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Queridos hijos:
Que en tiempos de batallas y de definiciones la paz esté en ustedes, para que puedan sembrar internamente las semillas de la conversión de sus vidas.
Ya estamos llegando a la etapa final de Mis Mensajes diarios, pero Yo los acompañaré conforme a lo pensado para este tiempo de transición de la humanidad.
Manténganse unidos a Mi Corazón y Yo los protegeré, los llevaré a poder estar ante Mi Hijo para que puedan recibir Su Amor y Su Misericordia.
Hoy los llamo a la práctica viva de todo lo que San José y Mi Hijo les enseñaron a lo largo de los tiempos.
Esta oferta los preparará para la próxima fase, y así podrán representar a Mi Hijo a través del camino de la paz, del servicio al semejante y de la oración, porque todo eso convertirá al mundo y a toda la población del planeta.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que, en el tiempo del Armagedón, su fortaleza en Cristo sea inquebrantable.
Que nada los perturbe.
Que la sagrada llama de la fe les enseñe a superar cada momento y situación.
Este es el tiempo de la llamada guerra espiritual de todos contra todos, pero a través de la oración se mantendrán libres de ese movimiento mundial que intentará llevar a las almas al camino de la perdición.
Yo, a lo largo de los años, les enseñé cómo ayudar al semejante, no solo por medio del servicio, sino también por medio de la fuerza y del poder de la oración.
Ahora más que nunca, la oración será ese camino que los comunicará con Dios cuando Nuestros Sagrados Corazones se recojan completamente.
Quien ore estará a Mi lado y Yo lo acompañaré en su transición y purificación, porque el triunfo de Mi Corazón también se dará en sus vidas.
No dejen de buscar a Mi Hijo en los Sacramentos como en Su Palabra. Allí estará el sostén para todos ustedes, estará el amparo que necesitarán en los momentos en los que todo se desencadenará.
Queridos hijos, siempre sean agradecidos y aprenderán en esta vida a ser humildes, y la humildad los llevará a la paz.
Persistan y sigan caminando al lado de Mi Hijo, porque Su Divina Luz siempre disolverá toda adversidad, y los corazones confiantes serán curados.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
Que en estos tiempos de transición sus vidas y consciencias estén más tiempo en Cristo para que, en Cristo, ustedes puedan profundizar en el Amor Compasivo. Ese Amor que es capaz de aceptar estos tiempos, ese Amor de Cristo que es capaz de perdonar y de comprender.
Será a través de esa profundización interior y espiritual en Cristo, que sus corazones serán colmados de los atributos y de los méritos que una vez alcanzó Mi Hijo y, así, siendo impulsados por esos méritos divinos, sus almas también se transformarán y podrán simplemente alcanzar los estados de la Vida Crística.
La Vida Crística es vivir en la rendición de la consciencia y en la obediencia a la Voluntad Mayor, así como su Madre Celeste vivió plenamente esa Voluntad desde el momento de la Anunciación de la encarnación del Hijo de Dios.
Este camino de profundización que Yo los invito a vivir en Cristo, los ayudará a atravesar estos momentos, en los que la fortaleza y la ciencia del Espíritu Santo necesitarán actuar en ustedes para que se cumpla el Proyecto Divino de Dios.
Yo estoy en oración por esa causa.
¡Les agradezco, por responder a Mi Llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Queridos hijos:
A medida que la consciencia tridimensional accede a la verdad del conocimiento guardado en el Universo Mayor, aún más la consciencia comienza a percibir la amplitud de la condición humana, que cada ser de este planeta necesitará transmutar y trascender.
Eso colocará a la consciencia ante el momento de decidir el camino que ella se determinará a seguir, sea el evolutivo o el involutivo.
Todo eso es algo dual, pero tomando consciencia de toda la realidad individual y afirmando la fe, el ser humano es capaz de lanzarse hacia lo que es verdadero, lo que alimenta su espíritu de valores espirituales y lo que, algún día, lo convertirá en una buena persona.
Ese momento de definición se llama transición interior y espiritual, pero no es el único. Vendrán próximas etapas, y esas etapas volverán a colocar a la consciencia ante el momento de volver a decidir por su propia vida.
Los que tienen el destino de seguir el camino de Dios siempre serán impulsados a cumplirlo por encima de toda dificultad y situación personal.
La propia determinación hace del servidor de Cristo una consciencia decidida a ir desprendiéndose de todo aquello que la ata al pasado.
La oración siempre será la llave que cerrará las puertas inciertas y traerá también el impulso de la elevación permanente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Una amnistía fue concedida a su Madre Celeste para que, junto al Castísimo Corazón de San José, Yo pueda regresar diariamente, como en otros ciclos, para poder acompañar desde cerca el calvario planetario y el Armagedón interior de Mis hijos.
Por esa razón, nos ofrecimos junto a San José, como en el tiempo de la presentación del pequeño Niño en el templo. Pero esta vez, Nuestra oferta fue la de Nuestros Sagrados Corazones y, también, las súplicas y sacrificios de todos los que han persistido a Mi lado hasta los días de hoy, y que vivieron la injusticia de muchos y dolorosos acontecimientos.
El Padre Eterno Me permitió que después de que se cumpla un año de los mensajes semanales, exactamente el día 2 de marzo de 2020, su Madre Celeste haga una transición con Su amado Hijo y asuma la instrucción diaria durante un año más, hasta el 2 de marzo de 2021.
Quiero que sepan, hijos Míos, que Mi doloroso Corazón maternal no solo padece los horrores de los tiempos de hoy, sino que también sufre el abandono de los hijos que tenían una misión apostólica junto con Mi Hijo.
Es así, que por gracia de esa amnistía espiritual, hoy vengo de manera extraordinaria a anunciarles que esas serán Mis últimas instrucciones para la humanidad y que cumpliéndose el año de los mensajes semanales, Yo ya no comunicaré mensajes escritos para las apariciones. Solo vendré al mundo y a su amoroso encuentro como lo ha sido en los últimos años, a través de los encuentros de oración que son compartidos mundialmente.
Yo vendré durante un año más por una emergencia mundial y, como Madre, ya ofrecí todos Mis dones y oraciones para que el Padre Celestial Me concediera esta importantísima Gracia.
Desde ahora, les anuncio este mensaje para que sepan valorar y reconocer internamente Mis últimas y amorosas instrucciones.
¡Les agradezco, hijos, por hoy haber orado mucho Conmigo!
Los bendice,
Su Madre María, Rosa de la Paz
Que tus penas sean perdonadas y que las amarras sean liberadas para que, finalmente, Jesús reine en ti con todo Su Poder y Majestad.
Que las angustias sean disueltas y que las agonías desaparezcan para que finalmente reine en ti Jesús con todo Su Poder y Majestad.
La consagración de un alma es eterna, como eterna es la consagración de aquel que la vive con vacío y humildad.
Por eso, hijo, que en este tiempo de grandes tempestades, confirmaciones y pruebas reine, finalmente, Jesús para que Él, con todo Su Poder y Majestad, haga de tu alma un instrumento de Su Plan y una luz entre las más grandes tinieblas.
Ten coraje y sigue intentando vivir la renuncia diaria a lo que más te satisface y te trae gratificación.Sigue luchando, en nombre del Poder de Jesús, para que de esta raza humana surjan Nuevos Cristos, libres de las prisiones de la vida y llenos del Espíritu Santo.
Cree, absolutamente, que estás en una transición que aún no ha finalizado.
Cree que con cada prueba y desafío trascendido alcanzarás el Plan del Redentor y así participarás de Su Obra de Misericordia.
Estoy aquí para impulsarte. Estoy aquí porque Soy tu Dulce Madre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hora de salir de la ilusión mundial
Ha llegado la hora, hijos Míos, de salir de la ilusión mundial y de comenzar a enfrentar la realidad, primero dentro de ustedes, para después reconocerla afuera.
El mundo no esperará a que maduren para que él viva su purificación y la transición de los tiempos, que marcará el antes y el después entre el viejo y el nuevo hombre. Los cambios ya se precipitan sobre la Tierra y se expresan a través del desequilibrio de los elementos de la naturaleza, de los hombres, de los jóvenes, de las guerras entre naciones, razas y religiones. Así, hijos, se diseña el "fin" que muchos no quieren ver, porque creen que todo está en donde debe estar.
Hoy, como ayer, vengo como la Madre de la Verdad, la Señora de la Sinceridad Divina, para que nada más esté oculto ante sus ojos y que les sean dichas todas las advertencias a tiempo, para que transformen sus vidas y despierten sus almas.
Mis amados, en medio de un mundo que se pierde en su propia ignorancia, Yo vengo a construir un ejemplo de transformación en este lugar. Si Me abren la puerta y Me dicen “sí”, le demostraré al mundo que es posible convertir la ignorancia en sabiduría y la ingenuidad en verdadera pureza del corazón.
Quisiera que todos Mis hijos de esta ciudad vinieran a Mi encuentro, para que Yo pueda despertarlos a la Voluntad que Dios tiene para este pueblo.
Hijos, aquí quiero construir un modelo de respeto, de igualdad y de esperanza; un lugar en donde las almas lleguen para reencontrar la dignidad que perdieron por entregarse a la ilusión.
Sé que el enemigo de Dios lo hará todo para que este Plan no se cumpla y para que las almas no se unan para construir este propósito. Pero hoy, Yo les pido, hijos amados, que sólo coloquen sus corazones en la meta de expresar para el mundo una esperanza de vida, que él perdió.
Quiero ayudarles a reconstruir sus familias; quiero enseñarles a crecer y a respetar las diferentes expresiones del corazón humano. Quiero que las religiones se unan aquí en el servicio y en la oración, por un mundo de paz. Que el respeto y la consciencia de que existe un Dios Único que los congrega, permita borrar de sus corazones el prejuicio y el sentimiento de superioridad en relación a sus hermanos. Quiero que se vean los unos a los otros como esencias únicas de Dios, amadas profundamente por Aquel que las creó. Y de esa forma, se abran para aprender los unos con los otros.
No es mucho lo que les pido, hijos Míos. Quiero extirpar la violencia con el despertar del espíritu. Pues un corazón que se entrega a la oscuridad, es aquel que no conoce verdaderamente a Dios y que no ha encontrado un sentido para su vida. Yo vengo para darles este sentido y para abrir en sus corazones aquel espacio que le corresponde ocupar al Creador, para que un día, Mis amados, puedan expresar la semejanza con el Padre.
Para las naciones del mundo, esa es una meta distante y casi imposible, pero para aquel que está en Mí y se deja guiar por Mi Corazón, nada es imposible. Dejen, hijos, que Yo establezca la paz a través de sus corazones. Dejen que Yo construya lo imposible en sus vidas.
Sólo quiero que se respeten, que se sirvan mutuamente y colaboren para la construcción de un mundo en mayor paz. Porque el planeta agoniza y las guerras ultrajan los corazones de Mis hijos, por la incapacidad de los hombres de vivir el verdadero amor y el respeto consciente.
Por eso, hijos, les pediré que Me acompañen y que Me dejen transformar este lugar en un ejemplo de una nueva vida, en donde es posible respetar, colaborar, admirar lo mejor del prójimo y así, vivir en comunión.
Si Me permiten hacerlo y se dejan guiar por Mí, en poco tiempo verán Mis palabras manifestadas en la transformación de sus vidas.
Lleven Mi mensaje a los cuatro puntos de esta ciudad y dejen que él resuene en los corazones. Llamen a Mis hijos para que vengan a Mi encuentro. Es hora de despertar y de salir de la ilusión mundial.
Yo los bendigo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Para que la Justicia Divina no se precipite sobre los que son más resistentes a los cambios, es necesario orar por ellos y ayudarlos misericordiosamente a que puedan encontrar su lugar en esta transición de la Tierra.
Aquellos que tienen más resistencia a los cambios, son los que se purificarán más. Eso demuestra que hasta ahora nunca ha existido resignación, humildad verdadera y confianza en las decisiones que, por ejemplo, su semejante, maestro o instructor haya tomado por el bien de todos.
Esa resistencia tarde o temprano lleva al sufrimiento, después genera miedo y por último enfermedad corporal; ya que en la consciencia que se resiste tanto no existe ninguna vía de evacuación de los estados arcaicos.
Por eso, cuando un alma atraviesa ese tipo de dificultades internas y para que ella no ingrese en ese camino que la llevará a un destino infeliz, hay que ayudarla colocándola en el lugar en donde no piense tanto en sí, sino en la necesidad de aliviar el sufrimiento de los otros, es decir, en la vida de servicio permanente.
En estos tiempos, será necesario utilizar las herramientas de descompresión, como lo es el servicio incondicional a la humanidad, para que las consciencias que viven altos grados de resistencia puedan destrabar sus procesos internos para que, finalmente, estén aptos espiritualmente para participar en la última fase del fin de los tiempos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si la naturaleza fuera más amada y respetada, tal vez el mundo no se purificaría ni tampoco la humanidad. Eso evitaría que la Creación fuera alterada todo el tiempo por la mano del hombre.
Si la naturaleza fuera más amada y cuidada por la humanidad, reinaría la paz y habría más tiempos de gozo, de alegría y de júbilo.
Si la naturaleza fuera más amada y no destruida, no habría causa ni motivo de que hayan ideas de guerras ni de llevarlas adelante, porque no sería necesario sufrir ni padecer.
Si la naturaleza y los Reinos menores fueran amados y contemplados, tal vez no sería necesario vivir la transición de la Tierra y no tendría sentido comenzar una nueva humanidad.
Si en verdad esta humanidad actual no sacrificara tanto a los Reinos, si la naturaleza fuera más amada y los Reinos más protegidos, no sería necesario vivir una definición porque todo estaría en armonía y en unidad con la vida creada.
Si la naturaleza y los Reinos fueran verdaderamente amados, no habría necesidad de sufrir, de aprender ni de morir porque todo estaría en equilibrio con el universo.
Si la naturaleza y los Reinos fueran considerados parte de la Consciencia Divina, el mal no estaría en el mundo y tampoco actuaría en la mente humana porque cualquier criatura podría estar unida a la Fuente del Creador.
Pero la humanidad ya escogió lo contrario y ha decidido continuar por el camino del dolor y no por el camino del amor. Por eso, el cambio en la humanidad será tan semejante y grande a la deuda impagable que la raza ha generado con los Reinos de la Naturaleza. Es así que ese movimiento universal destrabará la cadena de evolución espiritual de los últimos tiempos.
¡Les agradezco por contemplar con amor a los Reinos de la Creación!
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras impongo Mis manos sobre ustedes para interceder por el mundo ante Mi Amado Hijo, les pido que se animen a amar todo lo que viven, sin que les importe no saber hacerlo.
Amen fervorosamente todo lo que el Universo les presenta y les aseguro que serán felices.
Ustedes nacieron en este ciclo para vivir el fin de los tiempos y para aprender de él, porque para que pueda surgir una nueva humanidad todo debe vivir su transición.
Ustedes, queridos hijos del planeta, son esa transición que ya están viviendo dentro y fuera de ustedes, son esa sagrada experiencia en donde todo el Universo está aprendiendo a amar, así como son invitados todos los días a amar un poco más.
Les pido que con valentía, humildad y servicio, vivan estos tiempos que son desconocidos como desafíos; si en esta hora en donde todo se define están bien despiertos, serán favorecidos por una instrucción que nunca la humanidad ha vivido.
Con sus corazones expandidos en luz, acompañen estos tiempos sin temer por lo que vivirán o por lo que conocerán de ustedes mismos.
Les dejo la oportunidad, queridos hijos, de dar sus pasos en consciencia y de aprender a donarse por encima de todo, porque en toda esta historia se encuentra Cristo, quien los comanda desde Su Corazón sincero y silencioso.
¡Les agradezco por responder a estos tiempos!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Postrada a los pies del Creador, en oración por la humanidad, veo las manos de Dios, que apuntan al mundo, señalando las Américas. Él Me pide que vea que Mis oraciones no fueron en vano.
Abro los ojos y veo que en el mundo Mi manto se está encendiendo en pura luz. Veo que la luz de Mis ojos ya no solo brillan en estos ojos Míos, sino que se refleja en el corazón de cada uno de Mis hijos.
El Señor entonces Me permite retornar a la Tierra y con alegría recorrer el camino de flores preparado por Mis hijos en oración.
Siento el alma de los Hijos de María, que aunque esparcidos por el mundo, hoy se vuelven uno sola, en la unidad de la oración y en la renovación del compromiso que realizaron Conmigo.
Hijos Míos, hoy reuniré vuestros espíritus, congregaré vuestras almas en un cenáculo de oración, para derramar sobre los discípulos de ayer, las Gracias los Dones del Espíritu de Dios, transformándolos así en los apóstoles de este último tiempo.
A los que se renuevan en Mi Inmaculado Corazón, los enviaré de dos en dos, como Me pidió Mi Hijo, para que la Luz de Mi Corazón, que brilla en vuestras esencias, pueda expandirse por el mundo y así no permita que se pierdan aquellos que no pudieron venir a Mi encuentro en este tiempo.
Hijos Míos, vuestras almas serán la prolongación de Mi Inmaculado Corazón. Vuestros corazones serán como flores de Mi inmaculado jardín y ustedes deberán llevar al mundo el polen, que traerá vida nueva a los que están muriendo en el corazón. Siembren nuevas flores, que darán nuevos frutos para la Tierra futura y prometida, tan esperada por Dios.
Mis amados, muchos de ustedes están siendo llamados a vivir la transición hacia un mundo nuevo y no les prometo que verán el nuevo sol en el horizonte, pero los llamo a ser aquellos que abrirán las puertas y la ventanas del mundo para que entre este sol.
Yo los congrego para que sean aquellos que preparando la tierra, con todo esfuerzo, se transformarán a sí mismos y al mundo, trabajando en este plantío de redención. Muchos no estarán aquí para cosechar los frutos de la nueva Tierra, pero desde Mi Reino, verán crecer y florecer aquellas semillas que un día dejaron en este planeta.
Mis amados, quiero consagrar el mundo al Inmaculado Corazón de María y conseguiré esto por medio de vuestros corazones. Quiero llevarlos al Corazón de Mi Hijo, que los conducirá a Dios y será en Dios, Mis amados, que descubrirán que nada está separado y que Yo estoy en Dios, así como está Su Hijo. En Mí, estarán todos ustedes cuando retornen al vientre divino del cual provienen, para renacer como seres redimidos.
Son para Mí, la Luz de Mi Corazón y así deberán ser para el mundo, cuando este se oscurezca. Que Mi manto, que está hoy sobre ustedes, pueda volverse como un faro que conduzca al camino a las almas perdidas.
Cuento con todos los hijos de María, los que llegaron y los que llegarán. Dios espera que sean la puerta al nuevo mundo, puerta por donde toda la humanidad ingresará. Por eso, hijos Míos, después de reconfirmar sus compromisos Conmigo, sigan sin miedo viviendo la paz y llevando la paz al mundo.
Sepan que desde hoy, serán como una única alma, un único corazón que deberá fortalecerse por la unidad y por la fraternidad. Así podrán cumplirse los Planes que tengo para ustedes y que los llamé para que manifiesten.
Jamás se olviden que son Mi verbo orante de amor para el mundo. Son Mis manos serviciales para los que necesitan. Son Mi guía para los que están perdidos. Unidos a Mí, es como Yo los quiero encontrar todos los días.
Yo los amo.
Su Madre María, Rosa da Paz
Hijos Míos:
Vengo hoy a vuestro encuentro como Madre y Virgen del Perpetuo Socorro, porque desde los Cielos contemplé la necesidad de auxilio que existe en el mundo. El Señor escuchó las plegarias de las almas que sufren y padecen en esta humanidad, por eso envió a Su Sierva Salvadora, para auxiliar a los pobres de espíritu y de corazón.
Mis amados, este mundo ya cruza el umbral de un nuevo tiempo y muchos pueden sentir esta mudanza en el propio interior. Al mismo tiempo Gracias Infinitas descienden de los Cielos, el Señor permite que Sus hijos sean probados de todas las maneras y que de lo profundo del interior emerjan todas las miserias.
Pero esto sucede, Mis queridos, porque es en este momento que toda la ayuda que necesitan está disponible. Por eso como la Madre del Perpetuo Socorro, les digo que no teman purificarse, que no se resistan ante las pruebas que llegan a sus vidas, mas sí que clamen por el auxilio Celestial y se aferren a todas las Gracias e Instrucciones Divinas que los Mensajeros celestiales trajeron al mundo en los últimos tiempos.
Este es un momento único para toda la humanidad. La Voz de Dios resuena a través de Sus Mensajeros en todos los rincones del mundo, para que no haya nadie que no tenga la oportunidad de despertar y encontrar la ayuda para vivir esta transición que se inicia primero en el propio mundo interior.
Como Reina de la Paz, los convido a vivir la Paz del Corazón de Dios en sus pequeñas vidas y, llevar esta Paz a los que carecen de este atributo Divino. Llegó el momento de que los pacificadores eleven su voz, así como hacen los Mensajeros de Dios, y anuncien al mundo que es posible vivir una vida de profunda Paz, aun en tiempos de transición.
En cada momento de sus vidas, deben saber elegir entre participar de los conflictos y colaborar con el mal, o vencer las corrientes negativas del mundo y vivir la Paz, disolviendo así los planes del enemigo.
El mundo necesita de Paz, y aquellos que vienen a Mi encuentro y reciben de Mi Corazón la intensa Paz que existe en Mi Reino, deben ser capaces de perseverar en esta Paz y dar ejemplo al mundo de cómo alcanzarla.
Hijos Míos, no son tiempos comunes para este mundo. Cuando Mis ojos se vuelven hacia la Tierra, siento en Mi Corazón el sufrimiento de Mis hijos y encuentro en la necesidad del mundo, la valentía para retornar una y otra vez, e incansable, impulsar a vuestros pequeños corazones. Hoy les pido que vean al mundo a través de Mis ojos y que sientan a través de Mi corazón el dolor en el que viven las almas. Así encontrarán la fuerza que necesitan para levantarse cuantas veces sea necesario e intentar, hasta el final de sus vidas, manifestar en la Tierra los Planes de Dios.
Mis amados, hoy la Reina del Cielo viene a vuestro encuentro y les dice que Dios no contempla la cantidad de caídas de la humanidad, sino la capacidad de levantarse y volver a cumplir con la Voluntad Mayor, independientemente de sus debilidades e imperfecciones.
Como Madre del Perpetuo Socorro, les digo que estoy a vuestro lado y aquí estaré siempre, ayudándolos en lo que necesiten. Solo necesito que Me llamen y clamen por Mi auxilio y en seguida estaré visible a los ojos del corazón que Me busca.
Hoy coloco bajo Mi manto a toda esta ciudad y abrazo con amor cada uno de Mis Hijos, que con su devoción y simplicidad, generan méritos para la Salvación de todas las almas.
Les agradezco, Mis queridos por haber respondido una vez más a Mi Llamado.
Yo estoy siempre en sus pequeñas vidas.
Su Madre, María, Santa y Virgen del Perpetuo Socorro
Abriendo Mis brazos una vez más, hoy les digo, queridos hijos, que si son como niños y vienen a Mí estarán en el nuevo paraíso de Dios. El mundo, día a día, acaba con los recursos preciosos que Dios le entregó a través de cada uno de los Reinos.
Hijos Míos, el tiempo de los ultrajes a los Reinos terminará y los hombres deberán dar cuenta de todo lo que han recibido de las Manos del Creador. Es hora de que la soberbia desaparezca del corazón de Mis hijos para que la verdadera Paz de Dios resida en la vida de todos Mis niños.
Yo les pido que sean fuertes en la oración del corazón para que la Gracia Celestial pueda convertir y reparar todo lo que la humanidad ofende a Dios.
Queridos hijos, este es un tiempo de transición que sus vidas están recorriendo; ya no son tiempos normales. Yo los llamo al despertar para que sus corazones puedan estar delante de cada acontecimiento en el mundo y, ustedes, como siervos de Mi Hijo, participen de todo, colaborando con la sincera oración que Yo les pido, una oración que sea fuente de amor para todos.
De esta manera, hijos Míos, podrán tener perpetuamente en sus almas y en sus corazones la presencia de Mi Hijo Jesús. Ustedes, que están más abiertos a la oración del corazón, deben convertirse no solo a la santidad sino también en servidores de la humanidad ciega.
Sepan, Mis niños, que la Gracia de la Reparación está en sus manos y ella llega por medio de la oración hecha con el corazón. Si lo repito, es porque aún deben ejercitar más Mis pedidos.
¡Les agradezco por vuestra respuesta!
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
La paz comienza en la vida de sus corazones. Hoy los invito a propagar la paz sobre toda la vida en la Tierra irradiando esperanza y compasión a todos aquellos que la necesitan.
Queridos hijos, el mundo está en su punto de transición. Por eso, debemos orar con el fervor del corazón para que Dios Padre ilumine con Su Misericordia a todas las criaturas. Para revertir las acciones negativas del mundo, ustedes deben ser fuentes de amor en cada momento de la vida. Así serán instrumentos cristalinos, y Dios podrá servirse de ustedes para que se puedan cumplir los planes de Amor y de Redención. Serán un buen instrumento cuando busquen el vacío de todo. Así, la Fuente de la Misericordia derramará Gracias sobre todas las almas.
Queridos hijos, están siendo llamados para colaborar en la salvación de las almas y del mundo a través de la fuerza imperiosa de la oración y de la devoción. En esta última hora, todos los corazones podrán encenderse en Luz para que muchas almas reciban la Gracia de la Intercesión de Mi Inmaculado Corazón. Como Madre de las Gracias, quiero nuevamente ver nacer a las almas que han caído. Yo traigo para todos el don de la conversión de la vida para que ella se convierta en un Don de Dios.
Queridos hijos, aspiren a vivir cada nuevo día en Mi Corazón para que Mi Manto de la Paz pueda expandirse por todo el mundo. Como Mensajera de la Buena Nueva, Yo dejo hoy en cada uno de sus corazones la Gracia del Perdón. En el perdón se curan las heridas cuando el alma clama por la Luz Divina. Allí Yo estaré entre ustedes para irradiarles Mi Compasión.
Quien aún no ha perdonado, que lo haga, porque la Misericordia Divina estará dando este mérito infinito del Creador. Cuantos más sean perdonados, más se difundirán Mis Planes de Paz por el mundo. Vivan en el perdón.
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Hoy los invito a sembrar Mi Paz en sus corazones para que, como pequeñas Luces de Mi Inmaculado Corazón, el mundo se pueda convertir. Debemos orar, y esto deberá ser un recordatorio para sus vidas aquí en la Tierra.
Recuerden, Mis niños, que estamos en un tiempo de pasaje hacia un nuevo tiempo que llegará para todas las almas sedientas de Cristo. Por eso, pequeños, será importante la constancia de sus corazones en la oración. Yo les irradio desde los Cielos Mi Amor Divino para que sus corazones puedan caminar hacia Mi Reino de la Paz.
Pero primeramente, pequeñas criaturas del Señor, busquen el Reino de la Paz en la oración, así permitirán que muchos de Mis hijos sean tocados por Mi Amor Misericordioso en esta última hora. Yo los llamo en este día para la elevación del corazón; es un permiso especial que Yo les estoy donando para que sus almas puedan vislumbrar desde cerca Mi Reino de la Paz.
Pero para llegar allí será necesario que sus corazones oren con confianza de que podrán, por un instante, tocar con el alma las Puertas del Paraíso.
Por eso, Mis pequeños, unan sus corazones entre sí; esto es importante para ustedes y para nuestro amado Señor. El mundo está separado de corazón y de alma; son pocas las almas que difunden Mi fraternidad en este tiempo final.
También, Mis hijos, debemos orar para unir los corazones ciegos que están distantes del verdadero Amor Misericordioso de Mi Hijo. Como Su venida está en la víspera de pocos corazones, ya que pocos verdaderamente lo esperan, debemos orar sin cesar, para que muchos de Mis hijos, en esta última hora del mundo, puedan ser irradiados por la Luz de Mi Inmaculado Corazón.
En este camino que ustedes decidirán si recorren Conmigo Yo podré decir con certeza con qué almas cuento para la hora del rescate, para la hora de la salvación de los corazones.
Confiemos en el Señor, Él lo merece.
En el Amor Misericordioso,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más