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No teman. Sé que muchos de Mis seguidores y compañeros, en este tiempo y después del último 8 de agosto, atraviesan sus primeros y duros desiertos. Pero, a pesar de la sequedad aparente, Yo estoy allí como nunca antes lo estuve.
En Mi silencio interior acompaño el gran momento del autodesprendimiento y del destierro de aquellas potestades inertes y resistentes de la consciencia que han estado en ustedes durante mucho tiempo.
Desde el momento en el que Me abrieron la puerta de su corazón, compañeros, para que Yo pudiera gobernar y guiar sus vidas, fue que llegó el tiempo de trascender y de morir espiritualmente a esas formas de vida no evolutivas.
Sé, más que nadie, lo que cuesta morir y trascender esas formas. Sé, más que nadie, lo que esa situación o desierto genera dentro de la consciencia.
Yo también viví Mi propio desierto como hombre, cuando en lo alto de la Cruz el Padre testimonió la fe absoluta y el amor de Su Hijo por la humanidad.
Pero ahora, todo lo que está muriendo dentro de ustedes es más profundo y en algunos casos desconocido.
Tómense de Mi Mano y con tranquilidad confíen en Mí. Yo los llevaré hacia un lugar seguro, en donde la Luz reinará y el Amor los colmará, aun en las dificultades.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando Yo llego al mundo, observo y contemplo todas las necesidades y situaciones del planeta.
Yo les enseño a contemplar, junto Conmigo, todas las necesidades para que a través del amor sean suplidas; sean suplidas por un amor que sea capaz de testimoniar, por ustedes mismos, la Presencia inconfundible de Dios.
Por eso, Yo les ofrezco en este momento, la oportunidad de amar y de percibir una realidad tan necesitada, la que a través del servicio debe ser resuelta.
Este es el tiempo de ofrecerse, como se ofrecen Mis hijos en el mundo y los apóstoles del amor, para que se cumpla la Voluntad del Padre que todo lo abarca.
Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón.
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Yo no solo soy tu Madre Celestial y la Madre de la Vida, soy la Luz que impulsa ardientemente la devoción de tu alma por nuestro querido y glorioso Creador.
Soy el bálsamo con aroma a rosas que limpia, purifica y santifica tu ser para que, en este tiempo, te animes a dar los pasos en confianza hacia el Creador.
Soy ese espejo que encarnó en la Tierra para entregar, a los hijos de Dios, la esencia del amor, de un amor que sea capaz de regenerar la vida interna y de borrar, para siempre, el sufrimiento y el dolor.
Soy esa flor, única e irrepetible. Soy esa eterna flor que se entrega en las manos de Sus hijos para que la puedan contemplar y amar, para que ese amor que aún no ha surgido desde adentro de cada hijo, pueda florecer y hacer milagros de amor en la vida de los que sufren y de los que no tienen nada.
Soy la Madre que los abriga en los inviernos fríos de la vida y que los protege en las noches de tempestad.
Los coloco a todos cerca de Mi pecho para que no solo estén en Mis brazos, sino para que sientan también el amor de Mi Corazón, de un Corazón que late por cada uno de ustedes.
Esa es la razón por la cual estoy aquí, por cada uno de Mis hijos perdidos y no perdidos, creyentes o ateos, conscientes o ignorantes. Estoy por cada uno, para poder llevarlo hacia Mi paz y para que en Mi paz, hijos Míos, aprendan a vivir en Dios, en Su Presencia y en Su Reino.
Soy esa Madre incondicional, esa Madre consoladora y aliviadora del sufrimiento humano y moral.
Vengan a Mí, hijos, porque en Mí encontrarán a Dios, y todas sus experiencias y pruebas se volverán pequeñas ante el Amor que proviene del Padre y que los hará libres.
Hijos, soy la Madre que comprende y que ora, incansablemente, por el mundo de hoy, por la humanidad que está enferma psíquica y espiritualmente. Por eso, vengo, porque una madre haría cualquier cosa por ustedes. Solo una madre es capaz de sentir y de comprender, hasta en lo más profundo, a cada uno de sus hijos.
Hoy, que las madres del mundo, madres terrenales y madres espirituales, se unan a Mí para clamar al Padre por la humanidad y por su gran indiferencia, para que el amor y la vida sean respetados, para que la solidaridad sea sembrada en el corazón humano y para que todo pueda ser reparado y curado en lo más íntimo de cada ser.
Que hoy las madres recen para que el espíritu de la sagrada maternidad no sea disuelto de las mujeres del mundo y para que ese primer contacto que la madre tiene con el recién nacido sea protegido y amparado por la Madre de Dios porque, a pesar de todo lo que hoy hace la humanidad, el Proyecto de Dios en la vida de la familia no se ha perdido, y para que las almas reencuentren el sentido de estar en unidad y en familia.
Recen Conmigo, recen madres del mundo y así Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Compañeros:
A San Camilo de Lelis, Yo le enseñe a llevar amor y caridad a los más enfermos.
Hoy, Yo les enseño lo mismo a fin de que el amor esté presente en los servidores y colaboradores de los Núcleos de Servicio.
Que él pueda llegar a todas las almas que encontrarán en este momento agudo de la humanidad. Aún muchas almas necesitan de ese amor que Yo les entrego a ustedes, en cada nuevo encuentro, para que la vida y el corazón de los que sufren sea aliviada.
Este es el tiempo de dar alivio espiritual, mental y material. Ya no es tiempo de reclamar ni de juzgar, es tiempo de llevar el Amor Mayor al mundo enfermo y sufrido.
Por eso, San Camilo siguió fielmente Mis inspiraciones internas, hasta que de San Camilo y de su obra de servicio por los enfermos nació la Cruz Roja, la que hasta los días de hoy impulsa a millones de almas al servicio por los más necesitados.
San Camilo de Lelis tenía en su interior ciertas reglas y llaves espirituales, las cuales les ayudarán a ustedes en el momento de acoger y de dar amor a los que sufren en este tiempo por enfermedades diversas e inexplicables.
San Camilo sentía en su corazón que el amor debería estar siempre primero, antes que la acción, porque así la acción de caridad y de servicio sería colmada del Amor Mayor y allí se establecería la Ley de la Cura interna.
San Camilo sentía que para servir abnegadamente, primero uno debería donarse completamente, sin colocar requisitos ni condiciones en el momento de presentarse al servicio.
San Camilo sentía que para ayudar espiritualmente al que estaba enfermo y sufriendo, el servidor debería entrar en el sufrimiento del otro para poder comprender a gran escala lo que el semejante estaba viviendo.
Y por último, lo fundamental para San Camilo era ver en el otro a Cristo vivo, al Cristo que sufre y agoniza por la indiferencia e ignorancia humana.
Eso era lo que impulsaba a San Camilo a vivir enteramente por los demás, más allá de los límites.
Que estos impulsos ayuden a todos los servidores de la cura a llevar a los que sufren la Presencia del Señor, para que el perdón se establezca en la consciencia de quien lo necesita.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
Siento una alegría inmensa e inexplicable para ustedes, al poder retornar a una de Mis casas predilectas y Núcleo de Servicio por la humanidad.
Después de una larga caminata, su Maestro y Señor llega al corazón de cada uno de los presentes para que, en adoración y en silencio, Él pueda reposar junto a Sus discípulos y orantes peregrinos.
Este es un momento especial porque, a partir de hoy, los Núcleos-Luz se prepararán, después de tantos años, para algún día convertirse en Centros de acogimiento y de soporte humanitario en el tiempo actual de transición.
En los Núcleos-Luz existe el arquetipo principal de los atributos de las Comunidades-Luz, ellos son los brazos y las manos extendidas al mundo que pueden acoger, recibir y aliviar a los que sufren. Todo esto es un tesoro de la Jerarquía Espiritual, porque los Núcleos-Luz son espacios dedicados a ayudar a las almas a dar los primeros pasos en la fraternidad, en el bien y, sobre todo, en el amor.
Si los Núcleos-Luz no existieran como sustentadores y pilares fundamentales de la Obra de la Jerarquía, hoy no sería posible llevar el servicio humanitario y fraterno al mundo, porque los Núcleos-Luz no solo son espacios para reconectarse con el sentido del mundo interior, sino que ellos representan la experiencia y la síntesis de las Comunidades-Luz.
En síntesis, los Núcleos son frutos del árbol sagrado, de un árbol que a través de las almas y de los servidores deberá seguir sembrando el perdón y la redención en los corazones espiritualmente más necesitados.
Desde siempre estoy agradecido por el eterno y amoroso servicio de las almas de este y de todos los Núcleos-Luz. Estoy agradecido por los que en la fe aún sostienen la antorcha de su Señor sobre la superficie de la Tierra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Yo soy el Guardián de la noche, y es en la noche donde el Guardián de las almas protege a Sus ovejas para que estén bajo Su Manto de Luz y de Amor.
Soy el Guardián de la noche, y es en ese momento cuando Yo llamo, en los planos internos, a Mis ovejas para guardarlas y protegerlas en el Establo de Mi Corazón.
Si llaman al Guardián de la noche mediante un sentimiento de amor, de fe y de oración, Él siempre estará allí para acompañarlos incondicionalmente y para guiarlos por el camino más seguro.
Yo soy el Guardián de la noche, y en ese momento es cuando su Señor entra en vigilia y oración para poder ayudar y auxiliar a los corazones que claman y lo piden.
Yo soy el Guardián de la noche, y en ese momento llevo a todos hacia el Universo de Mi Luz para que sientan el alivio y la Gracia de poder reencontrarme todas las veces que lo necesiten.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hijos:
Mientras el mundo y la humanidad sufran, siempre habrá servicio para hacer y para ofrecer.
En el servicio encontrarán la puerta correcta para salir de ustedes mismos todos los días.
El servicio no los hace pensar en sus procesos o en sus desiertos.
El servicio les quita la sed interior y los libra de cualquier vacío.
El mundo y la humanidad, especialmente, necesitan servirse recíprocamente para que las faltas más graves ocasionadas a la Creación y a los Reinos de la Naturaleza sean perdonadas.
Imiten a Mi Hijo. Sean, como Él, almas en eterno servicio a Dios y a los más pobres, entre los pobres, espirituales y materiales.
Alégrense cuando el Universo les envíe un nuevo servicio y, así, se liberarán de ustedes mismos.
El mundo sufre no solo por la falta de amor compasivo, sino también por la falta de servicio.
El servicio es el abc de la vida espiritual y de la vida religiosa, porque es en el servicio en donde encontrarán la cura de todas las miserias.
Reciban el servicio como una oportunidad de amar y de compartir la bondad interior.
Que el servicio por los demás los impulse a concretar la tan esperada cura de la humanidad.
¡Les agradezco por responder a Mi materno llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Estar en Mi Corazón significa vivir grandes responsabilidades, asumir grandes pruebas y atravesar grandes desafíos.
Vivir en Mi Corazón representa un compromiso eterno y no pasajero, un compromiso responsable y maduro que los lleve a vivir Mi Plan y su manifestación en la superficie de la Tierra.
Estar en Mi Corazón representa algo más que un sentimiento, algo que los pueda conmover o emocionar.
Estar en Mi Corazón significa vivir una responsabilidad espiritual, pero también material. Es llevar adelante un propósito, una meta, una misión que el Padre les presenta, de tiempo en tiempo.
Por eso, vivir en Mi Corazón significa muchas cosas. Algo que ustedes deben descubrir, día a día, porque estar en Mi Corazón es estar ante Dios. Es escucharlo, es saber responderle y es saber proceder conforme Su Voluntad lo presente.
Estar en Mi Corazón es un momento de constante definición. Es aprender a superar los propios abismos. Es aprender a disolver las barreras de la consciencia y de la mente. Es aprender a amar cada día más.
Por eso, Yo les doy Mi Corazón como un testimonio de que es posible vivir a Dios y cumplir con Sus ardientes deseos de ver a Sus hijos dentro de Su Propósito infinito, porque vivir en Mi Corazón es también asumir un compromiso Conmigo en esta Obra de redención y de paz, en este tiempo en el que todo está en juego y se precipitan las cosas, las situaciones humanas, el proceso de las naciones y la experiencia de grandes conflictos que la humanidad deberá aprender a curar consigo misma, por medio de la profesión de su fe y de su confianza en el Padre.
Vivir en Mi Corazón es vivir un sacrificio para después vivir sacrificios mayores que los llevarán a experimentar grandes renuncias, momentos de enfrentar la trascendencia de cada ser para recibir del Cielo los grandes tesoros, las dádivas del Universo, la Sabiduría y el Conocimiento de Dios.
Vivir en Mi Corazón es morir para sí mismos, es colocar al otro primero para que también los demás sean colocados primero y así se viva la fraternidad, una base fundamental de la hermandad, de la cooperación y de la solidaridad entre las almas.
Vivir en Mi Corazón significa que algo mayor deberá cumplirse en este tiempo y que va más allá de los límites de su consciencia, de su percepción, de su interpretación o de su parecer.
Vivir en Mi Corazón es entregarse al vacío y a la nada. Es estar en confianza dentro de lo desconocido, de lo que es inmaterial, de lo que no es palpable, de lo que nadie puede controlar.
Vivir en Mi Corazón es entregarse al Poder de Dios para disolver el poder humano que es pequeño y frágil.
Vivir en Mi Corazón es aprender en nuevas escuelas y en nuevas academias. Es forjar y despertar en cada ser su verdadera misión, su propósito y el motivo de estar aquí, en este tiempo.
Vivir en Mi Corazón también es renovarse, es alegrarse, es reencontrar, día a día, el sentido y la razón de servir a Dios. Es saber que, más allá de todo o bajo cualquier circunstancia o dificultad, el amor deberá estar primero para que él pueda actuar y obrar en los corazones, para que él pueda sanar las profundas heridas de la consciencia y de la personalidad, para que el ego de cada ser humano aprenda a vencerse, aprenda a entregarse para que pueda ser transformado, para que pueda ser sublimado, para que sea disuelto en la Luz de Dios, que es la Luz del Amor y de la Consciencia Divina.
Vivir en Mi Corazón es asumir el fin de los tiempos, es saber dónde estar y qué hacer, es contribuir, colaborar, es servir, es donarse. Es abrazar con fervor y devoción el llamado y, en profunda reverencia, es cumplirlo para que aún más la Luz de Dios pueda ingresar al mundo y a la consciencia de la humanidad.
Vivir en Mi Corazón es dejar de ser lo que uno es, lo que uno cree, o lo que uno piensa.
Vivir en Mi Corazón es atravesar el umbral hacia el vacío, es perder los sentidos de la propiedad y del control humano, es rendirse, es humillarse, es entregarse por la existencia y la vivencia de un Amor Mayor que mueve a todo el Universo y a todo lo que fue creado.
Vivir en Mi Corazón es animarse a imitarme, a representarme, a ser Mi apóstol, a no vacilar ante las dificultades, a asumir con coraje y valentía cada una de las pruebas.
Vivir en Mi Corazón es aprender a superar las pruebas. Es confiar ciegamente que nadie perderá el camino, porque a quien está en Mi Corazón no le faltará la luz, no le faltará la paz ni tampoco el discernimiento.
Vivir en Mi Corazón es aprender a perdonarse a sí mismo y a perdonar a los demás, es saber que en este momento la cura espiritual y física es fundamental en la humanidad.
Vivir en Mi Corazón es cerrarle las puertas al mal, a la adversidad, a la oscuridad y a las tinieblas; es asumir vivir un cambio; es esforzarse todos los días por alcanzar el mayor estado y grado de amor por los que no aman, por los que sufren, por los que están perdidos.
Vivir en Mi Corazón es asumir junto Conmigo al planeta y a su humanidad. Es hacer algo por las naciones del mundo, por los pueblos, por las culturas y por las religiones.
Vivir en Mi Corazón es buscar la esencia del Amor Crístico de una forma incansable, sin detenimiento, sin dejar de caminar y de remar en esa barca que los lleva al puerto de Mi Corazón.
Vivir en Mi Corazón es solidarizarse, es comprenderse, es ir un poco más allá de la comprensión de la mente y de la consciencia, es abrazar al Universo como el Universo los abraza a ustedes. Es participar verdaderamente de una comunión interna con el Espíritu de Dios para poder traer la paz y la redención al mundo.
Vivir en Mi Corazón es animarse a morir por Mí bajo cualquier circunstancia, sea espiritual, mental o físicamente.
Vivir en Mi Corazón es dar testimonio por Mí. Es decir que Yo ya estoy retornando y que en este tiempo Me anuncio al mundo por medio de la Palabra de Dios para cada uno de sus corazones y de sus vidas, para que estén prontos, disponibles y atentos a ese gran acontecimiento del Retorno de Cristo.
Vivir en Mi Corazón, compañeros, es erradicar la indiferencia, la omisión y la falta de hermandad.
Vivir en Mi Corazón es disolver el desamor, la falta de esperanza y la perturbación humana.
Vivir en Mi Corazón es poder alcanzar la Luz y entregar esa Luz a sus hermanos a través del ejemplo, de la conversión y de la redención de sus vidas; a través del camino del servicio, de la cura y de la santidad.
Vivir en Mi Corazón es elevar sus consciencias, es poder abrazar la cruz que Yo le entrego a cada uno y es no temer cargarla a pesar de lo que suceda o de lo que cueste.
Vivir en Mi Corazón es dejarse impulsar por Mi Amor para superar los límites de la consciencia, para vivir así como vive todo el Universo y sus Jerarquías.
Vivir en Mi Corazón es no bajar los brazos, es decir “sí” y es intentarlo nuevamente todos los días hasta poder vivirlo y poder representarme.
Es simple vivir en Mi Corazón. Por eso, aún muchos no lo están, porque están en sus propios corazones y mientras estén en sus corazones, en su propio yo, Yo no podré estar en ustedes.
Lo que Yo les pido es que se rindan, es que confíen y que se entreguen. Porque vivir en Mi Corazón no los hará sufrir, sino que los hará expandir su consciencia, su servicio y, sobre todo, la expresión de su amor por el planeta y por la humanidad.
Que en esta Maratón de la Divina Misericordia todos puedan volver a Mi Corazón, y los que ya están en Mi Corazón puedan ayudar a ingresar a los que aún no lo están, por diferentes circunstancias o miedos.
Que en Mi Corazón puedan sentir el Amor de Dios, puedan sentirse acogidos por Su Templo y por Su Sabiduría. Porque es en este Amor de Mi Corazón que podrán vivir en el amor de hermanos, en el amor de las almas que sirven a Dios, en el amor que fortalece, que disipa la oscuridad, que transmuta la ignorancia, la indiferencia, la maldad humana.
Que vivir en Mi Corazón sea un triunfo para cada uno de ustedes, para que este triunfo sea en cada una de sus naciones a las cuales representan en este tiempo.
Que vivir en Mi Corazón para cada uno de ustedes sea la posibilidad de la cura y de la redención de la humanidad y de los Reinos de la Naturaleza.
Mi Corazón aún está abierto, en Misericordia y en Piedad. Antes de que venga el tiempo de la Justicia Divina llamen al mundo entero a vivir en Mi Corazón porque Mi Corazón sufre por aquellos que aún no están en Él.
Mi Corazón es un portal al Cosmos y a la Divina Consciencia.
Mi Corazón es el umbral que los llevará hacia la paz y hacia la vivencia del apostolado de estos tiempos, el apostolado del fin de los tiempos.
Vivan en Mi Corazón para que el mundo se pueda reconciliar y la humanidad pueda recapacitar.
Que sus oraciones construyan el puente, en estos días, para que ingresen a Mi Corazón y en Mi Sagrado Corazón conozcan y sepan la realidad, todo lo que siente su Maestro y Señor, todo lo que Él vive y experimenta de lo que ve y observa del mundo.
Y una vez que ingresen a Mi Corazón sean parte del fuego de Mi Amor, para que Yo pueda iluminar al mundo y a todas las consciencias que lo necesitan porque, compañeros, si en este tiempo no hay amor, nada será posible.
El Amor que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo los salvará, los redimirá y los reconciliará con lo Alto, con el Universo. Y encontrarán la Verdad, encontrarán la salida y levantarán sus cabezas para contemplar en el horizonte Mi Retorno.
Que sus corazones se unan a Mi Corazón y que sus oraciones toquen el Corazón del Padre para que Él les permita entrar en Mi Corazón.
Que así estemos en hermandad y en fraternidad, para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Despierta en tu interior el mandala de luz y de amor y deja que, por medio de la oración, él manifieste su forma perfecta y armoniosa.
Deja que tu mandala interior, expresado por la luz del alma, manifieste en su perfecto diseño la nota que lo caracteriza y la representación de su relación espiritual con el Universo.
Deja que, finalmente, tu mandala interior aporte a la humanidad de hoy todo el amor, la devoción y la reverencia que ella necesita para que se vuelva a unir a Dios y, así, pueda entrar en contacto interno con las Leyes Superiores.
Deja que la luz y el amor de tu mandala interior sea construído por la oración fervorosa y sincera de tu alma, así como por la donación incansable de tu ser al servicio del Plan Mayor.
Deja que tu mandala interior te revele el don y el talento de poder servir a Dios dentro del Universo del vasto propósito, y que así te puedas unir a los mandalas internos de tus hermanos para formar el gran mandala de la hermandad y del bien; atributos que, en solidaridad y en fraternidad, podrás entregar para el descenso del Mandala Mayor de Dios, el que te hará ingresar en Su Reino y Eternidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Oración del alma donada
Señor,
si no te siento ni tampoco te percibo,
me entrego a Ti, Jesús,
porque sé que todo lo que vivo y atravieso
es parte de un aprendizaje mayor.
Que me pueda sostener en Ti
aunque a veces me parezcas distante,
pero revélate al menos en la Eucaristía.
Que ese sagrado encuentro sea la razón
de permanecer por siempre en Tu camino,
porque aunque cruce desiertos, pruebas o desafíos
sé que Tú, Jesús mío, estarás allí.
Cuando sufras por lo que ves o por lo que hago,
quédate dentro de mí,
para que Tú me hagas tener consciencia
de lo que estoy necesitando cambiar.
Por eso, Jesús, me dono completamente,
aunque sea imperfecto y esté equivocado.
Señor, yo me dono a Ti para que
puedas cumplir una parte de Tu Obra,
y, así, las almas puedan confirmar
que Tú estás presente más allá de todo.
Déjame a Tu lado, Jesús,
aunque ahora no te puedas mostrar.
Hazme semejante a Ti
en el amor y en el servicio,
que no tema perder el control de todas las cosas,
porque sé que tuyo es el Poder y la Gloria.
Recíbeme, Señor,
en Tu Corazón para que,
con base en Tu Amor infinito,
construya la nueva humanidad.
Amén.
¡Les agradezco por guardar esta oración en sus corazones!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Quiero que a pesar de cualquier circunstancia o situación no dejes de sonreírme, porque nadie más que Yo conoce el poder de las pruebas sobre ti y la importancia que ellas tienen para transformar completamente tu vida.
Por eso, no te dejes caer ni desanimar. Yo Soy la fuerza que todo lo sostiene y todo lo impulsa para llevar adelante los Designios de Dios.
Anímate a sonreírme todo el tiempo, aunque tu corazón no lo sienta. Yo Soy quien puede darte esperanza. En Mí está la libertad de tu prisión y el fin del cautiverio.
Nada de lo que hoy te suceda es por casualidad, todo tiene un motivo. Por eso, en confianza, afírmate en Mí y todo lo conseguirás. Podrás elevar tu consciencia a través del profundo sentimiento de Mi Amor y así verás con otros ojos todo lo maravilloso y verdadero que Yo realizo en la vida de los que Me siguen.
No amargues tu consciencia, siente en ti el resplandor de Mis Rayos acariciando lo más íntimo y secreto de tu alma, haciendo de cada parte de tu ser un espacio interior de consagración para Dios.
Vuela, vuela hacia Mí con las alas del alma y nunca dejes de ver cerca de ti el gran portal, la gran meta casi realizada.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Del Libro Espiritual de los Secretos de Dios - Parte I
Y fue en aquel tiempo, en el que su Maestro y Señor, después de haber caminado junto con los doce, llamó a tres de Sus apóstoles para que subieran al monte Tabor y bajo una coyuntura divina, solar y cósmica, conocieran la verdadera Faz del Hijo de Dios.
Hoy, Yo les cuento que no solo los tres apóstoles conocieron quién era Yo en verdad, sino que también muchas consciencias más participaron de ese acontecimiento en el que, a través de un cruce y de una unión perfecta entre el Cielo y la Tierra, un gran portal se abrió y así llegaron Moisés y Elías, que en sus aspectos transfigurados se mostraron para los tres apóstoles.
En ese momento, una forma de alquimia espiritual y una fusión de Leyes inmateriales se establecieron para sostener esa importante manifestación lumínica del verdadero aspecto del Hijo de Dios.
Fue en lo alto del monte Tabor y, por única vez, que los Míos vieron a su Señor en el aspecto glorificado y cósmico, aspecto que su Señor concibió antes de encarnar en este mundo como el Mesías.
En ese acontecimiento, todos los átomos y células de su Maestro resplandecieron y, a través de Su Cuerpo etéreo, Él mostró su aspecto transfigurado en forma de visión para los apóstoles y para todos los que estaban allí presentes.
Por un momento, el Universo espiritual concedió la revelación de ese secreto que hasta ese momento nadie conocía, porque la finalidad de esa revelación era que los más cercanos al Redentor fueran fortalecidos para que, cuando las pruebas más complejas llegaran a la vida de cada uno así como llegarán a cada uno de ustedes, aprendieran a profundizar en el amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Compañeros:
Todo lo que está en el Cielo como lo que está en la Tierra se mostrará y se revelará a la humanidad en el último tiempo de su transición. Por eso, la oración del corazón será la llave maestra que los librará de cualquier influencia o interferencia.
La oración puede abarcar los niveles mentales de la Tierra y llegar hasta los niveles espirituales para socorrer y ayudar en alguna situación.
Este es el tiempo de poder sentir con el corazón y ver con los ojos del alma los efectos positivos y universales de la oración del corazón. Ella siempre los llevará a tener más sabiduría y consciencia.
Así, compañeros, ustedes podrán percibir que cuando la oración nace del corazón, no existe nada que impida su resultado ni el momento de su intervención, porque es una oración que brota de la esencia que se siente profundamente unida a Dios por medio del amor y de la paz.
Esa es la oración que en estos tiempos cooperará fraternalmente en todas las causas urgentes.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
La familia es la célula principal de la Creación, y todos los miembros que la conforman tienen un deber y algo que aportar para que la familia, que es la célula del Proyecto, pueda evolucionar y avanzar conforme al Plan Divino.
De la familia depende la manifestación de los patrones de conducta que en este tiempo se deben tener presentes para que la propia familia esté protegida de las influencias que la atacan o de las interferencias que la intentan disolver.
Por eso, en la familia, el trabajo de oración la amparará de posibles e inesperadas divisiones, y la oración en familia la auxiliará ante las necesidades que puedan emerger.
Hoy la familia es uno de los principales escenarios de ataque y esto repercute en todos sus miembros cuando las bases y los patrones de conducta no están fortalecidos.
La familia deberá ser ese modelo para Dios, que represente el trabajo incesante en la vida grupal como en todos los momentos en los que existan necesidades.
La familia tiene que ser una columna de igualdad, de caridad entre sus miembros y de amor, que supere todos los límites de la consciencia.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Mi Consciencia Divina y Cósmica, el Cristo Solar, hoy abraza espiritualmente a la Argentina y, de esta forma, la primera Fuente de la emanación del Amor Divino es preparada para que a partir de la segunda etapa de la peregrinación, ella envíe los impulsos, que las consciencias sobre la superficie de la Tierra captarán, para llevar adelante los cambios internos que son necesarios.
Eso no significa que la rebelión de los oscuros haya cesado, vendrán con más fuerza en contra de todo lo que la Divina Jerarquía proyectará para los próximos días.
Pero no teman, no dejen de alzar su voz al Universo y no dejen de clamar por Misericordia porque así toda adversidad será disuelta y transmutada, y los corazones retomarán la fuerza para poder superarse a sí mismos sin dejar atrás el cumplimiento de sus responsabilidades.
Este es el momento en el que la luz y la oscuridad se encuentran, y la guerra de todos contra todos se presenta como una oportunidad de vencerla por medio del amor o de ser derrotado por la indiferencia.
Muchas más necesidades se presentarán en el transcurso de los próximos tiempos. Por eso, este es el momento de poner en funcionamiento todo el conocimiento adquirido en los últimos años, este es el tiempo de dejar la mediocridad para pasar a asumir lo que hasta ahora no asumieron, de poder llevar la cruz hasta lo alto de la montaña para anunciar la victoria del Amor en la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Que ante toda la adversidad y el caos de estos tiempos se encienda en ustedes Mi Rosa de Luz y de Paz para que, delante de los acontecimientos definitivos en las naciones y en la raza humana, en ustedes no se pierda la convicción y la fe de estar en Cristo.
Que se encienda en ustedes Mi Rosa de Luz y de Paz para que los tiempos de oscuridad planetaria sean colmados del Amor que todo trasciende y perdona.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes para que todos los seres orantes unidos eviten, con sus súplicas, más catástrofes y traumas humanos.
Que el poder de Mi Rosa de Luz y de Paz permita la salvación y la redención de los corazones que, por ignorancia, le cerraron la puerta a Dios.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes para que estos tiempos, de definición y de juicio, sean iluminados por la compasión y no decretados por el castigo que los hombres y mujeres de la Tierra se están generando a sí mismos.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes, hijos Míos, para que despierte el arrepentimiento y así las almas de la Tierra aprendan a enmendar el Corazón ofendido de Dios.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz, queridos hijos, traiga para el mundo la recuperación de su pureza original para que, de esa forma, los corazones despierten al sentimiento de tener más caridad por los Reinos de la Naturaleza y más amor por los que sufren, día a día.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz los ayude a corregir los desvíos humanos y, en base a una verdadera penitencia, las naciones del mundo reconozcan que se apartaron de Dios para que el auxilio divino no les falte.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz se encienda en ustedes para que, desde el más pequeño hasta el más anciano, reciba la Gracia de la redención y que los más inocentes ya no sean explotados ni comercializados como son los inofensivos animales de la naturaleza.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz lleve al mundo entero a estar postrado ante el Amor de Dios y a reconocer toda la desobediencia que viven Sus hijos diariamente. Una desobediencia que los separa, más y más, de Dios, desde donde Su Gracia divina no los puede tocar.
Por eso, que la Rosa de Mi Luz y de Mi Paz los haga percibir la emergencia de estos tiempos, para que cada servidor de Cristo se coloque en el camino que le corresponde y conscientemente prepare el Advenimiento de Cristo.
Que la Rosa de Mi Luz y de Mi Paz los haga verdaderamente humildes para que dentro de sí puedan escuchar a Dios, sentir Su Divino Corazón y estar al servicio de Su Reino.
Que Mi Rosa de Luz y de Paz los convierta en embajadores de Cristo en la Tierra.
¡Les agradezco por encender, en ustedes, Mi Rosa de Luz y de Paz!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Todo lo que Yo realice en este tiempo, en cualquier lugar, entre ustedes o de alguna forma, deben considerarlo como un milagro Mío, porque en un momento tan agudo como este, en el que su Señor viene al mundo para encontrarlo como está, solo la acción y el poder de un amor muy grande y desconocido permitirá que algo, por más pequeño que parezca, se pueda resolver.
Es así que de nuevo Me entrego al mundo, pero esta vez no estaré clavado en una Cruz sino estaré dentro de ustedes cuando Me lo permitan, para que ustedes den testimonio de Mí, bajo cualquier situación o motivo.
El tiempo de dar testimonio de Mí ya llegó, y en este momento Yo podré comprobar dónde quedaron Mis tesoros.
También es el tiempo de que vivan experiencias que nunca quisieran vivir, porque Yo necesito esas experiencias para poder justificar y compensar los errores de toda la humanidad.
Este es el tiempo de dar la vida por Mí y es el tiempo de saber que Yo estaré a su lado para apoyarlos así como lo estuvo Mi Madre hasta el último momento de Mi expiración en la Cruz.
Sé que para muchos de los Míos este momento significará esfuerzo y determinación. Yo les daré todo lo que tengo para que lo puedan vivir por Mí y hagan triunfar Mi Proyecto redentor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Amados hijos:
En los momentos de definición, Yo estoy con ustedes.
En los momentos de dolor, Yo estoy con ustedes.
En los momentos en los que se animan a dar pasos hacia Mi Hijo, Yo estoy con ustedes.
En los momentos en los que están confusos, Yo estoy con ustedes.
En los momentos de grandes decisiones, Yo estoy con ustedes.
En los momentos de grandes o pequeñas felicidades, Yo estoy con ustedes.
Yo estoy siempre con ustedes, hijos, a su lado, abrazando a sus almas, silenciosa, cerca, bien cerca, allí estoy.
Argentina de Mi Corazón,
Mi Corazón de Madre y Mi Consciencia Sideral se han colmado de júbilo al poder contemplar la confianza y el amor que le han entregado a Mi Hijo, el Redentor.
Ninguno de ustedes imagina lo que ha significado para el Padre Eterno la apertura que han tenido las consciencias de esta nación y cómo esa apertura podría revertir su destino para siempre.
En estos últimos días, en los que se han congregado aquí y en diferentes lugares de esta nación para orar y suplicar por la familia argentina, han abierto un camino directo al Corazón de Dios.
Mi Hijo les dijo en estos días que todos los argentinos tendrían la oportunidad espiritual de estar delante de Dios para expresar su sentir y su intención, para ser escuchados por el Creador y reconciliarse con ÉL.
Quiero que sepan que por la valentía y la humildad de los que se postraron de rodillas frente a Dios para suplicar por los valores fundamentales de la familia humana, el Padre Eterno derramará Su Misericordia y Su Gracia a través de Su Hijo, Cristo Jesús, y nuevas oportunidades de paz, de comprensión y de amor se establecerán en el núcleo de las consciencias de las familias de esta nación, Atributos que descenderán directamente desde el Corazón de Dios.
Hijos amados, defiendan con la oración la integridad de sus familias, en silencio y en paz; así podrán desactivar los planes de Mi adversario que pretende, a través del engaño y de la confusión de sentimientos e ideas, destruir en la consciencia de la humanidad ese espacio seguro, escuela del amor y del perdón, que representa la familia.
No levanten su voz y su indignación, solo oren en paz Conmigo y todo se disolverá en los planos espirituales, en donde el caos y el mal organizan sus planes siniestros en contra de la humanidad.
Oren Conmigo, aquí en Argentina y en todo el planeta, hoy, en este día y en todos los días que vendrán, por el amor, la protección, la paz y la comprensión en todas las familias de la humanidad.
Una vez a la semana los espero a todos en la Oración por la Paz en las Naciones para orar por las familias de todas las sociedades, de todos los pueblos, de todos los credos y de todas las religiones.
Juntos colocaremos a la familia universal en el Corazón de Dios, allí donde nadie la podrá destruir.
Hoy los bendigo, los colmo con Mi Amor y con Mi Paz.
¡Gracias Argentina por haber respondido al llamado de los Mensajeros Divinos!
Los amo,
Vuestra Madre María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y Madre de la Humanidad
Hijo Mío:
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa renunciar y trascender por amor muchas cosas.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa disolver la propia voluntad para que se cumpla el propósito de tu vida.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa donarse, servir y entregarse, más allá de las incapacidades internas.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa decir siempre sí y estar disponible bajo cualquier situación o circunstancia, aun cuando a veces no puedas más.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa a veces no tener remedio para situaciones internas y solo confiar en aquello que es grande y no tiene fronteras.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa amar sin condiciones, ser sin condiciones e ir más allá de tus conceptos y miedos.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa estar siempre en la fe, más allá de que hayan días oscuros y confiar en que por la fuerza que proporciona el amor conseguirás alcanzar la cima de la montaña para poder ver el sol.
Sé que para ti vivir Mi Voluntad significa morir todos los días un poco más a ti mismo, a tus aspiraciones y expectativas.
Sé que vivir Mi Voluntad significa estar bajo el rayo de la exigencia, de la determinación y de la Voluntad Superior de sobrevivir en estos tiempos a todos los embates, para que el espíritu alcance el propósito que vino a encarnar en este mundo.
Sé que vivir Mi Voluntad significa no tener fin.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Nada impedirá que Mi Propósito se cumpla en la Argentina, porque si es la Voluntad de Dios se cumplirá.
Cuando enfrenten alguna dificultad o demora por Mí, agradezcan y no se cansen de hacerlo porque les aseguro que estarán muy cerca de Mí.
En los momentos difíciles es cuando Yo cuento más con Mis amigos y compañeros, porque no Me agradan los servidores acomodados y descansados.
Deseo que Mis compañeros no dejen de arder en el amor y en el servicio por Mí, porque esa actitud representará mucho más que estar años caminando a Mi lado.
Mi Corazón se llena de esperanza y de motivos para regresar al mundo cuando Mis compañeros dan el todo por el todo y no son tibios ni quieren resolver todo rápido.
Me alegro al ver cómo Mis compañeros, día a día, se esfuerzan verdaderamente para cumplir lo imposible por Mí.
Cuando alguno de los Míos esté pensando mucho en sí mismo o no tenga la actitud correcta para servir y solo se queje todo el tiempo, que se pregunte si Me está sirviendo verdaderamente y si no está muy cómodo en su situación y en su bienestar.
Yo los llamé, uno a uno, para que fueran Mis guerreros del amor sin condiciones, capaces de ir detrás de Mí hasta los infiernos más impenetrables de la Tierra para ayudarme a redimir y a salvar a los que necesitan urgentemente Mi Misericordia.
Nunca se olviden que Yo los llamé a este sacrificado camino, pleno de bendiciones, de dádivas, pleno del Amor de Mi Corazón, el que no tiene la mayoría de la humanidad.
¡Les agradezco por ser cada día más conscientes de lo que están viviendo y del tiempo en el que están viviendo!
Los bendice y les agradece por asumir, una a una, Mis Palabras de Instrucción,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más