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Coloquen su mano izquierda sobre el corazón y ante Mi Padre reverencien este momento, este tercer encuentro Conmigo. Que en este mes de agosto concluye una etapa y el comienzo de una nueva para todos los misioneros de la Tierra, para todos los congregados en Mi Plan de Redención y de Luz.
Una etapa en este día se cierra y una puerta nueva se abre, para que la puedan cruzar en consciencia y hermandad.
He venido con los Seres Celestiales, los Elohim, todos los Seres Resplandecientes. Una parte de Ellos ha descendido para encontrarlos en este desierto sagrado y terminar de instituir el Plan que una vez comenzó y aún no pudo terminar, el Plan de establecer la Luz de los Centros Sagrados sobre la superficie del planeta, y para una humanidad, aún muy dormida.
Es esta Luz interior, que nace desde los Recintos Sagrados, que ayudará en la transición de la Tierra, y de todas las consciencias que duermen en el sueño de la ilusión.
Así, en este tercer encuentro, compañeros, vengo a abrir un poco más los ojos de sus consciencias. Vengo a traerles la síntesis de todo lo que ha sucedido en este encuentro de oración, de las posibilidades que tuvieron de dar nuevos pasos a través de este ejercicio espiritual, de este comando universal que Yo los invito a vivir.
Vengo a traerles la síntesis de la experiencia de amor en cada uno de ustedes, de lo que después de tres años y en este encuentro, Me pudieron dar con todos sus corazones, con todas sus almas y espíritus unidos a Mí.
Vengo a traerles la síntesis y la respuesta de esta tarea realizada, durante los dos días de esta fusión divina que se vivió entre el Desierto Sagrado, en el cual Yo Me encuentro, y Aurora.
Esa unión se irradió para todos, esa puerta fue abierta para todos, y no importa donde hayan estado. Mas, si sus corazones estuvieron aquí, así como Yo traje a sus almas para este encuentro, para esta nueva etapa que en este agosto se inicia, una parte de la Misión está cumplida.
La respuesta de los servidores es importante; eso hace que el Plan evolucione y se concrete en la humanidad, a pesar de lo que suceda a su alrededor, o en todo el mundo.
Este encuentro está marcado por un Rayo importante, que separa el viejo ciclo del nuevo ciclo. Este es el Rayo de la Transfiguración, el Rayo que Yo viví por ustedes, y así les pude demostrar Mi verdadera Faz.
Es esa faz espiritual que Yo quiero que busquen, su verdadera faz, lo que realmente son y han venido a cumplir en este planeta.
Así Yo formo a Mis discípulos, así Yo creo a Mis soldados: en la fortaleza de la oración y en la vivencia del servicio para con el prójimo.
Hoy vengo a sintetizar esta experiencia que han vivido en el desierto Conmigo, nombrándome como el Hijo del Sol, de la emanación de la Fuente Única, de la Sabiduría y de la Comprensión Absoluta sobre la Verdad del Universo.
Quise que pasaran por este desierto, compañeros, para que cuando les toque volver a cruzarlo, sepan cómo hacerlo, sin temor, y con mucha valentía.
Esta tarea aquí, con todos ustedes en Perú, en la consciencia y el espíritu, Me permitió retirar a algunos de Mis discípulos de sus desiertos bien profundos, en los cuales estaban perdidos; porque con Mi Gracia todo es posible, y cuando las almas invocan Mi Divina Misericordia, también lo es.
Así, les vuelvo a decir compañeros, que no dejo a nadie para atrás. Pero respeto el tiempo de cada amado Mío, hasta que finalmente cumpla el servicio que Me ha venido a prestar, en nombre de Dios.
Desde este desierto hoy parte una Luz Mayor, una Luz que asciende e ilumina la Consciencia Planetaria; es la Luz Solar, es el Fuego Divino, es la súplica, la aspiración, la devoción ardiente de los corazones que clamaron por esta humanidad y por este planeta en redención.
Así, Yo los preparo para ese gran momento en que Me verán venir entre las nubes con la Faz de Mi Gloria y de Mi Divina Misericordia. Vendré con la Consciencia que muchos no conocen. Por eso envío a algunos de los Míos a los desiertos, para que se preparen como Yo Me preparé para vivir la Pasión, y así, vivir Mi Resurrección, que era retirar de la muerte espiritual a toda la raza, en el pasado.
Este Sol que Yo Soy, alumbra el Universo y trae la Buena Nueva, el mensaje de esperanza y el camino nuevo que los que se han perdido, podrán volver a recorrer.
Es ese Sol que Yo Soy, que alumbra y calienta el espíritu y el cuerpo, trayéndole restauro y cura para todas las heridas.
Hoy les digo, especialmente a todos aquellos que estaban en sus desiertos, que vengan a Mí. Yo Soy ese Sol que alumbra sus caminos, y que les da la vida eterna.
Las tinieblas pasarán, mas Mi Palabra permanecerá. No hay nada que separe a los que están unidos a Mí. Este Sol alumbra a todas las estrellas y a las consciencias que se unen al Propósito de Mi Padre, en donde cada uno cumple su parte.
Yo Soy ese Sol de las constelaciones; Soy el Gobernante Mayor, el Cristo, que estuvo aquí en el planeta para enseñarles la Verdad, para enseñarles del Amor y de la Misericordia.
Ahora, compañeros, que han cruzado Conmigo en estos tres días este Desierto Sagrado, en donde las tinieblas no pudieron triunfar, sino la Luz de Mi Amor, les pido: brillen, como este Sol que los alumbra. Sean Soles en la Tierra. Sean el Amor de Dios que ilumina dentro y fuera, y cada espacio de este planeta. Soles de Mi Padre, ¡levántense!
La mañana ya ha comenzado, y una nueva noche se aproxima. Pero no teman, quien está en Mi Corazón todo lo sabe y será guiado hasta cumplir su misión.
Soles: ¡despierten y no duerman! Es hora de brillar desde su interior, es hora de alumbrar los abismos y de disipar el mal en el nombre del Amor de Mi Corazón. Alumbren y sean lo que nunca fueron, sean dignos hijos de Dios, y estarán haciendo feliz a Mi Corazón. Sean como Yo fui, aunque no lo sean. Sean Soles que alumbran desde el corazón y que traen la paz para un tiempo de caos.
La hora más difícil se aproxima, pero no los abandonaré. Dichoso de aquel que Me haya escuchado con atención, porque será recompensado por Mi Padre.
Que ahora, la oración que han vivido durante estos dos días sea vida, sea amor, sea unidad y hermandad. No busquen las semejanzas en sus hermanos, busquen la belleza en los corazones de sus prójimos que así la maldición terminará, la maldición que hace sufrir al mundo todos los días.
Vean lo mejor que hay de cada uno, y ayúdense lo unos a los otros, porque así Me ayudarán. Sustenten y apoyen al que está caído, porque ustedes también caerán y Yo no los negaré, porque Mi Padre no los niega.
Si las almas vieran la esencia de estas cosas, no tendría sentido que el mundo se purificara.
No sean lo que no tienen que ser. Parezcan más de lo que viven, y vívanlo de verdad.
Los bendigo con Mi Consciencia Divina, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Compañeros, que quede guardado este momento en ustedes, porque el Hijo del Sol vino a su encuentro para traerles la Paz.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Relato del tercer encuentro con Cristo, aquí en el desierto de Chilca, en Perú.
Cuando nos reunimos a orar la Coronilla de la Divina Misericordia, al final, la Consciencia de Cristo comenzó a aproximarse aquí la región del desierto de Chilca, como hizo las dos veces anteriores.
El cielo, que estaba nublado, se fue abriendo y el sol comenzó a irradiar su luz y su calor aquí en las montañas. Enseguida, Cristo nos mostró, vimos que Él se aproximaba a nosotros de una forma bien diferente a las que Él ha mostrado en otras instancias, y veíamos que el Maestro venía posando Sus Pies sobre una plataforma triangular azul que levitaba.
Él venía sobre esta plataforma. Era de un color azul bien intenso y fuerte, y comenzó a descender. A medida que iba descendiendo, los Universos, los Cielos, se abrían hacia otros planos, hasta llegar al plano espiritual, donde entendíamos comprendíamos que estaba la Consciencia del Padre, Adonai, y así abrió ese camino cuando descendió, Él estaba, en esta tercera Aparición, estaba vestido de Blanco, tenía una sutileza, era algo bien leve, delicado, sobre todo, muy amoroso; con los mismos rasgos que el Cristo Glorificado, pero esta vez, vestido todo de blanco.
Cuando Él apareció, cuando Él se aproximó en esa plataforma triangular azul, lo primero que sacó de Su Pecho fue Su Corazón, y nos lo ofertó. El Corazón estaba sobre Su palma de la Mano derecha ofertándolo, y cuando lo ofertaba para nosotros, percibíamos que lo hacía para todas las consciencias del planeta, sobretodo para aquellas que Él dice que son indiferentes. Y Él Ofrendaba esta Corazón para la Creación, ofertaba este Corazón para los Reinos de la Naturaleza, para la Consciencia de los Reinos; era algo que se expandía para todos, sin distinción.
Y así Él comenzó a dirigir Sus Palabras, en el Mensaje que dio en ese encuentro. Y cuando habló, en cierto momento de los Elohim, cuando aún estábamos viendo los Cielos abiertos, las dimensiones, hasta el plano espiritual, ejércitos, era eso lo que veíamos, ejércitos de los Elohim, comenzaron a colocarse a posesionarse a la derecha y a la izquierda de Cristo, por encima de las montañas, aquí, en el desierto.
Eran muchos, todos vestían túnicas hasta los pies. Eran seres resplandecientes, como ángeles, pero no tenían alas. Estaban ahí presentes, y veíamos que ellos estaban haciendo una tarea. En un momento, Los Elohim acompañaron todo el trabajo que Cristo hizo a través del mensaje; porque a medida que Él iba hablando iba mostrando muchas cosas, sobre todo, por ejemplo, lo que tenía que ver con la Consciencia Solar, o lo que nosotros conocemos como el Sol.
En un momento, cuando Él comenzó a hablar de ese Sol que nosotros deberíamos ser o que deberíamos en la superficie de la Tierra representar, como misioneros, Él trajo, no sé cómo lo hizo, una copia de otro Sol, que nos alumbraba.
Entonces, entre Cristo y el Sol que nos alumbraba, el sol físico, había otro Sol, potentísimo, y en el núcleo, en el centro de ese Sol, estaba la Consciencia de Dios. Por decirlo de alguna forma, cósmicamente, nos vimos representados, delante de una representación, mejor dicho, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de una forma universal y espiritual, que nunca habíamos visto, algo bien fuerte de ver.
En el momento en que Él hace esa representación a través del Sol como la Consciencia fundamental de Dios, de Él como el Hijo, y del Espíritu Santo, Él se eleva, aún cuando estaba dando el mensaje, se elevó e ingresó dentro de este sol físico, del cual nos alumbra todos los días.
Comenzó a transfigurarse y quedó como un Ser Solar, que era todo un Ser de mucha luz. Era una luz que encandilaba ver, que era una Luz que se concentraba y que se generaba dentro de este sol físico que nos alumbra.
No sé lo que Él nos quiso mostrar con eso, qué fue lo que nos quiso decir, como ejemplo, como símbolo, pero en ese momento Él nos estaba representando, Él se mostró así, como transfigurado a los apóstoles en el Monte Tabor.
Por último, cuando descendió nuevamente de ese Sol, más resplandeciente, más iluminado, nombrándose como el Hijo del Sol, porque el Hijo del Sol, Él decía que es el Hijo de Dios, del Dios vivo. En ese momento, volvió a esa plataforma azul, y entre ese sol físico que nos alumbraba y el Sol que Él había traído, esa copia de ese Sol, digamos así, de ese Sol más inmaterial, Él hizo aparecer a Su derecha y a Su izquierda, todas las constelaciones dentro de la bóveda celeste, que estaban en perfecta armonía y en equilibrio.
Esa fue la experiencia y relato de la Aparición.
Queridos hijos:
Cuando las almas no consiguen cumplir con el propósito que vinieron a realizar en este plano, esa situación se reparte entre aquellos que sí cumplen con esfuerzo la otra parte del Propósito espiritual de Dios. Es así que la balanza está en desequilibrio, porque en verdad cada alma debe cumplir con lo que ha venido a hacer.
Pero, queridos hijos, las consciencias no pueden asumir por mucho tiempo la parte que otra consciencia dejó de cumplir, ya que cada ser tiene una capacidad para sobrellevar su compromiso ante el Plan. Esta realidad es una cadena en constante desequilibrio y hay consciencias que en este tiempo sobrellevan tareas ajenas solo por amor al Proyecto de Dios.
Imaginen, hijos Míos, cuántas consciencias en el mundo distraídas por la innovación y por la astucia de Mi enemigo dejan de cumplir el servicio que en verdad vinieron a prestar. Así la consciencia planetaria cuenta con muy pocos y verdaderos servidores que alivien la crisis actual de la humanidad. Las almas se sorprenderán cuando vean todo lo que dejaron de hacer, a veces por libre albedrío, llevando el proyecto de la raza a una constante decadencia.
El Universo Celestial trabaja en este tiempo con las consciencias que en verdad tienen un buen corazón y que ya no anhelan nada para sí. Es de esa forma, hijos Míos, que la concreción del proyecto humano está enmarcado dentro de un cuadro de pocas posibilidades, dada la gran indiferencia de la raza humana.
Por eso, todos son llamados a la oración permanente y diaria para que en esta recta final la mayoría alcance la meta de cruzar el portal hacia la salvación, antes de que todas las Puertas del Cielo se cierren y comience a suceder la purificación total de la humanidad, porque entonces ya no habrá más tiempo.
Arriésguense a salir del punto en el cual se colocaron y asuman la purificación y el servicio al Plan mientras sirven a Dios con todo amor y sacrificio. Recuerden que la vida de comodidad y de confort en el mundo será lo primero que se purificará por la presencia de la crisis de hambre que viven muchas, muchas almas.
Como la Madre de la Divina Justicia los intento llevar a otro estado de consciencia en donde se puedan dar los cambios que hasta ahora no se han visto.
¡Les agradezco por comprenderme y por adherirse!
Ora por todos,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Hermana Lucía de Jesús: Estábamos realizando una tarea grupal con todos los miembros de la Comunidad-Luz Fraternidad de Aurora, en Uruguay, en donde vivimos, y concluimos la jornada de trabajo con la transmisión del mensaje diario de San José. A pesar de haber llegado de un campo de refugiados de Medio Oriente, San José nos transmitió un mensaje dirigido especialmente a las Comunidades-Luz, pero que, como Él mismo explicó, puede servir para todos los que se consideran servidores de Dios y consagrados a Su Plan. Que todos los que lean este mensaje practiquen estas palabras, adaptándolas a la propia vida. Este fue un pedido de San José.
La fraternidad es algo que debería caracterizar a este mundo, un atributo que todos los seres de la Tierra deberían contener en su interior, para que fuese el punto de partida para la vivencia del Amor Crístico. Para dar la vida por sus amigos, primero ustedes deberán aprender a ser fraternos.
Existen seres que consiguen ser fraternos por la naturaleza de sus espíritus, pero otros deberán hacer transpirar mucho al ego, en un arduo trabajo de trascendencia de los propios pareceres, voluntades y necesidades; deberán vivir una verdadera renovación en lo que llaman “prioridades” en sus vidas.
La prioridad de los seres humanos encarnados en este mundo debería ser, en verdad, la vivencia perfecta del Amor y de la Unidad, de los unos con los otros, de cada uno con Dios y de todos con Él; teniendo esto como única prioridad, todo lo demás debería adaptarse.
Si piensan que tienen alguna necesidad mayor que la de vivir la fraternidad y el amor, comiencen desde ya a meditar sobre la razón de sus vidas y el propósito de sus existencias en el mundo.
Busquen, por un instante, la razón por la cual se levantan todos los días. ¿Por qué trabajan, estudian, comen, beben, construyen casas, programan sus días, hacen planes? ¿Cuál es el verdadero sentido de todo eso?
¡Ustedes no deben pensar que la vida limita su propósito a la simple necesidad de mantenerse vivos y cómodos en este mundo! ¿O sí?
Si el alma no encuentra un propósito superior por el cual levantarse todos los días, va perdiendo el interés por la vida.
Deben hacer de esta experiencia en la Tierra un acto permanente de renovación, de trascendencia, de superación, de libertad en Dios, ¡para amar! Libertad de sí mismos, para donarse al prójimo sin límites ni restricciones.
Todos piensan que viven por un propósito superior; todos creen que están en el mundo para aprender el amor, pero cuando están delante del alimento en la mesa, intentan tomar de inmediato lo mejor para sí. Si ven que el otro necesita de ayuda, fingen que no están viendo. Si van para alguna tarea grupal, rápidamente buscan aquella que más les gusta, o aquella que más “necesitan”. ¿No será que existe otro hermano que necesitaría, más que ustedes, colocar los pies en la tierra y cuidar una flor, mientras ustedes podrían hacer alguna otra tarea dentro de la casa?
Aquellos que viven en las comunidades saben lo que les digo. Les pido perdón a los que no comprenderán Mis palabras y Me tomo un tiempo para instruir a las almas, tan amadas por Dios, que decidieron entregar sus vidas para el cumplimiento de Sus Planes y que deben reflexionar si realmente lo están haciendo.
Estas palabras les servirán a todos los que se consideran servidores del Plan y consagrados a Dios, porque deben llevarlas a su propio día a día y hacerlos meditar sobre sí mismos, nunca sobre el otro.
Entonces, piensen verdaderamente: ¿Están aquí para servir al Plan o para vivir su propia transformación y nada más?
Desde que hablamos de Cristos del Nuevo Tiempo, ¿alguno de ustedes ya está trabajando por la cristificación de otros o piensan solo en la posibilidad de ser ustedes mismos esos Cristos? Deben percibir que, aun siendo este un propósito superior, están pensando en sí mismos.
Si necesitan estar a solas y alguien necesita de su presencia, ¿fingirán que no lo ven? Si quieren dormir temprano y hay otro que aún no terminó sus quehaceres, ¿pensarán: “Mejor uno solo cansado que dos”?
Queridos, les hablo como un padre, porque sé que sus almas quieren crecer y deben hacerlo. Los tiempos de definición no están tocando más a la puerta, ellos entraron en sus casas y están exigiendo de todos una vida verdaderamente espiritual.
Si la humanidad no diere un paso rumbo a la verdadera fraternidad y al amor, y sigue parcialmente entregada a Dios, si se puede decir que entregó algo, jamás se cumpliría el Plan, tal como el Señor espera.
Dios se silencia y busca encontrarlos en la más profunda esencia de sus corazones. ¿Alguien lo buscó? ¿Crearon condiciones para que sus hermanos puedan hacerlo?
Reflexionen si el verdadero propósito de sus almas es la vida del espíritu.
¿Quieren construir una isla de salvación y de rescate? Entonces rescaten, mientras hay tiempo, la propia vida espiritual.
Yo los amo y por eso les digo todas estas cosas. Que cada uno las tome para sí.
Su padre y amigo,
San José Castísimo
Vive con fe los tiempos de superación de ti mismo mientras aún estás en un ambiente de armonía y de paz. Descubre cómo reacciona tu ser cuando se ve frente a los diferentes obstáculos que se te presentan en este tiempo y aprende a controlar tu consciencia y a encontrar la paz.
Obsérvate y percibe lo que te hace superar los límites y llegar más allá de lo que imaginaste que era posible para ti. Percibe el poder del Amor de Dios en tu interior, que te llama a la superación permanente.
Aunque estés superándote cada día, cuando pienses que estás en tu límite, hazlo en paz y sin perder la meta clara de tu espíritu. No dejes que las dificultades turben tus ojos y cieguen tu corazón; obsérvate con atención y aprende a dar cada paso a su tiempo.
Así como tú, muchos serán llamados a trascender sus limitaciones, pero pocos serán los preparados con anticipación para eso. Por eso, vive cada día con mucha atención, observándote detenidamente y aprendiendo de ti mismo, porque si reconoces tus propios mecanismos, podrás ayudar a otros que tienen las mismas dificultades, pero que no tuvieron la misma posibilidad de estar en un ambiente pacífico a la hora de la propia purificación.
Todo lo que hoy vives, todas las oportunidades que te son dadas, es para que te formes como servidor de Dios y te conviertas en compañero de Cristo, para que tu ejemplo y experiencia sirvan para otros. Por eso, haz todo en favor de los demás y estarás en el camino correcto.
Construye una fortaleza en tu interior con la intención de amparar a otros; así, sin que te des cuenta, habrá un Rey habitando en esa morada, porque la encontrará segura para hacer de ella Su refugio. Ese Rey no será solamente tuyo, sino también de todo el universo; es tu Señor, Cristo Jesús.
Te bendice y te protege,
San José Castísimo
Cuando la Voluntad de Dios se expresa en el universo, todas las estrellas y todas las consciencias evolutivas se unen al Propósito Divino. Son las Leyes de la Obediencia y de la Unidad, que reinan entre los mundos confederados, que permiten la disolución de todo lo que obstaculiza la Voluntad Superior.
Para que la Voluntad de Dios se manifieste en la Tierra, así como es en el universo, aquellas consciencias que responden al Plan y lo aman por encima de todas las cosas, incluso más que a sí mismas, deben unirse a ese Propósito bajo el espíritu del amor y de la fraternidad. El triunfo de Dios es una ley; sin embargo, las criaturas que habitan en este mundo, así como en todos los otros, necesitan adherirse al Propósito Divino y dar muestras de su adhesión, no solamente con el verbo, sino también con las acciones y con el esfuerzo consciente para vivir la propia transformación.
Un nuevo ciclo se precipita sobre el mundo; es la Voluntad de Dios que se manifestará. El Señor ya dio Su ultimátum sobre el Plan de la Tierra y pide definiciones claras a los espíritus
encarnados en ella.
Los seres reconocen, internamente, la necesidad de un cambio inminente y completo; aunque reconocer esa necesidad no es suficiente, porque se necesitan manifestaciones concretas de espíritus en evolución, ejemplos que puedan servir de guía para los que despertarán en el último segundo, antes de perder por completo la evolución.
El ciclo que se iniciará en este mes de diciembre tendrá como finalidad dar un último gran impulso a las consciencias encarnadas, a las almas que se perdieron en los abismos planetarios,así como también a los Reinos de la Naturaleza.
El Creador hará descender Su Potencia Solar como una señal, que dará a las consciencias de todas las criaturas del planeta, de que está entregando lo mejor que hay en el universo como regencia y guía para todos, para que, así, ustedes también sean impulsados a entregarlo todo.
Ese movimiento universal generará resistencias en su concreción, dentro y fuera de los seres; sin embargo, aunque pocos afirmen su entrega y adhesión al cumplimiento del Plan y a su inmediata autopurificación para que él sea una realidad, este será el permiso que el Creador necesita para actuar plenamente en toda la consciencia planetaria.
Ahora, más que nunca, ustedes necesitarán desarrollar el espíritu de la fe y colocar en práctica la fraternidad y la unidad entre los seres, algo que fueron aprendiendo en los últimos tiempos.
La oscuridad resistirá, pero de la persistencia nacerá el amor, principio del triunfo del Creador en el corazón humano.
Más que contar con su fortaleza interior, afiancen la unidad entre los espíritus congregados para cumplir esta misión. Recuerden lo que les digo, porque la unidad es primordial en todo el universo para que se cumpla el Propósito de Dios. En donde haya unidad, ahí estará el Espíritu Divino.
Les dejo Mi paz y Mi bendición paternal para los tiempos que llegaron al mundo.
Sus acciones de hoy, de ahora, les indicarán los pasos para el instante siguiente de sus vidas. Es hora de despertar al momento presente y escribir con el corazón la propia historia, la historia de la humanidad y, en consecuencia, la historia de este universo.
Su compañero e instructor de siempre,
San José Castísimo
Queridos compañeros:
Quiero decirles, en este día, en relación con las palabras que vengo pronunciando en estos últimos tiempos, que si les instruyo sobre tales cosas es porque confío en el potencial de todos los corazones que Me escuchan, independientemente de la vida que llevan y del grado de consagración en el que se encuentran.
Mi Casto Corazón fue enviado al mundo para acompañar a María Santísima en el despertar de los 144 000 que deben preparar el retorno de Cristo y reconocerlo entre los hombres. Es por eso que Nuestra presencia es puramente espiritual y toca los espíritus de aquellos que se comprometieron con Dios en el principio de todo este proyecto humano.
Mis amados, los 144 000 son los espíritus que fueron enviados a la Tierra para vivir la redención y para ayudar en el proyecto humano y que se comprometieron a vivir en sí los códigos dejados por Cristo.
No piensen que Jesús vino a la Tierra para ser el único Cristo existente en la Creación de Dios. Él vino para ser el Camino que toda la humanidad debería recorrer, la Verdad que cada ser de este mundo debería amar y seguir, la Vida Crística que se manifestó en Jesús, pero que debe manifestarse también en todos aquellos que se disponen a hacer de sí la expresión del proyecto de Dios y volver vida, en la propia carne, los principios universales y crísticos dejados por el Hijo del Hombre.
Mis amados, llegó el momento de asumir su verdadero papel en el Plan de Dios, y eso se alcanza cuando pueden salir de las mezquindades de la vida material y, así, salir de sí mismos, para tener como prioridad en sus vidas lo que realmente importa, que es el amor y el perdón, la redención y la unidad con Dios y, en consecuencia, con toda Su Creación.
Los 144 000 deben ser la punta de lanza que abre el camino para la Nueva Humanidad, el ejemplo que deben seguir los que están ciegos, palpando el aire delante de sí. Los 144 000 deben ser la mano tendida a los hombres y a los Reinos de la Naturaleza; deben ser la representación de la propia humanidad, elevando al planeta hacia la manifestación de la Verdad.
Piensen en eso y sientan Mis palabras en el corazón, pues ellas deben impulsarlos cada día, para que al menos anhelen no ser más los mismos y, así, vivan lo que les enseño.
Su amado padre y consejero,
San José Castísimo
En presencia de Mi santa hija, Teresa de Jesús, Me alegro de verlos liberando al mundo por el poder de la devoción y de la alegría de servir a Dios.
Ese es el espíritu de una verdadera vida de consagración y es lo que Teresa de Jesús siempre enseñó al mundo por medio de su ejemplo: que la alegría nunca debe faltar en el corazón de aquellos que se entregan a Dios.
La alegría debe estar como esencia en todo lo que hacen: la alegría del silencio, la alegría de la transformación, la alegría del sacrificio, la alegría de la corrección, la alegría de orar, la alegría de servir, la alegría de ser parte viva del Plan de Dios.
Si esa alegría estuviese viva en el corazón de todos los servidores, sería como el fuego que mantiene encendido el amor en el corazón de todos los seres y transforma toda rigidez y toda dificultad en simplicidad y levedad.
Hoy, al lado de Mi hija Teresa, a quien nunca le fallé y quien nunca Me falló, vengo a darles un impulso para la consagración de la vida y para que hagan del día a día de sus seres la eterna
alegría de caminar hacia Dios.
Cuando el Propósito Divino está claro, tanto en la consciencia como en el corazón, el alma jamás pierde la alegría porque, aun delante de los actuales escenarios del mundo, ella conoce la verdad hacia la cual camina y siempre está tratando de elevar el dolor y la tristeza por medio de la alegría.
Queridos compañeros, tanto Teresa como Mi humilde Corazón estuvieron sobre la Tierra y conocen las dificultades de llegar a una verdadera entrega. Sin embargo, los dos alcanzamos en vida dos virtudes, con las cuales pudimos cumplir el Plan de Dios para Nosotros, las que seguimos viviendo para ser eternos siervos del Señor. Esas virtudes son la perseverancia y la alegría.
Sean incansables delante de los obstáculos que el mundo les coloca y que el propio interior hace emerger y tornen la vida leve y simple por medio de la alegría.
Cuando eso suceda, podrán ser una fuente de la presencia de Dios en el mundo y, en un tiempo en el cual la desesperanza es lo común en los corazones, ustedes podrán ser un aliento y un bálsamo de amor para los que sufren.
Yo los amo y, junto a Teresa de Jesús, quiero mostrarles la simplicidad de la vida consagrada al Plan de Dios, cuando el corazón es incansable y alegre de verdad.
Dejamos nuestras bendiciones para el mundo entero, y que Nuestra alegría traiga levedad a los corazones afligidos.
Su padre y compañero, San José, en presencia de Santa Teresa de Jesús
Queridos hijos:
Como el sonido de un arpa de luz, les traigo a sus almas los sonidos más puros y armoniosos que existen en el Cielo para que, de esa forma, reciban el bálsamo de Mi Cura Maternal y Espiritual.
Hijos, todo lo previsto ya comenzó, y la humanidad enfrenta, en este momento, el resultado de sus acciones y de sus decisiones que, en esta hora, llevará a millones de almas a desviarse del camino que les ofreció Mi Hijo.
Muchos de Mis hijos predilectos vivirán el yugo del sufrimiento, de la transmutación y de la entrega a causa de la carga inmensa que existe sobre la humanidad y debido a la ausencia de servidores obedientes a los pedidos del Cielo.
Es por esta infinita razón que Su Padre Celestial, Adonai, decidió derramar códigos de transmutación tan similares a los que vivió y sintió Mi Hijo Amado durante Su última noche en el Huerto Getsemaní.
El Padre los estará colocando, con Sus propias Santas Manos, en un camino desconocido y nunca antes vivido por nadie; porque, al igual que muchos bienaventurados del pasado, ustedes deberán cruzar el mismo portal, para que Dios reconozca que es justo derramar Misericordia y Liberación sobre un mundo completamente paralizado por las insignias de Mi adversario.
Por eso, hijos, prepárense, la hora estará llegando y Dios los hará depositarios de Sus más Preciosos Dones para que, en nombre de Su Amado Hijo, ustedes preparen sus seres para ayudar a la evolución del Plan de Dios.
De esa forma, hijos Míos, con un espíritu de entrega y de donación, a pesar de las incertidumbres y de las circunstancias, ya estarán preparados para asumir el fin de un ciclo y el comienzo de otro.
Su Madre Celeste los congregará en el Espíritu Curador de Dios para que, viviendo su intensa purificación y liberación interior, ustedes sirvan en plenitud y amor al Reino de Dios.
Hijos, la batalla final aún no comenzó. Antes de que eso suceda, Yo vengo del Cielo a derramar sobre ustedes Mis Instrucciones, que los llevarán a estar dispuestos a los llamados del Cielo.
No se desanimen. El Señor estará con ustedes acompañándolos por más que no lo sientan, Su Presencia es silenciosa.
¡Les agradezco por perseverar en responder a Mi llamado!
Los une con el Corazón Bendito de Dios,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos Míos:
Por medio de estas palabras maternales, nuevamente por la acción y la gloria de la Gracia de Dios, hoy Me presento ante vuestras almas, donadas a Mi Corazón desde el principio y dispuestas a servirme hasta el fin.
Hoy les revela Mi Corazón que en este tiempo sin paz, Yo los vuelvo a reunir entorno de la sagrada mesa de nuestro Señor Jesús para que vuelvan a comer de Su Cuerpo y a beber de Su Sangre.
Mi única finalidad, hijo amados, es hacerles recordar el Reino de Dios, el que en estos momentos es muy olvidado y sustituido por las tendencias del mundo, las que apagan el fuego del corazón de muchas almas.
Por las cosas que desvían del Plan de Dios a las almas y a toda la humanidad sedada por las artimañas del enemigo, vuestra Madre de la Paz y de la Gracia regresa para restablecer el Reino de Dios, la vida suprema y la misericordia en todo lo que parece irreparable e impuro. Pues ahora Mis ojos celestiales ven y acogen las ofertas de todos Sus hijos que son el impulso interno para poder concretar, junto a los ángeles del cielo, el momento del gran cambio planetario.
Rezaré por ustedes hasta los últimos días cuando algunos, que ya serán dichosos, verán venir entre las nubes a Mi Amado y Glorificado Hijo. Las faltas de la humanidad de hoy y sus consecuencias futuras pueden ser aplacadas por la luz de la Misericordia de Mi Hijo.
Vengo para que diariamente lean Mis mensajes y los hagan parte de vuestras vidas y ritmos diarios. Deseo que la verdadera consciencia pueda despertar en todos Mis niños.
¡Les agradezco por acompañarme en este nuevo ciclo!
Los ama siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz de Dios
Mi Corazón glorifica los esfuerzos de los que son consecuentes con Mi Corazón Sagrado.
Mi Corazón glorifica a los que permanecen a Mi lado y, sin nada a cambio, aguardan por Mi llegada pacientemente.
Mi Corazón glorifica a los que ya no están a Mi lado, pero que son atraídos por la fuerza de Mi Espíritu que una vez los congregó y los salvó. A todos ellos Yo les doy Mi Cura y Mi Gracia reconfortándolos de la noche a la mañana, retirándolos del vacío hacia el Paraíso. Así, Yo dejo vivos Mis códigos crísticos para que esas almas puedan algún día recapacitar y entregarse a Mí.
En Mi Reino, Yo tengo muchos servidores y cada uno Me oferta su gran virtud y amor con toda la fuerza del corazón. Es en esos servidores que Yo me siento pleno, porque a través de ellos Yo padezco, Yo sufro, Yo comprendo las carencias humanas que generan grandes desiertos sin el Agua de Vida en el interior.
Pero Yo los llevo hasta la gran orilla de Mi océano de Amor y de Misericordia para que, en estos tiempos difíciles confíen, se tomen de Mis Manos y suban a Mi barca salvadora de redención y de paz, porque a través de este océano infinito e inagotable, Yo les reflejaré vuestra verdadera misión de amor y de redención para esta era de la Tierra.
Así, Yo les entrego Mis remos que son tan pesados como los maderos que Yo cargue en Mis Espaldas, por amor a ustedes, sin dudarlo y sin pensar. Yo deseo que remen a pesar del cansancio o de la soledad, no existe nada entre ustedes y Yo que nos pueda separar.
Yo Soy de este mundo, Yo Soy parte de ustedes y desde ustedes me elevé hasta Mi Padre para hablarle y suplicarle por toda la humanidad. Pero sepan que en el constante remar, algunos se volverán como náufragos, otros sobrevivirán a grandes tormentas de superación y de prueba. Pero a través de Mí, Mi Padre los hará fuertes y estarán serenos.
A través de Mi Paz llegarán al puerto esperado, el puerto de Mi Corazón.
Les dejo esta parábola, para que la vivan y no solo la escuchen, sino para que ella sea el ejemplo del servidor pleno que vive Mi apostolado.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por escuchar a Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
5.ª Maratón de la Divina Misericordia – segundo día
Hermanos Míos de camino:
Hoy vengo con la aspiración de que en sus vidas los pasos hacia Mi Corazón sean verdaderos y puros, al igual que lo es el Agua que brota de Mi Costado por amor al mundo.
Esa pureza la alcanzarán cuando tan solo ejerciten la observación impersonal de sus pequeñísimas acciones; así pronto sabrán cuándo cometen un acto indiferente e impuro o cuándo realizan una obra de amor. Imaginen por un momento cuántos actos impuros manchan a Mis almas todos los días. Por eso, aquella alma que trabaja conscientemente con Mi Divina Misericordia, será ayudada para ejercitar acciones buenas y amorosas por sus semejantes.
Ustedes saben que el mundo está atravesando una gran tormenta interior. Más allá de ello, Mis Rayos Solares, que brotan de Mi Piadoso Corazón, traspasan esta tempestad que viven las almas para ayudarlas a resucitar a la vida del espíritu y al amor profundo por Dios.
No hay nada más divino que el amor entre hermanos, amor verdadero y puro que cura y cicatriza el corazón de cada ser. Fue ese el amor que Yo les enseñé desde el principio a Mis apóstoles y hoy les recuerdo esta premisa como un ejercicio para su consciencia interior.
El Amor que proviene de Dios es invencible, es maravilloso y magnífico. Busquen todos los días ese Amor que viene de Dios y así podrán superar los obstáculos que ahora les impone el mundo.
Pero no se olviden, Mis amigos, que el mundo, su preciosa y castigada casa, la que fue creada por Dios, necesita de ayuda urgente. Yo sé que no podrán hacer grandes cosas, por eso primero comiencen por las acciones simples y verdaderas, acciones que broten del amor del corazón y que permitan reconciliar y unir a todas las criaturas.
A la humanidad le llegó la hora de salir de la gran ignorancia y ver, en estos tiempos, qué será necesario cambiar para alcanzar el Reino Mayor.
Agradezco en este día a toda Londrina por haber cumplido con Mi Llamado, porque Yo he retornado a sus corazones para curarlos y renovarlos. Yo necesito de sus manos para donarme; Yo necesito de sus pies para caminar, por medio de ustedes, hacia Mis hijos perdidos; Yo necesito de un espacio en sus corazones para activar nuevamente la fe y el amor a Dios, su Señor.
Gracias por buscar siempre Mi Corazón.
Bajo el Bien Mayor que proviene de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer unidos como uno solo a Mi Humilde Corazón.
Cristo Jesús, vuestro Pastor
Queridísimos peregrinos Míos:
Por primera vez en la historia de Mis encuentros internos con ustedes, Mi Corazón se complace en abrir nuevas puertas de luz y de paz para más almas³ . Por eso, en alegría y gratitud, el Hijo de Dios estará presente, orando con ustedes, por ustedes y por el mundo entero para que la mayoría alcance el estado de Mi Divina Misericordia.
El Señor del Universo Me envió especialmente a Londrina para que los primeros grupos de oración, los que nacieron en la Comunidad-Luz Figueira hace ya muchos años, puedan renovarse e ingresar en el camino del corazón; porque en estos tiempos todo lo que hagan deberán hacerlo por medio del amor verdadero del corazón servidor.
Quiero que contemplen la expresión sincera de este amor a través del fiel ejemplo de trabajo, de dedicación y de entrega absoluta al Plan de Dios que sucedió por intermedio de los grupos de oración de San José do Río Preto y de la región de San Pablo. Allí ustedes podrán ver cómo las almas pueden ser ayudadas y también recibir las Gracias del Cielo cuando los servidores de la Jerarquía abren las puertas de manera correcta. Esto, en los tiempos actuales, determinará el cumplimiento del Plan de Rescate.
El Cielo, por medio de Mi Corazón, quiere mostrarles que existe un solo camino para recorrer, camino que se llama amor a la donación y al esmero. Amor que muchos de ustedes alguna vez irradiaron hacia Mi Corazón, por más que en otros tiempos Yo no haya estado tan presente en sus vidas como lo estoy ahora.
Todo lo aprendido con la instrucción espiritual del pasado ha generado la posibilidad de que ahora el Cielo les entregue lo rutos de la fe y de la paz por sus esfuerzos sinceros. Ustedes saben que el mundo entero está lleno de emergencias y de necesidades para resolver; por eso el Universo, en su infinita ciencia e inteligencia, convocó a los diferentes grupos de almas para que por afinidad y sintonía sirvan al Plan Mayor.
Ahora, a cada servidor y orante le corresponde cumplir con una parte de la misión, para que al fin de toda esta trayectoria se cumpla el importante Propósito de Dios.
Londrina fue una ciudad escogida por Dios para que los grupos de oración en esta región se puedan retirar a meditar y orar, dos ejercicios importantes para fortalecer el servicio.
Londrina, espiritualmente, Me recuerda mucho a Mi primera casa en Nazaret, por sus sierras y estancias; en Londrina existe el aire de la simplicidad y del recogimiento, por eso podrá ser un punto de encuentro y de meditación para cuando los servidores necesiten retirarse a orar y a estudiar con el corazón.
La Quinta Maratón de la Divina Misericordia en Londrina traerá el fruto de la unidad entre los grupos de almas, ya que la región sur del Brasil deberá prepararse para servir en los próximos tiempos en una tarea de rescate y de servicio regional.
Por eso los Mensajeros Divinos, después de haber estado durante el año anterior en Porto Alegre, retornan con el objetivo de recordarles a todos la necesidad de renovarse y de mantener viva la misión que el Padre les ofrece.
Esta será la misión de la unidad entre todas las regiones del sur, concentrándose como una sola columna espiritual de fraternidad y de hermandad. Hoy el sur del Brasil tiene la oportunidad de manifestar esto para el Plan de Dios, en tiempos definitorios.
Que la Quinta Maratón de la Divina Misericordia represente, no solo un encuentro de oración por la necesaria Misericordia para el mundo, sino que también sintetice la reunión de servidores y de corazones en Cristo, con la esperanza de colaborar por amor con el Plan y su manifestación sobre la Tierra.
La Quinta Maratón de la Divina Misericordia, la que por primera vez es abierta para todos, tiene la finalidad de congregar a nuevos orantes y, en consecuencia, a nuevos rebaños que puedan iniciar este camino de regreso al Corazón de Dios. Mi Presencia incondicional será, para ustedes, la confirmación de sus tareas de oración y de servicio en esta parte del mundo.
Hoy, dejo para los presentes Mi Abrazo Paternal, aquel abrazo de Maestro a discípulo, de Compañero a amigo; abrazo que nutre el alma de vida y de esperanza. Deseo para todos un buen trabajo de oración, y paz para sus corazones y para el mundo entero.
Que la Divina Misericordia sea la llama inextinguible que arda siempre en luz y en amor.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Enseñanzas en el corazón.
Cristo Jesús, vuestro Señor del Amor
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3. Cristo Jesús se refiere a la población de la ciudad Londrina, Paraná, Brasil.
En verdad Yo les digo que las almas se olvidan de Mi Divina Piedad, y será a través de la Piedad que Yo podré resolver sus problemas.
Yo les pido que sean valientes y que enfrenten con coraje los vientos contrarios que llegarán a sus vidas. Nunca abandonaré a Mis soldados, pero llegó el momento de que los Míos den los pasos hacia la ascensión del corazón.
En Mi Silencio Eterno los recojo dentro de Mi Ser. En Mi Corazón Yo comulgo con todos ustedes. No tengan miedo de quedar completamente vacíos delante de la vida o ante sus familias, porque es solo Mi Amor el que los une. Es solo Mi Redención la que los resucitará en vida. Será solo Mi Misericordia la que en los momentos difíciles los colmará, y Mi Fuente les quitará la sed interior.
Miren siempre al horizonte porque una nueva estrella de paz y de esperanza surgirá en sus vidas. No quedarán a oscuras, pues quien confía en el poder de Mi Misericordia será guiado hasta el final.
En verdad no les prometo alegrías en esta vida, les prometo Bendiciones y Gracias en la eternidad; allí estarán Conmigo, y ya no existirá sufrimiento ni dolor al aprender.
Yo Soy su Camino, su Piedad y su Sol.
Quédense Conmigo, es hora de mirar al Infinito y de encontrar la luz de Mi Misericordia.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados y mansos.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús, vuestro Rey
Fray Elías del Sagrado Corazón: Al final de Su mensaje, Cristo nos transmitió una oración para ser recitada los martes para la formación de las Comunidades-Luz y para todos los servidores.
Oración de Reconciliación y Hermandad
entre los Buenos Servidores de la Paz
Que mi mano nunca se separe
de la fraterna mano del hermano
porque por Cristo creceré y seré un nuevo ser.
Que mis pies caminen al lado del hermano
porque en Cristo seguimos Sus Pasos de Luz.
Que mis ojos siempre miren al Cielo
porque junto al hermano,
buscaremos la Eterna Gracia de Dios.
Que mi ser se done por entero al prójimo
porque con Cristo nacerá la Nueva Humanidad.
En Ti, Señor, está mi fortaleza.
Por Ti, Señor, seré redimido.
Contigo, Señor, cumpliremos el Plan de Dios
en toda la Tierra.
Que surja la Hermandad entre los seres.
Que la Fraternidad sea la antorcha
de los nuevos apóstoles.
Que la Paz se establezca en cada esencia interior.
Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón: Ante la presencia de la Virgen María, sorprendentemente, descendió en Gloria desde los Cielos Nuestro Señor Jesucristo para transmitir Su mensaje diario, al mismo tiempo que Nuestra Señora transmitió el mensaje para la Vigilia de Oración.
La Bienaventurada Virgen María nos dice:
Queridos hijos, ahora Mi Bienaventurado y Amado Hijo Jesús proseguirá comunicándoles las Palabras Celestiales.
Cristo Jesús comienza a transmitir Su mensaje:
Amados Míos:
En este día de Gracias Maternales, como ya lo ha dicho Mi Madre, el Señor les envía, como resultado de todos los bienes espirituales que recibieron durante el Encuentro de Oración, un impulso de concreción de Su Voluntad para sus vidas.
Por eso, compañeros Míos, será necesario que, por la oración diaria del corazón, ustedes reconozcan el clamor del Cielo ante la necesidad absoluta de fieles servidores marianos y crísticos para este ciclo planetario.
Por lo que sucede en el mundo, el Cielo les ha dado todo lo que él guarda, esperando de ustedes una respuesta inmediata para que decidan vivir una constante vida de oración.
Para tal fin, el Universo Celestial preparó desde hace ya seis años este espacio sagrado del Centro Mariano de Aurora para que las almas del mundo, especialmente todos los corazones de América, tengan una referencia para transitar el camino espiritual.
Como ha sido en la historia de la humanidad, el Cielo escoge a las consciencias inmaduras y simples, y también escoge los lugares olvidados y distantes para que el Padre pueda derramar, por intermedio de los Mensajeros Celestiales, todos Sus Dones de amor, de cura y de reparación.
Para aquellos orantes que siguen Mis mensajes diarios, Yo les digo que están siendo partícipes de un momento único para sus almas, algo que quedará guardado en el espíritu superior de cada ser, para después seguir los pasos hacia el Cielo.
Por eso les pido que, en oración, estén atentos al momento que viven como almas y como hermanos en los diversos grupos de oración; si ustedes están atentos, sabrán dar los pasos correctos y evitarán errores.
En estos tiempos el Cielo está abriendo sus puertas sobre la Tierra para redimir a los que se han distanciado de Dios. Por eso, el Cielo escoge lugares en donde el ecumenismo se pueda expresar y el poder humano no interfiera en el Propósito Divino. De este modo todas las almas son libres de participar y de sentir si este llamado es para ellas.
Ahora, la lectura interna es única para cada ser y el Cielo les envía un mensaje mundial, un mensaje para todos, porque llegó el momento de la unidad definitiva y de la integración fraterna con las Leyes Superiores del Reino de los Cielos.
Solo quiero decirles a los Míos que un último camino de regreso a la Vida Mayor se está evidenciando en su senda.
Dios, en Su Gloria, les ha dado el arte de decidir y de escoger.
Los aguardamos a todos: orantes y peregrinos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar con atención Mi mensaje.
Cristo Jesús
Yo contemplo a los corazones cansados y a los corazones que descansan en los demás corazones.
En Mi Obra existen los sacrificados y los que intentan vivir el sacrificio.
En Mi Obra existe el servidor y el que es servido por una razón mayor.
Todos pasan por la escuela de la entrega y del sacrificio, así Me relaciono con Mis amigos: a algunos Yo les doy Mi Voluntad y a otros Yo les entrego Mis Aspiraciones de algo bueno y mejor. Todos tienen el mismo lugar en Mi Corazón, porque no existen dos caminos para llegar a Mí, sino solo uno: un camino de renuncia y sacrificio que les permitirá alcanzar el estado de humildad.
Por eso, los que están Conmigo son los que más trabajan por los que están cómodos y por los que están ciegos sin poder encontrar la vida del espíritu. Me sirvo siempre de los mismos; Mi Corazón se ennoblece y se alegra cuando algún discípulo presta un servicio extraordinario, amoroso y abnegado; así Yo estoy viendo los frutos maduros de las semillas misericordiosas que he sembrado en cada ser.
Aquel que lo da todo por Mí y por el cumplimiento de Mi Plan recibirá los dones de Mi Amor. También le entregaré Mi Sacrificio, aquel que Yo viví en la Cruz por todos; le daré una cruz semejante para que la sepa llevar en sus espaldas por aquellos que abruptamente se pierden sin dejar huellas de la presencia de sus pequeñísimos espíritus.
Todo lo que reciban en Mi Nombre les dará la fuerza para amar el poder de la entrega y del sacrificio ofrecido por amor y por la redención de la humanidad; así ustedes verán los frutos y os méritos de su obra en la salvación de los que estaban muertos en vida, apartados de Mi Luz y que por Gracia alcanzarán eternidad y misericordia.
Guarden en sus corazones la esperanza de encontrar, en el Reino de los Cielos, el verdadero tesoro para sus espíritus, porque allá descansarán en Mis Brazos como buenas ovejas redimidas.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados de alma y de corazón.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
Quien, verdaderamente y sin apuros, reza la Coronilla a la Divina Misericordia podrá recibir los preciosos y glorificados Códigos de Luz que Mi Consciencia alcanzó durante Mi agonía en el Huerto de los Olivos, con la Sangre derramada durante la flagelación, durante la dolorosa coronación de espinas y cuando Yo cargué con la cruz de ustedes hasta el Calvario y, además, durante Mi Crucifixión.
Todos esos Códigos ingresarán en el alma que a las tres de la tarde haga uso correcto y con devoción de la Coronilla a la Divina Misericordia. En ese horario no solo rezarán con el corazón, sino que Yo les daré a conocer el poder de Mi Gracia Sublime y así, sus corazones conocerán los pasajes de Mi Pasión paso a paso tal cual Yo la viví.
Ingresen a partir de este momento en la ciencia de Mi Misericordia y sean agradecidos por poder comprender, en estos tiempos de caos, cada uno de los misterios infinitos que guarda Mi Sagrado Corazón.
Si aceptan conscientemente aprender a vivir la vida de oración, sus consciencias superiores estarán disponibles para ayudar en Mi Plan de salvación y, en consecuencia, sus seres más terrenales contarán con el auxilio del espíritu mayor de sus verdaderos seres. De esta forma Yo preparo corazones para que sean obreros del Plan y consciencias que sean servidoras de Mi Padre Eterno.
Hoy les derramo la sabiduría que Mi Consciencia Cristificada guarda para que entiendan que es posible consagrarse a Mi Señor cuando tan solo dicen sí; porque así la voluntad de ustedes se entregará para que despierte en sus corazones la Voluntad Divina.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por comprender Mis Palabras con el espíritu del corazón.
Cristo Jesús
Aquel que Me dona y Me entrega todas sus fuerzas dispuesto a darse cada día más para servir a Mi Señor, ese será llamado Discípulo y Bienaventurado, porque en él podré construir una morada interior firme.
Después Yo le enseñaré poco a poco a amar la entrega y, cuando esa entrega madure en su consciencia, le daré de beber del sacrificio y le daré de beber de Mi Cáliz, el mismo que Yo bebí en honra a Dios y a todos Mis compañeros en el pasado.
Así podré formar a los nuevos apóstoles del Nuevo Tiempo, los que darán ejemplo de Mi Palabra de Vida mediante el amor y la caridad; no sean falsos ni mentirosos, imiten Mi Camino crístico desde la devoción a Mi Corazón Sagrado. En ellos depositaré el poder de Mi Gloria para que preparen Mi Camino silencioso de retorno al mundo.
Ahora necesito que todos los que proclaman Mi Nombre se perdonen por los errores del ayer y que no se juzguen más; el Nuevo Reino de Mi Padre descenderá a través de Mí como uno solo, como una unidad entre las almas y Dios.
Por eso cuídense de los lobos que intentarán esquilar la lana de Mis ovejas, cuídense de todos aquellos que usarán Mi precioso Nombre en vano. Que nadie se enfrente a nadie, que emane el espíritu de pacificación; Yo confirmaré verdaderamente silos talentos que he dejado a Mis discípulos han brotado en el corazón de los que trabajan Conmigo.
La nueva Iglesia celestial está descendiendo para renovar a los que han dejado de creer en Mi Presencia por la mezquina acción de los hombres. La Iglesia que Yo fundé es la Iglesia del corazón, del templo interior, de la Verdad Absoluta que Dios irradia a través de Su Hijo Primogénito.
Muchos han perdido la conexión Conmigo, por eso Me sirvo en estos tiempos de simples servidores, no de los que se vanaglorian, sino de los redimidos por Mi Amor.
Que cada uno cumpla con su parte y que permita que se vea cómo Mi Consciencia está presente en todos los hijos de Mi Padre, porque Yo Soy Hermano de todos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por meditar sobre Mis Palabras con el corazón.
Cristo Jesús
A cada paso dado por cada uno de Mis Compañeros Yo, como Hijo de Dios Todopoderoso, conquisto muchas almas, las que a través de Mi Amor Redentor encuentran el camino de la Reconciliación con Mi Eterno Padre.
Hoy quiero que me abran la puerta de sus consciencias para poder entrar y, por intermedio de cada uno de ustedes, llegar a más almas, sobre todo a aquellas que se pierden en medio de la ilusión.
Quiero que los que ya me dejan habitar en sus mundos interiores, me sigan en todo, sin temor, sin vacilar, porque es en ellos que estoy depositando la fuerza interior que dará la señal para que otros hijos de Mi Rebaño se animen a caminar Conmigo por los caminos de este mundo.
Necesito de aquellos que no aspiren a nada más que vivir de Mi Amor, en ese Fuego Celestial que Mi Padre encendió en Mí y que arde eternamente en el Universo.
Quiero que aprendan a servir a ese Fuego que redime, que perdona, que trasciende todas las barreras de las mentes y encuentra espacio real dentro de las esencias de los hombres.
Quiero que ardan en ese Fuego, que es Mi Fuego de Amor, que viene de Mi Padre.
No les ofrezco tranquilidad, solo la seguridad infinita y gloriosa de Mi Amor.
No les ofrezco un futuro, solo el eterno presente, para servir junto Conmigo eternamente al Universo y al Plan de Mi Padre.
Les ofrezco sacrificio, renuncia, entrega, para que así Me ayuden a salvar a esta, nuestra humanidad.
Solo les ofrezco Mi Eterno Amor, Mi Amor de Maestro, de Hermano Mayor, de Amigo, de Compañero en esta tarea sideral.
Aquí estoy, presente frente a todos ustedes para que Me sientan, para que Me entreguen lo que son, para que Me sigan por toda la Eternidad.
Creo en ustedes, porque los amo y llamo hoy a aquellos que quieran ser Mis Compañeros.
Los espero en Mi Corazón Sagrado.
Gracias por escuchar Mis Palabras y guardarlas en el corazón.
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Las almas que más Me sirven y más veneran Mi Sagrado Corazón serán las que, en el servicio al mundo, sentirán más el cambio brusco de los tiempos que descienden desde el Universo hacia la Tierra.
Las almas que más oran Conmigo fueron las escogidas para sobrellevar el tiempo ardiente de los cambios, porque la oración de todas ellas aliviará la necesidad de los que no oran y fácilmente se han olvidado de Mí.
En todos estos abnegados instrumentos Yo erguiré de nuevo Mi Templo de redención y nadie quedará sin la oportunidad de reconocer que, sin Mi Padre, nada se podrá hacer.
Retorno al mundo en Gloria para derramar Mis Rayos de Amor sobre aquellos que desde hace años se han distanciado de la Luz de Mi Corazón Misericordioso. Vengo a despertar a los que duermen bajo la lluvia de las ilusiones y mostrar la Verdad que el Universo Me ha mostrado desde el origen de Mi Santa Resurrección.
A nadie le quedará duda alguna de que el Mesías retornará a la Tierra cumpliendo con Su Promesa Original anunciada una vez en el pasado. Por eso, a los que más están en Mí e intentan seguir Mis Pasos, les pido: ¡perseveren, perseveren, perseveren! Y dejen que Mis Rayos Renovadores liberen del pasado sus esencias, para que la tarea de los apóstoles del fin de los tiempos pueda cumplirse en Gloria a Mi Nombre.
Si se unen día a día a través de Mí les mostraré el camino, porque esta vez y en este ciclo Yo no dejaré que ningún alma se eleve sin antes conocer Mi Amor Redentor.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados de corazón.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Los bendice y los redime,
Cristo Jesús
Queridos Míos:
Hoy vengo como el Pescador de Almas para que, reconociendo Mi Faz, puedan servirse de Mi Amor Predilecto para difundir Mi Mensaje Salvador en este mundo.
Sé que muchos parecen estar cansados de caminar hacia el Infinito. Yo les digo que carguen amorosamente con la cruz que Mi Reino les entrega y sean agradecidos de recibir, en Mi Nombre, los Rayos de la redención y de la conversión.
Les pido que no bajen los brazos y que abran sus corazones para recibir Mis Mandamientos, aquellos que les ordenarán la vida en el espíritu y en el servicio.
Queridos compañeros, las tareas de los servidores en el fin de los tiempos son bendecidas con la posibilidad del despertar de más corazones al camino de la redención y del perdón. Sepan que será a través de aquellos que se dispongan a servirme hasta el límite que Mi Plan Redentor en el mundo se cumplirá, y esto será antes de Mi Regreso al sufrido mundo.
Sus esencias deben ser como flores en Mis Manos para que Mi Espíritu las pueda presentar como ofrenda de redención ante Dios. Están Conmigo cuando Me dicen sí y Yo estaré más tiempo cuando tan solo Me abran la puerta del corazón.
Vengan y caminen Conmigo porque siempre los protegeré y los guiaré.
Gracias a todos aquellos que Me sirven sin demora y Me donan el tiempo para la Obra Mayor.
Bajo el Amor del Padre, sean misericordiosos.
Gracias por recibir Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús, el Salvador y Señor de las Almas
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más