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Queridos hijos:
En cada momento de pedir Misericordia, su oferta se debe profundizar para que en ustedes se profundice el amor, la devoción y la caridad.
Pidiendo, sinceramente, Misericordia, recibirán Misericordia y el caudal de la Gracia estará abierto para descender sobre sus vidas y colmar todos los espacios.
La oferta de la vida al Dios del Amor se puede profundizar y ampliar a través de los actos de oración, de servicio y de donación que pueden vivir de ciclo en ciclo.
En esta etapa del planeta, en la que la oferta sincera de los corazones es necesaria, las puertas de la Misericordia se mantienen abiertas para llevar a las almas por el camino de la redención y de la compasión, caminos que los harán encontrarse con Dios para establecer la unidad entre las almas y el Padre Altísimo.
Que el sentido de esa profundización interior alcance altas esferas para que el Padre reciba de Sus hijos las acciones y los sentimientos más profundos de amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A Mis pequeños y grandes hijos de África
Calmen sus pequeños corazones en Mi paterno y manso Corazón, para que Yo les devuelva la paz y la esperanza y así no se dejen desanimar por los desafíos de estos tiempos.
Los caminos de Dios son desconocidos y las formas como Él conduce este, Su Plan, siempre fueron incomprensibles para la humanidad.
El Padre Creador honra y ama los corazones pacíficos que no temen entregar la propia vida para establecer la paz, que no temen ir al encuentro del caos para manifestar la Verdad que habita en su interior.
Cada alma en esta Tierra tiene un aprendizaje único para vivir y ese aprendizaje tiene un tiempo y un lugar para cumplirse.
En este día, un hijo de Dios cumplió su ciclo y se adentró en otras escuelas en las que continuará aprendiendo sobre el amor y la paz.
Coloquen sus corazones solo en el Amor con el cual Dios acoge a Sus hijos y tengan la certeza de que un tiempo de mayor paz llegará para aquellos que, en vida, aspiraban a cumplir la Voluntad de Dios más allá de sus dificultades, más allá de sus sufrimientos y del peso que cargaban en su corazón por una historia milenaria de angustia y de dolor.
Hoy Mi Corazón se expresa, porque todos los días veo el esfuerzo de Mis pequeños hijos de África, los que, a pesar de todo, aman y sirven a Dios. Los méritos de este servicio tocan los Cielos y abren las puertas para que un hijo de Dios llegue al Padre.
No se entristezcan ni teman, este es el tiempo de la purificación de la Tierra, así como del corazón humano, y muchas pruebas aún están por venir; pero, si se mantienen fortalecidos en el amor y permeados por su aspiración de paz, siempre tendrán, como hoy, las puertas abiertas al Cielo.
Le dedico este mensaje a las almas que se esfuerzan por trascender la condición humana y transformar la historia de este mundo con su persistencia. Y, aunque sé que muchos no Me comprenderán, hablo por una Voluntad Divina, porque el Señor quiso darles a conocer Su Amor por los niños y los jóvenes de África, por los servidores y adultos que lo buscan.
El Señor quiso pronunciarse en la Voz de su Siervo humilde, porque, como Padre del servicio y de la caridad, vengo a amparar a los que sirven en este mundo, aunque no lo sepan.
Ustedes, Mis pequeños hijos, le sirven al mundo con su oración, le sirven al mundo estableciendo la paz, le sirven al mundo siendo firmes en su propósito de curar el corazón humano a través de su propio corazón, le sirven al mundo con la alegría que aún nace de sus espíritus, a pesar de tanto dolor que ya experimentaron, le sirven al mundo porque su amor y su esperanza tocan diariamente el Corazón de Dios.
Sus oraciones son escuchadas y hoy, no solo una, sino muchas almas llegaron al Cielo por los méritos de aquellos que partieron intentando establecer la paz.
Calmen sus corazones en la Paz del Creador y no desistan de servir, no desistan de sonreír y de orar, no desistan de perdonar y de curar sus corazones, porque los Cielos se abren con su esfuerzo y las Bendiciones del Padre descienden sobre el África y sobre el mundo entero.
Así como Dios, Yo los amo y los bendigo para que encuentren la paz y la esperanza.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
En los momentos de grandes cambios, la Instrucción y la Palabra de Mi Hijo los confortará. Ellas serán la luz interior para el mundo, el bálsamo perfecto para encontrar y sentir la paz.
La Palabra de Mi Hijo los renovará y siempre les traerá claridad y guía para estos momentos definitivos.
En la Palabra de Mi Hijo se encuentra el sentido del propósito para la humanidad, porque Su Palabra está llena de Misericordia, humildad y pureza, atributos que con persistencia y con fe podrán despertar en sus corazones y hacer prodigios.
Necesito, hijos, que para este nuevo ciclo sean la Palabra viva de Cristo representada en la caridad, en la paz, en el amor y en la comunión con el sacramento de la fe.
Así ustedes, Mis hijos, serán portadores no solo de un legado, sino que también tendrán la posibilidad de ser Cristos que pronto deberán nacer para repoblar de nuevos y superiores principios la Tierra pervertida.
De esa forma los invito, Mis hijos, a ser la propia Palabra de Cristo en todo momento.
El mundo necesita de urgentes ejemplos crísticos manifestados en el testimonio de la oración y del silencio.
¡Les agradezco por acompañarme!
Los bendice con Su Manto de Luz,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Así como en un ciclo anterior Yo los conduje por el camino de la humildad, del servicio que va más allá de las obras de caridad y también les enseñé sobre el amor a los Reinos de la Naturaleza, ahora, hijos, vengo para enseñarles a elevarse más allá de su condición humana.
Vengo cuando el peso de sus corazones parece ser más grande que nunca y las "toneladas" de su condición más retrógrada parece ancorarlos en lo profundo de la Tierra.
Como una contradicción divina, en realidad vengo, hijos, para que conozcan la Verdad y destituyan el poder de la ilusión. Sus corazones están ancorados en la Tierra porque no conocen la verdad sobre sí mismos, ni sobre Dios, Su Reino, Su Plan; no saben la verdad sobre la vida y transitan los días de un ciclo único de definición identificados con algo que no es real.
El Tiempo de Dios está llegando y nada ni nadie podrá detener ese acontecimiento. La definición que marca este ciclo indica el modo en que cada ser y la propia consciencia del planeta cruzarán el umbral hacia la Nueva Vida. ¿Se tornarán polvo como todo lo que proviene de él?, ¿o le dejarán el polvo al viento y permitirán que la nada que parecían ser les revele la unidad con Dios y los torne parte de un Todo infinito?
Vengo, en este ciclo, para ayudarlos a definir sus caminos. Y no es que la voz de un solo Mensajero no sea suficiente, porque Dios, en sí mismo, en Su Silencio, es suficiente, pero la presencia de los Tres Mensajeros Divinos, instruyendo a la humanidad de una forma única, extraordinaria y nunca antes vista, es el símbolo de la perpetua Misericordia de Dios, en un tiempo en que los trazos de Su Justicia ya comienzan a aparecer en los escritos de los Libros Sagrados que dictan el destino de la humanidad.
Por eso, hijos, en este ciclo, dejen que la gratitud impregne sus corazones y beban de las Palabras de Dios como un sediento que sabe valorar cada gota de agua que se le ofrece. Esta es el Agua de Vida en un tiempo de sed espiritual. Beban y multipliquen esta dádiva para el mundo.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Lleva guardado en tu corazón el Amor de Dios; y para que ese Amor sea perpetuo debes sembrarlo a través de la caridad y del bien.
Será el Amor de Dios el que les traerá consciencia sobre las diferentes realidades.
Por esa razón, para que el Amor de Dios perdure y sea partícipe de la vida planetaria es necesario estar en comunión con él, porque en esa comunión todo se podrá renovar.
Esa renovación constará de la fidelidad que le profesen al Amor de Dios, así estarán en Su plenitud y la bendición del Padre concederá méritos a quién lo necesite.
Estar en el Amor de Dios es permanecer en Su Voluntad y así todo estará protegido, porque el Amor de Dios interviene y actúa en todos los ámbitos de la vida.
El Amor de Dios atrae para el ser humano la posibilidad de rehacer su vida, todos los días, siguiendo los Principios de la Creación, los que están basados en la unidad, en la obediencia y en la hermandad.
Estas vertientes del Amor llevarán a la consciencia a que permanezca en el camino correcto, aunque en muchos casos la Voluntad Divina, que es infinita e intangible, no sea totalmente comprendida.
El Amor de Dios siempre les traerá sabiduría y claridad en todas las formas.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Segunda Serie de Poemas
Decimosegundo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Mi Señor y Rey Celestial,
revélame en esta vida
los proyectos que Tú has pensado
para mi consciencia.
Que de verdad y con sinceridad
yo pueda corresponder
todos los días a Tus Designios,
a fin de manifestar en la Tierra
la Voluntad Divina.
Querido Jesús,
hazme libre de todo
lo que compromete a mi consciencia
para poder dar pasos hacia Ti.
Vacíame todo el tiempo
para que tenga la Gracia
de recibir Tus más inmaculados
y puros Principios Celestiales.
Y aunque mi consciencia
no se aproxime a la verdad
por incapacidad o por alguna otra razón,
te pido, Señor, que me ayudes
a encontrar el sentido perfecto
de Tus Designios, para que
como apóstol y siervo Tuyo
represente en la Tierra
el testimonio de la redención.
Retira de mi corazón
todo sentimiento de vanagloria.
Hazme pequeño y simple
así como Tu Espíritu, Señor,
es simple y pequeño.
Porque si estoy lleno
de Tu Amor consolador, Señor,
podré compartirlo y transmitir,
por medio del ejemplo,
del servicio y de la caridad,
la fuerza vivificante
que Tú nos proporcionas,
de tiempo en tiempo.
Te ofrezco este momento, Señor,
para que sea contemplado
como la ofrenda verdadera
de mi corazón humano.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Séptimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Amado Jesús,
que mi confianza, aunque sea pobre, se una a la Tuya,
para que Tu Presencia fortalezca mi corazón
en las pruebas que pronto viviré.
Amado Hijo de Dios,
Siervo del Padre Inmutable,
hazme pequeño y simple en todo,
déjame conocer los misterios
más profundos de Tu Corazón.
Revélame, Señor,
la intimidad de Tu Alma
y la grandeza de Tu Amor redentor.
¡Oh, Señor del Universo!,
que en el vacío de mi ser
encuentre la entrega absoluta de mi alma,
para que alguna parte de este imperfecto ser
pueda representarte en la Tierra
como un nuevo apóstol de Tu Corazón.
Amado Jesús,
hazme querer y amar a los semejantes
así como Tú me amas de forma incondicional y eterna.
No me dejes estancado en los defectos del prójimo.
Más bien, Señor, muéstrame mis defectos
para que según Tu Palabra y energía
yo los pueda transformar.
Deseo, Señor,
verte reflejado en el corazón que sufre,
en el alma que desespera.
En todo lugar deseo verte
y, así, poder participar de Ti,
para que, hasta el más pequeño gesto de mi caridad,
pueda saciar la sed que Tú sientes
por las almas que no te aceptan.
Dame valentía
y me abandonaré en Tus Brazos.
Hazme el instrumento que Tú necesitas.
Hazme el proyecto que tanto esperas
para que en nada yo interfiera, Señor,
sino que seas Tú, Cristo,
quien obre a través de esta pequeña vida.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Igualdad entre los Pueblos
Queridos hijos:
Mi finalidad de venir a Suiza, en nombre de Mi Hijo, es para pedirles a los representantes de este país un acto de la igualdad entre las naciones más ricas y las naciones más pobres.
Por eso, vengo para donar Mi Corazón-Espejo para que en Suiza se refleje la Voluntad de Dios y no el uso desmedido del poder y la superstición de los soberbios.
Vengo para pedir un verdadero espíritu de caridad y de igualdad, a fin de poder salvar a este pueblo del sendero que recorre por la riqueza desmedida y el descontrol material de la vida.
Aquí, y dentro de esta nación, existen almas que tienen el deber de promover la equidad sin condiciones y el equilibrio por los que ni siquiera tienen un hogar para poder refugiarse.
Vengo como Madre y Virgen de Schoenstatt para pedir consideración y atención a Mis palabras, antes de que llegue el tiempo en el que no quedará piedra sobre piedra, así como lo dijo Mi Amado Hijo.
Deseo despertar en Suiza el espíritu del olvido de sí, para que las almas aprendan a ver y a contemplar las necesidades en los semejantes, en los más pobres entre los pobres.
Quisiera salir de Suiza con una esperanza en Mi Corazón, capaz de tener fe en que Mis hijos harán el esfuerzo necesario para salir de la comodidad pervertida y del confort.
Necesito, hijos de Suiza, que se sirvan del espíritu de la pobreza y de la abnegación que la Madre y Virgen de Schoenstatt les ofrece, a fin de que más allá de su pueblo y de su “propio mundo” puedan contemplar el sufrimiento, el hambre y la necesidad de millones de almas en el mundo, como sucede en África y en América.
Sé que no nacerá de los líderes el afecto necesario para percibir y reconocer que aquí no se vive en la Ley de Dios, ni mucho menos en lo que Mi Hijo les enseñó.
Por eso, antes de que todo se desencadene, dentro y fuera de sus consciencias, Yo los invito a vivir una vida de oración y de diálogo con Dios, para que puedan salir de la reinante ilusión de estos tiempos y perciban que es urgente cambiar, primero saliendo de sí para darle espacio y lugar en sus corazones a los que más sufren y no tienen nada.
Con este mensaje los llamo a la reflexión, ya que aún queda un poco de tiempo para poder transformar lo que el Universo necesita transformar de su pueblo.
Yo les doy las gracias por escucharme, porque, como Madre, los amo y deseo el bien y la igualdad para todos Mis hijos.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Virgen de Schoenstatt
Recibe de Mi Corazón toda la fuerza interior que necesitas para contemplar la actual realidad de la humanidad.
Siéntete partícipe de los Comandos del Señor para que aprendas a expandir la Misericordia Divina por todos los lugares que vayas.
Déjame que, de tiempo en tiempo, te muestre el camino para que encuentres siempre la verdad y sepas cómo aprender a procesarla dentro de ti, según la realidad de estos tiempos.
Construye una fortaleza dentro de ti que esté basada en el amor sin condiciones, en la caridad sin consideraciones, en el servicio sin premeditaciones y en una entrega total, a pesar de los errores.
Todo esto te ayudará a estar siempre en transformación y a no detener los pasos hacia tu Maestro y Señor.
Que en este tiempo cada realidad planetaria y de la humanidad despierte en ti la necesidad de darlo todo por algo mayor, para que el resto de la actual humanidad tenga la Gracia de redimirse y de emitir un verdadero arrepentimiento de sus pecados y de sus ofensas ante el humilde Corazón de Dios.
La oportunidad de vivir en Dios siempre deberá existir para todos. ¡Confía!
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Con Mi Luz aparto de Mis hijos lo que causa el dolor y la aflicción, disuelvo de los espacios y de las consciencias lo que oprime al corazón y al espíritu.
Es con Mi Luz que concedo la liberación para el mundo y para la humanidad.
Con la Luz de Mi Espíritu atraigo para Mis hijos las Sagradas Virtudes de Dios, las que permiten despertar en los corazones el amor por el servicio y la caridad.
Con la Luz de Mi Corazón establezco en el planeta el triunfo del Reino de Dios y la expansión de la Misericordia Divina en los mundos internos.
Es esta Luz la que concede la sabiduría y el perdón a los corazones que se arrepienten de verdad.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy llego a una de Mis casas más pobres en el mundo, en donde el espíritu de la caridad y de la reparación se vive plenamente, en donde la Gracia de Dios, por más que no parezca, está allí presente al haber corazones simples, llenos del amor al servicio y a la ayuda a los más necesitados.
Hoy vengo con el deseo ardiente y con la aspiración mayor de que Mis hijos que hoy están visitando esta humilde casa, así como todos los Hijos de María consagrados en Ecuador y el mundo, ayuden piadosamente en la manifestación de Mi primera Capilla, para que en ella sea celebrada la primera misa en acción de gracias por ese presente de Dios.
En segundo lugar, deseo la manifestación y la concreción de la casa de los religiosos, y de las demás instalaciones para que, armoniosamente, existan todos los espacios que son necesarios para llevar adelante la sustentación de la obra de caridad con los niños.
En tercer lugar, deseo que más colaboradores ayuden en el apoyo alimentario y nutricional de los niños, como también en la asistencia médica y odontológica.
Deseo que estos niños que hoy estoy visitando, así como los religiosos consagrados que aquí viven, tengan todo lo que necesitan para poder atravesar estos tiempos en los que la humanidad deberá aprender a vivir la caridad y la misericordia para con sus semejantes.
Si todo esto se cumpliera al cabo de este año, su Madre Celeste promete retornar a la Comunidad Santísima Trinidad para que el Poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo bendigan toda la manifestación realizada.
Deseo, por último, establecer un oratorio en donde los niños y sus padres aprendan a rezar el Rosario con el apoyo de todos los Hijos de María.
Si todo esto se llevara adelante con espíritu de verdadero compromiso, les aseguro, queridos hijos, que todos estos niños algún día tendrán dignidad espiritual y podrán ser ejemplo para la próxima etapa de la humanidad.
Estoy feliz por estar entre los más simples. Estoy aquí porque amo a los más pequeños.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hoy Me despido de una tierra y de un pueblo marginado y explotado, pero profundamente bendecido por Dios y por todo Su Reino.
Hoy Me despido de corazones simples, pero fuertes, de almas que quieren proteger sus raíces y enseñanzas para que estas sirvan de apoyo espiritual para la Nueva Humanidad.
Hoy Me despido de un pueblo devoto, pero pobre, caritativo, pero rechazado en el mundo por su condición.
Hoy Me voy feliz, porque nuevos Soles despertaron al conocimiento sagrado de su misión y de la oración.
Llevo en Mi Corazón la expresión cálida de Mis hijos por medio de los cantos y de las oraciones; eso Me hará retornar algún día para dar continuidad a la Obra de Amor y de Redención de Mi Amado Hijo.
Hoy Me despido de un pueblo que fue bendecido por la Gracia y reparado por la Misericordia de Dios.
Hoy Me despido de las esencias que despertaron y de los corazones que, en profunda humildad, respondieron al llamado de la Madre Celeste.
Los bendigo a todos y los animo al apostolado de la oración y al camino del servicio reparador.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hijo, a las puertas de un último y definitivo ciclo para la humanidad, clama por misericordia y discernimiento para que tus pasos sean los correctos y el camino por ti escogido te lleve siempre al Corazón de Dios.
A las puertas de un último y definitivo ciclo para la humanidad, déjate inundar por la Humildad que proviene del Corazón de Dios.
Tu Señor ya comienza a dar los primeros pasos en dirección a la Tierra y no será el oro del mundo el que te hará brillar delante de los Ojos de Dios para que Él te encuentre. La perla revelada en tu corazón, cuando limpies y purifiques el lodo de tus miserias, será para Dios la señal y el sello, para que Él encuentre a los redimidos sobre la Tierra.
A las puertas de un último y definitivo ciclo para la humanidad, no dejes que la vergüenza y el miedo de verte humillado sean mayores que la Gracia de alcanzar la humildad. Déjate desnudar de las cosas del mundo y que solo a él le pertenezcan sus vanidades.
Llegará el día en que Dios buscará recibir de ti, la multiplicación de los tesoros que te fueron entregados, pero, si no los hubieras conocido, ¿cómo podrás multiplicarlos?
Dios no te entregó las riquezas de la Tierra sino virtudes ocultas en el corazón, a veces encubiertas, incluso, por destrezas y buenas apariencias pero que, en verdad, no son lo que tu Creador espera de ti.
A las puertas de un último y definitivo ciclo para la humanidad, busca en tu corazón la virtud mayor de la rendición, el tesoro de la fe, la riqueza de la caridad, la alegría de la entrega. Cielo y Tierra pasarán, pero lo que Dios colocó en tu interior se multiplicará.
Ríndete, como Dios se rindió, siendo niño en los brazos de María Santísima.
Ríndete, como el Creador, escapando de la muerte hacia Egipto, en profunda entrega en las manos de Sus Santos Hijos, convertidos allí en Sus Padres.
Ríndete, en el silencio de Dios, siendo negado en la tierra que eligió para santificar, caminando hacia pueblos distantes que supieran escucharlo.
Ríndete, como el Dios que sabe perdonar, que arroja al suelo la piedra de los pecados de los hombres y no les lanza a ellos sino Perdón y Misericordia.
Ríndete, como Cristo, que siendo perfecto se sentó a la mesa de los pecadores e invitándolos, así como eran, los perdonó y redimió sus pecados.
Ríndete y transforma la soledad, el sacrificio y el dolor de la cruz en un real y perfecto amor, que cruza y transforma los universos.
Ríndete, como el Dios rendido a la muerte, pero también rendido al misterio de la fe, que devuelve la vida y resucita con Aquel que murió por ti, que hoy vive para enseñarte a volver a la vida.
A las puertas de un último y definitivo ciclo para la humanidad, hijo, ríndete y ya no juzgues, no critiques, no difames, no finjas y no peques más.
Tu Padre y Amigo
San José Castísimo
Hijo Mío:
Busca en todo momento vivir la caridad de corazón y no permitas que nada ni nadie fuerce esa virtud interior ni tampoco que te exijan donarte, porque la caridad de corazón debe brotar y surgir así como tu respiración.
Que en cada nuevo paso que seas llamado a dar, surja de tus entrañas la caridad de corazón, para que aprendas a encontrar la piedad espiritual, un principio que te llevará a amar, algún día, el sacrificio de dar tu vida y tu servicio incondicional por los otros.
Que la caridad de corazón no sea una fórmula pensada. Que tu alma te impulse, mediante la intuición, a ser caritativo en cada momento y a centrar tu propósito en la realización del bien por los demás.
Despierta en ti la caridad de corazón y que sea algo espontáneo, algo que te lleve a comprender que la Misericordia de Dios también se encuentra en el servicio, así estarás confirmando tu voto de unión verdadera con Cristo.
Que en la caridad de corazón encuentres el sentido de evolucionar, porque en la caridad de corazón desarrollarás los grados de amor, más que en la propia sintonía o en la redundante inercia humana.
Que la caridad de corazón sea la tónica de los Nuevos Cristos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Cuando los tiempos y los acontecimientos se vuelvan difíciles a su alrededor, serán las señales de que el Plan de Dios y Su Propósito se están concretando.
Por eso, con espíritu ardiente y caritativo continúen llevando adelante el Plan del Creador, a fin de que las almas perciban que han negado la última y gran oportunidad de poder arrepentirse y servir.
Hijos, este es el tiempo de los grandes acontecimientos y de los grandes desafíos para todos los seres, este es el tiempo de saber adecuarse a los cambios constantes y a los desafíos precipitados.
Este es el tiempo de realmente descubrir, dentro de sí, esa parte interior que es Dios y que los ayudará a sobrevivir en este ciclo, pero con la fe renovada y ampliada. Hijos, Yo vengo a impulsarlos a experiencias que los harán fuertes e invencibles en Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Responsabilidad de hacer el Bien
Haz el bien en todo momento y comprométete a realizarlo en cada pequeño detalle, porque así atraerás desde el Universo la Corriente de la Hermandad.
Haz el bien así como lo ha hecho Cristo, porque, a pesar de haber sido negado, repudiado y crucificado, hasta antes de morir por ti en la Cruz, Jesús hizo el Bien y ese Bien que Él emanó salvó a toda la humanidad.
Por eso, hijo, que el bien impregne tu consciencia, tus sentidos, tus sentimientos y tus pensamientos.
A pesar de lo que suceda dentro o fuera de ti, haz el bien y practícalo con inmenso gozo, porque con cada acto de bien que realices por el semejante estarás ingresando en la Escuela del Amor y de la Unidad.
Retira de tus profundas entrañas las raíces de la división y de la permanente indiferencia.
Declara, para ti mismo, que eres parte de la Corriente del Bien y cumple de esa forma con las Leyes divinas.
Cada nuevo paso que des, hazlo en nombre del bien, porque así la maldad humana, que tiene raíces en la ilusión y en la soberbia, será extirpada.
Querido hijo, sigue los ejemplos del Redentor, vive del bien y haz el bien a cada momento. Destierra de tu consciencia todo acto de omisión, porque si así lo hicieras verás a Mi Hijo reflejado en el sufrimiento de tus hermanos.
Ayuda a tu Madre Celestial a reconstruir esta Tierra en la Corriente del Bien y así se disolverán las formas más terribles de maldad.
Cumple, vive y ejercita el Bien de Cristo, y sé parte de Su Divina y Omnipotente Consciencia Celestial.
Haz el bien con el fin de curar, dentro de ti mismo, la ausencia de vivir una vida de servicio a Dios.
Haz el bien con el fin de desterrar de la consciencia humana toda forma de actuar mezquinamente.
Llena tu espíritu y corazón del Bien Mayor, y confírmate en esta hora ante el Padre Celestial como un espíritu y una persona pacífica, bondadosa y misericordiosa.
Deja que la Corriente del Bien de Cristo mueva tus estructuras, desarme tus personajes y establezca el espíritu de la divina e insondable caridad; así, serás piadoso y considerado, abnegado y servicial, ante toda misión de amor que se presente en tus caminos.
Pero recuerda, hijo Mío, comienza a vivir y a practicar la Corriente del Bien primero en quien tienes alrededor todos los días, así permitirás que desaparezca de ti cualquier indiferencia o rechazo.
Permitirás que el Fuego del Bien de Cristo purifique tu consciencia y la convierta en una consciencia incondicional.
¡Anímate a decirle "sí" a la Corriente del Bien!
Ya es hora de asumir la responsabilidad de hacer el bien en cada detalle, así como a cada hermano. Es hora de desprenderse de la competencia, de los juicios y de todas las críticas.
Que tu ser sea un ser de bien, de esa forma, el planeta y su humanidad enferma se curarán al encontrar, en esta larga trayectoria terrenal, espíritus, almas y apóstoles del bien, seres que sembrarán la Tierra de nuevos Principios y de valores de Amor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La responsabilidad de amar
Ama, querido hijo, así como el Padre Celestial te ama y pronto te liberarás de las cadenas de la separación y de la división.
Ama, así como Mi Hijo te ama por encima de todo error, de toda prueba o de toda hostilidad; porque el amor siempre te salvará, cuando de tu pequeñísimo corazón emerja un sincero acto de unión con el prójimo, una incondicional aceptación de los nuevos tiempos, una irrefutable acción de bien y de caridad.
Por eso, practica en este tiempo la escuela del amor para que, en cada nuevo paso, encuentres el sendero de la unidad y de la fraternidad con tus semejantes.
Cuando eso suceda, te aseguro, hijo Mío, que ya no existirá, entre tu consciencia y la de tus hermanos, ninguna diferencia porque estará reinando el amor y la verdad que los tornará libres de las prisiones de la vida.
Mientras tanto, sigue buscando todos los días amar con locura santa, vivir cada experiencia como una oportunidad de redención.
Que tu corazón sienta que sin el amor puro no podrá vivir.
Que tu consciencia reconozca, en este ciclo, que sin el amor no sería nada y que la vida no tendría sentido.
Ama un poco más de lo que amas, porque si amas de verdad nunca te pasará nada en aquello que te pidan hacer, y recibirás cada nueva misión con inmensa alegría.
Que tus pequeños pies no se cansen de caminar en dirección al sendero del Amor.
Ya es tu responsabilidad vivir en el Amor y estar todo el tiempo en el Amor: porque de esa forma aprenderás a ser más considerado, bueno y misericordioso con los errores del semejante.
Que tu consciencia se eleve al Plano del Amor.
Que tu corazón de carne, a veces duro o rígido, se abra para que, en sus más profundas entrañas del latir de la vida, se depositen los Códigos del Amor de Dios y de Nuestro Señor.
Participa, entonces, de la corriente arrebatadora del Amor.
Presencia los milagros victoriosos de amor y de redención que tus hermanos alcanzan.
Ya no seas más miserable, ahora defínete por ser un ser misericordioso, considerado en la piedad, humilde en la resignación y servicial ante cualquier llamado.
Estás a tiempo de tornar tu vida un gran instrumento de Dios.
Estás a tiempo de vivir lo que es verdadero y que proviene directamente del Universo del Creador.
Antes de que la puerta a la Misericordia se cierre completamente y se abra la puerta a la Divina Justicia, decídete ingresar en la escuela del amor del corazón para que, a pesar de tus vacíos, de tus abismos o de tus errores humanos, ayudes a tu Madre Celestial a hacer triunfar el amor en este planeta y en esta humanidad.
Deja que el amor te rasgue por dentro.
Déjate amar por los demás, de verdad y ya no coloques mil escudos para defender tus aspectos.
Sé libre de ti mismo, de una vez y para siempre, y alcanzarás el Reino de Dios.
Este mensaje, su Madre lo envía a todos los religiosos de esta Orden y a todos los que buscan, por encima de sí, vivir la consagración al Plan de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que no falte la confianza absoluta en que todo, en el nombre del Señor, saldrá bien; porque en estos tiempos las almas necesitan aprender a sobrevivir y a permanecer en Dios para que la perfecta e invencible unión con el Reino de los Cielos se establezca.
Esa confianza, que todos los días podemos tener en Dios, es lo que atrae el efecto de los milagros y de las cosas maravillosas que pueden suceder durante el camino de la vida espiritual.
Por eso, hijos Míos, alégrense, sonrían y agradezcan a Dios; porque Su Plan, que parecería imposible de llevarse adelante, estará siendo realizado bajo el espíritu de la caridad, de la fraternidad y del esfuerzo, para que más Gracias y más milagros se materialicen en este planeta y en esta necesitada humanidad.
Yo los animo a decir sí a cada nuevo servicio, para que las puertas a la Misericordia de Dios se mantengan abiertas.
¡Buen comienzo de trabajo para todos Mis misioneros!
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que hoy no pese tu cruz, la cruz que te ha dado Dios para aprender a liberarte de la materia.
Que hoy tu cruz sea liviana, que sea como las alas de los ángeles que te elevan al estado de la constante redención.
Siente que Yo estoy aquí, en nombre de Mi amado Hijo, para renovar todas las cosas, llegando a lo profundo de la esencia de la Vida para que todo sea redimido pronto.
Ya no sientas el peso de esa cruz como un castigo o una derrota, complace al Señor cargándola con valentía, coraje y resignación.
Sírvete de esta cruz para hacer, de cada momento, una victoria de Cristo no solo en la entrega, sino también en el servicio, en la oración, así como en cada acto de amor que tu corazón puede ofrecerle a la humanidad.
Siente que puedes dar los pasos y que ya no te detienes en el camino.
Avanza con tu cruz, así como Cristo avanzó hasta el final por cada uno de ustedes.
Vive cada etapa como si fuera la última y sírvete de cada prueba para poder realizar el Plan.
Que esta sagrada cruz de la vida, que cargas en tus espaldas, hoy sea el símbolo del triunfo del amor y de la caridad infinita por este herido planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras el sagrado Conocimiento desciende por medio de simples palabras, Yo los invito a amar la Verdad suprema, porque así, en estos tiempos, estarán siendo guiados por la Fuente Primordial.
Las palabras simples llevan a las almas a que vivan los cambios. Cuando las palabras son colmadas de amor y de simplicidad, las consciencias reciben de corazón los conocimientos internos que la Divina Fuente emana de tiempo en tiempo.
El sagrado Conocimiento ennoblece de humildad a las almas, así las hace verdaderas y les permitirá vivir los acontecimientos que llegarán al mundo.
El sagrado Conocimiento los aproxima a la realidad interna de estos tiempos, que precisa ser comprendida y aceptada por la humanidad.
Por eso, en este ciclo, las almas, a través del sagrado Conocimiento, necesitan despertar a la misión de revertir los tiempos que llegarán, por medio de las expresiones de amor, de unidad, de caridad y de servicio, por aquellas consciencias que necesitan descubrir con urgencia la necesidad de un cambio profundo en la consciencia.
El sagrado Conocimiento abre la puerta al despertar de lo que es supremo, superior y sublime.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más