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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Que el silencio, en esta Cuaresma, te permita no solo reflexionar y meditar sobre tu actual situación interior, sino que también puedas apreciar sin culpa, a través del silencio, la realidad que está dentro de ti y a tu alrededor.
Pero, antes de todo, observa los acontecimientos con ojos de compasión y no con ojos de crítica; porque, así como llegó Mi hora durante la Agonía en el Huerto Getsemaní, así también llegará tu hora y será el momento de tomar una decisión que repercutirá en toda tu vida.
Esta Cuaresma no es solamente la puerta de entrada a la contemplación de Mi Dolorosa Pasión, sino también es el anuncio de que el tiempo termina y es necesario tener una actitud evolutiva y fraterna, una actitud capaz de poder hacer algo por el que sufre, cueste lo que cueste. Es la oportunidad de volver a amar".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Antes de hablar, saber escuchar.
Antes de opinar, saber reconocer la situación.
Antes de intervenir, primero conocer los hechos.
Antes de decidir, primero meditar.
Antes de actuar, primero conocer la realidad.
Nada hacer impulsivamente.
Nada modificar sin antes pedir luz.
En nada entrometerse sin conocer a fondo la causa. Esto te librará de ti mismo y de los demás.
El único camino está en la oración consciente, porque a través de ella llegará la respuesta que sea necesaria.
Es importante transformar los hábitos y las costumbres. Es importante abrirse a realidades superiores e internas.
Trabaja todos los días para estar unido a la Fuente, porque no todo llegará milagrosamente. Cada uno tiene que hacer la parte que le corresponde con madurez y responsabilidad".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"A pesar del desierto, sigue adelante.
A pesar de los propios aspectos humanos que quieren controlar tu vida, sigue adelante.
A pesar de que dentro de ti encuentres tu propia realidad, sigue adelante.
A pesar de lo que te pueda causar todo lo que hay que transformar, sigue adelante y no retrocedas.
Sigue adelante, buscando Mi Luz.
Sigue adelante, sintiendo Mi Amor.
Sigue adelante, porque tengo sed".
Cristo Jesús
Mis queridos hijos:
En el Amor de Dios, encontrarán la respuesta para cada etapa de la vida.
En el Amor de Dios, renacerán como en cada nuevo amanecer y le encontrarán sentido a toda la experiencia vivida.
En el Amor de Dios, se curarán, pero también se liberarán de ustedes mismos.
En el Amor de Dios, ya no habrá motivo para actuar, pensar o proceder lejos de ese Amor Divino.
Como Madre, como una Madre que estuvo en la Tierra y conoció la condición humana de cerca, Yo les pido que no se dejen abrazar por la imperfección propia; más aún, permitan que el Amor los cure y los redima, permitan que la puerta del corazón siempre se mantenga abierta de par en par. Nunca cierren la puerta del corazón.
Aférrense al Amor del Padre Eterno y renacerán, se liberarán de las amarras y se disolverán todos los males del mundo.
En verdad, les digo, hijos Míos, que sin el Amor nunca podrán conocer a fondo la realidad. Por eso, no se olviden de que fueron creados, en la Fuente, por un profundo sentimiento de Amor de Dios.
Así, despójense de lo que creen, de lo que afirman como una única verdad. Despójense de lo que sostienen como propio.
Es hora de que Mis hijos practiquen, en carne propia, las Palabras de todos los Mensajeros; porque un día llegará el fin y deberán estar viviendo en el Amor de Dios, en el Amor que es capaz de ir más allá de ustedes mismos por la concreción de un bien mayor y universal.
Esta es la llave que les vuelvo a entregar una vez más, la llave del amor vacío, de un amor libre de convicciones y de ideas, de un amor que es capaz de sacrificarse por amor a Mi Hijo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre del Amor Mayor
Queridos hijos:
Estos son los tiempos en los que las verdaderas definiciones se presentan, son los tiempos en los que lo intermedio o lo indeciso ya no tienen espacio en la consciencia humana.
Estos son los tiempos de ver y de reconocer la propia realidad interior. Es tiempo de corregir, es tiempo de enmendar, es tiempo de madurar rápido. Nada de lo que les pueda suceder está fuera de un sentido o causa.
Por eso, hijos Míos, cada segundo que pasa, sus consciencias deben buscar y buscar vivir la Voluntad de Dios; porque cuando esa Voluntad y ese Designio no se viven plenamente, las almas sufren hasta el punto de creer, por sí mismas, que Dios las abandonó.
Por eso, hijos amados, aprendan a medir las consecuencias de lo que deciden y de lo que hacen. No pierdan la sagrada oportunidad de estar en el camino del apostolado de Mi Hijo, pero el cambio o el pasaje de estado interior depende solo de ustedes.
Perseveren y estén firmes a través del Amor de Mi Hijo. Eso les permitirá percibir, cada día más, cuán importante es la redención de la humanidad para que, finalmente, este planeta ultrajado sea liberado de todo lo que sufre por parte de los hombres y mujeres de la Tierra.
Les agradezco por buscar la verdadera consciencia interior.
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando el alma mira hacia el Cielo, fortalece el propio espíritu, la propia fe, retoma sus aspiraciones más puras y renueva sus votos con Dios. Pero, cuando vuelve sus ojos hacia la Tierra pierde sus esperanzas, se encuentra con lo que cree que es la realidad y no consigue percibir en sí misma ni en el prójimo la forma de manifestar lo sagrado que la aguarda en el infinito. El alma busca fuerzas, ora y pide la Gracia de saber cómo llegar a eso que contempla en el universo.
Y hoy les digo, hijos, que cuando comiencen a mirar no solo hacia el Cielo, sino también hacia lo que verdaderamente son, descubrirán que la materia y el infinito se unen en la consciencia humana. Barro y espíritu se tornan uno cuando los seres despiertan a lo que son, y no será necesario morir para resucitar en la eternidad, sino que podrán descubrir la verdadera vida y la eternidad dentro de ustedes; dádiva revelada al corazón que ora, que adora y que no encierra a la verdad divina en su mente ni tampoco en lo que ya fue dicho, porque a pesar de que todo ya fue dicho, muy poco fue comprendido y vivido.
Por eso, busquen lo sagrado en el propio interior. No lo busquen solo mientras oran, quieran corresponder a él mientras viven.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Desde el principio de la manifestación de la vida, hijos Míos, en el Pensamiento más puro y profundo de Dios, cuando Él gestaba el Proyecto de esta humanidad, allí estaba contemplada la existencia de los pueblos originarios. Pueblos así llamados no solo porque dieron origen a las civilizaciones de este mundo, sino porque desde el Origen de la vida fueron pensados por Dios para mantener la unión entre el Cielo y la Tierra, la unión entre todos los Reinos de la Naturaleza, la unión entre la superficie del planeta y los mundos sutiles.
Los pueblos originarios son aquellos, hijos amados, pensados por Dios para ser los Porteros de los mundos sublimes, de las realidades superiores, en donde lo sagrado habita, en donde los seres son invitados a retornar a su Origen en las Fuentes Celestiales.
Es de esa forma que, desde el inicio de la humanidad y hasta los días actuales, la Jerarquía Divina impulsa a los pueblos originarios para que reencuentren su pureza y retornen al Propósito que Dios manifestó para sus vidas en el principio.
Al crear este planeta y cada ser de esta Tierra, portador de una partícula de la esencia divina, su Padre Celestial creó no solo a los Reinos, a los elementos y al hombre, fruto del barro consagrado por Su Divino Soplo. Dios también creó realidades sutiles, invisibles a los ojos humanos que no buscan con sinceridad lo sagrado en sus vidas.
Estos mundos sutiles mantienen el Propósito Divino dentro del planeta. En ellos se vive en comunión con todos los tipos de vida. En ellos, las dimensiones se unen y no hay peligro, porque los que ingresan allí viven puros de corazón y de espíritu y solo aspiran a cumplir la Voluntad y el Propósito Divino.
Los que ingresan en esos mundos sutiles, hijos Míos, ya fueron despojados de sus voluntades personales y de su condición humana de impurezas y de degeneración. De esta forma, sus corazones encuentran el camino para expresar la pureza y la unidad con lo Divino.
Esos mundos sutiles son resguardados por la naturaleza, por su fortaleza, belleza y armonía. Y, en lo invisible de los lagos, de los mares, de los desiertos y montañas se ocultan no solo para sustentar al planeta, sino para que, a través de la grandeza de la expresión de la naturaleza, los que allí lleguen puedan sentir que allí habita algo más; que un sagrado misterio allí se oculta, es como si el Cielo estuviera más próximo de los hombres, y Dios pudiera expresarse.
A lo largo de los tiempos y de la historia de la humanidad, muchos fueron los pueblos que pudieron ingresar, con todo lo que son, en estos mundos sutiles porque, mientras la humanidad en otras partes de la Tierra perdía su propósito, estos pueblos lo encontraban y profundizaban en él, no solo a través de la ciencia y de la sabiduría, sino sobre todo, a través del amor a lo sagrado, a lo divino y al respeto por la vida y por la naturaleza.
Estas fueron las llaves que hicieron que dichos pueblos vivieran la ciencia de la Transfiguración. Y tal como Mi Hijo les reveló una vez, un día, en el Monte Tabor, también ellos pudieron reconocer su verdadera faz, iluminar sus células y átomos, y hacer que no solo el corazón y la consciencia vibrarán en otro nivel más elevado, sino también su parte más material; esa que hoy parece tan densa, y que en tiempos remotos se elevó y se transfiguró.
A través de la simplicidad del corazón, los pueblos originarios descubrieron que la misma esencia solar que contemplaban y adoraban en el cielo infinito, habitaba en su interior. Y, de esa forma, vivieron una unión profunda con Dios, así como pudieron comprenderlo.
Al iluminar sus células y átomos, y al dejarse permear por la luz de sus almas, estos pueblos alcanzaron la misma vibración de los mundos sutiles y así pudieron no solo verlos, sino ingresar y participar de ellos, como representantes de la humanidad. Así se tornaron Guardianes y Porteros de esas dimensiones sutiles que hasta hoy se ocultan en el planeta.
Algunos de estos pueblos dejaron en la superficie rastros de su historia y de su vida y entonces desaparecieron. Pero otros, hijos Míos, jamás fueron conocidos por la humanidad.
Hoy su Madre Divina llega a este lugar, sagrado para el Cielo y para la Tierra, a revelarles una historia y, más que esto, para impulsar a sus almas a la búsqueda de la pureza y de lo sagrado.
Llegó el tiempo de develar los misterios ocultos en la historia de la humanidad, no solo para abandonar la ignorancia, sino sobre todo, hijos Míos, para abrazar la pureza y para que en el tiempo que llegará, cuando la Tierra sea elevada en su vibración y conducida a un nuevo tiempo, a una nueva realidad, sus corazones y sus espíritus estén prontos no solo para ver, sino para participar de esa vida sublime.
Busquen la pureza de sus corazones, busquen la unión con la vida y con la naturaleza. Y así, como hoy les revelo muchos misterios, otras verdades también les serán reveladas en sus corazones.
Yo los bendigo y les agradezco por llegar hasta aquí y por abrirse de corazón a las revelaciones que Dios les trae en este tiempo.
Su Madre María, Rosa de la Paz
En donde estés, une tu corazón a Dios para cumplir con Su Voluntad y manifestar Su Plan.
La Voluntad y el Plan de Dios son mucho mayores y más amplios de lo que tu pequeña mente puede concebir. Aun así, es a través de las cosas simples que tu corazón encuentra el camino para vivir esa Voluntad y concretar ese Plan.
La Creación de Dios es vasta y amplia entre las dimensiones, tanto en el Cielo como en la Tierra. Sin embargo, para recordarla y reconocerla hoy, pudiendo acceder a estas realidades sublimes, basta que seas simple de corazón, puro de intención y dispuesto a amar y a servir cada día más y mejor.
Aunque tus ojos físicos no vean las extraordinarias existencias y manifestaciones de la vida, tu corazón puede participar de lo que es invisible y tu alma puede transitar por las realidades eternas cuando estás unido a Dios.
La humanidad fue creada para mucho más que ver y sentir las realidades de la vida. Los seres humanos fueron creados para unir esas realidades, vivirlas y estar en ellas al mismo tiempo.
Porque, así como el Corazón del Padre Celestial, los corazones de Sus hijos tienen esa posibilidad de unir en sí toda la Vida, de estar unidos a todo y de participar en todas las dimensiones de la existencia.
Por eso, antes de ver, sentir o experimentar sensiblemente la Verdad Divina, busca, hijo, entregar tu corazón a Dios y, a través de la rendición de tu espíritu y de cada parte de tu consciencia, hacerte uno con toda la Creación.
Las dimensiones habitan en ti, y tu corazón puede habitar en todas ellas y vivirlas cuando eres simple y verdadero.
Tienes Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Estos son los tiempos en los que dos realidades se encontrarán, la realidad interior y la realidad material. Ellas emergerán espontáneamente por el impulso revelador que traerá la verdad y nadie podrá escapar de ese acontecimiento porque será llevado adelante por el propio Universo.
Es así, que esas dos realidades se encontrarán ante cada consciencia para llevarla a una profunda decisión. Y aquellas consciencias que ya conocieron las dos realidades pero desperdiciaron la oportunidad de crecer, deberán dar cuenta de ese gran desaprovechamiento.
Por eso, los exhorto a que vivan en el pensamiento constructivo de Dios para que, cuando llegue ese momento, ustedes estén neutros y pacíficos y solo los mueva ayudar, a través del camino de la oración, a todos los que lo necesitarán porque desaprovecharon el camino que Yo les había pedido realizar.
Así, compañeros, manténganse en unidad Conmigo para que en el momento clave Yo los auxilie y los guíe mostrándoles la salida.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy por primera vez, Me envuelve el manto de la bandera Argentina y por medio de este símbolo quiero anunciarles que Mi propósito para con ese pueblo aún es desconocido para la mayoría de las almas.
Por esta razón, para que las almas comprendan el sentido por el cual su Maestro y Señor regresará a la Argentina en el mes de agosto, que será la meta más osada de todos los tiempos, porque en ese pueblo Yo depositaré una de Mis siete aspiraciones a fin de que se cumpla, por la adhesión y la unión perfecta de todos Mis servidores.
Este es el tiempo de concederle al mundo la concreción de muchos milagros, así como también es el tiempo en el que la humanidad vea la realidad que siempre quiso ocultar de su vista.
Argentina es un pueblo obrero y trabajador, una virtud que también se refleja en la vida espiritual con la misma fuerza y determinación.
Por eso, Me serviré del poder interior del corazón de los argentinos para preparar Mi retorno y así cumplir en la humanidad con la promesa que una vez fue hecha para todos, que Yo regresaría en el momento más culminante de la Tierra.
Y como es el tiempo, y esa hora se aproxima, Yo visitaré nuevamente a Mis compañeros de Argentina para que en Sudamérica se terminen de fundar las bases de una Colonia-Luz de almas que, en el nombre de muchas más, cumplirán con la Voluntad de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Que sus corazones estén en paz para que reciban los Designios de Dios.
Trasciendan lo que es aparente y cotidiano, para que su consciencia ingrese en lo sagrado y en lo que es verdadero.
Los Planes de Dios ya fueron diseñados para cada ser, ahora las criaturas necesitan colocar sus pies en la senda trazada por el Creador y no en la senda trazada por las destrezas, las tentaciones o las dificultades.
Vivir la realidad superior es una decisión mayor que cada ser debe tomar, dentro y fuera de sí, para que ella resuene en su alma y también en sus cuerpos planetarios.
¿Cuántas veces hablamos de que no hay tiempo? ¿Cuántas veces advertimos de que es hora de ingresar en el Tiempo Real? Es allí en donde habita la Verdad y la ilusión se hace visible para que ustedes sepan distinguir la diferencia de estar en el mundo en Dios y estar en el mundo sin Él.
Escojan, hijos, todos los días, el camino de lo Sagrado y de la elevación de la consciencia. En el futuro, ustedes agradecerán cada renuncia realizada en nombre de la evolución de la humanidad.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Ve, hijo, el mundo comienza a ingresar en un nuevo ciclo, en un nuevo tiempo, y el corazón de la Tierra ya no pulsará más con su propio ritmo, sino con el ritmo del Corazón de Dios.
Ve que tu corazón también empieza a pulsar de una forma diferente. Los impulsos que llegan a tu alma ya no son los mismos. La luz se intensifica, sus rayos iluminan o ciegan según lo que hay en el interior de los seres.
Ve, hijo, que las capas que separan el planeta de la realidad universal comienzan a disolverse. Las estaciones ya no serán las mismas, el aire ya no será el mismo y todo, dentro y fuera de los hombres, comienza a transformarse.
Este no es un tiempo para temer, sino para despertar. Un tiempo para profundizar en tu vida interior y reconocer lo que te trajo hasta aquí. Un tiempo para mirar hacia dentro y conocerse a sí mismo para, así, conocer el Infinito. Un tiempo no para pensar, sino para ser.
Ve, hijo, que hoy cada paso tuyo define tu historia y parte de la historia de este mundo. Tienes en tus manos una pluma que escribe en el libro de la historia de la evolución humana a través de tus actos, sentimientos y pensamientos.
Deja que tu mente, siempre tan infantil, pueda comprender la realidad de estos tiempos tal como es. Ya no veas la vida espiritual como si asistieras a una película que en algún momento va a terminar y luego volverás a tu vida de siempre, porque las Leyes ya no te permitirán ver la evolución de esta forma.
Es tiempo de descubrir. Este es un ciclo de revelaciones y, más que eso, un ciclo de definiciones internas y planetarias.
Después de tanto tiempo recorriendo este camino de errores y aciertos, de desvíos y de renovaciones, ha llegado la hora de concretar el Pensamiento Divino. Y eso se dará con aquellos que sepan decir "sí" hasta el final, pasando todos los días por encima de su condición retrógrada, sublimando con la luz del espíritu aquello que se resiste a cambiar y que quiere permanecer en los ciclos que ya pasaron.
Medita en lo que te digo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Vivir el amor incondicional es aceptar, desde el principio al fin, una situación dolorosa o injusta; de la misma forma que Yo, siendo el Hijo de Dios, acepté por Amor todos sus pecados.
Vivir el amor incondicional es siempre dar un “sí” ante cualquier circunstancia, sin intentar escapar de la realidad que apremia o de la situación que se presenta.
Vivir el amor incondicional es soportar, por amor, todo lo que es opuesto al equilibrio, sabiendo que por encima de todo debe prevalecer la armonía entre las partes.
Vivir el amor incondicional es no retroceder nunca, sino avanzar superándose a sí mismo por amor y con reverencia hacia algo mayor e infinito.
Vivir el amor incondicional es volverse espiritualmente incansable, pero también es respetar el tiempo y el ritmo de los cuerpos.
Vivir el amor incondicional es no ver los errores, aunque sean demasiado grandes; es hacer lo mejor, lo máximo por el otro; es arriesgarse, sin parámetros, para que el hermano tenga una nueva oportunidad hasta que aprenda, por sí mismo, a valorar la vida y todo lo que el Universo le entregó.
Vivir el amor incondicional también es decir “no” por amor, sin temor a lo que suceda, teniendo consciencia de que ese “no” es justo y está libre de preferencias.
Vivir el amor incondicional es no tener hora marcada para Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Querido hijo:
Llegó la hora de que veas, dentro de ti, la realidad de tu verdadero ser y no temas purificarla, porque librándote de las cadenas del ayer podrás dar pasos firmes y seguros hacia la concreción del Plan de Dios en la superficie.
Con neutralidad, amor y armonía, deja que emerja de dentro de ti y se muestre tu historia escrita en el Universo, para que tu consciencia y tu vida hagan una síntesis y todo, absolutamente todo, sea perdonado.
Vierte tu esperanza y tu fe en Mi Corazón, porque así Yo, como tu Madre, te enseñaré a ser diferente, desde el momento en que confirmes dentro de tu ser que ya no aceptas más cargar con tantos errores cometidos.
Confía en el poder infinito de la Misericordia de Mi Hijo, porque será Su Divina Misericordia la que te guiará hacia el camino de la redención y de la rehabilitación.
Comprendo que no es fácil ver la realidad interior tal cual es, pero anímate a superar las barreras del sufrimiento para que la poderosa energía de la gracia actúe en todo y, así, vuelvas a vencer en el Amor de Cristo.
Desde ahora, decídete a cambiar tu destino para que la Mano de Dios te conduzca hasta Su Casa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Confía en que Mi Inmaculado Corazón te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos. Pero, has de saber que no todo se destruirá, porque la Ley corrige, pero no lastima. La Ley eleva y le da claridad a la consciencia sobre la realidad.
Por eso, confía en que Mi Inmaculado Corazón te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos. Porque, a pesar de que la mayoría de las almas despierten de manera abrupta a lo que desde siempre estuvieron dormidas, esto llevará a que la humanidad viva un proceso de cambio que en algunos casos será intenso.
Pero Mi Corazón Inmaculado, que todo lo soporta, te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos.
Anímate a caminar a Mi lado, tomando fuerte Mi Mano y con la otra mano sosteniendo el rosario con la oración del corazón, sin esperar resultados, solo haciéndolo por amor, a la paciente espera de la Voluntad Divina.
En esa entrega, que es incondicional y sincera, vivirás ese cambio también en tu consciencia.
Confía, porque Mi Inmaculado Corazón te dará la fuerza espiritual e interior que necesitas para saber atravesar el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Ustedes saben que, en estos tiempos, la espiritualidad de la humanidad se está corrompiendo debido a las influencias de la vida material y de los placeres que viven millones de almas.
Esa es la razón por la cual la conexión espiritual con lo verdadero está interferida; esa interferencia es generada por fuerzas espirituales no elevadas que despiertan en las almas la necesidad de tener poder o prestigio, tanto en la vida espiritual como en la sociedad.
Así, las consciencias creen estar bien conectadas, cuando, en verdad, están siendo influenciadas. Eso es lo que lleva a que millones de almas tomen decisiones impulsivas y, en muchos casos, destruyan su propia espiritualidad.
La Ley de la Justicia Divina vendrá para revelar y corregir ese desvío de la mayoría de la humanidad, así como también vendrá la Ley de la Liberación, la que será aplicada para desobstruir el plano psíquico del planeta de todas las interferencias vividas a través de los tiempos.
Por eso, habrá mucho que liberar en estos tiempos y, así, cortar las raíces que el propio adversario hizo crecer en miles de consciencias que están dentro de la ilusión de ser elevadas.
La consciencia angélica será la encomendada para revelar y colocar en evidencia esas realidades paralelas que solo se alimentan de los sueños de las personas.
Todo será exorcizado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La vida pasa, efímera y simple en lo que les es palpable, para revelar una eternidad y una Verdad sublime. Toda expresión de vida que no es material no perece y perdura, para demostrarle a los hombres en donde debe estar su corazón.
Las memorias, los aprendizajes, los ejemplos, las enseñanzas, los verdaderos sentimientos de amor, todo eso permanece vivo, dentro y fuera de los hombres y también en el Corazón de Dios y en los Libros Sagrados, como parte de la historia de la humanidad, como parte de la historia de la renovación del Corazón del Padre.
La vida pasa de forma tan ligera para revelar una Verdad y un misterio que trasciende el cuerpo y el entendimiento humano: hay una realidad que excede a toda la sabiduría que la humanidad ya conoció; hay una Vida que trasciende todo lo que hoy ustedes comprenden como vida.
Vean, hijos, como el Eterno toca a sus puertas para que entren en el Tiempo del no tiempo, en el Tiempo Real.
Dejen que este momento no sea para ustedes una pérdida, sino un hilo con la Verdad, porque su Instructor en la Tierra deja el mundo para alzarlos hacia el Universo. Todo lo que él aprendió en vida los elevará hacia una Vida Mayor, y los aprendizajes sublimes que vivirá en el Universo él se los revelará al corazón, como una enseñanza superior.
Por eso, abracen este momento como un paso hacia el Infinito. Dejen que este nuevo ciclo de su Instructor y Maestro, de esta y de muchas vidas más, los eleve hacia nuevos ciclos, como Obra y como seres en evolución.
Aquel que acompañe este momento con gratitud dará un paso hacia el Infinito y colocará no solo su corazón, sino a una parte de la consciencia humana, más cerca de Dios, en Su Eternidad.
La Eternidad, hijos, no es la muerte. La Eternidad es la Vida revelada.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Llegó el momento de retornar, retornar al Corazón de Dios, retornar al principio puro y simple de su existencia, retornar a la esencia de lo que ustedes son, a la esencia de la Vida.
Llegó el momento de retornar, retornar al Padre, renovados por la presencia de Su Espíritu, llevando con ustedes todo lo que aprendieron en este mundo y en todos los otros.
Llegó el momento de retornar, retornar en consciencia al punto que dejaron atrás, antes del pecado original; retornar en consciencia a la Verdad, recobrando la sabiduría que, como hijos de Dios, guardan en su mundo interior.
Llegó el momento de retornar, retornar a la Vida y salir de la muerte en la cual muchos escogieron estar.
Llegó el momento de comenzar a recorrer conscientemente el camino de retorno, lo que no significa dejar de existir, sino existir dentro de la Verdad, perteneciendo a la Verdad, siendo uno con ella.
Retornar significa volver a la Consciencia Divina, volver a la consciencia de su Origen, destituyendo la fuerza de la ilusión y de la ignorancia, y abriendo espacio para que la realidad se manifieste.
Llegó el momento de retornar, porque todo lo que pertenece a la ilusión se desvanecerá con ella.
Oren y aspiren verdaderamente a estar en Dios, a conocer y a reconocer Sus misterios, y a dejar que, cada día más, Él se exprese en sus corazones.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Soy la Madre de los no redimidos y vengo en busca de las estrellas caídas, que por diferentes razones se sumergieron en los abismos y perdieron su camino de despertar.
Soy la Madre de los no redimidos y vengo al mundo en busca de las estrellas caídas, que dejaron de brillar y de cumplir con su misión espiritual.
Soy la Madre de los no redimidos y vengo al mundo en busca de las estrellas caídas, que dejaron atrás su legado de otrora y que se han sumergido en la perdición.
Soy la Madre de los no redimidos y vengo al mundo en busca de las estrellas caídas, que se olvidaron del amor, de reconocerlo, por vivir el odio y el dolor.
Soy la Madre de los no redimidos y vengo al mundo en busca de las estrellas caídas, de las esencias que perdieron su pureza original, para que la puedan recuperar y tornarse dignos Hijos de Dios.
Soy la Madre de los no redimidos y vengo al mundo en busca de las estrellas caídas, de las almas que ya no buscan a Dios y lo han dejado de lado, por escoger los caminos de Mi adversario.
Maternalmente vengo en busca de los no redimidos, para poder quitarles de una vez y para siempre la venda de los ojos, para que de esa forma conozcan la realidad y se rediman.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Muchas veces, los ojos humanos no pueden contemplar la realidad planetaria ni encuentran un motivo real para su propia transformación ni algo que los impacte de forma que genere un cambio inmediato y completo en el ser. Es por eso que, en estos tiempos, vengo al mundo para instruirlos, para que puedan conocer realidades sublimes de la existencia que los conduzcan a una búsqueda superior, a la entrega de la vida a un Propósito Mayor, que es el Propósito de Dios. Vengo para intentar abrir, en los hombres, no los ojos del cuerpo, sino los del corazón.
No vengo para ofrecer a las mentes, hechos concretos ni enseñanzas científicas que comprueben la veracidad de la existencia de una vida superior a la vida de este mundo. Yo vengo para que el corazón sienta, en la simplicidad de Mis palabras, lo que Dios los llama a recordar, y para que la propia consciencia, tocada por la Presencia de los Mensajeros Divinos, pueda encontrar el camino perdido de su Origen.
Como les dijo Nuestro Señor, Cristo Jesús, los Reinos de la Naturaleza padecen por la ignorancia de los hombres, que en todo buscan el poder y el usufructo. Y esa ignorancia es la misma que no les permite encontrar la verdad del corazón humano.
Diciendo así, aquellos que saben oír y que meditan en las palabras de los Mensajeros de Dios comprenderán que todas ellas forman un mismo hilo de luz, que está intentando conducir a la humanidad hacia un único despertar.
Al escuchar las palabras de Cristo, no piensen que son para los otros, sino traten de saber en sus vidas en qué punto están faltando con los Reinos de la Naturaleza; hasta dónde tratan solo de usufructuar física, emocional y mentalmente de los Reinos y desde dónde están intentando colaborar de manera consciente con su evolución.
Su grupo de trabajo debe ser uno solo, unido en el Propósito de Dios. Mientras que unos están con Cristo más directamente, liberando y transmutando las raíces de un mal milenario, los otros deben estar buscando esas raíces dentro de la propia consciencia, para extirparlas con el poder de la Misericordia de Cristo; así, todos juntos, podrán conducir a la humanidad hacia la transformación y darle la oportunidad, a toda la consciencia humana, de vivir algo superior y buscar la vida del espíritu.
Yo los amo y, por eso, les enseño a comprender y a vivir la Voluntad de Dios, expresada en las palabras de Sus Mensajeros.
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más