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El mundo necesita encontrar el Amor para salir definitivamente del sufrimiento.
Esto es lo único que espero: ver corazones que aman, corazones que viven por amor lo que Yo vivo por ustedes, aunque esté en los Cielos.
Hoy vengo a su encuentro para recordarles esta regla primera; porque los corazones que están desesperados, rendidos y entregados al sufrimiento y al dolor del mundo pierden la esperanza día a día.
Pero no olviden que por encima de todo está Mi Amor, un Amor que los fortalece para las pruebas, un Amor que los lleva al vacío, al encuentro predilecto con el Creador.
Ustedes, seres de la superficie de la Tierra, vienen de una Fuente de Amor, pero también de una Fuente de Sabiduría. No permitan que el Amor se apague en sus corazones, no permitan que la llama del Amor deje de arder dentro de ustedes, porque aquí está Mi Corazón que fue traspasado para que ustedes, en este tiempo, encontraran la Fuente verdadera del Amor.
Es este Amor de Mi Corazón que los convoca a amar y a servir, el Amor que reconstruirá a las familias del mundo.
Es el Amor que Yo los llamo a vivir, el que permitirá, en este ciclo, dar alivio a los que sufren y a los que emigran de sus naciones.
Hoy, sobre las palmas de Mis Manos, les traigo el Sagrado Corazón del Amor como una llama ardiente y divina que viene a ofrecerse por el mundo para poder sanarlo y convertirlo.
Ustedes saben que nunca les pediré nada que no Me puedan dar. Yo les pediré lo más simple, pero lo más verdadero, les pediré aquello que algún día les hará comprender absolutamente el Plan de Dios.
Hoy, a Mis Pies, contemplo y observo las grandes necesidades del mundo, las súplicas de los corazones por sí mismos y por sus familias, por sus naciones y por sus pueblos, necesidades que intento suplir una a una.
Pero ustedes, compañeros Míos, ¿se decidirán a ser el puente hacia Mi Sagrado Corazón?, esos puentes que se pueden extender en el mundo por medio del amor y del servicio incansable que ustedes le pueden dar a Mi Sagrado Corazón.
En este bendito mes del Sagrado Corazón de Jesús, Yo vengo a recordarles esto, porque la mayoría lo está olvidando fácilmente.
Sabemos que el mundo no está preparado para enfrentar lo que hoy vive. Pero desde los tiempos más remotos, cuando Yo estuve en la Tierra, les enseñé la regla primera del Amor, porque es la esencia pero también es la base de toda su vida espiritual y humana.
¿Cómo entenderán al que sufre, si no aman?
¿Cómo soportarán al mal, si no aman?
¿Cómo ampliarán su consciencia, si no aman?
Yo vengo a enseñarles primero el Amor en lo más simple, en lo más profundo pero en lo más verdadero, en lo que nadie puede ver ni percibir.
Es en ese Amor en el que necesito que hoy trabajen; en el Amor que se entrega sin condiciones, en el Amor que se entrega sin aspiraciones, en el Amor silencioso que no es percibido, en el Amor que siempre dice sí.
Por medio de Mi Mensaje, les derramo los Rayos de Mi Misericordia e ilumino a toda la Tierra para que las fuerzas que la aprisionan, que la condenan y la perturban sean disueltas por Mi Luz.
Reciban esta Gracia de Mi Corazón, la Luz de los Rayos de Mi Misericordia, para que la humanidad se cure y se redima, para que se alcance la paz y el fin de las guerras como también de todos los conflictos humanitarios.
Lleven esa Luz hacia el corazón y comulguen de Mi Sagrado Corazón para que se cumpla Mi gran Promesa ante el Padre, de que esta Tierra sea repoblada de Nuevos Cristos, de los que irán hasta el final diciendo sí.
Que sus corazones y mentes se vacíen en este momento, para que el gran misterio del Amor de Dios se revele a los corazones simples y humildes, a los que han despojado de su vida las tentaciones del mundo y toda distracción.
Hoy, deseo que contemplen Mi Corazón resucitado, el Corazón Eucarístico del Hijo de Dios, que como un Sagrario abre sus puertas al mundo para que todos puedan contemplar la Verdad, la Verdad que está más allá de todo mal y de toda adversidad, la Verdad que los llevará a la paz y a la unión perpetua con Mi Corazón Eucarístico.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestro Señor está mostrando, en este momento, de un forma clara y nítida, Su Sagrado Corazón con tres llamas de fuego que representan al Amor, a la Compasión y a la Luz; que, a través de un gesto de Amor paternal, Él ofrece Su Corazón al mundo, para que las almas más sedientas del Amor consolador de Jesús se reconsagren ante Su Presencia misericordiosa. En el silencio de Sus Palabras, Él ofrece este, Su Corazón.
Ahora, volvió a guardar Su Corazón en Su Pecho, pero Su Corazón aún está expuesto.
Para aquellos que tienen dudas, Yo retornaré.
Para aquellos que han perdido la fe, Yo retornaré.
Para aquellos que ya no creen en Mí, por ellos, Yo retornaré.
Para los que viven en el sufrimiento, Yo retornaré.
Para los que han muerto injustamente, Yo retornaré.
Y a todos resucitaré en espíritu, mente y cuerpo, para que estén Conmigo en Mi Reino, cumpliendo la promesa de una Nueva Humanidad, libre de las cadenas de la opresión, de la tristeza y de la angustia; una humanidad que será renovada por el Sagrado Espíritu de la Voluntad suprema de Dios.
Sobre el Altar de Mi Iglesia Celestial, tengo cientos de Cálices para ser entregados a las almas que se ofrezcan a beber de la Divina Sangre del sacrificio; a fin de que, por medio de la entrega y de la renuncia, reparen el Corazón del Hijo de Dios de los graves ultrajes que Él recibe diariamente, por todas las situaciones que hoy vive el mundo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestro Señor está mostrando Su Altar en la Iglesia Celestial, con ciento treinta y tres Cálices que guardan Su preciosa Sangre, la Sangre de la Transubstanciación. Él nos ofrece estos Cálices para que, espiritualmente, sean bebidos por nuestras almas, para los que se ofrezcan en consciencia y con discernimiento a asumir lo que hoy Él nos ofrece, como servicio espiritual y humano.
Para esto, los ángeles que rodean al Sagrado Corazón de Jesús, en este momento, toman los Cálices del Altar para llevarlos a las almas que los han aceptado, en los cuatro puntos de la Tierra.
Aquellos, que se ofrecieron a asumir un sacrificio especial, beban de ese Cáliz que los ángeles hoy nos ofrecen.
Mi noble Corazón quiere transformarlos en algo nuevo, en algo que desconocen, en algo en lo que no pueden tener control ni el más mínimo poder para poder cambiarlo.
Por eso, después de este Sacramento del Sagrado Cáliz, que algunos se ofrecieron a beber sin saber lo que eso significa ni lo que representa en sus vidas; Yo les pregunto, compañeros, ¿se decidieron a venir a vivir a Mi Corazón y a acompañarme en esta tarea planetaria, en este rescate silencioso e imperceptible de toda la humanidad, sea en las llanuras o en los valles, en los desiertos o en los océanos, en cualquier lugar del mundo?
¿Sus corazones están prontos?
¿Han meditado en lo que les dije en la última Sagrada Semana?
Mis Palabras no solo pueden quedar registradas; Mis Palabras deben ser vividas por cada uno de ustedes, porque cuando vivan Mi Mensaje, comprenderán la razón de estar aquí y la razón de vivir por Mí.
Eso es todo lo que hoy quiero decirles, porque necesito que, algún día, comprendan el misterio de Mi Amor y la razón de venir a su encuentro para instruirlos pero también para impulsarlos, porque quien está en Mí no perecerá, aunque pase su prueba más dura y difícil.
A las almas que aún no se animaron, las invito a vivir en Mi Corazón, a entrar en la escuela de Mi Amor eterno.
Antes de dejarlos con la solemnidad de la Sagrada Eucaristía, la cual volverá a palpitar a través del corazón de Aurora, en donde esa celebración estará siendo ofrecida para todos, quiero despedirme escuchando una canción que ayuda en su reconsagración a Mi Sagrado Corazón.
La oración al Sagrado Corazón de Jesús, hoy la ofrecerán con una solemne canción para que la alianza de las almas Conmigo sea más profunda y todo sea renovado.
Al final de la sagrada celebración eucarística, realizarán su síntesis de este trabajo de los impulsos de Mi Corazón misericordioso, por medio de una segunda canción que cerrará el ejercicio de todo este Mensaje que hoy, por Amor, les he traído.
Para eso, cantarán, al final de esta transmisión, “Corazón traspasado".
Escucho la canción al Sagrado Corazón de Jesús, y Yo los bendigo para que se levanten de donde han caído, para que siempre encuentren la paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos:
Hoy, con Mi rostro en el suelo, imploro junto a toda la consciencia sacerdotal por este sufrido y agonizante planeta.
Imploro, junto a Mis hijos predilectos, para que sus almas puedan seguir siendo puentes de Luz, de Amor y de insondable Misericordia, por los cuales las almas más necesitadas puedan llegar al Corazón de Mi Hijo.
Imploro a Dios, con el rostro en el suelo, por esta situación planetaria, para que las naciones ya no sean prisiones de donde las almas y las personas ya no puedan salir y pierdan su libertad.
Le pido al Padre para que Mis hijos del mundo se protejan cada día más, y cumplan y colaboren con la actual situación planetaria. Así, Mi enemigo dejará de usar la incertidumbre y el desánimo de las personas para poder gobernar.
Les pido, más que nunca, que no olviden rezar fielmente el Santo Rosario todos los días; porque, de esa forma, Yo los ayudaré y vendré con el cántaro de agua fresca para que tengan más fortaleza interior para seguir atravesando este desconocido desierto planetario.
Clamen, todos los días, por fe. Sean un ejemplo y un testimonio para Mi Hijo.
Este es el tiempo de que los soldados de Cristo estén prontos para tareas espirituales desconocidas, porque la necesidad es tan grande que muchos, pero muchos corazones que no están preparados necesitan de ayuda.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Este es el tiempo de los apóstoles de Mi Hijo, es el tiempo de su madurez, es el tiempo de su acción para el cumplimiento de la Voluntad de Cristo.
Los apóstoles de Mi Hijo son los que prepararán Su llegada en el momento más culminante de la humanidad.
Sean apóstoles decididos, abiertos a enfrentar los desafíos de estos tiempos.
Yo, como Madre de los apóstoles, los llamo a subir un escalón más en esta escalera que los llevará a asumir las responsabilidades que Mi Hijo espera que cada uno pueda asumir.
Hijos, no les hablo de una responsabilidad material, sino de un compromiso espiritual con Mi Hijo de ayudarlo a cargar la pesada cruz de este tiempo, porque es mayor el peso de la cruz que los que, de corazón, están disponibles para cargarla junto a Cristo, su Maestro y Señor.
Que, en este tiempo, los apóstoles de Mi Hijo se confirmen pero que también se definan.
Muchas son las necesidades, pero una de ellas, la más importante, es la necesidad que tienen las almas de recibir amor y perdón.
Que los apóstoles del fin de los tiempos se abran para asumir lo que no les corresponde. Que lo hagan como un acto de Amor y de Misericordia, a fin de que cada apóstol de Cristo descubra dentro de sí el universo del Amor de Dios para que el misterio de la entrega absoluta de Mi Hijo sea develado al mundo entero.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Estén firmes en Mi Hijo. Él espera, de cada uno de sus corazones, la respuesta necesaria para el cumplimiento de Su Plan.
Ahora, en esta pausa que vive el mundo por la pandemia, Yo los invito, hijos Míos, a aprovechar el tiempo y a recapacitar. Así tendrán el impulso para poder seguir dando pasos en la consagración de sus vidas al Sagrado Corazón de Jesús.
Queridos hijos, asuman la parte que les corresponde y háganla bien, expresen Amor y Misericordia en cada momento.
Den la oportunidad para que sus almas puedan realizar el compromiso espiritual, con el Padre Celestial, que vinieron a cumplir.
No se confundan, hijos Míos; que la llama de la fe los guíe por los caminos inciertos que atraviesa hoy la humanidad.
Reconozcan la Gracia que recibieron y den valor al significado de lo que representa servir a Mi Hijo en este tiempo.
Amados hijos, ya no hay tiempo para desechar la propia vida en experiencias banales y comunes.
Eleven la consciencia, a través del entendimiento y de la apertura del corazón, sobre la razón primordial de estar respondiendo al Llamado de Dios.
Deseo ardientemente que no pierdan la Gracia de reconocer la única Verdad, la Verdad que es Mi Hijo y que los congrega en este tiempo para preparar Su Retorno en los corazones sufridos y esclavizados.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
El amor está en una ardua batalla contra la indiferencia. Mientras que solo algunos corazones se sensibilizan, la mayoría se vuelve indiferente y la ignorancia los abraza.
El amor intenta rescatar a la consciencia de los que omiten la verdad, para así, llevarlos al despertar de la consciencia. Por otro lado, la indiferencia es como un veneno imperceptible que permea la mente humana y la aparta de la realidad.
Es una lucha sin fin, pero todo dependerá del estado de consciencia en el que el ser humano decidirá permanecer.
En esta batalla sutil todo está permitido, y aún más los corazones tendrán que hacer un esfuerzo interior para sensibilizarse y no quedar atrapados por la indiferencia que ciega a la consciencia humana.
Esta lucha definirá el próximo ciclo, si la humanidad evolucionará o se estancará. Ya todas las herramientas y advertencias fueron dadas.
Muchos pensaron que la Gracia Divina seguiría alimentando a las personas sin que ellas hicieran el más mínimo esfuerzo. Pero el tiempo y la respuesta es ahora. Así se volverá a cumplir lo que dijo Mi Hijo una vez: “por sus frutos los conocerán”.
Permitan que la arrogancia, la soberbia y la falta de humildad sean disueltas en sus consciencias para que, cuando llegue el gran día, nada los sorprenda.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Es en el silencio de Mi Corazón donde Yo puedo escuchar sus oraciones.
Es en este momento, en el que todos Mis hijos están en Mi Corazón no solo por la situación del planeta y de la humanidad, sino porque ya es el tiempo de la preparación del Retorno de Mi Hijo, el Cristo.
Vengo a su encuentro con un Mensaje de paz, de cura y de reconciliación. El mundo aún no comprendió el Mensaje de los Cielos.
Incansablemente, Yo vengo hacia Mis hijos para llevarlos hacia la Paz de Mi Hijo, hacia la comunión espiritual con Dios. En ese ejercicio, las almas se renovarán y encontrarán fuerzas internas para seguir adelante.
Aunque en este tiempo Yo Me esté retirando, hijos Míos, Mi Presencia no se borrará de sus corazones y vidas.
Deben celar, dentro de ustedes, cada momento compartido Conmigo, cada oportunidad en la que Yo les enseñé sobre el amor y el perdón.
Hacia ese camino Yo siempre los quiero llevar, para que el amor y el perdón una a los corazones, reconcilie las vidas y traiga la paz.
Detrás de Mí, en este día, traigo el Universo, aquel Universo que deben aspirar a encontrar dentro de ustedes: el Universo del Amor de Dios, un Amor que siempre se renueva, un Amor que nunca muere, un Amor que es inmortal.
Es ese Amor del Universo de Dios que trajo Mi Hijo a la Tierra, desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión, pasando por Su dolorosa y difícil Pasión.
Es en ese Amor triunfante, hijos Míos, que Yo los quiero ver, un Amor que siempre dice sí, un Amor que es incondicional y vivo, un Amor que entiende y comprende el Plan de Dios.
Su Obra manifiesta una de las tantas vertientes del Amor de Dios, por eso está viva y nunca muere. Es una Obra que siempre impulsará a la renovación, al cambio de la consciencia y a la paz; así muchos más corazones se curarán. Y, a pesar de que no estén aquí, sentirán, a la distancia, la fuerza y el poder de ese Amor que les trae Mi Hijo, el Cristo, por medio de Su Presencia y de Sus Sacramentos.
Hoy, de manera especial y amorosa, los estoy ungiendo con Mi Luz, para que coloquen a Mis pies sus miserias e imperfecciones y para que, en ustedes, permanezca la verdad del Amor de Dios, todo lo que Él ha concebido en ustedes desde el principio hasta el presente.
Hoy comparto con Mis hijos la belleza del Amor de Dios a través de la creación y de la naturaleza. Así, renuévense y encuentren en este momento la oportunidad de recibir Mi Gracia.
Hoy dedico estas palabras, de esta forma, porque he encontrado un lugar especial, un recibimiento especial que siempre he sentido y reconocido.
Es así que los sigo invitando a vivir en Mi simplicidad y humildad, sabiendo que el desafío en este tiempo será más grande de lo que fue, pero que Yo, en el silencio de Mi Corazón y de Mi Vida, estaré allí con ustedes para que en oración se sigan fortaleciendo y cumpliendo con los Designios de Dios.
Mi primera aspiración es que el triunfo de Mi Corazón Inmaculado sea en sus vidas, para después ser en la vida de sus hermanos.
Sigan aspirando a ese momento en el que la victoria del Amor de la Madre de Dios se concretará con la redención de todas las almas.
Sean testimonio de Mi Mensaje, de Mi Palabra y, sobre todo, de Mi Amor incondicional que siempre los nutrirá y los llevará a vivir la Voluntad del Padre, así como Su Sierva lo vivió en el pasado.
Hoy no solo consagro esta imagen de la Virgen de Guadalupe que está a los pies de este árbol sagrado, del jacarandá, sino también consagro este monasterio, el que impulsará y acogerá Mi llamado en la Comunidad de la Virgen María.
Es así que este Centro Mariano, a pesar de estos tiempos difíciles, podrá brillar con toda la Luz que Dios depositó por medio de Sus Gracias en él.
Esta debe ser la Comunidad del corazón, del corazón que siente, del corazón que reconoce, del corazón que sirve, del corazón incondicional, del corazón que proclama la paz y la vive incansablemente.
Es así que en la Comunidad de María todos podrán estar en Mi Corazón, no solo los que vivan aquí, sino también los que no están aquí. Mi Corazón es la casa maternal para todos Mis hijos. Tengo un lugar especial para cada uno de ellos.
Mi Corazón es lo que Yo les puedo ofrecer y legar, es el testimonio de que Dios está aquí, a través de Su Sierva fiel, incansable y eterna.
Divino Padre que estás en los Cielos y en la Tierra, que vives, vibras y te perpetúas en el corazón de Tus hijos, concede a Mis hijos, los que hoy están aquí, la Gracia y la fortaleza de llevar adelante esta tarea, que será colmada por Mi Amor para que, cada día, todos se sientan más dignos hijos de Dios y Mis hijos, hijos de Mi Corazón Inmaculado, hijos de la vida, de la redención.
Que Tu Luz, amado Padre, se haga presente en este momento y que Tu Paz abrace a los corazones para que se sientan en el refugio de Tu Amor para siempre. Amén.
Con simplicidad y austeridad, les agradezco por responder a Mi llamado.
Quisiera aquí, en este lugar, una humilde capilla de oración, en donde la Virgen del Santísimo Rosario de Fátima pueda trabajar silenciosamente por Sus hijos de la Comunidad de María y de todas las Comunidades para que, a través de esta capilla, la energía y el principio de la consagración estén vivos en los corazones que se ofrecen para entregarse a Dios.
A través de esta capilla humilde de oración Yo santificaré a los discípulos de Mi Hijo. Será una capilla de acción de gracias de esta Orden a la Madre de Dios y por todas las órdenes religiosas del mundo.
Mi Corazón siempre los llevará a Dios.
Les agradezco.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimonoveno poema
Madre,
quisiéramos, en este día,
poder permanecer en Tus brazos,
para que seamos colmados
de Tu Amor y de Tu Misericordia.
Quisiéramos que los niños más inocentes
que están en peligro,
hoy estuvieran en Tus brazos
para que estén amparados por Tu Divina Piedad.
Madre,
quisiéramos que los no nacidos
estuvieran en un lugar seguro, bajo Tu protección,
para que tengan la Gracia
de reencontrar el camino de Luz
que los llevará al Padre Eterno.
Madre,
quisiéramos que las mujeres y los hombres del mundo,
que venden sus cuerpos para provecho de los demás,
pudieran estar en Tus brazos,
para que estén a salvo y vean,
en algún momento, la puerta de salida
para abandonar la oscuridad.
Madre,
quisiéramos que hoy los más pobres entre los pobres
y los ancianos abandonados por sus familias
estuvieran en Tus brazos,
para que se sientan merecedores de recibir
Tu cálido y afectuoso Amor
que los curará interiormente.
Madre,
quisiéramos que todos los refugiados
y exiliados de sus países
pudieran estar en Tus brazos,
para que puedan sentir la alegría de rehacer sus vidas
y encontrar la esperanza
en este tiempo de definición.
Madre,
quisiéramos que el planeta
estuviera hoy en Tus brazos,
para que la consciencia de la Tierra sea aliviada
y ya no sienta que está sola.
Madre,
hoy más que nunca,
quisiéramos aprender a amar de verdad
como Tú nos amas, incondicionalmente.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Noveno poema
Madre, Puerta de Sabiduría,
ayúdanos a aceptar y a comprender
estos tiempos.
Impúlsanos al vacío de sí
y a la donación total de nuestro ser.
Que no existan condiciones ni formas
para nuestro servicio.
Que podamos todos los días,
hacer las cosas por amor y por nada más.
Que consigamos imitar a Tu Hijo
en todos los atributos
de Su divina e insondable espiritualidad.
Señora de los Ángeles,
protege a todos los que siguen
el llamado de Tu Corazón.
Envuélvenos con Tu Manto de Luz y de Cura,
para que nuestras dificultades y traumas sean disueltos,
porque a lo único que aspiramos es a poder estar
en Tus brazos de Amor maternal.
Consuélanos, Virgen de la Paz,
cuando sintamos que ya no tenemos fuerzas
para seguir adelante.
Haznos ver, en cada aprendizaje,
una oportunidad de superación y de rendición.
Querida Madre,
que no le temamos a la enfermedad,
a la soledad ni al fin de los tiempos.
Sostennos,
para que, bajo Tu Espíritu incondicional,
aprendamos a entregarnos sin interés,
así como lo hizo Tu Hijo por Amor a la humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Cuarto poema
Bellísima Rosa de Dios,
que podamos reconocer Tu Pureza
en todo lo que fue creado,
y que nuestro corazón y vida
sean parte de Tu Pureza original.
Venerable Flor del Padre,
ayúdanos a encontrar la belleza y el Amor
que Dios, a través de Su Hijo,
depositó en nosotros.
Que nos animemos a dar los pasos
hacia la consagración de nuestras almas,
así como Tú, querida Madre Santa,
consagraste Tu vida y todo Tu ser
con el "sí" al Arcángel Gabriel.
Enséñanos a comprender, más allá de todo,
la razón y el propósito
de que estemos aquí, en la Tierra.
Despierta nuestra consciencia
a la verdadera existencia,
y ofreciendo el templo de nuestro corazón imperfecto,
dile a nuestro Padre, Dios y Señor,
que viva dentro de nosotros
para que, algún día,
aprendamos a amarlo como Él nos ama.
Te damos las gracias, Virgen Santa y humilde.
No dejes de refractar, sobre nosotros,
Tu Espejo de Amor y de Compasión.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Mientras que en los mundos internos las almas reciben los impulsos de la Fuente de Amor del Universo directamente, por otro lado, los seres humanos están siendo preparados para poder asumir de forma definitiva el Plan de Amor en la humanidad a fin de que se establezca, sobre la superficie de la Tierra, el Divino Propósito Creador.
A través de la unión de las almas durante los encuentros con Mi Amado Hijo, en esta Semana Santa, su Madre Celeste acompaña de cerca a cada uno de Sus hijos para que, en todos los planos de consciencia, los corazones se sientan contenidos y así, sin demora, se animen a dar el paso hacia Cristo.
De esa forma, queridos hijos, si eso sucede, la humanidad podrá colocarse sin demora ante la realidad que ella generó y transgredió durante décadas. En esa consciencia de la verdad, los pueblos se animarán a vivir el arrepentimiento y la redención, y ya no será necesario que las Escrituras o las profecías se cumplan.
Por eso, este es el momento en el que cada uno de Mis hijos dé el paso hacia todo lo que Dios espera realizar, finalmente, a través de Sus criaturas.
Por ese motivo, todas las ayudas necesarias y urgentes están siendo ofrecidas y entregadas durante esta Semana Santa para que, cuando termine este ciclo de impulsos espirituales, las almas ya se encuentren en otro escalón de su compromiso individual y grupal con el Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Vengo a pedirles, queridos hijos, que en este momento estén en paz y sigan orando todos los días el Santo Rosario para que finalice la pandemia en el mundo, para que las almas más afectadas por esta situación y las almas que viven en la marginación y en la pobreza reciban la ayuda de la Providencia Divina, como también la salvación necesaria en este tiempo final.
Vengo a pedirles que, ahora más que nunca, no pierdan la fe y que confíen, porque el Todopoderoso y Sus huestes de Luz están interviniendo en esta situación.
Este es el ciclo de la solidaridad y de la fraternidad entre los seres de la humanidad. Es el momento de practicar la igualdad de condiciones y de compartir todo lo que cada uno tiene, sin reservarse nada, porque en el fin de estos tiempos, la solidaridad y la fraternidad entre las almas permitirá que toda la raza humana atraviese la purificación de estos tiempos. De lo contrario, los que se reserven todo para sí, algún día les faltará.
Por eso, Yo los llamo a tener consciencia y amor en todo esto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Es bueno que sepan, en este momento, que nada de lo que suceda los podrá sorprender, porque cada alma de este planeta vivirá la prueba que necesita para poder aprender algo en estos tiempos.
Las pruebas que llegarán no serán castigos ni dificultades impuestas por Dios, sino que serán escuelas que cada alma deberá cursar para terminar de aprender las lecciones básicas de la vida.
Por eso, todo el amor que ustedes puedan expresar hasta en los más pequeños detalles, ayudará a que todas las pruebas sean más provechosas y que, de cada una, ustedes reciban el aprendizaje que necesitan para poder crecer en la verdad y en la vida diaria.
Todo tiene su lugar y su espacio. Por eso, cada prueba que llegará forjará en cada alma lo mejor que tiene, pero también la colocará delante de la verdad que necesita ver y reconocer en este tiempo de importantes definiciones.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando un alma trabaja para Mí, de corazón y sin obligación, es cuando ella, a través del servicio, alcanza altísimos grados de amor.
Es de esa forma que el alma, por el servicio que va donando abnegadamente, se va liberando de los errores o de las faltas que por alguna razón pudo haber cometido.
Las almas servidoras son las primeras que alcanzan la felicidad espiritual, y ellas no solo dejan de sentir la falta del amor del otro, sino que son colmadas ampliamente por el Amor de Dios.
Por eso, cuando sientas que no estás bien o que algo te falta internamente, colócate a servir con toda la fuerza de tu corazón y, así, tu ser se expandirá proporcionalmente al amor que has entregado en cada nuevo servicio.
Al contrario, el alma que más necesita o que siempre reclama es porque le falta donarse y entregarse más para sentirse libre de sí misma.
La llave de estos tiempos es la donación de sí.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A medida que se acortan los días y se aproxima el final de la etapa de los mensajes diarios, Yo los invito a vivir Mis instrucciones y llevarlas a la práctica para que, en el momento menos esperado nada los sorprenda, y para que tengan las herramientas internas para superar y vivir lo que le espera a cada uno de Mis compañeros, de una forma semejante a lo que vivieron los apóstoles.
Por eso, desde ahora prepárense conscientemente. Ya todo les fue dado para que aprendieran a ir más allá de ustedes mismos y así puedan cumplir con la parte que a cada uno le corresponde.
Ya llegó ese tiempo en el que deberán dar testimonio de Mí y confirmar su confianza en Mi Consciencia Divina, a pesar de que Yo ya no esté presente entre ustedes por un largo tiempo.
A cada uno le corresponde hacer carne de su carne cada una de Mis Palabras, para que no corran el riesgo de solo haberlas escuchado.
Cada instrucción que imparto debe resonar en ustedes, y si eso todavía no sucede, busquen la razón del porqué, así estarán siendo verdaderos con ustedes mismos y con los demás.
Recuerden que todo lo que les digo aquí es por Amor, por ese Amor Mayor que, desde hace algunos años, vino a su encuentro para despertarlos y hacerlos conscientes de su compromiso Conmigo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
La vida crística de cada ser es inmortal y siempre sigue evolucionando según sus necesidades de aprendizaje y de madurez. Ella es acompañada por el alma, que es la que más aprende de toda la vida interior y esencial, porque al alma le corresponde realizar la síntesis de toda su experiencia vivida aquí, en la Tierra.
El alma tiene la misión de llevar todo el aprendizaje adquirido en esa escuela hacia sus núcleos superiores, y desde allí, llevar adelante una evaluación sobre los aciertos y los errores cometidos para que, en la próxima etapa de su aprendizaje, ella pueda asumir ciertos principios que antes no vivía ni aplicaba como primordiales.
La escuela de la vida crística está basada en el amor absoluto que una consciencia puede desarrollar ampliamente durante su encarnación.
En la mayoría de los casos, las almas no tan despiertas a la vida del espíritu, solo guardan la experiencia de un amor muy personal, y cuando le llega la hora de partir hacia nuevas escuelas, el amor de los que la rodean impulsa a su espíritu para que se anime a encontrar la ascensión y, así, unirse de forma definitiva al Amor Mayor que la creó.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Amor es capaz de concederle la Sabiduría Divina a la consciencia, cuando ese Amor actúa a través del alma que lo acepta.
El Amor es una corriente que libera los obstáculos de la mente y de lo material, porque su principio de energía promueve un constante dinamismo y renovación.
El Amor Mayor es el que abraza y guarda a toda la Creación, porque en ese Amor se concibe el valor de la vida y de todas las esencias creadas.
Cuando no puedas vivir en el Amor, intenta buscarlo, aspira a encontrarlo a través de la donación de tu ser y de la humildad que puedas vivir por medio del servicio y de una entrega incondicional.
En el mundo hay muchas almas que son despreciadas y no amadas, hay Reinos de la Naturaleza que tienen tanto amor para darle al ser humano y también son despreciados por él.
El Amor es la gran llave que siempre abrirá las puertas para que la vida del no amado se convierta por la cura que le dará el Amor.
Ámense de verdad y sin apariencias, el Amor los llevará a la paz.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal – Parte V
Solo el amor verdadero, que brota de un corazón humilde y puro, lo hará entender y comprender el significado y la razón interna por los cuales la vida de una comunidad es importantísima para Dios como parte de Su Proyecto.
Teniendo un corazón humilde, se es capaz de atravesar los umbrales de ideas propias o de momentos de ilusión que una consciencia podría estar viviendo.
En síntesis, el amor es capaz de abrir las puertas a la sabiduría, es capaz de superar el error, e incluso el dolor escondido.
La comunidad no solo debe expresar su propia vida, debe ser también un espacio futuro en el que germinen nuevas semillas, que son las almas que llegan para despertar el sentido de la vida interior y a la posibilidad de demostrar sus virtudes y talentos.
Es así que la comunidad se vuelve un espacio rico en virtudes y talentos, y todos esos impulsos de construcción y de dinámica diaria elevan la consciencia de los miembros de la comunidad haciéndoles percibir, más allá de las necesidades, la esencia fundamental de cada etapa de aprendizaje que se presenta.
La comunidad es un lugar para aprender y no para distorsionar los nuevos patrones de conducta. No hablo de rigidez extrema ni de militarismo humano, me refiero a la posibilidad de pasar de lo común de la humanidad hacia lo inusual, lo que no es cotidiano ni tampoco inmóvil.
En ese sentido, la comunidad puede expresar diferentes escuelas, que ayudarán a sus miembros para que ellos aprendan a participar de lo que es espiritual e interno y, así, podrán percibir los niveles superiores para saber interpretar las señales de las estrellas, que son los símbolos de los aprendizajes y de las experiencias que la propia comunidad podrá vivir y, así, comprender lo que se aprende en cada ciclo, para que ese ciclo se pueda renovar y ampliar la consciencia de todos.
La comunidad es un espacio en donde las almas podrán percibir en qué nivel se encuentran y cómo seguir avanzando a través de su espontáneo despertar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Bases ardientes de una vida comunitaria y grupal - Parte II
El espíritu de una comunidad es la luz que ilumina su vida para siempre, siguiendo los principios propuestos por la Jerarquía y permitiendo que esos principios se amplíen según la necesidad de los tiempos y de los ciclos.
Para que el espíritu de la comunidad sea inmortal, sus miembros deben haber alcanzado la trascendencia de lo que es terrenal y vulnerable.
Las bases de la comunidad, detalladas en el mensaje anterior, representan ese soporte fundamental e inalterable para que se cumpla el designio o el propósito de esa comunidad, sabiendo que es importante la presencia de la Ley de la Jerarquía, porque en esa Ley, los miembros de la comunidad sabrán estar orientados todo el tiempo y, a su vez, esa Ley los ayudará a basar sus vidas en lo que es evolutivo y moral.
En este sentido, el centro de la comunidad es su espíritu que acoge a todos los que llegan y los hace partícipes de todos los impulsos representados en la experiencia de la vida grupal y del camino constante del servicio.
Mediante la Ley de la Jerarquía, la comunidad nunca estará desamparada, no sentirá soledad ni abandono espiritual. Al contrario, la Ley de la Jerarquía les aportará a sus miembros lo que sus miembros y simpatizantes necesitan aprender con el fin de crecer interiormente en su nivel de donación, de servicio y de entrega.
En simples palabras, el espíritu de la comunidad evita el ámbito de las apariencias, de la presencia de irresponsabilidades y, sobre todo, establece el amor, el que alimenta a las consciencias para que, con confianza, se animen a dar los pasos internos que necesitan dar.
En la comunidad se vive y se practica la consciencia, y esa consciencia permite alcanzar otros niveles más amplios de comprensión de lo que significa el propósito de esa comunidad y de la participación activa de todos sus miembros.
Así, el espíritu de la comunidad no se personaliza ni tampoco se individualiza en una persona. Todos son posibles instrumentos, y también pueden ser captadores de los sagrados impulsos de la Jerarquía.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
A los pioneros del Gran Cañón del Colorado
Solo el amor te hará comprender la inmensidad de lo que significa lo que Dios te ha entregado con toda la fuerza de Su Amor y Poder.
El amor te llevará a aceptar lo que es inaceptable y todo lo que te puedan decir y te parezca fuera del Propósito.
Cada momento que Dios te envía es para forjar dentro de tu ser la madurez de ese amor que, en los momentos culminantes, no podrá retroceder ni tampoco ser pobre.
El amor te hará comprender lo desconocido, el Universo y toda su infinita Creación. Pero el verdadero amor, que nace del corazón y que algún día podrá ser perfecto como Mi Amor, te hará aceptar y reconocer todo lo que te digan.
De lo contrario, si el amor, que es una poderosa corriente creadora del Universo y que fluye en todo lo que vive, no te hiciera ver la verdad, entonces, ¿de qué te serviría el amor?
El amor te coloca siempre en el lugar en donde debes estar, para que, en ese sentido, aprendas a superar tus propios desencuentros.
El amor permite traer cura interior, pero también el amor tiene su faz de justicia, no de algo que imponga ni juzgue, sino de un amor justo, bienaventurado y no pasajero.
Ese amor, que no es pasajero ni volátil, te llevará a perseverar en el tiempo y serás humilde, conociendo los misterios del Universo en el día a día, siendo capaz de abrazar por amor cualquier situación o condición, así como Yo te lo enseñé.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la melodía del perdón resuene en sus corazones, para que pueda ingresar a este lugar sagrado a través del Gran Portal del Universo que hoy Mi Consciencia trae para el mundo entero y, especialmente, para todos los núcleos internos que deben encontrar el camino de la redención y el camino de la paz, para recuperar el sentido de estar en este planeta y en esta humanidad viviendo el Proyecto de Mi Padre tal cual Él lo ha escrito, para que se cumpla Su Voluntad y Su deseo ardiente de que Sus hijos alcancen, cada día más, las esferas celestiales.
Hoy abro lo más profundo de Mi Corazón en este lugar sagrado del Gran Cañón del Colorado, en donde el Reino Mineral es testigo de la diversidad de la historia de la humanidad, de todo lo que ha sucedido en este mundo y dentro de esta civilización, de todos los pueblos que pasaron por este planeta aprendiendo y viviendo el contacto con el Universo y con la Creación.
En cada una de estas piedras sagradas, en cada una de estas montañas, en cada rincón de este valle, está escrita una parte de la historia de la humanidad, y eso es lo que la Jerarquía necesita traer a la consciencia de los seres humanos de este tiempo, para que todos puedan reencontrar el sentido de vivir este Proyecto de Dios que aún es desconocido por la mayoría, pero que comienza a resonar en el corazón de los que siguen la palabra de la Jerarquía Espiritual.
Hoy vengo como Sacerdote Mayor acompañado también por los grandes Maestros de las montañas de los Himalayas, por aquellas consciencias que experimentaron en cuerpo humano lo que significa este código genético y lo que este código genético humano debe alcanzar en este ciclo actual del planeta, en el que, dentro de una gran transición y dentro de un gran Armagedón, la humanidad deberá definir su próximo ciclo, su próxima etapa.
En el silencio de este lugar se revelan los sagrados tesoros de la humanidad, aquel legado que ha sido evolutivo, que ha construido la consciencia del hombre de superficie y la ha elevado hacia dimensiones superiores para poder encontrar la vida cósmica, que es la esencia, que es la existencia y el origen de la razón de estar aquí, en este planeta escuela viviendo este aprendizaje y esta experiencia que les ofrece todo el Universo.
Sí, que les ofrece todo el Universo, porque todo el Universo es parte de la experiencia de este proyecto genético que se detuvo en el tiempo por la condición humana, la dualidad, la adversidad y el caos. Y que en este ciclo actual de la transición planetaria, la Jerarquía, la Hermandad Celestial, se aproxima a la humanidad para tornarla consciente de sus raíces, de sus atributos y de su legado, para que así se vuelva a conectar con la esencia de lo que verdaderamente es y con la razón por la cual vino aquí, a este planeta, a vivir esta experiencia.
Es de esa forma que esta experiencia actual de la humanidad, este momento de redención, de transición y de definición, también debe ser parte de la historia que se deberá escribir en estas sagradas montañas del Gran Cañón del Colorado.
Y así, como este río hace fluir su más pura agua, cristalina, casta y humilde, de la misma forma deberán fluir en la consciencia del ser humano los nuevos conocimientos que vienen de la Hermandad. Es hora de que todos sean conscientes de esa verdad, para que más y más velos de la consciencia puedan caer de sus rostros y puedan encontrar el sentido de estar aquí, viviendo una misión y un propósito en el nombre del Único, de la Fuente Suprema, del Amor Universal.
Es por esa razón que he traído hasta aquí a un pequeño grupo en representación de todos los hermanos y seguidores de la Obra de Cristo, vuestro Maestro y Señor, para que puedan recibir en sus corazones, almas y espíritus, los mismos impulsos que esta civilización sagrada de la consciencia indígena, que vivió aquí, una vez recibió y que aún sigue resonando, en el corazón de los indígenas, todo lo que ellos vivieron y alcanzaron en la simplicidad y en la humildad de su contacto.
Por esa razón, Me aproximo a este lugar para darles a conocer y para mostrarles lo que de verdad existe aquí, que son muchas herramientas, muchos tesoros, muchas informaciones que este sagrado y sufrido planeta guarda en el interior y en lo profundo de sus Recintos Sagrados.
Después de que toda esta información ha sido reunida, ha sido compartida entre las Jerarquías del Universo Espiritual y de toda la Hermandad, es momento de que los seres humanos, en la superficie, tomen consciencia de lo que verdaderamente ha pasado en este planeta y no de lo que fue interpretado por el hombre de superficie.
De esa forma podrán retomar el camino que Mi adversario, por medio de sus engaños e ilusiones, les quitó y los hizo ingresar en un camino incierto de dualidad, de sufrimiento, de enfermedad, de confusión y de caos.
Por medio de esta Luz que emerge a través de los tesoros sagrados que guarda el Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad de retomar el camino que perdió en lo más profundo de su consciencia y, así, tener el puente directo y perfecto para retomar el contacto interior que necesita. Un contacto que trae en este tiempo la Ley de la Jerarquía Espiritual, que es una única Ley, un único camino y un único Principio, que les permitirá unirse a lo Alto y a toda la Existencia Suprema.
De esa forma, como la civilización indígena que aquí se encuentra y que ingresó en otra dimensión y plano de consciencia, ustedes, servidores y amigos Míos, seres humanos en la superficie de la Tierra, de una humanidad en transición y en definición, podrán espejar lo que Dios tanto necesita que espejen hacia los Universos Sublimes, hacia este macrocosmos, hacia todas sus estrellas, soles y galaxias.
Y será de esa forma, mediante un contacto interno, simple pero seguro, que las informaciones de sus aprendizajes, escuelas y de su proceso de redención serán reunidas para que una síntesis espiritual se vuelva a realizar y así se pueda cumplir, finalmente, este proyecto humano.
Para que todo eso suceda, deberán atravesar la transición, deberán despojarse de todo vestigio de dualidad, de soberbia, de competencia o de indiferencia, y más aún, de muchas más energías, raíces que han sido sembradas en lo profundo de la consciencia y de la mente del hombre de superficie.
Todas esas experiencias deberán ser desprendidas, liberadas y transmutadas; y la puerta directa que tienen para poder vivirlo y experimentarlo, como también para poder realizarlo, es la energía de los Recintos Sagrados.
Esas informaciones transformarán su consciencia espiritual y también su código genético. Y en esa transformación, cambio y trascendencia que vivirán, podrán ver con claridad el camino del retorno hacia el Origen y del Origen hacia la Fuente, en donde se reúne todo el Conocimiento, la Instrucción y la Voluntad de Dios.
Con este mensaje quiero traer a sus consciencias el momento que ustedes están atravesando y la oportunidad que pueden vivir para, finalmente, poder liberarse de las amarras, de las prisiones de la vida, de todo lo que compromete al hombre de superficie con el mal. Y, así, atravesando y perforando las capas más profundas de la resistencia humana podrán encontrar, al final del camino, la Luz que siempre brillará en el fondo del abismo.
Así, la consciencia saldrá de su noche oscura y volverá a ver nacer a la aurora, que traerá consigo ese gran momento de revelación y de reencuentro con lo superior y con sus orígenes.
Y así podrán, de una forma simple y verdadera, estar en la Hermandad y encontrar en esa Hermandad el camino para el cumplimiento de la Ley que es la Ley primera: el Amor, el Amor que une a todas las Leyes, a todos los principios y que impulsa a todos los atributos que las consciencias necesitan para poder vivir el Plan.
Desde este lugar emito este mensaje que resuena en el corazón de los justos y en el de los que deben despertar. También es un mensaje que hace eco en todo el Universo, porque su Sacerdote Mayor y Gobernante, Cristo Jesús, es quien les habla para que puedan estar conscientes de la realidad en este camino de transición.
Nuestros Corazones, el Corazón de toda la Jerarquía estará expandido sobre el mundo y tendremos nuestras manos extendidas hacia ustedes, para que se puedan tomar fuerte y caminar en este tiempo de transición hacia el encuentro del Gran Portal de la Hermandad, de la Hermandad que se revelará en el corazón de los hombres, en aquellos que siempre aspiraron a encontrar su estrella de origen y el sentido de su misión en este tiempo final.
Crean y confíen en la posibilidad y en la oportunidad que se le está presentando al mundo entero. Estamos en un tiempo de gran adversidad, pero también estamos en un tiempo de grandes revelaciones; y serán esas preciosas y sagradas revelaciones que harán trascender el límite y el umbral de la consciencia humana.
De esa forma, como los Maestros del Himalaya, ustedes también se podrán iluminar y toda la consciencia será colmada por la Gracia Suprema.
Desde el Gran Cañón del Colorado envío Mi Mensaje de Amor y de esperanza a la humanidad. Manténganse firmes y unidos en el amor y todo pasará, porque Nuestro Espíritu no se apartará, Nuestro Corazón no dejará de emanar el Amor que necesitan para poder fortalecerse y encontrar siempre el camino que los llevará hacia la eterna Luz.
Es de esa forma que su Maestro y Señor, Cristo Jesús, y todas las Jerarquías y Maestros Sagrados de los Himalayas, hoy se unen en una única consciencia y establecen el Poder y la Voluntad de Dios en este lugar, que alcanzó con su simplicidad, el más alto grado de amor y de expansión de la consciencia.
Que todo este impulso y esta revelación pueda resonar en los mundos internos de los que los escuchen y que, a partir de allí, retomen su fuerza interior, coraje y valentía para atravesar estos tiempos difíciles en los que, como les dije al principio, al final del camino encontrarán la Luz que siempre brillará en lo más oscuro del abismo.
Y será esa Luz que todo lo transfigurará, que todo lo transformará y que todo lo curará. Así, estarán en Dios y, estando en Dios, estarán en Mí y Yo estaré en ustedes. Y en ustedes, Yo podré realizar la última parte de la tarea que el Padre Eterno Me ha encomendado por medio de Mis apóstoles, seguidores y orantes.
Ahora, con mayor apertura de corazón y de consciencia, reciban este Legado que se transmite por medio de estas palabras y bajo el impulso del Amor Mayor.
Yo los bendigo y los impulso a tomar consciencia de la Verdad.
Desde el Gran Cañón del Colorado, el silencio emite el Amor de Dios para todas las almas.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más