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“Señor, perdona a toda la humanidad por su ignorante destrucción interior y moral.
Perdónalos porque no conocen Tu Amor ni tampoco el Mío que solo viene y nace de Ti.
Perdónalos, Señor, por tantas negaciones y ultrajes, por quitarle la vida a los inocentes y por no dejar nacer a los que deberían nacer en esta divina vida.
¡Oh, Señor Mío! Padre Supremo y Glorioso deja que Tu amado Hijo, Aquel que cargó la Cruz hasta los pies del Monte Calvario y se arrastró como el más despreciado entre todos, pueda hoy ofrecerte la reparación total de todas las faltas que la humanidad sigue cometiendo.
Señor Dios Todopoderoso escucha las oraciones de los consecuentes y buenos, sumérgete, Dios Mío, en las almas que solo desean buscarte a través del sacrificio y de la renuncia.
Ya no mires, ¡oh Dios, Adonai!, la fragilidad de Tus criaturas, sino permite, amado Padre, que todas las buenas esencias, que te agradan y te complacen, restauren la decadencia de esta sumergida y perdida humanidad.
Abba, Fuente de toda creación y origen, recuerda, Padre amado, a todas Tus criaturas desde el origen, y deja que Tu Amor las impregne por completo hasta que sientan la plenitud divina de solo vivir en Ti y por Ti.
Emmanuel, Presencia Celestial de Poder y de Verdad, sigue sin cansancio derramando Tus Gracias sobre los inocentes, para que el espíritu demolido de los puros resucite en la esencia de Tu purísimo Amor.
Yo Te prometo que por Tu Misericordia todo será posible, y que el último de los autoconvocados alcanzará Tu eternidad y a pesar de que el mundo haga padecer a Tu infinito Corazón, hoy te vuelvo a ofrecer, Señor, la Cruz que cargué, las Llagas que en Mi Cuerpo llevé marcadas y, sobre todo, Padre, las preciosas consagraciones de los que no te dan la espalda.
Hoy te ofrezco a todos Mis rebaños, para que el mundo entero no viva la Justicia, sino la constante reparación que ofrezco a Adonai, la gratitud de los humildes y la simplicidad de los puros; pues llegó la hora, Padre, de que le muestres al mundo el universo de Tu Amor".
Por eso, hoy vengo hasta aquí para derramar las últimas gotas de Mi Agua y de Mi Sangre sobre los que escuchan Mis Palabras y las viven en realidad.
Lleven en vuestros corazones Mi bendición al Padre Celestial y comprendan que no existe otro camino que el Mío, el que les dará la vida espiritual y la paz.
¡Ay de aquellos que se alejan de Mí! ¿Cómo podrán ser dignos de Mi Misericordia? ¿Y cuándo dejarán de ser espinas de Mi Corona?
Yo les ofrezco Mi única Verdad. Yo les entrego Mis verdaderas Palabras para que las encarnen en vuestras esencias.
Que esta nueva Maratón sea dedicada a la absoluta y urgente reparación de los corazones que padecieron el martirio y que hoy, en Mi Reino, son glorificados por haber sido fieles hasta la muerte.
Reciban Mis últimas Gracias antes del tiempo final. Las agujas del reloj marcan el tiempo de la entrega y del vacío de sí. De esa manera, el mundo podrá recuperar la inocencia que perdió.
Sean misericordiosos todo el tiempo, así harán feliz a Mi Corazón.
Solo les pido que no se olviden de Mí.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Misericordia de Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Mientras el mundo duerme y las almas se sumergen en las ilusiones de la vida material, quiero abrir aquí una fuente de Gracias y de aliento para todos los seres. De esta forma, hijos Míos, aquellos que tienen sed de Dios encontrarán el Agua de Vida, que brotará del servicio, de la cura y de la oración en este lugar.
Quiero encender una luz en este mundo que vive en la oscuridad.
Quiero dar a conocer a los hombres la realidad superior que habita en su esencia más profunda.
Quiero demostrar a los seres la capacidad de amar que existe en lo profundo de sus corazones.
Quiero que conozcan la verdad sobre sí mismos.
Quiero que curen el pasado por medio del perdón y que se rehabiliten por medio de la redención.
Quiero que encuentren aquí, en este lugar, las llaves para ingresar en el Reino de los Cielos.
Quiero que vean con los propios ojos el camino de retorno al Origen Divino.
Por eso, Mis amados, les pido que hagan de este lugar el puente para Mi Reino, el camino hacia lo sagrado y, de cada uno de ustedes, los porteros y los celadores que conducen a las almas perdidas al verdadero despertar.
Que aquellos que tienen un antiguo compromiso Conmigo retomen sus puestos, pues ya es la hora de recomenzar a construir el nuevo futuro que nacerá en el interior de todos los seres.
Quiero de esta casa una fuente de cura, no solo para el cuerpo, sino también para el espíritu.
Quiero que aquí las consciencias puedan nacer, renacer y dejar este mundo, seguras del camino que las llevará al Padre, a la reconciliación con Su Sacratísimo Corazón.
Quiero en este lugar la presencia viva de Mi Hijo, en Su Cuerpo Eucarístico, para que sea contemplado y adorado por aquellos que se consagraron día a día a Mi Inmaculado Corazón.
Que en esta Inmaculada Casa del Alivio del Sufrimiento las almas reciban la oportunidad, que hace tanto tiempo esperan, de reconocer lo que verdaderamente son. Esto se dará hijos Míos, cuando, por medio del amor que recibieron, descubran el amor latente en el propio interior.
Que al recibirla, los corazones aprendan a dar, dar de sí a los que más necesitan en este mundo.
Los que estuvieran recibiendo esta oportunidad de cura espiritual y física, que estén en permanente oferta a Dios, de todo lo que reciben. Para eso, orarán con el corazón y con el espíritu y descubrirán en la oración y en la donación de sí la razón de su existencia en este mundo. Así brotará en vuestros corazones el amor verdadero y profundo que el Universo tanto aguarda que puedan descubrir y vivir en este tiempo.
Yo los amo y los espero en oración por este mundo tan necesitado de paz.
Jamás se cansen, hijos Míos, de entregar la vida por amor a los que no tienen a Dios.
Si Dios vive en vuestros seres, son portadores de todo el Bien y de toda al Gracia. Todas las riquezas de este mundo les pertenecen, pues no hay riqueza mayor que el Amor de Dios Vivo en Sus criaturas.
Por eso, oren y pidan al Padre por los que no Lo conocen y no descubrieron Su Grandeza infinita.
Yo los bendigo para que sigan en oración y en entrega hasta el fin de vuestras vidas y por toda la eternidad. El mundo así lo necesita.
María, Inmaculada Madre del Alivio del Sufrimiento
Yo Soy Aquella Estrella Solar que proviene del vasto e infinito universo. Soy la Luz del Amor que se aproxima al planeta para ayudarlo.
Yo Soy Aquella Mujer Vestida de Sol, la que alumbra las tinieblas y la que aparta de Sus hijos todos los males.
Soy el rayo del amor de Dios manifestado, después de Cristo.
Soy la que gestó la Misericordia en Su vientre y la que anunció a Israel la liberación de su esclavitud.
Soy la Fuente Concebida de todas las Gracias, por eso Soy la que convoca a las almas de Cristo para trabajar por el Plan redentor y salvador que anunció Mi Hijo.
Detrás de todo lo invisible, Soy la que desata los nudos de la consciencia, porque Soy la que está reabriendo las puertas a la redención de la humanidad.
Soy la Doctora de las causas imposibles, Soy la que tiene la llave para resolver todos los asuntos.
Yo Soy la Embajadora de la Paz.
Soy la Reina Coronada por el Espíritu Santo, porque fui la Madre de todos los apóstoles.
Ahora Soy Aquella que les anuncia el nuevo tiempo. Soy la que les indica los pasos hacia el Señor.
Queridos hijos, como Madre del Mundo y del Universo, les traigo el anuncio del gran tiempo del perdón; busquen perdonarse todos los días, que el perdón sea un acto de reparación y de paz para que así la ira que guardan muchos corazones se pueda disolver.
Abran las puertas a la Misericordia de Dios y cierren las puertas al mal, este es Mi mensaje para ustedes. Sean constructores de la Nueva y Sagrada Humanidad. Sean guardianes de todos los reinos menores y permitan que la Gracia que brota de Mi Santo Espíritu pueda aliviar a toda la Creación. Conviértanse en espejos vivos de la oración y así eviten el caos en la mente de los hombres.
Hijos Míos, he venido aquí, a Punta del Este, para advertirlo y convertirlo a través del don del Amor de Dios, amor que muchas almas han perdido por insistir en la vida material. Yo vengo para enseñarles el camino a la vida inmaterial, la vida de la unión con Dios y con todo el universo. Necesito que muchos despierten del sueño de la vida material y que abracen con amor el don del servicio al prójimo, así Uruguay podrá ser digno de seguir recibiendo Mis Gracias por un tiempo más.
Por eso, Mis hijos, procuren ser humildes y simples; a través de estos dones ustedes podrán ayudarme a reconstruir lo que ya está derrumbado en la vida de muchas almas. Yo los invito a consagrarse como una estrella de Mi Corona, así como Juan el Apóstol lo ha escrito, Yo lanzaré a la Tierra los rayos de la salvación y de la paz y todos Mis hijos tendrán tiempo de pedir perdón a Dios y de unirse a Cristo, Vuestro Señor.
Mientras aguardo que más corazones valientes se consagren a Mi llamado como obreros del nuevo tiempo y existan grupos de oración en Maldonado y en todo el Uruguay, el Señor Me ha concedido evitar muchas cosas.
Por eso los invito a buscar Mi Gracia Maternal y a unirse a ella, para que la pureza y la inocencia que muchos perdieron, pueda volver a nacer como una estrella en el anochecer.
Queridos hijos, llegó el tiempo de decidirse y de buscar al Supremo, el Padre Eterno espera ver brillar sobre el mundo a las nuevas estrellas redimidas.
¡Les agradezco por haber respondido una vez más a Mi llamado!
Los bendice, los ama y los protege,
Vuestra Madre María, Madre del Sol, la que fue anunciada en el Apocalipsis
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Haz pequeño tu corazón y crecerás en Vida.
Conviértete en la piadosa María Magdalena y ven a Mi encuentro para lavar con tus lágrimas Mis Pies.
Ven para retirarme el polvo del pecado que muchas almas le ocasionan a Mi Ser universal.
Ven y siéntate a Mi mesa. Yo te escucharé día y noche. Yo oigo el clamor de tu corazón en el universo.
Únete a Mí y confía, estás en el lugar correcto, en donde Dios te ha colocado. Estás donde debes estar, bajo la Voluntad del Creador.
Déjame decirte cuánto anhelo sentirte cerca y envolverte con Mi Manto, para colocarte en Mi regazo y cuidarte en las noches largas de tempestad y de frío.
No te desanimes, Yo ya te he dado la llave de la alegría suprema. Deja que toda tu estructura se mueva en tu interior y que pueda nacer, en vida, el verdadero ser que proviene de Dios.
Y mientras aún cruzas el desierto árido y desolado, extiendo Mi Mano sagrada para sacarte del camino de la desolación y del vacío.
Siente ahora, de nuevo, el calor de Mi Corazón misericordioso y deja que Yo borre, dentro de ti, todo lo que ya no te pertenece.
Sé igual que Mis apóstoles, acepta morir por Mí y renacer en Mi Llama de vida, Llama divina de Dios.
En este tiempo que pasa, vengo a llamarte para decirte dónde te quiero tener en este ciclo. Escucha Mi Voz que resuena en el corazón que se abre para reconocerme.
Yo Soy el que Soy. Soy el que nació y volvió a la Fuente del Amor. Yo fui el que vino para dar el mayor testimonio de Amor y de Perdón, y Soy el que retornará para dar Vida a lo que ya ha muerto.
Yo Soy el Espíritu de la Verdad de Dios.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por retornar a Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Oración: Padre Nuestro (en arameo y en español).
Hoy vengo a hablarles al corazón, lugar en donde siempre Me encontrarán. Hay muchos corazones que están heridos y lastimados por las diferentes experiencias de vida.
En esta hora de Misericordia y de Piedad, Mi Sol universal viene a vuestro encuentro para poder auxiliarlos y perdonarlos. Y como esta fuente, esta Agua de Vida que brota debajo de Mis pies, así es el manantial de Mi Misericordia para ustedes.
Están a tiempo, queridos compañeros, de rendirse a Mi Corazón Sagrado para que reciban los dones que necesitan en estos tiempos. No demoren, Mis compañeros, en dar el gran paso hacia el universo. El Señor los necesita firmes para que Él pueda realizar Sus obras en el fin de los tiempos.
Hoy vengo a lavar vuestros corazones con Mi Agua de Vida, vengo a entregarles Mi Cuerpo Glorificado para que puedan comer de Él y comulgar.
No pierdan tiempo, Mis compañeros, despójense de ustedes mismos para que las Gracias de Dios puedan habitar en vuestras moradas y puedan ser irradiadas a todos.
Mientras hoy estoy con ustedes aquí, compartiendo este misterio sacerdotal, Mi Corazón contempla al mundo entero, a las almas que necesitan de Dios, principalmente aquellas que se pierden día a día y que no encuentran el camino de Mi Misericordia.
Como una gran emanación de Luz universal, Mi Faz se hace presente ante ustedes para que reciban los códigos luminosos de Mi Corazón y, definitivamente, se puedan renovar y curar.
Ya están cruzando el umbral de la purificación. Muchos corazones padecen estas consecuencias, pero esto ya estaba escrito desde el principio. Ya fue anunciado por Mi Corazón Glorificado cuando estuve entre ustedes aquí, en el mundo. Aférrense a Mis Manos y vuestros corazones se liberarán, no padecerán la purificación tan profundamente, sino que serán lavados por Mi Luz y recibirán Mis Gracias celestiales.
Consuelen vuestros corazones con Mi Presencia. Reciban de Mi Manto la sagrada protección que necesitan. Abran vuestros corazones para el gran cambio del fin de los tiempos. Mi Corazón los guiará, Él los acompañará.
Yo vengo en este tiempo para poder donarme a ustedes profundamente, pero también vengo en este ciclo, en esta época, para poder liberar al mundo de todos los espíritus impuros que engañan a las almas, que perturban a los corazones y que desvían los pies de todos aquellos que deben caminar hacia el Reino Celestial. Pero esto terminará cuando vuestra decisión sea profunda y sincera.
Yo les mostraré el nuevo camino a recorrer en tiempos de purificación y de pruebas. No se detengan en vuestras purificaciones. Permitan que la Ley de la Justicia Divina pueda equilibrar todo, dentro y fuera de vuestros seres. Nunca estarán solos para poder purificarse.
Los Sagrados Corazones se donan, en estos tiempos, como el verdadero bálsamo del Amor y de la Paz. Y a través de estos encuentros que Yo tengo con ustedes, derramo, en vuestras vidas y en todas vuestras familias, aquello que en verdad necesitan para estos tiempos, lo que llamo “Gracia de Dios”, aquello que les permitirá superar las pruebas, liberar los caminos, cortar las amarras y encontrar la nueva esperanza brillante en el horizonte, para que todos encuentren al final del camino el verdadero Paraíso de Dios.
Mi silencio hoy los lleva a la unión predilecta con Dios, a la búsqueda constante del amor.
Hoy Mi Corazón visita a cada uno de ustedes para enseñarles cosas nuevas.
Lavarán vuestras cabezas y purificarán vuestros pies de toda mancha, como Yo les he enseñado, para que se puedan renovar y encontrar la unidad con Dios, unidad que muchos están perdiendo por ser tan indiferentes al cambio, a la gran transformación.
Repitamos y oremos con el corazón.
Sagrada Unidad de Dios
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén.
(se repite varias veces)
Cuando estén separados y no puedan unirse, invoquen la Sagrada Unidad de Dios, llama flameante que se guarda en los Sagrados Corazones. Así serán ayudados totalmente por Mí, por Mi Santísima Madre y por San José Castísimo.
Sean justos en estos tiempos, para que puedan ser equilibrados en el tiempo final. Todos juntos vivan la Sagrada Unidad, la Sagrada Unidad espiritual de Dios, el Pensamiento Divino que unifica las formas y todas las diferencias bajo un mismo propósito redentor.
Busquen la Sagrada Unidad de Dios. Nutran vuestras vidas a través de la Unidad, llama de Gracia y de Piedad que los confortará, que no los separará, sino que los unirá con Mi Corazón misericordioso.
Cuando hagan esta invocación, afirmarán en vuestras vidas que están unidos a Dios y que no se separarán de Él, a pesar de lo que acontezca en este mundo.
Busquen la Sagrada Unidad y estarán en profunda fraternidad. Así serán dignos de servirme y merecerán la cura de Dios para alcanzar la redención.
Mediten en lo que les digo. Aspiren a vivir en la Sagrada Unidad.
Recemos por todos los que no viven la unidad con Dios y por los que deterioran el Plan Divino de Dios a través de sus indiferencias y sus arrogancias, de sus orgullos que los llevan a la perdición.
Cuando no puedan vivir la Sagrada Unidad, estén atentos para invocar esta oración. Estarán protegidos y seguros para que vuestros caminos no se desvíen como una hoja que vuela al pasar.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Vamos a hacer la oración todos juntos por tres veces más.
Cristo nos pide, en este momento, que todos los hermanos que estén coligados en diferentes partes del mundo y en las Comunidades-Luz se postren delante de Él para realizar esta invocación:
Sagrada Unidad de Dios
unifica nuestras vidas,
unifica nuestro ser,
unifícanos en profunda fraternidad.
Amén.
(se repite 3 veces)
Y que en el consuelo que hoy les derramo, vuestras vidas alcancen la pureza original.
Reciban Mis Gracias, Mi Paz y Mi bendición.
Este es un día especial para que vuestros corazones, ya fortalecidos por la oración, Me encuentren mañana en otro punto de la consciencia, un gran paso interior que Yo los invito a dar en confianza y en paz.
Purifíquense, transmútense y encuentren la liberación.
Por este mundo que los reúne y por todos aquellos que deben despertar a tiempo, amorosamente les agradezco por vuestra fe.
Vayan en paz y fortalecidos.
Bajo la bendición espiritual de Dios, sean bienaventurados y reciban el Amor del Padre y del Espíritu Santo. Amén.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a cumplir con un pedido que Nuestro Señor nos hizo. Él nos pidió que hiciéramos siete Bautismos y siete Lavapiés, y que bautizáramos aquí, en esta fuente que Él consagró.
¿Cómo denominó a la fuente, Fray?
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Fuente del Sagrado Corazón.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuéntenos Fray, qué fue lo que le dijo Nuestro Señor.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Momentos antes de la Aparición, vimos a Cristo, a Jesús, realizando un encuentro como si fuera en otro tiempo.
Él estaba celebrando la cena. Estaba lavándoles los pies a algunos de nosotros. Estaba llamando a Pedro, desde su casa, para que lo siguiera y lo acompañara a predicar.
Después, Él consagró esta fuente y pidió que realizáramos estos Bautismos aquí, en el Centro Mariano del Espíritu Santo, en donde fue consagrada la primera fuente bautismal, la Fuente del Sagrado Corazón.
Canción: ”Cristo, Fuente y Manantial de Vida”.
Si aún no te animas a andar descalzo de ti mismo, sigue el camino simple que te estoy indicando; porque Yo te esperaré al lado del océano de Misericordia, para poder descalzarte de ti mismo y lavarte los pies por medio de Mi Perdón. No Me des la espalda.
Yo te estoy llamando a que peregrines verdaderamente Conmigo a través del apostolado y de la palabra. No es una parábola lo que hoy Yo te traigo, es la verdadera misión que Mi Corazón te revela en este tiempo final.
Sé que ya estás cansado de ti mismo y también de tanto sufrir. Existen dolores mayores que Yo aún no te He hecho conocer. Por eso, ríndete y escucha humildemente lo que hoy te digo.
No busques comprender todas las cosas, los verdaderos frutos se guardan en los más simples de corazón. A ellos nada les falta.
Si quieres ser Mi amado discípulo, sé como Juan, el apóstol, entrégate en confianza al poder de la fe y deja que Yo remueva todas tus seguras estructuras.
¿Qué perderás cuando estés frente a Mí? ¿Qué ganarás si te mantienes resistente?
Yo Soy la Luz Mayor que brotó del Corazón de Dios. Soy ese Manantial de Vida que nunca se acaba.
Guárdame en tu corazón y serás otra consciencia.
Ya no es tiempo de esperar madurar, es tiempo de transfigurar tus pequeñas células.
Yo tengo el poder de hacerte libre. Yo tengo la cura para tus defectos. Solo asegúrate que estas siguiendo el camino correcto.
Yo los llamo uno a uno, para que, de a uno, Me puedan responder.
Bajo la Gracia de Dios, sean Mis apóstoles.
¡Gracias por transfigurar sus vidas!
Cristo Jesús Glorificado
Mientras parte del mundo se encuentra en una interminable guerra que desata la ira y el mal de los hombres, Mi Divina Misericordia se aproxima todos los días a las tres de la tarde para restaurar y curar los vicios de la humanidad.
Mi Divina Misericordia se derrama, principalmente, en los corazones que todos los días reviven Mi Sagrada Pasión. Así, a través de ellos, todos los dones y méritos alcanzados por Mi Corazón Sagrado son depositados como células de luz en los corazones simples y puros.
Para alcanzar Mi perdón solo bastará reconocerse como digno hijo de Dios y, a pesar de que el pecado sea grande e irreparable, Yo tengo la autoridad celestial de absolverlos de toda falta. De esa forma vuestras vidas se volverán cristalinas y límpidas cuando procuren vivir Mi Misericordia, más allá de profesarla y de confirmarla en vuestras vidas.
El Cielo se une en armonía y oración, todos los días, a las tres de la tarde con el fin de ayudar a equilibrar el desorden espiritual y material de este mundo. Por eso, solo a través de Mi Insondable Misericordia, las almas más empedernidas y pecadoras podrán hallar su tabla de salvación, lo mismo será para aquellos que Me sirven pero que enfrentan el juego de las tentaciones de este mundo.
Si en verdad se deciden buscar el manantial de Mi Divina e Insondable Misericordia, podrán disminuir sobre el mundo el peso de su propia ley, y muchas almas dejarán de ser condenadas al fuego del infierno, para ser reconocidas como almas rescatadas.
En esta última hora de la transición de la Tierra, busquen el camino directo hacia Mi Divina Misericordia porque, en estos tiempos de mayor confusión, solo les quedará aferrarse a Mi Camino de redención y de salvación.
Yo les entrego todo lo que tengo, Yo les doy la posibilidad de redimensionar vuestras vidas a través del fuego transmutador y purificador de Mi Divina Misericordia.
El tiempo indica una rápida y determinante decisión. Llegó el momento de colocarse a los pies de la Fuente Mayor para poder ser lavado, liberado de las manchas y reconducido hacia el Reino eterno de Dios.
Hoy oro especialmente por los que contraerán una unión espiritual Conmigo en los nuevos tiempos. Eso determinará la posibilidad de cumplir con Mi Proyecto redentor antes de Mi regreso al mundo.
Recen por los que perseveran en el camino de la transformación, pero también recen por los que con coraje me abandonaron, olvidándose de Mí. A todos los coloco en Mi Sagrado Corazón y esperaré verlos, algún día, en Mi Gloria Celestial.
Yo los determino, en esta era, a seguir un solo camino.
Bajo la Gracia suprema de Dios, sean consagrados a Mi Corazón.
Cristo Jesús Glorificado
Yo regreso a cada ciudad para que Mis hijos triunfen a través de Mi Inmaculado Corazón, para que así Mis planes de Paz se cumplan en este mundo tan sufrido y dolorido.
Queridos hijos, regreso al corazón de Brasil para instaurar, de forma definitiva, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María; pero esto será posible, solo a través de la adhesión que todos Mis hijos realicen sin demora y sin perder tiempo, porque Mis pedidos son especiales y divinos para estos tiempos donde falta la paz en el interior de muchos seres de la Tierra.
América deberá seguir trabajando como una única Nación Espiritual para establecer, en este tiempo, el Reino de la Paz y de la Conversión. A través de la unidad y de la oración se fusionarán, por la acción del Espíritu Santo, todos los grupos de almas en un mismo Propósito Redentor.
En cada ciudad que visito derramo el poder de las Gracias, las mismas que alcancé en Mi pasaje por la Tierra. Gracias que fueron sembradas por los Ángeles del Cielo, en honor a Dios y al Plan Redentor de la humanidad.
Queridos hijos, con este fin Yo vuelvo a Brasilia, para establecer Mi Reino Inmaculado de devoción y oración en un grupo mayor de almas, las que despertarán a tiempo para responder a Mi llamado. El Cielo hoy reúne los poderes de la Misericordia de Dios, a través de la oferta de Mi Inmaculado Corazón, para que un mayor número de hijos encuentre la cura y el perdón.
Vengo a anunciar la paz en el corazón de todos los que no la tienen, para eso necesito de vuestra determinación y unión Conmigo; como Madre, Yo podré elevarlos al Cielo y hacerlos encontrar con la Gran Consciencia de Jesús y así retornarán a la Casa de Dios, la que está muy olvidada por este mundo.
En este día, queridos Míos, Mi inspiración divina será despertarlos a la consciencia universal del poder de la oración, para que de esa forma resuelvan a tiempo todo lo que no los une con Dios y con Su Proyecto de Amor.
En Gloria, desciendo del Cielo para levantar del suelo a cuantos han caído por el sufrimiento y la desesperación; Mi Esperanza para con ustedes es prometedora y verdadera, para quien solo abra su corazón.
Todo el tiempo rezo por ustedes, rezo por la paz en vuestros corazones, rezo por el fin de la guerra espiritual, la que habita en la mente de los hombres injustos. Rezo para que la humanidad no continúe perdiéndose, rezo por los que se consagran y por los que se alejan de Dios sin percibirlo; Mis rezos son por todos ustedes y por el mundo.
Yo adoro al Padre y lo Glorifico para que nunca deje de derramar Su Infinita Misericordia en cada uno de Mis hijos. Yo recorro ciudades y naciones para despertar a nuevos soldados de la paz y de la oración, porque la urgencia de redención y de un gran cambio en la consciencia es inminente; por eso Yo rezo, para que el Ángel de la Justicia de Dios no venga al mundo a mostrar lo que no está bien en la humanidad ilusionada y dormida.
Deseo que recen Conmigo todos los días, que no olviden de hacerlo, porque la copa estaba media llena y ahora se está colmando más de lo que Yo esperaba. Solo a través de vuestra transformación el mundo se convertirá y alcanzará la paz.
El Universo de Dios aguarda vuestras ofertas y sacrificios, y por más pequeños que sean e insignificantes que parezcan, todo será contemplado por la Divinidad. Yo vengo a despertarlos, vengo a llamarlos y activarlos para el servicio y para la oración por los que no adoran, no esperan ni aman a Dios. Vengo del Cielo con la esperanza de revertir los graves ultrajes que muchos de Mis hijos siguen cometiendo. Yo vengo para evitar que se aplique la Ley y la Justicia de Dios, algo que la humanidad no conoce ni sabe.
Como Intercesora, Yo vengo para acercarlos al Corazón de Jesús, vengo para anunciar Mi último llamado antes del regreso de Cristo al mundo.
Queridos hijos, Yo vengo para escuchar vuestro SÍ, determinante para el tiempo final.
¡Agradezco a Mis hijos de Brasilia por haber respondido una vez más a Mi llamado por la Paz!
Deseo que ellos sepan que estoy verdaderamente muy agradecida.
Mi Paz y Mi bendición estén sobre cada uno de ellos.
Les agradece ahora y siempre,
Vuestra Madre María, Reina de la Paz y Madre de Brasilia
Gracias, hijo Mío, por ayunar; así las debilidades y las tentaciones se desvanecen de lo profundo de la consciencia.
Anímate a entregarme aquello que en verdad Me puedes dar; porque solo a través de ti Yo podré realizar Mis Obras de Paz en el mundo.
Yo Soy el Sol de la noche estelar. Soy el Lucero que trae regocijo y serenidad para quien lo busca. Soy el Camino que se abre para encontrar en este tiempo la paz del corazón.
Únete a Mis preceptos y conocerás Mis voluntades, las que Yo deseo concretar en tu vida.
Hoy, te traigo hasta el Portal de la Paz para que puedas entrar en Mi Reino y encontrar la Paz que no está en ti. Por eso, súmate al universo de los prodigios y deja que Yo, a través de Mi Amor, te pueda bendecir.
Con esta agua que hoy los bendigo a todos, decreto sobre este elemento el Amor Purificador y Eterno de Dios, para que las partículas del enemigo se disipen y los corazones encuentren la cura.
Derramo, sobre el agua, los códigos de la Redención y de la Gloria de Mi Hijo Jesús, para que los que han estado tristes y solitarios reencuentren la unidad con el Padre Celestial.
Hoy, vengo para que, a través de esta agua, sus deudas sean lavadas e ingrese dentro de ustedes el Amor de Cristo Redentor.
Con esta misma agua, lavaré vuestras ofensas, imperfecciones y temores; a través de ella, Yo dejaré el signo del Bautismo y de la Renovación, por medio de la Esencia Poderosa del Espíritu Santo.
Como con el agua que fue bautizado Jesús, hoy Yo los bautizo para la redención de todos, para que puedan sentir Mis caricias de Maternidad y de Paz.
Que la cura del espíritu sea la meta para todos, así las puertas del Paraíso estarán abiertas para los que solo Me dijeron sí desde el principio.
Dejo, sobre esta agua, el Amor Universal del Cosmos, el signo visible de la purificación y de la santidad para los nuevos redimidos.
Reciban esta agua como el símbolo del perdón y de la reconciliación con Dios Padre, para que este Sacramento del Bautismo Espiritual les permita comulgar con los Dones de Dios y de Su Hijo Adorable.
Como su Madre, derramo sobre esta agua, el espíritu de la liberación y de la transfiguración, para que los buenos espíritus se eleven y encuentren la paz del corazón.
Yo los redimo. Yo los purifico. Yo los absuelvo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Vuestra Madre, la Virgen María, Reina de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cuando María transmitía este Mensaje, iba consagrando esta agua.
Entonces, vamos a recibir esta bendición con mucho amor y mucha gratitud; así, como Ella dijo, vamos a sentirnos lavados por esta agua de vida.
Después de que Madre Zorobabel haga esta bendición, habrá dos hermanos en la puerta de salida que estarán partiendo con sus manos este pan, para que los que sientan puedan comulgar y llevar el Cuerpo de Cristo en sus corazones.
Mientras la Madre hace la bendición, vamos a cantar.
Yo Soy la Aurora que resplandece en la vida de todos los seres. Aquellos que Me buscan jamás perecerán, jamás tendrán sus corazones cubiertos por la oscuridad, porque siempre abrirán las puertas para el ingreso de Mi Luz.
Yo Soy Fuego, proveniente del Fuego Divino, que restaura y transforma los seres. Aquellos que siguieron Mis pasos pueden dar testimonio del Poder de Mi Corazón. No existe en el mundo aquel que se haya arrepentido después de haber abierto sus brazos y su corazón para Mi Poder transformador.
Yo Soy la victoria de los corazones caídos y el camino de los que están perdidos.
Yo Soy el tesoro de los que son pobres y la cura de los enfermos.
Yo Soy la Madre de todos los seres; no existe en el mundo aquel que no pueda llegar a Mí.
Hijos Míos, ¡que Mis palabras resuenen en los corazones de todos los seres! Que aquellos que no Me sientan y no Me encuentren abran definitivamente las puertas de su corazón.
La Ley Divina Me permitió llegar al mundo y convertir a los seres, instaurando la Paz e instituyendo el propósito Divino en este planeta.
Después de siete años de instrucciones quiero que profundicen el contacto Conmigo y que caminen con mayor determinación hacia Mi Corazón. Quiero que presten atención a Mis palabras, entregadas a lo largo de estos años, y vean con alegría como ellas se volvieron vida en cada uno de vuestros seres.
Vayan y sean testimonios vivos de Mi presencia en el mundo. Que, al ver vuestros rostros redimidos, los seres de esta Tierra pierdan el temor de seguir los pasos dictados por Dios.
Mis queridos, el mundo aún teme profundamente ingresar en este camino, porque la oscuridad tomó el corazón de muchos seres y los ató a los placeres e ilusiones que podía ofrecerles. No tengan miedo de cortar esas amarras con el pasado. No tengan miedo de perdonar los errores y de borrar de vuestras vidas todas las acciones equivocadas que realizaron por ignorancia.
Hijos Míos, la falta de perdón de todo el pasado está sujetando el corazón de Mis servidores, para que ellos no puedan ingresar en un nuevo arquetipo de vida.
Sepan que el Agua de Vida ya fue derramada sobre los seres. La Sangre Misericordiosa de Mi Hijo ingresa día a día en vuestras células; Su Cuerpo Glorificado se funde con vuestros cuerpos en redención, a través de la Sagrada Comunión. Por eso, borren de vuestras memorias lo que ya pasó y permítanse renacer a un nuevo tiempo de la humanidad.
No rememoren el pasado, afligiendo vuestros corazones por todos los equívocos cometidos. No obstante, eleven vuestras consciencias hacia una nueva experiencia en la que los Sagrados Corazones los conducirán y a través de la cual podrán encontrar un nuevo futuro.
El tiempo del retorno de Mi Hijo ya está llegando, y con Él la oportunidad de retornar al Origen y llevar consigo el Amor Crístico y Universal.
Hijos Míos, hoy decreto delante de ustedes, por la potestad que Él Me entregó, que una nueva vida deberá ser vivida por los seres de este mundo. Por la Majestad de Mi Hijo, borro el pasado de las criaturas que claman por Redención y les digo que ahora y para siempre, coloquen vuestro corazón y vuestros ojos fijos en la meta que deberán alcanzar.
Es tiempo de despertar los nuevos Cristos en el Universo. Es tiempo de vivir definitivamente la Redención. Yo les abro las puertas.
¿Quién de ustedes ingresará?
Aguardo que puedan responder a este nuevo Llamado.
Yo los amo siempre y los bendigo, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos Míos:
Vengo nuevamente al mundo para recordarles la importancia de vivir en la fe del corazón. Quien profese su fe para estos tiempos difíciles y definitivos podrá acudir al auxilio supremo de Dios Padre.
Queridos hijos, hoy vengo a Santa Fe para instaurar Mi Reinado de Fe y de Paz en todas las almas, las que necesitan de misericordia y de perdón en este ciclo. Mi Hijo Amado Me ha enviado con la esperanza de que Yo, suSagrada Madre del Cielo, los haga recapacitar en el Espíritu de la Fe de Dios.
Queridos hijos, en verdad, ¿ustedes conocen el poder de la Fe de Dios? Hoy amorosamente Yo se los diré: aquella alma que confirme su vida en Dios nunca perderá la fe, porque la fe es la llama y el Don predilecto de su Padre Eterno.
Yo necesito que ingresen en el Universo de la Fe de Dios, porque la Fe de Dios permitió la creación de todas las formas de vida y de evolución. La Fe del Padre permitió la existencia del Amor Divino, la Fe de Dios sembró en todas las esencias la promesa de la venida de Cristo. Cristo sembró la Fe de Dios en todas las almas que buscaban el perdón y la paz.
Mis amados hijos, grande e infinita es la Fe del Padre. La Fe es el don perfecto que siempre les permitirá dar los pasos hacia la transformación y hacia la conversión.
Hoy Mi Corazón se ennoblece por la fe que Me han expresado amorosamente todos los queridos hijos de Santa Fe y de Argentina. En respuesta a la carta que Me han enviado todos Mis hijos de Argentina Yo les digo:
“Queridos hijos, una nueva Argentina deberá nacer a través del amor crístico que puedan irradiar sus corazones, y la oración perpetua será el camino que cumplirá la promesa para que Mi Amado Hijo Jesús esté entre ustedes en algún momento de Su esperado retorno. Preparen el camino para Su llegada y eso comenzará en la unión diaria de sus vidas con Su Piadoso y Sacratísimo Corazón Misericordioso”.
Hijos amados de Santa Fe, Mi Luz Maternal y Curadora se derrama hoy sobre ustedes con la esperanza de que nazcan nuevos grupos de oración para que sean espejos de amor y de misericordia en toda la Argentina.
Queridos hijos, vendré a esta nación todas las veces que Dios Me lo permita, pues el Padre tiene un precioso proyecto para ustedes.
¡Por todo lo que le han dado a Dios, Yo les agradezco!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Señora y Reina de la Santísima Fe
Un tiempo de Gracias para todos
Queridos hijos Míos: Hoy los uno a todos en Mi Inmaculado Corazón y desde el Cielo envío, a través de los ángeles, la ayuda espiritual que cada alma necesita.
Pero cuando Mi Corazón Materno les pide rezar con el corazón, es para que vuestras vidas se conviertan en portadoras de Paz y de Misericordia y especialmente vuestras divinas esencias se vuelvan preciosas mediadoras ante el Padre Celestial.
Todos, para este tiempo de crisis espiritual, humana y mundial, tienen la divina oportunidad de ser perdonados a través de la acción espiritual de la Divina Misericordia de Jesús.
Ustedes, a pesar de todo, en esta era y siglo están en Mi Tiempo de Gracia, ustedes están bajo e Mis rayos misericordiosos cada vez que Yo me encuentro con vuestros corazones, durante las Apariciones de Mi Santísima Faz de la Paz.
Mediten por un momento, queridos Míos, cuantos problemas, perturbaciones y conflictos internos y planetarios se resuelven cuando la Reina y siempre Virgen María desciende del Universo Celestial, para desatar los nudos que los amarran al error y al pecado.
Mi Estado de Gracia, el que derramo sobre ustedes, es sublime y divino, por eso, a lo largo de los siglos, Yo entrego esa Gracia a toda la humanidad a través de la Gracia que Dios Amado derramó sobre Mí en la Anunciación del Arcángel Gabriel.
En Guadalupe, Mi Gracia Maternal evitó que desaparecieran los dones de la simplicidad y del amor que fueron vividos por la Consciencia Indígena.
En Fátima, Mi Inmaculado Corazón de Gracia, evitó que el mundo humano y la vida divina desaparecieran en toda la Tierra.
En Lourdes, Mi Gracia Divina restauró al mundo de los graves pecados que fueron cometidos, llamando a las almas para la confesión y el perdón.
En Medjugorje, Yo evité el desarrollo masivo de una tercera guerra mundial, la que comenzó por la división de las repúblicas de ese lugar; todo fue evitado por medio de la Gracia de Mi Paz.
Hijos amados, hoy les revelo que si ustedes, como hermanos fraternos, como hermanos del camino espiritual, hermanos del camino de Cristo, se unen en oración por alguna causa o por alguna necesitada alma que está a punto de perderse, Mi Gracia Suprema concederá espiritualmente la salvación de esa situación o de esa consciencia y eso será posible por vuestra mediación ante Mi Corazón y el Corazón del Padre Celestial.
El mundo podría estar mejor y no sería necesario que sufriera; ahora Yo les muestro como Madre el Camino de la Paz, el que los llevará a encontrar Mi Gracia.
Que el Santo Espíritu de Dios bendiga ahora y siempre vuestros caminos.
¡Agradezco la atención de todos para este importante llamado de Misericordia!
María, Madre y Reina de la Paz
Déjame conocer tu mundo interior, Yo Soy Tu Piadosa Madre, la que conoce los rincones secretos de tu mente y de tu corazón.
En confianza entrégame lo que eres y lo que has hecho mal; acepta a cambio el manantial de Misericordia que Mi Corazón quiere derramar como luz sobre tu ser; así, unidos como uno solo, Yo podré purificar las manchas que oscurecen tu corazón y le daré el brillo perfecto de un corazón puro.
Busca sin demora la Divina Pureza, comienza día a día a observar tus actos, sentimientos y pensamientos. Permite que la oración del corazón renueve tus células y átomos. Permite que suceda el milagro de la oración, que será transfigurar tus errores por medio de los esfuerzos realizados.
El universo es constante armonía y equilibrio, por eso procura que la oración te sintonice con los principios mayores del Cielo, aquellos principios de hermandad que están más allá de este mundo. Y un medio para poder conseguirlo es el puente de la oración, el que rápidamente te unirá a Mi Corazón, Corazón que espera con alegría que te unas al principio fundamental del amor.
Cuando consigas sentir amor verdadero en tu corazón, ese será el momento en el que podrás comenzar a perdonar los errores cometidos en contra de ti mismo o de tus semejantes. El amor siempre llevará al alma orante a encontrar el camino del perdón. Por eso, el mundo de hoy está en contra del propósito de Dios, por la falta de amor y de perdón.
En este tiempo de crisis para todos Mis hijos, Yo vengo al auxilio de todos los que quieran aceptarme como la Regente de sus corazones y de sus vidas; Yo vengo para los que me quieran adoptar como la Madre Universal.
El mundo necesita urgentemente vivir preciosos actos de perdón y de amor, aquellos que nacen de las almas que oran al Padre Celestial pidiéndole y clamándole por Misericordia.
Ningún hijo Mío podrá dar un importante paso en la consagración y en el vacío de sí, sin antes vivir el camino que Yo propongo, que es el camino de la oración del corazón. La oración les dará la fuerza interior suficiente para amar y perdonar como Dios espera.
Ya no quiero más que vuestros corazones ofendan, sino que ellos amen y perdonen; este será el único medio que les permitirá alcanzar la Gracia y la Misericordia.
La humanidad de hoy está al borde de los abismos y de los graves errores que día a día se acumulan, los que afectan a que la humanidad siga en los planes de Dios. Aquellos que acepten la propuesta de vivir en el Reino Celestial a través de la oración sincera, el perdón y el amor serán mediadores junto Conmigo ante el Padre por el perdón de vuestros errores y por la Misericordia para todos Mis hijos.
La hora indica verdaderamente cambiar algo en lo profundo de la consciencia; a los que han sido más instruidos en los últimos años les corresponderá sacrificarse y esforzarse más, por todos los hermanos que no se esfuerzan y que ni siquiera viven el camino de la oración.
¿Y cómo terminará todo esto?
En la promesa de que Mi Corazón Inmaculado los llevará al Reino Mayor, lugar más allá de este mundo, para que al igual que los Ángeles glorifiquen y sirvan a Dios.
Ahora es el momento del mayor esfuerzo y sacrificio, al punto de que ustedes oferten a Dios vuestros internos sufrimientos por toda la humanidad que no se sacrifica y que solo se acomoda a las modernidades.
Todo deberá ser resuelto desde vuestro corazón espiritual, hasta los graves desastres mundiales. Por eso les digo a los hijos que no saben: ya estamos en el tiempo final, ya estamos en la hora de decidir cuál camino escoger.
Yo estaré ante los dos caminos para ayudarlos, pero la decisión y la respuesta están en vuestros corazones.
Les agradece, los bendice y los ama,
María, Madre Auxiliadora
Hoy una Gran Rosa Celestial desciende del Cielo y se posa amorosamente sobre la ciudad de São José do Rio Preto; esta sublime rosa es la expresión del Amor Inmaculado de la Madre Celestial.
Por la Rosa Mística, los hijos irán comprendiendo los misterios y los caminos hacia el Padre Eterno, y esos caminos se reabrirán para aquellos que los tenían cerrados. Busquen en ustedes la rosa mística del corazón; contemplen en vuestros seres la esencia verdadera, aquella que desde el principio proviene de la Fuente de Dios. Así ustedes reconocerán vuestra verdadera identidad espiritual entre el Cielo y la Tierra, porque los Divinos Ángeles del Trono, los ayudarán a encontrar el único camino de regreso, el cual los llevará a la eternidad. Eso será posible a través de vuestras oraciones.
Las tres rosas místicas que Yo llevo sobre Mi Inmaculado Corazón, aspiran a revelar al mundo los tres principios y atributos que ayudarán en la conversión de la humanidad y en su perdón, perdón por todas las faltas cometidas ante el Padre del Amor.
La Verdad Suprema es la Rosa Mística que les revelará el camino a seguir, un camino libre de obstáculos y de interferencias.
La Rosa Mística del Amor Puro es la conductora de vuestros corazones y es la que les permitirá ver, por sobre todas las cosas, el Amor de Dios.
La Rosa Mística de la Oración, es la que construye y restaura lo que ha quedado dañado en el interior de cada ser. La Rosa Mística de la Oración es la que abre las nuevas puertas y en consecuencia cura profundamente la vida de cada alma que se una a este misterio divino.
Las tres rosas místicas de Mi Corazón, se muestran ante vuestros ojos para que ustedes perciban que llegó el momento de cambiar algo de este mundo y especialmente para que todos Mis hijos se tornen colaboradores del Plan Mayor.
Vuestra Señora de la Rosa Mística, hoy se presenta ante el mundo y en especial ante esta bendecida ciudad de São José do Rio Preto, con el fin espiritual y divino de despertar a todos los que duermen, hace tiempo, para la vida de la consciencia y de la Verdad Suprema.
El Señor me ha pedido que los llame a todos porque existe una gran necesidad de oración por el mundo; si todos dieran esta respuesta, la humanidad entera de Norte a Sur y de Este a Oeste alcanzaría un tiempo más de paz.
La Señora de la Rosa Mística quiere llevar a Sus hijos al encuentro precioso con Jesús; si muchos reencendieran el amor que han perdido por Cristo, la Misericordia Infinita disolvería las deudas universales que ha generado la humanidad y una oportunidad de cura interior podría surgir en los corazones y en las mentes más cerradas a la conversión y a la redención.
En toda esta Obra Redentora participan los Santos Ángeles del Cielo y silenciosamente colaboran a través del Amor de Dios, para que el mundo no se sumerja en la oscuridad.
Por eso, queridísimos hijos, es hora de formarse como un soldado victorioso de la luz y de la oración. En vuestras oraciones diarias ustedes encontrarán el consuelo que nadie sobre este mundo les podrá entregar, porque estar en oración es quedarse en la plenitud de la Paz del Señor.
La oración definitivamente será la llave que redimirá la Tierra.
Hijos amados de São José do Rio Preto:
Hoy vengo desde el Cielo para llamarlos a que caminen de manera segura por el sendero de la consagración de todos vuestros corazones a Mi Inmaculado Corazón.
Desde ahora, vuestras vidas y vuestra ciudad cuentan con la amorosa intercesión del Castísimo Corazón de San José, para que así pueda surgir en el fin de los tiempos, la nueva familia de la paz y del bien, la familia que reflejará los mismos principios que la Sagrada Familia de Nazareth.
Queridos hijos: muchas son las aspiraciones de Mi Corazón y de que ustedes puedan dar los pasos. El Señor en este día, por medio de Mi presencia, les envía Su Amor y Su Gracia para todos los presentes.
¡Gracias São José do Rio Preto por abrirme la puerta del corazón confiado!
Les agradece y los bendice,
Santa María, Rosa Mística
Por la Gracia Suprema que ustedes reciben directamente de Mi Corazón, recen por aquellas almas que, aun estando con vida, están presas en las cárceles del enemigo y no consiguen ver el esplendor de Mi Divina Misericordia.
Yo les aseguro que en los próximos tiempos se quebrarán las cadenas que oprimen y llevan al pasado a millones de corazones del mundo, porque el Sumo Sacerdote del Amor será visto por muchos. Él vendrá entre las nubes anunciando la redención del mal en la Tierra y el establecimiento de la Eterna Paz en quienes la han perdido por diferentes razones.
Para ese gran momento, Mis discípulos deberán estar atentos y preparados, para no cambiar en la última hora Mi Presencia Gloriosa por las modernidades astutas que el enemigo logró sembrar en la consciencia de la humanidad.
Cuando llegue el Hijo de Dios, las malignidades que someten a las almas de Mi Padre serán expulsadas, y esas almas se rehabilitarán en el cenáculo del amor y del perdón. No quedará piedra sobre piedra, como una vez Yo lo anuncié. Todo lo que parezca estar lejano de los ojos de los simples se revelará y nunca más una mentira impedirá el despertar amoroso de un cálido corazón.
Aquellos que con inteligencia y devoción se unan a la Coronilla a Mi Divina Misericordia, sabrán qué pasos dar para no perder el sentido del camino espiritual. Y al fin, la Religión de Mi Padre será una sola, la Religión del amor, de la humildad y del perdón.
Nadie quedará sin saber que Yo retornaré pronto, en breve. Aquellos que Me negaron serán transmutados por el Fuego Poderoso de Mi Amor.
Ahora, antes de que la barca de la humanidad naufrague, sostengan con su fe las antorchas que iluminan el mar oscuro deste mundo. Pronto surgirá en el firmamento universal el Sol eterno que iluminará la vida de los que siempre tuvieron fe en el Regreso del Hijo de Dios.
Bajo el Bien y la Paz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Profecías con atención.
Cristo Jesús
Queridos hijos en Cristo:
¡Alabado sea Jesús, ahora y siempre!
Hoy, Mi Inmaculado Corazón regresa con la esperanza de que sus corazones despierten a Mi llamado y vuelvan a sus hogares con el impulso espiritual de formar nuevos grupos de oración consagrados a Mi Corazón materno.
En la escuela de oración de la cual ustedes pueden formar parte, la Maestra de la oración, su Santísima Madre María, podrá enseñarles a sentir la oración del corazón.
Queridos Míos, orar con el corazón es sentir, en sus almas, cada una de las sagradas palabras que son rezadas por ustedes. Orar con el corazón es tener un gesto de amor y de reverencia por lo que se repite.
A lo largo de la historia, la humanidad reconoció y aprendió sobre el poder del Mensaje que fue anunciado por el Arcángel Gabriel a Mi Corazón interior, el que después se volvió un ícono de oración para todo el mundo. Hoy, Yo Me refiero a la oración del Ave María.
Quiero y espero que ustedes puedan aprender a construir en sus corazones una unión perfecta con Dios, por medio de la oferta amorosa que proclama Mi Inmaculado Corazón.
En este tiempo, Yo vengo a invitar a todos Mis hijos, de diferentes caminos espirituales, doctrinas y creencias, a unirse a través de la oración del corazón. Si esto no sucediera así, en poco tiempo, el mundo como un todo deberá enfrentar pruebas difíciles.
Mi Luz maternal, aquella Luz que proviene de la Esencia Purísima de Dios, intentará en todo momento impedir que sufran. Por eso, Mi llamado, para que tengan consciencia sobre la oración, es para todos sin distinciones.
Deseo que el mundo, en este tiempo crítico, Me conozca como la Madre Universal, como la Madre de toda la humanidad que vive hoy sobre la Tierra. Eso será posible a través del ecumenismo que sus vidas puedan reflejar.
Amados hijos, esta escuela de oración abrirá las puertas para que, en verdad, ustedes reciban Gracias, curas, liberaciones y, principalmente, puedan ser bendecidos por el Perdón y la Misericordia de Dios.
Queridos hijos, les agradezco a todos los presentes, que hicieron posible la vigilia de oración durante esta madrugada. Pues ayudó ampliamente en la salvación espiritual de los pueblos originarios a través de Mi santa intercesión como Madre y Señora de Guadalupe.
Hijos, les agradezco por su permanente unión Conmigo.
¡Gracias por responder a Mi llamado por la paz!
María, Reina de la Paz y Señora de todos los pueblos
El perdón del corazón los hará retornar al origen de Mi Divina Misericordia.
Por eso hoy les pido: regresen al perdón interior porque él les dará la oportunidad de fundirse con el Sabio Amor de Mi Corazón. Tracen ahora el camino hacia el perdón, porque en ese sendero descubrirán las llaves para la conversión y la redención de la materia.
Que los buenos hermanos de camino se unan y nunca se separen del manantial de Mi Amor, el que los une totalmente. Quiero que puedan reconocer la verdad en estos tiempos, ella les revelará el camino hacia el encuentro con Dios.
Vivan ahora y siempre en la llama del espíritu de la fe, así podrán cruzar los umbrales oscuros que los pueden separar de Mi Corazón. Yo Soy el Fuego que nunca se apaga, que ilumina el camino para sus esencias y vidas. Quien está Conmigo podrá seguir el sendero que Yo indico en este ciclo.
Vivan en la fe inquebrantable del corazón.
Bajo la Luz de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Yo Soy el Sacerdote Mayor y ustedes son Mis aprendices para que puedan aprender del amor y de la verdad.
Yo Soy el Maestro Mayor y ustedes son Mis amados discípulos para que puedan aprender a vivir en la Ley.
En cada uno de los Míos, derramo Mis Dones Celestiales para que en el próximo tiempo despierten para el servicio a la humanidad.
Todo discípulo debe reverenciar la instrucción de su maestro; porque si así no fuera el discípulo no crecería erguido como lo hace un árbol cuando dirige su copa hacia lo alto. Cada enseñanza y aprendizaje tiene un porqué y una respuesta para sus vidas. Sin las experiencias de fe y de perdón no será posible gestar la Nueva Humanidad.
Hoy los llamo a vivir en Mi escuela pastoral, porque es necesario que los nuevos apóstoles despierten al llamado misionero de amor y de paz. En sus esencias se encuentra el verdadero ser, y en sus corazones se halla la verdad para sus vidas.
Nunca permitan que la mentira o la ignorancia del mundo los separe del Maestro de la Verdad. Traten todos los días de ser claros y transparentes como las aguas del océano; así podrán transmitir el mensaje de paz que muchas almas necesitan.
Lo más importante en estos tiempos es participar de la Sagrada Comunión Conmigo, así ni la ignorancia ni el arte del enemigo golpearán a su puerta. Solo deberán buscarme día y noche, en la alegría o en el dolor.
Yo estoy en todas partes cuando tan solo Me sienten en la oración. Es hora de usar los instrumentos de protección como la oración, la Comunión y el ayuno; así nada los derribará, pues tendrán entendimiento sobre las cosas, porque Yo les daré la fuerza de Mi Amor Redentor.
Estoy con ustedes. Adelante.
Bajo la Verdad Suprema de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por impartir Amor Eterno al mundo entero.
Cristo Jesús
Queridos hijos Míos:
Después de un importante encuentro con todos ustedes, durante los días 12 y 13 de septiembre en Victoria, Espíritu Santo; hoy, en este día de infinita Misericordia, les pido que busquen y vivan en la pureza del corazón en este tiempo, para que el mundo recupere la inocencia que ha perdido ante Dios.
Como Madre de la Santísima Pureza, les digo que retornen al origen verdadero de sus seres, que regresen al sentido del puro amor del corazón.
El Señor necesita de almas imperfectas y pecadoras para realizar Sus obras purísimas de paz y de conversión.
En la sagrada escuela que Mi Corazón Inmaculado vivió sobre la Tierra, la Divina Pureza estaba gestada en Mi Ser antes de recibir la Gracia del Mesías.
Esa pureza de la cual Yo les hablo, y que deberán buscar, es la pureza de sus intenciones, es la pureza que no genera juicios ni conflictos, porque la Divina Pureza es el escudo contra su propio sentido de la vida que los lleva al error.
La Divina Pureza es la esencia, flor de Mi Corazón, es el principio universal que emana Mi Espíritu santísimo a través del amor y de la compasión.
Por eso, les ruego, queridos hijos, que busquen este rayo de pureza que brota fluidamente del Sagrado Corazón de Dios, hacia los Sagrados Corazones de Jesús y de María, porque en su pureza podrán reconocer el poder del perdón y de la Misericordia.
Yo vuelvo al mundo para recordarle la esencia de la Divina Pureza. Toda la humanidad ha perdido la sinceridad pura de corazón, porque el mundo por sí mismo y el enemigo se han encargado de apagar esta pureza interior.
Oren y mediten, durante esta semana que llegará, sobre sus actos puros de corazón. Así entenderán desde su espíritu cuán verdaderos son ante la vida y ante sus hermanos.
Como su Sagrada Madre Purísima quiero que no se juzguen, sino que se observen y aprendan por medio de la serenidad que les irradia Mi amado Hijo. En Cristo está el ejemplo vivo de la pureza del amor y de la humildad para las familias, los sacerdotes, los religiosos, los laicos y los devotos de Mi Corazón.
Verdaderamente, Yo intento, semana a semana que, a través de la oración, algún día mueran para ustedes mismos y despierten al Universo Purísimo de Dios; porque en verdad les digo, Mis pequeños, que si buscan la pureza de intención, el mundo se curará del mar de impurezas en el cual vive.
Para formar parte de la nueva Tierra, será necesario purificarse a través de la oración, de la comunión, de la confesión y del perdón puro que sus pequeñas vidas puedan reflejar cuando se encuentren ante sus impurezas y las impurezas del prójimo.
El Amor puro, de Cristo, del Padre y del Espíritu Santo, será su inacabable fuerza espiritual para alcanzar el Reino de la Santa Pureza del Creador. Por su esfuerzo de vivir, día a día, la Sagrada Pureza, Dios consigue que la humanidad se libere de las grandes impurezas y, como una gracia universal, reciba la Divina Misericordia de Mi Hijo.
Sean puros, inténtenlo todos los días. Llamen, al despertar cada día, a Mi Divina Pureza. Yo ayudaré a quien se anime a ser puro de corazón.
¡Les agradezco por vivir Mi llamado purísimo de paz!
Su Madre, los bendice y los ama.
¡Gracias, queridos hijos!
María, Madre de la Santísima Pureza del Corazón
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más