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Cuando le pides perdón a Dios de verdad y tu corazón se arrepiente, Él que es poderosamente amoroso te concederá Su Misericordia y volverás a estar en el lugar donde Él siempre espera que estés. El Perdón de Dios es concedido cuando el alma abre su corazón al Universo y suplica misericordia.
Este mundo es una escuela para todos, es un camino que los conduce siempre a la definición y a la entrega mayor.
El Padre espera que todas Sus criaturas vivan actos de verdadero arrepentimiento para que la arrogancia y la soberbia espiritual se desvanezcan de la consciencia humana. Por eso, queridos hijos, todos los días los intento llevar lo más cerca posible de Mi Hijo para que sus vidas nunca pierdan la sed de beber de la sagrada fuente de Su Amor.
Si todas las almas supieran cuánto amor y misericordia tenemos por el mundo, la rendición de los corazones sería una realidad en todo el planeta. Es por eso que Yo vengo, como la Madre de los pecadores, para liberarlos del error y del engaño que los habitantes de este planeta han creado.
Hoy los invito a realizar un acto de perdón y de reconciliación para que la mayoría de Mis hijos, algún día al menos, sean tocados por la luz del Universo Celestial, despierten del sueño y acepten la sagrada convocatoria de vivir la redención; así formaré nuevos apóstoles, siervos de Cristo Redentor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando las almas oran, las puertas a la rehabilitación se abren, y todo lo que parece imposible de resolver y está impregnado del error se disuelve al recibir la Luz del Espíritu de Dios. Esa rehabilitación ofrece a la humanidad la posibilidad de vivir su conversión y de reencontrar el camino hacia el Corazón del Padre Celestial.
En este tiempo, hijos Míos, los Sagrados Corazones abren las puertas de los Universos de amor para que las almas puedan ingresar y rehabilitar sus vidas y consciencias. Esta oportunidad que se presenta es la última en este ciclo, por eso les pido hijos, que estén atentos a esa Gracia para que así puedan participar de ella en el tiempo que resta.
Que su rehabilitación en este ciclo ayude a la rehabilitación del planeta y de la humanidad, para que finalmente los errores sean corregidos y todo se encauce por el camino de la luz y de la redención; incluso vívanla por todos los Reinos de la Naturaleza, para que ellos también sean partícipes de esta importante rehabilitación espiritual que ofrece el Cielo a todas las almas de este mundo.
Así, queridos hijos, los errores milenarios serán corregidos y nuevas oportunidades se entregarán a aquellas consciencias que no las merecerían en este tiempo.
Su rehabilitación interior comenzará a través del amor, de la donación y de la entrega absoluta que ustedes puedan dar al Padre Celestial; así la Tierra prometida y esperada se manifestará después del ciclo de la purificación del planeta y de la humanidad.
Esa rehabilitación espiritual fue concedida por el propio Cristo cuando Él murió en la Cruz por cada uno de ustedes.
Acepten esta convocatoria hijos Míos. Rediman sus vidas en Cristo y por Cristo, así el planeta se liberará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Por la rehabilitación de la humanidad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Las almas del mundo son el mayor presente de Dios para esta Creación. Son el proyecto que debe realizarse, en la consciencia planetaria, a través del amor y de la unidad.
Desde el principio, Dios les entregó lo más bello de Su Santo Corazón a todos Sus hijos y en los Planes del Padre no estaba previsto que nadie se perdiera del camino de la luz.
Pero esto sucedió e hirió al Corazón del Padre, al ver a Sus hijos perdidos y dominados por las fuerzas del mal.
Así, el Padre, en Su profunda e infinita Misericordia, le pidió a Su segundo aspecto de la Santísima Trinidad, a Su Hijo amado, que encarnara en la humanidad para evitar que se autodestruyera de la noche a la mañana.
Fue así, que Dios escogió a una humilde consciencia femenina para que encarnara Su aspecto femenino y diera a luz al Espíritu Santo de la salvación a través del Nacimiento de Cristo.
Todo fue preparado para que la humanidad se tornara rescatable. El Hijo de Dios encarnó, creció, predicó, enseñó y lo crucificaron sin percibir que era el propio Dios que se estaba ofreciendo a todo el universo como prueba de Su absoluto Amor.
Este acontecimiento llevó al planeta a recibir una nueva oportunidad y a encaminar a las almas por el sendero del Amor Crístico.
De esa forma, se estableció en el mundo no solo el triunfo del Amor de Cristo, sino también la posibilidad de que todas las almas perdidas reencontraran su filiación con lo Alto.
Es por eso, que la tarea de proteger la filiación de cada alma y de cada corazón fue encomendada a Santa María, la Madre del Salvador.
Hasta estos tiempos, la Divinidad sigue esperando que despierten nuevos Cristos, almas preciosas que vivan su redención para dar el ejemplo al universo de que es posible convertirse, en nombre del amor.
Cuando las almas pierden el sentido del verdadero amor, se separan de su verdad. Por eso, la Madre del Cielo viene en este tiempo para recordarles, a todos los corazones, la misión que muchos olvidaron.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión y amor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La ceguera de la humanidad comienza con la indiferencia y la omisión de las almas respecto del sagrado Reino de Dios. Así las almas desinteresadas en conocer su verdadero propósito pierden la total visión de su horizonte y de su universo interior.
En este tiempo la Jerarquía Celestial intenta sembrar nuevos códigos como semillas de luz en áridos desiertos, y es la oración de todos los que corresponden al Plan que permite que todo sea equilibrado.
Así, Vuestra Madre Celeste teje sobre la consciencia planetaria una red de luz capaz de soportar las corrientes que vendrán en auxilio de la humanidad entera.
Esta acción universal generada desde los grupos de oración que toman contacto con esa frecuencia cósmica, permite que las Leyes cambien y los acontecimientos previstos no se precipiten antes de tiempo sobre la Tierra, a pesar de la gran indiferencia mental y espiritual que pueda existir.
Queridos hijos, el Padre Celestial se alegra cuando la mayor parte de las consciencias responde al Llamado celestial y lo hace en sinceridad y verdad. Esto genera también una fusión inexplicable entre los planos espiritual y humano. Así, códigos de luz del séptimo Universo celestial descienden y hacen que todo el planeta reciba una Gracia no merecida.
El corazón abierto y disponible permite traspasar con su oración las gruesas capas de la indiferencia global y hace que toda la Creación cuente, a partir de ahora, con espíritus decididos a cumplir el Plan.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión con todos los servidores de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Vengo desde el Cielo, en este día de Gracia plena, para proclamar la victoria de los corazones redimidos por Cristo.
Vengo para declarar el triunfo del Plan de Dios en las almas que respondieron desde el principio a Mi llamado.
Vengo para revelar el valor incalculable de la transformación de los corazones que se entregan en confianza a Dios, y cómo las puertas del Reino de Dios se abren sobre cada uno de ellos.
Vengo para mostrarles, hijos Míos, el poder de la reconciliación entre las consciencias que una vez se equivocaron y cerraron su corazón a Dios. Por eso, como la Madre de la Divina Reconciliación concedo esta Gracia divina para que las almas se liberen de las cadenas de los errores constantes.
A través de la unión espiritual de cada hijo Mío con Mi Gracia superior, se establece la liberación del pasado y la renovación total de la consciencia que antes estaba espiritualmente alejada de Dios.
Queridos hijos, en este día Yo les traigo a la consciencia que antes de que todo suceda en la humanidad, las almas pueden estar libres de sus sufrimientos y, así, estar preparadas para ingresar en los comandos de Cristo, Vuestro Rey y Señor.
Hijos Míos, cuando sus corazones se abren, otras oportunidades pueden surgir; el Universo los ayuda a dar ese gran paso hacia la entrega a Dios y a Su Plan divino.
Quisiera, hijos Míos, que todos los días vivieran la reconciliación del corazón, para que muchas más almas reciban la Gracia de encontrar la redención. Eso comenzará primero en sus familias y después en la humanidad.
Yo los impulso a caminar a Mi lado porque los amo y deseo lo mejor para cada hijo Mío.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice y los reconcilia,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Estaré contigo todos los días de tu vida y después de esta vida terrenal, porque ese es el compromiso maternal de Mi puro Corazón con cada criatura de este planeta.
Estaré contigo en la victoria del amor y en el triunfo de la transformación, porque cada consciencia es llamada a dar un paso.
Estaré contigo en la mansedumbre y en el silencio, porque cada ser debe conocer lo más profundo de sí para poder consagrarse al Plan de Dios.
Estaré contigo en la soledad, en el error y en la tristeza, porque cada etapa de la vida que el alma transita es para donarse un poco más, hasta servir completamente.
Estaré contigo en cada paso del espíritu, porque las consciencias hoy son llevadas por las corrientes del universo a vivir intensas experiencias que, cada día, las aproximan más al camino del Amor Crístico.
Estaré contigo en cada momento decisivo, porque en este ciclo la oración colocará a cada alma en el punto necesario para poder cumplir el Plan.
Estaré contigo en cada gesto de amor, porque el mundo se olvidó de amar con Amor Divino y de traer el Universo de Dios al planeta.
Estaré contigo en cada etapa de la vida, porque los apóstoles de Cristo deben despertar y vivir la misión que les fue encomendada.
En toda experiencia humana o espiritual, Mi Hijo estará con ustedes, porque las almas deben aprender a conquistar el Reino Divino para abandonar la condición humana.
Los Tres Sagrados Corazones estaremos con todos los que se animen a decir sí.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Cada nueva vigilia de oración no es igual a la anterior; por eso, que sus corazones se enciendan para que el Amor de Dios pueda despertar y la Gracia se derrame donde sea más necesaria.
En cada nueva vigilia de oración las almas son llamadas a permanecer con más atención y prontitud ante los pedidos de Vuestra Madre Celeste, porque en cada nueva vigilia de oración procesos planetarios e incluso cósmicos son develados y curados por la Luz de Mi Corazón.
Cuando un alma orante ofrece su verbo a Dios a través de la vigilia de oración, está confirmando nuevamente que el Plan del Padre y de toda Su Creación podrá cumplirse y el alma, que emite dicha confirmación, está autoconvocándose para lo que sea necesario.
Es ese despertar el que los uruguayos deben vivir en este tiempo, sin términos medios y sí con una adhesión pronta para servir a la Jerarquía en lo que sea necesario.
En la vigilia de oración que ustedes comparten Conmigo desde hace cuatro años, hijos, se construyó un potentísimo epicentro de Luz divina, el que se activa y desciende como caudal sobre una situación planetaria o humana que esté necesitando de una fuente de liberación o de cura.
Todas las divinas posibilidades se pueden presentar a través de cada nueva vigilia de oración; todo dependerá de la actitud del orante o del discípulo de María ante el llamado mensual de oración que se realiza. Es por eso que en este tiempo la Jerarquía Divina necesita que la humanidad no creyente pueda reconocer el efecto y el poder transmutador de la oración.
Si a ese efecto de la oración se le suma, por ejemplo el ayuno, los resultados de un trabajo grupal de oración repercuten no solamente en esas consciencias, sino también en las Leyes de la Naturaleza modificando los acontecimientos previstos.
Hoy, hijos Míos, les digo todo esto debido a la urgencia de que ustedes sientan y comprendan en qué están participando vigilia tras vigilia de oración y cuál es el verdadero resultado espiritual que esta obra de oración alcanza, a través del apoyo incondicional de cada uno de ustedes y de toda la Jerarquía Celeste.
Queridos hijos, aún las vigilias de oración por la paz en las naciones proseguirán; no solo para establecer la corriente universal positiva de paz en el mundo, sino también para que gradualmente sus seres internos y la humanidad, por medio de la oración, puedan transformar los aspectos del ego que corroen la consciencia y su pleno despertar.
Todos los que nacieron en este Proyecto de Dios, como saben, traen la esencia del llamado “pecado original”, falta cometida en el principio por Adán y Eva al no haber cumplido la Ley de la obediencia.
Fue desde ese momento que toda la humanidad en el transcurso de las eras ha cargado con ese evento en sus células; así todas las almas aquí encarnadas han tenido y tienen que aprender a superar y redimir la condición humana, que es la lucha incesante contra el propio ego humano que lleva a la perdición.
Mediante las vigilias de oración, ese potentísimo canal mariano intenta corregir y redimir los errores cometidos desde el principio de Adán hasta el futuro próximo.
Ese puente para la liberación y la redención de los errores fue realizado por Cristo a través de la Divina Misericordia, fue quien por ustedes venció al mal e hizo triunfar el Amor de Dios. Es por eso que en cada vigilia de oración, no solo se trabaja espiritualmente con las naciones, sino que la humanidad, que ha perdido los códigos crísticos y sigue cometiendo errores, es ayudada por medio del impulso de la vigilia de oración.
El campo de energía orante que se crea en cada nuevo encuentro influye positivamente en la acción de las Leyes Universales y en el proceso actual de la purificación de todas las consciencias. Es así que cada hijo Mío deberá tener la consciencia lo suficientemente despierta para saber que no solo estará sentado en una silla orando, sino que estará representando a los ocho mil millones de personas del mundo entero que no tienen consciencia de esos procesos.
Espero ver en cada vigilia a Mis soldados, dispuestos y perceptivos para que a través de la oración capten los impulsos internos de los Espejos, y el planeta pueda transformarse y de esa manera no se pierda. Eso dependerá de la actitud de cada discípulo, porque la Gracia vendrá a esa consciencia por añadidura.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien vigila por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Como Madre de Jesús, perdí a Mi Hijo, amado y glorificado por Dios, durante Su Pasión y Muerte.
Mi pesar era el pesar de Dios por ver tanta indiferencia humana. Esa indiferencia humana que Mi Hijo y Yo, como Su Madre, tuvimos que transmutar desde el momento en que Él fue entregado a los fariseos.
Así, en un profundo y pesado dolor de Madre, tuve que entregar a Dios lo que más amaba y había gestado en Mi vientre de Luz.
En ese momento, su Madre del Cielo, como mujer y sierva de Dios, confió en lo que estaba sucediendo y en ningún momento Dios nos abandonó, aunque la Pasión de Cristo haya sido extremadamente dura y difícil de soportar.
Cuando una madre pierde a un hijo, es como perder una parte de sí, algo que la propia madre humana engendró en su interior, en su corazón.
Cuando un lazo materno se quiebra por la pérdida de un hijo amado, sea físicamente o espiritualmente, existe un momento que vive la consciencia de una profunda soledad y vacío, más aún cuando ese hijo es indiferente a todo.
Por eso, Cristo aún sufriendo la Cruz del mundo, Me entregó a la humanidad como hijo, para que nuevas consciencias tuvieran la Gracia de ser redimidas por Dios.
Dios envía nuevas consciencias a los brazos de una madre, para que puedan ser atendidas y a partir de allí un nuevo ciclo se presenta a la vida de las almas, y los hijos que no dieron el paso o se mantuvieron indiferentes pasan a otra escuela de amor y de perdón hasta que consigan alcanzar la verdadera unidad.
Hay muchos hijos que se sienten olvidados y que esperan amar y ser amados; por eso, el Padre los envía para renovar el tiempo y la vida de todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En oración y fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Madre de las Américas y la intercesora ante Dios de todos los corazones perdidos y distraídos.
Soy la Gobernanta y Señora de la majestad celestial.
Soy la que permite generar la liberación de todo mal a través de los ángeles del universo.
Mi Corazón pulsa en toda América y se hace sentir en el interior de los que invocan la Presencia de la Madre Universal.
Que. en este día, todas las puertas inciertas se cierren y que las almas aún no definidas den el paso hacia la ascensión interior.
Hoy, que todo lo que impide el despertar de los corazones sea liberado y retirado del universo. Para eso, hijos, que las condiciones internas sean creadas por medio de la oración, de la fe y del amor de todas las consciencias.
Soy la Madre de las Américas y no habrá gobierno ni gobernador mayor que Nuestro Padre Celestial.
Que los temerosos, los injustos y los falsos se exilien lejos de esta humanidad, para que los pueblos sean libres y gesten la nueva humanidad.
Aún hay tiempo para que los corazones se arrepientan y para que los gobiernos de la Tierra cambien de actitud y, de esa manera, la verdad emerja y nadie más sea condenado.
Yo soy la Madre de las Américas y entrego a Mis hijos el afluente de la paz.
Que nadie tema en este tiempo, porque Yo estaré al lado de quien confíe en Mí; pues nada los separará de Dios, ni gobierno ni nación ni estado, todo está bajo la Mirada de Dios.
¡Levántense, americanos, y decreten el triunfo de la Misericordia de Cristo!
Amen para aprender a perdonar. Perdonen para aprender a reconciliarse, y así se curarán de una vez y para siempre.
Yo soy la Madre de las Américas y protejo a todos los rebaños de Mi Hijo. Mi Estrella universal los guía hacia el Propósito. Mi Amor los conduce hacia los portales de la Paz.
No teman por los que imparten el falso poder. Oren por sus enemigos para que, en el día del Juicio Final, no sean sacados de este universo.
Este planeta y este universo son la escuela perfecta del amor y del perdón. Quien no pasa por esta academia de redención, mucho demorará para aprender a servir y amar. Por eso, los Sagrados Corazones vinieron al mundo para confirmar que este universo es de redención y de perdón. Aquí aún se vive la experiencia de la reconciliación y de la paz.
Este mundo sobrevive, en este tiempo, porque debe cumplir el Proyecto Creador, a través de todos los que se autoconvoquen. Toda la humanidad ya cruzó el portal hacia su purificación, las estructuras internas y externas tiemblan; pero quien se redima, ame y se dignifique ante Dios, no perecerá.
Abran aún más las puertas de sus corazones, para que el manantial de la Gracia infinita, en el tiempo que resta, pueda derramarse sobre ustedes y el mundo.
Que los ejércitos marianos de la oración se posicionen en el campo de la batalla final, que tomen sus escudos de fe y sus espadas de amor, y hagan triunfar el Plan de la redención.
Yo estoy con ustedes y lo estaré mientras ustedes Me lo permitan.
Soy la Madre de las Américas, y aquí nacerá el nuevo Edén para el mundo.
Que así sea. Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Quien los convoca al Plan del despertar,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El cálido abrazo maternal que Yo les ofrezco a ustedes todos los días es para que sus almas reconozcan el gran e infinito Amor de Dios.
El cálido y amoroso abrazo materno que Yo les ofrezco es para que sus vidas renazcan en Cristo.
Es a través del cálido y amoroso abrazo materno que Yo redimo sus corazones y los llevo hacia la paz.
¿Quién podrá resistirse a ese gran y cálido abrazo maternal?
El Amor del Padre todo lo transforma, lo restaura y lo alivia, cuando tan solo el alma se abre para vivir esa experiencia de amor.
Queridos hijos, un abrazo maternal amoroso y cálido le hace falta a toda la humanidad, para que ya no se sienta perdida ni distraída. Por eso, hijos, busquen Mi abrazo maternal, así imitarán al pequeño Jesús cuando Él estaba en Mis brazos en cada momento de Su vida, incluso después de la Cruz.
Vean, entonces, cómo el abrazo maternal resuelve muchas cosas, hasta aquellas que parecen imposibles. Las almas deben arriesgar a sentirse amadas y no olvidar el camino perfecto que constituye el Amor de Dios.
Estén en Mis brazos con esperanza y alegría, aún mucho será aliviado cuando tan solo ustedes reconozcan y adopten Mi santa maternidad.
Deseo ahora y siempre lo mejor para todos. Deseo la paz y la redención para todos Mis hijos del mundo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En un abrazo perpetuo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Quien vive para Dios y trabaja amorosamente para Él, se olvida de todo tipo de resultados y ama profundamente lo desconocido, sin saber si algún día recibirá una respuesta.
Por eso, los verdaderos misioneros son muy pocos en este tiempo. Pero el alma que se anima a cruzar el umbral hacia el cumplimiento de la Voluntad del Padre recibirá todo lo que necesite para cumplir con su tarea.
Cuando la consciencia tarda en responder o demora en hacerlo por los asuntos comunes de la vida, la Gracia de Dios recibe el llamado interior de esa alma que no puede actuar libremente. En ese momento, hijos, se genera entre el alma y el universo una respuesta tardía, y el propio universo deberá esperar un nuevo ciclo para poder enviar de alguna forma el mensaje o la instrucción a esa consciencia.
Por el contrario, cuando el alma, ciegamente y sin preconceptos ni ideas, se adhiere espiritualmente a la Voluntad de Dios sin que nada la detenga, todo el universo que rodea a esa alma se vuelve dinámico e invencible porque existe una perfecta relación entre esa alma y el fluir continuo del universo.
En este tiempo, responder a la Voluntad de Dios significa para la humanidad no tener límites ni imponer nada, porque este es el momento de la prueba de fe y de absoluta confianza en que todo lo que se debe cumplir está dentro de la vida y del corazón de cada ser humano.
En esta hora definitiva, por sus acciones las almas definirán todas las cosas, aun su propio destino espiritual.
Al estar presente el universo infinito de la dualidad, las almas pueden escoger qué camino seguir y qué experiencia realizar sin sentirse atadas a nada. Todo lo que suceda después será el resultado de una verdadera elección. Por eso, el llamado del universo desciende para que los ojos del alma estén abiertos y no pierdan la consciencia y la oportunidad de servir y transformarse.
Sabemos, como sus Mensajeros, que cada alma está en una escuela diferente. El universo espera que todos, algún día alcancen el despertar y cumplan la misión que Mi Hijo les encomendó en el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!,
En oración por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En ofrenda, hoy les ofrezco Mi Inmaculado Corazón como el triunfo perfecto para sus vidas y para todo el Proyecto de Dios.
Hoy Me reúno con ustedes, hijos Míos, y con todos aquellos que escuchan Mi Voz, con todos los que contemplan el esplendor de Mi Inmaculado Corazón, que transborda de amor por el mundo y por las almas, las que buscan a Dios y también las que se pierden sin poder verlo.
Hoy, en este día trece de mayo, los uno al Centro de Fátima, y los hago ingresar a la Fuente de su Luz, de su Amor y de su Pureza Original, para que recuerden, queridos hijos, lo que en verdad son para Dios y para todo el Universo, que ya no son más lo imperfecto, lo impuro, lo pecaminoso.
En ustedes existe la Pureza que Dios creó desde el principio, para poder manifestar Su Amor sobre la Tierra y en toda la humanidad.
Esa Pureza esencial, queridos hijos, se encuentra en sus almas, y sus almas esperan por mucho tiempo para poder dar ese paso hacia la entrega mayor.
Hoy vengo coronada por las doce estrellas que Mis hijos de la Tierra Me han colocado, honrando cada uno de Mis atributos, y haciéndolos parte de sus vidas, como el bálsamo perfecto para la cura interior.
Hoy estoy con todos aquellos que Me escuchan y que abren las puertas de sus hogares y de sus corazones, para que Yo pueda entrar y reinar como su Madre Santísima.
Hoy vengo con el Cetro de Dios tomándolo con Mi mano, para mostrarles, queridos hijos, que el poder del Amor es invencible, y que las tinieblas serán derrotadas, porque aún Yo sigo pisando la cabeza de la maléfica serpiente que causa el dolor y la desesperación en todos los seres humanos.
Hoy vengo con el libro de Dios que les revela la Justicia y también la Misericordia que los acoge en este momento, que les permite ingresar al Corazón de Dios en perfecta plenitud, devoción y amor.
Hoy Mis ojos están aquí para observarlos y contemplarlos como la pureza que son y la misión que tienen, queridos hijos, de poder alcanzarla en este tiempo tan difícil para el mundo.
Pero siempre que recuerden a Fátima, lo alcanzarán. Porque Yo estoy allí, y también espero estar en sus corazones para que se cumpla la Voluntad de Dios.
Este mensaje que hoy les traigo, queridos hijos, es preparatorio.
En este día trece de mayo, en donde todos los ángeles se reúnen alrededor de su Madre Celeste y sobre este suelo de Aurora para unir ambos Centros de Luz, Fátima y Aurora, Yo vengo a declararles, queridos hijos, una fundación especial, y la continuidad de un movimiento mariano, que será el preámbulo para la derrota de Mi adversario.
Este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal prometerá, para todos, la devoción incalculable a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús.
El Hijo de Dios y la Madre de Dios se ofrendan como Corazones para el mundo, para que las almas los puedan contemplar y vivir plenamente a través del amor y la oración; columnas que no los harán perecer a pesar de la tempestad de estos tiempos.
Este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal los unirá a Mi Corazón Inmaculado.
Yo querré ser la Gobernanta de sus vidas y corazones, de sus hogares y familias, para que se pueda constituir la Sagrada Familia en estos tiempos y la consagración de cada ser de este mundo al Plan perfecto de Dios, que debe cumplirse con la colaboración de cada esencia de la Tierra.
Mucho más de este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal conocerán a través del tiempo, pues él ya viene siendo gestado para poder ser presentado a todos.
Este Movimiento es la continuidad de una Obra que Yo comencé en Fátima, después de Mis Apariciones, con todos los sacerdotes, que son los siervos de Mi Hijo y de la santa Eucaristía.
Este Movimiento quiere, queridos hijos, que vivan la devoción a Mi Inmaculado Corazón y al Sagrado Corazón de Jesús, para que las almas, en los tiempos finales, tengan en quién confiar a pesar de lo que suceda y del tiempo de su purificación.
Adoptar Mi Inmaculado Corazón y el Corazón de Mi Hijo significa un paso para sus vidas, una renovación para sus familias, para que los dones del Espíritu Santo puedan comenzar a manifestarse, en cada obra de amor y en cada acción diaria.
Esos dones que serán derramados por los Sagrados Corazones les permitirán realizar el Proyecto de Dios y cumplir con su misión principal para este tiempo final.
Por eso, queridos hijos, Yo me ofreceré como el centro para sus familias y como la Mediadora para todas las causas imposibles.
Quiero entrar en sus vidas aún más. Todavía no he alcanzado lo suficiente para conquistar sus corazones y, aunque sé que Me han adoptado, aún espero, queridos hijos, revelarles Mis designios para estos tiempos.
Quien ingrese a este Movimiento Mariano y Sacerdotal contará con la ayuda de Mis ángeles del cielo y podrá aprender, queridos hijos, de los tesoros de instrucción que quedaron grabados en la Tierra y en el Evangelio por la Sagrada Familia.
Se develarán en sus vidas muchas gracias y podrán construir, en ustedes y en sus seres queridos, aquello que nunca consiguieron, porque el alma que adopta Mi Inmaculado Corazón, no perecerá, aunque se purifique.
Este Movimiento intentará unir sus corazones, pero también los corazones de toda la Tierra, que en alguna advocación viven Mi Presencia en sus vidas e imploran a Dios por la infinita gracia, para que ella descienda del Cielo y se derrame en todas las almas que lo necesitan.
Este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal será protegido por los sacerdotes de esta Orden que Yo he formado junto a Mi Hijo.
Será el primer paso para un ecumenismo mayor y verdadero, que no solo unirá a los cristianos, sino a todos aquellos que en verdad buscan vivir en el Amor de Dios y que necesitan encontrarlo en este momento, para poder sobrevivir espiritualmente.
Por eso Mi Corazón se ofrece a ustedes y al mundo, dando continuidad a este Movimiento Mariano que comenzó una vez en Fátima, y que brotó y nació como una pequeña flor, que después se convirtió en grandes jardines en todas las almas del mundo que contemplaban Mi Corazón.
Vengo a traerles a través de este Movimiento la posibilidad de que estén unidos al Universo de Dios y que puedan ser mediadores para estos tiempos finales; porque habrán almas que necesitarán de sus oraciones y también de su paz.
Cuando Yo ya no esté entre ustedes, este Movimiento continuará con Mi Obra; y serán ustedes, los apóstoles de Mi Hijo, quienes darán ese testimonio de que Yo estuve aquí, entre ustedes, por tanto tiempo y que les di a conocer el poder de Mi Inmaculado Corazón para todo el planeta. Que también les enseñé a cerrar las puertas de los infiernos y a retirar de las garras del adversario a cuantos se pierden en este ciclo.
Así cumplirán, queridos hijos, a través de este Movimiento, con el mismo Apostolado que Mi Hijo fundó con sus primeros seguidores; y también darán continuidad a la Obra que su Madre realizó con José de Arimatea y las santas mujeres de Jerusalén después de la Ascensión de Mi Hijo, fundando la primera Orden Consagrada a Nuestro Señor Jesucristo.
Así recordarán, queridos hijos, algo que siempre hicieron, y cada alma de esta Tierra tendrá oportunidad de participar de ese Movimiento, según su grado de consagración y de despertar.
Por eso en este día trece, queridos hijos, sepan que todos tienen un lugar en Mi Inmaculado Corazón, y que Yo oro por ustedes para que finalmente se cumpla el Plan de Dios en todos los corazones.
Este Movimiento abrirá las puertas para la verdadera fraternidad; y la Obra que Yo he realizado aquí, en el comienzo, en Aurora, será más aceptada y comprendida después de que todo haya pasado.
Muchos se apenarán por no haber escuchado antes, pero la luz de este Movimiento ayudará a convertirlos.
Aunque sean religiosos y cristianos, la luz de éste, Mi Movimiento, los convertirá porque estará presente Mi Inmaculado Corazón, que es el emblema para la salvación de las almas de los que quieren reconciliarse con Dios, después de haberse separado de Él por mucho tiempo.
Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, es la representación del Universo del Amor de Dios, que aún no todos conocen; Universo que espera ser conocido por todos, para que puedan curar sus heridas, sus incomprensiones y sus dudas.
Mi Inmaculado Corazón se ofrece al mundo nuevamente en este día para salvarlo, antes de que todo suceda.
Mi Corazón Inmaculado será el estandarte de este Movimiento.
Será Mi Corazón que querrá estar estampado en sus espíritus y almas, en esa fusión perfecta con el Amor de Dios y con su Misericordia.
Mi Corazón Inmaculado, en este Movimiento, será el portal para que los ángeles desciendan y puedan trabajar junto a ustedes en esta Obra Corredentora junto a Mi Hijo.
Mi Corazón lo es todo para el mundo, y así espero que sus corazones también lo sean, para que Dios sienta agrado de estar en ustedes y en sus hermanos todo el tiempo.
Hoy he traído Mi Inmaculado Corazón para que nazca, en este día, el Movimiento Mariano y Sacerdotal; para que los nuevos cristos se presenten ante el llamado del Universo y en su redención, alcancen cumplir con la Voluntad del Padre Celestial.
Aún no comprenderán lo que hoy les estoy diciendo, pero guarden Mis palabras en sus corazones, porque en sus corazones es el primer lugar en donde Mis designios se cumplen, y es desde donde las obras se realizan para todo el planeta.
Sientan Mis palabras antes de comprenderlas y así se transformarán, queridos hijos.
Mi amor espera depositarse en ustedes cuando su confianza sea absoluta, cuando sus espíritus se abran para esta sagrada convocatoria y así, las naciones de América serán aliviadas.
Porque este Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal, queridos hijos, comenzó desde el primer momento en que ustedes dijeron: "sí", a Mi Llamado hace ocho años atrás, cuando aprendieron a orar y oraron Conmigo; cuando cumplieron cada uno de Mis pedidos por la paz en el mundo y por la salvación de las almas.
Ese Movimiento Mariano y Crístico-Sacerdotal fue siendo gestado en sus espíritus cuando éstos fueron receptivos a Mi Llamado Universal.
Y aún hay mucho por hacer, queridos hijos, hay mucho por realizar y cumplir ante Dios.
Hoy dejo Mi Inmaculado Corazón para ustedes como el tesoro del Universo, el emblema del amor para toda la humanidad; como la fundación de este Movimiento para este día bendito y glorioso, en donde su Madre del Cielo es coronada por el amor de sus hijos.
Quiero que hoy firmen este compromiso Conmigo a través de su amor y de su "sí".
Así muchos serán ayudados, y llegarán de diferentes formas a Mi Inmaculado Corazón: como el refugio para los afligidos, como el hogar para los que desesperan, como la cura para los que están enfermos y como la salvación para los que estuvieron en el abismo.
Hoy deposito aquí, ante ustedes, Mis siete rosas de Luz; porque a partir de este noveno año de encuentros Conmigo, queridos hijos, el séptimo ciclo se cumplirá y comenzará un nuevo ciclo para todos Prepárense.
Este Movimiento también será formado por los Hijos de María que Me representan en esta humanidad, como el testimonio de la conversión y del Amor de Dios en sus vidas.
Hoy llamaré a los que se consagrarán, en este día, en que vuelvo a revelarles el poder de Mi Inmaculado Corazón, que es el Poder de Dios.
Que vengan aquí Mis hijos, los que se consagrarán.
Hoy son tres, queridos hijos, en el sagrado recuerdo de la pureza de Jacinta, Francisco y Lucía, y en el sagrado recuerdo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¿Qué significará, queridos hijos, este momento para sus almas?
¿Qué representará esta consagración para sus almas ante Mi Inmaculado Corazón, que se abre para recibirlos y amarlos, infinitamente?.
Hoy dejo para cada uno de ustedes la semilla de la pureza original, para que la recuperen y la hagan crecer como un gran árbol de luz que acogerá a los corazones sufrientes y perdidos, por su oración.
En unión a Mi Inmaculado Corazón reciban la Luz del Cielo, que hoy les extiendo por obra de la Gracia y de la Misericordia, tocando sus cabezas y rogando a Mi Hijo su gran paso al Universo Mayor.
Yo los amo y los adopto como Mis hijos, porque ustedes ya Me adoptaron como su Madre.
Y así vuelvo a cumplir en este día, a través de estos tres hijos, el Proyecto del Amor de Dios en todos los corazones.
Reciban de Lys Fátima, la Paz.
Y ahora, hijos que hoy se consagran, repitan conmigo:
Mi Dios yo creo en ti...
(Oración del Ángel de la Paz, recitada por tres veces)
Y así, hijos que hoy se consagran, sus corazones se limpian y sus almas se purifican en Mi Luz, en el Amor perfecto de Dios y en la Unidad con Su Espíritu.
Hoy los consagro en el nombre de todo el Universo, en el nombre del Amor y de la Paz, para que ella se establezca en sus vidas y en todos aquellos que se crucen en sus caminos.
Recuerden, queridos hijos que hoy se consagran, que adoptaron Mi Inmaculado Corazón, quien siempre los protegerá y los amará como nunca nadie los ha amado.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Por este día, por los días que pasaron y por las obras que vendrán, les agradezco por responder a Mi Llamado.
Que se eleven sus velas y que se cante “El día trece de mayo”.
Vayan en paz.
Queridos hijos:
En la víspera del cumplimiento de los noventa y nueve años de Mis Apariciones en Fátima, quisiera llevarlos a través de Lis para que encuentren la Misericordia de Dios.
Quisiera que sus almas buscaran la unión perfecta con cada uno de los jardines internos de Lis-Fátima y que, al mismo tiempo, encontraran la fuente de la pureza original no solo para ustedes, sino también para el mundo.
Vengo, hijos, en este día de vigilia de oración para que sigamos orando por la paz, sin cansarnos de pronunciar la bendita oración del Avemaría.
En este mes de mayo quiero verlos plenos en la oración como en la unión interna con el Inmaculado Corazón de María. Por eso, queridos hijos, nuevamente las puertas del Reino de Lis-Fátima, del Santuario Interior, se abren por las manos de los santos ángeles que acogen y reciben a los que, día a día, caminan sin demora por el sendero de la transformación.
Unidos al Santuario Interior de Lis-Fátima, queridos hijos, crean en esa pureza original que Dios depositó desde el principio de sus existencias y sean uno con los otros, sean esas llamas flameantes de amor por la humanidad.
Hoy repitan con alegría “Dios te salve, María”, porque la Gracia del Padre será la que los hará dignos de poder ingresar en consciencia y devoción en los jardines internos de Lis. En ese Cielo de Fátima en donde los jardines internos se revelan, ustedes queridos hijos, encontrarán la historia escrita en Sus espejos sobre el Amor de Vuestra Madre Celeste por la humanidad.
Cuando se abren las puertas al tiempo de purificación, hijos Míos, permitan que la llama sagrada de Lis traspase sus corazones y que sus consciencias sean tocadas por el Amor de Dios. Así, hijos, permitirán que Lis resurja en ustedes como si fuera la primera vez, permitan que ese Centro Sagrado y Angelical se muestre a las esencias aún no redimidas.
Caminen libres de sí mismos por esos jardines internos y dejen que sus esencias sean bañadas por la Luz del Reino de Lis. Unidos en este día de oración, oren, hijos Míos, sintiendo la presencia del Reino de Lis en sus vidas y en cada una de sus oraciones. De esa forma encontrarán Sus espejos internos y reflejarán, desde ese Centro, la pureza que hoy necesita la humanidad.
Como discípulos de Dios y siervos de la Reina, apelen profundamente y en devoción a que la corona dorada de Vuestra Madre y Sus doce estrellas de atributos de amor, irradien a todo el mundo y desde el Centro de Lis emanen los rayos que sublimarán a los que despiertan.
Que hoy el amor de Lis-Fátima sea compartido entre todos, ya que Vuestra Reina Solar está comandando el gran momento del rescate. Sonrían a la vida que Dios les dio y miren con misericordia a los miserables de espíritu, para que ellos algún día sean tocados por el Amor de Vuestra Madre.
Preparen el altar para el encuentro con Lis-Fátima, porque una sagrada oportunidad será presentada a todos Mis hijos de Europa, un sagrado conocimiento los definirá para siempre como siervos de Vuestra Reina.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde la pureza de Lis, Santuario Interior,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy, estoy aquí con todos los ángeles del Cielo para bendecirlos y amarlos.
Y aunque las almas estén perdidas espiritualmente, Mi Corazón Inmaculado nunca desiste, porque Mi promesa delante de Dios es continua y victoriosa.
Mi Plan se cumple en todos los que Me escuchan y no dejo de abrir las puertas de Mi Corazón para aquellos que se pierden.
Y aunque ya no esté la confianza de Dios en los perdidos, Yo la recupero a través de Mi Amor, de Mi Gracia y de Mi Luz; por eso, hijos, nunca deben bajar los brazos.
Lo que Yo les ofrezco en este tiempo es único, nunca más se ofrecerá hasta el próximo mundo.
Mi Gracia todo lo permite y la Gracia de los ángeles también.
Por eso Yo Soy esa Aurora que brilla en el corazón de los autoconvocados para seguirme en esta Obra coredentora con Mi Hijo amado.
Yo Soy esa Estrella que nunca deja de brillar en los espíritus que creen en ella y la admiran, porque Yo, queridos hijos, no hago las cosas por Mí, sino que es Dios quien las hace, a través de Su Sierva fiel y de sus peregrinos.
Yo vengo desde las esferas celestiales a encontrarlos y amarlos cada día más.
Yo vengo a construir en ustedes algo nuevo que aún desconocen. Por esa causa Yo estoy aquí, queridos hijos, por ustedes y por Mis hijos del mundo.
Vengo con toda Mi bondad, para acogerlos, para escucharlos y responderles, en la presencia de la Luz de Dios y de Su Reino.
No quisiera, queridos hijos, que nadie perdiera esta sagrada oportunidad. No puedo mostrarme más a ustedes, porque no tengo el permiso.
Mis Gracias ya fueron depositadas físicamente a través de los tiempos y ustedes lo han podido comprobar.
Ahora Mi Espíritu Divino viene a ustedes para llamar a sus espíritus, que tienen una misión especial Conmigo.
No estoy aquí, queridos hijos, para hacerles perder el tiempo. Por eso aún vengo a Aurora, porque Dios Me envía como Su Mensajera, una y otra vez, hasta que consigan escuchar en lo profundo de sus corazones.
Espero que cumplan Mis designios sin demora, porque los tiempos son urgentes para todos y especialmente para los que sufren y no reciben ninguna Gracia.
Será a través de los apóstoles de Mi Hijo, que Yo podré preparar al mundo para la segunda venida del Maestro. Si ustedes no preparan los campos hacia donde Yo los envío a trabajar queridos hijos, ¿cómo brotarán nuevas semillas en los corazones que están cerrados?
Cada uno de ustedes tiene una llave para con Mi Obra y Yo se las entregué. Ella es la oración.
Es la oración que los formará, es la oración que los unirá a Nuestro Padre que está en los cielos y que siempre los espera con Sus brazos abiertos, para recibirlos y hacerlos sentar en Su amado Trono de Luz
¡Cuántas almas no quieren ver esa oportunidad y demoran, demoran mucho, queridos hijos!
¡Cuántos corazones aún no quieren cambiar su forma de vida y no aceptan encontrar el verdadero Amor de Mi Corazón, que viene para auxiliarlos en este tiempo final!
Por eso en este siglo necesito de soldados comprometidos, decididos y fuertes, para responder a Mi llamado.
Vengo para hacerlos crecer en el amor y en la hermandad, en la unidad y en el espíritu de esta sagrada tarea que Yo les encomiendo.
Cada Centro de Luz que Yo he fundado tiene un propósito, aún cumple una misión ante el Plan del Señor.
Así como es en Fátima, lo es aquí en Aurora, como lo es en Medjugorje, o en Guadalupe. Cada nación tiene una llave que Yo le he entregado, a través de Mis diferentes faces, para que los pueblos aprendieran a aceptarme y a recibirme en el amor.
Pero Yo Soy la misma, queridos hijos. Soy la Madre de Jesús, de su Redentor.
Soy Aquella que ascendió a los cielos para implorar a Dios por este mundo y que regresará después de Su Hijo, abriendo las puertas del Reino de Dios para los que han persistido a través de los tiempos.
Soy la que con Mi Hijo ayudaré a resucitar a los muertos, a elevar a los espíritus y a convocar a los que se han perdido para vivir en el Amor de Dios.
Soy la Gobernanta de la nueva raza.
Soy la que enciende la llama en los corazones que invocan Mi Presencia, porque es la Presencia de Dios en Mi aspecto virginal.
¡Necesito que entiendan y comprendan, queridos hijos, a quién están recibiendo!
Yo Soy una portavoz del Universo, que viene a advertir al mundo, para que él no se pierda en la oscuridad.
Ustedes deben ayudarme a que el mal no triunfe en ningún corazón humano.
Cada vez que oran Conmigo una puerta incierta se cierra a la oscuridad y un alma se eleva al Reino de Mi Amor y de Mi Paz.
Así, queridos hijos, Yo peregrino por el mundo para llamar a los que están dormidos; para los que no Me han podido ver, ni sentir en sus corazones.
Aurora tiene una tarea fundamental Conmigo, que es intransferible. Y ella debe cumplirse cueste lo que cueste, porque a pesar de los tiempos de batalla, Yo les daré la fortaleza y la sustentación, por medio de la oración del corazón.
Les entregué, queridos hijos, la gran herramienta de la humildad para las almas y el escudo contra toda adversidad.
Aunque las bestias estén por caminar sobre la humanidad y entre los pueblos, no tengan miedo. Quien se une a Mí, se vuelve un gran Espejo de oración para el mundo e irradia la paz, cuando la acepta vivir de corazón y de verdad.
Yo necesito, queridos hijos, que abran sus corazones para el olvido de sí, porque el mundo está lleno de sí mismo y no quiere aceptar que eso lo hace hundir, día a día.
Necesito que se abran al Amor de Dios, para que puedan conocer la majestad de Su Plan y de Su Obra redentora en estos tiempos.
Cuenten con sus ángeles y llámenlos todo el tiempo. Ellos aún anhelan poder servirlos en este tiempo final. Es hora, queridos hijos, de que perciban que no están solos en este mundo y que cuentan con el Universo Celestial.
Cada vez que vengo aquí, como en cada Aparición, de San José o de Mi amado Hijo o de Mi Corazón, abrimos las puertas del Cosmos para que cada día se puedan elevar y abandonar esta vieja materia, que corroe el espíritu y a los corazones.
Por eso la Aurora los liberará, aunque su presencia sea silenciosa en estos tiempos.
Somos una Hermandad Celestial que los llama a servir al Plan de Dios y a manifestar sus designios en este tiempo, para que más corazones puedan participar conscientemente de su redención y rehabilitación.
Quisiera que pudieran ver el Universo, así como Yo lo veo, todo el tiempo.
Dios no los castigará por no poder responder. Pero sepan hoy, queridos hijos, que saben Mi Verdad, que es la Verdad que Yo deseo para cada hijo Mío, que es el amor que Yo necesito que vivan y que practiquen, para que la humanidad no fracase por su desamor y por su indiferencia.
Mis Ojos los observan en contemplación y en unidad al Padre. Mis manos derraman su Luz a las tinieblas de la Tierra, para poder disiparlas.
Mi Corazón brilla como un escudo protector para los corazones que lo aceptan.
Y el triunfo de Mi obra corredentora junto a Mi Hijo, se establece en los corazones que se redimen y dicen "sí".
Este es el mensaje, queridos hijos, que hoy deseo que escuchen con atención y que lo vuelvan a escuchar en estos próximos días, para poder sentir cada una de Mis Palabras, y más aún, Mi Energía, que es la Energía de Dios, su Padre que está en los cielos y los espera.
Sientan en esta hora el abrazo de los ángeles y de su Gracia y den gracias a Dios todos los días por haber despertado a Mi llamado en este tiempo final, tan crítico.
Hay almas que desesperan y que son torturadas.
Hay almas que sufren en la soledad y en silencio, sin que nadie las contemple.
Hay almas que mueren sin sentir el amor y Reinos de la Naturaleza que sufren las consecuencias de los hombres.
¿Quién aliviará el dolor de su Madre Celeste?
¿Quién aceptará vivir esta aflicción Conmigo y transformarla en amor y en luz para que triunfe el Padre Celestial?
Les pido, hijos del mundo que no cierren las puertas a Dios, porque Él Me envía para que lo escuchen y lo acepten.
No teman a la tribulación, al fracaso. Vivan la penitencia, la oración y el arrepentimiento y alcanzarán, queridos hijos, con Mi ayuda, la santa humildad, en el último día de sus vidas.
Y así, cuando todo termine aquí, en esta amada Aurora, elevaré hacia los cielos los Pergaminos de Luz, donde estará escrita su experiencia Conmigo y la oferta de este sacrificio de amor por la humanidad.
Hay almas que creen que no es necesario esforzarse por este mundo sufriente y perdido. ¿Acaso, hijos Míos, cuando Dios Me envía, Yo no les he demostrado la constancia de Mi Amor, de Mi Misericordia y de Mi bondad para con todos?
Si Yo Soy para ustedes su Gracia plena ¿por qué no hacen lo mismo que Yo hago por cada hijo del planeta?
Solo les pido, como les pidió Mi Hijo, que cada día más aprendan a amarse los unos a los otros, porque quien no pasa por esa Ley, no soportará su purificación.
Los invito a sentirse unidos todo el tiempo, a través de Mi Corazón Inmaculado, que es la casa que se abre para que ustedes puedan entrar y sentir la paz. Así ,queridos hijos, Me agradarán y como en otras Apariciones pasadas a través de los tiempos, podré elevar al Cielo el Cetro del triunfo de los corazones redimidos.
Y nuevamente les digo, que por este esfuerzo sincero, Mi Inmaculado Corazón triunfará.
Les agradezco y bendigo a su Madre, aquí en la Tierra, con el soplo de Mi Amor y de Mi Espíritu.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Nuestra Señora vamos a escuchar "Encuentro con María en el corazón".
Yo Soy ese Corazón que vive por ustedes y en ustedes, cuando Me lo permiten.
Soy ese Corazón que nunca fracasa y que renueva todas las cosas, de tiempo en tiempo, así como Mi Dios lo necesita, para este mundo y el Universo.
Soy ese insondable Corazón que derrama las Gracias en aquellos que más las necesitan y sobre todo en aquellos que se perdieron de Mi Camino de Redención.
Soy ese amoroso Corazón que los congrega y los une al Padre, por medio de este encuentro y en cada oración diaria que es pronunciada por sus corazones.
Así, Yo formo a los apóstoles en el profundo silencio de Mi Espíritu y entrego Mis designios para cada uno, para que los puedan cumplir como están previstos en el Universo.
Hoy, Yo vengo desde un lugar muy lejano de este Universo, lo que ustedes conocen como el Centro del Universo, lo que rige a esta galaxia a nivel espiritual e inmaterial.
Vengo a pronunciar al mundo Mi Gobierno, que es el Gobierno de Dios, que gobierna los mundos, las estrellas y las esferas celestes, en todos los planos.
Vengo con aquellos que hoy viven Conmigo la potestad de Dios, los seres iluminados y resplandecientes que vivifican a Dios eternamente y en alabanza.
Con ese principio, Yo los congrego a todos en Mi Corazón Sacratísimo y vuelvo a encender en sus vidas el propósito que vinieron a cumplir en esta vida y en este planeta, algo que es imborrable en la Consciencia de Dios; porque Él pensó desde el primer momento en cada uno de ustedes, para que se unieran a Él, a través de los tiempos y de las experiencias.
El mal no conoce esto, porque no conoce el amor y le tiene miedo al amor. Cuando el amor está presente entre ustedes y entre las consciencias, todo es invencible porque está Dios.
Así como Yo estoy aquí con ustedes, en omnipresencia y en espíritu, así está Mi Padre con ustedes, a través de Mi Corazón de Luz. Es algo que nunca pueden olvidar, a pesar de lo que suceda en sus vidas y en la humanidad.
Cuando las grandes estructuras de la humanidad comiencen a moverse, nadie podrá sofocarse ni perturbarse. Será el momento en que sus fortalezas estén bien firmes, para que Yo pueda seguir derramando Mis Gracias en aquellos que la merecen en plenitud y en verdad.
Por eso, Yo Soy ese Corazón confiante que se dona a ustedes todo el tiempo, que no mira sus pecados ni sus deudas, sino su filiación con Dios, algo esencial que nunca podrán perder, por nada.
Cuando las almas abren las puertas al mal, se comprometen con la involución y las vidas de esas almas retroceden gradualmente. Así como un ave vuela a la altura de las montañas, el alma cae gradualmente en los abismos.
Y así, junto a Mi Madre y San José, Yo vengo a socorrer a los que deben corresponder al llamado y están perdidos. Pero no podrá ser eso por mucho tiempo, compañeros, porque muchos ejércitos despertarán en los tiempos de emergencia que ya están viviendo. Abran sus ojos y vean lo que sucede en el mundo, día a día.
Sentimos que, para la humanidad, no es suficiente el caos y se aferra al sufrimiento a través de sus decisiones que influyen en las naciones y en los pueblos y atraen la acción furiosa de la Ley de la Naturaleza sobre la humanidad.
Mientras el mundo siga sacrificando a los animales, el mundo sufrirá. Y aquellos que imploren de corazón por Mi Divina Misericordia, así como hoy lo hicieron ustedes, muchas cosas evitarán. Pero no podré evitar, compañeros, lo que la humanidad debe aprender.
Decídanse a ser Mis columnas de luz en este planeta, para que Yo pueda depositar Mis Códigos y reunir a los autoconvocados en el Cenáculo de Mi Corazón.
Será de esa forma, compañeros, que Yo iré llevándolos a vivir el Juicio Universal; les mostraré cómo él está sucediendo en esta humanidad, rápidamente.
Dentro y fuera de los seres se vive el Juicio Universal.
Pero no deben temer a la Justicia de Dios, porque Dios es el Amor vivo y eterno. Son el mundo y la acción de la humanidad que traen la Justicia de Dios. Dios nunca los castigará. Él los corregirá para que puedan caminar en la luz, verdaderamente.
Aquel que se decide, en este último tiempo, a vivir en Mi Corazón Sagrado no perecerá. Pero vivir en Mi Corazón requiere un compromiso y una fidelidad para con Dios. Un acto de consagración que pueden vivir Conmigo, de formas diferentes. Pero esa consagración no puede quebrarse, no puede romperse por nada. Será esa consagración que los protegerá y estarán unidos a Mí cuando Yo ya no esté aquí con ustedes, compañeros.
El mundo, día a día, toma decisiones contrarias a la Leyes de Dios y atrae la deuda impagable que genera la humanidad. Yo necesito que coloquen su consciencia en la consciencia del planeta, que es la casa que Dios escogió para ustedes desde el principio de la Tierra, desde el origen del proyecto del Génesis.
La humanidad siempre se ha desviado del Camino de Dios, a través de los tiempos. Por eso la intercesión divina de Mi Madre ha sido incalculable. Su bondad y amor para con Sus hijos la han hecho persistir, a pesar del sufrimiento generado a los Sagrados Corazones y al Corazón bondadoso de Dios.
El mundo no coloca atención a las heridas que ocasiona al Universo y, sobretodo, al Universo Material: al planeta, a los continentes y a los mares; a la vida animal, vegetal y mineral. ¿Cómo podrían estar presentes, compañeros, en este planeta, si no existieran los Reinos Menores, que les dan el equilibrio y la vida para poder evolucionar?
Si en los otros mundos de este Universo existe la vida, ¿cómo los Reinos no podrían estar aquí? Son imprescindibles para ustedes, para que puedan aprender a sentir a Dios y a vivificarlo por medio de la Creación expresada en este planeta.
Aún las transgresiones son muy graves y la balanza de esta humanidad está en desequilibrio.
Mientras pueda, compañeros, vendré a llamar a los que no Me escuchan aún y ustedes tendrán ese compromiso Conmigo, de darme a conocer a las almas perdidas en los abismos de la superficie de la Tierra.
Mi Madre los amparará en esta tarea.
No necesito que atraigan multitudes, sino corazones verdaderos que quieran vivirme.
Y hoy presento ante ustedes Mi Sagrado Corazón nuevamente, para que vean cuánto amor él tiene por cada uno de ustedes y por los que no Me escuchan.
Mi Pecho explota por no poder derramar tanto amor; el amor que cura, que sana y que vivifica a los corazones en Dios.
Al menos, compañeros, contemplen diariamente un Rayo de Mi Corazón y así, Me agradarán por aquellos que Me niegan.
La negación no es solo en las almas que están en este mundo, sino a veces también en aquellas que están consagradas y que no creen en lo que Yo les digo; pero lo que Yo estoy escribiendo aquí, se cumplirá.
En este lugar perdido del mundo, del Uruguay, quedará la señal de Mi Presencia, evidente para todos.
Cuando pasen los años recordarán y sabrán todo lo que Yo hice aquí, con ustedes. Porque en esos años que vendrán y que llegarán, las cosas estarán más difíciles en el mundo, y deberán recordar Mis Palabras como tesoros de luz, como llaves que abren las puertas a los Cielos, para que puedan socorrer a las almas que caerán aún más en el pecado y en la tentación.
Hoy, vengo a implorar al mundo que tenga piedad y que no se olvide de Dios, porque Él está muy ofendido y Sus lágrimas ya son grandes ríos en el Universo.
Emmanuel implora a Sus hijos por despertar, por consciencia y prontitud. Su Proyecto está en juego por las decisiones de los hombres, de las naciones y de los continentes.
El pueblo de Dios no puede perderse en el desierto, como fue en el pasado; debe encontrar la Tierra prometida que vive en Mi Sagrado Corazón.
Recuerden, compañeros, que Yo Soy la Verdad y la Verdad les traigo para que no estén engañados en este tiempo.
Recuerden que Yo Soy el camino que nunca se cierra y que abre las puertas para que todos puedan entrar, aun cuando Me olvidan muchas veces, sin percibirlo, y se alejan de Mí.
Recuerden compañeros, que Yo Soy la Vida, la Energía y el Principio que los motiva a la renovación y a la unión con todo el Universo, que los acoge en su Misericordia.
Si ustedes, por un momento, desde el Universo vieran a este planeta, llorarían; no por lo que ven, sino por la ignorancia del mundo y por la ceguera de muchos corazones que no aceptan vivir el Amor de Dios, que no lo buscan y que lo rechazan.
Hoy, compañeros, Yo no vengo a evangelizarlos, sino a transmitirles el sentimiento de Dios, desde lo profundo de Su Corazón, desde la Consciencia de Emmanuel, el Padre que los escucha y los ama.
Si a los que Yo he convocado a servirme en este tiempo no se unen, ¿cómo se cumplirá Mi Proyecto? Dejen para atrás sus ideas y sentimientos, sus divisiones e incomprensiones, de los unos para con los otros.
Amen, así como Yo los amo todo el tiempo.
No rechacen lo que Yo les digo y vívanlo con determinación y valentía, así podré enviar a los ángeles para que los ayuden, en el invisible silencio de su santa presencia.
Yo vengo a depositar en cada uno un tesoro incalculable, del que deberán dar cuenta en el tiempo final, compañeros. Porque para que Yo esté aquí, entre ustedes, y los haya llamado, muchas cosas tuvieron que suceder en el Universo.
Aporten al Plan lo que el Plan necesita y no retengan más las cosas.
Todo lo que tienen es de Dios y del Universo.
Al Universo volverán desnudos, sin ninguna posesión, ni ninguna propiedad.
Al final, quien esté despierto comprenderá lo que digo y lo que repito hace 2000 años.
La última oferta que tengo para el mundo es Mi Sagrado Corazón, pero aún no todos han entrado en Él, en confianza y sin miedo.
Yo no les pediré cosas imposibles, conozco sus flaquezas y sus caídas, porque Yo he estado a su lado, caminando en las márgenes de los abismos, para que no pudieran caer.
No conocen el mal. Con el mal no se juega ni se compromete.
Su unión está en el Amor de Dios y en la hermandad que ofrece el Universo todos los días, para que los soles puedan brillar en este último ciclo.
Y a través de Mis Palabras, los coloco sobre Mi Pecho, para que puedan sentir el latir perpetuo de Mi Corazón, que late por cada uno de ustedes.
Fue ese Corazón que sufrió por ustedes en la Pasión y en la Cruz.
Fue ese corazón humano de Jesús el que conoció la condición humana y la ignorancia del mundo, la negación, el rechazo y la omisión de los corazones.
Pero el Amor de Dios era tan grande en Mí, compañeros, que todo Yo lo pude superar, porque confié en el Amor de Mi Padre y no Me aferré a las pruebas que Él Me colocaba.
Un verdadero cristo del nuevo tiempo, se entrega al Universo en confianza y cree, viviendo Su fe.
Sean Cristos de Mi Corazón y no teman serlo.
La persecución no ha terminado y el mundo deberá purificarse; pero en el fin de los tiempos, cuando estén Conmigo, Me conocerán cara a cara, así como una vez Me conocieron en Tierra Santa, lo que los ha traído aquí para servirme.
Sean pescadores de Mi Proyecto y lancen las redes en oración, para que las almas se puedan salvar y sean retiradas de los abismos de su consciencia y entren en la gran barca de Mi Corazón, para vivir la paz.
A través de Mí y de Mi Corazón Mi Padre les habla y en este suelo sagrado deposita Su confianza en los que se autoconvocaron para cumplir con Su Voluntad.
Si Yo vengo del Cielo, también es el Cielo el que los abraza y los eleva, en consciencia y amor, al Corazón del Padre.
Los sellos del Apocalipsis se abrieron y oremos para que en el mundo todo sea más leve y las almas encuentren a Dios y a Mi Sagrado Corazón.
Santísimo Corazón de Cristo
convierte nuestros corazones en llamas sagradas
de Tu Divina Misericordia
para que Tu Faz se funda sobre el gran corazón humano.
Que el venidero descenso de Tu Gloria celestial
redima a todas las consciencias,
en honor y en gloria al Padre Celestial.
Amén. (x3)
Para que los catorce coros celestiales que hoy he congregado aquí derramen sus gracias, pido que escuchen el campanario por catorce veces, en unión y alabanza a cada uno de los catorce coros; en representación del Arcángel Miguel, del Arcángel Gabriel y del Arcángel Rafael. Escuchamos desde el Universo.
En este momento hagan su oferta a Dios, al Altísimo, en el silencio de sus corazones y en unión a los catorce coros.
Mi Dios, yo creo en Ti...
Quisiera que esta oración del Ángel de la Paz fuera repetida al final del Misterio por las Naciones, durante siete veces, para que el Ángel de la Paz también pueda interceder por los ángeles de cada nación y de cada pueblo.
Recuerden responder al llamado de María, pues su Madre también los necesita para realizar la gran Obra de Dios, en estos tiempos.
Los catorce coros celestiales que hoy he traído aquí, a Aurora, para cada uno de los corazones que participa de este encuentro, son los coros que cantan eternamente a Dios, desde antes que ustedes existieran, como esencias.
Piensen entonces, compañeros, por un instante, cómo el canto, la voz y el verbo sagrado es perpetuo en estas consciencias angélicas, desde eones de tiempo.
Son los que construyen los Universos con la voz y los que forman las melodías y armonías, para todas las galaxias.
Son los que atraen las corrientes de Dios para los universos y alimentan el espíritu de la consciencia a través del Amor del Padre, de Emmanuel.
En unión a ellos, compañeros, y al Sagrado Corazón de su Rey, cantaremos el Kodoish melódico, para traer la Gracia de Dios a este planeta, en aquellos que se abren para recibirla, en esta última hora.
Kodoish...
Y ahora, compañeros, entrego para ustedes el bálsamo de Mi Amor y de Mi Compasión por el mundo, por todas las almas consecuentes con Mi Corazón Misericordioso y con Mi Obra Redentora.
En unión a los catorce coros celestiales y a Mi Espíritu Divino de Amor y de Verdad, oremos:
Abbun debashmaia...
(Padre Nuestro en arameo)
Y hoy Me podré ir de aquí con la alegría de que oraron de verdad a Mi Corazón Misericordioso, implorando por este pueblo y por toda esta región del Sur de América, para que triunfen y tengan victoria los Sagrados Corazones de María, de San José y de Jesús.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y ahora canten al Arcángel Rafael, que es la aurora que amanece en los corazones que despiertan.
Vayan en paz.
Yo soy esa Luz verde de cura llamada Aurora, que nace del interior de la Tierra.
Soy la Fuente del Amor restaurador que nace del universo para toda la humanidad.
Soy ese Rayo liberador de Aurora que rompe las cadenas de la inercia y quiebra todas las amarras del mal.
Soy ese Sol que nace en el amanecer de cada ser.
Soy el Escudo contra toda adversidad.
Soy la que pisa con Sus pies lo que causa el dolor y el sufrimiento.
Soy esa Llama incandescente de Aurora que libera a las consciencias de los abismos y las eleva hacia la Casa del Padre. De Mí surge la cura y la liberación para las almas, cuando los errores del pasado son quemados por el fuego verde de Aurora.
Que los corazones abran las puertas de su interior para que los códigos de antaño sean cambiados por la Luz poderosa de Aurora.
Que se rindan los temerosos, que se rediman los injustos, que toda la Luz de Aurora resplandezca en los que se han redimido. En verdad, les digo, no conocen el poder de Aurora, pero él está cerca de revelarse; mientras tanto, invoquen su poderoso caudal redentor.
Que las almas vuelen como las aves hasta las moradas de los puros para que, ante la Presencia del Ángel Solar, Jesucristo, el Plan se restablezca en los que perdieron la Gracia del despertar.
Que los consecuentes vean la Aurora brillando por encima de las tinieblas de estos tiempos.
Que los navegantes y los discípulos sigan remando en el mar infinito del amor para que toda la humanidad alcance la eterna paz.
Yo soy esa Aurora verde y fugaz que circunda el universo, dejando la señal del nuevo tiempo para los que esperan la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Bajo la Luz de la nueva y esperada Aurora,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Amar el Plan de Dios significa vivir ciertos desafíos que van más allá de la madurez de la consciencia. Cada desafío que es colocado en el camino del discípulo ya sea físico, mental o espiritual es para que la consciencia dé un paso mayor que el que nunca dio.
Ese momento se interpreta como transición cuando se pasa de una escuela a otra, o como purificación cuando se purifica algo interior. Quien tiene fe conseguirá superar ambos desafíos y podrá enseñar cómo hacerlo a los que estén pasando por el mismo aprendizaje. Eso no significa que el Padre desee lo más difícil para Sus hijos, porque Él es el Padre del Amor.
Cuando la vida de un iniciado se aproxima al camino de la santidad o de la consagración total al Plan de Dios, el espíritu forja otras experiencias para que el alma, la mente y el corazón de cada ser se puedan definir.
Nunca habrá dos caminos para llegar a Cristo; es por eso que todas las almas en un cierto momento de sus vidas tienen la posibilidad de escoger el camino del discipulado perpetuo o el camino del apostolado, uno las colocará en la escuela de la instrucción de la vida y el otro en el camino de aprender a servir mejor todos los días.
En este momento, gran parte de la humanidad está siendo colocada en el camino de la purificación para que, en algún momento, las almas definan los próximos pasos de su evolución.
La trayectoria del espíritu es trazada por las experiencias de la vida, las del alma y por las decisiones que toma el espíritu de cada ser ante el Llamado de Dios.
En este último ciclo, existen muchas almas que son colocadas en el camino de la entrega total. Eso lleva a que la consciencia enfrente y conozca aspectos de su ser que antes eran purificados en lapsos más prolongados.
Debido a la necesidad de almas puras en la Tierra, el Plan cambió el rumbo de los acontecimientos. Con almas en estado de mayor pureza, la humanidad se salvará, y las consciencias menos preparadas son llamadas para cumplir ese propósito.
Puede ser que tu vida esté dentro de ese proyecto y aún no lo hayas percibido, hoy vengo para revelártelo. Atiende a este sagrado pedido de Dios.
¡Les agradezco por responder a esta importante convocatoria celestial!
Los anima,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Las Leyes del universo definen toda la vida planetaria, como también los acontecimientos que están previstos en estos tiempos.
La vida de oración permanente podría cambiar esos acontecimientos y, así, las almas no tendrían que sufrir. Pero la respuesta debería ser mucho mayor ante todo lo que sucede en este tiempo.
La correspondencia y la adhesión al Plan serán fundamentales para las criaturas, será de esa forma que las almas responderán al llamado y no podrán decir que no lo sabían.
La oportunidad de cambio y de perdón será concedida a todos, en espera de que los corazones respondan al Llamado Mayor.
Estamos en un momento crucial de la humanidad, en el que la indiferencia, la soberbia y la falsa propiedad conquistan las mentes de los hombres a través de las acciones de Mi adversario. Es de esta forma como las consciencias quedan hipnotizadas aunque vivan la vida espiritual; su propio ego las aparta del verdadero camino que fue pensado por el universo, y que les fue propuesto que recorrieran.
Cuando ese camino no se vive, la consciencia está en su propia ilusión y no hace ningún esfuerzo por abandonar esa condición humana, aun sabiendo que eso la lleva a perder las oportunidades que le proporciona el universo.
En esta hora, queridos hijos, todo está en juego y las consciencias, más comprometidas con el Plan así como las menos comprometidas, están a las puertas de una gran definición interior que solo dependerá de cada uno, sin la influencia de nadie. Por eso, hijos, llegó el momento de observar todo con más consciencia y seriedad, eso los colocará en el camino correcto y podrán tomar la decisión correcta.
Ha llegado el tiempo de dar todo por el Plan, porque las herramientas ya están en sus manos para que puedan trabajar. Sería mejor que se preguntaran cómo usar el conocimiento recibido antes de aplicarlo según la propia voluntad. A los que tienen las herramientas en sus manos y no las disponen para servir, les costará más donarse y vivir de verdad el Plan.
Todo comienza con la decisión y con la consciencia que se tenga sobre la verdadera necesidad de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Consciencia Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si Yo vengo del Cielo, es por una causa mayor. Es por algo que aún ustedes desconocen, queridos hijos, y que se llama Propósito Infinito, en el cual todas las almas se congregan para vivir el Plan de Dios, por ejemplo, a través de este encuentro.
Quisiera que sus corazones recepcionaran Mi Llamado maternal, porque también es el llamado de Mi Hijo, que en este tiempo los invita a la redención de sus vidas.
Yo Soy su Santa Madre del Cielo y deseo lo mejor para cada uno de ustedes.
Por eso en esta noche los invito, queridos hijos, a que puedan seguir Mis pasos de Madre Peregrina por el Camino de Luz que Yo vengo trazando, a través de este encuentro de oración, especialmente por los más jóvenes, que son la próxima misión para estos tiempos.
Yo desciendo del Cielo para traerles Mis Gracias, pero también para traerles la Palabra de Dios, que es la Palabra de Mi Hijo Amado, que resuena en todo el Universo y que espera resonar en sus corazones para siempre.
Queridos hijos, si sus corazones despiertan, muchos más corazones despertarán y así se irá cumpliendo, poco a poco, el Plan de Dios en este mundo, que es un Plan precioso e inmaculado que espera dibujarse en sus corazones, para que él también pueda cumplirse en sus vidas, ante Mi Presencia Maternal.
Quiero que hoy sus corazones se sientan consolados por Mi Espíritu; porque no solo estoy aquí, queridos hijos, con ustedes, sino también con todos los que Me escuchan en este momento, que corresponden a Mi Llamado Mayor de propagar la paz por toda la Tierra.
Si ustedes viven en paz, queridos hijos, y buscan la Paz de Dios en estos tiempos, la paz se establecerá en el mundo y los corazones no sufrirán.
Pero si ustedes, queridos hijos, no cumplen con Mi llamado, muchos más corazones sufrirán y no podrán despertar a través de su oración mediadora, la que Yo invito a construir en este tiempo en sus vidas, en sus hogares y familias, en ese sagrado oratorio de amor que Yo los invito a vivir todos los días de la vida.
Mientras estoy aquí presente, queridos hijos, contemplando cada uno de sus corazones, contemplando cada una de sus intenciones, cerrando sus heridas, también estoy cerrando la gran herida del mundo, la herida de la indiferencia y de la persecución, de la maldad y del egoísmo de los hombres.
Por eso, queridos hijos, que el poder de su oración diaria los retire del egoísmo, que abra sus ojos, los ojos de sus almas, para que puedan ver la venida gloriosa de Cristo, que está próxima, muy cerca, en este tiempo final.
Mientras estoy con ustedes, queridos hijos, también estoy con los más perdidos en el mundo, con aquellos que no reciben ayuda, con los más necesitados que precisan de sus brazos y manos para poder reconstruir una nueva humanidad, mediante el servicio, la oración y la paz.
Porque en esas cosas simples que Yo les pido, la humanidad se podrá purificar, las almas se aliviarán, recibirán el Amor de Dios en sus corazones, y podrán formar parte de la Nueva Tierra prometida.
Mientras eso está por suceder, queridos hijos, abran sus corazones y guarden estas palabras en lo profundo de sus seres, porque ellas les servirán para los momentos difíciles que llegarán y que toda la humanidad deberá vivir en este último ciclo del Apocalipsis.
Hoy estoy también aquí por las naciones; por Venezuela, por Ecuador, también por Uruguay, por todos Mis hijos de esos lugares que siguen clamando a Mi Corazón Inmaculado.
Por eso también hoy les digo: Mis amados hijos de Venezuela, de Ecuador y de Uruguay, no bajen sus brazos. Alcen sus brazos hacia el Cielo por aquellos que están derrotados por la persecución y el mal de los hombres.
Sigan orando en confianza a Mi Inmaculado Corazón, porque tengan la certeza, queridos hijos, que Yo estoy en sus hogares y familias ayudando a los más necesitados, a los que sufren la restricción, a los que sufren todos los terremotos de este mundo y que no tienen calma, ni siquiera serenidad.
Por eso Yo los invito, queridos hijos, a orar por cada uno de ellos, para que Mi Plan también se establezca en esas vidas, para que Mi Paz los pueda invadir y curar, y que por aquellos que se perdieron, Yo los pueda elevar al Cielo, al Universo.
Quisiera que aquí se estableciera una paz verdadera y eso se gestará, queridos hijos, por su decisión y colaboración. Eso también ayudará a los Reinos de la Naturaleza, que son los Reinos más perseguidos por el hombre a través de la destrucción.
Yo necesito, queridos hijos, que contemplen todas las necesidades del mundo, que puedan ver más allá de sus vidas. Así podrán responder verdaderamente al Llamado de Dios y todos sus corazones serán verdaderos colaboradores del Plan, antorchas de Luz para estos tiempos de caos.
Así como hoy estoy con ustedes aquí, queridos hijos, trayendo la presencia del Reino Celestial por medio de Mi Gracia Maternal, también estoy con todos Mis hijos en el mundo, con aquellos que abren las puertas de sus corazones para que Yo pueda entrar y morar en sus vidas.
Hoy les traigo un mensaje de esperanza, pero también un mensaje de advertencia, que es hora de colaborar con el Plan de Dios, que los servidores se multipliquen en cada parte de este mundo, que los siervos de Mi oración perpetua puedan multiplicar sus voces, para que Dios pueda acoger en Su Corazón sus llamados.
Yo los necesito, queridos hijos, para poder gestar la Nueva Humanidad, para que, toda la humanidad entera pueda traspasar este umbral de la transición. Transición que desconoce y de la que no sabe que sucederá. Los corazones se sorprenderán por lo que verán cada día que pase.
Por eso, queridos hijos, abran sus corazones y reciban Mi llamado, porque es el último para el mundo antes de que se purifique completamente.
Quisiera verlos encendidos en la oración y en la fe, porque Yo vengo a dejar en sus corazones Llamas de Luz Divina, Atributos de Dios, Códigos preciosos de la Redención y de la Misericordia, que reformarán el planeta y principalmente a todas las almas que escuchen Mi Voz.
Mientras Yo hablo, queridos hijos, sus heridas internas son cerradas. Tengan fe de que eso es así, porque su Madre todo lo puede, a través de su Sagrada Intercesión por el mundo.
Pero hoy también quería decirles, queridos hijos, que su compromiso con el Brasil, de orar por su pueblo, por cada uno de Mis hijos de esta nación que deben despertar a Mi llamado, es importante. Que deben aprender a orar y saber unirse a Dios en estos tiempos, así como lo han vivido hoy, de una forma simple y verdadera.
Yo necesito, queridos hijos, que Me lleven en sus corazones, que Me adopten en sus vidas como su Madre del Cielo y del Universo. Así también podré llegar a todo el Brasil, que tanto lo necesita.
Su nación se consagró a Mi Inmaculado Corazón y esa consagración no puede debilitarse. Será a través de los fieles seguidores de Cristo que el Brasil se protegerá y se salvará.
Por eso hoy les traigo un testimonio verdadero de la presencia de Mi Amor maternal por ustedes y por el mundo, a través de todas las Faces que Yo he revelado a lo largo de los tiempos y en esta nación, como la Señora Aparecida.
Hoy han traído a Mi Altar esta Sagrada Imagen, respondiendo a Mi pedido maternal de que hoy Yo la consagre, queridos hijos, como su Madre Peregrina para todo el Brasil.
Después de haber recibido la Señora de Fátima, de haber trabajado su simplicidad y pureza, Yo vuelvo a aparecer en sus hogares, hospitales y casas, para llegar a los más necesitados.
A través de sus manos, Me cargarán y Me llevarán a donde Me necesiten, para que Yo pueda derramar Mis Gracias maternales en todos los corazones brasileros que creen en Mi Presencia, en Mi Divinidad y en Mi Amor.
Porque así, a todos les doy; les dono Mis Gracias, les dono Mi Corazón, les dono Mi Espíritu de Paz para que siempre puedan estar en Dios y en Mi Hijo Amado.
Mi Hijo Me entregó a ustedes, para que Yo fuera su Madre, Yo quiero que ustedes sean Mis hijos y que Me lleven en sus corazones, como una experiencia viva para el resto de sus vidas; que oren Conmigo todos los días, en la simplicidad del Santo Rosario; que recuerden a Dios cada vez que despierten, porque Él está muy olvidado y ofendido; que oren por sus hermanos, por sus enemigos, por todos los que persiguen a otras almas en el mundo, por los que gobiernan, por aquellos que destruyen toda la vida y la Naturaleza, por las madres que abortan, por los hijos que se pierden y no reciben la oportunidad de vivir esta vida.
Que oren por toda América Latina junto a Nuestra Señora Aparecida, que es su Madre Peregrina del Brasil, la Llama Incandescente que vuelve a rebrotar en los corazones que invocan su Sagrada Presencia Universal y trae la salvación para todo el mundo.
Quiero que dejen a Mis pies todo el Brasil y que en cada momento en que se encuentren Conmigo, a través de su Madre Peregrina, abran sus casas y corazones para que Mi Presencia pueda entrar en sus vidas, y así como hice en Fátima, Yo pueda convertir a los corazones más duros. Porque quien está Conmigo no perecerá.
Pero hoy también vengo a consagrar a los Hijos de María que son parte de Mi gran testimonio de amor en el mundo, que revisten en sus cuerpos Mi manto de Luz para llevar la paz y el amor por cada lugar donde vayan.
Que vengan aquí los que hoy se consagrarán, para que Yo pueda consagrarlos y consagrar la santa imagen que visitará sus hogares.
Escuché desde el Cielo, queridos hijos, el Himno de la Señora Aparecida. Quiero que hoy lo proclamen a viva voz, para que Mi Espíritu de Amor pueda llegar a todos y las Américas se consagren a Mi Inmaculado Corazón en estos tiempos de transición.
Himno de la Señora Aparecida …
Queridos hijos, cuando Yo aparecí en el Brasil a través de esta sagrada imagen para pescadores tan simples, Yo quería dejar el mensaje que el Brasil siempre debe ser el corazón de América del Sur, que pulsará en devoción y fe e irradiará Su Luz para todos los corazones del mundo.
Cada vez, queridos hijos, que se coloquen delante de Mi Presencia Aparecida, estarán confirmando a Mi Corazón Inmaculado que Yo no solo soy su Madre, sino la Madre del Brasil que nunca será expulsada y que reinará con su potestad celestial por los siglos de los siglos y en todos los corazones que Me reciban.
Yo bendigo esta imagen como el socorro para los corazones, para el alivio de los que están enfermos espiritualmente y para aquellos que padecen los dolores en sus cuerpos.
Bendigo esta imagen como el testimonio de Mi Amor por todos, porque Yo Soy parte de esta raza y a esta raza volveré, después de Mi Hijo.
Mientras eso está por suceder, contemplen a su Madre del Cielo, a Nuestra Señora Aparecida para que Yo los pueda llevar a Jesús y todos puedan estar en Su Sagrado Corazón, lastimado por el mundo y por los pecados de la humanidad.
Delante del Padre, del Hijo Amado, del Espíritu Santo y de todos los ángeles del Universo, por la potestad santísima concedida por la Pasión de Jesús y el silencio perpetuo de Mi Corazón Inmaculado, cerrando las puertas a los infiernos, Yo vuelvo a consagrar al Brasil a Nuestra Señora Aparecida con todos los Poderes Celestiales y las Gracias inexplicables que rebrotarán en los corazones como rosas y pétalos de Luz, en alabanza al Creador.
Yo los bendigo, Yo los consagro, hijos Míos, consagro esta imagen.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Que nuestra Señora Aparecida restablezca los mil años de paz.
Y ahora, Mis hijos, los que hoy se consagraron, besarán esta santa imagen en nombre del perdón por toda la humanidad, para que los más impíos y crueles se salven.
Les agradezco por responder a Mi llamado y que la juventud sea Mi gran motor por la Paz.
Agradecida a ustedes para siempre.
¡Canten!
Himno de Nuestra Señora Aparecida...
Mientras Me elevo al Cielo canten con fervor, para que las almas despierten a la Misericordia de Dios.
Y ahora que he podido entrar en sus corazones por Mi divina intercesión, que también es la Intercesión de Mi Hijo Amado, vayan y prediquen la oración en sus grupos y familias, en sus seres queridos y conocidos, que deben curar sus corazones y vidas para que pueda resurgir la paz.
Que su Madre, la Peregrina del Brasil, recorra los lugares por donde la quieran recibir. Así, Yo estableceré el cumplimiento del Propósito para el Brasil, que no está en las manos de los hombres y tampoco de los gobernantes; está en el Corazón de su Padre Eterno, el cual siempre deberán buscar en los Cielos, en la belleza de Su Creación. Así estarán en Su Voluntad.
Amados Hijos de María, chispas de Mi Corazón Inmaculado. vivan una vida de oración todos los días para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo, y así Yo pueda llamar a las ovejas antes de que llegue el Pastor en la Gloria del Reino de Dios.
Rezaré por ustedes y ustedes recen a Mi Corazón para que Yo pueda siempre interceder por medio de Mi Gracia Eterna y de Mi divina Pureza.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Me elevo a los Cielos. Que canten los Hijos de María el himno de su consagración.
¡Paz y Bien para todos!
Madre Shimani:
Bueno, hermanos, a todos los que nos acompañaron hoy les agradecemos profundamente que se hayan adherido a este llamado de Nuestra Señora. Que la peregrinación de nuestra Señora Aparecida por el Brasil, con esta imagen bendecida por nuestra Señora, recorra cada rincón y recupere cada alma de esta nación.
A todos los invitamos a que nos acompañen en la próxima Maratón de la Divina Misericordia en nuestra amada Aurora en Uruguay, en el Centro Mariano de Aurora, el 5 y 6 del próximo mayo.
En este mes de mayo vamos a permanecer en el Centro Mariano de Aurora y todos los encuentros con los Sagrados Corazones van a ser allí. Así que están todos invitados a participar.
Muchas gracias a todos. Hoy Florianópolis tiene una belleza particular.
Vamos agradecer todos a nuestra Señora.
¡Gracias Madre por cuanto nos das!
Queridos hijos:
En este tiempo de purificación las puertas a la Gracia aún están abiertas para aquellos que la invoquen de corazón. Esta Gracia inexplicable es la que puede transfigurar todas las cosas, porque la Gracia es la acción concomitante con la Misericordia.
A pesar de lo que suceda, hijos Míos, busquen esa Gracia mayor para que el Señor escuche en Su Corazón las plegarias de Sus hijos. La Gracia es la fórmula para estos tiempos de liberación; es la causa y el motivo para todas las almas que deben encontrar sustento a través de ella.
La Gracia es un estado de expiación y al mismo tiempo de compasión; estas dos vertientes superiores provienen de la Voluntad que genera el amor y la unidad, a lo que todos deben aspirar diariamente.
Hijos Míos, a través de la Gracia se encuentra el alivio, y este trae paz en estos momentos críticos. En la Gracia se encuentra la Llama de Dios, Espíritu flameante y perpetuo que reenciende a los corazones en la compasión.
La humanidad debe colocar su visión en la Gracia de Dios y construirla dentro de sí para que ella se multiplique y llegue a los que la necesitan. Esta Gracia potentísima rompe las cadenas del mal, porque su naciente principal está en el Amor de Dios y en Su Omnisciencia.
Que la Gracia sea la llave de ustedes en este tiempo; pensando en ella, todo se materializa según la Voluntad de Dios, porque es la Gracia quien retira a las consciencias de la ignorancia y de la inferioridad de condiciones.
La Gracia da sentido a la vida y el motivo perfecto de servir a Dios, ella es la que une todas las cosas bajo los principios de la Paz, del Amor, de la Misericordia y de la Redención.
La Gracia es considerada una fuente de unidad, es el bálsamo que nutre la vida espiritual y la renueva. El mundo está presente hasta ahora en el Universo por obra de la Gracia.
Deben recordar, queridos hijos, que la Gracia de Dios lo es todo y que por ella revivirán y concretarán los caminos del Padre.
La Gracia es aquel estado que lleva hacia la Luz de Dios y a Su infinita bondad. La Gracia es el camino para los que no son premiados debido a las faltas que cometieron contra el Plan de Dios.
La Gracia es una tabla de salvación como lo es la Misericordia. Del Corazón de Mi Hijo brota la Misericordia que es Su Sangre y la Gracia que es Su Agua, purifica y redime.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los lleva a la Gracia de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más