento en que los sacerdotes se reúnen entre ellos para concelebrar en la Comunión la Pasión de Jesús.
Este movimiento se irá gestando desde el momento en que después de tantos encuentros sacerdotales de espiritualidad, se puedan formar los principios de ese movimiento y así atraer a las almas hacia la profundización de su camino crístico.
Este movimiento sacerdotal de devoción ya existe en el mundo. La fundación de este nuevo movimiento es una prolongación y una profundización que ayudará a fortalecer el compromiso de cada sacerdote de Cristo con el plan de salvación, generando un campo divino de protección.
Invito a los orantes a rezar por la manifestación venidera de este movimiento espiritual de los Sagrados Corazones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los sacerdotes de Cristo
Cuando le pides perdón a Dios de verdad y tu corazón se arrepiente, Él que es poderosamente amoroso te concederá Su Misericordia y volverás a estar en el lugar donde Él siempre espera que estés. El Perdón de Dios es concedido cuando el alma abre su corazón al Universo y suplica misericordia.
Este mundo es una escuela para todos, es un camino que los conduce siempre a la definición y a la entrega mayor.
El Padre espera que todas Sus criaturas vivan actos de verdadero arrepentimiento para que la arrogancia y la soberbia espiritual se desvanezcan de la consciencia humana. Por eso, queridos hijos, todos los días los intento llevar lo más cerca posible de Mi Hijo para que sus vidas nunca pierdan la sed de beber de la sagrada fuente de Su Amor.
Si todas las almas supieran cuánto amor y misericordia tenemos por el mundo, la rendición de los corazones sería una realidad en todo el planeta. Es por eso que Yo vengo, como la Madre de los pecadores, para liberarlos del error y del engaño que los habitantes de este planeta han creado.
Hoy los invito a realizar un acto de perdón y de reconciliación para que la mayoría de Mis hijos, algún día al menos, sean tocados por la luz del Universo Celestial, despierten del sueño y acepten la sagrada convocatoria de vivir la redención; así formaré nuevos apóstoles, siervos de Cristo Redentor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando las almas oran, las puertas a la rehabilitación se abren, y todo lo que parece imposible de resolver y está impregnado del error se disuelve al recibir la Luz del Espíritu de Dios. Esa rehabilitación ofrece a la humanidad la posibilidad de vivir su conversión y de reencontrar el camino hacia el Corazón del Padre Celestial.
En este tiempo, hijos Míos, los Sagrados Corazones abren las puertas de los Universos de amor para que las almas puedan ingresar y rehabilitar sus vidas y consciencias. Esta oportunidad que se presenta es la última en este ciclo, por eso les pido hijos, que estén atentos a esa Gracia para que así puedan participar de ella en el tiempo que resta.
Que su rehabilitación en este ciclo ayude a la rehabilitación del planeta y de la humanidad, para que finalmente los errores sean corregidos y todo se encauce por el camino de la luz y de la redención; incluso vívanla por todos los Reinos de la Naturaleza, para que ellos también sean partícipes de esta importante rehabilitación espiritual que ofrece el Cielo a todas las almas de este mundo.
Así, queridos hijos, los errores milenarios serán corregidos y nuevas oportunidades se entregarán a aquellas consciencias que no las merecerían en este tiempo.
Su rehabilitación interior comenzará a través del amor, de la donación y de la entrega absoluta que ustedes puedan dar al Padre Celestial; así la Tierra prometida y esperada se manifestará después del ciclo de la purificación del planeta y de la humanidad.
Esa rehabilitación espiritual fue concedida por el propio Cristo cuando Él murió en la Cruz por cada uno de ustedes.
Acepten esta convocatoria hijos Míos. Rediman sus vidas en Cristo y por Cristo, así el planeta se liberará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Por la rehabilitación de la humanidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Las almas del mundo son el mayor presente de Dios para esta Creación. Son el proyecto que debe realizarse, en la consciencia planetaria, a través del amor y de la unidad.
Desde el principio, Dios les entregó lo más bello de Su Santo Corazón a todos Sus hijos y en los Planes del Padre no estaba previsto que nadie se perdiera del camino de la luz.
Pero esto sucedió e hirió al Corazón del Padre, al ver a Sus hijos perdidos y dominados por las fuerzas del mal.
Así, el Padre, en Su profunda e infinita Misericordia, le pidió a Su segundo aspecto de la Santísima Trinidad, a Su Hijo amado, que encarnara en la humanidad para evitar que se autodestruyera de la noche a la mañana.
Fue así, que Dios escogió a una humilde consciencia femenina para que encarnara Su aspecto femenino y diera a luz al Espíritu Santo de la salvación a través del Nacimiento de Cristo.
Todo fue preparado para que la humanidad se tornara rescatable. El Hijo de Dios encarnó, creció, predicó, enseñó y lo crucificaron sin percibir que era el propio Dios que se estaba ofreciendo a todo el universo como prueba de Su absoluto Amor.
Este acontecimiento llevó al planeta a recibir una nueva oportunidad y a encaminar a las almas por el sendero del Amor Crístico.
De esa forma, se estableció en el mundo no solo el triunfo del Amor de Cristo, sino también la posibilidad de que todas las almas perdidas reencontraran su filiación con lo Alto.
Es por eso, que la tarea de proteger la filiación de cada alma y de cada corazón fue encomendada a Santa María, la Madre del Salvador.
Hasta estos tiempos, la Divinidad sigue esperando que despierten nuevos Cristos, almas preciosas que vivan su redención para dar el ejemplo al universo de que es posible convertirse, en nombre del amor.
Cuando las almas pierden el sentido del verdadero amor, se separan de su verdad. Por eso, la Madre del Cielo viene en este tiempo para recordarles, a todos los corazones, la misión que muchos olvidaron.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La ceguera de la humanidad comienza con la indiferencia y la omisión de las almas respecto del sagrado Reino de Dios. Así las almas desinteresadas en conocer su verdadero propósito pierden la total visión de su horizonte y de su universo interior.
En este tiempo la Jerarquía Celestial intenta sembrar nuevos códigos como semillas de luz en áridos desiertos, y es la oración de todos los que corresponden al Plan que permite que todo sea equilibrado.
Así, Vuestra Madre Celeste teje sobre la consciencia planetaria una red de luz capaz de soportar las corrientes que vendrán en auxilio de la humanidad entera.
Esta acción universal generada desde los grupos de oración que toman contacto con esa frecuencia cósmica, permite que las Leyes cambien y los acontecimientos previstos no se precipiten antes de tiempo sobre la Tierra, a pesar de la gran indiferencia mental y espiritual que pueda existir.
Queridos hijos, el Padre Celestial se alegra cuando la mayor parte de las consciencias responde al Llamado celestial y lo hace en sinceridad y verdad. Esto genera también una fusión inexplicable entre los planos espiritual y humano. Así, códigos de luz del séptimo Universo celestial descienden y hacen que todo el planeta reciba una Gracia no merecida.
El corazón abierto y disponible permite traspasar con su oración las gruesas capas de la indiferencia global y hace que toda la Creación cuente, a partir de ahora, con espíritus decididos a cumplir el Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión con todos los servidores de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Vengo desde el Cielo, en este día de Gracia plena, para proclamar la victoria de los corazones redimidos por Cristo.
Vengo para declarar el triunfo del Plan de Dios en las almas que respondieron desde el principio a Mi llamado.
Vengo para revelar el valor incalculable de la transformación de los corazones que se entregan en confianza a Dios, y cómo las puertas del Reino de Dios se abren sobre cada uno de ellos.
Vengo para mostrarles, hijos Míos, el poder de la reconciliación entre las consciencias que una vez se equivocaron y cerraron su corazón a Dios. Por eso, como la Madre de la Divina Reconciliación concedo esta Gracia divina para que las almas se liberen de las cadenas de los errores constantes.
A través de la unión espiritual de cada hijo Mío con Mi Gracia superior, se establece la liberación del pasado y la renovación total de la consciencia que antes estaba espiritualmente alejada de Dios.
Queridos hijos, en este día Yo les traigo a la consciencia que antes de que todo suceda en la humanidad, las almas pueden estar libres de sus sufrimientos y, así, estar preparadas para ingresar en los comandos de Cristo, Vuestro Rey y Señor.
Hijos Míos, cuando sus corazones se abren, otras oportunidades pueden surgir; el Universo los ayuda a dar ese gran paso hacia la entrega a Dios y a Su Plan divino.
Quisiera, hijos Míos, que todos los días vivieran la reconciliación del corazón, para que muchas más almas reciban la Gracia de encontrar la redención. Eso comenzará primero en sus familias y después en la humanidad.
Yo los impulso a caminar a Mi lado porque los amo y deseo lo mejor para cada hijo Mío.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los reconcilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Estaré contigo todos los días de tu vida y después de esta vida terrenal, porque ese es el compromiso maternal de Mi puro Corazón con cada criatura de este planeta.
Estaré contigo en la victoria del amor y en el triunfo de la transformación, porque cada consciencia es llamada a dar un paso.
Estaré contigo en la mansedumbre y en el silencio, porque cada ser debe conocer lo más profundo de sí para poder consagrarse al Plan de Dios.
Estaré contigo en la soledad, en el error y en la tristeza, porque cada etapa de la vida que el alma transita es para donarse un poco más, hasta servir completamente.
Estaré contigo en cada paso del espíritu, porque las consciencias hoy son llevadas por las corrientes del universo a vivir intensas experiencias que, cada día, las aproximan más al camino del Amor Crístico.
Estaré contigo en cada momento decisivo, porque en este ciclo la oración colocará a cada alma en el punto necesario para poder cumplir el Plan.
Estaré contigo en cada gesto de amor, porque el mundo se olvidó de amar con Amor Divino y de traer el Universo de Dios al planeta.
Estaré contigo en cada etapa de la vida, porque los apóstoles de Cristo deben despertar y vivir la misión que les fue encomendada.
En toda experiencia humana o espiritual, Mi Hijo estará con ustedes, porque las almas deben aprender a conquistar el Reino Divino para abandonar la condición humana.
Los Tres Sagrados Corazones estaremos con todos los que se animen a decir sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Cada nueva vigilia de oración no es igual a la anterior; por eso, que sus corazones se enciendan para que el Amor de Dios pueda despertar y la Gracia se derrame donde sea más necesaria.
En cada nueva vigilia de oración las almas son llamadas a permanecer con más atención y prontitud ante los pedidos de Vuestra Madre Celeste, porque en cada nueva vigilia de oración procesos planetarios e incluso cósmicos son develados y curados por la Luz de Mi Corazón.
Cuando un alma orante ofrece su verbo a Dios a través de la vigilia de oración, está confirmando nuevamente que el Plan del Padre y de toda Su Creación podrá cumplirse y el alma, que emite dicha confirmación, está autoconvocándose para lo que sea necesario.
Es ese despertar el que los uruguayos deben vivir en este tiempo, sin términos medios y sí con una adhesión pronta para servir a la Jerarquía en lo que sea necesario.
En la vigilia de oración que ustedes comparten Conmigo desde hace cuatro años, hijos, se construyó un potentísimo epicentro de Luz divina, el que se activa y desciende como caudal sobre una situación planetaria o humana que esté necesitando de una fuente de liberación o de cura.
Todas las divinas posibilidades se pueden presentar a través de cada nueva vigilia de oración; todo dependerá de la actitud del orante o del discípulo de María ante el llamado mensual de oración que se realiza. Es por eso que en este tiempo la Jerarquía Divina necesita que la humanidad no creyente pueda reconocer el efecto y el poder transmutador de la oración.
Si a ese efecto de la oración se le suma, por ejemplo el ayuno, los resultados de un trabajo grupal de oración repercuten no solamente en esas consciencias, sino también en las Leyes de la Naturaleza modificando los acontecimientos previstos.
Hoy, hijos Míos, les digo todo esto debido a la urgencia de que ustedes sientan y comprendan en qué están participando vigilia tras vigilia de oración y cuál es el verdadero resultado espiritual que esta obra de oración alcanza, a través del apoyo incondicional de cada uno de ustedes y de toda la Jerarquía Celeste.
Queridos hijos, aún las vigilias de oración por la paz en las naciones proseguirán; no solo para establecer la corriente universal positiva de paz en el mundo, sino también para que gradualmente sus seres internos y la humanidad, por medio de la oración, puedan transformar los aspectos del ego que corroen la consciencia y su pleno despertar.
Todos los que nacieron en este Proyecto de Dios, como saben, traen la esencia del llamado “pecado original”, falta cometida en el principio por Adán y Eva al no haber cumplido la Ley de la obediencia.
Fue desde ese momento que toda la humanidad en el transcurso de las eras ha cargado con ese evento en sus células; así todas las almas aquí encarnadas han tenido y tienen que aprender a superar y redimir la condición humana, que es la lucha incesante contra el propio ego humano que lleva a la perdición.
Mediante las vigilias de oración, ese potentísimo canal mariano intenta corregir y redimir los errores cometidos desde el principio de Adán hasta el futuro próximo.
Ese puente para la liberación y la redención de los errores fue realizado por Cristo a través de la Divina Misericordia, fue quien por ustedes venció al mal e hizo triunfar el Amor de Dios. Es por eso que en cada vigilia de oración, no solo se trabaja espiritualmente con las naciones, sino que la humanidad, que ha perdido los códigos crísticos y sigue cometiendo errores, es ayudada por medio del impulso de la vigilia de oración.
El campo de energía orante que se crea en cada nuevo encuentro influye positivamente en la acción de las Leyes Universales y en el proceso actual de la purificación de todas las consciencias. Es así que cada hijo Mío deberá tener la consciencia lo suficientemente despierta para saber que no solo estará sentado en una silla orando, sino que estará representando a los ocho mil millones de personas del mundo entero que no tienen consciencia de esos procesos.
Espero ver en cada vigilia a Mis soldados, dispuestos y perceptivos para que a través de la oración capten los impulsos internos de los Espejos, y el planeta pueda transformarse y de esa manera no se pierda. Eso dependerá de la actitud de cada discípulo, porque la Gracia vendrá a esa consciencia por añadidura.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien vigila por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como Madre de Jesús, perdí a Mi Hijo, amado y glorificado por Dios, durante Su Pasión y Muerte.
Mi pesar era el pesar de Dios por ver tanta indiferencia humana. Esa indiferencia humana que Mi Hijo y Yo, como Su Madre, tuvimos que transmutar desde el momento en que Él fue entregado a los fariseos.
Así, en un profundo y pesado dolor de Madre, tuve que entregar a Dios lo que más amaba y había gestado en Mi vientre de Luz.
En ese momento, su Madre del Cielo, como mujer y sierva de Dios, confió en lo que estaba sucediendo y en ningún momento Dios nos abandonó, aunque la Pasión de Cristo haya sido extremadamente dura y difícil de soportar.
Cuando una madre pierde a un hijo, es como perder una parte de sí, algo que la propia madre humana engendró en su interior, en su corazón.
Cuando un lazo materno se quiebra por la pérdida de un hijo amado, sea físicamente o espiritualmente, existe un momento que vive la consciencia de una profunda soledad y vacío, más aún cuando ese hijo es indiferente a todo.
Por eso, Cristo aún sufriendo la Cruz del mundo, Me entregó a la humanidad como hijo, para que nuevas consciencias tuvieran la Gracia de ser redimidas por Dios.
Dios envía nuevas consciencias a los brazos de una madre, para que puedan ser atendidas y a partir de allí un nuevo ciclo se presenta a la vida de las almas, y los hijos que no dieron el paso o se mantuvieron indiferentes pasan a otra escuela de amor y de perdón hasta que consigan alcanzar la verdadera unidad.
Hay muchos hijos que se sienten olvidados y que esperan amar y ser amados; por eso, el Padre los envía para renovar el tiempo y la vida de todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de las Américas y la intercesora ante Dios de todos los corazones perdidos y distraídos.
Soy la Gobernanta y Señora de la majestad celestial.
Soy la que permite generar la liberación de todo mal a través de los ángeles del universo.
Mi Corazón pulsa en toda América y se hace sentir en el interior de los que invocan la Presencia de la Madre Universal.
Que. en este día, todas las puertas inciertas se cierren y que las almas aún no definidas den el paso hacia la ascensión interior.
Hoy, que todo lo que impide el despertar de los corazones sea liberado y retirado del universo. Para eso, hijos, que las condiciones internas sean creadas por medio de la oración, de la fe y del amor de todas las consciencias.
Soy la Madre de las Américas y no habrá gobierno ni gobernador mayor que Nuestro Padre Celestial.
Que los temerosos, los injustos y los falsos se exilien lejos de esta humanidad, para que los pueblos sean libres y gesten la nueva humanidad.
Aún hay tiempo para que los corazones se arrepientan y para que los gobiernos de la Tierra cambien de actitud y, de esa manera, la verdad emerja y nadie más sea condenado.
Yo soy la Madre de las Américas y entrego a Mis hijos el afluente de la paz.
Que nadie tema en este tiempo, porque Yo estaré al lado de quien confíe en Mí; pues nada los separará de Dios, ni gobierno ni nación ni estado, todo está bajo la Mirada de Dios.
¡Levántense, americanos, y decreten el triunfo de la Misericordia de Cristo!
Amen para aprender a perdonar. Perdonen para aprender a reconciliarse, y así se curarán de una vez y para siempre.
Yo soy la Madre de las Américas y protejo a todos los rebaños de Mi Hijo. Mi Estrella universal los guía hacia el Propósito. Mi Amor los conduce hacia los portales de la Paz.
No teman por los que imparten el falso poder. Oren por sus enemigos para que, en el día del Juicio Final, no sean sacados de este universo.
Este planeta y este universo son la escuela perfecta del amor y del perdón. Quien no pasa por esta academia de redención, mucho demorará para aprender a servir y amar. Por eso, los Sagrados Corazones vinieron al mundo para confirmar que este universo es de redención y de perdón. Aquí aún se vive la experiencia de la reconciliación y de la paz.
Este mundo sobrevive, en este tiempo, porque debe cumplir el Proyecto Creador, a través de todos los que se autoconvoquen. Toda la humanidad ya cruzó el portal hacia su purificación, las estructuras internas y externas tiemblan; pero quien se redima, ame y se dignifique ante Dios, no perecerá.
Abran aún más las puertas de sus corazones, para que el manantial de la Gracia infinita, en el tiempo que resta, pueda derramarse sobre ustedes y el mundo.
Que los ejércitos marianos de la oración se posicionen en el campo de la batalla final, que tomen sus escudos de fe y sus espadas de amor, y hagan triunfar el Plan de la redención.
Yo estoy con ustedes y lo estaré mientras ustedes Me lo permitan.
Soy la Madre de las Américas, y aquí nacerá el nuevo Edén para el mundo.
Que así sea. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los convoca al Plan del despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El cálido abrazo maternal que Yo les ofrezco a ustedes todos los días es para que sus almas reconozcan el gran e infinito Amor de Dios.
El cálido y amoroso abrazo materno que Yo les ofrezco es para que sus vidas renazcan en Cristo.
Es a través del cálido y amoroso abrazo materno que Yo redimo sus corazones y los llevo hacia la paz.
¿Quién podrá resistirse a ese gran y cálido abrazo maternal?
El Amor del Padre todo lo transforma, lo restaura y lo alivia, cuando tan solo el alma se abre para vivir esa experiencia de amor.
Queridos hijos, un abrazo maternal amoroso y cálido le hace falta a toda la humanidad, para que ya no se sienta perdida ni distraída. Por eso, hijos, busquen Mi abrazo maternal, así imitarán al pequeño Jesús cuando Él estaba en Mis brazos en cada momento de Su vida, incluso después de la Cruz.
Vean, entonces, cómo el abrazo maternal resuelve muchas cosas, hasta aquellas que parecen imposibles. Las almas deben arriesgar a sentirse amadas y no olvidar el camino perfecto que constituye el Amor de Dios.
Estén en Mis brazos con esperanza y alegría, aún mucho será aliviado cuando tan solo ustedes reconozcan y adopten Mi santa maternidad.
Deseo ahora y siempre lo mejor para todos. Deseo la paz y la redención para todos Mis hijos del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En un abrazo perpetuo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más