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Mis queridos y amados hijos:
En este día, les agradezco a los presentes por haberse acercado a Mi Corazón para responder al llamado de orar Conmigo por la paz.
Queridos hijos, la paz es tan urgente en el mundo porque la mayoría de Mis hijos vive en los conflictos internos de sus familias y en los conflictos de las naciones.
Cuando por amor, ustedes se acercan a Mí, como en este día, y oran Conmigo por la paz, se abre una pequeña puerta para que esta paz, que fue invocada por la oración del corazón, pueda evitar escaladas de guerras y de mayores sufrimientos.
¿Ahora, comprenden, hijos Míos, que la oración lo es todo?
Por eso, así como a lo largo de estos últimos diecisiete años, Yo les enseñé a ustedes a orar, quisiera que establecieran espiritualmente más grupos de oración; una escuela de oración en la Tierra que sirva como espejo espiritual, formado por las almas que siempre buscan responder a Mi llamado.
¿Y cómo lo conseguirán, queridos hijos?
Lo conseguirán siendo ustedes mismos una oración a través de los gestos de amor, de servicio, de caridad y de ayuda a quien lo necesite, sin excepción.
Esto significa imitar en plenitud a la Sagrada Familia, porque hoy quiero que sepan que cada uno de ustedes es considerado un miembro de Nuestra Divina Familia Espiritual.
Sigamos invocando la paz, siendo un acto de paz. Sigamos invocando la paz, sin actos de repudio ni violencia, porque el mundo está muy perdido en tanta violencia y agresión.
Que esto termine pronto para que se establezca la paz, la tolerancia y el respeto entre todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Deseo, con ardiente amor, que en la próxima Vigilia de Oración del 12 de julio, todos los Centros Marianos ofrezcan al menos una decena del Santo Rosario, a fin de apoyar y de acompañar a su Madre Celeste en la sagrada tarea de liberación y de rescate de las almas más perdidas.
También deseo, con ardiente devoción, que las familias se reúnan en sus hogares y grupos de oración, para acompañar espiritualmente esta tarea de la Madre de Dios. De esa forma, Mis amados, estarán unidos de corazón a la misión especial que la Divina Madre llevará adelante en ese día.
El próximo 12 de julio, la Sagrada Señora de la Paz estará ingresando en espacios de la humanidad en donde, dolorosamente, muchas almas desaparecen sin explicación.
Mi deseo es poder llegar a cada una de ellas, como Madre auxiliadora y protectora de los que padecen injustamente el tráfico de personas y de órganos, gravísima flecha clavada en el Corazón de Mi Señor.
Por eso, desde ahora, los invito a que sus oraciones sean fervorosas para que la inquebrantable cadena del mal, sostenida por muchos hijos Míos perdidos, sea cortada por la poderosa intervención de San Miguel Arcángel, y así las almas sean liberadas de la esclavitud revestida de estos tiempos.
Deseo, con pureza ardiente, que el mundo escuche Mis súplicas; así también, podré aplacar está dolorosa ola de la pandemia que lleva al infierno a muchas almas que no se confiesan ni piden perdón.
Desde ahora y siempre, les estaré agradecida.
Quien los lleva a la Paz del Corazón del Reino de Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Hoy no encuentro otro lugar en el mundo que el corazón de Mis hijos, porque es en el corazón de Mis hijos en donde podrá realizarse la Voluntad de Dios y expresarse Su divina providencia.
Es en el corazón de Mis hijos en donde podré encontrar la paz de Mis queridos hijos, para poder servirme de esa paz, y uniéndola a Mi Paz, poder derramarla sobre el mundo, especialmente en aquellos lugares donde ya no existe.
Hoy no solo vengo con la alegría de poder reencontrarlos, queridos hijos, de poder bendecirlos en este día de consagración, sino también vuelvo con la alegría interior de poder ayudar a otras naciones de Sudamérica, como lo es Venezuela, en la que a través de Mi presencia maternal en este momento, todos los que se encuentran en ese país sufrido y herido como también todos los que emigran del mismo son amparados y ayudados espiritualmente por los ángeles del Cielo y hoy sus bocas reciben un maná espiritual para que puedan recobrar la fortaleza, la confianza y la fe en el Creador.
Pero este tiempo, hijos Míos, no es solo un tiempo de tribulación, la tribulación que la humanidad escogió vivir en este ciclo; Dios está con Sus brazos abiertos para recibirlos y acogerlos. Por eso, Me ha permitido regresar aquí a Colombia no solo para bendecir a su patria y a su pueblo, sino también para ayudar espiritualmente a sus naciones hermanas de Venezuela y Ecuador, porque como ustedes saben, cosas gravísimas están sucediendo en estos tiempos.
Dios contempla a todas las almas del mundo, especialmente a aquellas que viven los conflictos y la división en las naciones; por eso envía a Su Espíritu Santo a través de Su Sierva fiel, para despertar a las consciencias del mundo entero hacia la cooperación y la colaboración con los más necesitados. Porque si un hermano vuestro, por más desconocido que sea, está sufriendo o está padeciendo, la humanidad entera es la que está padeciendo y sufriendo.
Por eso vengo a colocarlos, hijos Míos, en esta noche, ante un panorama y una visión espiritual y universal, porque llegó el momento, llegó la hora, de que cada uno salga de sí para poder abrazar el todo que es la humanidad enferma.
Eso permitirá, hijos Míos, que bajo el espíritu de la colaboración y de la solidaridad por aquellos hermanos que sufren y padecen el caos de estos tiempos, pueda llegar el espíritu de la intervención divina, de la ayuda celestial y cósmica que todas las almas en este tiempo necesitan sin excepción, cada uno en su escuela, cada uno en su aprendizaje y en su momento de despertar.
Vengo a concederles la Gracia de liberarlos para siempre de este hipnotismo e ilusión mundial para que sus corazones también impulsen a otros corazones al despertar de la consciencia, al despertar de la cooperación y de la solidaridad, sabiendo que el mundo entero está sufriendo, aunque una minoría sufra mucho más de lo que sufre la mayoría en estos tiempos.
Yo les traigo, queridos hijos, esta Gracia especial porque aún la humanidad tiene velos en su consciencia y no solo no consigue ver la realidad de estos tiempos, sino que tampoco consigue ver lo que está detrás de cada consciencia, quién es esa alma, quién es ese espíritu que está encarnado en este momento para servir y cumplir una misión con Dios.
Por eso, este es el tiempo de la cooperación y de la integración grupal. No son tiempos de barreras ni de divisiones, es un tiempo de poder sentir a Dios en el corazón y de cumplir Su Voluntad y Sus mandamientos.
Cuando den ese paso profundizarán en su vida espiritual no solo orante, sino también en su vida interior y podrán representar a Mi Hijo de alguna forma, porque Él también está de brazos abiertos para recibir a Sus nuevos y últimos apóstoles que, de una forma servicial y humanitaria, ayudarán a los que más necesitan, a los que no tienen nada, a los que han perdido todo, así como lo perdieron Mis hijos de Venezuela.
Pero muchos se preguntarán en este momento o alguna vez se lo preguntaron: ¿dónde está Dios ante todo lo que sucede en Venezuela? Dios está allí. Por eso vengo a estar en sus corazones, porque Dios está en sus corazones y es en los corazones en donde se realizará el Plan de Dios.
Los corazones serán impulsados a vivir el fin de estos tiempos a través del apostolado y del servicio de una manera incondicional y abnegada. Ese es el primer paso y es la primera escuela para ustedes, hijos Míos, aparte de formar los grupos de oración que Yo necesito en este momento para Colombia. Porque Colombia no puede ser un espejo de lo que sucede en Venezuela.
Sé que la devoción interior de cada uno de ustedes y la fidelidad para Conmigo, hijos Míos, todo lo impedirá y Dios seguirá derramando Su Gracia sobre este pueblo querido y amado por el Plan Divino. Y sus consciencias estarán más disponibles, más dispuestas, más enteras a ayudar en lo que fuera necesario no solo al Reino Humano, sino también a los Reinos de la Naturaleza, en todos los lugares de la Tierra. A la vuelta de sus casas o aun dentro de sus familias existen grandes necesidades internas que se terminan reflejando en necesidades materiales.
No estoy hablando de propiedad o de poder, o de poseer alguna cosa material, estoy hablando de las carencias que enfrentan Mis hijos en estos tiempos, principalmente, de la falta de Amor y de una inconmensurable incomprensión de lo que le sucede a cada hijo Mío.
Por eso, Nuestras Palabras que ya están siendo las últimas en este ciclo serán su Fuente, para que puedan beber, nutrirse y quitarse la sed. Nuestras Palabras, las Palabras de los Sagrados Corazones, serán la Luz para el mundo que enfrenta la tribulación y la adversidad. Nuestras Palabras serán sus impulsos para el cambio de la consciencia y para la transformación del ser.
Ninguna de Nuestras Palabras a través de los años han sido desperdiciadas, porque Nuestras Palabras provienen de la Voluntad de Dios, es Dios quien dicta a Nosotros lo que debemos decir, así como ustedes deben hacer resonar dentro de su mundo interior todo lo que reciben.
Ningún ser de la Tierra, por más ateo o no creyente que sea, quedará sin instrucción y sin guía. Todos los pasos están siendo indicados hasta en los mínimos detalles. Por eso, hijos Míos, deben aprovechar la Fuente de la instrucción en los momentos más difíciles y agudos del planeta. Estos son los tiempos difíciles, los tiempos difíciles no llegarán, los tiempos difíciles ya están aquí, ante sus ojos, ante sus casas, ante la realidad planetaria de estos tiempos.
Yo los invito, hijos Míos, no solo a vivir la consagración para que siempre sean bendecidos y protegidos por Mí, sino también Yo los invito a hacer algo por este planeta y por la humanidad. Cuantos más hagan algo por esta humanidad y por este planeta, menos situaciones graves sucederán, muchas almas serán desviadas del peligro, del terror, de la persecución y aun del caos. Porque cuando la mayoría de la humanidad haga algo de una forma verdadera, permanente y sincera, muchos se salvarán y los Reinos de la Naturaleza serán protegidos de las manos de los hombres que los quieren herir y lastimar.
Cuando la humanidad comprenda que es parte de una única creación, y se dé cuenta de eso, tomará consciencia de todo lo que no ha hecho bien; y esperamos, rezamos e imploramos por el arrepentimiento de todos, para que el odio y la maldad acaben, para que la paz y el amor se establezcan, para que las almas encuentren dentro de sí mismas el Reino de Dios.
Este es el tiempo del Armagedón. El libro de Juan el apóstol, el Apocalipsis, se está cumpliendo. Por eso es el tiempo, hijos Míos, de proteger su mundo interior de todo lo externo. No estoy hablando de que se aíslen ni que se dejen de comunicar con sus hermanos. Estoy hablándoles, hijos Míos, de que sean selectivos y que sepan aquello que les hace bien y aquello que no les hace bien. Así su pureza esencial no será contaminada con los ruidos continuos que genera este mundo y que se escuchan a eones de tiempo y en otras partes de este sistema solar, aunque no lo parezca.
Lleven sus consciencias hacia el sacrificio y hacia el ejercicio del silencio interior, y por medio de la oración ayuden a equilibrar y a armonizar este planeta, para que toda la vida que está en la superficie de la Tierra alcance por lo menos un momento de paz.
Hijos, el tiempo de las palabras bonitas terminó. Llegó el tiempo de la consciencia, de la madurez y de la responsabilidad. Por eso, estas son Mis últimas apariciones, después de once años, porque cuando concluya el ciclo que Dios espera, todo se cumplirá y la humanidad vivirá lo que ha escogido.
Pero como Madre mediadora e intercesora, Yo vengo a evitar esos acontecimientos y hoy Me coloco de rodillas ante ustedes, para pedirle al mundo entero que se arrepienta de corazón, que busque la paz y que sepa que todo lo que digo no es solo una advertencia, sino un pedido de Mi Corazón maternal para cada hijo Mío, en cada parte de este planeta, para cada raza, pueblo o cultura como para cada religión.
Hoy vengo como la Madre del Apocalipsis para colocar a Mis hijos debajo de Mi manto, en donde encontrarán protección y amparo para estos momentos. De rodillas les digo: no vengo a darles miedo, Yo soy la Reina de la Paz, la Madre Universal, el inmaculado y materno Corazón de María.
Vengo a llamarlos a la verdad y a la consciencia. Quiero construir a través de ustedes un puente hacia Dios, porque Dios y Mi Corazón en este ciclo serán su fuerza y su gracia.
Con amor hoy bendigo todas estas flores, que no son Mías sino de Mis hijos y que representan la simplicidad de la belleza de Dios, a través del Corazón de María y de los aromas sutiles del Cielo que la rosas captan por su naturaleza. Estas rosas son para ustedes, para que las lleven consigo hasta sus últimos días y para que siempre recuerden Mi presencia que es eterna e inextinguible.
Por eso invito, en esta noche, a que se aproximen a este escenario los que se consagrarán como Hijos de María, para recibir la bendición, la consagración y la paz de Mi Corazón.
Pero antes de que eso suceda, hoy vengo a pedir una canción que representa un pasaje de la vida de su Madre Celeste, es el Ave María que fue inspirado por el señor Gómez, y que ese Ave María no sea realizado por Mí, sino por la imploración de todos Mis hijos a Dios a través de Mi Corazón inmaculado.
Esta canción hoy derramará Gracias para ustedes y para el mundo. Esta canción, hoy los consagrará como Mis hijos, como los nuevos grupos de los Rosarios de Luz, para que muchos más hijos Míos que necesitan del alivio, de la cura, del amor y de la redención puedan formar esos grupos, a fin de que en todos los puntos de la Tierra, existan Rosarios de Luz que son el reflejo de todos Mis hijos, los que amo profundamente.
De rodillas ahora los escucho, y abran sus corazones para esta consagración.
Cántico: Ave María.
Lleven sus manos al corazón y agradezcamos.
En el nombre del Amor y de la Paz de Mi Hijo es que hoy los bendigo y los consagro como Mis hijos y orantes del planeta que servirán a Dios con amor y dedicación. Siempre fueron Mis hijos y siempre lo serán. Recuérdenlo, así Mi inmaculado Corazón triunfará.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Le agradezco a Colombia y a todo su pueblo por haberme recibido. Dios está alegre por este acontecimiento.
Les agradezco.
Nos pondremos de pie, en este momento, para terminar respondiendo a un pedido más de María, cantando el Himno de la Consagración de los Hijos de María y encendiendo en nuestro corazón la llama de amor de María.
Compañeros:
Muchos de Mis seguidores en Sudamérica y en el mundo quisieran escuchar la palabra de la Jerarquía con respecto a lo que nuestra querida y sometida Amazonia está atravesando.
Eso es muestra de la indiferencia de los hombres y de la inconsciencia de los que se aprovechan de la Creación y de las grandes regiones del planeta, que son explotadas para beneficio de unos pocos y para pobreza de la mayoría.
El propio ser humano se dará cuenta muy tarde de todo lo que transgredió y de todo lo que perdió por sí mismo.
Por eso, lo que hoy sucede en la Amazonia es una respuesta de la corrupción descontrolada y de la explotación desmedida y enferma de los que gobiernan las naciones y es una consecuencia atroz para los que los escogieron.
En resumen, todo lo que vive la Amazonia no es castigo de Dios, es responsabilidad de la propia humanidad que se cree poderosa ante los Reinos menores y ante los elementos.
Pero mientras continúen hiriendo a la Amazonia, el mundo conocerá más la furia y la indignación de los Reinos de la Naturaleza porque la Ley, que es estable y segura, no podrá ser transgredida.
Por eso, los grupos de oración deberán colocar toda la situación de la Amazonia en otro nivel de consciencia y no deberán permanecer en la coordenada de los juicios y de los comentarios, porque eso fortalece los asedios del adversario en las mentes de los gobernantes en las cuales él trabaja ocultamente.
Pidan al Padre Celestial que solo se cumpla Su Voluntad y no titubeen ni por un momento. Coloquen su fe en el Señor y todo pasará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy vengo a entregar Mi mayor Amor al planeta, a la humanidad, a Italia.
Vengo con el Amor de Dios a encontrarlos y a sostenerlos, a través del Amor del Padre, para que vivan su tiempo de purificación, el tiempo de la redención que Mi Hijo aspira a ver en ustedes.
He venido a través de esta peregrinación al sur de Italia, para traer a Mis hijos lo que ellos necesitan, porque una Madre, en el Amor insondable de Dios, sabe lo que sus hijos necesitan en esta hora.
Hijos Míos, Yo los necesito tener en Mis brazos para que puedan ser colmados por el Amor de Dios.
Un Amor que los liberará del sufrimiento, de toda culpa y de todo pecado.
El Amor de Dios es más fuerte que toda maldad o ceguera humana. El Amor de Dios que hoy les traigo, a través de Mi Corazón maternal, les dará la paz y los retirará del cautiverio espiritual en el cual se pueden encontrar en este momento.
A través de Mi Corazón Maternal, hijos Míos, Yo los llevo al Amor de Dios, porque en el Amor de Dios no hay oscuridad, no hay adversidad, no hay miedo.
Yo les traigo el Amor de Dios para que aprendan a superar el fin de los tiempos porque en el Amor de Dios, ustedes estarán en armonía, en equilibrio interior, estarán en una profunda paz.
A través del Amor de Dios, hijos Míos, Yo vengo a abrir los ojos de sus consciencias para que sus almas en este tiempo se animen a seguir a Dios conforme a Sus Mandamientos y a Su Voluntad.
Por medio del Amor de Dios no solo les prometo la salvación, el fin del cautiverio espiritual, sino también les prometo, hijos Míos, el Reino de los Cielos por medio de un sincero arrepentimiento de corazón por todas las acciones cometidas en este lugar, en su pueblo, en su historia y a través de los últimos tiempos.
Yo les vengo a ofrecer el Amor porque en el Amor de Dios no hay sufrimiento; encontrarán alegría, fortaleza e ímpetu de conversión.
Yo les ofrezco, hijos Míos, a través de Mi Corazón Inmaculado, el Amor de la Fuente del Padre que hoy se presenta en Italia para que esta nación y todo su pueblo sean bañados por la Misericordia de Dios y es en la Misericordia, hijos Míos, viviendo la Misericordia de Dios y siendo misericordiosos en cada momento que percibirán muy claramente y con total consciencia que deberán cambiar por el bien de Dios, por el bien de su tierra, de su pueblo, de toda la humanidad.
En el Amor, Yo los aproximo a la Paz de Dios para que ese cambio de consciencia esté bajo un gran discernimiento y sabiduría, para que no sientan sufrimiento ni tampoco dolor en el momento de cambiar por una Voluntad mayor y única.
Como Mensajera de Dios y del Altísimo, como la Señora del Santo Rosario, la Reina de la Paz, Yo les pido, hijos Míos, que si abren sus ojos para poder ver el llamado de Dios por medio de la presencia de Su Sierva, todos sus hermanos y sus familias también escucharán en su interior el llamado de Dios, conforme Dios lo ha pensado y lo ha sostenido hasta este tiempo.
Abran su corazón, hijos Míos, para que en este momento el Amor de Dios los cure profundamente para que esta isla sea una isla de salvación, una isla de redimidos que se congreguen en el amor de Cristo para vivir la Palabra de Dios por medio de la luz del Evangelio y de los santos Sacramentos que Mi Hijo les ofrece día a día.
Revivan las Enseñanzas de Cristo y cada una de Sus Palabras para que, ustedes al igual que el pueblo que estuvo al lado de Jesús, puedan convertirse y transformarse en el modelo espiritual e interior que Dios necesita de cada uno de sus hijos de Italia.
Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, Yo les ofrezco la Luz de Mi Corazón que es la Luz eterna de Dios, del Dios Vivo, del Dios Altísimo, del Dios del Amor que los contempla y que los reenciende dentro de Su Fuente de Piedad, de Misericordia.
Sientan entonces, hijos Míos, el abrazo de su Madre Celestial que disipa las tinieblas, que redime a los corazones siguiendo los pedidos de Cristo, Nuestro Señor.
Yo los llamo, hijos Míos, como Señora de las Lágrimas a un momento de reflexión profunda, antes de que en Italia todo se desencadene, porque en ese momento de reflexión podrán vivir su conversión, su transformación bajo el bien que les ofrece Mi Hijo por medio de Su Comunión Eucarística.
Es así, hijos Míos, que desde Sudamérica, lugar de su Madre Celeste, llego aquí a Italia para traerles la Luz y el Amor de Dios, para que sus caminos estén limpios, sus mentes estén claras y sean movidos por el amor del corazón que habita dentro de ustedes y que debe despertar como un fuego eterno, como una fuente inacabable que se dona y que se entrega por amor.
A través del Amor de Dios, hijos Míos, Yo los bendigo y los invito a seguir Mis pasos de Sierva Fiel para que sus vidas sean un ejemplo de fraternidad y de unidad con el prójimo, de servicio y de alivio del sufrimiento.
Yo los llamo, hijos Míos, a que el servicio por los demás sea lo primordial en sus vidas para que puedan encontrar, a través de él, no sólo al Cristo Interno en el semejante, sino también la Piedad de Dios que los llevará siempre a la Misericordia y a Su Fuente.
Y les prometo que sus vidas no las reconocerán en poco tiempo, por la transformación que podrán vivir plenamente por medio del Portal de la Paz y de la Armonía que hoy abro aquí en Sicilia, para que todos Mis hijos y su historia puedan pasar por él, como alivio y cura de todo el dolor vivido en los últimos tiempos.
Yo los llamo, hijos Míos, a ser la Luz de Cristo en la Tierra por medio de un compromiso vivo con la oración del corazón.
Yo los llamo, hijos Míos, a fundar verdaderos grupos de oración, especialmente en sus familias para que el Corazón de su Madre Celestial sea el fuego que ilumine sus caminos en estos tiempos difíciles de la humanidad, para que sus familias también reciban y acojan Mi llamado.
En verdad, hijos Míos, les ofrezco un camino simple pero verdadero, es decir una última oportunidad para que toda su patria se santifique, conforme a la Voluntad de Dios y al Plan ardiente que Él desea establecer aquí.
Pero primero deberá comenzar en ustedes, hijos Míos, como ya les dije, a través de un ejemplo de verdadera conversión y de incansable servicio por el semejante.
Así impulsarán a otros corazones a que vivan el Evangelio de Mi Hijo, en la práctica de la vida diaria y no más en la teoría de sus mentes.
Quiero abrir en ustedes la Fuente del Amor de Dios. Ese es Mi propósito de hoy estar aquí y de algún día, mediante el Padre Celestial, regresar aquí para que muchos más como ustedes alcancen la luz y salgan del abismo de la consciencia porque serán elevados por el Amor y la Misericordia del Padre Celestial.
Anímense a vivir este camino para que sus familias sean una sagrada familia, al igual que la Nuestra, que las visita desde el Cielo para traerles el tiempo de la renovación y de la esperanza.
Es todo lo que hoy les quería decir.
Como Madre consagro a Italia, a través de esta consagración a este hijo Mío, que se abre cada día más para ayudar a la Madre de Dios a cumplir con el llamado y para que este llamado repercuta en cada corazón de Italia, sabiendo que hoy en este día 13 de mayo, en honor a la Señora de Fátima y del Santísimo Rosario, hoy comienza aquí, una nueva etapa para Italia, por intermedio de esta Obra que se donó a Dios por todas las naciones y los pueblos a fin de que todos conozcan el Amor de Dios.
Yo te bendigo y te consagro como Mi hijo para que muchos hijos más, de esta tierra herida pero muy santificada por Dios, se consagren algún día al inmaculado y eterno Corazón de María.
Escuchando ahora el himno de su consagración, cantaremos este himno como si fuera una profecía, la que se cumplirá en la consagración de nuevos hijos de Italia y de nuevos grupos de oración que serán parte de Mi Rosario de Luz en toda Europa.
Les agradezco, hijos Míos, por haber respondido a Mi llamado y las puertas de Mis Centros Marianos en Sudamérica están abiertas para acogerlos y recibirlos y para que encuentren, allí también, la Paz de Mi Inmaculado Corazón.
Reconsagro a Italia a Mi Corazón Maternal y a la oportunidad de vivir la Voluntad de Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Queridos hijos:
Hoy llegamos al final de un ciclo y al comienzo de una nueva etapa.
Después de estos dos últimos meses de recogimiento, Mi Materno Corazón pudo contemplar, con alegría, la madurez, la seriedad y la responsabilidad con las que cada corazón orante asumió la misión de orar por la paz en las naciones; y también he podido contemplar, hijos Míos, el efecto positivo y mundial que este trabajo diario construyó, amorosamente, en los últimos tiempos.
Por ese motivo, queridos hijos, es que hoy puedo decir que los amo y que siempre los amé, porque sé que dentro de ustedes existen grandes posibilidades de amar a Dios y de ayudarle a expresar, en la Tierra, Su Plan de Amor y de Redención.
Quiero decirle al mundo que hoy cuento con un fortalecido ejército orante, consagrado como Hijos de María, que ya comprende y vive la importancia de manifestar la Voluntad de Dios.
Por eso, hijos Míos, nunca se cansen de orar y de suplicar, porque la oración abre las puertas del Reino de Dios y la Gracia, que es infinita, puede derramarse sobre todos Mis hijos.
Yo los invito a seguir difundiendo este importante pedido.
Yo los invito a que, cada día más, abran las puertas de sus grupos de oración para que más almas puedan ser congregadas por la Misericordia de Dios.
Mantengan, hijos Míos, esa fidelidad Conmigo. Que nada los haga dudar ni oscilar porque, en este ciclo, estamos construyendo el triunfo de Mi Inmaculado Corazón en el interior de cada ser.
Queridos hijos, los animo a seguir colaborando para que Mis Planes de paz se puedan concretar en la humanidad y todos los conflictos se terminen.
Hijos Míos, hoy derramo el poder de la Luz de Dios sobre sus almas para que, fortalecidos por la fe y colmados por la sabiduría, el Padre Celestial le conceda al mundo un mayor periodo de paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras, por un lado, la mayor parte de la humanidad está sumergida en el sufrimiento y en el dolor, por otro lado, existen almas que claman a los Cielos y ese pedido, que proviene del corazón, es el que permite mantener el equilibrio espiritual y mental de la humanidad.
Aunque existan acontecimientos dolorosos, el pedido de las almas orantes permite atraer hacia la Tierra la intervención divina, angélica y cósmica y, de esa forma, las almas son beneficiadas.
Vengo en este día para agradecer el trabajo maravilloso que cada alma orante, que cada grupo de oración y que cada país le está ofreciendo a Mi Corazón a través de la Oración por la Paz en las Naciones.
En estos últimos tiempos los corazones que sostienen este trabajo de oración consiguieron establecer en sí mismos esa filiación espiritual Conmigo; eso también permite derrotar muchos planes malignos y, a su vez, fortalece a las almas en el cumplimiento del Propósito de Dios.
Por esa razón, hijos Míos, envío y derramo Mis bendiciones sobre cada hijo Mío que cada día se esfuerza por aliviar Mi Corazón de todo lo que ve del mundo, como también por abrir la puerta para que Yo pueda interceder por todos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este día, en el que nuevamente nos reunimos para orar, les pido, hijos, que coloquen en sus oraciones todas las necesidades espirituales que deberán ser suplidas a través de la columna de luz de la oración.
El planeta se precipita ingresando así en nuevas pruebas, mientras la humanidad está materialmente distraída por las novedades de estos tiempos.
Y pocos son los ejércitos de la luz que tienen consciencia de la necesidad mundial y responden de inmediato. Con esos pocos la Jerarquía Espiritual hace mucho, desdoblándose para abarcar la mayor cantidad de emergencias posibles.
No son momentos fáciles para la humanidad, hijos Míos, como ustedes ya lo saben, pero su respuesta en cada nuevo encuentro de oración favorece que muchas gracias desciendan a la Tierra, aunque no sean merecidas, y que principalmente las almas de las personas, por medio del impulso espiritual de esas gracias, no continúen tomando decisiones precipitadas y sin ningún sentido.
Toda esta situación se refleja en las naciones que son los espacios que se ven más afectados por el caos que impide la manifestación del Plan. Pero lo que sí es posible, en este tiempo, es que el Plan se cumpla dentro de cada uno de Mis hijos para que después se cumpla en este planeta.
Por eso, sigan remando y no dejen de remar porque toda adversidad interior o exterior será superada y ustedes encontrarán el verdadero refugio en el Corazón del Padre Celestial.
Les agradezco a todos los grupos de oración por la dedicación que están colocando para llevar adelante el Plan de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
Hoy nos volvemos a encontrar en esta Peregrinación por la Paz para unirnos y elevar nuestras oraciones a Dios, a fin de que se puedan derramar muchas más gracias sobre la Argentina.
Ayer les revelé Mi apelo por el Brasil, hoy les pido también por la Argentina, para que su patria preserve los valores de la cristiandad, más allá de los dirigentes de la Iglesia y de sus cometidos.
Les pido que coloquen su confianza en Dios para que, guiados por esa Sagrada Unidad que ustedes deberán aprender a vivir, se establezca dentro de cada alma la presencia del Reino de Dios.
Con la presencia de Dios en ustedes por medio de sus oraciones, hijos, permitirán que la Argentina también sea guiada por una verdadera justicia, igualdad y solidaridad, atributos tan necesarios para mantener el orden y la armonía en toda la nación argentina.
Pero, hijos Míos, de ustedes deberá nacer el interés y el impulso interior para que, mediante el servicio, la oración y la unidad, también se mantenga el patronato de la Señora de Luján, patronato que algunos quieren desterrar de la consciencia de los argentinos.
Para eso, hijos, en este ciclo en que son llamados para asumir conscientemente una vida de oración verdadera por la Argentina, les pido que en sus casas y en sus grupos de oración establezcan la sagrada imagen de la Señora de Luján para que no solo sus hogares estén protegidos y amparados por Mí, sino también que en las familias argentinas se proteja la devoción a la Madre de Dios.
De esa forma, hijos, con Mi Presencia en sus hogares y en sus familias, como su Madre, Yo podré interceder ante situaciones de grandes injusticias sociales en toda su nación.
Deseo, hijos, que ese amor que existe y que está guardado en cada corazón argentino ustedes puedan ofrecérselo, en bien y en solidaridad, a la Madre de Luján para que en la Argentina nunca falte la divina gracia y el sagrado discernimiento.
Su país y su gobierno deberán seguir bajo el amparo de la Virgen de Luján.
No permitan, hijos, que destierren a la Madre y Patrona de su nación.
Únanse a Mí en oración y el amor vencerá, así como él venció en la Cruz.
Estoy al lado de cada hijo Mío de la Argentina, a la espera de que despierte en sus consciencias la importancia de mantener el Reino de Dios en todo este pueblo.
Les agradezco, hijos Míos, por todo lo que sucedió en esta Peregrinación por la Paz, porque el espíritu de su patria se está sosteniendo por la consciencia de todos los orantes de la Argentina, eso permite evitar algunos acontecimientos en su nación.
No olviden, hijos amados, de llevar adelante la consagración de la Argentina a Mi Materno e Inmaculado Corazón todos los días 13, durante seis meses, porque en esa alianza entre sus almas y Dios, entre el Cielo y la Tierra, mantendremos el país en el mayor orden posible, a pesar de todo lo que suceda.
Con un infinito amor, hijos Míos, les agradezco a todos por haber concretado esta Peregrinación, les doy las gracias, porque eso es importante para Mí.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de Luján
Las doce canciones compuestas y elaboradas intuitivamente por José Trigueirinho durante el transcurso de sus treinta años de instrucción, de aprendizaje y de servicio al Plan de Dios, reflejan la aspiración, la esperanza y el llamado para la manifestación de los atributos espirituales que, durante su primera fase como instrumento de la Jerarquía, él ansiaba concretar en esta humanidad, así como otros instructores espirituales y filosóficos llegados a la Tierra para cumplir una Voluntad Mayor.
José Trigueirinho, por medio de las doce canciones, consiguió transmitir una de las setenta y siete Voluntades de Dios manifestada en doce Principios que fueron expresados literalmente a modo de mensajes internos provenientes de su alma. Estos mensajes reflejaban la aspiración de la Jerarquía Divina para la concreción de los primeros atributos que impulsarían el despertar de la consciencia de la Nueva Humanidad.
Otra de las principales concreciones llevadas adelante a lo largo de los años por el instrumento de Dios, José Trigueirinho, fue la manifestación de los Corales-Luz, una de las vertientes de las Voluntades Divinas, en este caso la vertiente principal, que ayudaría en el descenso de más y más atributos a la consciencia de la humanidad.
En este sentido, los primeros corales, formados oficialmente en base a la experiencia y a la vivencia del trabajo grupal por intermedio de la Comunidad-Luz Figueira, permitieron desarrollar, de a poco, la expresión de los atributos que una vez José Trigueirinho había escuchado de su alma y había escrito en el papel como enunciados internos que transmitían un mensaje y un llamado superior de la Jerarquía.
Ese legado que impulsó la expresión, después de treinta años, de las Comunidades-Luz, del despertar de los grupos de servicio, de oración, de instrucción y de cura, es hoy renovado para todas las consciencias, demostrándoles, a cada una de ellas, que las doce principales canciones escritas una vez por el instrumento de Dios eran simbólicos mensajes proféticos que estaban revelando, en muchos niveles de consciencia, lo que sucedería durante los primeros treinta años de una Obra basada en el amor y en la fe en la Jerarquía.
Por eso, hoy su Maestro y Señor les pide a todos los fundadores pioneros y a los servidores de los últimos años que para el próximo 25 de septiembre de 2018 ofrezcan, como un tributo de cierre, cuatro canciones que serán grabadas solo con voces y que posteriormente, al término de la primera parte del homenaje que será realizado a José Trigueirinho, serán transmitidas mundialmente, a fin de que todos perciban y tomen consciencia de que las profecías ya se cumplieron.
Esa ceremonia especial de transmisión será programada para las 20:00 h.
Que este impulso, que reunirá corazones peregrinos de la Obra de la Jerarquía, reencienda el compromiso de servir y de amar cada día más el Plan de Dios, así como lo amó abnegadamente José Trigueirinho, el instrumento de Dios.
¡Les agradezco por guardar estos impulsos en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cómo construir la Nueva Vida sobre la Tierra
La Nueva Vida sobre la Tierra, queridos hijos, comienza con la Gracia de Dios. Desde el Corazón del Padre nace el principio de lo nuevo y se convierte en una Gracia para toda la humanidad. Esa Gracia sublime, que trae consigo todos los códigos y atributos de un nuevo ser, los patrones de conducta de una nueva vida, desciende sobre la Tierra a través del camino de luz creado por los corazones que oran.
Su Padre y Creador emite al Universo esa Gracia que después es conducida por Sus ángeles hacia la Tierra. Y los ángeles de Dios están atentos a las súplicas y a las plegarias de los corazones sinceros para que, por medio de ellos, los principios de la Nueva Vida fecunden la Tierra.
Cuando los corazones que oran unen el poder de la oración con la instrucción y la sabiduría que provienen de Dios, esas gracias encuentran las bases para asentarse, encuentran el suelo fértil para desarrollarse y, entonces, fruto de la oración en el suelo de la instrucción divina, la Nueva Vida comienza a despuntar.
El próximo paso, hijos Míos, es crear la condición para la transformación y la redención del viejo hombre, y eso se alcanza a través del servicio abnegado que puede comenzar dentro de sus casas o abarcar una situación de emergencia planetaria. Todo lo que los hace salir de sí y los lleva hacia la necesidad del prójimo es considerado por Dios un acto de servicio y de amor que despierta en su interior al nuevo hombre.
Desde el principio de Mis Apariciones vengo gestando en sus vidas la Nueva Vida, y llamé a ese "semillero celestial" de Red-Luz. Allí tracé el camino para que sus corazones pudieran dar un paso a la vez y que, casi sin percibirlo, se vieran transformados por la propia gracia que permitieron que actuara en sus vidas.
La Red-Luz, que reúne en sí a la oración, a la instrucción y al servicio, y que tiene como resultado de esa unión la cura, es la manifestación del principio de lo Nuevo. Aquellos que sigan Mis pasos con plenitud y no teman recibir la Gracia y la Misericordia de Dios en sus vidas, cosecharán el fruto del nuevo hombre que nacerá en su interior.
A través de la Red-Luz Planetaria, el Creador lleva a todos los rincones de este mundo los principios de una Nueva Vida, y los siembra en la Tierra para que Su Gracia pueda actuar en todos los continentes y transformar la indiferencia humana en grados elevados de amor y de sabiduría.
La Red-Luz, hijos Míos, no está formada por consciencias perfectas ni santas, pero la única aspiración de su Madre Divina es que estos hijos Suyos sean símbolos de fidelidad, sean frutos de la Misericordia, sean almas que se abren a la redención y que se rinden ante Dios para aprender a cumplir Su Voluntad y no la propia, dejando que el Padre transforme sus vidas en vehículos de paz para la Tierra.
La Red-Luz es un río que parte de su Madre Divina, que llega al mundo, nutriéndolo de nuevos códigos cuando sus seres, a través de su propia redención, atraen una oportunidad de redención para toda la vida sobre la Tierra.
Hoy renueven sus compromisos como miembros de esta Red-Luz que comienza en la Tierra y que debe alcanzar el Infinito, porque la vida en este mundo solo es el inicio de una renovación que debe extenderse a toda la Creación, es el despertar del amor que transformará toda la vida.
Hoy los bendigo y les traigo la Gracia de la Fidelidad para que sean eso que Yo los invito a vivir y que, con plenitud, manifiesten la Red-Luz que surge de la Gracia de Dios y llega a todos los Universos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, Rosa de la Paz
Atraigo a las almas del mundo hacia Mi Corazón para que, sin importar su raza, religión o nación, sientan la confianza de ingresar en el universo espiritual de Mi Corazón.
Esa es la razón por la cual su Madre Celeste y Virgen de Schoenstatt, hoy descenderá en Colonia y, en consecuencia, sobre toda Alemania, para que, después de la profunda tarea espiritual y redentora realizada en el día de ayer por Mi Hijo, Mis hijos de Alemania reciban un nuevo impulso espiritual, a fin de prepararlos para una próxima etapa.
Hijos, los encuentros aquí, en Alemania, no estaban previstos, surgieron de manera inesperada y eso atrajo hacia esta sufrida nación la Gracia expiatoria de poder recibir los verdaderos Atributos del Padre Celestial, los que reconfigurarán la esencia de la raza que aquí se encuentra, así como a su propósito original.
Todo esto es posible, tan simplemente, cuando las almas abren su corazón para acoger de inmediato la Divina Voluntad del Padre Eterno. Y cuando esa Divina Voluntad es realizada y manifestada en la superficie de la Tierra, muchas más almas se ven beneficiadas por una Gracia que no esperaban y que no merecerían recibir.
Responder al llamado de amor y de redención anunciado por los Sagrados Corazones genera grandes y victoriosas oportunidades para aquellos que, en este tiempo crítico que atraviesa la raza, deberán despertar a la Verdad que desde hace tanto tiempo buscan dentro de sí y no encuentran.
Esa es la razón espiritual y divina por la cual los Mensajeros de Dios descienden con la Luz del Reino de los Cielos a la Tierra, para que cada alma, independientemente de su creencia, raza o nación, tenga la Gracia de saber en su interior qué es lo que vino a hacer a este mundo, para que finalmente lo pueda cumplir.
Alemania necesita decididos grupos de oración para que las almas puedan abandonar el hipnotismo de estos tiempos, un camino que las lleva a la perdición y a sumergirse en las ilusiones.
Por ese motivo, la Madre del Redentor y Señor del Universo, hoy llega a la ciudad de Colonia para darles y entregarles el primer impulso que podrá abrir nuevos caminos de redención y de luz para las almas de Alemania y de Europa.
Hoy los impulso, por medio de Mi Presencia, a asumir una nueva etapa, para que esta nueva experiencia repercuta en toda Europa.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Igualdad entre los Pueblos – Parte II
Y se construirá una Nueva Humanidad y un nuevo planeta, a partir del momento en el que los seres humanos, fraternalmente, compartan todo lo que poseen y distribuyan todo lo que tienen en perfecta armonía, unidad y equidad.
Eso creará la condición para que en la raza actual se construya, dentro de los seres, la Nueva Humanidad redimida.
Todos los que consigan acompañar ese movimiento y todos los que lleven adelante esa meta, serán merecedores de más Misericordia y perdón, porque estarán saliendo de sí, de todo lo que es mezquino y mediocre, para pasar a vivir un nuevo estado de consciencia.
Así, ya no existirán más pobres entre los pobres, sino una verdadera civilización que conseguirá aproximarse a la vivencia de los Atributos de Dios y a la manifestación de Su Divino Plan.
En este sentido, todos los que promuevan, en el mundo, el equilibrio y la igualdad entre los pueblos, estarán desactivando a las ocultas agrupaciones que fomentan y promueven, pervertidamente, el desequilibrio y la desigualdad.
Llegará el momento en el que ninguna de esas consciencias conseguirá seguir adelante por sus propios medios, debido a la inmensa oscuridad que las absorberá; por eso, buscarán auxilio, consuelo y mucha ayuda.
Por ello, los que estén soberanamente trabajando por la igualdad entre los pueblos concederán, sin percibirlo, una Gracia extraordinaria para esas almas, y ellas recibirán, aunque no lo merezcan, la Misericordia de Dios.
En ese momento, y en esa hora, la Madre del Cielo intercederá y todas esas almas perdidas por el abuso del poder y de los placeres, serán convertidas por el imperioso Amor del Corazón del Padre.
Un Rayo Divino de Justicia desarmará todo el sistema mundial y, de la noche a la mañana, todo mudará.
Por eso, vengo a Suiza para pedirles la comunión reparadora de los cinco primeros sábados, para que aquí, y en el mundo, muchas más almas que están perdidas reciban la ayuda espiritual necesaria para poder arrepentirse de sus errores y pedir Misericordia y perdón.
Mientras tanto, deseo instaurar en Suiza la verdadera devoción a Mi Materno e Inmaculado Corazón, para que algún día, y desde aquí, surja la necesidad imperiosa de abandonar definitivamente la vida superficial y los placeres que hacen morir el alma de las personas por no tener a Dios.
Necesito que los que se decidan a acompañarme en este propósito instauren en Suiza grupos de oración, a fin de generar una potente columna de redención y de Luz que los comunicará espiritualmente Conmigo.
Espero que este pedido se cumpla para que la siempre Virgen María, Madre de Todos los Pueblos y Virgen de Schoenstatt, pueda interceder para establecer el Amor vivo de la Fuente en los corazones endurecidos y vacíos de Dios.
Agradezco, desde ahora, su cordial y amorosa respuesta.
Después de que sean creados los grupos de oración en Suiza les diré, en poco tiempo, un próximo pedido.
¡Les agradezco por escucharme con atención!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt
Antes de que llegue el mes de agosto de este año, será misión y tarea de los uruguayos y de todos los coligados al Centro Mariano de Aurora, el mejoramiento de los caminos externos que conducen hasta él; así como la canalización de las aguas, para que lo que sucede en estos días no suceda en el mes de agosto, durante los días de los sagrados encuentros.
Por eso, desde ahora, hasta antes que finalice el mes de julio, quisiera que los grupos orantes de Uruguay, de Argentina y del sur del Brasil vinieran al Centro Mariano de Aurora para que, de forma periódica, lleven adelante ese proyecto de mejora de los caminos de tierra como del encauce de las aguas a fin de que, a pesar de las lluvias y el desborde de los ríos, no sean interrumpidos los encuentros.
Por otra parte, les corresponderá también a los grupos de Uruguay concretar, junto al municipio al cual pertenece el Centro Mariano de Aurora, un plan bien ordenado y real para que la caminería municipal que conduce hacia dicho Centro sea mejorada, dada la necesidad de recibir adecuadamente a los peregrinos y para que ellos no sientan no poder llegar al Centro de Amor por las condiciones ambientales y físicas en las cuales, por ejemplo, se encuentran los caminos.
Por eso, vengo para pedirles a los grupos de todo el Uruguay, de Argentina y del sur del Brasil que, con tiempo y planificación, se organicen a fin de que los sagrados encuentros de agosto se puedan llevar adelante normalmente.
Arreglar los caminos y canalizar las aguas no es solo armonizar los Reinos de la Naturaleza, sino también será la muestra de su amor por todo lo que han recibido de Aurora y de los Mensajeros Divinos.
Desde ahora estaré agradecido de que cumplan este pedido por el bien y la existencia del sagrado Centro Mariano de Aurora.
Los acompañaré en esta labor como ofrenda al Plan del Padre y al cuidado de la divina manifestación.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Vengo para pedirles, especialmente, que formen un grupo de oración y recen por Siria, para que la Misericordia de Dios intervenga lo antes posible.
Para eso, les pido que unan a la oración regular por Venezuela, a Siria, ya que ambas naciones viven cosas semejantes entre sí.
Esta vez, Siria y su pueblo inocente son objeto de más guerras y caos expandido por todos los lugares de esa región.
Les pido, hijos, que esa oración se rece en la lengua natal de ese país, para que los ángeles del Cielo tengan mayor intervención por las almas inocentes, las que en este tiempo intentan sobrevivir a esa confusa realidad.
Así como lo han hecho con otras naciones del mundo, ahora, hijos, ofrecerán la mitad de un misterio del Rosario en el idioma de Siria y la otra mitad en español, para que así las dos naciones, a pesar del caos reinante en ellas, puedan ser consideradas prioritarias para la intervención divina.
Agradezco que respondan a este pedido, porque otras naciones del mundo se están aprovechando de la guerra para seguir instalando el miedo y el horror. En verdad, esas naciones que incitan y provocan las guerras no saben que el retorno de la Ley les será muy duro.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No tengan miedo. Yo, que estoy aquí, Soy su Madre, la Madre de la humanidad y de todos los pueblos de la Tierra.
Soy la Madre y Señora de la Sagrada Espada, aquella que lucha con el poder de la oración para destituir el mal sobre la superficie de este planeta.
Soy la Madre de todos los escudos y con ellos protejo a Mis hijos para que pronto ingresen al Reino de Dios.
Soy la Madre del Soberano Cetro de Dios y con Él hago descender a la Tierra la Voluntad del Altísimo, a fin de que las almas vivan la Sagrada Voluntad de Dios.
Soy la Madre de la Divina Corona de Luz y con ella ilumino los caminos de Mis hijos, atraigo hacia Mi Corazón a los espíritus perdidos, redimo a las consciencias caídas para que alcancen la redención y la paz.
Soy el Inmaculado Corazón de la Paz y, a través de Mi Corazón, le traigo al mundo la Misericordia de Dios, la que hará revivir en las almas su camino espiritual y su transformación interior, en estos tiempos críticos.
Con la dulzura de sus corazones, hoy puedo estar aquí y traer más Gracias para el mundo, no solo para sus vidas sino también para el planeta, el que sufre en varios lugares del mundo sin que nadie lo sepa.
Yo vengo aquí para traerles el designio de Dios, el que nunca antes habían conocido, así como Su Voluntad Sagrada, la que deben vivir en estos tiempos para agradar al Corazón de Dios y para llevar adelante Su Proyecto en esta Tierra; Proyecto Redentor y Liberador que pondrá fin al cautiverio humano y a la pérdida espiritual de muchas almas.
Aún las puertas a la Misericordia de Mi Hijo están abiertas, por eso hoy traigo entre Mis Manos el Santísimo Celestial que guarda el Sagrado Eucarístico Cuerpo de Cristo, para que sea venerado en el mundo, mucho más de lo que es venerado y adorado hasta ahora; para que sea considerado como el intermediario entre Dios y los hombres, como la última tabla de salvación para los que quieran salvarse y así, ingresar en el paraíso.
Yo vengo a traerles, a través de Mis Palabras, el ejemplo amoroso de la vida de Cristo, lo que Él testimonió para ustedes mientras estuvo aquí, en la Tierra, cerca de esta humanidad y de este pueblo, que se estaba perdiendo del Propósito de Dios y que por Su Presencia y Su Sacrificio, por Su Dolorosa Pasión y por Su Sangre, pudo salvar al mundo en aquellos tiempos. Ahora que Él ascendió a los Cielos, ustedes deben cumplir su promesa. Primero tienen que testimoniar a Cristo en sus corazones, para que Él pueda ser testimoniado por ustedes al mundo.
Es necesario, queridos hijos, vivir una vida correcta y digna en el Señor, tener ejemplos saludables y correctos para vivir una verdadera espiritualidad.
Es necesario, queridos hijos, retirarse de lo que es superfluo, de todo aquello que les quita la atención del Corazón de Mi Hijo, de la verdadera filiación con Dios y con Su Reino.
Es necesario, queridos hijos, vivir una vida de pacificación, primero dentro de sus familias y seres queridos, para que luego esta paz pueda ser irradiada al mundo, a los corazones que más necesitan de la Misericordia de Dios.
No solo busquen a Jesús en la Eucaristía sino también en la confesión diaria, en el ayuno, en la oración y sobre todo en el servicio a los más pobres de entre los pobres, porque si ustedes en este tiempo no los sirven, ¿quien los servirá y los ayudará a salir de la marginación y del sufrimiento?
Con esta misma Gracia que hoy les entrego a sus corazones, deseo ardientemente, queridos hijos, que Ecuador sea un pueblo de alto servicio, que pueda retransmitir por medio del servicio sus sagradas raíces de fraternidad y de amor entre los pueblos.
El primer paso para ustedes, queridos hijos, será la escuela de la oración.
El segundo paso será la escuela del servicio.
El tercer paso, queridos hijos, será su entrega y su consagración a Dios, a fin de que muchas almas más puedan consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús y a Mi Inmaculado Corazón.
Para poder decir hoy todas estas cosas tan simples pero verdaderas, Yo debo retirar el mal de la superficie de este planeta con la ayuda imperiosa y amorosa de los Ángeles de Dios, bajo el Comando Celestial de San Miguel Arcángel.
Crean que es posible, queridos hijos, el fin del cautiverio. Cada uno de ustedes, en algún grado, ha vivido un cautiverio espiritual o material. Como Madre de la Misericordia, como Madre de la Gracia y de la Luz, vengo a poner fin a esas cosas, mediante su ejercicio diario de oración y su consagración diaria a Mi Corazón Inmaculado.
Quisiera que abrieran las puertas de sus hogares para fundar nuevos grupos de oración, porque en los tiempos que llegarán, queridos hijos, el único refugio y salvación serán sus hogares, los que deberán convertirse en verdaderos templos de oración, para que Dios esté presente en todo momento y ante todo acontecimiento que llegará al mundo inesperadamente. Cerrarán las puertas de sus casas, cerrarán las ventanas de sus hogares, encenderán una vela para Mi Inmaculado Corazón, y se colocarán en círculo frente a Mi Altar para orar e implorar por este mundo, delante de todo lo que sucederá.
Y así pasarán los tres días de oscuridad, pero no deberán poner la atención en lo que sucederá en el mundo, sino en lo que debe estar vivo y resplandeciente dentro de ustedes, por medio de la oración y de la comunión con Mi Hijo, y así estarán protegidos.
Enseguida, llamarán a sus ángeles de la Guarda, por más que no sepan su nombre. Si fuera una gracia necesaria, sabrán cómo se llama su ángel de la guarda y así lo invocarán para que esté cerca de ustedes, como lo está hasta ahora, en servicio incondicional y silencioso, a fin de proteger a sus esencias de los asedios de Mi enemigo.
Así, con sus grupos de oración firmes y establecidos no solo en Ecuador, sino en el mundo, uniéndose como naciones en la oración, formarán parte de Mi ejército sobre la Tierra e ingresarán como miembros de la Luz, de los Sagrados Ejércitos Celestiales.
Formarán parte de los Comandos Divinos, aunque no sepan cómo funciona esto; pero por medio de su imploración y devoción a Mi Inmaculado Corazón, harán de esta tierra una Tierra Prometida., y por más que la Tierra pueda temblar, que los abismos se puedan abrir y que cosas espantosas aparezcan sobre la superficie de la Tierra, aunque la luna esté de color de sangre y el sol no los ilumine por tres días, no perecerán.
Sean valientes, queridos hijos, aférrense a Mi Manto, únanse a Mi Rosario de Luz porque Yo los protegeré. Esa es Mi Sagrada Tarea para el fin de los tiempos. Este fue el Sagrado Pedido de Cristo, a los pies de Su Sagrada Cruz, antes de que Él expirara.
No teman por lo que les digo. Es hora de abrir sus ojos, los ojos de la consciencia, para que puedan ver más allá de la ilusión material.
Digan esto a los sacerdotes y crean que todo lo que les digo es definitivo y determinante. Es momento de asumir la vida de oración de verdad y no solo orar una vez a la semana en la Sagrada Iglesia. Su oración debe ser diaria, en cada movimiento, en cada respiración, en cada nuevo acto, tanto en su trabajo como en su familia, mientras limpian, mientras cocinan y también en cuanto duermen.
Ofrezcan cada momento como una Sagrada Oración porque millones de almas en el mundo se están perdiendo diariamente, sobretodo aquellas madres que condenan a los no nacidos con el aborto. Que se arrepientan los que aún no se arrepintieron. La Fuente de la Divina Misericordia aún está abierta para todos. Deseo el bien para toda la humanidad, pero sé que hay un pueblo injusto mundialmente, un pueblo que hiere a los Reinos de la Naturaleza de una forma incontrolable.
Quisiera, queridos hijos, que aprendieran a cuidar de su casa, que es este sagrado planeta; que vivieran una educación sana, bajo el principio de la espiritualidad; que leyeran cosas buenas y no cosas que los contaminan todo el tiempo. Cuiden de sus pequeños hijos, ellos deben ser parte de una Nueva Humanidad y no de un modelo de perdición mundial. Motiven a sus familias a vivir la caridad, porque siempre estarán dentro del bien y de la paz. Imiten al ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret, que es un ejemplo próximo y no lejano para todos .
Si viven todo lo que les pido, estarán dentro del Reino de Dios, y Mis Palabras no pasarán, sino que quedarán en sus corazones como pequeñas semillas de luz que los protegerán en el fin de estos tiempos.
Por eso vengo aquí, a Ecuador, con el motivo sagrado de consagrar nuevos hijos que se entregan a Mi Inmaculado Corazón.
Hoy vengo aquí a darles esta bendición especial por todo su pueblo, por toda su cultura, por sus principios primitivos que fueron tan positivos y buenos, por sus orígenes y por sus raíces, que deben seguir penetrando en lo profundo de la consciencia humana, para que el espíritu sagrado de la devoción y de la reverencia esté siempre en ustedes, como lo ha estado hasta ahora.
Los hijos de María se pueden poner de pie en donde están.
Agua para bendecir.
Y así como consagro a los que hoy dan el paso y que no me defraudarán, hoy consagro también a Ecuador para que mantenga su filiación interna con Cristo.
Con el mismo agua que bautizó a Jesús en el río Jordán, hoy bautizo espiritualmente a las almas que se consagran a Mi Inmaculado Corazón con el motivo principal de establecer el bien en el mundo y de revertir el mal sobre la Tierra, a fin de que se establezca la unidad entre los corazones y los pueblos; a fin de que como ustedes, puedan surgir nuevas almas consagradas que ayuden a tejer junto a la Madre de Dios ese Gran Manto de protección planetaria, el que hoy llevan sobre sus cuerpos como un acto de unión y de reparación por todos los cometidos que han herido el Corazón del Padre.
Que Ecuador reciba nuevamente esta consagración y que aquí se establezca el Propósito de Dios.
Y ahora, canten el himno de su consagración para que muchos más se consagren .
Que hoy esta agua que ha sido bendecida especialmente por Mi Corazón Maternal, sea una Fuente de Gracia derramada no solo sobre los que hoy se consagrarán, sino en todos los que aquí están presentes; los que, algún día, cuando estén más fortalecidos en la oración y en el servicio, se consagrarán a Mi Corazón. Recuerden que todos son Mis hijos y que Yo los amo como Mis hijos.
Hoy también bendigo, queridos hijos, estas rosas, que son el símbolo precioso de su oración interior, de su ofrenda verdadera a la Sagrada Madre de Dios, a la Señora de Guadalupe, a la Mujer vestida de Sol, la que une en este tiempo todo lo que está separado entre ustedes para que la cura universal se establezca en todos los que la necesitan.
Yo les agradezco por responder a Mi Llamado y los espero amorosamente el próximo día 28 para que Mi Obra se expanda aún más en el mundo y más Gracias sean derramadas en Ecuador.
Les agradezco.
Vengo aquí por un pueblo que Me ama, que Me escucha, que Me invoca y que Me suplica.
Vengo aquí por esta tierra para poder curarla, para que de ella pueda resurgir una Nueva Humanidad.
Vengo aquí por el amor de los corazones que se expresan a Dios con simplicidad y humildad. Eso es lo que me hace venir aquí, queridos hijos, que haya escogido llegar aquí dentro de esta obra de peregrinación y de este propósito que Dios Me ha colocado como parte de Sus sagrados designios.
Hoy vengo aquí, queridos hijos, para colocar entre Mis Brazos a cada uno de ustedes; para que sientan la dulzura de Mi Amor, el fuego de Mi Corazón y la Luz de Mi Espíritu que viene a curar a las almas del pasado, a cicatrizar los errores, a disolver las penas y todos los sufrimientos que hayan podido vivir algún día.
Hoy escucho la voz de sus oraciones en pleno gozo, en eterno júbilo, porque hoy están abriendo la puerta a su Madre Celeste para que Ella no solo esté aquí, entre ustedes, sino también con todo el país y con todos los Andes, que tanto necesitan de la ayuda de Dios.
Quisiera que después de este día, queridos hijos, sus vidas ingresaran en el camino del apostolado y de la oración, y que este primer impulso que sus almas recibirán en su consagración, sea el motivo para dar nuevos pasos en la concreción del Plan de Dios sobre la Tierra, para que sus almas sean algún día, los soles de la Nueva Humanidad.
Hoy comienza un nuevo camino en sus vidas, queridos hijos. Sus caminos son enderezados para que en algún momento se encuentren con el Señor Jesucristo, porque Él es el precursor de todas las cosas. Él es el gran Mensajero de Dios que envía a Su sierva y discípula para entregarles la Palabra de Vida por medio de Su manantial de Misericordia y de Amor.
Quisiera que supieran, queridos hijos, que hoy sus pasos son iluminados en el amor y en la verdad, para que muchas, muchas almas más, que en estos tiempos desesperan y viven en la oscuridad, puedan encontrar la luz, la luz de sus corazones.
Yo vengo a animarlos, queridos hijos, a ser caritativos; a vivir la vida de servicio por el semejante, para que su nación y su pueblo puedan recibir una gran expiación universal, y sobre todo, la restauración de la consciencia de esta nación. Para que los nuevos códigos divinos ingresen en sus esencias, en sus corazones y en sus vidas; y todo, todo, se pueda recrear tan solo dando sus pasos en el camino del amor, de la oración y del servicio.
Los invito, queridos hijos, a ser parte de la Obra de Dios; no solo viviendo todos los días la comunión con Cristo por medio de la Sagrada Eucaristía, no solo a través de la confesión, de la oración o del ayuno, sino también a través de su entrega ardiente, de la misma forma como hoy se entregaron a Mi Inmaculado Corazón.
Quisiera que todos estos impulsos espirituales que hoy les traigo desde el cielo, permanecieran vivos en sus vidas por mucho tiempo más, porque en verdad, queridos hijos, los necesitarán para llevar adelante el Plan de Retorno de Cristo a la Tierra.
Hoy vengo a traerles, queridos hijos, las nuevas Voluntades de Dios; es decir, los nuevos designios que brotan de Su Corazón Misericordioso para cada uno de Sus hijos, los que hoy, especialmente, Él derrama con tanto Amor y tanta Misericordia por medio de Mi Inmaculado Corazón, como una puerta hacia la Redención.
Sé que el mundo y sus vidas necesitan cura. Conozco profundamente todas las necesidades de Mis hijos y especialmente las de Mis hijos del Perú; pero si cumplen Mis pedidos y siguen obedientemente Mis pasos por el camino del amor y del servicio, les aseguro, queridos hijos, que no solo sus vidas se transformarán y sus cuerpos se curarán, sino que también miles de almas más, que en esta nación aún esperan despertar, recibirán la misma Gracia que hoy reciben sus corazones y se sentirán motivadas, a pesar del fin de los tiempos, a decir ‘sí’ al Plan de Dios.
Ustedes son un pueblo sagrado, y podría decir, bendito en su origen. Les vuelvo a recordar, queridos hijos, la importancia de recuperar los valores para la vida de esta humanidad, para que los Sagrados Dones de Dios permeen sus consciencias, más allá de sus vidas, a todos sus hermanos que también necesitan del Sagrado Espíritu de Dios para encontrar el Camino de la Luz.
Hoy también quería agradecerles, queridos hijos, porque su pueblo, a pesar de sus necesidades y pruebas, ha acogido a los que emigran a este país buscando una oportunidad y una nueva esperanza, y sobre todo la paz, que también debe instalarse en este pueblo y en esta nación. Si en verdad siguen orando de corazón todos los días, Yo podré cumplir con la promesa que he hecho a Dios, de despertar aquí a nuevos soles que iluminen esta humanidad y estos tiempos de tribulación.
Si se unen en grupos de oración será más fluido, queridos hijos; se concretará el Plan de Dios, no solo en esta nación sino también en las Américas, en donde gran parte de esta raza también espera por su despertar.
En este tiempo vengo peregrinando por las Américas para despertar la raza a los designios de Dios, a la Sagrada Voluntad que está escrita en el Corazón del Padre y que debe hacerse realidad en sus corazones.
Si oran junto a Mí en este tiempo, queridos hijos, permitirán que Yo pueda retornar al Perú por segunda vez. Cumpliré Mis promesas cuando vea sus corazones encendidos por el fuego de la oración y del servicio, de la caridad y del bien, para que en esta Tierra Sagrada se vuelvan a gestar los principios de una Nueva Humanidad; una Nueva Humanidad que comenzará dentro de ustedes para que finalmente, emerja en esta superficie.
Hoy vengo como el Sagrado Sol del Universo para encender sus esencias, para que recuerden su origen y su principio, para que recuerden el comienzo de su existencia y los primeros pasos de su evolución. Eso los hará fuertes. Porque la oración los hará fuertes, para poder llevar adelante Mis Pedidos, y poder consagrar finalmente a este pueblo y a esta nación a Mi Inmaculado Corazón. Así,Yo podré contar con sus manos y sus brazos para llevar adelante la Obra de Redención en esta parte de la humanidad.
Alégrense, queridos hijos, porque están reencontrando el camino hacia Dios. Su perseverancia y su fe han permitido este acontecimiento y hoy se vuelve a escribir una nueva historia para el Perú, que comienza a surgir en el universo interior de cada ser.
Y ahora, Mis Palabras son Soplo del Espíritu, Llama que enciende la llama en sus corazones para que vivifiquen el Plan de Dios y lo lleven adelante, en estos tiempos críticos, en donde es urgente la Paz, la fraternidad y la hermandad entre las consciencias.
Hoy, quisiera hacer una consagración especial ante todos sus Sagrados Soles; aquel Sol interior que siempre debe brillar, que debe tener la fuerza interior para superar obstáculos, pruebas y tinieblas; que debe estar en lo más alto del Universo para hacer brillar el Propósito de Dios mediante la conversión y la redención de sus vidas.
Que hoy se acerquen aquí los que se consagrarán, para que su Madre Celeste los pueda bendecir por medio del Fuego Divino del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Agua para bendecir.
“Señor del Universo: Bendice este elemento que has creado como emanación purísima de Tu Sagrado Corazón, a fin de que bendiga a las almas con el Soplo y con el Fuego de Tu Espíritu, con la vivencia verdadera del Amor en el corazón de los hombres de este planeta.
Que Tu Luz descienda, como Códigos de Luz, como estrellas radiantes que hacen vivificar en las almas el Divino Propósito. Amén”.
Mientras escuchan el himno de su consagración, que sus corazones se eleven a lo alto para ser bendecidos, acogidos y recibidos en los Brazos del Padre Creador.
Que sus soles internos se enciendan. Que la llama viva de la devoción despierte y que la cura de sus espíritus se establezca como portal para una Nueva Humanidad.
Que esta consagración represente el nuevo tiempo, la nueva unidad, la eterna alianza entre sus almas y Dios, en la que nada estará separado.
Queridos hijos, en esta noche sagrada, en este día bendito en el que Dios se une a sus corazones y el Hijo Divino se une a sus esencias, su Madre Celestial y Universal les entrega la faz que une a todos los pueblos, a todas las religiones y a todas las culturas. Que hoy su pueblo y su país sea protegido y bendecido por el Sagrado Manto de la Señora de Guadalupe, a fin de que se cumpla el Propósito de Dios para esta nación. Amén.
Hoy les entrego esta imagen, para que como peregrina de su pueblo, muchas más consciencias puedan vivir esta unión interna con Dios por medio de Nuestra Señora de Guadalupe, Madre de los pueblos originarios y de todas las culturas de esta tierra.
Que esta imagen visite a los que más la necesitan y que siempre esté presente en sus momentos de oración, como nuevo grupo de oración.
Hoy les dejo aquí el testimonio de Mi Luz, de Mi Amor y de Mi Gracia para cada uno de ustedes. Por este fin, Consagro a Perú a Mi Inmaculado Corazón. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Escucho a las voces que se elevan a Dios para establecer esta Divina Consagración al Inmaculado Corazón de María.
Agradezco a Perú, a su pueblo y a su cultura por haber respondido a Mi Llamado.
Los amo, y les agradezco.
Yo Soy la Madre y Misionera Confederada. Soy la Señora de los Treinta y Tres.
Hoy vengo a su encuentro para anunciar a este pueblo Mi más especial petición, de que algún día se cumpla la Voluntad de Dios en toda esta nación y en todos los que la representen en el mundo, los que algún día espero que sean embajadores de la paz.
Uruguay tiene una misión importante que no puede omitir y es responsabilidad de todos Mis hijos, sobre todo de los dirigentes de esta nación, que ese propósito se cumpla.
Como sabemos hijos Míos, ese propósito fue alterado por la mano del hombre, pero no descansaré, porque de a poco y silenciosamente, su Madre Celeste y Señora de los Treinta y tres, hará consagrar esta nación a Su Propósito espiritual y divino.
El Cono Sur fue escogido para una gran misión y a Uruguay le corresponde una gran parte.
No es por acaso, queridos hijos, que Aurora se guarda aquí y desde aquí revela sus misterios.
Necesito que comprendan, hijos míos, cuán importante es ese propósito para Dios en este tiempo.
Por eso Soy su Madre Misionera y Confederada, porque en el Uruguay se debe alcanzar la confraternidad y esa confraternidad les hará libres de todos sus errores cometidos, de todos los débitos ocasionados, en este país y en este pueblo.
Vengo aquí para traerles un mensaje renovador, un nuevo Principio que debe ser gestado en la consciencia humana de los uruguayos. Eso les permitirá comprender con profundidad la Voluntad de Dios y a medida que sus pasos sean dados en dirección al Propósito, el país será más consciente de lo que debe curar, de lo que debe redimir, en lo que debe hacer penitencia y sobre todo, reparar ante nuestro Creador.
Ya que el propósito de Uruguay fue alterado, aún hay tiempo, querido hijos, por medio de su consagración a la Señora de los Treinta y tres; existe una chance definitiva que lleve a todo su pueblo a un gran despertar y a una gran redención.
Deseo, como Señora de este pueblo, retirar a este pueblo de su profunda somnolencia, de su profunda ilusión e indiferencia. En verdad les digo, queridos hijos, dependerá del esfuerzo de muy pocos, para que la gran misión se cumpla en este país.
No dejen de gestar en este pueblo los grupos de oración, los verdaderos grupos de oración que su Madre Celeste necesita para este tiempo. Que su compromiso no sea tibio sino verdadero, determinado y firme, para que Yo les pueda encomendar nuevos designios que el Padre Me ha dictado en Mi Corazón. Eso hará de Uruguay un país verdadero y consciente de sus responsabilidades y cometidos, buscando por encima de todo la igualdad espiritual y la comprensión entre las religiones .
Cuando digo que los grupos de oración deben ser verdaderos, es porque el compromiso debe ser más firme y verdadero y no casual. Eso hará del Uruguay un verdadero espejo de luz, que pueda reflejar lo que tanto Dios espera derramar sobre este país.
Este mismo Principio del cual hoy les hablo, queridos hijos, es el mismo diseño y es el mismo Propósito para otras naciones del mundo, que también deben redimir sus errores y abrir las puertas para el Sagrado Conocimiento Divino, que no vendrá de la mente de los hombres sino de los corazones puros, que por medio de la oración y de la comunión con Cristo, recibirán del Cielo los impulsos de luz que harán de esta tierra libre, finalmente libre.
Quiero retirar de la consciencia de los uruguayos la esclavitud espiritual permanente, un estado de consciencia en la cual se encuentra que es casi imperceptible, que la hipnotiza, que la hace inerte y que no le permite dar los pasos verdaderos hacia la Luz .
Hasta que la Aurora de Mi Corazón no sea reconocida, el pueblo permanecerá en sus errores y será el sacrificio de muy pocos, la transmutación de los mismos.
Necesito, hijos Míos, que con la apertura de nuevos grupos de oración en el Uruguay, una nueva consciencia se geste en el corazón de Mis hijos, para que más consciencias de este país reconozcan definitivamente la Voluntad de Dios; que hagan de este pueblo, el verdadero pueblo que fue en sus orígenes, desde la consciencia indígena hasta los primeros pobladores que vivían la Voluntad de Dios y la advocación a la Señora de los Treinta y Tres.
Si Yo fui la Patrona que independizó a su pueblo. ¿Qué podría hacer ahora, queridos hijos, si los corazones de los uruguayos Me recibieran en sus hogares y en sus familias y vivieran con devoción, con mucha fe, la consagración a la Señora de los Treinta yTres, la Santa Faz que los llevará a comprender Mi presencia en Aurora?
Aquí hay muchos misioneros que están dormidos. Por eso, Soy la Misionera Confederada que viene a despertar a los que están en la somnolencia, a los que aún no han encontrado el camino de la Luz y de la Verdad.
Dios ha entregado esa Faz de la Señora de los Treinta y Tres para este pueblo, por Su gran e importante misión para el fin de estos tiempos, así como también el Padre ha revelado otras faces de Mi Corazón para otros pueblos, que es lo que necesitan para vivir su misión espiritual como nación y como pueblo. En verdad les digo que todo tiene un sentido espiritual.
La Señora de los Treinta y Tres desea que cumplan las promesas que una vez les dicté, hace algunos años, y que también cumplan los pedidos que Yo les he dictado, también hace algún tiempo. Aún estoy esperando por ello.
Cuando esos pedidos se cumplan, con todo el esfuerzo del corazón y de la vida, Uruguay tendrá nuevas oportunidades de poder despertar a todo lo que ha hecho, a los cometidos realizados, que han interferido en la evolución de esta parte de la humanidad .
Mientras eso no suceda, el sueño aún será muy profundo y difícil será el despertar y la inercia de este pueblo. Por eso entre los pocos que he llamado realizaré las grandes obras, así como Jesús llamó a los apóstoles para dar a conocer Su Evangelio al mundo entero, con muy pocos.
Necesito, queridos hijos, que no se aflijan por todo lo que hoy les digo. Soy la Señora de los Treinta y Tres y si hoy estoy aquí, es por una misión y un objetivo.
Vivan los tiempos de madurez como así Dios lo necesita y podrán apartarse definitivamente de la tibieza. Sus corazones estarán firmes y podrán cruzar las puertas que la Señora de los Treinta yTres abrirá, como última instancia para el Uruguay.
Por eso, Mi Obra primero se fortalecerá en el mundo entero antes que en el Uruguay, porque en verdad les digo, queridos hijos, que gran parte de los uruguayos se darán cuenta tarde de todo lo que han perdido.
Necesito que sean Mis embajadores de la paz por todos los rincones de este país y que se unan en un mismo propósito, en una misma sintonía, haciendo los esfuerzos necesarios para hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón en el Uruguay.
Aún espero seguir siendo la Patrona de su país, porque Yo no espero, queridos hijos, aunque muchos lo piensen, ser sustituida por otros ídolos que el propio país ha concebido como verdaderos, como parte de su irreal libertad.
Con ojos de misericordia miro este país, porque Dios Me ha enviado desde el Universo para descender sobre estas tierras, en este lugar lejano, en donde aparentemente nada sucede y nadie escucha Mi Voz. Pero en verdad es todo lo contrario. La Señora de los Treinta y Tres, la Madre y Señora Confederada, trabaja silenciosamente para que los corazones de este país sean arrebatados por el Amor de Mi Corazón, por la Gracia de Mi Espíritu, por la Santidad de Mi Alma.
El Uruguay deberá ser reconstruido muchas veces, hasta que las consciencias definan su camino.
Nadie estará libre del Juicio universal. Sabemos que ese tiempo se aproxima y que esa hora se acerca. Hagan oración y penitencia por los que no lo hacen en el Uruguay, por aquellos que transgreden la vida con los abortos y no saben lo que están haciendo, cuánto están hiriendo a la Creación con esa actitud y perversión humana.
Oren y hagan penitencia por los que aceptaron los ídolos de este mundo y de los que fragilizan a las almas y que hacen perder a los corazones el camino de la Luz.
Pero al fin de todo Mi Inmaculado Corazón triunfará y los que no pueden estar en la Nueva Tierra, estarán en otro lugar, viviendo desde el principio todos estos códigos que Yo les derramo, encuentro tras encuentro. Esas almas deberán aprender a ser merecedoras de la Misericordia de Dios, pero no descansaré. Su Madre y Misionera Confederada irá hasta el final para poder salvar la mayor cantidad de almas del Uruguay, antes de que todo se sumerja.
Pero si en verdad existiera un cambio radical, aceptando la Voluntad de Dios y viviendo un verdadero arrepentimiento, la mayoría no sufrirá las propias consecuencias de sus acciones y así, Mi Inmaculado Corazón intercederá, como intercedió una vez en Fátima por toda Europa, para que ella alcanzara un tiempo inexplicable de paz, aunque no la mereciera.
Cuando Yo ya no esté aquí entre ustedes, hijos Míos, deberán tener todas estas cosas presentes y claras, para que Mis Palabras no se las lleve el viento, sino que se siembren en sus corazones como códigos de vida, mostrando a Dios verdaderas acciones que quieran reconstruir su pueblo y su nación.
No teman decir al mundo que Yo estoy aquí. Imiten a los santos en ese camino de apostolado y de evangelización.
También estoy rezando, hijos Míos, por los obispos y los sacerdotes de su pueblo, para que algún día también alcancen el arrepentimiento y tomen consciencia de que aquí no he venido en vano.
Para testimoniar al mundo esta Obra de Misericordia, hoy consagraré nuevos Hijos de María, que representan a muchas naciones más en el mundo, que también serán precursores de la Obra de la Misericordia de Dios, por medio de su fidelidad, oración y fe.
Que vengan aquí.
Mientras los instrumentos tocan la melodía de su consagración, su Madre Celeste los bendecirá en esta noche y bendiciéndolos a todos ustedes, también bendecirá a este pueblo, para que viva el arquetipo de Dios; el Propósito Divino que algún día debe vivirse en los corazones de todos los uruguayos.
Hoy, la Madre y Señora de esta nación, la Señora de los Treinta y Tres, la Madre y Misionera Confederada, bendice sus espíritus, los espíritus de todos sus hermanos que alcancen el Propósito de Dios de forma verdadera y simple, viviendo acciones de caridad y de misericordia para con el mundo, actos de reconciliación y de paz entre todos los seres de la Tierra.
Hoy sus ángeles de la Guarda celebran este momento, y sus ángeles de la Guarda reciben en sus manos sus sagrados y verdaderos nombres para que su misión espiritual, hijos míos, se pueda concretar y realizar dentro de esta confraternidad, que Mi Corazón gesta entre todos los misioneros del mundo.
Que el espíritu de la hermandad los compenetre, los colme y les traiga a sus corazones el símbolo de la Unidad, para que la reconciliación en sus mundos internos se establezca, las faltas sean perdonadas, las heridas sean cicatrizadas y en sus corazones se encienda la Estrella de la Hermandad, aquella Estrella que repoblará la Tierra de seres de bondad y de luz, viviendo en unión con todo el Universo.
Los bendigo y los consagro como hijos y siervos de Mi Inmaculado Corazón. Que este paso que hoy dan sus vidas, sea el impulso para dar muchos pasos más en esta caminata al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo, Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Me elevo al Cielo implorando por el Uruguay, para que despierte a la Verdad.
A los argentinos desaparecidos
Queridos hijos:
Hoy su Madre Celeste, como Madre y Mediadora de este mundo, apela a todos Sus hijos para que, en este día de bendición, ofrezcan este Encuentro Conmigo por los desaparecidos recientemente en el Océano Atlántico argentino.
Llamo a todos los grupos de oración de Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Chile para que se unan fraternalmente por medio de una cadena luminosa de oración y de vigilia, a fin de que su Madre Celeste guíe y socorra a las almas que desaparecieron en alta mar.
Para eso, vengo a pedir especialmente a Mis hijos de la República Argentina que se concentren por algunos días en la ciudad de Mar del Plata para orar los Misterios del Rosario por cada uno de los hermanos que han desaparecido, ofreciendo desde lo profundo de sus corazones este servicio de oración como un medio inmediato que ayude a las familias de los desaparecidos y que también le traiga alivio a cada uno de sus miembros.
En esta noche, su Madre Universal estará dedicando este Encuentro de Oración para cada uno de Mis hijos que han desaparecido en el Océano Atlántico.
De la misma forma que en otros tiempos Yo les pedí, amorosamente, que rezaran por las familias refugiadas que todavía siguen cruzando el desafiante Mar Mediterráneo para escapar de las guerras, hoy vengo para pedirles por esos hermanos desaparecidos, para que Dios, que es Infinito en Misericordia, conceda, por medio de Mi Intercesión, la ayuda necesaria.
Si recuerdan, hijos, en el último Encuentro sucedido en el mes de octubre en la ciudad de Mendoza, Argentina, Mi Amado Hijo les declaró que Argentina, en poco tiempo, atravesaría una gran y desconocida prueba. Esa prueba y ese momento está sucediendo en estos días.
Por eso los invito, como nunca antes, a colocar atención y discernimiento en lo que los Mensajeros Divinos anuncian de tiempo en tiempo, porque a través de la Sagrada Palabra se intenta evitar situaciones en las almas y en toda la humanidad.
Los recientes desaparecidos se ofrecieron, en esta vida, por toda la Argentina para que este pueblo y en consecuencia, todas las naciones del mundo que ahora participan de la operación de búsqueda, puedan aprender que el poder solo lo tiene Dios y que ya llegó la hora de convertirse y de redimirse para que la Sagrada Victoria de Cristo se establezca.
Algunos grupos de almas en este tiempo, sin saberlo y sin conocerlo, teniendo o no religión o credo, se han ofrecido por entero al Sagrado Corazón de Jesús a fin de que millones de personas perciban que estamos cruzando el portal de un tiempo definitivo que llama a las almas a estar unidas en el amor y en la solidaridad, porque eso reconstruirá al planeta.
Esos grupos de almas se han ofrecido a padecer por Jesús y por la pronta redención de la humanidad, ya que es urgente que toda la raza cambie de estado y de acción.
Por último, quisiera que Mis hijos de Argentina se reunieran en la Base Naval de Mar del Plata para orar por todos los hermanos que, en estos tiempos, ofrecen sus vidas y corazones para que otros lleven adelante experiencias y conquistas del planeta que son irreales.
Estaré, como nunca, cerca de los que por amor y consciencia respondan a Mi llamado.
Estaré con cada familia de cada desaparecido, atravesando esta prueba y tomándolos fuerte de la mano.
Quisiera que, en verdad, las naciones aprendieran que la humanidad y los Reinos de la Naturaleza ya no son más un laboratorio, sino que todos son esencias en redención.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Llegó la hora de que todos los Hijos de María, independientemente de si están consagrados o no a Mi Corazón, en cualquier nación, en cualquier lugar del planeta, así como en cada lengua, puedan rezarle a Mi Inmaculado Corazón.
Hasta ahora, hijos, todo lo vivido y experimentado por los grupos de oración locales, regionales e internacionales, fue una preparación. Para eso, a través de la Asociación que Yo he fundado, con la cooperación del Sector de Difusión y del apoyo oficial de Misericordia María TV su Madre Celeste desea implementar una base verdadera para las transmisiones de oraciones entre los diferentes pueblos de las naciones del mundo.
Mi aspiración es comunicar, por medio de los encuentros de oración, a los cinco continentes entre sí, y unir, con esas transmisiones a todos los corazones y familias del mundo que, en más de treinta países, acompañan, hasta ahora, la Obra de los Mensajeros Divinos.
Por eso, la misión de la Red-Luz planetaria será acoger a todos los demás hijos Míos del mundo que deben aprender a orar de corazón y que no saben cómo hacerlo.
Esa misión de orar y de unir a las naciones y a los pueblos también deberá ser difundida periódicamente en las redes sociales para que más y más almas en el mundo se unan a orar por la paz.
Si desde ahora se gestionara y se organizara adecuadamente la base para este nuevo ciclo de las oraciones con las diferentes regiones del mundo, esto ayudaría a atraer desde el Universo inmensas Gracias para todos, y los diferentes países serían espiritualmente beneficiados.
Por esta razón, su Madre Celeste abre para este nuevo ciclo la tarea regular de las oraciones para todos; esto hará que las almas construyan dentro de sí una disciplina orante capaz de ayudar en los acontecimientos de la vida de las personas y de sus familias.
Será necesario, en esta nueva fase, aprender a orar en las diferentes lenguas de los cinco continentes, manteniendo como base los idiomas: español, inglés, portugués, alemán y coreano.
Por todos los esfuerzos vividos,
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más