- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Queridos hijos:
Que la vida consagrada represente, para todos los que siguen este camino, el lucero que ilumina la noche de la faz de la Tierra.
Que la vida consagrada sea el puente que une a las almas con Dios, a través de la vivencia de los Sacramentos.
Que en la vida consagrada se refleje el Rostro Vivo de Cristo para que, los que más necesitan de amor y de paz, lo puedan reencontrar a través de esa vida consagrada.
Recordemos que la vida consagrada, a pesar de atravesar también su momento de purificación, es parte del Cuerpo Místico de Cristo y que, siendo parte de Mi Hijo, la vida consagrada tiene la dicha de recibir una Gracia Extraordinaria de Dios.
Que toda la vida consagrada continúe caminando, a través de la fe, en la ardiente búsqueda de servir al Señor y de poder estar cerca de Su Divina Consciencia.
Que la vida consagrada se pueda fortalecer y afirmar en este planeta, para que la existencia de los Nuevos Cristos pronto sea una realidad.
Oro, día y noche, por toda la vida consagrada, para que sea un instrumento de paz y de caridad en el mundo que llegue a los que más sufren y padecen la ausencia de paz y de amor.
Que, a través de la vida consagrada, Mi Hijo pueda preparar Su Retorno a la humanidad, porque la vida consagrada será el espacio en donde Cristo afirmará Su próxima Obra de la redención del mundo.
A todos los que aspiran a la vida consagrada, que aspiren a vivirla, porque es en lo más profundo del ser en donde Cristo tiene que gobernar y obrar por el mundo entero.
La vida consagrada es la llama que nunca podrá apagarse en toda la superficie de la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Madre de la vida consagrada
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimoseptimo poema
Santísima Señora del Rosario,
Sostén incondicional de la humanidad,
Amor celestial y profundo,
haznos comprender el misterio de Tu servicio y entrega.
Impúlsanos a servir y a entregarnos,
para que seamos merecedores de las Gracias del Cielo.
Que, en el camino de la entrega incondicional,
podamos reconocer, en nuestros hermanos,
el Rostro vivo de Cristo,
porque necesitamos crecer en el amor
y en la transparencia de nuestras vidas.
Danos a conocer, Señora de la oración eterna,
el valor incalculable de la oración interior.
Que nuestra llama de la fe se encienda,
y se eleven nuestras súplicas
hacia el Corazón del Padre.
No nos dejes caer en la ilusión ni en la indiferencia.
Que tengamos nuestros corazones abiertos,
para reconocer la urgente necesidad
de servicio y de oración en este tiempo.
Señora del Santísimo Rosario,
que podamos ver y sentir,
así como Tú sientes y ves a Tus hijos del mundo.
Tráenos la consciencia
de lo que significa cumplir la Voluntad de Dios.
Que nuestra percepción de la realidad se amplíe,
para que no nos quedemos en lo pequeño,
sino en lo grande,
en lo maravilloso de responder a Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Vigesimoctavo poema
Señora de la Humildad,
en entrega y abnegación,
enséñanos a poder reconocer
la necesidad interna en el semejante.
Que nuestra mirada no juzgue,
sino que nuestras manos colaboren, amorosamente,
en todo lo que sea necesario.
Madre,
que ya no reclamemos más,
que finalmente podamos vivir
la gratitud y el amor al sacrificio,
porque sabemos y reconocemos
que eso nos hará libres para siempre.
Ayúdanos, Virgen de las Estrellas,
a encontrar el espíritu de la fortaleza y de la donación
en este crucial momento planetario,
para que podamos servir a nuestros hermanos
y, así, encontremos en ellos
el Rostro sufrido de Cristo.
Querida Madre Universal,
que vivamos la entrega incondicional,
así como Tú la vives por cada uno de nosotros.
Madre,
ten en cuenta nuestros errores
y las dificultades para poder donarnos verdaderamente,
porque sabemos que, por Tu purísima Gracia,
conseguiremos dar los pasos
por amor al Designio Mayor.
Te pedimos que vacíes, en este momento,
nuestra mente y nuestro corazón,
para que en nosotros resuenen
las cálidas palabras de Tu Mensaje revelador.
Que en la llama de la gratitud
siempre veamos reflejada
la donación incansable de Tu Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimoprimer poema
Señora eterna de la Luz,
poder invencible e inmaculado,
sostén de los que necesitan de Ti,
Amor divino de los que lo buscan,
haznos descubrir a Dios en nuestro interior,
para que cualquier adversidad o desafío,
sea superado por el auxilio espiritual
que Tú nos das, Divina Madre.
Te pedimos en este día,
que nos guíes siempre hasta Tu amado Hijo.
Que, en el servicio incondicional de nuestras vidas,
podamos reconocer el Rostro de Cristo.
Que, en cada oportunidad de donarnos,
comprendamos la importancia
del Plan de Amor por la humanidad.
Así, Santísima Madre,
estaremos libres de nosotros mismos,
para que, a cada nuevo día,
nuestra entrega y oferta,
sea cada vez más profunda.
Querida Madre,
protege cada uno de nuestros pasos.
Ayúdanos a encontrar la humildad y el silencio,
en cada ritmo de la vida.
Porque aspiramos imitarte
en la contemplación y en la oración silenciosa.
Para eso, Madre,
nos rendimos ante Ti,
a fin de que Tu purísimo Corazón
nos bendiga para siempre.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Mis queridos hijos:
En este día sigamos los pasos de Luz de Jesús, pero aún veamos a Cristo caminar por este mundo, realizando milagros y prodigios en los corazones.
Sintamos en nuestro interior la hora de Su Agonía, todo lo que Él padece por el mundo al ver una humanidad ciega de espíritu y cerrada de alma.
Sigamos los pasos de Luz de Jesús, porque Él está cumpliendo en este ciclo todo lo que Su Padre le dictó.
Veamos el Rostro de Nuestro Señor, pálido y sereno, silencioso y reflexivo.
El Maestro se aproxima a Su hora y Él quiere ver a los Suyos unidos a Su Corazón, confirmando Su Presencia en cada uno de ustedes.
Es así que podrán acompañar al Señor por el camino de la fe y de la confianza, demostrando en cada acto y en cada acción, los Designios del Padre.
En esa unión interna con Cristo y previo a la hora de Su gran Agonía, que Sus apóstoles de los últimos tiempos definan su ciclo, para que en el tiempo venidero sea posible el surgimiento de Nuevos Cristos internos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Sagrada Madre de los que se consagran, porque cuando un alma tan joven, inexperta e inocente se anima a dar los pasos y a caminar hacia Cristo, Mi Corazón Inmaculado derrama sobre el mundo gozo y alegría para que más almas se animen a darle el sí a Nuestro Señor.
Por eso, hijos, Soy la Sagrada Madre de los que se consagran, porque en las almas jóvenes se encuentra la posibilidad de que se refleje el Rostro Divino de Cristo; Rostro Divino que convierte, redime y consagra lo que parece imposible.
Soy la Madre de los que se consagran, porque protejo y cuido a los que recién comienzan el sendero de la vida de consagración, para que adquieran fuerza interior y fe en el momento de dar nuevos pasos hacia la Voluntad de Mi Amado Hijo.
Soy la Madre de los que se consagran, muy jóvenes, a la vida del infinito, a la vida universal, a la verdadera búsqueda de la pureza original existente en cada alma y en cada ser.
Soy la Sagrada Madre de los que se consagran al conocimiento de sí mismos y de sus propias virtudes, talentos que Mi Hijo vendrá a buscar en estos tiempos para llevar adelante la preparación de Su Retorno.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Queridos hijos:
No teman, no teman por nada porque Mi Corazón conoce bien vuestras pruebas y vuestros desafíos. A pesar de todo eso, nunca dejen de mirar a Jesús porque Su Sagrado Corazón siempre los amparará de todo.
Hijos Míos, crean en el poder de Sus Rayos Misericordiosos, sean partícipes del Don absoluto de Su Amor Redentor.
Queridos hijos, ustedes tienen al Gran Pastor a vuestro lado; Él es quien los puede escuchar y acompañar de Corazón a corazón.
Por eso, Mis pequeños, dejando atrás el dolor del pasado, Yo los invito hoy a renovarse a través del Fuego amoroso de Jesús. Caminen hacia Él porque Él les indicará el nuevo camino hacia el Reino del Padre. Yo hoy les hablo de la importancia de vivir en Jesús y de estar en Él todo el tiempo posible.
Queridos hijos, como Madre, permitan que Yo los acerque al Gran Sacerdote del Amor y de la Redención para que vuestras vidas, a los pies de Mi Hijo, puedan ser como rosas a los pies del Creador. Veneren el Rostro de Luz de Mi Hijo y confíen que todo está en su lugar, porque así reconocerán la Voluntad del Padre, voluntad que muchas almas no viven por falta de amor.
La carencia del mundo es la falta del Verdadero Amor del Corazón. Por eso, queridos hijos, Yo los llamo a imitar el Amor de Mi Hijo para que cada corazón encuentre el alivio de su propio dolor y la alegría para poder proseguir por la senda de su propia escuela.
Irradien a cada momento el Amor de Jesús y sean portadores de esperanza.
¡Les agradezco!
Gracias por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
En las doce estrellas de Mi corona encontrarán la guía que Yo vengo a anunciar al mundo. Ellas son como la estrella guía de Belén para cada uno de Mis hijos. Las estrellas son como el amanecer y el lucero en el Cielo para todos aquellos que deben resucitar a la vida en Cristo.
Queridos hijos, con inmenso gozo los llevo hacia el Corazón de Mi Hijo quien debe ser amado y venerado diariamente por esta humanidad. Esta preparación les permitirá recibir al Redentor por segunda vez.
Queridos hijos, hoy los quiero invitar a que contemplen el Rostro Misericordioso de Dios Vivo a través de la presencia de Mi Hijo. Que ustedes también testimonien la Presencia del Corazón Amadísimo de Dios por medio de Mi Corazón Inmaculado.
Sepan, hijos Míos, que en Mis estrellas podrán ver el nuevo amanecer, los largos años de paz, aquella promesa escrita en el Corazón de Dios Padre para todos Mis hijos.
En el adorable y venerable Corazón de Cristo ustedes hallarán el camino seguro que los conducirá hacia el Reino de Dios.
La humanidad puede, con la oración, remediar el pasado y el sufrimiento que ella misma ha gestado desde hace tiempo. Ahora, Mis soldados marianos deben expresar la esperanza y la redención para todos los que aún no las tienen.
También, hoy les anuncio, queridos hijos, que Mi presencia mensual los días 12 y 13 de mayo, nuevamente en la resurgida y amada Portugal, se extenderá hasta el día 14 de mayo en una peregrinación de todos los presentes en las apariciones hacia el Santuario de Fátima y Aljustrel. En ese ejercicio ustedes estarán, como tantos otros hijos, aliviando Mi Inmaculado Corazón y aliviando la Justicia prometida para Europa. El Ángel del Señor los ayudará y Él considerará esa oferta humilde de parte de todos.
Gracias, hijos, por responder a Mi llamado.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Queridos hijos:
Por el inmenso Amor de Mi Hijo acepten Sus brazos, brazos de Amor y de Luz que Él extiende sobre el mundo.
Hijos Míos, hoy los invito a vivir la Pascua con el corazón; así, hijitos, podrán caminar junto a Cristo por el sendero de todos Sus pasajes y enseñanzas que Él dejó para la humanidad.
Queridos hijos, permanezcan en Mi Paz; Yo los quiero conducir hasta el Templo de Mi Hijo para que cada uno de ustedes pueda encontrar el Sagrado Corazón de Cristo. Por eso, hijos Míos, vivan la Pascua como una preparación para la renovación de sus vidas; así sus corazones, en oración, podrán renovar y curar las vidas de todos los hijos.
Que ningún corazón apague la llama de la fe, sino que la encienda nuevamente porque Dios, en Su Gloria, cuenta con cada uno de los instrumentos de Su Creación. Para eso, queridos hijos, sigan la señal de la conversión que Mi Inmaculado Corazón les está indicando.
Para una verdadera conversión del corazón vivan como almas esta Pascua de Redención que Mi Hijo les prepara con mucho Amor a través del poder de Su Santísimo Corazón. Queridos Míos, ustedes prepararán el camino hacia la Pascua a través del acto de la oración.
Hijos amados, alegren sus corazones para que de esa manera sus almas se preparen para los días de Misericordia que, una vez más, Mi Hijo derramará sobre el mundo. Ustedes, aquí en la Tierra, queridos hijos, son el instrumento primordial para una oración verdadera, oración diaria que la humanidad sin Dios necesita para vivir su propia reconciliación.
Alcen los brazos y guarden las últimas Gracias que el Corazón de Mi Hijo está donando por amor al mundo. Que en esta Pascua sus vidas sean puras para que así todos vean de nuevo el Rostro de Cristo.
Gracias por responder a Mi llamado.
Que la Pascua de la Nueva Era de Cristo mude sus vidas.
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Que el Divino Rostro de Cristo Vivo y Glorificado sea la Faz que sus corazones busquen siempre dentro del océano de la oración y de la vida.
Queridos hijos, hoy permanezcan en el ejercicio de la confianza plena en el divino redentor, Cristo. Permitan que Su Sagrado Espíritu transforme el pasado para que pueda despertar la nueva alma consagrada al Altísimo.
Abran el camino hacia sus corazones para que Yo, la Madre de la Divina Misericordia de Cristo, pueda entrar en el interior de cada morada. Busquen al Amadísimo Cristo Redentor dentro de cada corazón para que sus almas puedan ver las llamas Divinas en cada corazón hermano.
Así estarán construyendo el camino de la fraternidad para el nuevo tiempo que vendrá. Aspiren a permanecer bajo la guarda de Mi Inmaculado Corazón, pues sepan bien, Mis pequeños, que Yo preparo el camino de retorno de Mi Hijo, el Cristo Universal.
Los ama eternamente en oración,
María, Madre de la Divina Concepción de la Trinidad
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más