- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Queridos hijos:
Mientras el mundo entero sufre por la falta de mirar a nuestro Dios Supremo con amor, hoy en este bienaventurado y glorificado día de aniversario, Mi Corazón materno está entre ustedes para entregarles de nuevo la paz y el bien, el amor y el perdón del universo.
Como Madre de las Gracias, los invito a colocar sus seres debajo de los Rayos azules que emanan el poderoso manantial de Mi Gracia suprema. Esto lo conseguirán, Mis queridos, a través de la oración.
En estos tiempos de grandes cambios, Dios observa la respuesta amorosa de todas Sus criaturas; por eso Él, en Su eterna Gloria, Me envía al mundo para advertirle y guiarlo por el camino espiritual de cada alma.
Queridos, como Madre Universal, en el fin de estos tiempos de crisis, estoy uniendo almas y corazones bajo un mismo propósito de paz y de conversión.
El Señor me ha pedido que persista por la humanidad y, como Mi Amor inmaculado por ustedes es infinito y predilecto, Mi Hijo también llega a su encuentro para indicarles y para recordarles el único camino que los lleva a Dios, que es el camino de la oración del corazón.
En este aniversario especial de Mi Presencia en Aurora, Yo aspiro a que sus espíritus recojan los frutos que con tanto amor les estaré entregando a través de Mis Apariciones. Por eso, reconozcan ahora, Mis queridos hijos, que ustedes no están solos en este camino que cada uno vive día a día.
Quiero ahora agradecerles la respuesta de todos a Mi llamado para construir el Puente de la Misericordia. Hoy también les pido que me ayuden voluntariamente a terminar de construir los senderos en el Centro Mariano de Aurora. Así, Mis pedidos serán cumplidos por el amor de todos Mis hijos.
Mi Rayo del Orden y del Ceremonial deberá establecerse en el Centro Mariano de Aurora, para eso todo deberá estar terminado según Mis benditas intenciones. De esta manera, esta parte de América del Sur podrá recibir Mis Gracias por medio de la irradiación armoniosa del Centro Mariano de Aurora.
Queridos hijos, hoy es un día de celebración celestial; por eso, únanse a los ángeles del Cielo para que la Misericordia y la Gracia de Dios desciendan sobre la Tierra.
¡Les agradezco a los peregrinos por haber respondido a Mi llamado durante este último tiempo!
Los bendice en el Amor de Jesús,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Reluce en Mi Corazón la esperanza de una Nueva Aurora y, como una verde esmeralda, brota de Mi pecho una señal que fue enviada por el Señor, como respuesta al pedido de cura de las almas.
Hijos Míos, aquellos que en este día abran sus corazones recibirán Gracias especiales, porque hoy las puertas del Cielo están especialmente abiertas. Hoy nace en el universo un nuevo ciclo, en el que podrán renovarse en el perdón y en la redención de Dios.
Es tiempo de soltar definitivamente las viejas vestiduras que ya no les sirven al cuerpo y, sin vergüenza, verse despojados delante de Dios; porque cuando nos permitimos ser verdaderos ante los Ojos del Creador, Él se puede aproximar a nosotros y sacarse Su propio Manto para cubrir nuestro cuerpo.
Hijos Míos, ya no son tiempos de temer lo desconocido, de tener miedo de enfrentar lo que vendrá, tampoco es tiempo de ser indiferentes a las revelaciones que el Señor les envía.
Abran sus corazones y sus espíritus, y de esa forma, Mi Corazón reciba un permiso de la humanidad para que de Mis propios labios broten revelaciones que hasta hoy están ocultas y que deben ser develadas al mundo entero.
Hijos Míos, la única forma de que el mundo salga de la ignorancia en la cual está sumergido es encontrando en otros corazones el ejemplo de fe y persistencia. Si cada uno decide, con la voluntad del espíritu, ser ejemplo para el prójimo, mucho podrá cambiar, porque Mi Verbo solo podrá ser emitido si hubieran corazones dispuestos a oírlo y, más que eso, a seguirlo y practicarlo en la vida, con amor.
Si hoy Mi Corazón conmemora seis años de Apariciones a sus pequeños seres, sepan que hay en el mundo, entre ustedes, seres que viven Mi Mensaje y que posibilitan que Mi Corazón renueve el compromiso con toda la humanidad.
Si unos pocos corazones, que hoy viven Mis pedidos y Mis instrucciones, permitieron que, durante seis años, Yo estuviera a su lado, imaginen ahora cuánto podría hacer y a dónde podría llegar si otros corazones se encendieran en este propósito de vivir la Paz.
Aún falta mucho para que el verdadero Plan de Dios se concrete en este mundo, y también larga deberá ser Mi jornada en la Tierra, pero la plenitud de esta misión mariana depende de la respuesta de los seres humanos.
Por eso, hoy, en el aniversario de Mis Apariciones, Yo les pido que realmente se renueven Conmigo y se permitan dar un nuevo paso en dirección a Dios.
No esperen el ejemplo del prójimo, sino, a través de la fe, enciendan sus corazones y sean, cada uno, una antorcha que llega para iluminar el camino de aquellos que están en la oscuridad y que no saben ni siquiera en qué dirección deberán dar el primer paso.
Vengan a Mí, que Yo los aguardo siempre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Reina de la Nueva Aurora
Queridos hijos:
Una vez más les ruego que acompañen todos Mis Mensajes desde el corazón, porque ya es tiempo de que vivan Mis Palabras, ellas han intentado construir algo inquebrantable dentro de sus seres. Ahora, Dios Me ha pedido que, después de todo lo que les he entregado a Mis queridos hijos, Yo le entregue a Él los frutos que deposité en cada uno de sus corazones.
Por eso, Mi consciencia maternal se manifiesta a través de impulsos espirituales a todos los que se abren para recibir el conocimiento de otras Leyes, Leyes que no están presentes en sus seres, pero que ustedes sí pueden estar unidos a ellas.
Mi Obra es una obra de paz, de fraternidad y de hermandad.
Todas las piezas que Yo moldeo, día a día, son entregadas después a Mi Hijo, para que Él las encamine hacia su misión final. Pero algunas de estas piezas, que forman parte del Todo, son duras de pulir. Por eso, Mi Amor que es profundo y verdadero por todos ustedes, intenta desterrar aquello que ya debe morir para que así nazca el nuevo espíritu.
A lo largo de los siglos, siempre le advertí a la humanidad que si ella no cambiaba de actitud, tiempos difíciles llegarían a la puerta de la vida de cada ser. Ahora, estos tiempos ya llegaron, tiempos de equivocadas acciones en el aborto, el suicidio, la mentira, el poder y el deshonor; los que en algunos corazones desbordan más que un río.
Pero Mi Corazón, que es paciente y manso, los quiere llevar a encontrar la Verdad, la Verdad de Dios para sus vidas, porque será a través de su transparencia y de su oración que se transformarán en aquello que Dios tanto espera y, de esa forma, ustedes como parte de toda esta única humanidad ayudarán a que ella se convierta pronto.
No se olviden, Mis queridos hijos, de que lo que fue escrito en la Biblia Sagrada se está cumpliendo, de una forma que muchos no perciben por estar llenos de otras cosas en vez de aferrarse a los poderes de la oración.
Si en verdad el mundo quisiera estar en el Reino de Dios, ya no cometería algunas acciones que perjudican siempre a los más desprotegidos y pobres.
Por eso, Mi Amor ingresa al mundo como una nueva Ley para que Mis hijos reaccionen, ya no son tiempos de vivir en las pequeñas insignificancias, sino que es tiempo de adquirir a través del Espíritu Santo una fuerza mayor para ayudar a los Planes de Dios.
Por medio de la Gracia y de la Misericordia, sé que ustedes podrán acompañarme y darán los pasos maduros hacia la conversión que los llevará a vivir la liberación. Hoy, más que nunca, los rebaños de Cristo deberán ser uno solo para que, a través de la oración, creen un muro protector que los separe del mal y los una más a Dios Todopoderoso.
Queridos hijos, he querido ser fiel a ustedes ante la situación planetaria, pues es hora de vivir la vida desde otra postura interior, porque su universo interior en este tiempo debe colaborar con el Plan del universo. Ustedes deben ser portadores de los nuevos códigos crísticos que Mi Hijo está derramando en aquellos que le dijeron sí.
Por eso, es hora de retirar de ustedes lo viejo, aquello que duele en lo profundo de sus corazones, para que en la oración alcancen la fuerza preciosa que irradia el perdón.
Queridos hijos, Yo los quiero preparar e instruir, porque la Mujer Vestida de Sol se está anunciando al mundo por última vez antes del nacimiento de la Nueva Humanidad.
¡Les agradezco por madurar en la fe y en la confianza en Dios!
Los bendice siempre,
María, Madre y Reina de la Paz y de la Reconciliación
Hermanos:
Recuerden que Yo Soy su Rey de la Paz y que a través de Mi Paz encontrarán el camino de la armonía que tanto buscan.
Hoy los invito a ser constantes y pacientes en el camino de la entrega y del vacío de sí que ustedes han decidido vivir Conmigo.
Como buenos discípulos, Yo los reúno para recordarles que todos los días deben perdonar y trabajar para que ese amoroso perdón se extienda al mundo entero, porque es a través de ustedes que Yo conseguiré realizar Mis Planes.
Les recuerdo la importancia de trabajar también por la profunda unidad entre sus corazones, así permitirán que los nuevos designios celestiales se manifiesten en aquellos que necesitan de una cálida palabra de consuelo.
Intento prepararlos como simples mediadores de la oración y de la caridad. Existen muchas almas que necesitan del mismo impulso diario que Yo deposito en ustedes, para poder dar los pasos hacia el templo de Mi Sagrado Corazón.
Por eso les recuerdo que también vivan todos los días en la esencia de la humildad, para que la vida orgullosa y vanidosa se pueda desvanecer como la niebla en el amanecer.
Les pido que sean Uno Conmigo, porque solo a través de Mí podrán ser uno con sus semejantes. Solo anímense a ser corregidos y a vivir la transformación de sus corazones, porque ustedes ya Me han dicho sí.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Hoy estoy con ustedes compartiendo desde Mi Corazón, el ardiente tiempo de la purificación que los llevará a encontrar la luz para la conversión.
Cuando el Cielo los llama a la conversión, también los llama a vivir el constante perdón, tan necesario y urgente para encontrar el camino hacia la Divina Misericordia.
Hermanos Míos, Yo los estoy reuniendo para celebrar la cena de su futura redención, cena que vivirán Conmigo y que despertará la nueva consciencia sobre su existencia.
En el camino del esfuerzo y de la constancia se mide el grado de amor de ustedes por los semejantes; a pesar de los tiempos de grandes pruebas, Mi Corazón Misericordioso los alienta a seguir, sin mirar atrás, sin mirar tanto al pasado que los aprisiona. Por esto vivan Conmigo todo el tiempo, para que sus corazones no se separen de Mi Amor Redentor.
Los encontraré siempre en vigilia y en oración, adorando Mi Corazón Eucarístico.
Bajo el Bien de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Fray Elías del Sagrado Corazón: Al término de la Coronilla a la Divina Misericordia esperábamos la llegada del Maestro Jesús, cuando sucedió algo extraordinario: el Niño Jesús apareció en los brazos del Castísimo Corazón de San José, quien con devoción y ejemplo de humildad nos visitó a las tres de la tarde. A partir del momento que el Niño Jesús apareció, Él nos transmitió la siguiente instrucción:
Queridos hermanos Míos:
Hoy, como el Niño Jesús, el pequeño Jesús, vengo en los brazos de Mi Padre para demostrarles que llegarán al Reino de Dios solo si son como pequeños y humildes niños que obedecen con fidelidad y amor los Designios del Padre.
Con este fin, hoy los llamo a reflexionar si sus consciencias piensan y sienten como un niño puro y bueno. Sí así no fuere, a pesar de las experiencias de vida, Yo los invito a consagrarse al Sagrado Corazón del Niño Jesús; porque es a través de un acto de fe y de perdón a ustedes mismos que recibirán la ayuda divina que necesitan para desatar los grandes nudos de la consciencia.
En este viernes, también los llamo a renovarse y a imitar el camino castísimo de San José. Solo deberán colocar en sus corazones la aspiración de transformarse y de abrir camino para que la Voluntad de Dios actúe a través de sus vidas.
San José los ayudará a cultivar un espíritu de humildad y de simplicidad.
Yo los llamo, en este día extraordinario, a afirmarse en el camino que recorrió San José por medio de la obediencia y del absoluto vacío de sí. Si ustedes no vaciaran a tiempo sus corazones de toda propiedad o control interior, ¿cómo serán bendecidos por los tesoros del Cielo?
Están a tiempo de construir el camino de la propia redención, por eso hoy Mi Misericordia se presenta ante ustedes a través de la presencia del Sagrado y Casto Corazón de San José. Todas las veces que no sean puros, castos ni mansos, recuerden que existe un fiel Mediador ante Dios que los está esperando para cruzar el portal de la trascendencia y del desprendimiento interior de ustedes mismos.
Encuentren en San José un padre bueno y venerable, capaz de acompañar como buen pastor a cada una de Mis ovejas.
Les repito con suma compasión: sean como niños antes de que la adultez y la arrogancia quieran conquistar sus preciosas vidas, vidas que solo pueden ser colmadas por el Espíritu de Dios, vidas que pueden transmitir el impulso de la Misericordia Divina a toda la Tierra.
Los espero en oración y en reflexión en el Casto Corazón del Padre San José.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis mensajes en el corazón.
Cristo Jesús, el Redentor
La consciencia verdadera de lo que es la Vida solo llega al hombre a través del Espíritu Santo. Mi Espíritu Inmaculado y el Espíritu Sacratísimo de Mi Hijo provienen del Espíritu Santo. Pero hoy, quiero revelarles que no es necesario que sean originalmente concebidos por el Santo Espíritu para vivir las Gracias infinitas que vivimos Jesús y Yo hace 2013 años.
El Espíritu Santo transforma todo lo que toca, Su Fuego purifica en Luz todo lo que se aproxima a Él. Un alma que fue tocada por el Espíritu Santo jamás será la misma, aun durante otras existencias en el Reino de los Cielos.
El Espíritu de Dios transforma incluso el destino espiritual de los seres, porque aquel que se abre a recibir un toque glorioso del Espíritu Santo, asume con el Creador el compromiso de servirlo eternamente.
El Espíritu Santo es un misterio para el mundo porque está en todo, y todos lo buscan sin saber cómo encontrarlo. El Espíritu Santo se manifiesta como Fuego vivificador y Don sobrehumano, se manifiesta como Amor que a todo ilumina, como Perdón que a todo perdona, como Paz que a todos irradia.
El Espíritu Santo llega cuando menos se espera, porque en el momento en el que menos se lo busca, sin perder la permanente aspiración a encontrarlo, es cuando el corazón abre espacio para que el Espíritu Santo ingrese.
Para que la morada del Espíritu Santo sea eterna en el interior de los seres, la consagración del alma también debe ser eterna, la oferta del corazón debe ser eterna, la aspiración a servir a un único Dios también debe ser eterna.
El Señor conoce profundamente el corazón de Sus criaturas y sabe cuándo un hijo Suyo se confirma de forma perpetua en la unión con Su Corazón Sacratísimo. Y es en ese momento que el Señor envía Su Espíritu omnipresente para encontrar esa nueva morada.
Como el corazón de los hombres es imprevisible, incluso para ellos mismos, solo Dios conoce la verdad sobre las intenciones y sentimientos humanos, sobre las ofertas y las aspiraciones. Por eso, la única cosa que deben hacer sus seres es estar en oferta permanente y reconsagrarse todos los días ante el Universo de Dios, con el corazón puro y sincero.
Busquen sin buscar, porque así van a ser sin percibirlo; y la humildad, que es el primer Don del Espíritu de Dios, llegará a los que no la conocen y no la conocieron jamás. Solo conoce el Don de la humildad aquel que la reconoce en el prójimo, porque el corazón que está verdaderamente pleno del Espíritu Santo está tan próximo a Dios que no percibe los propios avances y las propias virtudes.
Así fue como Jesús, María y José vivieron el Espíritu Santo. Uno reconocía a ese Santo Espíritu en el otro y percibía cuántos Dones Dios había manifestado en aquella familia, plena de caridad y de humildad; pero ninguno de Nosotros observaba en sí mismo la presencia de ese Espíritu. Admirábamos, en silencio y en oración, las virtudes de los demás; y cuanto más percibíamos el Amor que el otro manifestaba por Dios, más plenos de ese Espíritu quedaban nuestros corazones. Y, en Nuestra vida simple, sin embargo llena de misterios, el Espíritu Santo fue manifestándose.
Por eso, hoy les digo que una llave para avanzar es pensar solo en Dios y fortalecer la virtud del prójimo, para que crezca y se desarrolle siempre. Así, aún sin darse cuenta, sus espíritus se irán preparando para recibir al Espíritu de Dios.
Que la paz y la armonía reinen en cada corazón.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Yo estoy presente en sus vidas para enseñarles a perdonar y a amar.
Si en verdad pudieran confiar en Mi Misericordia cada día un poco más, el pasado que los perturba e inquieta se disolvería por la luz que ingresaría en ustedes desde Mi Sagrado Corazón.
Aún tienen la oportunidad de vivir por medio de Mis Rayos Misericordiosos, porque así Mi Plan se podrá cumplir en aquellos que Yo siempre llamo, los más imperfectos y los más olvidados.
Mis Gracias de redención y luz son derramadas a los más simples. Por eso busquen tener siempre un corazón puro y cristalino, amoroso y compasivo como Mi Corazón Insondable.
Quiero que existan Nuevos Cristos que sean verdaderos apóstoles, que demuestren al mundo que es posible vivir en Dios y para Dios como algo hermoso y maravilloso para la vida de cada alma. Por eso Yo necesito que dejen los trajes del pasado para que el corazón y el espíritu se vean libres de toda mancha. El camino para alcanzar esto es la oración misericordiosa y la purificación en estos nuevos tiempos.
Cada uno, como hijo de Dios, recibirá la parte que le cabe purificar sea en el temperamento o en la consciencia; solo preciso del amoroso permiso de ustedes para que Mi Misericordia pueda actuar en todo lo que sus pequeños seres necesiten.
Llegó la hora de que el Maestro de la Luz del Padre reúna de nuevo a Sus amigos para la Cena, con el fin de renovarlos en espíritu y bautizarlos nuevamente con el Agua de Vida de Cristo Jesús.
Sepan que los tiempos ardientes llegaron para todos y que su perseverancia y amor por buscarme todo el tiempo en Mi Misericordia será lo que los unirá a Mi Corazón; así serán aliviados de todo mal.
No reclamen, no castiguen más sus seres, porque en ustedes está Dios y en Dios está Su Amado Hijo que llega para anunciarles la Buena Nueva de la misericordia y de la redención.
Los necesito firmes a pesar de las caídas, irradiando amor y pacificación a pesar de las grandes tribulaciones de la vida, pues en ellas Yo confirmaré en verdad con quien estaré hasta el fin de los tiempos.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Mi espada cortará los malos sentimientos del corazón de todos los que se afligen por alguna causa.
Mis Pies pisarán siempre a la serpiente de la tentación y de la desunión, para que del anochecer al amanecer Mis discípulos no se separen de Mi Propósito.
Mis Rayos fortalecerán el espíritu para liberarlo de las flaquezas, y le brindaré Mi Universal Voluntad de proseguir.
Borraré con Mis Manos y desvaneceré con Mis Dedos todas las amarras del pasado.
Con Mi Corazón iluminaré la noche oscura de aquellos que han decidido estar Conmigo.
Presten atención aquellos que se permiten envolverse con las cosas de este mundo, porque para ellos será más difícil arrancar las raíces que han plantado con sus acciones. Tengan siempre unidad de pensamiento, para que las barreras de la mente se destruyan y solo se construyan los puentes de la hermandad.
Y si aún no se han liberado del pecado, Yo los perdono por no amarse como Yo les he pedido y por no unirse como Yo se los he implorado. Solo les pido que sean consecuentes con Mi Redentora Presencia, así el Señor les agradecerá por haber cultivado un espíritu de humildad y de pacificación.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mis Palabras con el corazón.
Vuestro Maestro Interior, Cristo Jesús
Entra en Mi Corazón de Luz y, en el silencio, te mostraré las respuestas que tanto buscas.
Únete a Mi Corazón Inmaculado y te llevaré a un estado de paz que aún desconoces.
Ven a Mí, en oración, y te daré a conocer los poderes de un Verbo que redime a las almas y restaura el mundo.
Permite que, a través de la comunión con Mi Hijo Jesús, el sagrado Cuerpo de Cristo transforme tu ser y tu existencia, transforme el curso de tu vida y reescriba tu historia en la Tierra y en el Universo de Dios.
Deja, hijo Mío, que la confesión con Cristo limpie tu corazón, atraiga al mundo el perdón y deposite en tu ser la infinita Misericordia que el Sagrado Corazón trae a la Tierra.
Encuentra en los Sacramentos la fuerza de tu vida, vive en los Sacramentos y por los Sacramentos. Transforma tu día a día en una comunión con lo Divino, para que lo Sagrado retorne a este mundo.
Hijos Míos, les quiero enseñar a estar siempre en el Corazón de Dios, quiero mostrarles el camino hacia la transformación, quiero conducirlos a lo Sagrado, a lo Divino y a lo verdadero, pero necesito que todos escuchen Mi llamado y practiquen Mis Palabras.
¿De qué les servirá solo oír Mi Voz, si no siguen las Instrucciones que les traigo?
Hace mucho tiempo que le hablo al mundo, le traigo de los Cielos las llaves para la salvación y para el encuentro eterno con Cristo; pero Mis hijos no Me escuchan, no profundizan en Mi llamado y no encuentran fuerzas en Mi Corazón para responder a la sagrada Voluntad de Dios.
Busquen las Palabras que les pronuncié a lo largo de los años, de los siglos; y podrán percibir en el corazón que se cumplieran lo que les pido, sus vidas no serían las mismas, y las dificultades y miserias del mundo tampoco serían las mismas.
Es tiempo, Mis queridos, de que cada uno cumpla verdaderamente su parte; que dé su respuesta a lo Alto, consciente de que eres parte de una humanidad que se pierde en las ilusiones del mundo.
Eleven los brazos hacia lo alto y pidan el auxilio de Dios para transformar aquello que no alcanzan por sí solos, pero no esperen que Dios los transforme por Sí mismo, sino den los pasos en dirección a la transformación.
Ya no digan, hijos Míos, que no saben cómo hacerlo, porque durante un año Mi Corazón les dictó diariamente los pasos que deberían dar. Y ahora, en infinita Misericordia, Mi Hijo desciende sobre la Tierra a dictarles, día a día, preciosas Instrucciones sobre cómo alcanzar el Reino de los Cielos.
Necesito contar con Mis soldados, necesito sus pasos en el camino de Mi Hijo; porque, hijos Míos, el mundo entero necesita esta transformación y aquellos que digan sí y que caminen, lo harán por todos.
Les agradezco por estar siempre Conmigo.
Yo los amo,
María, Madre y Reina de la Paz
Los que están más cansados de sí son los que, con humildad, deben venir hacia Mí. Pues aunque parezca que todo está igual, todo cambia en el interior del corazón que afirma día a día su compromiso eterno Conmigo. Y en el espíritu, todo cambia rápido cuando el corazón confía en Mi Misericordia todos los días a las tres de la tarde, porque es allí y en ese horario que Mi Consciencia hace milagros de liberación y de transfiguración en sus pequeñas células.
Comprendan ese misterio del poder infinito de Mi Perdón porque cada día que Yo desciendo desde el Cielo para entregarles Mis Pobres Palabras, Mi Luz Misericordiosa los absuelve antes de que cometan nuevamente un error.
Mi Corazón no se acongoja ni sufre por la cantidad de faltas que cometen las almas, en cambio Mi Corazón queda solitario en un desierto y con sed porque las almas no dirigen sus problemas mundanos hacia Mi Corazón, que todo lo puede y todo lo transforma.
A Mis compañeros les digo que hasta el fin de la vida sobre este mundo, encontrarán una prueba y un desafío para superar, en honra al Proyecto Redentor de Mi Sagrado Corazón. Y por más que la misma prueba se repita en sus vidas, nunca dejen de pedir auxilio y de humillarse ante Dios reconociendo su estado de imperfección. Porque así Mi Corazón siempre los reparará y los salvará mediante la Gracia que Yo he obtenido por los méritos de Mi Pasión en la Cruz.
Sean transparentes como el agua y puros como las flores para reconocer que nada podrán cambiar por sí mismos sin antes clamar por Mi Divina Misericordia.
Aquellos que aún naufragan en las pruebas, como dentro de una barca sin rumbo ni dirección, mediten si en verdad están clamando por Mi misericordioso auxilio de amor. Si así lo hicieran no permitirían que su arrogancia los ahogue como en el océano y, en la superficie de ese mar de oscuridad y de desafíos, podrían ver la Luz de la salvación que proviene de Mi Eterno Corazón.
Amo a aquellas almas que con simple valentía Me dicen todos los días cuánto Me quieren tener presente en sus vidas, porque a todas esas almas las recompensaré con Mi Perdón Sideral.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar en paz sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús, vuestro Salvador
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Misión Mariana Uruguay será denominada la tarea de los grupos actuales de oración que colaborarán en el surgimiento de los 19 nuevos grupos marianos que representarán a los departamentos de Uruguay.
Bajo este emblema: “Caminando a través de María”, también los peregrinos de otras naciones podrán colaborar con amor, para que esta obra del fin del tiempo se lleve adelante.
Queridos hijos, cuando Mi Corazón materno les pide esta misión es porque Dios observa que sus corazones podrán ayudar a que todo Uruguay alcance un tiempo más de paz.
Hijos Míos, ustedes serán los apóstoles precursores de Mi Inmaculado Corazón para que esta sagrada e inmaculada misión, que les entrega la Reina del Cielo, pueda rápidamente expandirse por Brasil, Argentina, Paraguay y después por todas las Américas.
Queridos hijos, será a través de ustedes que Dios conseguirá que muchos de Sus hijos vuelvan a orar, para que así todo el mundo se reconcilie con Él y retorne al Reino del Cielo.
Hijos Míos, Mi Corazón de Madre acompañará los caminos que sus pies vayan andando. Por eso, no teman por dónde comenzar, es hora de que sus corazones puros puedan reflejar el verdadero amor que guardan por Dios y por Su Hijo Jesús, así ustedes aprenderán a amar la Voluntad de Dios para ustedes.
Los invito, queridos hijos, a unirse en espíritu a este Proyecto Mariano. A la nueva Red-Luz de Uruguay le ha llegado el momento de despertar, como ha despertado en otras naciones hermanas. La finalidad espiritual es que, al fin de todo, cuando los grupos oren mucho por sus propios países, Dios los mire, los contemple y les dé el perdón que necesitan para ingresar al Paraíso.
Queridos hijos, estoy con ustedes, porque pronto verán los frutos de la conversión en sus corazones y en los corazones de todos sus hermanos. Entren en confianza en el Reino de Mi Corazón, porque así Yo los guiaré y les marcaré los pasos para que encuentren a Mi Hijo Jesús.
Ahora, necesito en estos tiempos de misioneros que no solo vivan la oración, sino también que vivan el servicio para alcanzar la redención del corazón.
Queridos hijos, los necesito día a día y cuento con ustedes para que, a través de esta misión, que se iniciará a partir del mes de junio de este año, puedan aproximarme a muchos hijos Míos que se han separado de Mi maternidad.
Si responden a este llamado, Uruguay estará en otros planes del Creador. Intenten estar en Mi Paz y en Mi Amor, porque así los consolaré.
¡Les agradezco por despertar a este llamado!
Los bendice y los ama,
María, Madre y Reina de la Paz
Bienaventurados serán los que comprendan Mi Presencia, los que confíen en Mis Palabras y los que sigan a Mi Corazón.
A los que aspiran a alcanzar el Reino de los Cielos, Yo les digo que esta es la hora de la conversión, de entregar todas las faltas a Dios y de recibir en humildad el perdón que Él les envía.
Hijos Míos, una vez más les digo que despierten. Despierten a tiempo para recibir la Misericordia que brota como un manantial infinito del Reino de Dios. Despierten a tiempo para ver que las Manos del Señor se extienden en dirección a sus manos; que el Corazón del Señor se abre para recibir a sus corazones; que el Perdón del Señor esta pronto para borrar definitivamente todas las deudas que tienen con Dios.
Amados hijos, aún hay tiempo de tomar una decisión correcta en sus vidas. Hay tiempo de ser verdaderos servidores, dispuestos a manifestar la Voluntad de Dios. Aún hay tiempo para equilibrar la parte que les cabe de este mundo a través de la oración, del ayuno y de la confesión sincera con Cristo.
Cuando les digo que hay tiempo, es porque hay tiempo para actuar, para decidirse a responder ahora al llamado de los Cielos. Cuando les digo que están a tiempo, quiero mostrarles la oportunidad de reconversión que el Señor coloca delante de sus vidas, para que aún los que se creen despiertos puedan despertar realmente al último llamado de Dios.
Hijos Míos, el Señor ya les envió todas las Gracias, les ofertó a Su Hijo, a Su Reino, a Su Sierva fiel, a Sus huestes de ángeles. ¿Qué más esperan para aceptar el llamado de Dios? ¿Qué más podemos hacer para que la voluntad de despertar sea mayor que el sueño que sienten?
El mundo duerme, hijos queridos, ante la existencia de una vida mayor. Hay muchos que escogieron no despertar y cerraron los ojos a la existencia de Dios. Hay muchos que creen servir al Señor y no percibieron que hace mucho tiempo le cerraron las puertas. Hay muchos que dan muy poco de sí, cuando el mundo necesita que cada uno de todo de sí.
Es tiempo de donarse, pequeños hijos, donarse al Creador de todas las cosas, Quien es la propia donación que les donó la vida y que les oferta la eternidad.
Tan inmensa es la Misericordia de Dios que Él no se cansa de llamar a los que más le faltan y se olvidan de Su existencia; Él no se cansa de llamarlos y, de todas las maneras, intenta traer de vuelta a Sus hijos que se perdieron en el camino.
Por eso, estoy aquí, hijos Míos. Soy la Madre de sus corazones, enviada por el Señor Supremo para despertar a sus consciencias, para tornarlas activas y orantes. Yo estoy aquí, pues ya es la hora del rescate y Mis soldados deben estar prontos, pues mucho trabajo les aguarda.
Si conocieran el mundo como Yo lo conozco, jamás habría quejas en sus vidas y, de una vez por todas, decidirían acompañarme.
Por eso, Mis queridos, coloquen a Mis pies todas sus dificultades y permítanme ser la Guía de sus vidas, a través de la oración permanente.
Vengan Conmigo, no teman acompañarme. Yo los aguardo hace mucho tiempo. Hace siglos que la humanidad se prepara, es hora de comenzar a actuar.
Si quieren saber por dónde comenzar, dónde estar y qué hacer, oren, oren y oren. Ayunen de verdad, comulguen con Mi Hijo y escuchen Sus Palabras diarias.
Caminen, caminen, pues están a tiempo.
Les gradezco por escuchar Mi urgente llamado con el corazón.
María, Madre del Mundo y Reina de la Paz
Queridos, siempre queridos:
Que nunca pierdan los pasos que Yo les marco en el camino, porque así se aproximarán siempre al verdadero camino de retorno a Dios.
Que hoy puedan perder la voluntad propia para que aprendan a amar la Voluntad Divina.
Estoy entre ustedes para mostrarles el único camino que muchos de los Míos necesitarán recorrer, sin restricciones ni ideas. Libérense del pasado e ingresen por el Portal de Mi Corazón hasta la Casa de Mi Padre. Caminen día a día hacia Mi Corazón; Yo los perdono porque los amo como verdaderas esencias.
Bajo el Amor del Padre, sean amorosos.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Cuando sus corazones se manchan por las faltas, Mi Corazón derrama Su Sangre para lavarlos y purificarlos de toda perturbación. Así es la inmensidad de Mi Misericordia, porque Mi Verdad se hace verdad y sabiduría en aquellos que en humildad reconocen los errores.
Mis Rayos se desplazan por la senda del mundo para tocar con Mi Luz a aquellos que bruscamente se han separado del Creador. Por eso, aguarden Mi Presencia todos los días y no pierdan la esperanza de convertir por entero sus vidas a Mi Sabio Corazón.
Estoy con ustedes hasta en los errores; anímense a dejar atrás aquello que los ata al pasado. No teman por cuántas veces caen frente a Mí, pero sí teman olvidarse alguna vez de pedirme ayuda para que Yo los pueda acompañar a llevar la cruz que Mi Padre les confió.
Alivien sus corazones en Mi Corazón mediante el poder de Mi Sabiduría. Que sus espíritus procuren estar unidos a Mi Espíritu a pesar de las pruebas, porque así Me permitirán ayudar a sus consciencias.
Acepten Mi Perdón y caminen en la fe que despierta por la fuerza de su devoción.
Estoy con ustedes, hijos Míos. Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Mi Sacerdocio Pastoral acompaña a aquellos seguidores Míos, como lo son los sacerdotes consagrados al Sagrado Corazón de Jesús, para que ellos adquieran el Don de la sabia Palabra de Dios. Por medio de sus ejercicios espirituales en la Santa y Sagrada Comunión, ellos elevan al Cielo a miles de almas, almas que esperan alcanzar la Luz Eterna.
Por la Sagrada Comunión muchas faltas son perdonadas y el corazón del hombre encuentra en cada nueva ceremonia al Hijo Primogénito resplandeciente en Gloria. Cada acto interno de Comunión realizado por las buenas almas de los sacerdotes abre las puertas de los Cielos para que se hagan presentes la Gracia y la Reconciliación.
Por ese Don Divino del perdón, ustedes y todos los seguidores de Cristo deberán velar, porque, en estos tiempos de intensos cambios, las almas solitarias y las almas vacías del Amor de Dios encontrarán el refugio perfecto que tanto buscan.
Amen a los ministros que profesan su fe en el sublime encuentro con la Comunión, vean en ellos Mi Presencia manifestada y recojan de sus enseñanzas el Don para sus vidas. Para reconocer a Mis amados pastores deberán estar en otro estado, lo que lograrán por medio de la oración del corazón.
Oren por Mis ministros porque ellos, a través de Mí, conducirán el despertar de los nuevos rebaños del Gran Pastor.
Bajo la Gloria del Padre y del Espíritu Santo, sean misericordiosos y guardianes de la Palabra de Vida del Evangelio.
Gracias por unir sus corazones a Mi Propósito de redención y salvación.
Cristo Jesús
Queridos Míos:
Adoro a los que se arrepienten de corazón por todo lo que han hecho; dichosos de ellos porque serán transparentes como la sinceridad que brota del corazón.
Ánimo y valentía son necesarios en estos tiempos; quien se encuentre consigo mismo sabrá qué es lo que deberá purificar del corazón y, si se toma de Mi manto, nada en él temblará y sabrá cómo proceder correctamente en el camino de la transformación.
Para que eso suceda surge el poder de Mi Misericordia, que equilibrará al mundo de las consecuencias del pecado y le posibilitará vivir en la salvación del corazón para alcanzar la Eternidad. Deben velar antes que nada por ustedes mismos, para percibir qué es aquello que aún no se ha purificado y qué significa una piedra incrustada en el camino de la redención.
Vigilen Conmigo, únanse a Mí para que en estos tiempos se revelen los misterios más ocultos de la consciencia, los cuales necesitan de perdón, cura y misericordia. No teman perder el control de la vida ni teman quedarse vacíos de ustedes mismos, ese será el comienzo para que el alma viva el estado de consagración a los Planes del Padre.
Corran hacia Mí y liberen sus flaquezas, abandónense por entero en Mis Brazos y déjenme ser en ustedes, lo que intento desde el surgimiento de sus vidas. Sean valientes y con coraje libérense de las amarras.
El primer paso es vivir en Mi Voluntad para después conocer la consagración de la vida a Dios.
Bajo la Misericordia del Padre, confíen en Mi Llamado.
Gracias por consagrar la vida al Padre Creador.
Cristo Jesús
Queridos hijos:
En esta mañana, vengo a anunciarles que Mi Corazón estará entre ustedes durante todo el día, acompañando la vigilia y la oración que harán Conmigo. Por eso, espero de sus corazones una total apertura al Señor, a fin de que Su Reino pueda llegar a la Tierra y permanecer en ella para el rescate y la salvación de las almas.
Esta es una semana de especial Misericordia, porque el Señor Me permitió estar aun más próxima de Mis hijos y, junto con ellos, trabajar por la salvación de las almas.
En este día, recojo la oferta de todos, para que coloquen a Mis pies, no solo los talentos de sus corazones, sino también las miserias. Y, para encontrar Conmigo y a través de Mí el camino de la conversión, les digo que el camino más corto es el del servicio, de la oración, de la confesión y del ayuno.
Cuando oran por las almas con el mismo fervor con el que oran por sí mismos, cuando claman por el mundo con un verbo que emerge de lo más profundo del ser, el Señor vuelve Sus Ojos hacia la Tierra y envía en su auxilio a Sus Huestes, portadoras de la redención y de la Misericordia.
Cuando sirven con gratitud, con paz y con reverencia a las almas, la Misericordia Divina encuentra espacio en sus corazones para que, a través de ellos, sea vertida en las almas.
Cuando se confiesan con Dios y con Cristo, liberando el pecado y las amarguras del corazón, cuando son capaces así de perdonar al prójimo y a sí mismos, están liberando el pecado del mundo e impulsando a las almas que no consiguen hacerlo.
Cuando ayunan con sinceridad y sienten hambre en nombre de todos los que verdaderamente no tienen que comer, equilibran el mal del mundo y dan una oportunidad a los que nada tienen para que un día reciban lo que necesitan.
Es necesario que sepan ejercitar lo que les pido con la consciencia más amplia, con la intención en los beneficios que el mundo recibirá, mucho más allá de lo que podrán recibir cada uno de ustedes.
Si actúan de esta forma, procediendo por el bien del mundo, el bien en sus seres será una consecuencia, y estarán caminando a pasos largos rumbo al Paraíso y muy pronto estarán a Mi lado.
Cuenten con Mi Presencia, Mi auxilio y Mi maternidad.
Oigan Mis Palabras con amor. Vengo a instruirlos y a acompañarlos, trazando para sus corazones un camino de humildad.
Amo a cada uno de Mis hijos.
María, Reina de la Paz
Serénense en Mi Corazón porque dentro de Mi Alma hallarán el alivio y el verdadero consuelo que nadie podrá entregarles. Como Yo provengo de la Fuente del Amor, derramo ese Amor sobre las almas y sobre sus errores. En este tiempo, queridos Míos, quien se debilite por no confiar en Mi Misericordia, mucho deberá aprender.
Mi Constancia es para sostenerlos en todos los momentos de la vida, incluso en aquellos momentos en los que ustedes por sí solos, como personas, no pueden superar. Cuando Yo les hablo de la Fuente de los Prodigios, les hablo sobre el momento de Gracia que podrán vivir Conmigo.
Que hoy sus corazones no se cierren por las pruebas e indiferencias que existen entre las almas; deberán recordar que mientras estén en la Tierra habrá mucho que perdonar y purificar. Para entrar en el Reino de los Cielos deberán consagrarse como el pequeño corazón de un niño, donde no haya tristeza, falta de amor ni rivalidades entre las consciencias.
Podrán ver cómo es el corazón de un niño: puro, transparente, cristalino, simple, alegre y libre; eso es lo que ustedes a veces pierden en sus corazones por la interferencia de sus ideas, comprensiones y aspiraciones. Por eso el mundo está como está; es un mundo para redimir nuevamente y liberarlo de todas las indiferencias que no permiten manifestar el Amor de Dios entre las almas.
Intenten tener en estos momentos un corazón de niño y perciban desde ahí cómo están sus sentimientos más profundos, sobre todo aquellos que están guardados en la consciencia.
Me encuentro hoy con el desierto que muchos de Mis hijos están cruzando. Yo Soy el Manantial que los saciará por completo y que les dará la Vida para que a través de Mí se puedan renovar.
Ahora deberán aprender a vivir Mi Mensaje para que Mis Palabras no se tornen una teoría, sino un camino de transformación para sus corazones.
Bajo el Amor de Dios, sean humildes y hermanos.
Gracias por guardar y vivir Mis Palabras desde el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más