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Queridos hijos:
En este momento, Mi Corazón Inmaculado aún se encuentra unido al corazón esencial de cada pequeño hijo de África, a fin de que estas pequeñas almas alcancen el alivio espiritual y moral que necesitan.
Deseo, de forma ardiente, que se abra la puerta de Mi Gracia en África, de una Gracia de oportunidades y de esperanzas para los adolescentes y jóvenes; para que Mis hijos de África sepan que es posible vivir otra experiencia sobre la superficie de la Tierra. Una experiencia que permita el despertar de sus valores espirituales e internos, de los valores que los ayudarán a ser buenas personas, así como son buenos y simples de espíritu; algo de lo que todos Mis hijos del mundo deberían aprender a reconocer.
África debe ser ella misma, como lo fue en sus orígenes, desde sus más profundas raíces de unión con lo Divino y Cósmico.
Por eso, a través de la actual misión humanitaria en curso, los tres Mensajeros Divinos preparan otro escenario interior, a fin de que el escenario exterior pueda ser mejorado, armonizado y corregido; para que todos Mis hijos tengan la dignidad que perdieron, no solo como seres humanos, sino también la dignidad de reconocerse y de sentirse merecedores Hijos de Dios.
Por eso, en África recién comienzan a gestarse el don de la esperanza, las oportunidades y la Nueva Tierra.
África Mía, eres parte de Mi Corazón; eres Mi aspiración de la nueva cuna de la Nueva Humanidad.
Oremos para que África sea ella misma y ya no sea de los explotadores y bandidos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cada uno de los orantes del mundo conoce y sabe sobre la realidad planetaria y sobre la importancia de sostener, en el mundo, una columna de luz de oración que haga despertar, cada día más, el Amor de Dios en los corazones y que disuelva los conflictos en las naciones y en los pueblos.
Por eso, hijos Míos, en la Vigilia de Oración de hoy, los invito a renovar sus esfuerzos y especialmente el compromiso de seguir orando por las naciones para que más milagros espirituales continúen sucediendo en la humanidad y en la vida de las personas.
Deseo, como Madre, que todos los días ustedes puedan penetrar en el misterio que guarda el poder de la oración y en los cambios físicos que el verbo orante genera en la vida planetaria como también en los Reinos de la Naturaleza.
Al día de hoy, el compromiso vivido mediante la Oración por las Naciones ha permitido, milagrosamente, que nuevos puntos de luz sean establecidos en Sudamérica, Norteamérica, África y Europa; y en breve en Centroamérica y Oceanía.
Es así, hijos Míos, que cuando un compromiso orante es vivido y asumido verdaderamente por una consciencia, no solo ella se beneficia espiritualmente al cabo de un tiempo, sino también el planeta que, como un estado vivo de consciencia, recibe una oportunidad, especialmente las naciones que fueron testigos de la depredación del hombre, del conflicto y del caos.
Por ejemplo, con la Oración por la Paz en Medio Oriente, su Madre Celeste alcanzó la aspiración, a través de los misioneros de la Fraternidad, de poder ingresar en el Líbano y así llevar el alivio interno y humano a las almas, porque el próximo Plan de su Santísima Madre es establecer una tarea humanitaria y religiosa en esa región para que África, Medio Oriente y Europa sean contemplados aún más por la Misericordia de Dios.
Todo eso es posible, así como otros acontecimientos, porque el poder de la oración trabaja y actúa diariamente en las almas que participan y acompañan la importante tarea de orar por las naciones.
Cuando una o más almas asumen ese compromiso con la Madre Celeste, lo asumen con el Padre Celestial, y el Universo puede sentir la respuesta amorosa de quien ora y se esfuerza por hacerlo todos los días.
Por eso, los llamo al tiempo de la renovación del compromiso para que aún más, en el mundo, la poderosa e invencible Misericordia de Mi Hijo salve a la humanidad.
¡Les agradezco, ahora y siempre, por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Oren para que el Reino de Dios descienda a la Tierra y Su Iglesia Celestial se plasme y se manifieste sobre todas las iglesias del mundo, revelando la espiritualidad divina y renovando a los espíritus que perseveran en busca de una fe verdadera.
Oren para elevar sus consciencias y sus corazones hacia el Corazón de Dios y encontrar allí las maravillas de Su Reino, para que no pierdan el amor en sus corazones.
Oren por los sacerdotes de este mundo, por aquellos que perdieron la Gracia de Dios y que ya no atraían Su Presencia, sino que se tornaron instrumentos de la oscuridad y de la perdición, destruyendo los tesoros celestiales que el Padre les concedió para su redención y salvación.
Oren por los sacerdotes que se esfuerzan para alcanzar la gracia de mantenerse firmes en su vocación y que día y noche son probados para no servirle a Dios, sino para caer en las tentaciones del mundo.
Oren por los religiosos y las religiosas de esta Tierra, consagrados al Plan del Creador en las diferentes congregaciones y líneas espirituales verdaderas, con la esperanza de ser una luz en la oscuridad del mundo, para que él no se pierda y un día pueda ser digno de la presencia del Reino Celestial.
Oren, hijos Míos, porque hoy ha llegado el tiempo de que salgan a la luz los pecados más arraigados en la consciencia humana, y muchos sucumbirán a la oscuridad dejando de lado las gracias que un día recibieron para manifestar el Reino de Dios.
Ha llegado el momento de lavarse en las aguas puras del final de los tiempos, las que los dejan transparentes delante de Dios y delante del mundo, para que reconociendo sus debilidades y pecados se arrepientan y retomen sus caminos.
Ha llegado el momento de la definición del planeta, porque pronto solo habrá dos leyes actuando en la Tierra: la Justicia y la Misericordia. Recibirán Justicia los que en ella se definan y Misericordia los que a ella se abran, rendidos en la verdad de su corazón.
Oren para que las almas no tengan miedo o vergüenza del arrepentimiento, para que no tengan miedo o vergüenza de pedir o de conceder el perdón.
Oren para que todos tengan el valor de verse transparentes y, aun así, rendirse ante Dios, para que Él los torne nuevos y los renueve en Su Gracia para que sean testimonios de Su Piedad para el mundo y portando en sus corazones la Misericordia Divina, la multipliquen en el servicio abnegado hacia otros.
Oren por las misiones humanitarias y por todos los que se abrirán de corazón al espíritu misionero, para que reciban la oportunidad de despertar y de redimir sus faltas a través del servicio. Y oren por todos los que serán servidos y recibirán el auxilio de Dios a través de sus semejantes, para que vean encenderse nuevamente en sus corazones las llamas del amor, de la esperanza y de la fe que el sufrimiento y la oscuridad hacían desaparecer de sus espíritus.
Oren, hijos Míos, por este planeta, para que a pesar de toda purificación y de toda prueba estos tiempos sean la preparación de un nuevo tiempo.
Así como los hombres se purificarán y se limpiarán para ser otros, rendidos a Dios en Su Gracia, que este planeta también se purifique y se limpie, y cuente siempre con espíritus firmes que en oración lo sustentarán, para que un día se torne digno de ser la cuna de una nueva vida, vida que expresará la verdad y la semejanza con el Reino de Dios.
Después de que todo se cumpla la Tierra será digna de recibir un nuevo nombre, renacida en Cristo y bajo la Gracia del Espíritu de Dios. Todo el planeta ingresará en el tiempo de la eternidad, en el que las horas no serán contadas.
Cuando todo haya pasado, hijos Míos, y el amor triunfe en el corazón de los que perseveraron siendo portadores de la paz, esta paz se expandirá más allá de sus corazones y alcanzará el horizonte de las estrellas, el firmamento en el Universo, restableciéndose en donde ustedes ni siquiera sabían que estaba perdida.
Oren, entonces, para que las almas tengan en sus corazones esta meta y delante de todas las pruebas no la olviden y no la pierdan de vista.
Verán en el mundo hechos y acontecimientos increíbles, pero hoy les digo, hijos Míos, que mayor que todo eso será el triunfo del Plan de Dios que sucederá a estos acontecimientos. Por eso tengan fe, oren y perseveren.
Mientras Mi Voz se pronuncie en el mundo Yo los ayudaré y los acompañaré siempre y, revelándoles los misterios celestiales, les enseñaré a atraer la Verdad hacia la Tierra y a vivirla.
Yo los bendigo y les agradezco por llevar adelante este Plan de Amor y de Paz.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los Jóvenes de la Paz
Queridos hijos:
Con alegría y gratitud le ofrecemos al Universo el encuentro de la juventud de hoy, para que nuevas semillas de Luz sean sembradas en todos los seres que deberán despertar a un nuevo estado de consciencia, como una forma de preparación interior para los tiempos que llegarán.
Cada actividad que hoy fue ofrecida con entusiasmo, contribuyó a la manifestación espiritual de ese estado de consciencia que la presente humanidad necesita adquirir para los tiempos actuales.
Para este séptimo Festival de la Juventud, la ciudad de Buenos Aires ha sido escogida como anfitriona del encuentro ecuménico de la juventud; la preparación del mismo, con esfuerzo, amor, servicio y dedicación, les ha demostrado a todos los jóvenes que es posible llevar adelante la Obra de la Jerarquía y hacerla parte de sus vidas en este ciclo.
El séptimo Festival de la Juventud representa un ciclo de madurez, de aprendizajes y de experiencias para los jóvenes pioneros que dieron los primeros impulsos para la materialización de la Campaña de la Juventud por la Paz.
En este sentido, el número siete significa que todos los jóvenes pasaron por siete ciclos y siete escuelas de aprendizajes, las que ayudaron a fortalecer el compromiso de amor por la Jerarquía y por la humanidad.
Hoy una síntesis interna y espiritual ha sucedido en el mundo interno de cada joven colaborador de esta Obra de amor, la que va más allá de encuentros de paz, de integración, de servicio, de oración y de misiones humanitarias.
A partir de este séptimo Festival de la Juventud por la Paz, sucedido preciosamente en la ciudad de Buenos Aires, ha quedado establecida una integración entre los jóvenes de las diferentes naciones, los que, junto a la Jerarquía y desde este nuevo ciclo, se animarán a reconstruir espiritualmente la consciencia de la juventud planetaria viviendo nuevos patrones de conducta, de convivencia, de fraternidad y de servicio por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza.
Los Festivales de la Juventud por la Paz representaron para la Jerarquía Celestial una oportunidad de cura, de renovación y de servicio por un planeta que sufre y agoniza día a día.
Desde el Universo Espiritual nuevas virtudes y nuevos talentos serán colocados en el corazón de cada joven, a fin de seguir construyendo esta red de amor y de servicio para aliviar el dolor humano e interno.
Los animamos a todos a seguir trabajando, a vivir cada aprendizaje y cada experiencia como una oportunidad de crecer interiormente, sabiendo que espíritus tan antiguos, como los de los jóvenes, deberán retomar sus puestos dentro de este Plan de Amor por la humanidad.
Queridos hijos y jóvenes Míos, celebremos este día como parte de una victoria celestial en la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy quiero anunciarles, a pedido de Mi Hijo, que su Madre Celeste cerrará esta Peregrinación milagrosa que ha sucedido durante estos dos últimos meses en Europa.
Europa, en su conjunto, nuevamente fue liberada de muchos errores, no solo del pasado, sino también del futuro.
Esta Peregrinación lanzó nuevas semillas que muchos corazones de diferentes naciones supieron sembrar y cultivar dentro de sí.
El impulso entregado por medio de la Peregrinación atrajo liberaciones y redenciones importantes para las naciones europeas, que se fueron dando cíclicamente a medida que la Peregrinación se desarrollaba.
A pesar de que durante los últimos dos meses Mis servidores peregrinos tuvieron momentos difíciles y culminantes, quisiera decirles, hijos, que el enemigo y sus potestades fueron derrotados muchas veces y fueron devueltos a sus abismos más profundos, a donde Mi Hijo, por segunda vez, irá para juzgarlos y redimirlos.
Hoy Me tomo el tiempo de transmitirles este mensaje y estas informaciones para que, cada día más, la Obra, en su totalidad, sepa hasta dónde puede llegar una simple peregrinación o incluso una misión humanitaria.
Todo lo que se hace por amor tiene un efecto trascendental y llega a abarcar grandes planos de consciencia.
Aunque la Peregrinación por la Paz no haya finalizado en España, eso no significa que Mis hijos de ese país no reciban la ayuda espiritual que necesitan.
En España existen almas servidoras valiosas y preciosas, sobre las cuales la Madre de Dios puede fundar las bases de Su confianza, porque sé que siempre Me comprenderán.
Ahora que tantas naciones y pueblos de Europa fueron espiritualmente ayudados, quiero decirles, hijos Míos, que la Península Ibérica ya está preparada para ir al encuentro de otros pueblos y naciones europeas, a fin de llevar Mi mensaje de paz y de redención.
El próximo 21 de julio, día especial para el Cielo por su coyuntura universal y cósmica, la siempre Virgen María, Madre de la Humanidad y Señora del Santísimo Rosario, aparecerá en la Comunidad-Luz Flor de Lys para cerrar la Peregrinación por la Paz junto a Sus queridos hijos, dando testimonio, una vez más, del triunfo de Su Inmaculado Corazón.
Allí, Yo los esperaré para compartir, junto a todos sus hermanos del mundo, este importante momento de síntesis.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Hoy, vengo con la intención primordial de realizar la misión peregrina a Asia y Oceanía; porque si esto sucede en esa región del mundo, muchas situaciones serán evitadas y otras reparadas.
Necesito que cada ser orante se vuelva consciente de que cada paso, que desde ahora será dado, ayudará a construir la próxima etapa de trabajo espiritual e interno en la humanidad.
Como Madre y Guía de las almas, necesito, queridos hijos, que los pasos que Yo les pido que den en este momento para que esa misión se concrete no sean solo materiales, sino también internos y espirituales.
Eso facilitará que el propio universo interior de cada ser esté preparado para asumir esa próxima misión con otro estado de consideración y de consciencia; porque lo más importante, hijos, es lo que comenzará a generarse y a gestarse desde ahora. Más adelante, las condiciones internas, espirituales y materiales, repercutirán ampliamente para que todo se realice, así como está previsto por el Padre Celestial.
Vivir una misión en Oriente no es lo mismo que vivir una misión en Occidente. A pesar de que la humanidad es la misma biológicamente, otras necesidades, carencias y urgencias deberán ser suplidas desde el momento en que Mis misioneros coloquen sus pies en esa región del planeta. Por eso, vuelvo a repetirles, Mis amados, que todo lo que hagan repercutirá en el futuro para que la misión se pueda realizar.
Su Madre Celeste no habla de ser autoritario o severo, su Madre les habla de la importancia de colocar más amor y consciencia en todo lo que los rodea diariamente. Corrigiendo esto, se construirá la nueva misión y las puertas a la Divina Providencia estarán abiertas. Así, todo se llevará adelante bajo la ardiente aspiración de Mi Inmaculado y Materno Corazón.
Desde ahora, les agradeceré que estén atentos a ustedes mismos para que se pueda construir una nueva misión victoriosa y plena en el Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Es Voluntad de Dios, queridos hijos, que la Obra de amor y de redención de los Mensajeros Divinos llegue, de forma ecuménica, fraterna y servicial a los más pequeños del mundo: a todos los niños.
Después de establecido el acuerdo internacional de cooperación entre todas las naciones con los diferentes refugiados del mundo, y en la víspera del especial encuentro de misericordia, Dios les está pidiendo que den un paso más como Obra y este paso ahora será planetario.
Es así que, a través de sus misiones y servicios humanitarios, sin religión ni credo, pero sí de corazón amoroso y abierto, su Madre Celeste necesita llegar por medio de ustedes a los niños más desprotegidos del mundo, a los que padecen las guerras, los conflictos entre las naciones, la pobreza, la enfermedad y la persecución.
Hasta ahora la Red Misionera Planetaria estaba en un ámbito de entrenamiento y de preparación. A partir de hoy la Red Misionera Planetaria estará integrada por la contribución y el servicio de una parte de la Obra, que es la Red Luz Planetaria.
De esa forma, queridos hijos, la aspiración de Dios es que, por medio de la unión y de la hermandad con los organismos internacionales, esta Obra atienda a nivel internacional a los niños del mundo en situaciones de guerra, de conflictos y de desintegración de sus familias, con el fin de que Mi Materno e Inmaculado Corazón intervenga en el rescate de esas esencias.
A partir de este nuevo ciclo, después del último 8 de agosto, la situación de servicio y de asistencia a la humanidad por parte de toda la Obra ha cambiado y se ha ampliado a nivel mundial.
Quisiera que comprendieran que, por medio de sus manos y de sus corazones, su Madre Celeste intentará llegar a todas esas almas sufridoras, las que por diversas circunstancias han perdido el contacto con el amor y la esperanza.
En esta fase, la Orden fundada por Mi Amado Hijo también desempeñará funciones específicas dentro de este servicio humanitario.
Por eso deben disponerse, porque a través de los organismos internacionales, ustedes podrán atender y servir, por Cristo, en naciones del mundo nunca antes concurridas o visitadas por su grupo, en donde se desencadenan situaciones de riesgo o de desnutrición de niños inocentes.
Mi misión para con ustedes, es que algún día aprendan a colocar el planeta y su humanidad en sus corazones ya que todos los impulsos entregados durante los últimos treinta años, fueron preparatorios para este ciclo de emergencia planetaria.
Recuerden que estos servicios humanitarios prepararán la segunda venida de Cristo.
Acreciento, hijos Míos, que podrían presentarse almas servidoras de diferentes edades que vendrán hacia ustedes movidas por el impulso de ayudar a disolver los conflictos en la humanidad.
¡Sigamos adelante!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Queda hecha la declaración oficial de que la Obra de Paz de los Mensajeros Divinos, de forma ecuménica, autónoma y fraterna, brindará sus servicios humanitarios a los diferentes pueblos y naciones del mundo, con el fin de establecer espiritualmente un mayor período de paz.
Es de esa forma que los misioneros de la Fraternidade y los consagrados de la Orden de Mi Hijo, a partir de este impulso entregado por las organizaciones internacionales, quedarán congregados, reunidos y hermanados en las dos bases que se establecerán de forma permanente en el norte del Brasil.
Esto significa, queridos hijos, que para su Madre Celeste, la misión permanente de Grecia quedará transitoriamente cerrada y será asumida por los representantes y miembros de la Red Luz de Europa.
Al respecto de la misión de servicio permanente en la periferia de la Comunidad-Luz Figueira, también quedará transitoriamente cerrada y será asumida bajo Mi convocatoria por la Red Luz de Minas Gerais y San Pablo.
Por consiguiente, bajo la Voluntad de Nuestro Padre, todos los misioneros matrices y en formación se trasladarán hacia el norte del Brasil para responder al pedido realizado por las organizaciones internacionales, las que buscan la paz, la justicia y la equidad entre las razas y los pueblos.
En este sentido, la Jerarquía Espiritual está llamando a toda la Red Luz planetaria para que asuma el servicio humanitario con la finalidad de que los servidores matrices y consagrados, que pertenecen a las Comunidades-Luz y residan en ellas, puedan desenvolver ampliamente el servicio fraterno en la búsqueda de establecer la cura, la redención y el amor en las almas que han perdido, por causa de los conflictos, de las guerras y del desorden entre las naciones, la esencia de la fe y del amor.
Cabe destacar que el escudo espiritual de protección de los misioneros y consagrados que asumirán la fase operativa del servicio en las organizaciones internacionales bajo el principio de la fraternidad, tendrá como base interna la presencia de los Sagrados Corazones. Pero, bajo ninguna circunstancia o motivo se difundirá algún principio religioso o espiritual, ya que la causa de los actuales conflictos proviene de las incomprensiones sociales y humanitarias entre las religiones.
En esta nueva fase de asumir tareas mundiales y de orden universal, la Fraternidade solo buscará el bien y el beneficio del semejante, para que se recuperen los valores y los derechos humanos.
Estaremos guiando paso a paso esta nueva fase que llevará a la consciencia de todos los servidores a sacrificar muchas cosas de sus vidas para que en Sudamérica no se precipite una situación peor a la que ya existe.
¡Les agradezco por responder a esta operación de rescate mundial por la paz y el bien en el mundo!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Ante el Venerable Corazón de San José, sus corazones se llenen de amor, para que por siempre reine la verdad y se liberen del sufrimiento pasado.
Queridos hijos, San José es el Padre de todas las esencias, y en sus esencias están la vida, el origen y el principio de todo.
Son sus esencias las que pueden cumplir el Propósito de Dios, porque a través de sus esencias se cumplen las metas de la Creación.
Necesito, queridos hijos, que sus esencias sean humildes y resplandecientes a los Ojos de Dios.
En sus esencias está la síntesis de su caminata por el Universo y por este planeta. Sus esencias pueden ser ese portal para que en el fin de los tiempos, las almas se sirvan de ellas.
En ustedes, queridos hijos, está ese potencial de poder amar cada día más. Necesito, hijos Míos, que sus mundos internos sirvan de alivio al gran dolor planetario.
Por medio del servicio, en las misiones humanitarias, se vuelve a escribir una historia de amor, de perdón y de misericordia.
Sean esencialmente el ejemplo que el Universo necesita, para poder llevar adelante esta última fase de la operación rescate en la humanidad.
Los Sagrados Corazones exponen Sus templos internos a todos, con el fin de que se aproximen al Reino de Dios, el que también habita en los mundos sublimes.
Abran los ojos a la verdadera realidad, porque así estarán en comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los ama infinitamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El triunfo de Mi Corazón está próximo y todos lo verán.
A las puertas de la gran misión a Centroamérica y México, su Santa Madre se prepara para ingresar en el escenario de esa región y así poder aliviarla de su dolor milenario.
El triunfo de Mi Corazón está próximo y todos lo verán.
Es así, queridos hijos, que en este día de preparación los invito a todos a que se coloquen bajo Mi manto para que unidos a Mí, puedan ver y sentir interiormente toda la protección del Cosmos.
En este día se prepara el triunfo de Mi Corazón y a muchos los tomará por sorpresa.
Queridos hijos, su Madre Celeste también acompañará la misión humanitaria por Venezuela, y en el mes de noviembre se instalarán las bases para esta tarea que recién comienza y que está apoyada por la Jerarquía Celestial.
En este sentido, queridos hijos, a las puertas de los venideros acontecimientos, su Madre Celeste los invita a proseguir con fe y amor frente a toda la necesidad que ustedes encontrarán.
Lo más importante para Mí, hijos, será el alivio del sufrimiento a través de todo el amor que puedan expresar a los marginados y a los inmigrantes.
Deseo que sus corazones palpiten de amor, así como Mi Corazón palpita de alegría al ver que se realizan ambas misiones.
Como verán, eso es Voluntad del Padre Celestial con el fin de que toda la humanidad y el planeta se vean beneficiados y puedan despertar al momento de su redención.
Quisiera que a estas misiones fueran Mis legionarios y representantes de la paz.
Recuerden eso, porque será importante que a través de una alineada y correcta actitud se fortalezca la expansión de Mi obra más allá de América.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Con ustedes y en ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Una importante Misión Humanitaria por Venezuela...
Mis más apreciados hijos orantes del mundo:
Con la Voz de la Consciencia de Dios, vengo en este día para pedirles la colaboración con una importante misión humanitaria por Venezuela.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Espero, queridos hijos, que en el mes de noviembre, Mis misioneros de la Fraternidade lleven adelante junto a los colaboradores del norte del Brasil, esta misión humanitaria; la que tendrá el propósito de acoger a muchos hermanos y de aliviar el sufrimiento que es generado en la nación de Venezuela.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Con toda su disposición y con el servicio a los necesitados, esta misión humanitaria por Venezuela se llevará adelante en el Estado de Roraima, específicamente con los refugiados de Venezuela que están en la ciudad de Boa Vista.
Desde esta ciudad, su Madre Celeste le está señalando a Brasil, como nación, que deberá abrir sus puertas para acoger a los refugiados.
Las almas de Venezuela necesitarán de la misión humanitaria al menos durante todo el mes de noviembre.
Es así, queridos hijos, que un primer grupo de misioneros participará junto a los que sientan cooperar en el alivio del sufrimiento, durante los primeros quince días del mes de noviembre. A continuación llegará la segunda parte de la misión con otro grupo de servidores en los últimos quince días del mes.
La base inicial de preparación para esa misión humanitaria será la Comunidad-Luz de Figueira, en las casas de los misioneros de la Fraternidade.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Queridos hijos, será de esa forma que dos grandes misiones estarán sucediendo durante el mes de noviembre: la misión humanitaria por Venezuela y la misión de los Mensajeros Divinos a Centroamérica y México.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Así podrán comprender, Mis amados, que los Sagrados Corazones están queriendo evitar un desajuste en América, sobre todo en las naciones de Centroamérica y en Venezuela, que ya enfrentan los primeros pasos del Armagedón.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Con sus corazones llenos de alegría y de misericordia, espero que en la misión humanitaria por Venezuela, también participen hijos Míos de Colombia, Argentina y Uruguay. Abrazando esta divina tarea, como humanidad, atraerán por medio de esta misión la oportunidad de revertir los males que hoy Venezuela está enfrentando.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Queridos hijos, bajo el amparo y la protección de todos los ángeles la ciudad de Boa Vista, en el Estado de Roraima, se tornará un campo de refugiados; refugiados que llegarán cada vez en mayor número esperando aliviar el sufrimiento y cubrir las necesidades básicas humanas.
La Fraternidade - Federación Humanitaria Internacional tendrá la Gracia de congregar a los servidores de las diferentes naciones de América que participen de esta sagrada misión por el alivio del sufrimiento de los hermanos de Venezuela.
Nuevamente el amor deberá curar todo el dolor…
Agradezco que los servidores y los misioneros apoyen este plan de asistencia y de ayuda a la nación de Venezuela.
Brasil deberá abrir las puertas de su corazón para acoger tan grande sufrimiento humano.
Quien los acompañará a servir por la paz,
Vuestra Madre María, Rosa y Misionera de la Paz
Queridos hijos:
Hoy quisiera pedirles que presten atención sobre un punto importante de las misiones humanitarias, sobre algo que ha dado resultados espirituales especiales entre los misioneros y los refugiados. Es decir que a pesar de las culturas, a pesar de las lenguas o incluso de las naciones se ha creado positivamente un puente interno de fraternidad y de amor en medio de una crisis que no parece detenerse de tan grave que es.
En el punto de la fraternidad y del amor es que hoy quisiera que todos vieran, atentamente, cómo los lazos internos entre las almas se establecen de manera espontánea cuando todo es verdadero y humilde.
Es en esta etapa de la misión en la que cada uno de los refugiados que pasó por la atención humanitaria y espiritual de los misioneros está pudiendo recordar y reconocer que el amor y la paz aún existen, y que no solo existe la guerra y la oscuridad creada por el adversario. Es así, queridos hijos, que ese reconocimiento espiritual e íntimo de parte de cada hijo de Medio Oriente hace posible que esa parte de la humanidad no pierda la esperanza de poder seguir adelante.
Por medio de la misión humanitaria en Turquía, no solo los refugiados sino también los servidores de la asociación turca están despertando con el impulso interior que los misioneros están dando a través del servicio, de la escucha a cada refugiado y sobre todo del amor fraterno que se expresa.
Hoy les revelo que entre los misioneros, los servidores de Turquía y los refugiados de Medio Oriente quedará un lazo de hermandad interior y verdadero que ayudará en la manifestación de la Nueva Humanidad. Estos son los nuevos patrones que la Nueva Humanidad gestará en su consciencia después de que todo el planeta se haya purificado.
Queridos hijos, es de esa forma que la obra interna de la Jerarquía se amplió espiritualmente, desde el momento en que los misioneros respondieron a la convocatoria de permanecer más días al servicio de las necesidades humanitarias en Turquía y al servicio de los refugiados.
Los corazones heridos deben ser escuchados, esa es la importante tarea que los misioneros han cumplido bajo la guía de la Madre Celestial.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Corazón del Redentor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
Que en este día de Mi Inmaculada Concepción, los corazones desesperados de Medio Oriente puedan recibir un rayo de Mi Gracia a través de las obras de caridad y de servicio que Mis misioneros de la paz están llevando adelante.
Queridos hijos, en este día en el que vuestra Madre Celeste reveló al mundo Su Inmaculada Concepción, quisiera pedirle a cada uno de Mis hijos que recuerde su pureza original latente en lo profundo de su espíritu. Es esta sagrada pureza original, que la mayoría de Mis hijos perdió como consecuencia de las guerras y de los exilios hacia regiones lejanas.
Hijos Míos, pero aún en el mundo todos los que oran a Mi Inmaculada Concepción mantienen viva esa pureza que Dios concedió desde el principio a cada uno de ustedes.
Queridos hijos, trabajen todos los días sin demora, para que algún día la entrega y la ofrenda de ustedes sean el testimonio de su pureza original ante Mi Hijo.
Deseo que a través de las misiones humanitarias no solo se recuperen los valores de la dignidad humana, sino también los valores espirituales de la pureza original. Y eso lo conseguirán cuando en sus seres se refleje la presencia espiritual del Padre Celestial por medio del amor, del servicio, de la fraternidad y de la entrega que todos son llamados a vivir en el nombre de Mi Hijo.
Hijos Míos, mientras la misión en Turquía continúa, quisiera que los misioneros de la paz llevaran estampado en sus corazones la llama rosa de Mi Amor, la llama divina de vuestra Madre, la que los conducirá a encontrar la pureza original en sus seres.
Mientras el mundo se está purificando, es necesario que existan almas pacificadoras que irradien la pureza original del Creador a través de los actos fraternos de servicio y de amor al prójimo.
En todo esto existe un gran propósito: recuperar la inocencia que la humanidad perdió por ignorancia y por error. Es así, queridos hijos, que las misiones humanitarias serán un puente directo a la vivencia del amor y del perdón que le falta al mundo entero.
Hoy los bendigo universalmente desde el Santuario de Notre Dame de Lourdes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Mis queridos hijos:
La indiferencia en esta humanidad, reflejada en la falta de servicio de unos con otros, es la causa del abandono de los pobres, de la marginación de los que están presos, del dolor de los sometidos y del aborto de las madres del mundo como una moda en estos tiempos; y todo esto es la causa cruel de las guerras.
Para que el mundo tenga paz en su interior y se la merezca, el esfuerzo, el sacrificio y la renuncia a todo lo que siempre creyó que estaba bien, deberán ser muy grandes ante el Reino de Dios.
El universo sabe que no todos tendrán la consciencia lo suficientemente despierta para percibir que es urgente cambiar dentro de sí. Por eso, queridos hijos, vendrán los tiempos de purificación del planeta, de los Reinos de la Naturaleza y de la humanidad.
El aviso ya fue entregado, y muy pocos en este mundo actual reconocen que es mejor cambiar a tiempo que cambiar en un profundo dolor, camino que la humanidad siempre escogió.
¿Cómo hacer para cambiar a tiempo?
Sirvan, dónense, entréguense, no critiquen, no juzguen, no incomoden, no se mientan ni tampoco mientan a los demás, no transgredan las leyes básicas de la vida, sean generosos, sean pacientes, sean amorosos con los demás, sean pacíficos y ayuden con alegría, siempre y cuando los llamen a servir; así, percibirán que no estarán perdiendo el tiempo con otras cosas y que todo poco a poco se convertirá.
Es por eso, hijos Míos, que el universo promueve el servicio a través de las misiones humanitarias para que todos perciban cuánto se alejaron de servir al prójimo y de estar disponibles todos los días para lo que sea necesario.
Las misiones humanitarias son una forma de recordar el principio fundamental del apostolado de Cristo en estos tiempos. El servicio humanitario cura la indiferencia que los seres tienen por todo lo que los rodea. El servicio humanitario es una forma de equilibrar las faltas graves que hoy comete la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los cura,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Mis queridos hijos misioneros:
Después de que sus corazones y consciencias conocieron la grave realidad de los refugiados, de los que huyen en barco hacia Grecia en búsqueda de una vida mejor, ahora, su Madre Celeste los conducirá a que encuentren nuevas y profundas necesidades de servicio espiritual e interno.
Quiero decir con esto, queridos hijos, que todos los refugiados, así como los niños que ustedes encontraron en esta misión, reflejan en sus miradas el resultado de un total abandono espiritual, moral y físico en cada una de sus vidas.
Así, hijos misioneros, ustedes están ante una situación espiritual de los refugiados que no solo se resolverá con servicio y con palabras de afecto, ustedes están ante un mar de complicaciones internas y externas; están ante el resultado visible de lo que el hombre de superficie, sin consciencia y sin amor, puede hacer con la vida de los demás.
Es en este punto y en este escalón no evolutivo en el que se encuentra la humanidad actual, muy insensible a los sufrimientos ajenos y olvidándose rápidamente de las necesidades humanitarias; situación que la humanidad solo ve como una noticia mundial.
En este momento la insensibilidad ante la crisis migratoria de millones de refugiados ya no puede seguir siendo ocultada, es una situación que cada día se vuelve más extrema y que por ser tan grave no se conoce el fin de la misma.
Queridos hijos, es por eso que los he traído hasta Turquía, para que con sus ojos y corazones, vieran y sintieran algo humano, algo de sus semejantes que es inexplicable.
En este momento la misión humanitaria en Turquía vivirá una profundización espiritual, y a pesar de que algunos de Mis misioneros enfrentan, con sus dolores, el dolor de millones de refugiados sirios, Mi mano no dejará de estar sobre ustedes para irradiarlos y ayudarlos hasta el final de la misión.
Queridos hijos misioneros, les suplico que pidan perdón a Dios cada vez que encuentren una situación de sufrimiento, que es el resultado de esta guerra civil.
Pidan por Misericordia y no se cansen de pedir, así Yo también podré aliviar los corazones solitarios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta a la Consciencia Mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos Míos:
En el auge de la guerra de los tiempos, el triunfo de Mi Inmaculado Corazón ocurrirá a través de los que, en confianza absoluta, caminen a Mi lado para concretar los Planes de Paz.
En ese trayecto, queridos hijos, mediante el servicio humanitario en cada región de este mundo, verán cómo se muestra la crueldad humana, acción que ha llevado a la perdición a numerosas almas.
Para poder recuperar a las almas perdidas y a la dignidad de cada una de ellas, hijos Míos, es necesario que a través del fuego poderoso de la oración se transmuten todos los males que oprimen a gran parte de la humanidad.
La tarea de transmutar está centralizada en los Centros de Oración por la Paz que Yo he fundado en esta parte del mundo. Es por eso, queridos hijos, que ante la demanda espiritual planetaria de transmutación, es necesario que los Centros Marianos estén vivos, que tengan vida, liturgia, procesiones y oración cada vez más elevadas y ofrendadas al Proyecto Redentor de Mi amado Hijo.
Hijos Míos, teniendo en la consciencia la importancia de la vida de un Centro Mariano, todas las puertas del Cielo estarán abiertas para que la transmutación planetaria se realice. Fátima, Lourdes, Guadalupe, Medjugorje, La Salette y los actuales Centros Marianos en América del Sur, se han vuelto potentes usinas de liberación y de redención de las fuerzas del caos planetario, especialmente de los ejércitos del adversario que trabajan a través de las guerras.
La tarea de mantener la vida de los Centros Marianos, persistiendo hasta el fin para que todos puedan tener un planeta donde vivir, es una tarea espiritual y operativa de todos los miembros de la Red-luz y de los grupos de oración del mundo.
La Jerarquía Celestial cuenta con los Centros de Oración para que todo lo liberado a través de las misiones humanitarias pueda encontrar un lugar de evacuación en otros universos.
Les dejo, hijos, el compromiso íntimo de ser guardianes de la obra de la Jerarquía Celeste a través de los Centros Marianos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los despierta siempre a una tarea mayor,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
Mientras las misiones se desarrollan ampliamente en la vida espiritual de las consciencias, su Madre Celeste junto con San José Castísimo oran para que los frutos y los resultados de cada misión humanitaria permitan motivar a otras consciencias a que vivan el espíritu del servicio humanitario. Es de esa forma, hijos Míos, que su Madre Santísima y San José Obrero van formando a las almas que se consagraron al Inmaculado Corazón como soldados al servicio de Cristo.
Ahora, queridos hijos, a través de estas misiones debe surgir en cada uno de ustedes no solo la fuerza para que se unan los grupos de oración, sino que también debe despertar en Mis hijos el alma misionera.
El alma misionera es un estado que puede sentir la consciencia que vive el Plan de Dios y que se ofrece por entero al universo para ayudar, para servir sin condiciones donde sea necesario.
El alma misionera, hijos Míos, podría transformar la Tierra, porque es el principio vivo del servicio donado en cualquier lugar.
Puede existir, queridos hijos, un alma misionera común, en donde todas las consciencias se unen, en ese nivel interno del espíritu, para confirmarse y entregarse a cumplir la Voluntad de Dios.
Entre los grupos orantes y entre los diferentes misioneros se está gestando un estado positivo de alma misionera; estado en el que muchas más consciencias lejanas a esta Obra serán atraídas por este espíritu de congregarse a servir a través de la oración y de la donación abnegada.
Es por eso, que el alma misionera está siendo formada espontáneamente por todos los corazones que, de forma independiente en donde se encuentren, están unidos en misión a través del llamado de los Mensajeros Celestiales.
Queridos hijos, el alma misionera es amparada por los Ángeles de la Guarda, que cuidan todo lo que se expresa como servicio y oración.
Este impulso del alma misionera, formada por los servidores, está llegando espiritualmente a la consciencia de las naciones, en este caso a Argentina y a Turquía.
Por eso, queridos hijos, los invito a proteger y avanzar en este espíritu de unidad fraterna que está siendo creado por el impulso orante de todos los grupos de oración, en apoyo a las misiones humanitarias.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los unifica en el Corazón del Padre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
El dolor del mundo es quitado de los corazones ofendidos, por sus propios hermanos de esta humanidad, a través de las misiones humanitarias.
En esta hora en donde la sangre inocente aún es derramada sobre el mundo, la victoria del Sagrado Corazón de Jesús promete a aquellos que confíen en Él, entregarles Su infinita Misericordia. Hijos, no habrá otro remedio que pueda aplacar tan grandioso dolor humano.
Después de la primera guerra mundial Yo anuncié en Fátima que, si el mundo no cambiaba a tiempo, llegaría una segunda guerra peor que la primera, y así sucedió. La masacre de millones de almas llevadas a los infiernos de este mundo hizo desaparecer la inocencia del hombre terrestre.
Vuestra Madre Celeste se anuncia al mundo una vez más, declarando que esta es la última vez, porque el mundo no aprendió a perdonar ni a establecer la paz.
Mi Inmaculado Corazón guía cada una de las misiones, porque será el servicio humanitario que logrará la victoria y dará consuelo a todos los que se perdieron en las manos del adversario.
El Cielo promete al mundo una ayuda divina y una intercesión espiritual de parte del Arcángel Gabriel, algo que será totalmente comprendido cuando todo haya sucedido en la humanidad.
Hoy Mi Corazón Materno deposita sobre algunos corazones el dolor del mundo, que debe ser aliviado por la oración, la fe y la devoción de los que en verdad aspiren a encontrar el Reino de Dios, el que espera ardientemente impregnarlos con Su fuego de misericordia y de piedad.
Queridos hijos, en esta hora les pido a todos que abran sus consciencias para comprender las misiones humanitarias, como una de las columnas redentoras de la Jerarquía Celeste.
Es así, que esa consciencia será dada por el poder de la oración que siempre colmará a los corazones y a la vida planetaria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los une al Único Amor del Universo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos Míos:
La esperanza de los apóstoles de Cristo debe ser lo que renueve a todo el planeta. Es por eso que las misiones humanitarias a regiones tan necesitadas tienen el motivo predilecto de reparar a través de la esperanza interior, de la fe y del amor a Dios, las consecuencias generadas por el mal.
Queridos hijos, la tónica para estos tiempos, es una actitud interior del alma que verdaderamente confía en el Señor y que Mi adversario desconoce.
Hijos Míos, la misión humanitaria en Turquía intentará una vez más recuperar la fe y la esperanza que Mis hijos de Medio Oriente perdieron.
La esperanza y la fe son una actitud espiritual interior que fluye en el corazón de los seres, así como fluyen las Leyes del Universo. La esperanza de los apóstoles y de los seguidores de Mi Hijo es algo que no puede ser quitado, porque es la esencia de una convicción profunda unida al Corazón del Padre Celestial.
Turquía es una nación que podría gestar en la consciencia el vórtice de la esperanza, algo que podría ayudar mucho a Siria, que se encuentra en una batalla sin precedentes.
La cristiandad es la confirmación de la fe de las buenas almas, por eso, queridos hijos, viviendo esa cristiandad interior sin necesidad de proclamarla, estarán en el camino de la confianza en Dios, una virtud infinita del Padre Celestial.
Queridos hijos, en este momento Mis misioneros de la paz están siendo guiados para establecer ese espíritu de fe y de esperanza en la esencia de los que quedaron atrás por las crueldades del mundo. Es por eso que en este día los invito a renovar el sacramento de la fe, para que así Vuestra Madre Celeste tenga la dicha de expandir Su obra de paz en el mundo.
Queridos hijos, sepan que nunca los abandono y que en estos tiempos estoy con quien Me abre su corazón para que Yo lo pueda curar; aún Mis últimas Gracias están siendo derramadas.
¿Quién las aceptará en profunda fe?
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!.
Los renueva en el sacramento de la Fe,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Queridos hijos:
El espíritu de la niñez será lo que deberá ser recuperado en lo profundo de la esencia de cada pequeña alma de Siria.
Es por eso que los misioneros deberán transmitir, en sus gestos y acciones, el espíritu de la verdadera alegría, con el motivo de poder reflejar en los más inocentes el sentido de estar viviendo sobre la superficie del planeta.
Así, queridos hijos, las obras de paz que serán realizadas por los misioneros de la Federación, permitirán recuperar el verdadero sentido de reencontrar el amor que está perdido y de la maternidad que nunca vivieron, por la falta de paz.
Queridos hijos, esta misión en toda Turquía intentará compenetrarse con los espacios más profundos de la consciencia espiritual de las almas, con el propósito de recuperar la dignidad y principalmente la filiación con el Padre Celestial, algo que por las acciones de la guerra fue desactivado del corazón de cada hijo Mío.
Hijos Míos, el camino que recorrerán los misioneros de la paz, los llevará a encontrar los diferentes estados de falta de paz, de amor y de justicia.
Es por eso que vuestra Madre Celeste acompañará a los misioneros para que, unidos a Mi Corazón Inmaculado, ellos puedan ser guiados directamente hacia el lugar en donde será necesario reconstruir el espíritu de la paz en el corazón humano, y especialmente reintegrarles a los más pequeños, y también a los adultos, el sentimiento de ser amados y no rechazados.
En esta hora en la cual los primeros pasos de la misión ya están siendo dados, todos son llamados, queridos hijos, a estar unidos a la esencia del propósito de esta misión humanitaria.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los guía silenciosamente,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre de los refugiados
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más