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Queridos hijos:
Ustedes saben que, en estos tiempos, la espiritualidad de la humanidad se está corrompiendo debido a las influencias de la vida material y de los placeres que viven millones de almas.
Esa es la razón por la cual la conexión espiritual con lo verdadero está interferida; esa interferencia es generada por fuerzas espirituales no elevadas que despiertan en las almas la necesidad de tener poder o prestigio, tanto en la vida espiritual como en la sociedad.
Así, las consciencias creen estar bien conectadas, cuando, en verdad, están siendo influenciadas. Eso es lo que lleva a que millones de almas tomen decisiones impulsivas y, en muchos casos, destruyan su propia espiritualidad.
La Ley de la Justicia Divina vendrá para revelar y corregir ese desvío de la mayoría de la humanidad, así como también vendrá la Ley de la Liberación, la que será aplicada para desobstruir el plano psíquico del planeta de todas las interferencias vividas a través de los tiempos.
Por eso, habrá mucho que liberar en estos tiempos y, así, cortar las raíces que el propio adversario hizo crecer en miles de consciencias que están dentro de la ilusión de ser elevadas.
La consciencia angélica será la encomendada para revelar y colocar en evidencia esas realidades paralelas que solo se alimentan de los sueños de las personas.
Todo será exorcizado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Clama, alma pequeña, por tus almas hermanas que duermen en la ilusión de este mundo.
Clama para que la noche sea profunda, pero no eterna. Que ella forje en el interior de los seres la fortaleza que los hará superar pruebas mayores que la oscuridad de la Tierra, pero que no sea esta noche tan intensa, al punto de oscurecer los corazones de los hombres.
Clama para que la Misericordia descienda sobre la Tierra en tiempos de Justicia.
Clama para que ningún castigo sea eterno y para que las almas condenadas por su propia ignorancia puedan salir de los abismos de la ilusión y del desamor.
Clama, alma de Dios, para que tu Padre, que es Eterno y pleno de Amor y de Gracia, no se canse de verter sobre el mundo estos Dones de Su Corazón, para que sean un puente eterno entre Sus criaturas y la Fuente de la Vida.
Clama, alma de Dios, para que tu Padre, que está en los Cielos, pero que también está en todo, escuche tus oraciones y que siendo sinceras ellas sean atendidas.
Clama por los que duermen el sueño de este mundo y clama por los que se creen despiertos, pero que están perdidos en caminos confusos que no llevan a Dios.
Clama para que la Verdad Única se revele y para que la Unidad emerja como una necesidad en los corazones de los hombres.
Clama, alma pequeña, para que los soldados de Cristo, en los cuatro puntos del mundo, perseveren. Que proclamen el Amor más que una doctrina, que proclamen el Amor más que una religión y que se reconozcan en el Amor que disuelve las diferencias y revela a las almas como hermanas en un mismo propósito.
Clama para que este Plan se cumpla. Siéntete parte viva de la consciencia humana y, siendo parte del corazón que pulsa en la Tierra, eleva tu voz a los Cielos y clama al Padre por el establecimiento de Su Voluntad, por el renacimiento de Su Amor, por la consolidación de Su Verbo, por la institución de Sus Leyes, por el cumplimiento de Sus Promesas y, al final de todo, para que Su Imagen y Semejanza se reflejen en los rostros, en los corazones y en las consciencias de todos Sus hijos. Que tu clamor sea eterno y verdadero.
Aquel que te bendice y clama contigo por este mundo y por la Creación,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Cuando los veo dormir ante Mi presencia, solo recuerdo el momento de ustedes en el vientre materno.
Que ese sueño que viven pueda restaurar la consciencia, y que siempre recuerden que guardan en sí un valioso niño interno que aún aprende a crecer en el amor y en la caridad.
Por eso, cuando los veo dormir ante Mi presencia, Me recuerdan también al Niño Jesús entregado a Mis brazos, después de haberlo amamantado con la savia del Espíritu Santo.
Quédense en Mis brazos y entréguenme su cansancio para que Yo los pueda curar y nutrir con la misma esencia con la cual Mi Amado Niño se nutrió.
Déjenme bañarlos con el agua santa, y en Mis brazos los haré dormir para que sientan paz y consolación.
Todo se recuperará, porque los colocaré en la divina cuna de Mi Amado Hijo, para que las Leyes de cura puedan actuar en cada uno de ustedes.
Sonrían a la Madre de todos los hijos del Padre, porque llegó la hora de renovarse.
Les agradezco por estar en Mis brazos.
Los protege maternalmente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Yo soy la Bienaventurada Virgen María, soy la que les habla, soy la que les comunica, soy la que los guía, soy la que los ama, soy la que los adora, soy la que los pacifica y soy la que templa sus corazones.
Queridos hijos, hace un año, estuve con ustedes en Aurora, Uruguay y hoy, después de tantos acontecimientos, Mi Corazón Inmaculado está con toda la humanidad.
Hijos Míos, Mi llamado es extraordinario porque Mi Corazón les pide que reenciendan la llama de la devoción en sus corazones.
Queridos hijos, es momento de que despierten del sueño, para que puedan percibir que están en otro tiempo.
Ahora, solo les bastará a los rebaños de Mi Hijo seguir los pasos de la Señora Vestida de Sol, porque Ella ya ha lanzado hacia la Tierra las doce estrellas de la salvación para el mundo.
Quien tenga ojos para ver, que vea; quien tenga corazón humilde para sentir, que sienta. Es el momento de dar la propia vida a Dios, de entregarse por entero a los Planes del Altísimo, y esto comienza a partir de los sentimientos y de los proyectos de vida.
Queridos hijos, a través del poder de la oración percibirán que ustedes, como tantos otros hijos Míos, están dentro de la última barca espiritual que es conducida por la Estrella de la Mañana, Estrella que por segunda vez anuncia la venida del Hijo de Dios.
Queridos hijos, con sus corazones abiertos y sus manos en oración, sostendrán el paso mayor que deberá dar el mundo. Por eso, vigilen con amor todo lo que han construido con fe durante este tiempo, caminen con confianza y renuévense todos los días con la vida sublime de la oración.
Hijos Míos, la Madre del Cielo los acompaña, los bendice y ora por ustedes. Oro para que ahora el mundo perciba en dónde se encuentra. Oro al Espíritu Santo para que la sabiduría despierte en el corazón de Mis hijos. Oro clamando a Mi Hijo por una oportunidad. Oro por aquellos que día a día son desviados del camino de la redención por la acción del pecado.
Queridos hijos, ustedes deben orar Conmigo sin compromisos ni demora, porque la oración es el alimento para sus vidas, la oración debe darles vida a sus espíritus.
Hijos Míos, ¿quién dará todo de sí para que el mundo se salve?
Mi llamado quiere reverberar en sus corazones, pero aún en algunos de ustedes el llamado se pierde.
Oren a Dios y ámenlo, Él es muy ofendido por las voluntades humanas en este tiempo. Alivien las cargas que el mundo le genera, vivan a Dios en el amor y en la verdad.
Queridos hijos, oren para que el Padre les dé Su amorosa Misericordia. Si ustedes quieren que el mundo cambie, deberán orar por la paz, porque la paz debe darse primero en sus corazones, para que después haya paz en todo el mundo. El tiempo que vive la humanidad exigirá de sus vidas un mayor sacrificio, para que se cumplan así los Planes del Padre.
Yo abrazo a cada uno de sus corazones, pero todo podrá mudar cuando tan solo preparen el camino para lo nuevo mediante la oración.
Sean ejemplo de santidad y de fe, sean humildes y simples, porque será necesario que muchos de Mis hijos se conviertan al Único Dios a través de la oración del corazón y de la caridad.
Hijos amados, solo quiero que estén más tiempo en Mi Paz y que a partir de allí vivan en la paz, para que otros también la puedan vivir.
Hijos, sus vidas ya están creciendo después de todo lo que les fue entregado por la Señora del Cielo, durante los últimos años.
Ahora, los nuevos pastores, los pastores de la oración, los pastores de la fe, los pastores de la Misericordia, los pastores que son formados por la Iglesia de Mi Hijo Jesús deberán reordenar la vida y el camino de las almas.
Oren para que los pastores de Mi Hijo puedan ser guiados por el Espíritu Santo. Apóyenlos, porque en sus manos está el camino de muchas almas al Paraíso.
Unámonos, en el amor y en la oración, a los pastores de Cristo, el Redentor.
¡Les agradezco, queridos hijos, por recibirme con devoción en este bendito día de Gracia!
Los bendigo, ¡alabado sea Jesús!
Gracias por escuchar Mi último llamado para este tiempo.
María, Señora del bendito y santísimo Rosario de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más