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Ora y acoge, con amor, a las Gracias Divinas.
Recibe en tu espíritu y en tu corazón a los Rayos que provienen del Corazón del Creador de todas las cosas. Su Ciencia Divina se manifiesta en el interior de los seres cuando oran de corazón y les revela lo que verdaderamente son, hace que las esencias recobren su brillo y su expresión celestial y les demuestra a los hombres la pureza y el misterio que existe en su interior.
Deja que todo eso, que acontece en el silencio y en lo invisible de la existencia planetaria, se expanda hacia todos los seres, hacia toda la Creación. Deja que fluya de tu corazón hacia el mundo lo que el Padre te entrega cuando oras y haz de tu vida un permanente servicio a la evolución humana.
Sé un servidor en silencio, un servidor de corazón, un servidor que vive el Evangelio en su interior y transforma a la consciencia humana, de adentro hacia afuera, convirtiendo las raíces más profundas de su degeneración.
Tú eres parte de un todo. Eres el producto de una historia que no comenzó en esta Tierra y que no terminará en ella, pero que se define aquí, dentro de cada ser.
Si dos o más vivieran la transformación que el Creador necesita sería suficiente para demostrar a toda la Creación la grandeza del Amor de Dios y renovar la evolución de toda la vida, en este planeta y más allá de él.
Aspira, hijo, a ser quien hace lo mejor. Busca ser quien vive la trascendencia de sí todos los días. Procura vivir, en tu interior, lo que aspiras a que la humanidad manifieste y encuentra, a través de tus aspiraciones más puras, la Voluntad y el Designio de Dios.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Yo vengo como el sol del atardecer para traerles la Luz de Dios, porque no existe nada que no pueda ser resuelto a través del amor. El amor es salvífico, el amor es vivo, el amor es resplandeciente.
Cuando los hijos de Dios están en torno del amor nada sucede, todo se transforma y se eleva. Por eso no tengan miedo, sientan el Amor de Dios que los vivifica, que los transforma y que los hace cambiar, de tiempo en tiempo.
Mi Corazón es una fuente de ese Amor, de la que ustedes pueden participar día a día. Por eso necesito que sean como Mi Amor, como el Amor que los salvó, como el Amor que los rescató y que los redimió en la Cruz.
Ese Amor de Dios es el que se entregó y dio todo lo que tenía por cada uno de ustedes. Ese Amor es el que se dejó flagelar, se dejó humillar, se dejó sacrificar por los hombres para que aprendieran la verdad sobre el Amor.
En ese Amor Yo los quiero ver todo el tiempo. Un Amor que regenera, que trae vida, que pacifica, que neutraliza las formas y todos los embates.
Espero ver al mundo en ese Amor, una y otra vez, porque sé que no lo está y muchos no lo están porque no conocen los milagros que puede hacer el Amor cuando uno se entrega a él, verdaderamente y sin miedos. Porque el Amor de Dios es algo que penetra en la consciencia, es un Amor que trae confianza y que fortalece ante las situaciones de la vida y de los acontecimientos.
Hoy quiero entregar este amor para todos los que están aquí. Eso espero, porque sé que necesitan de este Amor que Yo les traigo para este tiempo final, en el que la consciencia humana debe enfrentarse a sí misma para aprender a trascenderse y a liberarse de sí.
Pero todo es posible en el Amor, en el Amor que Yo les enseñé, en el Amor que Yo profesé por Mis apóstoles y por todos Mis seguidores.
Es ese mismo Amor que hoy les traigo y del cual los hago partícipes, una y otra vez, para que sepan que el mundo necesita de seres de amor que puedan espejar, como instrumentos, la Fuente del Amor de Dios transformando su amor propio en un Amor mayor, un Amor que viene en auxilio del mundo y de los acontecimientos críticos de la Tierra.
Es ese Amor que Yo les ofrezco, el que les permitirá vivir la transición. Sin amor nada será posible, todo será un vacío, un desierto y una soledad.
Mi corazón es una puerta hacia ese Amor que puede transformarlos y permitirles trascenderse cuando no lo consiguen por sí mismos, cuando no saben por dónde ir ni a quién recurrir.
No solo les hablo del amor inmaterial, sino también del amor que Yo viví como ser humano, como hombre y como consciencia.
Ese Amor, que también es de Dios, actuó en todo, participó en todo y se entregó por ustedes como hoy ustedes se entregan por Mí.
El Amor los hará vivir la fraternidad que el mundo necesita aplicar urgentemente, una fraternidad que vea la necesidad del prójimo, una fraternidad que vea la necesidad que hay en el semejante.
Yo los invito a encontrar, dentro de ustedes, ese Amor que les hace ver a Dios en cada momento, en cada circunstancia. Será necesario atravesar estos tiempos bajo esa Ley para aprender a superarse y ayudar a superarse a los demás, a sus hermanos, a sus compañeros.
Pero sin Amor nada se puede hacer, es como no tener dirección, es como no tener camino. Por eso, les traigo esa Fuente del Amor para este tiempo final porque la humanidad lo necesita, urgentemente, para dejar de cometer errores y fallas, para no apartarse más de Dios y perder el rumbo de su camino.
Hoy me ofrezco como ese Amor que los renueva, que los cura, que los sana, como ese Amor que pone fin a muchas cosas y que abre puertas a nuevas experiencias, a nuevos aprendizajes, a nuevas escuelas.
No dejo de pensar cuánto aún deben vivir en ese Amor, un amor que no es palpable, un amor que mueve la energía Divina y que la hace fluir en todo el Universo y en todos los espacios de la Creación.
Así como los ángeles viven de la fuente de ese amor y se nutren de ella, ustedes también deben nutrirse de ese Amor de Dios que se ofrece de tiempo en tiempo, incondicionalmente, para que las almas cumplan su propósito y, sobre todo, la Voluntad de Dios. Cuando eso no sucede y el amor no está presente, todo se vuelve oscuro, frágil y débil.
El amor los hace elevar todo el tiempo, los hace ver la realidad y encontrar un camino de paz que los lleva a un entendimiento maduro y sabio. Solo deseo que encuentren ese amor algún día, porque es un Amor vivo y Divino que los consagrará, que los hará buenos servidores y colaboradores de Mi Obra.
Y aquellos que viven hoy ese amor y lo practican verdaderamente, que lo sigan haciendo porque el planeta lo necesita como consciencia, la humanidad lo necesita como raza así como todos los Reinos de Naturaleza necesitan el amor de los hombres para poder evolucionar y despertar, para poder crecer como ustedes crecen y viven, a pesar de cómo se encuentra el mundo y la humanidad.
La Fuente del Amor de Dios está abierta para descender, espiritualmente, a la Tierra. Debe encontrar instrumentos para poder descender y expresarse. Debe hallar corazones abiertos para poder depositarse y así, multiplicar las Gracias de Dios en todos los sentidos y en toda la vida.
Este es el tiempo de que vivan el milagro del Amor, pero primero deben creer en él para que lo puedan sentir y vivir. Eso los unificará, los hará más hermanos y más compañeros los unos con los otros.
Sientan a Mi Corazón que emana ese Amor de Dios y pacifíquense. Todo es una transición y una experiencia.
El Amor es eterno. El Amor de Dios nunca acabará, las miserias sí terminarán y la Luz vencerá cuando entren en la corriente del Amor de Dios y lo hagan parte de sí, porque el Amor de Dios les concederá el perdón y la reconciliación.
Esto es todo lo que espero para este tiempo, ver reflejada Mi Obra como una corriente viva de Amor en los corazones y en las almas que dicen “sí” al Creador y confían plenamente en Él, en Su Voluntad.
Yo los hago partícipes de la Verdad que proviene del Amor de Dios para que lo encuentren algún día, sabiendo que todo es pasajero, pero que la experiencia del Amor en sus consciencias es imborrable e intransferible.
Dios necesita que el amor pueda reinar en el mundo y en los corazones para que la paz se establezca y se viva la unidad entre hermanos, más allá de todo.
Les dejo Mi Amor como un camino de salida, como una Luz en el horizonte, como el sol que los alumbra en esta tarde de Gracia.
Hoy no vengo a juzgar sus actos ni sus hechos cometidos. Vengo a invitarlos para que entren en el Universo de Mi Amor en donde encontrarán la Verdad y la podrán vivir de una forma simple.
Así los haré representantes de Mi Obra en la Tierra y habrá seres sobre la superficie de este planeta que serán puentes de comunicación entre la Tierra y el Cielo, que es lo que necesita Dios no solo de la vida sacerdotal, sino también de todos los que oran y proclaman su fe al Creador. Así el mundo se mantendrá estabilizado y en equilibrio y todo sucederá de una forma más armoniosa.
Cuando las almas no viven el amor, los corazones sufren y no entienden por qué. El amor humano debe ser transformado en Amor Divino y solo una Gracia puede conceder esto, en este tiempo, para que la humanidad entienda que se equivocó y que deberá recapacitar para que la Misericordia la colme y la pueda salvar.
Es el Amor de Mi Corazón el que hoy les trae paz. La Paz de Dios los bendice y los colma para que sigan adelante por Mí, para que se cumpla el Proyecto y venza el Amor como él venció en la Cruz.
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Que la paz esté presente en el corazón de todos los servidores de Cristo.
Hoy, hijos, Mi Corazón está acompañando, especialmente, el inicio de la misión humanitaria en Medio Oriente y en África.
Mi amor paterno acoge y ampara al corazón y a la consciencia de cada misionero para que, en este trayecto de llegada al Líbano, pierdan el miedo de servir y de amar, y dejen que sus almas reciban la Gracia de la Presencia del Espíritu de Dios, que les dará a conocer el poder del amor y de la sabiduría para que sepan actuar con humildad y con gratitud, sin importar a qué sean llamados a servir.
Que el corazón de cada misionero sea colmado por la pura aspiración de cumplir con la Voluntad Divina y que en servicio, rescaten conscientemente los valores del amor y de la esperanza que muchas veces se perdieron en el interior de los seres.
Vayan con el corazón abierto, a esas tierras tan antiguas en donde comenzó la historia de la evolución humana y busquen, a través de sus acciones y oraciones, rescatar los códigos de pureza, de paz y de Misericordia que se guardan allí, para que un día florezcan y den lugar al nuevo hombre, a la nueva humanidad que renacerá del sufrimiento transformado en esperanza y de la esperanza transformada en amor.
Todo sucede en los niveles del espíritu cuando los corazones tan solo se disponen a recibir, a multiplicar y a distribuir la Gracia Divina.
Oren, hijos, y vivan la experiencia de ser instrumentos de Dios en este mundo.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando tu corazón te duele y se llena de angustias, ve a los pies de la Cruz, toca con tus manos a los Pies de Tu Señor y permanece allí.
Pon tus manos sobre las Manos de Cristo y comienza a sentir Sus Llagas. Cierra los ojos, permite que la memoria viva de Su Pasión te sea mostrada y permanece allí.
Deja que tu silencio te conduzca al Corazón de Tu Señor y que tu oración silenciosa se convierta en una oferta de reparación.
Sentirás en tu pecho un dolor mayor que el tuyo. Ese es el dolor de Cristo, una gota del océano infinito que Él asumió para salvarte. Aprende así, hijo, a convertir tu pesar en oración, tu petición en una oferta y tu silencio en un bálsamo que acoge al Corazón de Tu Señor.
Tu angustia se hará pequeña delante de la angustia de Cristo por el mundo. Tu pesar desaparecerá dentro de Su pesar por las almas.
Deja que tus lágrimas se conviertan en un puente para rescatar a aquellos que están perdidos. Ofrece tu silencio por los que no saben escuchar a Dios. Si no consigues orar deja que tu oración sea sostenida por las Manos de Cristo y, en un momento, percibirás que tus manos, que fueron a pedir, estarán allí para amparar y tu dolor se transformará en oferta. Buscando cura, repararás el Corazón de Dios.
Tu llanto se unirá al océano de Su Gracia y, aun pensando que estabas allí para pedir, estarás sirviendo a este mundo.
En este día de reparación, aprende en tu vida a hacer de todo una oportunidad para reparar el Corazón de Dios y aliviar el sufrimiento de las almas en este mundo.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque en ella no solo encuentro reposo, sino también la fe viva en los corazones que, día a día, se esfuerzan por estar Conmigo en cada momento.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque de tiempo en tiempo veo los frutos del amor en ellos, un amor que crece y madura por toda la Obra de Mi Amor.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque la Jerarquía, en un lugar tan simple, encuentra el respiro que necesita para poder continuar adelante.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores y amigos porque con ellos puedo compartir los frutos de la redención y de la cura que se muestran en el espíritu.
Me alegra visitar la casa de Mis servidores porque en esa morada puedo entrar, cuantas veces necesite, para sembrar y compartir la paz y la alegría de estar viviendo en el Reino de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En los Universos Superiores, la llamada Fuente de la Creación actúa, universalmente, regenerando los principios y los espacios de la manifestación, los que forman parte del desarrollo espiritual de las constelaciones y de los planetas.
En este tiempo actual, la lucha y el esfuerzo por estar conectado con lo Alto, exigirán dedicación, empeño y dinamismo para que las corrientes contrarias a la luz, las que circulan alrededor de la vida planetaria, no afecten ni desvíen del propósito a los servidores.
Si alguna forma de desvío o de abandono personal del propósito sucede en este tiempo es a consecuencia de la falta de conexión interior y espiritual con la Fuente.
Por otro lado, el ciclo de la autopurificación está llevando a que las consciencias humanas sobre la superficie de la Tierra se enfrenten a sí mismas y conozcan lo que antes les era desconocido y oculto.
Nos referimos a tener consciencia y claridad al respecto de quién es verdaderamente cada ser de la superficie a nivel espiritual, mental, álmico y material.
El conocimiento de los aspectos espirituales, mentales y materiales del ser humano es algo que antes pasaba por alto, porque actuaba de forma inconsciente.
Ahora, debido al cruce universal del tiempo y del espacio, esos aspectos, que antes actuaban solos y con gran poder oculto sobre las consciencias, están quedando en evidencia para que el ser humano los enfrente, los purifique y se libere de esa constante opresión.
Lo que sucede en la actualidad es que la mayoría de la humanidad no sabe ni tiene consciencia sobre cómo resolver una situación que, durante largos periodos de tiempo, ha comprometido la posibilidad de su despertar y de su entrega.
Entonces, por más que una minoría esté alineada con el Propósito Divino y tenga las herramientas internas que necesita para llevar adelante la manifestación del Plan, esa parte, que es la minoría más consciente, tampoco sabe cómo proceder o actuar para resolver su proceso intensivo de purificación.
Por esa razón, la Fuente Suprema de la Creación dispone de grandes retransmisores de atributos y de códigos de luz: los llamados "Espejos".
Los Espejos son el sostén y el puente de unión fundamental para la actual transición planetaria, porque los Espejos más sublimes de la Creación serán el apoyo imprescindible para la evolución del amor en la consciencia terrestre; como también serán los pilares que sostendrán el puente que la propia humanidad deberá construir a través de la oración, la liturgia, los Sacramentos y el servicio a los más necesitados.
Sin estos atributos ampliamente aplicados en la vida cotidiana, el ser humano no tendrá cómo sostenerse a sí mismo.
Hasta ahora, los Reinos de la Naturaleza, así como los grandes océanos y mares, fueron las consciencias espirituales e internas que sostuvieron al hombre de superficie.
Pero este ciclo cambió, ya que la degradación, el maltrato y el descuido para con la Naturaleza generaron deudas impagables para la raza humana y esto recae, una y otra vez, en el planeta, reflejándose en los fenómenos climáticos cambiantes, el derretimiento acelerado de los polos, la contaminación terrestre y aérea y el colapso de todos los ambientes generado por la contaminación sonora y visual.
Todo este contexto planetario ahoga a la Tierra, como consciencia, a los Reinos Menores y a la humanidad entera.
Llegó el momento de que cada ser de la superficie contrarreste este mal causado al planeta y a la Creación.
Llegó el momento de que cada alma asuma su propia purificación y transición y que ya no se alimente ni dependa de nada ni de nadie.
Los instrumentos para saber crear la condición espiritual ya fueron enseñados, ahora solo dependerá del género humano poder revertir y transmutar todo lo generado.
Los Espejos serán, en estos tiempos, el principal soporte espiritual de alineamiento y de equilibrio.
Los Espejos podrán unirse al espejo del corazón de cada ser para que, poco a poco, con determinación y consciencia, vayan cambiando las vibraciones del planeta y de la raza humana.
En los Espejos encontrarán el soporte mayor para el fin de los tiempos y la llave que abrirá la puerta correcta para que pueda llegar la Hermandad Celestial.
Es hora de trabajar conscientemente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, María Rosa de la Paz
Muchos son los servidores que trabajan en Mi Nombre y que promueven obras de paz y de bien en el mundo. Eso va más allá de la religión o de la fe, porque a través de ellos llevo adelante la obra máxima de Mi Divina Misericordia.
En esas almas Yo hago descender el poder y la esencia de Mis Obras para que, por medio de esa cadena de amor y de fraternidad, el resto de la humanidad pueda sentir la presencia invisible y silenciosa de Mi Amor reparador y curador.
Ese servicio, que es ofrecido por todos Mis servidores del mundo, los hace encontrarse con otros servidores Míos y así se establece el espíritu de la hermandad y de la paz; allí se manifiesta la Iglesia Celestial que une, con amor y luz, a todos los servidores.
A través de Mis servidores Yo puedo suplir las carencias espirituales de la humanidad. Y gestando, por medio de ellos, el Amor Crístico, se evitan más conflictos y enfrentamientos en el mundo por el simple hecho de que existen almas donadas, en servicio, a Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Siente, todo el tiempo, cómo Dios contempla Su Creación y, entre toda la infinidad de galaxias, universos y estrellas, cómo Él ama especialmente a la Tierra.
Siente el valor desconocido que tiene el planeta Tierra y recuerda la experiencia de la cual Él fue partícipe durante la Vida de Jesús.
Recuerda cómo el mismo Dios se hizo pequeño, siendo tan grande y poderoso, para poder encarnar entre los hombres y enseñarles sobre los grados de amor y de perdón.
Ten consciencia de todo esto una y otra vez y afirma que, por encima de toda prueba o dificultad, siempre prevalece esa verdad del amor que es eterna y que se transmite de generación en generación.
Trae hacia tu consciencia el significado de todo lo que el Padre hizo por Sus hijos y cómo Su Amor, que es invencible, continúa obrando y actuando a través de los tiempos.
Aférrate a esa divina Verdad; vive a través de ella para que todos los días seas un servidor tan semejante a como lo fue Cristo, Nuestro Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Serie – Manifestación de Aurora – Parte X
Si se cumplen todas las etapas anteriores, Aurora podrá tener la condición para expresar su tarea hacia la superficie y, especialmente, su trabajo con los principios de la cura, será posible.
Cada etapa que se llevará adelante, dentro de este proyecto de la finalización y de la manifestación de Aurora, no solo le mostrará al Universo que los servidores y los seguidores de la Obra están comprendiendo lo que habla y pide la Jerarquía, sino que también otras serán las oportunidades para el Uruguay, como país, y para la región.
En este sentido, será importante que todos colaboren en cada una de las fases de la nueva manifestación de Aurora, independientemente de si pertenecen a un grupo de sustentación o no. De esa forma, las consciencias podrán constatar que cuando existe unidad de propósito es posible llevar adelante cualquier pedido de la Jerarquía.
Si existiera esa respuesta inmediata y precisa, sin dejar nada hacia atrás, mayor será la consciencia del propósito grupal que se construirá para la Nueva Aurora.
Espero que cada obrero del Plan sepa la importancia de ir construyendo Aurora día a día, hasta que se cumpla el propósito, y de no dejar de colaborar en todos los sentidos, hasta que todos vean el Centro Aurora manifestado en su máximo esplendor.
Para eso, la organización del grupo a través de una programación mensual que detalle etapa por etapa, ayudará a que toda la Obra tome consciencia de los posibles retrasos, así como de las diferentes metas.
En ese organigrama mensual, que será acompañado por un arquitecto y por un constructor, toda la Obra se podrá actualizar de lo que está faltando para finalizar cada etapa.
Es importante que cada servidor de la Obra sepa que, a medida que se vayan completando las diferentes fases de la manifestación de Aurora, también se irán estableciendo los tesoros de la Jerarquía, para que estén activos, ayudando a la humanidad.
Cada paso en la manifestación de Aurora, el acompañamiento y el esfuerzo sincero del grupo para con la Jerarquía, le concederá esa esperada oportunidad al Uruguay y a Sudamérica; algo espiritual que Aurora tiene para ofrecerle a las almas.
En esa actitud de prontitud, de respuesta inmediata y sin demora; en esa actitud verdaderamente fraterna para con Aurora, Yo los invito a estar todo el tiempo, sin vacilar.
¡Les agradezco a todos los que harán posible la nueva etapa de Aurora!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Que la Gloria de Dios esté en este lugar para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Abriendo las puertas del Universo Celestial, la Consciencia de la Madre de Dios penetra las dimensiones profundas de la Tierra, para traer a las almas una gracia y una oportunidad.
Es que hoy tampoco estoy aquí sola, sino rodeada por las Jerarquías de la Luz, aquellas grandes Consciencias del Universo que contemplan, tiempo tras tiempo, el Plan Divino de Dios y Su manifestación en los diferentes mundos.
Con la gran bóveda del Cielo, hoy bendigo a todas las almas de la humanidad y mientras Mis portales se abren, la Luz de la Nueva Aurora emerge en el corazón de aquellos que creen en ella.
En este momento, una intervención espiritual se establece entre el Universo y la Tierra, entre las almas y Dios. Y una Gracia extraordinaria permea a todos los espíritus de la Tierra para concederles la Paz, la Redención y el Amor vivo de Dios en cada corazón humano.
Es de esta forma que las estrellas de Mi Corona de Luz hoy descienden sobre la Tierra, rodean la órbita de este planeta para encenderlo, no solo en Luz, sino también con todos los atributos de Dios, con las doce principales corrientes de Su Divino Espíritu, que harán de la Tierra un planeta rescatable y una Nueva Humanidad redimida, que finalmente seguirá los mandamientos del Señor.
Por eso escuchen la voz de la Madre de Dios en este día único y extraordinario, en donde no solo sus almas se ven beneficiadas por el Universo Mayor, sino también sus seres superiores que participan de esta coyuntura; aquellos seres que vinieron a la Tierra con un principio y con una misión, la que en estos tiempos definitivos se revelará para aquel que quiera abrirse a conocerla, porque esa misión y ese principio espiritual serán un aporte importante e imprescindible, diría, una gran tarea espiritual e interior que cada alma podrá donar para Dios con la plenitud de su corazón y de su vida, donándose constantemente al Creador en entrega, en servicio y en sacrificio.
Este compromiso de cada ser de la Tierra es vital para estos tiempos. Es por esa razón, queridos hijos, que las grandes Jerarquías de la Luz, hoy reunidas alrededor de su Madre Celeste, contemplan la gran oportunidad que tienen las almas del mundo, en esta coyuntura universal y cósmica, en donde las almas más despiertas y más disponibles para este nuevo año que comenzará, tendrán la gracia de dar un nuevo paso bajo la bendición de Dios y de Su Divina Confianza, concretando así Sus Principios y Voluntades, materializando Sus Proyectos y viviendo plenamente Su Plan.
No deben perder la oportunidad de comprender lo que Dios necesita, porque Sus Palabras no se desperdician, son agua de Fuente Viva para todas las almas de la Tierra, para todos los congregados por Su Amor.
De universos superiores viene el auxilio para el mundo. Lo desconocido se torna conocido, los Misterios se develan y las puertas se abren, para que el Sagrado Conocimiento de Dios descienda una vez más a la Tierra y esto fortalezca a las almas en su compromiso con el Plan y la vivencia de los Principios de Dios y del Propósito que el Padre tiene para cada ser.
Por eso hablo de que es una oportunidad única e irrepetible, para que este nuevo año que comienza no solo sea permeado por la consciencia y por la sabiduría, sino por la concienciación de todos, sobre lo que verdaderamente deberá suceder para este nuevo ciclo, con el aporte y la colaboración de todas las criaturas de Dios, de todos los servidores de Cristo, de los que quieren plenamente vivir en el Señor, para así, siempre encontrar Su Reino.
En los silencios de Mi Alma es cuando descienden los más importantes códigos y las almas se pueden nutrir de la Verdad.
De esa nutrición espiritual el alma encuentra su camino, retorna a su origen y despierta a la Consciencia Divina, encontrando el sentido de su existencia y la capacidad, cada vez más, de poder amar de verdad y sin condiciones, transcendiendo los límites, las fronteras y las dificultades.
Porque será el amor de cada uno de ustedes al Plan de Dios lo que permitirá que Sus Obras sigan aconteciendo; permitirá que todo pueda suceder y que nada, absolutamente nada, sea alterado por la indiferencia de los hombres o por la mediocre colaboración de las almas.
Para concretar el Plan de Dios y su próxima meta, es necesario de colaboración y de adhesión, de una adhesión verdaderamente interior, para que después sea una adhesión exterior y verdadera que pueda cumplir los preceptos de Dios, según como Él lo ha pensado y lo ha destinado para el mundo.
Pero mientras eso no suceda, hijos Míos, Dios esperará en Su Reino por las respuestas de Sus hijos. Su Reino Celestial debe descender a la Tierra en este tiempo crítico, porque de lo contrario el planeta no sobrevivirá.
Es necesario, hijos Míos, que comprendan más allá de las formas, de la mente, más allá del corazón. Que se puedan unir a la Fuente para encontrar el sentido de Sus principios y la manifestación de Sus Proyectos para estos tiempos agudos de la Tierra.
Todo el conocimiento que ya fue entregado debe ser la base para su reflexión y despertar, para su próximo paso en este año que comenzará, esperando una respuesta sincera y honesta de todos los corazones para con el Padre Celestial, y una respuesta que comprende más allá del conocimiento, que entiende más allá de la sabiduría, que acepta más allá de las formas y que se adhiere de corazón y de forma incondicional a lo que Dios necesita.
Todos esos cambios y todas esas vivencias formarán esa gran respuesta de parte de la consciencia humana, la que concederá de parte de la humanidad, la continuidad de Plan y la manifestación para estos tiempos.
Pero es importante que en este ciclo que termina, cada uno de sus corazones, cada una de sus consciencias, haga una síntesis interior, perciba la realidad, despierte a la verdad y tome conocimiento de lo que necesita tomar conocimiento, no perdiendo la Palabra de la Jerarquía, no perdiendo el sentido del Mensaje, para encontrar las próximas llaves que necesitarán, que abrirán las puertas a las nuevas oportunidades y al descenso de las nuevas gracias que tanto necesita el mundo, y también la humanidad.
No quisiera que en este año terminaran con alguna ignorancia, con alguna incomprensión o con alguna duda.
Deseo que en este año que termina su respuesta sea sincera y verdaderamente honesta para con Dios.
Lo vuelvo a repetir para que lo comprendan y lo acepten, para que lo vivan y especialmente, para que lo practiquen, sabiendo que aún hay mucho para hacer en esta humanidad que está doliente, que está enferma por apartarse del Amor de Dios, por creer en el amor propio, en las fantasías, en las ilusiones, en los espejismos que todo el mundo ofrece día a día, tiempo después de tiempo.
Pero su recapacitación para con la Jerarquía, la concienciación de su respuesta honesta y verdadera, creará nuevas oportunidades, nuevas condiciones de que la Gracia Universal y la Misericordia Cósmica llegue a más corazones de la Tierra y a más naciones.
Recuerden que aún espero poder llegar a Asia y Oceanía y esa meta deberá concretarse por todos para este nuevo año que comenzará.
No dejaré de venir al mundo hasta poder concretar esta misión espiritual, junto a la unión con todos Mis hijos y bajo la respuesta de todos.
Esto permitirá expandir la Obra en la humanidad, las misiones de servicio y de caridad en regiones tan lejanas del planeta, en donde existe la verdadera desesperación, el caos, la enfermedad, la indiferencia y la soledad de muchos corazones.
Pero ahora, hijos Míos, ustedes que son portadores de la Gracia y de la Misericordia de Dios a través de los tiempos, tienen todas las posibilidades y todos los medios para poder realizarlo, y así también poder duplicar y difundir este llamado a más corazones en el mundo, que deben despertar a la concienciación de estos tiempos, a la emergencia de estos tiempos, a la necesidad de la vida fraterna y de servicio para con las almas del mundo.
La cura del planeta está en sus manos. El cambio de la consciencia está en su interior y la elevación de esta humanidad está por medio de su oración.
Cumplan con Mis pedidos para estos próximos meses. Sean obedientes y vayan a los Centros Marianos. No dejen que la comodidad los sumerja. Hagan el esfuerzo que es necesario, que es justo, del cual merece Dios, de cada uno de ustedes por todo lo que Él les ha dado en estos últimos once años.
Así, hijos Míos, por más de que esté la tempestad en la humanidad, la oscuridad en el planeta, la tribulación en los corazones perdidos, no Me cansaré de venir al mundo una y otra vez, porque llevaré en Mi Corazón de Madre la respuesta sincera de Mis hijos para poder mostrarle a Dios y así continuar adelante con Su Plan, de que el Reino del Padre viva y more en todos los corazones para que triunfe Su Amor y Su Plan.
Tal vez en esta noche esperaban escuchar grandes cosas, más revelaciones que puede impulsar Mi Corazón. Pero eso será posible, hijos Míos, cuando su respuesta se amplíe, supere las barreras, trascienda los miedos y que ustedes se puedan adherir absolutamente a lo que les digo, sabiendo que por detrás de cada una de Mis Palabras existe un propósito, un sentido y un objetivo espiritual que aún no alcanzan sus consciencias.
Por eso, hijos Míos, abran los sentidos internos, abran el corazón y acojan Mis Palabras con la dulzura del amor por la cual las entrego, para que sus vidas se enriquezcan en Dios y vivan la plenitud de Su Sabiduría. Aún queda tiempo para poder cambiar.
Gran parte del mundo llorará por no haber cambiado, pero si el cambio nace de muy pocos, todos en la mayoría, se sentirán impulsados a cambiar, hasta en lo más pequeño que parezca.
Por eso, hijos Míos, en esta noche de gloria, de júbilo y de amor, en donde los portales del Universo están abiertos para elevar sus consciencias y a todo el planeta, la consagración de los Hijos de María en esta noche especial, es un compromiso irrefutable, intransferible e inmediato. Un compromiso de orar por los Planes de la Santísima Trinidad y de comprometerse en la vida material de espejar esta Voluntad Superior por medio de los actos, de las virtudes, del servicio y de la entrega, que serán los medios que transformarán sus consciencias para poder vivir algún día el Amor Crístico.
Que los que hoy se consagrarán se coloquen a la derecha del altar, y vengan aquí con el ánimo que Yo les entrego, que le entrego a todas las almas, a todos los que Me escuchan y a todos los que Me viven, porque la unidad de nuestras consciencias es donde se construirá el Plan de Dios y se manifestará, y sus bendiciones serán ilimitadas.
Sus Gracias se expandirán en sus consciencias y corazones, y así sus vidas se transformarán completamente conforme a lo que Él ha pensado para cada una de sus esencias.
Por eso, hijos Míos, hoy los consagro para que puedan vivir el compromiso con Dios, en nombre de millones de almas que no lo viven, que están sumergidas al hipnotismo y en la ilusión mundial y que despertarán de golpe a su realidad y vivencia, cuando Mi Hijo retorne por segunda vez a la Tierra.
Pero ustedes tendrán la oportunidad, hijos que hoy se consagrarán, de poder ayudar a esas almas que desconocen, colocándolas en la oración en cada acto de amor y de servicio, para que la Gracia Divina toque esas consciencias y más almas se puedan transformar según Cristo, según Sus Principios de Amor y de Verdad.
Escuchando el himno de su consagración, que la Fuente de la Gracia Suprema se aproxime sobre esta amada Aurora, para que los corazones sientan el gozo de vivir en el Amor de Dios, en la Gracia de Su Sabiduría, la que cura los corazones heridos, cicatriza a las consciencias que fueron lastimadas por el mal, disipa todas las dolencias espirituales e internas.
Aurora, en el Nombre de Dios, les concede la cura interior y la absolución de sus deudas, para que ese compromiso sea verdadero y transparente, amoroso y humilde, siguiendo los pasos de Nuestro Redentor, Jesucristo, el Salvador.
Colocando su mano sobre el corazón reciban la Luz de Mi Espíritu, reafirmando el compromiso con Dios y la meta de materializar Su Propósito para estos tiempos, a fin de que más almas alcancen la cura, la redención y el perdón, así como hoy ustedes, hijos Míos, ante el Universo de Dios lo alcanzan por una Gracia extraordinaria y por una expiación infinita, frutos de la Obra de la Misericordia.
Y hoy los ángeles del Santísimo Hijo transustanciarán los elementos ofrecidos a los pies de la Madre de Dios, los que se convertirán en el Cuerpo Vivo y la Sangre Viva de Cristo, para que las almas se alimenten de la comunión reparadora con Dios y de Su Esencia Sublime, la que es eterna en todo el Universo Creador.
Así como lavo sus almas, lavo sus cabezas, sus manos y sus pies, con la Fuente del Espíritu Santo, para que sus vidas se reparen en la comunión con Nuestro Salvador.
Que la Sangre Divina de Cristo sea vertida como Código de Luz en las almas sedientas del Amor de Dios.
Que el Agua que brotó del Costado de Cristo descienda como cura a los corazones.
En esta noche donde el mundo no vigila ni adora, que el Cordero de Dios, que fue inmolado y llevado al matadero, sea reconocido y adorado por sus fieles seguidores en el mundo entero, para que sus atributos de Gracia y de Misericordia, fuentes de cura y renovación, se expandan en la humanidad para tornarla algún día rescatable y sagrada, así como el Padre Celestial necesita por los siglos de los siglos. Amén.
Coman del Cuerpo de Cristo, beban de la Sangre del Señor y confíen que todo se reparará y se curará conforme como Dios lo ha pensado.
Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices serán los que en esta noche se sirvan del Señor, Amén.
Padre Nuestro...
Y ahora que fueron consagrados con el Espíritu, sean consagrados con Mi Paz, en la Esperanza, en la Fe y en el Amor de que comprenderán para los próximos meses lo que Dios necesita de ustedes, para que Su Voluntad se cumpla en toda la Tierra y en toda la humanidad.
Yo los consagro, hijos, y los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En alegría y en júbilo, en nombre de Mi Hijo, se darán el saludo de la paz, para que la paz permee la Tierra.
¡Les agradezco!
Cuando Mis apóstoles no se comprendían o, por alguna razón, no se unían, Yo les pedía que no se olvidaran de la paz, porque la paz es un medio que lleva a las almas hacia el amor.
Hacer todo en paz es aproximarse al amor y el amor nos lleva al entendimiento y a la sabiduría.
Jamás ninguno de Mis apóstoles tuvo la razón de su lado, porque, siendo imperfectos, unos y otros, nadie era portador de mayor sabiduría, porque la sabiduría nos la da Dios.
En este tiempo, esa separación, inducida por el adversario, ha sucedido entre Mis servidores porque algunos no creyeron en los otros o no se adhirieron a alguna causa, lo que ha debilitado el campo de acción de Mi Obra de Redención.
Si la Jerarquía no interviniera todos los días en las diferentes situaciones que viven Mis apóstoles del fin de los tiempos, no existiría la posibilidad de concretar el Plan.
El crecimiento de la consciencia universalmente se mide en los grados de amor; pero si ese amor aún no está maduro en los corazones o en la vida grupal comunitaria, hay que buscar alcanzar la paz entre los seres para que ese amor tan esencial e importante se manifieste.
Se deberá tener mucho discernimiento al momento de actuar o de hablar para no provocar brechas y, así, cerrar las puertas a posibles embates.
El amor también es decir “no”, así como decir “sí”, porque el amor solo debe expandir la consciencia a través de las experiencias que harán que el ser se redima.
Busquen primero esa paz para encontrar enseguida el amor que les concederá el entendimiento.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para que haya unidad en el planeta debe haber unidad en los corazones, entre cada ser y Dios y entre los constructores de la nueva vida, los llamados servidores y consagrados de este tiempo.
No teman. El mundo agoniza y las naciones se estremecen; las pruebas del planeta ya comenzaron, pero si en sus corazones habitan la paz y la unidad nada de lo que suceda en el mundo los desanimará ni destruirá su fe.
Vengo para ayudarlos a colocar sus ojos y sus corazones en lo Alto, en el Propósito Divino y en el Plan de Dios que se diseña a través de sus vidas.
No les digo que estén ajenos o ignorantes delante de lo que sucede y sucederá en el mundo, solo les pido que mantengan sus corazones en Dios, porque ya llegó el momento y la hora de cargar la cruz del mundo y la cruz del triunfo del Amor, dentro y fuera de ustedes.
Así como su Señor, Jesucristo, vivirán humillaciones y soledad, vivirán agonías y tristezas; pero, por encima de todo, vivirán la unidad con la Madre de Dios, vivirán el amor y la fidelidad de los que acompañarán sus pasos hasta el fin.
Crezcan y que el propósito de sus vidas sea el establecimiento de un Plan Mayor. Ya no son niños delante del Padre. Cristo los llama compañeros; Yo los llamo amigos, porque eso es lo que deben ser en este tiempo: fieles ante la Voluntad Mayor, osados delante de las pruebas y dispuestos a cargar, con Cristo, Su última cruz que es la cruz del mundo.
Cuando su Señor cargó la Cruz en el Calvario, abrió las puertas de un nuevo tiempo, instituyó en el mundo la Gracia y la Misericordia y le concedió a la humanidad una nueva oportunidad para que pudieran construir en su interior un nuevo hombre, una nueva vida.
Ya pasó mucho tiempo desde ese acontecimiento; ya aprendieron mucho, como seres y como humanidad. Ahora es tiempo de sellar su compromiso y abrir las puertas para que su Señor retorne al mundo, no solo para traer la paz, sino también para enseñarles a cargar, con Él, la cruz de los últimos días.
Ya no huyan de esa cruz. No lo dejen solo. Sean fieles y compañeros, así como Él lo espera.
Aparten sus corazones del sufrimiento y dispónganlos para el establecimiento del amor. Que para ustedes todo sea una oportunidad de superarse y de amar más, así como su Señor se superó, no solo a Sí mismo, sino también a Su Padre, por amor a todos ustedes.
Coloquen sus espíritus y sus corazones en la meta de amar.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que haya unidad entre los servidores de Cristo, que haya paz. Que cada ser profundice, en el propio interior, la unidad con Dios y reconfirme, todos los días, su adhesión al Plan del Creador.
En estos tiempos, hijos, no bastarán los vínculos superficiales y las adhesiones parciales al Plan de Dios. Es necesario que todos los seres le den importancia a su mundo interno y dialoguen con el Padre, para que Él los ayude a estar fortalecidos en estos tiempos.
No bastará con escuchar los mensajes que Dios les envía a través de Sus Mensajeros, porque Su enemigo está sembrando dudas y confusiones en las mentes y en los corazones de los servidores de Cristo y, para no sucumbir ante las tentaciones, su mundo interior debe estar fortalecido.
Hijos, ustedes no estarán libres de pruebas y de tentaciones; al contrario, en estos tiempos, ellas se intensificarán, porque la hora de la definición llegó para todos.
Así como el Padre permitió que Su Hijo fuera probado y tentado, no solo en el Getsemaní, sino durante toda Su Vida, también lo permitirá con ustedes, porque la superación del Amor debe partir de cada mundo interno.
El Padre siempre tendrá Sus Manos puestas sobre Sus hijos, pero para eso es necesario que abran el camino y creen un vínculo consolidado entre su propio corazón y el Corazón de Dios.
Sé que, en tiempos de expansión de la Obra Divina, las sobrecargas externas los llevan a superarse a cada instante, pero para que haya paz y superación en el amor, para que sus espíritus soporten estos tiempos, ustedes deberán sustentarse en un vínculo profundo con Dios.
Ustedes fueron creados para ser un puente directo hacia el Corazón del Padre, pero para eso, hijos, deben querer desarrollar su verdadero potencial, deben amar el propósito de su existencia y reconocer que, más allá de todas las demandas externas de la vida, lo más importante es buscar a Dios y crear un vínculo vivo con Él. De esa forma, tendrán sabiduría, fortaleza, paz y, sobre todo, amor para superar estos tiempos y ser precursores de una Nueva Vida.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
El verdadero recibimiento de los peregrinos de Dios comienza abriéndoles el corazón para sentir su necesidad interior y su súplica.
El recibimiento de los peregrinos representa acoger a esa parte de la humanidad que, a pesar de las circunstancias, de tiempo en tiempo aspira a alcanzar la vivencia de la Sagrada Voluntad de Dios.
Por eso, así como recibes al peregrino es como recibes interiormente al Señor Jesús.
Cada gesto compartido con el peregrino, cada oración realizada en nombre del amor y de una ardiente aspiración, representan una puerta de Misericordia que se abre para aliviar un profundo y antiguo dolor.
El recibimiento de los peregrinos, dentro de la misión de los Centros Marianos, es una de las principales tareas de cura planetaria para el fin de los tiempos.
El recibimiento de los peregrinos representa esa posibilidad que cada servidor tiene de dar lo mejor de sí, más allá del lugar, de la situación o de la nación que provengan.
Recibir a los peregrinos en los Centros Marianos es como recibir a Jesús y encontrarlo en la expresión de la fe, del dolor y del sufrimiento de cada hermano.
La tarea de los que acogen a los peregrinos siempre será dar amor para sembrar la cura y el perdón interior, tan necesarios para estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La vida eterna es el mayor tesoro que las almas reciben por haber servido a Dios, en este planeta y en esta humanidad.
La vida eterna es el triunfo del servidor de Dios, de aquel que aprendió a trascender los límites de la materia y los propios límites internos, buscando plenamente, en cada etapa de su vida, cumplir la grandiosa Voluntad de Dios.
La vida eterna es para todos, por eso siempre deben aspirar a ella.
Cada momento de servicio, de oración y de entrega incondicional por el prójimo es una oportunidad de profundizar en la aspiración de encontrar, algún día, esa vida eterna, a fin de fundirse con Dios en Su más misteriosa Esencia, en lo profundo del Templo de Su Corazón.
Deben aprender con este ejemplo, compañeros, a superar los límites de la materia y a encontrar el sentido en lo que es infinito y eterno.
La vida material no termina aquí, sus espíritus son los que se forjarán en nuevas escuelas y con nuevos aprendizajes, los que alcanzarán nuevas esferas y abrazarán nuevos conocimientos para poder seguir recreando esta Creación.
Cada vez que un servidor alcanza esa trascendencia de sí, la confirmación del Plan de Dios se fortalece; pero si más almas en el mundo se animan a hacerlo, eso enriquecería la Obra de Dios y las Gracias que provienen de Su Corazón no dejarían de descender a la humanidad, porque sus vidas serían ese espejo que Dios necesita para que Él pueda refractar Sus Atributos en estos tiempos críticos.
El origen de su existencia y todo lo que han vivido a través de los tiempos son un precioso legado interior que ayudará a constituir a la Nueva Humanidad cuando ella comience a formarse espiritualmente.
Cada esfuerzo que hagan en sus vidas, por más pequeño que parezca, ayudará a Dios en la manifestación de Su Divino Plan en toda la esfera de la Tierra.
Deben aplicar en sus vidas, poco a poco, los Atributos de Dios.
No servirá de nada, compañeros, que se arriesguen a vivir todos los Atributos de una sola vez, porque de forma paralela está su transformación y su redención; deberán redescubrir en ustedes, todo el tiempo, el motivo y el propósito que los trajo aquí, a este despertar de la consciencia profunda para poder servir a Dios, así como Él lo pensó para cada uno de sus seres.
Lo que hoy les digo, compañeros, no es nada nuevo.
La vida eterna palpita en el Universo, es parte de toda la vida universal y esta se recrea de tiempo en tiempo, a fin de fortalecer los grados de amor en todas las consciencias que forman parte de esta Creación en los diferentes planos, en las diferentes dimensiones.
Quiero que se animen a practicar el legado que les fue entregado.
Es hora de que nuevos servidores puedan surgir en esta humanidad.
Es hora de abrir las puertas, aún más, para el conocimiento, para que los misterios dejen de ser misterios y esta humanidad de superficie sea consciente de la verdadera realidad que va más allá de este planeta y de este Universo Local.
Si sus vidas aspiran a esa vida eterna, viviendo cada prueba con gratitud, viviendo cada aprendizaje con alegría, permitirán que nuevos principios lleguen a sus vidas y ustedes sean ejemplos para muchos más que necesitarán de la Fuente de Amor interior para poder soportar estos tiempos y estas grandes definiciones que se acercan a la humanidad.
El último 8 de agosto ya fue el comienzo de un nuevo ciclo. Septiembre vuelve a confirmar ese momento.
Es hora de poner atención en los acontecimientos de la humanidad y aplicar las Leyes superiores, no solo en sus consciencias, sino también en la vida externa para que más almas se puedan salvar y vivan este regocijo interior de haber podido servir a Dios, así como Él lo ha pensado desde el principio, desde el principio de sus orígenes, desde antes que fueran una existencia o una molécula de luz.
La Obra continuará con su trayectoria adelante, aún hay mucho por hacer, por rescatar, por redimir y, especialmente, por perdonar.
Su respuesta en este día es el reflejo de su entendimiento, porque de a poco se van abriendo para poder comprender a la Jerarquía que es la que guía todo esto desde el principio de la Creación.
Ustedes saben, compañeros, que su primera Jerarquía es el Padre Creador y después todas las que están debajo de Él, hasta llegar a los Instructores de la superficie, los que son enviados al mundo a través de los tiempos para que la humanidad no olvide la esencia de su origen, el motivo principal de su propósito, el cual las fuerzas del caos consiguen distraer y desvanecer de la consciencia.
Pero en el caso de ustedes, compañeros, que tienen más herramientas que la mayoría de la humanidad, su responsabilidad es más grande que la del prójimo.
Todo lo que hagan en este tiempo deberá repercutir en el bien.
Por eso es importante que dentro de ustedes tengan los principios claros para saber proceder correctamente, para abrirse correctamente a lo que habrá que seguir transformando.
La evolución de la humanidad deberá continuar adelante.
Hoy una nueva escuela comienza para los discípulos que se han abierto a Mi llamado, para todos los que supieron acogerme aquí, como también en sus corazones, sabiendo que la Jerarquía no pierde el tiempo delante de los acontecimientos que se desencadenan en la humanidad.
Aún hay tiempo de poder revertir los errores del mundo y eso comenzará primero con sus ejemplos, llevando una vida digna, viviendo un compromiso verdadero, lejos de la ilusión o de cualquier fantasía, teniendo consciencia de la importancia del cambio, de la transformación de los tiempos y de la elevación de la consciencia.
Hoy han subido un escalón más dentro del Plan de la Jerarquía. No desciendan de él, continúen elevándose para que la Jerarquía pueda confiar y obrar.
Cada uno tiene su parte en todo esto. Lo que se firma en el Universo no se borra, aunque la consciencia ya no esté aquí, presente.
Los que tienen compromisos con la Jerarquía y no los han comprendido no podrán pensar que nunca los tuvieron, porque es un compromiso espiritual, firmado ante los Señores de la Ley. Aunque el ser lleve otra vida, nunca podrá separarse de ese compromiso. Aunque no lo cumpla, ese compromiso volverá a presentarse de alguna forma para recordarle lo que le debe a Dios.
Por eso los que no están aquí están sufriendo y los que permanecen pueden sentir la paz, más allá de su purificación, porque el Plan se construye con las consciencias y él se realiza con el “sí” de todos.
La Jerarquía no espera el sufrimiento de nadie más ni la incomprensión del semejante.
La Jerarquía espera la ardiente devoción de cada corazón que sabe responder al soplo del espíritu, que se abrirá para escuchar y comprender más allá de las formas.
La Obra no es una persona, es la manifestación de una Voluntad Divina, es una de las grandes ramas del Árbol del Propósito; si ustedes cuidan de él, siempre brotará y dará nuevos frutos.
Los frutos que recibieron fueron las Gracias que les hemos entregado.
Ahora habrá que seguir arando la tierra para volver a sembrar en este nuevo ciclo y que así puedan cosechar, en el futuro, lo que Dios les entregará por medio de su confianza y de la fidelidad de todos.
La fidelidad la construirán siendo verdaderos de corazón y de palabra, eso los hará libres para que puedan servir más y más, y para que, a pesar de cualquier circunstancia, nunca sientan cansancio por esperar a Dios, hasta cuando Él decida llegar, como hoy.
La memoria del amor nunca se borra. La experiencia del amor que puedan vivir con el propio Dios del Universo, enriquecerá sus vidas y les dará la fuerza interior que necesitarán para enfrentar los últimos tiempos.
Pero deben cumplir los atributos para que nunca les falte la esperanza interior, a pesar de cómo se desencadenen los tiempos o todas las purificaciones.
A través de este nuevo escalón que han subido, se abrirá una nueva escuela que se profundizará dentro de la que ya existió y que traerá, para todos, la mayor consciencia de lo que Dios necesita revelarles para que puedan seguir aprendiendo y así se puedan renovar, como hoy se están renovando.
Su Instructor fue hacia una nueva escuela. Él está abriendo el camino para que puedan llegar hasta allí; para que sus espíritus, sus verdaderos seres superiores, puedan traer de esas esferas lo que el mundo necesita hoy, alineados con la Jerarquía y obedientes al sagrado conocimiento.
Es hora de que sean conscientes de lo que han venido a vivir y de lo que han venido a cumplir en este ciclo y en este tiempo.
No se trata de solo escuchar a la Jerarquía, se trata de obrar junto a la Jerarquía, de asumir con alegría cada nueva convocatoria. Eso permitirá que el planeta no se hunda y que la humanidad no se cristalice con sus propios errores, con sus propias acciones, con todos los cometidos que llevan a las almas a perder el sentido de su existencia en este mundo.
La puerta de Mi Misericordia abrió el espacio para esa nueva escuela, en donde hoy su Instructor se encuentra con antiguos hermanos de otras estrellas, que en este día lo reencuentran para seguir viviendo esa trayectoria hacia el Infinito, para seguir emitiendo los impulsos de luz que todos los discípulos que han quedado aquí, en la Tierra, necesitan, a fin de seguir transformándose hasta llegar a ser Nuevos Cristos.
Vamos a seguir reconstruyendo el Plan por medio de los servidores, de los que se han autoconvocado.
Vamos a restaurar esta humanidad por medio de todos los seres superiores que, a pesar de vivir la escuela del amor y del perdón, se están ofreciendo para seguir los pasos de la Jerarquía y ayudar a elevar la consciencia de la humanidad de dimensión y de plano.
Que Mis Palabras puedan resonar más allá de sus oídos.
Que siga siendo sagrada la Instrucción de la Jerarquía y la palabra de los que instruyen y se han ofrecido a Dios para vivirlo en nombre de muchos más.
Que no existan resistencias a los cambios.
La Gloria de Dios les fue dada, ahora deberán glorifican sus vidas para que esa Gloria retorne a Dios y el Universo se recree una vez más.
Eso comenzará con la vivencia de su responsabilidad, de su adhesión y de su unión con el Plan, a pesar de cualquier circunstancia.
Los que se fueron hace un tiempo de aquí hoy son bien recibidos, porque siempre tuvieron un lugar en Mi Corazón, sino Yo no estaría aquí, no tendría sentido.
Pero es hora de vivir correctamente lo que la Jerarquía pide, despojándose de su propia voluntad y hasta de sus propias creencias, sino no podrán vivir el nuevo ciclo. Nadie puede quedar atrás.
Por eso hoy les estoy extendiendo Mi Mano, como Maestro entre los Maestros, como Instructor entre los Instructores del Universo.
Aún tengo Mi Mano extendida hacia la humanidad, porque sé que ella necesita de ayuda y que no podrá hacerlo sola.
Reciban, entonces, el aliento del Instructor del Universo, del Humilde Señor entre los Humildes Señores, del Portador de la Paz entre los Portadores de la Paz, del Hijo de Dios, Jesucristo.
Yo siempre vendré a darles todo lo que tengo, porque nací para ser el Verbo Encarnado y así poder ser el Ejemplo para todos Mis compañeros y amigos que, a través de los tiempos, deben seguir las huellas del Señor.
Hoy sus espíritus terminan una academia interior, porque su Instructor partió hacia nuevas escuelas para poder instruir a nuevos discípulos que necesitan de la misma gracia que ustedes recibieron.
Hoy les dejo a los Instructores que están aquí para que ustedes vivan la nueva escuela que necesito que vivan, abiertos de corazón, en comunión con sus almas y en gratitud hacia el Universo.
Así habrá más tiempo para el rescate planetario, para que muchos más puedan entrar en Mi Barca antes de que venga el diluvio de la Justicia.
Les doy ejemplos y les digo verdades.
Ofrezcan, entonces, su corazón a Dios para que se reconfirme su compromiso y nada sea desperdiciado. Así agradarán a su Redentor y vendré a traerles, como hoy, otra Buena Nueva.
En el nombre del Universo, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Segundo Mensaje
Quisiera que el mundo comprendiera lo que Yo vivo y lo que siento, pero sé que es muy desconocido para la mayoría de Mis compañeros poder comprender lo que verdaderamente necesito para este ciclo, en el que la humanidad agoniza hora tras hora, tiempo tras tiempo.
He venido aquí para compartir lo que Soy y todo lo que tengo.
No vengo a pedir lo que el mundo no Me puede dar, sino que vengo a pedir lo que el mundo Me puede entregar.
Cuando están vacíos, todo Yo lo puedo hacer y aún más Mi Misericordia se puede derramar en aquellos que escuchan Mi Voz y Mi Palabra y la hacen parte de sí en cada momento de la vida, como en cada oportunidad de servir para ampliar la consciencia en los grados del amor y del perdón.
Lo que Dios Nos ha enviado a hacer aquí, a Portugal, y en Europa, es muy grande, algo que no será palpable a la vista de muchos, sino que será conocido por los que abran su corazón para poder comprender la Obra de la Jerarquía y cómo la Jerarquía Espiritual la construye, de ciclo en ciclo y por intermedio de los servidores.
Que no les falten ganas de poder conocer Mis Misterios.
Que no les falte motivación de poder cumplir Mis designios.
Que no les falte ánimo de poder llevar adelante Mi Voluntad.
Porque todo lo que Yo tengo pensado, Pensamiento que proviene de la Mente Divina del Padre, se deberá cumplir, para que, por medio del amor a la cruz que muchos viven la humanidad pueda redimirse de verdad y sin prejuicios.
Por eso Mi Misericordia es la Fuente que todo lo concede y que todo lo realiza.
Recuerden que no pueden llegar al Padre sino a través de Mí.
Y para llegar al Padre a través de Mí, deben pasar por la Fuente de Mi Divina Misericordia, para que se den cuenta y perciban que se deben perdonar a sí mismos y deben perdonar a los demás.
Deben perdonar el pasado y perdonar el presente.
Deben perdonar todo lo que es interno y también lo que es externo.
Deben perdonar lo que no aceptan y deben perdonar lo que les duele.
Así el mundo podrá cambiar y no será necesario sufrir más, no será necesario que algunas almas se ofrezcan al sufrimiento y a ese estado tan desconocido por el mundo.
Cruzar la puerta del sufrimiento por el mundo es cruzar la Puerta hacia Mi Corazón, hacia un espacio en donde muchos, en estos tiempos, no quieren ver la realidad por temer conocerla profundamente.
Pero si Yo Me ofrecí a la Cruz por ustedes, no habrá nada que temer.
Yo les ofrezco incansablemente que Me ayuden a cargar con esa cruz que es la cruz del mundo, la cruz de la Redención y de la Misericordia, la cruz del despertar y de la elevación de la consciencia.
Pero esa cruz que Yo les ofrezco a cada una de sus vidas es una cruz que debe ser liberada, y eso comienza en ustedes mismos, para que después se pueda dar en el mundo y especialmente en la humanidad.
Liberar a la humanidad de sus sufrimientos es algo muy grande y desconocido.
Por eso muy pocos son los convocados para esa tarea, para esa misión especial, de la que no se tiene total consciencia de lo que significa y de lo que representa; pero sí se tiene consciencia al poder sentir y percibir lo que se vive, paso a paso.
Por medio de Mi Misericordia necesito reparar el mundo y sustituir las corrientes negativas que aprisionan a la humanidad cada vez más.
Con su sí Yo podré hacer muchas más cosas.
Con su donación Yo podré conceder muchas más Gracias.
Con su incondicionalidad Yo podré socorrer y auxiliar al mundo y a los que Me dan las espaldas, a los que Me niegan, a los que ofenden a Dios por medio de sus ejemplos y modos de vida.
Hasta que la humanidad no aprenda a amar verdaderamente, deberá pasar por la Ley del Sufrimiento. Yo vine al mundo para poder enseñarles cómo liberarse de ella e ingresar en la Ley de Mi Gracia y de Mi Misericordia.
Aún de Mi Costado sigue brotando la Sangre Preciosa de su Maestro y Señor. Esa Sangre se derrama sobre el mundo y sobre la consciencia de la humanidad para poder justificar, por medio de todos los orantes que invocan Mi Divina Misericordia, los gravísimos errores y ultrajes que el mundo comete hoy, en estos tiempos críticos.
Por medio de la Sangre que brota de Mi Costado vengo a justificar los errores de las naciones, de los pueblos y de toda la humanidad, de cada uno de los seres que vive sobre la superficie de este planeta.
Por medio de Mi Sangre vengo a justificar y a reparar las cosas ante Dios, los hechos que someten y condenan el corazón de los hombres y la vida de todas las criaturas.
Porque desde el Huerto Getsemaní, en ese momento tan agudo para la Vida de su Señor, Yo ya sabía que este momento llegaría y que debería estar presente para testimoniar lo que Mi Padre, una vez, allí Me mostró.
Pero también vengo a testimoniar la Obra de Mi Misericordia que trasciende los tiempos y las formas, los modos de vida y las costumbres.
Vengo a testimoniar a los que en estos tiempos Me siguen y se congregan en torno a su Señor para confirmar Su Presencia en el mundo y especialmente en los corazones, en la esencia divina de cada ser, a pesar de la corrupción de estos tiempos y de las injurias de muchos, de muchos hijos de Dios.
Vengo, por medio de la sangre que brota en Mi Costado en este momento, a reparar Mi Iglesia, que como ven se está derrumbando.
Por eso, son llamados a estar adheridos a este momento junto a su Maestro y Señor; a hacer algo por los demás, algo más verdadero y profundo que pueda traer cura a las almas y los corazones heridos que una vez creyeron en Mi Iglesia y la han desahuciado por sus hechos y experiencias.
Vengo a renovar, en este día, el Sacrificio del Cordero de Dios para que no existan más corderos inmolados en este tiempo final.
Porque la Sangre que derramó su Señor de Su Costado ha sido suficiente, a fin de que ese testimonio de amor perdurara a lo largo de los tiempos y hasta el momento de Su Retorno por segunda vez a la humanidad.
Renueven el Sacrificio del Cordero de Dios todos los días.
No se olviden que el pan y el vino siempre deben estar en la mesa de su Redentor para que día tras día, momento tras momento, comulguen de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Así la vida será renovada a pesar de los acontecimientos y de las crueldades de este tiempo final.
Quisiera que comprendieran, compañeros Míos, de forma universal y de una manera más profunda y abierta, que el legado que testimonió su Maestro y Señor junto a Sus apóstoles en la Última Cena no puede perderse, no podrá desaparecer ni desvanecerse del corazón de los hombres.
Hasta ahora no he revelado lo que verdaderamente pasó en la Última Cena a nivel de la Consciencia del Espíritu y del Universo Celestial, pero ese momento se aproxima, esa hora está llegando, es el último Don que Yo le entregaré al mundo para la verdadera expresión de la vida sacerdotal y crística en las almas.
Sepan que ese legado siempre deberá ser su tesoro, su inspiración y su vida.
Que la comunión con Cristo no sea olvidada, ni un solo día, aunque sus cuerpos ya no puedan más.
Refúgiense en Mi Corazón y todo pasará.
La Llama de Mi Amor es más fuerte que todas las maldades del mundo y que todos los agravios.
Yo puedo transformar lo que ustedes no consiguen, si Me lo permiten. Pero mientras no Me lo permitan, como el mundo en su mayoría no Me lo permite, Mi sed aún será muy grande y amarga.
Sentiré la amargura, en este tiempo, más grande que cuando Me dieron de beber hiel en la Cruz. Ese es el símbolo de la indiferencia de la humanidad que deberá ser extirpada de la consciencia de los hombres y de las mujeres de la Tierra, para que exista una extraordinaria Gracia de despertar y de tener consciencia de lo que en verdad es vivir el Plan de Dios sobre la Tierra. Por eso, su valentía será imprescindible en estos tiempos.
Que su fuego interior nunca se apague y que su llama interior encandile las tinieblas que permean la Tierra por su inseguridad y su ofensa.
Por eso he dicho que esta será la Maratón del sacrificio, el momento de poder entregar el corazón en Mis Manos para que Yo lo pueda ofrecer como testimonio justificable ante Mi Padre y Su Reino por los agravios del mundo y la indiferencia.
Que nadie pierda la oportunidad de comprender lo que estoy diciendo y expresando.
Que nadie pierda la oportunidad de recordar Mis Palabras y de hacerlas parte de sí, porque estas son las últimas palabras que le estoy diciendo al mundo antes de que todo suceda.
Esa es la razón por la cual vengo con Mi Divina Misericordia, intentando expandirla y extenderla en el tiempo, aunque no haya tiempo, para que las almas ingresen en el Océano de Mi Amor y de la reparación, para que la cura se conceda en todos los espíritus.
No dejen de ayudarme en esta Peregrinación por la Paz, porque no será solo la paz que les daremos, sino también la consciencia de saber que es tiempo de cambiar y de vivir los Mandamientos de Dios como fueron escritos en el principio.
Eso renovará Mi Iglesia, eso le concederá a las almas la Gracia de volver a vivirme plenamente.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus mundos internos.
Que la Sangre de Mi Costado lave sus almas.
Que la Sangre de Mi Costado se derrame completamente sobre ustedes, para que el Sacrificio del Cordero sea aún más justificable ante la Creación.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Si tus pies te duelen por estar cansados, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si tus manos pesan por tanto trabajar, del amanecer hasta el anochecer, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si tus ojos están cansados y solo quieren cerrarse para dormir, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si eres el primero que madrugas y el último que te acuestas cuando cada hermano ya está descansando y confirmes que todo está en su lugar, sin reclamos, repite: “Alabado seas Señor”.
Si estás enfermo o si estás en agonía, si puedes sonreír o solo llorar, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si te dan la tarea más esforzada o si solo puedes estar en oración por tu imposibilidad de trabajar, solo repite: “Alabado seas Señor”.
Si quieres superarte pero no lo consigues, si te quieres trascender todos los días pero siempre tropiezas con la misma piedra, sin justificarte, repite: “Alabado seas Señor”.
Si estás cansado porque el día se hizo largo y ya no quieres ni escuchar una palabra más, sin odio, repite: “Alabado seas Señor”.
Porque todo lo que Dios nos coloca en el camino es solo para que aprendamos a amar más y más, y así alabar a Dios.
Nada está fuera de su lugar. Al contrario, cada prueba o desafío es para que nos resignemos diciendo: “Alabado seas Señor”.
Porque en el Cielo los servidores serán premiados por sus esfuerzos a fin de que, en cada momento como en cada paso, se manifieste la Voluntad de Dios.
Que el Señor sea siempre alabado para que Su eterna confianza esté en ustedes y así todo se renueve.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Realizando con tiempo y dedicación las obras de mejora de los caminos que conducen al Centro Mariano de Aurora, y con la ayuda de los servidores de Uruguay, Argentina y sur del Brasil, las almas le demostrarán al universo, en nombre de muchas más, que aceptarán y aspirarán a la permanencia en Uruguay de la Jerarquía Divina y, sobre todo, de la Presencia de Dios.
Aunque exista Mi Iglesia en este país, no es suficiente el calor interior que las almas de aquí Me dan. Solo siento plenitud cuando los peregrinos llegan al Centro Mariano de Aurora para reconocer y confirmar Mi Presencia.
Importantes jerarcas de Mi Iglesia podrían haber evitado la condenación de este pueblo en vez de volverme a perseguir como lo han hecho con esta Obra, siendo sensacionalistas y omitiendo las barbaridades que el pueblo aceptó asumir, por ejemplo, por medio del aborto.
Mi Iglesia, en vez de colocar la mirada en la perdición de las almas, les cerró las puertas a muchos corazones que debían llegar hasta Aurora para poder encontrarme.
¡Qué condenación!
Por eso, Me sirvo humildemente de los que Me siguen de verdad en este tiempo, sabiendo que todo lo que Yo deseo para el Uruguay es grandioso e infinito.
Llevando adelante la reconstrucción de los caminos físicos de Aurora, los grupos permitirán que Mi Presencia esté aquí a pesar de la indiferencia y, sobre todo, que el propio camino que será arreglado por los servidores sea el símbolo de la corrección de los desvirtuados caminos de esta pobre nación.
Les agradezco por obedecerme.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mis legiones de Luz están formadas por los ángeles del Cielo y por los servidores de la Tierra. Cuento con cada uno de ellos para derramar la Fuente Reparadora de Mi Divina e Insondable Misericordia.
De tiempo en tiempo, elevo hasta el Reino de los Cielos a todas las esencias y a las almas que incondicionalmente Me sirven, para que estén por un momento en Mis Brazos; pero, sobre todo, para que las almas que Me sirven y que también viven su purificación interior en este tiempo, se sientan aliviadas no solo por el Amor Misericordioso de Mi Corazón, sino también por el afluente de Mi Divina Misericordia.
Todos los ejércitos orantes de la Tierra se fortalecen de manera especial durante los días de Maratón de Oración; como sucedió esta vez que su Maestro y Señor, después de la última Sagrada Semana, se recogió en el Cielo y entregó, con total confianza, la dirección de Su Obra a Sus más preciados seguidores.
De esa forma las almas se van afianzando espiritualmente mediante el contacto interior con el sublime Océano de Mi Misericordia, para que en el futuro, cuando haya que atender a gran parte de la humanidad, las almas reciban los mismos impulsos de amor que hoy ustedes reciben.
La confianza y el fortalecimiento de la misma en estos tiempos, les permitirá a las almas hacer más reales sus santas virtudes y, de esa forma, colocarse por encima de toda ambigüedad u oposición, venciendo con el amor y la unidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Mientras los Mensajeros de Dios dan las primeras señales de Su recogimiento, Sus servidores, extendidos por toda la Tierra, ya deberán poner en práctica los conocimientos recibidos, porque el tiempo de asumir responsabilidades llegó.
Esas primeras señales indican el momento en el que todo estará a prueba, dentro y fuera de los seres.
Esas señales del recogimiento de los Mensajeros de Dios señalan el momento de saber atravesar los últimos tiempos con sabiduría y discernimiento, dejando atrás las acciones impulsivas que siempre llevaron a la humanidad a cometer muchos errores.
Con esto quiero decirles, hijos Míos, que restará de ustedes que, con lo que recibieron durante estos años, sepan guiar la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos teniendo como base de conducción todo lo que fue dictado en los últimos tiempos para poder llevar adelante este Proyecto Redentor de Cristo.
Al recogerse los Mensajeros Divinos, deberán encontrar la guía en nuestros Mensajes, sabiendo diferenciar lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer.
Con todo esto, amorosamente quiero decirles que, como adultos en la vida espiritual, no podrán depender de lo que antes el Cielo les daba de forma fluida.
Llegó la hora, hijos, de que vivan el apostolado, así como los primeros cristianos y cristianas lo vivieron en la más pura fe después de que su Maestro y Señor ascendió a los Cielos.
Les digo esto para que, desde ahora, se preparen y se animen a asumir responsabilidades y resultados, independientemente de lo que pueda decir o no la Jerarquía.
El Plan se cumple asumiendo cada uno su lugar, sin esperar que los llamen.
¡Les agradezco por comprenderme!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más